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Análisis funcional de genes que simulan la apomixis en plantas modelo sexuales

Si es cierto que la apomixis es una consecuencia del fracaso sexual, en lugar de un medio para el
éxito clonal, desde un punto de vista evolutivo (Silvertown 2008), también es cierto que la
apomixis, como proceso biológico de formación de semillas, representa una forma alterada de
sexualidad en lugar de un nuevo programa de desarrollo (Koltunow y Grossniklaus 2003). Carman
(1997) planteó la hipótesis de que la apomixis es un resultado de la desregulación espacial y
temporal de la expresión génica relacionada con el sexo como consecuencia de la expresión
heterocrónica debido a la hibridación. Esta hipótesis se confirmó experimentalmente mediante
observaciones citológicas en Tripsacum (Grimanelli et al. 2003) y, más recientemente, mediante
análisis de transcriptoma en Boechera (Sharbel et al. 2009, 2010). Adicionalmente, Tucker et al.
(2003) proporcionaron evidencia de que los genes marcadores relacionados con el desarrollo del
saco embrionario se expresan de manera similar en los genotipos de Hieracium sexual y
apomático.

La idea de que la apomixis es una forma alterada de la sexualidad que resulta de alteraciones
temporales y espaciales en la acción del programa sexual sugiere que se puede desarrollar un
sistema de apomixis sintético que use alelos variantes de genes aislados de especies del modelo
sexual, como la Arabidopsis (Chaudhury y Peacock 1993). Al identificar y combinar los genes
involucrados en la apomixis, debería ser posible el ensamblaje de un sistema asexual de formación
de semillas en una planta sexual. En particular, algunos de los genes aislados y caracterizados de
las especies sexuales pueden tener un papel en la apomixis (Tabla 2). Por ejemplo, los hallazgos
recientes sobre los mecanismos moleculares que controlan el desarrollo del saco embrionario, la
fertilización y el desarrollo del endospermo pueden ser útiles para determinar los vínculos
genéticos con apomeiosis, partenogénesis y el desarrollo de endospermo autónomo o
pseudogámico. Se cree que los análisis estructurales y funcionales básicos de estos genes
candidatos son cruciales para la ingeniería de la apomixis en cultivos sexuales.

Los genes que se expresan durante el desarrollo del saco embrionario y, por lo tanto, implicados
supuestamente en la diferenciación de las vías sexuales de las vías apomícticas, son de particular
interés. Un saco embrionario se desarrolla a través de la diferenciación de las células madre de las
megasporas (MMC), la meiosis, la determinación de las megasporas funcionales y el desarrollo de
embriones y endospermas. Debido a que la meiosis está completamente desviada (apospory) o
extremadamente alterada (diplospory) en la apomixis, se piensa que los genes relacionados con la
esporogénesis femenina están más específicamente involucrados en la apomixis diplosporica, y los
genes involucrados en la identidad de las células del saco embrionario son presumiblemente
cruciales para la apomixis aposporica. En general, los genes asociados con la gametogénesis
femenina y el desarrollo de las células del huevo son probablemente compartidos entre las vías
sexual y apomíctica (para detalles sobre estos aspectos, véanse las revisiones de Tucker et al.
2003; Koltunow y Grossniklaus 2003; Ozias-Akins y van Dijk 2007; Tucker y Koltunow 2009;
Albertini et al. 2010; Dwivedi et al. 2010).

Con respecto a la determinación del megasporocito, un análisis de las mutaciones que afectan la
diferenciación de MMC puede ser crucial para comprender la especificación de las iniciales
aposporicas durante la esporogénesis femenina. Arabidopsis mutant sporocyteless / boquilla (spl)
es incapaz de desarrollar una MMC funcional y muestra defectos en la identidad de las células
nucleares (Schiefthaler et al. 1999; Sieber et al. 2004). Además, las mutaciones en el gen de
Arabidopsis WUSCHEL (WUS), un regulador de la identidad de las células madre en el meristema
apical del brote, también dan lugar a defectos en la especificación de MMC (Gross-Hardt et al.
2002). WUS actúa modulando la expresión de WINDHOSE1 (WIH1) y WINDHOSE2 (WIH2), que
controlan la esporogénesis femenina junto con TORNADO2 (Lieber et al. 2011). Además, el gen
MULTIPLE ARCHESPORIAL CELLS1 (MAC1) del maíz (Sheridan et al. 1996, 1999) y los genes
MULTIPLE SPOROCYTES1 (MSP1) y TAPETUM DETERMINANT LIKE1A (TDL1A) en arroz (Nonomura
et al. 2003; Zhao et al. 2008) ) son necesarios para la producción de un solo megasporocito por
óvulo individual, lo que indica que estos genes están involucrados en la determinación de MMC. La
pérdida de la función génica da como resultado múltiples MMC, lo que indica que estos genes
regulan negativamente el destino de las células esporógenas en el óvulo. Zhao et al. (2002)
identificaron al ortólogo de MSP1 en Arabidopsis (CÉLULAS EXTRA SPOROGENO7
MICROSPOROCYTES EXCESOS1, EXS7EMS1); sin embargo, su papel en la regulación del número
MMC no se conoce. MSP1 codifica una quinasa similar a la repetición rica en leucina (LRR – RLK)
(Nonomura et al. 2003) que se ha identificado en las plantas como una proteína transmembrana
involucrada en una compleja serie de vías de señalización relacionadas con la diferenciación
celular y los eventos de desarrollo (Die´ Vart y Clark 2004).

