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Título:
Historia Natural
Curso:
Integrante:
Docente:
Fabiola Quiróz
2023
Tumor Maligno del lóbulo frontal
Un tumor cerebral es una masa de células dentro o cerca del cerebro. Los tumores cerebrales se
pueden formar en el tejido cerebral. También pueden formarse cerca del tejido cerebral. Cerca se
encuentran los nervios, la glándula pituitaria, la glándula pineal y las membranas de la superficie del
cerebro. Los tumores cerebrales pueden comenzar en el cerebro. Estos se denominan tumores
cerebrales primarios. A veces, el cáncer se propaga al cerebro desde otras partes del cuerpo. Estos
tumores son tumores cerebrales secundarios, también conocidos como tumores cerebrales
metastásicos. Hay muchos tipos diferentes de tumores cerebrales primarios. Algunos tumores
cerebrales no son cáncer. Estos se denominan tumores cerebrales benignos o no cancerosos. Los
tumores cerebrales no cancerosos se desarrollan con el tiempo y ejercen presión sobre el tejido
cerebral. Otros tumores cerebrales son tipos de cáncer cerebral y también se denominan tumores
cerebrales malignos. El cáncer de cerebro se desarrolla rápidamente. Las células cancerosas pueden
invadir y destruir el tejido cerebral.
Los tumores cerebrales varían en tamaño desde muy pequeños hasta muy grandes. Algunos se
descubren cuando son muy pequeños porque provocan síntomas perceptibles de inmediato. Otros se
desarrollan y crecen mucho antes de ser descubiertos. Algunas partes del cerebro son menos activas
que otras. Si un tumor cerebral ocurre en una parte menos activa del cerebro, es posible que no cause
síntomas inmediatos. Los tumores cerebrales pueden llegar a ser bastante grandes antes de ser
detectados. Las opciones de tratamiento para los tumores cerebrales dependen del tipo de tumor
cerebral y de su tamaño y ubicación. Los tratamientos comunes incluyen cirugía y radioterapia.
Además, se toma en cuenta que el cerebro está dividido en dos hemisferios, cada uno de los cuales
tiene 4 lóbulos:
Lóbulo Occipital: Ubicado en la parte posterior. Control de la información visual. Si una célula
cerebral sufre múltiples mutaciones, puede volverse cancerosa. Esto hace que se descomponga más
rápido de lo normal y además no morirá cuando llegue el momento. Como resultado, las células se
acumulan y forman tumores.
Los signos y síntomas de los tumores cerebrales no siempre están presentes y es posible que no sean
de la misma intensidad para todos. Independientemente de dónde esté el tumor, pueden aparecer
algunos. Debido a que el cerebro está dentro del cráneo, la presencia de un tumor puede causar
compresión del cerebro. Provoca un aumento de la presión intracraneal y se manifiesta por dolor de
cabeza, vómitos, trastornos del sueño y de la conciencia. Otro síntoma común son las crisis
epilépticas: movimientos corporales bruscos que el paciente no puede controlar y que se asemejan a
una crisis epiléptica. Su gravedad puede ser muy diferente, desde imperceptible para el propio
paciente, hasta severa, por lo que cae al suelo y pierde el conocimiento. El tratamiento con fármacos
antiepilépticos (siempre bajo supervisión médica) suele ser eficaz.
