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PRIMER PARCIAL - 20/09/22 QUIEBRAS - CAT

El derecho concursal es el derecho que regula la insatisfacción crediticia y la insuficiencia patrimonial, donde necesariamente se producirán indeseados
sacrificios por parte de distintos sujetos, cuyo objetivo está puesto, ya no en la prevención del daño o en los sacrificios, sino en lograr el mejor y más
justo reparto, coordinado entre estos. Evitando la propagación de los daños y el acaecimiento de situaciones más gravosas adicionales.

El derecho concursal como todo conjunto sistemático de normas jurídicas, toma en cuenta los cambios de la realidad económica a medida que estos se
van dando, para así buscar soluciones idóneas a los nuevos fenómenos ya acaecidos en la realidad. Siempre se apega a los hechos y las costumbres.

Esta rama del derecho estudia la crisis del patrimonio. Cuando la dinámica del comercio se enfrenta a obstáculos de diversa índole y no consigue
superarlos, se plantean interrogantes en torno a la necesidad de otorgarle al deudor la tutela suficiente para preservar sus bienes, sanear su economía
y permitir que cumpla las obligaciones que reclaman sus acreedores. En síntesis, los procesos concursales tratan la insuficiencia del patrimonio, el que
se muestra impotente para cancelar en tiempo y forma los pasivos exigibles.

La Constitución Nacional expresa que se deben dictar leyes de carácter comercial que prevengan dicha crisis o la atiendan cuando inexorablemente
debían ser tratadas en forma judicial. Así el Estado Nacional se reserva el dictado de la Ley de Bancarrotas o de Concursos y Quiebras.

La tutela judicial, a través de un proceso típico y exclusivo, impide el ejercicio de acciones individuales y permitirá al deudor de buena fe la recaudación
de su capital de trabajo, logrando un acuerdo de refinanciación con sus acreedores y evitando la quiebra.

La importancia del derecho concursal en el esquema del derecho positivo general resulta innegable, constituye un derecho especial frente al derecho
común. Sin embargo, la especialidad no importa autonomía en el sentido de derogación de las normas del Derecho Civil, al contrario, se integran
también como otras normas de las diversas ramas del derecho cuando las propias resultan insuficientes o parciales.

Cuando los bienes que integran el patrimonio del deudor resultan insuficientes para cancelar la totalidad de sus pasivos, los acreedores agreden ese
patrimonio mediante el ejercicio de sus respectivas acciones individuales y ejecutarán los mismos. Aplicando el principio “prior in tempore, potior in
iure”. Sin embargo, cuando los bienes resultan insuficientes para la cancelación total de su pasivo, el deudor puede solicitar su “concursamiento” a fin
de ofrecer un acuerdo que prevenga su quiebra, a fin de que los acreedores concurran y debaten una propuesta de pago sometida a una votación.

En síntesis, el derecho concursal trata la inestabilidad y desequilibrio patrimonial, el carácter insuficiente del activo en relación al pasivo, la tutela del
crédito en general como movilizador de la riqueza y la expectativa de los acreedores, alcanzados, como dijimos, por un proceso único, típico, universal,
colectivo e igualitario.

EL CRÉDITO. CONCEPTO

El crédito significa creer. En la vida existen vínculos que se cimentan en la confianza, certidumbre y convicción que los compromisos asumidos serán
cumplidos, que las deudas serán honradas y que los contratos serán interpretados y ejecutados mediante la buena fe. Para que esto se de, se deben
dar los dos elementos fundamentales: 1) la voluntad de cumplimiento y; 2) la capacidad. El deudor puede tener voluntad de cumplir la obligación
contraída, pero carece de los medios para hacerla. Y a la inversa, contar con los medios, pero decidir no hacerlo.

Cuando alguno de estos dos fundamentos desaparecen, el crédito entra en crisis, la obligación no se cumple, la confianza se deteriora y los
mecanismos de cumplimiento compulsivo quedan a disposición del co-contratante.

Toda actividad comercial requiere del aporte de capitales, pero en ocasiones no se cuenta con lo suficiente o no se arriesga el propio; en estos casos se
requiere la asistencia financiera. Solicitando préstamos de dinero o mutuos cuyas condiciones definieron según los usos, la actividad, la moneda
elegida, plazos, etcétera.

El crédito en cuanto a su funcionamiento, se presenta en dos variantes: 1) el crédito a la producción; b) el crédito al consumo.

a) Desde el punto de vista de la circulación de la riqueza y de la economía, en general, sólo el crédito a la producción revista tiene verdadera
trascendencia. Su importancia absorbe la que pudiera adjudicarse al crédito de consumo, desde que el primero, estimulado razonablemente,
desemboca en forma natural en el segundo, como medio de facilitar la distribución y el consumo normales de la producción.
b) El crédito de consumo, en cambio no se desplaza, sino que es absorbido por el acreditante; de ahí su relativa importancia económica antes
señalada.

En síntesis, las operaciones de crédito consisten en la movilización o circulación de la riqueza mediante los instrumentos que el sistema de mercado
ofrece a la sociedad en general; no se agota en el contrato.

NOCIÓN DE LOS CONCURSOS

El término “concurso” se utiliza para denominar genérica e indistintamente al concurso preventivo y acreedores y a la quiebra. Ambos procesos están
regulados en la Ley 24.522.

Se deben distinguir dos objetivos fundamentales de estos procesos: a) el fundamento; y b) la finalidad. El primero responde a la pregunta “por qué” y
el segundo responde a la pregunta “para que”.
El fundamento da sustento al proceso, se lo denomina “presupuesto objetivo” y es la cesación de pagos. El deudor que se encuentra en un concurso
preventivo y/o quiebra es en razón de la cesación de pagos, ya que está cesante, in malis, etcétera. La respuesta a la pregunta de por qué es la
existencia del presupuesto material.

En cambio, la finalidad de ambos procesos es distinta. En el concurso preventivo se evita la quiebra mediando un acuerdo que permita al deudor
superar su situación cesante, refinanciar su pasivo y reinsertarse en el mundo comercial. En la quiebra el objetivo es liquidar los bienes y distribuir su
resultado entre la masa pasiva conforme al orden de privilegios.

Dentro de estos concursos clásicos existen subespecies como el concurso del fiador o garante, el grupo económico, el acuerdo preventivo extrajudicial
o APE, las consecuencias del concurso en el extranjero para el mismo sujeto con bienes en el país, la quiebra por extensión; el pequeño concurso o
quiebra, las acciones de recomposición patrimonial, etcétera.

Hoy se ve un fuerte aumento de procesos concursales solicitados por personas humanas no empresarias, es decir, concurso y quiebra del consumidor.
El tecnicismo de la cesación de pagos no puede ni debe significar un escollo para su reinserción en la vida ordinaria y común.
El Fresh Start del derecho estadounidense (segunda oportunidad) encuentra su razón en la necesidad de permitir al deudor cesante recomenzar su
vida, condonando deudas, ya que le resultaría imposible cancelarlas por sus medios ordinarios. En nuestro ordenamiento jurídico el pequeño concurso
sería la herramienta ideal para el deudor consumidor.

EL DERECHO CONCURSAL ¿ES PÚBLICO O PRIVADO?

En primer lugar no debemos confundir una norma de carácter público con una de derecho público. El derecho concursal legisla dentro de la órbita del
derecho privado, aunque le de al Estado la potestad de intervenir en determinadas situaciones aún ante la oposición de interesados. Es sin duda una
norma de derecho privado, de orden público

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL DERECHO CONCURSAL

Artículo 75.- Corresponde al Congreso: 12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos
unificados o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales,
según que las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la Nación sobre
naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina: así como sobre bancarrotas,
sobre falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por jurados.

El origen es nacional pero la competencia corresponde a los jueces ordinarios provinciales o nacionales en el caso de CABA. Según lo dispone la ley
24.522

ARTÍCULO 3 ° .- Juez competente. Corresponde intervenir en los concursos al juez con competencia ordinaria, de acuerdo a las siguientes reglas:

1) Si se trata de personas de existencia visible, al del lugar de la sede de la administración de sus negocios; a falta de éste, al del lugar del
domicilio.
2) Si el deudor tuviere varias administraciones es competente el juez del lugar de la sede de la administración del establecimiento principal; si
no pudiere determinarse esta calidad, lo que es el juez que hubiere prevenido.
3) En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente constituidas, y las sociedades en que el Estado
Nacional, Provincial o Municipal sea parte -con las exclusiones previstas en el Artículo 2 - entiende el juez del lugar del domicilio.
4) En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede; en su defecto, el del lugar del establecimiento o
explotación principal.
5) Tratándose de deudores domiciliados en el exterior, el juez del lugar de la administración en el país; a falta de éste, entiende el del lugar del
establecimiento, explotación o actividad principal, según el caso.

El principio de igualdad enunciado en el artículo 16, que se aplica en la materia, refiriéndose a la igualdad general de los habitantes del territorio. Se
complementa con el principio propio del derecho concursal de igualdad, igualdad entre iguales.

LA QUIEBRA. CONCEPTO

La quiebra, es un proceso judicial destinado a la cautela y posterior venta de los bienes del deudor, y su resultado será distribuido entre la masa de
acreedores, conforme su rango de privilegio. La quiebra es esencialmente liquidativa. La quiebra siempre es decretada por el juez, sin su sentencia no
existe proceso de quiebra.

Se diferencia del concurso preventivo por el desapoderamiento, ya que en este último proceso, el deudor mantiene la administración de su patrimonio
bajo el control del síndico y del juez.

Quiebra virtual

Es la quiebra de hecho. En este caso no se trata de aludir a la cesación de pagos, ya que el contenido de esta teoría reside en la asignación de
consecuencias jurídicas a la constatación fáctica de dicho estado, en forma previa o independiente de la declaración formal de quiebra jurídica.

La quiebra virtual se diferencia de la quiebra económica en que esta constituye una situación de hecho, considerada con abstracción de los efectos
jurídicos que pueda o no reconocerle un determinado ordenamiento.
La idea de quiebra virtual implica una situación fáctica que va unida a una consecuencia jurídica normativamente establecida, por vía normativa y sin
intervención de órgano jurisdiccional alguno, si bien dentro del marco de procesos individuales, o de trámites administrativos, o bien frente a
situaciones fácticas legalmente determinadas. En contraposición a la quiebra de derecho que debe mediar una declaración emanada de un órgano
competente reconociendo la existencia de dicha situación.

La generalidad de la doctrina y jurisprudencia se muestra contrario a la aceptación de la quiebra virtual.

Quiebra de personas jurídicas y personas humanas

Todos los procesos concursales producen efectos: personales, patrimoniales y procesales. Difieren en el concurso preventivo y en la quiebra por su
naturaleza, siendo más rigurosa la quiebra.

La persona humana fallida soporta interdicciones legales, pero de ninguna manera es incapaz de hecho ni de derecho. Las restricciones de su
capacidad están referidas al ejercicio de ciertos derechos, producto de la cautela sobre los bienes de su patrimonio y a los que disponen sobre el
particular las leyes que reglamentan el ejercicio de profesiones.

En la persona jurídica, la quiebra produce su disolución y liquidación consecuentemente. Se debe esperar al resultado final del proceso, ya que si no
hay liquidación, la sociedad no se disuelve.

El fin de la quiebra, entre otros, es la venta de los bienes y de su resultado la repartición entre los acreedores, según un sistema que es propio del
derecho concursal.

La extensión de la quiebra

En el proceso principal es posible que no se satisfagan la totalidad de los créditos por los acreedores concurrentes, y en tal caso, la ley tiene previsto
un sistema de quiebras “satélites” que permiten incorporar otros activos para cancelar los pasivos mencionados. Existe entonces una quiebra principal
y otras de distintas personas tanto ideales como humanas que serán llamadas a un proceso también liquidativo de sus bienes.

A este proceso se accede mediante la llamada extensión de la quiebra con origen de dos formas: 1) por el tipo societario al que alcanza la quiebra
principal en las cuales los socios que las integran tienen responsabilidad solidaria e ilimitada; 2) investigación de la sindicatura e información de
acreedores y terceros, que advierten un obrar doloso de un socio, administrador, gerente o representante de la fallida que es sancionado mediante la
extensión de la quiebra a su propio patrimonio.

Ambas situaciones confluyen en un mismo objetivo, lograr incorporar la mayor cantidad de bienes cuya liquidación permita cancelar la mayor
cantidad de pasivo.

CONCURSO PREVENTIVO. CONCEPTO. FINALIDAD.

La quiebra conlleva efectos sumamente traumáticos tanto para el deudor como para terceros co-contratantes, la sociedad y el Estado. Son
perturbaciones que afectan el interés general, pero especialmente a la empresa que asiste al desmembramiento de su propio aparato productivo.

Antes de que la quiebra sea dictada, hay una posibilidad para evitarla, que le otorga la ley al deudor cesante. Es la posibilidad de solicitar su concurso
preventivo (los acreedores son invitados a concurrir a verificar sus créditos), en el cual ofrecerá distintas alternativas: la reconducción de su pasivo, su
refinanciamiento, quitas, esperas o ambas, constitución de una sociedad comercial con algunos de sus acreedores, etcétera.

La finalidad del concurso preventivo es evitar la quiebra, por sus consecuencias indeseables intentando el saneamiento del patrimonio, por la cesión
de pagos, y su reinserción en el mercado.

- Satta → El concurso preventivo es un acuerdo entre los acreedores y el deudor, por el cual los primeros aceptan la propuesta del deudor,
dirigida a poner fin al procedimiento concursal, mediante un arreglo de sus relaciones, consistente de una oferta de pago de un porcentaje
de cada uno de los créditos.
- García Martinez → En nuestro derecho, el acuerdo preventivo es un negocio jurídico que tiene por base un acuerdo de voluntades entre el
deudor y la mayoría legal de los acreedores, con intervención de la autoridad judicial que debe homologarlo.

La esencia del instituto surge del objetivo del acuerdo, un convenio entre partes para revertir la quiebra decretada o evitarla y al mismo tiempo,
restablecer el normal funcionamiento de la hacienda.

Concurso en caso de agrupamiento. Grupos económicos

No están legislados expresamente pero se reconocen los “grupos económicos” por ser una realidad de la actividad comercial. En razón de que los
vínculos de las sociedades comerciales son de diversas índoles y origen, la legislación incorporó un supuesto de excepción a la exigencia del
presupuesto objetivo para la apertura de un proceso concursal, que parte de la presunción de actualidad o inminencia de dicho estado, por la
posibilidad de propagación del estado de desequilibrio económico, o bien por la vinculación patrimonial existente respecto de otro sujeto incurso en
un estado de insolvencia efectiva. Acá encontramos:
a) Concurso declarado en el extranjero; d) Extensión de quiebra a los socios ilimitadamente
b) Concurso en caso de agrupamientos; responsables de una sociedad fallida.
c) Concurso del gerente del cesante;
Estos grupos económicos no se tratan de verdaderos supuestos que excepcionen la presencia del presupuesto objetivo para la habilitación de la vía
concursal, sino que el estado es mantenido como exigencia básica e inexcusable, si bien respecto de un sujeto vinculado o bien porque la ley presume
la cesación de todos los sujetos respecto de los cuales permite la aplicación de sus institutos, sin necesidad de acreditación del estado de desequilibrio.
Podemos decir que presume la inminencia.

La LCQ en su artículo 65 dice que cuando dos o más personas físicas o jurídicas integren en forma permanente un conjunto económico, pueden
solicitar en conjunto su concurso preventivo exponiendo los hechos en que fundan la existencia del agrupamiento y su exteriorización. La solicitud
debe comprender a todos los integrantes del agrupamiento sin exclusiones. El juez podrá desestimar la petición si estimara que no ha sido acreditada
la existencia del agrupamiento. La resolución es apelable. Es decir que permiten que cuando varias personas físicas o jurídicas vinculadas de una
manera y con al menos una de ellas en cesación de pagos, se presenten en concurso preventivo de acreedores.

ARTÍCULO 66.- Cesación de pagos. Para la apertura de concurso resultará suficiente con que uno de los integrantes del agrupamiento se encuentre en
estado de cesación de pagos, con la condición de que dicho estado pueda afectar a los demás integrantes del grupo económico.

Acuerdo preventivo extrajudicial o APE

La LCQ establece en el artículo 69 que el deudor que se encontrare en cesación de pagos o en dificultades económicas o financieras de carácter
general, puede celebrar un acuerdo con sus acreedores y someterlo a homologación judicial.

Este Instituto se presenta como una etapa anterior a la efectiva cesación de pagos que se fijaron como el límite último de este instituto, resulta de
dudosa determinación el punto de inflexión que permite considerar configurada la situación de “dificultad económicas o financieras”. Depende en
gran medida de la amplitud que se brinde de la pauta de “dificultades”.

Sin perjuicio de los debates, no puede desconocerse que el margen de interpretación del presupuesto objetivo, dentro de este instituto, se ha visto
ampliado. Se otorga una herramienta importante tanto a deudores como a órganos judiciales, a los fines de la ampliación del espectro de sujetos
habilitados a los efectos del empleo de esta vía concursal; aunque no exista la posibilidad de extensión de dicho concepto a los procesos propiamente
judiciales del concurso preventivo y la quiebra.

