Está en la página 1de 6

El objetivo final de un espermatozoide es fecundar al ovocito.

Sin embargo, para llegar hasta


él ha de atravesar un largo y costoso recorrido.

La carrera de los espermatozoides

Coloquialmente se entiende el camino hacia la fecundación como una carrera en la que solo el
espermatozoide más hábil será capaz de llegar a la meta y ganar el campeonato. Pues,
efectivamente, es algo así: muchos espermatozoides inician la carrera pero solo uno es el
elegido para fecundar el óvulo.
Podemos dividir el recorrido en dos grandes etapas:
•Aparato reproductor masculino: desde los testículos hasta el exterior.

•Aparato reproductor femenino: desde la vagina, donde se deposita el semen, hasta las

trompas de Falopio, donde se encuentra el óvulo.


En cada una de estas fases, el espermatozoide se encuentra con ciertos obstáculos. A
continuación os contamos cuáles son.

Trayecto desde el testículo hasta la uretra

Los espermatozoides tardan unos 90 días en desarrollarse y adquirir la maduración necesaria


para poder ser expulsados en la eyaculación. Nacen en los túbulos seminíferos de los
testículos y posteriormente pasan al epidídimo.
Los túbulos seminíferos son las estructuras internas del testículo donde se forman los
espermatozoides. El epidídimo es una estructura alargada que conecta el testículo y el
conducto deferente.
En el momento del coito, una gran cantidad de espermatozoides (alrededor de 250 millones)
sale del epidídimo y atraviesa los conductos deferentes y la uretra. En este camino, los
espermatozoides se recubren de los fluídos liberados por las vesículas seminales y la próstata.
Se forma así el semen, también conocido como esperma.
Viaje de los espermatozoides desde la formación hasta la expulsión

La función principal de estos fluidos es facilitar la entrada de los espermatozoides a la vagina.


De la uretra saldrán disparados a través del pene hasta que entran al sistema reproductor
femenino, en concreto en la vagina.
Durante este recorrido desde el testículo hasta el exterior, el espermatozoide adquiere la forma
exacta que le permite fecundar el óvulo. Los cambios que se producen en esta etapa final de la
maduración del espermatozoide son:
•Compacta su ADN para permitir que la cabeza (donde se almacena el ADN) sea lo más
pequeña posible y pueda moverse mejor y atravesar la zona pelúcida (cubierta del óvulo).

•La cola adquiere el diseño perfecto para que el espermatozoide tenga una gran resistencia
y velocidad.

•La pieza media posee una elevada cantidad de mitocondrias para mantener la energía en
alto nivel. Esto ofrece al espermatozoide una gran eficiencia en el consumo de energía.

Maduración del espermatozoide

Recorrido en el sistema reproductor femenino


En el proceso de eyaculación, los espermatozoides salen del hombre y entran en la vagina,
desde donde inician la segunda parte de su recorrido hasta la fecundación.
Durante este camino, se encuentran con una gran cantidad de obstáculos o barreras que
dificultarán su llegada a las trompas de Falopio, donde se encuentra el óvulo.
Todo este trayecto es de aproximadamente entre 15 y 18 cm y el tiempo va en contra. Los
espermatozoides no pueden demorarse mucho, pues el óvulo, una vez ha salido del ovario (es
decir, tras la ovulación), tiene una vida media de unas 24 horas. El tiempo de supervivencia es
corto comparado con el de los espermatozoides, que son capaces de vivir entre 2 y 5 días en el
aparato reproductor femenino.

Obstáculos en el recorrido por el aparato reproductor femenino

Tras la eyaculación, empieza una carrera no solo de velocidad sino también de resistencia.
Los espermatozoides defectuosos y/o con mala movilidad quedarán en el camino.
Algunas barreras con las que se topan los espermatozoides son:
pH de la vagina
la vagina tiene un pH ácido, en el cual no todos los espermatozoides son capaces de
sobrevivir.

Acción inmunológica
los glóbulos blancos de la mujer detectan los espermatozoides como células poco amigas e
intentan destruirlos.
Moco cervical
las secreciones del cérvix y el flujo vaginal varían su consistencia y textura a lo largo del ciclo
femenino. En el momento de la ovulación, este fluido es más líquido y menos denso para
permitir el paso de los espermatozoides. Sin embargo, fuera del periodo de ovulación, es un
fluido denso y viscoso que complica el avance de los espermatozoides.
Barreras físicas
la anatomía interna del órgano reproductor femenino (vagina, cérvix, útero, trompas de
Falopio) resulta en sí misma un obstáculo para los espermatozoides. Hay numerosas
cavidades conocidas como criptasen las que muchos espermatozoides quedan varados.
Pero no todo son dificultades. El óvulo intenta allanar el camino a los espermatozoides
liberando moléculas y mandando señales. Las trompas de Falopio y el útero ejercen una
fuerza de succión por medio de contracciones rítmicas y el moco cervical se vuelve menos
denso permitiendo que los espermatozoides naden mejor.
Por su parte, el líquido seminal que acompaña a los espermatozoides neutraliza el pH y ofrece
azúcares al espermatozoide. Este fluido le sirve de escudo protector ante los glóbulos blancos.