Si está en el lóbulo frontal (frente de la cabeza), puede provocar cambios en la memoria, el lenguaje,
el estado de ánimo o la personalidad. También puede afectar la concentración, provocando mareos y
debilidad en un lado del cuerpo. O puede cambiar su sentido del gusto y del olfato. Si se localiza en el
lóbulo parietal (parte superior), puede dificultar diferentes aspectos del lenguaje: leer, escribir, hablar
o comprender palabras. También puede provocar mareos y dificultad para reconocer espacios y
objetos. Esto afecta la coordinación del movimiento y provoca una pérdida de fuerza en un lado del
cuerpo. Los tumores ubicados en el lóbulo temporal (parte lateral) pueden provocar trastornos del
estado de ánimo y de la audición. También puede interferir con el habla o el equilibrio. Si está en el
lóbulo occipital (espalda), afecta la visión y puede provocar ceguera. Los tumores ubicados en el
cerebelo (debajo del lóbulo occipital) pueden dificultar la coordinación y el equilibrio. También puede
provocar vómitos y mareos. La ubicación del tronco del encéfalo (la parte que conecta el cerebro con
la médula espinal) puede provocar vómitos, dolores de cabeza y falta de coordinación. También puede
afectar el habla y la visión y provocar somnolencia.
Examen clínico y neurológico: los médicos le preguntarán sobre cosas como caminar en línea recta,
mover los ojos, nombrar objetos dibujados, etc. Comprueba también los reflejos. CT: La CT
(tomografía axial computarizada) es una serie de rayos X que, cuando se combinan, permiten ver todo
el cerebro (como una rebanada de pan). Se coloca al paciente sobre una camilla que se mueve y
recorre en círculo. El círculo gira y se toman radiografías. La prueba no es dolorosa, pero requiere
completo silencio una vez finalizada.
Resonancia magnética: También proporciona más imágenes, pero son más precisas y nos permiten ver
lo que sucede alrededor del tumor. Esto generalmente se hace en una camilla donde se inserta un tubo
cerrado, para satisfacer a las personas con claustrofobia. Es indoloro y no utiliza radiación.
PET: La PET (tomografía por emisión de positrones) nos permite observar el comportamiento de los
tumores en tiempo real. Se inyecta glucosa en el cuerpo del paciente y el tumor la absorbe como
alimento. Por lo tanto, ayuda a determinar su posición y tamaño exactos. Punción de la columna
lumbar: inserta la aguja en la médula espinal. Y extraiga la segunda muestra esférica de líquido
(protección de la médula ósea y el cerebro contra la pudrición y la actividad física repentina) para ver
si hay células cancerosas. También puede inyectar drogas. El procedimiento puede ser doloroso y la
paciente debe permanecer en reposo y en posición fetal. Después de eso, necesitarás descansar unas
horas y es posible que tengas dolor de cabeza.
Biopsia: una biopsia es la prueba más confiable para determinar el tipo de tumor cerebral y su
malignidad. Para ello, se requiere cirugía: se debe acceder al cerebro a través del cráneo y se deben
extraer muestras de tejido para análisis de laboratorio. Se puede practicar dentro de la misma
intervención como parte de la terapia.
Tratamiento
1. Cirugía:
- El objetivo de la cirugía de tumores cerebrales es extirpar todas las células tumorales.
Los tumores no siempre se pueden extirpar por completo. Si es posible, los cirujanos
intentan extirpar la máxima cantidad de tumor cerebral que se pueda lograr de forma
segura. La cirugía para extirpar tumores cerebrales puede tratar tanto el cáncer de
cerebro como los tumores cerebrales benignos. Algunos tumores cerebrales son
pequeños y se separan fácilmente del tejido cerebral circundante. Puede eliminar
completamente el tumor. Otros tumores cerebrales no se pueden separar del tejido
circundante. A veces, los tumores cerebrales se encuentran cerca de la parte principal
del cerebro. En esta situación, la cirugía puede ser riesgosa. Los cirujanos pueden
extirpar de forma segura la máxima cantidad de tumor. La extirpación de parte del
tumor cerebral a veces se denomina resección subtotal. Extirpar parte del tumor
cerebral puede ayudar a reducir los síntomas. Hay muchas formas de extirpar un
tumor cerebral. La mejor solución para usted depende de su situación. Estos son
algunos ejemplos de cirugía tumoral cerebral:
- Extraer parte del cráneo para acceder al tumor cerebral: La cirugía cerebral asociada
con algunos cráneos se llama corte craneal. Así es como se realizan la mayoría de las
operaciones para extirpar tumores cerebrales. La cirugía de craneotomía se utiliza
para tratar el cáncer y los tumores cerebrales benignos. El cirujano hace una incisión
en el cuero cabelludo. La piel y los músculos se retiran de la posición original. Luego,
el cirujano utiliza un taladro para extraer parte del hueso del cráneo. Se extraen
huesos para acceder al cerebro. Si el tumor está en lo profundo del cerebro, se pueden
utilizar instrumentos para inmovilizar suavemente el tejido cerebral sano. Se utilizan
instrumentos especiales para extirpar tumores cerebrales. A veces se utilizan láseres
para destruir tumores. Durante el procedimiento, recibirá medicamentos para
adormecer el área para que no sienta nada. También le darán un medicamento para
adormecerlo durante el procedimiento. A veces, la cirugía cerebral se realiza mientras
el paciente está despierto. Se llama cirugía cerebral despierto. Mientras está despierto,
el cirujano puede hacerle preguntas y controlar su actividad cerebral mientras
responde. Esto ayuda a reducir el riesgo de dañar partes importantes del cerebro.
