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A.

 La quiebra es un fenómeno económico, producto del funcionamiento anormal del


crédito. Es decir, mientras el activo de un patrimonio excede al pasivo, el legislador puede dejar que
cada acreedor ejerza separadamente su propio derecho -y en ello no hay discusión alguna-. pero cuando
el patrimonio no basta para todos, la libertad de las ejecuciones individuales supone un premio a favor
de los acreedores más avezados, más cercanos, menos escrupulosos, y ello puede generar un daño a los
demás condescendientes o a los más alejados, que llegarán tarde a las ejecuciones o al reparto de bienes,
y -la mayoría de las veces- lo será cuando el patrimonio del deudor ya esté agotado y no existan bienes
para liquidar.
Un deber de justicia social impone -entonces- al legislador la obligación de constituir una
masa con la totalidad de los bienes del deudor, a fin de que se repartan entre todos sus acreedores en la
misma medida y sean estos solidarios en las pérdidas, como lo fueron -también- en la confianza que
pusieron en el deudor común al otorgarles el crédito.
De allí que, en aquellos casos en que el deudor se encuentra en una imposibilidad de hacer
frente al conjunto de sus obligaciones, y su estado de impotencia patrimonial se revela con carácter
general, la ley prevé un proceso particular que involucra:
1) Todo su patrimonio; y a
2) Todos sus acreedores.
Este proceso, que es de carácter colectivo, y que comprende en principio -como se expresó- la
totalidad del patrimonio y la totalidad de los acreedores, es denominado juicio concursal, procedimiento
concursal o proceso colectivo Tanto el proceso del concurso preventivo propiamente dicho, como el
procedimiento de quiebra abierto a instancias de un acreedor -o del propio deudor importan:
a) Una acción colectiva; y
b) No tienen como presupuesto el mero incumplimiento de alguna obligación, sino un estado
generalizado de insolvencia del deudor, al cual se denomina estado de cesación de pagos
Y esta realidad se regula, en los diferentes sistemas legislativos, a través de las denominadas
“leyes de quiebras”, “leyes concursales” o “leyes de insolvencia” las que conforman estatutos
específicos en los cuales se establecen las normas particulares que regularán estos procesos.
Ahora bien, debe tenerse presente que la quiebra es un fenómeno sustancialmente económico
que impacta -por lo general y dependiendo de las diversas legislaciones, la totalidad del patrimonio del
deudor, y ese fenómeno económico es recogido por el derecho con el solo objeto de poder regular y
encuadrar el haz de relaciones jurídicas que atraviesa el patrimonio del deudor, a efectos de imponer
claras y precisas en materia de distribución de pérdidas entre todos los afectados, en relación con el
interés protegido en cada caso, la naturaleza del crédito, y el grado de preferencias que pudiera caber
asignarles.
Así, ante una situación de activos escasos para hacer frente al universo de obligaciones del
deudor, la soportación forzosa de las pérdidas se imputará en forma relativa según el régimen que la ley
de quiebras o la ley de concursos de que se trate disponga.
De este modo, las leyes concursales establecen mecanismos y regulaciones tendientes:
1) O bien a permitir la recomposición de la actividad productiva del deudor la base de la
reestructuración de su pasivo; o
2) La liquidación forzosa de sus activos a efectos de poder distribuir su producido entre los
acreedores según sus derechos, preferencias, y los alcances de sus créditos, de un modo razonable,
ordenado y equitativo.
Pero lo que debe quedar claro es que los regímenes concursales tienen como principal objeto
la recomposición y reestructuración de los pasivos generados por el deudor en el tiempo anterior, pero
en modo alguno pueden resolver los problemas económicos y financieros que el deudor pueda tener en
relación con la estructura misma de su negocio, o la posibilidad futura de generación de flujos de
ingresos suficientes para poder encarar su actividad productiva, de bienes o de servicios.
Menos aún una ley de quiebras puede convertir empresas deficitarias en empresas rentables. Y
sobre esto hay una gran desconcierto y confusión entre los autores y aun entre los gobiernos.
En definitiva, la quiebra es el procedimiento de ejecución colectiva de los bienes del deudor
insolvente, para satisfacer con su producido los créditos de sus acreedores. A través de este
procedimiento, se busca la rápida liquidación de los bienes de propiedad del fallido y su rápido recupero
en el circuito económico, mediante la distribución de lo producido entre la totalidad de acreedores.

