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Escuela N°532 Juan Bautista Alberdi

Área: lengua
Grado: 5to “A”
Docente Co-formadora: Natalia Gómez
Alumnas practicantes: López Florencia
Negri Camila
Tema: La Fábula.
Tiempo:
Objetivos:
 Escucha activa y comprensivamente exposiciones presentadas por el docente y compañeros
 Redactar una fábula teniendo en cuenta sus características principales.
Fundamentación:
observaciones

Propuesta didáctica

En la clase de hoy no trabajaremos en el aula, nos trasladaremos a otro espacio de la institución, (patio o
sum). Allí trabajaremos con la fábula “Ratón de campo, ratón de ciudad” de Esopo.

Al llegar, le entregare a cada alumno, al azar, un cuadrado de tela de un color particular que usaran para
sentarse en el piso, y que más adelante les servirá para otra cosa

Para comenzar, presentare una imagen de la portada de la historia para analizarla juntos. De esta forma los
alumnos se crearán una anticipación a la misma con la que luego trabajarán. Para hacer este análisis realizare
las siguientes preguntas: ¿Qué pueden ver en esta imagen? ¿Qué animales aparecen? ¿Cuáles son sus
características? ¿Qué diferencia pueden notar entre ellos? ¿en qué lugar se encuentran? ¿Qué creen que
pueden estar haciendo? A medida que vayan respondiendo voy air registrando algunas de sus respuestas para
que puedan usarlas después.
A partir de las respuestas obtenidas en el análisis retomaremos el concepto de fábula, trabajado en clases
anteriores, y además recordaremos las partes y aspectos comunes de estos textos.

La fábula se define como una composición literaria que está formada en su estructura por dos partes
bien delimitadas. La primera corresponde a una narración en la que personajes típicos (sobre todo
animales humanizados) protagonizan una historia que sirve como base para la segunda parte, que
consta de un brevísimo remate a modo de advertencia o enseñanza moralizante derivada del ejemplo
narrado; esta última es conocida como moraleja o sentencia, y está dirigida al receptor del texto.

La propuesta de trabajo a continuación, es que a partir dela anticipación que ya se han hecho los niños con la
imagen, formados en grupos, puedan redactar la fábula tal y como se la imaginaron anteriormente.

Para que se agrupen, indicare a los alumnos que busquen a los compañeros que tengan la tela del mismo
color, ya que con ellos deberán trabajar. Quedaran formados 3 grupos, dos de ellos de cinco integrantes y uno
de cuatro.

La actividad será las siguiente:

¡Llego la hora de afinar el lápiz para ser el creador de una divertida fabula y dejar una enseñanza
para todos!

Actividades:

1- A partir de lo observado en la imagen, escribir su propia fabula, teniendo en cuéntalo


siguiente:
- ¿Qué animales serán los protagonistas de su historia?
- ¿En qué lugar transcurrirá la historia?
- ¿Cuál será el conflicto?
- ¿Qué moraleja dejara?

2- Para comenzar a escribir su fábula en el que organicen sus ideas en el gráfico, teniendo en
cuenta las siguientes recomendaciones:
a) En el primer párrafo sitúa a los personajes en el lugar que imaginaste.
b) En el segundo párrafo, presenta a los personajes y sus características
c) En el tercero, plantea el conflicto y en el cuarto, la resolución.
d) Finaliza la fábula con la moraleja.

Titulo:

Personajes: Ambiente:

Conflicto:

¿Cómo actúan los personajes?

Solución:

Moraleja:
3- Una vez terminado y controlado que este todo bien en la historia, pasarlo.
4- Compartir la producción final con el grupo.

Una vez que todos los grupos hayan compartido su fabula, leeré la original “Ratón de campo, ratón de
ciudad”, para que luego los alumnos comparen la historia que ellos imaginaron, con la real.

Para finalizar armaremos un afiche con todas sus producciones y las expondremos en aula o en el pasillo de la
escuela.

Evaluación:
Esta clase será evaluada, observando el trabajo tanto grupal como individual de los alumnos como así sus aportes y participación en clase.
Teniendo en cuenta además su capacidad de socialización e intercambio de ideas con sus compañeros y docentes.
Ratón de Campo y Ratón de
Ciudad
Fábula de Esopo

En un día soleado, Ratón de Campo recibió la visita inesperada de su primo,


Ratón de Ciudad.
Feliz de contar con la compañía de alguien, Ratón de Campo sirvió la cena, la
cual consistía en tres nueces y unos pequeños restos de queso. Al llegar la
noche, preparó una cama con hojas secas en el sitio más calientito y seguro de
su humilde agujero.
Ratón de Ciudad sorprendido por la pobreza en la que vivía Ratón de Campo
dijo:
—Primo, no entiendo cómo puedes comer unas cuantas nueces y dormir en
una cama de hojas secas. Ven conmigo a la ciudad y te mostraré cómo debes
vivir.
Ratón de Campo estaba tan feliz que no pudo dormir esa noche.
A la mañana siguiente, los dos ratones viajaron a la ciudad escondidos en el
baúl de un coche. Ya era de noche cuando llegaron a la lujosa casa donde
vivía Ratón de Ciudad.
—Mira dónde duermo —dijo Ratón de Ciudad señalando una cómoda cama
hecha de algodón—. Pero antes de dormir, busquemos algo de comer.
Ratón de Ciudad llevó a Ratón de Campo hacia la cocina. Al poco tiempo se
encontraban comiendo restos de pasta, pastel y helado de chocolate. De
repente, escucharon un alarmante maullido.
—¡Es el gato de la casa! —dijo Ratón de Ciudad.
En un abrir y cerrar de ojos, el gato se abalanzó sobre ellos.
Los dos ratones lograron escapar atravesando la enorme mesa hasta llegar a
un hueco en la pared.
Ratón de Campo estaba tan asustado que sentía sus patitas temblar:
—Apenas se vaya el gato, me devuelvo para mi casa —dijo sin vacilar.
—¿Por qué quieres irte tan pronto? —preguntó Ratón de Ciudad.
—Porque es mejor comer nueces en un lugar seguro, que pastel con helado de
chocolate y estar siempre en peligro —respondió Ratón de Campo, todavía
muy tembloroso.
Moraleja: Si tener muchas cosas no te permite una vida tranquila, es
mejor tener menos y ser feliz.

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