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la esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmunitaria que afecta a más personas de las que se
piensa y que no lo hace con la misma gravedad en todos los casos. Se estima que en el mundo
padecen esclerosis múltiple unos 2,5 millones de personas, y que en Europa afecta a unas 700.000
personas.

En España, los estudios de prevalencia más recientes indican que la frecuencia de la enfermedad
ha aumentado progresivamente a lo largo de las últimas décadas, hasta alcanzar en la actualidad
los 80-180 casos por 100.000 habitantes.

Según datos estimativos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), actualmente hay en España
más de 50.000 afectados por esclerosis múltiple. Se trata de una enfermedad que afecta cada vez
con más frecuencia a un mayor número de mujeres. De hecho, 3 de cada 4 pacientes de esclerosis
múltiple son mujeres.

Además, las mujeres tienen más probabilidades de comenzar con los síntomas de forma más
precoz y de tener más brotes que los hombres. En el blog de hoy analizamos esta enfermedad, sus
síntomas y sus causas.

Qué es la esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica que afecta al Sistema Nervioso Central,
formado por el cerebro y la médula espinal.

En la esclerosis múltiple el sistema inmunitario ataca por error la mielina de las células nerviosas o
neuronas

Como norma general, el sistema inmunitario protege al cuerpo. Sin embargo, en la esclerosis
múltiple lo que hace es atacar por error la mielina de las células nerviosas o neuronas. Los nervios
se extienden a lo largo de todo el cuerpo, así que la enfermedad puede manifestarse en muchas
partes del organismo y hacerlo de maneras muy diferentes.
Síntomas

La esclerosis múltiple es conocida también como la enfermedad de las mil caras. El motivo es que,
como hemos dicho al principio, la variedad e intensidad de la sintomatología depende de la
gravedad con la que afecte la enfermedad a cada paciente.

Por tanto, la esclerosis múltiple no tiene por que producir discapacidad en todos los casos. En las
fases iniciales puede incluso no presentar síntomas durante varios años, aunque las lesiones
inflamatorias en el Sistema Nervioso Central ya se estén produciendo.

La esclerosis múltiple se conoce como la enfermedad de las mil caras por la variedad de síntomas

La fiebre, los baños calientes, la exposición al sol y el estrés pueden desencadenar o empeorar los
ataques.

Entre los síntomas que afectan a músculos o reacciones nerviosas están los espasmos musculares,
el entumecimiento o sensación anormal en cualquier zona del cuerpo, los problemas para mover
los brazos y las piernas o para caminar, las complicaciones en la coordinación o para hacer
movimientos pequeños.

También aparece frecuentemente el dolor dorsal o lumbar, que no se debe directamente a la


esclerosis, sino que es consecuencia de los cambios degenerativos que se producen en la columna
vertebral a causa de la debilidad, la espasticidad o a la inmovilización prolongada a la que obliga
muchas veces la enfermedad, entre otros. Este tipo de dolencias se tratan habitualmente con
analgésicos y fisioterapia.

A quién afecta

La mayoría de los casos se diagnostican en personas que tienen entre 20 y 40 años de edad, pero
también puede aparecer en niños, adolescentes y ancianos, aunque la probabilidad es menor.

La esclerosis múltiple es más común en zonas más frías (alejadas del Ecuador) y menos común en
climas cálidos. De acuerdo a los estudios de la Sociedad Española de Neurología, actualmente es la
segunda causa de discapacidad entre los jóvenes después de los accidentes de coche y la primera
causa de discapacidad no traumática en España.

Causas

No se conocen aún las causas que dan lugar al desarrollo de la esclerosis múltiple, pero se admite
que se desarrolla en personas con cierta predisposición genética, aunque no se considera
hereditaria, y que están expuestas a factores ambientales de riesgo.

No hay nada que se pueda hacer para prevenir la enfermedad, aunque existen algunas medidas
que se pueden adoptar en la autogestión de la salud para alcanzar la mejor calidad de vida.

Tipos

Como es una enfermedad de la que todavía se desconocen algunos aspectos, la clasificación de sus
tipos se ha ido modificando con los años. Es útil conocerlos porque pueden ayudar a comprender
cómo puede evolucionar la enfermedad y a tomar decisiones informadas sobre su tratamiento,
junto con los profesionales sanitarios.

En la actualidad, son cuatro los tipos de esclerosis múltiple:

Síndrome Clínico Aislado: primer episodio de síntomas neurológicos causados por la inflamación y
desmielinización en el Sistema Nervioso Central, con recuperación completa o parcial. No reúne
todos los requisitos para ser diagnósticado como esclerosis múltiple, por lo que hay quienes no lo
consideran uno de sus tipos.

Esclerosis Múltiple remitente recurrente (EMRR): el 85% de las personas que padecen la
enfermedad tienen EMRR. Los brotes son imprevisibles y pueden aparecer síntomas en cualquier
momento -nuevos o ya conocidos- que duran algunos días o semanas y luego desaparecen
totalmente o dejando alguna secuela.

Esclerosis Múltiple secundaria progresiva (EMPS): muchas de las personas con EMRR (cerca de un
50-70 %) desarrollarán EMSP, en la que su discapacidad empeora con el paso del tiempo. Se
caracteriza por una progresión continua con remisiones poco importantes y fases de estabilidad.
Esclerosis Múltiple primaria progresiva (EMPP): aproximadamente entre el 10 y el 15% de las
personas se les diagnostica EMPP. No experimentan recaídas, pero su discapacidad sigue
empeorando gradualmente con el paso del tiempo.

Tratamiento

Las resonancias magnéticas del cerebro, de la columna o ambas son importantes para ayudar a
diagnosticar y hacerle seguimiento a la esclerosis múltiple. Aunque hasta el momento no se
conoce cura para la enfermedad, existen tratamientos que pueden retrasar sus síntomas.

El objetivo del tratamiento es detener su progreso, controlar los síntomas y ayudar a la persona a
mantener una calidad de vida normal. Los medicamentos a menudo se toman durante un tiempo
prolongado.

También es útil la fisioterapia, los programas de ejercicios planificados al inicio del proceso del
trastorno, un estilo de vida saludable, con una buena nutrición y suficiente descanso y relajación o,
dispositivos en la columna que pueden reducir el dolor y la contracción en las piernas.

Tumores cerebrales benignos.