En Arabidopsis, se ha propuesto una ruta alternativa para restringir la especificación de los


precursores del saco embrionario a través de la acción de los genes ARGONAUTE (AGO) (Olmedo-
Monfil et al. 2010; Tucker et al. 2012). Se sabe que las proteínas AGO están involucradas en el
silenciamiento génico postranscripcional mediado por ARN cortos (ya sea microARN o ARN corto
de interferencia) (Baumberger y Baulcombe 2005). Los ARN pequeños (ARNS) se han estudiado
recientemente en diferentes sistemas modelo, y ahora se sabe que las mutaciones en las vías
moleculares que generan ARNS pueden afectar dramáticamente la fertilidad (Van Ex et al. 2011;
Tucker et al. 2012). Investigaciones anteriores han demostrado que alelos mutantes fuertes de
genes involucrados en la formación y actividad de los miRNAs, como AGO1, DCL1, HEN1 y HYL1,
interrumpen el desarrollo reproductivo (revisado por Van Ex et al. 2011). Sin embargo, interpretar
estos fenotipos con frecuencia es difícil porque tales mutaciones tienen efectos ectópicos e
influyen en diferentes aspectos del desarrollo de las plantas (Axtell 2013). Dos miembros de la
familia de proteínas ARGONAUTE, AGO5 y AGO9, que están involucrados en la ruta reguladora de
los sRNA en plantas, se han asociado con la especificación celular y el desarrollo del saco
embrionario (Olmedo-Monfil et al. 2010; Tucker et al. 2012). Se informó que un ortólogo de AGO5
en el arroz es esencial para la progresión de la mitosis y la meiosis pre-meióticas (Nonomura et al.
2007), y la producción de gametos viables sin meiosis en el maíz que carece del ortólogo de AGO9
(Singh et al. 2011). Algunos de los genes aislados y caracterizados de las especies sexuales pueden
jugar un papel en el marco de la apomixis, y es posible que los sRNAs actúen silenciando los genes
maestros directamente implicados en la diferenciación de las vías sexuales y apomícticas.

Mutantes de Arabidopsis particulares han revelado que la gametogénesis se puede desacoplar de


la meiosis. Por ejemplo, la pérdida de ciertos genes ARGONAUTE (es decir, AGO9) y otros genes en
la vía del ARN pequeño, como RNADEPENDENT RNA POLYMERASE6 (RDR6) y SUPRESSOR OF GENE
SILENCING3 (SGS3), resultó en una pérdida de restricción en la identidad y el destino de las células
gaméticas. en el óvulo y ganancia de expresión en múltiples iniciales somáticas en el tejido nuclear
que pueden diferenciarse en células gaméticas sin sufrir meiosis y pueden iniciar la gametogénesis
femenina a través de la activación de TE (OlmedoMonfil et al. 2010). Cabe destacar que estos TE
normalmente se silencian tanto en los óvulos de Arabidopsis en desarrollo como en los totalmente
diferenciados (Slotkin et al. 2009). AGO9 silencia a los TE en el saco embrionario, y por lo tanto, su
función se asemeja a la de las proteínas reguladoras de PIWI (testículo débil inducida por
elemento P en Drosophila) responsables de mantener una diferenciación incompleta en las células
madre y de preservar tasas de división celular estables en el linaje de la línea germinal. de
invertebrados y mamíferos (Klattenhoff y Theurkauf 2008). También se ha observado un fenotipo
similar al generado por los alelos de pérdida de función de AGO9 en el maíz al reprimir DMT103 y
DMT102, que son homólogos de Arabidopsis DOMAINS REARRANGED METHYLTRANSFERASE
(DRM2) y CHROMOMHHLLASE 3 (CMT3), respectivamente (García-Juzga) et al. 2010). Estos genes
están involucrados en la nueva metilación del ADN en las secuencias DRM2 y en la retención de la
metilación del ADN en sitios que no son de GC en Arabidopsis (Cao y Jacobsen 2002). Aunque la
función de estos genes es desconocida en el maíz, podrían desempeñar un papel para asegurar
que se desarrolle un único saco embrionario dentro de cada óvulo. Este mecanismo podría ser
regulado epigenéticamente a través de la metilación del ADN (Pillot et al. 2010a, b).