Pequeños concursos y quiebras

Este es un instituto para el deudor sin mayor trascendencia comercial. Hoy se encuentra receptado en el artículo 288, que dice lo siguiente: Se
consideran pequeños concursos y quiebras aquellos en los cuales se presente, en forma indistinta cualquiera de estas circunstancias:

1. Que el pasivo denunciado no alcance el equivalente a trescientos (300) salarios mínimos vitales y móviles.
2. Que el proceso no presente más de veinte (20) acreedores quirografarios.
3. Que el deudor no posea más de veinte (20) trabajadores en relación de dependencia sin necesidad de declaración judicial.

En este pequeño concurso y quiebra actúa una sindicatura de tipo “B”, que no requiere certificación contable en los legajos de acreedores ni en el
estado de situación patrimonial, no habrá comité de control y los honorarios se devengarán en una escala menor.

En este instituto puede darse un absurdo de que con un pasivo varias veces superior al fijado, con dos trabajadores formales y tres acreedores, se
configure un pequeño concurso, o a la inversa. Es necesario exigir los tres condicionantes en forma conjunta. Hoy se debe dar un solo supuesto.

Sujetos no concursables. Su liquidación. Supuestos.

Existen sujetos que no son concursables, estas son: entidades financieras, compañías de seguro, Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART) y el
patrimonio del fideicomiso.

La razón de su exclusión recae en la seguridad jurídica, el ahorro público y la confianza. Los clientes de entidades financieras que ahorran, guardan y
mantienen sus fondos en los productos contratados no pueden estar sujetos a la eventual decisión de la institución concursal ante la eventual caída
de sus depósitos, ya que se ven afectados tanto el crédito como el ahorro público. Con igual fundamento se excluyen a las aseguradoras, ya que la
garantía del pago ante terceros permite la interacción de los agentes económicos, haciendo posible los negocios. Su carencia deja a terceros víctimas
del evento dañoso e incumplimiento sin la indemnización o reintegro de fondos. En el caso del patrimonio fideicomitido, se incorporó en el CCyC, y
encuentra fundamento en la constitución del patrimonio distinto al de los fiduciantes, fiduciarios y beneficiarios.

Estos sujetos no pueden concursarse, pero si pueden quebrar. Dispone de un mecanismo jurídico de liquidación cuyo objetivo es el pago de los
acreedores conforme a su privilegio. Supletoriamente se aplica la LCQ.

FUNDAMENTO DE LOS CONCURSOS. LA FUNCIÓN DE GARANTÍA DEL PATRIMONIO DEL DEUDOR.

Algunos de los bienes que integran el patrimonio del deudor son la garantía común de los acreedores. El crédito que ellos le otorgan tiene base en la
expectativa de su cumplimiento en tiempo y forma. Es la función que cumple el acervo activo del deudor. Cuando al vencimiento de las obligaciones,
el deudor no las cumpla, la relación de crédito se deteriora por atraso e incumplimiento (crisis del patrimonio) y resultan de aplicación los remedios
legales para su prevención y saneamiento.

Fundamento de la insolvencia
Los procesos concursales son la respuesta jurídica a la situación económica de la cesación de pagos, en pos de prevenir las asimetrías y las
consecuencias disvaliosas producidas por el ejercicio de la pluralidad de ejecuciones individuales frente a un sujeto imposibilitado patrimonialmente
para su cumplimiento.

- García Martinez → La quiebra es el conjunto de normas legales que regulan el fenómeno económico de la insolvencia patrimonial. Es un
razonamiento extensible a la totalidad del derecho concursal

Toda organización productiva a los efectos del desarrollo de su actividad necesita de la utilización de recursos que por momentos se presentan como
superiores o superadores a los que efectivamente dispone dicha empresa. Por esto se produce la necesidad de recurrir a capital ajeno para desarrollar
en forma eficiente la actividad propia. El crédito es inescindible a la evolución económica de un grupo humano. Este crédito es el intercambio de
bienes presentes por futuros. Supone una relación bilateral, la postergación temporal en cuanto menos una de las prestaciones. Esta postergación se
compensa con el pago del interés, es decir, la renta derivada del uso del capital.

El funcionamiento normal del crédito se producirá en tanto esa confianza en el cumplimiento puntual se encuentre fundada y reafirmada por los
sucesivos cumplimientos tempestivos por el deudor, lo que motivará el incremento de la misma y por ende, del crédito. Esta confianza es frágil y
cuando la misma se pierde, cesa el crédito, se paraliza su funcionamiento, generando una crisis derivando en la situación económica de cesación de
pagos.

En definitiva, sea cual fuere el origen del funcionamiento desviado del crédito lo relevante será la situación derivada del mismo,consistente en la
pérdida de confianza y el funcionamiento anormal, aparejando un desbalance en la relación crédito/cumplimiento, que de sumarse a una situación de
falta de activos líquidos que permitan suplir la insuficiencia de crédito, aparejado un desequilibrio del patrimonio afectado, el cual se presentará
imposibilitado para atender en tiempo y forma las obligaciones postergadas a medida que las mismas resulten exigibles.

Podemos hallar en la imposibilidad de actuación anticipatoria el origen del funcionamiento irregular de la ampliación del crédito y de allí la causa de la
producción del Estado de insolvencia, que es el funcionamiento de los procesos concursales, los cuales no son más que remedios jurídicos establecidos
para la tutela de la situación eminentemente económica de la insolvencia, efectivamente producida.

Las dificultades conceptuales y las cuestiones terminológicas.

a) Estado de quiebra e impotencia patrimonial → El “estado de quiebra” es una expresión habitual entre los autores clásicos. Hace referencia a
la situación fáctica en que se encuentra o debe encontrarse un sujeto deudor, a los efectos de su sometimiento a la normativa reguladora
del régimen falencial. Es una situación netamente económica que afecta un patrimonio individualmente considerado. No se alude a una
situación jurídica, sino un estado previo, una situación “de hecho”, cuya configuración es condición previa para la aplicación de remedios
legales. Es un sinónimo de cesación de pagos en su concepción amplia y es así como se utiliza por la generalidad de la doctrina.

Este término hoy está en desuso por la referencia expresa del instituto de la quiebra, la cual se justificaba en las épocas en que la solución
liquidativa era la única prevista o predominante. Hoy las soluciones preventivas adquieren relevancia y la regulación de la crisis patrimonial
no se limita solo a liquidar. En razón de esto no es adecuado referirse a “estado de quiebra”.

Sucede lo mismo con la impotencia patrimonial, empleada por parte de la doctrina y que no se diferencia en nada de la cesación de pagos.

b) Pérdida de capital social → Consiste esencialmente en la reducción del patrimonio neto, motivada en las pérdidas sufridas en el ejercicio
económico, detentando naturaleza jurídico-contable, en tanto la cesación de pagos se caracteriza por un estado de patrimonio social,
consistente en la imposibilidad de atención regular de las obligaciones exigibles. La diferencia entre ambos supuestos está en los requisitos
de configuración y de efectos normativamente asignados a cada uno de ellos.

CESACIÓN DE PAGOS

LCQ - ARTÍCULO 1.- Cesación de pagos. El estado de cesación de pagos, cualquiera sea su causa y la naturaleza de las obligaciones a las que afecte,
es presupuesto para la apertura de los concursos regulados en esta ley, sin perjuicio de lo dispuesto por los artículos 66 y 69.

Universalidad. El concurso produce sus efectos sobre la totalidad del patrimonio del deudor, salvo las exclusiones legalmente establecidas respecto de
bienes determinados.

LCQ - ARTÍCULO 2.- Sujetos comprendidos. Pueden ser declaradas en concurso las personas de existencia visible, las de existencia ideal de carácter
privado y aquellas sociedades en las que el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte, cualquiera sea el porcentaje de su participación.

Se consideran comprendidos:

1) El patrimonio del fallecido, mientras se mantenga separado del patrimonio de los sucesores.
2) Los deudores domiciliados en el extranjero respecto de bienes existentes en el país.

No son susceptibles de ser declaradas en concurso las entidades financieras, compañías de seguro, Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART) y el
patrimonio del fideicomiso.

Sistematización del presupuesto objetivo

La definición de presupuesto objetivo a los efectos de la procedencia de los procesos concursales ha resultado uno de los debates más álgidos,
derivando una infinidad de posibles interpretaciones.

En nuestro derecho interno el jurista Raymundo Fernandez elaboró una clasificación tripartita de los conceptos de cesación de pagos:
1. Teoría materialista → Asimila la cesación de pagos con el hecho de incumplimientos.
2. Teoría Amplia → Ubicada en el extremo de la materialista. Caracteriza a la cesación como un “estado” patrimonial exteriorizado por una serie
de hechos.
3. Teoría Intermedia → Considera a la cesación de pagos como “estado”, pero que sólo puede manifestarse mediante incumplimientos.

En la actualidad la mayoría de las legislaciones establecen que la cesación de pagos es un presupuesto de apertura de los procesos concursales. García
Martinez expresa que “La fórmula general cesación de pagos no es una noción legislativa, sino un concepto técnico jurídico que la doctrina ha creado;
de ahí que no puede tener en la ley de quiebras un sentido distinto al doctrinal.

Teoría Intermedia → Es la primera elaboración del presupuesto objetivo de los procesos concursales. En sus inicios no fue producto de una
elaboración sistemática, sino de las normas reguladoras de las relaciones obligacionales y de sus consecuencias prácticas ante supuestos de pluralidad
de sujetos acreedores de un mismo deudor.

Esta postura identifica la cesación de pagos con el hecho del mero incumplimiento, es decir, con la interrupción material y efectiva del pago de una
obligación.

El jurista italiano Leone Bolaffio no distingue diferencia entre los conceptos de “incumplimiento”, “cesación de pagos” o “insolvencia”. Así ante la falta
de pago de una deuda y de oposición de excepciones válidas, el deudor se hallará cesante en sus pagos y el juez, a efectos de la apertura del proceso
concursal, habrá de sujetarse al hecho del incumplimiento.

En la doctrina nacional Manuel Obarrio dice que “el estado de quiebra se caracteriza por la circunstancia de dejar a un comerciante de cumplir con sus
compromisos, de hacer frente a sus créditos pasivos. Esto es un hecho”.

Dicho incumplimiento para ser considerado suficiente a los fines de la apertura del proceso concursal debe reunir cuatro (4) requisitos:

A) Obligación vencida; C) Mora del obligado;


B) Intimidación de pago proveniente de un acreedor que goza D) Acreditación por parte del acreedor de la inexistencia de
de acción; prórrogas consentidas del cumplimiento.

En síntesis, la cesación de pagos es un hecho y este hecho es el incumplimiento.

Se debatió si este incumplimiento habilitante del proceso concursal recae sobre obligaciones de naturaleza comercial, o si cualquier tipo de obligación
resultaría suficiente a estos efectos.

Se sostiene la ineficacia de estos fines, del incumplimiento de obligaciones ínfimas, o de montos mínimos, para evitar la apertura de procesos
universales ante supuestos de créditos irrisorios, con las consecuencias negativas que ello supondría. Con idéntico criterio otra parte de la doctrina
sostiene que con más razón ha de procederse a la apertura en caos de montos ínfimos, toda vez que los mismos demuestren con mayor claridad la
situación crítica del patrimonio del deudor.

Otro punto de debate es la procedencia de la interposición de excepciones legítimas por parte del deudor contra el reclamo formulado, a fin de revisar
la procedencia de la apertura del proceso. Se sostiene que el incumplimiento configurativo del presupuesto objetivo es aquel de carácter injustificado,
en tanto que quien incumple fundadamente, mediante la oposición de excepciones legítimas, no se encontraría incurso en cesación de pagos, pues de
permitirse el concursamiento de quien válidamente no ha pagado, dará lugar a notorios abusos de la figura.

VENTAJAS DESVENTAJAS

Su definición tiene claridad. Además de las mayores y mejores No se llega a adquirir una significación suficiente que compense las
posibilidades de su acreditación. Simplifica los trámites a los efectos de desventajas e inconvenientes que la misma generaría en la práctica
determinar su presencia. concursal.

Reafirma la importancia del cumplimiento en debido tiempo y forma de La cesación de pagos y el incumplimiento son vocablos diferentes y que
las obligaciones contraídas, para el funcionamiento correcto del crédito no coinciden en sus elementos constitutivos y formas de tutela resultan
dentro de toda sociedad y en particular respecto de los empresarios. discordantes. Sostener lo contrario supondría un pleno desconocimiento
del origen y de los fundamentos de los procesos concursales.

Acordar al mismo hecho del incumplimiento dos medios de tutela


jurídico distintos, como la ejecución individual y el proceso concursal
(colectivo y universal) resulta incongruente y contraproducente,
dejando librado al mero arbitrio del acreedor la elección de la vía
concursal como medio de cobro coactivo de su acreencia individual,
desvirtuando así la finalidad de este instituto.

El incumplimiento, único o plural, no resulta a priori suficiente para el


inicio de un proceso concursal, si bien podrá servir a los fines de apreciar
el estado de insolvencia del deudor, que es el supuesto verdaderamente
determinante de estos procesos
Según Berstein, el incumplimiento puede responder a una pluralidad de causas distintas a la imposibilidad de atender el pago de la obligación. Puede
haber incumplimiento sin cesación de pagos. La falta de incumplimientos efectivos por parte del deudor, no se traduce necesariamente en ausencia de
insolvencia o importancia de su patrimonio. Son numerosas las ocasiones en que dicha situación de crisis profunda del patrimonio se encuentra en
gestación con antelación a la producción del cese efectivo del pago, pudiendo haber dado lugar a la realización de actos exteriores de carácter
revelador de una verdadera situación de imposibilidad de cumplir en tiempo y forma, la cual se pretende ocultar mediante maniobras o mecanismos
en ocasiones ruinosos y de mayor significación para acreditar la verdadera situación patrimonial del obligado. Es posible la constatación de un estado
de impotencia patrimonial, sin presencia de incumplimiento alguno.

La principal consecuencia negativa consiste en la utilización de mecanismos fraudulentos por parte de acreedores, como una vía de obtención
de cobro coactivo y ejecutivo de sus créditos individuales, persiguiendo la satisfacción de sus créditos por parte del deudor, que contando con
fondos y eventuales excepciones se vería frente a la amenaza de la aplicación de la normativa concursal y el perjuicio para el desarrollo de sus
negocios que ello supondría.

A si mismo, puede haber una utilización fraudulenta por parte del propio deudor, a los fines de perjudicar los legítimos intereses de sus
acreedores, empleando mecanismos para que no exista tal insolvencia, habiéndose visto en ocasiones de uso y abuso de los efectos del
proceso concursal a fin de paralizar posibles ejecuciones de bienes de titularidad.

Esta teoría lleva a la desnaturalización del proceso, mediante el desconocimiento de sus orígenes históricos y fundamentos básicos. Habilita la vía
concursal ante supuestos en que no existe el desequilibrio económico patrimonial que justifique; y en otros casos, deviene insuficiente, dado que
impide la constatación del presupuesto objetivo en forma previa al acaecimiento del primer incumplimiento no obstante tratarse de situaciones donde
la imposibilidad de cumplimiento regular de las obligaciones surja patente de una pluralidad de hechos distintos al incumplimiento, dando lugar a
injustas situaciones de indefensión, tanto de acreedores como de deudores.

Teoría intermedia → Parte de la idea central de la diferenciación de la cesación de pactos con el incumplimiento, en virtud de reconocer que éste
puede obedecer a causas diversas, pudiendo o no ser consecuencia de una crisis económica patrimonial.

Define a la cesación de pagos como un estado y no como un hecho, destacando que uno o varios incumplimientos en que pueda incurrir un sujeto
pueden no significar una situación de insolvencia justificante de la apertura de un proceso concursal.

Deja de definir a la cesación de pagos como la interrupción efectiva del cumplimiento puntual de una o más obligaciones para conceptualizar como un
estado patrimonial el cual se revela mediante incumplimientos, los cuales presentan el carácter de indicios o hechos reveladores del estado de
cesación.

VENTAJAS DESVENTAJAS

Se limita la utilización del instituto concursal como forma de cobro La limitación en virtud de la exigencia de la exteriorización del estado en
coactivo individual, en aquellos casos en que si bien se presenta el estudio exclusivamente mediante uno o más incumplimientos,
hecho del incumplimiento no resulta configurado el estado de impidiendo de esta forma la apertura de procesos concursales en casos
insolvencia patrimonial. de que su exteriorización se haya producido efectivamente. Posterga
indebidamente la tutela ofrecida por el derecho concursal.

Pone de resalto que no todo incumplimiento resulta suficiente para sí


mismo a los efectos de configurar el presupuesto objetivo de los
procesos concursales.

A los efectos que un incumplimiento reúna entidad suficiente a fin de la


apertura, se le exige que suponga la exteriorización de un estado de
impotencia del patrimonio del obligado, de cierta permanencia y
generalidad

Define a la cesación de pagos consiste en un Estado de desequilibrio


patrimonial, avanzando sobre la separación respecto del
incumplimiento.

Según Berstein toda vez que esta concepción no permite la obtención de soluciones verdaderamente preventivas, al exigir la concreción efectiva del
cese del pago de las obligaciones, sin habilitar las vías concursales en las etapas previas del Estado de quiebra, generalmente evidenciado por hechos
distintos a la falta de pago.

