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COLEGIO JUNIOR SCHOOL 2 DOCENTE: Andrea Bustamante Tagle

CURSO: 4 medio FECHA APLICACIÓN:

Guía n° 1 Sector de aprendizaje : Ciencias de la salud

Unidad: Salud, Sociedad y Estilos de vida


Contenido : sueño y descanso
Estudiante:____________________________________________________

Descanso y sueño

 descanso

Es un estado en el que se reduce la actividad tanto física como mental. De todas maneras, descansar no es
sólo no hacer nada o casi nada o, dicho de otro modo, la simple inactividad física; requiere también tranquilidad,
ausencia de estrés y de ansiedad; en definitiva una situación en la que la persona se encuentre mentalmente
relajada, libre de ansiedad y físicamente calmada.

sueño

El sueño es un estado de nuestro organismo en el que éste se halla en una


relativa quietud y en el que la respuesta a estímulos externos está atenuada.
Quizás el signo más característico del sueño es la falta de consciencia. Por lo
demás, es un fenómeno reversible (nos dormimos y nos despertamos) y se
repite de forma cíclica (en condiciones normales, cada día).
Pese a lo que pueda parecer, el sueño es un proceso activo, en el que se logra la recuperación de las
capacidades físicas e intelectuales y es necesario para conservar la energía, mantener la termorregulación (la
temperatura corporal es más baja durante el sueño) y eliminar aquellos recuerdos que carecen de relevancia.

Hay que tener en cuenta que el sueño es la actividad humana que ocupa una mayor cantidad
de tiempo: pasamos durmiendo nada menos que un tercio de nuestra vida.

 Fases del sueño

 Sueño no REM : El sueño no REM es lo que se conoce como sueño reparador. Se divide en cuatro fases , a lo largo
de las cuales el sueño se hace progresivamente más profundo. Se trata de un sueño de ondas lentas, sin
movimientos oculares rápidos, durante el cual disminuyen la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la
respiratoria, la actividad cerebral se hace más lenta y los músculos se relajan.

 Fase I: en esta fase el sueño es aún muy ligero, de manera que la persona puede despertarse fácilmente
con estímulos como el ruido. Dura unos pocos minutos.
 Fase II: el sueño todavía es ligero. Las funciones orgánicas se van atenuando y se incrementa la
relajación. Dura de 10 a 20 minutos.
 Fase III: es una fase inicial del sueño profundo en la que ya es difícil que se produzca el despertar. Las
funciones vitales se reducen aún más y la musculatura está más relajada. Dura de 15 a 30 minutos.
 Fase IV: es el periodo de sueño más profundo, en la que la relajación es mayor y que el organismo
aprovecha para su descanso y reparación. Dura de 15 a 30 minutos.

 Sueño REM : A cada ciclo de sueño no REM, compuesto por las cuatro fases que se acaban de explicar, le sigue
una fase III y otra fase II y una etapa de sueño REM que dura de 10 a 20 minutos.

La fase de sueño REM se caracteriza por sueños vívidos, movimientos oculares rápidos, fluctuación del ritmo
cardiaco y respiratorio, subida o fluctuación de la tensión arterial y pérdida del tono muscular. Es una fase en la
que la persona está profundamente dormida pero en la que hay una importante actividad cerebral y orgánica
que tiene como finalidad reorganizar y reestructurar nuestros sistemas y recuperar y preparar nuestro
organismo para la actividad del día siguiente.
Las fases no REM y REM constituyen un ciclo de sueño que dura entre 80 y 100 minutos y se repite varias veces
(entre 4 y 6) a lo largo de la noche.

