Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El término flujo de trabajo, comúnmente conocido como workflow, resulta ambiguo. Para
algunos, un flujo de trabajo es un proceso, para otros, una manera de organizar la
información.
La gestión de un workflow efectivo cuenta con siete pasos ordenados, a grandes rasgos, en
tres etapas: la planificación, la ejecución y la revisión.
Planificación:
Ejecución:
4. Desarrollo y revisión
Revisión:
6. Aprobación
7. Emisión de informes
¿Cuándo debería crear workflows?
Los workflows o flujos de trabajo son realmente potentes en cualquier equipo o
departamento. Cuando se hacen bien, los flujos de trabajo ofrecen la claridad que el
equipo necesita para cumplir con los objetivos más rápido, la eliminación de los cuellos de
botella, ahorro de tiempo y oportunidades de mejora continua.
Puedes desarrollar un flujo efectivo de trabajo para una iniciativa basada en plazos con un
objetivo final. Piensa en las campañas de marketing (inbound marketing, marketing digital,
etc.), las oportunidades de venta, los programas para incorporación de empleados nuevos
o los procesos de compras. También pueden ser procesos recurrentes y trabajo continuo,
como los calendarios de contenido, las solicitudes de informática y el seguimiento de
errores.
Este nivel de estructura puede traer grandes beneficios tangibles para el equipo, como los
siguientes:
Los líderes se ven empoderados y se realiza una toma de decisiones más inteligente,
porque a todo se le da seguimiento en un solo lugar.
La información se reúne menos de forma manual y también disminuye la cantidad de
trabajos duplicados.
Los silos de datos desaparecen al reunir todo en una fuente de referencias central y de
fácil acceso.
Los miembros de los equipos adquieren una idea clara de cómo contribuyen con sus
trabajos a metas y objetivos compartidos más amplios.
La incertidumbre acerca del trabajo que hay que hacer disminuye, por lo que el trabajo
se agiliza y el potencial de los miembros del equipo se libera.
Los procesos ad hoc desaparecen y también, los sistemas de gestión aislados, para ser
sustituidos por un eje central de información.
En vez de reinventar la rueda todas las veces, los workflows permiten que los equipos
generen mayor impacto y que se adapten con facilidad a las distintas circunstancias, para
lograr producir trabajos de excelencia.
Los ejecutivos o integrantes de otros departamentos están al tanto del progreso de los
proyectos en todo momento.
Las vistas ofrecen una perspectiva general del proceso de un proyecto que permite
entender, detectar y diagnosticar cualquier problema.
Las buenas herramientas para gestión del trabajo permiten definir y compartir flujos de
trabajo, independientemente del equipo en que te encuentres. Se genera una fuente única
de referencias para todos los trabajos y los datos, que rompe con el aislamiento de la
información en los equipos para impulsar una colaboración más eficiente. Además, al
conectar las iniciativas individuales con los flujos de trabajo a mayor escala de la empresa,
los miembros del equipo ven con claridad qué trabajos son más importantes. Gracias a esta
claridad, todos pueden centrarse en los trabajos de mayor prioridad que, además, generan
mayores impactos.
De un modo similar a lo que sucede con los procesos de negocios, cuando preparas un
workflow aplicas un pensamiento crítico acerca de cómo puedes organizar el trabajo y
procesar las mejoras. La principal diferencia entre ambos es que los workflows se orientan
específicamente a la creación de procesos de negocios repetibles y constantes.
Puedes usar las listas de verificación como parte del flujo de trabajo para asegurarte de no
pasar nada por alto. Las listas de verificación y los workflows son herramientas simples pero
potentes que, cuando se usan juntas, resultan ser muy útiles para que el equipo logre
presentar trabajos de excelencia. Intenta incluir listas de verificación en los procesos
integrales de tus flujos de trabajo para ayudar a que el equipo cumpla sus objetivos.
Los gráficos de Gantt son herramientas excelentes para la gestión de proyectos y, por lo
común, se usan para dar seguimiento a iniciativas vinculadas al tiempo de trabajo como la
planificación de un evento o el lanzamiento de un producto. Los diagramas de Gantt y
otros software para gestión visual de los proyectos como los tableros Kanban pueden ser
muy útiles para cumplir con los objetivos más rápido.
A un nivel más alto, puede ser útil para visualizar los siete pasos de un workflow en un
diagrama de flujo o diagrama de flujo de trabajo. Una vez que entiendas bien los pasos
principales de tu workflow, dales vida a esos procesos con una plataforma de gestión del
trabajo y herramienta de automatización que permitan compartir la información en tiempo
real.
Lee: Las 5 fases de la gestión de proyectos para que mejores el flujo de trabajo de tu
equipo
La gestión del trabajo es una solución sistemática para coordinar los flujos de trabajo
de una organización y proporcionar la claridad que los equipos necesitan para alcanzar
sus objetivos más rápido. Consiste en coordinar a las personas y las tareas en todos los
niveles de una organización a fin de garantizar que todos tengan la información que
necesitan para completar el trabajo de mayor impacto.