Teoría amplia → Es una corriente superadora, desarrollada como una nueva forma de comprender la cesación de pagos, ampliando su campo de
acción y adaptándolo a las necesidades y dinámicas de la realidad negocial. Desvincula progresivamente este concepto del incumplimiento.

Esta teoría admite la posibilidad de asignar dos (2) significaciones.

1) En sentido literal y restringido, como sinónimo de incumplimiento, como un cese en el pago de una obligación
2) Carácter amplio, como sinónimo de impotencia patrimonial, imposibilidad de pagar, insolvencia, o desequilibrio económico.

En el sentido amplio, se parte del entendimiento de que el cumplimiento regular de las obligaciones consiste en cuatro condiciones: 1) Pagar al
vencimiento; 2) Pagar la especie debida; 3) Pagar con medios ordinarios; 4) Pagar a todos los acreedores.
- Yadarola → La insolvencia es el estado de desequilibrio económico que consiste en que el deudor no tenga a su disposición los medios
necesarios para atender el pago de las obligaciones en el momento en que éstas son exigibles; para determinar si una persona se encuentra
en estado de insolvencia, no basta en tener en cuenta el valor de sus bienes, sino la posibilidad de su realización en el momento en que deba
cumplir obligaciones, e igualmente no debe considerarse el monto de sus deudas, sino su exigibilidad.
- Berstein → El presupuesto objetivo de los procesos concursales consiste en el estado patrimonial en que se encuentra un sujeto
imposibilitado de reunir dichas condiciones de cumplimiento.
- Castillo → La cesación de pagos es un estado de hecho de mayor o menor duración, una situación compleja, que se revela por diversas
circunstancias, generalmente por la imposibilidad de cumplir las obligaciones comerciales con los recursos normales.
- Chiavassa y Di Tullio → Es la situación de endeudamiento y de exigibilidad inmediata que no puede ser afrontadas normalmente con el
producido de la actividad económica, ya sea por falta de generación de flujos de fondos necesarios para cubrir sus costos y pagar sus
deudas o por la pérdida del crédito comercial necesario para continuar operando. Además. Entre las características esenciales, la
insuficiencia del activo disponible para la atención del pasivo corriente, le falta una estructura de tesorería para asegurar los pagos y la
ausencia del crédito.
- Raymundo Fernandez → La cesación de pagos es el estado patrimonial que se revela impotente para hacer frente a los compromisos que lo
gravan.

Esencia del concepto

La cesación de pagos consiste en un estado patrimonial y no en un mero hecho, a diferencia de lo que sostenía la teoría materialista.

Es una situación económica y fáctica, de carácter complejo, no pudiendo reducirse su causa a un hecho particular y definido, sino que su
perfeccionamiento resultará de una pluralidad de circunstancias y causas concomitantes. Esto es en virtud de evitar indebidas intromisiones en el
ámbito interno de las relaciones del sujeto concursable, se exige que se trate de un estado exteriorizado, es decir, que salga de la esfera
exclusivamente interna y se manifieste en el ámbito de la realidad negocial.

Esta concepción se diferencia de la intermedia, ya que en la presente son admitidos todo tipo de hechos como reveladores del Estado Patrimonial de
Impotencia. No corresponde por ende la limitación de dicha exteriorización exclusivamente al incumplimiento, pudiendo presentarse la insolvencia sin
el acaecimiento de incumplimiento efectivo alguno.

Esta corriente destaca que no todo estado de impotencia patrimonial configura el presupuesto objetivo sino que el mismo, para su
consideración como habilitante de la vía concursal, debe representar cierto grado de generalidad y de permanencia.

La generalidad significa un estado tal que afecta la situación económica global del deudor, tanto en forma actual como potencial, frente a sus
obligaciones, incluso aún no vencidas. Esto no debe entenderse en forma tal que se exige una imposibilidad de cumplimiento de la totalidad de las
deudas presentes y de vencimientos futuros que gravitan el patrimonio. Entenderlo así permite evitar la conformación del presupuesto objetivo
mediante el sencillo recurso de cumplir las obligaciones de menor montó, quizá ínfimas frente al pasivo total involucrado, burlando de esta forma las
expectativas de los demás acreedores. Tampoco debe entenderse como una referencia a la cantidad de incumplimientos en que debe incurrir el sujeto,
toda vez que podrá configurarse la cesación de pagos sin dejar de abonar una deuda alguna. En conclusión, el requisito es que dicho estado
patrimonial deberá reunir una entidad tal que perjudique globalmente las expectativas de cumplimiento de sus pasivos, demostrando un
quebrantamiento del crédito de quien pudiera gozar el afectado. Se hace referencia a la impotencia del activo del patrimonio del deudor en su
conjunto para hacer frente a las obligaciones asumidas.

La permanencia consiste en diferenciar las situaciones de verdadera insolvencia de aquellos casos de meros inconvenientes o de iliquidez
momentánea, transitoria o de solución en un plazo relativamente breve.

La exigencia de perpetuidad o de permanencia absoluta es excesiva, ya que importaría efectuar una prognosis de la situación patrimonial que
excedería el marco de conocimiento propio de un proceso concursal. Además sería de difícil sostenimiento, ya que es imposible la determinación de
irreversibilidad absoluta de la impotencia patrimonial.

Otro aspecto a analizar es la regularidad de los medios empleados por parte del deudor en la atención de los compromisos. Ello es así toda vez que el
pago que obsta a la cesación de pagos es efectuados por medios regulares y oportunos.

No todo cumplimiento resulta eficaz, ya que de lo contrario bastaría con el empleo de recursos provenientes de operaciones ruinosas, inmorales, o
incluso normales de los propios negocios, lo cual lejos de levantar sospechas sobre la impotencia del patrimonio para atender sus cargas, no haría más
que reafirmar la crisis del patrimonio.

Hoy se pone el ojo en los medios con los que se hace cumplimiento de las obligaciones. Este elemento está vinculado con la realizabilidad de los
bienes y con la disponibilidad del crédito normal. Se desestima la consideración de bienes de difícil realización o con destino diverso a la atención
de obligaciones, en orden de su habilidad de desacreditar la insolvencia, por no ser ellos medios corrientes de pago.

Integran los medios regulares el crédito normal o usual, en razón de la onerosidad del mismo; rechazando el crédito usurario, o aquel que para su
otorgamiento requiere de condiciones o garantías excesivamente gravosas.

En síntesis, es importante la liquidez de los activos y la realizabilidad de los mismos, toda vez que no estando líquidos, si los mismos resultan
fácilmente realizables éstos permitirían la solventación de las deudas exigibles. Sin embargo, existe un límite esencial en este punto, que está dado
por la posible lesión resultado de la liquidación de activos.

Otro elemento es la posibilidad que tiene el deudor de recurrir al crédito. Pero no todo crédito es idóneo, debiendo limitarse la consideración al que
resulte ordinario y usual para el comercio, en confrontación con aquellos créditos de tipo abusivo.

La impotencia está referida a las obligaciones exigibles. No interesa a los efectos de la acreditación de la cesación de pagos, la confrontación entre el
activo total y el pasivo total que constituye el patrimonio de un sujeto determinado, en una confrontación estática. No importa la posibilidad de
satisfacer en todo momento la totalidad de las obligaciones, sino solamente aquellas que resultan actualmente exigibles.
El desequilibrio justificante del tránsito de un proceso concursal debe ser analizado con un criterio dinámico, acorde con los intereses del comercio y la
realidad del crédito. Al acreedor no le servirá que el activo de su deudor exceda a su pasivo, en tanto el mismo no resulte útil para atender el pago
puntual de lo que se le adeuda, en virtud de la iliquidez de los bienes que lo componen.

Por último, está la innecesariedad de pluralidad de acreedores, es decir, que no resulta un requisito para la constitución de ese estado de cesación,
la multiplicidad de acreedores.

La solución concursal y los efectos que produce, no podrán depender de la composición del pasivo del sujeto cesante. De ser exigido podría derivar en
permitir maniobras fraudulentas, tendientes a burlar la aplicación del instituto, en cuyo normal funcionamiento están interesados una pluralidad de
intereses tanto privados como públicos, viéndose involucrados el crédito general de una economía.

VENTAJAS DESVENTAJAS

Al ser una fórmula general, se permite su adecuación a las Las críticas se centraron en la dificultad de acreditación del estado de
particularidades del ámbito social en que habrá de ser aplicado, así cesación de pagos, en virtud de la complejidad y de causación múltiple,
como su apreciación detenida por parte del juzgador al momento de su dando lugar a la producción de arbitrariedades por parte de los órganos
aplicación llamados a decidir sobre su acreditación, pudiendo producirse
potenciales desigualdades de tratamiento, o iniquidades en las
soluciones brindadas.

Al disociarse del mero incumplimiento, se procede a la apertura de los


procesos concursales. No es necesario que acaezca incumplimento
alguno para su constatación, disminuyendo por tanto el periodo
comprendido entre la gestación de la insolvencia y la posibilidad de
apertura de concurso.

- Berstein → Como presupuesto objetivo de la quiebra es una concepción aceptable, pero no lo es para el concurso preventivo. No es posible
predicar “prevención” si se exige una efectiva cesación de pagos. Todos los estudios, análisis, precisiones y variaciones operadas han tenido
en mira a la quiebra, mientras que solo por añadidura algunas legislaciones mediante el mero sistema de remisión se han aplicado al
concurso preventivo.

Apreciación judicial

En razón de una pauta genérica para la designación del presupuesto objetivo del proceso concursal y a efectos de prevenir abusos que pudieran surgir
en la práctica, los autores destacaron como elemento esencial, la flexibilidad y adaptabilidad, la cual queda sujeta a la razonable apreciación judicial.

- Pablo Heredia → El estado de cesación de pagos constituye un fenómeno en esencia complejo, cuya verificación queda reservada a la
ponderación judicial, siguiendo las reglas de la sana crítica y de la máxima prudencia, por cuanto los signos reveladores de la insolvencia
pueden variar indefinidamente, debiendo ser apreciados en cada caso, teniendo en cuenta las circunstancias que lo rodean.

El empleo de una fórmula genérica acarrea la necesidad de su adaptación al caso concreto, afrontando los elementos constitutivos del presupuesto,
con los hechos y circunstancias particulares, determinando la existencia o no de la cesación invocada. Esta función no podrá estar asignada más que a
los órganos judiciales.

Tal acto, al efecto de determinar el presupuesto objetivo, versa sobre los hechos por medio de los cuales el estado de impotencia se exterioriza y no
sobre la consistencia o composición patrimonial, porque éste es un aspecto interno de la investigación, dedicada para el órgano judicial.

El análisis del juez parte de los conceptos de la cesación de pagos brindado por la doctrina, para su confrontación con los hechos y circunstancias
traídas a su conocimiento, sin poder ingresar a la investigación oficiosa sobre hechos diversos de aquellos alegados por las partes. Este análisis debe
ser flexible y adecuado a la gran diversidad de situaciones. Si se emplean una única solución unívoca e invariable, se generarían situaciones gravosas
para las partes, otorgando una tutela judicial inadecuada o bien generando el desamparo frente a casos particulares.

PRINCIPIOS Y CARACTERÍSTICAS DE LOS PROCESOS CONCURSALES

Unidad del derecho concursal.

El proceso concursal es único; la quiebra indirecta no abre un nuevo proceso o etapa concursal, es el mismo juicio que pasa de una instancia
preventiva a una liquidativa.

La ley que es de naturaleza federal, pero de derecho común, mantiene la competencia del juez provincial o local. Atendiendo a la actividad que
desempeña el deudor, fija la competencia según el domicilio del mismo, la sede de su administración o explotación comercial.

LCQ - ARTÍCULO 3.- Juez competente. Corresponde intervenir en los concursos al juez con competencia ordinaria, de acuerdo a las siguientes reglas:

1) Si se trata de personas de existencia visible, al del lugar de la sede de la administración de sus negocios; a falta de éste, al del lugar del
domicilio.
2) Si el deudor tuviere varias administraciones es competente el juez del lugar de la sede de la administración del establecimiento principal; si
no pudiere determinarse esta calidad, lo que es el juez que hubiere prevenido.
3) En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente constituidas, y las sociedades en que el Estado
Nacional, Provincial o Municipal sea parte -con las exclusiones previstas en el Artículo 2 - entiende el juez del lugar del domicilio.
4) En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede; en su defecto, el del lugar del establecimiento o
explotación principal.
5) Tratándose de deudores domiciliados en el exterior, el juez del lugar de la administración en el país; a falta de éste, entiende el del lugar del
establecimiento, explotación o actividad principal, según el caso.

La redacción del artículo 3 abarca todas las posibilidades de emplazamientos, reservando el carácter de domicilio al registrado entre los organismos de
contralor y sede para el lugar de administración o explotación comercial.

El derecho concursal y el constitucional.

El congreso reservó para la nación los dictados de códigos de fondo, mientras que las provincias dictan los procesales.; también le asignó al gobierno
nacional la sanción de la ley de bancarrotas (artículo 75 inciso 12).

El Estado Nacional legisla según sus principios rectores: la quiebra no solo afecta al deudor sino a toda la comunidad.

Constitucionalmente existen otros puntos de contacto, como lo es el principio de igualdad, pero en nuestra ley fundamental significa la igualdad de
todos los habitantes de la nación frente a la ley, en el derecho concursal es una igualdad entre los iguales.

Otra relación es el debido proceso, la competencia del juez natural, la protección del patrimonio, el derecho a trabajar manteniendo profesión u oficio.

Sujetos del proceso. Concepto. Diferencia con la parte del proceso. Sujetos concursables. Incluidos y excluidos.

Existen dos presupuestos para la apertura de un proceso concursal:

- PRESUPUESTO OBJETIVO → Cesación de pagos


- PRESUPUESTO SUBJETIVO → Distingue dos clases:
- PASIVO → Refiere al deudor que solicita su concurso preventivo o de su declaración de propia quiebra.
- ACTIVO → Está referido al pedido de quiebra formulado por el acreedor.

La Ley de Concursos y Quiebras determina de forma taxativa los sujetos que pueden concursar y excluye de manera limitada a otros sujetos.

LCQ - ARTÍCULO 5.- Sujetos. Pueden solicitar la formación de su concurso preventivo las personas comprendidas en el Artículo 2, incluidas las de
existencia ideal en liquidación.

LCQ - ARTICULO 6.- Personas de existencia ideal. Representación y ratificación. Tratándose de personas de existencia ideal, privadas o públicas,
lo solicita el representante legal, previa resolución, en su caso, del órgano de administración.

Dentro de los TREINTA (30) días de la fecha de la presentación, deben acompañar constancia de la resolución de continuar el trámite, adoptada por
la asamblea, reunión de socios u órgano de gobierno que corresponda, con las mayorías necesarias para resolver asuntos ordinarios.

No acreditado este requisito, se produce de pleno derecho la cesación del procedimiento, con los efectos del desistimiento de la petición.

Las personas jurídicas que pueden solicitar su concurso preventivo son:

1. Sociedades comerciales 6. Cooperativas 11. Personas humanas


(incluidas SAU y SAS) 7. Consorcio de PH 12. Personas por nacer
2. Asociaciones civiles 8. Patrimonio del fallecido 13. Deudores domiciliados en el
3. Simples asociaciones 9. Sociedades en liquidación extranjero.
4. Fundaciones 10. Sociedades en el que el Estado
5. Mutuales tenga participación;

En todos estos supuestos, la presentación en sede judicial está a cargo del representante natural y legal del deudor en cuestión, y conforme a las
exigencias de los artículos 5 a 10 de la Ley de Concursos y Quiebras.

LCQ - ARTÍCULO 7.- Incapaces e inhabilitados. En casos de incapaces o inhabilitados, la solicitud debe ser efectuada por sus representantes
legales y ratificada, en su caso, por el juez que corresponda, dentro de los TREINTA (30) días contados desde la presentación. La falta de
ratificación produce los efectos indicados en el último párrafo del artículo anterior.

LCQ - ARTICULO 8.- Personas fallecidas. Mientras se mantenga la separación patrimonial, cualquiera de los herederos puede solicitar el concurso
preventivo en relación al patrimonio del fallecido. La petición debe ser ratificada por los demás herederos, dentro de los TREINTA (30) días.
Omitida la ratificación, se aplica el último párrafo del Artículo 6.

LCQ - ARTÍCULO 9.- Representación voluntaria. La apertura del concurso preventivo puede ser solicitada, también por apoderado con facultad
especial.

LCQ - ARTÍCULO 10.- Oportunidad de presentación. El concurso preventivo puede ser solicitado mientras la quiebra no haya sido declarada.

Los sujetos excluidos en principio son todas las personas jurídicas de derecho público. Luego existen exclusiones específicas del propio articulado,
tales como las mencionadas anteriormente.

Sujetos y partes.

Estas personas humanas o jurídicas ocupan en el proceso el rol de sujetos y además el de partes. Pero no toda parte es sujeto del proceso. El concepto
de parte puede formularse desde dos perspectivas diferentes: desde una formal o procesal y desde una material.

- Parte en sentido procesal o formal → Desde este punto, las partes son aquellos sujetos que solicitan al órgano jurisdiccional que aplique el
derecho y también aquellas personas frente a las cuales se solicita tal aplicación. Un sinónimo de parte puede ser el de litigante. Los sujetos
que solicitan la aplicación del derecho son denominados parte activa; mientras que aquellas personas que hacen frente a las que se pide la
aplicación del derecho reciben la denominación de parte pasiva.
- Parte en sentido material → Desde este punto, las partes son aquellos sujetos que ostentan la titularidad de los derechos o intereses a
cuya satisfacción tiende el proceso (parte activa) y aquellos que son titulares de las obligaciones o deberes correspondientes a aquellos
derechos (parte pasiva).