 Funciones del sueño


El sueño no es una situación pasiva, sino un estado activo en el que se producen  cambios en las funciones
corporales y en la actividad cerebral que son de mucha trascendencia para el equilibrio físico y psíquico de las
personas.
Se ha estudiado y se estudia de manera muy intensa la función o funciones que tienen tanto el sueño ‒el
acto de dormir‒ como los sueños, y la verdad es que hay muchas y diferentes teorías y muy pocas
demostraciones de cuál es el papel de ambos en nuestras vidas. Lo que sí hay es una constatación de que los
humanos, lo mismo que todas las especies de animales dotadas de cerebro (fundamentalmente los
vertebrados), pasan buena parte de su vida durmiendo, por lo que necesariamente el sueño ha de tener una
función o funciones de importancia. Hay un acuerdo general sobre que el sueño tiene funciones de
restauración y protección y sirve para reajustar o conservar los sistemas biológicos, de manera que podamos
desarrollar la actividad vital en las mejores condiciones.
De todas maneras, no todo es acuerdo en relación con las funciones que desempeña el sueño en nuestras vidas.
Para algunos, el sueño no REM (de ondas lentas) se encargaría de la restauración corporal y el sueño REM del
cerebral. Según otras teorías, el sueño tendría una función protectora tanto de la corteza cerebral como del
organismo en su conjunto. Otras atribuyen al sueño funciones como la de conservar energía, contribuir a la
maduración cerebral y consolidar la memoria.
En definitiva, la ciencia y la experiencia dejan claro que dormir es una actividad absolutamente necesaria para el
ser humano. Durante el sueño se producen cambios en las funciones corporales y en la actividad cerebral que
son de gran trascendencia para el equilibrio físico y psíquico de las personas.
 Regulación del sueño
Lo habitual es que el ser humano se mantenga despierto aproximadamente 16 horas durante el día y duerma
8 horas coincidiendo con el periodo nocturno. No obstante, el sueño está regulado por factores individuales,
ambientales y otros relacionados con el desarrollo embrionario, que varían de forma significativa de unos
individuos a otros. Además hay que tener especialmente en cuenta dos procesos muy concretos: uno que
favorece el sueño, denominado homeostasis del sueño, y otro que induce el estado de vigilia, conocido como
circadiano. De hecho, los procesos de sueño-vigilia están regulados por la interacción entre la homeostasis del
sueño y el ritmo circadiano, teniendo en cuenta que este último afecta al horario del sueño, mientras que los
mecanismos homeostáticos regulan la necesidad de dormir.
La homeostasis es el principal mecanismo regulador fisiológico del organismo. Se trata del conjunto de
fenómenos de autorregulación, cuya finalidad es mantener relativamente constantes las composiciones y las
propiedades del medio interno de un organismo. Los mecanismos homeostáticos también rigen los tiempos de
sueño y vigilia. Este proceso homeostático funciona de la siguiente manera: cuando necesitamos dormir nos
hace sentir somnolientos, y cuando hemos dormido lo suficiente hace que nos despertemos. Este mecanismo
mantiene el equilibrio interno, de manera que cuantas más horas pasamos despiertos, mayor necesidad
tenemos de dormir; y cuantas más durmiendo, menos intensa es esa necesidad.

 Ritmo circadiano

Las diferentes especies animales, incluida la humana, organizan muchas de sus funciones en ciclos periódicos
asociados a variaciones en los parámetros fisiológicos. Cuando estas fluctuaciones tienen una periodicidad
constante, se consideran ritmos biológicos y son generados por un mecanismo interno del organismo. Estos
ritmos sincronizan funciones como la temperatura corporal, el latido cardiaco, la secreción de hormonas o el
sistema endocrino. Cuando la oscilación de estas variables sigue una pauta cercana a las 24 horas se denomina
ritmo circadiano. El ciclo sueño-vigilia es el más notorio de nuestros ritmos circadianos. Este ritmo actúa como
mecanismo regulador del sueño y funciona con propiedades análogas a las de un reloj. El cuerpo se rige por este
reloj endógeno o marcapasos biológico que pauta los tiempos de actividad y reposo.
La regulación circadiana supone que, independientemente del tiempo pasado en estado de vigilia, la
necesidad de dormir varía de acuerdo a la hora del día en que nos encontremos. En los individuos con un patrón
sueño-vigilia coincidente con el ciclo noche-día, la necesidad más intensa de dormir aparece en la franja
nocturna de las 3:00-4:00 de la madrugada.
factores externos que pueden afectar a la ritmo del descanso y sueño:
 Factores sensoriales: la percepción o actividad (consciente) visual, auditiva, olfativa, el deseo sexual, el
hambre y el dolor mantienen a las personas en estado de vigilia o hacen que se despierten, mientras que su
ausencia provoca sueño.
 Factores ambientales: se refieren al lugar en el que se duerme y a las condiciones que presenta este
lugar en el que se duerme.
 Factores individuales o conductuales: tienen que ver con el cómo y cuándo se duerme y con el qué se
hace para dormir.

