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EVALUACIÓN DE CRISTOLOGÍA

1. La unión hipostatica de Jesús


La unión hipostática es un concepto teológico que se refiere a la doctrina cristiana de la
unión de las dos naturalezas, divina y humana, en la persona de Jesucristo. Según esta
enseñanza, Jesús es plenamente Dios y plenamente humano al mismo tiempo.

La palabra "hipóstasis" se deriva del griego y se traduce como "subsistencia" o


"realidad subsistente". En el contexto de la unión hipostática, se refiere a la idea de que
en la persona de Jesús hay una subsistencia o realidad subsistente que abarca tanto la
naturaleza divina como la humana. No se trata de una mezcla o fusión de las dos
naturalezas, sino de una unión perfecta e indivisible.

La unión hipostática se basa en la enseñanza bíblica de que Jesucristo es el Hijo de Dios


encarnado, que tomó la forma humana para vivir entre los seres humanos. Esta doctrina
se desarrolló y se articuló en los primeros siglos del cristianismo como una respuesta a
las discusiones y debates teológicos sobre la naturaleza de Jesús.

La importancia de la unión hipostática radica en que, al ser Jesús plenamente Dios y


plenamente humano, es capaz de ser el mediador perfecto entre Dios y la humanidad.
Como ser humano, Jesús puede comprender nuestras debilidades y sufrimientos, y
como Dios, tiene el poder y la autoridad para salvarnos y reconciliarnos con Dios.

En conclución, la unión hipostática es la enseñanza cristiana de que Jesús es


plenamente Dios y plenamente humano en una única persona, sin que las dos
naturalezas se mezclen o se dividan. Esta doctrina es fundamental para comprender la
naturaleza y la obra de Jesucristo según la fe cristiana.
2. ¿Qué se entiende por Jesús de la historia y Cristo de la fe?
Jesús de la historia, se designa la humanidad de Jesús tal y como fue gastando
su vida terrena a lo largo de su historia terrena.Es el hombre de Nazaret,
predicador por los caminos de Galilea y que acaba sus dias en una cruz.
Cristo de la fe, se designa a aquel Cristo e Hijo de Dios que la fe de los
discípulos descubrió bajo la debilidad de la carne de Jesús. Es un Cristo que
presentan los evangelios como Dios, con una serie de titulos divinos (Hijo de
Dios, Señor) y que después han dado lugar a los dogmas eclestiales.
3. ¿Cuál es la doctrina del Concillo de Calcedonia?
El Concilio de Calcedonia (año 451) el cual, con una definición solemne,
precisó que en Jesucristo, las dos naturalezas, la divina y la humana, se han
unido (sin confusión) en un único Sujeto personal, que es la Persona divina del
Verbo-Dios. Con motivo del término "ύπόστασις" se suele hablar de unión
hipostática. En efecto, la misma persona del Verbo-Hijo es engendrada
eternamente por el Padre, en lo que concierne a su divinidad; por el contrario, en
el tiempo esa misma persona fue concebida y nació de la Virgen María en
cuanto a su humanidad. Así, pues, la definición de Calcedonia reafirma,
desarrolla y explica lo que la Iglesia había enseñado en los Concilios
precedentes y lo que habían testimoniado los Padres
4. . ¿Por qué se distingue en Cristo entre naturaleza y persona?
Al estudiar la gracia de la Unión Hipostática, es inevitable referirse a los
conceptos de "naturaleza" y "persona", como conceptos que designan realidades
distintas.
Naturaleza: responde a la pregunta de "qué" es una cosa, (quid). Naturaleza:
(en griego - fisis) Es la esencia de una cosa; se dice que es el principio del cual
se sirve el que obra para obrar, por ejemplo: en el hombre, el alma y el cuerpo.
La "naturaleza"" es todo aquello que hace que un ser sea lo que es y que se
distinga de cualquier otro ser. Así, por poseer Pedro y Pablo la misma naturaleza
humana se dice de ellos que son hombres. Hay un término que es en la práctica
sinónimo: esencia.
Persona: responde a la pregunta "quién" es, (quis). Persona: (en griego -
prosopon - máscara), es una hipóstasis racional. Fue Boecio quien propuso la
clásica definición: "Persona, es una substancia de naturaleza racional".

La persona es un individuo, pero un individuo dotado de inteligencia. Es un ser


que subsiste por sí mismo (individuo) en una naturaleza humana. Así
considerada la persona es:
El principio último de operación del ser (el "yo" actúa en su propio nombre)
El sujeto de atribución de sus actos (aquel a quien se atribuyen sus actos)
El centro de responsabilidad (aquel que debe de responder por ellos)

Podemos decir que la persona se expresa verbalmente con la palabra "yo".

Estas nociones, cuando se aplican a Dios no se toman en el sentido vulgar sino


que las tomamos del sentido más profundo como es el filosófico.

El dogma dice que en Cristo hay una sola Persona, o hipóstasis, a saber: la
Persona divina del Verbo, y dos naturalezas: divina y humana; subsistentes las
dos, en una misma Persona divina, el Verbo divino. La naturaleza humana ha
sido asumida en la unidad y dominio de la Persona divina del Verbo, de suerte
que es la misma Persona divina la que obra en la naturaleza humana y por medio
de la naturaleza humana como por un órgano suyo.

