¿Qué retos enfrenta y podemos prever que enfrentará nuestro sistema educativo?

La pandemia provocada por el COVID nos ha mostrado, algunas áreas de

oportunidad en las que el sector educativo debe trabajar, pues de acuerdo con
estimaciones del Banco Mundial, “la pandemia causó en México un rezago que
equivale a dos años de escolaridad. Antes de la pandemia los mexicanos
alcanzaban en promedio aprendizajes correspondientes a 3° de secundaria. Hoy
su conocimiento llegará solo al equivalente a 1° de secundaria” (IMCO, 2021). De
tal manera, se puede predecir que la educación necesitara el apoyo continuo de
todos los actores involucrados en el acto educativo.
Aunado a lo anterior puedo expresar en mi experiencia personal que las
desigualdades en las regiones, también provoca en pequeña medida un retroceso,
pues en el año 2020 laboraba en Santa Rita de la cuesta, una comunidad
marginada perteneciente al municipio de San Felipe del Progreso; durante la
pandemia en conjunto con el colectivo docente se elaboraban cuadernillos de
actividades para que los alumnos no se retrasaran en su aprendizaje, además de
eso toda la semana se programaban reuniones virtuales, pero estas situaciones
no fueron de utilidad debido a que los ellos no realizaban las actividades y solo el
20% se conectaba, lo que provoco un rezago en cuanto a los conocimiento
esperados.
De manera contraria en el año 2021 inicie a laborar en la zona urbana de Toluca,
al llegar note los cambios enseguida pues, aunque solo la mitad de alumnos
asistía ya de manera presencial una semana cada quincena; en cada salón de la
escuela existían cámaras y un internet de alta velocidad, para que aquellos que
estuvieran en casa pudieran observar las sesiones de manera directa. Se podría
pensar que esta estrategia dio grandes resultados, pero en realidad no fue así
porque los alumnos no se conectaban y aquellos que lo hacían no interactuaban.
Ante esto es preocupante las habilidades y destrezas que desarrollarán los
actores de la nueva generación pues tendrán grandes desigualdades en
oportunidades, asimismo debido al bajo nivel en cuanto a conocimientos, muchos
profesores se van a centrar en lograr cubrir con todo el currículum, esto a su vez a
de provocar que se vuelvan pasivos y sin convicciones, lo que significa un
retroceso en el desarrollo científico y tecnológico en el desarrollo del país.
Por lo anterior, el profesor del siglo XXI se debe centrar en generar la iniciativa
para que sus estudiantes sean capaces de resolver problemas, asimismo
promueva la creatividad y no establecer los contenidos como una verdad absoluta
pues al hacerlo creara el estancamiento social, pues como menciona (Manuel,
2019) desde la antigüedad se establecían conocimientos, pero con el paso del
tiempo hemos observado que ellos cambian día a día dando una explicación a la
realidad y sin su búsqueda la sociedad no avanzaría.
Por último, es necesario centrar la educación en la interacción, en el
entendimiento de la sociedad y sobre todo en la imaginación, de esto Soubal
Caballero menciona en (Manuel, 2019) que:
El pensamiento será entonces el resultado no de una actitud pasiva o
contemplativa en las clases sino de la interacción entre el sujeto y la
realidad transformándose el mismo y el mundo que le rodea por intermedio
de la cultura converge lo personológico y lo mediacional lo que implica a
una institución educativa dedicada a la conformación y reconfiguración del
cerebro de los estudiantes por medio de la interacción social.
De esta manera al retomar la educación como una actividad dirigida
descubrimiento e iniciativa, esta ha de proveerlos de herramientas para que ellos
mismos desarrollen su aprendizaje a partir de sus necesidades. (A.C., 2021)

Referencias
A.C., I. m. (02 de Junio de 2021). IMCO. Obtenido de IMCO: https://imco.org.mx/el-rezago-
educativo-pone-en-riesgo-a-una-generacion-de-estudiantes/#:~:text=De%20acuerdo
%20con%20estimaciones%20del,a%201%C2%B0%20de%20secundaria.

Manuel, C. R. (2019). A marchas forzadas. Los apuntes de un profesor. Estado de México, México:
CEPCM.