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£n tir riM

\DÍAR10DE1A CONSPIRA

B. F E L I X M A I Z
Ayuntamiento de Madrid
ATEZAMIENTO
EN E S P A Ñ A

I m lectura de este lihro hará re­


cordar a muchos lectores cosas que
va olvidaron; enseñará a otros co­
sas que no saben; a todos impresio­
nará fuertemente, haciéndoles sen-
*

tir Ja conmoción bárbara de aquel


terremoto político que hizo temblar
a España durante los años de la
República, desde Enseñará
también que España no se hundió
en una sima de esclavitud oprobio­
sa porque Dios hizo un milagro va­
liéndose de unos cuantos españoles
que comprendieron que no había
ya opción entre vivir como esclavos
o luchar como héroes.
De ahí el interés creciente de es-
ta.<; páginas, nuevas en cuanto a la

Ayuntamiento de Madrid
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R A Z O N DE E S T E L I B R O

La exposición de unos hechos que responden n


la verdad, aunque sea en forma seca, áspera y con­
cisa, es siempre útil para el conocimiento de los
hombres que dirigen sus pasos por el camino recto
que conduce a todo fin bueno.
Como españoles, por España, y como católicos,
por la Civilización Cristiana, salimos en defensa de
un Ideal, norma y guía de los hombres racionales
en el Mundo.
Por él luchamos y conseguimos el triunfo.
La incomprensión, la animosidad, el desprecio
con que ha correspondido la mayor parte de la hu­
manidad a nuestro gesto, no son dignos de tenerse
en cuenta.
Estamos acostumbrados a pasear nuestra vista
por zonas más elevadas.
No puede herirnos el airecillo que troncha los ta­
llos tiernos de una planta joven...
Somos troncos corpulentos sostenidos por raíces
profundas, que no pueden ser desarraigadas por lo.s
más violentos huracanes.
Creemos en Dios y amamos a nuestra Patria. So­
mos hombres.
No son palabras las que pueden atestiguarlo. Son
hechos los que lo comprueban.

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K
TUVE UN A M I G O
que se llam ab a T o lo ; era fu erte, alegre, dinám ico, con un
c a rá c te r p u ra fu en te de sim p atía . Le conocí a los nueve
años, época en que entablam os am istad, cuyos lazos no se
h a b ía n d e rom per h asta su m uerte.
Nos hicim os am igos a l d ía siguiente de habernos cono­
cido, d ía en que nos peleam os. Tolo, al día siguiente d e la
riñ a, vino a verm e y m e d i j o :
—S i m e p erdonas p o r lo de a y e r... Q u iero ser tu am igo.
—B ueno, T olo. P o r m í lo serem os. P erdónam e si en algo
pude fa lta rte .
A p a r tir de entonces y d u ra n te veintiséis años, T olo y
yo fuim os am igos, sin que n u n ca el m ás leve resentim iento
se cru zase en n u estra relación.
T o lo e ra hijo de p ad res ricos. E n m i casa, el producto
cel tra b a jo de m i p ad re, bien ad m in istrad o p o r m i m adre,
pro v eía a l vivir fa m iliar. A l a ñ o siguiente nos en co n tráb a­
mos ju n to s en u n in tern a d o de P P . Jesu ítas. A los dieciseis
años term inábam os el B achillerato. T olo eleg ía p a r a su
p o rvenir u n a c a rre ra : q u ería ser diplom ático. F u é a M a­
d rid . E n B ilbao in iciab a yo la c a rre ra de Ingeniero.
P a sa b a n grandes tem p o rad as sin vernos. T olo, en sus
vacaciones de verano, se tra sla d a b a al eirtranjero p a r a p e r­
feccionar idiom as. N o obstante, p o r correspondencia, sa­
bíam os uno de otro, los pasos que m arc ab an la ru ta de
n u e stra s vidas.
A los tres años de in iciad a la c a rre ra , la fam ilia de lo lo
se in staló en M adrid.
A p a rtir d e entonces, y au n q u e fueron pocos los días
que pasam os juntos, u n v eran o coincidim os varios d ías en

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10 B. FÉLIX MAÍZ

S an tan d er. P u d e observar, en n u e stra s conversaciones, la


g ra n transform ación que h ab ía su frid o el c a rá c te r de loio-
S u e s p íritu h a b ía ab andonado p o r com pleto la id ea re li­
giosa. ,
—H e llegado a com prender —m e decía— el re tra so que
significa en la v id a del hom bre el ejercicio de todas esas
p rá cticas que no conducen sino a u n ab o targ am ien to espi­
ritu a l. Es necesario que el m undo p rogrese, y p a r a ello los
hom bres deben de vivir despiertos, no am odorrados p o r el
opio d e esas creencias. S i tú vieses cóm o se vive en K a n s...
en B ru selas... . .,
__B ien, l'o lo ; tú sabes que yo vivo en N av arra.
__E s v e rd a d ; ¿seg u iréis ta n «carcas»
__Seguim os, seguim os..., y creo que p a r a siem pre.
__¿N o p o d rá nadie con v o so tro s?...
—C reo que no. ...
T olo se sonreía. N o volvim os a rozar la cuestión religio­
sa, y quedam os citados p a ra el d ía siguiente, 15 de A ^ s t o ,
a Ids doce. D ije a T olo que yo ib a a m isa a las once, a b a n ta
L u cía. L e v i en la iglesia. _
A la sa lid a m e cogió del brazo m ien tras d e c ía :
__¡V a y a !... S upongo que estarás contento.
—Sí. T o lo ; m e h as d ad o u n a g ra n aleg ría.
A q uella noche le acom pañé a u n a verbena en el b ard i-
ñero. V im os p a sa r a los R eyes, que ib a n a u n a tóm bola be­
néfica. T olo hab ló m uy m al del R ey. iPor q u e?
D e m ad ru g a d a fu i con T olo a su h o te l; estab a cerca
de la p la y a y no consintió que regresase a la población.
S us p ad res, a l d ía siguiente, me in v itaro n a cerner. ^1
p ad re m uy m etido e n p olítica, h ab la b a con el herm ano
m ayor de T o lo de próxim os acontecim ientos.
D ías después se p ro d u cía el d esastre d e A n n u a l en A fri­
ca. C om entó d u ra n te la com ida que cuánto m ejor s e n a p a ra
E sp a ñ a que de u n a vez nos gobernasen los ingleses. Y toda
la fa m ilia ase n tía a la opinión del p ad re.
M i p ad re y el p a d re de T olo vivieron poco tiem po a p a r ­
tir de esa fecha. N i T olo n i yo pudim os ac ab ar la ja rr e ra .
T olo, en el ex tran jero , no se ac o rd ab a d e sus
Y o tu ve que hacerm e carg o de los asuntos de m i p ad re.

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a l z a m i e n t o e n e s p a R a 11

U nas felicitaciones lacónicas p o r los cum pleaños, la m ía por


N avidad y la su y a p o r A ño Nuevo, era n los únicos lazos
que so stenían n u e stra relación.
P asaro n añ o s... S ab ía que T olo n a d a b a en d in ero y que
la m ayor p a rte del año la v iv ía fuera de E sp a ñ a : B ruselas
era su centro.

E l d ía 4 d e F ebrero de 1936 vi a T olo sentado en u n café


d e P a m p lo n a ; le aco m pañaba im personajiU o de^ poca sig­
nificación p o lítica, p ero conceptuado com o m asón.
P u d e ev itar el en cuentro y d irig irm e a u n lu g ar no vi­
sible p a r a ellos. O bservé al poco tiem po la llegada y p re­
sentación a T olo de otro. personajiU o ta m b ié n ; este, «rojo»
y ... d e acción. Me expliqué perfectam ente la p resencia de
T o lo en P am p lo n a. j .
E ra n la s nueve y m edia. Me d irig í a casa, p en san d o ,
cT o lo a q u í? ... C reo que m e llam ará.
A las diez, la voz de T olo sonaba p o r el telefono. E sta ­
ba en u n re sta u ra n te y q u e ría cen ar conm igo.
D u ra n te la cen a m e explicó su viaje de negocios a bil-
bao y Z arag o za. P ero u n a av e ría le h a b ía obligado a que­
d arse en P am p lo n a u n as h o ras, a v e n a de la cu al se feli­
citab a v a que le p e rm itía d a rm e u n abrazo.
E n co n tré a T olo m uy aviejado. S u edad, tre in ta y
años n o e ra la que re p resen ta b a. N o te m a d elan te d e m .
a l m u chacho fu e rte y alegre d e tiem pos pasados, n i siquie­
ra so stenía a q u e lla su m ira d a v iva y p e n e tra n te : e ra otro
H ab lam os, m ejor dicho, hab ló el d u ra n te el tiem po que
d u ró la cen a. C om prendí que tr a ta b a re h u ir c la ^
de p re g u n ta s que suponía fu e ra p capaz de
ta b a , ex p o rtab a m aq u in aria , frigoríficos, ra d m s... C añ ab a
irm cho din ero . V ia ja b a m ucho, el trab a ,o e ra intenso. Pron-

Nos^” e r v ? a Í el café cu an d o u n a cam arera le pasó recado

“ cu arto ¿ e h o r . .aldreutos,
__^ P e ro no te quedas a d esc an sar?
—No puedo. Sabes que el mad_rugar no me gusta. Aque-
líos seis años a las seis de la m añana...

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13 B. F Í L I Z : MAlZ

— ¿ P e ro te acu erd as del C olegio. T olo?


—Y a ves que m e a c u e rd o ; p o r lo m enos en lo de m a­
d r u g a r..-
— ¿ N a d a m ás que de esa p rim e ra h o ra ? ...
T olo me m iró fijam ente y se s o n rió ; a l despedirnos nos
abrazam os. T olo se fue a Z aragoza.

A p a rtir de aq u ella en trev ista, puse el m ayor interés


en av e rig u ar los pasos de T olo. Me inform aron desde M a­
d rid que su nom bre no figuraba en ningún p u esto político,
ni so n aba com o financiero, ni se le conocía intervención en
n in g u n a clase de negocios.
P e ro T olo se m ovía m ucho. S ab ía yo de sus pasos p o r
S an S eb astián a F ran c ia . F in a liz ab a el m es de A b ril, c ^ n -
do re cib ía u n a c a ita suya. E ra breve, lacónica, y reflejaba
tristeza, a p u ro ... D e c ía :
<(E,stoy b ajo los efectos de u n a hem optisis m uy ag u d a
que su frí d ías pasados. A unque tra ta n de engañarm e, sien­
to que m i v ida se acaba. Q u isiera verte p a ra poder desaho­
garm e de m uchas cosas. E s m i últim o deseo. ¿ S eras tan
bueno q u e lo consiga?
T o lo m e necesitaba, F u i a M adrid.

Y m e reveló su m is te rio ; tra b a ja b a al servicio d e una


logia e x tra n je ra : B ruselas... E ra un agente secreto del
F ren te P o p u la r In tern acio n al p a r a la U n ió n de las R ep ú ­
b licas D em ocráticas d e O ccidente.
__T e vi en P am p lo n a, Tolo, aq u ella m ism a ta rd e que
luego cenam os juntos. V a s a p erm itirm e u n a p r e g u n ta :
c E re s m a só n ? ...
T o lo no m e contestó. C rispó sus m anos sobre el borde
de la s sábanas, tapándose la c a ra , m ien tras yo p ercib ía cla­
ram en te sus sollozos.
—Y o sé cóm o p o d rías a le ja r de t i esa in q u ietu d . ¿L o
bago?
T o lo seguía con su c a ra tap ad a.
— ¡ E a ! ... D éjalo a m i cargo, ¿ q u ieres?
— S erá im posible. T ú no sabes...
A m ediodía salía de casa de T olo. P o r la ta rd e su ayuda

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A L 2 A M I E N T O E N E S P A Í Í A IS

de cám ara h a r ía u n v iaje a C ercedilla. Solam ente su am a


d e llaves perm an ecería en casa. Me d irig í a la residencia
clan d estin a de un Jesu íta. H ab lé con él.

A las c u a tro d e la ta rd e le recogía. U n tax i nos condujo


a casa d e Tolo.
A la s ocho y m edia de la noche, despedía en el m ism o
sitio donde le h a b ía conocido a u n señor de tra je gris claro,
gafas de concha y u n a c a rte ra de v iajan te con dos cajas m e­
tálicas dentro. V olví de nuevo a casa de T olo. L e encon­
tré m u y tran q u ilo . Me ap retó m ucho la m an o cu an d o me
d ab a las gracias.

A l d ía siguierííe p o r la nocKe regrese a m i casa. Tolo


m u rió veinte d ías después. L a n o ticia m e fué com unicada
p o r aquel P a d re Je su íta vestido de p a isa n o :
—T olo se fué feliz. U n fu erte ab razo de su parte.

H a b ía re ñ id o con T olo a lo s nueve años. ¿ P o r q u é ? ...


D iscu tíam os u n grupo de chicos al sa lir del C olegio im a
noche sobre quiénes eran los m ejores, p a ra e le rirlo s en las
elecciones d e concejales que se ce le b raría n a l d ía siguiente.
T o lo m e p re g u n tó qué e ra m i p ad re. L e contesté que mi
p ad re e ra ((carlista».
—P u es m i p ad re —dijo T olo— dice que todos los c a r­
listas son unos...
P eg u é a T olo. T olo m e pegó. N os separaron.
A l d ía siguiente T olo vino a verm e, y m e d ijo qu(5 le
perdonase, que h a b ía hecho b ien en defender a m i padre.
N unca m ás volvim os n i T olo n i yo a m encionar aquel in ci­
dente. P e ro a ú ltim a h o ra , d u ra n te la v isita en que rne d es­
pedía d e T olo p a r a siem pre, cuando T olo y yo pensábam os
de la m ism a form a, m e d ijo :
__N o quiero que te vayas sin saber la opinión que siem ­
pre tu v e : T u p a d re e ra u n caballero.
—M uchas g racias. Tolo.

U n apreitón 3e m anos po n ía fin a la pequeña g u erra civil


in iciad a h ac ía veintiséis años.

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16 B. F t L I X M A l Z

cu b iertas con antifaces. Sabem os cóm o adorm ecen, cómo


eng añ an , cómo secuestran, cóm o m atan ; los procedim ientos
que tiene destinados p a ra esclavizar a la h u m anidad. Y
nosotros n o querem os ser sus esclavos.
— líSomos fu ertes p orque no nos conocen»— dijo T ro tsk i
cuando co n sp irab a a l servicio del com unism o.
D el enem igo el consejo, digo yo.

LAS ELECCIONES POLITICAS


d el m es de F eb re ro era n decisivas p a ra la su erte de E spaña.
E ra el ó ltim o p eld añ o tdegal» que necesitaba esc alar la R e­
p ú b lica p a r a sen tarse en el tro n o y firm ar la sentencia de
m u erte d e n u e stra P a tria . H a b ía asegurado, desde o tro pel­
dañ o , q ue «E spaña y a no e ra católica». N o les fa lta b a p re ­
go n ar al m undo sino que E sp añ a no e ra P a tria de lo s es­
pañoles. - .
E sp añ a cam in ab a h ac ia u n a R ep ú b lica soviética. P a ra
ello, los que organizaban la revolución establecían stM b a ­
ses. Se llegó, p o r m edio de u n pacto, a la constitución de
un «Bloque» llam ado F ren te P o p u la r, siguiendo la s in stru c ­
ciones de M oscú, que tra n sm itía el secretario general del Ko-
m in tern , G eorgi D im itroff. E n él q u ed ab an ag rupados todos
los p artid o s que asp ira b an a la revolución del p ro letariad o .
Y a fin de re s ta r fu erzas a l cam po contrario, dispusieron
de un hom bre, ((ambiguo» p a r a m uchos, p ero claro en su
intención p a ra nosotros. E l hom bre nefasto siem pre p ara
los destinos de E sp añ a y servil en todo m om ento a la_ secta
a que p ertenecía, don M anuel P ó rte la V a llad a res, quien se
en carg ó de fo rm ar u n p a rtid o «Centro». E l d ía 7 de E nero
h a b ía d ad o el decreto p a r a la disolución de C ortes.
E m pezaba el m alabarism o dialéctico p a ra la atracción
de todos aquellos insen.satos que n ad ab an en tre dos aguas.

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L as «derecíiaSD h ab lab a n de g aran tías, de atropellos, de con­


fabulaciones, dem oras, violaciones de refrendos, ficciones,
ex cepciones; h ab lab a n de derechos... L as «izquierdas» de­
cían de su revolución, L as «derechas» d istrib u ía n «papele­
tas». L as «izquierdas» d istrib u ía n p ap e le tas y «arm as». E l
m ovim iento d e la coalición rev o lu cio n aria ro ja estab a en
m archa. E l m ovim iento del cam po nacional no se h a b ía ini­
ciado.
P resen ciando aquella co n tien d a d ialéctica se h a lla b a un
esp ectador n e u tr a l: el E jército . P rev e ía que, u n a vez ago­
tados los procedim ientos orato rio s, la discusión term in aría
violentam ente. H a b ía que to m ar posiciones.
Y a no e ra posible defenderse con p a la b ra s an te los in ­
sultos que d iaria m e n te , en la p re n sa y en p len as C ortes, re­
cib ía la fu erza a rm a d a de la N ación.
G il R obles h a b ía d ic h o ;
«¿Se p u ed e consentir que u n G obierno vea im per­
tu rb a b le que los periódicos de izquierdas, n u trid o s con
d e tritu s de a lc a n ta rilla , realicen esa lab o r difam ato ­
ria y que u n m in istro de la G u e rra , con docum entos
q ue tiene en su poder p a ra esclarecer la v erd ad , no
salg a a defender a ese E jército que d erram ó su sangre
p o r E sp añ a ?»
E l d ip u tad o A lvarez M endizábal. de la coalición roja,
c o n te s ta b a :
«Es m ás de tem er la reunión de u n g ru p o de c a ­
m arero s o d e cocineras, que al fin y a l cabo rep resen ­
ta n a lg u n a fuerza.»
L arg o C ab allero decía el m ism o día en u n a de sus
a re n g a s : , .v i ^
«Tenem os la obligación de ir decididam ente a la
lu c h a . N o desm ayéis porque en el p ro g ram a electoral
p ac ta d o con fuerzas afines no veáis p u n to s esenciales.
D espués del triu n fo y lib res d e toda clase de com pro­
m isos, tendrem os ocasión d e d ecir que nosotros segui­
m os n u estro cam ino sin in terru p ció n y el logro de
n u estro s ideales n o lo p u ed e im pedir nadie, p o r m ucha
fu erza que h ay a en m anos de la clase cap ita lista, ^ r
m uchos cañones y. m uchas am etralla d o ras y m uchos

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18 B- F É L I X M A l E

fusiles que tenga. L a clase tra b a ja d o ra sa b rá ap ro v e­


c h a r el m om ento m ás o portuno p a ra im poner la victo­
ria m arxista.))
A la s m anifestaciones de L arg o C aballero dábam os siem .
p re m u ch a im portancia, p orque sabíam os que en el V II C on­
greso d e la Internacional com unista celebrado en M oscú el
d ía 28 d e J u lio de 1935, P iek , jefe com unista alem án, obe­
deciendo a D im itroff el b ú learo , p ro p u so a L argo C aballe­
ro p a r a Jefe Suprem o de! K om intern en E sp añ a , y que al
p ro n u n c ia r P iek su nom bre los trescientos delegados com u­
n istas asisten tes al C ongreso confirm aron con u n a ovación
c e rra d a su nom bram iento.
P o r lo tan to , el señor L argo C aballero se h a b ía pasado
al com unism o p o r lo m enos el d ía 28 d e Ju lio de 1935.
R ecordábam os tam b ién que. poco después de la rev o lu ­
ción ro ja d e A síturias en el a ñ o 1934, d ec ía :
«Las circ u n sta n cias nos conducen a u n a situación
m u y sem ejante a la de R u sia . V am os legalm ente a
h acer la revolución, pero, si queréis, la revolución
v iolenta. E stam o s en p le n a g u erra civil, p e ro é s ta no
h a llegado a te n e r los c a rac te res cruentos que, p o r fo r­
tu n a o p o r d esgracia, h a de ten er. H a y srentes que tie­
n en m iedo a que el pu eb lo se arm e. P ero es preciso
lu c h a r en las calles con la burguesía.»
Y m ás tard e, al com parecer an te el T rib u n a l Suprem o,
acusado del d elito d e ' rebelión m ilita r p o r su cooperación
en dichos sucesos, d e c la ra b a :
((Si la S a la m e lo perm ite, m e interesa rectificar al
F iscal en u n p u n to c o n c re to : E l F isc al dice que h a ­
b ien d o cooperado al advenim iento d e la R eoública.
hoy no m e interesa esta R ep ú b lica. E xacto. C oopera­
m os p a ra tra e r o tra. N o ésta.»

L a g ran coalición ro ía en vísperas de la s elecciones de


F eb re ro e ra un hecho. E l p a c to en el cual se h a b ía n fundido
to d as las fuerzas re v o lu cio n arias p a r a in s ta u ra r el F ren te
P o p u la r, co n stitu ía la b ase p a ra su triu n fo . ¿P o d íam o s de­
fendernos con pap eletas c o n tra u n enem igo que nos ense­
ñ ab a la s bocas de sus arm a s? ¿ E ra . o no era, hora de de-

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 19

jarse de m alabarism os dialécticos y co n su ltar con el E jér­


cito, que se a p restab a a la intervención?
C onsiderado el p la n d e efectividad p a ra poder lo g rar un
conjunto, podem os situ a r el arran q u e de la conspiración
m ilita r en P am p lo n a a m ediados del m es d e E nero d e 1936.
U n d ía de aquellos fué cuando tres hom bres decidieron
p o n er en p rá ctica la uLABORii que co n sid erab an n ecesaria
p a ra c o n stitu ir u n a organización.

ERAN TRES CAPITANES


del E jé rc ito : sus nom bres, G e rard o L astra , M anuel V ic a ­
rio y C arlos Moscoso.
É n tre ellos hacía tiem po m an ten ían conversaciones sobre
el m ism o tem a. «No hacem os n a d a con seguir hablando. E s
n ecesario o b ra r. Se p ierd e u n tiem po precioso viendo cómo
el p elig ro aum enta», decían.
Y com enzaron a o b ra r. A co rd aro n seleccionar nom bres
de com pañeros suyos de O ficialidad p a r a co n stitu ir u n g ru ­
po com o C entro, y ra d ia r desde él toda clase de actividades.
D espués de u n as cu a n ta s conversaciones m an ten id as con
lo s seleccionados respecto a su posición en el asunto, se
re u n iero n los tres citados C apitanes, ac o rd an d o celebrar
u n a p rim e ra ju n ta , llam ém osla oficial. C onvocaron p a ra ello
a u n a «m erienda» que h a b ía de ten er lu g a r en u n sitio re-
servado de u n re sta u ra n te de la ciu d ad . A cudieron todos los
citad o s, y , en m edio del m ay o r optim ism o, fué sellado un
p acto q ue y a no h a b ía de rom perse. L o exigía el H onor.
M arcab a el c a le n d ario 8 d e F ebrero, sábado a n te rio r a la
sem ana de las elecciones.
T erm in a d a la «m erienda», los cap itan es Moscoso, L a stra
y V icario , acom pañados de los ten ien tes C ortazar, D apena
y M ayoral y el alférez M uñoz, se d irig iero n a d a r u n paseo
p o r la v u elta llam ad a del C astillo, paseo que rodea la an-

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20 B. F É L I X M A Í Z

tig u a fortificación de la C in d ad ela de P am p lo n a. A llí se •


h ab ló com o h ac ía m ucho tiem po se d eseab a h a b l a r : m uy
claro. Y se decidió a l m ism o tiem po p o n er en com unicación
de todos el acuerdo tom ado con oficiales de las g uarnicio­
nes d e E stella. B urgos y L ogroño, donde y a se h a b ía n efec­
tu ad o tan teo s prelim inares.
A l regreso d e su paseo, el C afé T o rin o les albergó d u ­
ra n te u n buen ra to y, llegada la h o ra de re tira rse , se enca­
m in ab an p o r la P la z a del C astillo h a c ia sus dom icilios,
cu an d o ad v irtiero n que unos grupos seguían y escoltaban
a los p o rtad o res d e carteles d e p ro p a g an d a electoral.
P ro n to no taro n que e ra gente del F ren te P o p u la r. Sobre
la v alla d e u n edificio en construcción e n la m ism a p la ­
za ac ab ab a n de colocar u n c a rte l. E n él se in ju ria b a al
E jército con m otivo de su intervención en la revolución as­
tu ria n a d e 1934. E l teniente D ap en a, que llegó el prim ero,
avanzó re su elto al vallado, arran c ó el cartel, lo arro jó al
su elo y lo pisoteó. U n rem olino de hom bres cercó a los ofi­
ciales. E sto s ib a n de paisan o , p ero p ro n to fu e ro n recono­
cidos. E n m edio d e lo s insultos q u e p ro ferían lo s del grupo
se o ía n voces de «¡A ellos, a ello s! (A c ab ad d e u n a vez
con e llo s !»
E l cartel co n tin u ab a d eb ajo d e lo s p ie s del ten ien te D a-
p en a, que, ju n to con sus com pañeros, se disp o n ía a defen­
d e r el honor del E jército. F u e defendido u n a vez m ás, b ra ­
vam ente, d an d o la c a ra y c o n tra u n enem igo diez veces
m ayor, y au n q u e m ateria lm e n te aco rralad o s, p u es el grupo
engro saba p o r m om entos, supieron m an ten e r la d istan cia
q ue los sep a rab a . U n a p a tru lla d e A salto p uso fin a l in ci­
d ente, siendo conducidos los oficiales a C om isaría, desde
d o n d e poco tiem po después sa lía n p a ra sus dom icilios. Les
aco m pañaba el ca p itá n de A salto señor A ta u ri.
E stos gestos y otros p o r el estilo, todos ellos a l servicio
d e u n ideal, c a rac te rizab a n a los hom bres que sab ían m an­
ten erlos d en tro d e u n a situación en extrem o peligrosa p a ra
sus cargos.
H om bres que esitam paron sus firm as al pie d e u n d o ­
cum ento sencillo, p ero d e v alor incalculable p a r a la P a tria ,
com prom etiéndose a n o p erten ecer a n in g u n a d e las sectas

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 31

secretas que asesin ab an a E sp añ a. Y conste que ese docu­


m ento lo firm aron precisam ente d u ra n te el m om ento en
que el au g e y poderío de esas sectas cu lm in ab an en la n a ­
ción, am enazando destrozar con su fuerza cuantos elem en­
tos se en fren tasen a ellas.
Pocos fu e ro n los firm antes. P or eso el docum ento tiene
v alo r in calculable. Todos ellos, a l fren te de sus C om pañías,
form aron en la v an g u a rd ia d e la colum na que el d ía 19 de
J u lio de 1936 salió d e N a v a rra p a r a com batir a l co m u n is­
m o. E sa colum na se p u d o fo rm a r g racias a ellos, los v a ­
lientes.
E l o tro docum ento ofrecía bienestar, distinción, cargos...,
oro. N o p ed ía a cam bio m ás que u n sa c rific io : el deí honor.
Y aquellos hom bres pobres en dinero, p ero ricos en ver­
güenza, volvieron las espaldas con gesto d e asco a todas las
sugestiones que a o tro s h ac ía n so n re ír con la ((satisfacción»
de ver m uy ce rca el logro d e su s a p e tito s. C on u n a sola p a ­
la b ra que hubiesen p ronunciado los «hom bres que com po­
n ían el g ru p o de firm as estam padas», h u b iera sido suficien­
te p a ra p ro d u c ir lo irrem ediable.
«Conform e.» E sa e ra la p a la b ra esp erad a p o r los que
pro p o n ían la traic ió n a E spaña.

E apaña no e ra C atólica, decían desde las p o ltro n as gu­


b ernam entales. N o se p o d ía d e c ir la S an ta M isa en los c u a r­
teles. N o h a b ía n i siq u iera capellanes en el E jército. C uan­
do en las C om pañías se en señ ab an honores, n o h a b ía por
qué m en cio n ar el nom bre del S antísim o. P e ro u n a voz seca
de «¡A lto, ro d illa en tie rra !» fué a c a ta d a en el acto p o r
u n a C om pañía d e In fa n te ría que n o q u iso in te rc e p ta r el ptiso
de u n V iá tic o q u e ib a a cru z a r delan te d e ella. D io la voz
el C ap itán L astra , que con el teniente M anrique iban al
frente de su C om pañía de am etralla d o ras. T esón y g a lla r­
día. siem pre p resto s a la defen sa de u n san to Ideal.

Y después... — decía en o tra ocasión u n d ia rio sep a ra­


tista— ((desfiló el E jérc ito p a r a solaz de crios y d e niñeras».
R ectificó a l d ía siguiente. B astó la sola presencia de
tres oficiales en el despacho d e su d irecto r, quien, m uy am a-

Ayuntamiento de Madrid
22 B. F É L I X M A I Z

blem ente y sin dejarles casi h ab lar, les acom pañó h asta la
p u e rta de la calle, doblando excesivam ente la colum na ver­
teb ral.

EL AMBIENTE DE PAMPLONA
con respecto a u n a posible sublevación, tom aba cuerpo en
aquellos d ía s del m es d e F ebrero. E l contacto de los oficia­
les con elem entos civiles que m anifestaban la m ism a o p i­
nión, d ió a conocer u n extenso cam po donde p o d er d esa rro ­
lla r todas sus actividades. A quel form idable e sp íritu que
re in a b a en to d as la s conversaciones, e sp íritu acom pañado
de la decisión ab so lu ta d e h acer fren te a l p elig ro que am e­
n azaba a la P a tria , no p o d ía c rista liz a r en u n a o rganiza­
ción efectiva que pudiese c o n ta r con pro b ab ilid ad es d e lle­
var a cabo el proyecto. Se h ac ía n ecesaria la dirección capaz
d e. recoger, a g lu tin a r y extender las d istin ta s fu erzas nece­
saria s p a r a establecer u n conjunto que p o r su potencia
m oral y m a te ria l estuviese en condiciones de desem peñar
su com etido.
T ra d ic io n alista s, falan g istas, hom bres sin p o lítica, pero
españoles, tra b a ja b a n celosos p a ra d isponer sus hom bres
a n te hechos que pudiesen exigir su intervención. A quellas
D écadas, C om pañías y T ercios en fo rm a c ió n ; aquellas D e­
cu ria s, N úcleos, H a ces y M a sa s; aquellos incondicionales
d e E sp añ a n ecesitaban u n Jefe, u n a dirección. N o po d ían
c o n tin u a r disgregados, p u es era poca la efectividad d e sus
esfuerzos. Se po d ían m a lb a ra ta r o tro s planes.
«cQ ué dice N av arra?))... «cQ ué hace N a v a rra ? » ..., se
em pezaba a oír p o r el re sto de la nación.
P resum íam os que tam bién en o tras p arte s h a ría n algo.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S Í - A Ñ A 33

P o r eso, con m uy buen acuerdo, se decidió establecer en


m edio de la lab o r u n com pás de esp era, corlo, pero lo sufi­
ciente p a ra p o d er co n su ltar. A sí se dispuso en u n a d e las
célebres reuniones de la C in d ad ela. R euniones históricas
con m u y pocos delegados. Es la m ejor m an era p a ra en ten ­
derse.

TAMBIEN EN EL CAMPO
rev o lu cio nario se a c u sab a otro com pás de espera. R ep u b li­
canos. socialistas. C onfederación N acional de! T ra b ajo , F e­
d eració n A n a rq u ista Ibérica, L ib erta rio s, C am pesinos, Eje-,
cu tiv as. C om ités, Sub-C om ités, el lío, el b a ru llo ; todos los
q u e h ab ían estam pado su firm a en el P a c to R evolucionario
an d a b an a la greña. N adie e sta b a satisfecho. E llos y a te­
n ían ((Dirección», p ero n o e ra a c a ta d a p o r todos.
T am b ién en sus cam pos p e n e tra b a la confusión que h a ­
b ía n creado ellos en el nuestro, E ra pro d u cto de los tóxicos,
d e las d rogas, d e todo aq u el veneno fa b ricad o p o r el Ko-
m in te rn con d estin o a E sp añ a . E ra d em asiado activo. E l Ko-
m in tern , la G eren cia del K a h a l..., de ese super-E stado
con que h ace m ás d e veinte siglos sueñan los eternos «Ha-
b u rah » del m undo, h a b ía calculado m al la s dosis p a ra E s­
p a ñ a . L a labor sec reta y m isteriosa d e los hijos d e M oisés
y de los hijos d e Sión, n o h ab ía u tiliza d o p a r a sus fines las
n o rm as p re cisas d ictad as p o r los Consejos d e los A ncianos
de Israel.
No estab a a p u n to to d av ía E sp añ a . Se p re cip ita b an . E s­
p añ a se acordaba d e D ios. Y D ios no olvidaba a E spaña.

M ientras ex ista el m undo, ex istirá el K ahal. N ació cu a n ­


do m u rió C risto.

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24 B. F É L I X M A l 2

E s el ex tra cto m ás refinado del odio h ac ia D ios. ¡C ris­


tian o s, d esp e rtad del letargo y ag rupaos p a ra la fu tu ra
lu ch a a m u erte que se avecina, p a r a sa lir de la confusión
q u e existe y encau zar a su térm ino la creación de u n O rden
N uevo d e v id a que se a ju ste a los p rin cip io s cristian o s que
han d ad o b ase a su c iv iliz a c ió n !
O triu n fa el oro d e l super-G obierno de los sin D ios, o
vence el D ecálogo. L a G u e rra es a M uerte.

<; H abéis oído de los P rotocolos d e Sion ? Los Protocolos


de los sabios d e S ión son el resum en del p la n ju d io p erfec­
cio n ado siglo tra s siglo p a ra a lca n zar la dom inación política
y religiosa m u n d ial. F u ero n firm ados en el C ongreso sionis­
ta de B asilea (Suiza) el año 1897. C onstan d e 24 A ctas,
o bjeto d e estudios en 24 sesiones p o r el C onsejo d e A n cia­
nos d e Israel.
L a revelación de estos Secretos, se d eb ía a l sabio tikra-
n ian o S erge N ilus. L a a u ten ticid ad de la trad u c ció n del
ru so a l fran cés está confirm ada. Serge N ilus publicó en
ru so u n a o b ra : El Anücristo como -posibilidad polÜicC) in­
mediata. Los Protocolos de los Sabios de Sión. 1902-1903.
L a trad u cció n en inglés e stá d ep o sitad a en el «B ritish
M useum » el d ía 10 d e A gosto de 1906. E diciones, tra d u c ­
ciones y com entarios a d ich a obra, h an sido m undiales, so­
b re todo el advenim iento de la revolución ru sa bolchevique.
E n la edición del d ia rio inglés The Times, del día 8 de
M ayo de 1920 podem os leer u n breve com entario a estos

P rim ero .— E x isten y h an ex istid o desde hace m uchos


siglos organizaciones secretas y p o lítica s d e los judíos.
S egundo. __ E l e sp íritu de esta organización está fu n ­
d ad o en un odio trad ic io n a l y eterno a la C ristian d ad , y en
u n a am bición titá n ic a de d o m in ar el m undo.
T ercero.__El objeto perseguido a través de los siglos,
es la destru cció n de los E stados N acionales y la suátitución
de estos E stados p o r u n a dom inación Ju d ía .Internacional.
C u arto .— E l m étodo em pleado p a ra d e b ilita r y d e stru ir
las ag ru p acio n es p o lítica s existentes, consiste en inculcarles
ideas p o lítica s disolventes de u n a po ten cia de destrucción

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
36 B. F É L I X M A I Z

confusión en el caos de la opin ió n pública, la desm oraliza­


ción de las juventudes, el estím ulo del vicio e n los adultos,
y, en caso necesario sa b rá n h a c e r p ro sp erar en tre los gen­
tiles, en vez d e las asp iracio n es id ealistas d e la C ivilización
C ristian a, la codicia del d in ero y ac rec en tar en ellos el es­
cepticism o m a te ria lista , el cínico ap e tito del placer.
C on este punto term in a el breve resum en del d ia rio in­
glés The Times- A l final d e este libro, com o apéndice,
am pliam os, si b ie n ligeram ente, a lg u n as disposiciones tom a­
d a s textualm ente d e los P rotocolos, las norm as en q u e basan
sus trab a jo s p a r a la dom inación m u n d ial cuyo tro n o quieren
a se n ta r e n E uro p a.
In vito a re p a sa r c o n todo detenim iento este apéndice.
S u conocim iento exacto y la m editación sobre su contenido
pueden ex p licar clarísim am ente el ¡(COMO Y E L PO R
Q U E » se h a desarm onizado el tono ju sto d e la civilización
cristúm a.

DESPUES DE ESTO
n o hace fa lta ca m in a r en busca d e las fuentes m isteriosas
q ue a lim en tan el ca u d al con que poco a poco se ya envene­
nan d o la h u m an id ad . Q u e d a rá a la v ista el au tén tico m a­
n an tial. D espués, es fá cil seguir el cauce p o r donde d iscu ­
rre n sus aguas, y ver cóm o sus torrentes van lam iendo las
p ied ras m ilen arias donde se asien ta el gran edificio d e n u es­
tr a civilización, c N o habéis sentido el tem blor que hace p re ­
s e n tir su derru m b am ien to ? E s h o ra d e p re sta r aten ció n a
la ru in a. Y au n q u e la p o stu ra sea incóm oda y el a g u a nos
llegue a l cuello, es preciso b a ja r a los sótanos p a r a desag u ar
p rim ero , y re c o n stru ir después, contando con que unos vi­
gilen m ien tras o tro s descansan, p a ra no ser sorprendidos

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 3T

p o r u n a nueva v eta o cu lta y silenciosa, porque el m an an ­


tial no se agota.
A e sta co rrien te que en oleadas gigantescas se p recip ita
sobre E sp añ a , vam os a oponer u n m uro. H om bres valientes,
d u ro s en el sacrificio, hom bres libres, ofrecen sus vidas p a ra
tap o n ar las hen d ed u ras su frid as en nuestros fundam entos.
E sp añ a sa b rá defenderse del zarpazo violento con q u e la
g ra n B estia p retende d e sg a rra r su esp iritu alid ad , p a r a in­
o cu lar e n su organism o el v iru s d e o dio hacia D ios. H o rd as
com pactas de b ru to s encerrados en el p an tan o del M al es­
p eran con a n sia ver su s com puertas a b iertas, p a ra lanzarse
librem ente p o r el m undo p re g o n a n d o :
((No servirás a D ios
M aldecirás su N om bre.
N o g u a rd a rá s sus fiestas.
No debes n a d a n i a tu p a d re ni a tu m adre.
M atarás.
F o rn icarás.
R obtirás.
L ev an tarás calum nias y m entirás.
D esearás la m u je r d e tu prójim o.
P u ed es co d icia r los bienes ajenos.»
S i los hom bres libres, los que e stán fu e ra del p an tan o ,
atien d e n al P regón, pronto q u ed ará satisfech a la am bición
tirán ica que sienten los que m anejan las com puertas por
D O M IN A R E L M U N D O .
N osotros vam os a defender el D E C A L O G O , el que p ro ­
m ulgó Dios.

D o m i D iario (12 d e F e b re ro )

NI TIMBRAZOS.
ni bocinas, ni contraseñas com o o tras veces. H ilo directo.
A las seis y m edia de la ta rd e escuchaba p o r te lé fo n o :

Ayuntamiento de Madrid
38 B. F É L I X M A I Z

((acabo d e re cib ir la v isita que m e h ab ías an unciado. E n


m i p oder la docum entación.»
A continuación m e he d irig id o a casa de! am igo que a c a ­
b ab a de llam ar. C a ía la nieve con fuerza. N o b aila b a n los
copos en el a ire . «Tenem os el santo de <mra», p en sa b a a l
m ism o tiem po que forzaba la v ista p o r el c u a d ra n te , que
d e vez en cu an d o q u ed ab a lim pio en el c rista l del p a r a ­
b risas.
Sobre la m esa del despacho d e m i am igo, he visto im
p aq u e te envuelto en te la d e a rp ille ra .
— i^Eso só lo ?—le he pregim tado.
—Y esto— h a dich o , señalando u n envoltorio que esta ­
b a sobre el suelo.
— ¿E-n to ta l...?
—V eintiséis. V ein te del (¡nueve» y seis am etralla d o ras.
V eintiséis bocas m ás p a r a h a b la r y c o n testa r e n el m ism o
lenguaje que hace tiem po nos vienen enseñando.
—E l d in ero n o h a llegado p a ra m ás, según el cam bio. Y
se h a p ag a d o el pico d e la vez p asa d a. ¡(Gerva» m e dice
que desde el d ía 18 h a b rá m ás a disposición y que tiene
m ejores esperanzas sobre (do de lo s fusiles».
— ¿ N a d a m á s ? ... P ues vam os a l escondite.
E n el doble techo d e u n gallin ero situ ad o en las afu eras
de la ciu d ad h an quedado los dos paquetes.
C uando regresábam os, la nieve ta p a b a com pletam ente el
p arab risas. E s v erd ad que hoy ((tenemos el san to d e cara».
T odo h a salid o bien.
M ás ta rd e , en la C indadela, nos hem os reu n id o en la
h ab itació n del ca p itá n L astra . U n a sesión m ás o p tim ista
que las an terio res y m ás coraje p a ra d eterm in a r el p la n p a ra
los d ías 15 y 16, con m otivo de las próxim as elecciones.
E starem os prevenidos... p o r si acaso.
P a p e le ta s... y...
D u ra n te la ju n ta h a surgido u n a vez m ás la cuestión de
D IR E C C IO N . C ad a d ía es m ayor la necesidad de resolver
este p roblem a. Se h an repetido lo s nom bres del G eneral
F ran co , del G eneral V a rela. Se h a pensado en ir a M adrid.
P ero. ,

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 29

— E sto n o e stá suficientem ente m ad u ro —h a dicho tino— .


C uando logrem os u n c o n ju n to ...
— P u es p ro n to se lo g rará — h a dicho L a stra — . Y o me
encargo de ello— . C ap itan es y C om pañías —h a continuado
diciendo— . Y en seg u id a u n C audillo.
— E l C ap itán L a stra tien e r a z ó n : C apitanes y C om pa­
ñ ías. Y esto lle g a rá ..., porque querem os que llegue.
— Y o sé que en el E jército E spañol h ay m uchos C a p ita ­
nes. Y en E sp añ a. H O M B R E S.

Ayuntamiento de Madrid
Al. E J E R C I T O ESPAÑOL

Cuadrado estaba cuando fui a ju ra r la enseña de la


P atria, besando la cruz que form aba tu espada con la
bandera roja y gualda.
En esa misma postura, frente a tus jefes, oficiales, cla­
ses y soldados muertos en nuestra guerra... Yo te sa­
ludo.
Y d ig o :
Que has coronado tu historia defendiendo a la Patria
en los momentos decisivos para su vida.
H as triunfado en la batalla más difícil de tus guerras.
Contra un enemigo que a traición había mermado tus
fuerzas. Viendo la ventaja de sus posiciones, fuiste al
«cuerpo a cuerpo». Eres valiente.
Eres heroico: porque sabías muy bien que el vivir de
E spaña era a costa de tu vida y uo dudaste en ofrecerla.
Y honrado. Porque despreciaste el oro que te ofrecía el
enemigo por no combatir.
Supiste contestar al grito de «¡No pasarán!» que el
enemigo pregonaba desde sus m urallas..., cruzándolas
como un vendaval. Perforaron, sí, los um brales de tu
Alcázar de Toledo, pero no pudieron pasar. Eres in­
vencible.
T riunfabas a los ojos sanos del mundo, porque veía tus
guiones portados por puños de acero. Y porque elegiste
el camino de la verdad, que, aunque rondaba la muerte,
era m ás cómodo que el de la ignominia.
V elabas cuando la nación dormía. Por eso pudiste sa­
lir a tiempo.
Por tu valentía, por tu sacrificio al ofrendar tu vida
por salvar nuestra honra,.. Te da las gracias
UN ESPAÑOL

Ayuntamiento de Madrid
AI , Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 81

NO HABIA DUDA. EN ESPAÑA


se tra m a b a u n a revolución b a jo el m a n d a to de M oscú. Los
equipos revolucionarios seguían efectuando sondeos, eli­
giendo tie rra firm e p a ra ase n ta r bien sus piquetes.
B astab a u n a pequeña observación p a ra d arse cuenta de
las nuevas bases ocupadas p o r la ola roja en su p re p a ra ­
ción p a r a el asalto.
L a o rg anización soviética forzaba su m a rc h a co n stru cti­
va, a l m ism o tiem po que en nuestro cam po d estru ía. P re ­
p a ra b a sus cu a rteles p a r a el E jérc ito in tern acio n al y des­
artic u la b a las v érte b ras del E jérc ito nacio n al. D ire cta e in ­
d irectam en te, siguiendo el p la n de u n sistem a escalonado,
se acercab a p a so a p aso a l final de su proyecto, ordenando
sin cesar traslad o s y destituciones de Jefes y O ficiales del
E jército y C uerpos arm ados, con el fin de m u tila r su s cu a­
d ro s im p o rtan tes y efectivos.
F ig u ras m ilitares com o los G enerales M ola. M illón As-
tray , S aliquet, B erenguer, etc., estab an a p u n to de caer
d en tro de u n a tra m p a p o lítica p re p a ra d a en las C ortes con
el fin d e lo g rar su separación definitiva del E jército. P ero
u n a h ab ilid ad p olítica, su g erid a p o r el G en eral F ran c o al
d ip u tad o señor S errano S úñer, que n o p e rd ía d e v ista la
m an io b ra, p u d o conseguir que aquellos G enerales perse­
guidos se incorporasen de nuevo a l servicio activo.
O c u rría esto a llá p o r el año de 1935.
P oco después fué aprovechado u n pequeño período en
oue la situación m ejo rab a p a r a el cam po nacio n al p a ra
d esa rro llar u n a lab o r de reacción d en tro de la fa m ilia m i­
I, lita r y re a ju sta r en su beneficio pai^te de la desarticulación
sufrida.

FUERON

el G en eral F ranco, desde su puesto d e Jefe del E stado M a­


yor C en tral, y el G e n eral M ola, desde su nuevo destino en

Ayuntamiento de Madrid
aa B. F f i t l X HAlZ

M arruecos, quienes iniciaron la reconstrucción del E jército,


que y a resb alab a p o r la pendiente del desm oronam iento.
Suave, silenciosa, p ero rá p id a fue la actuación del Ge-
n eral F ranco, y ta n im p o rtan te que b ien p u ed e co n sid erar­
se com o el p u n to de arran q u e m as eficaz p a r a c re a r la base
del A lzam iento.
L a o b ra del G eneral M ola en A frica, co n tin u ad a p o r el
Jefe de la Legión, T en ien te C oronel Y agüe, fué tam b ién p ró ­
d ig a en aciertos, todos ellos encam inados a disponer el E jé r­
cito de A frica p a ra el d ía y h o ra que E sp a ñ a lo necesitase.
E ta p a difícil, p ero m uy b ien aprovechada p o r estos hom ­
b res p a ra re h a c e r y afirm ar el e sp íritu d e m uchos otros cuyo
decaim iento h ac ía p resu m ir u n a catástrofe.
E n los p rim ero s d ías del m es de O ctu b re de 1935, al e n ­
terarse en C eu ta u n a lto Jefe del nuevo d estin o del G eneral
M ola, exclam ó m u y in q u ie to :
— f Q u e viene M ola?
Inm ediatam ente re tira b a de u n fichero u n a serie d e do­
cum entos, ajenos p o r com pleto a la p a rte m ilita r de su
re s o c ia d o . n c
'D ía s m ás ta rd e , a l v isita r el G eneral M ola aq u ella oh-
c in a d ijo dirigiéndose a l je f e :
— F elicito a usted p o r el orden y ... por la Iwiptesa-
E l G en eral M ola sab ía de aq u ella docum entación y la
perseguía. F u ero n in ú tile s la s arg u cias p a ra su ocultación,
ya que poco tiem po después c a ía en poder de^M ola.
M uy in teresan tes aquellos docum entos m asónicos.

M ola p re se n tía que su estan cia en A frica h a b ía de ser


co rta. L e u rg ía, p o r lo tan to , ap rovechar b ien el tiem po.
Y en consecuencia ap o rtó todo su dinam ism o, m oviendo
uT) E jército , que encontró del todo p arad o , haciéndole al
m ism o tiem po re cu p erar el e sp íritu que siem pre le c a ra c ­
terizó. 1 1 y.' 1 •
E l señor L erro u x , P resid en te entonces del G obierno, tuvo
confidencias d e la lab o r del G en eral. ^
M ola recibió u n a c a rta del señor L erro u x . D espués de
un saludo cordial, p asa b a a d e c ir:
«Tengo en m i poder anónim os que m e inform an de

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
34 B. F É L I X M A J Z

F ran c o y el G en eral M ola sab ían p esa r y m ed ir m uy bien


los facto res que constantem ente in terv en ían en la pugna
ya establecida b ajo el dilem a de líP atria o R evolución».
C u id ab an m uy b ien del E jérc ito de A frica. T am bién
A frica e ra cuidadosam ente aten d id a p o r los servicios de la
K om intern p o r m edio de sus in stru m en to s m asónicos.
H a c ía tiem po que desde logias, t r i á n ^ l o s y tallere s del
su r de E sp añ a, C an aria s y M arruecos, agentes especializa­
dos te n d ía n u n a p erfec ta re d . alcanzando grandes éxitos en
la co n q u ista d e u n a nueva fu erza en u n o d e lo s p u n to s geo­
gráficos m ás in teresan tes d en tro del m a p a rojo.
A n tes d e l advenim iento de la R ep ú b lica, y d u ra n te su
gobierno, eran cen tro s d e recepción y transm isión d e con­
signas m asónicas la G ra n L ogia del M ediodía (R egional)
y la G ra n L ogia del S udeste esp a ñ o l.E í'o litc id n , de A lm e ría ;
Trajálgar y Flondablanca, d e C á d iz ; Rebelióyi, de M álag a;
18 de BruTnario, en C ó rd o b a ; Ferrer, en S e v illa ; Tolstoy,
en C a rta g e n a ; Democracia y Guerro del Rio, e n C a n a r ia s ;
Morayta, en T á n g e r; Casablanca y Tánger, en M elilla ;
Lixus. en L arach e, y Esparlel, en A lcazarquivir.
((Ya era n talleres los que trab a jab an » . -

E ra c la ra la intención de la R epública que, in ten tan d o


m aso nizar el E jército , p re te n d ía d e stru ir su cohesión y su
fu erza, lo m ism o en la P en ín su la que en el N orte de A fri­
ca, cuyos m andos suprem os y de confianza se en treg ab an a
m iem bros de la s logias. T riu n fa n te el F ren te P o p u la r, h a ­
b ría llegado la h o ra ta n esperada de que los agentes espe­
cializados d e la K om intern aprovechasen el con tu b ern io de
com unistas, m arx istas e izquierd istas, p a r a a b rir b re c h a en
las instituciones arm ad as y alcan zar sus fines d e bolchevi-
zación de la P en ín su la y del N orte africano. D irig en tes ro ­
jos estab lecían sus cam pam entos cerca d e l ((último puente»
que h a b ía d e d a r p aso a sus h u estes p a ra la conquista
del poder.

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Ayuntamiento de Madrid
36 B. F É L T X M A Í Z

A las diez d e la m añ an a siguiente e ra recibido p o r el


G en eral M elero, quien le m anifestó el deseo expuesto por
el P resid en te del G obierno, señor P ó rtela, de h a b la r p e r s ^
nalm ente con él. E so e ra todo. E l G eneral M elero n o podía
d a r m ás explicaciones.
A las cinco en p u n to d e la ta rd e el G en eral M ola se h a ­
llab a en p resencia del señor P ó rte la V a llad a res. U n recibi­
m ien to cordial y cierta prevención m as ta rd e , a l a b o rd a r el
señor P ó rte la u n a cuestión p o lítica u n tan'to em barazosa
p a ra él. ¿ E x p o n d ría su intención sobre el p ro yectado p a r ­
tid o C entro ? O íd a la opinión del G en eral M ola, ¿ cam bio
de ru m bo la conversación? O p in ab a el señor P ó rte la que
el carg o d e A lto C om isario en M arruecos d eb ía ser ejercido
p o r u n m ilita r. ¿O freció el carg o a l G eneral M ola?
E l G en eral M ola b a ja b a la s escaleras p residenciales pen­
sa n d o : «No puedo d u d a r del halago.» ¿ M isterio ? No. A m ­
p lia es la re d , pero...
A las cu a re n ta y ocho horas, el G en eral co n tin u ab a su
lab o r en M arruecos y d ec ía a los hom bres d e su co n fia n za:
«En E sp añ a y a n o cabe h a c e r n a d a p o r la s buenas.»
E l V izconde de B rías tam bién co n tin u ab a su la b o r desde
la P residencia. D efendía y p erd o n ab a a lo s m áxim os d elin ­
cuen tes som etidos a proceso p o r los últim os intentos revo­
lu cio narios. C onsentía que saliese de nuevo a la luz publica
la P ren sa su spendida. Se en fren tab a con la F . A . I. porque
no se in tern acio n alizab a. Y g aran tizab a la v u e lta clan d e sti­
n a a E sp añ a de P rieto , porque e ra necesaria su firm a para
el n u evo p acto revolucionario del F ren te P o p u la r. E n una
p a la b r a : in crem en tab a la confusión.
L legó p o r fin el d ía tem ido d e la s elecciones, en que la
m an io b ra del F ren te P o p u la r ap a rec ía triu n fa n te p o r in h ib i­
ción de unos y dejación de sus deberes p o r p a rte de otros.
L a calle h a b ía sido in v ad id a p o r grupos organizados p o r el
m arxism o, pidiendo la inhibición de la s au to rid ad es, «48
h o ras de m anos libres» p a ra saciar sus in stin to s y en el fondo
d esencadenar la revolución. P a re c ía llegado el m om ento p ro ­
p icio p a r a la intervención, p ero la defección en la cap ital
de E sp añ a d e los m andos prin cip ales y la neg ativ a d e las

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 87

fuerzas d e A salto y G u a rd ia C ivil a in terv en ir, así com o la


fa lta de p re p ara ció n y d e decisión, m uy tie rn a todavía, de
los revolucionarios, hicieron que a n te el ofrecim iento del
P o d er inm ediato p a r a el F ren te P o p u la r se contuviesen los
desm anes, confiando en que, desaparecidos los m andos de
ios capaces d e contener la revolución y p a rtic ip a n te s en el
P oder a través del F ren te P o p u lar, po d ría, sin p elig ro ni
b ajas, re alizar el sueño d e R usia.
A q u ella noche, perd id as las elecciones, el señor G il R o­
bles tra ta b a d e convencer a l señor P ó rtela, en el M inisterio
d e la G obernación, de la resp o n sab ilid ad que sobre él caía
a l en tre g ar a la nación al caos. E l V izconde d e B rías vaci­
lab a d e cu ál e ra su d eber. C onocida esta a c titu d p o r el G e­
n e ra l F ran co . Jefe de E stad o M ayor del E jército, gestionó
a trav és d e u n am igo com ún que el señor P ó rtela le llam ase
an te la gravedad d e a q u e lla h o ra en que la revolución em­
pezaba a desencadenarse con chispazos en la calle. E l G e­
n eral F ran co, u n a vez llam ado, se personó en el M inisterio
de la G obernación, donde se encontraba el señor P ó rtela
V allad ares.
L a condición que los Jefes d e R egim iento po n ían a la
sa lid a de sus tro p a s d e los cu a rteles e ra la d e que la G u a r­
d ia C ivil y los G u a rd ia s de A salto no estu v iera n enfrente.
F rac asad a s las gestiones hechas con sus jefes p a ra lograrlo,
solam ente u n a orden d im an an te del poder p ú b lico podía
m ovilizarlos en e ^ e sentido. E so tra ta b a de alcan zar el G e.
neral F ran c o en su en tre v ista con el P re sid e n te : que cons­
ciente éste d e su responsabilidad, contuviese la revolución,
accediendo a d e c la ra r el estad o de g u erra. Lo dem ás ven­
d ría p o r su p ro p io peso.
P e ro P ó rte la V a lla d a re s se en c o n trab a a te rra d o fren te a
la re sp o n sab ilid ad que sobre él ca ía . R econocía que la n a­
ción m arc h ab a directam ente al co m u n ism o ; decía querer
contenerlo, pero n o a c ertab a cómo. A ceptó en p rin cip io el
ofrecim iento d e l E jérc ito p a ra m an ten e r el orden y la a u to ­
rid ad , m as no accedió a la p ro p u e sta urgente de g an a r tiem ­
po ad elan tándose a los aco n tecim ien to s; p id ió u n as horas
p a ra m ed itarlo (h asta las ocho d e la m añ an a del d ía si­
g u ien te), y a p esa r de que h u b o m om entos en que estuvo

Ayuntamiento de Madrid
36 F É L I X l í A i Z

decidido, a l parecer, acabó rechazando los m edios que se le


o frecían y abandonó el P oder e n m anos de los hom bres del
F re n te P o p u la r, que iban a ser los ejecutores de la s con­
s i g n a <3e M oscú.

L argo C aballero d ec ía d ía s d esp u és:


((Soy so cialista y m arx ista. y p o r lo ta n to revolu­
cionario. Eli com unism o es la evolución n a tu ra l del so­
cialism o en su ú ltim a y definitiva etapa.
»No hay en E spaña un solo oficial del Ejercito que
se atreva a salir a la calle para desenvainar su espada
e imponer un régimen de dictadura m ilitar. La reac­
ción sería trem enda y aplastante»,

EL 16 DE FEBRERO DE 1936

ex istía en E sp añ a el F re n te P o p u la r. E n tráb am o s en la an ­
tesala de la g ra n noche soviética. Im posiciones, violencias,
su p lantaciones, din ero , arm as, todo lo necesario p a ra el
triu n fo h a b ía sido consentido y fa cilitad o p o r la dem ocracia
del señor P ó rtela. C on to d a lib e rta d decía L arg o C aballero
((Cuando nos lancem os p o r segunda vez a la calle,
que n o nos h ab len d e generosidad. Q u e no nos culpen
si los excesos d e la revolución se extrem an h a sla el p u n ­
to d e no re sp etar cosas n i personas. M añana m ismo
h a b rá que sa lir a las calles, n o en figura re to ric a, sino
en persona viva, con u n fusil a l hom bro y la m u erte al
costado,» _ ^
((Ultim a H ora», d e C atalu ñ a, d ec ía :
((Efquerra R ep u b lican a no tiene sino u n a b a n d e ra :
la cEitalana. L a de la s cu a tro b a rra s gloriosas.» _
E l nuevo co n tubernio del P a c to h a elegido sus m inis­
tro s : nueve m asones. Y su g ra n M aestre p re sid irá las Lor-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 39

tes. T odo es regocijo en las a ltu ra s gubernam entales, m ien­


tra s en las calles se ven teas y pisto las. C om ienzan los sa­
q u eo s; p ren d e el fuego. S an g ra n españoles que caen m u er­
tos. C unden los asalto s p o r hom bres que se lanzan con los
puños en alto . E l clam or de u n g riterío in fern al se extiende
por ciu d ad es y pueblos, enronqueciendo las g arg an tas con los
vivas a R u sia y m u eras a L sp añ a. E sp añ a su fre el ta tu a je
de tres le tra s fa tíd ic a s: U . H . P .
E norm es re tra to s d e S talin , L enín y D im itroff a g ru p an
m asas d e hom bres que se ven sa lir p o r la s p u e rta s d e las
cárceles b abeando ra b ia . E l fu tu ro de E sp a ñ a se p resen ta
claro y fácil p a r a M oscú. , , .
H a v u elto a re p etir el jefe ab so lu to del rvom intern en
el P acto rojo e s p a ñ o l:
«No h ay u n solo oficial del E jército que se atre v a a
d esen v ain ar su espada.»
No se h a b ía d a d o cu e n ta el fu tu ro jefe suprem o del so­
v iet español que an te los prim eros síntom as de aquella
m e bestialidad, no uno. sino m uchos era n lo s O ficiales del
E jército que y a h a b ía n desenvainado su esp ad a p a ra te ­
n e rla p ro n ta a u n a intervención.

LA REVOLUCION RONDABA

p ero el E jército vig ilab a. E n todas las guarniciones, grupos


selectos d e la O ficialidad m a n ten ían el fuego sagrado de
las esencias de la P a tria , dispuestos a no d ejarse desarm ar
y a sa lv a rla en e l m om ento debido. L a U . M. E .
M ilitar E s p a ñ o la )» co n stitu id a p o r los O ficiales de los Ejér-
citos en todas la s guarniciones, iba tom ando cuerpo.
E l C a p itá n G e ra rd o D iez de la L astra , e ra uno de los
p u n tales m ás firm es del M ovim iento salv ad o r en N a v a rra :
«Tengo la C om pañía d isp u esta p a ra sa lir a la calle
en cu alq u ier m om ento.»

Ayuntamiento de Madrid
40 B. F £ L I X H A l Z

H a c ía m ucho tiem po que el C ap itán vig ilab a <^por su


cuenta», com o él d ec ía a 'todos sus am igos.
M eses an tes de la llegada del G en eral M ola a P am p lo ­
n a, su inquietud p o r la rebelión le h ab ía otorgaao^ u n a p a ­
ten te de eficacia en su lab o r, d irig id a a la creación d e ^
fu e rte núcleo de hom bres dispuestos a lan za rse a la calle
en u n m om ento dado. G e ra rd o no po d ía a g u a n ta r «tanta
can allada». M uy b ien com penetrado con su s com pañeros
de oficialidad del R egim iento d e In fa n te ría de A m érica, y
siem pre en contacto con elem entos dirig en tes d e los grupos
d e acción d e l cam po nacional, el C ap itán L a s tra estab a
co nsiderado com o u n a pieza fu n d am en tal e n la m áquina
d e la C onjuración.
S u tra b a jo n o q u ed a b a red u cid o a P a m p lo n a : esrtendia
sus activ id ad es p o r la s guarniciones de L ogroño, E stella
y S an S ebastián, y en los últim os d ía s del rnes d e F ebrero
se tra sla d a b a a B urgos, in ician d o c ie rta s gestiones, que m as
ta rd e h a b ía n de p ro d u c ir u n a h istó ric a reunión d e elem en­
tos m ilitares. O ficiales en su m ayoría, de la s guarniciones
m encionadas. S u c a rá c te r vehem ente y d ecidido e ra de so b ra
conocido p o r todos sus com pañeros. ^
L os C apitanes V icario, M oscoso, B arrera , V izcaíno,
L o rd u y, V illas, V ázquez, y los tenientes T om é, D ap en a y
M an rique form aban d en tro d e la guarnición lo q u e pu d ié­
ram os llam ar la P la n a M ayor de la C onspiración.
E l C ap itán M anuel V ica rio A lonso, hom bre sereno, cul­
to, m uy reflexivo, v erdaderam ente capaz p a ra u n a dirección
escru p ulosa, e ra el verdadero ten so r d e los hilos p o r donde
d is c u rría la en e rg ía d e los com prom etidos. C o n stru ía sobre
bases firm es, elim inando a l m ism o tiem po cu a lq u ie r posi-
b le ap o rtació n que. b ien ex am in ad a, p u d iera ofrecer d u d a
p a ra la seg u rid ad necesaria, facto r im portantísim o e n con­
sid eración al p eligro. E l C ap itán V ica rio e ra el freno re g u ­
lad o r p a r a que nadie de aquel g ru p o de conjurados saltase
fu e ra del cauce, rebasando los lím ites del cam ino trazado.
E l tra b a jo conjunto de am bos C ap itan es en la o rg a n i­
zación d e aq u ella base in icial resp o n d ía en todas sus fases
a u n eq u ilib rio perfecto, firm em ente sostenido p o r el con­
cu rso d e los C apitanes C arlos M oscoso y M anuel B arrera,

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O B N E S P A R a 41

que p u sieron a p ru e b a su g ra n ca p acid ad en m u ltitu d de


servicios a ellos encom endados. T ra b ajo s ásperos, d e ^ a n
resp o n sab ilidad y sacrificio, que n u n ca deben d e ser olvida­
dos en la h isto ria del A lzam iento.
C u atro C ap itan es que supieron h a c e r fácil lo difícil en
el ím probo tra b a jo d e la conspiración. C u atro hom bres p u n ­
tero s de v alen tía en m edio del co nstante peligro, desafiado
con u n arro jo ex tra o rd in ario . C u atro C apitanes. G U IO N E S
DE CRUZADA.
F alsa a q u e lla p rofecía del fu tu ro jefe del soviet español.
C uando L argo C aballero d e c ía : «No h ay u n solo O ficial
d el E jército ...» , en E sp añ a era n m uchos los O ficiales de)
E jército que y a ten ían desenvainadas sus espadas.

