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UNIDAD DIDACTICA 3: EL SUEÑO INFANTIL

ÍNDICE:
1. Conceptos básicos: descanso y sueño………………………………………………...2
1.1. Descanso………………………………………………………………………...2
1.2. Sueño……………………………………………………………………………2
1.3. Indicadores de fatiga en el niño/a…………………………………..……….…..2

2. Características del descanso y del sueño en la infancia. Fisiología del ciclo vigilia-
sueño……………………………………………………………………………………..3

3. Necesidades de sueño en la infancia…………………………………………………..5


3.1. Necesidades de sueño-vigilia según la edad…………………………………….6

4. Horarios de sueño infantil……………………………………………………………..5

5. Organizaciones de las actividades de sueño…………………………………………..5


5.1. Espacios para el descanso infantil……………………………………………….6
5.2. Materiales………………………………………………………………………..7
5.2. Horarios de sueño infantil………………………………………………….........7
5.3. Estrategias……………………………………………………………………….7
6. Intervención del educador/a infantil en el descanso y sueño de los niños…………….7
6.1. Coordinación entre educadores infantiles y familia……………………………..8
7. Consecuencias de un descanso o sueño inadecuados en el niño/a…………………….8

8. Alteraciones relacionadas con el descanso y sueño infantil…………………………..9


8.2. Identificación de los trastornos de sueño………………………………………..9
8.2.1. Disomnias…………………………...………………………...…10
8.2.2. Parasomnias………………………………………………...……11
8.3. Otras dificultades que pueden darse durante el sueño infantil………………...14

9. Recomendaciones para evitar los trastornos del sueño………………………………15

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1. CONCEPTOS BÁSICOS: DESCANSO Y SUEÑO:

1.1. DESCANSO:

El descanso es la recuperación subsiguiente a la realización de actividades (físicas y


psíquicas). Entre actividad y descanso debe existir un equilibrio para evitar el
agotamiento del organismo. El descanso puede conseguirse mediante la inactividad o
por medio de ocupaciones que resulten relajantes.

El descanso es necesario para el crecimiento y desarrollo del niñ@, y a lo largo


de la jornada necesitan pasar por varios momentos de descanso para poder volver a la
actividad que le permita conocer el mundo, puesto que la falta de sueño puede afectar
tanto a la memoria como a la capacidad de aprendizaje. Una de las formas para
recuperación psicofísica es dormir.

1.2. SUEÑO:

El sueño se define como la necesidad fisiológica básica por la que se llega a un


nivel mínimo de actividad física, con niveles variables de conciencia, cambios en los
procesos fisiológicos corporales y disminución de la respuesta a estímulos externos. Es
un proceso necesario para mantener el equilibrio mental, el equilibrio emocional y el
bienestar personal.

La importancia del sueño radica en que:


- permite la recuperación psicológica y física de la persona
- ayuda a procesar la información obtenida durante la vigilia
- colabora en los procesos de atención, memoria.
- en la adaptación de los procesos emocionales al medio ambiente
- en el incremento de la energía, etc.

Una mala calidad del sueño en la edad infantil puede alterar la estabilidad afectiva
del niñ@, generar problemas de integración social y provocar serias dificultades
escolares.

1.3. INDICADORES DE FATIGA EN EL NIÑO/A

La actividad diaria genera la necesidad del descanso. Cuando no existe un correcto


equilibrio entre estos dos elementos aparece la fatiga.

Cada ser humano se mueve dentro de unos umbrales de actividad que están en
relación con la edad, el estado de salud y, en esencia, con sus características
psicofísicas. De hecho, los ritmos de actividad-descanso en el niñ@ son diferentes a los
del adulto y contribuyen a su proceso de maduración y desarrollo.

Cuando hace su aparición la fatiga es necesario acudir al descanso; bien como pausa
de la actividad durante la jornada (recreos, relajación, etc...) o bien como pausa de toda
actividad para recuperar la energía gastada durante las actividades de la mañana
(siesta).

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La fatiga puede presentarse como un estado de hiperexcitación, hipermotricidad,
nerviosismo o bien como un estado de apatía con menor calidad en los movimientos,
disminución de la coordinación, aparición de errores con mayor frecuencia y
descenso de la precisión que originará todo ello un deterioro de la atención global y
focal. Centrándonos en indicadores más concretos podríamos especificar los
siguientes:
- Escozor de ojos, necesidad de frotarse.
- Molestia muscular.
- Incapacidad de concentrarse o mantener la atención
- Descontrol progresivo de los movimientos finos.
- Rabieta y llanto sin motivo aparente

La fatiga originada a lo largo del día debe eliminarse con un descanso nocturno
adecuado a las necesidades del niñ@, además de los periodos de descanso diurno.