Recientemente se ha obtenido evidencia sobre el papel de la auxina en la especificación del


destino celular del desarrollo del saco embrionario. En Arabidopsis, se demostró que dos genes
YUCCA (YUC) que codifican proteínas que son cruciales para la biosíntesis de auxinas locales se
expresan en el óvulo, lo que concuerda con el papel de la auxina como determinante del destino
celular (Pagnussat et al. 2009). Debido a las altas concentraciones de auxina detectadas en la
punta distal del nucellus en las primeras etapas del desarrollo del óvulo (Pagnussat et al. 2009) y
porque SPOROCYTELESS / NOZZLE (SPL) demostró reprimir la expresión de los genes YUCCA (Li et
al. 2008), es probable que la auxina desempeñe un papel clave en la maquinaria de especificación
celular que regula la diferenciación de la MMC y / o mantiene el estado no diferenciado de las
células nucellar una vez que se forma la MMC. La formación adecuada de MMC implica dos vías
distintas: la primera implica un compromiso con la especificación de una MMC a partir de una
célula somática (es decir, la determinación de la identidad celular), y la segunda implica un
compromiso con la diferenciación de una MMC de una sola célula (es decir, especialización de tipo
celular). El conocimiento de los genes clave involucrados en ambas vías debería proporcionar las
herramientas moleculares necesarias para desarrollar un sistema apomíctico artificial en plantas
sexuales. En Arabidopsis, como en la mayoría de las angiospermas, la MMC sufre una meiosis
regular y da lugar a una tétrada de megasporas haploides, de las cuales tres suelen degenerarse y
una se convierte en la megaspora funcional. Recientemente se descubrieron varios fenotipos de
pérdida de función relacionados con la megasporogénesis en Arabidopsis y monocotiledóneas
como el arroz y el maíz, y cada uno muestra algunas características de la diplosporia. Por ejemplo,
en la meiosis mutante del arroz detenida en leptoteno1 (mel1), las MMC detuvieron la
megasporogénesis en las etapas pre-meiótica o eventualmente en la meiótica (Nonomura et al.
2007). El gen que controla el fenotipo mel1 pertenece a la familia de genes ARGONAUTE (AGO),
que participa en varios procesos de desarrollo en las plantas a través de la acción de los sRNA
(Vaucheret 2008). Otro gen que es crítico para la megasporogénesis adecuada en Arabidopsis es
DYAD / SWITCH1 (SWI1), que es responsable de la cohesión de las cromátidas hermanas y la
organización centrómera en la meiosis. Una variante alélica de este gen, la díada, demostró ser
responsable de la producción de unas pocas células de huevo no reducidas (Ravi et al. 2008).
En Arabidopsis se indujeron fenotipos tipo diplosporio completamente penetrantes al reemplazar
la meiosis con la mitosis en los genotipos de MiMe (d’Erfurth et al. 2009, 2010). En particular,
estos genotipos combinan mutaciones en los dos genes SPO11-1, que previene el emparejamiento
y la recombinación de los cromosomas, y REC8 (también conocido como SYN1), que modifica la
segregación de la cromátida junto con OSD1 (mutante de MiMe-1; d'Erfurth et al. 2009) o CYCA1-2
/ TAM (mutante de MiMe-2; d'Erfurth et al. 2010). Similar a la díada, se demostró que estos
mutantes forman células de óvulos no reducidos porque no sufrieron una segunda división
meiótica. Singh et al. (2011) descubrieron un mutante de maíz, Dominante no reductor 4 (Dnr4),
que manifestó defectos en la condensación de la cromatina durante la meiosis con el fracaso
subsiguiente de la segregación del complemento cromosómico, lo que sugiere que esta mutación
afecta la función de los factores de remodelación de la cromatina. Después de la sustitución de
una división de meiosis por una división similar a la mitosis, estos mutantes formaron óvulos
funcionales no reducidos que exhibieron fenotipos similares a diplosporia, que es similar a lo
observado en el mutante alargado de maíz (el1) (Rhoades y Dempsey 1966) y el natural Tripsacum
apomict (Grimanelli et al. 2003). En el maíz, el fenotipo mutante Dnr4 surge debido a lesiones en
el gen AGO104, que es el ortólogo de Arabidopsis AGO9. Junto con MEL1, estos genes pertenecen
a la familia de genes ARGONAUTE. Los patrones anormales de especificación celular mediada por
la falta de AGO9 y AGO104 recuerdan a la apomixis aposporica y diplosporica, respectivamente, lo
que sugiere que estas variantes apomeioticas naturales pueden depender de vías reguladoras
similares, aunque se caracterizan por diferencias fundamentales.