Cuando se escucha hablar de un tumor cerebral, lo primero que se piensa es en una patología muy
seria que puede ocasionar consecuencias muy graves para la salud de la persona que lo sufre. Si
bien es cierto que la patología es complicada y hay que tomar medidas inmediatas para poder
establecer los mejores tratamientos, también es verdad que es conveniente diferenciar entre los
tumores cerebrales malignos y los tumores cerebrales benignos.

Qué es un tumor cerebral

Un tumor cerebral es una masa anormal de tejido en la que las células crecen y se multiplican sin
el control de los mecanismos que habitualmente regulan las células normales. Se han
documentado más de 150 tumores cerebrales diferentes, pero los dos grupos principales de
tumores cerebrales se denominan primario, que es el crecimiento descontrolado de células
derivadas de componentes cerebrales, y metastásico, en el que las que crecen son las células
tumorales localizadas en otras áreas del organismo.

Una característica típica de los tumores cerebrales, a diferencia de tumores malignos de otras
localizaciones, es que con poca frecuencia se diseminan fuera del sistema nervioso central.
Los tumores cerebrales primarios se originan en los tejidos del cerebro o en el entorno inmediato
de este, y pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos. En cambio, los tumores metastásicos
se consideran cancerosos y son malignos.

síntomas del tumor cerebral

Los síntomas de presentación dependen fundamentalmente del lugar donde crece el tumor. Los
más frecuentes son dolor de cabeza, defectos neurológicos, como pérdida de fuerza en la mitad
del cuerpo; dificultades para hablar, epilepsia, alteración del comportamiento. Estos síntomas se
deben fundamentalmente a la compresión generada por la masa tumoral y al edema (inflamación)
que el tumor produce sobre el cerebro sano que lo rodea.

Tumores cerebrales benignos

Como ya se ha indicado, a diferencia de los tumores malignos, los benignos no son cancerosos. De
forma general, los tumores cerebrales benignos tienen límites bien diferenciados y, en algunos
casos, no están profundamente asentados en el tejido cerebral, por lo que pueden extirparse más
fácilmente por vía quirúrgica.

Las opciones y el abordaje quirúrgico depende del tipo de tumor y de dónde esté localizado. En
muchas ocasiones, los tumores pueden tratarse también con métodos no invasivos.

Por lo general, no se considera que los tumores benignos pongan en riesgo la vida. Sin embargo,
cuando se encuentran en el cerebro o la médula espinal, pueden generar problemas médicos
graves, como daño celular, inflamación y aumento de la presión general dentro de la cabeza o
sobre estructuras neurales específicas. Esto puede conllevar problemas de la vista, la audición y
neurológicos, entre otros síntomas.

Tipos de tumores benignos

Dentro de los tumores cerebrales benignos se pueden diferenciar ocho tipos que son los de
incidencia mayoritaria:
Meningioma: nacen de las capas de las meninges y son muy frecuentes (> 30%). La mayoría son
benignos (grado I), no infiltrativos y de lento crecimiento. Pueden estar relacionados con
alteraciones genéticas. Si el tumor se encuentra en un área en la que se puede intervenir, la cirugía
es el tratamiento estándar. En algunos casos está indicada la radioterapia. El meningioma grado II
tiene un comportamiento intermedio. El meningioma grado III es de comportamiento agresivo y la
radioterapia está claramente indicada después de la cirugía.

Cordomas: son tumores benignos de crecimiento lento que son más frecuentes en personas de 50
a 60 años. Sus ubicaciones más comunes son la base del cráneo y la parte inferior de la columna
vertebral. Aunque estos tumores son benignos, pueden invadir el hueso adyacente y ejercer
presión sobre el tejido neural cercano. Estos son tumores raros, que contribuyen a solo el 0.2 por
ciento de todos los tumores cerebrales primarios.

Craneofaringiomas: suelen ser benignos, pero son tumores difíciles de extirpar debido a su
ubicación cerca de estructuras críticas profundas en el cerebro. Por lo general, surgen de una
porción de la glándula pituitaria (la estructura que regula muchas hormonas en el cuerpo), por lo
que casi todos los pacientes requerirán alguna terapia de reemplazo hormonal.

Gangliocitomas, los gangliomas y los gangliogliomas anaplásicos: son tumores poco frecuentes que
incluyen células nerviosas neoplásicas que están relativamente bien diferenciadas y se presentan
principalmente en adultos jóvenes.

Tumores de Glomus yugular: con mayor frecuencia son benignos y generalmente se encuentran
justo debajo de la base del cráneo, en la parte superior de la vena yugular. Son la forma más
común de tumor glómico.

Pineocitomas: son generalmente lesiones benignas que surgen de las células pineales y se
presentan predominantemente en adultos. A menudo son bien definidos, no invasivos,
homogéneos y de crecimiento lento.

Adenomas hipofisarios: son los tumores intracraneales más comunes después de los gliomas,
meningiomas y schwannomas. La gran mayoría de los adenomas pituitarios son benignos y de
crecimiento bastante lento. Incluso los tumores malignos de la hipófisis rara vez se extienden a
otras partes del cuerpo. Los adenomas son, con mucho, la enfermedad más común que afecta a la
hipófisis. Comúnmente afectan a personas de entre 30 y 40 años, aunque también se diagnostican
en niños. La mayoría de estos tumores se pueden tratar con éxito.

Schwannomas: son tumores cerebrales benignos comunes en adultos. Surgen a lo largo de los
nervios, compuestos de células que normalmente proporcionan el «aislamiento eléctrico» para las
células nerviosas. Los schwannomas a menudo desplazan el resto del nervio normal en lugar de
invadirlo. Los neuromas acústicos son el schwannoma más común, que surge del octavo nervio
craneal, o nervio coclear vestibular, que viaja desde el cerebro hasta el oído. Aunque estos
tumores son benignos, pueden causar complicaciones graves e incluso la muerte si crecen y
ejercen presión sobre los nervios y, finalmente, sobre el cerebro. Otros lugares incluyen la
columna vertebral y, más raramente, a lo largo de los nervios que van a las extremidades.

Diagnóstico

diagnóstico del tumor cerebral

En Equipo de la Torre realizamos el diagnóstico del tumor cerebral mediante pruebas de imagen
como la Tomografía Computerizada (TAC) o la Resonancia Magnética (RM). Ambas indican el
tamaño y la localización de la lesión y pueden, asimismo, sugerir la naturaleza del tumor, aunque
no aporten certeza total sobre el mismo.

