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Hipnoterapia cognitiva en el tratamiento del trastorno de

estrés postraumático
Violeta Eneaa*, Ion Dafinoiua. Facultad de Psicología y Ciencias de la
Educación, Universidad „Alexandru Ioan Cuza”, 3 Toma Cozma Street, Ia i,
700554, Rumania

Resumen
El artículo presenta un estudio de caso en el que se abordó el trastorno de
estrés postraumático (TEPT) de manera integradora, psiquiátrica y
psicoterapéutica. El cliente, una persona de 65 años altamente hipnotizable,
diagnosticada de TEPT y ataques de pánico, requería, por recomendación del
psiquiatra, farmacoterapia específica combinada con psicoterapia. La
intervención psicoterapéutica consistió en 23 sesiones utilizando técnicas de
hipnosis cognitivo-conductual que condujeron al tratamiento paulatino de los
síntomas, sin necesidad del tratamiento psiquiátrico. Este estudio de caso
destaca las características de un enfoque integrador que combina técnicas de
intervención psicológica y psiquiátrica.
© 2012 Los autores. Publicado por Elsevier B.V.
© 2013 Los autores. Publicado por Elsevier B.V. Acceso abierto bajo licencia CC
BY-NC-ND. Selección y/o revisión por pares bajo la responsabilidad de
PSIWORLD 2012
Selección y/o revisión por pares bajo la responsabilidad de PSIWORLD 2012
Palabras clave: estrés postraumático, hipnosis, terapia cognitivo-conductual

1. Introducción

La hipnosis, como medio de acceso directo al inconsciente, puede utilizarse


como tratamiento adyuvante en terapias eclécticas, psicodinámicas y cognitivas
conductuales. La inclusión de la terapia cognitivo conductual y la hipnosis fue
facilitada por técnicas y posiciones teóricas similares, como la similitud entre las
estrategias cognitivas utilizadas en la terapia cognitivo conductual y el modelo
terapéutico de Milton Erickson. Existen varios modelos clínicos que brindan
diferentes perspectivas para esta integración (Chapman, 2006), como el Modelo
de Habilidades Cognitivas (Diamond, 1989), el Modelo de Desarrollo Cognitivo
(Dowd, 1993) y el Modelo de Hipnosis Cognitiva Conductual (Kirsch, 1993). La
hipnosis se ha combinado con la terapia cognitivo conductual en el tratamiento
de trastornos de ansiedad, dolor, obesidad, depresión, hipertensión, cesación
tabáquica, etc.
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es el único trastorno mental con una
etiología fácilmente identificable (Fontaine & Fontaine, 2008). Según los criterios
del DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2003),

