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RUTINAS? ¿Está considerando ser más activo? ¿Ha estado tratando de reducir el
consumo de alimentos menos saludables? ¿Está empezando a comer mejor y a moverse
más, pero se le dificulta adaptarse a estos cambios? Los hábitos comienzan a
desarrollarse ante una necesidad (señal) y terminan sien- do el resultado de un
aprendizaje por asociación. No existe un consenso acerca del tiempo necesario para
instaurar un hábito, aunque algunos estudios concluyen que hacen falta 66 días para
que se cree un hábito y pueda mantenerse durante años. Ya sé que parece mucho
tiempo…. y es que, cuando queremos algo, lo que- remos ya y si puede ser con el
mínimo esfuerzo. Pero la realidad es que no existen fórmulas mágicas; es
imprescindible darle a la nueva conducta el tiempo y el espacio necesario para
convertirla en un hábito; nuestro cerebro tiene que “automatizar” la nueva acción, de lo
contrario cuando
dejemos de ser conscientes de ella, volveremos a la rutina habitual. Miles de personas
deciden todos los años hacer cambios en sus hábitos para mejorar la calidad de vida.
Modificamos nuestra dieta consumiendo alimentos saludables, nos acostumbramos a
descansar más durante la noche y nos propo- nemos a hacer deportes o ejercicios al aire
libre. Durante un tiempo mantenemos religiosamente una rutina física, comemos más
verduras en lugar de grasas y tra- tamos de estar dormidos antes de la medianoche.
Entonces nos sentimos espec- tacularmente. Todo sigue su curso normal hasta que algo
inexplicable sucede y todos nuestros hábitos positivos van disminuyendo con el correr
del tiempo. Comenzamos por saltearnos un día, dos, luego una semana, hasta un mes.
Sin darnos cuenta, nues- tros logros desaparecen y volvemos al mismo estado en el que
comenzamos. Entonces ¿nos cuestionamos el por qué no podemos controlar y seguir
con nues- tros cambios provechosos para nuestras vidas? “Porque tenemos una
ansiedad en resultados rápidos y entonces comenzamos con rutinas exigentes como
estar dos horas diarias en un gimnasio en lugar de empezar con ejercicios de diez
minutos e
ir avanzando lentamente.”, según manifestó el experto en comportamientos
huma- nos BJ Fogg, de la Universidad de Stanford. Nuestro objetivo por ver cambios rápidos
nos lleva a desgastarnos en poco tiem- po cuando nuestro cuerpo comienza a reclamarnos las
modificaciones que hace- mos y nuestro entusiasmo cae al nivel de hacernos sentir frustrados
en nuestro in- tento. ¿Hay alguna manera que esto no tenga que ser así? En las próximas
páginas descubriremos las diferentes maneras que Fogg nos propone para instalar cam- bios
duraderos, un “pequeño hábito” por vez.
mensaje claro. Se sugiere tomar un hábito que a muchas personas les gustaría dejar, como
revisar las redes sociales cuando se despiertan en la mañana. Se hace esto porque tam- bién
entran en acción las tres razones. Es agradable y por ende, motivador. En se- gundo lugar, es
fácil porque el teléfono es accesible a todos, y por último porque el mismo estaba ahí, como son
aparatos multifunciones estaba en mi mesa de noche porque funciona como alarma para
despertar y es lo primero que tenemos a mano. Lo que debemos comprender es que, si el
comportamiento es fácil, más posibi- lidades hay que se haga. Entonces veremos luego cómo la
información ayudará a que las costumbres no deseadas sean las menos probables y que los
deseadas las más posibles.
