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La palabra “falacia” es una palabra común que probablemente todos hemos utilizado o
escuchado en el lenguaje cotidiano. Usualmente, la usamos para indicar la falsedad de
alguna afirmación o declaración. Sin embargo, para aquellos que hacen lógica, el concepto
de falacia encierra algo más complejo y preciso.
Se asume que el argumento es falso dado que sus consecuencias son negativas, y
viceversa. El razonamiento es el siguiente: si ocurre X, entonces Y también ocurriría, por lo
que X es falso. Es una falacia lógica ya que la veracidad de un argumento no depende de
sus consecuencias.
Falacias no formales: son aquellas en las que el error del razonamiento tiene que ver con
en el contenido de las premisas. En este tipo de falacias lo que se expresa en las premisas
no permite llegar a la conclusión a la que se ha llegado, independientemente de si las
premisas son ciertas o no.
Es decir, que se apela a ideas irracionales sobre el funcionamiento del mundo para dar la
sensación de que lo que se dice es cierto.
Falacia ad ignorantiam: se intenta dar por hecha la veracidad de una idea por el simple
hecho de que no se puede demostrar que es falsa.
El famoso meme del Monstruo Espagueti Volador se basa en este tipo de falacia: como
no se puede demostrar que no existe un ente invisible formado de espaguetis y albóndigas
que además es el creador del mundo y sus habitantes, debe de ser real.
Por ejemplo, es corriente argumentar que las teorías de Sigmund Freud sobre los
procesos mentales son válidas porque su autor era neurólogo.
Argumento ad consequentiam: En este tipo de falacia se intenta hacer ver que la validez o
no de una idea depende de si aquello que se puede inferir a partir de ella resulta deseable o
indeseable.
Por ejemplo, un argumento ad consequentiam sería dar por hecho que las posibilidades
de que el ejército dé un golpe de estado en un país son muy bajas porque el escenario
contrario supondría un duro golpe para la ciudadanía.
Falacia del hombre de paja: En esta falacia no se critica las ideas del oponente, sino una
imagen caricaturizada y manipulada de estas.
Post hoc ergo propter hoc: Se trata de un tipo de falacia en el que se da por sentado que,
si un fenómeno ocurre después de otro, es que está causado por este, a falta de más pruebas
que indiquen que eso es así.
Por ejemplo, se podría intentar argumentar que la subida repentina en el precio de las
acciones de una organización se ha producido porque el inicio de la temporada de caza
mayor ya ha llegado a Badajoz.
Falacia ad hominem: Por medio de esta falacia se niega la veracidad de ciertas ideas o
conclusiones resaltando las características negativas (más o menos distorsionadas y
exageradas) de quien las defiende, en vez de criticar la idea en sí o el razonamiento que ha
llevado a ella.
Sin embargo, hay que saber distinguir este tipo de falacia de argumentos legítimos referidos
a las características de una persona en concreto. Por ejemplo, apelar a la falta de estudios
universitarios de una persona que habla sobre conceptos avanzados de física cuántica puede
considerarse una argumentación válida, ya que la información que se da guarda relación
con la temática del diálogo.
Por eso sus fallos no dependen del contenido, sino del modo en el que están vinculadas
las premisas, y no son falsas porque hayamos introducido en nuestro razonamiento ideas
irrelevantes e innecesarias, sino porque no hay coherencia en los argumentos que usamos.
La falacia formal puede ser detectada sustituyendo todos los elementos de las premisas
por símbolos y viendo si el razonamiento se ajusta a las reglas lógicas.
Negación del antecedente: Este tipo de falacia parte de un condicional del tipo "si le doy
un regalo, será mi amigo", y cuando se niega el primer elemento, se infiere incorrectamente
que el segundo también queda negado: "si no le doy un regalo, no será mi amigo".
Ejemplo:
Los argumentos pueden ser falaces por diferentes razones. Veamos las más comunes
para saberlas detectar a tiempo y no caer en las trampas que pretenden imponernos.
"El ingeniero Fernández dice que este año su área tendrá un récord de productividad este
año. Ahora sabemos que en la universidad él era conocido por copiarse en los exámenes;
por lo tanto, su área no tendrá un record de productividad este año".
"Las medidas que tomaremos tendrán un resultado positivo, sí o sí. Sobre esto no debe
haber discusión alguna".
Aquí no se ofrece un solo argumento para sustentar la afirmación. Es más, quien la sostiene
se niega a oír razones que expresen lo contrario.
Falacia del punto medio: quienes sostienen esta falacia dicen que la verdad debe
encontrarse en el punto medio entre dos extremos. En ocasiones esto puede resultar válido,
pero tomarlo como principio puede estrellarnos contra la realidad en forma continua pues
en ocasiones también uno de los extremos está en lo cierto.
"El ingeniero Ramírez dice que este año exportaremos productos por US$ 50 millones; la
ingeniera Domínguez sostiene que serán por US$ 100 millones. Debemos considerar un
punto medio y proyectar exportaciones por US$ 75 millones".
"Dicen que fumar causa cáncer, pero mi abuelo fumaba 20 cigarrillos al día, vivió hasta los
90 años y no tuvo cáncer".
"Si este año logramos vender en Brasil, el próximo año podremos hacerlo en Estados
Unidos".
El término sofista, del griego sophía, "sabiduría" y sophós, "sabio “. Más tarde se
atribuía a quien disponía de "inteligencia práctica “. Al transcurrir el tiempo hubo
diferencias en cuanto al significado de sophós: por una parte, se les denominaba así a los
que dan utilidad a lo sabido, mientras por otra parte es quien conoce las cosas por
naturaleza. En el siglo V a. C. Surgen los Sofistas como Gorgias y Protágoras, preocupados
por el hombre y la sociedad, en la Atenas de Pericles y su siglo de oro. No fueron filósofos
en sí, sino un movimiento sociocultiral. Se les puede resumir en estas características:
1. Abandonaron el estudio de la physis y se dedicaron al estudio del hombre, sus
costumbres, su organización social y sus leyes.
3. Fueron los primeros “Positivistas Jurídicos” pues opinaban que ni la moral ni las leyes
proceden de la naturaleza o physis sino que son puras normas o convenciones humanas.
4. Cobraban por sus enseñanzas lo que se les criticaba pues chocaba con la concepción de
filósofo como amante de la sabiduría, desocupado de los bienes materiales.
Para concluir con dicho trabajo las falacias al discurso normalmente tiene un carácter
accidental o inconsciente y busca ofrecer un razonamiento que valide y fundamente la
postura defendida ante su interlocutor. Sin embargo, y como hemos analizado en este
artículo, las falacias pueden ser utilizadas para crear situaciones absurdas y argüir
razonamientos absurdos en una conversación. La construcción de la comunicación absurda
basada en falacias es un ejercicio meta-interpretativo de no fácil ejecución. Descubrimos,
por tanto, que la incorrección lógica desde un punto de vista formal de un razonamiento, la
inadecuación semántica o contextual del enunciado propuesto como argumento, la
contradicción entre los contenidos explícitos, implícitos, verbales y para verbales, la
ilegitimidad de las fuentes utilizadas para fundamentar una idea o el vacío argumental de la
intervención del protagonista funcionan como indicadores fiables en la detección y
construcción del absurdo.