El TEPT es un síndrome que se produce tras la exposición a un factor de estrés


extremo. Se consideran acontecimientos traumáticos extremos las catástrofes
naturales, la guerra, la toma de rehenes, la violencia familiar o urbana, la
violación, los accidentes graves y muchas otras situaciones que ponen en
peligro la vida y la observación de la muerte de otra persona. Estos
acontecimientos son aún más traumáticos cuando aparecen de forma repentina
e inesperada. El tema central del trauma no es el dolor o el miedo, sino la
impotencia y la debilidad (Spiegel, 2001). Los síntomas del TEPT se refieren a
las intrusiones repetidas de recuerdos dolorosos, los esfuerzos por evitar
pensamientos, sentimientos o actividades que despiertan recuerdos, la
incapacidad de recordar aspectos importantes del trauma, la sensación de estar
distanciado o alejado de los demás, la disminución del interés por actividades
habitualmente agradables, una gama reducida de emociones y la sensación de
un futuro inútil. Si los individuos que sufren TEPT se encuentran en un estado
disociativo espontáneo durante e inmediatamente después del trauma, la
hipnosis puede ser útil para llegar a los recuerdos traumáticos recreando ese
tipo preciso de estado mental (Spiegel, 2001). Se considera que las personas
que han sufrido un trauma son bastante fácilmente hipnotizables, ya que los
pacientes con TEPT presentan síntomas disociativos y en la hipnosis pueden
evocar recuerdos traumáticos (Dafinoiu & Vargha, 2003). El presente estudio de
caso examinó los efectos de añadir la hipnosis a un tratamiento cognitivo-
conductual para tratar el TEPT. Bisson (2005) demostró que la combinación de
hipnosis y terapia cognitivo-conductual puede reducir algunos síntomas del
trastorno de estrés agudo.
Lynn et al. (2012) consideraron que la hipnosis es fundamentalmente una
intervención cognitivo-conductual que puede ser un complemento útil para los
enfoques cognitivo-conductuales basados en la evidencia para tratar el TEPT.
2. Estudio de casos
2.1. Historia del caso
D. es un jubilado de 65 años, que acudió a un psicólogo por recomendación del
psiquiatra; se le diagnosticó un TEPT de inicio tardío y ataques de pánico. Tiene
dos hijas de 34 y 40 años.
2.2. Principales quejas
D. acusa pensamientos intrusivos sobre la muerte de su esposa, pesadillas,
ataques de pánico, temblor de los miembros superiores, comportamiento de
evitación.
2.3. Historia de los trastornos actuales / historia personal y social / médica.
El año 2003 trajo consigo la muerte inesperada de la esposa alcohólica del
cliente, dos días después de un altercado durante el cual él la golpeó en
presencia de su hija menor. El motivo de la agresión fue el hecho de que la
madre prohibiera a la hija visitarla, por sus reproches sobre el abuso del alcohol.
De ahí que D. creyera que "pecaba de preocuparse más por mis hijos que por mi
mujer". Hubo una investigación, y en la comisaría, D. mandó a su yerno a
declarar, mientras él permanecía esperando nervioso en el coche. Temía a la
policía desde los tiempos del comunismo, cuando fue interrogado por unas
bombonas de gas compradas ilegalmente. La prisión estaba asociada a la
muerte, porque se sentía incapaz de adaptarse al ambiente carcelario. La causa
de la muerte de su mujer, establecida por el perito forense, fue un hematoma
provocado por el techo oblicuo de la bodega (donde se guardaba la bebida) con
el que se golpeó la cabeza.
El estrés postraumático comenzó medio año después de la muerte de su
esposa. Los síntomas evolucionaron a lo largo de seis años, y en 2009, cuando
acudió al psicoterapeuta, el cliente estaba bajo tratamiento psiquiátrico con
Ravotril, Rexetin y Mirzaten. En los últimos tres años, D. mostró un
comportamiento de evitación en el uso de la bodega y decidió dejar de producir
vino (síntomas conductuales). Pensaba: "Me equivoqué al hacer vino; si había
vino en la bodega... ella bebía" (síntomas cognitivos). Los pensamientos
intrusivos, que conservaban el sentimiento de culpa, eran también las palabras
de su mujer que, justo después de la pelea, decía: "me has abofeteado
siempre". Los síntomas emocionales consistían en emociones negativas
disfuncionales en forma de culpa: "soy el culpable de la muerte de mi mujer",
"soy culpable por no haber actuado a tiempo, debería haberla llevado al médico
por el hematoma, y solucionar su problema con la bebida".
La comparación entre el pasado idealizado y los sentimientos actuales de
soledad profundizó aún más su depresión. D. se describe a sí mismo como una
persona honesta, fiel y adicta al trabajo. El paciente tiene un hermano y una
hermana. Describe a sus padres como buenos educadores que supieron
educarle sin utilizar métodos coercitivos o punitivos. A los 8 años se cayó a un
pozo y casi se ahoga. Antes de la crisis, experimentaba raramente ataques de
pánico. También padecía enfermedades somáticas, como problemas de próstata
y síndrome de vértigo.

2.4. Estado mental


El paciente estaba bien orientado auto y alológicamente.
Diagnóstico DSM-IV: Eje I (trastornos clínicos): síndrome de estrés
postraumático, ataques de pánico, aunque también presenta síntomas de
depresión, éstos tienen un carácter secundario respecto al diagnóstico de TEPT
y no suponen un diagnóstico separado; Eje II (trastornos de la personalidad):
nada clínicamente significativo; Eje III (enfermedades somáticas u otras
condiciones médicas): problemas de próstata, síndrome de vértigo; Eje IV
(estresores psicosociales): yerno consumidor de alcohol; Eje V (GAF- evaluación
global del funcionamiento): GAF 50 (actual: 2009).

2.5. Conceptualización del caso


Tal vez el evento traumático en la infancia (cuando el cliente se cayó al pozo) se
convirtió durante su vida en un factor predisponente que, al experimentar otro
evento traumático (la muerte de su esposa - desencadenante) y en presencia de
otras condiciones favorecedoras (por ejemplo, yerno consumidor de alcohol),
generó la aparición de los síntomas clínicos.

2.6. Plan de intervención


2.6.1. Lista de problemas
Ataques de pánico, duelo no resuelto, culpa, pesadillas, temblor, recuerdos
intrusivos, comportamiento de evitación respecto al sótano.