 Cuánto necesitamos dormir


Cada persona y cada edad tiene unas necesidades de sueño distintas. Existen lo que podría denominarse
dormidores cortos, que necesitan menos de 4 horas de sueño para descansar, y dormidores largos, que
necesitan más de 10 horas; también personas que duermen más por la mañana (síndrome de fase retrasada) y
personas que duermen más por la noche (síndrome de fase adelantada).
Las necesidades de sueño van cambiando a lo largo de la vida: son mayores en el periodo de lactancia y en la
infancia y van disminuyendo al transcurrir de los años.
En los mayores disminuye el tiempo de sueño profundo (fases III y IV), que nos permiten recuperarnos del
cansancio físico, y el de sueño paradójico o REM, que nos repone del esfuerzo intelectual. Como consecuencia,
hay un aumento del tiempo de sueño superficial (fase II), lo que supone un menor descanso global y más
despertares nocturnos.
La duración y la calidad del sueño varían según los distintos tramos o grupos de edad y también entre los
individuos del mismo grupo de edad:
 Recién nacidos: duermen una media de 16 horas (entre 10 y 23 horas). Durante su primera semana de
vida están dormidos prácticamente las 24 horas del día para recuperarse del parto.
 Lactantes: hasta la edad de un año el promedio diario es de 14 horas. A los 3-4 meses ya comienzan a
dormir 8-10 horas seguidas por la noche.
 Hacia los dos años: a esta edad duermen toda la noche y hacen un par de siestas durante el día, en total
una media de 12 horas diarias.
 Edad preescolar: duermen en torno a 12 horas, habitualmente por la noche, pues ya no hacen siestas,
salvo en entornos en los que exista esta práctica. Les cuesta relajarse y tranquilizarse tras un día activo y
pueden tener pesadillas y terrores nocturnos y despertarse por la noche. Han de seguir un cierto ritual para
acostarse.
 Escolares: la cantidad de horas de sueño varía según su actividad y su estado de salud. No suelen tener
conciencia de cansancio, por lo que pueden resistirse a ir a dormir.
 Adolescentes: duermen una media de 8-9 horas.
 Adultos jóvenes: la media de horas de sueño de las personas de este grupo de edad es de 6 a 8. El estilo
de vida y el estrés pueden interferir en el patrón de sueño.
 Adultos: a esta edad comienza a disminuir el tiempo de sueño a expensas de la fase IV de sueño no REM.
 Edad avanzada: en las personas de esta edad la necesidad de descanso aparece antes que la de sueño.
La duración del sueño durante la noche es menor, con mayor frecuencia de despertares y mayor dificultad
para conciliar el sueño. Esto no quiere decir que estas personas necesiten dormir menos, como
erróneamente se cree. A estas alturas parece demostrado que sus necesidades de descanso y sueño son las
mismas que las de un adulto normal. Por ello, para compensar las pérdidas de sueño durante la noche,
realizan siestas durante el día.

 Efectos de la falta de sueño prolongada


Aunque no todas las personas adultas necesitan las mismas horas de sueño, los expertos consideran que
dormir menos de 7 horas por noche de forma continuada puede tener consecuencias negativas para el
organismo y el cerebro. Los especialistas en el área dicen que una buena noche durmiendo es tan importante
para la salud como una dieta apropiada o el ejercicio físico frecuente.
Por lo que se refiere a trastornos orgánicos, los estudios epidemiológicos y de laboratorio realizados indican
que la falta de sueño puede tener que ver con el aumento de la prevalencia de diabetes y la obesidad. La
relación entre la restricción del sueño, la ganancia de peso y el riesgo de padecer diabetes podría derivar de
alteraciones en el metabolismo de la glucosa, un aumento del apetito y una disminución del gasto energético.
Durante el sueño el organismo libera cortisol, una hormona que regula nuestro sistema inmunitario, que
también interviene en el metabolismo de la glucosa, y leptina, otra hormona que tiene un papel fundamental en
la regulación de nuestro apetito. La falta de sueño altera seriamente la síntesis y liberación de estas dos
hormonas y de ahí deriva el riesgo de padecer diabetes tipo 2 (o diabetes del adulto, no dependiente de
la insulina) y obesidad.
Por otra parte, la vigilia prolongada se asocia a alteraciones del sistema nervioso que, a su vez,  cambios en la
esfera cognitiva y del comportamiento: un creciente entorpecimiento del pensamiento, sensación de cansancio,
fatiga, dificultad en la percepción y concentración, imposibilidad de mantener cualquier actividad de forma
ininterrumpida, somnolencia diurna, cefaleas matutinas, pérdida de la memoria, etc.

