Está en la página 1de 5

QUÉ SON LOS HÁBITOS?

 Son pautas estables de comportamiento que ayudan a niños y niñas a


orientarse y a formarse mejor, permitiéndoles organizarse tanto a nivel
personal como colectivo.

 Los hábitos son conductas que repetimos muchas veces hasta que
forman parte de nuestras actividades diarias. De esta manera, luego de
un tiempo, los hábitos se vuelven automáticos.
 ¿Qué son los hábitos y ejemplos?
 Un hábito es el resultado de una acción que repetimos frecuentemente
de forma automática. Si nos fijamos, en nuestro día a día repetimos
muchos hábitos, como quitarnos los zapatos al entrar a casa, apagar las
luces antes de salir, cepillarnos los dientes, entre muchos otros

¿Cuáles son los tipos de hábitos?


Tipos de hábitos
 Hábitos físicos.
 Hábitos afectivos.
 Hábitos sociales.
 Hábitos morales.
 Hábitos intelectuales.
 Hábitos mentales.
 Hábitos de higiene.
 Hábitos costumbristas.

¿Cómo se forma los hábitos?

 Los hábitos se forman mediante la repetición constante de ciertas rutinas


que con el tiempo nos parecen normales y así se vuelven costumbres.
Ejemplos de esto son: Cerrar los caños después de usarlos (porque
sabemos que el agua vale mucho).

¿Cuál es la importancia de los hábitos?


Los estilos de vida/hábitos de vida saludables tienen gran importancia en la promoción
de la salud y en la prevención de la enfermedad mental en general, no solo en la
depresión. Los hábitos de vida saludable pueden resumirse en los siguientes: Consumir
una dieta equilibrada.
¿Qué hábitos debemos tener?
Vida saludable
 Hacer ejercicio en forma regular y controlar el peso.
 No fumar.
 NO tomar mucho alcohol y evitarlo por completo en caso de tener antecedentes de
alcoholismo.
 Utilizar los medicamentos recetados por su proveedor de atención médica según las
instrucciones.
 Consumir una dieta saludable y equilibrada.

Un hábito está constituido por tres elementos: la señal, la


rutina y la recompensa
Los hábitos poseen tres elementos fundamentales la señal, la rutina y la recompensa.
La señal es aquel elemento que llega a tu cerebro para iniciar una rutina: un aroma, un
sonido, una imagen, en otras palabras, un estímulo. La rutina es la realización del
hábito mediante la ejecución de una actividad: hacer ejercicio, comer o ver televisión.
La recompensa es el momento de placer que el cerebro recordará con una nueva
señal: la energía que sientes al finalizar tu ejercicio, la satisfacción de haber comido tu
postre favorito o la sensación que produce ver televisión.

¿Cómo tener un buen hábito?

Cómo puedes empezar a crear hábitos saludables


1. Reflexiona y plantéate metas alcanzables. Reflexiona acerca de las conductas que
forman parte de tu rutina, y haz un balance de las que te aportan resultados
productivos o positivos. ...
2. Iníciate en algún deporte o intensificar la rutina deportiva. ...
3. Aliméntate de forma adecuada.

4. ¿Cómo influyen los hábitos en nuestra vida?

La incorporación de hábitos en tu vida promueve la creación de nuevos circuitos


neuronales, con los cuales se conforman patrones nuevos de pensamiento hasta que
progresivamente se va dejando de actuar de determinada manera o haciendo acciones
nuevas que se convertirán en rutinas.

Condición de búsqueda

Buscar
Cómo romper con los malos hábitos y cambiar los
comportamientos
Los viejos hábitos pueden ser difíciles de romper y los nuevos hábitos difíciles de crear,
pero con estos seis pasos básicos puede desarrollar comportamientos nuevos y
saludables que mantendrá a largo plazo.

¿Es posible cambiar los hábitos del cerebro?


Mike escribió una lista con mucho cuidado. Estaba seguro de que, esta vez, lograría su
cometido:

 Preparar un tentempié saludable


 Ir al gimnasio
 No perder tiempo con el teléfono celular
 Leer una novela clásica
 Entrenar a su perro Max para que haga sus necesidades afuera

Veinticuatro horas más tarde, Mike estaba comiendo palitos de apio mientras leía El
gran Gatsby. Las piernas le dolían, pero era un "dolor sano", ya que había usado la
cinta de correr durante una hora mientras Max esperaba pacientemente frente a la
puerta trasera para salir…

¿Se lo cree? ¡Pues no!

Esto es lo que Mike estaba haciendo en realidad: Estaba recostado en el sofá, con una
bolsa de patatas fritas en una mano y el teléfono celular en la otra. La bolsa del
gimnasio sin abrir y un ejemplar de de ratones y hombres tirado en el suelo, donde
Max había vuelto a hacer sus necesidades.

