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TEMA 1: INTRODUCCION AL DERECHO CONCURSAL

1. Fundamentos del Derecho Concursal


Las empresas quiebran por dos razones:
 Son ineficientes: No son capaces de producir sus bienes o servicios a precios competitivos.
 Son obsoletas: En el sentido de que la demanda del producto o servicio que fabrican es
insuficiente para generar un precio lo bastante alto como para cubrir los costes medios de
producción que soportan.
Cuando un empresario se encuentra en alguna de estas dos situaciones, lo normal es que su activo
sea insuficiente para atender al pago de todo su pasivo. Es decir, que su patrimonio sea negativo y
por tanto sea insolvente. En ese caso, la empresa debe abandonar el mercado y los bienes y derechos
que ostente deben dejar de estar controlados y administrados por el empresario quebrado y pasar a
otras manos, produciéndose una reasignación de los recursos.
Si el empresario sólo tuviera un acreedor, el siguiente paso, una vez constatada la situación de
insolvencia, sería sencillo y podría realizarse a bajo coste, ya que el acreedor se quedaría con todo el
patrimonio y, si es racional, lo destinaría a los fines que maximizasen su valor. Cuando hay un solo
acreedor, el Derecho se aplica “regularmente”, es decir, no se aplican normas especiales sino las
generales del Derecho de obligaciones. El acreedor procede a la liquidación y exige el cumplimiento,
ejecuta los títulos, embarga las propiedades del deudor y se extinguen las obligaciones en la cuantía
del valor del patrimonio del deudor. Para lo que haya quedado sin pagar, el acreedor deberá esperar
a que el deudor “venga a mejor fortuna” y tenga bienes “futuros” con los que liquidar todas sus
deudas. Además hay que diferenciar dos situaciones:
 Reorganización y saneamiento: Si el acreedor cree que los bienes del quebrado valen más en
manos de éste que en las propias, llegará a un acuerdo con él para que bajo su control siga
administrándolo de manera que pueda salir de la situación de insolvencia y hacer frente a la
totalidad de las deudas.
 Transmisión con finalidad de saneamiento: Si la empresa del quebrado vale más mantenida
como una unidad pero bajo otra gestión que liquidada o mantenida en manos del deudor, se
transferirá a un tercero que esté dispuesto a pagar ese mayor valor.

En los casos en los que se apliquen las reglas especiales se tratará del Derecho Concursal que es un
conjunto de reglas que ordena a los acreedores que decidan conjuntamente qué se hace con el
patrimonio del deudor. El procedimiento se inicia con la determinación de dicho patrimonio y
termina con el pago, en condiciones de igualdad, de la parte de las deudas que corresponda a cada
acreedor con cargo al patrimonio así delimitado. Es decir es un sistema de ejecución colectiva.

Además, la solución colectiva es la mejor con independencia de cuál sea la forma de utilización del
patrimonio del deudor que finalmente se adopte (liquidación, venta en globo...), porque es la única
que consiente que los acreedores puedan contrastar el valor de liquidación del patrimonio del
deudor con el valor de la empresa en funcionamiento, ya que el sistema de ejecuciones individuales
conduce inexorablemente a elegir el valor de liquidación sin contrastación alguna. Es decir, el sistema
colectivo permite a los acreedores decidir cuál es el modo más adecuado de maximizar la utilidad del
patrimonio del deudor.

Dado que el patrimonio del deudor es insuficiente para atender a todas sus deudas, corresponde al
Derecho concursal una segunda misión la de establecer un sistema de reparto de las pérdidas
derivadas de tal insuficiencia y un sistema que también responda a criterios de eficiencia. El principio
vigente en nuestro Derecho es que, una vez que se declara la quiebra, todos los acreedores serán
tratados de modo igual dentro de su clase sin distinción de fechas, de modo que ninguno tiene
derecho a cobrar más o antes por el hecho de que su crédito sea más antiguo.
2. Derecho Concursal preexistente
La Ley concursal modifica la legislación sobre la insolvencia después de casi dos siglos, ya que hasta
2003 el Código de comercio de 1829 seguía vigente precisamente en cuanto servía de soporte
material a las normas procesales sobre quiebra de la Ley de Enjuiciamiento civil de 1881.

