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ESPERMATOZOIDE

El espermatozoide es la célula sexual masculina que se produce en los testículos del


hombre a través del proceso conocido como espermatogénesis.
La función principal de los gametos masculinos, los espermatozoides, es permitir la
reproducción sexual gracias a su unión con el óvulo femenino durante la fecundación.
El espermatozoide es el gameto masculino destinado a la fecundación de óvulo, es decir, la
célula reproductora que aporta el varón para la formación de un embrión que pueda anidar
en el útero materno y dar lugar a un embarazo.
Para que esto sea posible, tanto el gameto masculino como el femenino deben poseer la
mitad de material genético que el resto de las células del organismo. Se dice, por tanto, que
el espermatozoide es una célula haploide: posee 23 cromosomas.
Esta reducción del material genético se consigue gracias al proceso de meiosis que tiene
lugar durante la formación de espermatozoides en el testículo.
Después de la fecundación del óvulo con el espermatozoide y la fusión de ambos núcleos,
se restablece la dotación genética característica del ser humano: 46 cromosomas. La célula
resultante de esta unión es el cigoto.
Partes del espermatozoide
El microscopista Anton van Leeuwenhoek fue la primera persona que describió el
espermatozoide en el año 1677. Se trata de una célula alargada que posee cabeza, cuello y
cola, con una longitud total de unas 50-60 micras.
La forma de los espermatozoides es similar en la mayoría de las especies, sobre todo en los
mamíferos, aunque pueden existir pequeñas diferencias.
Lo más peculiar del espermatozoide es que es la única célula humana con flagelo, la cola
que le permite moverse.
A continuación, vamos a describir cada una de sus partes:
Cabeza
La cabeza del espermatozoide tiene una forma ovalada y un tamaño entre 5 y 8 micras. En
ella se pueden diferenciar las siguientes partes:
Acrosoma
ocupa los dos primeros tercios del volumen total y se encuentra en el extremo del
espermatozoide. Contiene enzimas proteolíticas que ayudan a deshacer la zona pelúcida del
óvulo para poder penetrar en su interior sin problemas.
Núcleo
es donde permanecen condensados los 23 cromosomas, es decir, la mitad de la información
genética del futuro embrión. Esta parte es la única que entra dentro del óvulo y, por ello, es
la más importante del espermatozoide. Su función es fusionarse con el núcleo del óvulo
para completar la dotación genética del nuevo ser.
Membrana plasmática
rodea al acromosoma y al núcleo para separarlos del resto de cuerpo del espermatozoide.
En su interior se encuentra una pequeña cantidad de citoplasma con altos niveles de ácidos
grasos polinsaturados.
Pieza intermedia
Se corresponde con el cuello del espermatozoide y, por tanto, se sitúa entre la cabeza y la
cola. La pieza intermedia mide entre 6 y 12 micras, es un poco más larga que la cabeza y su
grosor apenas es visible al microscopio.
En su interior existen miles de mitocondrias que se encargan de obtener la energía necesaria
para producir el movimiento flagelar que permite el avance del espermatozoide.
Cola
La cola del espermatozoide, también llamada flagelo, es una estructura larga cuya función
principal es permitir la movilidad espermática mediante su movimiento ondeante o
serpenteante.
La longitud de la cola del espermatozoide es de de 50 µm aproximadamente, lo cual
permite una velocidad de nado de aproximadamente 3 milímetros por minuto. Cualquier
alteración en la cola espermática que impida el movimiento progresivo de los
espermatozoides será motivo de infertilidad masculina.
Una vez el espermatozoide llega hasta el óvulo y su núcleo entra en el interior, la cola se
pierde.
Alteraciones de los espermatozoides
Existen varias alteraciones relacionadas con los espermatozoides que pueden dificultar la
concepción de manera natural. A continuación, vamos a comentar las anomalías más
frecuentes que provocan infertilidad en el hombre:
Oligozoospermia
hace referencia a una baja concentración de espermatozoides en el semen.
Astenozoospermia
es la alteración de la movilidad espermática debido a defectos que impiden o dificultan el
avance de los espermatozoides.
Teratozoospermia
es cuando los espermatozoides presentan una mala morfología, ya sea en la cabeza, en el
cuello o en la cola.
ÓVULO
Los óvulos son las células sexuales o gametos femeninos. Son células haploides, es decir
que contienen 23 cromosomas. Son células de forma esférica y gran tamaño (un poco
menos de 1 mm de diámetro).
Cuando nace una niña, en sus ovarios hay alrededor de 400.000 células que, en su debido
momento, empezarán a madurar una a una y se transformaran en óvulos. A lo largo del
periodo fértil de una mujer sólo maduraran cerca de 450.
La formación de óvulos es proceso cíclico que se repite cada 28 días, la ovogénesis tiene
lugar en los ovarios y una vez el óvulo ha completado su formación pasa a las trompas de
Falopio, donde evolucionará en cigoto si es fecundado o en caso contrario morirá pasadas
las 24 horas desde su llegada a las trompas y será expulsado al exterior.
Ovogénesis: formación de óvulos
El proceso de formación del óvulo se denomina ovogénesis, se trata de la gametogénesis
femenina. La ovogénesis tiene lugar en las gónadas sexuales femeninas, los ovarios. Es un
proceso basado en la meiosis. Se parte de un ovocito primario y mediante dos divisiones
meióticas se consigue el óvulo.
Función del óvulo
La función del óvulo es dar origen a un cigoto después de que sea fecundado por un
espermatozoide, el gameto masculino. El cigoto posteriormente se convertirá en embrión y
en feto. La unión del espermatozoide y el óvulo forma una célula diploide (es decir de 46
cromosomas, 2n) resultado de la combinación del material genético de ambos.
Estructura del óvulo
Núcleo: Es donde se almacena el material genético.
Vitelo: Es el citoplasma del óvulo y contiene sustancias que permitirán la nutrición del
embrión durante sus primeros días. La membrana plasmática rodea el vitelo.
Zona pelúcida: Capa gelatinosa que rodea la membrana plasmática. Se endurece una vez el
óvulo ha sido fecundado.
Corona radiada: Capa gelatinosa formada por numerosas células foliculares que tiene como
función proteger al óvulo e intervenir en la formación de la placenta
En la siguiente representación gráfica se observan las partes de un óvulo.
¿Cómo es?
Los óvulos son una de las células más grandes de todo el cuerpo humano, y al igual que
muchas otras tiene una forma esférica. Su cubierta consiste en una membrana vitelina o
plasmástica, que contiene glucoproteínas que ayudan a la unión de las células sexuales. A
su vez, esta membrana vitelina se encuentra rodeada por otra segunda membrana formada
por células foliculares, que también es fundamental. Bajo estas membranas ya encontramos
el óvulo en sí, cuyo núcleo contiene toda la información del genoma materno.