5. ¿Qué es la unión hipostática?


Unión hipostática o unión según la hipóstasis se utilizan aquí para significar que,
en Cristo, la naturaleza humana y la naturaleza divina están unidas en la
hipóstasis, es decir, en la Persona del Verbo.
Es un término técnico que designa la unión de las dos naturalezas, divina y
humana, en la persona de Jesús. Cristo es Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col.
2:9; Juan 8:58; 10:30-34; Heb. 1:8). El es plenamente Dios y plenamente
hombre (Col. 2:9); así, tiene dos naturalezas, la de Dios y la humana.
Decididamente, no es "mitad Dios, mitad hombre". Nunca perdió su divinidad,
ni hubiese podido hacerlo
6. ¿Qué se entiende por comunicación de idiomas?

Expliquemos qué se entiende por "comunicación de idiomas" en la teología


cristológica. La palabra "idioma" procede la voz griega que significa la
"propiedad" o propia naturaleza de una cosa, ya sea divina o humana. De donde
"comunicación de idiomas" es lo mismo que "comunicación de propiedades". En
lenguaje más nuestro se puede decir, comunicación de idiomas: es la forma de
hablar correctamente acerca de las propiedades y atributos de Cristo, de su
persona y su naturaleza divina y de su naturaleza humana

Esta categoría aplicada a Cristo, significa la mutua y recíproca predicación de


las propiedades de la naturaleza divina y humana en la persona única de
Jesucristo. Es, en otras palabras, aquella propiedad que sigue a la unión
hipostática, en virtud de la cual las cosas que pertenecen al Hijo de Dios se
predican también del Hijo del hombre y viceversa. Y así, por ejemplo se dice
correctamente que, en la persona de Cristo, Dios es hombre y el hombre es Dios.

La comunicación de idiomas, en sentido ontológico es: la asociación y mutuo


cambio de propiedades ( atributos y operaciones) divinas y humanas de Cristo,
basada en la unidad de persona, de tal suerte que el Logos Dios posee
propiedades humanas y el hombre Cristo propiedades divinas. La comunicación
de idiomas en sentido lógico, es la enunciación de ese mutuo cambio ontológico
de propiedades.
7. ¿Cómo se expresa la unidad psicológica de Cristo?
la unidad personal conlleva que toda la actividad de Jesús, tanto la humana,
como la divina, es actividad de la única Persona, del Verbo. La reflexión
discurre aquí sobre la percepción que tiene Jesús de su propio Yo. El yo es
expresión de la Persona entera. En efecto, cuando nosotros decimos yo,
queremos significar toda nuestra persona, lo cual es posible porque tenemos
experiencia de nosotros mismos.
• Considerando la dualidad de naturalezas y de inteligencias en Cristo, parecería
que en Él deberían darse dos Yo (uno divino y otro humano), ya que tiene dos
autoconciencias (divina y humana).
• Pero, al mismo tiempo, en la medida en que el Yo es expresión de la Persona,
parecería que en Jesús, siendo una única Persona, debe darse un único
Yo. Nos encontramos, pues, ante el misterio de la psicología de Cristo.
8. Explicar quien murió en la cruz
La Iglesia enseña que "la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a
la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en
ella pertenece a "uno de la Trinidad" -Catecismo 470:

470 Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana


ha sido asumida, no absorbida" (GS 22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con
el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones
de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero
paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana
de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha
asumido. Todo lo que es y hace en ella proviene de "uno de la Trinidad". El
Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de
existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa
humanamente las costumbres divinas de la Trinidad (cf. Jn 14, 9-10):
«El Hijo de Dios [...] trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de
hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de
la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a
nosotros, excepto en el pecado» (GS 22, 2).
La segunda persona de la Trinidad asumió la naturaleza humana de manera que
todo lo que le ocurre a Jesús (nacer, sufrir, morir, etc) se le atribuye a su persona
que es divina. Hay una verdadera unión. Así lo enseña el Catecismo:

"... todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina


como a su propio sujeto... no solamente los milagros sino también los
sufrimientos y la misma muerte" Catecismo #468.

468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza


humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto
Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553 confesó a propósito de
Cristo: "No hay más que una sola hipóstasis [o persona] [...] que es nuestro
Señor Jesucristo, uno de la Trinidad" (Concilio de Constantinopla II: DS, 424).
Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona
divina como a su propio sujeto (cf. ya Concilio de Éfeso: DS, 255), no
solamente los milagros sino también los sufrimientos (cf. Concilio de
Constantinopla II: DS, 424) y la misma muerte: "El que ha sido crucificado en la
carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la
Santísima Trinidad" (ibíd., 432).
Entonces quien muere en la cruz es segunda persona de La Trinidad Santa que
verdadero Dios y El Verdadero hombre. No se puede separar su naturaleza.
9. Que dice Gaudium et spes sobre definición de Cristo
Cristo es el nuevo Adán y manifiesta plenamente el hombre al propio hombre,
en la relación del misterio del Padre y de su amor.

Cristo, imagen de Dios invisible, es también el hombre perfecto que devuelve la


semejanza divina, deformada por el primer pecado.

Con Cristo, la naturaleza humana ha sido elevada a una dignidad sin igual, pues
con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre: trabajó,
pensó, obró y amó como hombre. (Gaudium et spes 22)

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