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La Psicología de Cristo

Angel Marroquin
 La tradición solo se dedico al
problema ontológico, pero la época
moderna busca la necesidad de
entender la psicología de Cristo.
 Se intenta recuperar la psicología
humana de Cristo.
Los Datos de la Escritura
 Es preciso partir de los datos Bíblicos.
 El punto de partida será siempre la confesión
en Cristo de un solo sujeto que personaliza
dos naturalezas, la divina y la humana.
 El NT nos indica que en Cristo existe un
conocimiento adquirido, aprende con el
ejercicio normal de su inteligencia.
Lucas nos indica que Jesús crecía en
sabiduría (Lc. 2:40)
 Cristo tenía sentimientos de compasión, de
tristeza, de alegría, el reaccionaba natural y
normal ante las situaciones que se le
presentan. González Gil dice: Si negamos
esto negaríamos la historicidad de su vida,
negar la realidad de su existencia humana y
por lo tanto negar la misma encarnación del
Hijo de Dios.
Clasificación Escolástica de las
ciencias de Cristo
La escolástica medieval elaboró
la doctrina de la triple ciencia
de Cristo:
ciencia de visión, ciencia infusa
y ciencia adquirida.
Ciencia de Visión
 Mediante esta ciencia el alma de Cristo ve la
esencia divina y, en ella, conoce toda la realidad
pasada, presente y Futura.
En esta ciencia, la escolástica encuentra la clave del
conocimiento que tiene Jesús de Dios y de su propia
identidad divina: viendo a Dios, ve al Verbo. Ante
esta ciencia finalmente se toma una perspectiva
inadecuada, se coloca a Jesús frente a la esencia
divina, cuando el planteamiento que hay que hacer
en Jesús es el de un solo sujeto, el Verbo que
conoce humanamente. Galot dice: “cuando dice que
el alma de Cristo ve al Verbo, parece olvidarse que
es el Verbo mismo quien es principio y sujeto de
toda la actividad humana de conocimiento de
Jesús”.
Ciencia Infusa:
 Concedida a Cristo en plenitud, no como a
los profetas que se les dio ocasionalmente.
Mediante esta ciencia permite conocer las
cosas en sí mismas, a diferencia de la
ciencia de visión, que conoce las cosas en
la esencia divina.

Infuso: Dado por Dios. Innato.


Ciencia Adquirida:
 No se comprende que podía adquirir Jesucristo, si
ya tenía la plenitud de la ciencia en su propia alma
gracias a las dos ciencias anteriores.
 Para descartar toda imperfección en Cristo, no se
querría reconocer en él más que una aparente
educación. El misterio de la encarnación, sin
embargo, exigía que Jesús fuera verdaderamente
educado por sus progenitores, que enriqueciera
verdaderamente su conocimiento y su saber en
contacto con los demás.
 El Único sujeto que hay en Cristo, ve al Padre en su
naturaleza divina, en esa persona toma conciencia
humana de su identidad con el Padre y da Testimonio
de ella
La ciencia humana de Cristo
 En esta se engloban conocimientos
adquiridos por la experiencia como los
adquiridos por origen infuso y sobrenatural.
Si Cristo conocía ya las cosas en forma
divina, parece imposible que pueda aprender.
De aquí surge la duda si ¿Jesús aprende
realmente o hace como que aprende? Cristo
en su conciencia divina lo sabe todo; pero lo
sabe de modo divino (no es el mismo que
tenemos nosotros de las cosas).
La ciencia humana de Cristo
 Nuestro conocimiento es:
receptivo: recibimos una imagen intencional que
elaboramos por abstracción, y
discursivo: el conocimiento de una cosa nos
conduce al conocimiento de otra.
Esto no cabe en Dios. El Verbo lo conocía todo,
pero de otra forma, no del modo limitado e
imperfecto (receptivo y discursivo) que tenemos
nosotros. El Verbo en cuanto hombre, ha
adquirido nuestra limitación en el conocer.
La ciencia humana de Cristo
 Cristo tuvo un desarrollo psicológico normal.