Llegada a las trompas de Falopio

Superadas las barreras vaginal, cervical y uterina, nos encontramos con la parte más estrecha
del recorrido: la unión uterotubárica. Hasta aquí solo llegan unos pocos miles de los 250
millones de espermatozoides que había de media en el esperma recién eyaculado.

La unión uterotubárica: la zona más estrecha del camino de los espermatozoides

A lo largo de todo el recorrido, los espermatozoides más fuertes, es decir, los que han sido
capaces de superar los obstáculos femeninos, adquieren una habilidad extraordinaria:
la capacidad de fecundación. Es lo que se conoce como hiperactivación del espermatozoide.
Desde este momento, su cola se mueve con mucha más fuerza y energía, permitiendo un
movimiento vigoroso que facilita la llegada al óvulo.
Una vez llegan a las trompas de Falopio, muchos espermatozoides se quedan adheridos a las
paredes, agotados y sin capacidad de seguir el recorrido.
En este punto, son pocos los espermatozoides que quedan en la carrera, pues la gran mayoría
se han ido perdiendo por el camino. De las pocas decenas de espermatozoides que quedan
ante la atenta mirada del óvulo, solo uno logrará atravesar la gruesa puerta de entrada al
óvulo: la zona pelúcida.
El espermatozoide elegido, el más fuerte y capacitado, al contacto con la zona pelúcida, inicia
la llamada reacción acrosómica. Consiste en la liberación del contenido del acrosoma: una
serie de enzimas que debilitan la zona pelúcida y facilitan la penetración.
Esta reacción “despierta” al óvulo, que libera los gránulos corticales, unos orgánulos que
impiden que ningún otro espermatozoide pueda penetrar. Es como si el óvulo plantara una
bandera indicando al resto de espermatozoides de su alrededor que ya ha sido conquistado por
el espermatozoide ganador y, por tanto, que las puertas de su reino están cerradas.
Una vez el espermatozoide penetra el ovocito, los núcleos de ambos se fusionan. Esto es lo
que conocemos como fecundación. Si quieres saber los detalles sobre cómo entra el
espermatozoide al óvulo y cómo se forma el nuevo ser, puedes consultar este enlace: ¿Cómo
ocurre la fecundación?

Preguntas frecuentes:
1. ¿Cuánto vive un espermatozoide en el aparato reproductor femenino?
Una vez se produce la eyaculación y los espermatozoides son liberados en la vagina, tienen
una vida media de entre 2 y 5 días. Los más fuertes sobrevivirán más tiempo. Los más débiles
morirán en el camino. Tras la fecundación, los espermatozoides muertos y los vivos que
hayan quedado sin poder fecundar el óvulo serán eliminados por fagocitosis (sistema de
neutralización y eliminación de sustancias propio del organismo).
2. ¿Cuánto tardan los espermatozoides en llegar al óvulo?
No hay un tiempo determinado, pues los espermatozoides con mejor calidad, es decir, con
gran habilidad para superar los obstáculos y gran fuerza de movimiento, serán capaces de
llegar hasta el óvulo en tan solo media hora. Sin embargo, habrá otros que necesitarán unos
dos días para atravesar todo el aparato reproductor femenino.

3. ¿Por dónde pasan los espermatozoides en su trayecto hasta el óvulo?


Como hemos comentado, en primer lugar han de atravesar el aparato reproductor masculino y,
posteriormente, tras la eyaculación, el aparato reproductor femenino. En la primera parte del
camino, salen del testículo y pasan por el epidídimo, los conductos deferentes y la uretra.
Durante esta parte, se impregnan de las secreciones de la próstata y la vesícula seminal.
En la segunda parte del recorrido, los espermatozoides pasan de la vagina, donde son
depositados, al cuello del útero o cérvix. Posteriormente, atraviesan el útero y llegan a las
trompas de Falopio, donde se encuentra el óvulo o donde esperan a que llegue, en caso de que
la ovulación todavía no haya ocurrido.

4. ¿Hasta dónde tiene que llegar el esperma para quedar embarazada?


El espermatozoide ha de llegar hasta las trompas de Falopio, que es donde se encuentra el
óvulo. Una vez allí, podrá fusionarse con él y dar lugar al embrión. Posteriormente, éste
saldrá de las trompas de Falopio, llegará al útero e implantará en el endometrio de la cavidad
uterina. Se establece así el inicio del embarazo.

También podría gustarte