CONSPIRAN LOS REQUETES

P aralelam en te a la organización de aquellos hom bres


m ilitares, ex istía o tra de hom bres civiles. E n N a v a rra eran
m uchos los hom bres que se h a b ía n ju ram e n ta d o p a r a no
co n sen tir que su cielo fuese ilum inado p o r el m ism o res­
p lan d o r que en las noches m ad rileñ a s acu sab a ren co r y
destrucción.
T am b ién en N a v a rra el enem igo h a b ía p re p a ra d o asti­
llas y petróleo. E ra n los d ía s en que el fu ro r p o r las «que­
m as» estab a en su apogeo cu an d o hom bres que n o d o l í a n
se en teraro n del proyecto. A visado u n jefe de grupo de los
p rep arativ o s p a r a a q u e lla noche, dijo a l conocer la n o ticia:
«Os juro, muchachos, que si alguien se atreve con el
am arillo de las llam as, yo me atrevo con el rojo de la san­
gre. Puede ser que antes de tiem po... veamos en las calles
la bandera bicolor.
M as nobleza obliga. E s necesario que sepa el G oberna­
d o r que estam os dispuestos a ... P ero no perdam os tiem po.
V ete, m u chacho, y díselo c a ra a cara.))

Ayuntamiento de Madrid
42 B. F É L I X M A Í Z

Q uince m inutos después, aq u el requeté se h allab a frente


a! G o b ern ad o r C ivil d e la P ro v in c ia :
—E s posible que e sta noche se in ten ten ¡(quemas» en
P am p lona. Q uiero d ecirle que estam os p re p ara d o s p a ra no
co n sentir que se com eta nin g u n a salvajada.
—Y tú ... ¿cóm o lo sab e s?...
—G en te d e la C asa del P u eb lo ha re p artid o astilla s y
gasolina.
— V ete tran q u ilo , m uchacho. A q u í estoy yo p a r a evitarlo.
Don M anuel A ndrés, a la sazón G o b e rn ad o r, C ivil de
N a v arra , conocía m uy b ie n el te rre n o que p isab a. S abía
p erfectam ente que h a b ía hom bres capaces d e p a r a r en seco
a los incendiarios de la ch u sm a revolucionaria.
ELntrada la noche, fu erzas de A salto p a tru lla b a n p o r la
ciu d ad . T am b ién p a tru lla b a n otros hom bres sin uniform e.
A las c u a tro y m edia d e la m ad ru g a d a se encontraron
de nuevo fren te a fren te el requété y el G ob ern ad o r. E sta
vez ju n to a las verjas d e la C ated ra l. Sobre el zócalo esta­
b a sentado aq u el m uchacho, acom pañado d e tres m ás. El
G o b ern ad o r reconoció al requeté, y m andando p a r a r a l Co­
m isario de P o lic ía y tres g u a rd ia s que le aco m pañaban, se
d irigió h ac ia e l grupo, dió las buenas noches y dijo son­
rien d o ;
—E sta tard e te d ije que a llí estaba yo p a ra evitarlo.
A h o ra te rep ito lo m ism o. H a g a n el favor de re tira rse .
— B uenas noches.

S upim os díttó m ás ta rd e que desde M adrid p ed ían a lg u ­


n a explicación a! G ob ern ad o r sobre la fa lta d e... ¡¡ciertos
acontecim ientos previstos», y conocim os asim ism o su con­
testación :
«Estos d ías a n d a u n v ien to m uy fu e rte en P am plona.
P a ra los fuegos es m uy tr a id o r : p o d ría cam b iar de d i­
rección.»

Los G obernadores C iviles de N a v a rra sabían, en tiem ­


p o d e la R epública, a lg u n as «cosas» de los requetés. T e ­
n ía n n o ticias de que desde h a c ía alg ú n tiem po se llevaba a
cabo c ie rta organización, pero n u n ca llegaron a p o d er con-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 48

cebir el volum en que efectivam ente tenía. N o le d ab a n m ás


alcan ce que el que p odía a d q u irir u n a p o stu ra defensiva,
p rin cip alm en te en m a teria religiosa.
P o r o tra p a rte , de los registros, persecuciones y en car­
celam ientos, efectuados con m otivo d e rum ores, soplos y
recelos, n a d a se h a b ía obtenido en lim pio. L a fam osa «clave»
que se perseguía, y que verdaderam ente e ra el fundam ento
de los cu a d ro s m ilitares de! T radicionalism o, no h a b ía p o ­
d ido ser d escu b ierta. P o r el soplo de un tra id o r, u n ad v e­
nedizo llegado a las filas p rim eras d e la organización, se
estuvo a p u n to de rozar con ella, y se tuvo encarcelado d u ­
ra n te catorce m eses a u n o de los jefes que sab ía m ucho de
ella. A p esa r d e todo, el m isterio continuó.
G . H u a rte , su frió los catorce m eses de cárcel, p o r hab ér­
sele en co n trad o en im o d e los m ú ltip les registros efectuados
en s u casa y establecim iento com ercial u n a b a q u e ta p a ra
lim p iar p isto la s. N ada m ás. Lo sabía todo, pero «no supo
decir nada».
Los G enerales S an ju rjo . P onte, B arrera. O rgaz, V arela.
el C oronel S anz de L a rín , el Teniente C oronel U trilla s y
otros m uchos Jefes y O ficiales dei E jército, tam bién estaban
en p len o conocim iento de lo que se tram a b a, y nu n ca en
aquellos años d ifíciles p erd iero n su contacto con N a v arra .
El C oronel S anz de L a rín y el T en ien te C oronel U trillas
fu ero n m aestros consum ados en la táctica de despiste de sus
actuaciones en la organización. S upieron tra b a ja r, a pesar
de la v ig ilan cia a que estuvieron som etidos.
P e ro la labor heroica, la peligrosa, la pu ram en te perso ­
nal, la que d ía a d ía aporcaba con su esfuerzo lo que se
co n sid erab a n ecesario p a r a poder lanzarse en la h o ra opor­
tu n a, esa lab o r la conocían pocos. C reo que n u n ca se cono­
cerá en su pun'to p a ra poder a p re c ia r su verdadero valor,
p o rq u e los hom bres q u e tienen el m érito d e h ab e r sido sus
p rin cip ales actores «no q u ieren saber» de la im p o rtan cia de
los hechos realizados, hechos coronados p o r el éxito. ^
E n la m ism a P rovincia, pocos, m uy pocos, sab ían dónde,
cuándo y cómo se fa b ric a b a n ... bom bas. N i dónde se ocul­
ta b a n las arm a s y m uniciones ad q u irid as. Ni en qué lu g ar

Ayuntamiento de Madrid
M F i L I X M A l Z

se en señ ab a el m anejo del fu sil y am etralla d o ra. N i en qué


peñ as se d ab a n las lecciones d e tiro.
¿Q u ié n es co n tro lab an la disposición d e los g ru p o s?
N o se sab ía de aquellos valientes que en las noches de
hielo cruzaban la fro n te ra a rra stra n d o sacos. N i d e aquellos
dos q ue u n a noche en tera sin tiero n la nieve bajo sus pies,
esp eran d o la señal que con la llam a d e u n a veía d eb ía ser
h echa desde la v e n ta n a de u n caserío cercano a las m ugas
fro n terizas, p a ra p o d er p a sa r lib rem en te lo que cargaban
sus hom bros. C erca de la m ad ru g a d a ab a n d o n aro n el case­
río los ca rab in ero s...
¿S o spechaban los viajeros del au to b ú s de B ilbao a r a m ­
p lo n a que periódicam ente v iajab a n en tre d in a m ita y fu lm i­
n a n te s ? ... ¿ C u á l e ra el contenido de aquel saco cuyo p o r­
tad o r d ijo a l em pleado de arb itrio s...sim ien te de pim ientos?
¿C óm o se ib a n a fig u rar los alm acen istas d e botes d e sidol
que aq u ella enorm e d em an d a obedecía solam ente a l interes
ta n g ran d e que te n ía n su s com pradores p a ra convertirlos en
bom bas d e m an o ?
Pocos, m u y pocos sab ían de aq u ellas reuniones nocturnas
en que las m ad res co rta b an y co sían las cam isas okaki» p a ra
sus h ijos. Se sab ía, sí, q u e en c ie rta s festividades, ban d eras
bicolores ondeaban en picos y cam panarios. Q u e los C ristos
h a b ía n sido q u itad o s d e las E scuelas, p ero que niños y m a ­
yores los m o strab an valientem ente sobre sus pechos. Y que
los m aestro s in iciab an sus clases con la señal de la S an ta
C ruz.
¿ P e ro qu ién n o ta b a las p isto la s que g u a rd ab an los bol­
sillos de los hom bres que co rría n a sus p u esto s e n cu an to
se d a b a la señal de a la rm a ?
N adie com o N a v a rra en la s h o ras am arg as d e an a rq u ía,
a n te el m ay o r colapso del vigor esp iritu al d e la P a tria , supo
d a r c a ra a la fa ta lid a d y a l desprestigio, siguiendo le tra a le­
tr a el re frá n castellano, d e «a D ios rogando... y con el
m azo dando».

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 45

EL CONSEJO PERMANENTE
del P o litb u ró , acordó el d ía 28 de F eb re ro el siguiente
« P ro arain a P olítico» p a r a E sp añ a.
D im itroff el b ú lg aro es el que d ic ta :
1. ® E lim inación del P residente de la R epública, señor
A lcalá Z am ora.
2. ® E m pleo de m edidas especiales, en coacción y opre­
sión. co n tra los Jefes y O ficiales del E iercito actual.
3. ® E xpropiación y nacionalización d e toda clase de
p ro p ied ad p a rtic u la r, ta n to en fincas rú sticas com o en con­
sejos in d u striales y económicos.
4. ® N acionalización de la B anca.
5. ® C ierre de iglesias y casas religiosas.
6. ® Independencia de M arruecos y transform ación del
m ism o en E sta d o soviético independiente.
7. ® T e rro r d irig id o p a ra el exterm inio de la burg u esía.
8. ® C reación del E jército rojo.
9 ° A salto del p ro leta riad o al P oder.
10.® C reación d e la R epública soviética ib érica y decla­
ració n de g u erra a P o rtu g al.
A l com pás de estas instrucciones lleg ab an a E sp añ a los
p rim eros delegados rusos, todos ellos agentes especializados
en el m ontaje soviético.

MIENTRAS TANTO. EN MOSCU


p re p a ra b a n la exportación de la s h o rd as rojas que se h a ­
b ía n de in sta la r en la s p lay as m ed iterrán eas. D esde las co­
lu m n as de «M undo O brero», p id e n :
L a in m ed iata alian za con la U nion Soviética. ^
L a liquidación d e Jefes y O ficiales del E jército y

Ayuntamiento de Madrid
B. FÉtIX M A Í Z

C uerpos arm ados, y la elección d e nuevos jefes p a ra los


Consejos de soldados y pueblo.
M enos tra b a jo y m ás sa la rio p a r a los proletarios.
L icénciam iento inm ediato de la G u a rd ia C ivil y
G u a rd ia de A salto.
A bolición de toda clase d e leyes, excepto la soviética.
U n único em blem a n a c io n a l: la boz y el m artillo.
L a D elegación del K om intern p a r a Inform ación reco­
m en d ab a p o r aquellos días fre n a r el excesivo ím petu san g u i­
n ario . considerado dem asiado ostensible en orden in tern a­
cio n al :
Se asalta, se quema, se m ata demasiado, sin que todavía
hayan ocupado puestos los jeles elegidos. Antes de obrar,
es necesario... destituir, trasladar, suprim ir, pero suavemen­
te, sin que apenas pueda ser percibida la llegada de nuestra
hora. Pudiera ser muy peligrosa una reacción violenta.

N o qu iero p erd er tiem po ocupándom e de aquel hom bre


que m uchos incautos llegaron a llam ar <iestadista» y que yo
solam ente llegué a considerarlo com o u n ((muñeco» del gran
guiñol que ten ía p o r escenario el G obierno d e la R epública.
(=.No se le oía g rita r a todas h o r a s : tcNo p erm itiré que nadie
tu rb e la p a z d e la R ep ú b lica? » ¿ O es que n o se le podía
oír. en m edio de aquel estrépito de pistoletazos, tra c a s, bom ­
b as y p etard o s que atro n a b an la s calles de M ad rid ? E ra
m ejor escuchar, en m edio del silencio d e M oscú, solam ente
in terru m p id o p o r el tab leteo de la s am etralla d o ras de la
L iibjanca, la voz que d ic ta disposiciones p a ra la R ep ú b lica
S oviética Ibérica. Q ued ab a m ejor g ra b ad a en nuestros tím ­
p anos la voz de D im itroff que la voz de A zaña. E ra m uchí­
sim o m ás c la ra . E l g ra n seleccionador de equipos p a ra el
m o n taje y regulación del sistem a com unista festejab a la fe­
liz llegada a E sp añ a de uno de sus últim os p roductos de
ex p o rta ció n : E l F ren te P o p u la r, creación suya.
M ientras A zañ a se esforzaba en q u erer d em o strar que es-
lab a dispuesto a defender la felicidaii de aq u ella dem ocracia.
D im itroff. desde la S ecretaría del C om ité ejecutivo de la_ III
In tern acio n al, o rd e n ab a a sus «células», elem entos oasicos
p a ra la p u esta en m a rc h a del sistem a, el em pleo de sus ar-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 47

m as fav o ritas, envidia, odio y venganza, en la colosal obra


de descom posición. Y el c a m a rad a p ro p ag an d ista, el cam a-
ra d a o rg an izad o r y el cam arad a ag itad o r, funcionaban lib re ­
m ente p o r E sp añ a . Y el m ism o hom bre, pistolero, incendia­
rio, d inam itero, p re sid iario , revolucionario nacional e inter-
ra c io n a l. envía a E sp añ a im a copia de su fam osa «C atarsis
Rusa)), ordenando que la d ep uración alcance «a toda clase
de elem entos sobre lo s cuales p u d iera recaer una ligera
sospecha de que por su im aginación crucen ráfag as con
an sias de libertad:».

LAS CONCLUSIONES ANARQUICAS.


p o rtad o ras d e estragos y crím enes, con que la chusm a del
F ren te P o p u la r fe ste ja b a su triu n fo , e ra y a necesario ^dis­
fra z a rla s p a ra c a rac te rizar la fo rm a político-dem ocrática
que p u d iera n exigir conveniencias exteriores. A cordaron
sus d irig en tes o rganizar el desfile de u n a m anifestación
m onstruo, que d ijero n h a b ía d e ta p a r M adrid.
F u é u n hecho. E l d ía l.° de M arzo, cerca d e 300.000 p er­
sonas, seguían los p aso s de D iego M artínez B arrio (el
H .” V e rg n iau d ), G ra n M aestre de la m aso n ería española y
ca n d id a to a la P resid en c ia de la R ep ú b lica. C ondujo en
p erso n a la m anifestación p o r las ca lle s d e M adrid, llegando
3 la C astellana, y h aciendo alto an te la P resid en c ia del
C onsejo de M inistros.
R ecibió A zañ a, calu ro sa y cariñosam ente, a los re p re­
sen tan tes de aq u ella enorm e m u ltitu d , y les prom etió solem ­
nem ente ate n d e r la s peticiones que le entreg ab an , y no
d e ja r m o rir la R ep ú b lica que h a b ía n ganado. M ientras tanto
en la calle, com o u n tru en o que se resiste a ca lla r, se oía el
g rite río ronco y triste que tra d u c ía D . H . P ., m ien tras c a ­
ras p a tib u la ria s g esticulaban am enazas, b a ila n d o al com pás
d el m ovim iento oscilante de unos m uñecos que sim ulaban

Ayuntamiento de Madrid
4S B. r É L l Z UAtZ

h ab er sido ahorcados y que p en d ían de u n as v a r a s : eran


c a ric a tu ra s de hom bres políticos, burgueses, fascistas, curas,
m ilitares.
M artínez B arrio no g ritab a U . H . P ., ni tam poco la
com parsa d e burgueses que le h ac ía n corro. ¿N o les hacía
g ra cia la trág ic a p o stu ra de aquellos m uñecos ?
E l H erm an o V e rg n iau d p ro c u ra b a a c elera r el fin de
aquel festejo, n ad a co rd ial. Se le venía encim a aq u el cerco
de h arapos, y é l..., él v estía m uy elegante. P o r lo tanto,
«no se encontraba» en su sitio. S abía lu c ir m ejor su risa
m eliflua cu an d o m an ejab a la b a tu ta p a r a d irig ir a gente
m uy b ien v estida, d en tro de las 81 L o g ias y 27 T riángulos,
lu g ares que co n stitu ía n su poderío. A llí m an d ab a. E n la
calle... no. L o e sta b a viendo. N o se p arecía aquel espec­
tácu lo a la s p lácid a s «tenidas» que celeb rab an en su s con­
ven to s m asónicos, luciendo lim pios «m andiles» y elegantes
«bandas», á l com pás del pén d u lo o scilante b ajo los relojes
sim bólicos de D reyfus. E ra n otros los d e la calle. E ra n los
que h a b ía n su stitu id o las elegantes «bandas» p o r cintos
p isto leros, y los lim pios «m andiles» p o r petos en san g ren ta­
dos. L os que h a b ía n reto rcid o la s lín e a s que fo rm ab an los
trián g u lo s p a ra d ib u ja r con ellas hoces y m artillo s. B aila­
b an al com pás de u n p én d u lo q u e m arc ab a tres tie m p o s ;
hh H . P . N o conocían los relojes sim bólicos d e D reyfus,
p ero se ad e la n tab an a su h o ra. N o se «encontraba» en su
sitio el H e rm an o V e rg n iau d , y dió fin al festejo.

EL DÍA 14 DE MARZO

d e 1936, sobre la s nueve d e la noche, llegaba a la esta.ción


del N orte de P am p lo n a el G en eral D on E m ilio M ola V id al.
D e stitu id o de su cargo en A frica, v en ía a N a v a rra _p a ra
o cu p ar el G obierno m ilita r y la Je fa tu ra de la 12 B rigada
de In fan tería.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 49

F u e recibido p o r el C oronel D on José Solchaga, que


m an d ab a el R egim iento de In fan tería de A m érica núm . 23
y ocu p ab a a la sazón, interinam ente, el cargo d e G oberna­
d o r M ilitar de la P laza. O tro s Jefes y O ficiales de la guar-
r:ición y rep resen tan tes d e los C uerpos d e orden público se
h allab a n tam bién presentes.
C um plidos los saludos y presentaciones, el G eneral M ola
se traslad ó en com pañía del C oronel S olchaga y A yudantes
a su residencia en la C om andancia M ilitar, haciéndose cargo
d el m ando acto seguido.
N oche seca y m u v fría , del todo desagradable. N oche de
hielo la del 14 de M arzo, C uerpos y alm as congelados p o r
la te m p e ra tu ra y p o r la s noticias crueles pocas h o ras antes
recibidas de M adrid. N uevos incendios y tum ultos en la ca­
p ita l de la nación y en p ro v in c ia s; m ás p isto la s que asesi­
n a b a n ; m ás principios de au to rid a d que se d erru m b a b a n ;
m ás g ritos de m u era E s p a ñ a ; m av o r im p asib ilid ad 'de la
fu erza p ú b lica an te los desm anes. Noche de in tran q u ilid ad ,
de lág rim as, d e p esadillas, de m iedo en m uchos h ogares de
la P a tria .
Noches de fuego en M adrid. H ielo en las noches de N a-
'■arra.
E l d ía 15 de M arzo, en el salón de recepciones de la
a n tig u a C ap itan ía G en eral de P am plona, el nuevo lefe de
la 12 B rig ad a de In fan tería recib ía a los Jefes y O ficiales
de la m ism a. M uchos ojos clav a ro n sus m irad as, llenas de
expectación, en la fisu ra recta, firm e, de gesto duro, pero
noble, d el G e n eral M ola.
E l Coronel S olchaga hizo la presentación y d irig ió un
s a lu d o :
«En todo m om ento h a b ría sido u n a satisfacción in ­
m ensa que el G eneral M ola hubiese venido a m andai
la 12 B rig ad a d e In fan tería, p ero en las p resentes c ir­
cu n stan cias be d e a ñ a d ir que no solam ente es u n a sa­
tisfacción, sino que es u n a esperanza.»
E l G eneral contestó agradeciendo el saludo, al m ism o
tiem po que expresaba su satisfacción p o r el m ando, y te r­
m inó diciendo :

Ayuntamiento de Madrid
50 B. F É L T X MAlZ

«Si el lem a d e m i vida, H O N O R Y T R A B A JO , es


secun'-’ado p o r todos ustedes, veré satisfechas y colm a­
d a s todas m is aspiraciones.»
__E l m ism o de D ar-A coba — difo u n ca p itá n — . ¿ E s ta ra
m ucho en N a v a rra ? ... ¡M u ch ach o s: H o n o r y tra b a jo ! P re .
p ararse. Tenem os u n G en eral. Y a e ra hora.
D ejem os al G eneral M ola re sp ira r el a ire d e N a v arra .
S im u ltáneam ente con este traslad o , el G en eral F ran c o ha
sido d estin ad o a C an arias. E l G en eral G oded a B aleares.
C asares Q uiroga fu lm in a traslad o s y d e ^ itu c io n e s. «I A
las Isla s!...» , g rita. U n C ap itán de A rtille ría , el señor Al-
v arez B uüla, va a ser el A lto C om isario en A frica. T iene
toda su confianza: es m asón.

EL EJERCITO VIGILA
Se fue a C an aria s el G en eral F ranco. Y se despidió del
P resid en te d e la R ep ú b lica:
-E x c e le n c ia : SE PA O U E D ON DE Y O ESTE, NO
H A B R A N U N C A COM UNISM O.
E n p le n a calle d e A lca lá , en vísperas de su v iaje a P alm a
de M allorca, d ec ía en voz a lta el G en eral G o d e d : «Esco­
b a s... escobas. Sé ve p o r to d a s p a rte s m ucha inm undicia».
E l m ism o d ía que salía el G en eral F ran c o p a r a C anarias,
p o r la m añ an a lleg ab a de M arruecos el general M ola. T uvo
lu g a r u n a reu n ió n en la casa cedida p o r el agente de Bolsa
señor D elgado, a la cu al asistieron el G en eral F ran co , el
G en eral M ola, el G eneral V a re la y el T en ien te C oronel don
V a le n tín G a larza. . / i
E ste ú ltim o llevaba en M ad rid la relación y direccion de
la U . M. E . con la s d istin tas guarniciones. E n esta reunión
fué en la que v erdaderam ente se decidió el M ovim iento
N acional, en la form a que m ás ad elan te h a b ía de re a li­
zarse.
L a consigna acep tad a p o r u n an im id ad fu e e sta r p re p a ­
ra d a s la s guarniciones en el plazo m ás c o r to ; pero que en

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 61

todo caso h a b ía que lanzarse con lo que se tu v ie ra a m ano


s ' el G obierno d ecretase... L a disolución de la G u a rd ia Ci­
vil. el licénciam iento del E jército y la disolución del cuadro
de O ficiales y C lases, Q ue los com unistas se lanzasen a la
violencia co n tra los P oderes públicos y a la revolución p ro ­
y ectada. O tam b ién en el caso de que u n a guarnición saltase,
n o d e ja rla aban d o n ad a, y desencadenar los acontecim ientos.

— r C onque vas a N a v arra . E m ilio ? ...


— Sí, a N a v arra . D icen que a vegetar, p ero yo digo que
a m a n d a r u n a B rigada.
—N o q uisiste ser A lto C om isario...
—No te n ía ... m andil.

L a P ro v id en cia ap o rta b a tam bién su ayuda colocando


cu a tro buenos centinelas en cu atro p u n to s es^rateHcos^ de
E s p a ñ a : M ola, en los P irin e o s; F ranco, en el A tlá n tic o ;
G oded, en el M editerráneo, v Y agüe en M arruecos.
E l E jérc ito E spañol, vigilaba.

HUMEABAN LOS RESCOLDOS


de los incendios. T o d av ía estab an frescas las h u ellas de sa n ­
gre en las calles de E sp añ a , cuando, sin olvidar el estupor
pro d u cid o p o r aquellas im presiones vividas, com enzó a ex­
tenderse p o r la nación u n a n u ev a ola d e m iedo. Se esperaba
y se tem ía la a p e rtu ra d e la s nuev as C ortes. ¿S ería n las
ú ltim a s ? ... . • o •
C on cam isa roja, p u ñ o en alto , y g ritan d o «viva K usia»,
desfilaban la s m ilicias del p acto revolucionario p o r las calles
de M adrid. L as form aciones de la C. N . T . eran la s m ejor
o rg an izad as. G onzález P eñ a, su generalísim o, las arengaba
d ic ie n d o : • c
«Nada de legalism o. A cción, solam ente acción, bo-
b ra n y a los discursos. V e n g an fusiles, que son los ú n i­
cos que nos d a rá n el triunfo.

Ayuntamiento de Madrid
52 B. F É L I X M A l Z

E s urgente p re p a ra rse y e sta r arm ados. P ues el día


en que se h a y a de a c tu a r p u d ie ra e star próxim o. N o es
cosa de que cu an d o las derechas arm a d as se lancen a
la calle nos cojan desprevenidos.
L legado el caso, n o debe h a b e r n ad ie en tre nosotros
a quien d u ela la b a rrig a o padezca del corazón. Si los
h u b iere, sepan que pueden serv ir p a ra h acer con ellos
b arricad as.»
O rganizando sus m ilicias, no ta sa b a la s h o ras d e las no­
ches a stu ria n a s. L a C. N. T . h a b ía en tra d o en el P acto In ­
tern acional. a p esa r de que p ersonalm ente G onzález P eña
no q u ería n a d a con el K o m in te rr. P a ra la revolución roja
en E sp añ a h a b ía en el ca len d ario del E K K ! u n a fecha to p e ;
] de A gosto.
O bedecía a u n a razón intern acio n al, au n q u e G onzález
P eñ a n o lo sab ía. Q u izá la supiese «la N elken», d ip u tad o
co m unista, c u a n d o tan to le u rg ía, «organizar u n a m atanza
de fascistas». A sí lo dijo.
T am bién nosotros conocíam os la fecha.

De mí Diario. (Marzo)

TERMINABA MI ALMUERZO. CUANDO


he recibido u n recado del c a p itá n G e rard o L a stra . D e c ía :
«E sta ta rd e a las siete y m edia quiero h a b la rte . E l asu n ­
to es m uy urgente. T e aviso con an ticip ació n p a r a que no
faltes en tu casa a esa h o ra. N o puedo h ac erlo en este m o­
m ento, p orque salgo de viaje.»
R om pía el p ap el y el sobre que m e h a b ía en tregado su
o rd enanza, m ien tras p en sab a, so n rien d o ; T odo lo d e G e ra r­
do es urgente, peligroso y decisivo. L e esp eraré a las siete
> m edia. puede ser, si yo n o sé n a d a de p a rtic u la r.

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A L Z A M I E N T O B N E S P A Ñ A

P e ro he llegado a la conclusión de que, efectivam ente, las


«cosas» d el C a p itá n L a stra en el «negocio» que traem os en­
tre m anos, son urgentes, peligrosas, y m u ch as veces deci­
sivas.
A la h o ra citad a , h a llegado G erardo. S onriente, como
siem pre, lleno de eu fo ria y desbordando salud.
—N o está m al, G e rard o . V ienes contento. N o será m ala
noticia.
— P a s a ría n lo s años sin que p u d iera s im aginante a lo
que vengo.
—T ú d irás.
— A nda, piensa.
—P e ro ¿cóm o q u ieres que conteste a v u elta de correo
u n a re sp u esta que necesita añ o s?
__C ontéstam e. ¿ E s tá s d ispuesto a h a b la r con el G eneral
M ola?
__Y a sabes que yo estoy d isp u esto a todo.
— P o rq ue el G en eral está d isp u esto a que m añana
m ism o...
—E so y a v aría, G e rard o . V am os a pensarlo, porque...
__Y a sab ía y o que la im presión te iba a «cortar». Pero
pongo en t u conocim iento que el G en eral n ecesita estable­
cer co n tacto con u n a persona civil, y y o m e he perm itido
d a r t u nom bre.

HE CONOCIDO .4 M 0 L 4
H oy a las nueve m enos c u a rto de la m añ an a he cono­
cido al G eneral M ola. E sta b a d e p ie en su despacho, junto
a u n a d e las ventanas que d a n a l p a tio c e n tral de la Co­
m an d an c ia m ilita r de P am p lo n a. E s alto , m uy se n o . .-,1
G en eral h a correspondido a m i saludo, lanzando u n a m i­
ra d a m uy p e n e tran te p o r encim a de sus gafas.
— H a g a el favor d e sentarse y escuche —h a dicho, m ien­
tra s se d isp o n ía a ocu p ar u n a b u ta c a cercana a la que p a ra
m í a c ab ab a de señ alar— . C reo necesario, a l m ism o tiem po
que en ello tengo verd ad ero interés, el conocerlo a usted.

Ayuntamiento de Madrid
54 B. F É L I X M A t Z

S egún lo s inform es que m e h a d ad o el C a p itá n L a stra , ca.


m inam os p o r el m ism o sendero, y el v iaje es larg o . E s pre-
ciso conocernos. P o r eso le he llam ado.
»La organización —^prosiguió— de u n A lzam iento como
el que se proyec'ta, y las condiciones en que se va a re alizar,
debe u sted saber que tiene u n m ínim um de posibilidades de
éxito y u n m áxim um d e pro b ab ilid ad es d e fracaso . L os d is­
tin to s papeles a re p resen ta r d e n tro de la o b ra son d if íc il^ ,
fran cam en te peligrosos. E s necesario a d v e rtirlo a n te s de
a c e p ta r. N ecesito a m i la d o u n a colaboración capaz de res­
p o n d er a to d a clase de servicios que p u ed a n p resen tarse y
que desde luego h o y n o puedo d eterm in a r. Esta^ pequeña
exposición es el p rin c ip a l m otivo de esta en tre v ista , p a ra
que usted, u n a vez conocida, piense, exam ine y decida.
L a m ira d a del G en eral M ola co n tin u ab a investigán­
dom e.
__M i G en eral, estoy a su disposición en todo lo que
p u ed a servirle, si es que en esta acción vam os a u n a lucha
p a r a defender com o cristian o s y españoles n u e ítra civili­
zación.
__V am os c o n tra u n enem igo que no es español y que ya
está in cru stad o e n la m ay o r p a rte de los organism os v ita­
les de n u e stra P a tria . -
__¿N o existe o tra clase de ídolos o de banderines r
—N inguno.
__E stoy a su disposición.
E l G en eral M ola m e h a acom pañado h asta la p u e rta de
su despacho, pero a n tes de llegar a ella se h a p arad o , d i­
c ie n d o : , », I
__R uego a usted m e com prenda. ((No nos hem os cono­
cido.»
— M i G en eral, doy a usted m i p a la b ra de honor.
—N uestro contacto p o r ah o ra se h a r á p o r m edio d e l Ga-
p itá n L a stra . E l le in fo rm ará sobre to(ía clase d e servicios.
V éalo esta m ism a ta rd e y nu n ca olvide que «esto» es sum a­
m ente peligroso. n
A l despedirnos, m i m ano sufrió fu erte presión. Gorres-
pondí.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 66

E l C ap itán L a s tra s o n re ía :
— ¿ Q u é te h a parecW o el G en eral?
—N o conozco a ningún G en eral.
__M uy bien. M añana a las ((diez en punto» estarás con
el coche a l final de la cuesta d e la C om andancia. P on ga­
so lin a com o p a ra unos doscientos kilóm etros. ¿ T e interesa
sab er dónde v a s? ...
__E n absoluto. P u ed e ser q u e... no supieras contestarm e.
— V oy a ser franco. H a s acertado.
__P u es yo m añ an a lo sabré, au n q u e es posible que a la
vu elta ((no m e sea posible» recordar.

De todo lo sucedido en el d ía d e hoy, u n a sola id ea tengo


g r a b a d a : la de u n a gran responsabili(iad. E l G eneral Mola
v a a e sta r en m is m anos. D ios q u ie ra que sepa y pu ed a
serv irle. D esde luego, a su confianza juro que sabré corres­
po n d er. Pocos m inutos h an bastad o p a ra conocer que es un
H O M B R E . T engo interés, ex tra o rd in ario interés, p o r el
v iaje d e m añ an a. ¿ Q u ié n es el G en eral M o la? E s u n hom ­
bre m uy alto , m uy serio. D ebe ser m uy valiente, porque
(.esto es sum am ente peligroso».

De mi Diario (26 M arzo-5 Abril)

ACABO DE REPASAR

estas diez fechas, con los co m en tario s consiguientes que han


d ad o lu g ar los hechos producidos.
C reo que m e he extendido dem asiado en consideraciones
d e todo género. E l G en eral m e dijo, que «los hechos es­
cuetos la s fechas exactas y los nom bres sm adjetivos». INa-

Ayuntamiento de Madrid
56 B. F É L I X M A I Z

da. de «pinitos» lite rario s. P o r ah o ra, m i labor se reduce a


obedecer. D espués de esto, en lo que se refiere a l contacto
con M o la: O ír, ver y ca lla r. S obre todo ca lla r. N adie, ex­
cepto el C ap itán L a stra sabe de este contacto. Soy la única
p erso na civil que h a b la con él, en este ¡(negocio».
A u n a p re g u n ta suya, he contestado que son 20 las D e­
cu ria s d isp u estas p a ra u n a intervención necesaria dentro
del casco d e P am plona. E l Jefe de los R equetes, a quien
he co nsultado el caso, no sabe el p o r qué, n i d e p a rte de
quién se le hace la p re g u n ta . T re s grupos m ás —300 hom ­
bres— , e sta ría n dispuestos a la hora d e producirse la ne­
cesid ad de su actuación. L as D ecurias d e extram uros, dos
horas después. T odo ello perfectam ente organizado. El
contadlo con los Jefes com arcales d e la P ro v in cia es conti-,
nuo. Y el «retén», con base en el C írculo, según lo acon­
sejan las circunstancias, es perm anente d ía y noche.

Con fecha d e ay er, 4 d e a b ril, «M undo O brero» d e M a­


d rid , h a d ad o u n a señal d e alarm a, h ab lan d o d e l m ovim iento
reaccio n ario e n la p rovincia de N a v arra . P id e la disolución
in m ed iata d e los «Requetés» y a l m ism o tiem po la de la
C om unión T ra d ic io n alista en toda E sp añ a . Conocem os el
funcionam iento de sus «células», «cuadros» y M andos, dice,
P u b lic a a l m ism o tiem po u n a fotografía, donde se ven unos
¡requetés» uniform ados, al la d o de unos falan g istas que
lievan a d a r tie rra el cu erp o d e u n com pañero suyo asesinado
en e l pu eb lo d e M endavia. E s el cadáver d e M artínez de
E sp ronceda, T erm in a d icien d o :
E s sin d isp u ta la organización m ilita r m ás se ria y p er­
fecta d isp u esta a a c tu a r co n tra la R ep ú b lica en cualquier
m om ento.
«M undo O brero» tiene razón, m uchísim a razón en su in­
q u ietu d . P ro n to esa inquietud se le c o n v e rtirá en pasm o.
N a v a rra h a m ontado su g u ard ia , a lo largo de c u a tro años
en vela. S u organización es form idable. M iles de hom bres
esp eran u n a O rd en . E sp eran con an sia, la H o ra de la R e­
belión. ¡ C om pañías y C ap itan es n ecesitan u n hom bre que
se p o n g a a su c a b e z a ! L o tendrán.

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A

De ,mi Diario (Abril)

EL GENERAL MOLA, DESDE


su llegada a P am plona, lleva una v ida com pletam ente re ti­
ra d a. P u d iéram os d ecir que la m ay o r p a rte de la población,
no se h a en te ra d o d e su presencia. A com pañado de su a y u ­
d a n te F ern án d ez C ordón, am bos de paisano, cru zan escasas
veces las ca lle s d e la ciudad. N o cum ple ni ad m ite m ás
v isitas que la s p u ra m e n te oficiales. D e vez en cuando, en
m edio de a lg u n a te rtu lia p o lítica, se oye esta p re g u n ta :
— ¿ T ú conoces a l G en eral M o la?...
D e n tro de las conversaciones de ese estilo, es tam bién
m u y frecu ente o ír: P ero señor... ¿ a qué espera el E jérc ito ?

M ola, desde que vino a P am plona tra b a ja intensam ente


en su despacho. Sobre su m esa ac ab a de coser varios pliegos
d e p ap el que h a term inado de escribir. D espués, a l final
d e l ú ltim o pliego añ ad e. A B R IL 1936.—E l D irector. Esto
se puede p o n er y a en lim pio — dice :

IN ST R U C C IO N R E S E R V A D A N .” I
L as circu n tan cias gravísim as p o r que atra v iesa la N a­
ción, debido a u n P acto electoral que h a tenido com o con­
secuencia in m ed iata que el G obierno sea hecho prisionero
de la s organizaciones revolucionarias, lleva fata lm e n te a
E sp añ a a u n a situación caótica, que no existe otro m edio
d e ev itar m as que m ediante la acción violenta.
P a ra ello, los elem entos am an te s de la P a tria tienen
forzosam ente que organizarse p a ra la rebeldía, con el ob­
jeto d e co n q u istar el P o d er e im poner desde él el O rden,
la P az y la Ju stic ia.
E sta organización em inentem ente ofensiva, se h a de

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58 8. F É L I X U A Í K

e fectu ar E N C U A N T O S E A P O S IB L E , con arreg lo a las


sig u ientes B A S E S :
B ase I — La conquista del P o d er h a d e efectuarse ap ro ­
vechando el p rim e r m om ento favorable, y a ella h an de
c o n trib u ir las F uerzas A rm ad as conjuntam ente con las
ap o rtaciones que en hom bres y elem entos d e todas clases
faciliten los grupos políticos, sociedades e individuos a is ­
lados que no pertenezcan a p artid o s, sectas y sindicatos que
reciben inspiraciones del ex tra n jero . (Socialistas, m asones,
an a rq u ista s, com unistas ,etc., etc.)
Base 2.^— P a ra la ejecución del plan, a c tu a rá n indepen­
dientem ente, au n q u e relacio n ad as en la fo rm a que m as
a b a jo se indica, dos o rg a n iz acio n e s: L a civil y la m ilitar.
L a p rim e ra te n d rá c a rád ter p ro v in c ia l; la segunda, el te ­
rrito ria l de las D ivisiones orgánicas.
Base 3.‘—D e n tro d e cad a provincia, el C om ité provin­
cial d e p rim e r orden, com puesto p o r u n núm ero d e miem-
Bros variab le, elegidos e n tre los elem entos d e orden, m ili­
cia s afectas a la cau sa y personas re p resen ta tiv a s d e las
fuerzas o entidades económ icas, de com posición lo m as re ­
d u cid a posible.
A estos C om ités c o m p e te :
a ) D esignar el C om ité suplente, o rganizar los d e se­
gundo orden (p artid o s judiciales) y d ic ta r las norm as por
que se h an de re g ir éstos, y los de terc er orden (A yunta­
m ientos) , que a su vez serán elegidos p o r los d e segundo
orden.
b) N om brar p residente, sec retario y agente d e enlace
con los C om ités M ilitares d e G u arn ició n o T e rrito ria le s, se­
g ú n que la p rovincia n o sea, o sea cab ecera de división o r­
gán ica. . . . ., •
c) T e n e r designados los individuos con in stru cció n m i­
lita r, pertenecientes o n o a las m ilicias co n trarrevoluciona­
ria s , que les p id an los C om ités m ilitares p o r conducto de
los agentes d e enlace, p a r a refo rzar los C uerpos arm ados en
el m om ento d e la m ovilización, en inteligencia de que dichos
in d ividuos h a n d e e sta r dispuestos a la lu ch a y a m o rir p o r
n u estra S an ta C ausa.
d) T e n e r designado el personal técnico y obrero que

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a l z \ m i í : n t o en e s p a n a

en m om ento o p o rtu n o h a de encargarse de los servicios m u­


nicipales, C orreos, T elégrafos y Teléfonos, E staciones de
R adio, A g u a, L uz, E lectricid ad , P anificación y dem ás p ara
la v id a re g u la r de toda p o b la c ió n ; en inteligencia d e que en
p rim e r térm ino h a b rá n d e ser em pleados los funcionarios
u obreros que p re ste n servicios en ellos y que se sepa con
toda seg u rid ad que h an de ser en tu siastas colaboradores.
e) T en er p re p a ra d o el p erso n al a u x ilia r de la Policía
g u b ern ativ a en donde convenga in crem en tar las plantillas,
o su stitu ir to tal o p arcialm ente los funcionarios de la esca­
la técnica.
f) T e n e r p re p a ra d a s las personas que h an d e hacerse
carg o del A yuntam iento de la ca p ita l y a p ro b a r los nom bres
que p ro p ongan p a r a los de los pueblos los C om ités de se­
g u ndo y 'tercer orden.
g) H a cer ráp id am en te las estadísticas de vehículos de
tracción m ecánica y de sangre, y te n e r designados los que
h an d e incorporarse a las un id ad es arm a d as a p etició n de
los C om ités M ilitares, desde luego con sus conductores.
h) O rd e n a r la d efen sa co n tra las alteraciones de orden
p ú b lico en las poblaciones donde no h ay a fuerzas arm ad as.
P o d rá n delegar esta defensa en los pueblos en los Com ités
de segundo y terc er orden.
i) T en er d esig n ad a, de acu erd o con el Jefe del Com ité
M ilita r territo ria l la p ersona que a l pro d u cirse el M ovim ien­
to h a d e en carg arse del G obierno C ivil de la provincia. Sien­
d o p osible, es p referib le que de d icho G obierno se encargue
el Jefe m ás ca rac te rizad o d e la G u a rd ia C ivil. S i n o es p e r­
sona de c a rác te r, es p re ferib le u n a p ersona civil.
j) P re sta r cuantos au x ilio s les p id an las A u to rid ad es
m ilitares u n a vez pro d u cid o el M ovim iento, especialm ente
todo lo referen te a l abastecim iento de tro p as y ganado.
k) F a c ilita r los recursos que sean necesarios, ta n to a n ­
tes com o después del M ovim iento. E stos siem pre h a b rá n de
e sta r p erfectam ente justificados y ser lo m ás lim itad o s p o ­
sible, porque la esplendidez conduce a l abuso.

L as B ases restan tes que com pletan esta Instrucción^ se


refieren p rin cip alm en te a la organización de los Com ités

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60 B. F É L I X M A I Z

M ilitares y su form a d e co n tacto con los C om ités civiles.


H ag o c o n star hoy las que anteceden p o r ser las correspon­
d ien tes a la organización civil y las m ás urgentes. C reo que
con ellas se p u ed e contestar a e sa p re g u n ta q u e d i c e :
«P E R O , SElÑfOR... c A Q U E E S F E R A E L E JE R C IT O ?..

L a base 8.“^ d i c e : L a organización h a de llevarse a cabo


en el plazo m áxim o de veinte días, porque las circu n stan cias
así lo exigen.
P ro n to lleg ará esto a conocim iento d e personas que p u e­
den y deben en carg arse de d ic h a organización. A h o ra somos
nosotros los que aguardam os su re sp u esta a esta p r e g u n ta :
(■cQUE H A C E N U S lE D E S ? ... ¿ A Q U E E S P E R A N ? ...

De mi Diario

N O HE VUELTO VER
a l G en eral M ola después del viaje efectuado al d ía siguien­
te d e h ab e rle conocido. E l viaje lo hicim os sin n in g u n a nove­
d ad . Y o estab a u n ta n to nervioso. Llegam os aT lu g a r d e la
cita, situ ad o m uy cerca de la fro n tera, donde y a ag u a rd ab a
o tro coche con la persona que h ab ía d e conversar, persona
p a ra m í desconocida. S obre ella no m e dió el G en eral nin­
g u n a re fe re n c ia ; ni yo in ten té saber n ad a . D u ra n te el reco-
rrid o hablam os m uy poco. De vez en c u a n d o el G en eral me
h ac ía p re g u n ta s, la m ay o r p a rte de ellas con c a rá c te r infor­
m ativ o, sobre el am biente de N a v arra con relación a la situ a­
ció n p o lítica . N oté que le ag rad ab a n las contestaciones co r­
ta s y- cla ra s. Me in te rru m p ía si yo tra ta b a d e d e riv a r la
conversación h ac ia o tro s térm inos d e los expuestos p o r el.

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 61

E l G eneral M ola es m inucioso en d etalles cuando le es


in teresan te la seguridad que tra ta de obtener p o r m edio de
ellos. P ero si no le in tere sa la sugerencia hecha, sabe poner
p u n to final m uy h ábilm ente. D a m uy pocas explicacionen,
p ero es v erd ad que tam poco p ide m uchas. P o r hoy n o puedo
d ecir m ás del G eneral, sino que explica con clarid ad , p o r­
que d isc u rre ro n ingenio. H e quedado persu ad id o de esto
a l o ír u n a explicación de cierto suceso p asa d o que p a ra m í
co n stitu ía u n enigm a.
E l C a p itá n L a stra m e h a p reg u n tad o si he vuelto a estar
con M ola. L e he contestado que no. c H e m en tid o ? L e he
visto v aria s veces, p ero ...
A y er estuve con el G eneral, que me d ijo : «Com prendo
la im paciencia del grupo d e O ficiales que co n sp iran en Pam­
p lo n a. N o h a llee-ado el m om ento del contacto con ellosv.
H a sta que se realice, nadie, absolutam ente nadie, debe saber
de estos prim eros pasos que estam os dando.»
— C om prendido, m i G eneral.

E l G e n eral h a ten id o u n a confidencia d e la D irección


G en eral de S eguridad. A su p aso ñ o r M adrid daió m ontada
u n a b u en a base d e inform ación. T iene d en tro de la D irec­
ción m u y buenos am igos. E l m ercante ru so «Heba» Ha atre-
cado e n los m uelles de Sevilla, p ro c e d e rte de O desa. H a
carg ad o corcho. P e ro h a desem barcado arm as y m u n k io n es.
T am bién dejó en tie rra u n a b rig a d ü la de agentes soviéticos.
P erten ecen a la sección de p ro p a g an d a del K om intern (V.
O . K.. S .L H a n salido p a ra M adrid y B arcelona.

O tra inform ación aseg u ra que la destitu ció n del P re s’.-


d ente de la R ep ú b lica, señor A lca lá Z am o ra, está y a acor­
d ad a p o r los com ponentes del nuevo P acto revolucionario,
cL o sab rá el P resid en te?

H oy m e toca escrib ir los com entarios que saltan a la


v ista contem plando la situación que ofrece n u estra P a tria ,
Son las h o ras de descom posición que anteceden al caos.
Caos m oral y m a te ria l im posible d e detener con procedi­
m ien to s que se a ju sta n a la form a dem ocrática que h a m:..

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62 B. F É L I X M A ! z

p u esto el F ren te P o p u lar. E n E sp añ a se h an puesto en p rá c ­


tica la serie de norm as que fijan los «Protocolos» en su acta
P rim era :
«El p opulacho es b á rb a ro y lo d em u estra en todas las
ocasiones. E n cuanto el pu eb lo cree que h a conquistado
la lib ertad , se d a p ris a p a r a c o n v e rtirla en an a rq u ía,
que es la representación m ás perfecta d e la b arb arie.
«N uestra d iv isa d eb e ser fuerza e hipocresía». Sólo la
fu erza es la que da la v icto ria, sobre todo cu an d o se
o cu lta con talen to p o r los hom bres que ao biernan u n
E stado. L a violencia debe ser u n principio. E l engaño
y la hipocresía, u n a reg la p a ra los gobiernos que no
qu ieren en tre g ar su corona a los pies de los agentes de
u n nuevo P o d er. N o nos detengam os si es necesario a n ­
te la corrupción, com pra d e conciencias, la im postura
y la traició n , p u e s con ellas servim os a n u estra causa».
¿ P a r a qué a n o ta r entoncea tan to s y tantos tiroteos, asal­
tos, robos, incautaciones, asesinatos, hrielgas, escarnios y
sacrileg io s? ¿N o es el oro de Sión el que h a com prado y si­
gue co m prando conciencias? ¿N o es el que p a g a la im pos­
tu ra V la tra ic ió n ? B rilla tan to , que sus rá fag a s m atan la
sen sibilidad d e u n sentido. Es im posible p a r a u n ciego d is­
tin g u ir la s b an d e ras que llevan los escudos del honor y d e la
vergüenza. ¿ F u e rz a e h ip o cre sía ? A latigazo lim pio cru za­
rem os lo s ro stro s de esos villanos. L es ap a rtare m o s d e nues­
tro cam ino.

14 d e A bril

BOMBAS. PETARDOS, TIROS...


M úsica m uy ap ro p ia d a p a ra acom pañar al H im no In te rn a ­
cio n al de la revolución p ro le ta ria la d ia n a con que se h a
festejado en E sp añ a la m añ an a del an iv ersario de la R ep ú ­
b lica. G a llard etes con b an d e ras rojas ad o rn ab an las vías

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 63

p o r don>^e h a b ía de desfilar un E jército sin ansias de b ri­


llantez. T ra c a s cerca de las tribu*'as p residenciales h an des­
a rtic u la d o las form aciones, en M adrid. M ueras a E sp añ a y
V ivas al E jército R ojo se h an m ezclado con estam pidos se­
cos d e p isto la que h an dejado hom bres en tie rra . Con los
puños en alto, llam aban cobarde a la G u a rd ia C ivil. U n
O ficial del C uerpo, el A lférez Reyes, otÍIó que la G u a rd ia
C ivil no e ra cobarde. N o p u d o te rm in a r su «viva a E spañan.
L o m acaron. C erca de la trib u n a donde el P resid en te de la
R ep ú b lica E sp añ o la p resid ía la fiesta, se inició u n a b a ta lla
cam pal. E ra ensordecedor el priterío de la U . K . P . Desfi­
laro n m iles de hom bres y m ujeres debajo de carteles y tra ­
pos roios. E nseñaban a la presid en cia re tra to s de L enín,
de S talin , d e D im itroff. U no m uy grande, de L arg o C aba­
llero. N inguno de A zañ a n i de M artínez B arrio. P e ro no
e ra L arg o C aballero. D e c ía ; nEl L enín E spañol». P edían
Ju stic ia . L a en tre g a del P o d er al Pueblo.

H e v u elto a ver al G eneral M ola. H a ten id o inform ación


sobre el d ía 14, de las G u arniciones de B arcelona, Z arag o ­
za, V alen cia, O viedo y P a lm a d e M allorca. A cusan nervio­
sism o y p id en instrucciones. L a de P a lm a de M allorca es
la m ás d e ta lla d a ; dice que el G eneral G oded, que se encon­
tra b a al fren te d e su E stad o M ayor p a r a p re sid ir el desfile,
tem ió, p o r las provocaciones que se ad v ertían , la inm inencia
de u n tu m ulto. C ondujo su caballo al fren te d e la trib u n a
donde se en co n trab a el G obernador Civil, a quien d ijo : «Voy
a d a r la orden p a ra que em piece el desfile de la tro p a. No
q u isiera lam en tar el ten er que to m ar u n a enérgica decisión
p a ra c o rta r en el acto cu alq u ier clase d e pertu rb ació n » . E l
com entario de la inform ación de Z arag o za acu sa tam bién
m u ch a tensión después de las provocaciones, que term in aro n
en sablazos. O ficiales de B arcelona h an ju rad o no volver a
desfilar si no se les concede el derecho de defensa.

E n la m ad ru g a d a de! d ía 15 fué o rd en ad a la h u elg a p a ra


to d a E sp añ a. L a m ayoría de las cap itales h an obedecido la
orden. S in em bargo, com o los M andos d e la revolución no
están to d av ía unificados, se advierte la d iscrepancia en

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(i4 B. F É L I X M A l Z

«contraórdenes» p a r a suspender el paro. P rogresa, no cabe


d u d a , la av alan ch a revolucionaria. Y es h o ra de que nues­
tra ac tiv id ad se convierta en a u té n tic a 'a c tu a c ió n , poniendo
en juego las disposiciones teóricas del p la n acordado. A sí
lo h a d ad o a entender M ola al d ecir que h a concretado los
p u n to s fu ndam entales que h a n d e serv ir de base p a r a el
a rra n q u e del A lzam iento.

H oy he sido yo el que h a p reguntado al L a s tra :


— D ím e, G e ra rd o : ¿ h a s visto a l G eneral M ola?
— P recisam ente esta m a f a ’^a. H em os ten id o u n a pequeña
m aniobra.
—B ien, pero, y a m e entiendes. ¿ H a s h ab lad o con él a l­
guno de estos d ía s?
—N o he tenido ese honor.
—L u eg o ... ¿sig u e el m isterio ?
—P a ra m í continúa. ¿ T ú sabes algo?
—Y o... N O P U E D O S A B E R N A D A .
E l C ap itán L a s tra m e h a m irad o fijam ente, a l m ism o
tiem po que se sonreía.
—T e voy a p re g u n ta r de nuevo, G e ra rd o : ¿Q u é dicen
tu s com pañeros ?
— ¡ Q ué q u ieres que d i g a n ! Q u e en esta situación no p o ­
dem os co n tin u ar. S altarem o s cu a lq u ie r d ía , v en g a lo que
venga. T e advierto que en esta m ism a tensión están en L o­
groño, y n o te digo n a d a en Z arag o za. L ee esta c a rta de
B urgos. ¿V es cómo su b ra y an ... Q U E D IC E , Q U E H A C E
M O L A ? E s la m ism a p re g u n ta que hacem os todos. Y M ola
no d ice m ás que de la b rig ad a p o r aquí, de la b rig ad a por
a llá ... d e los cu a rteles... del m a te ria l... de los destinos... de
las m an io b ras... de lista s... de estad ísticas...
- ¿ Y de lo O T R O ?
—N ada.
— ¿ Sabes si h a b la con alg ú n jefe ?
—C reo que con el C oronel G arcía Escám ez.
—Y Escám ez, ¿dice algo?
—N ada.
__P u es creo, G erardo, que h a llegado la h o ra de D E C IR
y de H A C E R .

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 66

—Y ráp id am en te. H em os em barcado ya m ucha gente y


el b arco está p arad o . B ureos, E stella y Logroño ap rie tan
m ucho estos d ías. Con V ica rio y Moscoso he quedado de
acu erd o p a ra sostener una en trev ista con delegados de esas
gu arn iciones. D onde y cu á n d o ..., todavía no está fijado. P e­
ro es im prescindible que la reunión sea u n hecho.
— ('Y d esp u é s?...
— D espués... h a b la r claro. E n español p a ra q u e se e n ­
tien d a bien.
— B ravo. G erardo. C reo que h a llegado la hora d e esta­
blecer contacto con el G enera!.
M agnifico el provecto de »*stos C apitanes. M agnífico ta m ­
bién su respeto al G enera! M ola. P uedo afirm ar que está
p róxim o e! d ía en que estos hom brea conviertan en re a li­
d ad la® disnnsiciones teóricas pro y ectad as p o r ese otro
H O M B R E . E l. y a sabe com o piensan. P ero sabe tam bién
ca lc u lar exactam ente la hora en que debe hacerse e! con­
tacto , p a ra no desp erd iciar la energía.
P o r su serenidad an te el p elig ro no h an aleja d o a! G ene­
ral M ola de N a v arra . H a estad o a p u n to d e que la cobardía,
o pensem os tam bién en la traició n , en uno de los Jefes que
en p rin cip io se com prom etió en M adrid a fo rm ar p a rte del
C onsejo que h a b ía d e encauzar la conspiración c o n tra la
posible in stau ració n del régim en soviético en E sp añ a, h ay a
hecho fra c a sa r la dirección del M ovim iento. G ra cias a la
p ersuasión altam en te reflexiva del G eneral, h a vencido la
b alan za en n u estro favor. P o r ah o ra nos ofrece c ierta segu­
rid a d su estan cia en N av arra.

FURIA
revo lu cio naria p re p a ra u n a ofensiva co n tra el G obierno.
f'Q u é h ace Bela-fCum en B arcelona?
D ice L arg o C a b a lle ro :
«Esto es u n a c a ric a tu ra del G obierno que habíam os

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F É L I X m a í z

soña<^o. E l P acto es el p acto . Q ue se cum pla o que nos


dejen paso.»
V eam os u n as consignas del C om ité N acional revolucio­
n ario :
«P eforzar los eru p o s de choque y v íeilan cia en los
cu arteles, dotando di« p isto las-am etrallad o ras a los au e
aun no las tengan. H an de considerarse m odificados los
grunos de ataque y desoeie de los G enerales d e cu alq u ier
m atiz con m ando o sin m ando. Jefes d e C uerpo v Co­
roneles, con m ando o sin m ando, tam bién de cualquier
m atiz. I os erupos de abarme a los p rim eros, esta rá n
constiP iH os p o r diea b o'^hres. dos p o r lo m enos p ro ­
vistos de p istolas-am etralladoras.
Se ad v ierte que estos G enerales tienen dos A y u d an ­
tes. V p o r lo tan to b a de p reo cu p arse que el ataq u e sea
iniciado d en tro del dom icilio de c a d a uno.
L a elim inación la llevarán a cabo los tres hom bres
del cTUPo au e sean los m ás decididos, y a fectará sola­
m ente al G eneral, pero sin re p a ra r an te el m enor obs­
tácu lo en ac tu a r sobre cu a n ta s personas se opongan,
cu a la u iera que sea su edad o sexo.
E l resto del g ru p o a ta c a n te a c tu a rá según aconsejen
la s circu n stan cias, y siem pre o b ra n d o con los A y u d an ­
tes conform e a los d ato s que se tengan d e c a d a uno.
In iciad a la rebelión, grupos d e m ilicianos m arx istas
con uniform es de la G u a rd ia C ivil y d e A salto d eten ­
d rá n a todos los jefe s de los P a rtid o s an tim arx istas,
con el p re te x to de su defensa p erso n al. P ero con ellos
Habrá d e obrarse con arreg lo a la s instrucciones d ad a s
p a ra el tra to de G enerales sin m ando.
Igualm ente, grupos uniform ados y con el p retex to de
protección, p ro cederán a detener a los grandes ca p ita lis­
tas que figuren en el a p a rta d o B) de la c irc u la r n ú ­
m ero 32.»
P o d ría tra n sc rib ir el A p a rta d o B) y to d a la c irc u la r n ú ­
m ero 32. T am bién la 15, la 7, la 13... M uchas circu lares, con­
signas y m ás consignas, p ero ¿ p a ra q u é? T odas son leccio­
nes p a r a a sa lta r, p a r a ro b a r, p a r a quem ar, p a r a m a ta r. To-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 87

d a s acusan fa lta d e valor, aconsejando el em pleo de m edios


rastrero s p a r a el logro de sus fines.
C ircu lan y a p o r E sp añ a equipos com pletos de «tipos»
inyectados con el m orbo de la ra b ia , dispuestos a c la v a r sus
sucios colm illos en carn e cristian a . Son los inyectados por
el odio etern o del K abal h ac ia la C ruz. P e ro llevam os como
guión la señal del triu n fo . V encerem os.

EL GENERAL HA LOGRADO
su deseo. T ien e en su noder la docum entación com pleta,
ccn los individuos que form an el conjunto de m andos de la
revolución roía. F ig u ra n en ella todos los P artid o s, con sus
bloques, com isiones ejecutivas, células m ilitares, células ci­
viles. com ités de enlace, prunos de acción, m iem bros de con­
gresos, J u n ta suprem a del P acto . V ov a concretar, porque
r.o dispongo de tiem po p a ra co p iar las cu a tro pág in as de
la inform ación. Son ciento nueve hom bres y cinco m ujeres,
con sus nom bres v ap ell'd n s, los oue com nonen las lista s de
ese co n iu nto. N o h e podido leer el nom bre de D im itro ff; v
n o será p o r n o h ab e r m irad o in m ediatam ente encim a del
de L arg o C aballero, eme es donde debe e sta r situ ad o . T am ­
poco he d ad o con el d e Y agoda el ju d ío . P ero desde luego
podem os ase g u rar que Y agoda tiene m ando en E sp añ a.
puede a te stig u a r el ra stro que d ejan los esbirros que com ­
ponen su re d d e espionaje. H a n p asa d o ya p o r B arcelona.
A lican te, M adrid y C euta. T enem os sobre ello noticias m uy
detallad as.

E n el conclave que hem os tenido esta noche, er> m edio


¿t las im paciencias y sinsabores que trae consigo la nervio­
sid ad d e q u erer hacer y no poder, de b u sca r y n o encon­
tra r, hem os d isfru tad o un buen rato. Y b a sido con los co­
m en tario s al viaje del G eneral Góm ez C am inero, d ías p a­
sados.
E ste G eneral es Inspector del E jército y tam bién H er-

Ayuntamiento de Madrid
68 G. F É L I X m a í z

m an o M asón. L legó a P am plona en servicio de inspección.