González Gil dice: “es ridículo imaginar que
Jesucristo haya poseído una ciencia infusa
enciclopédica en todos los campos del saber
humano...” Jesús solo quiso saber aquello
que era estrictamente necesario para el
cumplimiento de su misión. Por ello se
comprende que diga que el Hijo no conoce la
fecha del fin del mundo (Mc. 13:32).
La ciencia humana de Cristo
 El hecho de que la ignorancia humana haya
sido asumida por el Verbo es un aspecto más
de la entrañable solidaridad que ha querido
mantener con la existencia humana.
 A través de esto podemos darnos cuenta que
hay en Jesús unos conocimientos adquiridos
por la experiencia y otros por medio
sobrenatural.
Conciencia humana de su identidad
divina
 Este es el punto más delicado: no se debe
pensar de cómo un hombre toma conciencia de
ser Hijo de Dios, sino de cómo el Hijo de Dios
toma conciencia humana de su identidad divina.
 Es notorio que en Jesús hay dos yoes.
Teorías del yo humano:
Teólogos han hablado de un doble yo en Cristo:
el yo divino y el yo humano (Déodat de Basly)
Yo humano: porque en Cristo hay una psicología
humana, un sujeto humano de acciones.
Conciencia humana de su identidad
divina
 Basly opone al hombre Jesús y el Verbo,
hasta el punto de no poder hablar ya de
unidad de persona ni de Verbo encarnado.
 La psicología humana de Cristo implica en él
la existencia de un yo humano.
Parente defiende esto diciendo que no se
puede desligar uno del otro. El yo del Verbo
el que sufre en la cruz, se trata de un mismo
y único yo en diversos estados psicológicos.
Un solo sujeto
 Solo se puede hablar en Cristo de un solo sujeto. En
Cristo hay un solo yo, un solo sujeto. Hablando de la
persona del sujeto que piensa, obra y toma
conciencia, la conciencia es una prerrogativa de la
naturaleza.
 El sujeto obra a través de la naturaleza. No podemos
oponer el hombre Jesús a Dios, una naturaleza a
otra naturaleza, sino que se trata de un único sujeto
que, a la vez, es Dios y es hombre, de un sujeto que
obra por y a través de dos naturalezas.
 Es tomando conciencia de ser Hijo como Jesús toma
conciencia de ser Dios.
Sobre la base de la ontología
 El problema está en no apartarse de la
ontología de Cristo: un único yo que
personaliza dos naturalezas. Ya que si esto
es así, Cristo ha tenido siempre conciencia
de su identidad divina. El yo de Cristo no
pudo tomar conciencia de su naturaleza
humana hasta que llegó al desarrollo
necesario. Tenemos pues en Cristo un yo
que tiene conciencia de su naturaleza divina
y, al mismo tiempo toma conciencia de su
naturaleza humana.
Sobre la base de la ontología
 El mismo y único yo se sabe Dios y se sabe hombre
y así puede conocer y expresar humanamente su
identidad divina, puede expresar humanamente la
visión que tiene del Padre (es como explicar teología
en Ruso). Todos los conceptos y analogías que
Jesús usa en su revelación están tomados de las
experiencias humanas. La conciencia humana es el
vehículo en el que Jesús expresa su conocimiento
divino. Es una revelación, de la Palabra que usa
palabras humanas. Cuando Jesús fue consciente de
su identidad humana y tuvo conciencia humana
desarrollada, pudo también conocer a modo humano
su identidad divina.
¿Cristo tuvo fe?
 Hoy se reivindica una cristología desde abajo que
tenga en cuenta todas las exigencias de la
humanidad de Cristo, y según la cual, Cristo aparece
como el perfecto creyente. Pablo habla de la fe de
Cristo en Flp. 3:9, Rm. 3:22.26, Ga. 2:16.20. Vignolo
afirma que la fe de Cristo viene en relación con las
obras de la fe, en cuanto que es una perfecta
confianza en Dios por nosotros. La fe puede
entenderse en el AT como confianza o abandono en
Dios y también como confesión Kerigmática que
tiene a Cristo como objeto. Von Balthasar dice: La
relación que Jesús vivió con el Padre es una relación
de fidelidad y abandono en sus manos.
