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Trabajo de Investigación:

¿Cómo influye el tipo de apego infantil en el desarrollo


futuras posibles adicciones en la vida adulta?

Docente: Alfredo Moltedo.


Integrantes: Anneliese Jeldes
Ángelo Acevedo
Camilo Rodíguez

Pregunta de investigación
¿Cómo influye el tipo de apego infantil en el desarrollo futuras posibles adicciones
en la vida adulta?

-Objetivo general:
Comprender qué relación existe entre el tipo de apego infantil en el desarrollo de
adicciones en la vida adulta.

Objetivos específicos:
-Establecer tipo de apego.
-Identificar qué tipo de apego en la infancia del individuo tiene relación con la
adicción en su etapa adulta.
-Describir cómo a través del tipo de apego se generan mecanismos que llevan a la
persona a refugiarse en las adicciones.

Introducción:
La infancia es una etapa crucial para el desarrollo emocional y social de una
persona. En este periodo, se genera un vínculo emocional entre los cuidadores y los
niños, la calidad de este vínculo es esencial para el desarrollo del individuo, también
conocido como apego, que se refiere a la capacidad de un niño para establecer y
mantener relaciones seguras estables con sus cuidadores (Bowlby, 1969). Sin
embargo cuando el apego no es seguro, es decir, cuando los cuidadores no están
disponibles para cubrir las necesidades del bebe y en la primera infancia, se pueden
generar problemas emocionales y de comportamiento que puede perdurar y verse
reflejado en la adultez. Uno de estos problemas es el desarrollo de adicciones.
Los individuos que experimentan estas carencias afectivas en sus primeros meses
de vida y la angustia persecutoria es demasiado intensa pueden generar un apego
inseguro (Klein, 1940). Por lo que tienen un mayor riesgo de desarrollar adicciones a
sustancias o comportamientos adictivos para llenar esta sensación de vacío.
En la teoría de la sombra se representa este apego inseguro como la represión de
aspectos negativos de la personalidad, lo que quiere decir que el mismo sistema de
represión, oculta estos aspectos de uno mismo, que se consideran como negativos,
creando así esta sensación de vacío interna, ya que al negar el verdadero yo, existe
una desconexión de la naturalidad del individuo y limitando la manera de proyectar
los sentimientos auténticos (Jung, 1991).
En el tema de la drogadicción, el recurrir a estas drogas es una manera de llenar
esta sensación de vacío, escapando de la desconexión a nuestros verdaderos
sentimientos.
Por eso se hace necesario profundizar en el estudio de cómo influye el tipo de
apego infantil en el desarrollo de adicciones en la vida adulta.
En este contexto, el objetivo general de este estudio es comprender cómo influye el
tipo de apego infantil a desarrollar una adicción en la vida adulta.
Para lograrlo se pretende establecer los tipos de apego, también identificar qué
elementos sobre la historia de la relación vincular con su figura de apego influye de
manera significativa en el ámbito psicológico, social, afectivo y como este mismo
genera una sensación de vacío se busca llenar con adicciones.
Este estudio puede ser de gran importancia, ya que puede ayudar a crear
estrategias de prevención en la preocupación del apego en los primeros años de
vida y también generar estrategias terapéuticas para trabajar en las carencias
vinculares que se manifiestan en una dependencia hacia un estilo de vida.

Además ayudaría a reflexionar y concientizar sobre la importancia del afecto, la


comunicación y las necesidades de protección y cuidado en la infancia debido a
que la falta de esto, conlleva en la etapa adulta a crear el patrón de apego y
dependencia frente a las adicciones, creando un factor de riesgo si es que no se
tiene una autorregulación emocional y cognitiva frente a esto.

Formulación del problema:

¿De qué manera afecta el apego desarrollado en la infancia y que relación tiene con
la adicción?

Esta formulación del problema sugiere que el tipo de vínculo afectivo que se
establece entre el niño y su cuidador principal durante los primeros años de vida
puede influir en la manera en que el individuo se relaciona con el mundo en la vida
adulta, incluyendo su capacidad para regular emociones, tomar decisiones y
enfrentar situaciones estresantes, lo que a su vez puede aumentar o disminuir su
vulnerabilidad a las adicciones futuras .

