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Tipos de juego

Conforme los niños van creciendo, sus juegos van cambiando. Inicialmente los niños
exploran su entorno a través de estímulos que perciben por medio de sus sentidos y más
adelante cuando despierta su interés por el mundo de los adultos, juegan a ser bomberos,
maestros, doctores, etc4.

Jean Piaget describió los principales tipos de juego de acuerdo al desarrollo del niño,
cada uno de los cuales se va perfeccionando conforme éste va creciendo:

 El niño:

 Inicia jugando solo.


 Alrededor de los 2 años el juego sigue siendo individual aun cuando  parece que
los niños interactúan con otros.
 A partir de los 4 años se hace más frecuente el  juego social.

Juego funcional

El niño realiza acciones motoras para explorar diversos objetos y responder a los
estímulos que recibe. Este tipo de juego promueve el desarrollo sensorial, la
coordinación motriz gruesa y fina, la permanencia del objeto y la posibilidad de
reconocer causa-efecto.

Algunos juegos representativos en este estadio son: dejar caer objetos, encontrar un
objeto que está aparentemente escondido, alcanzar algún objeto apoyándose de otro,
agitar una sonaja, gatear, correr, saltar, encender un juguete presionando un botón.

Juego de construcción

Surge a partir del primer año de vida y permanece durante todo el desarrollo del niño a
la par del juego funcional. A través de este tipo de juego se promueve la creatividad, la
motricidad fina (coordinación óculo-manual), la solución de problemas y la ubicación
temporo-espacial.

Algunas actividades que representan este tipo de juegos son: apilar y alinear objetos
para formar caminos, torres o puentes, armar rompecabezas o crear una casita con
sábanas y sillas.

Juego simbólico

El niño simula situaciones y representa personajes de la vida cotidiana y de su entorno.


A través de este juego el niño comprende y asimila lo que observa, escucha y siente,
desarrolla su creatividad, imaginación, fantasía y convivencia con sus iguales.
 

Juego de reglas

Este tipo de juego surge antes de los 6 años, en él los niños establecen las normas
necesarias para jugar,  sin embargo pueden cambiar las reglas siempre y cuando el resto
de los integrantes estén de acuerdo. Es a través del juego de reglas que  los niños
aprenden a respetar normas,  a esperar turnos, desarrollan tolerancia a la frustración y
viven valores como el respeto.  Algunos juegos tradicionales son: el lobo, las
escondidillas, memorama, lotería, boliche entre otros.

La teoría del desarrollo moral de Piaget


La teoría del desarrollo moral de Piaget se encuentra profundamente vinculada a su
teoría del desarrollo cognitivo. La moral es valorada como un conjunto de reglas que
el menor es capaz de obedecer y comprender en mayor o menor medida,
generalmente vinculadas a la idea de justicia.

El autor considera que de cara a poder hablar de moral va a ser necesario adquirir un
nivel de desarrollo equivalente a los dos años de edad, equivalente al periodo
preoperacional (anteriormente se considera que no existe la suficiente capacidad mental
para hablar de algo semejante a la moral).

A partir de dicho punto, el ser humano va a ir desarrollando una moral cada vez más
compleja según su capacidad cognitiva se va haciendo mayor y con capacidad para el
pensamiento abstracto e hipotético-deductivo. Así, la evolución de la moral depende de
la de las propias habilidades cognitivas: para ir avanzando es necesario ir
reorganizando y añadiendo información a los esquemas previamente existentes, de
tal manera que se pueda desarrollar un conocimiento cada vez más profundo y a la vez
crítico con la consideración que merece un comportamiento determinado.

Estadios del desarrollo moral según Piaget


En la teoría del desarrollo moral de Piaget, el autor propone la existencia de tal y como
hemos dicho un total de tres fases o etapas (si bien son las dos últimas las que serían
propiamente morales), las cuales el menor va pasando según va adquiriendo e
integrando cada vez más información y habilidades cognitivas. Las tres etapas o
estadios propuestos son los siguientes.

1. Etapa premoral o de presión adulta

En esta primera etapa, que se corresponde a un nivel de desarrollo equivalente al propio


del de un niño entro los dos y seis años de edad, surge el lenguaje y empiezan a poder
identificar sus propias intenciones, si bien no existe una comprensión del concepto
moral o de las normas.

Los patrones de comportamiento y las limitaciones a este dependen por entero de la


imposición externa por parte de la familia o las figuras de autoridad, pero no se concibe
la regla o norma moral como algo relevante per se.

2. Solidaridad entre iguales y realismo moral

La segunda de las etapas del desarrollo moral se da entre los cinco y diez años,
apareciendo las reglas como algo procedente del exterior pero que se comprende como
relevante y de obligado cumplimiento, siendo algo inflexible.

La ruptura de la norma se ve como algo enteramente castigable y visto como una


falta, siendo pues mal vista. Surge la idea de justicia y de honestidad, así como la
necesidad de respeto mutuo entre iguales.

La mentira está mal vista, y se acepta el castigo por la disidencia sin tener en cuenta
posibles variables atenuantes o las intenciones, siendo lo relevante las consecuencias
de la conducta.

Con el tiempo dejan de verse las reglas como algo impuesto por otros pero que siguen
siendo relevantes per se sin que se precise de una motivación externa.

3. Moral autónoma o relativismo moral

Esta etapa surge aproximadamente a partir de los diez años de edad, en la etapa de las
operaciones concretas e incluso en el inicio de las formales. En esta etapa el menor ya
ha alcanzado la capacidad de utilizar la lógica a la hora de establecer relaciones
entre las informaciones y fenómenos que vive.

A partir de aproximadamente los doce años ya existe la capacidad de operar con


informaciones abstractas. Ello hace que aparezca poco a poco una mayor comprensión
de las situaciones y de la importancia de diferentes factores a la hora de tener en cuenta
las normas, como por ejemplo la intención.

Es en esta etapa en la que se alcanza una moral crítica, tomando conciencia de que las
normas son interpretables y que obedecerlas o no puede depender de la situación y la
propia voluntad: ya no es necesario que la norma se obedezca siempre sino que
dependerá de la situación.

También se valora la responsabilidad individual y la proporcionalidad entre acción-


castigo. La mentira ya no es vista como algo negativo per se a menos que suponga
traición.

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