Mononeuropatías y polineuropatías

¿Qué son las neuropatías?

La neuropatía es una enfermedad del sistema nervioso periférico. Una afección nerviosa muy
compleja, al igual que las causas que la provocan y sus síntomas y manifestaciones en el
organismo. Su propio nombre, «neuro», referente al nervio, y «patía», que identifica la
enfermedad, describen lo que es. También se conoce como neuropatía periférica. Es así porque
involucra a los nervios de fuera del sistema nervioso central: las extremidades, y es ahí, donde
aparecen casi todos los síntomas con los que se diagnostica la neuropatía.

Los nervios sensitivos son los encargados de enviar la información aferente recibida a través de
los sentidos al cerebro. La neuropatía aparece cuando el revestimiento exterior o la mielina de
las células nerviosas se degeneran. Sin el revestimiento exterior, desaparece la protección y las
señales eléctricas no se transfieren correctamente.
Que son las Neuropatias

A medida que empeora, la información que llega es más engañosa. Pueden llegar a perder la
completa transmisión de información, o enviar señales falsas. Así es como se produce el
adormecimiento, falta de fuerza, o el dolor y el hormigueo en brazos y piernas.

La neuropatía crónica puede comenzar cuando los nervios se ven privados de oxígeno (anoxia).
Demasiados radicales libres en el torrente sanguíneo también pueden adherirse al oxígeno y
hacerlo indisponible a las células. La inflamación en la zona lumbar o la zona del nervio ciático
de las nalgas puede restringir el flujo sanguíneo, privando de oxígeno a los nervios. La causa más
común es la diabetes. Un alto porcentaje de diabéticos, desarrollarán daños en su sistema
nervioso en algún momento de su vida.

Aparte, otras de las causas que pueden producirla son: la infección de Herpes zóster, efectos
crónicos o muy graves, lesiones, y varias neurotoxinas. El dolor neuropático es común en
enfermedades como el cáncer, por sus efectos sobre los nervios periféricos, o como efecto
secundario por fármacos destinados a la quimioterapia.

Tipos de neuropatías

Enfermedades en las que la neuropatía es sintomática

En algunas enfermedades la neuropatía se puede mostrar como un cuadro sintomático, como las
que se detallan a continuación:

Algunas infecciones

Sobrecarga muscular

Diabetes

Obesidad

Plexopatías
Tumores cancerígenos

Quimioterapias

Inflamación inmune desmielinizante

Accidentes y traumatismos

Neuropatía idiopática

Factores genéticos hereditarios

Neuropatías inducidas por toxinas

Mononeuropatía y plurineuropatía

Que son las Neuropatias

Síntomas de las neuropatías

Se define como Neuropatía autonómica a un grupo de síntomas que tienen lugar cuando hay
daño en los nervios que controlan las funciones corporales. Incluyen, la presión arterial, la
frecuencia cardiaca, la transpiración, la evacuación de los intestinos y de la vejiga, y la digestión.
El resultado es un entumecimiento notable, dolor y hormigueo. Han sido identificados más de
100 tipos de dolor y cada uno, correspondiente a unos síntomas, un desarrollo y un deterioro.

Degenera en situaciones de inestabilidad, sensaciones extrañas llamadas disestesias y alodinias


que ocurren espontáneamente o en reacción a un estímulo externo y un dolor muy
característico. Recibe el nombre de dolor neuropático o neuralgia. Es diferente al dolor que
acostumbramos a sentir con cualquier percance, como un golpe. Se percibe como una sensación
de quemadura permanente, pinchos y agujas o shock eléctrico. La diferencia que tiene con el
dolor que reconocemos es que suele estimular a los nervios del dolor y a los de los sentidos en la
misma área, produciéndose señales que la médula espinal y el cerebro no esperan recibir.

A continuación, comentamos algunos de los síntomas más característicos de las neuropatías más
comunes y reconocidas:

La neuropatía diabética

Puede estallar repentinamente y afectar los nervios específicos. Se produce durante un periodo
de años y entonces puede conducir a múltiples problemas.
Alcohol y tabaco

O estimulantes artificiales, pueden agravar la condición. Reducen el flujo de sangre por todo el
cuerpo y agravan las neuropatías.

Quimioterapia

Puede causar los mismos síntomas comunes, y, además, crear falta de coordinación por los
nervios motores que están dañados.

Diagnóstico de las neuropatías

Tiene muchas causas potenciales, por lo que la valoración en busca del diagnóstico correcto
debe ser profunda y precisa. Además de una exploración física, requiere los siguientes pasos
específicos:

Historial clínico completo

Se revisa el historial médico, incluidos los síntomas, estilo de vida, exposición a toxinas, hábitos
de consumo de bebidas y antecedentes familiares de enfermedades neurológicas.

Examen neurológico

Se revisan los reflejos de los tendones, la fuerza y tono muscular, la capacidad para sentir
determinadas sensaciones, la postura y la coordinación.

Otras pruebas que también pueden realizarse son los análisis de sangre, pruebas de diagnóstico
por imágenes y de función nerviosa, biopsia de nervio y biopsia de piel.

Beneficios de la fisioterapia para el tratamiento de las neuropatías

Ayuda a fortalecer la musculatura, mejorando la fuerza y resistencia de los músculos.

Mejora la autonomía y el control en los movimientos de los miembros afectados por la neuropatía

Reduce el dolor, provocando un efecto analgésico sobre el nervio afectado, relajando la zona
muscular periférica

Tratamiento fisioterapéutico para las neuropatías


El tratamiento de la neuropatia a través de la fisioterapia, nos permite abordar los síntomas con
muy buenos pronósticos.

La neuropatía puede ser consecuencia de diversas patologías. Las terapias que podemos aplicar en
fisioterapia, están encaminadas a reducir la sintomatología asociada a la patología e incluso a
hacerla desaparecer si el origen es muscular y compresivo, que se manifiesta con dolor, pérdida de
movilidad, alteración del equilibrio y la estabilidad y pérdida de fuerza.

En este sentido y dependiendo de la gravedad, trabajar de forma conjunta con el especialista


(neurólogo) nos permitirá diseñar el tratamiento multidisciplinar más adecuado y efectivo.