Producción de óvulos
Desde su nacimiento, la mujer cuenta con cerca de 300.000 ovocitos, que han sido
desarrollados durante su etapa fetal. Sólo cerca de 300 o 400 se formarán en forma de
óvulos mediante la ovulación, mientras que el resto irán abandonando los ovarios en las
diferentes ovulaciones que presenta la mujer a lo largo de su vida.

La ovulación es un proceso que ocurre entre 12 a 16 días previos a la menstruación.


Conforme se acerca el desprendimiento del óvulo desde los ovarios, se desprenden unas
hormonas llamadas estrógenos, que provocan que el endometrio se adapte para recibir el
esperma.

Una vez se ha dado esta subida, es cuando el óvulo maduro se libera de los ovarios y del
folículo (esfera con líquido que lo rodea), y comienza a descender por las trompas de
Falopio, donde se mantiene unas 24 horas. Si pasado este tiempo el óvulo no ha sido
fecundado por un espermatozoide, el óvulo muere y se desprende junto al endometrio,
como parte de la menstruación.

El proceso de ovulación suele darse por primera vez durante la adolescencia de la mujer, y
mantiene produciendo un óvulo maduro hasta la menopausia, momento en el que la mujer
deja de ser fértil.

Fertilidad
Los óvulos pueden variar en cuanto a su capacidad para ser fecundados. Esto se puede
estudiar al realizar un examen de sangre para medir los niveles hormonales, antes y después
de haber suministrado un medicamento que estimula las hormonas llamado clomifeno.

Otra forma de conocer la calidad de los óvulos es mediante un ciclo de fecundación in


vitro. Esto se estudia una vez los óvulos se extraen y son posteriormente estudiados en el
laboratorio.

Mediante esto no sólo se comprueba la calidad de los óvulos que se expulsan, sino también
aquellos que permanecen en la reserva ovárica.
Según avanza la edad de la mujer, la fertilidad de la mujer se ve en decremento no sólo
debido a la menopausia, que reduce la producción de óvulos, sino porque los propios
óvulos comienzan a presentar anomalías que impiden el correcto desarrollo de un embrión.
Así, a mayor edad, existe un mayor riesgo de que aparezcan anomalías cromosómicas en
los óvulos producidos, que provocan que no se llegue a dar el embarazo o, si se da, que este
se interrumpa a las pocas semanas en forma de aborto espontáneo. Este riesgo se estima en:

- De 35 a 37 años: 40 por ciento.


- De 38 a 41 años: 65 por ciento.
- De 41 a 45 años: 80 por ciento.

QUÉ SON LOS CROMOSOMAS


Los cromosomas son estructuras en el interior de la célula que contienen la información
genética.
Su nombre significa “cuerpo de color” y procede de la palabra griega chróma, que significa
“color”, y “soma”, que significa cuerpo. ¿Por qué se llaman así? Porque se tiñen
fuertemente con algunos colorantes utilizados para teñir muestras biológicas, Esta
observación hizo que los primeros científicos en observarlos los llamaran literalmente
“cuerpos coloreados” o cromosomas.
Cada cromosoma de nuestras células está formado por una molécula de ADN, asociada a
ARN y proteínas. El ADN contiene información para producir en el momento y cantidad
adecuada las proteínas de las células, y es el foco principal de los estudios genéticos y las
aplicaciones de la genética en la salud.