¿Cristo tuvo fe?
 Cristo pide para sí mismo la fe que pide para
el Padre. ¿Creéis en Dios? Creed también en
mi (Jn. 14:1) Hb. 12:2 presenta a Cristo como
iniciador (por la encarnación) y consumador
(porque con su sacrificio único y definitivo ha
conseguido para todos la salvación) de
nuestra fe.
¿Cristo tuvo fe?
No se puede hablar de dos clases de fe: la confianza en
Dios (Judía) y la de asentamiento intelectual (griega)
Si se cree en algo es porque se cree en alguien. Se
trata no de dos clases de fe, sino de dos
dimensiones de la fe: la confesional y la fiducia. Para
que Cristo tuviese fe, habría que colocar al hombre
Jesús frente a Dios, lo que equivaldría a constituirle
en persona humana. La fe es la confesión y la
entrega del hombre a un ser trascendente y distinto
de él, que es Dios.
La Inerrancia de Cristo
 Cristo dice que no pasará esta generación
sin que suceda todo esto (Mc 13:30 Mt
24:34) es decir el fin del mundo, llegan a
hablar de un error claro por parte de Cristo
(Strauss) Cristo dejo que lo mataran por el
fracaso de su predicación, era para judíos
pero como fracaso la hizo más universal.
La Inerrancia de Cristo
 En el sermón escatológico, Cristo se refiere a dos
acontecimientos distintos: la destrucción del templo y
la venida final del Hijo del hombre. La destrucción del
templo la presenta Cristo como signo anunciador de
su venida final, distinguiendo los dos
acontecimientos.
 La ruina de Jerusalén, que señala la destrucción de
la Antigua Alianza, coincide con la glorificación de
Cristo a raíz de su muerte, dando lugar a una época
que es la época de la Iglesia. Solo al final de esta
etapa vendrá el Hijo del hombre en poder y gloria,
para juzgar a los hombres.
La Santidad de Jesús
 Siendo Jesús el Hijo de Dios, incluso en
cuanto hombre poseía la plenitud de la
santidad. Él mismo se designa como aquel
que el Padre ha consagrado y mandado al
mundo (Jn 10:36). La consagración afecta a
la naturaleza humana. La santidad, antes que
rectitud moral, es pertenencia a Dios.
La Santidad de Jesús
 Esta consagración, esta plenitud de santidad,
tiene un carácter ontológico y un carácter
dinámico. Ontológicamente, la humanidad
está asumida por el Verbo; pero
dinámicamente significa que toda la vida de
Cristo es vida filial en el Espíritu. Por ello
Jesús es Santo de Dios por excelencia (Hch
3:14). Su vida es santa porque está llena del
Espíritu Santo (Jesús es conducido al
desierto por el ES y le da poder sobre
demonios para ensalzar al Padre).
La Santidad de Jesús
 Jesús Como niño era plenamente santo, y
también lo era como adulto y su pasión.
Siendo siempre plena su santidad, se
desarrolla, sin embargo en la medida en que
se desarrolla su naturaleza humana. No es la
naturaleza humana de Cristo la que es santa,
sino que lo es Cristo en su naturaleza
humana.
Santidad
 Santidad Sustancial: su humanidad es santa
porque es la humanidad del Verbo. Gracia
habitual (la gracia Santificante) Sto Tomás
dijo: “la dignidad del alma de Cristo exigía
que se uniera íntimamente a Dios por el
conocimiento y el amor; lo cual solo podría
realizarse por la elevación de la naturaleza
humana mediante la gracia habitual.
 La gracia habitual de Cristo es una
consecuencia de la gracia de unión, y esta
gracia es en Cristo de una plenitud tal, que
se le confiere como a fuente para todos los
hombres.
 La gracia capital es: la gracia habitual de
Cristo en cuanto fuente y cabeza de toda
gracia que reciben los hombres. Cristo ejerce
su capitalidad (toda gracia nos viene de
Cristo y a través de su humanidad). Jesús
nos inserta en su santidad por el Espíritu.