E l G eneral M ola p uso en conocim iento de los lefes d e la
G u arn ició n el día y h o ra de la v isita. Y a los O ficiales del
R egim iento de A m érica se les o cu rrió que ta l vez sería del
a g rad o del Inspector el v er colocado sobre la gran a rm a ­
d u ra g u errera que ellos h an b a u tiz a d o con el nom bre de
S ancho el F u e rte ... u n m andil m asónico.
Y lo colocaron. ¿S e fijó en él G óm ez C am in ero ? ¿ O es­
tab a absorto coniDoniendo el gran dísr»irso q u “ lu eeo soltó
en la S ala de B an d eras? P o rq u e en la S ala de B anderas
dijo, h a r ie rd o referencia a u n a p ro te sta cu rsad a p o r la
g u arnición de P am o lo n a y p o r cond*’cto reg lam en tario , con
m otivo de un incidente surgid© en M adrid a l ser abofetea­
do u n jefe m ilita r que p re sta b a servicio en p le n a calle de
A lc a lá :
«No existen m otivos n i razones suficientes p a r a la
p ro testa cu rsad a, y a que u n Jefe o u n O ficial cualq u ie­
ra en la calle n© re p resen ta a n ad ie, au n q u e v ay a de
uniform e. A l E lército lo re n resen ta el M inistro de la
G u e rra v en cad a R egión el G en eral d e D ivisión.»
E l G eneral Inspector se quedó ta n orondo al term in ar
t i d iscu rso fN o se fi’ó en la s ca ras d e asom bro de aauellos
Jefes V O ficiales? cN i oyó el ru id o de algunos sables que
golpeaban el su elo ? r'N i vió los seis ejem plares d e la obra
d e M auricio K arl «El Enem igo», que en la sa la d e C lases
d el R egim iento p uso aquella m ism a m añ an a el C apitán
L a s tra ?
P a r a term in ar, dicen los O ficiales que en lo ú nico que
creen, au n q u e n o pueden asegurarlo, que se fijó G óm ez C a­
m in ero fué en que el G en eral M ola se en co n trab a d istraíd o
cuando el Inspector le a la rg a b a la m an o p a ra despedirse.
M ola saludó m ilitarm en te, y dió p aso a l G en eral Góm ez
C am inero, que n o insistió ya en el saludo.
E ste G enera! es u n o d e los com ponentes del cock-tail polí­
tico -m ilitar elab o rad o p o r los b arm a n s del P o litb u ró de M os­
cú. D esde luego, b re b aje venenoso.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A U I B N I O E N E S P A Ñ A d»

U e m í D iario (20 d e A bril)

AYER POR LA NOCHE


se d io el p aso definitivo y con él quedó establecido el con­
tacto ta n d e se a d o ; en la h ab itació n que el C ap itán C arlos
M oscoso o cu p a en el edificio de P abellones M ilitares, tuvo
lu g ar la en tre v ista d e los O ficiales que re p resen tan a los
conjurados de las guarniciones de L ogroño, B urgos y P am ­
plona. R ep re sen tab an los reunidos a o tro s com pañeros tam ­
bién com prom etidos en la conspiración. L legaron de B urgos
los C ap itanes P o rto y F e rn á n d e z ; de L ogroño, los C ap ita­
nes B ellod y C hacón. P o r la G u arn ició n d e P am p lo n a asis­
tían los C ap itan es V icario , L a s tra (G erardo) y Moscoso.
L a exposición c la ra y concisa del p u n to a que h ab ían
[legado sus trab ajo s, p uso al descubierto la necesidad de
a ta c a r de fren te u n a cuestión. E ra u rg en te despejar u n a
incógnita :E1 M ando. H a b ía llegado el m om ento preciso
de que u n a cabeza d ire c to ra asiuniese la responsabilidad
d e la O rganización.
E l «nombre» b u llía p o r to d a s las im aginaciones. N o a d ­
m itía d iscu sió n : G eneral M ola.
— ¿ D e acuerdo?
—D e acuerdo.
S o n aba el teléfono del A y u d a n te del G en eral, C om an­
d an te F ern án d ez C ordón. U n C ap itán le ro g ab a se personase
en el dom icilio del C ap itán Moscoso. D iez m in u to s m ás ta r­
de, F ern án d ez C ordón recib ía el saludo de los reunidos en
la c ita d a casa.
«Mi C om andante» estam os reunidos porque querem os
salv ar a E sp añ a. D eseam os exponer nuestro P royecto y
m an ife sta r la firm e decisión de la O ficialidad d e d istin ­
ta s G uarniciones a quienes representam os d e que dicho
pro yecto llegue a conocim iento del G en eral M ola. De
n u estro G eneral esperam os su consejo y sus órdenes.
E l C om andante F ernández C ordón escuchó. Se hizo c a r­
go del deseo de aquellos hom bres y p a rtió hacia el G obierno
M ilitar, p a ra h a c e r su exposición al G eneral Mola.

Ayuntamiento de Madrid
TC 8. F É L I X U A Í Z

T re in ta m inutos m ás tard e, se h allab a de nuevo el Co­


m an d an te en com pañía de los O fic ia le s:
El General Mola no solamente aprueba su decisión
sino que aplaude el proyecto. Es un honor para él la
confianza que todos ustedes depositan en su persona.
Hace tiempo que el General Mola emprendió el mismo
camino por el que ustedes van, y aunque el anónimo
encubra sus trabajos y sea desconocida su actuación,
sepan que hace meses labora con toda actividad. Debo
adelantarles, en su nombre, que desde hoy tendrán su
consejo y su dirección, pero su nombre no debe ser
mencionado por nadie. Asi lo espera de su honor el
General Mola. Buenas noches, señores.
A sus órdenes, m i C om andante.

A las doce m enos c u a rto de la noche, el C ap itán V icario


aco m pañaba al A y u d a n te del G en eral. N adie m ejor q u e los
reunidos p o d ría ex p lica r m ejor su aleg ría. Q u e ría n salv ar
a E sp añ a , y p a ra el cam ino d iííc il, p o r lo áspero y p e li­
groso e n su recorrido, d u ra n te el c u a l h ab ían d e poner cons­
tan tem ente en ju eg o sus vidas, co n tab an desde aq u ella hora
con u n g ra n ca p itá n , g uía seguro, que n o tem ía en fren tarse
con la s potentes fu erzas con que el enem igo tra ta b a d e es­
tab lecer el cerco. H o ra m em orable la ú ltim a de a q u e lla no­
che del 19 de A b ril p a r a aquellos au tén tico s ca p ita n es del
E jército E spañol. A sim ism o p a r a el G en eral M ola, q u e ob­
ten ía la seg u ra colaboración de u n buen p la n te l de O ficia­
les cuyo m ando p odía enorgullecerle.

D e m i D ia rio (25 d e A bril)

LA EtAPRESA ESTA EN MARCEIA


E l E jército E spañol in icia u n a a m p lia m an io b ra co n tra
un enem igo q u e a s a lta el suelo de la P a tria . V a u n a vez

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 71

ir.eu a la re c o n q u ista ; a d esa lo ja r a l in tru so con la p iu ita de


sus bayonetas. A escrib ir con su sangre nuevas gestas de
heroísm o en su L ib ro etern o del V alor.
D esm ontada p o r el G obierno la J u n ta d e G enerales que
en M ad rid se h ab ía en cargado de d irig ir la G uarnición, por
el conñnainiento en C an aria s del G eneral O rgaz, y e n el
C astillo de S an ta C atalin a en C ádiz del G en eral V arela, y
enferm o grave el G en eral R odríguez del B arrio , obligó a
u n cam bio de táctica en la organización. E l cam bio de rum ­
bo en la 'p re p a ra c ió n del M ovim iento es por a h o ra trab a jo
p erso n al de M ola. Traza las lín eas generales p o r donde ha
de d isc u rrir la tra m a y cu id a con especial aten ció n en p ri­
m er lu g ar el servicio d e Inform ación y E nlace, que h a de
tra b a ja r bnam ente, p ero con to d a pro fu n d id ad , tan to en
n u estro cam po com o en el Ccunpo rojo. L a re d q u e estable­
ce es p erfecta. C ree que p o d rá a m p lia rla al cam po in tern a­
cional si consigue establecer contacto con elem entos con
los cuales ya lo tuvo a su paso p o r la D irección G eneral
de S eg u rid ad . L e interesa toda clase d e conocim ientos sobre
problem as q u e puedan ro zar la cu estió n p o lítica española.
E n c u e n tra relativ am en te fá cil el proyecto de poder llegar
a o b ten er inform ación secreta en B erlín y R om a. A cu sa difi­
cu ltad sobre la seg u rid a d d e lo que sepa de P a rís. Consi­
d e ra necesaria la inform ación e x tra n je ra . P a ra el servicio
in terio r esp era a u m e n ta r la extensa colaboración que le
ro d ea y que p re sta ya eficazm ente sus servicios. T e n d rá con­
fidentes desde inspectores de coches-cam as h asta m ecánicos
de coches m in is te ria le s ; en p len as Corees y en los m ítines
de b a rrio , en ciertos cuadros telefónicos y en puestos de
fro n te ras. S a b rá d e las consignas ro jas p o r algunos ((pos­
tergados» d e la F . A . I. V iajes, conferencias, conversacio­
nes, propósitos, etc., n ecesitan control.
L a disposición m ilita r que h a de ser necesaria en el d ía
de la sublevación, tam b ién la p re p a ra con toda m inuciosi­
d ad en d e ta lle s ; y la serie d e ((instrucciones» y ((directivas»
que en su d ía h a rá llegar a m anos de personas interesadas.
S erá n tam b ién d e g ra n eficacia en orientación los «informes
reservados» que periódicam ente ((aclaren situaciones» a las
perso n as que sean responsables e n la dirección del Moví-

Ayuntamiento de Madrid
78 B. F É L l X M A i z

m iento. A p u n to de corrección tiene ya ia p rim era directriz,


que titu la ((Objetivo, M edios, Itinerarios».
E n la lista de personas civiles y m ilitares con las c u a ­
les necesita en tre v ista rse v a an o tan d o nom bres. A sim ism o
v a au m en tan d o o tra lista de conceptos, en la que se l e e :
V ías ferro v iarias. C arreteras, P lan o s y C roquis, D epósitos
de gasolina, C arbón, T ra n sp o rtes, R epuestos, R edes tele­
fónicas y telegráficas, E m isoras de rad io , A bastecim ientos.

Sobre u n m ap a com pleto de E sp añ a y sus islas, con el


P ro tecto rad o de A frica, tiene señ alad as las cabeceras de
D ivisión y D ep artam en to s m arítim o s sobre un conjunto de
círculos y ejes trazados. M uchas ca sillas en blanco. Sobre
o tras se ad v ierten núm eros y letras.
T odo esto m e su g iere la conclusión de que el G en eral es
u n a cabeza bien organizada, y, p o r lo tan to , capaz p a r a o r­
ganizar.

Si M ola está contento, creo que se debe a que tien e bue­


nas noticias. M entiría si dijese que no m e interesa el sab e r­
las, y au n q u e com prendo que no deben de e star a m i a l­
cance, hoy m e he atrev id o a d e c ir le :
—E l G en eral Q ueipo de L lan o estuvo el otro d ía en
P am plona.
-lic ito .
— ¿ T u v o usted el gusto de sa lu d a rle ?
—E fectivam ente, tuve ese gusto.
—Y ... ¿ h a b la ro n ?
—N atu ralm en te que hablam os.
H a sonreído ligeram ente, con ganas de llam arm e ((cu­
rioso». Se h a pro d u cid o u n pequeño silencio, que el G ene­
ra l h a co rtad o p a ra s e g u ir :
—C reo que está en m uy b u en a disposición. E so es todo.
N atu ralm en te a h í h a te rm in a d o el diálogo. P ero con
to d a n a tu ra lid a d he podido confirm ar la n o ticia que m e die­
ron el d ía 20. Me d ijero n q u e el G en eral Q ueipo se h ab ía
en trev istad o con el G eneral M ola y que Q ueipo h a b ía dicho
a M ola (Cuente usted conm igo como un soldado m ás. H a sta
pronto.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 73

—A n ote usted esas consignas—continuó el General-— :


« W = E x p e c ta liv a . 10-0 = A p u n to . 0 -0 = C ierre de P u erto s y
F ro n teras. l-l = E jecución de listas.» M uy interesarítes p a ra
n u estro control. Son las ú ltim a s que h a larg a d o el nuevo
C om ité... N o m e acuerdo de todas la s letras. P onga usted
% si q u iere «B árbaro». Y ordene papeles con la clave que le
d i : «Baselinótu».
— B uenas noches, m i G eneral.

D e m i D iario (30 d e A bril)

EN LAS TREIN TA Y TRES


oficinas del K om intern se en c u en tran las p alan c as d estin a­
d as a poner en m arc h a la R evolución m u n d ial. O rg an iza­
ción fo rm idable, d o ta d a su p erab u n d an tem en te d e to d a clase
de elem entos precisos p a r a la ejecución de su G ra n P royec­
to, q ue h a llegado en estos últim os añ o s a la p le n itu d de
su fu erza. S iglos d e co n stan cia en su tra b a jo , y u n a d eja­
ción casi ab so lu ta de acción en el cam po cristian o , h an dado
lu g ar a q u e sus posiciones se enfrenten, dando c a ra a las
ú ltim as e tap a s d e su ca rre ra .
E stam o s fren te a la E ta p a <rFin d e E uropa». Si la Revo­
lución R o ja triu n fa en E sp añ a , serán escasos los d ías que
E u ro p a viva su C ivilización.
E l fin d e E sp añ a puede significar el com ienzo de la des­
m oralización to tal europea, y las arm a s an ticom unistas que
p u d ieran en fren tarse hoy, en 1936, n o están suficientem ente
ab astecid as p a ra p o d er contener las avalan ch as que fo rm a­
ría n el cerco. B asta o je a r el m a p a del viejo continente,
«preocuparse u n poco» y ex a m in a r las personas que desde
ios p u estos de re sp o n sab ilid ad o rie n ta n con su poder o su
influjo h ac ia el cam ino anorm al, tortuoso, oscuro, p o r doiC^ VF
/•

Ayuntamiento de Madrid
74 B. rÉLIX UAiZ

Qe á ta c u rre la h u m an id ad . ¿ O es que se va a em brutecer el


m undo h asta el p u n to de no saber d isc u rrir?
T en g o a ia v ista u n a relación (no creo que sea com ple­
ta) d e am igos de la U nión S oviética e n E sp añ a.
cSorpresast* Sí. H a y m u ch as clases d e an tifaces.
C on pequeñas deducciones se puede d a r resp u esta a m u­
chas p re g u n ta s sobre actu acio n es v erdaderam ente inexpli­
cables y v er con toda cla rid a d a q u é obedece el em peño de
tales actuaciones. H oy ab u n d a n los hom bres d e dos c a ras.
Son los que establecen la confusión. E s u rg en te desp o jar­
los, com o sea, del d isfra z que m a ta a traic ió n p a r a no ver­
nos sorprendidos en el m om ento que in ten ten le v a n ta r el
brazo, i B uen p lan tel d e profesores tiene la escuela de los
A.migos de la U nión Soviética I
P ero n o son p ro fe so re s; son discípulos de la V . O . K.. S.
L a V . O . K.. S . es la ((Sociedad In tern acio n al C u ltu ral
d e R elaciones el E x tran jero » . S u c á te d ra e stá en R usia.
N o son profesores españoles que quieren ed u c a r a los hijos
ele e sp a ñ o le s; son a u x ilia re s d e las c á te d ra s ru sa s del
K. U . M.
E l K . U . M. es la «Sociedad In tern acio n al Ju v en il Co­
m u n ista». E n E sp a ñ a es la F . U . E . (F ederación U niversi­
ta ria E sp añ o la).
U n an ejo su b altern o está co n stitu id o p o r los P ioneros
R ojos. Los dos brazos en que descansan los A m igos d e la
U nión S oviética son el S ocorro R ojo In tern acio n al, que de­
p en d e d irectam en te d e l M. O . P . R .
E l M. O . P . R . es la «Sociedad In tern acio n al p a ra ay u d a
a los revolucionarios». Y la «O posición In tern acio n al R e­
volucionaria», que depende del 1. S . R .
E l 1. S . R . es la «Sociedad In tern acio n al S indical R o jas.
L as directrices, órganos in tern acio n ales «V. O . K. S.», «M.
O . P . R .». «I. S . R .» , com o la «K. U . M .», enlazan y hacen
s u conexión con los «D ependientes» p o r m edio del «Com ité
E u ro p eo de la In tern acio n al C om unista». «T eatro y Cine-
C lub» c ie rra n otro de los circuitos p o r donde c irc u la el
fluido com unista que a lim e n ta las secciones de la 111 In­
tern a cio n al de E uropa.
T odo este p erfecto en g ran aje de los siete discos p a ra

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 76

E u ro p a, m ovido p o r las cinco p alan c as desde el S ecretariado


G en eral d e la III Internacional, m an eja el m isterioso fenó­
m eno d e la R evolución C om unista en los distintos países
de E u ro p a.
Jo sé D íaz, líd e r com unista español, es uno de los m iem ­
bros del C om ité E jecutivo, que es órgano su p erio r inm e­
d ia to al S ecretariad o G eneral. S i con m ás de 350.000 rublos
o ro contribuyó el K om intern p a r a la R evolución R o ja de
1934; si excede d e 1.500.000 pesetas lo rem itid o e n m one­
d a en 1935, ¿ n o es in teresan te p a r a algunos el poder ser
«amigos» de la U n ió n S oviética?
A p a rtir del triu n fo del F ren te P o p u la r en las eleccio­
nes d e F ebrero, ya n o h a rá fa lta rem esa d e fondos. L a fu ­
tu ra R ep ú b lica S oviética ib é ric a c u e n ta con m iles de m i­
llones oro que h a prom etido a p o rta r, porque ios tiene ya
en su poder el F ren te P o p u la r español. V erem os.
«L a po ten cia subversiva del p ro leta riad o español es
enorm e —h a dich o D im itrofí— . Es el p rin cip a l eslabón
de la ca d en a europea. S in él, no existe cerco p a r a en ca­
d e n a r a E uropa.»
P ero D u n itro ff n o sabe que a los españoles nos re p u g ­
n an las cadenas. S aldrem os a tiem po p a r a evitjir «el en g ar­
ce». P o r hoy n ad a m ás,
Conocem os b a sta n te bien al K om intern. Es m uy fácil.
B asta sólo con u n poq u ito d e preocupación, au n q u e n o todo
el m u n do la tiene.
L a jo rn a d a d e l 1.“ de M ayo se c a rac te riza en toda E sp a­
ñ a p o r los sucesos sangrientos, que au m en ta n el núm ero
de v íctim as en el balance negro d e e sta etapa.
S a lta n a la v ista los progresos d e organización del E jé r­
cito rojo, que en M adrid hace acto de p resencia en las calles
p erfectam ente in stru id o en o rd e n m ilita r. «M undo O brero»,
de M adrid, llam a a la form idable concentración «El Inm en­
so E jército R ojo», cuyos gritos de g u erra d en o tan p o r quién
lu c h a n : « ¡V iv a R u sia , V iv a L enin, V iva S ta lin , M uera
E sp a ñ a !» . E l m ism o d ía I.® d e M ayo, Indalecio P rie to dice
er. u n d is c u rs o :
«No podem os n egar, c u a lq u ie ra que sea n u estra re­
presentación p o lítica y r^uestra p ro x im id ad a l G obierno,

Ayuntamiento de Madrid
78 B. F É L I X MAfz

que e n tre elem entos m ilitares en proporción y vastedad


considerable, existen ferm entos de subversión, deseos
de alza rse c o n tra el régim en republicano, no tan to , se­
guram ente, p o r lo que represeirta, sin o p o r lo que el
F ren te P o p u lar, predom inando en la p o lítica general
de la nación, supone com o esperanza p a r a un fu tu ro
próxim o.
E l G eneral F ranco, p o r su ju v en tu d , por sus dútes,
p o r la red d e sus am istad es e n el E jército, es hom bre
que e n u n m om ento p u ed e ac au d illa r, con u n m áxim o
de pro b ab ilid ad es, todas las que se deriven de su p res­
tig io p erso n al, un M ovim iento de este gérrero.»
José A n to n io P rim o de R iv era, desde la cárcel, escribe
a u n d ip u tad o que se esfuerza p o r ((arreglar la situaciónn
con sus d isc u rso s:
((Una vez m ás el régim en p arla m en tario , en el que
usted cree y yo no, h a consum ado un atropello. ¿ L o
ve u ste d ? E l p arla m en tarism o es la tira n ía de la m ita d
m ás uno. Y o n o en tiendo p o r qué h a de ser p referib le
a la D ic ta d u ra d e un hom bre la d e doscientas cincuen­
ta b estias con toga legislativa.»

MADRID NOS CONTESTA VAGAMENTE

sin co n cretar a lo que se le p re g u n ta . N os d a la im presión


de q ue no podem os e sp e rar ningim a seg u rid ad respecto a
posiciones firm es d eriv ad as de acu erd o s tajan tes. F a lta
coordinación en los trab ajo s que se realizan in d iv id u al­
m ente.
L as ú ltim as inform aciones d an a en ten d e r que en Ma­
d rid la ((niebla» no d e ja ver claro . P arece que la gente se h a
• a d o p o r vencida o n o p resien te el fu tu ro .

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 77

i E s que el sálvese el que p u ed a se h a llevado a la p rá c ­


tic a ? P arecen confirm ar esta oDinión la s noticias recientes
sobre eso que llam an evasión de capitales.
V am os a llam arlo nosotros cobardía del capitalism o.
M ientras unos trata m o s de a lca n zar el m edio d e poder
defen d er el honor y la v ida de E sp añ a , poniendo p a ra ello
todo, ab so lu tam en te todo lo que esté a nuestro alcance,
otros, haciendo caso om iso de sus obligaciones, se acogen
a la p a r te convencional de u n esoísm o p a rtic a la r, co n tri­
buyendo con tal m edida al au m en to de velocidad en el de­
rru m b am ien to nacional

E vasión de capitales. Sálvese quien pueda. A h í queda eso.


C onfidencias am istosas del o tro lado de la fro n tera p o ­
nen en n u estro conocim iento que el ritm o m etódico y d isi­
m u lad o que b an em oleado b asta hace poco los agentes de­
d icados a la conversión, se b a tran sfo rm ad o en loca y p re­
c ip itad a c a rre ra .
V o y a co p iar frases tex tu ales d e u n a c a rta d irig id a a
un ag en te de C am bio y B olsa de B ayona p o r un conspicuo
d ip u ta d o de D erechas en las p a sa d a s C ortes, p ero sin acta
en las actuales. A cu rad o , com pletam ente a c u ra d o p o r no
re c ib ir notioias sobre »el encargo» efpctuado d ía s atrá s,
e s c rib ía : « A lh aias... u n a v illa ... u n a Anca... bonos.,, unos
C redvt L vonnais... C u alq u ier cosa... Lo que parezca a usted
m ás fácil y conveniente... P ero rá p id o ,., urgentem ente...
esto se va p o r m om entos... C om uniquem e cifra... E nviaré
u na rem esa ..»
L a v ig ilan cia especial o a ra este caso n o po d ía fa lta r en
las fro n te ras. C laro que es in ú til y risible, p orque h a sta en
la cam b reta de un toro p asa ro n m uy b ien acondicionados, y
seguros tres m illones de pesetas. A q u ella v ig ilan cia no bacía
m ás q ue re g istra r bolsillos, com o si los bolsillos fuesen ca­
jas fu ertes p a r a tra n sp o rta r el oro.
i Q u é co n tra ste en tre los que p re p ara b an la hu id a y
aquellos o tro s que u n a vez m ás quem aban sus n av e s: entre
los que días después h ab ían de d e ja r clavadas sus layas en
el cam po sin a c a b a r de recoger el pan p a ra los suyos, y
aquellos otros que entregaban sus taleg a s (creyendo que

Ayuntamiento de Madrid
78 B. F É L I X U A i Z

eran suyas) en las mismas guaridas de los que siempre


robaron a Espara para ser con ello grandes y fuertes,..
Oro... libras.., caudal de la P atria... ¿H ace usted algo
por defenderlo? ¿O es que nunca hizo nada por ganarlo?

—P ro n to llegará el d ía que en los cu arteles se d istrib u ­


y an las arm as—nie decía el G en eral M ola— . N o p ie rd a us-
ted esta ocasión de poder ver qu ién va con n u estras fuerzas.
Y si en el p rim e r m om ento del A lzam iento ve usted que se
in co rporan en tre los voluntarios u n cinco p o r ciento de d i­
rig en tes políticos y burgueses de los bien acom odados, con­
fesaré que b e sufrido u n a de las m ayores equivocaciones de
m i v ida. Los v erá usted, sí. a p la u d ir a las tro p as desde sus
ven tanas. Y p re g u n ta r si ganarem os... P ero cu an d o acabe
la g u erra serem os nosotros lo s que preguntem os.

DECIDIDAMENTE, ABANDONAMOS

la idea de u n posible éx ito d en tro de nuestros p lan es con


relació n a M adrid. Sigue la «niebla».
E l acu erd o que estim ó necesaria la creación de u n Co­
m ité de G enerales que se hiciese carg o d e la responsabili­
d ad en la dirección y ejecución de u n M ovim iento nacional
q u e se alzase c o n tra el P o d er que g obernaba en E sp añ a , no
llegó a ser efectivo. No se h a b ía lo g rad o s iq u ie ra ; n ad ie era
cap az de d e rrib a r los obstáculos que entorpecían, d añ ab an
y h ac ía n c a e r en la tra m p a a los hom bres que estaban d is­
p u estos a en c o n trar el cam ino lib re p a r a co lab o rar en la
d efensa de E sp añ a.
E l G en eral M ola se dió c u e n ta ex acta de la situación,
q ue no le cogió de sorpresa, y lanzó ráp id am en te su pri-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A R a 7d

m era tJirectríz. C opio literalm en te algunos p árrafo s in tere­


san tes soilre el caso que nos o c u n a ;
«D esgraciadam ente p a ra los p a trio ta s a u e se han
¡m m iesto en estos m om entos trágicos la obUeac :ón de
salv ar a E sp añ a volviendo la s cosas a su ju sto m edio,
en M adrid n o se encuentran las asistencias que lógica­
m en te eran de e sp e rar en tre quienes sufren m ás de c e r ­
ca que n ad ie los efectos de u n a situación político-social
está en tran c e de h acem o s desan arecer com o pueblo
ctviliza'^o, sum iéndonos en la b a rb a rie . Ignoram os si
fa lta el caudillo o fa lta n sus huestes. Q u izá am b as co­
sas. L a cap ital de la nación eierce en n u e stra p a tria
u na influencia decisiva sobre el re sto del te rrito rio , a
tal extrem o que puede aseg u rarse que todo h e rb ó au e
se realice en ella se acep ta com o cosa consum ada por
la inm ensa m ayoría de los españoles.
E s ta ca ra c te rístic a tan esnecial tiene forzosam ente
que tenerse en cu e n ta en todo m ovim iento d e rebeldía
co^'tra el P o d er constituido, p u es el éxito es tan to m ás
difícil cu an to m enores asistencias se en cu en tran den tro
d el casco de M adrid.
D e las consideraciones an terio rm en te expuestas, se
deducen dos hechos in d iscu tib le s:
1®—í~Hie el P o d er b ay a u e co n q u istarlo en M adrid.
2."—Q u e en la acción sobre este p u n to desde fuera,
es ta n to m ás difícil cu an to m ay o r sea la distan cia desde
donde b a y a de inicicarse la acción. E s absurdo, p o r lo
tan to , creer que la reb eld ía de u n a población, p o r im ­
p o rta n te a u e sea, n i aun la de u n a p rovincia, es suficien­
te p a ra d e rrib a r a un G obierno.
D esm iés, en la B ase 1.*. estim a im prescindible o a ra au e
el A lzam iento tenga éxito, que en el m om ento de la Suble­
v ació n :
«Se declaren en reb eld ía las D ivisiones 5.*, 6.* y
7.*, con un doble o b je tiv o : ase g u rar el orden en el te rri­
to rio que com prenden y caer sobre M adrid. L a colabo­
ración de las m asas ciu d ad an as d e orden, a s í como las
M ilicias, especialm ente las de F alan g e y R equetés.»
L uego especifica las líneas n atu ra les de invasión p a ra

Ayuntamiento de Madrid
80 B. FCLIX MAtZ

M ad rid a las D ivisiones 3.*, 5.*, 6.* y 7.*. T odo esto con
v erd ad ero luto de detalles.
P a ra la D ivisión de M adrid re c o m ie n d a :
ffSacar inm ediatam ente la s fuerzas de los C uarteles
con el p retex to de oponerse a las colum nas que av a n ­
zan sobre M adrid, y u n a v er establecido contacto, su.
m arse a ellas.»
Com o vam os viendo, el G en eral M ola siem pre encon­
tra b a oscuro el p an o ram a d e M adrid.
M adrid era el escenario donde p ro n to iba a celebrarse
el ú ltim o ensayo n a ra el estreno d e la gran tra p e d ia n a ­
cional. M a ta r a E sp añ a era a b rir la fosa p a r a e n te rra r a
E u ro p a. E ra necesario elim in ar a l p ro d u c to r d e aouel es'-a-
lo frío que h a b ía de h e rir m o rtalm en te la sensibilidad del
m undo. P o r eso pusim os alm a y v ida a disposición d e la
P a tria , p a ra que E sp añ a no fuese u n a R ep ú b lica soviética
m ás. P o rq u e n o queríam os a u e la tfran noche ru sa cubriese
a E sp añ a . P o rq u e siem pre fuim os lib res y n u n ca esclavos.
C onocíam os perfectam ente todas las an d an zas d e lo s a s e n ­
tes enviados p o r M oscú y cóm o ortranizaban y a lo s actos
p a ra los d ías triu n fale s d e su tom a d e po«eaión. Sabíam os
d r u n a P riv a d a de n u ev a creación en el P oH tburó que se
d eiab a a c a ric ia r p o r la suave b risa del M editerráneo y tra ­
b a ja b a en B arcelona. C artag en a, C eu ta v M elílla.
P e ro la m ás n eg ra en m edio d e aquellas delegaciones del
K o m intern era aq u ella que desde sus m ad rig u e ras in stru ía
c ie rta s b ríg a d illa s desainadas a im poner el terro r.
N o vam os a d e ta lla r m étodos y procedim ientos de aau e-
llos m onstruos d estin ad o s a ato rm e n ta r a la hum an id ad ,
ni tam poco h acer h isto ria de u n as figuras que rep resen ­
ta n d o hom bres b u scab an con an sied ad la san g re de lo s sier­
vos d e D ios.
Q ueden en ú ltim a fila los nom bres de D zeriinsky. Zi-
now ieff y L a so v k y ; lo s de R o sa S ch w ar y G r y h k a ; los de
Sw erloff. B u iarin y K yrof. ¿ P a r a qué re la ta r la s b ru ta lid a ­
des d e Y agoda el J u d ío ? ...

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A ei

D e m i D in rio (5 ilc M ayo)

BANDAS CO^WNISTAS
í
arm ad as h an coaccionado las elecciones de C uenca. No con­
viene q ue José A ntonio P rim o de R iv era p u ed a h a b la r desde
el C ongreso. P a ra ello, ro n d as volantes llegadas de M adrid,
con p isto las al cinto, se han im puesto en las calles de C uen­
ca. O tra s lo h an hecho en los pueblos de la provincia.
H om bres m altratad o s, detenidos y encarcelados, no han
podido vo tar. Los delepados gubernativos han robado las
actas q ue les convenía. Todo am p arad o por las pistolas.
P rim o de R ivera es uno de los hom bres que tem e el
F ren te P o p u lar. No ad m ite duda . el p elig ro que en cierra su
determ in ación ya conocida. P o r eso le tienen encarcelado.
«No sald rá» , h an dicho.

E l F ren te P o p u la r ac ab a d e preg o n ar, desde su balcón


de C uenca, que niega u n a de las lib ertad e s que ta n to afirm ó
com o b ase d e su p ro g ram a. E sp añ a no puede e sp e rar solu­
ciones de u n a v ida p o lítica falsa. Podem os ase g u rar que.
si es necesario. las pisto las que se vieron en las calles de
C uenca m o strará n sus reflejos en los escaños del Congreso.
Se h a p resen tad o claro el dilem a p a ra los españoles que
qu ieren ser lib r e s : a c a ta r p a ra sucum bir, o a ta c a r p a ra
vencer.

N o es p recisam en te el hecho de C uenca el q u e nos indu­


ce a to m a r una determ inación. H ace m ucho tiem po que la
resolución h a sido ad o p tad a con u n ju ram en to que la hace
in q u eb ran tab le. Somos todavía pocos, p ero el núm ero ere-

Ayuntamiento de Madrid
ea FÉLIX ma í z

cerá. A llá con su resp o n sab ilid ad los que to d av ía tengan


p u esta su confianza en u n a h alag a d o ra com ponenda. Nos­
otros no podem os y a e sp e rar m ás que el tiem po justo p a ra
que n u estra O rganización a d q u ie ra la poten cia suficiente
p a r a que la sa lid a sea airosa.
N a d a m ás.

EN UN AVION

de la L. A . P . E ,, Serra'^o S úñer h a llegado a C anarias.


Y celebram os con jú b ilo que el G eneral F ran c o h ay a
m an dado re tira r su ca n d id a tu ra, im puesta co n tra su volun­
ta d . No h a nacido F ran c o p a ra e sta r sen tad o en un escaño
d el C ongreso. F ranco no ha p erd id o n u n ca el tiem po.
H a trab a jad o m ucho p o r E sp añ a y no h a term inado to ­
d av ía su lab o r. ¿ P o d ría sicnificar algo su inm u n id ad p a r­
la m e n ta ria ? ... N ada. P a ra E sp a ñ a su seguridad es el todo.
Y p o r ah o ra está su g a ra n tía personal m ás firm e en C an a­
rias que en los escaños del Congreso.
V am os a lo nuestro.
A p rim e ra h o ra de la m añ an a estab a en la fro n tera.
Me esp erab a el viajero que a c ab ab a de llegar de P a rís
y ay er nos anunció su v isita. H o ra y m edia después e n trá ­
bam os en P am plona. E n u n a de la s h abitaciones p a rtic u ­
lares del G obierno M ilitar, quedaba h ab lan d o con el G ene­
ra l M ola, después de en tre g arle u n pequeño sobre. Su
p o rtad o r h a b ía p asa d o la fro n te ra franco-española h o ra y
m edia antes.
M ola repasó ávidam ente el escrito. L o esperaba. Con­
clu id a su lectu ra, p uso las gafas en la m ano y d irig ió una
m ira d a al calendario. Luego p re g u n tó al p o rtad o r del s o b re ;

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A 1 3 A 83

— ¿L e dijo a usted algo de p a rtic u la r B aselga (Teniente


C oronel) ?
— No, m í G eneral. E sp era sus noticias.
L a com unicación d e c ía :
Se ordena a los dirigentes que constituyen el F rente
P o p u la r español intensiñquen sus trab ajo s p a ra cum plir
a la m ayor brevedad posible las instrucciones recibidas
referentes a destituciones, traslad o s y situaciones sin
m ando, de ios Jefes y Oficiales del E jército y F uerzas
arm ad as del in terio r, p a ra lo cual p resionarán sin ex­
cusa de nin g u n a clase a las personas del G obierno en­
carg adas de este cum plim iento.
E s necesario lanzar la p ropaganda últim am ente re­
m itid a por m edio de los órganos «P rensa O brera» y
«C orrespondencia Internacionai», haciendo uso de todos
los m edios con que cuente la sección correspondiente,
in clu so del últim am ente recibido p o r conducto de la
M. O. P . R.
U rge tam bién en extrem o la p ro p ag an d a rem itida
p a ra los soldados an tes de su licénciam iento próxim o.
La que tienen los jefes de Com ité será ráp id am en te dis­
trib u id a en los cu arteles, donde a juicio de las células
activas sea propicio el am biente.
Sfe ordena a los com ponentes del C om ité revolucio­
n ario se reúnan en V alencia el día 16 de m ayo.
A sistirán delegados especiales ya designados, a los
cuales se re m itirán por vía d irecta las instrucciones con
los acuerdos fundam entales que h a de to m ar el pleno.
— ¿Y esa esquina q u em ad a ? —p reg u n té a l G eneral m i­
ran d o al papel de seda en que venía escrito.
— E s la co n tra señ a p a ra sab e r que la copia es au tén tica
—m e contestó.
E l P a rtid o C om unista, en u n a de sus «Inform aciones
confidenciales», establece u n p la n p a r a las p rim era s horas
de su M ovim iento en M ad rid :
« E l plan de organización p a ra que los preparativos
realizados d en tro de él pu ed an d a r paso a la consigna
10-0 (A P u n to ), no debe re b asar el tiem po de 60 horas.
La h o ra (C) (12 noche) m arc ará (señalará) el co-

Ayuntamiento de Madrid
84 B. F É L I S M A Í Z

m ienzo del día (R ). Todos los Jefes de «R adio» estarán


personalm ente dirigiendo las operaciones de m oviliza­
ción en sus 26 puestos de m ando. La H o ra (C) será
d ad a a conocer por m edio de la E m isora U. G. T. Con
la consigna Uno-D os-en U no d a rá com ienzo la m ovili­
zación, Con la consigna Dos-Uno-en Dos, dará com ien­
za el M ovim iento. La señal de la H ora será d a d a con
cinco petardos í|ue estallarán sim ultáneam ente al ano­
checer. Inm ediatam ente se sim u la rá una agresión fas­
cista al centro de la C. N. T ., declarándose la huelga
general y sublevándose dentro de sus cu arteles los sol­
dados com prom etidos.
Los «R adios» com enzarán a a c tu a r, encargándose los
T -U 'V de la tom a del P alacio de C om unicaciones, P re ­
sidencia y G uerra.
Los E -F-G -H -l-J-K -L-M -N -O -P-Q a sa lta rá n las Comi-
sarías.
Los X -Y -Z , asa lta rá n la D irección G eneral de Se­
g u rid ad .
U n «R adio» especial com puesto exclusivam ente de
am etralla d o ras y bom bas de m ano a ta c a rá al M inisterio
de la G obernación.
La consigna I-I (Ejecución de L istas) será cum plida
inm ediatam ente una vez que h ay a sido efectuada la
D os-Tres en Cinco (D etención general de antirrevolu-
cio n a rio s).»
Toflavía a la v ista de sus «Inform aciones confidenciales))
podríam os seguir copiando c ifras y núm eros, p a ra com ple­
ta r consignas y órdenes secretas, a m erced d e las cuales
funciona su organización.
E l espionaje n u estro d en tro de su cam po, h a sum inistrado
d ato s im oortantísim os sobre todas las evoluciones del blo­
que revolucionario com unista. P a rte del éxito, y lo bago
co n star en honor a la v erd ad , h a sido ap o rtad o p o r agentes
ex tranjeros. No todos los delegados y agentes que h an pene­
trad o en E sp añ a h an sido solam ente los enviados con ca rác­
te r oficial p o r las dependencias del K om intern. T am bién
h an circu lad o p o r la nación com unistas que no son com u­
n istas. Son precisam ente an ticom unistas y extranjeros.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A U I S N T O E N E S P A Ñ A

6-W 1W -9. Es un ag e n te d e doble p ersonalidad. E sp ía y


C ontra-espía.
6-W JW -9. T iene su clave p a r a tra d u c ir su s inform es.
6-MIM-9. Q ue re su lta en lectu ra in v irtien d o la posición
del p ap el, tiene O t r a clave p a ra la trad u cció n . U n d eterm i­
nad o p u n to a c la ra, si es 6-W IW -9... o 6-MIM-9.
E ste A gente h a salido y a de E sp añ a , cu m p lid a u n a m i­
sión. L leva la com posición d e l C onsejo S uprem o del «SO­
V IE T E S P A Ñ O L » :
Jefe S u p rem o ; F ran cisco L arg o C aballero.
A sesor A d ju n to : V e n tu ra D elgado.
C om isario del In te rio r: C arlos H ernández Z ancajo.
C om isario del E x te r io r : L u is A raq u istáin .
C om isario de H a c ie n d a : Ju lio A lvarez del V ayo.
C om isario d e G u e rra : T eniente C oronel M angada.
C om isario de C o m ercio : C arlos V ega.
C om isario d e P ren sa y P ro p a g a n d a : Jav ier Bueno.
C om isario de O b ras P ú b lic a s ; José D íaz R am os.
C om isario de In d u s tria s : j . B araibar.
C om isario de In stru c ció n : E d u ard o O rteg a y G asset.
C om isario de T ra b a jo : P ascu a l Tom ás.
C om isario de A g ric u ltu ra : R icard o Z ab alza.
C om isario de M a r in a : Jerónim o B ujeda.
P ero y ¿d ó n d e se qu ed an Jesú s H ernández, T om ás, Do­
lores Ib a rru ri, F rancisco G a lá n , los herm anos Z a p ira in
(L uis y A g u stín ), V icente U ribe, Ja c in to A lem any, Sim ón
D íaz... etc., etc., y M arg arita N elken y B elarm ino T om ás?
¿ E s ta rá n conform es con este C onsejo Suprem o G onzález
P eñ a, S antiagp C arrillo, A ngel P estañ a, A ndrés N m , B olí­
v ar y Jo aq u ín M au rín ? ¿T am b ién d e acuerdo con la
F . A . I.? C reo que no. Nos lo han asegurado dos elem entos
sin d icalista s que sirven a l G eneral M ola.

¿B lu m ... T h o rez... A u rio l... L arg o C ab allero ... José


D íaz... ?
D icta M o la :
«Tome nota de estos acuerdos. Son eslabones de una
n u ev a cadena. In sistir en V a le n cia sobre la necesidad de lo-

Ayuntamiento de Madrid
F É L I X M A Í Z

g ra r u n a inform ación ex acta del re su ltad o de la reunión dcl


d ía 16.»
E s necesario sab e r qué ca riz van a d ar a la pro y ectad a
h u elga p a r a el d ía 15 en A stu rias. i n
Y alg ú n avance sobre las posiciones d e L arg o C aballero
y P rieto, respecto a la p ró x im a crisis. ¿ S eg u irá la d iscre­
p an c ia ? U n d ip u tad o n av a rro h a sostenido con Indalecio
P rieto , en los pasillos del C ongreso el siguiente d iálo g o :
__¿ Cóm o van esas cosas, «carca» ? — dice P rieto.
—A p u n to d e e n tra r en el 'tercer a c to d e l d ra m a , que
creo se co n v e rtirá en trag ed ia.
__L o m ism o opino. N o se esfuerce en convencerm e.

Q u e d an fijadas las fechas 20 y 22 p a ra L é rid a y B arbas-


tro. M ucha atención a B arb a stro ■—h a dich o el G e n eral. E ra
frecu ente en aquellos d ías o ír a l G en eral M ola in te rc a la r en
sus conversaciones frases com o éstas, que resp o n d ían sin
d u d a a su co nstante p reocupación p o r ((todos los casos» que
tan to e n u n cam po com o en o tro pudiesen influir en la
m arc h a de la conspiración.
A m edida que se p ro fu n d izab a en los sondeos, todavía
p rep arato rio s, con el fin d e estab lecer la p u esta en m archa
del p la n que a g randes rasgos ten ía trazado, el tra b a jo se
h acía cad a vez m ás difícil, p o r lo lab erín tico de su re c o rri­
do, y m ás peligroso p o r el co n tin u o rozar con la serie g ra n ­
d ísim a d e dificultades in terp u estas p o r u n enem igo en p le ­
n itu d del P o d er y en situ ació n de expectativa.
S olam ente u n a g ra n ca p acid ad p odía tra z a r el cam ino
seguro p a r a llegar a los objetivos propuestos, llevando com o
norm a p a r a sOc intervenciones la exposición de la verdad,
m uchas veces desag rad ab le, pero siem pre a punto.
<(Ni adulaciones, n i prom esas, n i am enazas, n i optim is­
m os, n i pesim ism os».
((La v erd ad , siem pre la verdad.» E s la ú n ica fo rm a de
e v ita r la confusión. E l m om ento que se av ecin ab a én el ro d a r
de la conjura e ra de u n g ra n peligro p o r el a le rta constante
que el enem igo h a b ía puesto sobre nuestros pasos.
E ra necesaria u n a m ayor clan d estin id ad en todas las
operaciones, y m enos m al que la infección del m aterialism o

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
83 B. F É L I X m a í z

p an to sa e n el abism o h ac ia el cu al nos em p u jab an lo sa­


bíam os unos cuantos, sin asom arnos a su borde. Nos acer­
cábam os a la G ra n N oche d e O ccidente.
¿ P o r qué es interesantísim o el P roblem a de E sp a ñ a en
1936? ¿ P o r qué esa ac tu ació n d ire c ta del K om intern en
E sp añ a ?
D im itroff y B ela-K um lo han dicho, y n i D im itroff n i
B ela-K um , que yo sepa, tienen q u e ver n a d a con los asuntos
españoles. Y sin em bargo el p roblem a les parece intere­
santísim o».
S i el K om intern, sum iso a los órdenes d e l «K ahal», de
ese super-gobierno que am biciona el po d erío to tal del m un­
do. accio n a sus p alan c as sobre E sp a ñ a a i m ism o tiem po
que sus p ro y ectistas d ib u jan nuevos círculos sobre la línea
costera m e d iterrán ea en la P en ín su la y e n el N orte d e A fri­
ca, claro que es in teresan tísim o el problem a de E sp añ a . Si
perso nalidades sum isas a l «K ahal», com o F ra tk in y R osen-
íeld , e n P a rís. W olf en A m sterdam , y Cohén y K irsch en
R o tterd am , creen tam b ién interesantísim o el p roblem a de
E sp añ a, n o cabe d u d a que lo es. Y si e n C hecoslovaquia,
K indler, H itn e r y K h an tra b a ja n o h an trab a jad o , y a sea
d ire c ta o indirectam ente sobre el p roblem a...

E s lógico p en sa r que tan fo a las sectas secretas judías


com o a las sectas m asónicas. Ies puede ser ú til la solución
del p roblem a e n u n a de sus form as. Solam ente en u n a. P re­
cisam ente la q u e p a r a E sp añ a n o es ú til, desde el p u n to de
v ista d e los que nos sentim os p a trio ta s. E n su intervención
d ecidida se explica su interés. Y a los españoles, preg u n to
yo, ¿ le s in tere sa el p ro b lem a ?...
N o preguntem os. U n a inm ensa m ay o ría p ien sa que nes
ex agerado el alcance de gravedad que se le d a a la situ a­
ción. Le d a u sted dem asiada im p o rtan cia. N o se preocupe
tanto», dicen.
Y luego, sonriendo, le ponen a u n o la m ano sobre el
h o m b ro : «E s usted cavernícola». ¡Q u é p e n a ! ¡Q u é poca
v ista I <iNo tenga u sted c u id a d o ; todo se a rre g la rá . O tros
hom bres no pien san así», concluyen.
F ren te a éstos, he aquí el pensam iento de los p a tr io ta s :

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A SS

L A S IT U A C IO N E N E S P A Ñ A
Im posibilidad de d isim u larla e in u tilid a d de describirla
L a situación en E sp a ñ a h a llegado a ser ta l, y ta n p a ­
ten te ap arece su gravedad, que re su lta im posible el em peño
en d isim u larla e in ú til el esfuerzo que se in ten tase p a r a des­
crib irla .
T o d as las clases de n u e stra sociedad, desde la s m ás a l­
tas a la m enos elevada, experim entan an te el estado de cosas
ac tu a l el doble e inm enso dolor de sobrellevarlo com o una
carg a an g u stio sa y de su frirlo com o u n a vergonzosa afren ta.
E sp añ a , se p u ltad a b a jo u n a o la cad a d ía m ás poderosa
d e desgobierno, d e injusticia, de in m o ralid ad y de an a rq u ía,
n o sólo está p ró x im a a su disgregación, a su ru in a econó­
m ica, a su desprestigio in tern acio n al, a l sonrojo d e ver
b o rrad o su nom bre del cu ad ro de las naciones civilizadas,
sino, lo que es peor aú n , a la situación de m iseria m oral en
que caen los pueblos cuando, conscientes de la gravedad de
sus m ales, se confiesan, p o r egoísm o o p o r cobardía, im po­
tentes p a ra rem ediarlos.

E xpresión de una decisión suprem a y viril

P o rq u e n o querem os in c u rrir en la vileza d e p resen ciar


com o espectadores com placidos, o siq u iera indiferentes, el
h u n d im iento definitivo d e n u e stra p a tria en el caos, rebo­
san tes d e p atrio tism o , altivos y fu ertes en n u e stra convic­
ción, seguros d e ser los in térp re tes au tén tico s del anhelo
nacional y de im itar con el acto d e no b le reb eld ía que re a ­
lizam os el ejem plo de héroes y de m ártire s, cu y a voz sen­
tim os p o tente y vigorosa en lo p ro fu n d o d e n u estra alm a,
nos aprestam os con su p rem a y v iril decisión a la ta re a de
salv ar y re d im ir a E sp añ a , colocándola en el cam ino que
h a d e co n d u cirla a l orden de la paz y con ella a la grandeza.
N ad a h ay que sea genuinam ente nacional y español en
el ord en d e causas que querem os d estru ir. N ada hay que
no sea español y nacional en el p ro p ó sito que nos guía y

Ayuntamiento de Madrid
»0 B. F É L I X U á i E

en lo3 rem edios que hem os de a p lic a r p a ra que la p a tria


((renazca)).
E l espectáculo doloroso que nos ofrece la E sp añ a de hoy,
con sus tem plos escarneci(3os e incendiados, con el odio de
clases exten(3Ído en térm in o s d e v iru len cia ta l q u e ap en as
h ay v a lla d a r que lo d eten g a, ni extrem o d e salvaje feroci­
d a d que no se p re p are a in cid ir y en que en m ú ltip les o ca­
siones no h ay a incidido.
C on el ham bre esp a rcid a com o u n a endem ia m o rtal, no
sólo e n tre los pro letario s y ag ricu lto res, sino e n tre hom bres
de clase m edia y profesiones lib erales. C on G obiernos p er­
p e tu a y sistem áticam ente inhibidos en el cum plim iento de
sus deberes, h asta del elem ental d e h acer ju stic ia , im poner
su a u to rid a d y m an ten e r el orden. C on la defensa indivi­
d u al convertida, al igual q u e en edades rem otas, en rem e­
d io único p a r a re sc a ta r el derecho y h acer d e la vid a, de
la p ro p ied ad y del honor cosa líc ita y posible.
C on la p a rá lisis casi to tal d e la ec o n o m ía; con el es­
p íritu so cialista ansioso d e u n a disgregación m olecular de
n u estro p aís, cosechando cad a d ía éxitos nuevos p a r a la
lab o r cien veces su icid a del fraccio n am ien to de E sp añ a.
C on la a n a rq u ía ad u e ñ a d a d e los cam pos y de las c iu ­
dades : con el sobresalto y la inquietud inveterados y cons­
tan tes : con la in d iscip lin a en g reíd a y re ta d o r a ; con la im ­
p o sib ilid ad n o to ria d e n tro del c u a d ro de lo legal de todo
eficaz rem edio, no re p resen ta el reflejo ex terio r d e u n sis­
tem a que E sp añ a se h ay a d ad o a si m ism a, y d e l que a p a ­
rezca, p o r tan to , a u to ra y responsable.

La liberación de u n a dom inación e x tra n jera,


id eal nacional de hoy

T oda esa in term in ab le serie de desvergüenzas que con


inm ensa p esadum bre g rav itan sobre E sp añ a , constituyen el
re su ltad o logrado p o r el em puje d estru c to r d e fuerzas e x tra ­
ñ a s al esp íritu , a la h isto ria d e n u e stra P a tria , que obran
b ajo la dirección de poderes públicos unos, y d e otros secre­
tos que fu e ra d e E sp añ a ra d ic a n y a c tú a n , d ictan d o a la
g ran m asa nacio n al sus órdenes im placables.

Ayuntamiento de Madrid
A t Z A M I S N I O E N E S P A Ñ A »1

E sp a ñ a no es u n p a ís som etido p o r su volim tad a este


o al o tro régim en, sino u n p aís dom inado desde fu e ra, y
que necesita lib rarse d e la e x tra n je ra invasión, como se
lib ra ra e n los d ía s lejanos de la reconquista, o en los m ás
cercanos y asim ism o gloriosos d e la g u erra de la Indepen­
dencia.

C onstitución de una J u n ta suprem a. D uración y


m edida de su obra

E m p u ñ an d o las arm as que la nación nos b a d ad o p a ra


que la defendam os co n tra todos los peligros, a s í exteriores
com o in teriores que am enacen su existencia o su integridad,
asum irem os el P o d er público, constituyendo u n a J u n ta su­
p rem a, p o r el tiem po y la m edida que e x ija n :
L a re sta u rac ió n d e la p a z que a todos, sin distinción
de clases y p artid o s, ofrecem os. L a im posición del orden
con serena, rig u ro sa e im placable ju stic ia . Y la iniciación
con ejem plos y actos, siem pre m ás significativos y elocuen­
tes que las p alab ras, de u n renacim iento de sentim ientos
d e am o r de los españoles e n tre sí, y de todos los nacionales
p a r a con E sp añ a .

L lam am iento a la concordia. P ro g ram a a realizar

N in g ún p ropósito p a rtid is ta g uía n u estra s p alab ras, n i


g u ia rá nuestros actos. N eu trales en tre las opuestas b an d e­
ra s p o líticas, el E jérc ito y la M arina, que sólo a E sp añ a
se deben, sólo en E sp añ a y en su interés suprem o piensan,
d en tro d el régim en político escogido p o r el pueblo español.
E n esta h istó rica y su p rem a hora, sólo apetecem os la
rean u d ación e n tre los españoles d e lazos c e c ristia n a y am o­
rosa fratern id ad .
A todos llam am os a n u estro lado, a todos pedim os ay u d a
y cooperación d ec id id a y ac tiv a p a r a volver a E sp añ a su
honor, p a ra defender su u n id ad , p a r a im pedir que el grito
blasfem o de «m uera E spaña» vuelva im punem ente a h e rir
nu estro s oídos, y a re so n ar en este suelo que h a sido teatro
d e h azañ as ta n m em orables, y que n u estro cuidado benévolo

Ayuntamiento de Madrid
93 B. F É L I X U & i Z

y p red ilecto se d irija en tre to d o s los hijos de E sp añ a , a los


m ás hum ildes de ellos, reconociéndoles su derecho, conva­
lid an d o y am p lian d o las ju stas reivindicaciones obreras
legalm ente obtenidas, o torgándoles ju stic ia , dándoles tra b a ­
jo a la vez que paz, m ejorando su condición sin o tro lím ite
que el que h agan necesario las posibilidades de la riqueza
n a c io n a l; exigiendo a todos cooperación p a r a las grandes
obras nacionales que inm ediatam ente se em prenderán a fin
de re d u c ir y, si es hacedero, ex tin g u ir el p a ro o b re ro ; im ­
poniendo a alto s y bajos las privaciones y los sacrificios
q ue e l in terés nacio n al inexorablem ente exija.

Invocación fínal al patriotism o


E l p u ñ a d o d e soldados que suscribe este docum ento, que
es a la vez grito de an g u stia a n te el p resen te desolador, y
toque de clarín p o r n u e stra in q u eb ran tab le confianza en un
fu tu ro venturoso, creería tra ic io n a r sus sentim ientos y olvi­
d ar su h isto ria si n o se a p re su ra ra con p len a confianza de
su responsabilidad, y orgulloso d e l p ap el que la P rovidencia
les h a reservado e n esta iniciación del vigoroso d esp e rtar de
la v o lu n tad y el sentim iento nacional, a lu c h a r y a invitar
a todos a que luchen p a ra salv ar la vida y, lo que vale m ás
que la v ida d e E sp añ a , E L H O N O R , L A U N ID A D Y L A
IN T E G R ID A D D E L A N A C IO N E N Q U E N A C IM O S Y
PO R LA Q U E FERV O RO SA M EN TE ANHELAM OS Q U E
N O S F U E R A D A D O M O R IR .
E spañoles, V IV A E S P A Ñ A . V IV A E S PA Ñ A ,
V IV A S IE M P R E E S PA Ñ A .

L A JU N T A S U P R E M A M IL IT A R

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A S3

MOLA PROYECTA PLANES

T ra b a ia con toda in tensidad en la confección d e «D irectiva


p a ra la 5.* D ivisión. (Z aragoza)».
Q u iere term in arla o a ra fin de este m es íM ayo) y en tre­
g a rla al propio C ap itán G eneral de la R egión, G en eral Ca-
b an e'Ias.
El G eneral C abanellas no sabe ab so lu tam en te n ad a de
este «neerocio».
M ola b a fijado p a r a los prim eros días del m es de Junio
u n a en tre v ista con el G eneral D e Beni^o, ya enterado del
asunto. F a lta ñ o r co n cretar el lu g ar. N o sabem os si será
en la s proxim idades d e Ja c a o cerca del P a n ta n o d e Y esa.
V oy a p re n a ra r en lim pio alg u n as de las Instrucciones de
d ich a «D 'rnrtiva».
«IN M E D IA T A M E N T E de declarad o el E stad o de
G u e rra v ta n p ro n to se ten g a conocim iento de que b a
sectindado la p rovincia de N a v arra , se en v iará escol­
tad o o o r un destacam ento com nuesto de u n a C om nañía
d e In fan tería, dos de am etralla d o ras y u n a sección de
la G u a rd ia C ivil, un convoy de cam iones sobre S an ­
güesa. con seis m il fusiles y u n m illón d e cartuchos
m átiser.
E ste convoy será recogido p o r u n d estacam en to de
igual efectivo que se h a b rá enviado de P am plona, p er­
m aneciendo el procedente d e Z arag o za en S angüesa
h asta que regresen los cam iones d e vacío, que escol­
ta rá n b asta el p u n to d e origen.
S im ultáneam ente al destacam ento, y a ser posible
antes, sald rá n dos C om pañías de In fan tería, u n a sec­
ción de am etrallad o ras, o tras d e m orteros de 50 m m . al
m ando de un Jefe, p a ra T u d ela, donde se le u n irán
dos C om oañías y u n a sección de m áq u in as procedente
de E stella.
L a m isión de estas fuerzas es la d e enlace en tre las
D ivisiones 5.* y 6.*, y c e rra r el p aso sobre N av arra

Ayuntamiento de Madrid
9i B. F É L I X M A Í Z

p o r la c a rre te ra de M adrid, a sí como fa c ilita r la m a r­


ch a sobre S oria d e la colum na de N a v arra .
E n Z arag o za, a l m ando de u n G en eral o C oronel,
se o rg an izará u n a C olum na que se com pondrá, P O R
L O M EN O S, de dos E scuadrones d e C ab allería, una
C om pañía de Ingenieros, dos G rupos de A rtille ría ,
c u a tro B atallones de In fan tería y servicios. E sta Co­
lu m n a p o d rá ser increm entada con la s organizaciones
de p a trio ta s no encuadrados en las unidades.
Los elem entos de e sta C olum na se fracc io n a rán en
fo rm a que la s p rim eras tro p as se hallen en la zona de
C alatay u d a n tes de las tre in ta y seis h o ras siguientes
a haberse iniciado el M ovim iento.
A su llegada a este punto, en v iarán u n destacam en­
to de enlace a C astejón, d onde c o n fro n tará con otro
q ue las C olum nas de P am p lo n a y Logroño enviarán
desde S oria.
V e in ticu a tro h o ras m ás la rd e , la v an g u a rd ia de la
C olum na se h a lla rá en M edinaceli, enviando otro des­
tacam ento a A lm azán, donde estab lecerán enlace con
o tro de las C olum nas de P afnplona y L ogroño, que se
h a lla rá n y a en B urgo d e O sm a.
V e in ticu a tro horas después, la v an g u a rd ia de la
C olum na se h a lla rá en G u a d a la ja ra , donde co n cen trará
todos sus elem entos p a ra caer sobre M adrid.
Si las T ro p a s de M adrid av anzan sobre el p u erto de
S om osierra, o estu v iera n ya establecidas en él, es m i­
sión de la C olum na de Z arag o za, am enazar sus com u­
nicaciones, m arc h an d o p a rte de ella p o r T o rrelag u n a
a el M olar, V e n tu ra d a o Lozoyuela.
L a C olum na d e la S ex ta D ivisión, o p a rte d e ella,
h a de m a rc h a r a caer sobre M adrid, p o r S om osierra.
S i el tra n sp o rte p o r fe rro ca rril es posible, se p ro c u ­
ra rá que u n fu e rte destacam ento llegue a las inm edia­
ciones de G u a d a la ja ra lo an tes posible, en cuyo caso
este destacam ento ejercerá la m isión de extrem a v an ­
g u ard ia.
E l Jefe de la D ivisión, y los de las C olum nas resol­
v erán de p o r sí las d u d as que se le p resen ten , con

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 9B

a rre c io a su leal saber y entender, teniendo ñ o r prem isa,


lleca r cu an to antes a la C ap ital d e la R ep ú b lica lo que
será su obsesión.
Caso d e fra c a sa r el m ovim iento en su iniciación, el
re p liecu e se h ará sobre el F.bro, debiendo ten er presente
q ue en la lín ea Z aranoza-M iranda h a b rá de extrem arse
la resistencia, v a n e M iran d a será el red u cto inexpug­
n ab le de la R ebeldía».

E sta «D irectiva» p ien sa fe ch arla en M ad rid a 31 de


M avo.
S unonco que de la en trev ista con el G eneral D e R -n ito
p a r tirá el acuerdo p a r a el contacto con el G en eral C aba-
nellas.
Si el m ovim iento p a rte de N avarra^ «1 concurso de la
5.* D ivisión es del todo im prescindible en su p rim er m o­
m ento, dice M ola.

EL CONTROL DE LOS SERVICIOS

secretos del G eneral qu ed a a p a rtir d e hoy b a jo la respon­


sab ilid ad de u n a sola persona.
T odo fu n cio n ará bajo el signo de u n a n u ev a clave, y
todo se g u a rd a rá en lu g a r seguro.
U n a ram a im p o rtan te d e la orcanización 33 (sistem a de
espionaje y contra-espionaje soviético en E u ro p a ), h a d eja­
d o de funcionar.
C on clave «STO K O LM O », pero sin seg u rid a d en la n a­
ción que ac tú a , sitú a n la ra m a d esgajada d e la organiza­
ción 33.
A l m ism o tiem po, an u n cian la salid a p a r a E sp añ a de un
agente «políglota» verd ad ero «as» en el servicio secreto
an ti-com unista.

Ayuntamiento de Madrid
96 B. F É L I X U A f Z

6*W IW -9. hem os trad u cid o su p erso n alid ad . E se será


su nom bre.
Interesa m uchísim o el p roblem a de E sp añ a , dice la in­
form ación recib id a d e u n a b u en a b ase de las situ a d a s p o r
el G eneral, fu e ra de E sp añ a.
T am bién son m u y ú tiles los d ato s que acom pañan sobre
un p lan posible a ejecu tar p o r el com unism o internacional en
d iferentes países de E u ro p a , a p a rtir de la fech a l.° de
Agosto próxim o.
Se h a solicitado inform ación sobre R uta de consignas,
e investigación m ás am plia sobre T iro de gracia.
cS e p o n d rá C olindres a l d esc u b ie rto ?...
¿ P o r qué, ta n ta inform ación suya, fa ls a ? ...
E s necesario d escifrar u n a porción de incógnitas, p a ra
d escu b rir quién es el que a n d a ro ndando la s proxim idades
del G eneral, sin h a b e r sido llam ado.
A nónim am ente h an enviado a M ola varios ejem plares del
«Soldado Rojo».
[V a y a u n as o rd en an zas!
Menos m al que d e vez en cuando in terru m p e n la serie­
dad del G eneral.
V erd ad eram en te es in teresan te este teje-m aneje d e los
servicios secretos.
Pocas p a la b ra s su stitu y e n a la rg a s explicaciones.
Los servicios secretos son atajo s invisibles p o r donde
cam in an m uy a m enudo p a r a llegar con a n te rio rid a d a los
hechos, preám bulos ratificadores.
Sigam os con el «D iario»...
E s casi seguro que el G en eral M ola se h a g a carg o d e la
Je fa tu ra d e l M ovim iento. Lo d a a en ten d e r el deseo expre.
sado p o r F ig u ra s m uy d estacad as en el E iército , después del
fracaso d e aquel (¡Comité de M adrid». Si no se en cu en tra
o tra solución {esto es u n a ap reciació n m ía ), creo que el
G eneral M ola se d ec id irá a d irig ir lo que está exigiendo u n a
im periosa necesidad.
H ace fa lta p a r a su «com pleta decisión» (esto tam b ién es
o tra apreciación m ía) poseer el asentim iento de los G ene­
rales F ran c o y S an ju rjo . ¿ L le g a rá ? ... N o puedo du d arlo .
M ien tras tan to , el G eneral sigue activam ente sus trab a-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 97

jos constructivos. N o quiere d ejar p a ra m añ an a lo que p u e­


de hacer hoy. E n b o rrad o res, m u ltitu d d e «Disposiciones».
No entiendo n ada, absolutam ente n ad a , ni d e tá c tic a ni
d e estra te g ia, pero creo que este hom bre, en su m isión, no
coloca u n a i sin su correspondiente punto.