CAPITULO 05: Entonces, ¿las motivaciones son suficientes para las hazañas rApidas y
no para un cambio sostenido? Se producen momentos de gran motivación cuando se
inspira a individuos a rea- lizar algo momentáneamente y de difícil ejecución. Se dice
que la misma puede mover montañas, pero para que se entienda mejor, la motivación
espontánea surge en situaciones límites como cuando una persona obesa corre más de
lo pen- sado para no perder su avión o tren, o cuando un alcohólico se presenta por
pri- mera vez a una reunión de terapia de grupo con el mismo problema
(Alcohólicos Anónimos), o que una persona que trabaja en administración por muchos
años decida volver a su vieja profesión de Trapecista. Como se puede ver, son efectos de
motivación únicos: se presentan llegando a su pico máximo cuando hay cosas difíciles
de realizar. Por ejemplo, hay más de cien millones de personas que se inscriben en
cursos on- line cada año, pero solo el diez por ciento llegan a conseguir la graduación. El
otro noventa por ciento abandona. ¿Por qué se da esto? Veremos que la misma razón
se da cuando hay personas que acumulan abonos de gimnasios sin usarlos o
esa amasadora de pan en un rincón de la cocina porque no lo usa. Los pensamientos
tienen mucho poder en el inconsciente; el cual dirige la mayoría de nuestras acciones. El
secreto está en cambiar la perspectiva que se tiene de la acción a realizar. Cuando está
por ocurrir un evento positivo en su vida, como por ejemplo tomar un vuelo con destino
a sus vacaciones más esperadas, la mente es tan poderosa que puede lograr hacerlo
despertar antes de que suene la alarma el día de ese vuelo. Por lo tanto, es necesario
pensar positivo (pero realista) para que nuestra mente nos dé ese empujón de
motivación. Es aquí cuando el mensaje de lo que estamos tratando se vuelve clave: La
moti- vación puede ser extrema cuando hay hazañas únicas, pero no lo suficiente
para un mantener un hábito en el tiempo. Aunque para que un cambio permanezca con
en el tiempo, quiere decir que debe hacer las mismas cosas diariamente y es algo que
muchas personas olvidan. La diferencia está en que deben proyectarse objetivos para
que se cumplan en un
tiempo y no concentrar la atención de lo que puede o quiere hacer ahora. Esas
as- piraciones a largo plazo pueden ser la de reducir el tiempo de trabajo y estar
más tiempo con su familia, perder el doce por ciento de su grasa corporal ó tener
más paciencia con sus niños. Las aspiraciones son de resultados abstractos, le
infor- man de los números que está tratando de llegar, pero no cómo va a hacer para
lo- grarlo. Entonces la motivación por sí misma no va a prosperar. Suponiendo
que viene una persona y le ofrezca un millón de dólares si usted reduce el nivel
de colesterol en sangre en un diez por ciento ahora. Aunque lo motiven el millón
de dólares, no va a poder lograrlo. No tiene importancia todo lo motivado que esté,
es un objetivo imposible de cumplir. La misma situación si pretende que con un día de
dieta en su comida quiera perder 10 kilos de peso. Lo que hace la diferencia entre el
ahora y el resultado deseable en un futuro es el comportamiento. Sigamos
ejemplificando este concepto tomando ahora al Ahorro como elemento cotidiano y
veremos cómo trabaja. Siempre se recomienda tener un fondo de dinero guardado para
casos de emer- gencia, puede ser un imprevisto en su hogar, un accidente de un familiar
y tener
que viajar de imprevisto, etc. Tener dinero disponible para responder ante un even- to
inesperado es lo ideal. Pero la cuestión es cómo podemos llegar a formar una cantidad
de dinero para tenerla de reserva. En la realidad, resulta difícil tener gran cantidad de
dinero disponible para dejarlo guardado. Pero si mantenemos un com- portamiento de
ahorro y austeridad, podemos disponer de una buena cantidad con el tiempo. Deberá
entonces reducir gastos posibles, por ejemplo, bajar el abono de su TV por Cable,
Celular o buscar una cobertura de seguro para su auto más económica. Eso nos pone en
evidencia que los comportamientos realizan cambio porque se pueden hacer de
inmediato.
CAPITULO 06: ¿SI EL HABITO ES FACIL, HAY MAS POSIBILIDADES QUE SE SIGAN
CON EL TIEMPO? Así funciona la mente humana. Hacer que un comportamiento
deseable sea simple es un rumbo para formar pequeños hábitos. El mejor método de
hacerlo es com- probar que es lo que hace el mismo si lo pensamos como difícil de
realizar. Por lo general, lo relacionamos con uno de varios aspectos: tiempo, dinero,
condición fí- sica, energía mental y la adaptación con su horario actual. En 2010 vimos el
nacimiento de Instagram. Sus creadores ya calculaban que las personas estaban
estimuladas para publicar fotos de sí mismas en línea, pero no se habían percatado en
la segunda variable del comportamiento de la gente: la faci- lidad y capacidad. Y esto es
la principal característica de Instagram. Hacer una fotografía, subirla a la red y publicarla
solo demoraba los tres simples pasos que debían seguir. Era muy simple y a la gente le
gustó la plataforma. Un año y medio más tarde, la empresa fue adquirida por mil
millones de dólares, hoy está coti- zando cien veces más que el valor de su venta.