En consulta, las terapias que aplicamos para reducir los síntomas asociados a las neuropatías son:

Ejercicios

La sensación de hormigueo y pérdida de fuerza es una de los síntomas más molestos para el
paciente. En consulta, realizamos y enseñamos al paciente una serie de ejercicios para lograr que
la musculatura vaya recuperando la fuerza, lo que nos ayudará a mejorar la autonomía y control
en los movimientos en los miembros afectados.

Los ejercicios de rehabilitación en neuropatía periférica reducen significativamente los dolores y


los síntomas que refiere el paciente.

El tiempo de recuperación de una neuropatia periférica dependerá de la causa y los síntomas que
presente.

Diatermia

El calor profundo generado con la diatermia ayuda a generar un efecto de analgesia sobre el
nervio además de relajar la zona muscular periférica al nervio que suele estar irritada y
sobrecargada.

Síndrome de enclaustramiento.

Síndrome de enclaustramiento
Definición de la enfermedad

El síndrome de enclaustramiento (LIS) es una enfermedad neurológica caracterizada por la


presencia de una apertura ocular sostenida, cuadriplejía o cuadriparesia, anartria, funciones
cognitivas conservadas y un código primario de comunicación que usa los movimientos oculares
verticales o el parpadeo.

ORPHA:2406

Nivel de clasificación: Trastorno

Sinónimos:

Desconexión cerebromeduloespinal

Síndrome locked-in

Prevalencia: <1 / 1 000 000

Herencia: No aplicable

Edad de inicio o aparición: Cualquier edad

CIE-10: G83.8

CIE-11: 8E45

OMIM: -

UMLS: C0023944

MeSH: D000080422

GARD: 6919

MedDRA: 10024792

Resumen

Epidemiología

La prevalencia es desconocida, pero se trata de una enfermedad muy poco frecuente. En 2009, se
habían publicado 33 casos.
Descripción clínica

El LIS puede ocurrir a cualquier edad pero son raros los casos pediátricos. Pueden observarse dos
fases: una fase inicial aguda de duración variable caracterizada por anartria, afectación
respiratoria, frecuente estado comatoso o inconsciente, y parálisis total, seguida de una fase
crónica en la que la función respiratoria, la capacidad de tragar y la consciencia están total o
parcialmente restauradas. El LIS puede clasificarse en 3 categorías: en la forma clásica los
pacientes están cuadripléjicos y anártricos, con la consciencia y movimientos verticales de los ojos
y del párpado superior conservados; en la forma incompleta, los pacientes tienen movimientos
voluntarios limitados además de los movimientos verticales del ojo, principalmente de los dedos
de la mano y del pie, y de la cabeza; en la forma total, los pacientes presentan inmovilidad
completa incluyendo los movimientos oculares pero con consciencia conservada. En cualquier
categoría, los pacientes pueden experimentar un LIS transitorio caracterizado por una mejora
neurológica que puede llegar a ser completa. En general, la sensibilidad y las funciones cognitivas
se mantienen, incluso con problemas oculares. Se ha documentado labilidad emocional con risa y
llantos patológicos.

Etiología

Las causas más frecuentes de LIS son vasculares o traumáticas (lesiones del tronco cerebral, daño
u oclusión de la arteria basilar o vertebral, o compresión de los pedúnculos cerebrales). Otras
causas menos frecuentes son: lesión mesencefálica, hemorragia subaracnoidea, espasmo vascular
de la arteria basilar, tumor del tronco cerebral, mielinolisis central pontina, encefalitis, absceso
pontino, toxicidad de medicamentos, reacción a vacunas e hipoglucemia prolongada.

Métodos diagnósticos

El diagnóstico se basa en rasgos clínicos. La voluntad de comunicarse es a menudo observada por


familiares o cuidadores y debe inspeccionarse el movimiento ocular como respuesta a las órdenes
verbales en casos aparentes de estado vegetativo. Signos inequívocos aunque limitados de
consciencia, fluctuaciones del nivel de vigilia en la fase aguda y déficits adicionales sensoriales o
cognitivos conllevan dificultades en el diagnóstico. Un ritmo de EEG normal y reactivo debe alertar
al médico aunque no es suficiente para separar el LIS de un paciente inconsciente post-comatoso.
La neuroimagen funcional como la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) muestra una
actividad metabólica normal, es decir, mayor que en un estado vegetativo. La imagen cerebral
muestra lesiones aisladas de la porción ventral de la protuberancia o del mesencéfalo.

Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial incluye coma, estado vegetativo, estados de mínima conciencia.

Manejo y tratamiento

El tratamiento inicial se basa en: asistencia respiratoria, gastrostomía, y prevención de cualquier


inmovilidad, disfagia y complicaciones de la incontinencia. En la fase crónica, la rehabilitación se
basa en fisioterapia respiratoria, recuperación de la deglución independiente y de la continencia, y
desarrollo de la motricidad en dedos, cabeza y cuello. Los códigos de comunicación oculares
deben establecerse muy temprano. Las interfaces cerebro-ordenador (BCI) son de ayuda para
proporcionar vías más directas de comunicación.

Pronóstico

El pronóstico es desfavorable ya que algunos pacientes no sobreviven a la fase aguda, o


experimentan una mejora limitada. La aparición precoz de la enfermedad y una rehabilitación
intensiva son factores pronósticos favorables. El LIS causado por una lesión cerebral no vascular
parece tener una mejor recuperación motora. La esperanza de vida está gravemente reducida.

Disreflexia autonómica

Lesión Medular Tratamiento y Rehabilitación

A continuación vamos a comentar algunos aspectos fundamentales relacionados con la


lesión medular:

 ¿Qué es una lesión medular?


 Causas frecuentes de lesión medular
 Tipos de lesión medular
 Clasificación de la lesión medular
 ¿Qué déficits/síntomas conlleva?
 La Rehabilitación en la lesión medular

¿Qué es una lesión medular?

Denominamos Lesión Medular a la pérdida o alteración de la movilidad, de la sensibilidad


o del sistema nervioso autónomo ocasionada por un trastorno de las estructuras
nerviosas alojadas en el canal medular. Dependiendo de la localización del daño podrá
afectar a órganos pélvicos, extremidades inferiores, tronco y abdomen y extremidades
superiores. (3)
La médula espinal es la vía principal de información que recibe la información sensorial de
la piel, las articulaciones, los órganos internos y los músculos del tronco, de los brazos y
de las piernas, la cual se transmite al cerebro. También transporta mensajes desde el
cerebro hacia otros sistemas del cuerpo. Millones de células nerviosas ubicadas en la
propia médula espinal también coordinan patrones complejos de movimiento como
respiración rítmica y marcha. (1)

Los axones transportan señales a lo largo de la médula espinal y hacia el resto del cuerpo.
Cientos de axones se agrupan en pares de nervios espinales que unen la médula espinal a
los músculos y al resto del cuerpo. La función de estos nervios refleja su ubicación a lo
largo de la médula espinal.