Ambos conceptos no coinciden en la totalidad de los casos, ya que a pesar de que es habitual que la persona que solicita la aplicación del derecho sea
realmente el titular del derecho que solicita y que haga tal petición frente a quien realmente es su deudor, ello no siempre es así, ya que los sujetos
que participan en el proceso pueden no ser los verdaderos titulares de los derechos y obligaciones en el que se debaten.

Así, el deudor concursado o el fallido son sujetos del proceso y partes del mismo, ya que encuadran en ambos conceptos, sin embargo, cuando un
acreedor solicita la verificación de su crédito, interviene en el proceso como parte, pero no es sujeto concursal. Quien ejerce la titularidad de la acción
concursal es el deudor pretenso concursado o fallido, y no lo es el acreedor que se insinúa ante la sindicatura o ante el juez.

Orden público

La competencia concursal presenta una particularidad que la distingue de la regulada en los códigos procesales: es de orden público. En consecuencia,
resulta improrrogable y puede ser declarada de oficio por el juez en cualquier estado de la causa. Al fijar la competencia se fijaron dos finalidades:,
asegurar la cercanía entre el juez concursal y el lugar en el cual se desarrolla la administración empresaria

Competencia

La competencia en materia concursal es de orden público, por lo tanto es improrrogable. Tampoco lo es la competencia en materia concursal, lo que
no puede ser alterado por normas locales en contrario, criterio fundado en el orden público de las normas.

PRINCIPIOS DOMINANTES DEL DERECHO CONCURSAL.

1. Universalidad

Este principio se encuentra expresado en el artículo primero in fine de la Ley de Concursos y Quiebras. Dice que el concurso produce sus efectos sobre
la totalidad del patrimonio del deudor, salvo las exclusiones legalmente establecidas respecto de bienes determinados.

Los procesos judiciales de carácter universal (sucesorio y concursal) producen efectos sobre la totalidad del patrimonio del actor, o mejor dicho, sobre
casi la totalidad de los créditos y débitos que lo integran.

2. Colectividad

En los procesos singulares o acciones individuales, el acreedor agrede el patrimonio del deudor y hasta puede obtener antes de la sentencia judicial,
medidas cautelares sobre determinados bienes. Así, cada acreedor del mismo deudor despliega su abanico de posibles acciones tendientes al cobro de
la deuda o cumplimiento de la obligación pendiente.

En los procesos universales, dichas acciones individuales ceden, para ejercer todos y en conjunto, una acción colectiva. La finalidad es la misma, pero
el resultado de dicha acción será distribuido según un orden de privilegios establecidos en la propia ley. El apotegma romano prior in tempore, potior
in iure queda desplazado por el derecho colectivo, representado en muchos casos por el síndico interviniente.

3. Principio de igualdad.

También denominado Pars omnium conditio creditorum. Todos los acreedores son de igual condición frente al patrimonio del deudor común. Este
principio puede enunciarse diciendo que todos los acreedores quirografarios tienen derecho a concurrir al proceso concursal en paridad de condiciones
para reclamar y percibir sus respectivos créditos en condiciones igualitarias. No se puede admitir que los acreedores más despiertos cobren por
entero en perjuicio de los demás.

Este principio se refiere a la igualdad de los iguales, es decir, aquellos acreedores que se encuentran en igualdad, mismo escalón, sitio o condición
jurídica.

a) Igualdad y categorización de acreedores → La ley actual incorporó con acierto la figura de la categorización de acreedores en el artículo 41.
Este agrupamiento no es violatorio de la pars contidio, ya que consiste en dar el mismo tratamiento a los acreedores que se encuentran en
el mismo escalón. Esto permite su sistematización según puntos o rasgos comunes que los identifique (acreedores fiscales, proveedores,
financieros, servicios, laborales, obligaciones de hacer, de dar, de no hacer, moneda extranjera, moneda local, etcétera).

Además, la categorización de acreedores permite formular propuestas de acuerdo a diferencias y hasta subcategorías, realizando un posible
menú de propuestas, entre las que los acreedores pueden elegir. La sola condición de no discriminacion de los acreedores y logrando las
mayorías necesarias, permite la homologación del acuerdo.

Este principio encuentra excepciones como los créditos garantizados con prenda, hipoteca, anticresis, warrant, a los que la ley les otorga
prerrogativas o distinciones, permitiéndoles ejecutar esas garantías en cualquier momento previo de cumplimiento de ciertos requisitos
procesales; tampoco en el APE y en el avenimiento se exige la guarda y atención de la igualdad concursal; en el primero (APE), la propuesta
de acuerdo puede contener distintas alternativas según la conveniencia de las partes; y en el segundo, el acuerdo celebrado con la masa
forma unánime dispensa acatar el principio en análisis.

LCQ - ARTÍCULO 41.- Clasificación y agrupamiento de acreedores en categorías. Dentro de los DIEZ (10) días contados a partir de la fecha en
que debe ser dictada la resolución prevista en el artículo 36, el deudor debe presentar a la sindicatura y al juzgado una propuesta fundada de
agrupamiento y clasificación en categorías de los acreedores verificados y declarados admisibles, teniendo en cuenta montos verificados o
declarados admisibles, la naturaleza de las prestaciones correspondientes a los créditos, el carácter de privilegiados o quirografarios, o cualquier
otro elemento que razonablemente, pueda determinar su agrupamiento o categorización, a efectos de poder ofrecerles propuestas diferenciadas
de acuerdo preventivo.

La categorización deberá contener, como mínimo, el agrupamiento de los acreedores en TRES (3) categorías: quirografarios, quirografarios
laborales -si existieren- y privilegiados, pudiendo -incluso- contemplar categorías dentro de estos últimos.

Créditos subordinados. Los acreedores verificados que hubiesen convenido con el deudor la postergación de sus derechos respecto de otras
deudas, integrarán en relación con dichos créditos una categoría.

La jurisdicción concursal. Competencia de los jueces

¿Quién es el Juez competente para atender en todo proceso concursal respecto del sujeto deudor?

El artículo 3 de la LCQ viene a resolver tal cuestión.

1) Si se trata de personas de existencia visible, al del lugar de la sede de la administración de sus negocios; a falta de éste, al del lugar del
domicilio.
2) Si el deudor tuviere varias administraciones es competente el juez del lugar de la sede de la administración del establecimiento principal; si
no pudiere determinarse esta calidad, lo que es el juez que hubiere prevenido.
3) En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente constituidas, y las sociedades en que el Estado
Nacional, Provincial o Municipal sea parte -con las exclusiones previstas en el Artículo 2 - entiende el juez del lugar del domicilio.
4) En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede; en su defecto, el del lugar del establecimiento o
explotación principal.

El juez provincial o local será el competente para todos los procesos concursales.

Funcionarios del proceso

LCQ - ARTÍCULO 251.- Enunciación. Son funcionarios del concurso el síndico, el coadministrador y los controladores del cumplimiento del
acuerdo preventivo, y de la liquidación en la quiebra.

1. Síndico → El juez, como en todos los procesos requiere de la asistencia para resolver temas que escapan a sus conocimientos, nombra
peritos de cada especialidad a los que encomienda puntos de pericia. En los procesos concursales interviene un perito denominado síndico.
Éste aconseja al juez en forma permanente, siendo su dictamen necesario, ya que es parte, aunque con las limitaciones propias de su
actividad. Los artículos 253 a 258 determinan la designación del síndico desde la inscripción en el listado correspondiente en la Cámara
departamental, los requisitos exigidos, la integración de la lista, su remoción y demás sanciones.

Hay distintas clases de sindicatura:


a. Clase A → Integrada por dos o más contadores, reservada para los casos más complejos;
b. Clase B → Reservada para los pequeños concursos.
Según la LCQ el síndico es parte necesaria en ciertos procesos donde el concursado resulte involucrado; en la quiebra es el representante del
fallido en orden a su legitimación activa y pasiva; representa a la masa pasiva en el ejercicio de las acciones de recomposición patrimonial; lo
hace por derecho propio cuando solicita la regulación de sus honorarios profesionales. Es decir, desarrolla una actividad multifacética según
los intereses patrimoniales discutidos.

Berstein → Considera que es parte en términos del derecho procesal común, y dentro del juicio concursal, siendo un perito, un auxiliar del
juez cuyo dictamen no causa estado, su carácter de parte, depende del tipo de proceso concursal, la etapa y la representación que
desempeña. El síndico desarrolla una función de suma importancia en el proceso, no solo por su consejo, sino en el quehacer cotidiano
(ejemplo: en la quiebra al administrar la hacienda falencial, es la continuación de la empresa, la elección del personal, el pago de salarios,
impuestos, servicios, el plan de ventas de los activos, entre otras tareas).

El síndico en los pequeños concursos controla el cumplimiento del acuerdo en el concurso preventivo y la realización de los bienes en la
quiebra. Tarea relevante para los intereses de la masa y del propio juez, quien siendo el director natural del proceso, debe instalarlo
permanentemente, y deposita en el síndico parte de esa tarea que cuanto más activo y en alerta se encuentra, mayor seguridad jurídica se
encuentra.

El síndico puede requerir asesoramiento letrado. Esto en la práctica se ve desmerecido ya que los honorarios que se devenguen en favor del
letrado, serán a cargo de la sindicatura.

ARTÍCULO 253.- Síndico. Designación. La designación del síndico se realiza según el siguiente procedimiento:

1) Podrán inscribirse para aspirar a actuar como síndicos concursales los contadores públicos, con una antigüedad mínima en la matrícula de
CINCO (5) años; y estudios de contadores que cuenten entre sus miembros con mayoría de profesionales con un mínimo de CINCO (5)
años de antigüedad en la matrícula. Los integrantes de los estudios al tiempo de la inscripción no pueden a su vez inscribirse como
profesionales independientes. Se tomarán en cuenta los antecedentes profesionales y académicos, experiencia en el ejercicio de la
sindicatura, y se otorgará preferencia a quienes posean títulos universitarios de especialización en sindicatura concursal, agrupando a los
candidatos de acuerdo a todo estos antecedentes.
2) Cada 4 años la Cámara de Apelación correspondiente forma DOS (2) listas, la primera de ellas correspondientes a la categoría A,
integrada por estudios, y la segunda, categoría B, integrada exclusivamente por profesionales; en conjunto deben contener una cantidad
no inferior a QUINCE (15) síndicos por Juzgado, con DIEZ (10) suplentes, los que pueden ser reinscriptos indefinidamente. Para integrar
las categorías se tendrán en cuenta los antecedentes y experiencia, otorgando prioridad a quienes acrediten haber cursado carreras
universitarias de especialización de postgrado. Para integrar las categorías se tomarán en cuenta las pautas indicadas en el último
párrafo del inciso anterior.
3) La Cámara puede prescindir de las categorías a que se refiere el inciso anterior en los juzgados con competencia sobre territorio cuya
población fuere inferior a DOSCIENTOS MIL (200.000) habitantes de acuerdo al último censo nacional de población y vivienda. También
puede ampliar o reducir el número de síndicos titulares por juzgado.
4) Las designaciones a realizar dentro los CUATRO (4) años referidos se efectúan por el juez, por sorteo, computándose separadamente los
concursos preventivos y las quiebras.
5) El sorteo será público y se hará entre los integrantes de una de las listas, de acuerdo a la complejidad y magnitud del concurso de que se
trate, clasificando los procesos en A y B. La decisión la adopta el juez en el auto de apertura del concurso o de declaración de quiebra. La
decisión es inapelable.
6) El designado sale de la lista hasta tanto hayan actuado todos los candidatos.
7) El síndico designado en un concurso preventivo actúa en la quiebra que se decrete como consecuencia de la frustración del concurso,
pero no en la que se decrete como consecuencia del incumplimiento del acuerdo preventivo.
8) Los suplentes se incorporan a la lista de titulares cuando uno de éstos cesa en sus funciones.
9) Los suplentes actúan también durante las licencias. En este supuesto cesan cuando éstas concluyen.

Sindicatura plural. El juez puede designar más de UN (1) síndico cuando lo requiera el volumen y complejidad del proceso, mediante
resolución fundada que también contenga el régimen de coordinación de la sindicatura. Igualmente podrá integrar pluralmente una
sindicatura originariamente individual, incorporando síndicos de la misma u otra categoría, cuando por el conocimiento posterior relativo
a la complejidad o magnitud del proceso, advirtiera que el mismo debía ser calificado en otra categoría de mayor complejidad.

ARTÍCULO 254.- Funciones. El síndico tiene las funciones indicadas por esta ley en el trámite del concurso preventivo, hasta su finalización, y en
todo el proceso de quiebra, incluso su liquidación.

ARTÍCULO 255.- Irrenunciabilidad. El profesional o el estudio incluido en la lista a que se refiere el Artículo 253 no puede renunciar a las
designaciones que le correspondan, salvo causa grave que impida su desempeño.

La renuncia comprende la totalidad de las sindicaturas en que el funcionario actúe y debe ser juzgada por la Cámara de Apelaciones con criterio
restrictivo. El renunciante debe seguir en sus funciones hasta la aceptación del cargo por el reemplazante.

Remoción. Son causas de remoción del síndico la negligencia, falta grave o mal desempeño de sus funciones. La remoción compete al juez, con
apelación ante la Cámara. Consentido o ejecutoriado el auto, el síndico cesa en sus funciones en todos los concursos en que intervenga. La
remoción causa la inhabilitación para desempeñar el cargo de síndico durante un término no inferior a CUATRO (4) años ni superior a DIEZ (10), que
es fijado en la resolución respectiva. La remoción puede importar la reducción para el síndico de entre un TREINTA POR CIENTO (30%) y
CINCUENTA POR CIENTO (50%) de los honorarios a regularse por su desempeño salvo en caso de dolo, en cuyo caso la reducción podrá superar
dicho límite.

Puede aplicarse también, según las circunstancias, apercibimiento o multa hasta el equivalente a la remuneración mensual del juez de Primera
Instancia.
Licencia. Las licencias se conceden sólo por motivos que impidan temporariamente el ejercicio del cargo y no pueden ser superiores a DOS (2)
meses por año corrido. Las otorga el juez con apelación en caso de denegación.

ARTÍCULO 256.- Parentesco inhabilitante. No pueden ser síndicos quienes se encuentren respecto del fallido en supuesto que permita
recusación con causa de los magistrados. Si el síndico es un estudio, la causal de excusación debe existir respecto de los integrantes principales. Si
el síndico se encuentra en esa situación respecto a un acreedor, lo que debe hacer saber antes de emitir dictamen sobre peticiones de éste, en cuyo
caso actúa un síndico suplente.

Es falta grave la omisión del síndico de excusarse dentro del término de CINCO (5) días contados desde su designación o desde la aparición de la
causal.

ARTÍCULO 257.- Asesoramiento profesional. El síndico puede requerir asesoramiento profesional cuando la materia exceda de su competencia, y
patrocinio letrado. En todos los casos los honorarios de los profesionales que contrate son a su exclusivo cargo.

ARTÍCULO 258.- Actuación personal. Alcance. El síndico debe actuar personalmente. Cuando se trate de estudios éstos deberán indicar en cada
concurso en que actúen cuál o cuáles de sus profesionales integrantes asume el deber de actuar personalmente. El indicado no podrá ser
reemplazado salvo causa justificada, admitida como tal por el juez. La actuación personal se extiende aun cuando deban cumplirse actos fuera de la
jurisdicción del tribunal.

Si no existen fondos para atender a los gastos de traslado y estadías o si media otra causa justificada, se requiere su comisión al agente fiscal de la
respectiva jurisdicción, por medio de rogatoria al juez que corresponda. Sin embargo, el juez puede autorizar al síndico para que designe apoderado
con cargo a gastos del concurso, a los fines de su desempeño en actuaciones que tramitan fuera de su tribunal.

CONCURSO PREVENTIVO. OBJETO Y FINALIDAD

El objeto del concurso preventivo como instituto es la crisis patrimonial del sujeto, es ese “estado de impotencia patrimonial, general y permanente,
para hacer frente a las obligaciones líquidas y exigibles con medios regulares de pago”, o como la conocemos cesación de pagos (esta configura el
presupuesto objetivo para que el sujeto pueda acceder a dicho proceso concursal).

La finalidad del concurso implica buscar una salida a ese estado de crisis, administrando lo que sea que quede de ese patrimonio en beneficio de la
totalidad de los acreedores, o al menos de aquellos que se hubieran presentado en el proceso e ingresado al pasivo concursal. En definitiva, podemos
decir que la finalidad del concurso preventivo es superar la crisis, mediante la reactivación de la hacienda empresaria, evitando de esa manera la
declaración de quiebra.

Esto implica la administración de un patrimonio escaso, o al menos insuficiente para atender a la totalidad de los acreedores (se administra pobreza).
Esto es un verdadero esfuerzo compartido por parte de los acreedores, ya que soportaran la pérdida de una gran parte de su acreencia.

