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El sueño es una necesidad de gran importancia porque cumple varias funciones de acuerdo
con la edad y al individuo; en niños pequeños el crecimiento y la maduración neurológica
se realizan durante el sueño; a lo largo de toda la vida el sistema inmunitario se repara
durante las horas de sueño, así como se lleva a cabo la consolidación de la memoria, la
regulación de la temperatura corporal y el metabolismo; entre otras funciones.
La etapa II - III, de sueño ligero, se caracteriza por una disminución aún mayor del ritmo
electroencefalográfico, con la aparición de los típicos husos de sueño y los complejos K,
fenómenos de los que es responsable el núcleo reticular del tálamo; sigue existiendo tono
muscular, y no hay movimientos oculares.
La siguiente etapa es la de sueño paradójico, que se caracteriza por una actividad EEG que
recuerda al estado de vigilia (por eso se habla de sueño paradójico), debida a una activación
cortical por parte de estructuras encefálicas profundas, como es la formación reticular
activadora.
Hay una desincronización del EEG, que se asemeja a una situación de vigilia, de alerta. Se
observan movimientos oculares rápidos (también se habla de sueño MOR, de movimientos
oculares rápidos o sueño REM), dependientes de la actividad de estructuras profundas tales
como la formación reticular pontina. Se produce una atonía (desaparición del tono
muscular), de lo que son responsables estructuras como la formación reticular bulbar, el
locus coeruleus, etc. El músculo diafragma sigue manteniendo el tono, y contrayéndose,
permitiendo la respiración. La fase de sueño REM constituye un 25 % del sueño total. En el
recién nacido, el sueño REM constituye el 50% del tiempo total de sueño. El tiempo de
vigilia va aumentando con la edad, cada vez se duerme menos, y cada vez hay menos sueño
REM. Sólo existe sueño REM en los mamíferos, excepto el conejo macho, el oso
hormiguero y el delfín de nariz en botella. Parece ser, en líneas generales, que el sueño
paradójico se produce, filogenéticamente, cuando la corteza cerebral está más desarrollada.
De la instauración del sueño REM es responsable el tronco del encéfalo, concretamente un
grupo de neuronas que también descargan en la vigilia (el centro nodal es el núcleo
reticular pontino oral, cuyas porciones ventral y para mediana reciben conexiones de
múltiples estructuras relacionadas con el control del ciclo vigilia-sueño), produciendo una
activación de los sistemas colinérgicos.
Las fases de sueño NREM y REM se alternan sucesivamente, cuatro a cinco veces por la
noche. En total, la fase de sueño NREM dura unas 6 horas; y la fase de sueño REM, dos
horas, por término medio. Es más fácil despertar al sujeto en la fase de sueño REM que en
la fase NREM.
En el sueño NREM se da una progresiva desactivación de la formación reticular activadora
junto a una inhibición de las neuronas relé talámicas. Todo esto quiere decir que las
estimulaciones sensoriales han de tener un umbral determinado para provocar el despertar,
ya que, en el sueño, y sobre todo en la fase de sueño profundo, no hay una concienciación
de lo sensorial.
Estas son algunas de las formas en las que dormir poco puede afectar a tu salud.
1. Mala dieta:
solemos comer alimentos poco saludables, y por eso la falta de sueño está vinculada
al aumento de peso.
2. Salud mental afectada:
Los trastornos del sueño, la falta de sueño está ligada a la depresión, la ansiedad y los
problemas psicológicos.
3. Riegos de accidentes:
Las personas sufren lesiones cada año debido a problemas relacionados con la falta de
sueño, y mueren en este tipo de accidentes en el país.
4. Menor Rendimiento:
Es importante dormir bien para tener energía durante el día, que nos permita desarrollar
nuestra actividad diaria.
5. Limitada capacidad cognitiva:
Es importante dormir bien para tener energía durante el día, que nos permita desarrollar
nuestra actividad diaria.
Disponer de una buena cama (buen somier y colchón de dureza intermedia). Utiliza
una almohada que mantenga la espalda alineada.
Una habitación cómoda, oscura, sin ruidos y con una temperatura adecuada (18-22
grados).
Cuida tu alimentación. No te vayas a la cama con el estómago vacío (hambre, sed)
pero tampoco con el estómago lleno o tras una cena muy pesada.
Toma un baño con agua caliente y un vaso de leche templada. Promueven el sueño.
Marca tu horario de sueño como una rutina, es decir, intenta a costarte y levantarte
todos los días siempre a la misma hora, no importa cuánto hayas dormido durante la
noche. Las horas más propicias para el sueño suelen ser las 11 – 12 de la noche.
Evita dormir durante el día si tienes problemas de insomnio. Intenta no dormir la
siesta, pero si lo necesitas, no duermas más de 20 minutos. Puede alterar la
capacidad de dormir bien por la noche.
Utiliza sólo la cama para dormir. Aunque otros muebles pueden ser utilizados para
el descanso, como sofás o sillones, la cama te garantiza una buena postura física y te
ayudará a descansar.
Bibliografías:
David Lira, Nilton Custodio. (2018). Los trastornos del sueño y su compleja relación con
las funciones cognitivas.. 1/04/2020, de Scielo Sitio web:
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-85972018000100004.
Elsevier. (2019). Las fases del sueño. 1/04/2020, de Elsevier Sitio web:
https://www.elsevier.com/es-es/connect/enfermeria/las-fases-del-sueno-nrem-y-rem