 Los nervios espinales cervicales (del C1 al C8) salen de la médula espinal en el


cuello y controlan las señales de la parte posterior de la cabeza, el cuello, los
hombros, los brazos, las manos y el diafragma.
 Los nervios espinales torácicos (del T1 al T12) salen de la médula espinal en la
mitad superior de la espalda y controlan las señales de los músculos del tórax,
algunos músculos de la espalda y muchos órganos, incluidas partes del abdomen.
 Los nervios espinales lumbares (del L1 al L5) salen de la médula espinal en la parte
baja de la espalda y controlan las señales de las partes bajas del abdomen y la
espalda, los glúteos, algunas partes de los órganos genitales externos y partes de
las piernas.
 Los nervios espinales sacros (del S1 al S5) salen de la médula espinal en la parte
baja de la espalda y controlan las señales de los muslos y las partes bajas de las
piernas, los pies, la mayoría de los órganos genitales externos y el área alrededor
del ano.

El resultado de cualquier lesión de la médula espinal depende del nivel en el cual ocurrió
la lesión: en el cuello o en la espalda y de cuántos y cuáles axones y células se dañaron;
mientras más axones y células sobrevivan en la región de la lesión, mayor será la
recuperación de la función. La pérdida de la función neurológica ocurre por debajo del
nivel de la lesión, de modo que mientras más alta es la lesión medular, mayor será la
pérdida de función (1).

Causas frecuentes de la lesión medular

Los accidentes de tráfico son la causa más frecuente de lesión medular traumática
(38,5%).

Las caídas de diverso tipo son la segunda causa, con cifras ligeramente inferiores a las de
los accidentes de circulación. Las causas principales en todas las series son los accidentes
laborales y las caídas desde alturas (tejados, terrazas, escaleras, árboles...), los intentos de
suicidio son otra de las causas (5%). Las actividades deportivas representan una media de
alrededor del 10% en las series revisadas, con las zambullidas como el factor causal más
frecuente.

Las lesiones de etiología no traumática han aumentado considerablemente en las últimas


décadas debido al aumento de la esperanza de vida de la población general, propiciando
las lesiones vasculares y neoplásicas como las más frecuentes. Otras causas son las de
origen congénito como el mielomeningoceles o de tipo adquirido infeccioso, autoinmune,
inflamatorio, desmielinizante o iatrogénico (2).

Tipos de lesión medular:

La capacidad para controlar las extremidades después de una lesión de la médula espinal
depende de dos factores: el lugar de la lesión a lo largo de la médula espinal y la gravedad
de la lesión en la médula espinal.

La parte normal más baja de la médula espinal se conoce como el nivel neurológico de la
lesión. La gravedad de la lesión suele llamarse "integridad" y se clasifica de algunas de las
siguientes formas: (1)

- Atendiendo al nivel de lesión :

Tetraplejia: la lesión se produce en los segmentos cervicales de la médula espinal (C1-


C8). Este daño compromete a extremidades superiores, tronco, extremidades inferiores y
órganos pélvicos. Si el compromiso es superior a C4, el individuo no puede respirar por sí
mismo y se produce una tetraplejia dependiente de ventilación mecánica.

Paraplejia: cuando la lesión ocurre por debajo de los segmentos cervicales. Esta
denominación es común para la afectación de los segmentos dorsales, lumbares y sacros,
dependiendo del nivel de lesión se verán afectados tronco, extremidades inferiores y
órganos pélvicos. (2)

- Atendiendo a su extensión:

Lesión Completa: ocurre cuando se interrumpen todas las conexiones medulares por
debajo de la lesión con la consiguiente pérdida de movilidad, sensibilidad e inervación
autónoma.
Lesión Incompleta: existe persistencia de la inervación total o parcial motora, sensitiva y
autónoma (ver clasificación ASIA). (2)

Clasificación de la lesión medular

El nivel de lesión lo constituye el segmento de función sensitiva y motora normal


localizado por encima del segmento más frontal afectado. Una misma lesión puede tener
distintos niveles motores y sensitivos y diferir además en ambos hemicuerpos.

La escala de ASIA establece 5 categorías dependiendo de la severidad de la lesión:

 GRADO A (lesión completa): No hay preservación motora ni sensitiva en los


segmentos sacros. En este grado se permite la zona de preservación parcial
definida como el dermatoma o miotoma más bajo de cada lado con algún de
sensibilidad por encima de cero.
 GRADO B (lesión incompleta): no hay función motora, pero si sensitiva por debajo
de la lesión hasta los últimos segmentos (sacros S4- S5).
 GRADO C (lesión incompleta): hay preservación sensitiva y parcial preservación
motora. La mitad de los músculos claves infralesionales tienen valoración inferior
a “3”. •
 GRADO D (lesión incompleta): sensibilidad normal y la mitad de los músculos
claves infralesionales tienen una valoración media superior a “3”.
 GRADO E (normalidad neurológica): la función sensitiva y motora son normales. (2)

¿Qué déficits/síntomas puede conllevar una lesión medular?