2.6.2. Objetivos terapéuticos


Los objetivos terapéuticos se dirigen a establecer un informe psicológico
ajustado a la psicoterapia, identificar y corregir las creencias disfuncionales,
estabilizar y reducir los síntomas, tratar los recuerdos traumáticos, retomar las
actividades cotidianas, prevenir las recaídas identificando y preparando el
riesgo.

2.6.3. Progreso de la terapia


El establecimiento de la relación hipnoterapéutica supone un proceso que se
desarrolla en cuatro etapas (Linden, 2001). En primer lugar, está la etapa de
evaluación psicológica, en segundo lugar, la etapa educativa durante la cual se
presenta al cliente el concepto de hipnosis (Enea & Dafinoiu, 2011), el tercer
paso consiste en evaluar la hipnotizabilidad (Enea & Dafinoiu, 2008; Enea &
Dafinoiu, 2013), y la cuarta etapa es la práctica de la hipnosis y el aprendizaje de
la autohipnosis.
El psico-diagnóstico, que implicó el análisis de los datos de la entrevista clínica
(SCID), el Cuestionario P. A., el Inventario de Personalidad de Friburgo, así
como las observaciones clínicas, han mostrado una configuración depresiva-
ansiosa basada en una estructura de personalidad con elementos ansiógenos.
El paciente cumplía 7 de los 13 criterios de ataque de pánico y manifestaba los
síntomas de predominio de reexperimentación, evitación y síntomas de
hiperexcitación. No había signos de experimentar episodios psicóticos o
disociativos.
El primer tema abordado durante el tratamiento fue el de los ataques de pánico
(incluyendo el pánico al pánico). La evaluación psicológica reveló que la
paciente tenía dos ataques de pánico al día. La intervención terapéutica
destinada a eliminar los ataques de pánico implicó la adquisición de estrategias
específicas para el manejo de la ansiedad, así como el control de la
hiperventilación y las prácticas de relajación (ejercicios isométricos, relajación
muscular progresiva). La evaluación del nivel de hipnotizabilidad mostró que la
paciente era altamente hipnotizable.
La identificación y corrección de las creencias disfuncionales se llevó a cabo
simultáneamente con el tratamiento de los recuerdos traumáticos utilizando la
versión de desensibilización sistemática de la hipnoterapia cognitivo-conductual
dentro de la cual se identifican las sugerencias terapéuticas a través de la
técnica de reestructuración cognitiva denominada Método de las Dos Columnas
(Chapman, 2006). El objetivo de este método es generar un conjunto de
pensamientos racionales que puedan utilizarse como sugestiones hipnóticas
para reducir la ansiedad del paciente. En el estado de vigilia, se instruía al
cliente para que dividiera una página en dos columnas; en un lado de la página
ponía los pensamientos que le provocaban ansiedad y en el otro lado de la
página el terapeuta enumeraba las sugestiones hipnóticas que luego se
utilizaban en hipnosis, durante la desensibilización sistemática. Además, en el
tratamiento de los recuerdos traumáticos durante la hipnosis se utilizaron: la
regresión y la progresión de la edad, el puente emocional (Hawkins, 2006) y la
inhibición de las imágenes intrusivas (mediante la técnica "Stop", la exposición a
los recuerdos traumáticos y la técnica del "ansiómetro"). La técnica "Stop"
consiste en bloquear los pensamientos intrusivos automáticos gritando en voz
alta la palabra "Stop". El "ansiómetro" es una técnica de imaginación mental para
evaluar y modificar el nivel de ansiedad, que se practica durante el trance
(Dafinoiu y Vargha, 2003). Durante el trance, en el plano imaginario, se expone
al cliente a situaciones ansiógenas jerarquizadas con la indicación de evaluar y
modificar el nivel de las manifestaciones ansiógenas desarrolladas. La lista
jerarquizada de estímulos ansiógenos incluía las siguientes situaciones respecto
a las cuales se realizaba la desensibilización sistemática durante el trance
entorno seguro (un baño en el mar en Constan a); recordar el incidente en el que
golpeó a su mujer (ansiedad 20%), esperar el resultado de la autopsia en el
depósito de cadáveres (ansiedad 30%), esperar en el coche a que su yerno
prestara declaración a la policía (ansiedad 50%), el camino al hospital en coche,
cuando su mujer estaba en coma (ansiedad 60%) la firma del documento por el
que daba el consentimiento para la intervención quirúrgica de su mujer
(ansiedad 60%), su yerno bajo la influencia del alcohol (100%- ataque de
pánico), el paso por las cercanías del sótano (ansiedad 100%), la aparición de
cualquier policía en casa (ansiedad 100%). Simultáneamente, se utilizó la
hipnosis para identificar y modificar los esquemas cognitivos, que se considera
que operan a nivel subconsciente, predisponiendo y ayudando a preservar los
pensamientos automáticos, los comportamientos disfuncionales y los
sentimientos del cliente. La modificación de estos esquemas evita la recaída
cuando el cliente se enfrenta a situaciones similares en la vida (David, 2006).
Abordar el tema del duelo no resuelto implicaba considerar todos los aspectos
relacionados con la muerte de su esposa. Idealizó su relación, lo que indicaba
una tendencia a protegerse de la dificultad de reconocer los sentimientos de odio
y rabia en una relación (Lendrum & Syme, 2004). Se tranquilizó al paciente
diciéndole que, tras la muerte de una persona cercana, suele experimentar una
amplia gama de sentimientos, como la culpa, la vergüenza, el miedo o la ira. Se
animó al hombre a pensar en lo que sentía por su mujer y su relación. El
paciente trabajó en la aceptación y el fomento de la expresión de sentimientos
distintos a la culpa. Comenzó a experimentar una variedad de sentimientos
nuevos como la ira, porque ella no aceptó recibir ayuda con su problema de
alcoholismo, el alivio porque no estaba paralizada.
Las categorías de arrepentimiento identificadas fueron: actos que hizo, pero que
desearía no haber hecho (pegar a su mujer), actos que no logró, pero que
desearía haber hecho (obligar a su mujer a ir a una clínica de rehabilitación),
actos que otros hicieron, pero que desearía que no hubieran hecho (desearía
que su mujer no hubiera tenido problemas con la bebida), actos que otros no
hicieron, pero que desearía que hubieran hecho (desearía que su mujer hubiera
dejado de beber), comparaciones entre su vida actual y el pasado, cuando su
mujer estaba viva. Se aplicaron los 10 pasos para superar los arrepentimientos
(Beazley, 2004): hacer una lista de los arrepentimientos, examinar los
arrepentimientos, cambiar los patrones de pensamiento tóxicos, hacer el duelo
por las pérdidas, identificar las compensaciones, identificar las lecciones,
desarrollar la compasión por los demás y aprender a perdonarlos, perdonarse a
sí mismo, mantener una vida libre de arrepentimientos. Se utilizaron otras
técnicas terapéuticas, como las metáforas, la técnica de la silla vacía y la "caja
de recuerdos" (Chapman, 2006), como medio de adaptación al pasado. De las
prescripciones psicoterapéuticas que el cliente debía cumplir, mencionamos: la
aplicación de pensamientos racionales durante la autohipnosis, la prescripción
paradójica de no evitar los pensamientos intrusivos y planificar el tiempo para
revivir los recuerdos, la tarea de limpiar y utilizar el sótano (esta última tarea se
cumplió después de la decimoctava sesión).