2. CARACTERÍSTICAS DEL DESCANSO Y EL SUEÑO EN LA INFANCIA:


FISIOLOGÍA DE CICLO VIGILIA-SUEÑO

Dentro de las necesidades básicas de un niño, una de las más importantes es el


sueño. El organismo necesita el periodo de sueño para regenerarse. Durante el descanso
se produce la renovación de los tejidos y las estructuras cerebrales y se consolidan el
aprendizaje y los recuerdos. Por lo tanto, mientras se duerme el cerebro no interrumpe
su actividad. Al medir la actividad cerebral durante el sueño se ha comprobado que el
organismo va sufriendo cambios en los siguientes aspectos:
- En la actividad hormonal.
- En la presión arterial.
- En la temperatura.
- En la frecuencia respiratoria.
- En la frecuencia cardíaca.

El mecanismo del sueño se inicia con la activación de un grupo de neuronas


situadas en el hipotálamo del cerebro que funcionarían como un interruptor que haría
entrar al organismo en fase de sueño. Gracias a las pruebas realizadas con
electrencefalogramas se ha descubierto que el cerebro, durante las horas de sueño pasa
por dos fases o etapas que se repiten de forma cíclica, estamos hablando de la fase NO
REM y la fase REM. Las explicaremos más adelante.

Si tuviésemos que explicar los momentos clave del sueño hablaríamos de tres:
adormecimiento, sueño y despertar

 El ADORMECIMIENTO comprende desde que el sujeto se dispone a dormir hasta


que concilia el sueño. El ritmo de base se hace más lento, aparecen los bostezos, los
músculos se relajan, el cuerpo se vuelve pesado, los párpados se caen... Hay una
búsqueda de la ubicación espacial y de la postura más cómoda.
 El SUEÑO es una actividad que como hemos visto, está regulada por el cerebro, y a
lo largo de la noche se alternan las fases del sueño lento (NO REM) y sueño
rápido (REM). Al conjunto de todas las fases se le denomina ciclo de sueño.

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El SUEÑO LENTO o sueño NREM se caracteriza por ser un sueño lento, calmado. La
respiración es regular y la profundidad del sueño va aumentando paulatinamente. Pasa
por cuatro estadios, con leves diferencias entre todos los sujetos:

Fase 1 Se caracteriza por el ritmo cardíaco lento, relajación muscular,


respiración y pulsaciones lentas. Las ondas del electroencefalograma son
cambiantes e irregulares. Se pierde la consciencia exterior, aunque se puede
despertar fácilmente porque el sueño es muy superficial. En este período se
pueden dar las alucinaciones (hipnagógicas que son imágenes muy claras,
muy vividas y muy fugaces) y las descargas mioclónicas (se dan normalmente
en las extremidades y se tiene la sensación de caída). Representa un 5 a un
10% del sueño lento. Se trata de un sueño muy ligero.
Fase 2 Es más profundo que el de la fase anterior y el nivel de conciencia está
muy reducido. Las ondas del electroencefalograma son amplias. Un ruido
puede provocar el despertar pero ya se va reaccionando menos ante los
estímulos. Supone el 50% del sueño lento.
Fase 3 Los músculos están totalmente relajados. Todas las funciones vegetativas se
vuelven muy lentas hasta bajar la temperatura corporal y la presión sanguínea.
Las ondas del electroencefalograma son amplias y lentas. Sólo estímulos muy
fuertes pueden desencadenar el despertar. Representa el 10% del sueño lento.
Fase 4 La inconsciencia es completa. En el electroencefalograma las ondas son muy
amplias y muy lentas. Durante esta fase es difícil despertarse. Durante esta
fase la glándula pituitaria, situada en la base del cerebro, aumenta la
producción de la hormona del crecimiento, que tiene un papel importante en la
revitalización de los tejidos. Es difícil despertarse y supone el 10% del sueño
lento.

El SUEÑO RÁPIDO o sueño REM (o sueño MOR- Movimientos oculares rápidos) se


produce una vez que terminan las cuatro fases del sueño lento entonces, comienzan los
15 0 20 minutos del sueño rápido. Durante este tipo de sueño, la actividad que refleja el
electroencefalograma es parecida a la que muestra durante el estado de vigilia. Son
características de esta fase: el rápido movimiento de los ojos, las pulsaciones cardíacas
irregulares y la respiración con ritmo variable. Pueden darse contracciones en los dedos,
expresiones en la cara y gemidos, así como pérdida del tono muscular. Es el período del
sueño en el que se suele soñar y recordar los sueños. También se producen las pesadillas
Supone el 20 o 25% del sueño total.

Al final de la fase REM, vuelven a empezar las cuatro fases del sueño lento. Así,
este ciclo completo se repite cuatro o cinco veces durante la noche cada dos horas,
aproximadamente, según las necesidades de cada persona.

 El DESPERTAR consiste en la recuperación del estado de vigilia y de las


constantes que le son características. Cada persona tiene su forma de
despertarse. Algunas se despiertan rápidamente y, tan pronto como abren los
ojos, ya funcionan plenamente; otras lo hacen lentamente y necesitan un tiempo
para conseguir un rendimiento óptimo. Este hecho también debe contemplarse
en la infancia, permitiendo en la medida de lo posible el despertar espontáneo de
los niñ@s. El adulto juega un papel muy importante en el despertar del niñ@ y
en las asociaciones que éste pueda establecer en ese momento.