 Disreflexia autonómica. El sistema nervioso autónomo controla acciones


voluntarias como presión arterial, latidos cardíacos y función de la vejiga y el
intestino. La disreflexia autonómica es una acción refleja que pone en peligro la
vida y que afecta principalmente a personas con lesiones en el cuello o en la parte
alta de la espalda. Sucede cuando hay irritación, dolor o estímulo del sistema
nervioso por debajo del nivel de la lesión.
 Problemas de vejiga e intestino. La mayoría de las lesiones de médula espinal
afectan las funciones de la vejiga y el intestino porque los nervios que controlan
los órganos involucrados se originan en los segmentos cercanos al final de la
médula espinal y se pierde el acceso normal al cerebro.
 Respiración. Una lesión de médula espinal alta en el cuello puede afectar los
nervios y músculos del cuello y del tórax que participan en la respiración.
 Problemas circulatorios. Las lesiones de médula espinal pueden ocasionar una
variedad de cambios en la circulación, lo que incluye inestabilidad de la presión
arterial, ritmo cardíaco anormal (arritmias) que pueden aparecer días después de
la lesión y coágulos sanguíneos. Debido a que se interrumpe el control cerebral de
los nervios cardíacos, el corazón puede latir a un ritmo peligrosamente lento o
puede latir rápida e irregularmente. Las arritmias son más frecuentes e intensas
en las lesiones más graves. A menudo, también se presenta hipotensión arterial
debido a cambios en el control del sistema nervioso de los vasos sanguíneos, los
cuales se dilatan, lo que hace que la sangre se acumule en las pequeñas arterias
más alejadas del corazón.
 Depresión. Muchas personas que viven con una lesión de médula espinal pueden
deprimirse como consecuencia de los cambios en el estilo de vida. La terapia y los
medicamentos pueden ayudar a tratar la depresión
 Dolor Neuropático. Algunas personas con lesión de médula espinal están
paralizadas y con frecuencia desarrollan dolor neurogénico: dolor o sensación
quemante o punzante intensa que puede ser incesante debido a la
hipersensibilidad en algunas partes del cuerpo.
 Úlceras de presión. Las úlceras de presión son áreas de tejido cutáneo que se
rompen por la presión continua sobre la piel y la disminución del flujo al área. Las
personas con paraplejia y tetraplejia son susceptibles a las úlceras de presión
porque pueden perder toda o parte de la sensibilidad de la piel y no pueden darse
vuelta.
 Función sexual. Dependiendo del nivel de la lesión y de la recuperación del
traumatismo, la función sexual y la fertilidad se pueden ver afectadas. Un urólogo
y otros especialistas pueden sugerir opciones diferentes para el funcionamiento y
la salud sexual.

Alteraciones motoras:

En las alteraciones motoras el paciente puede presentar, como hemos dicho


anteriormente, tetraplejia o paraplejia según el nivel de lesión. La parálisis puede ser total
o presentar algunos movimientos voluntarios, aunque no son movimientos refinados ni
evolucionados. La observación del paciente es fundamental para poder organizar la
rehabilitación, es importante saber si presenta:

 Reacciones exageradas al estiramiento: resistencia que ofrecen los músculos


cuando se moviliza al paciente pasivamente (alteración del tono, conocido como
espasticidad).
 Irradiaciones o espasmos: activaciones involuntarias de los músculos frente
determinadas acciones.
 Esquemas elementales del movimiento: son movimientos voluntarios que el
paciente realiza pero que no los puede variar o adaptar según sus necesidades.
 Déficit de reclutamiento muscular: incapacidad para contraer la musculatura en
un orden adecuado a la situación.al.
Alteraciones perceptivas (sensibilidad):

Para poder reorganizar el movimiento es muy importante percibir el cuerpo de


forma correcta, es decir, sentir dónde están las articulaciones en el espacio sin el uso de la
vista, sentir el contacto y la presión bajo la superficie de la piel para tocar los objetos y
poderlos manipular o por ejemplo percibir el peso de nuestro cuerpo o de los propios
objetos. Todas estas capacidades se encuentran representadas en el cerebro. Ante una
lesión medular pueden estar alteradas por lo que resulta de vital importancia conocer
dichas alteraciones para poderlas trabajar durante los ejercicios para la recuperación del
movimiento.

Algunas de las sensibilidades que pueden estar alteradas son:

 Alterada percepción espacial tanto del cuerpo como del espacio que se
encuentra alrededor del mismo.
 Alterada percepción del contacto: tacto y presión en la superficie corporal son
informaciones difícilmente construibles para el paciente.
 Alteración del peso del cuerpo y de los objetos: el paciente está sentado con el
tronco inclinado porque por ejemplo no es capaz de sentir el peso de su cuerpo.
La Rehabilitación en la lesión medular

La recuperación de una lesión de médula espinal puede ocurrir como parte de la


capacidad del sistema nervioso de reorganizarse o formar nuevas conexiones y vías
nerviosas después de la lesión o la muerte celular (llamada neuroplasticidad). A través de
un entrenamiento adecuado se persigue restablecer hasta cierto punto algunas funciones
alteradas. Esto siempre dependiendo de la gravedad, momento evolutivo y tiempo
transcurrido desde la lesión.

Cuando un sujeto sano realiza un movimiento su cerebro está totalmente activo, áreas
perceptivas, cognitivas y motoras se relacionan continuamente para que los músculos de
nuestro cuerpo se puedan activar de forma armónica y variar de forma adecuada según la
situación. La rehabilitación del movimiento de una persona con lesión medular debe
considerar estos aspectos no de forma separada sino de forma conjunta. Por lo tanto, el
ejercicio neurocognitivo se basa en proponer al paciente un problema cognoscitivo que
deberá solucionar activando una serie de procesos mentales que permitan activar de
nuevo su cerebro para reorganizar el movimiento.

Las características de los ejercicios neurocognitivos son:

 Uso de un subsidio (ayuda física para que el paciente pueda percibir mejor el
movimiento)
 Ojos cerrados
 Propuesta de un problema cognoscitivo para resolver
 Activación de la cognición y de la percepción.
 Ayuda del fisioterapeuta para la guía del movimiento.
 Relación del ejercicio para mejorar una acción.
Algunos ejemplos de ejercicios neurocognitivos:

Ejercicio para poder mantener una sedestación (estar sentado) de forma adecuada,
controlar el clonus de los gemelos y la buena alineación de las piernas. Reconocimiento
de la posición del pie izquierdo en comparación con el derecho en un paciente con lesión
medular. El paciente tiene que estar atento a la información de contacto del pie, a las
informaciones de movimiento de las diferentes partes de las piernas y las informaciones
de peso de la pelvis para poder resolver el problema.
Ejercicio para poder mantener una sedestación (estar sentado) de forma
adecuada. Ejercicio de reconocimiento de informaciones de presión en los pies en
comparación del pie izquierdo con el derecho con esponjas. El paciente tiene que decir
cómo cambia la base de apoyo en su pelvis en función como son las esponjas.
Ejercicio para trabajar sobre la adaptación de los pies y la sensación de dolor a través del
reconocimiento de texturas entre ellos.
Ejercicio para mejorar la postura y el apoyo de la espalda a través del reconocimiento de
presiones en la espalda.

