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Universidad Autónoma de Santo Domingo

Facultad de Ciencias de la Salud


Escuela de Medicina

Asignatura: Psiquiatría (MED 2350)

Resumen Unidad 2

Estudiante: Jailin M. Flores Antigua

Matricula: 100362509

Profesor: Larry Gómez Moreno

Sección: 15

Temas: Trastornos delirantes, depresivos, conducta suicida, trastorno bipolar


Capítulo 12
Trastornos Delirantes

Los trastornos delirantes o estados paranoides, como fueron llamados antes, se caracterizan
por cuadros clínicos que en términos generales incluyen un sistema delirante en apariencia
lógica, sin alucinaciones, con pocas alteraciones de la conducta y la actitud personal.

Su caracterización fundamental es la presencia de una idea delirante con frecuencia


persistente y que a veces evoluciona a lo largo de la vida.

Si se aplican criterios operacionales estrictos, el número de pacientes identificados como


estado paranoide, es escaso. Constituye sólo entre 1% y 4% de todos los ingresos a
instituciones psiquiátricas. La incidencia es de 1 por 100.000 habitantes. La prevalencia es
de 24 por 100.000.

En los casos de trastorno delirante con clara etiología orgánica, tales como cuadros seniles,
arterioescleróticos, intoxicación por anfetaminas, alucinógenos, alteraciones endocrinas y
epilepsia parcial, la explicación de su etiología se relaciona siempre con posibles trastornos
del sistema límbico.

Para los otros trastornos delirantes no se ha encontrado un factor genético o bioquímico y


diversas investigaciones prueban que la incidencia familiar de esquizofrenia u otras psicosis
es comparable a la hallada en la población general.

Manifestaciones Clínicas
Trastornos delirantes: Los temas delirantes más frecuentes son de persecución o alusión,
con menor frecuencia se observa celotipia, erotomanía y reivindicación.

Ideas de persecución: Tienen como núcleo central la convicción de ser víctimas de una
conspiración, una injusticia, una difamación o una especie de conjura que pone la vida en
peligro.

Celotipia (celos delirantes): Existe la creencia básica de un rival dentro del triángulo
amoroso y esta convicción es sostenida por falsas pruebas e interpretaciones peculiares que
llevan a continuas acusaciones, excesivas demandas sexuales o en algunos casos a la
violencia y el homicidio.

Erotomanía: Es la idea delirante de creerse amado.

Ideas de grandeza. El sujeto se siente poseedor de riqueza o talentos especiales, o cree ser
pariente cercano de un personaje muy importante.

Hipondria monosintomática: Consiste en una sola queja hipocondríaca con características


delirantes. Por lo tanto, ninguno de los exámenes físicos practicados ni los argumentos del
médico puede disuadir al paciente de la falsedad de sus creencias.
Dismorfosis: Es la convicción delirante de tener una deformidad física parcial que causa
desagrado en las otras personas.

Tratamiento
No hay estudios controlados sobre tratamiento con antipsicóticos en los trastornos
delirantes. La prescripción de antipsicóticos de depósito inyectables tales como el
decanoato de flufenazina, la pipotiazina o de la pimozida por vía oral, a dosis bajas, han
producido resultados notables en la hipocondría monosintomática y también en algunas
formas de celotipia.

Capítulo 13
Trastornos Depresivos

Las depresiones son un grupo heterogéneo de trastornos afectivos que se caracterizan por
un estado de ánimo deprimido, disminución del disfrute, apatía y pérdida de interés en el
trabajo, sentimientos de minusvalía, insomnio, anorexia e ideación suicida. El paciente con
depresión no tiene historia previa de manía o de hipomanía, dicho antecedente la convierte
en trastorno bipolar.