Comprobaron que la estrella del
negocio fue la “Simplicidad”. Este es el concepto primordial que queremos dejar aquí:
Cuanto más fácil es un hábito, más altas son las probabilidades de que los
aceptes. Ahora imagine que decide moldear su estado físico realizando una tanda diaria
de veinte flexiones abdominales. El tiempo no va a ser un obstáculo, veinte flexiones se
pueden hacer en cinco minutos, ¿Dinero? Tampoco. Se pueden hacer gratis en su casa.
Entonces, ¿qué sucede con su condición física? Tenemos entonces el pri- mer problema
ya que probablemente no haya hecho ni una sola flexión en años y simplemente no tiene
fuerza en la parte superior de su cuerpo. Luego viene la ener- gía mental. Este ejercicio
no es para nada gracioso y más cuando tenemos un pro- blema de estado físico.
Entonces la motivación se vuelve un problema. ¿Con estos tres elementos, cree usted
que sea probable que las flexiones se vuel- van en un hábito? La respuesta realmente
sería negativa ya que nadie que tenga las capacidades reducidas para realizar algo quiera
continuar intentándolo, excepto en aquellos días que la motivación sea muy alta. Como
ya hemos visto, el nivel de alta motivación es bueno para hacer tareas difíciles de
concretar. Lo que quiere decir es
que debe tener muy en cuenta sus capacidades a la hora de planear pequeños hábi- tos y
diseñarlos lo más simple posible. Concluimos entonces que su meta diaria es hacer flexiones
contra la pared, son fáciles y fortalecen el cuerpo. Realizarlos no demanda mucha motivación,
pero igual lo hacen sentir mejor. Esto reduce la brecha que hay entre las acciones difí- ciles y
pueda así intensificar las flexiones todos los días con la posibilidad que las transforme en
rutinaria. Puede ver entonces que tomar este enfoque para solucionar nuevos inconve- nientes lo
motivan a hallar maneras para hacerlos más fáciles y que formen parte de su vida.
Con el transcurso del tiempo se volvió una fuerte costumbre, tanto que depen- diendo la
cantidad de veces que vaya al baño termina haciendo cincuenta flexiones al día. A cambio de
intentar organizar nuevas costumbres desde cero, se apoyó en rutinas fijas. Y es la causa por la
que funcionan esas alarmas de acción simplificada. Encender el calentador de agua, mirar tu
programa de tv favorito, llegan los niños de la escuela, son acciones cotidianas que las pueden
usar como recordatorio en un indicador de nuevos comportamientos. La ventaja es que no tiene
que pensar demasiado en recordarlo, con la práctica ya se vuelven rutinarios: la cafetera
hir- viendo y la descarga de agua en el baño se vuelven en el inicio automático para hacer
flexiones, relajarse y controlar la respiración o cualquier otra actividad que le plazca hacer. ¿Se
puede, entonces, usar cualquier tipo de acción fija en nuestra rutina como indi- cador de otras
acciones? La respuesta es No específicamente. Veremos entonces como puede descubrir los
tipos de indicaciones que actúan mejor para sus ruti- nas.