Neuralgias

Neuralgia del trigémino. Fisioterapia


15 marzo, 2022

Fisioterapia

Entre nuestras publicaciones habituales sobre las diferentes dolencias o patologías que el
cuerpo humano puede llegar a padecer o sufrir, hoy os quiero explicar todo lo referente a un
tema, bastante interesante. En esta ocasión vamos hablar sobre la Neuralgia del
Trigémino. Es una patología que es se suele enmarcar en el área de las enfermedades raras,
debido a su baja incidencia. Pero esto no significa que no se pueda padecer o sufrir.
A lo largo de este artículo, vamos abordar temas verdaderamente interesantes y que te
harán entender mejor ciertas cuestiones como, por ejemplo:
 Qué es la Neuralgia del Trigémino.
 Cuáles son sus causas.
 Cuáles son los principales síntomas que se desarrollan o se sienten con la Neuralgia
del Trigémino.
 Y además, os vamos a indicar los diferentes tratamientos que se pueden seguir para
mejorar la Neuralgia del Trigémino.

Pues bien, vamos a comenzar a desarrollar este artículo sobre la Neuralgia del Trigémino,
que espero que sea de vuestro interés.

Anatomía del nervio trigémino


Para poder entender mejor cómo se desencadena y los síntomas que el paciente desarrolla
debido a la Neuralgia del Trigémino, es conveniente explicar o hacer un breve y sencillo
repaso del Nervio Trigémino.
Pues bien, el Nervio Trigémino también es conocido por el nombre del quinto par
craneal y se va a localizar en la cara.
Podemos decir que el Nervio Trigémino, es el nervio más largo o extenso de la cara. Se va
originar en la corteza cerebral y se va a dirigir hacia la cara.
Es por esto que es un nervio que va a estar formado o compuesto por tres
ramas y cada una de ellas va a inervar a una zona determinada y va a tener
una función concreta:
 Rama oftálmica. Podemos decir que es la rama superior del Nervio Trigémino. Va a
inervar el cuero cabelludo y toda la parte anterior de la cabeza (frente).
 Rama maxilar. Es la rama media. Va a inervar las mejillas, el labio superior,
dientes, encías, la nariz y el maxilar superior.
 Rama mandibular. Corresponde a la rama inferior del Nervio Trigémino. Su
inervación se localiza en la mandíbula, labio inferior y en los dientes y encías.

Por lo tanto, podemos decir que el Nervio Trigémino es un nervio mixto, ya que tiene:

 Una parte o rama que es motora, ya que inerva a todos los músculos que están
implicados en la masticación.
 Y por otro lado tiene una parte o rama que es sensitiva, ya que capta toda la
información sensitiva o sensibilidad de la lengua, ojos, dientes, mucosa bucal y
parte de la cara.
¿Qué es la neuralgia del trigémino?
La Neuralgia del Trigémino es un síndrome que se caracteriza por un dolor muy breve y
muy intenso, en aquellas zonas que inerva el Nervio Trigémino.
Por lo general, es un dolor que dura poco tiempo y que es muy breve, ya que puede durar
varios segundos o minutos. Pero es un dolor bastante agudo y muy molesto, que puede
llegar a alterar la calidad de vida del paciente.
Se dice que la Neuralgia del Trigémino afecta a la calidad de vida del paciente, ya que se
considera un síndrome de dolor crónico y además es considerada una de las patologías más
severas, debido a la intensidad de dolor que siente el paciente.
La Neuralgia del Trigémino por lo general solo se localiza en un lado de la cara, es decir es
unilateral. Pero esto no significa que no se puedan dar casos en los que este tipo de
patologías se desarrollen de forma bilateral, es decir en ambos lados de la cara.
Por otro lado, hay que comentar que la Neuralgia del Trigémino puede desencadenar
síntomas motores o sensitivos, en función de la rama del Nervio Trigémino que se vea
afectada.

CLASIFICACIÓN O TIPOS DE NEURALGIAS DEL


TRIGÉMINO
Como hemos comentado al inicio de este artículo, la Neuralgia del Trigémino, es
considerada una enfermedad rara. Esto se debe a la baja incidencia que se da en la
población y también a que la mayoría de los casos no se sabe o se desconoce el origen o la
causa que las provoca. Solo se conoce sus efectos o síntomas.
Es por ello y según los estudios científicos realizados a lo largo de mucho tiempo, se ha
decidido realizar la siguiente clasificación de la Neuralgia del Trigémino:
1.- NEURALGIA DEL TRIGÉMINO IDEOPÁTICA O CLÁSICA.
Cuando a una neuralgia se la encuadra en este tipo, es porque existe:
a) Un atrapamiento neurovascular. Es decir, se aprecia una compresión del vaso sanguíneo
en la zona por dónde entra en Nervio Trigémino en el tronco cerebral.
b) Alteración de la rama sensitiva del Nervio Trigémino. Esto se debe principalmente
cuando se produce un traumatismo directo sobre la cara del paciente. En otros casos
también puede deberse a problemas odontológicos.
2.- NEURALGIA DEL TRIGÉMINO SENTIMÁTICAS O
SECUNDARIAS. Cuando a una Neuralgia del Trigémino se le encuadra en
este apartado, es porque esta patología se produce debido a otras lesiones o
patologías de base que sufre el paciente. Es por ello, que en ocasiones es
frecuente que la Neuralgia del Trigémino aparezca debido a:
a) Enfermedades Neuronales, como por ejemplo la Esclerosis Múltiple.
b) Lesiones medulares.
c) Tumores cerebrales.
d) Deformidades craneales.
Cualquiera de estas enfermedades o patologías pueden hacer que el Nervio Trigémino se
vea comprometido.

Causas por las que se desencadena la


neuralgia
La Neuralgia del Trigémino, se produce debido a un atrapamiento del Nervio Trigémino.
Pero hay que decir, que este atrapamiento del nervio puede ser causado o provocado por
varios motivos, que principalmente van a depender del tipo o clasificación de la Neuralgia
del Trigémino.
Es por esto que las principales causas por las que se puede padecer este síndrome son las
siguientes:

 Debido a la inflamación de un vaso sanguíneo.


 A causa de un traumatismo.
 En otros casos, puede ser provocado por enfermedades que provocan la
degeneración de los nervios, como es el caso de la Esclerosis Múltiple.
 Debido a la presencia de un tumor cerebral, que hace que el Nervio Trigémino se
vea comprometido.
 A causa de una infección vírica, como ocurre en los casos de infección por varicela
o Herpes Zoster.
 O bien otra causa puede deberse a la presencia de una anomalía del propio Nervio
Trigémino.
 En ocasiones las cirugías odontológicas, pueden provocar que el Nervio Trigémino
se vea afectado.