 El procedimiento de quiebra en Argentina está regulado por la Ley de Concursos y Quiebras


(Ley 24.522). Las características clave del procedimiento son:
1. Universalidad: El concurso produce sus efectos sobre la totalidad del patrimonio del
deudor, salvo las exclusiones legalmente establecidas respecto de bienes determinados.
2. Oficiosidad: En los procesos falenciales el impulso del procedimiento está a cargo del
tribunal, el cual actúa de oficio, aun sin petición de partes. El art. 274 establece que el juez tiene la
dirección del proceso, puede dictar todas las medidas de impulso de la causa y de la investigación que
resulten necesarios.
3. Colectividad: Son procedimientos colectivos, porque no se desarrollan en beneficio de
determinados acreedores, sino de la totalidad de éstos. Por otra parte, todos los acreedores son llamados
a participar en el proceso, que tiene la particularidad de producir un efecto especial respecto de las
relaciones jurídicas, ya que quienes se encuentren en condiciones de reclamar un crédito o una
obligación al deudor.
4. Igualdad: Este régimen de igualdad o, más precisamente de trato igualitario en la
distribución de las pérdidas, y que se conoce como “pars conditio creditorum”, en realidad afecta sólo a
aquellos acreedores que no tienen un privilegio, y a los que se denomina acreedores quirografarios. En
los procesos de quiebra directa dicha igualdad si tiene un carácter con mayor contenido aritmético,
aunque manteniéndose la diferenciación entre créditos quirografarios o comunes y privilegiados.
5. Cesación de pagos: El estado de cesación de pagos, cualquiera sea su causa y la
naturaleza de las obligaciones a las que afecte, es presupuesto para la apertura de los concursos
regulados en esta ley.
6. Sujetos comprendidos: Pueden ser declaradas en concurso las personas de existencia
visible, las de existencia ideal de carácter privado y aquellas sociedades en las que el Estado Nacional,
Provincial o Municipal sea parte.
7. Juez competente: Corresponde intervenir en los concursos al juez con competencia
ordinaria.
8. Inicio del proceso: La quiebra se inicia mediante una demanda judicial presentada por un
acreedor o por el propio deudor.
9. Liquidación del patrimonio: La quiebra tiene como objetivo la liquidación del
patrimonio del deudor para el pago de las deudas pendientes.
10. Suspensión de acciones judiciales: Una vez declarada la quiebra, se suspenden todas las
acciones judiciales de los acreedores contra el deudor, salvo algunas excepciones.
11. Nombramiento de un síndico: El juez nombra un síndico para que administre y liquide
los bienes del deudor.
12. Plazos establecidos: La Ley establece plazos para la realización de los trámites y para la
presentación de los créditos de los acreedores.
13. Participación de los acreedores: Los acreedores pueden presentar sus créditos y
participar en las decisiones que se tomen durante el proceso de quiebra.
B. Los temas antes desarrollados resultan centrales para la resolución del caso por cuanto debido al
estado de cesación de pagos y habida cuenta que no tuvo aceptación entre los acreedores el acuerdo preventivo
extrajudicial, que fuera elaborado en el trabajo practico anterior, se dictó la quiebra de la sociedad, por lo cual los
temas en cuestión no preparan para saber los pasos a seguir ante la declaración de la quiebra y los remedios y/o
soluciones que permitan superar etapa o en caso que se llegue a la liquidación de la sociedad, como actuar en
función de ello.
C.
1- Módulos: CONCURSOS Y QUIEBRAS 07-AUG-2023 07-OCT-2023 (instructure.com)
2- Daniel Roque Vítolo (2016) Manual de Concursos y Quiebras. Editorial Estudio
3- Rouillon, A. (2016). Régimen de Concursos y Quiebras. Ley 24.522. Complementaria del
Código Civil y Comercial. Buenos Aires: Astrea.

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