PRESENTACIÓN EN CONCURSO PREVENTIVO. ADMISIBILIDAD

ARTÍCULO 10.- Oportunidad de presentación. El concurso preventivo puede ser solicitado mientras la quiebra no haya sido declarada.

En el anterior artículo se establece que la demanda de concurso preventivo puede presentarse mientras la quiebra no haya sido declarada. Es el
principio general.

Además, puede solicitarse aunque existieran pedidos de quiebra pendientes (ya iniciados judicialmente), mientras no se haya dictado la sentencia
correspondiente.

La sola presentación de la solicitud del concurso preventivo por parte del deudor producirá la detención del procedimiento en las pendientes
solicitudes de quiebra. Este efecto tiene lugar sin que sea necesario esperar a la apertura del concurso preventivo, y recién después de desestimada
dicha solicitud, se puede reanudar los trámites anteriores de petición de quiebra.

Si contra este criterio, el magistrado declara igualmente la quiebra, esa declaración carecerá de efectos, y ellos, y ello sucederá incluso si tal
pronunciamiento se dicta el mismo día en que el deudor se presentó.

La norma está orientada a propender siempre hacia una solución reorganizativa, antes que a una liquidación del patrimonio, lo cual es absolutamente
lógico teniendo en cuenta que una quiebra suele repartir miserias. Es más probable cobrar algo del crédito en un concurso preventivo, que en una
quiebra, en las que los acreedores quirografarios no cobran nada por insuficiencia de activos liquidables.

Solo hay dos supuestos en los que la demanda de concurso preventivo no es apta para detener la quiebra:

1. Cuando es aplicable el artículo 31 de la LCQ que habla de desistimiento voluntario, es decir que el deudor puede desistir de su petición hasta
la primera publicación de edictos, sin requerir conformidad de sus acreedores.

Puede desistir, igualmente, hasta el día indicado para el comienzo del período de exclusividad previsto en el artículo 43 si, con su petición,
agrega constancia de la conformidad de la mayoría de los acreedores quirografarios que representen el SETENTA Y CINCO POR CIENTO
(75%) del capital quirografario. Para el cálculo de estas mayorías se tienen en cuenta, según el estado de la causa: a los acreedores
denunciados con más los presentados a verificar, si el desistimiento ocurre antes de la -presentación del informe del artículo 35; después de
presentado dicho informe, se consideran los aconsejados a verificar por el síndico; una vez dictada la sentencia prevista en el artículo 36,
deberán reunirse las mayorías sobre los créditos de los acreedores verificados o declarados admisibles por el juez. Si el juez desestima una
petición de desistimiento por no contar con suficiente conformidad de acreedores, pero después ésta resultare reunida, sea por efecto de las
decisiones sobre la verificación o por nuevas adhesiones, hará lugar al desistimiento, y declarará concluido el concurso preventivo.

Inadmisibilidad. Rechazada, desistida o no ratificada una petición de concurso preventivo, las que se presenten dentro del año posterior no
deben ser admitidas, si existen pedidos de quiebra pendientes.

2. Cuando el deudor se encuentra dentro del periodo de inhibición previsto en el artículo 59, in fine de la misma ley.

“El deudor no podrá presentar una nueva petición de concurso preventivo hasta después de transcurrido el plazo de UN (1) año contado a
partir de la fecha de la declaración judicial de cumplimiento del acuerdo preventivo, ni podrá convertir la declaración de quiebra en concurso
preventivo”.

Requisitos para la presentación: sustanciales y formales

Con respecto a los requisitos sustanciales nos debemos remitir a los artículos 1 y 2 de la LCQ. En relación a los formales, el artículo 11 fija un menú
taxativo de ítem que el proceso concursado deberá cumplir, bajo apercibimiento de que el juez tenga por desistida, rechazada o no ratificada la
petición concursal (art 31).

ARTÍCULO 11.- Requisitos del pedido. Son requisitos formales de la petición de concurso preventivo:

1) Para los deudores matriculados y las personas de existencia ideal regularmente constituidas, acreditar la inscripción en los registros respectivos.
Las últimas acompañarán, además, el instrumento constitutivo y sus modificaciones y constancia de las inscripciones pertinentes (deudores
matriculados presentan la inscripción en el registro respectivo; personas jurídicas presentan la inscripción en el registro y además el instrumento
constitutivo, modificaciones y constancia de inscripción)

Para las demás personas de existencia ideal acompañar, en su caso, los instrumentos constitutivos y sus modificaciones, aun cuando no estuvieran
inscriptos (Persona jurídica no inscrita regularmente debe presentar instrumentos constitutivos y sus modificaciones).

2) Explicar las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos y de los hechos por
los cuales ésta se hubiera manifestado (argumentar la causa de su situación contextualizando con la fecha en que comenzó la cesación de pagos y
los motivos por los cuales sucedió).

3) Acompañar un estado detallado y valorado del activo y pasivo actualizado a la fecha de presentación, con indicación precisa de su composición,
las normas seguidas para su valuación, la ubicación, estado y gravámenes de los bienes y demás datos necesarios para conocer debidamente el
patrimonio. Este estado de situación patrimonial debe ser acompañado de dictamen suscripto por contador público nacional (detallar el activo y
pasivo actualizado a la fecha de presentación. Su ubicación, estado, gravámenes de los bienes y datos necesarios para conocer debidamente el
patrimonio. Además esto debe ser rubricado por un contador público nacional).

4) Acompañar copia de los balances u otros estados contables exigidos al deudor por las disposiciones legales que rijan su actividad, o bien los
previstos en sus estatutos o realizados voluntariamente por el concursado, correspondientes a los TRES (3) últimos ejercicios. En su caso, se deben
agregar las memorias y los informes del órgano fiscalizador (presentar balances y otros estados contables exigidos para su actividad de los últimos
3 ejercicios)

5) Acompañar nómina de acreedores, con indicación de sus domicilios, montos de los créditos, causas, vencimientos, codeudores, fiadores o
terceros obligados o responsables y privilegios. Asimismo, debe acompañar un legajo por cada acreedor, en el cual conste copia de la
documentación sustentatoria de la deuda denunciada, con dictamen de contador público sobre la correspondencia existente entre la denuncia del
deudor y sus registros contables o documentación existente y la inexistencia de otros acreedores en registros o documentación existente. Debe
agregar el detalle de los procesos judiciales o administrativos de carácter patrimonial en trámite o con condena no cumplida, precisando su
radicación (presentar listado de acreedores indicando: 1) domicilio; 2) monto de crédito; 3) causas; 4) vencimientos; 5) codeudores, fiadores o
terceros obligados o responsables y privilegiados. Además debe presentar un legajo por cada acreedor, con una copia de la documentación que
sustenta la deuda denunciada con dictamen de cp. que de fe sobre la denuncia del deudor y sus registros contables. También debe agregar el
detalle de procesos judiciales o administrativos pecuniarios en trámite o con condena no cumplida).

6) Enumerar precisamente los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor, con expresión del último folio utilizado, en cada caso,
y ponerlos a disposición del juez, junto con la documentación respectiva.

7) Denunciar la existencia de un concurso anterior y justificar, en su caso, que no se encuentra dentro del período de inhibición que establece el
artículo 59, o el desistimiento del concurso si lo hubiere habido.

8) Acompañar nómina de empleados, con detalle de domicilio, categoría, antigüedad y última remuneración recibida. Deberá acompañarse también
declaración sobre la existencia de deuda laboral y de deuda con los organismos de la seguridad social certificada por contador público (presentar
lista de empleados con detalle de: 1) domicilio; 2) categoría; 3) antigüedad; 4) último cobro de sueldo. Además una declaración sobre la existencia de
deuda laboral y deuda con organismos de seguridad social certificada por contador público).

El escrito y la documentación agregada deben acompañarse con DOS (2) copias firmadas.

Cuando se invoque causal debida y válidamente fundada, el juez debe conceder un plazo improrrogable de DIEZ (10) días, a partir de la fecha de la
presentación, para que el interesado dé cumplimiento total a las disposiciones del presente artículo (si hay causa justa y fundada, el juez da un
plazo de 10 días, desde la fecha de presentación para que se presente todo lo detallado).
En líneas generales estos requisitos buscan elaborar una fotografía de la persona y su patrimonio, brindándole al juez, síndico y acreedores toda la
información necesaria tendiente a lograr un concurso preventivo exitoso, que lógicamente termine con la homologación judicial de una propuesta de
acuerdo a los acreedores, que sea satisfactoria para todas las partes intervinientes. Esta información será complementada por el labor del síndico, que
mediante investigación se encargará de verificar si las alegaciones del deudor son verdad, o si las mismas necesitan ajustes.

Legitimación activa. Sujetos excluidos. Bancos. Trámites

El principio general implica que la presente ley se aplica a todos los deudores que encontrándose en cesación de pagos, no hayan sido expresamente
excluidos de su ámbito.

La legitimación para solicitar la apertura de cualquier proceso concursal se encuentra en el artículo 2, que taxativamente fija quiénes pueden acceder a
tales herramientas legales, estas son:

1. Persona humana;
2. Persona jurídica privada;
3. Sociedad en la que el Estado tenga participación;
4. Patrimonio del fallecido (mientras se mantenga separado del patrimonio de los sucesores)
5. Deudores domiciliados en el extranjero
6. Entidades deportivas
7. Sociedades de la sección IV de la Ley 19.550

No pueden las entidades aseguradoras; la Administración de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).

APERTURA DE LOS PROCESOS CONCURSALES

Luego de presentada la demanda de concurso preventivo, el juez tiene un plazo de cinco (5) días hábiles judiciales para expedirse al respecto. Si el
visto es favorable, el juez deberá dictar la resolución establecida en el artículo 14, y en caso de no hacer lugar al pedido, ocurrirá que establece el
segundo (2) párrafo del artículo 13.

ARTÍCULO 13.- Término. Presentado el pedido o, en su caso, vencido el plazo que acuerde el juez, éste se debe pronunciar dentro del término de
CINCO (5) días.

Rechazo. Debe rechazar la petición, cuando el deudor no sea sujeto susceptible de concurso preventivo, si no se ha dado cumplimiento al artículo
11, si se encuentra dentro del período de inhibición que establece el artículo 59, o cuando la causa no sea de su competencia. La resolución es
apelable.

Los motivos por el cual el juez puede rechazar la solicitud son:

1. Que no se trate de un sujeto concursable;


2. Incumplimiento de uno o más requisitos;
3. Encontrarse el sujeto dentro de la prohibición de un año para solicitar un nuevo concurso;
4. Incompetencia del juzgado interviniente (esta no es una causal de rechazo, sino que buscará su juez natural, quedando en mano de este
último la decisión).

Esto busca proteger a los acreedores, evitando que un sujeto viva de concurso en concurso, financiando a costa de aquellos al licuar parte de su
pasivo.

ARTÍCULO 14.- Resolución de apertura. Contenido. Cumplidos en debido tiempo los requisitos legales, el juez debe dictar resolución que
disponga (a partir de este se producirán efectos patrimoniales, procesales y personales para el concursado):

1) La declaración de apertura del concurso preventivo, expresando el nombre del concursado y, en su caso, el de los socios con responsabilidad
ilimitada (el concursamiento de la persona jurídica de la que forman parte no implica su propio concursamiento personal, sino que ciertos efectos
del concurso se proyectarán en ellos. También, en cuanto a que la eventual quiebra de esa sociedad se extenderá a esos socios de forma
automática).

2) La designación de audiencia para el sorteo del síndico (el juez debe fijar fecha y hora a efectos de proceder a desinsaculación de un síndico. Éste
debe presentarse en el juzgado a fin de aceptar el cargo. En caso de no aceptarlo, el juez debe fijar una nueva fecha de audiencia)

3) La fijación de una fecha hasta la cual los acreedores deben presentar sus pedidos de verificación al síndico, la que debe estar comprendida entre
los QUINCE (15) y los VEINTE (20) días, contados desde el día en que se estime concluirá la publicación de los edictos.

4) La orden de publicar edictos en la forma prevista por los artículos 27 y 28, la designación de los diarios respectivos y, en su caso, la disposición de
las rogatorias, necesarias.

(la universalidad de este proceso requiere que el mismo sea dado a conocer. La publicación del edicto implica una notificación jurídicamente válida
con efectos erga omnes. Estos dos incisos se analizan juntos ya que es importante notificar a los acreedores de los datos de la sindicatura a fin de
que se acerquen al domicilio para verificar sus créditos. El juez debe calcular cuándo finaliza la publicación de edictos y en función de ello fijar la
fecha hasta la cual los acreedores podrán presentarse a hacer la verificación. El juez puede modificar la fecha si no se ha designado síndico).

5) La determinación de un plazo no superior a los TRES (3) días, para que el deudor presente los libros que lleve referidos a su situación económica,
en el lugar que el juez fije dentro de su jurisdicción, con el objeto de que el secretario coloque nota datada a continuación del último asiento, y
proceda a cerrar los espacios en blanco que existieran (si la sociedad se encuentra registrada, los libros se rubricaran ante este organismo. La razón
por la cual el secretario deberá colocar nota datada y cerrar los espacios en blancos, radica en evitar que con posterioridad a la apertura del
concurso los libros sean llenados con anotaciones apócrifas, que alteren o no reflejen el real estado de situación patrimonial. La intimación a
presentar esto tiene un plazo. Si el deudor no presenta al término de éste, tiene por desistida su petición, salvo que los libros se hayan extraviado y
se hubiere hecho saber en los escritos postulatorios).

6) La orden de anotar la apertura del concurso en el Registro de Concursos y en los demás, que corresponda, requiriéndose informe sobre la
existencia de otros anteriores (esto tiene como efecto anoticiar del concurso preventivo de la persona a todos los registros correspondientes,
evitando consecuencias disvaliosas sobre el patrimonio del deudor que perjudiquen a sus acreedores).

7) La inhibición general para disponer y gravar bienes registrables del deudor y, en su caso, los de los socios ilimitadamente responsables, debiendo
ser anotadas en los registros pertinentes (esto implica ciertas limitaciones al sujeto para manejar libremente su patrimonio. Esto radica en asegurar
los bienes del patrimonio del deudor, por ser la única garantía de los acreedores para cobrar sus créditos. En síntesis son medidas cautelares que el
juzgado ordenará inscribir en los registros correspondientes).

8) La intimación al deudor para que deposite judicialmente, dentro de los TRES (3) días de notificada la resolución, el importe que el juez estime
necesario para abonar los gastos de correspondencia (se impone la obligación al síndico designado de remitir una carta certificada a cada acreedor
denunciado por el concursado, con la finalidad de poner en su conocimiento la existencia del concurso y demás datos de interés, tales como:
juzgado de radicación del juicio, nombre y apellido del síndico, horarios de atención, plazos para verificar sus créditos, etcétera. El valor de dicho
monto dependerá de la cantidad de acreedores denunciados y se hará efectivo en el banco oficial de la correspondiente. La falta de cumplimiento
del presente importará para el concursado el desistimiento del proceso).

9) Las fechas en que el síndico deberá presentar el informe individual de los créditos y el informe general (esto constituye un labor de extrema
importancia para el concurso preventivo, puesto que ilustran al juez y acreedores de la situación de cada acreedor en particular, y el estado
económico en que se encuentra ese patrimonio en ese momento)

10) La fijación de una audiencia informativa que se realizará con cinco (5) días de anticipación al vencimiento del plazo de exclusividad previsto en el
artículo 43. Dicha audiencia deberá ser notificada a los trabajadores del deudor mediante su publicación por medios visibles en todos sus
establecimientos (esta audiencia le otorga al juez, síndico y acreedores, la posibilidad de que conozcan el estado de avance de las tratativas con los
acreedores, en pos de lograr el tan ansiado voto favorable. Se podrá no llevar a cabo si el deudor hubiera reunido la conformidad necesaria para ese
momento).

11) Correr vista al síndico por el plazo de diez (10) días, el que se computará a partir de la aceptación del cargo, a fin de que se pronuncie sobre:

a) Los pasivos laborales denunciados por el deudor;

b) Previa auditoría en la documentación legal y contable, informe sobre la existencia de otros créditos laborales comprendidos en el pronto pago.

(esto busca aportar al universo de información de índole laboral, completando si es necesario la información que ya hubiere aportado el concursado
en su escrito de presentación. Puede ocurrir que esté por error u omisión no hubiera declarado todo su pasivo laboral, por lo cual el síndico será
esencial a efectos de procurar que todos los que están sean todos los que son y no quedando por fuera ningún acreedor laboral excluido del
concurso. Este inciso es importante en razón de la cantidad de empleo informal que hay en nuestro país).

12) El síndico deberá emitir un informe mensual sobre la evolución de la empresa, si existen fondos líquidos disponibles y el cumplimiento de las
normas legales y fiscales (el síndico con este informe mensual debe referirse a la situación general de la concursada, a su evolución patrimonial y al
cumplimiento de la normativa impuesta en los ámbitos legal, laboral y física que graven su actividad. Esto sirve también para que funde en los
acreedores la decisión de votar favorablemente o no la propuesta).

13) La constitución de un comité de control, integrado por los tres (3) acreedores quirografarios de mayor monto, denunciados por el deudor y un
(1) representante de los trabajadores de la concursada, elegido por los trabajadores (este es otro órgano de los procesos concursales. Su función es
controlar el desenvolvimiento del trámite concursal)

Una vez cumplido el proceso de apertura, el artículo 14 le marca al juez cada punto sobre los que debe expedirse. Es una verdadera sentencia judicial
que, deberá cumplir con los requisitos de fundamentación o motivación. A diferencia de lo dispuesto con relación a la sentencia que rechaza la
apertura del concurso, la de apertura es inapelable.