Una de las grandes novedades de la ley concursal es la unificación de los distintos procedimientos
que se utilizaban en el derecho derogado para tratar la insolvencia del deudor: quiebra, suspensión
de pagos, concurso de acreedores y beneficio de quita y espera.
 La quiebra y la suspensión de pagos: Daban respuesta a los problemas que planteaban las
crisis patrimoniales en el ámbito empresarial. Es decir, eran eminentemente liquidativos.
 Concurso de acreedores y el beneficio de quita y espera: Solucionaban la cuestión en el
ámbito civil. Es decir, estaban inspirados por una racionalidad más reorganizativa o
conservativa en la que la solución al mismo venía de la mano del convenio de acreedores.
Por otro lado, la quiebra y el concurso de acreedores tenían como desencadenante la insolvencia,
entendida tanto como desbalance (particularmente en el caso de concurso voluntario o declarado a
instancia del deudor) o como sobreseimiento en los pagos (en el caso de concurso forzoso o
declarado a instancia de los acreedores), mientras que la suspensión de pagos y el beneficio de quita
y espera partían del presupuesto de la iliquidez.

No puede dejarse de reconocer que en el derecho que se deroga, la suspensión de pagos se convirtió
en el procedimiento estándar para tratar cualquier situación de crisis empresarial. Eso fue
básicamente debido a una pequeña corruptela del sistema, que permitía tramitar a través de la
suspensión de pagos auténticas situaciones de desbalance que deberían haber sido reconducidas al
procedimiento de quiebra, siempre que los acreedores no se opusieran. El afán de evitar la quiebra
del Banco de Barcelona, en los años veinte del siglo pasado, explica esa corruptela legal que convirtió
a la suspensión de pagos en el procedimiento concursal por excelencia.

3. La vigente regulación concursal


Tres son las principales características del nuevo procedimiento unificado que implanta la Ley
Concursal:
 Servirá para tratar cualquier situación de impotencia patrimonial del deudor, sea insolvencia o
sea iliquidez.
 Servirá para atajar las crisis de cualquier deudor, sea comerciante o no comerciante.
 Ofrece una doble solución o salida al mismo: Convenio o liquidación. Esta unificación de
procedimientos constituye un gran avance.

El procedimiento que pone en pie la ley concursal se decanta por primar la reorganización del
patrimonio del deudor y en la consecución de esa reorganización se asigna un papel protagonista al
deudor. El deudor es quien determina la solución que ha de darse al concurso. De forma, se pueden
sintetizar las distintas fases del procedimiento en las denominadas secciones que lo componen. Las
distintas Secciones del concurso se ordenarán en cuantas piezas separadas sean necesarias o
convenientes:
 Sección 1ª:
 Declaración de concurso.
 Medidas cautelares.
 Resolución final de la fase común.
 Conclusión si no hay masa y, en su caso, reapertura del concurso.
 Sección 2ª:
 Administración concursal del concurso.
 Nombramiento y estatuto de los administradores concursales.
 Determinación de sus facultades y ejercicio, de los administradores concursales.
 Rendición de cuentas.
 Responsabilidad de los administradores concursales, en su caso.
 Sección 3ª:
 La determinación de la masa activa.
 Las autorizaciones para la enajenación de bienes y derechos de la masa activa.
 La sustanciación, decisión y ejecución de las acciones de reintegración y de reducción.
 Las deudas de la masa.
 Sección 4ª:
 La determinación de la masa pasiva.
 La comunicación, reconocimiento, graduación y clasificación de los créditos
concursales.
 El pago de los acreedores.
En esta sección se incluirán también en pieza separada:
 Los juicios declarativos contra el deudor que se hubieran acumulado al concurso de
acreedores.
 Las ejecuciones que se inicien o se reanuden contra el concursado.
 Sección 5ª:
 El convenio (incluido el convenio anticipado).
 La liquidación (incluida la liquidación anticipada).
 Sección 6ª:
 Calificación del concurso y sus efectos.

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