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3. NECESIDADES DE SUEÑO.

La necesidad de sueño, es decir, la proporción entre horas de sueño y vigilia varía


mucho en función de la edad del niño. Existe una pauta de sueño para cada edad, que se
debe tener en cuenta para planificar actividades que fomenten el sueño y la actividad en
los niñ@s según sus características individuales.

En un adulto se establecen claramente dos períodos a lo largo del día, uno de sueño
y uno de vigilia. Sin embargo, el recién nacido está prácticamente todo el día durmiendo
y se llegan a establecer seis períodos de sueño alternados con períodos de vigilia que se
sincronizan con la alimentación y la higiene. Entre la situación del recién nacido y la de
un adulto hay toda una gradación de frecuencias horarias.

3.1. FRECUENCIAS DE SUEÑO-VIGILIA SEGÚN LA EDAD

Aunque existen variaciones individuales, se da una disminución de la cantidad de


sueño individual, a medida que se va creciendo:

 Recién nacidos.- duermen aproximadamente 16 o 17 horas, distribuidas durante


todo el día en períodos interrumpidos por la necesidad de alimentación e higiene.
Así, a lo largo del día realizan muchos ciclos sueño-vigila (ciclo circadiano), que
poco a poco se irán reduciendo, adaptándose al ritmo de su entorno.
 A partir de los tres meses necesitan 14 a 15 horas y el 70% de los niñ@s ya
pueden aguantar 8 horas seguidas por la noche, hecho importante dado que el patrón
de sueño del niñ@ se adapta al de los adultos. La duración de su período de
actividad-vigilia es de 1 a 2 horas. Este cambio se produce porque en el cerebro
existe un grupo de células (núcleo supraquiasmático del hipotálamo) que ponen en
hora las diferentes necesidades del niñ@ (dormir, vigilia, comida...) Adaptándolas al
ritmo biológico de las 24 horas.
 Los bebés, en el sexto mes, requieren unas 14 horas por día, de las cuales entre 10 y
12 son por las noches, y entre 2 y 4 horas de siesta(repartidas en dos siestas). En esta
etapa, si el niño ha sido bien acostumbrado, podrá dormir toda la noche de un
"tirón"
 Los niños, al primer año de vida, duermen de 13 a 14 horas diarias, siendo la siesta
de una o dos horas.
 Los niños, a los dos años, duermen entre 12 y 13 horas, con una hora de siesta.
 A partir de tres duermen entre 10 y 12 horas aproximadamente, más siesta, que
cada vez se va reduciendo más hasta desaparecer. No se dan cuenta, a veces, de que
necesitan dormir, porque están más interesados en lo que pasa a su alrededor que en
sus necesidades.

5. ORGANIZACIONES DE LAS ACTIVIDADES DE SUEÑO.

En la escuela infantil el educador será el responsable de planificar y organizar la


actividad del sueño. Se debe tener presente que los primeros días será difícil para los
niños y las niñas conciliar el sueño, ya que el lugar y las personas que les rodean son
desconocidos para ellos.
Para poder dormirse con facilidad es muy importante la sensación de seguridad. Si el

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niño o la niña no se siente a salvo, no dormirá bien. Unas palabras o un gesto de afecto
pueden facilitar que el niño esté cómodo.
El educador debe tener en cuenta los espacios, horarios, materiales y estrategias a la
hora de organizar la actividad del sueño:

5.1. Espacios para el descanso infantil.

La distribución de los espacios en una escuela de Educación Infantil debe permitir el


correcto desarrollo de las actividades que se realizan en cada uno de ellos, impidiendo
la interferencia entre ellos. Según la legislación vigente, las salas (mínimo 30 metros
cuadrados) para niños/as menores de 2 años contarán con un espacio independiente
destinado al descanso. En los más mayores se podrá utilizar sus propias aulas,
debidamente equipadas, o la sala de usos múltiples. En el caso de los lactantes, se debe
disponer de un dormitorio con cunas, separado del aula pero cercano, de manera que
unos puedan dormir cuando lo necesiten y otros permanecer despiertos. Debe permitir
un control visual inmediato de los educadores, la mejor opción es disponer de cristales
en el tabique de separación. Al mismo tiempo, el acceso a la zona deber ser fácil y
rápido.

Preparar el ambiente es algo necesario, los escenarios influirán en la cantidad y


calidad del sueño. Se tendrán en cuenta las siguientes condiciones.

Luminosidad En los momentos de sueño diurno no es necesario una total oscuridad pero sí
cierta penumbra, aunque durante la noche sí. De esta manera, también se ayuda
a los más pequeños a reconocer las diferencias entre el día y la noche, entre la
vigilia y el sueño. Por lo tanto la iluminación puede ser artificial, pero en
cualquier caso regulable.