Descanso y sueño
Se estima que alrededor del 45% de la población adulta presenta algún trastorno del sueño. Este porcentaje es
aún más elevado en las personas mayores, mujeres y en personas que padecen enfermedades mentales.
Las repercusiones sobre la calidad de vida de estos trastornos pueden ser importantes, ya que afectan al
rendimiento laboral y a las relaciones personales, además de aumentar el riesgo de accidentes.
Los trastornos del sueño son varios y diversos y se podrían clasificar en primarios y secundarios. Entre los
primeros están el insomnio (sin duda el más frecuente), la hipersomnia (sueño excesivo), los trastornos del ciclo
sueño-vigilia (provocados por los cambios de turno en el trabajo o los viajes transcontinentales), y otros como el
sonambulismo, las pesadillas, etc. Entre los segundos destacan los que se deben a enfermedades, como el
síndrome de apnea obstructiva del sueño y el síndrome de las piernas inquietas.

Insomnio

Según la OMS, se ha de considerar como insomnio la dificultad para


conciliar o mantener el sueño o una sensación de sueño poco reparador,
situación que se ha de dar tres o más veces por semana durante al menos un
mes, acompañada de preocupación por la falta de sueño y de cavilaciones
excesivas nocturnas y diurnas sobre sus consecuencias, y que genere un
notable malestar o interferencia con las actividades sociales y laborales.
Para algunos esta definición es demasiado restrictiva y proponen que se considere insomnio a la situación de
una persona que tenga dificultad para conciliar o mantener el sueño tres o más veces por semana durante al
menos un mes, aunque no genere preocupación o malestar.

 Causas más habituales del insomnio

Son muchos los factores que pueden dar lugar a insomnio en los adultos: envejecimiento, alcoholismo o
abandono brusco del alcohol después de un largo periodo de consumo, ansiedad, la cama o el dormitorio no
reúnen las condiciones adecuadas para conciliar el sueño, depresión entre moderada y grave, determinadas
enfermedades, como prostatitis (hinchazón e inflamación de la próstata ), cistitis (Inflamación de la vejiga urinaria), EPOC
(enfermedad crónica inflamatoria de los pulmones que obstruye el flujo de aire desde los pulmones ), artritis(desgaste del cartílago
que envuelve los huesos en las articulaciones) , acidez y problemas cardiacos o pulmonares, angustia, etc.

 Somnolencia (hipersomnia)

Es un síntoma frecuente entre la población cuya causa principal reside en los


malos hábitos de sueño.
Hay dos tipos de somnolencia: la fisiológica, relacionada con la edad o con
situaciones concretas, como el periodo premenstrual, el embarazo, el ejercicio
físico intenso, etc.; y la somnolencia patológica, que se manifiesta cuando existe
una enfermedad que la origina.
Su tratamiento consistirá en mantener unos buenos hábitos de sueño siguiendo
las recomendaciones antes apuntadas en el artículo "Consejos para dormir bien".
 Síndrome de apnea obstructiva del sueño

Es un trastorno que pertenece al grupo de las llamadas apneas del sueño. La apnea
del sueño es la interrupción intermitente del flujo aéreo en la nariz y en la boca
durante el sueño, que provoca al menos 5 episodios de apnea (falta de aire) o 10
de hipopnea (insuficiente cantidad de aire) por hora, que duran más de 10
segundos y se acompañan de ronquidos. Provoca una excesiva somnolencia diurna
por la hipoxemia (falta de oxígeno en la sangre) y la fragmentación del sueño. Tiene
una prevalencia del 1-2% en mujeres y del 4-9% en hombres. En los obesos es de
12 a 30 veces más frecuente.