CAPITULO 08: ¿QUE HAY QUE TENER EN CUENTA PARA MARCAR LAS SEÑALES DE
ACCION? La “ubicación” física es lo principal que debemos tener en mente para crear
esos mensajes de acción. Si tiene la suerte de trabajar desde su casa todo el día, el
baño es un lugar ideal para que nos de avisos de acción. Pero si trabaja en una
oficina, por ejemplo, deberá buscar un lugar alternativo para que le recuerde los hábitos
a seguir. Si recordamos la función de las anclas, las indicaciones de acción evitan que
se deslice sin rumbo fijo. Pero tiene que cuidarse de dónde las deja caer. Las rutinas que
repita varias veces por día sería el mejor lugar donde anclarlas. Tendría que tener
piedras sólidas entre los bancos de arena cambiantes de su vida diaria, todo lo que tiene
que hacer es hallar esos lugares. El mensaje aquí es: Al planear sus alarmas de acción,
tenga en cuenta la ubicación, frecuencia y tema. Ya vimos el lugar, vamos ahora por la
“frecuencia”. Si su nueva acción es algo que
quiera realizar una vez al día, entonces debe hallar algo que suceda una vez al día. Una
persona encontró la manera de recordar que tenía que hacer el planeamiento de su
trabajo para el día siguiente. Entonces el punto que encontró para anclarlo fue cuando
volvía de llevar a sus hijos a la escuela, y le resultó muy bien. Si su ac- ción la tiene que
repetir más veces, entonces buscará un punto que tenga varias frecuencias durante el
día. Por último, las anclas más efectivas están asociadas “temáticamente” a
conductas deseables. Teniendo en cuenta que quiere beber un vaso de jugo todas las
maña- nas, podemos sugerirle que relacione esta acción a regar las plantas del balcón
de su dormitorio. Darle agua a las plantas las revitalizará, lo mismo que si se bebe
el jugo de naranja tan fresco. Este Cuidado se relacionan, usted necesita calmar la sed
junto a vitaminas que lo revitalizan, y las plantas también. Afeitarse todas las mañanas
no es un buen indicativo para barrer la vereda, por ejemplo. Ni la ubicación, ni la
temática y frecuencia están ligados. Estos dos com- portamientos no se relacionan y es
poco probable que los tenga en cuenta para realizar una acción automática y que forme
una costumbre entre ambos. Si
asociáramos la acción de afeitarnos con la de limpiar nuestros oídos con un hi- sopo, tendría
más sentido porque las dos actividades están en el mismo lugar fí- sico y pueden realizarse una
tras la otra. Por eso, diseñar indicaciones es un ex- perimento que debe tener en cuenta. Una
persona respiraba profundamente por un minuto todas las noches cuando su cabeza tocaba la
almohada. Se considera que fue una buena ancla, aunque no es- taba teniendo los resultados
esperados. En su lugar, cambió la respiración por otra costumbre: recordar algo por lo que
estaba agradecido. Eso causó un buen entu- siasmo en su mente, indicándole que había hallado
el indicador correcto, para el pequeño hábito correcto. La mejor implementación de los
principios que hemos mencionado es jugar libre- mente con la información que usted tenga para
incorporar esas costumbres. Una vez que esto pase, usted mismo se va a sentir con entusiasmo
y feliz. Esto quiere decir que está muy cerca de hacer realidad sus deseos.
Notas finales La cultura común nos indica que realizar cambios positivos es producto
de la fuer- za de voluntad. Aunque esté mal, el mejor método de cambiar sus
costumbres es realizarlo de a poco y así evitar pretender hacer más de lo que nuestras
capaci- dades pueden. La conducta humana esta propulsada por lo que podemos y
no podemos hacer. Esto se refiere a que tendemos por elegir juntar fruta madura
y facilitar las cosas. Esa es la esencia para organizar pequeños hábitos y, cuanto
más simple y fácil de hacer sean, es mucho más factible que se hagan. La salud es
la inversión que conlleva mayor beneficio. Por ello, es necesario darle la importancia que
requiere. Llevar una vida sana y saludable se fundamenta en tres pilares bási- cos:
alimentación, ejercicio y descanso. Los viejos hábitos son difíciles de eliminar. Cambiar
los hábitos es un proceso que involucra varias etapas. Algunas veces, convertir los
cambios en hábitos nuevos lleva tiempo, y podría enfrentar obstáculos en el
camino. Adoptar hábitos nuevos y más saludables puede protegerlo de problemas de
salud
graves como obesidad y diabetes. Los hábitos nuevos, como una alimentación saludable
y actividad física regular, también pueden ayudarle a controlar su peso y a tener más
energía. Después de un tiempo, si se ciñe a estos cambios, pueden convertirse en parte
de su rutina diaria.