Más información
Ejemplos de workflows
Antes de profundizar en los beneficios de contar con flujos de trabajo bien definidos y en
cómo elaborar un workflow, echa un vistazo a algunos ejemplos de workflows.
4. Desarrollo y revisión: Los equipos trabajan para resolver el problema del cliente.
5. Seguimiento del progreso: Las integraciones que funcionan en tiempo real simplifican
y automatizan el trabajo entre los distintos equipos. Para que los equipos no tengan
que actualizar la información manualmente o que el trabajo no se duplique entre las
herramientas, usa integraciones como la de Asana para Zendesk y asegúrate de que los
integrantes de tus equipos trabajen siempre con la información más reciente.
2. Recepción de las solicitudes: En colaboración con el equipo, el líder del proyecto crea
briefs para todos los activos creativos necesarios para las campañas; las imágenes, las
animaciones, los videos, el material de contenido y mucho más.
4. Desarrollo y revisión: Con una buena planificación armada, ahora puedes pulsar el
botón “Acción” de la producción de activos creativos. Los colaboradores externos y tus
compañeros se ponen a trabajar. Si hace falta más trabajo para generar esos activos
creativos, el flujo de trabajo vuelve a la etapa de producción.
5. Seguimiento del progreso: Mientras el equipo trabaja, el líder del proyecto supervisa el
progreso a través de la plataforma de gestión del trabajo. Si un compañero de equipo
tiene un problema o si los entregables del proyecto se demoran, pueden ocuparse y
desbloquear el trabajo.
2. Recepción de las solicitudes: El líder, los miembros del equipo y los demás integrantes
clave del proyecto colaboran y aportan ideas para los próximos objetivos.
4. Desarrollo y revisión: Una vez que saben qué pretenden lograr, los miembros del
equipo ya pueden ponerse a trabajar. Con una plataforma de gestión del trabajo,
pueden conectar el trabajo diario con los objetivos más amplios para que todos sepan
qué tareas tienen mayor prioridad.
5. Seguimiento del progreso: Mientras el equipo trabaja, el líder del proyecto supervisa el
progreso. Si es lento o si se escapa algún vencimiento, pueden intervenir y allanar el
camino. Tanto el líder como los miembros del equipo brindan actualizaciones de
estado con regularidad a través de la plataforma de gestión del trabajo.
6. Aprobación: Los miembros del equipo terminan el trabajo y lo marcan como finalizado.
Los gerentes echan un vistazo y aprueban o solicitan cambios según sea necesario.
7. Emisión de informes: Después de cada período, el líder del equipo revisa los objetivos.
Examina qué funcionó bien y qué no durante el período del objetivo. Para los próximos
objetivos, el equipo doblará la apuesta en cuanto a sus fortalezas y trabajará para
revertir las debilidades.
Cómo hacer un workflow efectivo en 7
sencillos pasos
Los siete pasos para crear un workflow efectivo se dividen en tres fases: la planificación, la
ejecución y la revisión. La implementación de estos pasos es muy útil para organizar el
trabajo de una manera que no solo sea comprensible, sino que además se pueda repetir.
Piensa en los siete pasos como si fueran una plantilla para flujos de trabajo con la que
puedes maximizar el impacto productivo y minimizar los pormenores del trabajo. En
lugar de dedicar varias horas o días al inicio del proyecto para reunir toda la
información, con reuniones innecesarias y comunicaciones que se duplican, los flujos
de trabajo ofrecen un marco de trabajo para que el equipo pase directamente a la
acción. Los siete pasos le brindan al equipo los datos, la información y los activos que
necesitan para comenzar con el pie derecho. Con los flujos se crean planes de acción
claros, que garantizan que todos en el equipo entiendan qué hay que hacer y cuáles
son los plazos previstos.
Con los workflows se capturan procesos repetibles para que no tengas que reinventar la
rueda todas las veces. Para que sea efectivo, el workflow se debería crear en una
herramienta compartida en la que se pueda dar seguimiento a la información en tiempo
real.
Durante este paso del proceso del workflow, en primer lugar, reúne la información sin
estructuras y trabaja en una lluvia de ideas para el proyecto. Si corresponde, piensa en
cualquier limitación que pueda tener el proyecto, en las restricciones o los requisitos antes
de avanzar con el próximo paso.
Prepara una carta del proyecto (project charter o acta de constitución) o amplía la que
ya tienes con un brief.
Define el alcance del proyecto para evitar incurrir en corrupción del alcance.
No es necesario tener todos estos materiales para cada workflow. De todos modos,
asegúrate de desarrollar material suficiente como para que no falte información para el
resto del trabajo del proyecto. Elimina las idas y vueltas, y ofrece más claridad, contexto e
información sobre el trabajo.