También existen mecanismos subyacentes que explican la relación entre el apego y


las adicciones, y que podrían incluir factores neurobiológicos, psicológicos y
sociales.
El apego temprano es fundamental para desarrollar habilidades sociales y
emocionales, lo que lleva a un menor riesgo de desarrollar adicciones.

La investigación sobre este tema puede tener implicaciones importantes para la


prevención y el tratamiento de las adicciones, así como para el diseño de políticas
públicas que promuevan entornos saludables para el desarrollo infantil.

Marco Teórico
El desarrollo de adicciones en la vida adulta puede estar influenciado por diversos
factores, entre ellos el tipo de apego generado durante la infancia y las primeras
relaciones afectivas tempranas. El apego se refiere al vínculo emocional que se
establece entre un niño y sus cuidadores principales. Los estilos de apego tienen
mucha importancia en el desarrollo del bienestar psicológico de las personas ya que
su componente principal son las emociones, y tiene un impacto significativo en el
individuo a lo largo de su vida en el ámbito psicológico, social y afectivo.
El estilo de apego se deriva de la teoría de Jhon Blowbly (1992) en la cual se refiere
a las formas de relacionarse que tiene una persona en el ámbito personal y en la
vida diaria, además el apego involucra la capacidad observar su alrededor, pero
también implica buscar refugio en otras cosas en momentos de estrés, angustia y
preocupación. Asi mismo, enlaza la capacidad de explorar lo que nos rodea, con
nuestra propia búsqueda interna (Levy, 2011).

Se identificaron tres estilos diferentes de apego: apego seguro, apego ansioso, y


apego inseguro evitativo. El apego seguro se refiere a los niños que cuando
conflicto son rápidamente calmados por sus cuidadores, por otro lado el apego
ansioso se describe a los niños que son muy dependientes de sus cuidadores. Por
último el apego inseguro y evitativo se refiere a los niños que no tienen contención
por parte de sus cuidadores por lo tanto tienen una relación lejana o inexistente con
ellos. (Bowlby, ainsworth y Bretherton, 1992).

También se entre estos describen 4 tipos de apego en la relación entre padres e


hijos, tres tipos “organizados”: seguro evitativo y ansioso y un apego
“desorganizado”, estos tipos se establecen según la relación con el cuidador o
cuidadora, es decir si los bebés tienen respuestas positivas y apropiadas por parte
del cuidador ante las necesidades del niño o niña ellos por lo tanto van a desarrollar
un apego seguro, esto abarca no solamente los cuidados básicos de alimentación y
protección, sino que cuidados y contenciones emocionales y afectivas en todo
momento que lo necesiten. Cuando el cuidador carece de estas habilidades es
probable que se desarrolle apego evitativo, ansioso y desorganizado.

Los apegos evitativos y ansioso son apegos “inseguros” ya que se desarrollan


ciertas estrategias no adaptativas con el fin de que el cuidador le brinde la atención
y cubra sus necesidades, por otro lado los niños con apego desorganizado no
establecen ninguna estrategia en momentos de intranquilidad (Hébert, 2020).
Entre sus diferencias principales entre cada estilo de apego, el evitativo se relaciona
con ignorar cualquier tipo de pensamiento relacionado con la separación, por otro
lado el ansioso se relaciona con la disminución se la omisión de estos
pensamientos. El apego evitativo se caracteriza por desarrollar una autosuficiencia y
mantener distancia con los demás, mientras el ansioso se caracteriza por buscar la
contención y el apoyo de quienes lo rodean (Liu y Ma, 2019). En el caso del apego
desorganizado, se relaciona particularmente a la disociación, lo cual muchas veces
puede estar ligado al abuso sexual infantil, (Hébert, (2020).
La regulación emocional tiene una gran relevancia en el tipo de apego generado ya
que esta posee las habilidades y estrategias necesarias para cambiar las
experiencias emocionales siendo muy importantes en el ámbito conductual para
aplicar estrategias de acuerdo a los objetivos, de acuerdo a la estrategia se pueden
ocasionar diferentes consecuencias en el ámbito social, cognitivo y afectivo. (Zhang,
(2019) sugiere que la crianza de padres atentos y presentes potencia el desarrollo
de habilidades de regulación emocional en donde puede facilitar el apego seguro en
los niños y niñas. La regulación emocional forma parte de los rasgos de cada tipo de
apego, generalmente se divide en adaptativa y desadaptativa según las estrategias
que se emplee, por ejemplo en el apego seguro se manejan estrategias re
adaptativas, lo que ayuda a tener una mejor perspectiva social de las personas y
autorregular los impulsos, en cambio las personas con apegos inseguros (ansioso y
evitativo) tienden a manejar estrategias desadaptativas por lo que tienen menos
regulación emocional afectando el ámbito social, afectivo generando mayor
impulsividad.