A LA VISTA

las D irectiv as p a r a la V il D ivisión. E n sus ap a rtad o s 6. ,


7.° y 9.° leem os: .
(clndependientem ente que p o r el m ando de la D ivi­
sión se a tien d a al resíablecim iento d e l orden público
en las cap itales de p rovincia y pueblos donde se a lte ra ­
se, enviando d estacam entos de efectivo m otorizado si
no b astase n la s fuerzas de la G u a rd ia civil, se o rg a n i­
zará u n a colum na cuyo efectivo m ínim o lo deben de
c o n stitu ir dos escuadrones d e sab les y u n o de arm as
au to m áticas d e C aballería, tre s b atallo n es de In fan tería,
u n g ru p o de A rtille ría lig e ra del R egim iento 13 (una
b a te ría tran sp o rta d a)', otro del nú m ero 14 (tam bién u n a
b a te ría tra n s p o rta d a ), u n a b a te ría del R egim iento p e ­
sado n úm ero 4, dos com pañías de am etralla d o ras del
B atalló n núm ero 2, dos com pañías d e Z ap ad o res y ser­
vicios.
7.” L a s v an g u a rd ias d e la s d istin ta s agrupaciones
que co n stitu y an esta colum na, se h a lla rá n a la s trein ta
y seis h o ras d e in iciad o el M ovim iento ocupando la
lín ea d e A vila-V illacastín-S egovia.
A la m ism a hora, se en c o n trará en B a ll^ e n a del
D uero u n pequeño destacam ento procedente de V a ü a-.
d o lid , que h a b rá de co n fro n tar con fu erzas de CabaHe-
ría d e l R egim iento que en la ac tu a lid a d guarnece P a-
Bf

Ayuntamiento de Madrid
98 fi. F' É L I X Id A 1 Z

lencia D icho destacam ento se re p le g ará a su base cuan­


do las indicadas fuerzas sigan su m arc h a h ac ia el S. E.
9.“ El m ando de la V II D ivisión debe darse cuenta
que de la rapidez con que avance y, sobre todo ocupe
los pasos de G u a d a rra m a y N av acerrad a, depende en
g ran p a rte el éx ito de la colum na d e B urgos, que h a de
caer sobre M adrid p o r S om dsierra, p o r cuyo m otivo
debe e sta r m uy al tan to d e los m ovim ientos d e las fu e r­
zas de la g u arnición de M adrid, que p o r A lcobendas y el
M olar posiblem ente av a n zarán a ocu p ar dich o paso,
enviando si posible fuere u n fu erte destacam ento m oto­
rizado sobre Lozoyuela».
B asta u n botón p a ra m uestra.
V eo que el G en eral, p o r si acaso, h a d esc artad o la p o ­
sib ilidad de que M adrid sea nuestro en las p rim e ra s horas.
E n -b o rrad o res, m u ltitu d de «D isposiciones», decim os m ás
a rrib a . A h o ra digo que en su cabeza v aria s preocupaciones.
A cuerdos con P a rtid o s políticos. «Es la g ra n dificultad», dice.
C o m p arto S U opinión.
Se ven ya desacuerdos políticos en unos p a rtid o s p o líti­
cos q ue quieren co lab o rar en un M ovim iento contra la po*
litica.
¿ E s tá c la ro ?
E stoy m u y cansado, no qu iero seguir.

LAS IMPRESIONES

y ju icios que se m erecen dichos .icontecim ientos, todavía


en su m om ento in icial, reflejan u n am biente pobre y m ez­
quino. N unca hubiese creíd o p o d er llegar a v er situados en
u n te rre n o ta n áspero a ciertos jefes y jefecillos de p o lítica
cu an d o se requiere su concurso p a r a establecer u n p la n que
desde luego es com ún en aspiraciones.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A ñ A 99

P lenam ente convecidos de que la sin iestra am enaza que


se cierne sobre E sp añ a exije la im periosa y u rg en te necesi­
dad de ad e la n tarn o s a la ú ltim a e ta p a de su p ro g ram a des­
tru cto r, p a r a e v ita r con ello el desm oronam iento to tal de
los fu n dam entos esenciales de la v ida nacional. ¿C óm o p u e­
den. p reg u n to , c re a r con su p o stu ra ni siq u iera el m á s pe­
queño inconveniente que p u ed a 'traducirse en desconfianza,
p érd id a de tiem po o tal vez en ideas de abandono, d e quien
lleva la dirección del p la n ? ¿N o se h an d ad o cu e n ta todavía
esos jefecillos de la p u g n a que existe en tre su calm a, que
es d ilación, con la im paciencia que sienten los hom bres que
com ponen su s m asas? ¿ O es que no se h an d ad o cuenta
tam poco de que la c a rta que se v a a ju g a r es la ú ltim a ? ¿Y
que hay que p o n erla encim a del tapete, p a r a que el con­
tra rio m u estre la su y a y p o d er sab e r quién g a n a ?
P u es si están conform es en p rin cip io , porque lo están,
en q ue h ay que ju g arla, ¿e s posible que tra te n d e detener
el b razo de qu ien va a m o stra rla ? ¿ S e rá posible que con
esas ac titu d e s tien d an a lo que claram ente se dice en ca s­
tellan o ((H A C ERSE D E V A L E R » ?
P e ro esto m ism o, ¿ p a ra cu án d o ? ¿ T e n d rá n la seguridad
de S O B R E V IV IR ? Y o no la tengo. N o creo sea el m om ento
de p la n te a r com prom isos que el d ía de m a ñ a n a pu ed an a b rir
paso a un cum plim iento de condiciones. E s m uy posible
que los firm antes de am bas p a rte s no p u ed a n n i siquiera
a c re d ita r el com prom iso.
L a re a lid a d de hoy nos señ ala u n fracaso m a te ria l ro ­
tu n d o en cu an to a la poten cia d e cad a p artid o , p a r a poder
llev ar a cabo la acc’ón c o n tra el enem igo. ¿Q u e p a rtid o
puede a s p ira r a u n M ovim iento en exclu siv a? ¿N i todos
ju n to s sin c o n ta r con el E jé rc ito ?
E n u n p acto político, com prendo las C ondiciones, pero
esto n o es ningún p acto político.
N o com prendo que p a ra defender el h o n o r y la v id a de
los españoles a p u n to de sucum bir, h a y a quien pretenda
fo rm ar p a rte del conjunto im poniendo condiciones.
Y m ucho m enos a u n g ru p o que lo va a d a r T O D O , sin
n in g u n a C ondición. Y que es el que decide.

Ayuntamiento de Madrid
ICO B. F É L I X M A Í Z

Y o m e d irijo a él ofreciéndole T odo y D A N D O L E L A S


G R A C IA S . , . ....
C reo que D ios y E sp añ a m erecen el sacrificio bllN L.U1N-
D IC IO N E S.

{P erm a n ece rán encastillados esos «jefecillos» d e n tro de


sus reductos po lítico s?
Creo que no. B uena lección pueden to m ar de los que
están firm es en las filas que com ponen sus p a rtid o s. E stán
esperando U N A O R D E N , y no precisam ente la de sus jetes.
D e «Mi D iario» (27 de M ayo).

LA CURIOSA ATENCION

q ue se p re sta observando los detalles que rodean personas


y hechos que intervierien en la conspiración, a c la ra en inu-
chos casos situaciones que d e o tra m a n e ra perm anecerían

E n estos últim os días, la relación en tre el G en eral M ola


con el G eneral Q ueipo del L lan o no d ejab a ver cla rid a d en
cu an to a confianza. Y no creo que la desconfianza naciese
p o r p a rte del G eneral Q ueipo. . . . ^
S u ofrecim iento, al p arecer, e ra del todo sincero, r ^ o . . .
E l G eneral M ola, si no tiene seguridad, no se entrega. P a ra
a d q u irirla exige ciertas pruebas.
H agam os u n pequeño resum en de la p rim e ra conversa­
ción sostenida en tre los G enerales, con m otivo de la s con­
sideraciones expuestas al tr a ta r d e la ac tu a l situación Na-

_ { ’N o cree uáted M ola, que esto d e confuso h a pasado


a ser in q u ietan te? , i ■ j
__Mi G en eral, creo que esto n o pu ed e d e ja r de ser
fila d o .

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O EM E S P A Ñ A 101

— ¿ T ie n e usted noticias de lo tra ta d o en M adrid?


—T en g o n o ticia de u n acu erd o p a ra oponerse a una si­
tu ació n que p u d ie ra llegar, caso de p resen tarse aconteci­
m ientos políticos determ inados en tres casos. E stoy d e con­
form idad con el acuerdo, p orque creo...
—Y o tam bién he sido consultado, y he d ad o tam bién m i
conform idad. P o r lo ta n to podem os h a b la r claro . E s hora
d e a c tu a r p ro n ta y ráp id am en te, sin esp erar a tiem pos m ás
difíciles, n i a situaciones irrem ediables.
—E s n ecesario vigilar, rep ito . N uestro deb er es salv ar
a E sp añ a.
P a ra ello cuenten conm igo. Doy m i p a la b ra .
—Y o m i G en eral...
—U sted, M ola, es uno de los que deben ir en cabeza.

E l G en eral Q ueipo aseguró que pronto volvería p a ra


h a b la r con el G en eral M ola. H a cum plido su p a la b ra y ha
v uelto a P am plona, sosteniendo u n a la rg a en trev ista y re ­
cibiendo M ola u n a extensa inform ación que en p a rte le ha
tran q u ilizad o.
P ero el G eneral M ola h a b ía p re p ara d o , p a ra su m ayor
seg uridad, o tra pru eb a, en la cu al el G enera! Q ueipo h ab ía
d e ratificarse e n su posición.
D u ra n te la inspección que el m es pasado giró a la guar­
nición de P am p lo n a el G en eral G óm ez C am inero, hizo una
v isita a l C asino de C lases, situ ad o en la calle M ayor.
N o vam os a d e ta lla r a q u e lla especie de «arenga com u­
nista» q ue lanzó el G eneral Inspector, escandalizando a la
m ayor p a rte d e los concurrentes.
E ste suceso h a servido de b ase p a ra que el G en eral Mola,
a i referírselo a l G eneral Q ueipo, se quejase d e la labor des­
tru ctiv a de u n G en eral, en co n tra ste con la lab o r co n stru c­
tiv a d e O ficiales, in sp irad a en la m ay o r discip lin a.
— E sta noche estoy allí—h a d icho Q ueipo.
E fectivam ente, el G en eral Q ueipo h a v isitad o el Casino
de C lases y su voz h a sonado... a E sp añ a.

Sin a b a n d o n ar el C asino el G eneral Q ueipo, tenía y a el


G en eral M ola n o ticia de la f is ita , y de las frases pronun-

Ayuntamiento de Madrid
108 F É L I X M A Í Z

ciad as con u n a firm eza envuelta e n p atrio tism o que no daba


lu g a r a d u d a. i -
S i esa m ism a labor estab a d ispuesto el G eneral Q ueipo
a ex tender p o r la nación en sus m ú ltip les viajes que por
razón de su carg o d eb ía d e efectu ar, q u e d a ría afirm ada la
p o stu ra del G eneral con la decisión que h a b ía dem ostrado
p a ra co laborar en el A lzam iento.
__Y su concurso p u ed e se r m uy eficaz—añ ad ió el G e­
n eral M ola. - - 1 j-j j 1
__A delante, M ola, y h asta pronto— fue la d esp ed id a del
G en eral Q ueipo.

A p e sa r d e la c a ra seria d e l G e n eral, su expresión in­


d ica optim ism o. E stá contento. L as cosas se encauzan, a
p esa r d e la dificultad. Y p o r terc era vez repito «a pesar»
p o rq ue los inconvenientes su rg en e n todo m om ento. Des­
plazam ientos, entrevistas, avisos, sim ples com unicaciones,
exigen procedim ientos m uy estudiados.

U ltim am en te el G en eral tra b a ja sobre el P la n de Instrac-


ciones p a ra las D ivisiones 5.^ 6.^ y 7 . \ L a 6.^ D ivisión (B ur.
gos) n o le in q u ieta. D espués de la re u n ió n c e ^ b r a d a en
P am p lo n a el 19 de A b ril, los contactos con la O ficialidad
d e e sta D ivisión co n tin ú an en sen tid o d e l todo favorable p a ra
la o rganización del M ovim iento.
Los C ap itan es d e la G u a rn ició n de P am plona, V icario
y los herm anos L a stra , no cesan e n su ac tiv id ad p a r a lo g rar
el concurso to tal de la O ficialidad en todos los C uerpos que
fo rm an la D ivisión. E s el C om andante P o rto , con los C a­
p itan es M urga. A g u t y C astro y lo s C ap itan es d e l C uerpo
d e A salto, P la z a y E scario, los que en B urgos h l ’^an a h ^
ra la s rien d a s de la conspiración d en tro de la O ficiaW ad .
«Com pañías y C apitanes», d ice G e ra rd o L a s tra desde l"am-
p lo n a. _ . . . ^
E l G eneral M ola está contento. T iene noticias recientes
d e q u e lo s G enerales D áv ila y G onzález de L a ra , con los
A ltos Jefes de E stad o M ayor M oreno C alderón y A izpim u
(don José) form an la Ju n ta de Mando, en la C onspiración.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A U I B N T O BM E S P A Ñ A 19<

E l co n tacto con el T eniente C oronel A izp u ru le servirá


de aq u í en ad elan te p a ra u n a excelente iníorm ación. Es
hom bre d e toda su confianza.
T am bién la p a rte civil se m ueve en colaboración con la
m ilitar. L os señores E ch e v arrie ta p o r los R equetés, y Cobos
y M artínez M ata p o r F alan g e enlazan los trabajos.
C u atro Jefes incondicionales son el C oronel G is'tau (In­
fa n te ría ), el T en ien te C oronel G av ilán (C ab allería), el Co­
m an d an te O rdovás (A rtillería) y el C om andante P a stra n a
(In ten d en cia). íniorm ación sobre acontecim ientos en la S ex­
ta D ivisión se efectu ará p o r m edio del T en ien te Coronel
A izp u ru , C om andante P o rto , o b ien p o r G av ilán (h ijo ).
A u m en tan las sospechas y tam b ién la vigilancia sobre
B urgos. Sobre todo la que rodea a l C a p itá n M urga.

L as D irectivas p a ra la 7.* D ivisión (V alladolid) se p o ­


nen en lim pio. M ola espera la v isita del G eneral S aliquet,
m uy v ig ilado en todos sus m ovim ientos p o r M adrid.
E n V allad o lid el C om andante de A rtille ría M oyano (G a­
b riel) llev a la b a tu ta de la conspiración, m uy bien secun
d ad o p o r los C ap itan es Soler, M aristany, S ilvela y Pisa.
E l G en eral esp e ra u n a inform ación del C oronel S errador.

NOTABAMi.^S
que el G eneral M ola sen tía todos estos d ías u n g ra n deseo.
P o r fin lo h a visto realizado y con resu ltad o feliz.
Q u e ría establecer co n tacto con el G en eral S anjurjo, y
situ a r, en su verdadero p u n to ciertas posiciones de tono
p o lítico q ue convenía ac la rar.
P a ra ello com isionó al d ip u tad o don R aim undo G arcía
«G arcilaso», d ire c to r d e «D iario de N avarra», quien inm e­
d iatam en te se traslad ó a L isboa.

Ayuntamiento de Madrid
104 B. F É L I X M A Í Z

((Garcilaao» h a vuelto d e su viaje y h a puesto en cono­


cim iento del G en eral el cum plim iento de su m isión.
E l G en eral M ola h a sentido u n a g ra n satisfacción a
la vez tra n q u ilid a d . Y digo tran q u ilid ad , porque la v isita
h a servido p a ra a c la ra r una serie de rum ores que c irc u la ­
b an alre d ed o r de la p ersona del G en eral S an ju rjo con m o ti­
vo de ciertas visitas y m ensajes que ro d ab an p o r E storil.
L a posición d e l G en eral S an ju rjo es la d e sie m p re : con
el E jérc ito y a las órdenes del E jército . P a ra él, E spaña.
T am bién es v erd ad que cie rta s personas sería n felices te ­
niéndole a su órdenes. E sas son precisam ente las que p ro ­
d u cen los rum ores.
<(Garcilaso» h a com pletado su m isión, poniendo e n m a­
r o s d e l G en eral M ola u n a c o n tra señ a que p a r a él le ha
d ad o el G en eral S an ju rjo , y que h a de ser e n el m om ento
preciso, el ún ico m edio de inteligencia. E sto, u n id o a la
ap ro b ació n d a d a p o r el G en eral F ra n c o desde C a n a n a s
p a r a que el G e n eral M ola d irija la organización en la Peníru
su la, nos hace suponer que la g ra n ac tiv id ad ta n esperada
está en p u e rta s. j j > •
A certé en m is apreciaciones sobre el estad o d e anim o
d el G en eral M ola, antes d e lanzarse d e lleno a su tare a.
N ecesitaba d e estas dos confirm aciones.

D e m i D iario (3 Ju n io )

NOS REUNIMOS AYER

p o r la noche u n a vez m ás. ¿Q u ié n e s? N o hace al ca so los


nom bres L os locos de siem pre, los q u e hace cinco anos pen-
sam os a l revés d e lo que pien san lo s «m andones políticos».
Los que n o suponem os n ad a . L os que estam os decididos a

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A U I K N T u UN U S l ’ A Ñ A 106

o p erar sin a g u a rd a r la gangrena. S i la lo cu ra es la pérdida


de la ra zó n ..., no m e e x tra ñ a que aellos» nos llam en locos.

P a ra m uchos va llegando la h o ra de la decisión. C uan­


to m ás pró x im a, no sé si p o r la incom odidad o ta l vez por
el m iedo, q u izás am bos, se ac o rtan los cabos de la cu erd a
q ue a m a rra el e sp íritu de c ierto s hom bres, desde luego acos­
tu m b rad o s a o tras am arras.
E n efecto. E sos m anoones políticos N O SON L IB R E S.
D en u n cia su esclav itu d el gesto que se ad v ierte e n sus c a r­
tas, en su s m ensajes, e n sus conversaciones. ¿ O rg u llo ?
i Egoísm o ?
M ala p o stu ra la d e doblegar la cabeza, reconociendo su
fracaso. ¿ S e rá n capaces de d a r el tiró n necesario p a r a rom ­
p er esas a m a rra s? E n su esfuerzo les vam os a a y u d a r los
que estam os libres, au n q u e nos llam en... locos.
E sto es lo tra ta d o en la reu n ió n de anoche. Inm ediata­
m ente co m enzarán las gestiones.

T re in ta d ías, poco m ás o m enos, es el calcu lo de tiern-


p o necesario p a r a d a r p o r u ltim ad o el p la n de la o rg a n i­
zación. E l p ro g ram a está hecho. O bedece a u n sistem a o r­
d en a d o q u e d ic ta u n a ca p acid ad form idablem ente d iscip li­
n ad a . D e n tro d e la ac tiv id ad y din am ism o que requiere la
actu ació n en n u e stra s intervenciones, hem os convenido en
q ue c a d a uno a tie n d a con todo interés y ponga todo su em ­
peñ o en N O S E R C A Z A D O .
V a a d esap arecer la confianza en todos sus lim ites. La
seg u rid ad que con m ay o r o m enor in ten sid ad g u iab a nues­
tro s pasos, debem os d e co n sid erarla p erd id a.
__T e esp eran m iles d e kilóm etros p o r re co rre r —m e decía
an o ch e u n O ficial— . M uchos d e ellos con el G en eral. V ete
p ensando en todo p a r a e sta r d ispuesto a todo. N unca creas
ag o tad as las precauciones. Sigue pensando. E l éx ito o el
fracaso d e la conspiración puede d ep en d er d e encontrarse
sin ag u a la b a te ría de t u coche en u n m om ento crítico en
que d eb a h acer a rra n c a r al m otor p a ra escap ar. C uando te
desborde la confianza en tu seg u rid ad , sigue pensando.

Ayuntamiento de Madrid
IO S B. F É L I X M A Í Z

E s verdad. L a norm a básica de u n enlace es no a p a rta r


el p ensam iento de la precaución. P a ra c a d a caso en curso,
d isp oner d e otras, p o r si fa lla la p rim e ra . Y d o m in ar los
nervios, p orque las sacu d id as son fu ertes. P re p a ra ré u n
bu en equipo de d esp iste p a r a los viajes y seguiré pensan­
do. No quiero nin g u n a resp o n sab ilid ad p o r fa lta de p re ­
caución. Me explico perfectam ente aquellas p re g u n ta s del
G en eral, que yo in te rp re ta b a com o «curiosidad», días p a ­
sados en la c a rre te ra de S an S eb astián . E ra n sobre la luz
d e los faro s. D e c ía :
__L a av e ría puede d ejarn o s sin luz instantáneam ente.
P o d rá d ep en d er de u n corto-circuito, de u n fu s ib le ; puede
obedecer a o tra s razones, ¿ n o ?
—V a ria s pu ed en ser la s ca u sas d e u n a av e ría en la luz
—le contesté— . P rim ero se m ira el f u s ib le ; si b a saltado,
se cam bia. S i la cau sa no está en el fu sib le y no se quiere
p erd er tiem po, se salv a la av e ría colocando u n a lin tern a
p o tente d e m ano e n u n a h o rq u illa p u esta p a r a ese fin sobre
el para-choques.
— ¿ Y u sted lleva lin te rn a ?
—C laro que la llevo, m i G en eral. E l tray ecto d e San
S eb astián a P am p lo n a lo hacem os m uchas veces de noche.
H oy com prendo que aq u ella ((curiosidad» e ra sencillam en­
te p o r saber en dónde y con qu ién viajab a.
Y pienso, que m i lin te rn a puede fa lla r tam bién. P ensaré
m ás sobre la luz d e l coche. Y sobre todo lo dem ás.

H ace u nos d ía s cam inábam os h ac ia L ogroño. E n filáb a­


mos las rectas an terio res a P u en te la R eina, pasado el p u e­
blo d e L egarda, cu an d o noté la ap roxim ación en sentido
co n tra rio d e u n m o to rista d e la P o lic ía d e la D iputación,
P u d ie ra ser el que y o m e im a g in a b a : un rojo. R áp id am en te
d ije a l G e n e ra l'
— [ Q uítese el s o m b re ro !
E l som brero y las gafas del G en eral quedaron en tre los
dos, sobre el asiento. Y o m ism o n o conocía a M ola. D ism i­
n u í la m arc h a y salu d é con el brazo izquierdo al p a s a r el
m o to rista. T am b ién su brazo izquierdo saludó. E r a el que
yo m e im aginaba.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 107

P ensé q ue con u n a boina, el G eneral M ola... S u A yu­


d an te el C om andante F ern án d ez C ordón opinó lo m ism o.
L levaré tam bién u n a boina.

A ú ltim a h o ra de la 'tarde he salu d ad o a su A yudante.


— ¿C óm o va eso, d o n E m ilia n o ? ¿B ien todos?
— Y tra b a ja n d o m ucho. P rep a ran d o ta re a p a r a m overse.
A dem ás, b u enas noticias. H a com unicado el G eneral con
los G en erales B arrera , López P in to , D e B enito y P onte. D ice
q ue p ro n to vam os a fu n cio n ar... P e ro e n serio.

PARA EL DIA 5 DE JUNIO

el G en eral h ab ía d ispuesto que fuese a Z arag o za en com­


p a ñ ía del C a p itá n V icario , llevando las p rim eras «Direc­
tivas)) con instrucciones verbales sobre la organización de!
M ovim iento. E ra n las p rim era s noticias d ire c ta s del G ene­
ra l M ola h a c ia el G eneral C abanellas.
P o r algunos O ficiales de Z arag o za, con quienes ten ía­
mos establecido contacto, sabíam os d e l b u en e sp íritu de
a q u e lla G u arn ició n . T am b ién h ab ían p u esto en n u estro co­
nocim iento que el G eneral C abanellas h a b ía sido visitado
p o r dos O ficiales del E jército d e B arcelona con el m ism o
objeto que m ovía n u estra v isita. L os dos in g resaro n e n un
castillo.
C onocedor de este episodio, d ije a M o la :
— Mi G eneral, ¿tam b ién a m í/m e puede m an d ar a un
C astillo ?
__De n in g u n a m anera. E so lo pu ed e h acer con V icario.
A u sted le puede m an d ar a la cárcel. De a h í no pasa.
C on esta perspectiva salim os d e P am plona, p a r a «traba-

Ayuntamiento de Madrid
108 B. F É L I X U A t Z

jar» aquel deseado co n tacto que el G en eral M ola estim aba


N E C E S A R IO .
F uim os acom pañados de n u e stra s m ujeres, que era n p o r­
tad o ra s d u ra n te el v iaje de las instrucciones escritas. L as
dejam os visitando el P ila r, y nosotros nos lanzam os a l ((Ne­
gocio».
E n la D ivisión, hablam os extensam ente con el l-om an-
d a n te C ebollero, A y u d a n te d e l G en eral C abanellas, el ctoal,
en terado d e n u estro proyecto, nos prom etió en carg arse de
la p rep aració n d e la en tre v ista , citándonos p a r a las nueve
d e la noche.
E l C oronel M onarterio. el C a p itá n M ediaviUa, y otros
O ficiales, nos esp erab an en u n B ar cercano a la D ivisión.
R áp id am en te llegam os a él, cam biando im presiones con
todos ellos, h a sta que el C oronel M onasterio d ijo :
— V a y an ustedes a la D ivisión, p u es la h o ra se acerca. Yo
quedo a q u í con estos señores. S i p a ra las diez en punto
no h an regresado, irem os.
A quel «iremos» lo dijo el C oronel M onasterio en tono
y adem án u n ta n to agresivos.
Nos despedim os sonriendo y dicien d o :
H a sta pronto.

G ra n lab o r la d e l C a p itá n V icario en aq u ella entrevista.


S upo exponer, tra ta r, y contestar. A ten to , diplom ático,
tra n sig e n te en lo accid en tal. F IR M E en lo esencial Muy
seguro d e su p o stu ra a m p a ra d a p o r u n noble Ideal, sus
p alab ras, n o a n im a b a n : C O N V E N C IA N . D iscu rría p o r el
cam ino del H o n o r. > i ^
E l G en eral C abanellas se vino con nosotros. Y a n o h ab ía
d u d a, L a Q u in ta D ivisión e ra N U E S T R A , e n su base. S ig­
nificaba u n a g ra n tra n q u ilid a d p a r a nuestros m ovim ientos.
E l G en eral C ab an ellas quedó con los «docum entos».

Pocos pasos habíam os re co rrid o a l s a lir de la División,


cu an d o advertim os que el C oronel M onasterio, seguico de
cerca p o r tre s O ficiales, se en cam in ab a h a c ia ella. H abían
d ad o las diez.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f i A 109

— ¿ S atisfec h o s?... d ijo el C oronel M onasterio.


— M uy contentos, m i C oronel.
— H a sta pronto. A visarem os. M is respetos a l G eneral
M ola.
A sus órdenes.

E n el Res*'aurante «Salduban, aten ta m e n te invitados por


el C ap itán M ediavilla y su señora, celebram os el éxito, los
fres m atrim onios.
A las tres y m edia de la m ad ru g a d a en tráb am o s en P am ­
plona, desp ués de u n v iaje norm al.

AL DIA SIGUIENTE MUCHA

activ id ad . M ola funcio n ab a y a com o D irector.


Se en co n trab a an te u n a «etapa» que lodos esperábam os
con ansied ad. N uestro dinam ism o iba a ser puesto a pru eb a.
A quel m ism o día, el G eneral m an d ab a instrucciones, con
el fin de fren ar algtinos intentos de sublevación que h ab ían
llegado a s u conocim iento p o r inform aciones recibidas des­
de M ad rid y V alen cia.
P o r la ta rd e lleg ab an dos enlaces. Oficiales del E jército
procedentes d e B arcelona.
S obre la c a rre te ra de A óiz-B urguete, en las proxim idades
del p u eb lo de N agore, h a ten id o lu g a r la en tre v ista p ro ­
y ectada.
E l C om andante V illanova, los h a conducido y presen­
ta d o a l G e n eral. L u is V illan o v a es o tro enlace de M ola.
D esde G ra n ad a, donde vo lu n tariam en te resid ía, h a llegado
a P am p lo n a con el exclusivo objeto d e ponerse a las órde­
nes del G eneral. S u estan cia en P am p lo n a es disim ulada,
p o r h ab e r ad q u irid o la rep resentació n del coche «Merce-

Ayuntamiento de Madrid
lio B. F É L I X M A Í Z

des». E sto le fa c ilita grandes m ovim ientos. E l C om andante


V illanova puede e sta r orgulloso d e la ay u d a que p resta.
E l G en eral M ola h a sido acom pañado en el v iaje por
el A rq u itecto señor E usa, que lo h a llevado en su coche.
Podem os considerar como doble la inform ación d ad a
p o r los enlaces, y a que se extiende tan to en n u estro cam po
com o a b u n d a en detalles sobre la p re p ara ció n en el cam po
rojo.
D im itroff quiere que la u rd im b re de la tra m a revolucio­
n a ria en C a ta lu ñ a sea perfecta, y p a r a ello h a situ ad o en
B arcelona hom bres d e su confianza, con los cuales no p ierde
co n tacto. B ela-K um , el húngaro, h a c o n se g u id ^ ap u n tarse
u n buen ta n to , con la incorporación de la C .N .l . al pacto
revolucionario, (últim os de A b ril). _
E n d etalles sobre p o stu ras en los M andos d e la G u a rd ia
C ivil. S eg u rid ad , A salto y E jército, a b u n d a la inform ación
que ha sid o entreg ad a a l G en eral p o r el C a p itá n López
V arela.
C oncretando im presiones, se deduce q u e ; Los p r i ^ i p a -
les jefes d e dichos C uerpos e stán al servicio d e la Gene-
ra lita t, dirigidos p o r el G enera! A ra n g u ren . de la G u a rd ia
C iv il; que este G eneral, en terad o y a del M ovim iento M ili­
ta r, ha p rom etido h acer fren te al E jército , en defensa del
F re n te P o p u la r; que h a sostenido v a ria s entrevistas con
d istin to s Jefes a sus órdenes y que sus im presiones optim is­
ta s las h a com unicado al C onsejero d e la G e n e ra lita d (Go­
b ern ació n ), señor E sp añ a.
E l D espacho de este señor, es el verdaoero C u artel de
la R evolución en C atalu ñ a. T o das las instrucciones, direc-
trices y consignas p a r a la revolución roja son recibiclas y
tran sm itid a s, d irec ta o indirectam ente, p o r ese organism o,
ya sean v o lu n tarias o im puestas. _ ^
E l G eneral d e l E jérc ito L lan o d e la en c o m ie n d a esta
co m penetrado con ellos. T am b ién le secundan, au n q u e pocos,
otros Jefes. . . .
L as C onsignas Soviéticas sobre trasla d o s y destituciones
h an sido cu m plidas en su m ejor disposición, sobre todo en
aq u ello que depende del R égim en de G obernación d e los
Servicios d e l a G e n eralitat. E n los C uerpos de S eguridad,

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A in

A salto y P o lic ía que dependen de ella, h an dado el tras­


lad o a 49 Oficiales en 40 días ; todos ellos estab an com pro­
m etidos p a r a ponerse a l lado del E jército en la hora del
M ovim iento.
U nos 5.700 hom bres arm ados in teg ra n los tres Cuerpos
a rrib a citados.
L os cu arteles del E jército están en cuadro. N o se reciben
O rdenes, sino d e licénciam ientos. Poco a poco q u ed a rán va­
cíos los cu arteles.
E n conjunto, el p an o ram a del cam po rojo en B arcelona
S e v a ac la ran d o p a ra nosotros, dándonos a conocer p o r lo
ta n to el volum en y potencia de su desarrollo.
D ebem os reconocer que la v en taja está de su p arte.

PERO LA CONFIANZA

en ese p u ñ ad o de conjurados que c o n tra viento y m area tra ­


b a ja n p o r E sp añ a , no podem os p erd erla.
—No creo que podam os c o n ta r con 1.500 soldados en
la calle el d ía ... — h a dich o el C ap itán López V arela.
— ¿ Y p aisan o s?
— S erán tre in ta a u n o en co n tra. Y piensan arm arlo s.
Solam ente la G u a rd ia C ivil, es la que pu ed e decidir.
A h í está la clave.
U n a vez term in ad a la en trev ista, el coche del G eneral
M ola h a su bido h a sta el cruce d e B urguete, p a ra efectuar el
regreso p o r el p u erto de E rro . E n el m ism o cruce h a sido
Detenido y som etido a u n reg istro el coche donde viajaba
el G en eral.
— <iNada de contrabando» — h a dich o el G eneral, m ien­
tra s sa lta b a a tie rra .
U n a p a re ja de C arabineros h a cum plido su com etido con

Ayuntamiento de Madrid
lia B. F É L I X M A f Z

to d a m inuciosidad. Y a se re tira b a n dando las buenas tardes,


cu an d o el G eneral les h a dich o so n rien d o ;
— uH an podido ustedes com probar que el G en eral Mola
n o les h a m entido».
__A sus órdenes, m i G eneral.
— Me voy m uy satisfecho de h ab e r visto com o se cum ple
con el d eber. B uenas tard e s señores.
M ola, de paisan o , desde lu eg o n o e ra reconocido com o el
G en eral M ola.

BARCELONA TIENE

si; Ju n ta M ilitar que d irig e la O rganización d e l A lzam iento


en la región c a ta la n a . , r- • i >-
E l T en ien te C oronel de Intendencia d o n F ran c isc o Isarre
es el P resid en te. , . i j „.
S eis hom bres llenos de optim ism o y decisión le s e c u n d a n .
D on E m ilio P u jo l, C oronel de Intendencia.
Don F ran c isc o M ut, C om andante de E stad o M a y ^ ;
D on A g u stín R ecas, C om andante de la G u a rd ia C ivil.
D on L uis López V a rela, C ap itán de A rtillería.
D on L u is O ller, C om andante d e In fan tería.
D on José G a rc ía V alenzuela, C a p itá n d e C aballería.
A ctú a d e S ecretario el C ap itán Ju ríd ic o M artín ez L age.
Y sus enlaces con las guarniciones de L érid a , G erona,
T arrag o n a , M anresa, M ataró y F ig u e ra s so n :
R afa el Sanz, C oronel de In fan tería.
A n to n io A lcu b illa, T en ien te C oronel de In fan tería.
Ju lio C astro, C oronel.
S anz A lvarez. T en ien te C oronel.
José L ubelza, Capitán.^
A ntonio P atin o , C ap itán . ^
L a O rganización, no cabe d u d a, funciona. ¿ P o d ra rom-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 113

p e r el cerco rojo en que se desenvuelve y lo g rar que sus


activ id ad es alcan cen la eficacia necesaria p a r a alcan zar el
triu n fo q ue p ersig u en ?
B arcelona reclam a «prisa». No es posible seguir viviendo
en aquel am biente im pregnado densam ente p o r el tu fo de
la descom posición.
Se conocen los proyectos d e u n a «B rutalidad O rg an iza­
d a y D ispuesta» y se ven cam in ar, fan farro n es, p o r las
calles ca ta lan as, la s besMas disfrazadas d e hom bres que se
h an de en carg ar de su ejecución.
Y DO es que llevan an tifaces p a r a n o ser R E C O N O C I­
D O S. T am poco en su cam ino circ u lan en silencio.
P u es si se ve y se oye, ¿ ta n ciega y sorda está C atalu ­
ñ a que no corre a ponerse a las órdenes de aquellos hom ­
b re s que qu ieren sa lv a rla ?

D e m i D iario

CIELO AZUL

y v iento fino de L ev an te hacían espléndida la m añ an a del


d ía 7 de Ju n io d e 1936.
C on razón decía el G eneral d ías pasados que em peza­
b a n la s situ aciones difíciles.
«Del d ich o a l hecho... v a un g ra n trecho», d ice el re-
frán . H oy es u n d ía p a r a com probarlo.
L as veinte h o ras p asa d as en co ntinua tensión dejan ra s­
tro. E s u n a dificultad que s e vence con tesón. E s el peligro
constante, el am biente que aten aza, que encoge los nervios.
A la s nueve de la m añ an a salíam os de P am plona, b u r­
lan d o el control d e la ciudad, ru ta a Z arag o za. Mi com pa­
ñ ero de v iaje, el C ap itán V icario , d ejab a entrever con su
silencio u n a gran preocupación. L a m isión que llevábam os

Ayuntamiento de Madrid
114 B. F É L I X m a í z

e ra em barazosa y, p o r lo tan to , su re su ltad o in quietante. No


h ac ía cu a ren ta y ocho h o ra s que habíam os dejado en m a­
nos del G eneral C abanellas u n inform e del G en eral M ola
exponiendo la situación nacional y los m otivos que in d u ­
cían al E jército p a r a to m ar p a rte en su solución. L a gra­
vedad de lo expuesto p o r el G en eral M ola exigía u n a con­
testación inm ediata. H a b ía n pasado v ein ticu atro h o ras sin
n in g u n a respuesta. Y u n a confidencia in form aba a Mola
de que el G en eral C abanellas sa lía p a r a M adrid el d ía 8.
A ú ltim a h o ra de la noche del d ía 6 llam ó el G eneral
M ola a l C ap itán V ica rio dándole instrucciones p a ra que al
d ía sig uiente pudiese c e le b rar u n a en tre v ista con el G ene­
ra l C abanellas y exponerle la N E C E S ID A D que sen tía el
G en eral M ola de h a b la r con él personalm ente.
Ineludiblem ente h a b ía de celebrarse d ic h a conversación
el d ía 7. íD ó n d e ? ¿ C u á n d o ? Q ued ab a a n u e stra d iscre­
ción, T odo esto m e re fe ría el C ap itán V ica rio cu an d o ro ­
dáb am os dejando a trá s el C arrascal.
—^Vete p ensando el «dónde y cuándo» —^me decía M a­
nolo.
— Si d e m í depende, ya está — contesté alegrem ente— .
No en cu en tro m ás que u n a d ificu ltad : que q u ie ra el G ene­
ra l C abanellas. Y o tra m ás — a ñ a d í— : ¿C on quién com u­
nicam os en P am p lo n a?
— Eso lo dejé resu elto anoche. Jav ier a g u a rd a rá en el
teléfono desde la u n a de la ta rd e . T am b ién h ab le con
L astra.
L a ta rd e a n terio r, m ie n tra s yo ac tu a b a en L ogroño, el
C ap itán V ica rio h a b ía organizado el p la n que acabábam os
de in iciar.
—P ues t ú te encargas, M anolo, de que el G en eral C a­
b an ellas q u iera. L o dem ás no te p re o c u p e ; q u ed a a m i
cargo.
L o «difícil» q u ed ab a a cargo de V ica rio . P a ra conse­
g u irlo no teníam os n i asom os d e p ro b a b ilid ad , p o r v arias
razones. P asad o el pueblo de A rg u ed as d ije a M anolo:
— M ira, este terren o p o d ría ser el «donde». Y el «cuan­
do», d esde luego, u n a vez que anochezca. ¿ T e p arece ?
N o sé si V ica rio m e oía.

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 115

D ejábam os M urillo, nos acercábam os a T u d ela. R efería


a V ic a rio m i v iaje a Logroño del d ía an terio r. N avarro,
C hacón, Bellod, H errero s de T eja d a, form idables, como
sie m p re ; m ás o p tim istas todavía. C recen en contactos y
ay u d as. U n a m uy fu erte es la del C om andante de la G u a rd ia
C ivil. E stim a n conveniente u n v iaje de M ola y u n a en tre­
v ista su y a con el G en eral C arrasco. C aso d e hacerlo, quie­
ren ten er aviso p a r a tom ar precauciones.

LA SITUACION DE LA RIOJA

em peora. E stu v e con T ..., u n sin d icalista d e R ecajo que


sirv e a M ola. M e trazó a g randes rasgos los p rep arativ o s
que p a r a cu m p lir órdenes del C om ité N acional R evolucio­
n ario rojo llevan a cabo los C uadros d irig en tes d e la s E je­
cu tiv as. L a R io ja term in ará siendo u n C u artel general de
los grupos d e acción. H a n llegado elem entos nuevos d e la
F . A. 1. y de la C. N . T . D icen que son especialistas p a ra
grupos de nueva creación.
A firm ab a tam bién que las ú ltim as hu elg as d e fin de
M ayo en M adrid, B arcelona, A stu rias, V a le n cia y L ogroño,
h an obedecido a u n p lan establecido con o b jrto de m ed ir la
d iscip lin a d e las m asas que in teg ra n el nuevo P a c to y que
av isa rá el re su ltad o del viaje de los enlaces de L arg o C a­
ballero, que esj>eran uno d e estos d ías. T erm ino dicien-
dom e:

Diga usted al General Mola que «MUCHO OJO


CON LOGROÑO».
T ra je u n a s hojas ro jas que h ab lan d e nosotros con u n a
lite ra tu ra -- m u y suave. Se las d aré a G erardo.

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116 B. FÉLIX U A iZ

— cQ u é pasó el d ía 3 con lo del viaje a J a c a ? c T e ha


dicho algo el G e n eral?—m e preg u n tó M anolo.
__P asó ... lo que íe n ía que p a s a r : que a los tre s m inu­
tos d e la h o ra fijada yo m e fui. R ecibí aviso d e e star a las
diez en m i sitio p a ra recoger a l G eneral. A las diez en
p u n to apareció G e rard o L a stra y m e dijo que volviese a las
diez y veinticinco porque no íbam os a Jac a, que el G ene­
ra l D e B enito salía a l cam ino y q u e el ay u d a n te de M ola
m e in d icaría el lu g a r, y que no salíam os a la h o ra fijada
p o rq u e estab an pendientes de u n a conferencia con Z a r a ­
goza. A las diez y veinticinco estab a de nuevo en m i sitio.
N o -v in o n ad ie. A las diez y veintiocho m e larg u é . E ra la
ord en que ten ía. C om prenderás que p o d ía y a «ser visto».
Luego, como sabes, a n te la s noticias alarm an tes de G e ra r­
do, salim os d isp arad o s d e trá s del coche del G en eral, a quien
dim os alcance. Supongo que a M ola se le h a b rá olvidado
ya el asunto.
— C reo que no.

—N o sé si te h a s dado cuenta, M anolo, de que estam os


llegando a Z aragoza. .
—Sí. H a ce u n buen ra to que pienso que d en tro de p o ­
cos m in u to s...
—A l to ro ... ¿ n o ? L anza u n vistazo a ver qué vigilancia
tenem os hoy p o r L as D elicias.
P asam os L as D elicias sin su frir control y en tram o s en
Z aragoza.
— L a cosa y a n o tie n e rem edio — decía m ie n tra s fren ab a
e! coche, a p o ca d istan cia de la D ivisión.
— ¿ V a m o s? ...
—V am os.
E n las escaleras de la D ivisión n o h a b ía n in g ú n espejo,
M ejor.

E l A y u d a n te del G en eral C ab an e lla s d em o strab a su ex-


Irañ eza al saludarnos.
— ¿ T a n p ro n to p o r a q u í? ... ¿ Q u é su ce d e?...
— P o r ah o ra no sucede n ada. V erem os después.
— ¿C óm o d espués?

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A IIT

-♦ C u an d o estem os con el G eneral.


—¡ A h ! i P ero vienen a estar con el G e n e ra l? ¿ T a n
p ro n to ? ... 1H u m I...
—M i C om andante, sin rodeos: V enim os a llevarnos al
G en eral C abanellas p a r a que h a b le con el G e n eral M ola.
N u estro G eneral estim a que la en tre v ista d eb e realizarse
hoy m ism o.
E.1 C om andante C ebollero n o sa lía de su asom bro, m ien­
tra s in iciab a u n pequeño silbido, a la p a r que h a c ía con
la cabeza signos negativos. L uego a ñ a d ió :
— El G en eral está m uy b ien im presionado después d e la
en trev ista con ustedes d ía s p a s a d o s ; m ejor d icho, d é a n ­
teay e r. P e ro de a h í a sa lir d e Z arag o za p a ra ...
— E s n ecesario y es urgente, C om andante.
—Y a saben ustedes que yo n o m e echo a trá s —d ijo el
A yu d an te— . A h o ra m ism o voy a p a s a r recado.
—D irá u sted solam ente que h an llegado em isarios del
G en eral M ola.
—C onform e.

—A sus órdenes, m i G eneral.


— B uenas tard e s, m i G eneral.
—B uenas tard e s, señores.
D a b a la u n a en el reloj del despacho d e l G en eral C ab a­
n ellas. E l recibim iento e ra seco de expresión, a u n q u e cum ­
p lid o en form a. P erm anecíam os de pie. E l C a p itá n V icario
h ab lab a, siguiendo la s instrucciones del G eneral M ola. T e r­
m inó d ic ie n d o :
__El General quedaría muy reconocido a S. E . si tu ­
viese a bien el concederle una entrevista.
E l G en eral C abanellas. que no h a b ía in terru m p id o en
nin g ú n m om ento la expfosición del C ap itán V ica rio , con­
te s tó : .
__E áto es peligroso, peligrosísim o. N o saben ustedes la
v ig ilan cia a que m e hallo som etido, después de m i regreso
d e M adrid, donde acu d í al e n tie rro del A lférez Reye$. El
G o b ern ad o r no m e d eja n i a sol n i a som bra. P reg u n ta rna-
ñ an a , ta rd e y noche p o r m is pasos. Sin em bargo, podría-

Ayuntamiento de Madrid
B. F É L I X H A f Z
U8
mos estudiar para más a d e la n te ; a mi regreso de M adrid,
pues m añana a las ocho salgo para allí.
—El General Mola —dijo V icario m uy despacio— ve
una NECESIDAD el hablar HOY mismo con S. E.
__¡ E so es u n d isp ara te ! — saltó C abanellas a l m ism o
tiem po que se lev an tab a de su sillón— . ¿D ó n d e ? ¿ C u á n d o .
__exclam aba— . E sta ta rd e voy a los toros y he d e verm e
con el G obernador necesariam ente. ¿ P e ro qué es lo que su-

Y o recordaba la frase de M o la : ((El G en eral C abanellas


sabe dem asiado ya p a ra ir a M adrid sm que yo le hable.»
— M i G en eral —dije— , tenem os p re p ara d o u n plan, y el
G en eral M ola a g u a rd a su ap robación. D espués d e la w m -
d a podríam os m ediar la distan cia en tre P am p lo n a y
goza p a ra c e le b rar la en trev ista. Pongo a su disposición
u n b u en coche. E l m ism o que u tiliz a el G en eral M ola.
E l G eneral C abanellas detu v o sus pasos y se m e quedo
m irando. C om prendí que em pezaba a d u d a r. Seguí ha-

—L a co rrid a es a las cinco y m edia. ¿N o podem os ^ h r


a las siete y m edia p a ra en co n tram o s con el G en eral Mola
en el kilóm etro 90? T odo está previsto en cuanto a p re c a u ­
ciones. T odo s a ld rá bien.
— ¿ D e m odo que todo está previsto ? ¿ P odem os co n h ar i
— E n absoliíto, m i G eneral.
No se podía p erd er a q u e lla o p o rtu n id ad , p u es e n aquel
m om ento el G e n eral C abanellas estab a casi decidido.
— ¿ P e ro qué es lo que s u c e d e ?—volvió a repetir.
—D ígam e el sitio donde le vam os a recoger, m i G ene-

. . .1 G en eral M ola lo cree N E C E S A R IO ,


i A D E L A N T E ! —d ijo C abanellas con fuerza— . A quí, a las
siete y m edia. A la vuelta d e la D ivisión. Y tom en toda
clase de precauciones. U stedes n o saben cóm o está esto.
—C onform es. A h o ra m ism o avisarem os a P am plona,
fijando sitio y m arcando h o ra p a ra que el G eneral M ola d is­
ponga su viaje. ^ , . D
C on toda rapidez fuim os a Telefonos. Jav ier, en r a m ­
plona. a g u a rd a b a al píe del ap arato .

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A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 11»

__H o la. Jav ier. E sta ta rd e firm arem os la operación del


seguro. A las siete y m edia harem os nosotros N O V E N T A
Y CINCO.
__M uy bien, te felicito. H a sta esa h o ra estaré en casa
p o r si m e necesitas.
—A v isaré si ocurre cam bio.

E n el g u a rd a rro p a del re sta u ra n te ((Salduba» tropezó


V icario con el C om andante d e A salto señor C aballero. H a ­
b laro n b ajo y rá p id o :
— ¿ T ú p o r a q u í? — dijo C aballero.
__A los toros. Y a ti ¿ ‘t e h an larg a d o de A stu ria s? ...
—E sta ré en A stu rias, no lo dudes. ¿C óm o v a eso?
—C am ina, cam in a...
—C uidado. M anolo. M ucha suerte. S aludos a d o n Em ilio.

S altó a l ruedo el p rim ero d e Dom ecq. E l E stu d ian te,


N oain y K afaelillo. E n u n palco tom aban asiento el G ene­
ra l C ab an ellas y su A yu d an te. V e stía n uniform e.
Poco tiem po después p e n e tra b a en su p alco el G oberna­
dor civil. , . , j 1
A las siete m enos d iez m inutos se a b ría la p u e rta de los
chiqueros p a r a d a r salid a al ú ltim o toro.
E l A y u d a n te del G en eral no h a b ía salido del palco. E sta
era la señ al convenida p a r a sab e r q ue C abanellas cum pli­
ría su p a la b ra , pues en caso co n tra rio debíam os a v isar a
P am p lo n a p a ra que el G eneral M ola n o em prendiera el viaje
y nosoitros recibiéram os nuevas instrucciones.
E l A y u d an te de C abanellas co n su ltab a su reloj y h ab la­
b a con el G en eral. , v, ■ t
E n aquel m om ento abandonam os la P laza. N ecesitaba
el tiem po p a r a p re p a ra r el coche.

Dos m inutos fa lta b a n p a r a las siete y m edia, h o ra con­


venida, cu an d o doblaba la esq u in a d e l edificio de la D ivi­
sión. E l C ap itán V icario bajó, alejándose u n poco d d coche.
P o r el espejo retro v iso r vig ilab a yo la lleg ad a del G eneral.
S iete y tre in ta y cinco... N ada. P ensé que el G enera!
M ola estab a ya en la ca rretera.

Ayuntamiento de Madrid
lio B. F É L I X U A i Z

O cho m enos v ein te... N ada. E m pezaba a oscurecer. Bajé


del coche y levanté el capot.
O cho m enos cu a rto ... N ada. V i que el C a p itá n V icario
se acercab a al coche.
E ra necesario su je ta r los nervios.
S a lía a l encuentro d e V ica rio cu an d o v i que el G eneral
C ab anellas y su A y u d an te d o b lab an la esquina. A d v e rtí a
M anolo y p u se el coche en m archa.
E l G en eral y su A y u d an te se acom odaban en los asien­
tos d e a trá s . T odavía no e sta b a c e rra d a la p u e rta cuando
rodábam os cam ino d e la cita.

D ecía C a b a n e lla s:
__N os hem os re trasad o p o r cu lp a del G ob ern ad o r. Yo
m e he despedido h a sta la v u elta d e M adrid, p ero tem o que
esta noche llam e con alg ú n pretexto.
— E l G eneral M ola esta rá p u n tu a l. N osotros, no— dije— .
V am os con quince m inutos d e retraso .
— ¡A p riete, p o llo ; ap rie te y ganarem os lo perdido!^
M anolo estab a pendiente del reloj y d e l cuentakilóm e­
tros. A pagué la luz del cu ad ro . A m edida que au m en tab a
la velocidad crecía el silencio. C orríam os.
P asábam os la desviación forzosa d e unos ocho kilóm e­
tros d e la c a rre te ra general lentam ente. Me ac o rd ab a de
M ola. ¿ E s p e ra rá ? i '
C abanellas, d e ta rd e en ta rd e , p re g u n ta b a a l C ap itán
V ica rio d ato s que, según la p ru d en cia aconsejada p o r M ola,
solam ente po d ían d a rse m uy vagam ente.
— E stam os y a en N a v a rra —d ije d e p ro n to , co rtan d o u n a
p re g u n ta del G e n eral y d an d o con ello tiem po a V icario
p a r a su contestación.
Y e ra verd ad . C orríam os lib rem en te p o r la c a rre te ra de
N av arra.
P oco después d esv iab a la conversación de C ab an ellas el
C ap itán V ica rio , que m e d e c ía :
— ¿ E s T u d ela, bajo aq u ella rá fa g a d e lu z?
— ¿ H o ra ?—pregunté.
— N ueve m enos cinco.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 121

— CCóm o vam os — á ijo C abanellas— . Supongo que a esta


m arc h a habrem os gan ad o algunos m inutos.
— P e ro n o los suficientes p a ra llegar a la hora. ¿ E sp e ­
ra rá M ola?

A las nueve y tres m in u to s cruzábam os las calles de Tu-


dela. P o r cierto b a sta n te concurridas. Me co n tra rió ta n ta
gente.
A las nueve y diez, a la a ltu ra del pu eb lo de M urillo,
d iv isa b a u n coche p a rad o en dirección a P am plona.
— EiStán a h í —d ije, am inorando la m arch a. P ero antes
d e lleg ar a él, tuve que fre n a r a l a d v e rtir a l G en eral M ola,
que se ap ro x im a b a a nosotros p o r la c a rre te ra . ¿C onoció la
señal de los fa ro s?
A l m ism o tiem p o que el A y u d an te del G en eral C ab a­
n ellas ay u d ab a a éste a b a ja r, dijo M ola, cu a d rán d o se;
—A sus órdenes, m i G enaral.
— Mi q u erid o G eneral, ¿cóm o e s tá ? B uen salto desde
A frica a P am plona.
D ieron contados pasos por la c a rre te ra y subieron al
coche.

E n el coche d e Ja v ie r y acom pañando al G en eral M ola,


h a b ía n llegado el C om andante F ernández C ordón y el Ca­
p itá n L astra . L a s tra tenía instrucciones del G en eral p a ra
estab lecer la vig ilan cia d u ra n te la entrevisa.
E l C om andante C ebollero y el C a p itá n V ica rio a unos
cin cu en ta m etros en dirección a Z aragoza.
E l C om andante F ern án d ez C ordón y el C ap itán L astra ,
E la m ism a d istan cia, dirección P am plona.
Jav ier y yo debíam os de perm anecer ju n to a los coches.
N adie, absolutam ente N A D IE que circulase por la c a rre te ­
ra , d e b e ría ap ro x im arse a l coche donde conversaban los
G enerales. S i algo anorm al ocurriese en c u a lq u ie ra de las
direcciones, dos cerillas encendidas sería la señal p a r a que
el coche d e los G enerales escapase. E l C ap itán L a stra no
podía p a sa r sin hacerm e u n a d e las suyas. E ncendió una
cerilla, solam ente u n a, p ero fué lo stificiente p a r a que yo
b ajase el ca p o t... y notase nervios.

Ayuntamiento de Madrid
122 B. F É L I X M A Í Z

— c E s ta ría inquieto el G en eral p o r la ta rd a n z a ? —p re­


g u n té a Ja v ie r. , , , . i
__M ás d e una vez he tem ido oírle d e c ir : (¡vamos a l co­
che)» ; p ero te n ía confianza en que llegaríais. Es m as, de
p ro n to h a dicho consultando su re lo j: « ¡A ver si vam os a
ten er que ir a Z arag o za!» . «■ j i
__P ues yo he pensado p o r el c a m in o : «Si no ag u a rd a el
G en eral en el sitio fijado, soy ca p az d e llevar a C abanellas
a P am plona.» D esde luego, sin h a b la r los dos no acaba
el día.

Me acerqué a l coche, donde h ab lab an los G enerales.


A los veinticinco m inutos de in iciad a la conversación, se
ab rió u n a de las p u erta s, y bajó el G en eral M ola. Ir a ta b a
d e im pedir que b ajase el G eneral C abanellas. pero este p u ­
so p ie en la ca rre te ra . Se oyó la voz re cia d e M ola, que

MI G E N E R A L . Y O H E D A D O MI P A L A B R A D E
H O N O R B IE N S A B E MI G E N E R A L Q U E N U N C A D E-
J E D E C U M P L IR L A .

U n fu erte ap retó n de m anos y se despidieron.


A p u n to d e a rra n c a r n u estro coche, p a r a re g resar a Z a ­
rag o za con el G en eral C abanellas. vim os sobre la ^ r r e t e r a
unos hom bres que en posición d e firm es nos despedían.
T o d av ía sonaban e n m is oídos la s ú ltim as p a la b ra s del
G en eral M ola. i i_ ii
—U n a vez que dejen en Z arag o za a l G en eral C abanellas,
regresen inm ediatam ente a P am plona. M añana a las diez
sa ld rá u sted p a r a B urgos.
__M i G en eral, n o h a sid o cu lp a m ía el re traso ...
—B ien. P e ro h a b rá visto u sted , que sé a g u a rd a r diez m i­
n u to s largos d esp u és d e la h o ra. N o todo el m im do hace
lo m ism o. Y m e d ió u n a p alm ad a en el brazo.

P oco después de las once y m edia, llegábam os a las p u er­


tas d e Z arag o za, p asa n d o el control de las D elicias sm d e­
ten ernos. E ntonces p reg u n té a l G en eral C ab an ellas:
— ¿S atisfech o d e l viaje, m i gen eral?

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 123

—C om pletam ente. V eo que hacen ustedes m uy bien


las cosas.
D ejam os a l G eneral y a su ay u d a n te en el m ism o lugar
donde em prendim os el viaje.
L a ca ra c te rístic a del viaje de regreso fue el silencio.
C uando b a ja b a del coche, el G eneral C abanellas d i j o :
«Q uedo profundam ente reconocido a todo lo que han h e ­
cho ustedes en el día de hoy. L leg ará el m om ento en que
E sp añ a sep a y p u ed a agradecérselo. B uenas noches, se­
ñores...»
—M i G en eral, buenas noches.

L a Q u in ta D ivisión bien m erecía u n a cena. P ero rá p id a ­


m ente d ecía M anolo V ic a rio ; • i /-• i
__A las siete, tengo m aniobras, y h a dicho el G eneral
que q u iere verm e. cQ ^ ó te decía a l despedirse?
—Q u e m a ñ a n a a la s diez sald ré p a ra B urgos. Y que ha
sab id o e sp e rar diez m inutos...
__M uy bueno. S ab ía que no h ab ía de qu ed arse sin hacer
alu sió n a «lo del d ía 3».
__P u es m uy b ien —d ije yo— . M añana pienso preg u n tarle
si co n tin ú a e n vigor la orden de «tres m inutos después de la
h o ra aco rd ada, no deben ustedes aguardar».

A p u n to d e am anecer cruzábam os las B ardénas R eales,


cam ino de P am p lo n a. N os aco m pañaba el C om andante Ce­
bollero, que se d irig ía a G uipúzcoa y se unió a nosotros a
ú ltim a h o ra en el re sta u ra n te «Salduba».
L legam os a P am plona. No e ra n aquellos 578 k iló m rtro s
que m arc ab a recorridos el contador desde la sa lid a d e P a m ­
p lo n a p o r la m añ an a los que p ed ían p risa p o r el descanso.
L a n ecesidad de re c u p e ra r el eq u ilib rio en la tensión de
n u estro sistem a nervioso e ra la qi’“ o bligaba a
unas h o ras la inquietud, el tem or, la responsabilidad, los
m om entos pasados d u ra n te el día. N os despedim os.

Ayuntamiento de Madrid
124 B. F É L I X M 4 t Z

D e m i D ia rio (8 d e Ju n io )

^ LAS NUEVE DE LA MAÑANA

recib ía la v isita d e dos com pañeros Jefes d e la O rganización


civil.
— ¿Q u e sucede?'—p re g u n ta b a u n o d e ellos, alarm ado.
— N ada sé. P ues ¿ q u é p a sa ?
— ¿D ónde está el G e n eral?
—Supongo que en el cam po. A las siete ten ía m aniobras.
—Y a. ¿ P e ro está en P am p lo n a?
L a noche a n te rio r h a b ía n circ u lad o rum ores sobre inm e­
diatos re g istro s d om iciliarios y posibles detenciones. L a
p reocupación llegaba a l lím ite en aquellos hom bres, a l tr a ­
ta r d e com unicarse con alg u n o d e nosotros sin p o d er conse­
guirlo. N i del C a p itá n L a stra , n i del C ap itán V icario , n i del
A y u d a n te del G en eral, ni del m ism o G eneral, sabía nadie
n ad a . N i en sus ca sas. ¿ Q u é es, lo que po d ía h ab e r suce­
d id o ? D escartan d o solam ente la p o sib ilid ad d e a lg u n a en­
trev ista, p odía a c la ra rse aquel m isterio. P ero ¿to d o s fu era
de P a m p lo n a ? E l C ap itán Moscoso, a u n q u e conocía nuestro
p a rad ero , no p o d ía h a b la r. T om aron las precauciones que
crey eron o p o rtu n as y ag u a rd aro n .
— Luego, a la s diez, voy a e sta r con el G eneral. Y a h a ­
b rá reg resad o del cam po. P o n d ré en su conocim iento esos
rum ores.

—B ueno. ¿ M a rch a bien la co sa?


•—Sí. Podem os e sta r contentos. A y er se dió u n gran p a ­
so. N o os puedo d e c ir m ás p o r el m om ento.
— B asta. T am b ién nosotros estam os contentos.
H a n citad o nom bres, núm eros, pueblos... R equetés, fa ­
lan g istas, hom bres...

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Í Í A 126

— ¿ Se preocupa alg^mo de vosotros d e a n o ta r todos estos


pasos ?—p reg unté.
-rP a ra q u e ;
—Sim plem ente p orque es interesan tísim o y p o r cu­
riosidad.
—No m erece la pena.
—E s posible que m erezca m ucho m ás de lo que vosotros
pensáis. Y es lástim a que n ad ie lo h aga. Se confirm ará una
vez m ás el re frán d e que (dos últim os serán los prim eros».

M ientras yo cam ino h a c ia B urgos, qu ed an a b ie rta s las


p ág in as d e m i D iario p a r a que pu ed an ser o lead as:
«Mola está m al im presionado p o r las inform aciones de
S an S eb astián. L a en tre v ista del d ía 1.® de Ju n io n a d a re ­
solvió en concreto. P osteriorm ente, las noticias pai'ticulares
que tenem os n o acusan m ejora respecto a la elección de una
J u n ta q ue asu m a la responsabilidad del M ovim iento. L a
m in u cio sid ad con que exam ina el G en eral to d a clase de p o ­
siciones y elem entos que h an d e c o n trib u ir en la organiza­
ción, exige n atu ra lm e n te un M ando que responda asim ism o
con to d a escrupulosidad del p lan team ien to y eiecución de
las instrucciones que reciba. H oy p o r hoy, S an S ebastián no
existe en la conspiración, au n q u e en S an S ebastián haya
conspiradores.

E speram os venga d e G a licia el C a p itá n Ju ríd ico T . G a ri.


cano. E l G en eral necesita su inform ación a l m ism o tiem po
que va a confiarle dos servicios im portantes. U no p a ra B u r­
gos y o tro p a ra M adrid.

E speram o s tam b ién con im paciencia el re su ltad o de la


reunión d e V alen cia. D elegados de F alan g e, C eda, y del
P a rtid o T ra d ic io n alista . c a m b ia rán im presiones junto a los
pinos de u n a finca v alen cian a. Sabem os que un delegado es­
p ecial de José A ntonio P rim o de R iv era a sistirá a la con­
versación. H a estad o en A lican te. N os in fo rm ará de todo el
C ap itán F rig o la. ¿ V e n d rá p ro n to ? E sa reunión es in tere­
santísim a.

Ayuntamiento de Madrid
1 S6 B. F É L I X m a í z

L os C ap itan es López V a re la y L izcano de la R osa, desde


B arcelona, com unican noticias que ab ren la s p u erta s al
optim ism o.
S in em bargo, el G en eral no d esa rru g a su entrecejo cu a n ­
do se h a b la ¿e B arcelona. ^
P a ra él, existe u n a incógnita que no p u eae aclararse
h a s ta n o íija r la decisión de u n a persona que dice ser la
clave p a r a la facilid ad y el éxito de fu tu ra s gestiones que
n ecesariam ente se v an a re alizar d en tro d e m uy pocos días.
H a dado p risa, m ucha p risa , p a r a que sea ac la rad a esa
posición.