Comunicación de la apertura. Notificaciones y edictos

ARTÍCULO 26.- Regla general. Desde la presentación del pedido de formación de concurso preventivo, el deudor o sus representantes deben
comparecer en secretaría los días de notificaciones. Todas las providencias se consideran notificadas por ministerio de la ley, salvo que el
compareciente deje constancia de su presencia y de no haber podido revisar el expediente, en el correspondiente libro de secretaria.

ARTÍCULO 27.- Edictos. La resolución de apertura del concurso preventivo se hace conocer mediante edictos que deben publicarse durante CINCO
(5) días en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción del juzgado, y en otro diario de amplia circulación en el lugar del domicilio del deudor,
que el juez designe. Los edictos deben contener los datos referentes a la identificación del deudor y de los socios ilimitadamente responsables; los
del juicio y su radicación; el nombre y domicilio del síndico, la intimación a los acreedores para que formulen sus pedidos de verificación y el plazo y
domicilio para hacerlo.

Esta publicación está a cargo del deudor y debe realizarse dentro de los CINCO (5) días de haberse notificado la resolución.

ARTÍCULO 28.- Establecimientos en otra jurisdicción. Cuando el deudor tuviere establecimientos en otra jurisdicción judicial, también se deben
publicar edictos por CINCO (5) días, en el lugar de ubicación de cada uno de ellos y, en su caso, en el diario de publicaciones legales respectivo. El
juez debe fijar el plazo para que el deudor efectúe estas publicaciones, el cual no puede exceder de VEINTE (20) días, desde la notificación del auto
de apertura.

Justificación. En todos los casos, el deudor debe justificar el cumplimiento de las publicaciones, mediante la presentación de los recibos, dentro de
los plazos indicados; también debe probar la efectiva publicación de los edictos, dentro del quinto día posterior a su primera aparición.

Este tipo de notificación requiere para el concursado, la carga de concurrir los días martes y viernes al juzgado interviniente, ya que son los días que el
CPCCPBA fija para la notificación de las resoluciones judiciales.

El artículo 27 prevé que la notificación se lleve a cabo por medio de edictos que serán publicados en el Boletín Oficial de la jurisdicción del juzgado
interviniente y en un diario de amplia circulación en el lugar del domicilio del deudor, que será publicada por cinco días (a costas del deudor).

Si el deudor tuviere establecimientos en otras jurisdicciones, también se deberán publicar edictos por cinco días en dichos lugares.

El cuerpo del edicto debe contener: datos identificatorios del deudor y de los socios ilimitadamente responsables; los del juicio y su ratificación; el
nombre y domicilio del síndico; la intimación a los acreedores para que formulen sus pedidos de verificación y el plazo y domicilio para hacerlo.

ARTÍCULO 29.- Carta a los acreedores e integrantes del comité de control. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 27 y 28, el síndico debe
enviar a cada acreedor denunciado y a los miembros del comité de control, carta certificada en la cual le haga conocer la apertura del concurso,
incluyendo los datos sucintos de los requisitos establecidos en los incisos 1 y 3 del artículo 14, su nombre y domicilio y las horas de atención, la
designación del juzgado y secretaría actuantes y su ubicación y los demás aspectos que estime de interés para los acreedores.

La correspondencia debe ser remitida dentro de los cinco (5) días de la primera publicación de edictos.

La omisión en que incurra el síndico, respecto del envío de las cartas, no invalida el proceso.

Sumando a la notificación que implican los edictos, el síndico deberá efectuar una notificación personal a cada acreedor denunciado, a efectos de
asegurar su concurrencia al proceso.

DESISTIMIENTO DE LOS PROCESOS

ARTÍCULO 30.- Sanción. En caso de que el deudor no cumpla lo dispuesto en los incisos 5 y 8 del artículo 14 y en los artículos 27 y 28 primer
párrafo, se lo tiene por desistido.

ARTÍCULO 31.- Desistimiento voluntario. El deudor puede desistir de su petición hasta la primera publicación de edictos, sin requerir
conformidad de sus acreedores.

Puede desistir, igualmente, hasta el día indicado para el comienzo del período de exclusividad previsto en el artículo 43 si, con su petición, agrega
constancia de la conformidad de la mayoría de los acreedores quirografarios que representen el SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75%) del capital
quirografario. Para el cálculo de estas mayorías se tienen en cuenta, según el estado de la causa: a los acreedores denunciados con más los
presentados a verificar, si el desistimiento ocurre antes de la -presentación del informe del artículo 35; después de presentado dicho informe, se
consideran los aconsejados a verificar por el síndico; una vez dictada la sentencia prevista en el artículo 36, deberán reunirse las mayorías sobre los
créditos de los acreedores verificados o declarados admisibles por el juez. Si el juez desestima una petición de desistimiento por no contar con
suficiente conformidad de acreedores, pero después ésta resultare reunida, sea por efecto de las decisiones sobre la verificación o por nuevas
adhesiones, hará lugar al desistimiento, y declarará concluido el concurso preventivo.

Inadmisibilidad. Rechazada, desistida o no ratificada una petición de concurso preventivo, las que se presenten dentro del año posterior no deben
ser admitidas, si existen pedidos de quiebra pendientes.

Este instituto posee dos variantes, una sancionatoria y una voluntaria.

Como sanción del capital quirografario. encuentra cuando “el deudor no cumple lo dispuesto en los incisos 5° y 8° (presentar libros para que el
secretario escriba nota datada en el último asiento y cierre los espacios en blanco; realizar el depósito para que el juez abone los gastos de
correspondencia) y los artículos 27 y 28 (no realizar el depósito para los edictos). El incumplimiento de tales cargas que la ley impone le traerá
aparejado el desistimiento del proceso concursal junto a consecuencias disvaliosas.

Como desistimiento voluntario dependerá del estado procesal en que se encuentre, diferenciándose por etapas:

1. Puede hacerlo libremente hasta la primera publicación de edictos. Esto implica que no deberá obtener conformidad alguna de ningún
acreedor (el fundamento es que mientras los edictos no sean publicados, no existirá traba de litis con los acreedores).
2. Hasta el día indicado para el comienzo del periodo de exclusividad previsto en el artículo 43, pudiendo desistir con su petición, agregando la
constancia de conformidad de la mayoría de los acreedores quirografarios que representen el 75%.

EFECTOS EN EL CONCURSO PREVENTIVO

Efectos personales

ARTÍCULO 15.- Administración del concursado. El concursado conserva la administración de su patrimonio bajo la vigilancia del síndico.

A. Libertad ambulatoria

Uno de los efectos personales que conlleva este proceso está dado por la restricción de entrar y salir libremente del país. Este fundamento radica en
que pesa sobre el concursado el denominado “deber de colaboración”, que implica estar a disposición del juzgado para ayudar en todo lo concerniente
al proceso en sí. Este régimen innovo y flexibilizar, ya que anteriormente el concursado no podía viajar al exterior sin previa autorización del tribunal.
El principio general era la prohibición de salida del país.

Hoy este principio cambió, estableciendo la innecesariedad del permiso del tribunal para la salida del concursado, para el caso que la ausencia sea
menor a cuarenta (40) días. En ese caso, el concursado solo deberá comunicar dicha circunstancia al juzgado interviniente, fundamentando el motivo
por el cual se ausenta.

Si la ausencia es superior a dicho plazo, el sistema es el de la ley anterior, es decir, que deberá requerir si o si autorización judicial.

Si el juez rechaza el pedido deberá fundamentar el porqué de la negativa, especificando los motivos.

B. Deber de información

El fallido y sus representantes y los administradores de la sociedad, están obligados a prestar toda colaboración que el juez o el síndico le requieran
para el esclarecimiento de la situación patrimonial y la determinación de los créditos. Deben comparecer cada vez que el juez los cite para dar
explicaciones y puede ordenarse su concurrencia por la fuerza pública si mediare inasistencia.

ARTÍCULO 17.- Actos ineficaces. Los actos cumplidos en violación a lo dispuesto en el Artículo 16 son ineficaces de pleno derecho respecto de los
acreedores.

Separación de la administración. Además, cuando el deudor contravenga lo establecido en los Artículos 16 y 25 o cuando oculte bienes, omita las
informaciones que el juez o el síndico le requieran, incurra en falsedad en las que produzca o realice algún acto en perjuicio evidente para los
acreedores, el juez puede separarlo de la administración por auto fundado y designar reemplazante. Esta resolución es apelable al solo efecto
devolutivo, por el deudor. Si se deniega la medida puede apelar el síndico.

El administrador debe obrar según lo dispuesto en los artículos 15 y 16.

Limitación. De acuerdo con las circunstancias del caso, el juez puede limitar la medida a la designación de un coadministrador, un veedor o un
interventor controlador, con las facultades que disponga. La providencia es apelable en las condiciones indicadas en el segundo párrafo.

En todos los casos, el deudor conserva en forma exclusiva la legitimación para obrar, en los actos del juicio que, según esta ley, correspondan al
concursado.

El deber de cooperación se funda en el interés público que está en juego en los procesos concursales. No constituye un deber moral, sino un deber
jurídico.

El incumplimiento de tal obligación puede derivar en la posibilidad de ordenar su intervención por la fuerza pública, ante la renuncia del deudor a
concurrir a las audiencias fijadas al efecto. Otra posible sanción sería un coadministrador, inclusive su desplazamiento total de la administración del
patrimonio.

C. Viaje al exterior. Caso de socios con responsabilidad ilimitada de la concursada y administradores.

ARTÍCULO 25.- Viaje al exterior. El concursado y, en su caso, los administradores y socios con responsabilidad ilimitada de la sociedad
concursada, no pueden viajar al exterior sin previa comunicación al juez del concurso, haciendo saber el plazo de la ausencia, el que no podrá ser
superior a CUARENTA (40) días corridos. En caso de ausencia por plazos mayores, deberá requerir autorización judicial.
Esta limitación es aplicable a los socios con responsabilidad ilimitada de la sociedad concursada y sus administradores. El fundamento está dado en los
primeros, porque son sujetos a los que eventualmente podría extenderles la quiebra de forma automática, por lo que la ley le impone idéntica
restricción,

Efectos patrimoniales

A. Respecto del patrimonio del deudor.

Uno de los efectos más típicos de la apertura está dado por la administración del patrimonio del ahora concursado. Esto se encuentra en el artículo 17
donde se regulan los actos permitidos, sujetos a autorización y prohibidos.

La ley admite que sea el propio deudor quien siga frente a su empresa y continúe con la administración.
No existe un desapoderamiento total del concursado, sino una administración vigilada por parte de la sindicatura y restringida en cuanto al tipo de
actos que el concursado podrá realizar.

En síntesis, la actividad permitida para el concursado está dada por todos aquellos actos de administración ordinaria del negocio, los que no
requerirán ni de vista al síndico ni de autorización judicial alguna. En el caso de que se deba realizar actos extraordinarios, se deberá contar con
autorización del síndico y del juzgado interviniente.

1. Actos prohibidos.

Además el artículo 17 establece el régimen de administración concursal. En la primera parte se enumeran los actos (enumerados en el artículo 16) que
el concursado no puede realizar, ni siquiera solicitando autorización judicial.
En el artículo 16 encontraremos enumerados todos los actos prohibidos y sujetos a autorización judicial.

ARTÍCULO 16.- Actos prohibidos. El concursado no puede realizar actos a título gratuito o que importen alterar la situación de los acreedores por
causa o título anterior a la presentación (los actos a título gratuito al no tener una contraprestación que ingrese al patrimonio del concursado,
disminuye la garantía común de los acreedores. Esto comprende las donaciones y otras liberalidades; los actos que alteren la situación de los
acreedores comprenden el pago total o parcial a algún acreedor, cuando no se ha obrado en forma similar con otros; constituir privilegios sobre
créditos que originariamente eran quirografarios, etcétera. Se tiende a preservar la pars omnium conditio creditorum [igualdad de los acreedores].

Actos sujetos a autorización. Debe requerir previa autorización judicial para realizar cualquiera de los siguientes actos: los relacionados con bienes
registrables; los de disposición o locación de fondos de comercio; los de emisión de debentures con garantía especial o flotante; los de emisión de
obligaciones negociables con garantía especial o flotante; los de constitución de prenda y los que excedan de la administración ordinaria de su giro
comercial (estos actos son una situación entre aquellos actos de libre realización y los actos concursados, en razón de que sin llegar a revestir el
peligro de los actos prohibidos, exceden el margen de acción concedido por la ley al concursado. Estos actos excedan el giro normal y ordinario del
comercio)

La autorización se tramita con audiencia del síndico y del comité de control; para su otorgamiento el juez ha de ponderar la conveniencia para la
continuación de las actividades del concursado y la protección de los intereses de los acreedores.

2. Socios con responsabilidad ilimitada de la sociedad concursada

ARTÍCULO 18.- Socio con responsabilidad ilimitada. Efectos. Las disposiciones de los artículos 16 y 17 se aplican respecto del patrimonio de los
socios con responsabilidad ilimitada de las sociedades concursadas (aunque estos no estén en concurso, se les debería extender la quiebra de la
sociedad si finalmente el concurso fracasa).

B. Respecto del patrimonio del acreedor.

1. Exigibilidad de los créditos

La exigibilidad de los créditos hace referencia a que la relación obligacional entre las partes se debe encontrar vencida, de modo tal que el acreedor se
encuentre facultado a exigir al deudor el cumplimiento de la misma. En efecto, hasta que la obligación o el derecho de crédito cobren exigibilidad, su
titular espera, pero una vez operado el vencimiento del plazo, querrá cobrar.

CCyC - ARTÍCULO 353.- Caducidad del plazo. El obligado a cumplir no puede invocar la pendencia del plazo si se ha declarado su quiebra, si
disminuye por acto propio las seguridades otorgadas al acreedor para el cumplimiento de la obligación, o si no ha constituido las garantías
prometidas, entre otros supuestos relevantes. La apertura del concurso del obligado al pago no hace caducar el plazo, sin perjuicio del derecho del
acreedor a verificar su crédito, y a todas las consecuencias previstas en la legislación concursal.

El CCyC dispone que la apertura del concurso del obligado al pago no hace caducar el plazo. Además dispone que la sentencia de apertura del
concurso preventivo no hace exigibles los créditos a plazo cuya causa o título fuera anterior a su presentación. Pero a su vez, la verificación de esos
créditos deja a salvo los derechos acordados por el ordenamiento concursal, quedando sujetos a todas las consecuencias allí previstas. En otras
palabras, si bien la sentencia de apertura del concurso preventivo no torna per se exigible al crédito, el acreedor queda habilitado para deducir la
verificación del mismo ante la sindicatura actuante. La etapa de exigibilidad quedará supeditada a la homologación del acuerdo celebrado entre
concursado y acreedores, y a las condiciones que ese acuerdo contenga.

2. Intereses

ARTÍCULO 19.- Intereses. La presentación del concurso produce la suspensión de los intereses que devengue todo crédito de causa o título
anterior a ella, que no esté garantizado con prenda o hipoteca. Los intereses de los créditos así garantizados, posteriores a la presentación, sólo
pueden ser reclamados sobre las cantidades provenientes de los bienes afectados a la hipoteca o a la prenda.

Deudas no dinerarias. Las deudas no dinerarias son convertidas, a todos los fines del concurso, a su valor en moneda de curso legal, al día de la
presentación o al del vencimiento, si fuere anterior, a opción del acreedor. Las deudas en moneda extranjera se calculan en moneda de curso legal,
a la fecha de la presentación del informe del síndico previsto en el artículo 35, al solo efecto del cómputo del pasivo y de las mayorías (Las deudas
no dinerarias son aquellas cuyo objeto no consiste en dinero. Estas deberán ser convertidas a los fines del concurso preventivo, a su valor en
moneda de curso legal al día de la presentación del concurso o al vencimiento si fuese anterior).

Quedan excluidos de la disposición precedente los créditos laborales correspondientes a la falta de pago de salarios y toda indemnización derivada
de la relación laboral.

Las deudas del concursado anteriores a su presentación en concurso preventivo, cristalizan su importe a la fecha de presentación en concurso
preventivo, dejando de producir intereses. Esta idea de cristalización del pasivo implica congelar el devengamiento de intereses a efectos de saber a
ciencia cierta cuánto es lo que se debe a determinado momento. De lo contrario el constante devengamiento de intereses impediría tener ese dato
exacto, lo que dificulta el cálculo para el cómputo de las mayorías y para la elaboración de la o las propuestas de acuerdo.
Contrariamente, los créditos de prenda o hipoteca continuarán devengando intereses, pero los posteriores a la presentación del concurso únicamente
podrán cobrarse si el producido del bien alcanzara para ello. Identificó efecto sufren los créditos laborales, que también devengarán intereses.

Efectos sobre los contratos.