La empatía en la infancia también es un componente que influye en la conducta de


la persona ya que en el caso de las personas con apego seguro buscan estar con
su figura de apego, especialmente cuando se sienten en peligro o vulnerables, en
cambio las personas con apego evitativo deciden tener mantener distancia
emocional con sus pares además de utilizar estrategias para pasar por alto sus
emociones negativas que lo hagan sentir en conflicto o vulnerable. El apego
evitativo se basa en comportamientos de aislamiento social y de supresión de
emociones que se puede transparentar en otro malestar psicológicos ej: sentirse
decepcionado consigo mismo, frustrado o aislado por sus fracasos las interacciones
personales. (Stevenson, 2019)

Las personas con un estilo de apego inseguro, ya sea ansioso o evitativo pueden
ser más propensas a desarrollar adicciones en su vida adulta. Las personas con
apego ansioso tienden a experimentar ansiedad y preocupación constante acerca
de la disponibilidad y cercanía de sus relaciones, lo que puede llevar a la búsqueda
de sustancias o comportamientos adictivos como una forma de aliviar el malestar
emocional. Mary Ainsworth realizó un procedimiento al que denominó “situación
extraña” para estudiar la conducta observable del niño ante la separación y
particularmente ante el reencuentro con su cuidador principal (Ainsworth 1978;
Ainsworth et al. 1985). En dicho experimento se alejaba durante un breve período
de tiempo al niño de su cuidador principal, dejándolo en la presencia de un extraño y
en un ambiente desconocido; pudiéndose definir cuatro patrones diferentes de
comportamiento: Apego seguro, Apego ansioso-evitativo, apego ambivalente, y
apego desorganizado anteriormente mencionados.
El tipo de apego en la infancia y las relaciones tempranas puede influir de manera
significativa en el riesgo de padecer adicciones como mecanismo para enfrentar
emociones y situaciones complicadas que requieren de habilidades emocionales ,
autorregulación y empatía además, se ha destacado la existencia de otros factores
que pueden ser influyentes si se desenvuelve en un entorno social,como el
temperamento, la clase social y la influencia del medio, cuya conjugación podría
determinar en cada caso, la conducta de los individuos, su desarrollo emocional y la
forma en que interactúan con las personas que los rodean (Kagan,1997).

Recientemente, algunos autores han cuestionado este modelo, ampliamente


aceptado (Lewis, 2017), defendiendo uno basado en el “aprendizaje evolutivo” que
caracteriza la adicción como un producto del desarrollo cognitivo y emocional,
particularmente durante la primera infancia y la adolescencia. (Lewis,2017)
proporciona una descripción neurobiológica de cómo la experiencia y el aprendizaje,
en un entorno de estrés crónico, puede alterar el desarrollo neuronal y la
conectividad conduciendo a la adicción.

Se postula la existencia de dos pulsiones innatas que son opuestas entre sí, pero
que forman parte de la psique. La pulsión de vida tiene como objetivo principal la
búsqueda de la supervivencia y el placer, satisfaciendo nuestras necesidades
sociales, afectivas y biológicas, como la alimentación y evitar factores
estresantes(Freud, 1920). Cuando el apego es seguro, las relaciones con los demás
son saludables, se establecen vínculos y logran adaptarse a diferentes situaciones,
lo que brinda mayor seguridad (Bowlby, 1969). Por otro lado, encontramos la pulsión
de muerte, que busca la autodestrucción y la agresión, no implica un deseo literal de
muerte, pero puede manifestarse a través de comportamientos autodestructivos y
agresivos hacia uno mismo (Freud, 1920). En algunos casos, estas conductas
pueden generar adicciones. En el caso de un apego inseguro, el individuo puede
percibir el mundo como hostil y tener dificultades para regular esta pulsión. Como
resultado, buscaría enfrentar la soledad y el vacío a través del consumo de
sustancias.