H o ra y m edia h a estad o en P am plona el G en eral Q ueipo


de L lano. D ijo que volvería p ro n to y h a cum plido su
p a la b ra . ,
H a conversado con el G e n eral M ola en p le n a P la z a dei
C astillo, d an d o v a ria s v ueltas p o r la p ista d e los arbolillos.
E l C ap itán V ica rio h a acom pañado al A y u d a n te d e Q u e i­
po. N o se conocían, pero cu alq u iera h u b ie ra dicho, viéndo­
los, que h ac ía tiem po d eseab an h a b la r. N o se n a d a de lo
tra ta d o , p ero he podido o bservar c ie rta p ris a en el G eneral
M ola, que exige la entrega rá p id a de to d a clase de croquis
sobre com unicaciones (carreteras, lín eas telegráficas, telefó­
n icas y de tra n sp o rte ), con arreg lo a sus instrucciones titu ­
lad as «O bjetivo, M edios e Itinerarios».
T am b ién m ás copias, de la Instrucción reserv ad a núm e­
ro 1 y de las «D irectivas» p a r a la 7.“ D ivisión.
R eform a en las Instrucciones núm . 4 (será reserv ad a y
tra ta rá del R égim en de tiem p o ), con un cam bio de clave
en «H oras y R égim en de E tap as» . S erá Inicial (H-1).
R ed ac ta u n a com unicación p a r a el G eneral F ran co , vía
T en ien te Coronel V a le n tín G alarza, M adrid-C anarias.
¿Q u é es lo que h a b rá tra ta d o con Q ueipo de L lano?»

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Í 5 A 137

MADRID NOS TRAE


de canto. E l Coronel P eñ a m a ría dice que a llí n o existe
ord en ni concierto relativos a la organización. ¿ E x iste un
M ando o son varios los que dentro de M adrid tom an ini­
c iativ as?
D esde luego no dejam os de ver la «dificultad» de M a­
d rid . L a situ ación p a ra los nuestros es confusa, p u es el
po d er del enem ieo es m uy grande. L a organización en M a­
d rid es d ifícil. P ero ¿ ta n to ?
E l Coronel P eñ am aría. desde su puesto de Jefe de E sta ­
do M ayor d e la 1.‘ D ivisión, n re sta u n a ay u d a eficacísim a
p a ra n u estro s intereses, llegando a em plear, si es necesario,
h asta el boicot en órdenes que recibe de la S uperioridad.
5 q ue p u ed an ser ca u sa de desarticu lació n de nuestros p ro ­
yectos.
Se en v iarán nuevas instrucciones a l T eniente Coronel
V . G a la rz a p a ra que las tra n sm ita a l G en eral F anjul.
U n p ro b ab le fracaso, lo m ism o en M adrid como en B ar­
celona, se acen tú a ta n to que posiblem ente se determ in ará
u n cam bio en el p la n previsto.
E l G en eral estu d ia la incom unicación de am b as ca p ita­
les en lo s p rim ero s d ías d e la sublevación, a b ase d e una
operación co n junta d e las D ivisiones 3.“ y 5.* (V alencia.
Z a ra g o z a ).
P a ra u n acuerdo, el proyecto p a s a rá p o r el G en eral Go-
ded. E l G en eral M ola tra ta a l G en eral Go'^ed con exouisita
p ru d en cia. P u ed e ser que an te el org u llo del G en eral G oded
el G en eral M ola u tilice su p ru d en cia. De todos m odos el
asu n to es delicado, porque en el nuevo p la n el destino del
G en eral G oded se fija en V alen cia. L a opinión del G eneral
M ola, ¿ s e rá c o m p artid a p o r el G en eral G oded?

Noticias:
L os depósitos de gasolina ten d rá n cu b ierto el m áxim um
de su ca p acid ad a fines de m es.
—N o creía que h a b ría tanto— h a d icho Mola.

Ayuntamiento de Madrid
B. F É L I X M A Í Z
12P
f E l cen tro ferro v iario á e M ira n d a ? E s don Ju a n A nto-
„ .o B « “ “ n Jm o am ,go del G e n eral, la P » .o „ a que s '
e n c a re a de la p ap e le ta «asunto d e ferrocarriles». E l señor
B ravo tiene toda la confianza d e l G eneral. D ice que a ra
h onor a su apellido.
E sta p rim e ra decena d e Ju n io nos ‘f^ e o tro m iste rio ;
r O u é significa eso que se h a dich o en M adrid de que en
el seno del G obierno se tra tó sobre «Un golpe d e efecto p a ra
¿ d a r i u n a van la consab.da g an a d= c r.rto s m .l.la re .
de g u an te blanco d e arm a r ca m o rra» . rlicho
S ’ ero si todos tenem os gu an tes blan co s... — h a d ic to
el G e S . a quien sin d u d a h a hecho g ra e .a el d .ctad o de
la confidencia. .. , . , n i
M ola p id e inform es a M ad rid y B arcelona.

EN LAS CORTES

sig u e rodando el m ism o disco. T odos los d ip ü la d o s se lo

C Ír E % N san to Y SE N A S O V IE T IC O . ES UNA

p ara todo a^el


que p u ed a librem ente razo n ar. P ero , p o r si a c a s ° ’
^ «¿N o cree el señor A z an a que se esta
am biente m orbosam ente co n tra rio a la gran
m ilitar, que n o es In stitu ció n d e u n a form a
no. sino de la P a tria m ism a, y el soporte oel t-staüo
a u e a todos nos in te re sa ? . , .
^ P e ro si el G obierno m u e stra fiaqueza. s i v acila, si
se pro d u ce con indecisiones que p erm ita n suponer la

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 120

p o sib ilid ad que en la fo rtaleza del E stad o se entrom e­


ta n de u n a m an era to rtu o sa los que lo quieren a rra sa r,
nosotros 'tenemos que lev an tarn o s a q u í a g rita r que es­
tam os dispuestos a oponernos p o r todos los m edios, d i­
ciendo que el ejem plo de exterm inio, la trág ic a des­
tru cció n que las clases sociales conservadoras y b u r­
guesas de R u sia vivieron, N O SE R E P E T IR A EN E S ­
PA Ñ A .
P o rq u e ah o ra m ism o, si t a l ocurriese, nos m overía­
m os a u n im pulso de e sp íritu de defensa que a todos
llev aría a l heroísm o.
P o rq u e antes de consentir el te rro r rojo, sabrem os
vender b ien c a ra s n u estra s vidas.»
E l g riterío que b ro tab a d e las g arg an tas de los frente-
p o p u lista s no d ejab a o ír las ú ltim as p a la b ra s del señor C al­
vo Sotelo. ¿N o en co n trab an lógica su p o stu ra de defensa?

Jo sé A n to nio P rim o d e R ivera, que continúa en la c á r­


cel de M adrid, h a enviado a u n o d e sus enlaces p a ra con­
feren ciar con el G en eral M ola. E l señor G a rcerán ha con­
versado extensam ente con el G en eral, tra ta n d o diversos a s ­
pectos sobre la ap o rtació n del P a rtid o de F alan g e a l Mo­
vim iento.
E n nom bre d e P rim o de R iv era h a hecho a M ola con­
fidencias sobre personas y fim cionam iento orgánico del
P artid o . H a m anifestado, al m ism o tiem po, su creencia en
la p o sib ilid ad de u n traslad o de cárcel p a ra el Jefe de F a ­
lange. P ro n to re cib irán todos los Jefes que ostentan la res­
p o n sab ilid ad d e la organización u n a orden en previsión de
la d esarticu lació n que supone su tra sla d o con relación a los
contactos que hoy existen.
E sp era M ola co n c retar en breve p u n to s m uy interesantes.

M ien tras, la vida m oral y m a'terial de la nación acusa


la influencia del sistem a soviético. C unde el escepticism o
y su en a la frase de «Esto no tien e rem edio», invitando a su
vez a que las gentes p en e tren d en tro del cam po m a teria­
lista, lleno de fango.

Ayuntamiento de Madrid
130 B. F É L I X M A I Z

E s el cam ino p o r donde m ejor circu la el ru lo ruso que


ha de a p lasta rlas.

De mi Diario (9 de Junio)

A Y E R . PARA L A S SIE TE

de la ta rd e , h ab ía regresado d e Biu-gos. D i cu e n ta a l G ene­


ra l de las im presiones recogidas y del am biente de confian­
za en que desenvuelven sus actividades los conjurados.
— E x iste ya co n tacto con la G u arn ició n de S an tan d er
—m e decía M urga.
— No hace v ein ticu atro h o ras que M ola h a b la b a con el
G en eral C abanellas— decía yo.
Y he co n tinuado d an d o to d a clase de noticias al C api­
tá n M urga p a ra que éste las ponga en conocim iento de sus
com pañeros. N o es que en B urgos necesiten de inyecciones,
p ero es u n a satisfacción g ra n d ísim a la que todos sentim os
al ver cómo, p aso a paso, se van gan an d o posiciones en
n u estra m aniobra.
—Q ueipo está con nosotros.
— ¿ E l G en eral Q u eip o ?
— Y el G en eral C abanellas.
— ¿ E l G en eral C ab an ellas?
C reo que M ola tiene ya to d a clase d e g aran tías. C on eáto
b a sta . M uy p ro n to recibiréis nuevas instrucciones.

E l G en eral M ola h a fijado p a r a el d ía 11 la en trev ista


con K indelán. M añana irem os a S an S eb astián p a ra p re ­
p a r a r el viaje.
E l G en eral esp era al T eniente C oronel S eguí, que viene
de A frica con u n a b u en a inform ación. L a recib id a días
a trá s p o r el G eneral M ola denota u n deslinde de cam pos
b a sta n te claro a la vista, aunque no del todo m arcado por
la n ebulosa que ofrecen ciertos m andos, cu y a posición sigue
siendo dudosa.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 131

P e ro la u rgencia em puja a B artom eu, a G azapo, a So-


lán s, a Z an ó n , a todos los prin cip ales com prom etidos a cor­
la r y trin c h a r ráp id am en te toda clase de diferen cias que
p u ed a n ento rpecer su labor.
N i el A lto C om isario, A lvarez B uilla, n i el G en eral R o­
m erales, serán obstáculo p a ra que estos hom bres puedan
o etenerse en su cam ino, co rtad o e n v ario s p u n to s p o r las
b arricad a s lev an tad as p o r u n enem igo que cu e n ta con fu e r­
za incondicional y h asta con la de u n a p ro b ab le traición.
L a ac tiv id ad com unista en A frica se d esarro lla tam bién
con to d a u rg encia. M elilla es el p rin cip a l foco. M oscú p ie n ­
sa en el M editerráneo. P ero nosotros defenderem os el M e­
d iterrán eo .

S igue la inteligencia en tre los fren tes po p u lares francés


y español. T odas las conversaciones van d irig id as h ac ia el
logro d e u n a posible conjunción de sus fuerzas revolucio­
n a ria s p a r a e sta r d ispuestas en el m om ento que fije el Ko-
m in tern , la h o ra d e E uropa.
T re in ta d ías antes estarem os p re p ara d o s nosotros. Su
fecha es el 1 de A gosto.
Q u e sig an d ib u jan d o nuevos círculos rojos sobre M ar­
sella, B arcelona, V alen cia, C artag en a, M álaga, C euta y las
Islas B aleares.
T am b ién nosotros dibujam os.

SE ACLARO E L MISTERIO
sobre «los m ilitares de guante blanco», com o se dijo en el
G obierno. L a explicación la d a M adrid, pero el origen fué
B arcelona. F u é la G e n e ra lila t la que dió la voz de alerta.
C om panys, su P resid en te, e sta b a inform ado de ciertos tra ­
bajo s encam inados a o rg a n iz ar u n levantam iento m ilita r
p a ra a n u la r el R égim en que goza C atalu ñ a. T em bló Com­
p anys, com o tiem bla siem pre que o lfatea u n enem igo, por
pequeño que sea. P a r a él, C atalu ñ a n o es de E sp añ a.
P ero avisó inm ediatam ente a M adrid, y tuvo un cam -

Ayuntamiento de Madrid
133 B. F É L I X M A j Z

bio de im presiones con P rieto, C asares Q u iro g a y el D i­


rector G en eral de S eg u rid ad . C om panys exigió que d e una
vez se tom asen las m edidas necesarias p a r a sa lir al paso
de cu a lq u ie r in ten to n a y y u g u larla fulm inantem ente.
Com o a l m ism o tiem po d u ra b a todavía en M adrid la
p reocupación p o r h ab e r sido inform ado el G obierno —^por
el soplo d e u n tra id o r— d e los p re p ara tiv o s efectuados p a ra
la tom a d e posesión del nuevo P resid en te de la R epública,
señor A zañ a, p o r p a rte de ciertos m ilitares, fueron tom adas
en cu e n ta las advertencias del señor C om panys, y d e a h í
n ació la decisión del G obierno d e te n e r p re p ara d o «UN
G O L P E D E E F E C T O C O N T R A L O S M IL IT A R E S D E
G U A N T E BLA N CO ».
Se atrib u y ó la Je fa tu ra de la sublevación a l G eneral
R odríguez del B arrio , a qu ien d estitu y ero n en el acto , tra s­
lad ando a C an aria s a l G en eral O rg a z y m an d an d o a P risio ­
nes M ilitares de C ádiz a l G en eral V a rela. M enos m al que
n o se aco rd aro n d e los G enerales V illeg as y F a n ju l, n i del
C oronel P eñ am aría, n i del C oronel T u lio López, n i de los
T en ien tes C oroneles G a la rz a y A lv arez R em en teria, n i del
C a p itá n Lozano, n i d e ta n to s m ás que estab an d en tro del

E l G obierno calificó aquel proyecto de «U N A IN T E N ­


T O N A SIN A S IS T E N C IA S ». P e ro en M ad rid ten ían la
m osca d e trá s d e la o re ja y ord en aro n inform aciones en N a­
v a rra y M arruecos.
M ola, avisado o p o rtunam ente, creyó op o rtu n a tam bién
su intervención. P o r in term ed io d e u n a p erso n a autentica-
m ente re p u b lican a, hizo llegar h a sta el M inistro de la G ue­
r r a «EL A G R A D O CON Q U E A D M IT IR IA S U T R A S L A ­
D O A L A C O R U Ñ A , S U P U E S T O Q U E EN B R E V E H A ­
B IA D E Q U E D A R V A C A N T E E L M A N D O D E U N A
B R IG A D A . EN P A M P L O N A S E A B U R R IA D E M A ­
SIA D O ».
E l M inistro trag ó el anzuelo.
— ¿ Q U E S E A B U R R E ? ...— dijo— . ¡Q U E SE A G U A N ­
T E Y Q U E SE P U D R A !
R especto a M arruecos, d ijo C asares Q u iro g a :
—Y O M E L A S E N T E N D E R E CON Y A G Ü E . Y N O

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Í 3 A 133

A SU STA R SE. SEÑORES. ES D E LOS PO CO S Q U E


ALLI NOS PU ED EN H A CER DAÑO.
L a inform ación de la p o licía de P am p lo n a sobre el G e­
n eral M ola, fu é :
Por la m añana, con mucha frecuencia, asiste a los
ejercicios m ilitares en el campo. Pasa el resto de la m a­
ñana en su despacho. Por las tardes, no todas, da ligeros
paseos acompañado de su Ayudante. Luego trabaja, re­
tirado, en sus nuevos libros. Acude muy a menudo a las
sesiones de cine, acompañado de su señora. No tiene re­
lación con el elemento civil de la población. Unicamente
sostiene am istad con un m atrim onio de matiz apolítico,
durante el aperitivo, que toman en un café céntrico. No
se le advierten salidas por la noche. Sus relaciones con
el Gobernador son cordiales.
E l G o b ern ad o r civil, señor M enor P oblador, no llegó
n u n ca a sen tir personalm ente nin g u n a preocupación p o r loa
rum ores que a su alrededor c irc u lab an respecto a posicio­
nes d e M ola.
— G o b ern ad o r — le decía M ola d ías an tes— . ( H a p erd i­
do usted y a la confianza? N o me dice u sted n ad a de ese
co n trab an d o d e arm as de los ca rlistas.
— S ald rán , sa ld rá n •—contestaba M enor P oblador. Y se
sonreía.
— No se confíe u sted dem asiado. G obernador, y u n d ía
nos m etan en u n lío —d e c ía m uy serio el G eneral.

E l d ía 10 p o r la ta rd e fu i a S an S ebastián, acom pañado


de los C ap itanes L a stra , V izcaíno y V ázquez.
C ad a uno llevaba su M isió n : G e rard o L a stra ib a a p re­
p a r a r la en tre v ista con el G eneral K indelán, p a ra el d ía s i­
guiente. L os C ap itan es V izcaíno y V ázquez estab a n c ita ­
dos con O ficiales de los C uarteles de Loyola.
E l C oronel C arrasco estab a av isad o de m i llegada.
M ola en lazaba la G u arn ició n d e S an S eb astián con el
T en ien te C oronel V allespín.
A l p a sa r p o r las proxim idades del pueblo de Lecum be-
rri, quedé d e acu erd o con L a stra en el sitio que h a b ía de
p ro p o n er a K in d elán p a r a la conversación del d ía siguiente.

Ayuntamiento de Madrid
134 B. F É L I X M A Í Z

Q u e d ab a proyectado a m i gusto el viaje en cu an to a lugar


y h ora. E l G en eral M ola h a b ía confiado en m í to d a su p re ­
p aració n . U nicam ente d i j o :
— N o olvide u sted que el G en eral K indelán está m uy
vigilado.

AMANECIO

el día II d e Ju n io , festividad del C orpus C h r is ti:


A cep tad o p o r K in d elán el sitio propuesto, la entrevista
sería en pleno m onte, en lu g ar próxim o a L ecum berri, y
h o ra D IE Z d e la m añana.
A las nueve vetinticinco, recogía al G en eral M ola y a
su A yu d an te. H icim os la salid a p o r la c a rre te ra general de
G uipúzcoa, su p u esta lib re de inconvenientes, a l no tener
aviso del C ap itán L a stra , que ju n to con los C apitanes V i­
cario, M oscoso y V ázquez, h a b ía n establecido el servicio de
v igilancia aq u ella m añ an a. A l p a s a r p o r el kilom étro 10,
ad elantam os a l coche donde v ia ja b a n los O ficiales. A pesar
de la m archa. M ola, que no p e rd ía d etalle, se dió cu e n ta de
ello. C om prendí que n o le h a b ía gustado.
— c V d . sabe qué hacen V ica rio y co m p añ ía p o r aquí
a estas h o ra s? preguntó.
__C laro que lo sé. ¿N o recu erd a m i G eneral que hoy
soy el D irecor de escena? T ienen la m isión de tap o n ar la
í^ntrada del cam ino que al desviarnos d e la c a rre te ra nos
ha de conducir a l m onte. L o h a rá n u n a vez que los coches
nuestros h ay a n dejado la c a rre te ra .
— ¿ E ntonces h a d ad o u sted p o r supuesto que pu ed an
seg u ir a K in d elán ?
— E xacto. Y al m ism o tiem po su aviso que d ad o ese
caso, nos p e rm itiría u tiliz a r o tra salid a del m onte sin ser
vistos.
— B ien. P e ro con dos personas h u b iera bastado.
A p a r tir d e este diálogo. M ola se m ostró m ás locuaz.
Me p re g u n tó detalles de lo s viajes pasados a Z arag o za y
L ogroño, S an S eb astián y B urgos. L e d i toda clase de por-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 135

m enores, sin o lv id ar la d espedida ta n a g rad ec id a del G e­


n eral C abanellas, al d ejarlo en Z aragoza.
A M ola le ex tra ñ aro n la s frases de C abanellas, p ero creo
que le p ro d u cían contento. C onsultó su reloj' y d ijo :
__Son las diez m enos dos m inutos. U sted sa b rá cómo
vam os.
— F a lta u n kilóm etro solam ente.

— ¿L e gusta el sitio, m i G e n eral? — decía a M ola en


pleno bosque, m ien tras le ofrecía u n pitillo.
S u ay u d a n te F ernández C ordón acab ab a de sac ar el en­
cendedor cu an d o sonaron dos detonaciones. L uego o tra, otra,
d o s m ás...
— ¿T iro s, m i G e n e ra l? — dijo el A yudante.
— P arecen de re v ó lv er...—contestó M ola, que m ira b a a
to d as p a rte s p o r encim a de sus gafas— . P ero lejos, ¿ n o ?
— S u b a al coche, m i G en eral — decía F ernández C or­
dón— . V am os.
E n aquel m om ento coronaba el m ontecillo el coche de
K in d elán . P a ró ju n to a nosotros. S alam anca, que lo condu­
cía, saltó rá p id o m ien tras d ec ía :
— Buenos d ías, m i G en eral. ¿N os h an cogido?
B ajab a del coche K in d elán , que estrech ab a la m an o de
M ola. Y a no se o ían las detonaciones.
— ¿ H a n visto ustedes alg o ? ,—decía F ernández C ordón a
S alam anca.
—Sí. H em os visto ahí, a la e n tra d a del cam ino, unos
(ipuntosii...
— ¿Q u ie re u sted ir a ver qué dicen aq uéllos? —m e dijo
M ola al m ism o tiem po que in iciab a u n a p a rte con K indelán.
— ar regl e u sted «esto» ,—añadió m uy serio— . P a ra
eso es u sted d irec to r d e escen a...— . Y se sonrió.
M onté en el coche y me d irig í a la c a rre te ra . T odo h ab ía
p asa d o en u n m inuto. P uede ser que en m enos tiem po. P ro n ­
to vi a l C ap itán Moscoso, que venía con la p isto la en la
m ano. Bajé.
— ¿ Q u é p a s a ? ¿ H a b é is ten id o alg o ? —pregunté.
— N ada.
— ¿D ó n de están esos?

Ayuntamiento de Madrid
136 B. F É L I X M A Í Z

— H an ido h ac ia la derecha. D onde se oían los tiros.


— ¿ P e ro era n tiro s? ...
— de v erd ad ...
L a stra venía h ac ia nosotros, haciendo con el brazo signos
negativos. A l llegar d ijo :
— N ada, hom bre, n a d a : U n a procesión.
— c U n a procesión? P e ro ¿d ó n d e?
.—P ues a h í abajo. E n u n pueblo. D esde a llí se v e... .
P ro n to estuve donde c h a rla b a n K indelán y M o la :
— E ra u n a procesión —les dije.
— P ero ¿cóm o? ¿ U n a procesión? ¿ Y a tiro s ? — dijo
M ola.
— H oy es C orpus C risti.
— ¿ P e ro no e stán su p rim id as todas las p ro cesio n es?...
— Se conoce que a q u í no h a llegado la orden...
— P ero ¿ y los tiro s?
—N o ten d ría n cohetes...
S alu d é a la h ija de K indelán, que o jeab a u n a revista.
S alam anca y F ernández C ordón h ab lab an .

Y o m e fu i a ver la procesión.
— ¿ P o r qué no sería yo u n b u en p in to r, con u n gran
lienzo, y d ejar en él visible aquel espectáculo m aravilloso
que o frecía la a ld e a n a v a rra , ta n pequeña, ta n g ran d io sa?
P ocas casas, de p ie d ra y cal. P rad o s y lad eras d e m últiples
verdes. R áfag as de b ru m a en las p a rte s b ajas y sol fu erte
en los picos d e los m ontes. U n ca m p an ario c h a to ; debajo,
al costado, u n p alio blanco, sencillo. U nos pocos hom bres
en d erred o r con velas en sus m anos. U nas m u jericas a rro ­
d illad as. B ajo el p a lio el sacerdote, y en sus m anos D IO S.
E n el aire u n as flores.
¡A ld e a n a v a rra , m onum ental en t u fiesta del C orpus
C risti de 1936! ¿ P ro h ib irte t u procesión? ¿ P ro h ib irte las
.«alvas cuando asom ase D ios a la p u e rta de tu Ig lesia? ...
A quella cam p an a sonaba porque lo quiso D ios, llam an d o a
aquellos dos au tén tico s Jefes del E jérc ito E sp añ o l p a r a que
el próxim o a ñ o cu b rieran con su s tro p a s la c a rre ra p o r
donde triu n falm en te h a b ía de p a sa r bendiciendo los cam pos,
Ir.í casas, los hom bres de E sp añ a ...

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 137

i Q ué sonido el de aquellas cam p an as de la ald ea n av a­


rra el 11 de Ju n io d e 1936 1

— ¿P a só el su sto ? •—^me p re g u n ta b a el G en eral, cam ino


de P am p lo n a.
— D esde luego. Y creo que este d ía n o se nos olvidará.
¿V io usted la procesión?

Y en el a ire ... u n as flores.

— ¿ P o r dónde va a e n tra r usted en P am p lo n a p a ra de­


jarm e cerca d e casa?
—P o r donde salió Z u m alac árreg u i, m i G en eral. T o d a­
vía soy d ire c to r de escena. A unque no q u isiera serlo en
adelante.
— ¿N o será que le a su sta n los tiro s?
—^No, m i G e n eral. L a resp o n sab ilid ad es la que m e
asu sta.
—No se ac ep ta la dim isión. T odo b a estado m uy b ie n ;
ta n b ien que n u n ca se m e olvidará.
—T am poco a m í este d ía ...

LEON. . . BURGOS..

S evilla... G ra n a d a ... R ecajo... N oain... P a lm a ... Ifni.


G an d o ... V illa C isneros... A talay ó n ... T e tu á n ... L arache.
G e tafe... B ara ja s... Los A lcázares... P ra t de L leb reg at...
S eg u ro s... C o n trario s... P osibles...
D istan cia s... D epósitos... M uniciones... T alleres...
P ilo to s...
Ellos, 118 a p a ra to s ; algunos rapidísim os.
N osotros, 12 buenos y 26 m edianos...
¿ A p a ra to s p a ra L isb o a y C a n a ria s? ...

Ayuntamiento de Madrid
138 B. F É L I X M A l Z

D ejem os al G en eral M ola que siga estu d ian d o sobre el


m apa aéreo. T ra ta de ac o p la r con pocos elem entos u n pe­
queño ejército del aire. N o im p o rta que en el a ire sea tam ­
bién m anifiesta la v en taja del enem igo. ¡A d e la n te !
D a to de interés en el m a p a aéreo es el acordado por
M ola y K indelán con respecto al viaje del G en eral F ran e o
p a ra su traslad o de C an arias a A frica. L as gestiones del
señor L ú ea d e T e n a desde M ad rid con el señor B olín en
L ondres no parece que resu elv an el problem a. N o se en ­
cu e n tra a p a ra to de la s carac te rístic as que se desea p o r ser
n ecesario u n o de gran ra d io de acción. Interviene e l señor
L a C ierva, que p o r su profesión y relaciones en In g late rra
po d rá ta l vez solucionar el asu n to . Q u e d a a su cargo.
L a conexión de los G enerales F ranco y M ola p o r in te r­
m edio del T en ien te C oronel don V a le n tín G a la rz a en M a­
d rid se efectúa sin novedad. _ , ,
T am b ién b a tenido el G eneral M ola noticias del G ene­
ra l O rg a z ; p rim era s relaciones desde que el -General O rgaz
fue destinado, o d esterrad o , a C anarias.

UNA I NFORMACI ON

com pletam ente reservada, y o b ten id a g racias a la co n stan ­


cia con que el G en eral M ola sigue de cerca las actividades
que d esarro lla la m aso n ería en A frica, señ ala el trab a jo
electivo de la s logias «A tlántida», «A lfa 80», «14 de A bril»
y «Hércules)) en las zonas d e M elilla, C eu ta y T etuan.^
<(Para no llam arse a engaño — dicen en la inform ación—
tóm ense las precauciones n ecesarias con (se c ita n v an o s
n o m b res), que si no h a n ingresado en la secta no ta rd a rá n
en hacerlo.»
L a inform ación h a llegado d e F ran c ia . P re g u n ta n a su
vez qué m argen de certeza p u ed e concederse a los rum ores
de ciertas gestiones realizad as cerca del G obierno italian o

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 139

p o r perso n as d e significación en p a rtid o s políticos del lla­


m ad o C am po N acional.
T am bién nosotros podríam os h acer la m ism a p reg u n ta,
se con sid era firm e.

ZARAGOZA ESTA

en m arch a. E l R egim iento d e C ab allería «Castillejos» hace


honor a s u nom bre. S u Jefe, el C oronel M onasterio, tiene
buenos acicates p a r a m over el e sp íritu de sus Oficiales y
rien d a s firm es p a ra conducir con segu ridad y firm eza sus
escuadrones.
E l C om andante U rru tia secunda espléndidam ente su
lab o r y h a tom ado la dirección de la organización y cone­
xión con la p a rte civil de los com prom etidos. E n Z aragoza
se lleg ará a l conjunto y disposición ráp id am en te. V oy a de­
ja r an o tad o o tro de nuestros hom bres, el C oronel L os Cer-
tales. D os O ficiales de «Castillejos» no pien san com o su
C oronel. P o r eso su C oronel n o lo s conoce c u a n d o h ab la
con sus hom bres «cosas d e H onor».
L a relació n con Jefes y O ficiales de los otros Cuerpos
de la g u arn ición es co nstante y crece en am p litu d . Z a r a ­
goza ca m in a ... L a Q u in ta D ivisión es de u n a im portancia
v ital p a ra el M ovim iento. Es u n m anojo de llaves p a ra a b rir
y c e rra r conductos. L a revolución roja en A rag ó n puede
ser u n a c a ta ra ta que a rra s tre en su em puje m a teria que hoy
se co n sid era firme.
E l p o ten cial del bloque revolucionario rojo en A rag ó n es
uno de los m ayores de E spaña.
H om bres v alientes lo quieren d e sa rtic u la r. P o r eso se en­
fren tan decididam ente con todas sus energías. N a v arra les
ayuda.
M uy in teresan te la v isita del C oronel M onasterio, acom ­
p añ ad o del C a p itá n Inza, al G en eral M ola. L legaron a P am ­
plona ay e r p o r la ta rd e . H a n p asa d o la noche en los domi-

Ayuntamiento de Madrid
uo B. F É L I X M A j Z

cilios del C a p itá n L a stra y del C a p itá n V icario . N o era


p ru d en te que fu e ran vistos en P am plona. E l <(gesto¡> de Mo­
n asterio c u a n d o p asa p o r su im aginación «nuestra hora»,
em p u ja a l que lo observa.
E l cu a d rilá te ro que cierran M adrid, V alen cia, B arcelo­
na, Z arag o za, preocupa, sigue p reocupando a M ola.
E s p reciso que la d iagonal Z a ra g o z a -V a le n d a logre la
incom unicación d e las o tra s dos grandes cap itales. E stu d ia
el p la n p a ra las D ivisiones 3 . ' y 5.“. L os G enerales M artí­
nez M onje y G a m ir U líb a rri estorban en V ale n cia. E s n e ­
cesario u n buen M ando en esta D ivisión.
— P uede ser el G eneral G oded —dice el G eneral M ola— ,
en cuyo ca so asu m iría el m ando de B arcelona el G eneral
G onzález C arrasco.
M ola esp era la lleg ad a del C om andante L ázaro p a r a el
enlace con el G en eral G oded.

E s ad m ira b le el e sp íritu de los O fic ia le s.d e P am plona.


Se co n sp ira con p risa , con ta n ta p risa que el G en eral Mola
ha p u esto m ano en el freno p a r a que no se lancen d em a­
siad o . L a g u arnición de N a v a rra p o d ría y a fijar la fecha.
M añana m ism o, p ero no b asta.
A y er reg resaro n d e S an S ebastián el C oronel G arcía
E scám ez y el C a p itá n B arrera, que con Isid ro A rra iz a fue­
ron a en tre v ista rse con O ficiales de aq u ella guarnición.
L as im presiones son fría s en c u a n to a conjunto y d irec­
ción ; no así las que se refieren a la decisión del grupo de
O ficiales que está d ispuesto a todo.
E n S an S e b a ^ iá n se v an viendo «claras» m u ch as difi­
cu ltad es. S in em bargo, n o p u ed e cu n d ir el desalien to , p o r­
que se e stu d iará n y p o n d rán en m a rc h a los procedim ien­
tos necesarios p a ra c o n tra rre sta r el am biente ap á tic o que
dom ina.

Un informe reservado del General Mola

«La D irección del M ovim iento p atrió tic o estim a ne­


cesario d irig irse a los com pañeros com prom etidos en él
p a ra ponerles al co rriente, con toda le altad , de hechos

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I É N T Ó E N É S P A n a 141

dem ostrativos de que el entusiasm o p o r la C ausa no


h a llegado todavía al grado de ex altación necesario p a ra
ob ten er u n a v icto ria definitiva y de que la p ro p ag an d a
no h a alcanzado u n re su ltad o com pletam ente h a la ­
güeño :
1. ° E stá p o r u ltim a r el acuerdo con' los D irectivos
de u n a im p o rtan te F u erza N acional, indispensable p a ra
la A cción en ciertas provincias, pues la colaboración es
o frecid a a cam bio de concesiones inadm isibles, que nos
h a ría n p risioneros de cierto sector político en el m o­
m ento de la victoria.
E l llam ado P acto de S an S ebastián está a ú n m uy
recien te p a ra que los españoles lo hay an olvidado, así
com o la s dolorosas consecuencias que h a tra íd o a E s­
p añ a.
N osotros no podem os en form a alg u n a h ip o teca r el
p o rv en ir del nuevo E stado.
2. ° Se h a in ten tad o provocar u n a situación de vio­
len cia en tre dos sectores políticos opuestos p a ra , apo­
yados en ella, proceder. P ero es el caso que haSta el
m om ento, n o o b stan te la asisten cia p re sta d a p o r a lg u ­
nos elem entos políticos, no h a podido producirse, p o r­
que a ú n h ay insensatos que creen posible la conviven­
c ia con los rep resen tan tes de la s m asas que m ediatizan
el F ren te P o p u lar.
3. “ Se h a podido ap reciar, con n o to ria co n tra rie­
d ad, que en c ie rta ca p ita l de p rovincia en que todos se
h a lla n unidos y d e acuerdo p a ra salv ar a la P a tria ,
h a b astad o la p resencia d e u n a sola persona opuesta
a nuestros ideales p a r a que el p an o ram a h ay a cam biado
rad icalm ente.
E sto p ru e b a que el ideal no estab a a rraig ad o y que
el en tu siasm o e ra m ás ficticio que real. E l caso n o es
único.
4. ° Se tiene conocim iento tam b ién de que determ i­
n ad a s instrucciones h a n sido conocidas ta n p ro n to cir­
cu lad as p o r quienes d e b ía n ig n o rarlas. L o que es p ru e­
b a evidente de que fa lta discreción o existen traidores.
P odíam os ir citan d o m ás hechos análogos. H ace fal-

Ayuntamiento de Madrid
142 B. F É L I X M A Í Z

ta , p o r lo tan to , que los exaltados se rev istan de p ac ie n ­


c ia y que todos se dediquen con el m ay o r entusiasm o
a c a p ta r voluntades y a d escu b rir a los indiscreos o
traid o re s p a ra que ta n to unos com o otros reciban su
m erecido.
5.“ T am bién se b a de te n e r presente q u e todo está
y a en m arc h a y que no h a d e c u n d ir el desalien to p o r­
que sean in u tilizad as las personas que llevan la d irec­
ción, p o r im p o rtan te que sea el p ap el que ten g an o se
les atrib u y a .
Los que queden, deben p ro se g u ir la o b ra iniciada.
i V IV A E S P A Ñ A !
E l D irector

E N ESTE: MO M E N T O
diez de la m añ an a del 13 de Jim io , salgo p a ra León. D ejo
a ustedes, p a ra que se entretengan, hM í D iario» abierto.
D ic e :
O tra vez a u m en ta la in tensidad p o r la a m p lia re d m is­
teriosa que d a fluido p a ra ilu m in ar el cam ino que deben
seg u ir los agentes de la oscu rid ad . E stos inform an a l Ko-
m in te rn que en E sp añ a los hom bres encargados d e m an ejar
las rien d as de la R evolución son débiles. E s indispensable
un relevo p a ra d a r p aso a la ú ltim a etapa.
C ontestan y rep ite n u n a vez m ás desde M oscú:
Nos hacen fa lta jefes que no sientan h ac ia la b u r­
guesía m ás que odio m ortal. Q ue p rep aren a l p ro leta­
riado p a ra una lu ch a im placable. Q ue no vacilen en
u sar los m edios m ás violentos con cuantos se in terp o n ­
gan en su cam ino. C am ino de n u estra R evolución, que
h a de ser la g u erra civil m ás en carn izad a que jam ás
h ay a conocido la H isto ria.

Ayuntamiento de Madrid
A L 2 A M I E N T 0 E N E S P A Ñ A 143

U n artíc u lo del C ódigo R evolucionario de la III In ter­


n acional, d ic e :
«Es necesidad im prescindible p a ra lleg ar a u n a su­
p erio rid a d m o ral sobre el enem igo, en el m om ento que
p reced a al estallid o d e la R evolución, poner en p rá c ­
tic a todos los procedim ientos que p a ra el caso dic'ta
la confusión.»

Y o creo que el arm a m ás te rrib le del enem igo es la C O N ­


F U S IO N .
P o r eso el m undo navega en m edio d e situaciones crea­
d as p o r hechos absurdos y sorpresas inexplicables, n o m uy
co n tin u as en sucesión, p ero sí de u n a constancia determ i­
n ad a en relación a sus fines. { E stu d ia la h u m an id ad el p o r­
qué de ta n ta s y ta n ta s violencias, calum nias, injusticias,
sobornos, odios, envidias y venganzas? {S e h a p a ra d o a
p en sa r el p o r qué, poco a poco, se h a m inado su e sp iritu a ­
lid a d ? { O b a sta con su sp ira r «ES L A V ID A » p a ra d ejar
a u n lad o la vergüenza y el h o n o r?

T enem os a la v ista m u ltitu d de órdenes y contraórdenes


de la Jefatm -a del M ovim iento R evolucionario. L a cifra
p a ra la a u ten ticid ad d e sus consignas es «E-M-M-22». N ^
fue su m in istra d a el d ía 9 de M ayo. P o r ella hem os podido
d escifrar m uchas órdenes. Y conocer la con trao rd en p a ra u n
in ten to d e l golpe sangriento p re p a ra d o p a ra la segunda de­
cena del citad o m es. P e ro p o r o tras posteriores debem os de
fijar n u e stra atención en los p rim ero s d ías de la te rc e ra de­
cena del m es de Jum o.
D e las confidencias ex tra n jeras sacam os en consecuen­
cia que L O D E F IN IT IV O será a p a r tir del 1." de A gosto.
E sta fecha se confirm a. { E s que F ran c ia no se h a p re p a ra ­
do lo suficiente p a ra últim os de Ju n io ?
E! A sesor del Jefe del S oviet E spañol, L arg o C aballero,
señor V e n tu ra D elgado, h a estado en P a rís com unicando
sus im presiones en u n a de las logias m asónicas que m ás in­
tervención tienen en los asuntos d e E sp añ a.
E n u n a sesión se consignó e n A c ta que...
Según la información y la impresión personal del

Ayuntamiento de Madrid
144 B. F É L I X MAÍZ

comisionado español señor V entura Delgado, el jefe ab-


soluto Largo Caballero afrontará con toda decisión el
movimiento. Y según los documentos que se citan, la
U .R. S. S. apoyará cuanto se haga con toda clase de
medios, ya que es la prim era interesada en el triunfo
de la revolución española, porque le perm itirá tomar
posicioues cercanas a los países de régimen fascista, y
tenerlos así bajo su amenaza.
A ra íz del v iaje a P a rís, V e n tu ra D elgado, con doce
com pañeros m ás, cuyos nom bres y a n o hacen a l caso, son
los que constituyen el P leno del C onsejo N acional d e l So­
viet E spañol.
M uchísim a m ás im p o rtan cia te n d ría p a ra nosotros el co­
nocer los nom bres y apellidos d e diez Jefes de C élulas, pero
to d avía no los conocem os y a d ecir verdad, creo que n o los
conocerem os.
U n a de las u ltim as C irculares a dichos Jefes les ordena
e sta r p re p ara d o s p a ra e jec u tar el acu erd o n." 9 de las Con­
clusiones d e la A sam blea de V alen cia celeb rad a el d ía 16
de M ayo.
E l artíc u lo 9 d ic e :
Elim inación de personajes políticos y m ilitares des-
tinados a jugar un papel de interés en la contra-revolución.
T enem os noticias d e que D im itroff, A u rio l y T horez se
van a re u n ir en M adrid con L argo C aballero y o tro s m iem ­
bros del C om ité N acional.
A h o ra p re g u n to :
¿ E s o no es internacional, la revolución en España?
— ¡N o h ay que a p u ra rs e ! — h a dicho L a stra , cuando le
d ab a la noticia.
— P recisam ente ac ab a de e n g ra sa r las am etralla d o ras el
teniente M anrique. N osotros p o r lo m enos no verem os su
triu n fo en E sp añ a.

E sta ta rd e v a a Logroño el G en eral M ola.


— i D JO C O N L O G R O Ñ O ! — les he dicho a los C ap ita­
nes que le acom pañan, recordando la ad v erten cia del sindi­
ca lista T ....

Ayuntamiento de Madrid
A t Z A M I E N t O E N E S P A i Ü A 14S

P am p lo na-L eón-P am plona, con poquísim o descanso en


León d eja c ie rta fa tig a . M enos m al que el entrenam iento
se conoce. S in em bargo, el m ayor peso del v iaje quedó en
León, a l ver que todas las cosas sa lía n bien ¿B ie n ? Muy
bien p a ra A stu rias. D espués de o ír el G en eral m is referen­
cias co n c lu y ó :
—¡ Q U E CHASCO VAN A TEN ER ALGUNOS !
P o r hoy, n ad a m ás.

HO Y , i s DE JUNIO

P o r la ta rd e tenem os la en trev ista M ola-G onzález-Ca-


rrasco. Se h a d ispuesto en u n lu g ar, en la tran sv ersal de las
ca rre te ras de E stella y S an S ebastián, e n tre A stra in e
Irurzun.
A notam os p o r la m añ an a en nuestro servicio de vigilan­
cia, a la sa lid a d de la ciu d ad , que todos los accesos a P am ­
plona e stán m uy vigilados.
G u a rd ia C ivil en todos ellos. P o r lo tan to , advertido el
G eneral, h a d isp u esto sa lir de P am plona acom pañado de su
señora, y del m atrim o n io L astra , en p la n de paseo. V a n en
el coche oficial.
Y o debo llegar a l lu g a r y h o ra de la c ita acom pañado del
m atrim o n io F ern án d ez C ordón, con m i m ujer.
Se t r a ta de u n ((paseo», porque a ello convida la tard e.
E sa es Ila razón :?)•
E l G en eral G onzález C arrasco viene p o r la c a rre te ra de
L ogroño. ¿ H o ra ? T re s y m edia. ¿ S itio ? K ilóm etro 5 a
p a rtir de A strain .

A m ed ia ta rd e , después de celeb rad a la en trev ista, los


ti es m atrim onios saboream os u n as suculentas tru ch a s en el
pueblo de Iru rzun. Y al d ía siguiente el G obernador C ivil

Ayuntamiento de Madrid
146 B. F É L I X M A { Z

h a b la b a con M ola y le achacaba, digo le echaba en cara, el


no h aberle invitado al festín.
— ¡V a y a, vaya. G e n e ra l! —le decía— : V eo que las m ata
usted callando. N o m e d irá ah o ra que se a b i^ re .
__U n d ía . señor G ob ern ad o r es u n d ía . la n to , ta n to me
h ab ían h ab lad o de las fam osas tru ch a s, q u ^ la verd ad , caí
en la tentación y d e ello n o m e arrep ien to . E l d ía que usted

"^^T a G u a rd ia C ivil de Iru rzu n h a b ía notificado en su p a r­


te d ia rio : «Que el G en eral M ola, a c o m p a ñ a d o d e su señora
y otros m atrim onios h a b ía m erendado en la h o n d a de U ta-
m endi.»
E n p ág in as an terio res acabo de h acer la p re g u n ta si-

^ ¿ E s o no es internacional la revolución en España?


H oy podem os a ñ a d ir u n nuevo com probante p a r a los
cortos de v ista. •'
E x iste recién acoplado, u n C om ité de n u ev a creación.
C om bín, T u ru c h o f y V e n tu ra D elgado com ponen el C-o-
m ité In tern acio n al F ranco-R uso-E spañol.
N o h ay d u d a d e que estos dos p rim ero s señores, d e no
in tere sa rles la cuestión in tern acio n al, n o h a b ría n hecho el
sacrificio de aleja rse de su país, p a r a sac ar las ca sta ñ as del
fuego a los extrem eños, pongo p o r caso.
C om bin, T urochof y V e n tu ra D elgado, coordinan las d is­
posiciones que les tran sm iten sus respectivos M andos, y, u n a
vez av a la d a la coordinación p o r el m u tu o acu erd o transfieren
dichas disposiciones a l C om ité d e la P la n a M ayor de la Re-
volución E sp añ o la. C om bin, T urochof y V e n tu ra D elgado
son tre s D elegados d e la III In tern acio n al. _
Luego, c tiene o no tiene ca rác te r In tern acio n al la revo­
lución ro ja p ro y e ctad a en E sp a ñ a ?

U n a b u en a n o tic ia : , , , i • j
L a L). R . S. S ., com o y a sabem os, h a b ía designado su
G eneralísim o p a r a E sp añ a . P ero , ¿ p o r qué h a de ser L a r­
go C aballero, según R u sia, y no G onzález P en a, según los
españoles revolucionarios?

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 147

A p esa r de que la «1. R . S.n, la «V. O . K . S» y la


((M. O. P . R .» en sus trab a jo s de Inform ación y P ro p ag an d a
relativos a la creación del am biente revolucionario en E s­
p añ a no m en cionaban n u n ca la designación de L arg o C aba­
llero p a ra la J e fa tu ra S uprem a del Soviet E spañol. L a C on­
>1 fed eració n d el T ra b a jo en E sp añ a (C. N. T .) lo supo y
n u n ca lo acató uiiteriorineute al Pacto.
L a b u en a noticia a que m e refiero es que a pesar del
P acto, tam poco ah o ra lo acata.
Y podem os ase g u ra r que ta l designación, no es del a g ra ­
d o de los v ein ticu atro m iem bros que com ponen el C om ité
C en tral del P a rtid o C om unista E spañol.
Solam ente los ag lu tin a u n a e s p e ra n z a : E l botín p ro ­
m etido.

N u estro Servicio acu sa au m ento d e ac tiv id ad en el r it­


m o d e los p rep arativ o s rojos.
L a consigna D O S -C U A T R O E N T R E S , circ u la profusa­
m ente p o r las P rovincias.
E s la que ordena la m ovilización de las M ilicias sin ­
dicales.
D esde luego se ad v ierte euforia, sorda, pero llam ativa,
en lo s desfiles y concentraciones que ta n to m enudean. V u e l­
ven a so n ar bom bas y p etard o s p o r las noches en las calles
de M ad rid . L os am aneceres van acom pañados de in terro ­
gantes sobre posibles paralizaciones generales. C irculan ru ­
m ores de u n a próxim a huelga general ferro v iaria. E n las
c a rre te ra s se exige el Socorro R ojo.
L a P ren sa, con fu erte cen su ra, o cu lta los desm anes y
excesos... ¿ P a r a qué d ecir lo que dicen la P asio n a ria y la
N elken? ¿E stam o s en las proxim idades d e la H O R A C ?

Ayuntamiento de Madrid
U8 B. F É L I X M A Í Z

A L A S DOCE T R E I N T A

y cinco de aquel d ía 16 de Ju n io , el C ap itán M anuel Ba­


rre ra tom aba la h o ra d e m i reloj.
C opio de m i D ia r io :
__E sta ta rd e a las cinco estarás con el G eneral M ola en
el M onasterio de Irache. F íjam e hora de sa lid a y sitio don­
de quieres recogerlo.
H e dispuesto el p la n en la form a sig u ie n te ;
A las c u a tro en p u n to esp eraré enfrente de los escapa­
ra te s de <cLa V eneciana», lu g ar y h o ra m uy a p ropósito p o r
la tra n q u ilid a d de aq u ella A venida.
Si yo estoy a l volante y F ernández C ordón, a l d o b lar la
esquina, no ad v ierte novedad en n in g u n a dirección, puede
subir. ,
S i n o está el coche en el sitio que propongo, yo estare
viendo los escaparates, y a l p a sa r d ire a F ern an d ez C ordon
dónde se encuentra.
T ú, M anolo, puedes ir a p ru d e n te d istan cia observando,
y caso d e n o ta r algo ra ro , adviértele a l A y u d a n te antes
de d o b lar la esquina.

A las c u a tro vi p o r el retro v iso r do b lar la esquina al


G eneral y su A yu d an te. F ernández C ordón se p a ró rnientras
en cendía u n p itillo y observaba. A las cu a tro y veinte co­
ronábam os el P u e rto del P erdón.
C ielo lim pio. Sol que b a ñ a b a el p aisaje, fu ertem en te do­
ra d o p o r su luz.
G ran d es trig ales tiesos y am arillos. V iñedos verdes y
espesos en la d e ra s lim pias y o n d u lan tes. H u e rto s pequeños,
de lín eas rectas reco rtad as p o r canalillos de a g u a m uy tra n s­
p aren te. M onte b ajo poblado y crestas desnudas coronadas
p o r ru in as, que recu erd an g u erras. M edia R ib era. M edia
M ontaña.
P u en te la R ein a, M añeru, C ira u q u i...
— B uena tie rra , m i G eneral.
A buelos, hijos, nietos, todos sald rá n . N o pasa ni u n solo

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 149

d ía sin que p reg u n ten si h a llegado la hora. Cinco años


llevan esperando. ¿ S e rá p ro n to ? Confío que no se h a rá m u ­
cho esp erar. E ntram os ya en tie rra de E stella.
—M i G en eral, ¿ v e M on'tejurra? ¿Y a su d erecha Mon-
ja rd ín ? T ie rra s de L ác ar, A bárzuza, O teiza, D icastillo ;
m ás a llá T o rres y Sansol.
N om bres de pueblos guerreros que tienen en su avanza­
d illa, a lta y erg u id a, a V ian a , la dei P rin cip ad o . T ie rra de
san g re y coraje, d e le a lta d y sacrificio. H om bres sobrios,
fuertes, in fa tig a b le s ; hom bres que no sienten ham bre, ni
sed, n i frío, ni calor. C ruzados que a sa lta n con Sancho 11 al
fren te lo s im ponentes y em pinados nidos de águilas en las
cu m bres de M o njardín. Los que en las llan u ras del S ur de
E sp añ a rom pen y tritu ra n las cadenas que defienden la
tien d a de M iram am olín en las N avas de T olosa con Sancho
el F u erte a la cabeza. H om bres dóciles en ¡a paz, que es­
cuch an y ap ren den de S an V erem undo A b ad en Irache la
v irtu d , la ju sticia, la h um ildad, el honor. H om bres que
.saben lu c h a r com o leones y cuando em papan la tie rra con su
san g re sab en re ír y ca n ta r...
M onasterio de Irache. V as a cobijar bajo la grandiosi­
d ad de tu s trazas arq u itectó n icas y enfren te de tu s códices
valiosísim os, a u n guerrero m ás, que se a p resta a defender
tu s siglos de civilización y a p ro teg er el sueño de los que
du erm en b a jo las losas de tu s trán sito s bajo el signo de
la C ruz.

A las cinco, u n m onje de ta lla m enuda abrió el portón


del m onasterio.
Nos recibió con un saludo cordial, indicando a conti­
nuación suavem ente el cam ino a seguir p o r los am plios
claustros de a rc o s ojivales h ac ia la estan cia donde a g u a r­
d ab a el o tro v isitante.
C am in ab an juntos el M onje y el Soldado.
L legados al fondo, u n a gruesa p u e rta d e roble se abrió
p a ra d a r p aso al G e n eral. E l M onje volvió h a c ia nosotros.
C o n trastab a su pequeña ta lla con su g ra n b ondad y cor­
tesía. Nos invitó a d a r u n a rá p id a o jead a al m onasterio, p o ­
niéndonos en antecedentes, d u ra n te su conversación, del ori.

Ayuntamiento de Madrid
150 B. F É L J X M A Í Z

gen, fundación y tran scu rso d e la v id a m onacal d u ra n te las


etap as cen ten arias de su existencia.
¡Q u é in teresan te el rá p id o desfile d e reyes, principes,
abades, g uerreros!--. ¡Q u é em otiva su descripción d e cro-
I icas, leyendas, personajes m isteriosos, ^asilos salvadores,
m isticism os, é x ta sis! ¡T odo fué, es y se rá ... p a r a a c a b a r en
« tierra»!
A cab ab a de te rm in a r la frase cuando la gruesa
de roble se a b ría de nuevo, dejando ver al G en eral M ola
estre ch ar u n a m ano. L a conversación con don M anuel b a l
C onde, Jefe de la C om unión T ra d ic io n a lista d e L spana,
h a b ía concluido. -v / j i
A l a b a n d o n ar los C laustros, el G eneral se despidió del
M onje, dando las g racias p o r todas sus atenciones.

F u e ra del M onasterio, M o n teju rra delante, g u a r d a n ^ el


secreto de sus b a ta lla s, reclam aba la m ira d a d e M ola, ro c o
después la recogía M onjardín. Sus crestas estab an _recor-
iad as p o r an ch as p in celad as, rojo de sangre y oro viejo de
sol. A la derecha, perfiladas p o r el ocaso de la ta rd e se
d ib u jab an azules la s sierras am ezcuanas.
Y a en m arch a, he p reg u n tad o a l G e n e ra l:
— ¿ C ontento ?
— ¡V a v a !... —Y n a d a m ás.
C allado y pensativo u n b u en ra to , rom pe el silencio:
— Q u é d u d a cabe que ta n to s M onjes cu an to s h ay a n v i­
vido en este M onasterio vinieron a él con d istin to s y v a n a ­
dos ro p a je s..., ro p ajes que a los pocos d ías h a b ría n tro ca­
do p o r u n h áb ito com ún p a ra todos. H e ahí n u estro caso.
¿ E n te n d id o ?
— D el todo, m i G eneral.

H em os regresado p o r C am panas p a ra to m a r la c a rre te ra


<;e Z aragoza. A l p a sa r, dando v ista a E u n ate, he p a ra d o un
m om ento.
— ¿Y eso?—^preguntaba el G eneral.
—U n m o nasterio de T em p lario s, siglo X II.
L legábam os a las cercan ías de P am p lo n a y el G eneral
seguía m uy a b stra íd o . P ro b ab lem en te la conversación de

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 151

M ola con F al Conde h a dejado cabos sin a ta r. L o explica


claram en te la consideración que h a hecho poco después de
sa lir d el m o n a ste rio : «Monjes con d istin to s y v ariad o s ro ­
p ajes»... T am bién el O eneral y F a l C onde h a n llegado a
Irache p o r sendas d istin tas, pero tra s d e u n m ism o fin. Se
a ta rá n esos cabos que hoy h an quedado sueltos.

Los d ías siguientes a la en tre v ista que acabam os de re ­


fe rir se ca racterizab an p o r u n desasosiego procedente d e la
fa lta de acoplam iento de u n a porción d e conexiones im por­
tan tes y a establecidas.
E sto, unido a u n a serie de noticias ra ra s y v erd ad era­
m ente desconcertantes, fue la cau sa de que se crease en nues­
tro d erred o r u n a atm ósfera que d a b a sensación de in esta­
b ilid ad . L a inquietud, el recelo, la nerviosidad, h ac ía n p re ­
sencia en n u estro cam po.
E s ta situación no p asa b a d esapercibida p a ra el G ene­
ra l. que m uy p ro n to salió al paso.
— Si este estad o de ánim o se prolonga es m uy posible
que nos p u ed a conducir a u n fracaso.
Y fríam ente, con m agnífica serenidad, ordenó se tra n s ­
m itiesen u n a serie de consideraciones que h a b ía n d e esta ­
blecer la calm a p re cisa h asta tan to fuesen re m itid as nuevas
disposiciones.
C reíam os h ab e r avanzado m ucho en n u estro proyecto,
sin fijarnos que aq u ella lab o r que co n stitu ía su p rim era
fase, e sta b a todavía a fa lta de consolidación.
L a p a la b ra rapidez, en el sentido de p re c ip ita r aconte­
cim ientos, no debe ser conocida en u n a conspiración.

ES CIERTO

que ex isten sospechas en M adrid, H a n p re g u n ta d o a Bilbao,


S an S eb astián, P am p lo n a y Z arag o za si el G enera! Sa-

Ayuntamiento de Madrid
152 B. F É L I X M A Í Z

liq u et h a estad o en esas plazas. M ola decía al G obernador


civil de N a v a r r a :
—Y o puedo d a r a usted m i p a la b ra de que el G eneral
S aliquet no h a p u esto sus pies en la C om andancia M ilitar.
E l G eneral S aliq u et h a b ía salido de M adrid con d irec­
ción a P am plona, vía B urgos. P ocas horas antes de sa lir
de M adrid tuvo confidencias de que la v ig ilan cia a que es­
ta b a som etido seg u ía d e cerca sus pasos. S upo el G eneral
h acer llegar a oídos de la policía que d en tro de breves días
p ensaba e fectu ar u n v iaje a la ca p ita l de V izcaya. P ero
aquel m ism o d ía lleg ab a a P am plona, y conform e a lo p re ­
visto, acom pañado del C ap itán L a stra p e n e tra b a a la s c u a ­
tro de la ta rd e en el dom icilio del señor A gudo, en la A ve­
n id a de C arlos 111. M inutos después lleg ab a el G eneral
Mola.
L a en tre v ista se d esarro lló den tro del m ás perfecto a c u e r­
do sobre todos los p u n to s trata d o s, tan to en lo referen te a
la lab o r efectuada h asta entonces, com o en la pro y ectad a p a ­
ra acom eter el logro d e la s bases n ecesarias p a ra p o d er aco­
m eter con éx ito la em presa.
E l G en eral S aliquet conoció m inuciosam ente, p o r la s re ­
ferencias del G eneral M ola, todo el estad o de la co n sp ira­
ción, a p o rta n d o a su vez datos interesantísim os del am biente
en q ue se d esa rro llab an los tra b a jo s d en tro de la esfera en
que él se m ovía.
E l optim ism o del G en eral S aliquet fué en todo m om ento
la n o ta c a ra c te rístic a d e la entrevi.sta.
U n a vez term in ad a , salió con dirección a M adrid. P ero
siguiendo el consejo de un an tig u o proverbio que él m ism o
m encionó, no q u ería u tiliz a r p a r a la v u elta el m ism o cam i­
no, y tom ó la dirección de S oria.
A l m ism o tiem po se re tira b a de la A venida C arlos III
u n a fu erte escolta de O ficiales que p rotegían la conversación
de los G enerales.
—P e ro m uchacho — dije a uno de ellos— i no te h as deci­
d ido a co m p rar n ad a d e ese e sc a p a ra te ? P o rq u e y a lo has
m irad o bien ,..
— Solam ente veía reflejado el poi'tal d e la casa donde es­
tab ais. L o dem ás no m e interesaba.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A I S3

C uando el G eneral M ola aseg u rab a a l G obernador Civil


q ue el G en eral S aliquet no h ab ía puesto sus pies en la Co­
m an d an cia M ilitar, y a ten ía noticias de que no h a b ía su­
frid o n in g u n a c o n tra rie d a d en su viaje.

V am os a re g istra r dos noticias que en cierran gravedad,


p o r las consecuencias que p u d iera n a c a rre a r, m iran d o su
desenlace.
Sabem os que G onzález P eñ a, con elem entos de su C uartel
de A stu rias, se h a traslad a d o a E x trem a d u ra. ¿ T e n d rá esto
relación con las proyectadas concentraciones d e m ilicias ro ­
jas en E x trem a d u ra y T o led o ? P ero ¿ y la N elken? ¿ n o era
el «preparador» de aq u ella reg ió n ? D ijo hace poco, o dió a
entender, q ue era y a h o ra d e «últim as m aniobras».
D esde V a llad o lid nos com unicarán lo que sepan sobre
el asunto.

E sta sí que tiene p a ra nosotros v erd ad era im p o rtan cia:


E l T en iente Coronel Y agüe h a salido d e A frica con d i­
rección a M adrid. H a sido llam ado p o r C asares Q uiroga.
E l G en eral M ola, al en terarse d e la n o ticia, h a gesti­
cu lad o con g ra n co n tra ried ad . Y h a crecido su inquietud
al ten er conocim iento del saludo que la p re n sa ro ja dirige
al T en ien te C oronel. «M undo O brero» dice en grandes titu ­
la re s : «Y A G Ü E D E B E S E R E N C A R C E L A D O IN M ED IA -
T A M E N T E . El clam or p o p u lar, las m asas lab o rio sas del
p aís, p id en y exigen el encarcelam iento de ese verdugo del
pueblo, enem igo declarad o del régim en republicano.»
P asad a s c u a ren ta y ocho h o ras, en las que M ola estuvo
pen d ien te d e M adrid, respiram os, aliviados al saber que el
T en ien te C oronel Y agüe h a b ía salido de nuevo p a ra A frica.
C asares Q uiroga, siem pre «atento», le h ab ía llam ado
porque se aco rd ab a de él p a ra ofrecerle u n bonito cargo en
el E x tra n je ro ( ?) . A g regado M ilitar en u n a E m bajada.
C reo q ue Y agüe le contestó que su salid a d e A frica sería
p a ra p ed ir el re tiro . D icen que Y agüe tiene tam b ién m uy
buena voz.
E n fin de cuentas, au n q u e desde luego no es lo m ism o
—d ecía M ola— e sta r en su puesto que ser d estituido, yo sé

Ayuntamiento de Madrid
154 B. F É L I X M A Í Z

que Y agüe estará en A frica e! d ía que reciba U N A V IS O ,


que lo espera.

Los incidentes en tre O ficiales d e l E jército y grupos re ­


volucionarios van creciendo.
P ero, c cóm o es que A zañ a no h a podido to d av ía repu-
b licanizar el E jé rc ito ? ¿ O cree que re p u b lic an izar el E jé r­
cito es conseguir que el P resid en te de un T rib u n a l M ilitav
salude a la S a la C O N E L P U 5 Í0 E N A L T O ? P o rq u e esto
ya lo h a hecho en O viedo el T en ien te C oronel Sánchez
F iaza, de las fu erzas de A salto de M adrid.
¿S erá quizá u n nuevo m étodo que ah o ra em plean, ro ­
ciando con gasolina las p u e rta s de las habitaciones donde
viven los O ficiales con sus fa m ilias?
A h o ra lo em plean en A lca lá de H e n ares. Lo h an in icia­
do en la p u e rta de la h ab itació n del C ap itán d e C aballería
R ubio, estan d o en el in te rio r d e la casa con su m u jer y
con sus hijos. ^ ^
T am bién atac aro n en p len a calle al C ap itán G óm ez P í
neda, y las ped reas c o n tra Jefes y O ficiales son entreteni
m iento d iario en A lcalá.
B ien h a p re p ara d o la tra m p a el G eneral A lcázar, que
m anda la guarnición, y h a recibido orden de p re p a ra r el
traslad o de los R egim ientos d e C aballería. Se conoce que
no q u ieren tenerlos cerca de M adrid.

D espués d e los C onsejos de G u e rra celebrados en A lcalá


de H enares, cinco O ficiales h an sido destinados a la P en i­
ten cia ria M ilitar de P am p lo n a. Y aquí h a n llegado, p a r a que
no los dejem os escapar. P u ed en e sta r seguros de que lo
h arem o s; No se escaparán. ^^
Son del R egim iento de V illarro b led o , n.® 1 : C apitán
D aniel A lós, T enientes Ignacio B ulnes, A lfonso López H e-
recha. A rsenio López S ancho y H o racio M oreu H u e rta .
Y a están en P a m p lo n a ; presos, pero con m ando. A dem ás
lo saben.
¡ Q ue m anden, que m anden m uchos O ficiales com o los
de A lcalá, p u es p a ra todos h a b rá m ando en N a v a r r a !

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f i A 15S

¿S E A D E L A N T A

la h o ra ro ja ? U n a com unicación m uy u rg en te d e M adrid


nos inform a d e m ovim ientos m uy significativos p o r p a rte de
enlaces que sirv an a l C om ité N acional R evolucionario.
G onzález P eñ a a c tú a intensam ente. E l G eneralísim o as­
tu ria n o p ide fusiles. T iene ya su organización a l m argen
de las instrucciones que reciba, p u es «siguiendo estas — di­
ce— no llegaríam os nu n ca al final. ¿N o hem os p ac ta d o p a ra
h a c e r la rev o lu ció n ? ¿ P u e s a qué se e sp e ra? ¿V am os a
d ar tiem po a que el E jérc ito salte?» .
Izq u ierda revolucionaria, B loque O b rero y C am pesino
y P a rtid o S in d icalista e stán de acuerdo en acelerar la H o ra.
E n estos d ías la nave revolucionaria navega de prisa,
lanzando cabos a b ab o r y estrib o r. M ucha gente em barca.
N o así en la n u estra , que tam bién navega con la espe­
ran za d e recoger a tantos n áufragos p erdidos en el veneno­
so m a r de las concupiscencias. M uchos son los que ab an d o ­
n aro n la nave en que el honor, la au sterid a d y el sacrifi­
cio m arc ab an el rum bo dificil. p ero seguro, p a ra lleg ar al
p u erto donde esp eran a rrib a r lo s hom bres que nunca, ni
p o r n adie, h a n p erm itid o la d eshon ra de su P a tria .