Los síntomas de la apnea obstructiva del sueño son:

 Ronquidos.
Se ha de tener en cuenta que el ronquido aislado no es el típico de la apnea obstructiva y aparece en el 40-50%
de los varones adultos y en el 20-30% de las mujeres, porcentajes que aumentan con la edad. El ronquido típico
es irregular, intercalado con pausas respiratorias (falta de respiración), de gran intensidad y se acompaña de
jadeos y bufidos.
 Pausas respiratorias, de las que por lo general se da cuenta la pareja.

 Sueño no reparador.
Somnolencia diurna, que es la tendencia a quedarse dormido de forma involuntaria o en situaciones
inapropiadas. Este síntoma es frecuente en los adultos de nuestro país, pero se ha de tener en cuenta que se
debe más a malos hábitos de sueño que a padecer el trastorno de apnea del sueño.

Síndrome de las piernas inquietas

El síndrome de las piernas inquietas se caracteriza por disestesias (hormigueo,


pinchazos, sensación de frío o calor, adormecimiento, vibraciones de electricidad, etc.)
en las pantorrillas, que provocan una necesidad irrefrenable de mover las piernas.
Aparece en reposo, generalmente al intentar conciliar el sueño. En el 80% de los casos
se presentan, además, movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño,
que son movimientos involuntarios y repetitivos de las mismas que despiertan al
paciente de modo parcial o completo.
Provocan dificultad para conciliar el sueño, despertares y fragmentación del sueño,
impidiendo un buen descanso.
COLEGIO JUNIOR SCHOOL 2 DOCENTE: Andrea Bustamante Tagle
CURSO: 4 medio FECHA APLICACIÓN:

Guía n° 2 Sector de aprendizaje : Ciencias de la salud

Unidad: Salud, Sociedad y Estilos de vida


Contenido : Jet Lag, B - Amiloide
Estudiante:____________________________________________________

El jet lag, también conocido como descompensación horaria o síndrome de los husos horarios, es un
desequilibrio entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario
que se establece cuando se viaja largas distancias. Los síntomas son fatiga, problemas digestivos, confusión,
falta de memoria e irritabilidad.

Este síndrome es más común en personas que viajan más de tres husos horarios y
que se trasladan de oeste a este. “El viajero se desfasa totalmente, ya que se va
hacia la noche. Por ejemplo, en Europa hay cuatro horas de diferencia, las cuales
se transforman en cuatro horas que no vivió .

¿Cómo minimizar los efectos del Jet Lag?

1. Antes del vuelo

- Los pasajeros deben llegar descansados, haber practicado ejercicio y seguir una dieta saludable.
- Personas con tratamientos médicos, se recomienda visitar a un profesional para planificar las conductas que
requieren monitorización.
- Adaptarse a la zona horaria de destino antes del viaje. Esto incluye comenzar la rutina diaria una hora antes o
después de lo que normalmente lo hace, tres a cuatro semanas antes de la salida.

2. Durante el vuelo

- Para prevenir la deshidratación, no es recomendable ingerir alcohol ni cafeína. La cafeína produce


deshidratación y altera los patrones de sueño. Es recomendable beber mucha agua para ayudar a contrarrestar
los efectos de la sequedad del ambiente dentro del avión. 
- Ejercitar las piernas mientras está sentado y moverse dentro del avión cuando el signo de cinturón de
seguridad esté apagado, cada dos horas

- Hacer escalas durante el viaje. Si es demasiado largo, pasar la noche en alguna ciudad es una buena alternativa.
- Intentar ajustar las horas de sueño en el avión para coincidir con la hora de destino.

3. Después del vuelo

- Adaptarse a la hora local.

"Jet lag social", un nuevo factor de riesgo para la salud

¿Qué es el “jet lag social”? Ocurre cuando te acuestas y te levantas más tarde los
fines de semana que durante la semana, lo cual se asocia con una mala salud,
peor estado de ánimo y mayor somnolencia y fatiga. Un poco eso ya lo sabíamos.
El problema es que, cada hora de jet lag social también se asocia con un aumento
de 11% en la probabilidad de enfermedad cardíaca. Estos efectos son
independientes de la duración del sueño y los síntomas del insomnio, que –por si
fuera poco- están relacionados con el jet lag social y la salud.
"Estos resultados indican que la regularidad del sueño, más allá de la duración del sueño por sí sola, juega un
papel importante en nuestra salud".