Temperatura La sala debe mantenerse en condiciones higiénicas óptimas, sobre todo es


necesario que se pueda ventilar con facilidad, para renovar el aire de este espacio
cerrado. No debería hacer ni mucho frío ni mucho calor.
Higiene Es importante que los espacios y materiales cumplan con los requisitos
higiénicos. Las sábanas y mantas suelen lavarse, como mínimo, una vez a la
semana. Las hamacas y colchonetas también deben ser de materiales lavables
para facilitar su limpieza.
Ruido La zona de descanso debe estar ubicada en el área más tranquila de la escuela,
separada físicamente de las zonas más ruidosas como las aulas, el comedor, el
patio exterior, etc. Los acabados y el mobiliario de la sala deben estar pensados
para que hagan el mínimo ruido posible. Por ejemplo, conviene utilizar tacos
protectores para las patas de los muebles, corcho, etc.

5.2. Materiales.

En la escuela infantil, la hora de la siesta se suele realizar en diferentes soportes


según la edad de los niños. En el aula de bebés, donde los niños y niñas dedican al
sueño gran parte del tiempo de la escuela, cada uno tendrá su cuna. Para los grupos de
1-2 y 2-3 se suelen utilizar colchonetas o hamacas. Serán individuales, poniendo sus
nombres o algún distintivo. No debe ser ni excesivamente rígido, ni excesivamente
blando, de material transpirable y de composición lo más natural posible. También es
recomendable tener algo para cubrirse, sábana o manta.

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Durante la siesta se puede utilizar un objeto de apego.
La ubicación de las colchonetas o el mobiliario utilizado para el descanso debe
favorecer la individualidad de cada niño y la circulación de los educadores.

5.2. Horarios de sueño infantil:

Ya hemos visto en el epígrafe 3 de esta unidad, que las necesidades del sueño varían
según las edades y características individuales de cada niño/a
Como norma general no pueden establecerse pautas sobre la duración del sueño, ya
que depende fundamentalmente de necesidades individuales, a veces muy variables, a
las que se suman las derivadas del "desgaste" general de origen exógeno, ambiental,
climático e incluso hábitos familiares y socioculturales.
En cualquier caso, no es conveniente fijar con rigidez el tiempo que debe dormir un
niñ@, ni tampoco establecer comparaciones por las grandes variabilidades individuales.
Sí, en cambio, deberá favorecerse su "libertad de sueño", no impidiéndole dormir en su
horas habituales debido a necesidades familiares o de los adultos que les cuidan, y
permitir que, en edades tempranas o en aquellas de mayor desgaste energético o
intelectual, se fraccione el día intercalando un periodo de sueño breve.
Sin olvidarnos de responder a las necesidades individuales de cada niño/a, el sueño
debe de ir adaptándose a las condiciones del entorno en el que vive. Y para conseguir
una buena adaptación a los horarios habituales y aprovechar óptimamente el tiempo
dedicado al descanso, es crucial que se respeten al máximo las horas destinadas al sueño
tanto en lo relativo a la hora de acostarse como a la hora de levantarse.

5.3. Estrategias.

Enseñar a un niño o niña a dormir no es tan fácil como pensamos. Los padres suelen
presentar varias dudas ante este tema. Es importante comprender que no existe una
única fórmula ideal para todos los niños. Lo que funciona perfectamente con unos no
tiene por qué dar el mismo resultado con otros.
Existen muchas teorías y métodos para enseñar a dormir: Ej.

TÍTULO: Enseñar a dormir a los niños. AUTOR: Domínguez Ortega, L; Domínguez


Sánchez, E.
EDITORIAL: S..U. Espasa.
TÍTULO: El sueño del bebé sin lágrimas. AUTOR: Pantley, E.
EDITORIAL: Médicis.
TÍTULO: Nuevo método para ayudar a los niños a AUTOR: Forssén Ehrlin, C.J
dormir. En conejito que quiere dormirse. EDITORIAL: Bascoa.

TÍTULO: El sueño infantil. Guía práctica para AUTOR: Siobhan Sitirling


enseñar a los niños a dormir bien. EDITORIAL: Mens Sana

TÍTULO: Dormir sin lágrimas. AUTOR: Rosa Jové.


EDITORIAL: La esfera de los libros.
TÍTULO: Duérmete niño. AUTOR: ·Eduard Estivil y Silvya de Béjar.
EDITORIAL: Plaza Janés.

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6. INTERVENCIÓN DEL EDUCADOR/A INFANTIL EN EL DESCANSO Y
SUEÑO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS

El momento de irse a dormir, es un hecho complejo, constituido por intercambios


afectivos muy intensos donde padres e hijos alternan momentos tiernos con otros de
gran hostilidad, por eso es importante conseguir que este proceso se produzca de la
manera más natural posible.

La mayoría de problemas que presentan los niñ@s relacionados con el sueño son: no
poder conciliar el sueño cuando se quedan solos en su habitación o despertarse
repetidamente a lo largo de la noche. Muchas de estas situaciones se pueden prevenir
antes de los 6 meses o, en todo caso, durante el primer año.

Es frecuente que los niñ@s precisen de ciertos ritos o costumbres para irse a dormir
como acostarse con un peluche, que le cuente el adulto algún cuento o que le cante una
canción.... No obstante hay que evitar que el niñ@ se haga dependiente de la presencia
del adulto para conciliar el sueño.