La depresión mayor puede iniciarse a cualquier edad, con una edad promedio de iniciación
entre los 25 y los 30 años. Los cambios de la estructura familiar y la urbanización creciente,
también aumentan la vulnerabilidad a la depresión. Las depresiones son más frecuentes en
el sexo femenino y esto se debe a transmisión genética, fisiología endocrina y a las
desventajas psicológicas del papel femenino en nuestra sociedad.

Las depresiones según Robins, se dividen en dos grandes grupos: “primarias”, en las cuales
la única enfermedad presente o pasada es un trastorno afectivo, y “secundarias”, en las
cuales el paciente sufre otra enfermedad mental (por ejemplo esquizofrenia, alcoholismo) o
un trastorno orgánico que explica la depresión (por ejemplo hipotiroidismo, cáncer del
páncreas).

Causas primarias
La teoría de las catecolaminas en su forma más simple postula que en la depresión hay un
déficit absoluto o relativo de norepinefrina en sinapsis específicas cerebrales y que en la
manía habría un exceso de ella.
Múltiples estudios demuestran anomalías en el eje hipotálamo pituitaria adrenal (HPA) en
los trastornos depresivos.
Un hallazgo muy importante, y que persiste después de mejorar la depresión, es el de la
disminución de la secreción de la hormona del crecimiento durante el sueño.

Uno de los hallazgos más consistentes en el electroencefalograma (EEG) del paciente


deprimido es el del acortamiento de la latencia de los movimientos oculares rápidos (MOR)
durante el sueño.
En las depresiones de iniciación temprana algunos estudios muestran disminución del
volumen del hipocampo, aumento del volumen de la amígdala derecha, o pérdida de la
asimetría normal de la amígdala, disminución del volumen de los ganglios basales, y
disminución del volumen de la corteza prefrontal.

Parece que la separación y la pérdida de personas amadas en la niñez producen depresiones


infantiles y predisponen al sufrimiento de ellas en la vida adulta. El trauma en la infancia,
especialmente el abuso sexual, se asocia con depresión de iniciación temprana en las
mujeres.

Causas Secundarias
Drogas
Enfermedades orgánicas
Trastornos neurológicos
Trastornos endocrinos
Trastornos metabólicos
Cáncer
Enfermedades cardiovasculares
Enfermedades infecciosas

Presentación clínica
Los pacientes deprimidos pueden dividirse en tres grupos de acuerdo con la sintomatología
que los lleva a consultar.
El primero está constituido por los pacientes que manifiestan predominantemente síntomas
depresivos (tristeza, sentimientos de culpa, ideación suicida, etc.).
El segundo grupo consulta por síntomas generales u orgánicos (insomnio, anorexia,
cansancio, cefalea, vértigo). Con frecuencia estos pacientes son sometidos a múltiples e
infructuosos exámenes clínicos y a tratamientos inefectivos.
El tercero se manifiesta por otros síntomas psiquiátricos dentro de los cuales predomina la
ansiedad, que también es a menudo mal diagnosticada y tratada.

Un estudio encontró que los médicos generales sólo diagnosticaron correctamente el 36%
de los pacientes deprimidos que entrevistaron, además diagnosticaron 19% de depresiones
en pacientes que no estaban deprimidos. Esto se debe quizás a que la mayoría de las
depresiones (70% aproximadamente), se presentan con síntomas o máscaras orgánicas o
psiquiátricas.

La minoría de los episodios depresivos mayores son únicos. Su duración promedio sin
tratamiento es de seis meses. Aproximadamente el 50% a 60% de las depresiones mayores
presentan un segundo episodio, después de dos episodios el chance de recurrencia es del
70%, y después de tres episodios el riesgo es del 90%.

Aunque en general la recuperación después de un episodio depresivo es completa, un tercio


de los pacientes no se recuperan totalmente y mantienen un grado moderado de
sintomatología entre los episodios.