 En Cristo no hay mas que un sujeto y una
filiación, que es la natural. Lo que en
nosotros es gracia en Cristo es unión
hipostática. Toda la naturaleza humana de
Cristo queda asumida por el Verbo y así
santificada
Impecabilidad
 Es la Sagrada Escritura la que afirma que
Cristo no cometió pecado. Nadie lo puede
acusar (Jn 8:46) y es el que quita el pecado
del mundo (Jn 1:29) Cristo estuvo libre de
pecado original. La salvación que Cristo
realiza consiste en que, siendo inocente,
carga con los pecados de los hombres (si
cristo hubiera pecado habría sido aliado del
pecado y se hubiera contrapuesto contra
Dios).
Impecabilidad
 La palabra Impecabilidad dice más que la
mera ausencia de pecado. Dice imposibilidad
de pecar. Según Escoto y Durando, la
humanidad de Cristo, si bien estaba
hipostáticamente unida al Verbo, tenía la
posibilidad de pecar, porque poseía libertad,
y de esta posibilidad le libraba la visión
beatífica. Una persona divina no puede
realizar un acto pecaminoso, un acto de
oposición a Dios.
La Libertad
 La impecabilidad no priva a Jesús de su
libertad. Esta libertad debe ser afirmada en
Cristo como una propiedad de su voluntad
humana. Jesús es un hombre libre, dueño de
sí y de su comportamiento. “Nadie me quita
la vida, yo la doy por mí mismo (Jn 10:18)” Es
precisamente en el sacrificio redentor donde
se ejerce plenamente la libertad de Jesús. El
misterio de la encarnación redentora exige,
de modo particular, la libertad humana de
Cristo.
La Libertad
 ¿Como conciliar libertad con impecabilidad?
La esencia de la libertad consiste en el
dominio de sí, en la soberanía que el hombre
ejerce sobre su propio comportamiento. Dios
es libre y, en Dios, la libertad se define como
la facultad absoluta de determinar una acción
por si mismo. La esencia de la libertad no
está, por tanto, en la facultad de elegir el bien
o el mal, sino en la autodeterminación de los
propios actos voluntarios. En el cielo es
donde seremos perfectamente libres.
La Libertad
 Cristo era perfectamente libre, se autodeterminaba
personalmente y decidía libremente obedecer al
Padre. Que Cristo amase siempre la voluntad del
Padre no significa que no le costara y sufriera por
ello. El sí que libremente le dio al Padre le costó la
sangre. La libertad de Cristo es fidelidad a la verdad
y a su misión: “Vosotros tratáis de matarme; y sin
embargo yo no he hecho más que anunciaros la
verdad que oí de Dios... Porque yo, si digo la verdad,
no me creéis” (Jn 8:40-45. Cristo toma en sus manos
la obediencia al Padre y, dejando el camino
halagador de un mesianismo triunfante, sigue el
camino del dolor, apurando el cáliz de la pasión.
Tentaciones
 En Jesús se debe afirmar la ausencia de
Concupiscencia, porque esta, sin ser propiamente
pecado, proviene del pecado y conduce al pecado.
La tentación es una tendencia desordenada que
suscita la complacencia en el mal. En este sentido,
Jesús no tuvo el mínimo desequilibrio. A nosotros la
tentación nos pone en la alternativa de pecado y esto
no ocurre en Cristo. En Cristo no cabe la posibilidad
de oponerse a la voluntad del Padre, en cuanto que
no cabe en él la posibilidad de pecado.
Tentaciones
 La tentación llega a Cristo de forma diferente
presentándole un mesianismo de gloria y sin pasar
por la cruz, Mc 14:36. La tentación que Cristo sufrió
por parte del demonio hacía referencia al
mesianismo. La carne de Cristo es sensible al dolor y
la tentación le hace mella. Para ver cómo Cristo ha
sentido el peso del dolor y de la angustia, bastaría
leer el relato de Getsemaní en el evangelio de
Marcos. Y sin embargo Cristo obedece
inquebrantablemente, indefectiblemente, con una
obediencia que le va a costar sangre, pues
experimentó la angustia y el abandono, Hb 5:7-8.

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