Respecto a la intervención con los niñ@s, si se entiende que la escuela infantil ha


de enfocar toda la actividad educativa al bajo la concepción integral y globalizadora,
las rutinas y los hábitos tienen que formar parte de la programación. Teniendo en
cuenta que el descanso es una necesidad básica del niño/a, la hora del descanso se tiene
que programar y evaluar para conseguir mejorarla. Para ello se han de programar las
actividades a desarrollar en tres momentos claves:

 Antes de dormir: Llevar a cabo actividades (tranquilas y de movimiento) que


permitan a los niños generar una serie de rutinas (entendidas éstas como
actividades que se producen regular y sistemáticamente), relacionadas con el
momento de irse a dormir, que les permitan prever la secuencia que se repite
cada día, lo que les dará seguridad, y les permitirá realizar la transición entre el
momento de actividad-vigilia y el momento del sueño. Ejemplos de estas
actividades cotidianas serían las se realizan después de las comidas (lavarse las
manos, los dientes.....), coger los objetos que necesita para dormir, descalzarse y
dejar los zapatos en su sitio, tumbarse en la hamaca, el colchón, poner música
relajante, bajar las persianas para dejar el dormitorio en penumbra, contar un
cuento/cantar una nana y a descansar.
 Durante el tiempo de descanso, en el que el adulto debe estar allí, o por lo menos
poder ver qué ocurre en la zona de descanso de los niños/as. Éste puede ser un
buen momento para recoger las observaciones realizadas en las diferentes
actividades desarrolladas.
 Después de dormir. Subir lentamente las persianas, ayudar a despertar poco a
poco a los niñ@s (puede ser con una canción), volver al estado de vigilia cada
uno siguiendo su propio ritmo, recoger los objetos de dormir, ponerse los
zapatos, y volver al lavabo.
Por lo tanto, el educador/a juega un papel importante tanto en el sueño como en el
despertar del niñ@ y en las asociaciones que éste pueda establecer en ese momento
facilitando su incorporación a la actividad cuando despierten, con tranquilidad y actitud
cariñosa, dándoles referencias verbales de la situación.

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Los educadores estarán atentos a quienes necesiten una atención más
individualizada: niños a los que le cueste conciliar el sueño. Estas pequeñas dificultades
para conciliar el sueño, sin ser considerados trastornos del mismo (algo que
trabajaremos más adelante), pueden deberse a algunas cuestiones como el miedo a la
separación del adulto (muchas veces provocado por la familia) o a problemas
relacionados con la adquisición del hábito del sueño propiamente dicho (inadecuación
en horarios, actividades antes y durante el sueño y espacios inapropiados)

6. 1. COORDINACIÓN ENTRE EDUCADORES/AS INFANTILES Y FAMILIA


EN CUESTIONES DE DESCANSO INFANTIL.

Es tarea de la educación infantil el mantener con los padres una buena comunicación
en este terreno para que las horas dormidas sean las necesarias, para que el sueño sea
tranquilo para todos - padres incluidos - para que la familia y la escuela infantil adopten
criterios comunes y estén informadas mutua y recíprocamente de los criterios y usos
propios de cada una.

Además, las familias deben informar a la escuela de los rituales de sueño, posturas,
objetos de apego etc.., para que la escuela infantil los tenga en cuenta a la hora de
organizar las actividades relacionadas con el descanso y sueño de los niños y niñas a los
que presta sus servicios. Los padres deberían mantener horarios regulares, evitando
fuertes excitaciones a la hora de irse a la cama. Acostándolo siempre en su cuarto que
será independiente de los padres

7. CONSECUENCIAS DE UN DESCANSO O SUEÑO INADECUADO EN EL


NIÑO/A

Existen múltiples consecuencias de un descanso inapropiado en los niños y niñas. A


continuación se recogen algunas de las más frecuentes:
- Llanto fácil, irritabilidad y mal humor.
- Fatiga física: el niño está cansado todo el día y evita cualquier actividad que suponga
un esfuerzo físico.
- Fatiga psíquica: alteraciones en la coordinación y la percepción, falta de atención y
disminución del rendimiento escolar, dificultad para relacionarse con los demás.
- Alteraciones en el sistema inmunitario: funcionamiento del sistema inmune alterado
con lo que aumentan las posibilidades de desarrollar enfermedades infecciosas.
- Problemas en el crecimiento infantil debido a alteraciones hormonales ya que la
secreción de la hormona del crecimiento tiene lugar durante las primeras horas de
sueño. Si éste se altera se puede alterar la secreción normal de esta hormona.
- Obesidad infantil: algunos estudios han demostrado la relación entre la falta de sueño
y la aparición de sobrepeso y obesidad. Los niños que duermen menos horas y tienen un
sueño desorganizado tienen un riesgo mayor de ser obesos y padecer problemas
cardiovasculares y diabetes. La relación de la falta de sueño y obesidad puede ser
debida a varios factores:

 Las alteraciones hormonales pueden afectar al apetito y aumentarlo


 La fatiga que padece el niño que no duerme lo suficiente hace que disminuya su

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actividad física durante el día. El equilibrio calórico desaparece: las calorías
ingeridas superan las calorías gastadas.
 El niño está despierto durante más horas y puede comer durante más tiempo.