En lo que respecta a la selección de las megasporas funcionales, en Arabidopsis como en la


mayoría de las angiospermas, la MMC sufre meiosis regular y da lugar a una tétrada lineal de
megasporas haploides. Tres de estas megasporas (usualmente las ubicadas en el área micropilar)
se degeneran, y solo una se convierte en la megaspora funcional que sufre la meiosis. Un proceso
distintivo que ocurre en las especies aposporicas (por ejemplo, Paspalum spp., H. perforatum) es
la degeneración de los cuatro megasporocitos mientras que los sacos embrionarios aposporicos ya
avanzados se desarrollan aún más; en especies bipolares, las megasporas no reducidas se originan
a través de la meiosis restitucional (es decir, tipo Taraxacum, que también está muy extendida en
Boechera spp.) o a través de un bypass completo de la meiosis (es decir, tipo Antennaria, también
común en Tripsacum dactyloides). En la diplosporia, la meiosis anormal es en gran parte asináptica
debido a la ausencia de emparejamiento entre cromosomas homólogos y, por lo tanto, resulta en
un núcleo de restitución en la primera división y en la formación de una díada de megasporas no
reducidas (para una revisión, ver Albertini et al. 2010). Además de la diplosporia, varios
mecanismos moleculares asociados con la aposporia también pueden explicar la especificidad de
la degeneración de los megasporocitos, incluida la degeneración dependiente de la posición, los
cambios de polarización celular y la PCD (revisado por Pupilli y Barcaccia 2012).

La explicación más sencilla para la aparición de apomeiosis podría ser el hecho de que la
megaspora chalazal tiene acceso preferencial a elementos nutricionales o factores reguladores
porque está más cerca de los tejidos maternos. En los óvulos apospóricos, la posición jerárquica de
la tétrada lineal de las megasporas podría verse perturbada por el crecimiento de múltiples sacos
de embriones que compiten por los nutrientes y los factores de crecimiento (Pupilli y Barcaccia
2012). La pregunta sigue siendo, ¿qué sucede en los óvulos bipolares cuando la meiosis se altera o
se desvía? Los estudios moleculares en Arabidopsis han sugerido que la degeneración y muerte de
la megaspora micropilar y la determinación de la identidad de la megaspora funcional pueden
controlarse mediante una vía de señalización posicional (Yang y Sundaresan 2000) y / o un efecto
de polaridad, como se manifiesta por el patrón de distribución. de orgánulos y microtúbulos del
citoesqueleto durante la megasporogénesis (Bajon et al. 1999). Entre los rasgos característicos de
las células sometidas a PCD, la degradación del ADN y los cambios en el Ca2? Se han observado
dinámicas de acumulación en megasporas degenerativas (según lo revisado por Tucker y Koltunow
2009). En lechuga, ¿diferencias entre el Ca2? se observaron vías de acumulación en la megaspora
micropilar degenerativa y la megaspora chalazal, y esta última retuvo una concentración
significativamente mayor de calcio (Qiu et al. 2008). Algunos miembros de la familia de genes
MPS-ONE-BINDER (MOB1) en mutantes bipolares de Medicago sativa se expresaron
específicamente en megasporas degenerativas de óvulos normales y en células madre de
megasporos agrandadas y sacos de embriones de óvulos apomeióticos (Citterio et al. 2005, 2006) .
Los productos del gen MOB1 también se encontraron en las tétradas de microsporas al inicio del
desarrollo del polen y en las células del tapete de las anteras que se someten a PCD para permitir
la dispersión del polen en la madurez.

En general, los resultados sugieren que los genes MOB1 pueden jugar un papel clave en la vía
reproductiva en las plantas. Las proteínas MOB están involucradas en la progresión del ciclo
celular y la PCD en Drosophila y mamíferos (Hirabayashi et al. 2008; Vitulo et al. 2007). En
Arabidopsis y algunas especies apomícticas, un factor supuestamente asociado con la
degeneración selectiva de las megasporas meióticas está regulado por los límites y placas callosas
que pueden acumularse en un polo o alrededor de la MMC y en las paredes celulares transversales
entre las megasporas funcionales y sus megasporas hermanas degeneradas (OlmedoMonfil et al.
2010); estos límites y placas también pueden formarse junto a las megasporas no reducidas de
díadas apomeióticas en los mutantes diplásporos de Medicago (Albertini y Barcaccia 2007). Otro
factor es el gen ANTIKEVORKIAN (AKV) que, cuando se mutó, permitió la supervivencia de las
cuatro megasporas en el 10% de los óvulos de Arabidopsis (Yang y Sundaresan 2000). Sin
embargo, en Paspalum y otras gramíneas apospóricas, la supresión completa de las vías sexuales
no siempre ocurre (Hojsgaard et al. 2008, 2013). Como consecuencia, diferentes patrones de
degeneración de megasporas en linajes apomícticos y sexuales no pueden ser gobernados por
genes específicos relacionados con la apomixis. Es más probable que este proceso se vea afectado
pleiotrópicamente por una cascada de genes que desencadena la vía apomíctica;
alternativamente, las megasporas sexuales podrían ser interrumpidas mecánicamente por los
sacos embrionarios apospóricos en crecimiento.

Otro paso crucial en la reproducción apomíctica es el inicio y desarrollo autónomo del embrión
combinado con la formación del endospermo. La partenogénesis, como una forma de desarrollo
embrionario independiente de la fertilización, es un componente clave del desarrollo embrionario
aposporico, y es la única característica que el desarrollo aposporic tiene en común con el
desarrollo embrionario diplosporic. La partenogénesis ha sido ampliamente observada en la
naturaleza; sin embargo, en las plantas sexuales, generalmente ocurre a una tasa baja en células
de huevo haploides (Lacadena 1974). Una regla general en el desarrollo cigótico es que la
activación y el consecuente inicio de la embriogénesis se desencadenan por la fertilización de una
célula de huevo. En animales, la fertilización de células de huevo induce un aumento en el Ca2?
niveles en el sitio de entrada de la célula espermática que se propaga a lo largo de la célula del
óvulo, lo que induce una cascada de señales requeridas para iniciar la embriogénesis (Miyazaki e
Ito 2006). En plantas, ¿un aumento en el Ca2 intracelular? se observó después de la fertilización de
las células del huevo (Antoine et al. 2000); sin embargo, esto no fue suficiente para desencadenar
la partenogénesis (Curtis y Grossniklaus 2008). Las pantallas mutantes paralelas para la apomixis
permitieron la identificación de genes que controlan el inicio independiente de la fertilización del
desarrollo de semillas en Arabidopsis. Estos genes, denominados genes de FERTILIZACIÓN-
SEMILLAS INDEPENDIENTES (FIS), codifican a los miembros de la proteína del complejo
Policombrelado (Koltunow y Grossniklaus 2003). Se sabe que los mutantes fis inician el desarrollo
del endospermo sin fertilización en diferentes grados. Sin embargo, la frecuencia de iniciación
embrionaria por división de una célula de óvulo es baja o no ocurre en absoluto en la mayoría de
los mutantes fis. Se sabe que varias mutaciones naturales inducen el desarrollo partenogénico de
embriones en plantas cuando el cigoto se ve obligado a comenzar su crecimiento en un entorno
haploide. El sistema '' Salmón '' en el trigo produce un alto número de embriones partenogénicos
haploides (Matzk 1996), y el inductor haploide (hap) mutante de la cebada se asocia con la
partenogénesis (Hagberg y Hagberg 1980).

Más recientemente, se demostró que los embriones partenogénicos se pueden generar con una
frecuencia relativamente alta en líneas transgénicas de Arabidopsis que expresan una proteína
CENH3 de histona específica de centrómero modificada (Ravi y Chan 2010). Sin embargo, la
cuestión de si estos hallazgos podrían atribuirse a las características apomícticas en los apomictos
silvestres no está clara porque estas mutaciones están relacionadas con la condición haploide del
cigoto. En Arabidopsis, la sobreexpresión ubicua de varios factores de transcripción induce la
formación ectópica de estructuras similares a embriones. Los genes LEAFY COTYLEDON (LEC1 y
LEC2) inducen la expresión de genes específicos del embrión y desencadenan el desarrollo de
estructuras similares a los embriones (Stone et al. 2001). PICKLE (PKL) es un regulador en sentido
ascendente de los genes LEC que actúa como represor de la embriogénesis (Henderson et al.
2004), y BABY BOOM (BBM) es un factor de transcripción del dominio AP2 que cuando se
sobreexpresa conduce al desarrollo de embriones y cotiledones Tejidos vegetativos (Boutilier et al.
2002). Además, la proteína homeodominio codificada por WUSCHEL (WUS) participa en la
promoción de la transición vegetativa a embriogénica y / o mantiene la identidad de las células
madre embrionarias (Zuo et al., 2002). Sin embargo, ninguna evidencia experimental apoya
funciones similares para estos genes en la célula del óvulo o el cigoto. De los genes probados que
promueven la embriogénesis somática en tejidos vegetativos, solo el ortólogo de Arabidopsis de la
zanahoria EMBRIOGENESIS SOMÁTICA RECEPTOR CINASE (SERK) se expresó durante la
gametogénesis y la embriogénesis zigótica temprana (Hecht et al. 2001; Albertini et al. 2005). Sin
embargo, no se pudo observar un fenotipo claro cuando el gen SERK se expresó ectópicamente en
Arabidopsis (Hecht et al. 2001).

Actualmente, es bien sabido que el gametofito femenino controla el desarrollo del embrión y / o
endospermo en dos niveles diferentes: (1) la represión del desarrollo del embrión / endospermo
en ausencia de fertilización por impronta y (2) la expresión de los factores que se requieren
después de la fertilización . FERTILIZACIÓN-ENDOSPERM INDEPENDIENTE (FIE) (Ohad et al. 1999),
MEDEA (MEA) (Grossniklaus et al. 1998), y FERTILIZATION-INDEPENDENT SEED2 (FIS2) (Chaudhury
et al. 1997) reprimen el desarrollo del endosperma en ausencia de fertilización . Las mutaciones en
otro miembro de este grupo, el MULTICOPY SUPRESOR DE IRA (MSI1), inducen la formación de
embriones partenogénicos rudimentarios a partir del crecimiento y la división de las células de los
óvulos y conducen al fenotipo represivo del gen FIS. Sin embargo, estos embriones partenogénicos
se abortan en una etapa temprana (Guitton y Berger 2005). Todos estos genes demuestran
homología con el grupo Polycomb (PcG) de genes que participan en la represión del desarrollo en
Drosophila a través de los mecanismos de remodelación de la cromatina (Schwartz y Pirrotta
2007). El complejo FIE / FIS2 / MEA (complejo FIS) actúa reprimiendo la transcripción de genes
diana involucrados directamente en el desarrollo del endospermo. Uno de estos genes, PHERES1
(PHE1), codifica una proteína que contiene el dominio MADS. Las proteínas MEA y FIE interactúan
directamente con el promotor PHE1 (Kohler et al. 2003). Todas las mutaciones fis muestran un
desarrollo aberrante de embriones y endosperm si se fertilizan y muestran un desarrollo
autónomo de endosperm si no se fertilizan; sin embargo, las semillas abortan
independientemente de la contribución paterna.

La impronta, o expresión de genes específica de los padres, es un mecanismo mediante el cual el


saco embrionario controla las etapas iniciales del desarrollo de la semilla. MEA fue el primer
ejemplo documentado de un gen impreso involucrado en la formación de semillas (Grossniklaus et
al. 1998) en el que el alelo paterno se silencia y el alelo materno se expresa en la célula central.
Ambos alelos parentales se silencian, y las modificaciones se eliminan en la célula central
mediante una proteína codificada por DEMETER (DME), una ADN glicosilasa / liasa relacionada con
la familia de proteínas reparadoras de ADN (Choi et al. 2002). Todos los genes del complejo FIS
actúan a través de un mecanismo regulado epigenéticamente para mantener el estado de reposo
de la célula central en ausencia de fertilización. MULTICOPY SUPRESSOR OF IRA (MSI1), otro
producto del gen PcG, participa junto con su proteína de control del ciclo celular interactiva
RETINOBLASTOMA-RELATED (RBR) en la maquinaria molecular que reprime el desarrollo
autónomo del endospermo (Ebel et al. 2004). El complejo MSI1 / RBR regula el estado de
metilación del ADN durante la gametogénesis al reprimir la transcripción de una metilasa de ADN
que normalmente controla la metilación durante la formación del saco embrionario en
Arabidopsis (Johnston et al. 2008; Jullien et al. 2008). En plantas, se han adoptado dos estrategias
principales para desmetilar el ADN durante la formación de gametos en óvulos. Una de estas
estrategias, mediada por el sistema MEA / DME, es específica de la célula central, mientras que la
otra estrategia, controlada por el complejo MSI1 / RBR, es de todo el genoma, que afecta tanto a
la célula del huevo como a la célula central (Sundaresan y Alandete). Saez 2010). Es probable que
ambos mecanismos desempeñen funciones clave en el mantenimiento de la expresión
dependiente del padre de origen de los genes impresos durante la gametogénesis.

Por lo tanto, es posible que el control materno completo de la reproducción (es decir, la apomixis)
se pueda lograr modificando el programa epigenético que controla la impresión (Bicknell y
Koltunow 2004). Esta suposición, junto con el hecho de que la regulación negativa de los genes
impresos en el complejo FIS imita aspectos de la reproducción apomíctica, como el desarrollo
autónomo de embriones y endospermo, impulsó la investigación dirigida a vincular su expresión
con la reproducción apomíctica. Por ejemplo, se demostró que los perfiles de expresión de los
genes complejos de FIS son similares en las líneas apomíctica y sexual de Hieracium (Tucker et al.
2003). Además, la regulación por disminución del ortólogo de la FIE de Arabidopsis en Hieracium
no dio lugar a ningún desarrollo autónomo de endospermo, aunque su actividad fue necesaria
para la formación regular de semillas en líneas tanto apomícticas como sexuales (Rodrigues et al.
2008). De manera similar, los estudios de expresión génica del homólogo de Hieracium de
Arabidopsis, MSI1, en linajes germinales de líneas apomícticas y sexuales demostraron que no está
asociado con la formación de semillas autónomas en esta especie (Rodrigues et al. 2010a). De
hecho, el desarrollo autónomo de endospermo no se indujo en especies sexuales como el arroz y
el maíz por transformación genética de OsFIE1 (Luo et al. 2009) o por regulación negativa de
ZmFIE1 y ZmFIE2 (Rodrigues et al. 2010b). En general, los hallazgos actuales indican que la función
represiva del complejo FIS no se conserva más allá de Arabidopsis y que los genes FIS no están
directamente involucrados en el desencadenamiento de la apomixis en las especies sexuales. En
conclusión, los factores entregados por las células espermáticas paternas podrían proporcionar
señales moleculares que vinculan la fertilización de las células del huevo a las primeras divisiones
cigóticas. Este escenario conduce a la hipótesis de que los mecanismos de activación paterno-
maternos podrían tener un papel en la represión del desarrollo embrionario en ausencia de
fertilización. Además, los mecanismos epigenéticos de inactivación o regulación negativa de los
genes por metilación del ADN podrían representar otro nivel de control mediante el cual la célula
de óvulo se mantiene en estado de reposo en ausencia de fertilización.
Observaciones finales

Los estudios moleculares recientes dirigidos a comprender la base de la apomixis no han logrado
dilucidar adecuadamente su misterio central, ya que la mayoría de los apomictos no son cultivos
de importancia agrícola y no tienen parientes de importancia agrícola. Además, hasta ahora no se
han secuenciado apomictos, por lo que la información de anotación del genoma aún no está
disponible. Si es cierto que la embriogénesis cigótica (sexualidad) y la partenogénesis apomiótica
(apomixis) siguen vías similares durante el desarrollo de embriones y semillas, también es cierto
que genes específicos deben activarse, modularse o silenciarse en los pasos primarios de la
reproducción de la planta para garantizar que los sacos embrionarios en funcionamiento se
desarrollan a partir de células apomeióticas en lugar de meióticas. Otros genes podrían expresarse
específica o diferencialmente en plantas sexuales y apomícticas durante el desarrollo de
embriones y endospermos. Los principales enfoques que se han seguido para estudiar las bases
moleculares de la apomixis abordan el aislamiento de los genes que estimulan la expresión de la
apomixis en apomictos naturales y / o la identificación de genes que simulan las características de
las vías apomícticas cuando están desregulados en sistemas sexuales modelo. . Para aprovechar
este conocimiento fundamental de apomixis con el objetivo de transferirlo a cultivos sexuales,
hasta la fecha se han adoptado tres estrategias principales: (1) la introgresión directa de apomixis
en plantas de cultivo por medio de esquemas de reproducción convencionales; (2) la
transformación genética de las plantas de cultivo mediante la transferencia de genes exógenos
que controlan la expresión de la apomixis; y (3) la transformación genética de las plantas de cultivo
al desregular los genes endógenos que desencadenan la expresión de la apomixis. Aunque la cría
tradicional ha aprovechado especies de cultivos con parientes apomícticos cercanos, la
transferencia de apomixis a plantas sexuales no ha tenido éxito hasta la fecha (Savidan 2000).