El retraso del jet social se evaluó utilizando el cuestionario Sleep Timing y se calculó restando el día de la semana
del punto medio del sueño del fin de semana. La salud en general fue auto-reportada usando una escala
estandarizada, y las preguntas de la encuesta también evaluaron la duración del sueño, el insomnio, las
enfermedades cardiovasculares, la fatiga y la somnolencia.

Revelado el mecanismo de la proteína beta amiloide que causa alzhéimer en

ratones

Un grupo internacional de investigadores ha identificado un receptor en el


cerebro de ratón, conocido como PirB, que se une al péptido beta amiloide –
asociado con la enfermedad de Alzheimer– causando defectos neuronales. El
estudio sugiere que el equivalente humano, el receptor LilrB2, podría ser un
nuevo objetivo para la terapia contra esta patología.

Científicos de la Universidad de Stanford (EE UU) han liderado una investigación


que demuestra cómo un fragmento de la proteína beta amiloide, implicada en la
enfermedad de Alzheimer, comienza a destruir las sinapsis antes de formar las placas seniles que conducen a la
muerte de células nerviosas.

En tanto que las placas neuríticas, también llamadas placas seniles o


placas amiloides, se forman en los espacios interneuronales de la
sustancia gris del cerebro por el depósito de una proteína denominada
beta-amiloide, que cumple funciones específicas en relación con el
estrés oxidativo, el transporte del colesterol o la actividad
antimicrobiana, entre otras. 

Sin embargo, estos depósitos que tienen diferentes formas y un tamaño de entre 20 y 100 micras, constituyen
una de las manifestaciones más características de la enfermedad de Alzheimer, aunque también están presentes
en otras patologías, como es el caso de la enfermedad de Parkinson. Un 10% de las personas mayores de 60
años tienen placas neuríticas, pero su presencia aumenta hasta un 60% por encima de los 80 años. De ahí
precisamente una de sus denominaciones más comunes sea la de placas seniles y se relacione su formación con
el proceso de envejecimiento.

Las principales características del alzhéimer, son la pérdida de sinapsis –conexiones entre las células nerviosas
a través de las cuales las neuronas transmiten señales entre sí– y un deterioro paralelo de la función del
cerebro, sobre todo en la capacidad para recordar.

Una investigación, realizada en ratones y en tejido cerebral humano, puede explicar los fracasos en los últimos
años de los ensayos clínicos a gran escala que tratan de frenar la progresión de la enfermedad liberando el
cerebro de placas amiloides mediante fármacos... "Nuestro descubrimiento sugiere que la enfermedad de
Alzheimer comienza a manifestarse mucho antes de que la formación de placa se haga evidente".

A principios del siglo xx, el término ‘demencia’ servía para designar TODO TIPO DE ENFERMEDADES MENTALES.
En 1907, Alois Alzheimer describió una nueva enfermedad, que en principio se consideró una forma atípica de
demencia antes de la vejez, en una paciente con síntomas psicóticos, trastornos del comportamiento, depresión
y deterioro cognitivo. Sin embargo en la autopsia se encontró características ¨distintas ¨ llamadas hoy en
dia OVILLOS NEUROFIBRILARES Y PLACAS AMILOIDES las cuales a la fecha definen la enfermedad conocida hoy
como enfermedad de alzheimer.

Sin embargo, estos hallazgos se consideraron muy raros durante


muchos años, ya que la causa de la demencia que era descrita
como habitual era el endurecimiento de las arterias. Durante
mucho tiempo, las denominaciones de demencia ‘senil’ y
‘presenil’ en función de la edad de aparición del cuadro clínico
se mantuvieron como si fueran entidades nosológicas
diferenciadas, pero en los años sesenta el grupo de Blessed
demostró que aquellos pacientes con demencia senil eran
indistinguibles neuropatológica y clínicamente de aquellos casos
más jóvenes descritos como enfermedad de Alzheimer. En otras palabras se distinguieron como 2 enfermedades
completamente distintas

¿Qué se considera actualmente Demencia?