La sensación de vacío se describe como una experiencia emocional muy fuerte en


donde se encontraría la carencia, soledad, se presentaría en los primeros meses de
vida cuando somos separados de nuestra figura cuidadora, lo que generaría una
gran sensación de angustia, este vacío estaría relacionado al aniquilamiento, en
donde nace la desesperanza y ansiedad, mientras más seamos expuestos a esta
angustia persecutoria esto influirá en nuestro desarrollo y percepción del mundo,
persistiendo esta sensación de vacío. (Klein, 1937). En la búsqueda de llenarlo se
puede recurrir al consumo de sustancias u otros actos para aliviar esta tensión y
olvidarla por este medio.

En los primeros meses de vida existe una lucha interna entre estas pulsiones en
donde presenta deseos amorosos y destructivos hacia la figura cuidadora
generalmente la madre, no existe una percepción completa del mundo externo o
interno, lo que lleva a separar en objetos buenos o malos, creando así la escisión,
en donde se percibe a un objeto bueno, que es amado, que brinda cuidado, calor y
por otro lado el objeto malo desea ser destruido ya que es amenazante, si es
percibido en períodos largos como malo puede impactar en la formación de la
personalidad, se puede polarizar la visión del mundo donde dificultará la posibilidad
de ver un objeto como uno solo que puede ser bueno o malo pero es el mismo
objeto, si no que se le crearía una apreciación más primitiva de todo o nada (Klein,
1957).

La falta de conexión emocional y una identidad menos estable genera la sensación


de vacío y las primeras interacciones con los cuidadores primarios son
fundamentales para la formación de la estructura de la personalidad. Si existe un
apego descuidado, se pueden formar "objetos internos" como persecutorios, lo que
puede generar la sensación de vivir en un mundo hostil, lo que dificulta generar
relaciones estables y saludables, generando la sensación de soledad. Esta
experiencia puede llevar a algunas personas a recurrir a conductas más destructivas
como el consumo de drogas como una forma de afrontar esta angustia y llenar el
vacío emocional (Kernberg, 2010).

Las personas que presentan un apego seguro, buscan sus redes de apoyo cuando
se encuentran agobiados o se sienten amenazados, lo que brinda mayor contención
emocional y soporte, a diferencia de los individuos que presentan un apego
evitativo, donde se alejan de quienes lo rodean, intentando evadir sus emociones
negativas como frustración, decepción de uno mismo, presentando grandes niveles
de ansiedad, inclusive social y dificultando la regulación emocional, esto llevaría a
buscar el consumo de alguna sustancia para evitar la realidad (Mortazavizadeh &
Forstmeier, 2018).

El mecanismo de defensa de la negación el que cumple la función de proteger al yo


para evitar pensamientos, impulsos y deseos inaceptable por nuestra consciencia,
es la forma de rechazar una realidad que perturba nuestra realidad, se niega al
consciente, ya que afectaría nuestra autoestima e imagen personal (Freud, 1914)
por lo que no existiría conciencia de enfermedad en el caso del adicto, al no
reconocer que existe una dependencia a la droga y no aceptar la realidad.

Otro mecanismo de defensa es la desplazamiento en donde busca la protección de


las emociones displacenteras como la ansiedad, emociones, al tener problemas en
el ámbito social, se busca minimizar estas sensaciones, evitando enfrentarlas y
acudiendo al consumo de alguna droga que pueda sacarlo de la realidad, al existir
un problema de regulación emocional y que la manera de satisfacer estas
necesidades no sea saludable, se opta por una gratificación inmediata que brinda
alivio al sujeto (Freud, 1936)
Fuentes:

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