8. TRASTORNOS RELACIONADAS CON EL DESCANSO Y SUEÑO


INFANTIL:

Durante los 6 meses de vida del niñ@ las alteraciones de sueño son muy frecuentes
básicamente porque su ritmo biológico es diferente al de los adultos. Los ritmos del
bebé se repiten cada 3 o 4 horas, período durante el cual se despiertan, se les limpia, se
les alimenta y se vuelven a dormir, igual durante el día que durante la noche.

A medida que vaya creciendo sus ritmos se irán adaptando progresivamente a los del
adulto, alargando sus períodos de sueño nocturno. Durante este proceso de
adaptación, se pueden producir trastornos en del sueño que se estudiarán
detenidamente en este apartado.

8.1. IDENTIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO

Los trastornos de sueño que afectan a los niños y niñas no suelen ser graves, pero si
perduran en el tiempo pueden afectar a la salud infantil y provocar un trastorno familiar.

Hay que destacar que la mayoría de los trastornos de sueño infantil no requieren
ningún tratamiento farmacológico, se resuelven cambiando los hábitos del niño o
disminuyendo el grado de estrés infantil.
Los trastornos que afectan a los niños menores de 6 años son muy variados y se pueden
clasificar en dos categorías: disomnias y parasomnias.

8.2.1. Disomnias.

Alteraciones en la cantidad del sueño, ya sea por déficit o por un exceso. A su vez se
pueden dividir en dos: dificultad para conciliar el sueño (insomnio) o para mantenerse
despierto (hipersomnia):

8.2.1.1.El insomnio

Es la alteración más frecuente en la edad infantil. Y, es la dificultad para irse a


dormir o a la tendencia a desvelarse varia veces durante la noche. Hay un gran
número de niñ@s de edad inferior a 5 o 6 años que presentan alteraciones en este
sentido (el Dr. Estivill apunta un 35%).

Según el momento en que se presenta, el insomnio se puede clasificar en tres tipos:

- Dificultad para iniciar el sueño (insomnio inicial).


- Despertar durante el sueño (insomnio de mantenimiento).
- Despertar precoz (sueño terminal).

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Los dos primeros (insomnio inicial e insomnio de mantenimiento) son los más
frecuentes en los niños. El despertar precoz es característico de trastornos depresivos y
aparece más frecuencia en la vida adulta.

El insomnio infantil puede tener diversas causas. Para explicarlas se deben


diferenciar dos etapas:

1ª. Desde el nacimiento  El horario de alimentarse cada tres o cuatro, se


hasta los 3 meses de edad, despertará por ese motivo.
el insomnio puede ser  Un exceso o déficit de estimulación táctil que puede
debido a: alterar el ritmo de sueño.
 Un exceso de sensibilidad para adaptarse a las nuevas
condiciones del medio: luz, ruidos, temperatura...

2ª. A partir de los 3 meses  Perturbaciones orgánicas debido a enfermedades o


de edad, el insomnio puede alteraciones físicas: erupción de los dientes, síndromes
ser debido a: febriles, trastornos digestivos, enfermedades
respiratorias (obstrucción nasal).
 Alteraciones psicológicas como la ansiedad por
separación. Los niños interpretan de forma inconsciente
o simbólica que, durante el período del sueño, los padres
se alejan de ellos, se apartan, no los quieren...Se sienten
tan mal que se muestran reacios a ir a dormir, intentan
entrar en la habitación de los padres, buscan mil excusas
para no acostarse todavía.. Esta alteración puede tener
relación con las siguientes circunstancias:
 Separaciones o situaciones normales: ir por
primera vez a la escuela infantil, el cambio de
habitación, el nacimiento de un hermano...
 Situaciones más traumáticas como la separación
de los padres, la muerte de un familiar..
 Hábitos incorrectos. Este tipo de insomnio se
presenta en niños que no padecen ninguna enfermedad
física ni alteración psíquica. El problema es que el
niño todavía no ha aprendido a dormir de forma
correcta. Es la causa del 98% de los casos de insomnio
infantil. A menudo están relacionadas con las
condiciones de la alimentación (errores dietéticos,
horario estricto en las tomas...), y con los cambios
frecuentes de ambientes, personas... El hábito de
dormir, como el resto de los hábitos de autonomía
relacionados con las necesidades infantiles, se tiene
que aprender, dado que no se nace sabiéndolo. La
diferencia respecto a los otros hábitos es que
normalmente el de dormir se aprende de forma natural,
sin que los niñ@s y los adultos se den cuenta.

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8.2.1.2. Hipersomnia

En este trastorno el sueño se prolonga durante más tiempo de lo habitual y hay cierta
dificultad para despertar. Puede ser de carácter crónico o puede durar solo unos días.

La hipersomnia crónica normalmente se asocia a enfermedades físicas o trastornos


psiquiátricos y es poco frecuente durante la infancia.