La demencia es un síndrome causado por una


enfermedad del cerebro usualmente de naturaleza
crónica o progresiva en la cual hay una alteración de
múltiples funciones superiores del cerebro, incluyendo
la memoria, el pensamiento, la orientación, la
comprensión, el lenguaje, la capacidad de aprender y
de realizar cálculos, y la toma de decisiones. El
conocimiento no se nubla. Las deficiencias de las
habilidades cognitivas están comúnmente
acompañadas, y ocasionalmente precedidas, por un deterioro del control emocional, del comportamiento social
o de la motivación. Este síndrome se produce en un gran número de condiciones que afectan primaria o
secundariamente al cerebro .

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de la demencia y probablemente contribuye en un 60-70%


de los casos. La demencia afecta a cada persona de manera diferente dependiendo del impacto de la
enfermedad y de la personalidad antes de la enfermedad del la persona. Los problemas relacionados con la
demencia se pueden explicar mejor en tres:

Fase temprana Fase media Fase avanzada


La fase temprana tiende a ser ignorada A medida que la enfermedad
. El inicio de la enfermedad es gradual , avanza , los problemas se vuelven
por lo que es difícil saber cuando más obvios y limitantes.
empezó.
 Se torna olvidadizo ,  Se torna muy olvidadizo ,
especialmente con cosas que especialmente sobre eventos
acaban de suceder. recientes y nombres de
 Puede tener dificultad en su personas.
comunicación , como para  Puede tener dificultad para
encontrar palabras adecuadas . comprender el tiempo , fechas,
 Se pierde en lugares que le son lugares y eventos .
conocidos .  Puede aumentar su dificultad
 Pierde la noción del tiempo , de comunicación .
incluyendo hora del día , mes ,año  No puede preparar comida con
y estaciones . éxito , limpiar ni ir de compras .
 Puede tener dificultad en la toma
de decisiones y el manejo de sus  Tiene cambios en el
finanzas . comportamiento que puede
 Puede tener dificultad para incluir ,deambular , gritar,
realizar tareas complejas en el aferrarse , alucinaciones
hogar.
 Animo y comportamiento

 Puede tornarse menos activo y


estar menos motivado o perder
el interés de sus actividades o
pasatiempos .

 Puede mostrar cambios en el


estado de ánimo , incluyendo
depresión y ansiedad

Cual es la prevalencia ?
Según el Informe de la OMS en su informe del 2013 en Washington la prevalencia de demencia en la población
mayor de 60 años es alrededor del 10% cifra la cual consideran puede ser mayor hasta un 6% eliminando
elementos de incertidumbre. Siendo su distribución así en su reporte.
Si lo notaste sale que américa latina es la de la prevalencia más alta. Sin embargo durante la discusión explican
que en américa latin solo hay 1 estudio estimado de población con demencia por lo que si se realizaran más esta
cifra podría variar.

Cuales son los Factores de riesgo y cuales podemos prevenir?

Aunque la edad es el principal factor de riesgo de demencia y eso no lo podemos prevenir.


La enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Además, la demencia no afecta
exclusivamente a personas mayores. La demencia de inicio temprano (aparición de los síntomas antes de los 65
años) representa hasta un 9% de los casos. Algunas investigaciones han revelado una relación entre la aparición
de deterioro cognitivo y factores de riesgo relacionados con el modo de vida que también son comunes a otras
enfermedades no transmisibles, como la inactividad física, la obesidad, las dietas malsanas, el consumo de
tabaco y el consumo nocivo de alcohol, la diabetes y la hipertensión. Otros factores de riesgo potencialmente
modificables son la depresión, el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la actividad cognitiva. por lo que

Si los dividimos en no modificables, tratables y evitables se veria algo así la lista.

Como puedes ver la Demencia está más presente de lo que creemos.


y representa una enfermedad que se cree en los próximos años con el aumento de la esperanza de vida
representa un grave problema a la sociedad.
Ahora que espero que captará tu atención con respecto este tema. Si te gusta seguiré publicando al respecto.
Acerca del tratamiento, curiosidades, otros tipo de demencia.
Y ya sabes que a pesar que hay factores de riesgo no prevenibles. La mayoría sí lo son. Así que manos a la obra.

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