1. Contratos con prestaciones recíprocas pendientes.

ARTÍCULO 20.- Contratos con prestación recíproca pendiente. El deudor puede continuar con el cumplimiento de los contratos en curso de
ejecución, cuando hubiere prestaciones recíprocas pendientes. Para ello debe requerir autorización del juez, quien resuelve previa vista al síndico.
La continuación del contrato autoriza al cocontratante a exigir el cumplimiento de las prestaciones adeudadas a la fecha de presentación en
concurso bajo apercibimiento de resolución (la importancia de estos contratos está dada porque de ellos de -entre otras cosas- dependerá el éxito
o fracaso del proceso concursal. La solución de la ley está dada en favor del concursado, sobre quien delega la potestad de solicitar la continuación
de la vigencia del contrato, siempre con pedido al juez y con vista a la sindicatura)

Las prestaciones que el tercero cumpla después de la presentación en concurso preventivo, y previo cumplimiento de lo dispuesto en este
precepto, gozan del privilegio previsto por el artículo 240. La tradición simbólica anterior a la presentación, no importa el cumplimiento de la
prestación a los fines de este artículo (en este caso es una de cal y una arena, ya que al obligarlo a continuar contratando con quien se encuentra en
cesación de pagos, en este párrafo le otorga una preferencia en el cobro de lo adeudado hasta la presentación del concurso, ubicándolo por encima
del resto de los acreedores).

Sin perjuicio de la aplicación del artículo 753 del Código Civil, el tercero puede resolver el contrato cuando no se le hubiere comunicado la decisión
de continuarlo, luego de los treinta (30) días de abierto el concurso. Debe notificar al deudor y al síndico (si al tercero no se le comunicó la decisión
de continuar el contrato, luego de un plazo de 30 días de abierto el concurso, puede solicitar la resolución del mismo. La decisión final de esto
queda en cabeza del juez).

Servicios públicos. No pueden suspenderse los servicios públicos que se presten al deudor por deudas con origen en fecha anterior a la de la
apertura del concurso. Los servicios prestados con posterioridad a la apertura del concurso deben abonarse a sus respectivos vencimientos y
pueden suspenderse en caso de incumplimiento mediante el procedimiento previsto en las normas que rigen sus respectivas prestaciones

En caso de liquidación en la quiebra, los créditos que se generen por las prestaciones mencionadas en el párrafo anterior gozan de la preferencia
establecida por el artículo 240.
La idea que impregna el sistema radica en que el juez que entiende en el proceso concursal, sea quien tome intervención en todas aquellas con
contenido patrimonial, que por lógica consecuencia afectan la prenda común de los acreedores, cuidando así la llamada pars conditio creditorum o
igualdad de acreedores.

ARTÍCULO 21.- Juicios contra el concursado. La apertura del concurso produce, a partir de la publicación de edictos, la suspensión del trámite de
los juicios de contenido patrimonial contra el concursado por causa o título anterior a su presentación, y su radicación en el juzgado del concurso.
No podrán deducirse nuevas acciones con fundamento en tales causas o títulos (esto es en razón de que se pueda alterar la garantía común de los
acreedores, por implicar cuestiones patrimoniales. Por otro lado, la causa en la que se funda la pretensión del acreedor, debe ser anterior a la fecha
de presentación de la demanda del concurso preventivo, ya que de ser posterior, el acreedor quedará liberado para atacar el patrimonio del deudor
si el concurso no existiera).

Quedan excluidos de los efectos antes mencionados:

1. Los procesos de expropiación, los que se funden en las relaciones de familia y las ejecuciones de garantías reales;
2. Los procesos de conocimiento en trámite y los juicios laborales, salvo que el actor opte por suspender el procedimiento y verificar su
crédito conforme lo dispuesto por los artículos 32 y concordantes;
3. Los procesos en los que el concursado sea parte de un litis consorcio pasivo necesario.
4. Los procesos de extinción de dominio.

(juicios de conocimiento son todos, pero en este caso podemos mencionar dos: el ordinario y el abreviado. Así que ambos querían exentos del fuero
de atracción, si el acreedor así lo deseara. Dicho de otra manera, si todos los procesos de conocimiento de contenido patrimonial contra el
concursado, más los procesos de ejecución de garantías reales están excluidos, el campo de aplicación de estas últimas se hace cada vez más chica,
casi con exclusividad a los procesos de ejecución en los que el actor no pretenda ejecutar una garantía real. Quedarían comprendidos los juicios
ejecutivos, en los que se ejecutan letras de cambio, cheques, pagarés, sentencias, etcétera).

En estos casos los juicios proseguirán ante el tribunal de su radicación originaria o ante el que resulte competente si se trata de acciones laborales
nuevas. El síndico será parte necesaria en tales juicios, excepto en los que se funden en relaciones de familia, a cuyo efecto podrá otorgar poder a
favor de abogados cuya regulación de honorarios estará a cargo del juez del concurso, cuando el concursado resultare condenado en costas, y se
regirá por las pautas previstas en la presente ley (A este fuero de atracción se le incorporaron los juicios laborales, exceptuando los accidentes de
trabajo que tramiten por la ley especial, los cuales, junto con la expropiación y los casos de familia, quedan exentos de la aplicación de dicho
efecto).

En los procesos indicados en los incisos 2) y 3) no procederá el dictado de medidas cautelares. Las que se hubieren ordenado, serán levantadas por
el juez del concurso, previa vista a los interesados. La sentencia que se dicte en los mismos valdrá como título verificatorio en el concurso.

En las ejecuciones de garantías reales no se admitirá el remate de la cosa gravada ni la adopción de medidas precautorias que impidan su uso por el
deudor, si no se acredita haber presentado el pedido de verificación del crédito y su privilegio.

¿Desde cuándo comienzan a regir los efectos de este artículo?

Los efectos comienzan a regir desde que culmina la publicación de edictos de la sentencia de apertura del concurso. No comienza desde la publicación
de edictos, sino desde que finaliza la misma, por ende, aquellos actos procesales cumplidos ante el juzgado de origen, antes de la fecha de la última
publicación edictal, deberán reputarse válidos.

El efecto principal del artículo marca lo que no se puede hacer después de la publicación, que es ejecutar los bienes del concursado afectados a
garantías reales. Los procesos de conocimiento pueden proseguir o iniciar ante el juzgado originario, al igual que las ejecuciones de garantías reales.
Las restantes ejecuciones, en cambio, por no estar dentro de las excepciones, no pueden iniciarse ni proseguirse.

Actos de ejecución forzada. Limitaciones. Remates y subastas. Procesos cautelares

ARTÍCULO 23.- Ejecuciones por remate no judicial. Los acreedores titulares de créditos con garantía real que tengan derecho a ejecutar
mediante remate no judicial bienes de la concursada o, en su caso, de los socios con responsabilidad ilimitada, d eben rendir cuentas en el concurso
acompañando los títulos de sus créditos y los comprobantes respectivos, dentro de los VEINTE (20) días de haberse realizado el remate. El
acreedor pierde a favor del concurso, el UNO POR CIENTO (1%) del monto de su crédito, por cada día de retardo, si ha mediado intimación judicial
anterior. El remanente debe ser depositado, una vez cubiertos los créditos, en el plazo que el juez fije.

Si hubiera comenzado la publicación de los edictos que determina el artículo 27, antes de la publicación de los avisos del remate no judicial, el
acreedor debe presentarse al juez del concurso comunicando la fecha, lugar, día y hora fijados para el remate, y el bien a rematar, acompañando,
además, el título de su crédito. La omisión de esta comunicación previa vicia de nulidad al remate.

La rendición de cuentas debe sustanciarse por incidentes con intervención del concursado y del síndico.

Los remates y subastas sobre bienes concursados por créditos que gozan de garantía real, están excluidos de las reglas generales, por lo que el
acreedor titular de la misma podrá iniciar la ejecución o continuarla ante el juez que corresponda, pudiendo llevar adelante el juicio de ejecución hasta
la venta del bien en subasta. Son los únicos acreedores que pueden llevar hasta la etapa final la ejecución de bienes de propiedad del deudor, en
situación de concurso preventivo.
PERIODO INFORMATIVO. VERIFICACIÓN DE CRÉDITOS. PROCESO DE VERIFICACIÓN.

El artículo 32 regula el periodo informativo del proceso concursal, que configura la oportunidad que poseen los acreedores legitimados (con causa o
título anterior a la presentación) para formular al síndico designado sus respectivas solicitudes de ingreso al pasivo concursal.

Cada acreedor deberá instar su pedido verificatorio a la sindicatura, y luego esta deberá analizar los extremos que indica el artículo 32 para cada
solicitud en particular, elaborando un informe sobre cada uno de ellos y lo elevará al juez para que autorice las solicitudes verificatorias.

El juez se expida sobre la legitimidad de las acreencias y sobre la graduación de los mismos, es decir, sobre sus privilegios que gozan.

Estos extremos deben ser solicitados por el acreedor en la demanda verificatoria, en la que deberá invocar y probar “monto, causa y privilegio” del
crédito.

La carga de verificar el crédito es la contracara de la prohibición de ejercer acciones individuales de contenido patrimonial en contra del ahora
concursado.

Este proceso es necesario y típico. Necesario porque todos los acreedores deben concurrir sin diferenciación alguna; típico porque desplaza a otros
que correspondieren por la naturaleza del derecho invocado.

ARTÍCULO 32.- Solicitud de verificación. Todos los acreedores por causa o título anterior a la presentación y sus garantes, deben formular al
síndico el pedido de verificación de sus créditos, indicando monto, causa y privilegios. La petición debe hacerse por escrito, en duplicado,
acompañando los títulos justificativos, con dos (2) copias firmadas y debe expresar el domicilio que constituya a todos los efectos del juicio. El
síndico devuelve los títulos originales, dejando en ellos constancia del pedido de verificación y su fecha. Puede requerir la presentación de los
originales cuando lo estime conveniente. La omisión de presentarlos obsta a la verificación.

Efectos: El pedido de verificación produce los efectos de la demanda judicial, interrumpe la prescripción e impide la caducidad del derecho y de la
instancia (la solicitud de verificación no es una demanda, sino que sus efectos se equiparan con ella).

Arancel: Por cada solicitud de verificación de crédito que se presente, el acreedor, sea tempestivo, incidental o tardío, pagará al síndico un arancel
equivalente al diez por ciento (10%) del salario mínimo vital y móvil que se sumará a dicho crédito. El síndico afectará la suma recibida a los gastos
que le demande el proceso de verificación y confección de los informes, con cargo de oportuna rendición de cuentas al juzgado quedando el
remanente como suma a cuenta de honorarios a regularse por su actuación. Exclúyase del arancel a los créditos de causa laboral, y a los
equivalentes a menos de tres (3) salarios mínimos vitales y móviles, sin necesidad de declaración judicial.

La verificación nos permite determinar quienes son los acreedores concursales, que causa o título tienen anterior a la presentación, y quienes son los
acreedores concurrentes, que van a ser los habilitados para participar en el proceso, particularmente en la votación de la propuesta que formulará el
concursado.

Caracteres:

1. Necesario: Hace referencia a que es la vía de ingreso obligatoria al concurso preventivo, siendo inevitable para cualquier acreedor;
2. Típico: En razón de que es el instituto característico del proceso concursal, con rasgos particulares y por medio del cual los acreedores
participaran;
3. Único: No existe otro proceso o instituto destinado a igual finalidad;
4. Contradictorio: Esto marca que la solicitud del acreedor podrá ser resistida, tanto por el propio concursado como por cualquiera del resto
de los acreedores. Existe un periodo de observación de créditos, en el cual estos sujetos formulen sus oposiciones a cada solicitud en
particular;
5. Causal: Porque cada solicitud verificatoria debe invocar y probar la causa como base de la pretensión. La falta de ésta implica el rechazo por
parte del síndico y juez.

La verificación del crédito no es una obligación para el acreedor, sino una carga sustancial, por la cual no existe una consecuencia disvaliosa ante la
omisión de hacerlo. Solamente es necesaria como condición para participar de los resultados del proceso concursal.

Esta petición que se hace por escrito, cumpliendo los requisitos del artículo 32 no es técnicamente una demanda, porque no se presenta ante un juez y
no tiene como culminación una sentencia, tampoco se corre traslado ordenado judicialmente.

El contenido de esta verificación estará compuesto por el monto, causa y privilegio:

1. Monto: Está dada por lo que surja de sus títulos justificativos, a los que deberá adicionarse los intereses hasta la fecha de presentación del
concurso preventivo.
2. Causa: Está dada por el negocio jurídico subyacente que le da origen al crédito y su indicación y prueba es requisito sine qua non para lograr
el éxito en el ingreso al pasivo concursal. La exigencia acá está dada en evitar acreencias simuladas o falsas, que permitan al concursado
manipular las mayorías y por ende afectar el dividendo concursal que le corresponde a cada acreedor
3. Privilegio: El Código Civil y Comercial en el artículo 2573 lo define como” la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado con
preferencia a otro. Puede ejercitarse mientras la cosa afectada al privilegio permanece en el patrimonio del deudor, excepto disposición legal
en contrario y el supuesto de subrogación real en los casos que la ley admite. El privilegio no puede ser ejercido sobre cosas inembargables
declaradas tales por la ley”. Es deber de los acreedores determinar la existencia de algún tipo de privilegio, siendo ésta una carga que en
caso de no cumplirlas, quedaría excluido de la sentencia verificatoria del juez.
Periodo de observaciones e impugnaciones

ARTÍCULO 34.- Período de observación de créditos. Durante los DIEZ (10) días siguientes al vencimiento del plazo para solicitar la verificación, el
deudor y los acreedores que lo hubieren hecho podrán concurrir al domicilio del síndico, a efectos de revisar los legajos y formular por escrito las
impugnaciones y observaciones respecto de las solicitudes formuladas. Dichas impugnaciones deberán ser acompañadas de DOS (2) copias y se
agregarán al legajo correspondiente, entregando el síndico al interesado constancia que acredite la recepción, indicando día y hora de la
presentación.

Dentro de las CUARENTA Y OCHO (48) horas de vencido el plazo previsto en el párrafo anterior, el síndico presentará al juzgado un juego de copias
de las impugnaciones recibidas para su incorporación al legajo previsto en el artículo 279.

Los trabajadores de la concursada que no tuvieren el carácter de acreedores tendrán derecho a revisar los legajos y ser informados por el síndico
acerca de los créditos insinuados.

Este artículo regula el periodo de observaciones de créditos, que constituye el lapso de tiempo en el cual los acreedores y el concursado, pueden
analizar y eventualmente objetar las solicitudes de verificación del resto de los acreedores. Es una especie de control multilateral, cuyo fundamento es
que los intervinientes estarán interesados en dejar fuera del concurso a aquellos que no puedan justificar su condición de tal.

Los legitimados para observar serán el concursado y los acreedores verificados. En cambio, los acreedores que no hubieren solicitado la verificación,
no se encontrarán legitimados.

Este trámite se lleva adelante en la oficina del síndico, lugar donde se presentaron las verificatorias. Una vez que se formulen las observaciones o
impugnaciones correspondientes, la sindicatura las deberá agregar al legajo de crédito impugnado, debiendo el sujeto interesado acompañar dos
copias del escrito. El síndico deberá otorgar una copia sellada o constancia que acredite la presentación debida sellada por aquel. Una vez que pasa
esto, el síndico tiene cuarenta y ocho (48) horas hábiles para presentar al juzgado un juego de copias de las impugnaciones deducidas.

Informe individual del síndico

ARTÍCULO 35.- Informe individual. Vencido el plazo para la formulación de observaciones por parte del deudor y los acreedores, en el plazo de
VEINTE (20) días, el síndico deberá redactar un informe sobre cada solicitud de verificación en particular, el que deberá ser presentado al juzgado.

Se debe consignar el nombre completo de cada acreedor, su domicilio real y el constituido, monto y causa del crédito, privilegio y garantías
invocados; además, debe reseñar la información obtenida, las observaciones que hubieran recibido las solicitudes, por parte del deudor y de los
acreedores, y expresar respecto de cada crédito, opinión fundada sobre la procedencia de la verificación del crédito y el privilegio.

También debe acompañar una copia, que se glosa al legajo a que se refiere el artículo 279, la cual debe quedar a disposición permanente de los
interesados para su examen, y copia de los legajos.

Este informe configura una de las etapas más importantes de actuación de la sindicatura. Es una opinión fundada respecto de la viabilidad de cada
crédito para ser insinuados judicialmente. La parte más importante de estos informes individuales es el consejo del síndico sobre la verificación,
admisibilidad o inadmisibilidad del crédito insinuado y de su graduación.

Este consejo no es vinculante para el magistrado, pero si obstaculiza los alcances de la decisión judicial en cuanto a la calificación del crédito y del
privilegio.

Este informe debe tener contenidos específicos: I) individualización del acreedor (nombre, domicilio real y procesal); II) pretensión verificatoria (montó,
causa, privilegio y garantías); descripción de la etapa tempestiva; IV) opinión fundada y consejo de la verificación, admisión o inadmisión.

RESOLUCIÓN JUDICIAL

Esta etapa de la sentencia verificatoria se compone de cuatro pasos:

1. Petición (art 32); 3. Información (art 35);


2. Oposición (art 34); 4. Decisión (art 36).

La resolución del juez se trata de una verdadera sentencia, y como tal, debe ser fundada. El juez puede desestimar un crédito o privilegio aconsejado
favorablemente por el síndico, como podrá admitir uno u otro desfavorablemente aconsejados.