Cuando se completa la operación para extirpar el tumor, la parte ósea del cráneo se
vuelve a colocar en su lugar.
- Uso de una sonda larga y delgada para ingresar al tumor cerebral: La cirugía cerebral
endoscópica implica insertar una sonda larga y delgada en el cerebro. Esta sonda se
llama endoscopio. La sonda tiene una serie de lentes o pequeñas cámaras que
transmiten imágenes al cirujano. Se insertan herramientas especiales en la sonda para
extirpar el tumor.
2. Radioterapia
- La radioterapia para tumores cerebrales utiliza rayos de alta energía para destruir las
células tumorales. La energía se puede obtener de rayos X, protones y otras fuentes.
La radioterapia para los tumores cerebrales generalmente proviene de una máquina
fuera del cuerpo. Esto se llama radioterapia de haz externo. En casos raros, la
radiación se coloca dentro del cuerpo. Esto se llama braquiterapia. La radioterapia
puede usarse para tratar tumores cerebrales benignos y cerebrales. La radioterapia
externa generalmente se distribuye en un tratamiento diario corto. Un plan de
tratamiento típico puede incluir radioterapia cinco días a la semana durante dos a seis
semanas. La radioterapia de haz externo puede dirigirse únicamente a la parte del
cerebro donde está el tumor o puede usarse en todo el cerebro. Para la mayoría de las
personas con tumores cerebrales, la radiación se enfoca en el área alrededor del
tumor. Si el tumor es grande, es posible que se necesite radioterapia en todo el
cerebro. Si se trata todo el cerebro, se llama radioterapia de todo el cerebro. La
radioterapia de todo el cerebro se usa a menudo para tratar el cáncer que se diseminó
desde otras partes del cuerpo hasta el cerebro y formó múltiples tumores. La
radioterapia suele utilizar rayos X, pero existe un nuevo tratamiento que utiliza
energía de protones. El haz de protones se puede dirigir con cuidado para que sólo
daña las células tumorales. Es menos probable que dañen el tejido sano cercano. La
terapia de protones puede ayudar a tratar los tumores cerebrales en los niños.
Además, puede usarse para tratar tumores ubicados muy cerca de partes importantes
del cerebro. La terapia de protones no se ofrece en tantos lugares como la terapia de
rayos X tradicional. Los efectos secundarios de la radioterapia para los tumores
cerebrales dependen del tipo y la dosis de radiación recibida. Los efectos secundarios
comunes que ocurren durante o inmediatamente después del tratamiento incluyen
fatiga, dolor de cabeza, pérdida de memoria, irritación del cuero cabelludo y caída del
cabello. En algunos casos, los efectos secundarios de la radioterapia aparecen años
después. Estos efectos secundarios tardíos pueden incluir problemas de memoria y
pensamiento.
BIBLIOGRAFÍA: