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Almuerzo
Merienda
Ídem desayuno
Cena
alubia, guisantes, brotes de soja, patata roja, manies, arroz salvaje, espinacas,
trigo sarraceno, cebada, farro, trigo integral, centeno, sorgo, millo, espelta. Pan
batata, zapallo.
brócoli.
VITAMINAS
Vitamina K Su función (Es muy dificil que pueda llegar a Avena, patata,
específica es ser insuficiente, ya que los zanahoria, col,
coagular la microbios del intestino la coliflor,
sangre. suministran). guisantes,
espinacas, soja,
trigo, fresas...
Minerales
MINERALES
Cloro Trabaja junto al sodio por Idem que el sodio. Aceitunas, algas...
lo que su balance es
esencial
Cobre Necesitado por el hierro Pérdida del color del Judías, cereales,
para la formación de cabello, anemia, granos, verduras,
hemoglobina, envuelto pérdida del sentido setas, harina entera
en la formación del del gusto, ascenso de de trigo, frutos secos,
pigmento melanina que la presión sanguínea... pan, extracto de
colorea la piel y el levadura, coco...
cabello, esencial para la
utilización de la vitamina
C...
Oligoelementos
Por eso la clave está en consumir una buena variedad de alimentos, que
no tienen por qué ser especialmente raros. Es cierto que algunos
llamados superalimentos concentran en pequeñas dosis una alta cantidad
de proteínas, como la espirulina, pero siguiendo una alimentación basada
en los productos de siempre es perfectamente factible obtener todos
los nutrientes que necesitamos, aunque seamos veganos -con la
excepción de la vitamina B12-.
Las proteínas son las principales formadoras de vida. Derivado del latín
“Proteios” que significa “Primero” o “Principal”. Los más notables
fenómenos de la vida se producen gracias y a través de ellas, como por
ejemplo el crecimiento y el desarrollo.
Altramuces
Las pipas más clásicas tan populares como picoteo -el snack no oficial de
los partidos de fútbol- son las de girasol, cada vez más fáciles de
encontrar peladas en crudo. Son además una gran fuente de minerales, un
bocado energético muy saludable con aplicaciones similares a las
anteriores.
Son unas semillas que dan mucho juego a la hora de enriquecer todo tipo
de masas de panadería, como unos colines de cerveza o una
buena hogaza de masa madre, también elaboraciones como un
pesto original, crackers crujientes, o como aderezo de sopas, ensaladas o
cuencos de avena con fruta o yogur.
Cacahuetes (al natural y en crema o
mantequilla)
El cacahuete, realmente, es una legumbre, aunque lo tratemos como un
fruto seco. Rico en proteínas vegetales además de grasas insaturadas,
destaca como fuente de potasio, zinc, vitamina E y omega 3. La crema o
mantequilla de cacahuete en crudo -sin grasas o azúcares añadidos-
aporta 25.5 g de proteínas, prácticamente la misma cantidad que el fruto
en crudo o ligeramente tostado.
Habas secas
Las habas frescas son una delicia que se vuelven exquisitas si además las
encontramos tiernas y en formato pequeño, pero cuando están fuera de
temporada podemos aprovecharlas en formato seco. Precisamente, las
habas secas concentran más nutrientes, siendo por tanto más proteicas
que en la versión fresca.
Germen de trigo
Con 25 g de proteínas vegetales por cada 100 g de producto, el germen
de trigo es una de las partes más nutritivas de este cereal tan común que a
menudo no aprovechamos por consumirlo en versiones refinadas. El
germen se comercializa ya en este formato, en forma de pequeños copos,
pensado para enriquecer con pequeñas cantidades la dieta habitual.
Lentejas
Dentro del trío de legumbres más común en nuestra gastronomía,
destacan las lentejas en cuanto a su aporte proteico, con 23 g por cada
100 g de lentejas hervidas. Si las combinamos con cereales o
pseudocereales en el mismo plato multiplicaremos sus nutrientes, pero ya
hemos comentado que no hace falta si nuestra dieta es equilibrada.
Alubias o judías
Las alubias o judías pintas y las blancas son las que más destacan en
cuanto a su contenido en proteínas. Puesto que todas las variedades son
muy saludables y nutritivas, es recomendable aprovechar todas las
variedades que tenemos disponibles en el mercado, para jugar así también
con los sabores y texturas.
Almendras
Otra joya nutricional muy rica en nutrientes, energéticas, saciantes y buena
fuente de proteínas vegetales. Las almendras son un snack perfecto
especialmente para los deportistas, siendo preferible no tomarlas fritas o
saladas. Ligeramente tostadas parecen tener un contenido proteico
ligeramente mayor, aunque crudas con la piel también son excelentes.
Además de tomas almendras como cualquier otro fruto seco, molidas en
crudo se convierten en una harina excelente para enriquecer masas de
todo tipo. Aunque es más común como ingrediente de dulces y postres,
podemos hacer también recetas como los tagliatelle con salsa de setas,
tomate seco y almendras o un salteado de pollo y arroz con verduras.
Guisante seco
Menos común todavía en nuestro país, el guisante seco es otra
legumbre muy rica en proteínas - con unos 21.6 g por cada 100 g en
seco-, más popular en gastronomías de Asia o latinoamérica. Lo habitual
es encontrarlos en forma "partida", y los hay de diferentes variedades o
colores.
Garbanzos
La otra gran legumbre que tanto juego da en la cocina, gracias sobre todo
a que mantiene su forma mucho mejor y nos permite saltearlo o cocinarlo
sin que se deshaga con tanta facilidad. Además, la harina de garbanzos
es otra fuente de nutrientes muy versátil para añadir más proteínas
vegetales a muchas elaboraciones. Parece que concentra muchas más
proteínas en seco o crudos, por eso no es mala idea cocinarlos al dente o
incluso optar por un remojo más prolongado para no tener que hervirlos
demasiado. Los garbanzos más pequeños y tiernos se pueden triturar
para hacer hummus después de hidratarlos bien, directamente sin cocinar.
Sésamo
Las semillas de sésamo o ajonjolí destacan, además de por las proteínas
que aportan, por su contenido en calcio y hierro, así como grasas
saludables. En crudo o tostadas son un gran aderezo de ensaladas, sopas,
cremas y guisos, se puede añadir a carnes y pescados o rebozar en ellas el
tofu o enriquecer verduras y salsas.
Semillas de lino
Con algo más de 18 g de proteínas en cada 100 g de peso, las semillas de
lino y su variante dorada tiene además poder cardioprotector, son ricas en
grasas saludables y aportan otros muchos nutrientes esenciales. Se
usan en la cocina vegana para espesar y sustituir en ocasiones al huevo, y
añaden un punto crujiente delicioso a ensaladas, rebozados, cremas, panes
o salteados.
Anacardos
El anacardo es un fruto seco muy popular en la cocina vegetariana y
vegana porque se emplea a menudo para preparar sustitutos del queso y
otros lácteos como la nata, también muy interesante a los intolerantes y
alérgicos a la leche y sus derivados. Rico en grasas saludables y
antioxidantes, también destaca como un alimento vegetal con buen
aporte proteico.
Avena
La popularísima avena -casi desconocida en nuestra cocina hasta hace un
par de décadas- es uno de los alimentos favoritos de los deportistas por
su buen perfil nutricional. Energética, saciante, rica en fibra, fuente de
minerales y vitaminas, también tiene un índice glucémico bajo y nos
aporta una buena cantidad de proteínas vegetales.
Salvado de trigo
El salvado de trigo se solía añadir, al menos hasta ahora, a los panes,
galletas y demás productos para venderlos como "integral" en lugar de
usar directamente harinas de grano entero. Pero, triquiñuelas de la
industria aparte, es un producto que podemos también sumar a nuestra
despensa para enriquecer la dieta.
Destaca sobre todo por ser una grandísima fuente de fibra, pero no hay
que desdeñar tampoco su aporte proteico. Además de dulces como estos
mostachones de Estepa, podemos sencillamente tomarlo en pequeñas
cantidades mezclándolo con leche o bebidas vegetales, incorporándolo al
yogur, a batidos, cremas o tortillas.
Piñones
Es cierto que su alto precio no hace que los piñones se puedan comer
como pipas, pero incorporando una pequeña cantidad de este fruto seco
a diversos platos ya estaremos sumando muchas proteínas y otros
nutrientes esenciales, como grasas saludables o antioxidantes.
Quinoa
La quinoa ya hace tiempo que dejó de ser una novedad de moda para
establecerse en nuestra dieta, incluso cultivándose en España. Es un
excelente alimento que proporciona una buena base de hidratos de
carbono con bajo índice glucémico, no tiene gluten, y aporta proteínas
vegetales de calidad, completas, pues posee todos los aminoácidos
esenciales.
Avellanas
Otro fruto seco con el que podemos variar nuestra alimentación
habitual, la avellana se asocia al dulce pero también es excelente en
platos salados, y combina muy bien con frutas. Molida también puede
emplearse como sustituto de la harina de cereales, total o parcialmente,
aportando mucho más sabor que la almendra.
Con avellanas podemos hacer nuestra propia crema de cacao más
saludable que las comerciales, y también platos muy nutritivos como
un pollo guisado para mojar pan. Y son una guarnición muy
rica de cremas de verduras, aportando ese contraste crujiente.
Miso
El miso o pasta de soja fermentada, en sus distintas variedades, no solo
proporciona muchísimo sabor sino que también concentra muchos
nutrientes. Al ser un derivado de la soja y cereales posee igualmente
proteínas vegetales, entre otros nutrientes beneficiosos.
Espirulina deshidratada
El alga espirulina ha entrado en nuestras tiendas como tendencia dentro
de los llamados superalimentos, y aunque no hace milagros, es cierto
que posee muchos nutrientes. El formato deshidratado, el que se
comercializa habitualmente, presenta hasta más del 60% de su contenido
en proteínas vegetales, además de fibra, grasas saludables, vitaminas y
minerales.
Brócoli
Además de tener muchas propiedades saludables con pocas calorías, el
brócoli es una de las hortalizas que tienen una carga proteica superior a
su contenido en hidratos de carbono. Aunque el aporte total es de unos
3,5 g de proteína vegetal por cada 100 g de peso en crudo, es un extra
nada desdeñable considerando que se trata de una verdura.
OMEGA 3 Y ALIMENTACIÓN
VEGANA
Los ácidos grasos omega-3 son otro de los nutrientes sobre los que existen dudas y
controversia en las dietas vegetarianas. A veces se recomienda la suplementación y otras
veces se dice que no es necesaria. Voy a intentar explicar lo que yo se sobre el tema, y si
alguien tiene algún aporte que hacer que use los comentarios, porque tampoco estoy segura
de tener la verdad absoluta.
Aunque existen seis ácidos grasos omega-3, hay tres que son en los que nos interesa
fijarnos:
ALA: ácido alfa-linolénico, es un ácido graso esencial para el ser humano, que al ser
consumido en cantidades importantes puede ser almacenado, β-oxidado y/o metabolizado en
sus derivados bioactivos, principalmente el DHA. La conversión de ALA en DHA se da en el
hígado y en el cerebro, y la tasa de conversión puede ser variable (no existen estudios en
humanos, sólo en ratas y primates) [1]. La ingesta de fuentes vegetales de ALA es el principal
aporte de DHA en dietas vegetarianas, a no ser que consuman suplementos fabricados a
base de microalgas .
EPA y DHA: ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexaenoico , se encuentran en aceites
de pescado y en spirulina y microalgas, así como en la leche materna. Vale la pena recordar
que recomendar la spirulina como fuente de EPA-DHA en vegetarianos puede reportar
inconvenientes a causa de su alto contenido en análogos de B12 que pueden dificultar la
absorción de la B12 activa así como enmascarar los resultados de la determinación de la B12
sérica, y además su contenido en EPA y DHA es dudoso. Existen el mercado varios
suplementos de omega-3 totalmente veganos fabricados a partir de microalgas que si son
seguros.
Los estudios muestran que la ingesta de omega-3 es inferior en personas que no consumen
pescado, sin embargo las diferencias de estatus de omega-3 son mucho menores que las
diferencias de ingesta debido a una mayor tasa de conversión ALA-DHA en las personas
que no consumen pescado (ergo en vegetarianos) [2,3]. Por otro lado, no existe evidencia de
que tasas más bajas de DHA en vegetarianos y veganos se relacionen con efectos adversos
a nivel congnitivo ni de salud, ni siquiera en niños nacidos de madres vegetarianas [3].
De manera que, aunque los niveles de DHA son inferiores en vegetarianos, esto no parece
tener repercusión clínica, por lo que no existe motivo para recomendar la suplementación en
personas sanas.
2º Asegurar la ingesta de ALA (1-1’5 gr/día) según las recomendaciones para población
europea de la FESNAD:
10-15gr de nueces
5-8gr de semillas de lino machacadas o rotas
2’5-5gr de aceite de lino
Existen otras fuentes vegetales ricas en ALA como la semilla de chía, que no he incluido por
tener menos distribución en nuestro país y ser su contenido inferior al de las semillas de lino,
que las venden hasta en el mercadona.
Apuntar por último que en España es habitual que se recomiende suplementación con DHA
a algunas embarazadas (no vegetarianas), en ese caso, los profesionales sanitarios deben
conocer los productos existentes de suplementación de DHA aptos para vegetarianos y por
supuesto no recomendar nunca a una mujer embarazada vegetariana un suplemento de
DHA fabricado a base de aceite de pescado. Hay que señalar que los supuestos beneficios
de la suplementación con aceite de pescado en embarazadas no están confirmados más
que para prolongar la gestación [5].Aquí dejo un enlace sobre la suplementación con omega
6 en el embarazo de la OMS en castellano sobre el tema.
HIERRO EN LA ALIMENTACIÓN
VEGANA, ¿CUÁNTO?
Es difícil de decir cuánto hierro debemos recomendar que tome una persona vegetariana,
más que nada porque hay pocas alusiones al respecto por parte de organismos
oficiales y las que hay están pobremente fundamentadas y por supuesto, no son para
población española. Así que entramos (otra vez) en un limbo en el que queda a criterio del
profesional la recomendación a dar. Y juntando la poca información con los muchos
mitos sobre dieta vegetariana existentes, esas recomendaciones, miedo me dan.
Teniendo en cuenta además que el hierro es junto al aporte proteico uno de los nutrientes
por los que más se preocupa todo el mundo en relación a la adecuada nutrición de los
pobres vegetarianos…
Así que, una cosa:siendo la anemia ferropénica el déficit nutricional más frecuente en
el mundo desarrollado, y siendo que el mundo desarrollado consume carne a
mansalva ¿no os da que pensar que a lo mejor lo de comer carne para no tener
anemia es una gilipollez? Digo…
¿QUÉ SABEMOS?
Sabemos que la incidencia de anemia ferropénica en personas vegetarianas es similar
a la de personas no vegetarianas [1] (¡oh sorpresa!).
Y que la Academy of Nutrition ans Dietetics (AND, antigua ADA) de EEUU recomienda a
instancias del IOM (Intitute of Medicine de EEUU), que la ingesta de hierro en
vegetarianos sea 1’8 veces la recomendada a los no vegetarianos como medida de
seguridad debido a la posible menor absorción de las fuentes de hierro vegetales [3].
Sin embargo esta recomendación del IOM está basada en unas condiciones dietéticas
bastante improbables: una ingesta baja de vit C y alta de factores que inhiben la
absorción como los taninos del té [4].
Y sabemos que los fitatos reducen la absorción de hierro entre un 10 y un 50% (los cereales
integrales, los frutos secos y las legumbres contienen fitatos), sin embargo añadir 50mg de
vitamina C contrarresta los fitatos de una ración standard y añadir 150mg incrementa
la absorción de hierro casi un 30% [41]. Y que en presencia de 25-75 mg de vitamina
C, la absorción del hierro no hemínico de una única comida se duplica o
triplica, supuestamente debido a la reducción del hierro férrico a ferroso, que tiende menos
a formar complejos insolubles con los fitatos [7]. Algo similar ocurre con los taninos, que en
presencia de vit C la absorción de hierro es incrementada de un 2% hasta un 8% [8].
Son fuentes vegetales de hierro las verduras de hoja verde, los frutos secos, las legumbres,
las frutas desecadas y los cereales integrales. Además de los productos enriquecidos como
por ejemplo muchos cereales de desayuno.
Y son fuentes de Vit C las frutas, las verduras crudas, el perejil fresco…
EN CONCLUSIÓN:
La mayor presencia de Vit C en dietas vegetarianas, junto con la adaptación a ingestas
bajas de Fe, explica la baja prevalencia de anemia en el colectivo vegetariano a pesar
de la menor biodisponibilidad dietética de las fuentes de hierro vegetal.
La recomendación del IOM de multiplicar por 1’8 la IDR de hierro en vegetarianos, es, creo
yo y otros que saben de esto, alarmista en exceso, ya que nos remite a un escenario
dietético pobre en vitamina C y rico en productos que inhiben la absorción, y otorga
unas cifras difíciles de alcanzar sin suplementos, especialmente en mujeres. No
parece que recomendar suplementación por norma sea necesario ni prudente por
existir riesgo de sobrepasar los límites de seguridad, riesgo que no parece necesario
correr puesto que no parce que el hierro sea un nutriente que de más problemas en
vegetarianos que en población general.
Ruego a todos los que vais a escribir en un comentario que no podéis ser vegetarianos
porque necesitáis carne roja para no morir de anemia y que así os lo ha aconsejado el
médico, que cambiéis de médico.
EL CALCIO EN LA
ALIMENTACIÓN VEGANA
El calcio es uno de los nutrientes a los que debemos prestar atención si seguimos una dieta
vegetariana, y aún más en el caso de las personas veganas (que no consumen lácteos ni
huevos) ya que en nuestro entorno la principal fuente alimentaria de calcio han sido
tradicionalmente los productos lácteos y es posible que si no los incluimos temamos por la
salud de nuestros huesos, más aún cuando a menudo existe poca información al respecto y
en muchas ocasiones se cree y se difunde que tomar leche es imprescindible para prevenir
la osteoporosis.
Estas recomendaciones están pensadas para un tipo de dieta que tiene en los lácteos su
principal fuente de calcio, y teniendo en cuenta que el calcio de lo productos lácteos tiene
una absorción de alrededor del 30-32%.
En países donde la principal fuente de calcio no son los lácteos, las recomendaciones son
por lo general inferiores, por ejemplo en Japón la RDA es de 600mg, incluso en mayores de
70 años. En el país asiático las principales fuentes de calcio son la soja y sus derivados
como el tofu, las algas y el pescado.
A pesar de que en nuestro entorno parece que la única buena fuente de calcio son los
lácteos (que lo son, ojo), esa no es la realidad. Existen multitud de alimentos vegetales ricos
en calcio, aunque a menudo su absorción se ve dificultada por la presencia de otros
compuestos como los fitatos, los oxalatos o la fibra. Es el caso por ejemplo de las espinacas,
que a pesar de ser ricas en calcio tienen un ratio de absorción muy bajo (5%) lo que las
convierte en un fuente alimentaria pobre de este mineral.
Por ello es importante seleccionar adecuadamente las fuentes de calcio vegetal a fin de
asegurarnos una ingesta correcta. Vamos a fijarnos en una tabla comparativa de algunos
alimentos ricos en calcio junto a su ratio de absorción:
Vale la pena además tener en cuenta que las fuentes vegetales de calcio contienen
cantidades reseñables de potasio, magnesio, vit C y vit K, todas ellas implicadas en un
correcto metabolismo del mineral.
Aunque para hacer honor a la verdad, otros no han encontrado una clara relación entre
ingesta proteica y protección ósea.
La buena noticia es que al parecer, si la ingesta proteica es adecuada, que sea de origen
vegetal no supone el menor problema, y en cambio si sabemos que las dietas basadas en
vegetales aportan numerosas ventajas para nuestra salud. Y conseguir un aporte proteico
adecuado con una dieta vegetariana no supone el mínimo problema.
Conclusión
Es un error creer que una dieta vegetariana nos va proteger de la osteoporosis por ser baja
en proteínas de origen animal. Y también es un error considerar una dieta rica en lácteos
como la única capaz de cubrir requerimientos de este mineral.
Es perfectamente posible conservar una buena salud ósea siguiendo una dieta vegetariana,
siempre y cuando se preste atención al tipo de alimentos que consumimos y se procure
incluir en la dieta diaria alimentos que sean buena fuente alimentaria de calcio. Y en caso de
no cubrir requerimientos no se debe descartar la posibilidad de tomar un suplemento de 250-
300mg junto con una dieta equilibrada (veganhealth.org)
Además de lo reseñado, es muy importante para mantener unos huesos fuertes el ejercicio
físico habitual, así como una correcta ingesta de vit
D.
CRUDIVEGANISMO, ¿SÍ O NO?
Últimamente me están llegando bastantes preguntas sobre la alimentación crudivegana.
ompartir e
Sospecho que es porque estamos en época de dietas detox y es un tipo de dieta que vende
muy bien en ese contexto. Es fácil encontrar a pseudodietistas (algunos con título de DN) y
otros seres ofreciendo su«reto detox crudivegano»en la red, por lo general a base de batidos
de colores vivos entre los que no falta el fucsia y el verde césped y con algún plato de fruta
exótica (la sostenibilidad no va con ellos) colocada a modo de caleidoscopio en un plato de
diseño y la imagen de una joven sonriente y delgada (si, para estas cosas siempre son
mujeres las de la foto).
No me caen bien los de los detox crudiveganos, por si no os habías dado cuenta.
Bien, ahora que ya he dicho eso, vamos a hablar en serio: el crudiveganismo no es una dieta
detox que hacen las reinas de instagram para colocar sus platos-mandala de fruta. En
realidad es una opción dietética más y como tal es respetable. El respeto para el postureo
detox ya va a criterio de cada cual, si te estas lucrando con él, no cuentes con el mío.
¿Qué es «crudivegano»?
La alimentación crudivegana cumple los mismos principios que la vegana, es decir, no se
consumen alimentos de origen animal, pero además se añade otro requisito que es que
todo aquello que se consuma estará crudo o a lo sumo deshidratado. Sin que se superen
nunca los 40-42ºC, que es, según los preceptos de esta alimentación, la temperatura
máxima que alcanzaría un alimento expuesto al sol. No tengo datos para contrastar la
fiabilidad de esta afirmación, pero tampoco parece muy descabellada.
Puede no ser la mejor idea para niños pequeños, De hecho la AND (Academy of Nutrition
and Dietétics de EEUU) desaconseja explícitamente esta dieta en niños. Para ellos puede ser
aún más complicado que para los adultos cubrir requerimientos energéticos por ser una
alimentación demasiado saciante por su volumen y contenido en fibra. Además de poder
ser difícil de digerir.
CONSEJO: un niño puede llevar sin mayor problema una dieta vegana normal. Pero no te
la juegues con algo que ya es complicado de cuadrar para un adulo. En niños, sobretodo
pequeñitos, no.
También es posible que un cambio brusco a una dieta crudivegana estricta esconda algún
tipo de trastorno de la conducta alimentaria, ya que es una gran «excusa» para restringir
muchos alimentos y además el que se venda con frecuencia como una solución para
adelgazar y hacer detox no ayuda demasiado.
CONSEJO: cuidado con población de riesgo (adolescentes) y en caso de duda recurrid a
profesionales sin demora.
No todas las personas que siguen una alimentación crudivegana lo hacen todo el tiempo,
muchos son un 80% crudiveganos o un 70%…. sus comidas cocinadas suelen coincidir con
comidas fuera de casa, o alguna comida a la semana contemplada en su menú.
Ahora, no creo que una alimentación crudivegana presente ventajas de salud por
encima de una dieta vegana bien planteada. De hecho creo que al contrario, que puede
dificultar la alimentación y aumentar el riesgo de déficits nutricionales a largo plazo si no se
planea con bastante cuidado.
Todas las teorías de que los alimentos cocinados están muertos y no contienen
nutrientes y demás lindezas que a menudo aseguran los seguidores de este estilo de
vida, son falsas. Los alimentos cocinados conservan la mayor parte de los nutrientes, e
incluso aumenta la biodisponibilidad de muchos de ellos. Aunque algunos se destruyan o
disminuya su concentración, en absoluto se convierten en serrín que es lo
que insinúan los defensores de esa teoría. Si eso fuera así tendríamos los hospitales a
rebosar de gente desnutrida. Comer tanto crudo como cocinado nos permite
beneficiarnos de las ventajas de ambas opciones.
Eso si, me encanta la idea de meter más opciones crudiveganas en la alimentación. Porque
comer fruta, verdura, frutos secos y semillas siempre está bien, y porque como os he dicho
hay cosas super apetecibles y que me parece buenísimas ideas como los zoodles o
laslasañas crudiveganas, o las barritaso los postres crudiveganos que son una pasada.
Respecto al déficit de vitamina D, deciros que siendo un déficit tan habitual en población
general, lo mejor es controlarlo en las analíticas y suplementarla si es necesario. Ahora ya
hay suplementos de D3 veganos, aunque no entran por la Seguridad Social.
Si os apetece tener alguna otra opinión fundamentada sobre el tema, os dejo un podcast de
mi compañero Aitor de Mi Dieta Cojea en su sección semanal en Esto me suena de RNE.
COMER DE TUPPER VEGANO:
GUÍA PRÁCTICA CON
INFOGRAFÍA
El tener poco tiempo para comer a mediodía o tener que llevarse el tupper al trabajo puede
ser una traba más para aquellos que quieren cambiar de hábitos y comer más saludable. Si
encima la persona es vegetariana parece que la cosa se complica todavía más. Sí, porque el
socorrido «echar un filete/pechuga a la plancha, o abrir una lata de atún» se queda fuera de
la ecuación, y si se es vegano, la «tortillita» también. A ver, que esta gente come (o debería
comer…) sobretodo legumbres como fuente proteica. ¡¡Legumbres!! ese alimento tan
difícil de cocinar que tarda horas y que hay que ser abuela nivel 3 para prepararlo. Si, eso
comen.
Los guisos y potajes de legumbre se hacen muy rápido en la olla exprés, y los podéis
congelar por raciones. Son un plato completo y no necesitáis nada más. Más práctico
imposible.
Además, el tofu en todas sus versiones (duro, silken, ahumado…) es un gran aliado y muy
cómodo. Lo mismo el seitán, que aunque no es una proteína de mucha calidad, está bueno y
de vez en cuando tampoco pasa nada.
La soja texturizada preparada ya en una salsa, una lasaña o una mousaka que tengamos
congelada por raciones también es muy buena alternativa.
La base de la pirámide está formada por aquellos alimentos que deben ser igualmente la
base de nuestra alimentación (los cereales) y que se deben consumir más a menudo.
Aunque puede parecer a primera vista que es necesario ingerir muchos alimentos, en
realidad una simple rodaja de pan ya equivale a una ración de las 6 recomendadas al día de
cereales y hay varios alimentos, que al pertenecer a dos grupos, al ingerirlos estamos
obteniendo los nutrientes de ambos de una vez, como ocurre con las verduras y alimentos
ricos en calcio (por ejemplo el brócoli, las espinacas u otros).
Grupo 1 - Cereales
Cereales (6-11 raciones): pasta, arroz, pan, bollería, cereales de desayuno, trigo, maíz,
avena, centeno, quinoa, amaranto, espelta, mijo, muësli, cous cous, etc.
Consume una amplia variedad de vegetales. Incluye vegetales crudos todos los días. Los
vegetales verdes son buenas fuentes de ácido fólico y calcio.
Consume una amplia variedad de fruta, incluyendo aquellas ricas en vitamina C. Los cítricos,
fresas, kiwis, papaya, mangos y muchas otras frutas son ricas en vitamina C.
Para obtener el máximo beneficio, consume una amplia variedad de alimentos ricos en
proteínas. Consumir vegetales o frutas ricos en vitamina C, con estos alimentos aumenta la
absorción del hierro. Las nueces y semillas proveen vitamina E y minerales.
Ácido graso Omega-3: La mejor fuente de Omega-3 para las personas veganas es el
aceite de lino. Utilízalo en ensaladas, o con verduras, patatas o cereales.
Algunos consejos
Consumir una cierta variedad de alimentos de todos los grupos, asegurando obtener
suficientes nutrientes, fitoquímicos y fibra y haciendo las comidas más interesantes.
Limitar la utilización de grasas saturadas, aceites, azúcares añadidos y sal.
Procurar consumir productos integrales ricos en minerales.
Utilizar el agua de cocción de verduras para hacer sopas y cremas, aprovechando así
los minerales y vitaminas.
Beber entre 6 y 8 vasos de líquido al día.
Desarrollar alguna actividad física cada día.