Cualquiera de estas causas o razones, pueden hacer que el Nervio Trigémino se vea
comprometido, provocando una inflamación del mismo y por consiguientes una
desmielinización.

Síntomas de las neuralgias del trigémino


Los síntomas que el paciente padece pueden ser muy diversos y muy variados, ya que los
síntomas van a depender de la rama afectada del nervio. Es por esto que los síntomas que se
desencadenan pueden ser sensitivo o motores.
Pero hay que comentar que si que existe un síntoma común, que todos los pacientes sienten
o tienen. Este síntoma común al que estoy haciendo referencia es el dolor.
El dolor provocado por la Neuralgia del Trigémino, tiene unas
características especiales:
 Como ya hemos comentado anteriormente, es dolor muy intenso, agudo y de corta
duración. Muchos de los pacientes describen este dolor como si fuera un calambre o
una descarga eléctrica.
 Por lo general, este dolor se agudiza o se siente más intenso cuando, se palpa o se
toca la zona por dónde pasa el Nervio Trigémino. Es por esto que acciones tan
simples como por ejemplo lavarse la cara, afeitarse o bien comer en muchas
ocasiones puede llegar a ser imposibles.
 Es importante decir, que el dolor no se activa o no es más intenso por la noche.
 Si no se trata a tiempo este dolor cada vez va aumentando de intensidad y de
duración. Hasta el punto que llega a ser completamente invalidante para el paciente,
afectando su calidad de vida.

Todo esto puede llegar a afectar tanto al paciente, que en muchos casos se desarrolla
ansiedad y depresión.

Diagnóstico de la neuralgia del trigémino


Es muy importante realizar un buen diagnóstico de la Neuralgia del Trigémino, ya que de
este modo se descartarán otras patologías odontológicas que puedan desencadenar síntomas
y signos parecidos, pero no iguales.
Es por ello que, para poder hacer un buen diagnóstico, el especialista podrá hacer uso de:

 De la historia clínica. Es el primer paso que se debe seguir, ya que el paciente


realizará una descripción del dolor y de otros síntomas.

Aunque sea muy evidente que estamos ante una Neuralgia del Trigémino, es fundamental
descartar otras patologías como pueden ser sinusitis, problemas en la articulación
temporomandibular (ATM), o cualquier otro problema odontológico. De este modo,
cualquier dato que nos pueda aportar el paciente, aunque sea insignificante puede ser la
clave para determinar una patología u otra.

 Para asegurar el diagnóstico es importante prescribir al paciente una prueba


diagnóstica por imagen. Por lo general, la prueba que más comúnmente se prescribe
es la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), ya que nos aporta una gran cantidad de
información.

Gracias a esta prueba también se podrá observar si existen otras lesiones o patologías que
hacen que se desencadena este síndrome.

Tratamientos para la neuralgia del trigémino


Es muy importante que en el momento que el paciente comience a sentir los primeros
síntomas acuda al médico, para iniciar los antes posible todo el protocolo tanto de
diagnóstico, como el tratamiento.
Para poder tratar correctamente la Neuralgia del Trigémino, se pueden seguir varias
opciones. Es decir, en algunos casos (los más severos) el tratamiento tiene que ser
multidisciplinar, ya que tienen que intervenir varios especialistas.
Estos especialistas de la salud a los que me estoy haciendo referencia son los siguientes:

 MÉDICO, él se va a encargar de prescribir medicación específica para tratar todos


los síntomas neurálgicos.
 PSICOLÓGICO. Como hemos comentado anteriormente existe un grupo de
pacientes que pueden llegar a desarrollar ansiedad y depresión. Pues bien,
el Psicólogo les ayudará a canalizar de manera correcta estas alteraciones mentales.
 LOGOPEDIA. A lo largo del artículo hemos comentado que, si se ve a afectada la
rama motora del Nervio Trigémino, puede repercutir en la musculatura implicada en
la masticación. Pues bien, cuando esto sucede la intervención del Logopeda es
fundamental, para recuperar la movilidad de los músculos afectados.
 ACUPUNTURA. Existen un gran número de estudios científicos que indican y que
abalan que esta terapia alternativa, consigue resultados muy positivos, mediante
la punción de los puntos dolorosos.
 FISIOTERAPIA. El papel de la Fisioterapia es fundamental para garantizar una
rápida y efectiva recuperación. Pero la Fisioterapia también va actuar mejorando
considerablemente los signos y síntomas que el paciente tenga debido a la Neuralgia
del Trigémino.
 QUIRÚRGICO. Cuando el médico decide o sugiere esta opción, es porque todos
los tratamientos conservadores que ha seguido el paciente, no han resultado
positivos.

Fisioterapia para la neuralgia del trigémino


Como ya hemos comentado la Fisioterapia es fundamental para garantizar una buena
recuperación de todos los síntomas que paciente presente.
El objetivo principal de la Fisioterapia para los casos de Neuralgia del Trigémino va a ser la
de facilitar la eliminación del dolor. Es decir, el objetivo de la Fisioterapia es la analgesia.
Para poder determinar cual es mejor tratamiento para nuestro paciente, es necesario conocer
a la perfección la sintomatología que describa el paciente. Junto con esto, la exploración
física que realice el Fisioterapeuta debe ser minuciosa.
Una vez, que se han seguido estos pasos, es el momento de iniciar con el tratamiento, que
debe ajustarse por completo al paciente. Es decir, debe ser complemente personalizado e
individualizado.
En líneas generales, podemos decir que las técnicas o el tratamiento
Fisioterápico que se debe seguir para los casos de Neuralgia del Trigémino,
es el siguiente:
 Se puede aplicar corrientes analgésicas, como por ejemplo TENS.
 Ultrasonido (US). Gracias al ultrasonido se consigue conseguir bajar la inflamación
del nervio. Es decir, tiene un efecto antiinflamatorio.
 Se puede aplicar Crioterapia para aliviar el dolor.
 Las técnicas manuales también son muy beneficiosas. Unos ejemplos de estas
técnicas pueden ser aplicar cinesiterapia, o bien terapia articular manual.
 Masoterapia o masaje. Esta técnica manual solo podrá ser utilizada en aquellos
pacientes que no presenten dolor al tacto.

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