Estructura y función de los cromosomas


Las moléculas de ADN que conforman nuestro genoma (o el de otros organismos) no se
encuentran de forma libre en las células. Sería poco práctico y muy caótico, algo así como
tener metros de hilo de lana sueltos sin organizar en una caja de zapatos. Gracias a los
cromosomas, las moléculas del ADN están empaquetadas de forma organizada, lo que
facilita el funcionamiento del genoma y su correcta transmisión cuando las células se
dividen.
En los cromosomas la estructura y la función están fuertemente unidas. Por ejemplo, la
actividad del ADN, es decir, qué genes se expresan y qué genes no, depende en muchos
casos de cómo de accesible es la molécula del ADN a las proteínas que participan en la
expresión de los genes.
La estructura de los cromosomas está determinada por la interacción del ADN con diversas
proteínas que facilitan la mayor o menor compactación. Según las necesidades de la célula
o circunstancias fisiológicas del momento puede ser necesaria una mayor o menor
compactación.
Una característica de los cromosomas es que no siempre se presentan con la misma
estructura. La mayor parte del tiempo los cromosomas están desplegados, como una larga
fibra de ADN con proteínas.
La forma en X que solemos asociar a los cromosomas se manifiesta únicamente durante un
corto periodo de la división celular. No obstante, ese corto periodo en el que están muy
compactados es muy relevante, ya que, en esa etapa, los cromosomas son esenciales para
que el material hereditario se distribuya de forma correcta y equilibrada entre las células
hijas durante la división celular.
• ¿Cómo se llega de una hebra de ADN al cromosoma en forma de X característico?
La estructura de cada cromosoma está fuertemente organizada y es producto de diferentes
niveles de compactación.
• El nucleosoma es la unidad fundamental de compactación del ADN y consiste en un
fragmento de ADN de doble cadena de longitud fija que rodea un núcleo de ocho proteínas
llamadas histonas.
Cada nucleosoma se conecta al siguiente por un fragmento de ADN, formando una cadena
de nucleosomas similar a un collar de perlas. Este nivel de compactación permite que el
ADN pueda copiarse durante la replicación o expresar sus genes a través de la
transcripción.
• En el siguiente nivel de compactación la cadena de nucleosomas se enrolla
formando un solenoide. En este nivel el ADN está tan compactado que se dificulta la
replicación y la transcripción.
• Los solenoides se compactan nuevamente en fibras de 300 nm que pueden
condensarse todavía más hasta dar lugar a los conocidos brazos de los cromosomas.
La compactación final del ADN en el cromosoma es de 500 veces.
• cromosomas son iguales?
La forma y número de los cromosomas varían entre diferentes especies. Los cromosomas
presentes en las células y los animales son lineares y hay más de uno en cada célula. De
hecho, suelen ir por pares. Por ejemplo, en la especie humana la mayor parte de las células
(es decir, todas menos los gametos) tienen dos copias de cada cromosoma no sexual
(también llamados cromosomas autosómicos) y un par de cromosomas sexuales que pueden
ser iguales o diferentes.
Los humanos se caracterizan por tener 23 pares de cromosomas. Ese número es
característico de la especie. Los chimpancés y gorilas tienen 24 pares de cromosomas (48
en total) y los ratones tienen 20 pares (40 cromosomas en total).
Los cromosomas bacterianos, por otra parte, son circulares y suele haber un único
cromosoma principal en cada célula bacteriana.
• ¿Qué elementos se distinguen en los cromosomas?
Una parte importante del cromosoma es el centrómero, región más estrecha del cromosoma
a la cual se unen las fibras del huso mitótico durante la división.
Los centrómeros definen la estructura y forma de los cromosomas, que se clasifican según
su posición relativa (la del centrómero) hacia un extremo o en el centro del cromosoma.
El centrómero divide al cromosoma en dos brazos. El más largo se denomina q y el más
pequeño se conoce como p. Así, en función de la longitud de los brazos de los cromosomas
definida por la posición del centrómero encontramos:
• Cromosomas metacéntricos, que tienen los dos brazos de igual tamaño.
• Cromosomas submetacéntricos, que tienen un brazo de mayor tamaño que el otro.
• Cromosomas acrocéntricos, en los que el centrómero está más desplazado y en los
que el brazo pequeño mucho más corto que el brazo largo.
• Cromosomas telocéntricos en los que el centrómero está tan desplazado hacia un
extremo que prácticamente no tienen brazos pequeños.
Otro componente muy importante de los cromosomas son los telómeros, estructuras
localizadas al final de los cromosomas.
Los telómeros están formados por secuencias repetitivas de ADN y tienen diversas
funciones como:
• Proteger los extremos terminales de los cromosomas y mantener la estabilidad del
genoma.

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