La hipersomnia aguda dura pocos días y puede aparecer en la infancia. En la


mayoría de los casos se asocia con problemas psicológicos que suelen estar vinculados
con el inicio del curso escolar.

8.2.2. Parasomnias.

Son fenómenos anómalos que se producen durante el sueño y disminuyen su


calidad. Son comportamientos involuntarios e inconscientes. La edad en la que
tienen más incidencia es entre los 3 y los 6 años.

En general las parasomnias infantiles no son graves y se asocian a factores


genéticos, alteraciones del desarrollo y a conflictos psicológicos o familiares.

Dentro de estas alteraciones destacaremos las más frecuentes en la población


infantil: sonambulismo, pesadillas, terrores nocturnos, bruxismo, somniloquia y jactatio
capitis

8.2.2.1. .Sonambulismo. (10-15% de las parasomnias infantiles).

Son episodios en los que se repite de una secuencia de conductas complejas cuando
el niño está profundamente dormido, que hacen que el sujeto se levante de la cama y
camine (en muchas ocasiones repite situaciones que se han dado durante el día). Al día
siguiente no recuerda nada de lo sucedido.

Estos episodios se producen en las fases 3 y 4 de sueño lento, de manera que el


sujeto está profundamente dormido, y pueden durar desde segundos a 20 minutos;
mientras el individuo se desplaza, tiene la cara pálida, la mirada fija y la motricidad es
mala, aunque puede sortear algún objeto. También puede hablar, aunque la articulación
es mala, tiene carácter de conversación y no tiene una línea lógica. Si el niñ@ se
despertase, estaría totalmente desorientado.

Se desconoce la causa que lo produce, aunque es frecuente en familias con


antecedentes. Pueden aparecer normalmente, cuando el niñ@ está cansado físicamente,
por medicamentos o por estrés.

Respecto a la intervención:
- Intentar reconducir al niñ@ a la cama, hablándole poco a poco, utilizando frases
sencillas.
- No se le tiene que intentar despertar, dado que está profundamente dormido, con lo
que se encontraría desorientado y no entendería nada de lo que está pasando.

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Es una alteración benigna pero, se tomará alguna medida de seguridad para evitar
accidentes fortuitos (confundir la ventana con la puerta y querer salir por ella). No se
puede prevenir ni requiere ningún tratamiento.

8.2.2.2. Pesadillas. (Entre el 45-60% de las parasomnias infantiles).

Son las parasomnias más frecuentes entre los niños. En las pesadillas el niño tiene
un sueño muy emotivo, que se asocia con un miedo o una ansiedad muy intensos. Este
episodio se acompaña de sudoración moderada, taquicardia y taquipnea(respiración
acelerada). El niño se despierta gritando y dice que tiene mucho miedo. Puede recordar
lo que ha soñado y explica con detalle el contenido del sueño

Las pesadillas pueden tener dos tipos de causas:


Físicas: cualquier enfermedad que se manifieste con fiebre elevada favorece la aparición
de pesadillas infantiles.
Psicológicas: Cualquier situación que produzca ansiedad en el niño durante el día puede
provocar la aparición de pesadillas. Por ejemplo, el inicio del curso escolar, imágenes
vistas en la televisión. Si el niño está traumatizado por alguna cosa concreta se vuelven
repetitivos. A medida que disminuye la ansiedad diurna, también disminuye las
pesadillas, tanto en intensidad como en frecuencia.

La intervención consiste en:


- Tranquilizar al niño cuando se despierta asustado, explicarle que no hay nada en la
habitación que le pueda hacer daño, que ha sido un sueño, que no es verdad.
- Eliminar la causa que le provoca las pesadillas: tratar la enfermedad que provoca la
fiebre y evitar la ansiedad diurna que padece el niño.

8.2.2.3. Terrores nocturnos. (8-13%)

Se dan durante el período de sueño lento, en las fases 3 y 4 (sueño profundo),


durante la primera parte de la noche. Se caracterizan por episodios repetidos de
despertar brusco, que normalmente se inician con una sensación de pánico. El niñ@ se
incorpora súbitamente en la cama, con expresión de pánico y signos de intensa
ansiedad, pupilas dilatadas, sudoración, taquicardia, movimientos estereotipados
(agarrar las sábanas y mantener los puños apretados), y también puede aparecer
actividad motora (correr por la habitación, golpear la pared..), a veces se puedan evocar
imágenes fragmentarias del sueño, pero no una secuencia entera de la
historia(verbalizaciones). El niñ@ no responde a los intentos tranquilizadores de los
padres, no los reconoce, y es incapaz de contactar con la realidad.

Esta situación de horror suele durar entre 2 y 10 minutos, y el niñ@ no recuerda


nada al día siguiente, porque durante el episodio estaba profundamente dormido.

La frecuencia de los episodios varía, a veces suceden durante un período


determinado (una semana) y se pueden dar una o dos veces. Con la edad tienden a
desaparecer. La causa de los terrores serían los antecedentes familiares, cómo uno de
los factores que predisponen a tales episodios, juntamente con el cansancio físico, fiebre
y algún tipo de medicación (antidepresivos).