3. Conclusión
El presente estudio de caso añade más evidencia a la investigación acumulada
(Lynn et al., 2012; Bryant et al., 2006) de que la integración de la hipnosis con el
tratamiento cognitivo-conductual puede aumentar los beneficios para los clientes
que sufren de TEPT. La intervención tuvo lugar durante 23 sesiones, con un
seguimiento a los 3 y 6 meses. Durante la décima sesión, la evaluación reveló la
ausencia de ataques de pánico y de temblor en las extremidades. En
consecuencia, el psiquiatra decidió eliminar el tratamiento con Rivotril y Rexetin,
manteniendo sólo la mitad de la dosis de Merzaten. Al final del tratamiento, la
paciente ya no necesitaba tratamiento psiquiátrico. Los puntos fuertes del cliente
fueron el alto nivel de hipnotizabilidad y una mayor motivación para la
psicoterapia, que se reflejó en la aplicación de las prescripciones
psicoterapéuticas. La motivación provenía del deseo de aumentar la calidad de
su vida. El límite de esta investigación es que utilizó un estudio de caso para
mostrar que la hipnosis mejora el resultado del tratamiento, pero la
generalización de este resultado necesita ensayos clínicos aleatorios.

Agradecimientos
Este trabajo fue apoyado por el programa postdoctoral POSDRU/89/1.5/S/
49944, "Al. I. Cuza" de la Universidad de Ia i.

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