La introgresión de la apomixis en especies de cultivos de parientes silvestres fracasó


principalmente porque los apomatos naturales se caracterizan por hibridez y poliploidía, y los loci
que controlan la apomixis generalmente tienen una herencia simple pero una estructura compleja.
De hecho, estos loci están aparentemente ubicados en regiones cromosómicas muy grandes, lo
que los hace recalcitrantes a las estrategias de mapeo genético basadas en la recombinación,
además de complicar su clonación física. En el caso de Tripsacum, la evidencia actual sugiere la
presencia de barreras en la transferencia de apomixis al maíz (Leblanc et al. 2009). El mayor
progreso se ha logrado con la introgresión de la apomixis en el mijo perla de Pennisetum, donde
un solo cromosoma alienígena persiste en las líneas apomícticas más avanzadas (Singh et al. 2010;
Zeng et al. 2011). En la planta modelo sexual Arabidopsis, para cada elemento de apomixis
identificado hasta ahora por la mutación, se demostró que la penetrancia era generalmente baja y
nunca se encontró que los genes candidatos relacionados estuvieran asociados con ninguna
característica de la apomixis en los apomictos naturales. Lo más importante es que los tres
componentes principales de la apomixis no pudieron combinarse con éxito en una única planta
modelo hasta la fecha. En consecuencia, aunque los hallazgos en Arabidopsis representan los
primeros pasos hacia la síntesis de un sistema de apomixis artificial, la ingeniería de la
reproducción asexual en Arabidopsis aún no se ha logrado. Debido a que hay un gran número de
candidatos, es probable que se realice una verificación cruzada entre las especies apomícticas para
evaluar genes análogos y únicos. De hecho, si algunos de estos genes están realmente
involucrados en la apomixis, sus funciones deben conservarse en otras especies. Por ejemplo,
Laspina et al. (2008) llevaron a cabo una comparación de bioinformática entre sus propias
secuencias y las informadas por Albertini et al. (2004, 2005), identificando cinco genes con
anotaciones idénticas. Varios de los genes que se expresan diferencialmente en ambos Paspalum
spp. y P. pratensis parece estar involucrado en una cascada de transducción de señales ERK, con
desviaciones controladas por un ortólogo de Ras y fosfolipasa C. Además, para confirmar aún más
la participación de APOSTART en la apomixis, los fragmentos de ADNc parciales / completos
muestran una homología de secuencia con esto Los genes se aislaron en P. squamulatum,
Cenchrus ciliaris y H. perforatum. En las tres especies, se encontró un miembro de APOSTART
expresado específicamente en individuos partenogénicos en la etapa en que se desarrolla el
embrión (Marconi et al. 2013). Una comparación bioinformática similar también se realizó entre la
especie aposporic P. simplex y H. perforatum, revelando buenos candidatos para apomixis
(localizados en el ACR, la región controladora de apomixis de Paspalum, y vinculados al locus
HAPPY de Hypericum) compartido por estos dos modelos sistemas (Schallau et al. 2010; Calderini
et al. 2012).

En particular, este gen, conocido en Arabidopsis por estar involucrado en el inicio de la replicación
del ADN y por estar regulado transcripcionalmente durante el ciclo celular, está actualmente bajo
investigación en ambas especies (Galla y Pupilli, comunicación personal). Confiamos en que una
nueva perspectiva sobre el viejo dilema de la apomixis puede surgir no solo de un riguroso control
cruzado entre los genes candidatos a la apomixis clonados en especies apomícticas naturales sino
también de un análisis de alto rendimiento de mutantes sexuales en los que los genes
fundamentales controlan la expresión. de componentes apomícticos, como la apomeiosis (tanto
aposporia como diplosporia), partenogénesis y / o desarrollo autónomo de endospermo. El vínculo
entre la apomixis y los mecanismos de silenciamiento específicos de los genes, incluidos los
factores de remodelación de la cromatina o los ARN de interferencia pequeños heterocromáticos
de acción trans involucrados tanto en la regulación génica transcripcional como en la
postranscripcional, está empezando a ser evidente.
De hecho, la fusión de líneas de evidencia con respecto al papel de los microRNAs en el control de
los factores de transcripción, que actúan sobre los genes directamente involucrados en el
desarrollo de sacos de embriones, embriones y semillas, se ha informado en Arabidopsis. Nuestra
opinión es que ahora se están dando los pasos finales para comprender el sistema genético que
controla la apomixis, y los próximos programas de investigación serán cruciales para alcanzar un
punto de inflexión que podría representar el "año cero" desde el cual la apomixis comienza a
introducirse con éxito. o imitado en especies sexuales y, por lo tanto, utilizado en las especies de
cultivos más importantes para apoyar los intereses agrícolas y alimentarios en todo el mundo.

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