E l G eneral M ola h a d irig id o o tra Instrucción reservada


(lan.°5).
L a encabeza a s í :
«Por inform ación reserv ad a recib id a, se sabe que el G o­
bierno, conocedor del M ovim iento, p retende oponerse a él
u tilizan d o dos fuerzas que juzga m uy afectas, cuales so n :
L a A viación (G etafe y A lcázares), y las fuerzas de A salto.
S u acción p ien sa re a liz a rla casi exclusivam ente sobre la
lín e a d el E b ro , p orque cree que es en N a v a rra donde existe
el foco m ás im portante de la rebeldía».
L uego siguen la s instrucciones p a ra n e u tra liz ar los po­
sibles m edios ofensivos que puede em p lear el enem igo.
T erm in a d ic ie n d o : ,
«H a de ad v ertirse a los tím idos y vacilantes que aquel

Ayuntamiento de Madrid
156 B, F É L I X M A Í Z

que no esté con nosotros, está c o n tra nosotros, y que corno


enem igo será tratad o . P a ra los com pañeros que n o son com ­
pañeros, el M ovim iento triu n fa n te será inexorable».
E s tá fechada en M adrid a 20 de Ju n io d e 1936. F irm a
E l D irector.

U n cabo d e la G u a rd ia C ivil afedto a n u estra ca u sa nos


pone en conocim iento de que h a sido ordenada la v ig ila n ­
cia d el C ap itán M anuel B arrera. E l C ap itán M anolo B a­
rre ra es el en cargado de toda la cuestión de cifrad o s y
trad u cciones de los m ensajes que circ u lan en tre la D irec­
ción y A ltos Jefes del M ovim iento. M aneja las claves, que
'/a ria continuam ente, con toda perfección. S u lab o r es com ­
p licad a. L a g a ra n tía com pleta. U n probable reg istro en su
dom icilio está previsto.
A y er regresó de M adrid. C um plió u n a im p o rtan te m i­
sión que le confió el G eneral.
H o ra s después de su llegada a M adrid, tropezó con un -I
Jefe de la D irección G en eral de S e g u rid a d :
— r T ú aquí, M anolo? Sal inm ediatam ente de M adrid. Si
se ad v ierte tu p resencia, creo se cirnsará la orden d e deten­
ción. E re s uno de los que q u isieran en co n trar en M adrid,
T ú verás si debes d a rte p o r enterado— dijo M anolo
sonriendo.
L uego a ñ a d ió :
— M ira, hoy no puedo reg resar. L o h a ré m añ an a una
vez cum plido el d eb e r que m e h a tra íd o aquí. Y com o no
q u iero com prom isos... A diós.
P asó la noche M anolo B a rre ra en el c u a rto d e baño
de u n a pensión que le e ra conocida. E sta b a tran q u ilo p o r­
que la m isión h a b ía sido cum plida.
Ni siquiera hizo acto de p resencia en su dom icilio fa ­
m iliar. Q u e ría volver a su puesto.
¿ L le v aría M anolo B a rre ra a M adrid las fam osas d irec­
tiv as p a ra C argagente?
A títu lo de cu rio sid ad y p o r tra ta rse de órdenes que
cam b iaron totalm ente el p la n del M ovim iento, voy a tra n s ­
crib irlas.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A l6 7

Directivas para Cargagentc

L as in áiscreciones com etidas han d ad o p o r resultado


que el G obierno esté en terado de todo, y, en su conse­
cuencia, es preciso ca m b ia r radicalm ente el p la n inicial
que va a d esarro llarse, iniciándose p o r C A R G A G E N T E .
A p a r tir del E P IG A S T R IO , esta rá n ustedes dispuestos
siem pre y cuando las fuerzas estén en disposición de se­
c u n d a r en can tid ad .
A p a r tir de la fech a in d icad a se cercio rará p o r NICO-
M E D E S o enviado suyo, que los P A JA R O S esián en el
P u erto y en ese m om ento p o n d rá u n telegram a N IC A N O R
diciéndole A L E L U Y A , lo cu al in d icará que debe em pren­
d e r el viaje y p resen tarse en C A R G A G E N T E .
S i a las 48 h o ras no lo h a hecho e n E C IJA o U T R E R A ,
lo in iciará desde luego, p ro cu ran d o ráp id am en te dorm ir
p a ra O P O R T O , O S L O , u otro sitio ap ro p iad o . E sta es in ­
d isp en sab le p a r a c a u sar im presión en los enem igos.
A N A S T A S IO cree que O P O R T O es lo indicado porque
allí e stá todo dispuesto, incluso C O N D U C T O R E S .
L a p resencia d e am igos en E V O R A será de u n a gran
im presión. Y o creo sería conveniente hacerlo en uno de los
p u n to s an tes indicados y adem ás en P E R IS C O L A . P ero es
preciso el acuerdo en tre G U T IE R R E Z y A N A S T A S IO .
A l in ic ia r el negocio debe ponerse u n teleg ram a a l D i­
recto r que d i g a : R O M U A L D O . E ste teleg ram a debe po­
n erlo G U T IE R R E Z .
Se d e ja rá n p a sa r dos o tres d ías p a ra ver cóm o reaccio­
n an los d e la acera de enfrente y entonces será el m om ento
de in iciar el asu n to con C O IN y L L A G O S T E R A , que se­
g u irá a O R G A Z y dem ás puntos.
E s decir, h ay que cam b iar com plentam ente el P lan.
L a ord en d e C O IN , la d a r á el D irector.
D íg ale G U T IE R R E Z al p o rta d o r cuál es el punto A C O ­
T A D O , p a r a ten er allí enlaces que vengan a d a r la noticia,
p o r si fa lla ra n otros m edios.
E stos enlaces se en c arg a rá de ponerlos el m ism o NICO-

Ayuntamiento de Madrid
1 58 B. F É L I X m a í z

M E D E S con personas de ab so lu ta g a ra n tía y discreción.


E stos enlaces ten d rá n p o r m isión llegar p o r cam inos ex­
trav iad o s a O R D U Ñ A , con o b jeto de que el D irecto r eSté
en terado de que ya se h a p u esto p ie en B ilbao. D esde luego
h ay que c o n ta r con que el G obierno h a de em p lear la radio
p a ra d esp istar, y es necesario no h acer caso de cu an to se
d ig a. Indispensable d ec irle a N IC A N O R que es p recisa su
p resencia en C A R G A G E N T E y base p rim o rd ial del éxito.
E n lace con todos los M A N G A N T E S debe ser B E A T R IZ ,
q u ien d irá y p o n d rá en m arc h a a todos en el m om ento p re ­
ciso E l D irecto r p o n d rá en m a rc h a lo y a convenido, o
sea C O IN , O R G A Z , O R D U Ñ A y dem ás inm ediatos, pero. i
B E A T R IZ h a de p o n er a L L A G O S T E R A . IT U R B E , V I-
L L A M E D IA N A y A L O R A .
N ada de d ecir a los M A N G A N T E S el plan, sino que
u sted v a a tal sitio y se hace carg o de aquéllo ta l día, a
tal h o ra. T en g an presente que u n a indiscreción p u ed e hacer
fraca sa r to d o o tra vez.
Q ue G U T IE R R E Z y B E A T R IZ dig an si qu ed an en te­
rados y el p rim ero si e stá conform e. T a n p ro n to se inicie
el asunto, debe hacerse u n a dem ostración en el m ay o r n ú ­
m ero posible de puntos con fuerzas ad ictas. _
U rg e que el asunto se h a g a lo m ás inm ediato a E P I­
G A S T R IO , ex clu id a esa fecha. V IV A E S PA Ñ A .

E xcepto las p a la b ra s escritas con m ayúscula, que toda­


v ía deben de g u a rd a r el secreto p a ra el rum bo del nuevo
P lan, lo dem ás q u ed a traducido.
E stam os conform es en que el G obierno sabe «algo» y
que «espera algo».

De mi Diario

E L CAPITAN BARRERA

h a regresado de M adrid, y el verle de nuevo e n P am plona,


ha sido m otivo p a ra que todos hayam os resp irad o con cierta

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 159

tran q u ilid ad . H a sta el m ism o G eneral lo h a dem ostrado.


—T am poco esta vez le h an cazado.
E s ta frase se re p ite continuam ente en tre nosotros, m a­
ñ an a, ta rd e y noche, todos los días. P orque todos los días
se p resen ta ocasión p a ra d ecirla. E l p elig ro es continuo
y las d ificultades que rodean el cum plim iento de nuestras
m isiones hacen que la in tra n q u ilid a d co nstante en que vivi.
mos pro d u zca el tem or de ser cogidos en alg ú n lazo. P or
eso, al vernos después d e cum plido u n trab ajo , u n a sonrisa
de satisfacción es el buen pago que com pensa la ansiedad
p ro d u cid a p o r las h o ras de inquietud.
Y todos sabem os que el p elig ro au m en ta c a d a día. No
im porta, ¡A D E L A N T E ! C on los dedos d e u n a m ano se
pueden co n tar los hom bres que hoy lanza el G eneral M ola
por los cam inos d e E sp añ a , tra b a ja n d o e n el proyecto de
reconstrucción d e la P a tria , p o rtan d o sus instrucciones.
L a p a la b ra de honor d a d a ha sellado u n com prom iso de
le a lta d q ue n o p u ed a ro m p er el silencio que g u ard a nuestro
secreto. R ep etir la frase «Tam poco esta vez lo han cazado»,
es u n a alegría.
No p o d er p ro n u n c ia rla ..., sería u n dolor cruel.

— Mi G eneral, es^te p ap e lito que lleva escrito el inform e


¿ e n dónde lo m e tería yo?
— ¿ P e ro es que y a se h a agotado su astu c ia ? V am os a
ver. ¿ I rá u sted tran q u ilo si lo lleva, p o r ejem plo, en el
fondo d e u n tu b o de p a sta dentrífica en su m aletín ?
—M agnífico.
—Y v a y a usted p ensando otros ard id e s p a r a los días
próxim os.

O tra vez en g u ard ia.


Q u e el G obierno esp era «algo» lo d a a en tender c la ra ­
m ente la ú ltim a inform ación que hem os recibido de «Salud
y Socorro».
«Salud y Socorro» está m uy ce rca de eso que llam an
portavoces d e los organism os oficiales.
P ró x im am ente el C . D. N. (Com ité Suprem o revolucio­
nario) lan za rá unas hojas circ u lares con el fin de calm ar

Ayuntamiento de Madrid
160 g. FÉLIX MAÍZ

la in tra n q u ilid a d que 8e ad v ierte e q cierto sector de su b o r­


dinados suyos. V oy a co p iar algunos de sus p á rra fo s :
«Caso de que el rum oreado m ovim iento m ilita r fuese
u n hecho, se ad v ierte que h an sido planeados los p ro ­
cedim ientos que h an de c o n d u c ir:
1. " A l ap lasta m ien to tota! d e los reaccionarios.
2. ° S eguidam ente a la im p lan tació n del régim en
ta n soñado.
A dv ertid o s los p rim ero s síntom as de sublevación, se
d a rá in m ediatam ente u n a orden p a r a el licénciam iento
general de la tro p a, y acto seguido se h a rá n ca rg o de
los cu arteles y parques los cuadros de m ando y jefes
de grupos d e acción y a señalados p a r a a rm a r seg u id a­
m ente a las m ilicias del pueblo.
E l C om ité cu e n ta con la adhesión de Jefes m ilita ­
res de g ra n v alía que se p o n d rá n al fre n te del nuevo
E jército.
E l G en eral N. D . P . (suponem os será N úñez del
P rad o ) h a sido nom brado p a ra el m ando d e las m ilicias
del bloque revolucionario en A rag ó n . E sta zona, con
C ata lu ñ a y R io ja, co nstituye la región que cu e n ta con
m ayores asistencias p a ra n u estra causa.
Los pronunciam ientos m ilitares que pueden esp erar­
se en d iv ersas ca p ita le s será el m otivo p a ra que nu estra
«gran m asa» justifique la razó n que le asiste p a ra obrar
de u n a vez consecuentem ente con sus derechos de li­
b ertad .
E l cerco de N a v a rra es un hecho. P uede d arse en
esa provincia la*m ayor resistencia. P e ro su aislam iento
previsto co n d u cirá a la ineficacia d e sus fuerzas.
Y a están desig n ad as tro p as especiales con m aterial
adecuado p a ra dom inar y p a ra liz a r cu a lq u ie r in ten to de
salida.
C atalu ñ a, L evante, A n d alu cía, E x trem a d u ra y A s­
tu rias, con V izcaya, G uipúzcoa y R ioja, d a n la com ­
p le ta seg u rid ad de poder ser estran g u lad o en sus p ri­
m eras h o ras todo in ten to de sublevación c o n tra el de­
recho y la fuerza que nos asiste.
C a m a ra d a s : perm aneced a ten to s a las consignas. No

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f J A 181

tem áis. Se acerca la h o ra de n u estro triu n fo to tal. G ri­


ta d con m ás fuerza que n u n ca U . H . P.i>

E l « alerta" que d ab a «M undo O brero» sobre la o rgani­


zación m ilita r del P a rtid o T ra d ic io n alista fue la m ejor se­
ñal de a la rm a que p u d o ten er la dirección rev o lu cio n aria
p a ra to m ar m edidas resoecto a un enem igo. E l P a rtid o
T ra d ic io n alista . el gran P a rtid o T ra d ic io n alista . e ra el es­
c u a d ró n m ás d ifícil de b a tir.
E ra n todos veteranos, vente m uv aveva'^a a la lucba.
M uv d u ro s, m uy astutos, M U Y V A L IE N T E S .
D esde el ano 1931, y conste que no ouiero b a c e r una
b isto ria. se p re p ara b an n a r a la v u erra. F u e desde que su
C au d illo Don Jaim e de Borbón dió el consentim iento p a ra
q ue aquella co n ju ra p erm an en te co n tra las fuerzas del m al
tom ase y a el rum bo necesario p a ra que p u d iera ser efectiva
en el terren o del bonor. F u ero n B iarritz y P am p lo n a los
centros donde se inició. S iguieron S an S ebastián y L ogro­
ñ o ; m ás ta rd e , B arcelona y V alen cia. R ozaba B urgos y
S an tan d er, p a ra no detenerse ya en el curso de c u a tro años.
Se ratificó el P la n d e L eiza en el a ñ o 1932, en u n a m em ora­
ble reu n ió n a la que acudieron je fe s m ilitares llam ados por
Jefes c a rlista s p a r a establecer contacto y p u lsa r la potencia
de sus fuerzas.
— I C o n tra el m undo si es p re c is o ! —se d ijo en aquella
reunión— . Som os siervos de D ios, pero n u n ca serem os es­
clavos del m al.

Y se organizó u n g ra n E jército de Hombres, pero escaso


dé arm as.
T e n ía n la sev u rid ad de que en su día se las Había de
su m in istra r el E jérc ito español.
E sp erab a tran q u ilo , com pletando sus T ercios de Mon-
te ju rra , C ácar, Z u m alac árreg u i, A bárzuza, R oncesvalles,
S an F erm ín . S an M isuel. Nuestr.a S eñora del C am ino. N ues­
tra .Señora de las Nieves.
A g ru p a b a requetés p a ra sus T ercios d e F ro n tera s, y con
sus hom bres p ro p io s p a ra ello form aba las secciones de
pontoneros H om bres y m ás hom bres pedían puesto en sus

Ayuntamiento de Madrid
162 B. F É L I X U A i Z

filas: chicos, jóvenes, m aduros, viejos. T odos m uy hom bres.


R ecuerdo que m arc ab a el calendario la fech a del 3 de
M arzo d e 1936, cu an d o u n a noche invité al C a p itá n L a stra
a to m ar café en m i casa, con intención de p o n erle a l co­
rrie n te del cu rso d e las actividades de los R equetés.
—A tiende, G e rard o , p a ra que los vayas conociendo.
A cab an d e com pletar un T ercio m ás. Se llam ará «Tercio de
A bárzuza». D icen que es form idable p o r la gente que lleva,
U n a v erd ad era u n id ad de M ontaña, com o vosotros llam áis.
E n las estribaciones de la sierra d e S an D onato, y en p a r a ­
jes so litario s com o son lo s térm inos de «La P la n illa» y
«Fuente F ría», h a n establecido su cam po d e instrucción.
H a n hecho sus ejercicios o rd in aria m en te en d ías de
fiesta, y p o r com pañías, p o r ser esos los únicos que podían
a c u d ir m ay o r nú m ero de hom bres. E n los d ías laborables,
y u n a vez term in ad o s sus tra b a 'o s del cam po, com pletaban
su in stru cció n en las eras y rebotes d e los pueblos.
L as eras de A riz aleta y L ezaun saben m ucho de sus
pasos.
D ías antes de las elecciones de F ebrero, y con este p re ­
texto, acom pañé a u n o de sus Jefes en u n viaje p o r aq u e­
llos Dueblos. Poco tiem po h a c ía que en A bárzuza se h ab ía
establecido u n depósito de arm a s p a ra aquella com arca. A
la vuelta, fuim os a v isita r a los m uchachos del fu tu ro «A bár-
ruza». N o creo a u e el term óm etro p u d iera m a rc a r p o r en­
cim a del cero. A l píe del reb o te dos hom bres que, sum ados
sus años, p asa rían del siglo, encendían u n a h o g u era. C inco
m uchachos, con sus años juntos, n o lleg aría n a esa edad.
E stab an form ados y aten d ía n las voces d e m ando d ad a s por
o tro m uchacho que seguram ente h a b ía cum plido y a el ser­
vicio m ilita r. Me acerqué a sa lu d a r a loa que a tiza b an los
sarm ientos en la h o o u era. diciéndoles:
— |V a v a , v a y a ! E sta noche h ace falta.
— íQ u é , p o r el frío ? — dijo el de m ás edad— . No, se­
ñ o r; no. H ov está la noche b a sta n te tem p lad a. Encendem os
cu an d o no h ay lu n a, p orque a p e n as se ve. ¿ A lg u n a noti­
cia ?—nreguntó.
—N ada, n ad a p o r ah o ra. T ra n q u ilid ad .
— ¿ T ra n q u ilid a d ? O iga — dijo acercándose a m i oído— ,

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 163

¿c u án d o llegan los fu siles? P orque ese A n to n io siem pre


dice que pronto, p ero ... C artilla s y cam isas y a h a m andado,
p ero lo o tro ...
—L o o tro ya está en su sitio. N o p ase u sted cuidado.
H a sta que llegue la h o ra no conviene.
— E so ya es o tra cosa.
M irando a los m uchachos que estaban en posición de
firm es se m e ocu rrió p re g u n ta r:
— ¿Y esos m ocetes? Y a parece que e stán listos.
— Esos, ya lo creo. M ejor que W e y le r saben la in stru c­
ción. A dem ás, después «y tocio», h an c e sa lir con n o so tro s;
no h ay que ten er cuidado.
— P u es entonces, aquí en eí pu eb lo ¿q u ién se q u e d a ? ...
— ¿ A q u í? C u atro o cinco abuelos que no pueden ((ras­
trar» los pies.
G e ra rd o L a stra esperaba que yo siguiese hablando. P ero
yo h a b ía d ich o todo lo que sabía.
— E se T ercio n ecesitará u n C ap itán —decía G erardo
h ab lan d o m uy despacio.
— C reo que sí— le contesté.
— P u ed en c o n ta r conmigo.

Muj’eres, hijas, novias, m ad res d e los R equetés... V os­


otras, que sabéis llo ra r m ezclando la so n risa cu an d o despe­
dís a los hom bres que se van a la g u erra, los encontráis
(tmajosn en m angas de cam isa, con a lp a rg a ta s nuevas y una
b o in a co lo rad a... T ra je s d e gala. E ntonces reís. Y llo ráis por
no p o d er aco m p añ arlo s... No os q u ep a d u d a, m ujeres de
N a v arra , que en las cá te d ras españolas de p atrio tism o la
nación os g u ard a u n sitio m uy distinguido.

¿ T t LO N
de a c e ro ? ... P a ra N a v a rra h a sido siem pre u n claro papel
de celofán.
V e ía N a v arra que el com unism o fa b ricab a bom bas p a ra

Ayuntamiento de Madrid
B. F É L I X M A f Z

d e stru ir E sp añ a. Y N a v a rra fa b ricab a bom bas p a r a des­


tr u ir a l r.om unism o. ¡S í, se ñ o r; b om bas!
D os fáb ricas ten ía ins*’a la d a s : u n a en C aparroso y otra
en M añeru. Y u n irran denósito en T raib u en as.
N o b ab fa d in am ita en N a v arra , p ero sí la h a b ía en G al-
dácano (V izcaya). Y de G a ld á can o la tra ía a P am p lo n a...
un valiente.
L a n a la b ra «remesa» e ra la co n traseñ a p a r a entenderse
en tre P am p lo n a y G ald ácan o en toda cuestión de envíos.
U n d ía la «remesa» era b a sta n te volum inosa. V e n ía d in a ­
m ita en un saco, fu lm in an te en u n m aletín y u n gran p a ­
q uete <-nTi rollos de m echa.
— M'í'^re. no sé si hoy nodré con todo.
— H iio, no te apures. Y a podrem os en tre los dos. N o
llam es a nadie.

H o ra y m edía desoués de llspa'^as a P am p lo n a anuellas


«remesas», estab an alm acenadas, b ien en M añeru o bien en
C anarroso.
Sin nincnín nénero de d u d a, creo q u e en el año 1^36
las dos ú n icas fáb ricas que en E u ro p a se p erm itían el lujo
de co n stru ir bom bas con el exclusivo obieto de em plearlas
co n tra M oscú eran las dos que ex istían en N a v a rra : la de
C aparroso y la de M añeru.

Y y a que hem os m encio” ado i»1 «telón d e acero» voy a


re fe rir u n caso en que u n S E K S O T ruso no p u d o tra sp a sa r
el m isterio que en c u b ría la organización del cam po trad i-
cionalis^a.
Un ps u n espión al servicio del R A Z V E D U P .
E l R A Z V E D U P h a sido el organism o c e n tra l de u n sis­
tem a colosalm ente m ontado p o r el servicio secreto de las
«arm adas rusas». U no de los éxitos m ayores del espionaje
o rganizado p o r el C om isariado in te rio r del K om intern.
P o r E sp añ a c irc u la b a n ,,. S E K S O T . Y a P am p lo n a vino
uno p o r lo m enos. P ero tam bién el T rad icio n alism o tenía
o tro ((telón» que envolvía la colum na v erte b ral de su Mo­
v im ie n to : el silencio. C o n tra él se estrelló aquel SE K S O T .

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 165

Vi;¿iinoti cóm o lo refiere u n significado Jefe, a q uien le


ocurrió el caso el d ía 23 d e Ju n io :
((Sobre las once d e la m añ an a se p resen tó en m i casa un
señor ex tran jero , d e nacio n alid ad a le m a n a ; deducción que
saqué desp ués de leer la ta rje ta que me h a b ía p asa co . H a ­
b la b a el español con b a sta n te corrección, pero m uy despa­
cio. V en ía d e R om a, y lo ate stig u a b a la docum entación que
m e presentó.
S egún él, la v isita e ra com pletam ente secreta y v en ía a
m í en p rim e r lu g ar p a r a que y o le abriese paso a n te o tras
perso n as «de la m ay o r resp o n sab ilid ad en el p artid o » , se­
gún m e dijo textualm ente.
—L a seg u rid a d de h a b la r an te u n alto Jefe —a sí me
dijo— , m e d a el atrev im ien to p a r a exponer el objeto. Vengo
d esd e el V atican o i—y a l m ism o tiem po sacab a de su c a r­
te ra , p o r cierto elegantísim a, unos papeles visados con va­
rios sellos, e n tre ios cuales señaló u n o que llevaba los a tr i­
b u to s de S an Pedro— . E stoy a l servicio del C uerpo D iplo­
m ático d e m i p aís en R om a. E n los círculos católicos de
Romu. se sabe del concurso de su P a rtid o p a r a la próxim a
Sublevación m ilita r. ¡ O h el g ra n P a rtid o d e ustedes los
ca rlista s, la g u ard ia m ás fiel d e l S an to P a p a !...
Y o estab a ex trañadísim o. ¿ A m í im D iplom ático del V a ­
tic a n o ? ... E sp erab a o ír lo que yo d ec ía . P ero yo no decía
n ad a.
—U n a vez en claro esto, hago saber — co n tin u ab a el ale­
m án— q u e los círculos católicos cerca del V atican o desean
a p o y a r el proyecto h a sta con din ero , si es necesario. A h,
p ero sab ien d o p rim ero si ustedes e stán de acu erd o d e l toao
con el E jérc ito y conocen su s intenciones p a r a la o tra R e­
p ú b lica q ue q u ieren poner.
Y a n o ten ía m ás rem edio que co n testar. E s m ás, lo d e ­
seaba.
—S eñor —le dije-—, creo que viene u sted equivocado.
N o debe ser a m í a q uien u sted desea d irig irse, porque, la
verdad, no conozco n a d a de lo que m e está diciendo.
— í Y c ó m o ? ... — dijo— . ¿N o conoce usted las cosas que
ya son p ú b lic a s? ...
V olvió a sacar de su c a rte ra los papeles y me enseñó

Ayuntamiento de Madrid
166 B. F É L I X M A Í Z

la Ú ltim a hoja m ilita r <ie la «UME» «La situación e n E s­


p añ a». N o q u iera s p en sa r con qué interés la leí, com o si
fuese la p rim era vez que la ten ía en m is m anos. E stu v e por
d e c irle : «Fero usted sabe las que yo he re p a rtid o ? » P or
segunda vez le d ije :
— V uelvo a re p e tir que no sé n a d a sobre este asunto.
Y m e levanté, iniciando la despedida. P ero a ú n quem ó
su últim o c a rtu c h o :
—Soy m uy ex trañ ad o — dijo— . c U ste d no es d o n ...
— Sí, se ñ o r; el m ism o — le contesté levantando la voz— .
P ero n o el que usted busca. D ispénsem e, p ero no dispongo
de m ás tiem po p a ra ...
Y le acom pañé h a sta la p u e rta de la habitación.
— ¿Y o equivocado? — decía a l tiem po de salir.
C erré la p u e rta , creo que o em asiado violentam ente.

Inm ediatam ente com unicaba m i am igo p o r teléfono con


sus com pañeros. Y d e c ía : «Si recibís la v isita d e u n alem án
que lleva e n la c a rte ra objetos de cam elo... N ada, ¿®h?
N ada.
Me d ec ía m i am igo cuando m e re fería el c a s o :
— jU n em isario del V a tic a n o !... Si m e descuido, M E
C O N FIR M A .

V am os a seguir con «Mi D iario», H oy es a costa d e us­


ted, d o n F u la n o ... L á stim a de tiem po desperdiciado escu­
ch an d o ta n ta m ajad ería, p ero es u sted el «tipo burro» que
ta n to m enudea en el reb añ o social.
—M e h a llam ad o u sted pesim ista, ag o rero y caverníco­
la. A seg u ra usted que todo «esto» p a sa rá . S in im p o rtan cia
el que c u a tro conventos h ay a n a rd id o y sin im p o rtan cia el
q ue se h ay a n lanzado c u a tro gritos de m u eran los cu ras.
¿ Q u e d e vez en c u a n d o cae alg ú n fascista en la c a lle ? ...
¿N o com prende que no h acen m ás que p ro v o c a r? ... Si los
catalan es y vascos p iden su independencia, p o r m í que se
la den. Q uitém onos de líos. N o m e n e g a rá usted que el que
n o se m ete con n ad a ni con n ad ie puede vivir tran q u ila ­
m ente.
E sta s y o tra s razones (? ) son las que m e h a dado don

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A I BT

F u la n o p a ra llevarm e a l terren o en donde él cree que pisa


firm em ente.
D on F u la n o es uno d e 'tantos polos opuestos a n u estra
intención. Yo, que sé su p u n to flaco, el único an te el cual
reacciona c u a n d o ad v ierte p eligro, lo he llevado a é l:
— ¿C óm o va la B o lsa ?...
—N o del todo bien. P e ro reacciona.
— ¿ E s tá usted conten'to, d o n F u la n o ?
—P u es... sí. T uve m iedo a l principio, en F ebrero, pero
aquello ya paso. P ag an dividendos, se co b ran los cupones.
¿N o ve usted com o se cam b ian las pesetas p o r francos, por
lib ras, p o r d ó la re s? ...
—Y p o r rublos.
—P ero, hom bre, no m e h ag a usted reír. E sté usted tra n ­
quilo, q ue todo se arre g la rá . V eo que es u sted tam b ién de
los que tienen m iedo a l com unism o. P e ro ¿ c u á n to s d ip u ta ­
dos co m u nistas tenem os en las C o rte s? ...

Con u n a sonrisa a b a rro ta d a d e lástim a m ira b a yo a don


F u lan o . E n él no existe la fa c u lta d p a r a d isc u rrir. S ola­
m en te le dije, em pleando su lenguaje, el único que s a b e :
— Si la p eseta v ale tan to com o u sted cree ¿ n o p re te n d e­
rá n alg ú n d ía ca m b ia rla p o r ru b lo s ? N o tengo m ás que una
d u d a ; ¿ Q uiénes serán los agentes encargados del cam bio ?
P o iq u e im agino que pu ed en ser los que u n a noche c u a l­
q u ie ra lo d espierten a usted con el ru id o producido por
u n as cu la ta s que golpeen su p u erta . M ire usted b ien si le
conviene esa «operación». Q ue u sted lo p ase bien, d o n F u ­
lano.

De m i D iario (13 de Junio)

C U A N D O
el co n tra rio p id a cam po y p resen te sus razones p a ra u n li­
tigio, entonces la ra cio n alid ad del hom bre es la que debe

Ayuntamiento de Madrid
168 B. FÉLIX MAÍZ

m a rc a r la p a u ta p a ra que la efectividad -de la ju stic ia asien ­


te sus decisiones con ecu an im id ad en los p latillo s de una
b alan z a que sea fiel. P ero si el enem igo m erodea tu hogar,
y a través de la c a reta que oculta su ro stro ves sus ojos
desorbitados y su boca llena de espum a, al m ism o tiem po
que ad iv in as la p isto la que em puña su m ano escondida, no
tra te s de convencerle con tazones. D efiéndete con todos los
m edios que tengas a cu alcance. M ata si es preciso. Si no
lo haces, tu p o stu ra a c u sa rá m iedo o ignorancia. E l m iedo
p o d ría ju stificar tu paralizació n . L a ig n o ran cia N O , si se
tra ta de u n hom bre consciente. N o dudes, porque p erd erás
la serenidad. \ la fa lta de serenidad puede a c a rre a rte ló­
gicam ente im estad o d e nerviosism o que p u ed e se r fa ta l
p a ra tu defensa. N o p iern a s el tiem po buscando nuevos tru ­
cos con que pioder d istra e r la atención de tu enem igo. T e
en g añ arás a t i m ism o. No a tie n d a s tam poco a sus m ala-
barism os. Q u iere d istraerte. T en la seg u rid ad que viene
p o r ti.
N osotros consideram os la b ru ta lid a d im puesta com o un
desafío. Y aceptam os el desafío p a r a e v ita r con nuestro
en cu entro el em brutecim iento d e la h u m an id ad . Sabem os
que el desafío es a m uerte. P o r eso com prendem os que p a ra
m uchos la p o stu ra es IN C O M O D A .

VOLVI DE^MADRID

V traie p a ra el G en eral u n m ensaje m u y ap re c ia d o ;


«D IG A U S T E D A L G E N E R A L M O L A Q U E NO
O P O N G O N IN G U N R E P A R O A SU C O M U N IC A D O .
Q U E S O L A M E N T E E S P E R O C O N O C E R D IA Y H O R A
PA R A SER U N O MAS A LA S O R D EN ES D E L E JE R ­
C IT O .» .
E sta s p alab ras claras, term inantes, las h a p ronunciado
en M adrid don José C alvo Sotelo. C on ellas h a com puesto

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A S A 189

3U co ntestación al G en eral M ola. H a b ía peligro en su firm a,


p ero m e las ap ren d í d e m em oria p a ra re p e tir con toda exac­
titu d el m ensaje. N o h e olvidado u n a sola p alab ra.

M ad rid p asa d ías d e zozobra. H a com enzado la tercera


decena del m es de Ju n io . A lgunas d e sus fechas pueden ser
fa tíd ica s. E n la m ad ru g a d a del d ía 21 h an estallad o m u­
chas bom bas e n d istin to s lu g ares, y el eco de sus d eto n a­
ciones re p ite la am enaza.
—A ten ción sobre M ad rid a p a rtir del d ía 20 — decía se­
cam en te el ú ltim o inform e d e ('6-W IW -9».
L arg o C ab allero m ueve sin cesar los ag en tes que Moscú
ha pu esto a su disposición, y personalm ente en M adrid y
en A stu ria s clam a a n te el bloque revolucionario la urgente
necesidad de in sta u ra r lo antes posible la d ic ta d u ra del
p ro leta riad o , sin colaboraciones n i concursos de n ad ie que
no la sienta.
Indalecio P rie to tam bién tra b a ja . P ero tra b a ja e n la
som bra, p o rque la Je fa tu ra d e S U R E V O L U C IO N n o se la
cede a n ad ie. R e a ju sta su p a rtid o e in ten ta la form ación de
u n nuevo bloque.
E n M ad rid constituye u n a incógnita la m ano que ha
prom ovido los recientes sucesos d e M álaga, en los que co­
m u n istas y sin d icalista s h an lib rad o verdaderas b atallas,
con v ario s d irig en tes m uertos d e am bos p artid o s.
Se so b reentiende, p o r estas confidencias, la fa lta de u n i­
ficación. B ien nos viene el fa c to r tiem po en su pro lo n g a­
ción, p o rq u e a nosotros tam b ién nos f a l t a . b a sta n te trecho
p a r a po d er d ecir que todos estam o s de acuerdo.
i C u án to elem ento civil y m ilita r d iscu rre en p len a d is­
gregación, em pezando fíor M adrid. No ac ab an de estable­
c e r la ligazón necesaria cuar'teles y sótanos, donde se h ab la
d e lo m ism o, se p ien sa lo m ism o y se desea lo m ism o. Y nc
p o rq u e no la busquen O ficiales com o Lozano, A lv ear, et­
cétera. etcétera. C on el m ism o fin se m ueven sin cesar m u ­
chachos com o M iralles, G a rre t, G roizard, S atrú steg u i. G a-
m azo, B estard y otros.
—M i G en eral, esto es lo m ás salien te d e estos d ías en
M adrid.

Ayuntamiento de Madrid
170 B. F É L I X U A Í Z

De m i D iario (17 de Junio)

t L CORONEL SERRADOR

p reside la J u n ta del M ovim iento en V allad o lid . Los nom ­


bres d e los com pañeros que tra e la inform ación son a lg u ­
nos ilegibles, o p o r la m a la c a lig ra fía del que la m anda
o p o r la p ris a con que la h a escrito. P arece u n a receta de
m édico. M oyano. G a b r ie l; C om andante d e A rtille ría . N o
cabe d u d a ; y a lo conocem os. A ngél G óm ez (M árquez o
M arq u és), C a p itá n d e In fan tería. M onasterio Itu a rte , T e­
niente C oronel d e C ab allería. G a rc ía G anges (o G au g es).
S alin as B eiber (o B em ber), C om andante d e la G u a rd ia ci­
vil. C ap itan es S oler y P isa B edoya. F ernández Sanz, C a­
p itá n de A salto. T en ien te C u ad ra, ídem .
L a lab o r d e la J u n ta se h a extendido, con éx ito inicial,
en la s G uarniciones d e Segovia, A v ila y S alam anca.
A cu san recibo de las p rim eras instrucciones enviadas
p a r a el p la n d e o peraciones m ilitares a efectu ar. D espués
d e la v isita del G eneral S aliq u et a l G en eral M ola, el ((con­
trol» de las cosas de V a llad o lid se h a r á m ás efectivo.
L a vía d e com unicación p a ra ello será doble a p a r tir de
esta fecha. U n a, p o r el G en eral M ola-T eniente C oronel G a-
larza-G en eral S aliquet. (M a d rid ). O tra , p o r interm edio del
C ap itán S ilvela, d irec tam en te a V a llad o lid . L a V II D ivi­
sión funciona con sum o cuidado p orque d e n tro de la V il
D ivisión existe b a sta n te enem igo.
T am b ién a d v ie rte la confidencia, que no los p ierd e de
vista.

E n V allad o lid , el contacto en tre el elem ento m ilita r y


el civil que va a cooperar, lleg ad a la h o ra, es del todo ín ­
tim o. E l grupo de hom bres que v an a secu n d ar la subleva­
ción del E jército, no es gran d e en nú m ero p o r ahora, pero

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 171

sí se p u ed e responder de su e sp íritu selecto y de su deci­


sión firme.
S u C audillo, O nésim o R edondo, está encarcelado. P or
eso la o rg anización n o h a llegado a ten er el volum en y
oesarro llo que su Jefe p u d ie ra h ab e r logrado, caso d e hab er
d isfru tad o d e lib ertad . F u e d etenido y encarcelado en el
m es de M arzo p o r h ab e r dich o públicam ente u n a verdad.
¡(Moscú h a declarad o la g u erra a O ccidente. E s n e ­
cesario que los españoles se olviden de T O D O , y con­
cen tren todos sus esfuerzos p a ra poder sa lv a r a España».
O nésim o R edondo h a lanzado p o r tie rra s de C astilla el
pregón q ue anim cia la p ró x im a lu ch a. Y sin d u d a r ha d i­
ch o ... ¡C O N E L E JE R C IT O ! ¡C O N T R A M O SC U !
L u g arten ien tes com o G iró n , V incent, G im énez organizan
C en tu rias p a ra el com bate y h a b la n tam bién cla ro y ter­
m inante.
T ien e colaboradores com o S eb astián C riado, que ap o rta
to d o su esfuerzo p a ra su p lir la fa lta d e su Jefe.
C u en ta con hom bres valientes com o E stefa n ía, que con
los In fan tes de S an Q u in tín , y los Jinetea d e F arnesio, g ri­
ta rá n q ue V a llad o lid es de E sp añ a.
L a lab or d e O nésim o R edondo, lab o r p a trió tic a y hon­
ra d a, es g ran d e. M erece la p en a tra d u c ir la ficha que el
ag en te in tern acio n al a l servicio an tico m u n ista 6-W IW -9
lleva en su inform ación con respecto a este hom bre.
« F ig u ra. — S an a — C la ra — V ig o ro sa... A n ti — sem ita
A n ti — m asónico — A n ti — soviético».

EN OTRA PARTE

dejam os escrito que el p roblem a d e E sp á ñ a 1936, bajo el


p im to de v ista in tern acio n al es interesantísim o.

Ayuntamiento de Madrid
irg B. F É L I X l i A Í Z

E l ra n g o internacional de E sp añ a h a sido siem pre ad-


niiracío. H oy está a p u n to d e ser b o rrad o y despreciado an te
los ojos del m undo. iSe d a n cu e n ta de ello los españoles?
M uy triste es la contestación. L a m ayor p a rte , N O . Poco a
poco han abdicado de todos sus deberes p a ra con la P a tria ,
p a ra e star m ás lib res e n su p re c ip ita d a c a rre ra y llegar a
¡a m eta m arc ad a p o r el O R O y p o r la F R IV O L ID A D .
T riu n fa el m aterialism o en u n a P a tria que agoniza, en­
venenada su esp iritu alid ad .
L os ((Hijos d e Sión» conducen el ca rro a b a rro ta d o de
h o m b re s: unos adorm ecidos, otros excitados p o r los tóxicos
ú r la concupiscencia. L os au rig a s sa lta rá n a tiem po, antes
de que el carro se p re cip ite en el abism o, p a ra quedarse
solos. E s su am bición.
P e ro nosotros los que perm anecem os L IB R E S , au n q u e el
esfuerzo nos cueste la vida, vam os a ag a rra rn o s a las ru e­
d as de ese c a rro , porque querem os d eten e rlo a n tes d e que
se despeñe. Somos C ristia n o s... y e n él, van m uchos herm a­
nos nuestros.

P a ra ay u d a rn o s en ese ((esfuerzo», necesitam os m uchos


hom bres sanos, claros, vigorosos, anti-sem itas, anti-m asó-
nicos, anti-soviéticos. N ecesitam os hom bres L IB R E S , hom ­
b res que n o dependan de la ru é C adet, n i d e la ru é L affite
d e P a rís, n i d e L ondres, ni d e M oscú.
C on H om bres L ibres, se hubiese podido e v ita r el C han-
tag e N acional e In tern acio n al cié que h a sido objeto E sp añ a.
Se hubiese evitado que la intervención e x tra n je ra h ay a lo­
grado q u e oñcial u oficiosam ente sean reconocidos d en tro de
n u estra P a tria to d a esa serie de organism os creados p a r a su
destrucción.
E s grande la astu c ia del Judaism o. E stá bien atendido
el vivero donde germ ina su sag acid ad . Sus hom bres ladinos,
dispersos p o r el m undo, distribuyen y dosifican el veneno
de sus frutos.
L eed las 24 a c ta s de sus «Protocolos» y veréis la v erd a­
d e ra com posición fotográfica de la E ta p a p o r la que hoy
atra v ie sa la H um anidad.

Ayuntamiento de Madrid
4 L Z A M I Í N T O E»» B S P A S ^ 178

U n a vez exam inada, recoged vuestros sentidos, p a r a p er­


cib ir el espantoso estru en d o con que an u n cian su llegada las
L egiones del A nti-C risfo, al g rito de g u erra In te rn a c io n a l:
«H erm anos p ro letario s del m undo... uníosn.
¿N o fo rm ará en bloque el m undo C ristiano p a ra oponerse
a ese a lu d ? ... E n tie rra s occidentales d e E u ro p a , E sp añ a se
va a la n z a r p ro n to co n tra la s p rim eras b rig ad a s d e esa tro ­
p a infernal.
Y conste que es el o u n to de n a rtid a . o a r a n o d er resolver
otros problem as tam bién IN T E R E S A N T ISIM O S .
11 A tencion E u ropa
T o d av ía están leios, p ero lle e a rá n . L a lu z artificial oue
a lu m b ra a E u ro p a ofusca la v ista d e sus hom bres. N o les
p erm ite ver d en tro d e los cam inos, protegidos p o r la oscu­
rid ad , m asas com pactas de hom bres que avanzan jadeantes
ron la d ” si6n de d a r fin a la ú ltim a etap a de su la re o viaje.
N o son libres, son esclavos. C uentan los d 'a s p o strero s de un
su p licio o ue no supo a rra n c a rle s la civilización que ellos
van a d estru ir.
S ueñan con la conquista de u n p o d er que sea el verdugo
de quien les b izo v iv ir en el suplicio. N o sac ia rán sus bocas
seras p o r el odio, sino en ríos d e ,sa n g re . No pueden volver
a trá s . E m p uiados p o r el rencor, siem pre m ira n h a c ia a d e ­
lan te. V ienen desde la s estepas sib erian as, desde M ongolia,
desde el T u rq u e stá n . desde el P ebín am arillo. H icieron u n
«altoH en los p rim ero s confines d e E u ro p a . Y a n o e stán ta n
leios... L leg a rán . N ad ie crea que se van a detener. E se alto
en su cam ino es p a r a c o n ju n ta r sus fu erzas y tejer la ú ltim a
articu lació n del cordón oue b a de a b o g a r a E uro p a.
¡A ten ció n E u ro p a ! A n a liza 'tu egoísm o, y v erás que es
el p ro d u c to r d e tu ceguera. N o te d eja d istin g u ir lo s cam ­
pam entos d onde se a g ru p a el enem igo p a ra d a r la ú ltim a
b a ta lla . T onifica tu corazón, p a ra que su riego llegue con
fu erza a tu s re tin a s y pu ed an éstas g ra v ar con fijeza los m o­
vim ientos de ese inm enso a lu d que am enaza ap la sta rte .
M ueve el N avio de tu civilización, y a tien d e a su gobier­
no. P o n p ro a h ac ia el alu d , y no tem as. E n E sp a ñ a feriam os
un acero que es capaz de co rtarlo . E s de Toledo. ¿N o lo
conoces ?

Ayuntamiento de Madrid
174 B. F É L I X M l f Z

EL MOVIMIENTO

en el cam po rojo, acu sa u n a ac tiv id ad ex tra o rd in a ria . La


im potencia que denota el G obierno p a r a p o n er fin a u n a si­
tuación que p o r m om entos se acerca a u n desenlace sa n ­
griento, explica en su m ay o r p a rte la tensión que de d ía en
día. crece en d istin ta s esferas de la Nación.
E n el C ongreso se re ta y am enaza. E n la calle se ejecuta.
E n las concentraciones de las fu erzas del p acto revolu­
cionario, en Z aragoza, Toledo, y E x trem a d u ra, L argo C a­
ballero, L a N elken, y D e P ablo, creo que h a n dicho su u l­
tim a p a la b ra cuando se h an d irig id o a las m ilicias rojas
p residiendo sus desfiles.
E n O viedo, diez m il pu ñ o s en alto h an cruzado p o r de­
la n te de los C uarteles del E jército , al grito d e «viva el
E jército rojo».
T haelm ann, el revolucionario com unista alem án, está en
M adrid. T am b ién está L a Paulcer. P restes, T urochof...
L argo C aballero, exige a sus lu g arten ien tes u n a rá p id a
term inación de los trab a jo s de en cu ad ram ien to d en tro d e las
m ilicias que h an de sostener el choque p a ra el asalto al
po d er. S epún sus cálculos, h a sta el día 15 de ju n io pasan
de 250.000 hom bres los encuadradlos en las grandes fo rm a­
ciones de ((Asalto y R esistencia». S us cua(dros de m ando en
«Región, Z o n a y E quipo» están a p u n to d e q u ed a r com ­
pletos.
E sta s form aciones constituyen las m ilicias arm a d as, y
K d istribución del arm am ento, p o r ah o ra ((arma corta», se
efectúa en tre lo s grupos de resistencia. A rm a la rg a , cuyos
pri^^cipales depósitos se en c u en tran en C atalu ñ a. A stu rias
y M adrid, esperan in crem en tarla con envíos ex tran iero s ya
prom etidos, y con la s ((sacas» de lo s P arq u e s del E jército,
p a r a lo cu al cuentan con gente d iso u esta y com prom etida.
P oseen equipos com pletos d e uniform es del cuerpo d e la

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O B N E S P A Ñ A 175

G u a rd ia C ivil y de A salto con destin o a grupos d e m ilicias


esp ecialirad as. Y a ra íz de las ú ltim as huelgas producidas
en to d a E sp añ a, h an d ad o fin a la am ilicia sindical», n u e­
vo p ro d u cto derivado de la coalición de las d istin ta s eiecu-
tiv as ob reras, n ac id a del pacto.
E sta organización tie n e a su carpo o rig in a r en el m o­
m ento preciso el p a ro absoluto en la N ación,
E l m ando absoluto de to d o s los organism os lo constituye
I"í P la n a M avor del sistem a ofensivo del Soviet nacional, in­
leg rad a p o r L argo C aballero, F rancisco G a lá n y H ernández
Z ancajo,
L a activ id ad que se n o ta en Ta p u esta en m arc h a del
sistem a soviético p a ra la revolución es la pro-^ucfora d e los
síntom as d e ahogo que se ad v ierte en el desenvolvim iento
d e to d a clase de lib e rta d . O tra s confidencias nos advierten
de los proyectos v erdaderam ente crim inales p a r a u n a des-
com nosición del te rrito rio nacional en u n a serie d e zonas
d istrib u id a s sobre su suelo, p a r a p a s a r a ser repúblicas
soviéticas d ependientes del gran C onsejo S oviétirn Ibérico.
M ientras tan to con tin ú an la s destituciones en el E iército, y
crecen las detenciones y encarcelam ientos d e hom bres que
significan p elig ro en el cam oo nacional.
L a P la n a M avor d e F alan g e, en carcelad a en M adrid,
b a sido d is trib u id a e n tre A lican te. C ádiz, V ito ria y los
reg istro s y detenciones en locales y hom bres d e acción del
p a rtid o ’trad ic io n a lista v an d esarticu lan d o los hilos d e la
tram a.
L a detención de A g u stín T ellería h a estad o a p u n to de
p ro d u c ir u n serio d isg u sto den tro de la organización tra-
d icin n alista.
T enem os n p ticia de u n a p ró x im a v isita del señor S errano
S ú ñ er a P rim o de R iv e ra en la cárcel d e A licante, y espe­
ram o s sus noticias.
T am b ién el G en eral esp era n o ticias d e S an Ju a n de Luz.
¿ H a b rá co n su ltad o y a el señor F al C onde?

ffGarcilaso» h a reg resad o de L isboa.


H a v isitad o en E sto ril al G en eral Sanj’urjo, cum pliendo
u n a m isión ta n im p o rtan te com o d elicad a, y poniendo al

Ayuntamiento de Madrid
176 B. F É L I X M A Í Z

co rrien te de ella a l G eneral M ola, en la en trev ista que ha


sostenido con él hoy p o r la la rd e . S u ca rn et de D ip u tad o
a C ortes tuvo que a g u a rd a r el resu ltad o de u n a conferencia
telefónica con M adrid desde la m ism a fro n tera, p a ra d ejarle
paso libre, cam ino de P o rtu g al.
D e regreso en M adrid, h a sido advertido, p o r confiden­
cias am istosas, sobre la conveniencia d e a d o p ta r alg u n as
m edidas d e precaución re la tiv a s a su persona.
L a inform ación de (cGarcilaso» debe de ser m uy inte­
resante.
V uelve en brev e a M adrid.

E n tra d a la noche regreso con el G eneral M ola del viaje


a S an S ebastián.
N o venía m uy contento. N unca se excede en la conver­
sación, p ero hoy la escatim aba, a p e sa r de que el v iaje lo
.em os re alizad o solos.
A la s siete salíam os d e P am plona, y a la s once m enos
c u a rto lo d ejab a en la m ism a p u e rta d e la C om andancia.
—N ad ie sabe d e este viaje, excepto m i m u jer —-ha d i­
cho— . P o r lo tan to ...
— C om prendido, m i G en eral. ¿ A lg ú n dato de interés
p a ra a n o ta r?
— Sí. Q u e son pocos los que prom eten y cum plen. B as­
tan tes los que no com prenden, y m uchos los acom odaticios.
E sto es todo.
—M uchas veces recuerdo, m i G eneral, u n a frase que le
oí el p rim e r d ía que nos conocim os. «Esto es difícil, m uy
d ifícil...» .
— P ues a ñ a d a u sted o tra vez el «muy difícil».
M ola sa b rá a qué se refiere, pues no h a dado m ás ex p li­
caciones sobre «lo difícil». N i yo puedo d a rla s sobre el
v iaje, p orque h a sta los quince m in u to s que he a g u a rd ad o ol
G en eral a la p u e rta de la casa donde celeb rab a la conferen­
cia, he perm anecido en el coche. L lovía.
D u ra n te el viaje de ida se h an sucedido p re g u n ta s, res­
p u estas y com entarios sobre el fu tu ro de S an S eb astián en
su ap o rtació n d e fu erzas civiles p a ra n u estro M ovim iento.
E l G en eral conocía, desde su cargo d e D irecto r general de

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A / 3 A 177

S eg u rid ad , v aria s personas dirig en tes del cam po revolucio-


ra rio . con m otivo de los sucesos o curridos en la fecha de
la sublevación m ilita r de Jaca.
H a recordado nom bres, y en tre ellos h a sonado el de
M anuel A ndrés como g ra n capacidad en su actuación iz­
q u ierd ista.
— E n San S ebastián —he dicho al G eneral— su nom bre,
al re co rd a r el trágico fin que tu v o , irá siem pre unido al del
fa la n g ista C arrió n . m u erto asim ism o v ioientam ente horas
an tes de caer A ndrés.
M ola recordaba p erfectam ente la im presión p ro d u cid a
p o r aquel doble crim en, pero no sabía u n episodio ocurrido
a raíz de! m ism o, que es d e verdadero in terés. Se lo he dado
a conocer.
— E l día siguiente del agentado a A ndrés, e ra el desig­
nad o p a ra la conducción de su cad áv er al cem enterio. El
m ism o día y a la m ism a hora, en la Iglesia d e S an V icente
d eb ían de celebrarse los fu n erales p o r el alm a de C arrión.
L a tensión en el ánim o del público de San S ebastián, puede
usted co n sid erarla. Todos los m uchachos significados fa la n ­
g istas h ab ían si'^o detenidos. Se ca lc u lab a en m ás de 20.000
perso g as al corteio que h a b ía de acom pañar al cadáver de
A ndrés, pues desde d istin to s puntos fab riles d e la P rovincia
h ab ían p rom etido su asistencia fu ertes representaciones.
Jo sé A ntonio P rim o de R ivera m anifestaba su decisión
de a sistir a los fu n erales de C arrión. L o dito telefónica­
m ente desde M adrid. C undió la n o ticia p o r S an S ebastián,
y se oyó ase g u rar «oue m o riría lo m ism o que u n a rata».
N ad ie pudo rectificar su decisión, a p esa r de que hubo
em peño en ello.
U no de los Jefes fa la n ris ta s de P am plona. L ucio A rrie-
ta , se b a ila b a en S an S ebastián el d ía del asesinato de
C arrión. T u vo m otivo p o r ello de p u lsa r el estado d e ánim o
a e sus com pañeros y, conocedor al d ía siguiente de la m u er­
te d e A n d rés y de la llegada de P rim o de R iv era, resolvió
en P am p lo n a tra sla d a rse a S an S eb astián p a r a h acer acto
de p resencia en los fu n erales de C arrió n , y a c tu a r en caso
necesario en la defensa de P rim o d e R ivera.
A la casa d e los fa m iliares d e C arrió n llegaban de Pam -

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1 78 B, FÉLIX MAÍZ

p io n a el Jefe provincial de F alan g e, don José M oreno, L u ­


cio A rria ta y tres com pañeros m ás.
P rim o de R iv e ra no h a b ía llegado de M adrid. E l grupo
de fa m iliares y acom pañantes salió p a r a la iglesia, donde
poco después d aban com ienzo las h o n ras fúnebres.
A rria ta conocía la seg u rid ad (por u n teleg ram a recibido
en P am plona) de la asisten cia d e José A ntonio al acto, y
decidió qu ed arse en el a trio d e en trad a.
Pocos m in u to s esperó p a ra v er la llegada de u n coche,
d en tro del cual reconoció seguidam ente a l viajero esperado.
B ajó risueño José A ntonio y después d e u n expresivo a b r a ­
zo, p en e traro n ju n to s en el tem plo, d ejan d o a P rim o de R i­
v era en el sitio que ten ía designado.
T erm in a b an los fu n erales de C arrió n , cu an d o la gran
A venida e ra insuficiente p a r a d a r c a b id a a l cortejo que
acom pañaba los restos de M anuel A n d rés. B alcones y ven­
tan as con v istas a las dos com itivas perm an ecían desiertos.
José A ntonio P rim o d e R iv e ra regresó a M adrid. C un­
día la n o ticia de su estan cia p o r S an S ebastián. A seguraban
q ue e ra u n valiente.
H aciendo uso d e su frase, m i G eneral, term ino dicien d o :
«Esto es todo».

De mi Diario.

NO QUIERO QUE PASE


el d ía de hoy sin a n o ta r u n a po rció n d e hechos sucedidos
en los d ías pasados.
L a lab o r en el m es de junio va creciendo en intensidad,
a m edida que p a sa n los d ías.
N o p o r ello qu iero d ecir que los éxitos ab u n d a n . L ógi­
cam ente d eb ían d e ir en pro g resió n ascendente., P e ro en
m uchos casos, llegada la h o ra d e la d ecisió n ..., cu án tas,
cu án tas personas n ecesitan «descansar».

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f i A 17S

— ¿ U ste d cree que < ie stO )) puede g an a rse?—m e decía el


Otro d ía en Z arag o za uno que to d av ía está sen tad o en un
(fescalón» d e la escalera de la confianza.
—P u es m ire usted, le dije— . Y o no sé si se g a n a rá o se
p erd erá. L a p rim e ra n o ticia que yo tuve de itesto» fue la
de q ue tres C ap itan es estab an decididos.
— N osotros tres — decían.
—Y a som os c u a tro —les d ije yo— . ¿ Q u ie re u sted a u ­
m en tar el n ú m ero ? —dije al zaragozano— . E s el cam ino
p a r a g an ar.
M e p arece que le he convencido.

E l v iaje del d ía 18 a Z arag o za fué un au tén tico viaje de


conspiración. M enudeaban p o r todas p a rte s el p elig ro y las
dificultades p a r a el cum plim iento de las m isiones que nos
h ab ía confiado el G eneral.
H ice el v iaje acompañc-do del A y u d an te del G en eral y
del C ap itán V icario . Los tres llevábam os servicio a re a ­
lizar.
E l C ap itán V ica rio llevaba instrucciones p a r a en tre g ar­
las p erso nalm ente a l G en eral C abanellas y p la n e a r u n p o si­
b le v iaje a Z arag o za del G e n eral M ola.
E l C om andante F . C ordón d eb ía de sostener u n a e n tre ­
vista con dos O ficiales que p e d ía n su v isita.
Y m i p resencia en Z arag o za obedecía a la necesidad de
a c la ra r u n a fa lsa in terp ré tació n que con m otivo de u n a «Di­
rectiva» de M ola, ex istía en tre los d irigentes d e u n a fuerza
civil.
E l tícontrol de las D elicias» fué b a sta n te escrupuloso res­
p ecto a las docum entaciones personales y las del coche.
— ¡M alo, m alo !— , dijim os.
¿ E s ta rá n y a e n funciones las nuevas disposiciones del
trío C om bin. T urochof y. V e n tu ra D elg ad o ? (inform aciones
de 6-W 1W -9).
P o r el C om ité in tern acio n al se h a d ad o u n ((alerta» en
serio. Y se h a ord en ad o que el ((servicio rojo» en ca rre te ras
sea increm entado lo m ás posible. ^
A lg ú n d ía que ten g a tiem po, darem os a lg u n a explicación

Ayuntamiento de Madrid
180 B. FÉilX MAlz

de este «servicio», cu y a finalidad no es precisam ente la de


re c a u d a r dinero. E s o tra m uy d istin ta .
A n tes de que n u estra v isita a Z arag o za fuese ad v ertid a,
• h a cum plido ráp id am en te su m i­
sión. Yo he d ad o fin a la m ía, y con el C apitán V icario , a
su vuelta de la D ivisión, nos hem os reu n id o en el café
(‘C am brinus».
N uestro propósito e ra el de re g re sa r in m ediatam ente a
P am p lona. P ero el C api'’án V ica rio debe d e volver a la
D ivisión después de las diez de la noche.
H em os creído conveniente sep ararn o s, dándonos c ita p a ­
ra las diez y m edia en el re sta u ra n t nSalduba».
E l C apitán V icario conoce m uy b ien Z arag o za. H a sa li­
do de observar, y efectivam ente, h a observado que próxim o
a^ la e n tra d a del café se en co n trab a «el C ap itán de C aballe­
ría» con o tro individuo de paisano. ¿ S ab ían ya que e stá b a ­
m os d e n tro ? Se h a vuelto indicándonos con u n a señal el
lu g ar donde estab a la p areja, y ráp id am en te h a cruzado en­
tre el público.
r>. pensado que tam bién en los alrededores d e la
D ivisión h a b ría p a ra entonces to m avistas. Nos hem os sepa-
rado.
E l C om andante F . C ordón h a quedado en el café y yo
m e he lanzado de b a r en b a r. S ab ía que sobre lás diez e n ­
co n tra ría a l C oronel M onasterio en u n o próxim o a la D i­
visión.
E fectivam ente, allí estab a el C oronel, acom pañado de
algunos O ficiales. P e ro al fondo he visto al C apitán V ica­
rio au e sa lla y p asa b a p o r d elan te de ellos sin saludarles.
H e sab id o al coche y d e trá s de m í lo h a hecho V icario,
— ¿ Q u é ? , ¿ h a s hecho to d o ?, — he p re g u n ta d o a M anolo.
—N o he podido. H e h ab lad o p o r teléfono con el A yu­
d an te de C abanellas, y dice que n o vaya, que el G en eral está
con el G o b ern ad o r C ivil y que tienen p a r a ra to . Q ue vuelva
a llam ar sobre las once. Con el C oronel M onasterio h e p o ­
d ido cru z a r unas p a la b ra s p orque m e he lav ad o las m anos
al m ism o tiem po que él a h í den tro . Me h a dich o que esto
está m u y vigilado y que tengam os m uchísim o cuidado.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A S a 181

— B ueno, M anolo, vam os a cenar. F . C ordón nos estará


esperando.
F u im o s a «Saldubai>. E xploram os el com edor P oca
gente.
C om enzábam os a cen ar cu an d o asom ó p o r la p u e rta el
individuo que acom pañaba a l «C apitán d e C aballería» que
vim os en «C am brinus».
N o hizo m ás que o jear ráp id am en te. Nos vió y le vimos.
— Y a no hay d u d a— pensam os— . E s preciso ju g ar a l es--
condite.
A las dos de la m añana, salíam os p o r las D elicias, cam i-
no d e P am p lo n a. T odo n u estro asu n to realizado. Y sin
nin g ú n co n tratiem p o , excepto el re tra so en el horario.
¿ C ó m o ? ... D ando el esquinazo a la P o lic ía en u n café
(U ntante los tre s, u n o d e trá s de otro. F u e m uy bonito. A
la sa lid a d e Z arag o za, en el control, nos d eten ía u n a p areja
de A salto . A pocos m etros del coche nos observaba u n Te-
nien te de la m ism a F u erza. L e vim os acercarse. Y o dije
p a ra m is a d e n tro s: «Por fin nos enganchan».
M ando re tira r la p a re ja y se aproxim ó a la ven tan illa
donde estab a M anolo V icario.
—B uenas noches, señores —dijo— . A sus órdenes, m i
C ap itán .
H a b ía reconocido a l C a p itá n V ica rio y el C ap itán V ic a ­
rio h a b ía reconocido a l T eniente, porque p ro n to d ijo :
—M uchacho, ¿ q u é haces tú p o r Z a rag o za ?
~ Y a ve usred, m i C ap itán . S alu d arle y aconsejarle que
no se deje ver m ucho p o r Z arag o za.
E sto ú ltim o lo dijo h ab lan c o m uy b ajito , p ero yo, que
estab a a l lado d e V icario , pude oirlo.
S iem pre a sus órdenes, m i C ap itán . C ontinúen.

—E s p reciso d ec irle a l G en eral M ola que en Z aragoza


estam os ya m uy vistos — dije a l C ap itán V icario.
—M añana m ism o se lo diré.
A la s cinco y m edia de la m añ an a entrábam os en P am ­
plona.
V iaje rá p id o y b ien p laneado el que verificó K indelán
el d ía 24 de Ju n io . A la s tres de la 'tarde conferenciaba con

Ayuntamiento de Madrid
182 B. F É L I X m a í z

M ola en su m ism o despacho d e la C om andancia M ilitar.


P ero lá sa lid a de P am p lo n a p o r la ta rd e ofrecía a lg u n a dih-
cu lta d . Se d ió el d esp iste en la iglesia de S an L ^ re iu o .
Y a nos c o n ta rá Ja v ie r A gudo d etalles. Se fu é a S an Se­
b astián p a ra re g resar a l d ía siguiente con d o n F rancisco
H e rre ra y el señor S alam anca. H ablarem os largo y tendido
sobre la v isita de estos señores a P am plona. C on u n a sola
in ten ció n : A C L A R A R P O S IC IO N E S d en tro de u n m is­
terio.