ARTÍCULO 36.- Resolución judicial. Dentro de los DIEZ (10) días de presentado el informe por parte del síndico, el juez decidirá sobre la
procedencia y alcances de las solicitudes formuladas por los acreedores. El crédito o privilegio no observados por el síndico, el deudor o los
acreedores es declarado verificado, si el juez lo estima procedente.

Cuando existan observaciones, el juez debe decidir declarando admisible o inadmisible el crédito o el privilegio.

Estas resoluciones son definitivas a los fines del cómputo en la evaluación de mayorías y base del acuerdo, sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo siguiente.

ARTÍCULO 37.- Efectos de la resolución. La resolución que declara verificado el crédito y, en su caso, el privilegio, produce los efectos de la cosa
juzgada, salvo dolo.

La que lo declara admisible o inadmisible puede ser revisada a petición del interesado, formulada dentro de los VEINTE (20) días siguientes a la
fecha de la resolución prevista en el artículo 36. Vencido este plazo, sin haber sido cuestionada, queda firme y produce también los efectos de la
cosa juzgada, salvo dolo.

ARTÍCULO 38.- Invocación de dolo. Efectos. Las acciones por dolo a que se refiere el artículo precedente tramitan por vía ordinaria ante el
juzgado del concurso, y caducan a los NOVENTA (90) días de la fecha en que se dictó la resolución judicial prevista en el artículo 36. La deducción
de esta acción no impide el derecho del acreedor a obtener el cumplimiento del acuerdo, sin perjuicio de las medidas precautorias que puedan
dictarse.

Sobre cada solicitud pueden dictarse las siguientes resoluciones:

- Si no hay impugnaciones u observaciones por parte de acreedores y el síndico dictamina favorablemente, la resolución judicial lo declarará
verificado. En cuanto a sus efectos, tiene los más favorables para su titular, ya que lo habilita a decidir sobre la propuesta de acuerdo que
hará el concursado.
- Si no hay impugnaciones u observaciones por parte de acreedores y si el síndico hubiera dictaminado favorablemente, el juez podrá
declararlo no verificado. En cuanto a sus efectos, el crédito no podrá participar de la propuesta de acuerdo, pero será recurrible.
- Si hay impugnaciones de acreedores o dictamen desfavorable del síndico, el juez podrá declararlo admisible. En este caso, el magistrado
podrá desechar las impugnaciones o hacer caso omiso al dictamen del síndico, resolviendo la admisibilidad del crédito. Sus efectos lo
habilitan a decidir sobre la propuesta de acuerdo que hará el concursado. Además, la resolución del juez será susceptible del recurso de
revisión por parte del interesado.
- Si hay impugnaciones u observaciones de los acreedores, o dictamen desfavorable del síndico, el juez podrá declararlo inadmisible. Así el
magistrado, haciendo lugar a lo aconsejado y a las observaciones, declara la inadmisibilidad del crédito. El efecto implica para el acreedor la
imposibilidad de participar en la propuesta de acuerdo, no obstante será susceptible de recurso de revisión.

El artículo 37 establece que “la resolución que declara verificado el crédito y, en su caso, el privilegio, produce los efectos de la cosa juzgada, salvo dolo
(vicio clásico de la voluntad porque suprime la intención y consiste en realizar maniobras engañosas o incurrir en una omisión o reticencia, para lograr
que otra persona realice un acto jurídico que de otra manera no realizaría).

Dada la amplitud que requiere probar el dolo, el trámite procesal que se le impone es el ordinario, aplicándose los plazos y disposición para ese tipo de
proceso que fijen los códigos procesales locales, de la jurisdicción donde se desarrolla el pleito.

Los acreedores cuyo crédito se interpone la acción de dolo, no se verán impedidos de participar del concurso preventivo, hasta tanto finalice el juicio
en cuestión. Podrán así participar de los comités de acreedores, ser tenidos en cuenta para el cómputo de mayorías, votar la propuesta de acuerdo y
obtener el pago de las cuotas según lo establezca el acuerdo. Sin embargo, el juez puede dictar medidas precautorias contra el supuesto acreedor
doloso, como pueden ser embargados sobre los fondos que podría percibir por el acuerdo, inhibición general de bienes, etcétera.

VERIFICACIÓN TARDÍA

Existen dos tipos de verificaciones que se basan en un criterio temporal: 1) verificación tempestiva y 2) verificación tardía.

Aquellos acreedores que no hubieran presentado su verificación del crédito en el momento fijado por el juez en la sentencia de apertura del concurso
preventivo, tendrán una segunda oportunidad, al permitirles lograr dicho cometido mediante el correspondiente “incidente de verificación tardía”.
Esta verificación tiene dos variantes: 1) Por incidente de verificación (mientras el concurso se encuentre en trámite) y 2) por acción individual (si el
trámite concursal ya finalizó, y siempre que no hubieren transcurrido dos años desde la presentación del concurso).

PRONTO PAGO

Pronto pago de créditos laborales. Dentro del plazo de diez (10) días de emitido el informe que establece el artículo 14 inciso 11), el juez del
concurso autorizará el pago de las remuneraciones debidas al trabajador, las indemnizaciones por accidentes de trabajo o enfermedades laborales y
las previstas en la LCT o en otras leyes especiales, estatutos, convenios colectivos o contratos individuales que gocen de privilegio general o
especial.

Para que proceda el pronto pago de crédito no incluido en el listado que establece el artículo 14 inciso 11), no es necesaria la verificación del crédito
en el concurso ni sentencia en juicio laboral previo.

Previa vista al síndico y al concursado, el juez podrá denegar total o parcialmente el pedido de pronto pago mediante resolución fundada,
sólo cuando existiere duda sobre su origen o legitimidad, se encontraren controvertidos o existiere sospecha de connivencia entre el
peticionario y el concursado.

En todos los casos la decisión será apelable.

La resolución judicial que admite el pronto pago tendrá efectos de cosa juzgada material e importará la verificación del crédito en el pasivo
concursal.

La que lo deniegue, habilitará al acreedor para iniciar o continuar el juicio de conocimiento laboral ante el juez natural (en caso de rechazo, el
acreedor laboral está habilitado para iniciar o continuar el juicio de conocimiento laboral ante el juez natural de manera independiente).

No se impondrán costas al trabajador en la solicitud de pronto pago, excepto en el caso de connivencia, temeridad o malicia.

Los créditos serán abonados en su totalidad, si existieran fondos líquidos disponibles. En caso contrario y hasta que se detecte la existencia de los
mismos por parte del síndico se deberá afectar el tres por ciento (3%) mensual del ingreso bruto de la concursada.

El síndico efectuará un plan de pago proporcional a los créditos y sus privilegios, no pudiendo exceder cada pago individual en cada distribución un
monto equivalente a cuatro (4) salarios mínimos vitales y móviles.

Excepcionalmente el juez podrá autorizar, dentro del régimen de pronto pago, el pago de aquellos créditos amparados por el beneficio y que, por
su naturaleza o circunstancias particulares de sus titulares, deban ser afectados a cubrir contingencias de salud, alimentarias u otras que no
admitieran demoras.

En el control e informe mensual, que la sindicatura deberá realizar, incluirá las modificaciones necesarias, si existen fondos líquidos disponibles, a
los efectos de abonar la totalidad de los prontos pagos o modificar el plan presentado.

A los fines de la verificación, el acreedor laboral tendrá distintas alternativas de acceso al pasivo concursal.

1. Iniciar o proseguir su juicio ante su juez natural;


2. Verificar conforme el sistema del artículo 32 de la LCQ, como el resto de los acreedores;
3. Iniciar el pronto pago.

El pronto pago es un instituto que tiene el acreedor laboral, que le permite obtener de manera más rápida y efectiva el cobro de su crédito en la
quiebra o en el concurso preventivo. Además de ser un medio, el pronto pago es un derecho fundamental que poseen los acreedores laborales, en
razón del carácter alimentario de sus créditos.

Este es un sistema básico de ingreso del trabajador al pasivo concursal. Permite que los acreedores laborales no se vean forzados, en razón del
carácter alimentario de sus créditos, a esperar el trámite completo de la quiebra o del concurso preventivo para cobrarlo. En síntesis, es un medio de
pago para la rápida cancelación de los pasivos laborales y constituye para tales acreedores, una excepción frente al principio concursal de la pars
conditio creditorum.

¿Pueden acceder todos los acreedores laborales? Pueden acceder los créditos que estan incluidos dentro del menú de indemnizaciones previstos en el
párrafo 2° del artículo 16, estos son:

1. Indemnizaciones por accidentes de trabajo o enfermedades 6. Indemnización sustitutiva del preaviso, integración de
laborales; indemnización con salarios del mes de despido y la
2. Remuneraciones debidas al trabajador; indemnización por antigüedad;
3. Sanciones conminatorias por omisiones de ingreso de 7. Indemnizaciones agravadas;
aportes retenidos; 8. Indemnizaciones agravadas para relaciones laborales no
4. Indemnizaciones agravadas por despido por causa de registradas o registradas de modo deficiente;
embarazo; 9. Indemnizaciones agravadas para relaciones laborales no
5. Despido por causa de matrimonio; registradas o registradas de modo deficiente;
10. entre otras.

Existen diversos sistemas aplicables de pronto pago:

1. Estuvieran incluidos en el informe preliminar realizado por la sindicatura respecto de los créditos laborales existentes;
2. No se encontraran incluidos en el;
3. Fueron solicitados por el acreedor interesado.

En los dos primeros casos, el pago se ordena de oficio por el juez, dado que no hay petición alguna al respecto. El síndico sólo presenta un informe y
no un requerimiento de pago.

El primer supuesto es el pronto pago de oficio o automático (deben tener respaldo documental y contable; gozar de privilegio general y especial, a
efectos de que el juez pueda disponer su pago).

Consta de tres (3) etapas:

A. El deudor en la presentación en concurso tiene la carga de acompañar la nómina de sus empleados, con detalle de domicilio, categoría,
antigüedad y última remuneración recibida. Además de una declaración sobre la existencia o inexistencia de deuda laboral y con los
organismos de seguridad social, certificado por cp;
B. El síndico se pronuncia sobre la legitimidad de los créditos laborales denunciados por el deudor. Y además sobre la existencia de cualquier
otro crédito laboral susceptible de ser incorporado al pronto pago;
C. El juez evalúa la procedencia del pronto pago, a la luz de la presentación del concursado, del informe del síndico y de las demás constancias
que obren en el expediente.

¿Cuáles son las condiciones que se deben dar para ser pronto pagable automático?

1. Debe haberse originado en la relación laboral;


2. Debe ser de causa o título anterior a la presentación en concurso;
3. Debe encuadrar en la enumeración del párrafo 2 del artículo 16;
4. Debe gozar de un privilegio especial general o especial;
5. Debe surgir del informe del síndico
6. No deben estar controvertidas.

El segundo supuesto que son para aquellos créditos no incluidos en el informe del síndico, le permite al juez otorgar el pronto pago.

El tercer caso se trata de una solicitud del propio acreedor o pronto paguista a pedido de parte o incidental. Procede para:

1. Quien no hubiese sido incluido en la resolución oficiosa;


2. Quien habiendo sido incluido, considera que no se completaron íntegramente sus intereses.

En este caso, previa vista al síndico y al concursado, el juez pronunciará brindando autorización para el pronto pago. El acreedor solo puede presentar
prueba documental.

El juez puede denegar total o parcialmente el pronto pago, solo en los casos de créditos sobre los cuales:

1. Existiere duda sobre su origen o legitimidad;


2. Créditos que se encuentran controvertidos;
3. Sospecha de connivencia entre el peticionario y el concursado.

Superada esta etapa, la resolución judicial firme que admite el pronto pago tendrá efectos de cosa juzgada material e importará la verificación del
crédito en el pasivo concursal.

Si el juez rechaza al acreedor laboral, éste estará habilitado para iniciar o continuar el juicio de conocimiento laboral ante el juez natural. Podrá:

1. Iniciar su reclamo por juicio independiente ante el juez laboral;


2. Continuar el juicio en trámite (en caso de que lo hubiera iniciado con anterioridad a presentar solicitud de pronto pago); o
3. Verificar su crédito conforme al sistema del artículo 33 y ss LCQ.

El artículo establece que los créditos serán abonados en su totalidad, si existieran fondos líquidos disponibles. En caso contrario y hasta que se
detecte la existencia de los mismos por parte del síndico se deberá afectar el 3% mensual del ingreso bruto de la concursada. El síndico efectuará un
plan de pago proporcional al crédito y privilegios, no pudiendo exceder cada pago individual en un monto equivalente a CUATRO (4) SMVM.

INFORME GENERAL DEL SÍNDICO

Es uno de los hechos más relevantes del proceso concursal. Contiene una síntesis de la investigación e información vinculada con la empresa o
actividad del concursado y su patrimonio, y también con sus negocios de manera retrospectiva, actual y proyectiva, constituyendo una gran
herramienta a la hora de evaluar muchas de las contingencias concursales. Es una radiografía de la concursada y se presenta treinta días después
de presentado el informe individual de los créditos.

Este informe debe ser concreto y objetivo. Debe aportar criterios para que los acreedores decidan con conocimiento de causa la actitud a adoptar al
tratar la propuesta de acuerdo.

Este informe del síndico deberá ser fundado y valorado en las circunstancias acaecidas en el proceso concursal.

ARTÍCULO 39: Oportunidad y contenido. Treinta (30) días después de presentado el informe individual de los créditos, el síndico debe presentar
un informe general, el que contiene:

1) El análisis de las causas del desequilibrio económico del deudor (el síndico debe tecnificar su opinión sobre las causas que llevaron al deudor al
estado de insolvencia, cuyo fin corresponderia a que realice una auditoría de la empresa que le permita conocer su viabilidad económica y no
sumarse fácilmente a las explicaciones del deudor. Debe indagar si las causas que llevaron a el deudor a la cesación de pagos son las reales o si
existen omisiones).

2) La composición actualizada y detallada del activo, con la estimación de los valores probables de realización de cada rubro, incluyendo intangibles
(tiene que elaborar un inventario-balance del deudor, del que surjan los bienes integrantes del activo y de las obligaciones que componen su
pasivo. Los bienes deben reflejar su valor actual, así como su probable valor de realización).

3) La composición del pasivo, que incluye también, como previsión, detalle de los créditos que el deudor denunciara en su presentación y que no se
hubieren presentado a verificar, así como los demás que resulten de la contabilidad o de otros elementos de juicio verosímiles (el síndico debe
identificar deudas denunciadas, sino también los créditos de aquellos acreedores que no se presentaron a verificar, que resultan de la información
contable y otros elementos. Esto es en razón de poder tener una información real acerca del pasivo total).

4) Enumeración de los libros de contabilidad, con dictamen sobre la regularidad, las deficiencias que se hubieran observado, y el cumplimiento de
los artículos 43, 44 y 51 del Código de Comercio (este inciso toma relevancia si estamos frente a una sociedad regularmente constituida, que lleva
libros contables en legal forma. El síndico deberá analizar los mismos y determinar si la registración volcada coincide con el real movimiento de la
empresa, o si por el contrario fue parcial o defectuosamente registrada).

5) La referencia sobre las inscripciones del deudor en los registros correspondientes y, en caso de sociedades, sobre las del contrato social y sus
modificaciones, indicando el nombre y domicilio de los administradores y socios con responsabilidad ilimitada (este inciso toma relevancia si
estamos frente a un deudor inscripto en el registro correspondiente. Para el concurso del consumidor, dicho requisito no es necesario, salvo que de
la misma sea un comerciante matriculado).

6) La expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos, hechos y circunstancias que fundamenten el dictamen (esto adquiere
relevancia en una eventual quiebra del deudor, ya que la fecha inicial de la cesación de pagos sirve de punto de partida para determinar el lapso
dentro del cual se podrán ejercer las acciones de recomposición patrimonial).

7) En caso de sociedades, debe informar si los socios realizaron regularmente sus aportes, y si existe responsabilidad patrimonial que se les pueda
imputar por su actuación en tal carácter (importante en caso de quiebra. El síndico debe informar si los socios realizaron sus aportes a la sociedad, y
si estos tienen responsabilidad en la comisión de cualquiera de esos actos).

8) La enumeración concreta de los actos que se consideren susceptibles de ser revocados, según lo disponen los artículos 118 y 119 (el síndico debe
enumerar los actos realizados por la sociedad que sean susceptibles de ser declarados ineficaces ante una eventual quiebra).

9) Opinión fundada respecto del agrupamiento y clasificación que el deudor hubiere efectuado respecto de los acreedores (esta es una posibilidad
que tiene el síndico de expedirse sobre la propuesta de acuerdo que efectuó el concursado. Debe verificar si el deudor al confeccionar la propuesta
cumplió con las pautas de agrupamiento y clasificación de los acreedores con un criterio de razonabilidad. El síndico puede disentir de manera
fundada. Lo que no puede hacer el síndico es proponer otras formas de agrupación de acreedores en base a otras pautas. El fundamento de este
inciso es evitar una manipulación de categorías, impidiendo que el deudor las utilice para diluir o neutralizar votos negativos).

10) Deberá informar, si el deudor resulta pasible del trámite legal prevenido por el Capítulo III de la ley 25.156, por encontrarse comprendido en el
artículo 8° de dicha norma.

El síndico debe cumplir lo requerido en los distintos incisos del artículo 39, sin perjuicio de que el juez pueda solicitar al funcionario concursal alguna
información complementaria.

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