Para seguir con nuestro ejemplo de workflow de producción web, transforma a la lluvia de
ideas de tu equipo en un brief creativo. Con una herramienta de gestión del trabajo como
Asana, puedes incorporar los bocetos iniciales de Miro en el brief y combinarlos con otra
información del proyecto como el plan de comunicaciones.
Para que este paso del workflow sea repetible, tienes que automatizarlo. Una vez que
tengas una idea clara de cuál es la capacidad productiva de cada miembro del equipo,
lleva a cabo la automatización del flujo de trabajo para dirigir los trabajos con precisión a
los miembros adecuados del equipo. Aclara las prioridades de cada proyecto y empodera a
los miembros del equipo para ajustar los vencimientos en caso de ser necesario, a fin de
garantizar que puedan presentar trabajos con la máxima calidad.
Si el flujo no es perfecto, se trabaja mucho de forma manual. Entonces, por ejemplo, puede
resultar difícil encontrar el archivo correcto en el momento adecuado. Algo que contribuye
enormemente a los pormenores del trabajo es buscar documentos y perseguir
aprobaciones. Así que al mantener la información en una herramienta centralizada, se
reduce ese trabajo innecesario que tenían que hacer todos en tu equipo.
Cuando las comunicaciones y los archivos se comparten todos en el mismo lugar, los
miembros de los equipos dedican menos tiempo a los pormenores del trabajo y más al
trabajo real. Entonces, entra en acción, usa la automatización para sacar a la luz la
información que necesitas, en el momento exacto en que la necesitas.
Para seguir con nuestro ejemplo de workflow de producción web, después de asignar el
trabajo, nuestros diseñadores crean un esquema para el sitio web de la página de inicio
nueva en Figma, que luego adjuntan al proyecto. Mediante una verificación, los integrantes
agregan comentarios en los archivos PDF para dejar opiniones específicas sobre lo que
creen que funciona bien y lo que no. Una vez que se haya terminado con el diseño, podrás
entregar esos diseños al equipo de desarrollo web sin tener que duplicar el trabajo. Por el
contrario, esa información se aloja en el proyecto de solicitud creativa y también en el de
producción web; así, todos trabajamos a partir de la información más actualizada.
En cambio, comparte las actualizaciones de estado del proyecto en el mismo lugar en que
se produce el trabajo para que todos tengan el contexto que necesitan exactamente
donde trabajan. Si el proyecto no marcha bien, el informe de estado ayudará a que los
demás integrantes sepan que hay una demora y a que entiendan cómo se resolverá
cualquier obstáculo.
Por ejemplo, muchos de los integrantes están dedicados al workflow de producción web.
Después de todo, quien hizo la propuesta inicial fue el vicepresidente de marketing. Pero
no hace falta informar a los integrantes del proyecto acerca de cada pequeño detalle ni de
cada piedra en el camino. En cambio, puedes compartir actualizaciones semanales del
estado del proyecto, agregar contexto y vincularlo a las tareas e hitos con los que haya
trabajado el equipo.
Lee: La guía para líderes de equipo para elegir una buena herramienta de informes
6. Aprobación
A veces, lo único que falta es esa última aprobación, pero se puede volver complicado
conseguirla. Por lo general, los líderes ejecutivos están siempre ocupados. A pesar de que
solamente necesitas que den el visto bueno, su tiempo es muy valioso y es muy difícil
acceder a ellos. Sin embargo, con un flujo de aprobaciones puedes automatizar este paso,
ya que ofrece claridad y es fácil de usar para que, a quien le corresponda, dé su bendición
final.
En nuestro ejemplo, la nueva página de inicio está lista para publicar, pero para hacer el
cambio necesitas la aprobación del vicepresidente de marketing. Entonces, le envías una
solicitud de aprobación (diferente de una tarea común). Esta notificación tan particular le
permite reconocer el tipo de información que esperas recibir; para poder responder en
consecuencia, rápida y fácilmente. Con un clic en un botón, obtienes su aprobación y
lanzas a tiempo la publicación de la nueva página de inicio.
7. Emisión de informes
Independientemente de que el proyecto resulte ser un éxito rotundo o de que se hayan
encontrado piedras en el camino, siempre habrá mucho por aprender de cada iniciativa. El
último paso de un workflow es emitir informes sobre el progreso y analizar los datos en
profundidad para aprender qué funcionó bien y qué no. Resulta útil para optimizar los
proyectos que vendrán después o incluso, en algunos casos, para refinar el workflow
actual.
Para terminar con nuestro ejemplo, diremos que la página de inicio, finalmente, se ha
publicado. ¡Felicitaciones! El paso final es dar seguimiento a cómo funciona la página y
emitir informes sobre los avances de forma progresiva. Entonces, la próxima vez que
necesites lanzar una página web, parte de lo aprendido con este proyecto, para que el
trabajo sea aun mejor.
Recursos relacionados
ARTÍCULO