Peor aún, aproximadamente el 20% se pueden volver crónicas con dos años o más de
duración continua.
Capítulo 14
Conducta Suicida

La conducta suicida se define como todo comportamiento de auto-agresión con


intencionalidad y conocimiento de lo que se que se realiza. Las tasas de suicidio que se
reportan en los diversos estudios son poco confiables, ya que continúa como un acto
estigmatizado. Se ha estimado que alrededor de un millón de personas mueren por suicidio
al año en el mundo.

Los factores de riesgo varían entre las diferentes culturas, pero en general se observa que es
un acto multideterminado. Estudios realizados identificaron los siguientes:

 Sexo masculino
 Entre los hombres el pico de edad está después de los 45 años, y entre las mujeres
después de los 65 años
 Desempleo
 Trastornos físicos
 Trastornos mentales
 Otros factores sociales
 Esquizofrenia
 Trastornos por el uso de sustancias
 Trastornos de personalidad
 Trastornos de ansiedad

Atención médica del paciente con conducta suicida


Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Determinar cuál es el riesgo de suicidio de la persona, los aspectos que se deben
considerar son los siguientes: pensamientos de suicidio, conducta suicida previa,
trastornos psiquiátricos, enfermedades físicas, presencia de eventos estresantes,
historia familiar de suicidio, historia familiar de trastornos mentales, factores
sociodemográficos, traumas infantiles

2. Establecer una alianza terapéutica, la relación médico paciente debe tener confianza,
empatía y seguridad, elementos que permiten al médico obtener la información
necesaria para evaluar el riesgo, establecer un diagnóstico y hacer un plan
terapéutico adecuado.

3. Evitar nuevas conductas autoagresivas, en general, se debe intentar minimizar


cualquier posibilidad de un nuevo comportamiento suicida

4. Definir plan de tratamiento a corto y largo plazo.

5. Educación a la familia, en todas las oportunidades debe hacerse educación a la


familia en la consulta médica general.
Capítulo 15
Trastorno Bipolar

El trastorno bipolar es una alteración patológica del estado de ánimo que se manifiesta por
la presencia tanto de episodios depresivos (ED) como maníacos mixtos o hipomaníacos,
por lo general separados por intervalos asintomáticos.

La característica fundamental es el episodio maníaco que es lo contrario de la depresión y


que se manifiesta con exaltación, hiperactividad, euforia, ideas de grandeza, etc. Si esta
exaltación es más leve se denomina hipomanía.

Etiología
El riesgo de que un familiar de primer grado de un paciente bipolar sufra el mismo
trastorno es del 8%. Los cambios del ritmo sueño-vigilia pueden precipitar recaídas.

Es también claro que en muchos casos las crisis son precipitadas por eventos externos, en
general de tipo negativo y desagradable (problemas laborales, pérdida del amado, de un
logro importante, etc.); pero también el precipitante puede ser un éxito profesional, un
golpe de fortuna o el logro de una meta.

Manifestaciones Clínicas
La característica esencial de estos trastornos es la presencia de episodios reiterados (al
menos dos) en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del enfermo están
profundamente alterados, de forma que en ocasiones la alteración consiste en exaltación del
ánimo y de aumento de la actividad, y en otros de disminución del estado de ánimo y de la
vitalidad.

Episodio hipomaníaco: Se caracteriza por un estado de ánimo persistente, anormalmente


elevado, expansivo o irritable que dura por lo menos cuatro días.

Episodio maníaco: El humor elevado se caracteriza por euforia, alegría y sensación de


bienestar exagerado. El expansivo por la interacción entusiasta, incesante y a menudo
inapropiada con otra gente y con el ambiente.

Tratamiento
En el caso de manías agudas con síntomas psicóticos severos, con potencial elevado de
violencia o con mucha agitación la hospitalización es imperativa.

En la manía severa la terapia electro convulsiva es definitivamente más efectiva que el litio,
está indicada cuando se requiere acción muy rápida.
El litio administrado simultáneamente con TEC puede aumentar los síndromes
confusionales y la neurotoxicidad, por esta razón debe suspenderse el fármaco antes de la
TEC.

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