BILBAO, BILBAO...

C o n tinúa en incógnita. B ilbao no se conjunta.


L as n o ticias d e l T en ien te C oronel V a lv erd e se a j u s t ^
en todo a la realid ad . S u inform ación viene a r a t i h ^ lo
ex p uesto d ías pasad o s p o r el C a p itá n L a s tra y Jav ier A gu o
a l regreso d e su viaje.
N o b a s ta con la b u en a disposición d e u n p u ñ a d o d e va­
lientes, p o r m uy decididos que estén a cu m p lim en tar las
ordenes que reciban. B ilbao n o se ac ab a en A c h u ri n i en
la G ra n V ía . Y si es v e rd ad que el conjunto de los núcleos
tiad icio n alista s es gran d e e n V izcaya, en la a c tu a lid a d la
disgregacióri de los m ism os re sta en vez d e su m ar potencia.
R esta, p o r la fa lta de unificación de M andos.
L as E scu a d ras de F alan g e son escasas, y pocos los ele­
m entos d e la G u a rn ició n com prom etidos, si se a tien d e al
volum en n ecesario p a r a im ponerse.
T o d o ello a fa lta de u n a D irección capaz de sa lta r por
encim a d e todo cu an d o llegue el m om ento.
L as ú ltim as gestiones realizadas, d e u n a fo rm a indirec­
ta, ce rca de p erso n as que p u d ie ra n influir en los grupos
de d erech a del p a rtid o n ac io n alista, no acusan pesim ism o,
p ero tam poco optim ism o.
O tros sondeos efectuados acu san la im p o rtan cia que na
de te n e r p a ra la decisión en la s p rim era s h o ras, de una
m asa n e u tra considerable, la posición ad o p tad a p o r las p ro ­
vincias vecinas de G uipúzcoa y S antander.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A IBS

A . B asau ri tra b a ja en la organización de grupos de Re-


quetés e n la zona d e la s encartaciones m in eras, d e la cual
es Jefe, y d estac a el co n tra ste d e la organización ro ja en
d ich a zona en cu an to a l volum en adquirido.
O rm aechea, Jefe fala n g ista , m ueve sus hom bres con toda
discreción, a ca u sa del ac o rralam ien to que su fren en todos
sus m ovim ientos. A lguno d e ellos h a caído. E stos días, los
destin ad o s a p re sta r servicios van provistos d e bom bas de
m ano.
P u ñ o s en a lto y m irad a s torvas ex p lican el próxim o
choque sobre tie rra s vizcaínas.
— M i G en eral —decía el Otro d ía a M ola u n bilbaíno
m u y en te ra d o d e l am biente— : E n V izcaya hace fa lta u n a
D ivisión. A stu ria s y V izcaya e stán en co n tac to perm anente.

CARLOS MIRALLES
ha llegado c e M adrid, y h a sostenido u n a la rg a conversación
con el G en eral Mola.
__«Mi G en eral, tengo o chenta hom bres que valen ocho
m il. Si usted lo ord en a, lucharem os en M adrid h a sta m orir.
Si u sted lo m an d a, saldrem os de M adrid, p a r a volver o no
volver a M adrid. E n todas p a rte s donde esté m i C om pañía,
v ivirá E spaña».

Itu rrin o h a llegado d e S an S ebastian.


— ¿M u ch a g en te? — hem os p reguntado.
Itu rrin o h a tard a d o en co n testar. P o r fin h a d ic h o :
•fi —Los suficientes p a ra S an S ebastián.
¡B rav o , Itu rrin o !

E l C o m andante C ésar L ópez G u errero , A yu d an te del


G en eral Q ueipo de L lan o , h a d ad o en su v isita a M ola im ­
presiones m u y o ptim istas sobre u n p u n to nniy interesante
en que tra b a ja su G eneral.

Ayuntamiento de Madrid
184 B. F É L I X M A Í Z

V oy a c e rra r el d ía d e h o y :
Pocos hom bres en B ilbao, pocos hom bres en S an S ebas­
tiá n , pocos hom bres en M adrid.
N oticias dudosas d e V alen cia, de A n d a lu c ía , inciertas
de A stu rias, fran cam en te pesim istas d e B arcelona...
Logroño ad v ierte p eligro, recom ienda cau tela, dicen que
N a v arra suena dem asiado. 1 «Pero Señor, si n o podem os es­
ta r m ás ca lla d o s» !
D ías negros, d ías difíciles.
C laro que todo esto, p a r a m í.
A d e la n te V allad o lid , ad elan te B urgos, a d e la n te G alicia,
ad elan te Z arag o za ... «P rep arad o s Logroño». E n p ie A frica
y N av arra.
¡Y a lo creo q u e podrem os!
¡A D E L A N T E !

H oy he dich o a l C ap itán V ic a r io :
— P o r favor, M anolo, v ig ila a G e rard o , porque llego a
creer que es capaz d e sac ar la co m p añ ía a la calle. E stá
m uy negro.
—N o ten g as cu id ad o . E l C a p itá n L a s tra está a las ó r­
denes del G eneral M ola. G e rard o p u ed a ser que se ría capaz.

L a n u ev a inform ación d e M adrid tra n sm itid a p o r el


í eniente C oronel G a larza, p reo cu p a o tra vez a l G eneral
M ola.
— ¡ M adrid, siem pre M adrid I— h a dicho.

Los enlaces que fueron a F ra n c ia re g resaro n u n a vez


cu m plida su m isión.
E n el G obierno del F re n te P o p u la r español se v a á p ro ­
d u cir u n cam bio. L a colaboración p o lítica en tre los actuales
G obiernos d e los F ren tes P o p u lares fran cés y español no
h a llegado a e n tra r en el terren o que h a m arcado el Ko-
m intern.
E ste a p rie ta , exige, a p u ra , señalando fechas. B asta ya
de u n a o rd e n de procedim ientos que fueron em pleados, p a ra
lleg ar a cu m p lir las p rim era s disposiciones.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 11»

A h o ra son otros los que deben ser puestos e n p rá ctica.


Y s a lir del estancam iento, p orque el F re n te P o p u la r espa­
ñol se h a estan cad o con las discrep an cias q u e se reflejan en
sus directrices.
i Q u é a leg ría sab e r que su ru lo no ru la a g u s to !

Con el p á rra fo que se va a in clu ir, y con la fech a l.“


de julio, se re m itirá el «Inform e reservado» que d ías a trá s
quedó s in term in ar. D ice ese p á r r a f o :
«Oficiosidades d e ciertos elem entos, sin o tra repre­
sentación que la suya pro p ia, h an hecho que h ay a ten i­
d o que d ic ta r el D ire cto r de c ie rta fu erza com bativa
una orden term in an te p a r a que su s afiliados sólo se
en tien d an con quienes deben entenderse. H oy, como no
p o d ía m enos d e suceder, la inteligencia es absoluta.»
U n p equeño c o m e n ta rio :

S O L A M E N T E

la v o lu n tad firm e de este hom bre, acom pañada de u n a tena­


cidad in su perable, d e u n a energía inflexible, u n a intuición
clarísim a, y u n a honradez sin lím ites, puede ser capaz de
a rro lla r los obstáculos que d iaria m e n te se van interponiendo
en el cam ino de n u e stra O b ra . ] Q ué pocos ra to s d e tra n ­
q u ilid ad p a ra su alm a b u e n a ! ¡ C uántos sinsabores, disg u s­
tos y preocupaciones ! P ero, ¡ ad e la n te ! — dice— . N o existe
o tro cam ino.

N o hace todavía 46 horas, h an llegado a él p a r a a p a rta r­


lo de su cam ino.
O ro le ofrecían p o r a b a n d o n ar a E sp añ a.
Y a sab e el enem igo que todo su tesoro no b a sta p a ra
co m p rarle. P ero no se d a por' vencido. S abe que le gusta
escrib ir a l G en eral. U nos señores con c a rta s credenciales
que ac red itan su p erso n alid ad den tro del cam po de la lite­
ra tu ra se h an p resen tad o a M ola. Se tr a ta d e c re a r u n a gran

Ayuntamiento de Madrid
166 3, FÉLIX MAÍZ

ed ito rial en Colom bia— dicen— y h a b la n altern ativ am en te,


exponiendo los p u n to s básicos del proyecto, en m edio de un
bañ o d e lujoso optim ism o.
— (cEs usted la p ersona in d icad a p a ra hacerse cargo de la
dirección. C ondiciones, en blanco, io d o , absolutam ente to­
do, g ira rá bajo su influencia. E stu d ie usted el asunto. Si
alg u n a d u d a tiene...»
E l G eneral h a c o n te sta d o :
—N o cabe d u d a de que el proyecto es m uy halagüeño.
P ero no sé si yo sería capaz d e llevar ad e la n te con éxito
un negocio de ta l en v arg ad u ra. Sin em bargo, lo p en saré, i
desde lu eg o ; E L M ES Q U E V IE N E T E N D R A N U S T E D E S
L A C O N T E S T A C IO N .

i B ravo m i G en eral. A SI S E C O N T E S T A A L A M A­
S O N E R IA ! cC Ó M O L E V A A C O N T E S T A R U S T E D EL
M ES Q U E V IE N E ?

CEm ilio M ola e sc rito r? A ver el p u lp o m asónico de la


lite ra tu ra . E s posible que p u e d a ejercer atracció n p a r a con­
seg u ir el secuestro. Y a lo h an u tilizad o y es u n o m as en
la serie de ten tácu lo s que h an fracasad o a l tr a ta r d e hacer
presa en el G eneral.
— ¿ U ste d cree que se d a rá n p o r vencidos?— decía Mola.
—No lleg aría a tresc ie n tas pesetas—h a dicho— el dinero
q ue yo ten ía disponible en m i ca sa cu an d o m e lance a cons­
tru ir ju g u etes d e m adera, p a ra aten d e r con su pro d u cto las
necesidades fam iliares. T am b ién entonces vinieron con o tra
proposición. ¿ Q u é p o d ía e sp e rar yo d e la R e p ú b lic a ? —me
decían— . N i siq u iera puede usted p en sa r y a e n su c a rre ra
m ilitar. T en g o todavía dos brazos sanos. Y espero m ucho
de su esfuerzo —contesté.
E sta contestación la d a b a el G en eral M ola poco tiem po
después d e cesar en el cargo d e D irector general d e S eguri­
d ad. Y después d e h ab e r en treg ad o a sus sucesores, intactos,
los fondos de lib re disposición que h a b ía recibido.
__H ace tiem po que q u ieren a p a rta rm e d e E sp añ a— con­
tin u a b a diciendo el G en eral— , pues tem en que alg ú n d ía
pueda saberse el contenido de cie-to arch iv o secreto que está

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 18T

en m i po d er, según sus sospechas. L a d u d a, el m isterio que


ro d ea a este asu n to es p o r ah o ra u n a b u en a defensa en m i
posición. N o se tra ta p rin cip alm en te de m i p e rso n a ; lo que
in tere sa es el archivo. Y desde luego tienen razón. E s ver­
d ad eram en te in teresan te. U n a guía m agnífica p a ra poder
v iajar p o r ciertos cam inos, p ero sin en señarla.
N o iré a C olom bia. T e n d ría o ro a cam bio del archivo.
P refiero volver a co n stru ir ju g u etes de m adera, cañones,
b arco s... P e ro c u a n d o salg a d e casa eleg ir el cam ino, p o r­
que m e g u sta ca m in a r L IB R E M E N T E .

E s d ifícil p e n e tra r en la vida, siem pre reservada, del G e­


n eral M ola y lleg ar a u n sondeo que descu b ra con cla rid a d
sus intenciones a to d a p erso n a que no cu ltiv e d e ce rca la
confianza con que p u ed e ser correspondido.
E s fá cil p a r a unos, difícil p a r a otros, tra d u c ir a l G e­
neral M ola.

E sa d ificu ltad creo que es en el m om ento presente la fa ­


cilid ad que apoya su gestión en el proyecto que dirige.
H a sido elegido p o r D ios com o uno d e los conductores
que h an de m a n d a r las legiones que se en frenten con las
h o rd as de la g ra n noche.
V ázquez d e M ella, d e c ía :
«No tem o esa noche, que sé h a de venir, y si n o con­
s u lta ra m ás que a m i deseo, d iría que y a ta rd a dem a­
siad o e n oscurecer el día, con el polvo d e la catástrofe,
y en ensordecer los ecos d e la m o ntaña con el b ram id o
de los h u ra can e s y de las olas irritad a s.
■ ¡Q u e v e n g a .p ro n to ... p a ra que el resp lan d o r del re ­
lám pago, azotando com o u n a esp ad a celeste los rostros
de los vencidos, nos p e rm ita ver en la b a ta lla fragorosa
el av a n zar d e las legiones que no h an renegado d e C ris­
to ! Y después, cu an d o lo s crespones se rom pan y las
som bras h u y an y la s nubes se desvanezcan y se serenen

Ayuntamiento de Madrid
188 FÉLIX H A iZ

los aire s a las luces del g ra n D ía, podam os contem plar


an te los escom bros hum eantes, despojos de la an a rq u ía
convertidos en a lta r, al sacerdote católico levantando la
H o stia S anta, com o el nuevo sol de un nuevo m undo
que salu d e a l pu eb lo fiel con el m urm ullo d e u n a in­
m ensa p leg aria, T edeum d e V ic to ria y can to encendido
d e esperanza y de am or.»
i Q u é pocas personas serán la s que hoy p u ed a n creer que
el G en eral M ola p ien sa com o V ázquez d e M e lla !
N o es n ad a d e extraño, porque la m ay o r p a rte d e las
personas no son capaces d e e x c la m a r: i Q U E V E N G A
PRO NTO!

De m i Diario (27 de junio)

M UY DE MADRUGADA
(h abía ap ag ad o la luz h a c ía rato ) despedía en la p u e rta de
m i h ab itació n a 6-W 1W -9.
M om entos a n tes y to d av ía d en tro d e la h ab itació n donde
hab íam os’ perm anecido tres h o ras larg a s, 6-W 1W -9 m e ha
sup licado el baño. Poco tiem po después h a salido de él
calzando u n as z a p a tilla s azules. A m i gesto d e extrañeza
ha contestado sonriente con u n ... «usted com prenderá», y
al m ism o tiem po que decía esto se h a colocado sobre el
labio su p erio r u n pequeño bigote, que, u n a vez sujeto, daba
la sensación d e ser p ro p io y m uy b ien atendido.
C on tin u ab a sonriendo y d e c ía :
— R uego a u sted tenga la am ab ilid ad de h acer d esa p a­
recer m is zapatos y el som brero lo an tes posible. Es m uy
fácil, con tije ras. P erdón, y gracias.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A íes

C uando b a ja b a los p rim eros peldaños de la escalera se


colocaba u n a boina.
— ¡P o r fin he visto a 6-W 1W -9! ¿C onozco a 6-W IW -9?
Me he fijado m ás en el hom bre rubio, calzado con zap a­
tilla s azules, bigote y boina, d u ra n te un m inuto, que en el
hom bre alto , lim pio de c a ra y elegantem ente v estid o d u ­
ra n te tres horas.
Si al e n tra r en casa e ra 6-W IW -9. n o d u d o que al sa lir
era 6-M1M-9.
Sé con toda certeza que. en las p rim era s h o ras d e la m a­
ñ an a. los restos de su som brero y de sus zapatos era n a rro ­
jados en el cam ión de la b asu ra.
¿ H a b ra cruzado la fro n tera, según su intención, p a r a las
nueve de la m a ñ a n a ? ¿ A p ie ? ... ¿ E n a le ú n «M ercedes»?...
c o n d u c to r? ... ¿ S e rá el se ñ o r? ... ¿Q u ié n es

¿ No es*^ará cam ino de P o rtu g al ? ,, p o rq u e decía que iba


a P a rís ... Si el ingles y el francés lo h a b ía ta n bien como
el español, p u ed e v ia ja r sin cu id ad o p o r esos países donde
dice que tien e el «negocio».
—R uso, hablo m al, m uy m a l : nn puedo entender nada,
n ad a, n ad a, y a continuación 6-W IW -9 se sonríe.
L a m av o r p a rte del tiem po que h a perm anecido en casa
lo h a dedicado a tra d u c ir u n a serie de datos, núm eros y
p a la b ra s que en co n trab a con poquísim o tra b a jo e n tre las
líneas de un ejem plar de «H eraldo d e M adrid», cuyas letras
h a b ía señ alado con p u n to s y acentos.
—E sto— h a dich o u n a vez que h a dado p o r term in ad a su
ta re a — , lo e n tre g a rá a l G en eral m a ñ a n a p o r la m añ an a . Yo
no p u ed o hacerlo.
A l te rm in a r estas p a la b ra s es cu an d o h a d ic h o : «Por
favor, ¿ e l b añ o ?

E n tre los d alo s que com pletan la inform ación de


6-W IW -9. algim os m uy interesantes d e ca rác te r internacio­
nal, selecciono u n o :
— «El to n o católico en la próxim a g u erra civil española

Ayuntamiento de Madrid
190 B. F É L I X M A l Z

creem os n o será del a g rad o de H i t l e r ; sin em bargo.. ».


— Y a usted, ¿le a g ra d a ?
— Soy católico, señor.
— ¿S irv e contento a H itle r?
— Sirvo a A lem an ia, señor.
A diós 6-W IW -9. F eliz viaje.

6-W 1W -9, es p a ra todos u n m isterio. P o r eso a l correr


de estas p ág in as queda su intervención señ a la d a com o un
enigm a fugáz que aparece y desaparece sin d e ja r rastro.
S u lab o r concreta, p recisa e in teresan tísim a p a ra núes
tro s fines, n o podem os ag rad ecérsela a su v erd ad era perso­
n alid ad . N ad ie sabe qu ién es 6-W IW -9.
S u colaboración en n u estra lab o r h a sido ú n ica y exclu­
sivam ente producto de su p ro p ia v o lu n tad y com pletam ente
d esin teresad a. 6 -W IW -9 llegó a E sp añ a al servicio de una
p o ten cia e x tra n jera, con el fin de com pletar u n tra b a jo de
inform ación sobre la actuación com unista d e u n a delegación
soviética ru sa que fué enviada a n u e stra P a tria a ra íz del
triu n fo del F ren te P o p u la r. L a c a su a lid a d q u iso que, a su
paso p o r P a rís, u n a coincidencia con o tra p erso n a e n las
p u e rta s de la E m b ajad a de E sp añ a determ inase su decisión
p a r a a p o rta r con todo entusiasm o su a y u d a a n u e stra em ­
p re sa a l m ism o tiem po que q u ed a b a enterado de sus fines.
T o d a su intervención h a sido ú til y a c ertad a . P ero a n tre
las d istin ta s m isiones que le fueron encom endadas destaca ,(
u n a p a r a nosotros im p o rtan tísim a; el cum plim iento d e la
p a la b ra d e h o n o r d ad a , nos im pide el h a c e rla , conocer.
G u ardarem os el secreto, 6-W IW -9. A sí te lo prom etim os.
G ra cias, m u ch as g racias. N os d iste u n d ía de g ra n ale­
g ría en m edio de aquellos d ías crueles d e la conspiración.

EL GENERAL FRANCO

desde C an aria s V E T O D O , aunque p a r a el enem igo es in ­


v isible d en tro de su idea.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 19a

T am poco le conviene e sta r callado, y el 23 de junio


escribe u n a c a rta a l M inistro de la G u e rra , señor C asares
Q u iro g a, exponiendo su opinión sobre la s ú ltim as disposi­
ciones que siguen m inando la integrid ad y d iscip lin a en el
E jército .
N o p ro testa, no reclam a, no am enaza. M ás b ie n quiere
c'ar solución; p a r a e v ita r inquietudes, p a ra que la d ig n id ad
v u elv a a sen tirse tra n q u ila , p a ra que la ju stic ia sea una
realid ad . L e ad v ierte que existen escritos clandestinos bajo
las iniciales de U . M. E . y U . M. R ., consecuencia del esta­
d o pro d u cido p o r el descontento. Q ue pueden ser heraldos
de fu tu ra s lu ch as civiles si no se atien d e a evitarlo, cosa
que considera fácil con m edidas de consideración, ecuani­
m id ad y ju sticia.
Y se d espide d iciendo que considera u n deb er h acer lle­
g ar a su conocim iento lo que cree u n a gravedad p a ra la
d iscip lin a m ilitar.
C a rta esc rita con toda seriedad y p ru d en cia, que no
puede d a r lu g a r a in terp retacio n es n i atisb o s de re b e ld ía ;
m ás bien a u n a sinceridad con deseos de ap o rtació n p a ra
resolver el problem a planteado.
E l G en eral F ran c o cum plía con su deb er y al m ism o
tiem po co n trib u ía a d ism in u ir recelos.

Y se g an ab a con ello, tiem po.


P o rq u e la ú ltim a decena del m es de junio, ap u rab a. S u­
b ía la m are a rev o lu cio n aria en todos estilos, según la s in­
form aciones que recibíam os p o r m uy d istin to s conductos.
A sí lo m anifestó tam b ién el G en eral Q ueipo en o tra
en tre v ista que realizó en u n o de los d ías de la fam osa te r­
cera decena d e junio.
A lo larg o d e las co rrerías que h a b ía efectuado el G e­
n eral p o r d istin ta s guarniciones, sacab a la im presión de
q ue el nivel d e e sp íritu necesario p a r a acom eter el gran
sacrificio que exigía la o b ra , no respondía a los esfuerzos
que ap o rta b an las figuras de la D irección.
E l G en eral Q ueipo, en sus ((tanteos)i p a r a a g ru p a r hom ­
b res disp u estos a co laborar, se h a b ía llevado m uchos d es­
engaños. P ero n o p o r eso cedía un palm o en el cam ino in-

Ayuntamiento de Madrid
192 B. F É L I X M A Í Z

cóm odo d e sus andanzas. L a an to rc h a del p atrio tism o ilu ­


m in aba siem pre sus pasos, fa cilitan d o en todo m om ento la
sa lid a de los lab erin to s en que su afá n p o r c re a r adeptos
le h ac ía recorrer.
E l G eneral Q ueipo se lan za b a al M ovim iento con una
firme creencia de que las dificultades que p re sen tab a p a ra
el logro del éx ito eran m uy grandes.
Se lo decía al G en eral M ola, en lo a lto del P u e rto de
S an M iguelcho. de la c a rre te ra d e P am p lo n a a S an S ebas­
tiá n . y ' h ab lab an de la situación de M adrid, donde pocos
d ías an tes h a b ía estado Q ueipo d e L lano, coincidiendo am ­
bos G en erales en la necesidad de u n a operación ra p id a so­
b re S om osierra en los p rim eros m om entos el A lzam iento.
El G en eral Q ueipo m ostraba sus deseos de in terv e n ir en
d ich a operación p artie n d o de V a llad o lid , cu an d o el G e­
neral M ola le expuso su opinión, b ien fu n d am en tad a, de
que el puesto m ás adecuado p a ra el G en eral estab a en Se­
villa.
E l G eneral Q ueipo se lim itó a p re g u n ta r, com o si no
h ubiese oído del todo bien.
— 'S e v illa ?
—Y o opino así, m i G eneral.
__E stá bien. N o lo discuto. A Sevilla.

De m i D iario.

TODOS ESTOS DIAS

las cosas iban m uy bien, E l re su ltad o de la s p asa d as en tre­


v istas del G en eral M ola con C abanellas, K indelán. r a l Con-
Ofc, Q ueipo de L lano, etc., la m ayor p a rte de la s inform a-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O ÉN E s p a ñ a
l 9á

C lo n e s r e c i b i d ^ y en s u c o n s e c u e n c ia la s d is p o s ic io n e s to ­
rn ao s, to d o e llo , s e ñ a la b a u n c a m in o b a s t a n t e h a la g ü e ñ o
H oy el horizonte h a cam biado. Y precisam ente sobre el
cielo de P am p lo n a se h an fijado los m ás negros nubarrones,
1 odo el d ía he vivido en tre p u n to s suspensivos con in terro ­
gantes in tercalados. N o he podido a c la ra r nada.
A p rim era h o ra he recibido u n aviso que significaba un
I■ «A lerta» m uy se n o . D e cía:
«P or n in gún concepto h ag a acto de p resencia en el G o­
bierno M ilitar. C um pla los dos servicios encom endados,
ejerciendo u n despiste com pleto en todos sus pasos N o se
en trev iste con ningún com pañero.» P a ra la s diez y m edia
desde u n a d e las cabinas del C asino, h a b ía sostenido una
co n teren cia telefónica y cum plido con ello el p rim e r ser­
vicio. M ad rid... N orm al.
^ No he ad v ertid o n a d a extraño d u ra n te el re sto de la m a­
ñ an a, m siq u iera en el G obierno Civil, en donde he estado
esp ian d o u n buen ra to con el p retex to d e sac ar u n a licencia
de pesca.
A la u n a y m edia he p asa d o sin detenerm e p o r el lugar
donde d iaria m e n te acuden los O ficiales p a r a cam b iar im ­
presiones con nosotros. No he visto a ninguno.
Con esto p odía com probar que el «A lerta» no es sola­
m ente p a r a m í. C on el m ism o p retex to d e la licencia, he
llegado a C u artel de la G u a rd ia C ivil, donde a u n Cabo
conocido le he encargado de la gestión del visado.
— ¿M ucho trabajo, C abo?
“ 7^/- precisam ente nos h an au m en tad o el servicio
de v igilancia.
— ¿ P e ro es que nuevam ente se tem e alg o ?
—N o tien e n a d a de ex trañ o que se tem a.
E l C abo S e h a s o n r e í d o .
P o r la ta rd e he cum plido el o tro servicio. V iaje a Lo­
groño. N uevas instrucciones e stán en p o d er de los Oficiales
com prom etidos.
C erca de las diez d e la noche, ya de v u elta del viaje,
cu an d o co m p rab a el d iario de la ta rd e de S an S ebastián,
he tropezado con el C ap itán B arrera . M ien tras ojeaba la
p rim e ra p lan a, m e decía com o si estuviese le y e n d o :

Ayuntamiento de Madrid
194 B. F É L I X MAÍ Z

—E sta noche y con tu m u jer, a la s doce, p o r este m ism o


sitio . P o r fin a ú ltim a h o ra, el m iste rio h a quedado en p arte
ac la rad o . E stá d en tro d e lo posible que el G en eral M ola
y los C apitanes V icario, L a s tra y B a re rra , sean conducidos
a G u a d a la ja rra . E l C oronel G a rc ía E scám ez v a a ser des­
tituido.
— Se nos p re sen ta u n bon ito p lan . ¿ A lg o m ás ?
M e h a entregado u n p eriódico m uy d o b la d o :
— D e n tro v an dos cifrados. U no p a r a el G en eral F ranco
y otro p a r a B arcelona. E l p rim ero c irc u la rá p o r la vía
G arcerán -S erran o S úñer.
Y ah o ra a casita. Q ue D ios te g u ard e —h a dich o B a­
r r e r a — . D esde luego n o intentes v er a l G eneral h a sta nueva
orden.
E sto se p re sen ta «bueno». N o quiero esta noche hacer
ningún com entario. S erá m ejor no a u m e n ta r la s in terro ­
gantes que existen en m i cabeza.
H e pasado u n o ía M U Y B A JO D E T O N O . N o quiero
c o n trib u ir al descenso.

C abe m uy b ien que suceda lo que ayer m e d ijo el C a­


p itá n B arrera . Si así fuese, creo que todo h a term inado.
V oy a p o n er en lim pio noticias y pensam ientos.
Los C apitanes V ica rio y L a s tra no saben «toda la ver­
dad» sobre el m om ento. E s m ejo r que n o se en teren ya
q ue en este caso sería d ifícil contenerlos. D esde luego ase­
g u ro que vivos... n o los cogen.
H oy tam poco he visto a l G en eral. S in em bargo, estoy
al tan to de todo. Se lo agradezco, p orque sus noticias h an
llegado b ien y, au n q u e pioco, h an lev an tad o m i estad o de
ánim o. Sé que la seren id ad n o p u ed e ab an d o n arle, porque
su dom inio es pleno. P e ro no m e g u sta o ír d e nuevo esa
frasecita de los «que queden», ¡a d e la n te !
¿ Q u ié n queda a trá s que p u ed a seg u ir a d e la n te ? S i nos­
otros quedam os p arad o s, ¿q u ién v a a seg u ir?
N o dudo que p u d ie ra h a b e r personas que lo hicieran.
P ero , ¿ e n qué condiciones? ¿D ónde e stá n ? A la v ista desde
luego no. Y hem os visto tan to ...
A y er, el G en eral M ola, sé que estu d iab a y m an eja b a de

Ayuntamiento de Madrid
ALZAMlEÑtO EN ESPAÑA l95

nuevo el p la n R ... E l p la n R ... no ofrece las suficientes ga­


ra n tía s. E stá prev isto p a ra el caso d e que el enem igo p ro ­
voque u n asitu ació n esrtrema cuyas carac te rístic as no den
lu g ar a d u d a sobre la necesidad de ponerlo en m archa.
E l p la n R . no es com pleto. N o o b stan te, todo an tes de
d ejarn o s co g er. D igo que no es com pleto en relación ai
proyecto, p o rque todavía fa lta p o r llegar a su destino una
s e n e de «D irectivas e Instrucciones» que hacen su to talid ad .

L a in strucción fu n d am en tal, «O bjetivo, M edios e Iti­


nerarios». están en poder d e todos los d estin atario s.
A sim ism o lo están las instrucciones reservadas núm eros
1. 2, 3 y 4. Y las directiv as p a ra la 5.^, 7.‘ y 8.* D ivisión.
L a in strucción reserv ad a núm ero 5 y las directiv as p a ra
('Carcagente» M arruecos y Bases N avales de el F erro l, Cá­
diz, C artag e n a y A frica e stán pasándose en lim pio estos
días.
T am b ién en borador, u n inform e reservado d e b astan te
gravedad.
A p esa r d e que el p la n R . ab a rca b u en a p a rte de la o r­
ganización, el M ovim iento p o d ría q u e d a r d esarticu lad o p o r
fa lta d e coordinación.
<íLas vacilaciones no conducen m ás que al fracaso»— dice
en la d irec tiv a p a r a M arruecos. Y el « saltar inesperadam en-
le tra e ría consigo u n sin núm ero de vacilaciones».
P ero si el enem igo provoca u n a «situación extrem a» que
haga n ecesaria su p u esta en m arch a, el p la n R . se iniciará
en N a v arra .

O tro nuevo proyecto p a ra « saltar en M adrid», propuesto


p o r los G en erales V illegas. O rgaz y F an ju I, fue desechado
p o r M ola. T am poco tuvo la ap ro b ació n del G eneral Franco,
F u e d ías pasados.
¿ Y V a le n cia? T am bién quiso sa lta r a p rim eros d e junio.
T o d o esto crea dificultades y confusión. P o r eso pre­
cisam ente Se pro d u ce u n re tra so que alim en ta en b u en a p arte
la d esgana y a p a tía que se observa en ciertos sectores.
L a lab o r del G en eral M ola es d o b le : o rganizar u n Mo­
vim iento N acional y desorganizar in tentonas locales.

Ayuntamiento de Madrid
196 B. F É L I X MAÍ Z

¿N o s c o g e rá n ? ... A cogiéndom e a l optim ism o que refle­


jab an u n as p a la b ra s su y as d ía s pasados, m e voy a descan­
sar. D e c ía : «Menos m al que la P olicía de la R ep ú b lica sigue
en estad o «durm iente».

L a consigna ro ja 10-0 (A punto) nos preo cu p ab a, por


te n e r noticias de que p u d iera d a rse d e u n m om ento a otro.
T am bién las n u estra s em pezaban a circ u lar. E n la in s­
trucción re serv ad a núm ero 4 se d a b a n las disposiciones ho­
ra ria s p a ra el E jérc ito de la P enínsula.
i*

H O RA I N I C I A L S E R A

aq u ella en que em piece el M ovim iento p o r la D ivisión que


tom e la in iciativ a en el S ector V A L L A D O L ID -B U R G O S -
Z A R A G O Z A . P a ra ello el G en eral Jefe d e c u a lq u ie ra de
las D ivisiones 5.“, 6.“, 7 . \ al d a r c u e n ta con arreg lo al
p á rra fo 3.° de la in stru cció n reserv ad a núm ero 3, d irá la
h o ra en que va a d e c la ra r el estado de g u erra. E sta es la
h o ra in icial, H . I.
L a p rim e ra e ta p a de las fuerzas d eb erá e sta r realizada
por lo ta n to a la hora H -l niás 36. m ás I.
L a segunda e ta p a d e b e rá eStar realizad a H- L m ás 36,
m ás 24.
L a confronta d e destacam entos, a la h o ra H. I. m ás 24,
m ás I.
L a te rc e ra e ta p a debe e s ta r re a liz a d a a la h o ra H- L
m ás 36. M ás 24, m ás X ,2.
L a confronta de D estacam entos, a esta h o ra m ás 2.

P a ra M arruecos, significará «P R E P A R A D O S » u n tele­


g ram a que d i r á ;
«M IL F E L IC ID A D E S EN N O M B R E DE T O D A E ST A
FA M ILIA ».
L a contestación p a ra saber que están «P R E P A R A D O S »,
S erá u n teleg ram a acu san d o la s gracias. F E C H A D O EN
C E U T A y firm ado por JU A N .

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f i A 197

A tención M arru eco s; A visarem os «día» con u n telegram a


q ue d i r á :
D ía T A L lleg ará a esa F U L A N IT O . R uego salgas a
recibirlo. E D U A R D O .
E jem p lo ; E l núm ero d e letras del nom bre es la hora.
® N icasio. R uego salgas a recibirle.
E Ü U A R D O ». S ignificará que el M ovim iento será el d ía 8
a las siete d e la m añana.
n'- fuese p o r la ta rd e , a l nom bre acom pañará
apellido.
E s ta Instrucción la firm ó el G en eral M ola el d ía 24 de
Junio.

V oy a p o n er en lim pio el v iaje a Z arag o za (M ola en Z a ­


rag o za). M ien tras tan to , a h í tienen ustedes

Mi D iario (26 de Junio)

A CAB O DE R E G R E S A R
M anolo V icario. Nos ha m an d ad o el G ene­
ra l M ola a entrev istarn o s con el T eniente C oronel C am ilo
A lonso V ega.
^ C o n tin u a al tan to de todo. U ltim am ente, conectado con
ei G en eral F raneo, del que tiene una c a rta reciente.
L a conversación con el T eniente Coronel A lonso V ega
h a sido m uy extensa. N o sólo se h a tra ta d o d e la G uarnición
d e V ito ria, cuyo estad o general in sp ira to d a confianza, sino
que adem ás se h an d ejad o ac la rad a s u n a porción de «situa­
ciones» que ex istían d en tro del cam po de la conspiración y
que responden a u n a necesidad im puesta p o r la conveniencia.
D e la conversación sostenida he sacado la consecuencia
q ue el señor A lonso V ega es u n a p erso n alid ad , ta n to en el
terren o m ilita r com o en el civil. Lo denota su gran capacidad
y H a m an ifestad o deseos de sa lu d a r al G eneral
M ola, p a ra lo cu al p rep ararem o s la en tre v ista con las p re­
cauciones d ebidas, a ca u sa de la v igilancia a que está some-

Ayuntamiento de Madrid
198 » B. F É L I X M A Í Z

tid o p o r elem entos extrem istas, vig ilan cia que h a n reforzado
estos últim os días. t i ir '
L a conversación se h a celebrado en el H o tel F rontón,
después del alm uerzo, c u a n d o u n Jefe de la G u a rd ia C ivil, u n
tan to sospechoso, h a ab andonado el com edor. L uego hem os
salido en tres tiem pos p o r separado, recogiendo yo a V ic a ­
rio a la sa lid a d e V ito ria.
N os h a recom endado n o ir d irectam ente a los cu arteles.
V ito ria e stá ra ro —h a dicho— . D esde lu eg o su coche creo
que no deben y a d e v erlo p o r aquí.
E fectivam ente, está ra ro hem os p ensado a l d ejar el con­
tro l d e salid a d e la población, no tan d o la form a en que la
G u a rd ia C ivil h a exam inado la docum entación personal y
la del coche, en tre p re g u n ta s que acu sab an recelo a la vista.
P a ra las siete, estábam os en P am plona. T am b ién esto
ítestá raro». iQué es lo que p a s a ? _ .
V ica rio h a ido a d a r cu e n ta al G eneral de n u estro viaje.
Y o h e llam ado a L aá tra en seguida, p u es estab a im paciente
p o r saber.
A lgo p asa, pen sab a, en v ista d e las precauciones que se
ad v e rtían y que a nosotros no se nos escapaban e n ningún
m om ento. ,, ,
E fectivam ente. N o he necesitado p a r a com probarlo, m as
q ue o bservar la c a ra de G e rard o q u e... n o sonreía.
— ¡E stam o s b ien !— h a d icho. ¡Y a h a n em pezado! Y
p o r G a rc ía E scám ez que está d estituido. T o d av ía ^ no está
confirm ado oficialm ente, p ero ... A dem ás, creo que
lista con todos nosotros y n o te q u ep a d u d a de que el G ene­
r a l.•- vuela. Y a lo creo que v u ela. ¿D ónde esta V ic a rio .
—M anolo h a ido a ver a l G eneral.
__P ues vam os a reu n irn o s inm ediatam ente. V ito ria ...
¿qué?
— Según A lonso V ega, bien . ¿Y tu s m áq u in as?
G e ra rd o y a sonreía. L uego a ñ a d ió : —No, si a m í «esto»
n o m e a p u ra . S i ta rd e o tem prano h a de sucedcer algo que
nos h ag a s a lta r de u n a vez. P rep a rad o s y a estam os. Y el
G en eral h a dich o «Q U E Y A NO S A L E DE PA M PL O N A ».
__E sta noche voy a p re p a ra r m ás escolta p a r a su salid a

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 199

al café. D ice que quiere que le vean haciendo su vida


norm al.
E n aquel m om ento llegó M anolo V icario.
— ¿ Q u é ? —p reguntam os a la vez?
N ad a de p a rtic u la r. E l G eneral dice que G a rc ía Escá-
m ez co n tin úa siendo el «Coronel G a rc ía Escám ezn. com o lo
verem os en su día.
D irigiéndose a m í, dijo V ic a rio :
—M añ an a a la ta rd e quiere verte el G en eral. S i no tie­
nes o tro aviso, vas a la s habitaciones del A yu d an te. Creo
que e stá pendiente d e u n a conferencia con M adrid. A sí que
ya lo sabes. P ro b ab lem en te... viaje.
— ¿ N a d a m ás?
— ¿P u e d e s v enir esta noche a n u estra reunión?
— Con m ucho gusto. ¿A lg o de p a rtic u la r?
— Sí. H an avisado de Logroño que h an localizado una
célu la de pistoleros, a l p arece r con d estin o a P am plona. Será
conveniente av isar a los R equetés, que e ^ é n a l tan to de
ello, p o r si ven ca ras nuevas. ¡ A h ! ... Tenem os en perspec­
tiv a im licénciam iento de tro p a.

E l proyecto de licénciam iento de la tro p a lo exigía la


im periosa necesidad de u n a reform a en el E jercito, decían
en las altu ra s.
L a ((imperiosa necesidad» se re d u cía a la conveniencia
df que los soldados ab andonasen los cu arteles d ejan d o l i ­
b res los fusiles.
E l E jército ((Rojon ¡(exigía» la e n tra d a en los cu arteles
p a ra poder fo rm a r sus cu a d ro s... y a c tu a r. A sí lo ordenaba
M oscú. L icénciam iento y cam bio. P a ra esta operación, ya
estab an d a d a s con an terio rid ad la s instrucciones necesarias
a los «R A D IO S» que las h a b ía n de ejecu tar. D espués izar
la B an d era R oja e ra sencillo

V am os a rra n c a n d o las ú ltim as hojas del ca len d ario de


n u estra co njura. E n el d ía de hoy h a dispuesto el G eneral
M ola q ue eí C oronel G a rc ía E scam ez se aleje unos d ías de
P am p lo n a y v ay a con m isiones a tie rra s del S ur. T am bién

Ayuntamiento de Madrid
200 B. F É L I X M A Í Z

S U A y u d a n te sale p a ra M adrid y B arcelona con el m ism o ob­


jetivo.
E l G eneral h a p ro c u rad o con todo cuidado que la salida
de P am plona, tan to del Coronel G a rc ía E scám ez com o la
de su A yudante, h ay a llegado a oídos del G obernador Ci­
vil. E l significado d e estos viajes p a r a el G ob ern ad o r Civil
es el sig u ie n te :
L a c o n tra ried ad su frid a p o r G a rc ía E scám ez a l ser des­
titu id o de su cargo, em puja a este señor a u n alejam iento
tem poral de P am plona, decisión que h a sido bien vista por
el G eneral. Y las vacaciones del C om andante F . C ordón,
obedecen tam bién a u n a licencia concedida p o r el propio
M ola.
P ero el G en eral h a organizado estos viajes aten d ien d o a
la necesidad u rg en te d e en tre g ar en p ro p ias m anos, a d e te r­
m in adas personas, ciertas instrucciones y al m ism o tiem po
recoger inform aciones sobre la s cu ales h a tenido aviso.
E l significado del v iaje es com pletam ente d istin to p a ra
el G ob ern ad o r C ivil que p a r a el G ob ern ad o r M ilitar, pero
su realización satisface a am bos.

CONFORME E L A V I S O DE A Y E R ,

tran sm itid o p o r el C ap itán V icario , hoy a las tres y m edia


de la ta rd e m e he p resen tad o a l G eneral.
—P reste atención —m e h a dicho— a las indicaciones que
le voy a hacer, p a r a im viaje que debe u sted realizar
m añana:
A la s tres y m edia en punto de la ta rd e se en c o n trará us­
ted en el K m . 60 de la c a rre te ra de M adrid a S oria. A esa
h o ra le esp erará en dicho p u n to el señor B águenas, a lto fun­
cio n ario de la D irección G eneral de S eguridad, p erso n a con
quien m antengo relación constante desde que yo p ase p o r
dicho C entro.
E n la conferencia celeb rad a esta m a ñ a n a con este señor
desde el dom icilio p a rtic u la r de u n am igo, h ab lan d o de 11-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 301

tr o s , ediciones y precios, desde luego atendiendo a u n len­


g uaje convenido, h a suplicado el envío de u n enlace, p o r ser
cuestión de sum a im portancia. E l acu erd o p a ra la entrevista
en sitio y h o ra es el que ac ab a u sted d e o ír: K m . 60 Ma-
d rid -S o ria. H o ra, tres y m edia tard e.
T en g a usted p resen te que la p u n tu a lid a d es facto r im por.
tan tísim o p a ra que el enlace se efectúe, p orque el señor Bá-
guenas tien e u n tiem p o m uy lim itad o p a ra sus salid as de
M adrid, y está fichado com o sospechoso. P a ra el reconoci­
m iento use usted la c o n tra señ a «Santiago».
— una v u elta p o r M adrid, aprovechando el v iaje?
—U sted v e rá de qué se tra ta , y si conviene.

D e m om ento no d i im p o rtan cia a l servicio que m e enco­


m endaba el G en eral, p ero a m edida que term in ab an aquellas
horas de viaje, n o tab a c ierta an sied ad p o r conocer el re su l­
tad o d e la entrevista.
D irección G eneral de S eg u rid ad ... U n alto funcionario...
C uestión de sum a im p o rtan cia...
E l h o ra rio del v iaje lo llevaba ad elan tad o . T uve que p a ­
r a r p a ra h acer tiem po. Luego, fren ab a m i coche a la vista
d e o tro p a ra d o que d iv isab a en el sitio previsto.
A l p asa r, y a m uy despacio, a su altu ra , observé la se­
ñ as perso n ales que m e h a b ía d ad o el G en eral, y que coin­
cid ían con las d e la persona que, ap arentem ente, se ocupaba
de u n a avería.
E n la c a rre te ra , y antes de d irig irm e h ac ia el coche, en­
cendí u n p itillo. V i que el señor m e observaba.
— CPuedo ay u d a rle en alg u n a cosa, señ o r?
— M uchas g racias. E s cuestión de poco tiem po.
D irigió la v ista h ac ia m i coche, y luego p re g u n tó :
— ¿V ie n e u sted de N a v a rra ? ...
— S í señor, de N a v arra , d e P am p lo n a... y «SA N TIA G O ».
V i cóm o aquel hom bre se em ocionaba, a l ofrecerm e su
m ano.
— ¿ E l G e n e ra l? ...
— Me encargó u n saludo en su nom bre, con u n fuerte
ap retó n d e m anos.
—V a a saber usted el m otivo de m i llam ada, p a ra que

Ayuntamiento de Madrid
202 B. E L 1 X m a í z

hoy m ism o lo tra n sm ita a l G e n eral. E s una ncítlcia m uy des­


ag rad ab le p a ra él y p a r a todos. E sta noche sale p a r a L o­
groño el D irector G en eral de S eg u n d ad , señor A lonso Ma-
llol P o r la m a ñ a n a se h a dado orden de que esté p re p a ra d a
en disposición d e v iaje p a rte d e la C om pañía de - ^ a l t o de
aq u ella ciu d ad . A la expedición se in co rp o rará el D irector.
V an a P am p lo n a. E l objetivo del viaje es el descubrim iento
de «un com plot» com o consecuencia del ta n cacareado con­
trab a n d o de arm as. Inm ediatam ente d e descubierto (cosa
fá c il), lógicam ente v en d rá la detención de elem entos civiles
v m ilitares, todo lo cu al p o n d ría seguidam ente de m anifiesto
la com plicidad del G eneral M ola. E ste es el objetivo verda-
clero que persig u e el G obierno, y p a r a ello h a p lan ead o la
estratag em a. E s la ú n ica form a d e que p u ed a n «probar su
com plicidad». . ,
E l señor B águenas en ten d ía m i silencio. Q uiso a y u d a r­
m e, diciendo. , , t• i r- 1 F.
__fig u ro que u sted conocerá bien al tje n e ra i. l s
h om bre d e m uchos recursos. Y en e sta ocasión, n o puede
h ab e r y a sorpresa. Confiemos.
__S eñor... S iento m ucha im paciencia p o r e sta r de vuelta
en P am plona.
U n V IV A ESPA53A fué la despedida.
E n tra d a la noche llegaba a P am p lo n a con los nervios
ro tes. L a tem id a descom posición de todos nuestros tra b a ­
jos se nos v en ía encim a. , i /- 1 1
«Qué d irá, m ejor dicho, qué se le o c u rrirá a l O eneral!-»,
p en sab a. , , .
C uando atra v esab a el zaguán de la a n tig u a C ap itan ía
G en eral d e N a v a rra sonaba en m is oídos la farn.Ma Irase
d ich a d ías a n tes p o r M o la: «Los que qued en ... iADLLAIN-
T E !)i ¿ P o r qué la d ijo ? ...
E sta b a en p resencia del G en eral M ola.
— ¡C a ra y ! ¿ Y a d e v u e lta ? ... L o suponía a u sted por
M adrid.
—N o e stán la s cosas, m i G en eral, p a r a p ase arse por
M adrid.
— ¿Q u é o cu rre? ,
__C reo que m añ an a, sin ir m ás lejos, nos cazan a todos.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 203

Le re ferí con toda m inuciosidad lo expuesto p o r el señor


B águenas. M ola cruzó en silencio v aria s veces la h a b ita ­
ción donde nos encontrábam os.
__^Venga usted conm igo — dijo m ien tras in iciab a la sa­
lid a. E n tram o s en u n a sa la co ntigua a su despacho, en don­
de se en co n trab a u n a rm a rio an tig u o , cuyo in te rio r g u ar­
d a b a u n a docum entación m uy interesante— . E sto, p o r lo
m enos — d ijo sacando u n a c a rp e ta que m e entregó— , n o es
p ru d e n te que lo encuentren. G u á rd ela. Y tengam os calm a,
no se preocupe. A lo que se sabe p o r an ticip ad o es m ás fá ­
cil ponerle rem edio. V a y a u sted a descan sar. Creo que lo
n ecesita p o r todos conceptos.
— CM añana ?...
—M añ an a... D ios d irá. P uede ser que no suceda nada.
P o r lo pro nto, avise usted a qu ien sea de los R equetés «lo
de las arm as». P revenga al C a p itá n L a s tra de lo que ocu­
rre y d íg ale que m añ an a no q u iero ver a ninguno p o r mi
despacho. D ice u sted que vienen...
— D e m ad ru g ad a, calcu la el señor B aguenas.

T o d av ía h ay m ucho tiem po p a r a p en sar. M uchas gracias.

E N T R E CINCO Y MEDIA

y seis de la m añ an a llegaba a P am p lo n a la fam osa expedi­


ció n de fuerzas de A salto y P o lic ía a l m ando directo del
señor A lonso M allol.
C am iones, cam ionetas y coches ligeros acam p aro n a las
p u e rta s del G obierno civil.
E l D irecto r general d e S eg u rid ad conversaba con el G o­
b ern ad o r civil de la P rovincia.
P oco después se h ac ía u n despliegue de fu erzas en la
ca p ita l y d irectam en te h ac ia dos ciudades de la P ro v in c ia :
S angüesa y E stella.
¡ C o n trabando !... ¡ A rm a s !... ¡ R e g is tro s !...
U n C ap itán de In fa n te ría d e la G u arn ició n de P am plo­
n a llegaba al G obierno civil. A n tes d e d irig irse a l G obier-

Ayuntamiento de Madrid
204 B. F E L I X M A Í Z

r.o civil h ab ía estado h ab lan d o con M ola en el G obierno


M ilitar.
E l C ap itán T ejero conocía personalm ente a l señor A lón,
so M allol.
— c Y el G eneral ?— le p re g u n ta b a M allol.
— C am po y tra b a jo . M ucho tra b a jo , m ucha instrucción.
E stá m uy enfadado y m uy in tran q u ilo . Se ve m ezclado en
cosas que no le ag rad an . H a pedido traslad o , se siente vigi­
lad o y no quiere líos. O dia la p o lítica, que tantos disgustos
le h a dado
E l D irecto r G eneral de S eg u rid ad se quedó parado.
— ¿ Y qué m e dice usted, C ap itán , d e cierto «com plot», de
esos co ntrabandos d e arm as, u n a vez m ás denunciados ; en
fin, hablando claro , de ese m ovim iento m ilita r en pro y ecto ?
(¿De esos O ficiales que tan to su en an ?
— Señor D irector, ¿ n o pu ed en ser falsos ru m o re s? P o r­
que hace años venim os oyendo que los c a rlista s se arm an.
Y respecto a la a c titu d d e ciertos O ficiales com pañeros
m íos, puedo a se g u ra r que las vehem encias d e que ta n to se
ha h ab lad o h an sido deb id as a u n a a c titu d de defensa de
su honor. A quello y a p a s ó ; fue en m eses pasados, en época
de elecciones. C on el G en eral M ola a n d a to d o el m undo
m uy derecho. ¿ Y qué le tra e p o r aquí. D ire c to r? ...
E l G obernador civil, p resen te, a se n tía de vez en cuan­
do a las m anifestaciones del C a p itá n T ejero.
— E l señor A lonso M allol, interiorm ente se d eb ía de
aso m brar. P ero cuando su asom bro llegó a l extrem o fué
cu an d o u n a vez alejado del G obierno civil R afa el Tejero,
vio d elan te d e sí a l G en eral M ola, que le salu d ab a con toda
efusión.
— A cabo d e enterarm e, señor D irector, de su presencia
en P am p lo n a, y quiero salu d arle , p u e s salgo p a ra el cam po.
— ¿ P o r qué h a venido. G e n e ra l? P en sab a ir a verle.
—E s la v isita de u n ex-D irec'tor, a u n D irector. ¿C óm o
le v a ?
L a conversación en tre am bos fué clara, la rg a , e insospe­
ch ad a p a ra el señor M allo!.
E l G en eral M ola provocó la cuestión fundam ental, y
term inó d ic ie n d o :

Ayuntamiento de Madrid
AtZAMlENTO EN ESPAÑA 305

— U sted m e h a com prendido ¿no, señ o r D ire cto r? Y o soy


an tico m u n ista, y solam ente como an'ticom unista sa ld ría a
la calle, aunque sólo fu e ra con u n a estaca, c p ien sa usted
de ig u al fo rm a?
— D e acuerdo.

— P o r qué no m e ap o y a usted p a ra conseguir u n tra sla d o ?


E sto m e p esa. ¿N o se d a cuenta de lo que supone vegetar
cu an d o no se tie n e g a n a ? H a sta el A yu d an te, áb u rrid o , se
h a ido de vacaciones.

Sobre las once y m edia llegaban a l G obierno C ivil las


p rim era s noticias que tra d u c ía n el fracaso en los registros
efectuados p a ra la b ú squeda d e arm as. N a d a ; absolutam en­
te n ad a.
Sobre la m ism a hora, los Jefes de los R equetés trad u cían
tam bién unos m ensajes que d e c ía n : «Sin novedad».

fíiV MEDIO DE T A N T A

n erviosidad, p ro d u cid a p o r la p re sen cia en N a v arra de aq u e­


lla fam osa expedición, q u iero d e sta c a r la de u n enlace del
G en eral, que veía acercarse p o r m om entos la h o ra en que
debía recoger a M ola p a r a co nducirlo a c e le b rar u n a en tre­
v ista co n certada con d o n José L u is O riol.
Isidro A rra iz a , sorprendido p o r los acontecim ientos de
a q u e lla m añ an a, n o sabía si el G en eral a c u d iría a l lugar
de la c ita . Y el señor O riol v en ía desde F ran c ia con el ex­
clusivo o bjeto de a s is tir a ella. ¿ Q u é h a c e r? ¿ Q u ié n se
acercab a en aq u ella situación a l G obierno M ilita r? Si P am ­
p lo n a estab a lleno d e p o licía...
P ró x im a y a la h o ra fijada, y dispuesto a tom ar u n a de­
term inación, tropezó con el C ap itán Moscoso, a q uien expu­
so el caso.
E ste, enlazó inm ediatam ente con el C ap itán B arrera,
q u ien a su vez lo hizo con el G eneral.

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2 06 6. F É L I X M A Í 2

— ¡A d e la n te ! — dijo M ola— ¡N i u n solo p aso a trá s !


A la h o ra convenida y en lo a lto del p u erto de A zpíroz,
cu b ierto p o r u n a llovizna gris que se d eshacía en niebla,
h ab lab a n el G en eral M ola y D on José L uis O riol.

T odavía se encontraba en P am p lo n a el D irector G enera!


de S eguridad cuando el G e n eral M ola, y a d e regreso d e la
en trev ista, tra b a ja b a e n su despacho. V o lv ía m uy satisfecho
de la conversación sostenida.

P o r la ta rd e hice la devolución d e la C a rp e ta entregada


p o r el G en eral el d ía an terio r. M irándola, dijo M ola:
— S iento el h ab e r quem ado anoche otra, a ú ltim a h o ra ...
P ero, en fin, h a ré p o r reco n stru irla, p o rq u e todos los datos
los ten g o en la cabeza. D ígam e —añadió— : c Q ^ é d ía te r­
m in an las fiestas de S an F erm ín ?
— E ste año, el dom ingo, d ía 12.
— 12... 12... D om ingo...
Y n o d ijo m ás sobre esta fecha.
— ¿ E s tá u ltim ad o —p rosiguió— el d e ta lle p a ra la en tre­
v ista con F al C onde?
— E l C a p itá n B a rre ra cree que puede ser el d ía 1.“ de
ju lio , en c a sa de u n Jefe de R equetés que vive en el pueblo
de E ch au ri.
— ¿Q u ié n e s ? ...
— E steb an E zcurra.
—U ltim en detalles p a ra ese día.

—U n a p re g u n ta , m i G eneral. ¿ E s posible u n traslad o


p a ra u sted ?
— Se lo he suplicado a A lonso M allol. C reo que es la
m ejor fo rm a p a ra conseguir que no lo h agan. H oy creo que
hem os ganado la p a rtid a . Y e ra difícil. P uede u sted ojear
esas contestaciones a las co n su ltas que form ulé d ías p a sa ­
dos. C uando venga F . C ordón h a r á u n com pendio con todas
ellas.
Sobre la m esa h a b ía u n as cu an tas contestaciones a con­
su ltas de índole m ilitar, p o lítica y religiosa.

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A L Z A M I E N T O EN E S P A Ñ A 20?

P o r cierto, u n a de ellas, en viada p o r u n G eneral, tiene


gracia. M anifiesta su conform idad con la p ro p u e sta de M ola
en v ario s p untos, p ero añ ad e, refiriéndose a l asim to «di­
vorcio» : <(Eso, no creo que esté del lodo m al. P o r m í, po­
d ría co n tinuar».
— 1C a r a y ! —h a exclam ado M ola— . N o conocía a ese
hom bre en este aspecto. P e ro si siem pre le h e visto del brazo
de su m u jer...

V oy a d ejar escrito u n pequeño com entario sobre el des­


censo en el dinam ism o del G eneral, descenso observado en
estos últim os d ías del m es d e Ju n io , a p a r tir de la entrevis­
ta con don M anuel F a l Conde en el M onasterio d e Irache
el d ía 16. H a sta sus gestos d en o tan preocupación. Y que
debe de ser honda, m uy a rra ig a d a . T odos los que andam os
a su alred ed or, lo notam os.
— ¿ Q u é le p asa a l G eneral ? —m e dijo el otro d ía G e ra r­
d o L a stra — . A cabo de e sta r con él y n o m e gusta. Algo
sucede.
—U n icam ente sé —le d ije— que el G en eral esp era «algo»,
y n o llega. S upongo que serán noticias concretas de S an
J u a n d e L u z y A lican te, pues esto no puede co n tin u ar en
situ ació n de espera.
—^Ya sab rás la ú ltim a inform ación del cam po ro jo ; con­
firm an su fecha en i." d e A gosto.
—L o sé, G erardo, p ero tam b ién espero u n a resolución
del G en eral. P o rq u e a lg o desde luego m ed ita y p re p ara .

H O Y H E SABIDO

lo que m ed itab a y p re p a ra b a el G en eral. U n a catástrofe.


Y tie n e razón. ¿ E s que se puede fre n a r con esa insisten­
cia sab ien d o que pu ed e sobrevenir un atasco y n o llegar a
tiem po?
H e escuchado a l G e n e ra l: ((Está d en tro de lo posible que

Ayuntamiento de Madrid
20d B. F E t l X M A Í Z

u n o de estos d ías p id a el retiro». T rad u cid o , d ic e ; «Todo


ha term inado».
O yendo estas p a la b ra s, el asom bro m e h a d fjad o m udo.
H a debido de ser ta l la expresión d e m i c a ra , que M ola se
h a debido d e com padecer, p orque luego h a d ic h o :
—E n tie n d a usted que digo «es probable». Q ueda una
ú ltim a gestión p a ra que la decisión sea u n hecho, caso de
no conseguir el acuerdo.
Y o no sabía qué contestar. M ejor dicho, no podía.
C on los brazos cruzados, ap o y ad a su espalda sobre una
m ocheta d e las v en tan as que d a n al p atio c e n tral de la Co­
m an d an cia. h a con tin u ad o d ic ie n d o :
— No es m ía la cu lp a. No p u ed o e sp e rar m ás. E l tiem po
u rge, porque son contados los días que podem os disponer
com o n u estro s p a r a in iciar el choque. Si ellos se ad elan tan ,
estam os p erdidos. H e h ab lad o con toda c la rid a d , p a r a que
se m e conteste en ig u al form a. Y la contestación no llega
n i de unos n i de otros. M antengo m i p o s tu ra : «Yo n o puedo
h ip o tecar los destinos d e E spaña». E x ijo adem ás la ab so lu ta
ad hesión d e los Jefes. C on ello p id o p a ra m i conciencia una
ab so lu ta tran q u ilid ad .
P a r a cu an d o h a term in ad o d e h ab lar, yo h a b ía reaccio­
nado. E n u n segundo he ad o p tad o la posición a m i juicio
firm e p a r a desde ella poder a tac ar.
--M i G en eral, ju ré obedecer siem pre sus órdenes en esta
em presa. U n a d e ellas d ic e : «Los que q u e d e n ,,. ¡A D E L A N ­
T E ! Y a d e la n te irem os, m i G eneral, com o sea, p ero ¡A D E ­
L A N T E ! N osotros n o podem os re tira rn o s. T engo adem ás
la seg u rid ad d e que u sted no h a p en sad o en abandonarnos.
C ierto que le sobra la razó n p a ra «estallar» an te ta n ta obs­
trucción, n ac id a únicam ente de la costum bre y de la in tra n ­
sigencia p olítica.
P ero esos no cu en tan . N o son los de los fusiles. ¡ A d elan ­
te , m i G e n e ra l! «Los de lo s fusiles» e stán seguros. U sted
sabe que a p esa r, de los p esa res... .
E n ese m om ento h an an u nciado la lleg ad a del 1 em ente
Coronel Seguí.
—V iene d e A frica —h a d ich o el G en eral— . C ontinuare-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A Ü I É N T O e n E S P A Ñ A 20il

m os m añ an a, si viene la «solución».
— V en d rá, n o lo dude.
E n la calle he 'tro p ezad o 'co n dos O ficiales de la escolta
que ag u a rd ab a n la sa lid a del G eneral.
—V ám onos —les h e dicho— , piorque hoy n o sale. A cab a
d e decírm elo.

De M i D iario (30 de Ju n io )

NO S E POR QUE
p ero el pesim ism o de a y e r no aum enta. H e p asa d o el d ía
y no hem os conocido nin g u n a n o ticia desag rad ab le, a pesar
de que algunos la esperábam os procedente de M adrid.
CP u d o M ola con A lonso M allol ? Y o creo que sí.
P asó u n o de los d ías negros. Poco le fa ltó p a r a ser el
p rin cip io , o el fin, d e todos n u estro s afanes. P o rq u e las
am etralla d o ras estuvieron, com o dice L astra , p rep arad as
todo el d ía . Y hom bres, m uchos hom bres, esperando sola­
m en te u n aviso. «Al G en eral n o se lo lleva nadie». E sa era
la frase en los cu a rteles. ¿ F rac asó la en cerrona p re p a ra d a
p o r M ad rid ?
H e ojeado alg im as disposiciones d e O P O S IC IO N S IN D I­
C A L R E V O L U C IO N A R IA , disposiciones que n o son sino
consignas e instrucciones de los S indicatos internacionales
rojos. L os S. I. R . d e M oscú. O cupan nueve pág in as. E n
conjunto, su le c tu ra d a la im presión d e que la p a rte orga­
n izad a está en disposición d e a c tu a r, esp eran d o la orden.
D ividen sus tiem pos en fases, d ía s y h o ras, con u n a exi­
gencia m atem ática en su cum plim iento y u n a decisión abso­
lu ta p a ra la su stitu ció n de cu a lq u ie r elem ento que denote
vacilación. D icen :
«N i com pasión a i m iedo an te el acto de ejecutar.
D espreciar la vida con serenidad y no olvidar el odio
que ao s m ueve... H a sta cum plir».

