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TEMA: SOFISMO
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Introducción
Sofismo
Cuando se trata de debate, hay muchas formas de dar valor o significado a lo que
queremos decir. Desde el tiempo remoto de la antigua Grecia, donde los humanos han
tratado de comprender el mundo que lo rodea. El argumento se realiza a través del
silogismo, y la forma en que la verdad se logra a través del razonamiento lógico es
completamente necesario. Pero, ¿qué son los sofismos? ¿Realmente funcionan como
argumentos válidos? Todo esto y más se conocerá a continuación.
El sofismo también se puede identificar con todos los sinónimos que están de acuerdo
con el fraude, como: apariencia, fraude, falsedad y más. Por lo tanto, es importante que
siempre se dé cuenta de lo que la otra persona usa sobre su argumento. Porque siempre
estará expuesto al sofismo. Y cuando alguien lo usa, es una buena oportunidad para
discutir.
Se conoce como sofisma al argumento o raciocinio falso, formulado con la finalidad de
inducir al adversario en error.
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Sofismo
Cuando se trata de argumentar, existen muchas formas de poder brindarle valor o sentido
a lo que queremos decir. Desde los tiempos remotos de la antigua Grecia, en los que el
hombre intentaba comprender el mundo que lo rodeaba. Los argumentos plasmados a
través de silogismos, y la manera cómo se llegaba a una verdad a través de un
razonamiento lógico eran completamente necesarios. Pero ¿qué son los sofismos?
¿Sirven realmente como un argumento válido? Todo esto y mucho más, se sabrá a
continuación.
¿Qué es un sofismo?
Al sofismo se le conoce como falacia de argumento o razonamiento falso, formulado con
el objetivo de engañar al adversario. En cuanto a su etimología, sofismo o sofisma deriva
de la palabra sofista, de origen griego sophía que significa «sabiduría» y sophos que
expresa «sabio». El sofismo puede designar todo razonamiento incorrecto, sin embargo,
en lógica, los sofismos se refieren específicamente al razonamiento que parece ser
correcto, pero no lo es. Un ejemplo bastante común de sofismo es el argumento: «Todas
las mujeres se portan mal».
Tipos de sofismas
Al existir tantas formas de confundir a una persona según el contexto y demás variables,
es normal pensar que existen una gran variedad de sofismas. Uno de ellos, es el sofisma
de accidente. Este ocurre cuando una persona intenta confundir o apuntar acciones
accidentales con las esenciales, por ejemplo: “Si ayer me fue bien, hoy también”. También
existe el sofisma de ignorancia de la causa, que plantea que la verdadera causa de algo,
no es definida como tal, y se reemplaza por otra causa totalmente distinta, por ejemplo:
“Su accidente fue castigo divino”.
Sofisma de ignorancia de la cuestión, ocurre cuando una persona ignora una proposición
alegando otra que no tiene nada que ver con la primera: “No me prestas atención / Pero si
siempre estoy contigo”. El sofisma de petición de principio, es un tipo de argumento que
utiliza un hecho primario sin demostrar, para llegar a conclusiones. Por ejemplo: “Como
soy el que más vende, mi negocio es el más exitoso”. También existe el sofisma de
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círculo vicioso, y sucede cuando una proposición secundaria es probada con una
proposición inicial: “Si no tienes dinero, es porque no has vendido nuestros productos”.
Por otro lado, las falacias son una declaración o afirmación sobre un razonamiento
erróneo, pero que se expone como una verdad absoluta. Esto suele presentarse en mayor
o menor medida, a través del radicalismo de creencias de cualquier tipo, en la cual, todo
lo que no pertenezca a un sistema de creencias personal, significa que están errados o
equivocados. Estas suelen enmascarar engaños o estafas, pero las mismas son
propuestas como una verdad absoluta, por lo que se debe tener cuidado y saber
identificarlas.
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Principales sofistas en la historia
Los sofistas nacen en la Antigua Grecia, en la Atenas democrática en el siglo V a.C.
Fueron muchos los que, en su momento, se consideraban sofistas. Sin embargo, sólo
mencionaremos algunos que fueron muy populares en su momento. El primero de ellos es
Protágoras de Abderas, que fue de los principales sofistas del siglo V a.C. Fue un de
ambulante y viajero que se paseaba por Grecia enseñando a las personas sobre el arte y
las proezas de la retórica, y por este servicio cobraba altas tarifas.
Es de mencionar que, junto con Gorgias, fueron los únicos sofistas que Platón y
Aristóteles llegaron a respetar. Y hablando de Gorgias de Leontino, diremos que fue un
discípulo de Empédocles, y también conoció el pensamiento de Parménides. Por lo que,
con el tiempo, fue conocido como otro de los maestros de la retórica, reconocido como un
sofista respetado incluso como filósofo de la época por sus detractores. Otro sofista de
renombre, fue Pródico de Ceos, amante de la gramática y la retórica propiamente, aunque
sus obras no sobrevivieron con el tiempo.
Ejemplos de sofismos
Para tener clara la idea de lo que son sofismos, no hay mejor manera de representarlos a
través de ejemplos sencillos. Por ejemplo, uno muy popular es el siguiente: “A los perros
les gusta pasear, a mí también me gusta pasear, por lo tanto, soy un perro”. Aunque
parezca un ejemplo demasiado obvio o tonto, la realidad es que muchas personas suelen
relacionarse con cosas que no tienen ninguna lógica, como, por ejemplo, los signos
zodiacales. “A los Capricornio les encanta ser sociables, como yo soy sociable, entonces
soy capricornio”.
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Conclusión