Eso suena más verosímil, ¿verdad? Todos sabemos que los hábitos no se cambian de la
noche a la mañana, ni para los perros ni para los seres humanos, por muy inteligentes
que sean. Pero hay buenas noticias: los estudios demuestran que, igual que Max
puede aprender que debe hacer sus necesidades fuera de casa (y no en la bolsa de
gimnasio de Mike), usted puede cambiar algunas conexiones en su cerebro para
modificar sus propios hábitos.1 Sin embargo, los humanos necesitan un enfoque más
sutil que unos cuantos premios y palabras de recompensa para cambiar de
costumbres.

A continuación, ayudaremos a Mike (y a usted) a comprender mejor cómo se crean los


hábitos y cómo sustituir los malos por buenos.
6 pasos para cambiar hábitos
1. Identifique los factores desencadenantes.
Los hábitos dependen de algo que los activa, y esos factores desencadenantes
pueden ser cualquier cosa. Por ejemplo, puede que se le antoje comer
chocolate siempre que siente estrés o que su respuesta automática al sonido
de la alarma sea presionar el botón para dormir cinco minutos más. Identificar
estos factores desencadenantes es una gran ayuda para comprender qué es lo
que activa sus hábitos.

2. Interrumpa esos procesos automáticos.


Una vez que sepa cuáles son sus factores desencadenantes, puede poner un
alto a los hábitos que desea eliminar. Si la alarma hace que pulse
automáticamente el botón para dormir cinco minutos más, ponga el
despertador al otro lado de la habitación. Es muy probable que se altere su
hábito de presionar el botón si para hacerlo tiene que pisar el suelo frío.

3. Reemplace el hábito por otro.


Los estudios demuestran que sustituir un mal comportamiento por uno bueno
es más eficaz que solo detener el mal comportamiento. 2 El nuevo
comportamiento "interfiere" en el antiguo hábito y le impide al cerebro entrar
en el modo de piloto automático. Si se propone optar por una fruta cada vez
que se le antoje comer galletas dulces, estará sustituyendo el hábito negativo
por un comportamiento positivo.

4. No complique las cosas.


Por lo general, los hábitos son difíciles de cambiar porque se trata de
comportamientos que se han vuelto sencillos y automáticos. En contraposición,
la dificultad de adquirir un nuevo hábito yace en el hecho de que los ganglios
basales del cerebro (la parte responsable del "piloto automático") aún no se
hacen cargo de este comportamiento.3 Es conveniente simplificar los nuevos
comportamientos para que sea más sencillo integrarlos en las rutinas del piloto
automático.

5. Piense a largo plazo.


A menudo, los hábitos se forman porque satisfacen los impulsos a corto plazo,
por lo que mordernos las uñas puede calmar inmediatamente los nervios. Sin
embargo, los deseos a corto plazo suelen tener consecuencias a largo plazo,
como dedos feos, con uñas astilladas y mordidas. Cuando intente cambiar
hábitos, tenga siempre en mente los beneficios a largo plazo para recordarse
por qué está haciendo el esfuerzo.

6. Persevere.
Los estudios han demostrado que lo que se ha hecho antes es una señal clara
de lo que se va a hacer a continuación. Esto significa que los hábitos
consolidados son difíciles de romper. Pero la buena noticia es que, si se
mantiene firme, sus nuevos comportamientos también se convertirán en
hábitos.4 Persevere y triunfará: puede que levantarse a las 5 de la mañana para
salir a correr le requiera un gran esfuerzo al principio, pero pronto comenzará a
hacerlo sin pensarlo.

Volvamos con Mike. Se dio otra oportunidad con todos estos consejos en mente. Esta
vez, abandonó las patatas fritas y las sustituyó por verduras; cuando su cerebro tenía
antojo de algo salado, como patatas fritas, buscaba zanahorias en su lugar. Se
prometió que, cuando sintiera la necesidad de desperdiciar tiempo con su teléfono
celular, se pondría a leer Matar a un ruiseñor (con lo cual estará matando dos pájaros
de un tiro, si recordamos la lista que había hecho).

Por último, Mike dejó su bolsa de gimnasio en el coche para no volver a olvidarla, lo
cual fue su primer paso en la formación de un nuevo hábito de usar la cinta de correr
15 minutos durante su hora de almuerzo. Y no se preocupe por Max: resultó que sus
problemas para ir al baño no eran un mal hábito, sino una protesta para captar la
atención de un propietario negligente que jugaba demasiado con su teléfono. Este
problema se resolvió por sí solo.

Por lo tanto, los hábitos se pueden cambiar y, con un poco de tiempo y un poco de
esfuerzo, los comportamientos saludables pueden convertirse en algo que hacemos sin
pensar. Ponga manos a la obra para lograr una salud duradera.

¿Por qué 21 días para crear un hábito?


Según James, este proceso dura 21 días, ya que nuestro cerebro asimila cambios de
forma gradual, por lo que deberemos repetir el mismo gesto o rutina durante 21 días
para que nuestro cerebro la almacene como hábito.

También podría gustarte