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Dentro de la intervención es recomendable:
- No despertar al niño durante el episodio de terror nocturno, porque puede aumentar
su intensidad o su duración. Hay que mantener la calma y vigilar que el niño no se
haga daño.
- Otra medida preventiva a tener en cuenta es retirar de la habitación objetos que le
puedan causar lesiones, evitar que duerma en literas, cerrar puertas y ventanas
peligrosas…
Los terrores nocturnos infantiles no requieren ningún tratamiento farmacológico.

8.2.2. 4. Bruxismo. (4%-10% de las parasomnias infantiles).

Consiste en hacer rechinar los dientes. Se produce debido a la acumulación de


tensión en la zona de la mandíbula que, durante el sueño, produce una descarga de ésta,
provocando un sonido muy característico al desplazarse los dientes superiores e
inferiores unos sobre otros, y puede producir desgaste del esmalte dental, dolor en
dientes y mandíbulas, dolor de cabeza e incluso puede llegar a dolor de oídos. Las
causas, están relacionadas con el estrés y con factores genéticos.
La intervención se orientará:
- Reducir el estrés diurno y hacer ejercicios de relajación antes de acostarse. Si la
alteración se prolonga es necesario consultar al psicólogo infantil para intentar
disminuir el estrés del niño.
- Siempre se debe consultar al dentista para descartar una lesión dental que puede ser
tratada con una férula de descarga dental para dormir.
Si no se produce ninguna alteración, no es necesario preocuparse y el bruxismo
desaparecerá con los años.

8.2.2.5. Somniloquia. (21%-40% de las parasomnias infantiles)

Consiste en hablar, gritar, reír o llorar mientras se duerme en cualquier fase del
sueño, aunque es más habitual durante la madrugada. Lo más habitual es que se trate de
palabras sueltas, ininteligibles o no, o frases muy cortas, que no responden a ningún tipo
de conversación, y el contenido de las cuales está relacionado con hechos de la vida
cotidiana. Al día siguiente el niñ@ no recordará nada. La causa puede estar relacionado
con el estrés. No presenta ningún problema para el niñ@.

8.2.2.6. Jactatio capitis (movimientos automáticos). (3%-9% de las parasomnias


infantiles).

Es un hábito motor que consiste en mover rítmicamente la cabeza sobre la


almohada, algunos niñ@s pueden balancear todo el cuerpo. Se da al empezar a
dormirse, para relajarse. Este balanceo, que se puede acompañar de sonidos guturales,
se puede iniciar hacia los 6-9 meses y mantenerse hasta los 3 o 4 años, considerándose
normal, inofensivo, siendo una manera reconfortante de empezar a dormir.

Cuando estos hábitos se mantienen por encima de los 4 años, dejan de ser normales
y pueden ser debido a las siguientes causas:

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 Carencia afectiva, deprivación materna.
 Dificultades en la adquisición del hábito de dormir: dormir en la cama de los
padres, no querer irse a dormir, miedo a la oscuridad, necesidad de la presencia
de algún adulto....

8.3. OTRAS DIFICULTADES QUE PUEDEN APARECER DURANTE EL


SUEÑO INFANTIL

Haremos especial mención a dos cuestiones que no pueden considerarse


alteraciones del sueño pero que hacen su aparición en este estado de descanso del niño.
Tampoco existe relación alguna entre ellos.

8.3.1. Los ronquidos.

No es una alteración propiamente del sueño pero se dan con mucha frecuencia y
puede producir alteración en el sueño y por lo tanto en la salud del niño. Suele darse
entre el 7 y el 10% de los niñ@s. Ante los ronquidos persistentes, acompañados de
apneas o ciertas dificultades para respirar, es necesario consultar con un especialista.

8.3.2 Síndrome de muerte súbita del lactante.

No es una alteración del sueño pero suele ocurrir cuando el niño está dormido. Es un
problema grave, y se trata de un proceso de “causa multifactorial” y poco conocido. Se
ha definido como aquella muerte repentina o súbita de un niño menor de un año de
edad, de naturaleza no explicada o sin causa aparente que en un porcentaje considerable
de los fallecidos acontecen durante el sueño, por lo que también se denomina “muerte
en la cuna”.

9. RECOMENDACIONES PARA EVITAR LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO.

En muchas ocasiones, conseguir que el niño/a duerma y que adquiera el hábito de


forma adecuada puede ser complejo. Para lograrlo se pueden utilizar estas estrategias
que ayudarán a evitar los trastornos del sueño:

- Utilizar objetos de apego o chupete, si fuera necesario.


- Seguir una rutina antes de acostarse.
- Las siestas deben de durar el tiempo indicado según la edad y adaptarse a las
necesidades de cada niño/a.
- La hora de acostarse y levantarse debe ser siempre la misma.
- Evitar productos con cafeína antes de acostarse.
- Antes de ir a la cama, las últimas actividades deben ser tranquilas y relajadas para
que, cuando se acueste, se encuentre sereno.
- Si llora durante la noche se le debe tranquilizar para que reconcilie el sueño.

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