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áio F E L I X U A f Z

H a n m odificado la e stru c tu ra d e los an tig u o s C om ités


de D efensa. Son a h o ra los nuevos grupos de acción.
E l ra d io de acción de estos grupos se d eterm in a m inucio­
sam ente, bien sea su actuació n en p ú b lico o en privado.
L os grupos de inform ación, qu ed an clasificados en dos
secciones: Inform ación de ¡(señalam iento». Inform ación de
«espionaje».
L a oficina d e «señalam iento» d eb e ser u n cen tro m uy
b ien m ontado y m ejor servido, con to d a clase de d ato s nece­
sarios p a ra u n éx ito de p aralizac ió n en p rim e ra h o ra. A tien ­
de preferentem ente a la s vías de com unicación. D eterm in an ­
d o con to d a ex a ctitu d los lu g ares donde se h an d e situ ar
los «equipos prácticos», esp eran d o la señal que d a r a a co­
nocer la h o ra convenida p a ra in ic ia r su g ra n liberación.
L as lín eas fé rrea s, con su servicio telefónico y teleg rá­
fico, están croquizadas, m arcan d o los p u n to s que h an de
o cu p a r p a r a su inm ediato servicio y los que h an de ser
o bjeto d e sabc-taje, p o r d a r su ocupación p o r p erd id a.
Todo e s tá determ inado, desde los depósitos de locom oto­
ra s, m a te ria l y abastecim ientos, h a sta lo s sim ples postes de
la s líneas.
S eñ alan las redes p ú b licas del servicio telegráfico y tele­
fónico en unos trazad o s aéreos y subterráneos, in dicando los
p u n to s de cruce m ás im portantes, y los em plazam ientos de
registros generales que h a n d e ser objeto de destrucción.
Indican los pim tos vu ln erab les d e bancos, cu arteles, cen­
tro s políticos, y grandes edificaciones desde las cu ales se
p u ed a establecer u n a resisten cia, situ an d o a l m ism o tiem po
los lu g ares en que d e n tro y fu e ra d e las poblaciones h an de
te n e r lu g a r concentraciones d e los grupos d estin ad o s a p ro ­
d u cir te rro r, destrucción, m uerte.
F o rm u lan la fabricación de explosivos en progresión, des­
de el sim ple p e ta rd o h a sta las ca rg as com pletas p a r a vola­
d u ra s d e edificios, de túneles, d e p u en tes, p re sas y centrales,
T ienen desig n ad as la s p a tru lla s q u e h an d e a sa lta r los
grandes alm acenes de abastecim ientos y p ro h ib ir todo su­
m in istro de alim entos a las clases b u rg u esas, ordenando ro ­
c ia r con p etró leo los depósitos que ex istan en los C uerpos
de E jército.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M l E N t O EN E S P A Ñ A 211

S itú a n grupos d e sus m ilicias p a ra g u a rd a r nuevos depó­


sitos, con orden de a m e tra lla r sin com pasión todo intento
de saqueo.
c Q u é p re te n d e n ? ¿Qti*®rcn que se re p ita en E sp añ a el
espanto d e R u sia ? ¿ V e r cóm o pereg rin an , cercados p o r un
co n torno d e terro r, procesiones interm inables de hom bres,
m u jeres y c ria tu ra s, vag an d o desesperadam ente, a rra s tra n ­
do sus cuerpos descarn ad o s convertidos en espectros del
h a m b re ? ¿ P o n e r d e nuevo an te los ojos del m undo las es­
p an to sas escenas vividas p o r aquellas com parsas tétrica s que
en los cam pos d e O desa, S am ara, C rim ea y S ara to w re ­
p resen tab an im o de los pavorosos d ra m a s rusos, con u n final
d e a c to : la an tro p o fag ia?
V illan o s y cobardes, los hom bres q u e form an esos grupos
que d estilan p o r sus ojos la a m arg u ra del ren co r que p ro d u ­
ce u n a envidia, y señ alan con sus negras m anos nom bres,
apellidos y direcciones que fo rm an las lista s fría s de los que
qu ieren asesin ar, to rtu ran d o .

H O Y H A C E UN M ES

que m u rió m i am igo «Tolo».


U n recu erd o y u n sufragio he dedicado a su m em oria.
P u ed e ser que h ay a sido el único, p ero «Tolo» no se ha
v isto ab andonado.
Y h a b rá visto tam b ién con qué satisfacción contribuyo
a d esh acer en p a rte la obra n e fa sta en la cu al tra b a ja b a él
como agente servil. A sí se lo prom etí.
«Tolo» cam in ab a ciego, proyectando su v ida en tre dos
lín eas p ara le la s que n o le d ejab a n s a lir : d in ero y placer.
E n los ú ltim os d ías del m es de F ebrero, u n rayo de luz
le detuvo en su c a rre ra . Se negó a co n tin u ar, p u es el obs­
tácu lo que le in terp o n ían e ra superior a sus fu erzas. Pensó
en volver a trá s, p ero encontró c e rra d o el cam ino. No s a b ía ’'
que aquel ((alto» lo h ac ía p a r a firm ar su sentencia de m uerte.

Ayuntamiento de Madrid
ál á B. F E L I X l i A f 2

L eed el A c ta 15 de los «Protocolos», a p a r tir del p á rrafo


q ue e m p ie z a : «Los que ingresan en las sociedades secretas,
son generalm ente...»
L a explicación es clara.
T am bién m erece unos m in u to s el estu d io d e las actas
núm eros 13 y 14.
P uede tom arse en consecuencia u n a decisión que resuel­
va el problem a de v ida o m u erte p a ra n u estra lib ertad . C reo
que m erece la pena.
Encajonados en tre dos p a ra le la s que a p risio n ab a n a
«Tolo», es m u y difícil detenerse. N o se percibe la potencia
del em pujón violento y co n stan te que a rra s tra a la v id a sin
lib ertad .
Luchem os p o r sa lir de ese cauce, que es u n tú n el, ú lti­
m o p asillo p o r donde circ u lan los condenados a m u erte, p o r
h ab e r vendido su lib ertad .
H oy recuerdo con aleg ría a m i am igo T olo, porque T olo
se fue feliz. A unque fuese a ú ltim a hora, dió sus pasos con
to da lib ertad .

¿QUE SERA

de los aeródrom os de G etafe y C u atro V ientos e n M ad rid ?


Nos p reo cu p a la solución de este problem a, p orque n o lo
vem os n a d a claro, y la im p o rtan cia d e u n a situación fav o ra­
b le p a ra nosotros en la determ inación d e su p o stu ra es m uy
grande.
P o r la inform ación sobre G etafe deducim os que no po­
dem os co n tar con la adhesión. P ero tenem os grandes espe­
ran zas en C u atro V ientos, sin que ello im plique seguridad.
L a en trev ista que d ía s p asad o s (24 Ju n io ) tuvo con el
G eneral M ola el C a p itá n av iad o r de a q u e lla b ase H u a rte
M endicoa, refleja optim ism o. U n b u en g ru p o d e O ficiales de
la b ase está d ispuesto a obedecer en su d ía las instrucciones
que se re cib an d e la D irección del M ovim iento. E stá n bien

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Í 5 A 213

o rg anizados y sostienen frecuentes reun iones con Oficiales


del R egim iento de A rtille ría , próxim o al aeródrom o, los
cuales h an p rom etido su ay u d a c u a n d o llegue el m om ento.
E l Jefe de la base, T en ien te Coronel L eón T rejo — ha
d ich o el C a p itá n H uar'te M endicoa— no m e cabe la m enor
du d a, sab e algo de esta conspiración, sin em bargo, p a ra
nosotros es p o r a h o ra u n a «incógnita».
E l G en eral M ola h a en cargado a H u a rte M endicoa que
estu d ie ráp id am en te u n p la n p a r a in u tiliza r G etafe, y que
se le envíe dicho p la n p a r a su conocim iento, lo antes posible,
H u a rte M endicoa reg resa a M adrid, p ero e sta rá de nuevo
en P am p lo n a, e n los p rim ero s d ías de S an F erm ín.
—L levo tra b a jo — h a dicho— p a r a R uiz C asaus, que es
el que hace el enlace en tre lo s elem entos civiles y m ilitares
com prom etidos. P a ra el C ap itán Jo aq u ín Ponce de León,
que conecta con el C uartel de la M ontaña. P a ra los H e r­
m anos A rro q u ia, p a r a el T en ien te M artínez de V elasco...
E n fin, p a ra o tro s que están deseando ac tu a r.
Y en casa del A lférez la u re a d o G óm ez del B arco aum en­
ta rá n las reuniones secretas que tan to m enudean todos
estos días.
A llí se reú n en y p royectan p lan es u n buen grupo d e fa ­
lan g istas. T ienen p re p a ra d a u n a em isora de rad io , y creo
que la situ a rá n en u n a casa del terc er trozo d e la G ra n V ía.

L os C ap itanes L a stra y H u a rte M endicoa se h an despe­


did o h a s ta pronto.
E l G en eral M ola q uiere noticias sobre la ejecución del
p la n p a ra in u tiliz a r G etafe lo antes posible. S ería u n punto
neg ro m enos en el m ap a obscuro de la aviación. P ueden bo­
rra rlo m uy bien en su d ía los artillero s que se v an a encargar
de ello.
— i B uen v iaje. C ap itán ! ¡ A brazos p a ra to d a aq u ella gente !

C om entando la m arc h a del C ap itán H u a rte M edicoa, nos


lleg a la n o ticia d e hab erse hecho sin novedad el últim o
traslad o d e ((bombas» desde el d ep ó sito de C aparroso a los
lu g ares designados p o r el m an d o de los R equetés.
C reo que hoy h a b rá n re sp ira d o con tra n q u ilid a d esos

Ayuntamiento de Madrid
214 B. F E L I X M A Í Z

hom bres que d u ra n te ta n to tiem po h an vivido la in tran q u i­


lid a d que supone el continuo contacto con u n p elig ro que
am enaza la vida.
Se acabaron y a las rem esas d e d in a m ita desde G aldá-
cano. N o verem os sa lir d e la E stación d e A utobuses a l re-
queté con el saco al hom bro, p a r a m eterlo en el ((taxi» que
lo h a de en tre g ar en M añeru o en T ra ib u e n a s ; n i verem os
tam poco cru z a r p o r la s calles desiertas de esos p ueblos las
som bras d e los hom bres que van a fa b ric a r los artefacto s,
pensando en c re a r arm a s c o n tra el com unism o.
N o m ás kilóm etros carg ad o s de bom bas esos dos ((taxi»
que ta n ta s veces h an circu lad o p o r la s ciarreteras d e N a v arra
tran sp o rta n d o y d epositando su contenido e n lu g are s bases
de concentración.
T odas las dificultades, todos los p elig ro s se h a n vencido.
T am bién los R equetés h an tenido su erte e n t(ídos los
reg istros efectuados en su C írculo de la P la z a d e l C astillo,
a p esa r de que nu n ca h an re tira d o las arm as que tienen d is­
p u estas p a r a el servicio del grupo que fo rm a el ((retén)i
p a ra casos d e necesidad.
H ace pocos d ías, en la C iu d ad y extram uros se sim uló
u n a «alarma)). N o e ra la h o ra m u y a p ropósito (cu atro de
la m ad ru g ad a) p a r a el éxito que se obtuvo, al com probar
cómo respondieron a la llam ad a todos, absolutam ente todos
los Jefes señalados en l a orden.

U n dep ó sito d e arm a s situ ad o en u n b a rrio de e x tra m u ­


ro s h a sido cam biado d e lu g a r, en v ista de c ie rta confidencia
ten id a p o r p o licías am igos, que preven la p o sib ilid ad de
nuevos registros.
' Los fa la n g ista s, c e rra d o su círculo de la calle M ayor,
h a n organizado sus reuniones y en trev istas en ca sas p a r ­
ticulares.
^ H e d illa y A z n ar tienen a n u n c ia d a su v isita p a ra los
d ías próxim os. L os Jefes de P am p lo n a m an tien en co n tin u a­
m ente contacto con los d irig en tes de los requétes, h a sta en
el m ism o C írculo d e éstos.
'' N a d a m ás puedo d e ja r escrito hoy en m i D iario , pues
la inform ación que h a ten id o el G en eral sobre u n probable

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 216

< (sa ltO H e n B arcelona, dejém osla com o en «rum or o gancho»,


que son la s p a la b ra s con las que él la h a calificado.
T am bién h a recordado la v isita an u n c ia d a del T eniente
C oronel C am ilo A lonso V ega, que h a d e v enir de V ito ria :
d em u estra m ucho in terés p o r ella.

P ren sa , lite ra tu ra , teatro , cine, p ro p a g an d a ro ja , salsa


soviética. T odo a m p arad o p o r u n P o d er que depende de
M oscú. T o d o subvencionado p o r el K om intern.
E s el p u ñ o en a lto que am enaza, i A q u ié n ? ¿N o
está claro q ue es a ti, hom bre L IB R E ?
E stam pidos d e bom bas y p etard o s retu m b an p o r to d a E s­
p añ a . E s el pregón que an u n c ia u n d elirio d e b estialid ad .
P o r eso, precisam ente p o r eso, nosotros, que estam os aten ­
to s a l pregón, nos aprestam os a la defensa, porque querem os
seg u ir viviendo, siendo L IB R E S .

P odem os d a r p o r sentado que la disposición m ilita r, en


sus lín eas generales, está tocando a su fin. P ocas son la s
ar'ticulaciones que qu ed an p o r d isponer, y la m ay o r p a rte
de ellas deben a g u a rd a r a las determ inaciones que dicten siu
acoplam ientos, seg ú n se p resen ten los acontecim ientos de ú l­
tim a h o ra. ^ I c
T ra sla d o s y destituciones con tin ú an en m arch a. E sto trae
consigo c ie rta com plicación.
M ás tra b a jo , p ero m ás ahinco.

¿ D E CI D I D O S í

H e salu d ad o a l G e n e ra l:
— ¿ F u n cio n an los re q u etés?...
— No, m i G en eral. E stán en su lu g a r descanso.
P o r encim a d e sus gafas bu scab a con la m ira d a el senti­
do d e la respuesta.

Ayuntamiento de Madrid
216 B. F E L I X M A Í Z

—N o funcionan —h e seguido— , porque creo que todo lo


tie n e n p rep arad o .
— ¿U ste d cree que el volum en de su m asa es ta n grande
com o d ic e n ? ¿N o h a b rá engaño e n esta ocasión, com o en
ta n ta s o tra s ? P orque, llegado el m om ento...
—L o considero d e gran m asa. Son m uchos los m iles de
hom bres que tienen.
— ¿C ierto que tienen nom brados y a sus Jefes y O ficiales?
—Conozco a v ario s C apitanes de sus Tercios.
— ¿ D ecididos ?
—C om pletam ente.
E l G en eral M ola lim piaba sus gafas con todo escrúpulo.
Y a la s te n ía lim pias, p ero re p asab a los cristale s con su p a ­
ñuelo, sin cesar.
D e repente se h a p u esto en p ie y se h a calado la s gafas
con u n gesto b ru sc o :
— S igue u sted viendo la cosa c la ra , ¿ n o es a s í?
A l h a c e r esta p re g u n ta , M ola p ase ab a dándom e la espal­
d a. N o he creído p ru d e n te el co n testar. C uando h a d ad o vuel­
ta yo tam b ién e sta b a de pie. E ntonces he d ich o ;
—C om pletam ente c la ra , m i G eneral.
—B ien. M añana lo verem os. ¿ H a n concertado sitio y
h o ra ?
— E n el pu eb lo d e E ch a u ri, a las cinco d e la tard e.
— A las cu a tro y m edia en p u n to estaré e n la v u elta del
H o sp ital M ilitar.
— Conform e.

U n pequeño com entario. E l G eneral M ola no conoce a los


R equetés de N a v a rra . T am poco los R equetés de N a v arra co­
nocen al G en eral M ola.
S in em bargo, sueñan juntos en u n a confianza m u tu a.
P resagio de acierto.
E ste pequeño proceso diferencial, debido a la pro p u esta
d e p u n to s que p u ed a n a c a rre a r escrúpulos a u n a conciencia
q ue los d ic ta b a jo el fundam ento d e la verd ad , debe d e ca­
m in a r en sentido convergente p a r a lleg ar a u n a inteligencia
abso luta. C reo que los guía el m ism o fundam ento.

Ayuntamiento de Madrid
AI, Z A M I E N T O EN E S P A Ñ A 317

S ueñan ju ntos alegrem ente en el m ism o d ía y p o r el m is­


m o id eal. D ios q u ie ra que no tengan que llo ra r juntos.

E N E L ANGULO E X T R E M O
de la avan zada an tico m u n ista situ ad a p o r N a v arra , los hom ­
b res que la guarnecen atien d e n la s reflexiones que difunde
u n altavoz.
V oz c la ra y v alien te que d icta un consejo nacido del con­
vencim iento ad q u irid o en la p rá ctica, p o r u n a investigación
p erm an en te.
— [ A ten ción a! «disco rojo» !.—pregona sin cesar el a lta ­
voz.
— E s un a le rta que escuchan los hom bres conscientes, fija
su atención p a ra elegir el cam ino de posiciones a tom ar.
N o im p o rta que gentes despreocupadas obedezcan a la
voz de su ap e tito m a te ria lista y taponen sus oídos p a r a no
su frir la m o lestia del can to de u n a v erd ad p a r a ellos, des­
ag rad ab le.
— I A ten ción (¡al disco rojo» !— sigue pregonando el a lta
voz.
"Es fina su orientación p a ra poder alejarse del contagio
d e tan to s cu erpos cu b ierto s d e le p ra , u n a vez denunciados
los ricos vestidos que los encubren.
H ace años que el altavoz difu n d e...
Q u isiera d e ja r com pleta su ficha, pero tem o d ejarla tru n ­
cada. S iento m ás fa cilid a d en d ecir que este hom bre, cuya
p lu m a no d escansa a l servicio d e D ios y de E sp añ a , es una
de las m ás finas a rista s que m ellan al com unism o en nues-
tia P a tr ia :
D on R aim undo G a rc ía «G arcilaso».
De sus actuaciones d en tro de la organización del M ovi­
m iento, yo no puedo d ecir p a la b ra . H a b la rá el G eneral Mola.
A testig u arán N a v arra , M adrid, B arcelona, A frica, L isboa.
S an Ju a n d e L u z...

Ayuntamiento de Madrid
218 B. F E L I X M A Í Z

— ¿ D irá n la s paredes d e su despacho en «D iario de N a­


v arra» ? j / 1
T engo la seg u rid ad de que «G arcilaso» se g u a rd a ra «algo»
todavía.
E n él está p u e sta la confianza d e esa ((última gestión»
de que hem os hablado.

De mi Diario (1.* de julio)

ENTRAMOS EN

el m es últim o y decisivo p a r a la organización.


— E sta e ta p a —h a d icho el G eneral — es la m ás a rd u a , la
m ás difícil, la de m ayor len titu d , p ero es la definitiva. La
vam os a c ru z a r lo m ás ráp id am en te posible arro lla n d o todo
ob stáculo que p u ed a su rg ir. N a d a que se in terp o n g a debe
h acernos v acilar.
V uelve a re p e tir: S i alg u n o sucum be... «¡A d elan te los
que queden!»
E l T en ien te C oronel T elia, Jefe d e la 1.‘ Legión, h a sido
d estitu id o p o r M adrid. H a podido p a s a r a la zona francesa,
no sin despedirse d e sus hom bres, a los que h a d ic h o :
((Hay u n a pesad illa que nos ag o b ia a todos y que
am enaza h u n d ir a E sp añ a. P e ro n o la h u n d irá , y o os
lo aseguro. P o rq u e la s m anos en cargadas d e defenderla
no e stán m u erta s 'todavía, sino solam ente crisp a d as ante
la tra ic ió n y d isp u estas a a rro s tra r lo s sacrificios que
sean necesarios p a r a im p ed ir que se llegue a p e rp e tra r
el crim en d e lesa P a tria , q ue n o pu ed e q u e d a r im pune.
¡¡V iv a E s p a ñ a !! ¡¡V iv a la L e g ió n !'»
C im de d e nuevo el optim ism o en tre los conspiradores,
co n siderando que solam ente es cuestión de d ía s la h o ra del
L evantam iento,

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 219

L a inform ación p o lítica que periódicam ente nos es sum i­


n istra d a desde M adrid, acu sa hondas divergencias en tre d i­
rig en tes m áxim os d e los par'íidos que a sp ira n a tom ar las
rien d as p a r a la revolución.
N i G onzález P eña, ni L arg o C aballero, n i P ris to , ni P es­
ta ñ a , ni M aurín, e sp e ran n a d a efectivo de las actu ales C ortes.
T ien e n ra z ó n : d iscu rso s y m ás discursos, p a r a volver al día
sig u ien te con otros discursos. E llos h a n ido a im poner la
d ic ta d u ra del p ro le ta ria d o — h a dicho L arg o C aballero— y
p a ra ello es necesario, absolutam ente indispensable, la o r­
ganización d e u n E jérc ito ro jo que p u ed a sostener la g u erra
civ il que no d u d a se h a d e desencadenar.
¿ P o r qué no se organiza, si cientos de m iles de hom bres
p id en las a rm a s? ¿N o es ése el com prom iso del p a c to ?
— P ero ¿ y e ! o tro E jé rc ito ? — dice P rieto.
B ien sabe L argo C ab allero que el E jército rojo se está
org an izan d o hace tiem po en la calle, y d u ra n te estos d ías con
m u ch a m ás activ id ad . ¿ Q u ié n sino él d ic ta las órdenes de
h u elg a p a r a que m iles y m iles de obreros ham brientos y
sem idesnudos re co rran las calles con los puños en a lto gri­
tan d o c o n tra u n p o d er que no satisface sus peticiones ? ¿ No
será posible que L argo C aballero siga las instrucciones del
K om intern, que hace d ías le h a ordenado que h ag a caso om i­
so d e to d a colaboración o concurso que tien d a a re tra s a r o
ento rp ecer la rá p id a in stau rac ió n de la d ic ta d u ra sovié­
tica ?...
P o rq u e ya es h o ra. E s preciso la n z a r la gente a las Calles
y h ac erla p a sa r h am b re. Luego, la en tre g a d e arm a s es
cu estió n de h o ras. P orque, p a ra fa c ilita r esta operación, es­
tá n estos d ía s Tícenciando los soldados, p a r a que quede sitio
en los cu arteles.

N u estro E jército y a está dispuesto. N o podem os h ab lar


ni m ucho m enos d e lo s m iles de hom bres de que h ab lan ellos.
P ero de lo dem ás, sí que podem os h ab lar.
E n p rim er lu g ar, vam os a ser nosotros los de la in icia­
tiva. E n las actu ales circunstancias, es u n fa c to r im portan­
tísim o p a r a la v ic to ria : la sorpresa.

Ayuntamiento de Madrid
320 B. F E L I X M A l Z

¿ C a u sa rá em oción y p av o r nuestro gesto? ¿ A rra s tra rá


g en te? Y o creo que sí.
C uando E sp añ a vea que esto «es verdad», porque hay
m u ch a gente que no lo cree, su rg irá n m uchos, de lo s sótanos
donde se h an en cerrad o hace tiem po.
No todos los hom bres son iguales. A lgunos conocen el
m iedo.

—Y ya en el cam p o ...— decía u n C apitán.


H em os h ab lad o de G enerales. M ejor dicho h an hablado
los O ficiales. Nostítros escuchábam os.
H a n re co rrid o E sp añ a y A frica, cu arteles y D ivisiones.
T o d a clase de em pleos. N om bres, m uchos nom bres.
N osotros seguíam os escuchando.

P e ro e n tre todos... U n o :
E l G eneral F ranco.

—T ú n o conoces al G en eral F ran c o —m e decía u n C a­


p itán .
—No lo conozco, p ero p u ed o h a b la r de él.
E l G enera! M ola m e d ec ía d ía s p a s a d o s :
— F ran c o es el m ayor L U JO de n u estro E jército.
— E l G en eral M ola sabe d e c ir m uy b ien las cosas—ha
d ich o el C apitán.

V am os a lo g ra r la artic u la ció n de lo que m uchos hoy


creen que está d esarticulado.
V am os a d a r la orden p a ra que las p alan c as que h an de
po n er en m ovim iento nuestro proyecto se m uevan con una
precisión m atem ática, pero sin o lv id ar que el enem igo ob­
serv a aten tam en te n u estro terren o , y sabe de «algo» d e n u es­
tro s proyectos, aunque no conoce su am p litu d .
E llos en tra ro n en la e ta p a final de su proyecto el d ía 16
de febrero. P u e sta la confianza en su poder, se h an a le ­
targ ad o.
N osotros entram os hoy. E s preciso acelerar.
N o podem os a d e la n ta r y a n a d a en n u estra p re p a ra c ió n ;

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 221

a l co n trario , ap u n tan algunos sectores la desgana consiguien­


te p ro d u c id a p o r el re traso . N o es cu lp a n u estra .
P o r fin he de a d v e rtir la gravedad que en cierra el p la n
crim in al que se frag u a p o r perso n as del M inisterio da la
' G obernación, D irección G en eral de S eg u rid ad y C uartel de
las F u erzas de A salto de P ontejos en M a d rid : tra ta n de la
elim inación d e u n grupo d e personas d e nuestro cam po, e n ­
tre las cu ales estoy incluido.
— A lgún d ía se sab rá todo— h a term inado d iciendo M ola.

De mi Diario (1.° de Julio)

A L A S CUATRO
y m ed ia he recogido al G eneral, que p aseab a p o r la Taco-
n era. Pocos kilóm etros (15), debíam os d e re co rre r p a r a que
la espaciosa casa d e l fu tu ro Jefe de los R equetés d e N ava­
r r a nos cobijase fam iliarm en te e n tre sus m oradores. ^
U n p equeño ad e la n to en n u estro h o ra rio h a sido la cau sa
d e que su dueño, E steb an E zcu rra, n o estuviese presente
a n u e stra llegada. P e ro no h a tard a d o en saludarnos, acom ­
p añ a d o d e l Jefe d e los R equetés de S an tan d er, señor Z a-
m anillo.
— H em os llegado cinco m inutos a n tes d e lo previsto— he
d ich o a E steban.
— «Más vale llegar a tiem po que ro n d a r u n año» — ha
contestado. ¿ E l G en eral ?
— A rrib a lo ti’e nes.

D ejem os h a b la r a los tre s hom bres. E l señor F a l Conde


no h a p o d id o c ru z a r hoy la fro n te ra, a ca u sa de la extrem a
v ig ilan cia que h a observado al in ten tarlo . E n su lu g ar ha
venido el señor Z am anillo.
V an a p u n tu a liz a r los últim os detalles, a s u je ta r los ú l­
tim os cabos. Son m iles d e hom bres los que van a la guerra.
A m bas p a rte s quieren q u ed a r exentas de la responsabili­
d a d que p u d ie ra alcanzarles el fu tu ro , si no d ejan bien sen-

Ayuntamiento de Madrid
223 B. F E t l X M A Í Z

tad os los principios que su sten tan la grave determ inación


que van a tom ar.
E l M ovim iento tien e c a rá c te r nacional. N o v a fundam en­
talm ente c o n tra n in g u n a form a de G obierno.
S u p rin c ip a l objetivo lo constituye la defensa de los id ea­
les D ios y P a tria . V a n a lu c h a r p o r ellos todos los españoles
que los sientan, dejando a u n lado o tro s que p o r el m om ento
son secundarios.
E s necesario co n cretar, p a ra poder responder m ás ad e­
lan te, que el acu erd o que h a p re sid id o la determ inación p a ra
ir a la g u erra h a sid o fru to d e u n a inteligencia sincera an te
la obligación de defender los p rin cip io s básicos d e la civi­
lización c ristia n a . R eco n stru ir el o rd e n m o ral y social, fu n ­
d am entándolo sobre bases esp iritu ales y juntas. D isip a r toda
ciase de som bras que pu ed an oscurecer la v erd ad y hacer
luz sobre ta n to m isterio que ta p a y encubre la confusión que
p resid e hoy la fo rm a d e vida.
S erá lab o r a e jec u tar la rep ara ció n de tan to atro p ello su­
frid o p o r el derecho hum ano, sin a g u a rd a r a que sea exigida.
S u stitu ir el d esp ilfarro p o r la au sterid ad .
A n u la r todo super-lujo.
E v ita r la m iseria p a ra c e rra r el paso a la m u erte y a la
revolución.
E v ita r la gran trag e d ia que re p resen ta la g ra n des-
gualdad.
E s hora de enm endar erro res p o r todos com etidos.
E s la ú ltim a hora de esta generación, si se q uiere que
u n a regeneración p re sid a de aquí en a d e la n te sus actos.
M enos hartazgos y m enos ham bre.

E n el u m b ral del p o rtaló n de la casa, dos brazos d e hie­


rro a d e la n ta n su s m anos, que se estre ch an fuertem ente.
E n la c a ra d e E steb an E z c u rra se lee u n a interrogación,
Ccu án d o ?
— H a sta pronto— dice el G eneral, cuando todavía ap re ­
ta b a la m an o del hom bre, que d ías m ás ta rd e h a b ía de po­
n er a su disposición m iles d e n avarros.
— C inco... D iez... Q u in ce ... V ein te m il. ¡P id a usted, mi
G en eral I

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N l ' O Er i e S p a n a ¿23

M ola estab a im presionado.


T o d av ía no habíam os tom ado la c a rre te ra, cu an d o le hice
fijar la v ista en la P eñ a d e E ch au ri. Sobre sus finas aristas
d ías a trá s silb ab an las b a la s que d isp a ra b a n los R equetés de
E z c u rra aleccionados p o r el T eniente C oronel U trilla s, que
e ra el que carg ab a los p rim ero s peines de los fusiles.
E n el v iaje d e regreso m e p re g u n ta b a M o la :
— ¡H o m b res, h o m b res!... d e h o m b res? ... ¿N o
v en cerá el optim ism o a la re a lid a d ?
— ¿M e p erm ite u n a p re g u n ta , m i G e n eral?
—V enga.
— ¿ U ste d conoce N a v a rra ?
E l G en eral M ola no m e contestó.

D ábam os vista a P am plona, cu an d o M ola cortó el si­


lencio.
— ¿ H a n u ltim ad o el v iaje a C o ru ñ a?
— M añana sale el C a p itá n V izcaíno.
— A y er y hoy n o h e sabido n a d a d e B arcelona.
__C reo q u e viene el C om andante López V a rela, y m ás
ta rd e su h erm an o R am ón.
__Sí, los espero. P ero qu iero m ás c e le rid a d : ¿D ie ro n la
n o ta de la gasolina en Z a ra g o z a ?
—E l d ía 29, c u a tro m illones de litro s.
— ¿Y M iran d a ?
— Los depósitos llenos.
__V e rá u sted esta noche a l C ap itán B a rre ra . M an an a ne­
cesito los cifrados. Q uiero v er tam bién m a ñ a n a a D on José
M oreno. E l contacto con E z c u rra no p u ed e perd erse y a en
n in g ú n m om ento. _
__P e ro no le recom iendo volver a su casa, m i G eneral.
T ien en im g ra n depósito d e bom bas de m ano. ¿N o vio usted
u n a s cajas en el zag u án ?
— ¡C a ra y !, ¿ q u é está usted dicien d o ?
__A note u sted p a r a su lib ro u n a n o ticia que m e dieron

« P ita en S evilla al p a sa r el G raff Z ep e lin . G ritos, silbi­


dos, p u ñ o s en alto , y alg ú n tiro.»

Ayuntamiento de Madrid
224 fi. F É L I X MAÍZ

CONF IDENCIAS
L a d e h o y m erece la p e n a que conste, d estacándola de entre
to d as las que m en udean estos d ías.
P a ra la labor d e com posición o descom posición en el sis­
tem a org an izad o r tiene u n p o rtan c ia y debe d e p re sta rse a
ella la atención d eb id a. D ice a s í :
«El G eneral M artínez M onje, con m ando en V alen cia, ha
p re g u n ta d o a C oruña si las fu erzas de la D ivisión de G a li­
cia p ien san sublevarse.»
N o tenem os interés en c ritic a r la «postura» a c tu a l del
G eneral M artín ez M onje (allá él con su p o stu ra ), pero sí
a n a liz a r el propósito que h ay a podido in d u cir al G eneral
p a ra h a c e r la consulta. ¿ S a b rá , como sabem os nosotros, que
la guarnición d e V a le n cia p ien sa sublevarse, y en conse­
cuencia a d o p ta r u n a nueva decisión?
A ctu alm en te existen d en tro del E jército m andos que m a n ­
tien en u n a posición id én tica a la del G en eral M artínez
M onje.
Son lo que llam am os «posiciones am biguas». C reem os que
m uchos d e ellos ac a b a rá n p o r «definirse». O tro s lleg arán a la
h o ra crític a sin «definirse».
P ero vam os tam bién, den tro de la reflexión a que nos
in d uce la consulta, a p en sa r en la relación que p u d ie ra tener
con o tra confidencia que llegó a nosotros d ías pasados.
L a confidencia vino de M adrid, y su contenido fué escu­
ch ado en cam po enem igo. D ic e :
«En C oruña existen m anejos con la intención d e o rg a n i­
z a r u n a sublevación m ilita r. Son d e poca im p o rta n c ia ; tan
escasa es su fuerza, que p u d iera n m uy bien ser d esa rtic u ­
lad o s con sólo q u ita r d e d e la n te a l Coronel M artín A lonso
y a l O ficial Ju ríd ico G aricano.»
¿T ie n en relación am b as confidencias? Si así fu ere, es
p reciso que fijem os n u estra atención, porque s a lta a la vista
el p eligro serio de u n a desarticu lació n , com o dicen.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A S A 22^

E s ta d u d a es u n a m ás de las que nos crean situaciones


d ifíciles m uy ab u n d a n te s en estos ú ltim o s días, situaciones
p o r las que necesariam ente hem os de p a sa r, a consecuencia
d e la lab o r d ifu so ra de n u estra organización.
R edoblarem os la h a b ilid a d cerca de esas perso n as «am­
biguas», p a r a que n u estro len g u aje n o afirm e n i niegue y
siem pre deje p u e rta s a b ie rta s p a ra que p u e d a n ser d iscu ti­
d as la s in terro g an tes que queden sobre ellas.

O tra confidencia de M adrid h a d ad o a l G en eral M ola la


suficiente confianza p a ra que se h a y a decidido a escrib ir una
c a rta a l G eneral M iaja,
D ice M ola que la atracció n h ac ia n u estro cam po del Ij C-
n eral M iaja significaría u n buen puyazo e n el cam po con­
tra rio . U n a p erso n a de a q u í e n tre g a rá en p ro p ia s m anos la
c a rta a l G en eral M iaja.

M añ a n a h a b rá sondeos en B arb a stro cerca del T eniente


C oronel V illalb a.
P o r hoy n a d a m ás.

O tra ... L a F . U . E ., a n tes de sa lir de vacación h a reci­


b ido in stru cciones. 1 1 ir TT »ll
—Y a sab e u sted que depende d irectam en te d e la K.. U. M.

E l G en eral M ola no cede en su em peño d e g an a r terreno


p a ra n u e stra cau sa, lo m ism o en M adrid com o en B arcelona.
In siste cerca d e d eterm in ad as personas, ta n to civiles como
m ilitares, com prom etidas en n u e stro cam po, P a ra que u ti­
licen s u infiuencia con el fin de lo g rar u n cam bio d e a c titu d
en la posición to m ad a p o r el G en eral A ran g u ren , en B arce­
lona, y el G en eral M iaja, en M ad rid . ^ - j-
E l G en eral A ran g u ren . Inspector Jefe de la G u a rd ia
C ivil de C a ta lu ñ a , h a m anifestado su decisión de oponerse
rad icalm en te a todo in ten to d e u n posible A lzam iento en
co n tra d e la R ep ú b lica. , , • j
C u en ta con el G eneral L lan o de la E ncom ienda, que
d esd e la J e fa tu ra de la D ivisión secunda los p lan es que se
frag u an desde G obernación en la G eneraÜ tat.

Ayuntamiento de Madrid
226 B. F E L I Z M A Í Z

E l G eneral L lan o de la E ncom ienda h a contestado a una


de las personas que h an sondeado su opinión sobre posibles
acontecim ientos m ilita re s: «Conmigo n o cuenten. Soy co­
m unista». Y lo dijo fanfarronam ente.

— L a G u a rd ia Civil es la que p u ed e d ec id ir el triu n fo en


C atalu ñ a — h a dicho M ola— . A p e sa r d e todo, es necesario
in sistir sobre el G en eral A ra n g u ren .
L a b u en a disposición de u n buen núm ero d e Jefes y Ofi­
ciales q u ed a p a te n te en la reu n ió n celeb rad a en A rgentona
el d ía 27. Si se a c e p ta ra la proposición de no h a c e r arm as
c o n tra el E jército, e ra lo suficiente. E se fu é el p u n to cap i­
tal de lo tratad o .
E l tem or d e C om panys. el m iedo d e la C . N . T ., de la
F . A . I. y del P . O. U . M. ¿ h a rá po sib le la decisión d e la
G u a rd ia C iv il? P o rq u e el geáto d e la G u a rd ia C ivil d eter­
m in a rá el de otros C uerpos, p rin cip alm en te el d e S eguridad.
A sí lo dicen los C apitanes de A salto L lop, R u iz de Alm i-
ró n y V a ld és. L os C om andantes d e C arab in ero s G a rc ía J i ­
m énez y A . H olguin a b u n d a n en la m ism a idea.
E l acuerdo tom ado p a r a la incorporación d e loa elem en­
tos civiles que se h a lla n com prom etidos en el d ía y hora
que se fije, h a sido com o sigue p a r a los lu g ares d e concen­
trac ió n :
C u artel de A taraza n as, C u a rte l d e Ingenieros (G ran
V ía ), P arq u e de A rtille ría , C u artel d e la M ontaña núm . 1 y
S an A n d rés (A rtille ría ), C uartel de A lc á n ta ra y d e B adajoz
(In fa n te ría ), C u artel d e M ontesa (C ab allería).
N uestros confidentes señ alan tam b ién frecuentes e n tre ­
vistas de C om panys con los p isto lero s A scaso y D u rru ti y
con el C ap itán A rtu ro M enéndez. B uena inform ación la del
C a p itá n López V a re la . Com o todas las suyas.

C om entarios del d ía de h o y : S in n in g u n a contestación


ni n o ticias del G eneral M iaja. L a c a rta d e M ola está en su
poder. ¿Q '^ó es lo aco rd ad o en M álaga después de la confe­
re n cia de los G e n erale s? E l G en eral Q ueipo lo sab rá.
E l G en eral C av alc an ti..., ¿ p a ra G a lic ia ? H e oído algo
sobre esto.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A S A 327

H oy h an salido p a ra S an tan d er instrucciones, v ía B ur­


gos. N o p arece m ala la disposición d e S antander.

MADRID HEROICO
A m biente m uy p esim ista p a ra los com prom etidos en el
M ovim iento, sin que p o r ello p u ed a ad v e rtirse desm ayo en
los hom bres que llevan el peso de la conspiración.
L a serie d e m edidas to m ad as p o r el G obierno p a ra des­
a rtic u la r u n a nu ev a in ten to n a de tip o m ilita r, apoyada se­
g u ram en te p o r elem entos civiles, h acen d ifícil y peligrosa la
lab o r de coordinación de lo s d iferen tes fundam entos que
p u ed an in terv e n ir en su constitución. E s el obstáculo en
q ue tro p iezan los d irecto res d e n u estro cam po p a ra resolver
o p o rtu n am en te los casos que m u y a m en u d o se presentan
revestidos d e grandes dificultades.
T a n to el C oronel G a rc ía E scám ez como el C om andante
F ern án d ez C ordón sostienen estos p u n to s de vista, conse­
cu en cia d e las v isita s y conversaciones sostenidas con Jefes
y O ficiales en su' ú ltim o viaje.
P o r com pañeros afectos a n u e stra C ausa fueron ad v er­
tidos am bos Jefes del p elig ro que sup onía su p resencia en
M adrid. S in em bargo, su tesón p a r a cu m p lir las ordenes re ­
cib id as h a sabido s a lta r p o r encim a d e todos 1 ^ obstáculos
h a s ta cu m p lir su m isión. E n el dom icilio del T en ien te Co­
ronel don G a b rie l P ozas (últim o A y u d a n te del G en eral M ola
en A frica) tuvo lu g a r u n a en tre v ista con el T en ien te Coro­
n el d o n V a le n tín G alarza. el T en ien te C oronel R em enteria.
el C oronel don T u llo L ópez y el C om andante S anz V in ajera.
Se d ió cu e n ta p o r dichos señores de h a b e r efectuado una
exploración sobre la opinión de la m ay o r p a rte de los con­
ju rad o s con m ando en M adrid. A cusó ésta u n a inm ejorable
disposición personal p o r p a rte de todos ellos, pero abundan-

Ayuntamiento de Madrid
228 B. F E t l X m a í z

d o en el m ism o concepto respecto a la fa lta de u n a dirección


eñcaz.
L a m ism a opinión fue sostenida en o tra reu n ió n c e le b ra ­
da en casa del C ap itán don P edro Lozano {calle d e V ir ia to ).
E n ella, el C om andante J . C añ ad a m anifestó que a p esa r del
entusiasm o incansable de u n buen núcleo de Jefes y O ficia­
les de la g u arnición de M adrid, es ta n grande la dificultad
y el p elig ro con que tropiezan p a ra desenvolver sus a c tu a ­
ciones, que pueden situ a r el m om ento de la conspiración
en v erd ad ero p u n to m uerto.

E n p u n to m u erto ... E sp eran d o ..., p e ro decididos. V e a­


m os p o s tu ra s :
— D ía y h o ra —pide Sotom ayor. m ien tras piensa— . cQ u é
vale m i v ida p o r E sp a ñ a ?
—D ía y h o ra —p ide M anuel G am azo. y g rita— : ¿ A m í
co m u n istas?
Ju a n B em ald o de Q u iró s d ic e :
— L a m u erte p o r salv ar el honor.
— t E sp añ a soviética ? Se han equivocado —exclam a
José L u is de U ria rte.
J a v ie r de S ilva m u s ita :
—C on u n a sonrisa m e v erán m orir.
—M oriré, p ero salv aré a E sp añ a — ex p resa el gesto de
F ernández de C órdoba cu an d o oye d ecir que sin sacrificio
no h ay victoria.
—D ía y hora. ¿L legó la o rd e n ? ¡A fo rm a r! — fulm ina
Jaim e A vial.
— D ía y h o ra — p ide J u a n de O rozco— . ¡ Q u iero l u c h a r !
E l p atrio tism o quem a las sienes d e C arlos M ira lle s:
__¡ H om bres d e E sp añ a perseguidos, acosados, a p u n to
d e ser a c o rra la d o s: n o tem áis. L le g a rá la o rd e n : ¡S alid de
las catacu m b as! Nos encontrarem os. T engo fe.
T enem os noticias que confirm an plenam ente la im presión
d e lo s últim os tiem pos sobre la m a rc h a de los acontecim ien­
tos. E n am bas cap itales la su p erio rid ad del enem igo, su o r­
ganización y núm ero es m anifiesta. D ebem os reconocer que
el m ando está en sus m anos y cad a d ía se h ace m as difícil
la coordinación nu estra.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A S A 2Í<»

SIGUE EL GENERAL
co n siderando im prescindible la p resencia en V alen cia del
G en eral G oded. V erem os lo que hace. E sas son las in stru c­
ciones q ue lleva el C om andante L ázaro, A y u d an te del G e­
n e ra l G oded.

U n a inform ación del C a p itá n López V a re la sobre el cam ­


p o d e av iació n d e P r a t de L lo b reg at, d i c e :
((Contestando a su d em an d a d e inform ación sobre a v ia ­
ción en P ra t, puedo a c la ra r p o sic io n e s:
S u Jefe, T en ien te C oronel S andino, franceim ente en con­
tra . L o m ism o sitú o a los C ap itan es P once d e León, M eana,
B ayo y Silverio.
C on nosotros, sin d u d a , el C om andante B o tan a y C api­
tanes C ald erón (L u is), F ru to s, G a rc ía P ard o , C om aniiante
C astro G a rn ic a y T eniente G rau .
E l C a p itá n d e A salto R uiz A lm iron se m u estra incon­
d icio n al a n u e stra C ausa y o p tim ista respecto a la lab o r que
ejecu ta en tre su s com pañeros O ficiales.
L as n o ticias respecto a la G u a rd ia C ivil, francam ente
m alas. T o d o es consecuencia d e la ya firm e posición en con­
tra , p o r p a ite del G en eral A ra n g u ren y otros Jefes, secim-
d a d a en todo o en p a rte p o r los C oroneles B rotóns y E sco­
b a r y los T en ien tes C oroneles L a ra y M oreno S uero, en con­
ta c to con P érez F a rrá s y F ederico E scofet, C a p itá n d e Ca­
b a llería y C om isario d e O rd en P úblico e n C atalu ñ a.
T o d o este g ru p o obedece instrucciones del D irecto r G e­
n e ra l de la G u a rd ia C ivil, señor Pozas, y les en laza con el
P resid en te de la G e n e ra lita t, señor C om panys, u n O ficial
tra id o r a n u e stra C a u sa : V ice n te G u a rn ier.

E l C om andante d e la G u a rd ia C ivil señor R ecas (A gus­


tín ) y el C a p itá n C añizares tra b a ja n con nosotros. Recas^es
m iem bro de la J u n ta que d irig e el M ovim iento en C atalu ñ a.

Ayuntamiento de Madrid
230 B. F E L I X U A Í Z

O tro s m iem bros rep resen tan tes de los d istin to s C u er­
pos en la Ju n ta , s o n : , r- ■ -
F ran cisco M ut, C om andante de E stad o M a y o r; L ap itan
L uis López V a rela, A rtille ría d e M o n tan a núm . 1 ; C ap itán
M iguel M ontesinos, A rtille ría G ru p o L ig e ro ; C a p itá n José
•V alenzuela. C ab allería d e M o n tesa; C a p itá n J o s é M a n a O r­
tega. C ab allería de S a n tia g o ; C ap itán López B elda. . l l a n ­
te ría B ad ajo z ; C a p itá n José M aeztu, C ab allería A lc á n ta ra ;
C ap itán E d u ard o P u ig Iria rte . A rtille ría (P arque) ; Goman-
d a n le R afa el B otana. A v iac ió n ; C a p itá n L ecuona. Aer<>
n á u tic a ; C a p itá n B ruxes, In g e n ie ro s; T en ien te G olubi,
C u artel A ta r a z a n a s ; G en eral L eg o rb u ru . A rtillería.

H a n llegado y a a poder del G en eral L eg o rb u ru las


instrucciones rem itid as p o r conducto del A y u d a n te d e Mola-
E n ellas o rd e n a a l G en eral L eg o rb u ru se h a g a ca rg o d e la
je fa tu ra d e l M ovim iento u n a vez proclam ado el L stad o de
G u erra, h a sta ta n to se p resen te e n B arcelona la p erso n a que
h a sido n o m b rad a p a r a ello. , , , , r» . . j r
E l G e n eral A lv arez B u rriel. Jefe d e la B rig ad a de C a­
b allería . h a de hacerse cargo del m ando que o sten ta L lano
de la E ncom ienda, d estitu y en d o a éste e n el m om ento opor-

^ '^ E l G en eral B osch y los C oroneles Moxó y Q u in tam lla


tien en tam bién las instrucciones p recisas sobre su a c tu a ­
ción.

O tra inform ación d e l C a p itá n López V a rela. d ic e :


„E1 E jérc ito s a ld rá a la calle. P ero u n a vez fu e ra d e los
cu arteles exigen las situaciones especiales q u e se m onte la
sublevaiñón en B arcelona y re sto de la reg ió n c a ta la n a , u n a
d irección p erfectam ente c a p a c ita d a p a ra resolver con ra p id a
decisión m il problem as que h an de p la n te a rse , la m ayor
p a ite de ellos graves. , i i »
D ebem os te n e r en cu e n ta q ue C a ta lu ñ a es hoy el puesto
m ás avanzado d e l enem igo, donde cu e n ta con m as poder de
d is g r e p c ió n p a r a n u estro cam po y con fu ertes apoyos m -

" ^ ^ T ^ r tm b a jo s d e B ela-K um , enviado de D im itroff, refe-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Í 5 A m

renttia a la cuestión m ed iterrán ea , pu ed en hab er llegado a


u n com prom iso con el p o d er se p a ra tista c a ta lá n . Sabem os
que se h a tra ta d o sobre este punto.
P e ro m i G en eral, jV IV A E S P A Ñ A ! S us soldados de
C atalu ñ a sa lta rá n . T enem os fe en que ese g rito a b rirá las
p u e rta s d e los cu arteles a los jinetes de M ontesa y S antiago.
V erem os al T en ien te C oronel M ejía, con el C om anoante
G ib et y los C ap itan es V alenzuela y N oailles, a l fre n te de
sus E scuadrones.
P o r la A ven id a d e Ic a ria ro d a rá n los cañones, em puja­
dos p o r sus artillero s.
A v a n zará la In fa n te ría desde el c u a rte l d e Ja im e it des­
plegando sus C om pañías con el C om andante López A m o r y
los C ap itan es López B elda. L izcano d e la R osa, M ola, Colu-
bi, E zpeleta y tan to s m ás.
B ruxes m a n d a rá los Ingenieros.
L ecuona, C arrasco y D íaz, d efen d erán el P uerto.
i-legarán los h id ro s d e P alm a.
¿N o tom arem os las Pleizas d e la U n iv ersid ad , C atalu ñ a
y U rq u in a o n a?
__¿N o se situ a rá n S antiago y M ontesa en el P a ra le lo .
¿ N o em p lazarán su s piezas los artille ro s en la Barce-
lo n eta? /
¿N o se lo g rará d o m in ar M on tju ich ?..._ y
E sto es lo pensado, m i G en eral. P o r hoy n a d a m as.»
E s ta fue la ú ltim a inform ación que recibió el G eneral
M ola d irectam ente de aq u el C ap itán que fué el a lm a de la
C onspiración en B arcelona.
D on L u is López V a rela. C ap itán del R egim iento de A r­
tille ría de M ontaña núm . 1.
UN BRAVO.

DIAS MAS TARDE

el 15 d e Ju lio , lleg ab a a P am p lo n a o tro C ap itán de la G u a r­


n ición d e B arc elo n a: R am ón M ola, herm ano del G eneral.

Ayuntamiento de Madrid
2d2 B, F E L I X M A Í Z

E! C a p itá n salu d ab a m ilitarm en te, m ien tras su herm ano


le ten d ía los brazos.
—S upongo ten d rá s en tu poder u n a c a rta —decía el L-a-
p itán .
— L a tengo— contestó el G eneral.
__E lla refleja exactam ente la situ ació n de B arcelona. E.s
im posible sa lir ad elan te. No esperes en u n triu n fo , ni si­
q u iera...
—L o sé. Y doy aquéllo p o r perd id o . P ero ...
— cN o puedes e sp e ra r? ...
— E s im posible.
— ¿í-o h as p en sad o b ie n ?
E l G eneral M ola cru zab a e l despacho. E l C a p itá n M ola
n o sep arab a la v ista de su herm ano. N o p odía d u ra r aquel

L os brazos del G en eral se posaron en lo s hom bros del


C ap itán, m ien tras le d e c ía :
__E sta noche, e n el rá p id o , vuelve a tu puesto, R am ón.
N o d u d o que sab rás defenderlo h a sta m o rir, com o u n ca­
ballero.
Se ab razaro n p o r ú ltim a vez.

A las nueve y m edia d e la noche el C ap itán M ola tom a­


b a el rá p id o p a r a B arcelona. , c ^
A la m ism a h o ra el G en eral p ed ía a l C oronel Escam ez
nom bres de O ficiales que h ab ían d e servir b a jo sus órdenes
ce rca de él.

VOLVAMOS
d ías a trá s p a r a en terarn o s de la s im presiones recogidas en
el S u r p o r el C oronel G a rc ía E sc a m e z :
S evilla, m al. N i siq u iera en tre «P into y V aldem oro».
P e rd id a com pletam ente la esperanza en u n a posible deci­
sión h a c ia n u estro lado d e los G enerales V iila-A b rile y Ló­
pez V io la, los dos con m ando.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 333

E n el aeródrom o, sitio m uy tra b a ja d o p o r la conspira­


ción, las d ificultades crecen p o r la posición cad a d ía m ás
«roja» de lo s m andos de E steve y RexacH.
S in em bargo, la p o stu ra d e los C apitanes C arrillo A g u i­
le ra y V a ra d e R ey es form idable. A sim ism o contam os con
los C om andantes N úñez y F ig u ero a, y con los C ap itan es de
E stad o M ayor F u ste r y P um ariño.
U n b u en g ru p o d e O ficiales tam bién secundan con todo
e sp íritu n u estro s planes, com o son F ernández de C órdoba,
C o rrerth er, P arlad é , L a p a tra , R odríguez T ra sella, F uentes,
etcétera, etc., y R edondo.
P ep e A lgabeño es el enlace civil de la región.

j V a y a p ap e le ta la del G en eral Q ueipo de L lano ! S in em ­


bargo, su A y u d a n te , C om andante C ésar López G u errero , en
su ú ltim a v isita a l G en eral M ola, h a d ad o las im presiones
o p tim istas d e su G en eral respecto al logro d e su s deseos para
hacerse ca rg o de la situ ació n en Sevilla, C O N T R A V IE N ­
T O Y M AREiA. com o él d ice. U n p u n ta l firm e le a y u d a r á :
el C om andante d e E stad o M ayor señor C uesta.
M ás p u n tales en el S u r :
C oronel C ascajo, en C órdoba.
G en eral A rizon, en Jerez.
G en eral López P in to , en C ádiz, en estrecho contacto con
el G en eral V a rela, que continúa preso en el fu e rte d e S an ta
C atalin a.
E n H u elv a, la situación es m uy b u ena. E l D octor C ala-
trig o y el T en ie n te C ano intervienen eficazm ente en la D i­
rección.
E n M álaga se tem e la P resió n del foco revolucionario. Se
h a d isp u esto sea en esa población el p rim e r desem barco de
la s fuerzas de A frica.
__P e ro i <iqué c a ra y » ! —p ien sa el G en eral M ola : Q u e i­
p o es au d az, y V a re la p o r algo tiene dos laureadas.
P o d rá n con A ndalucía.

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Í Í A Í 36

p u ed o p re c isa r dónde, p ero existe u n a célu la com unista p er­


fectam en te organizada y que depende de la L o g ia R egional
C entro. Me señalaron u n a ca sa de la calle P rín cip e.
L a ac tiv id ad p rin c ip a l de la cé lu la debe ra d ic a r e n el
C u artel d e A salto de P ontejos. E n lo que allí se tra m a in te r­
vienen el C a p itá n M oreno, el T eniente C astillo y u n O ficial
de la G u a rd ia C ivil. F rec u en tan m ucho la D irección G eneral
d e S eg u rid ad y v isitan al secretario d e G obernación, C arlos
E sp lá. P o r eso advierto que si el T eniente C astillo viene a
L ogroño d a ré la voz d e a le rta p a ra que tom en ustedes p re­
cauciones.
E sto es lo que he sabido d e L ogroño. M ola lo h a tom ado
m u y en cu e n ta . Se h a d ispuesto en consecuencia que los
vim ientos del G en eral sean m uy vigilados p o r la escolta de
O ficiales que se hace carg o de su g u ard ia. T am bién au m en ­
tarem os las precauciones en lo que respecta a nosotros.
M uchas g racias T . .. H a sido u n b u en aldabonazo. L o hem os
oído p erfectam ente.

E l o tro d ía com entábam os la b u en a su erte en todas nues­


tra s an d an zas sin llegar a p en sa r si pondrem os fin a n u e s t r a
pasos. E s n ecesario poner los m edios p a r a ello y p r ^ e r todo
lo que se p u ed a p re v er lógicam ente, que es m ucho.
__P o rq u e es m uy posible — decía d ías p asad o s a l G eneral
M ola, u n a g ra n figura d e la conspiración— que u n d ía de­
term in ad o a terricen en el cam po de N oain u n p a r de aviones
con d o s G en erales y séquito a bordo y que dichos G enerales
y sus aco m pañantes se p resen ten m inutos después en este
m ism o d esp ach o donde estam os, salu d an d o a u sted m uy
efusivam ente al m ism o tiem po que le dicen = G e n eral, en
este m om ento R E S IG N A U S T E D E L M AND O»,
entonces? ••

T iene m u ch a razón aG A R C lL A SO ».
A l a v ista del cam po de N oain existe u n a v en ta con t«^
léfono. ¿ P o r qué no poner en d ich a venta u n a vigilancia?
Se po n drá.

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 237

dos C ontinentes, fué el único apoyo p a r a p o d er escalar la


em p in ad a cu esta del calv ario de la conspiración. Pocos, m uy
pocos los que salv aro n a E sp añ a.
M uy españoles los hom bres que in iciaro n la C ru zad a p a ra
defender el C ristian ism o en el m undo.
¡ Pocos, m uy p o c o s! Y que no se ofenda n ad ie, porque
es la verdad.
Y al q ue ofenda la v erd ad , que no d ig a que h a luchado
P O R D IO S Y P O R E S P A R A .

NAVARRA DIRIGE
sus m irad a s h a c ia A frica. A frica y N a v a rra ya están p re­
p a ra d a s p a r a la guerra.
M uchos hom bres esp eran en A frica con v erd ad era inquie­
tu d : U n a h o ra . P e ro en tre todos vam os a m encionar a d o s :
los T en ien tes C oroneles don Ju a n S eguí y d o n Ju a n Y agüe.
D os cap acid ades en organización y valor.
A l despedirse el G en eral M ola d e A frica, cam ino de
P am p lo n a, les d ijo : «EN E S T E P A IS Y A N O H A Y N A D A
Q U E H A C E R P O R L A S B U E N A S ... Y O A V ISA R E ».
E l aviso e ^ á en A fric a : «P reparados». L a contestación
«Conforme» en N a v arra .
¿ P o r q ué m e prepfuntó el G en eral cuando term in ab an las
fiestas d e S an F erm ín ?
E n el L L A N O A M A R IL L O m iles de hom bres m an io ­
b rab an .
tN a v a r r a 12... A frica 14...?

BATET A LA VISTA

V olvam os unos d ía s a trá s. . . ., ^


E l 23 d e Ju n io cesó en el m an d o de la 6.* D ivisión O r-

Ayuntamiento de Madrid
S38 B. F E L I X M A Í Z

g án ica el G en eral L acerd a, y p a ra ocupar su p u esto en B u r­


gos fu e designado el G en eral B atet. _
G in esto, el peligro p a ra el G en eral M ola crecía n o ta ­
blem ente. N uestros am igos d e M adrid se lo h a c í a n presente
en u n a extensa c a rta , indicándole los m otivos fundarnenta-
les del cam bio. M adrid estab a a le rta . S ospechaba d e Mola.
E l G en eral B atet, a n tes d e sa lir p a r a B urgos a tom ar
posesión de su nuevo cargo, h a b ía sostenido u n a la rg a con­
versación en la D irección G en eral d e S e g u n d a d . D e el a
tuvo n o ticia el G en eral M ola, sabiendo en consecuencia la
disposición en que venía el G en eral B atet.

De mi Diario (Julio 4)

HOY HA

re alizad o su v isita oficial a la G u a rn ició n el G en eral B atet.


H a encontrado form idablem ente «todo el m ecanism o m ili­
tar» p o r lo c u a l h a felicitado a l G en eral M ola.
L uego, p artic u la rm en te, h a h ab lad o de m s im presiones
recib id as p o r b o ca de los G enerales G óm ez C am inero y La-
cerd a sobre la ((atmósfera rara» en que se desenvuelve e!
e sp íritu d e la G u arn ició n . Se h a re ferid o especialm ente a la
o L i a l i d a d . E l caso del Coronel G a rc ía E scám ez resuel­
lo con el cese de m ando. P e ro ... iy los O ficiales?
- L a im presión - h a d i c h o - es la d e que su s activ id a­
des van en cam inadas a u n a posible realización d e algún
hecho que p u d ie ra calificarse de a v e n tu ra d isp a ra ta d a .
M ola h a respondido com o él sabe h a c e rlo : corto y bien.
—M i G en eral —h a dicho— , no creo e n n in g u n a clase
de extravíos que p u d ie ra n ten er i m ^ r ta n c ia , ni m ucho m e­
nos en intentos de a v e n tu ras. T am b ién a m i m e h an sido
hechas an terio rm en te alg u n as sugestiones en ese sentido, y

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f i A 239

en consecuencia he vigilado sus pasos. C reo que el p rin c i­


p a l m otivo de tales recelos p u ed e ser debido a las protes­
tas que, desd e luego p o r conducto reg lam en tario , se hicie­
ro n en ocasión de p asad o s incidentes. E l G eneral L acerda,
Jefe entonces d e la R egión, tu v o u n a m ala in terp retació n
del asu n to , lo cu al dió origen a u n cam bio de c a rta s que
sostuve con él y cuyas copias guardo. P u ed o enseñárselas,
m i G en eral.
nSin em bargo —h a con tin u ad o M ola— , no niego que
p u ed a ad v ertirse c ie rta «vehem encia» p o r p a rte d e algún
O ficial an te los últim os sucesos. E so p u ed e d ispensarse, m i
G en eral. ¿Q u ié n no la tu v o ?
__B ien — h a contestado B atet— , m e tran q u ilizan en p a r­
te sus e x p lic a c io n e s; pero será p ru d e n te llam arles la aten ­
ción p a r a que fren en esas «vehem encias» antes de...
— E sas ad v erten cias h a n sido ya hechas, m i G eneral.

E l C ap itán G en eral d e la 6.* R egión. G en eral B atet.


h a b ía an u n ciad o al G eneral M ola, al despedir.'e. que em ­
p ren d ería el regreso a B urgos a m edía tarde,
P e ro n u estra v ig ilan cia avisa que a la s ocho y m edia de
la tard e, acom pañado d e u n o d e sus A yudantes, am bos de
p aisano, se encontraba en la te rra z a de un cafe en la P laza
del C astillo.
Se hospeda en el H o tel «La P erla» . P ro n to nos hem os
inform ado d e que su cu e n ta no h a b ía sido sald ad a. P arece,
pues, p ro b ab le que el G eneral B atet p ase esta noche en
P am p lo n a. . i , • • ir '
In m ed iatam en te se le h a com unicado la n o ticia a l G e­
n eral M ola. 1 j
E ste, acom pañado de su A yu d an te, am bos tam bién de
p aisan o , se h an d irig id o h ac ia la P la z a d e l C astillo, p a ­
sando p o r d elan te del G eneral B atet. a quien h an saludado
co rrectam en te, p ero a c ierta d istan cia.
L uego se h a n sen tad o en un café próxim o al que se
en co n trab a el G eneral B atet.
A ntes de sa lir de la C om andancia, el G en eral M ola ha
d isp u esto q ue el G e n eral B atet sea vigilado continuam ente

Ayuntamiento de Madrid
B. F E L I X m a í z
240

y que, dado el caso d e que p ernocte en P am p lo n a, un aim go


n u estro cene en dich o H otel, y vigile.
T am bién h a b rá vig ilan cia co n tin u a sobre los coches que
p u ed a n lleg ar a la P la z a del C astillo. j »ii i
L os O ficiales encargados hoy de la escolta de M ola se
h an situ ad o m uy estratégicam ente. O G en eral antes d e la
h o ra de costum bre h a reg resad o a la C om andancia, p ro t -
g ido en su trayecto. , v »i
M ás ta rd e , se h a re tira d o el G en eral Ba'tet al
A la s once, el am igo que v ig ila b a h a llam ado. H e acu­
d id o a l sitio señalado y m e h a inform ado que el A y u d an te
d el G en eral B atet ac ab ab a de p e d ir el coche p a ra reg resar
a B urgos, p a r a la s nueve y m ed ia de la m anana.
L o \ a hecho después de la lleg ad a de los viajeros del
tre n ráp id o . .
c H a falta d o alguien a la c ita í , * i ■. J
¿ N o h a respondido el g ru p o de la F . A. 1. situ ad o e

L o ^ o n o ? D irección G en eral de S eg u rid ad ?


¿N o ac ab an de d ecid ir, su p la n ?
C ontinuam os en g u ard ia.

Y o oreo que aquello d . «O JO P O R O J O ... Y D IE N T E


P O R D IE N T E » ca u sa estos d ía s cierto respeto, t i aa-
v e rtirlo e ra necesario, p a r a b o rra r c ie rta s s o n ris a ^
L a ((vehemencia.) d e esos O ficiales la conocen m uy bien.
T am b ién les ca u sa respeto. , . r > a
H e a q u í la explicación d« m u ch as incógnitas. V am os a
d escifrar u n a de ellas. .,
¿N o es significativo que a estas a ltu ra s J a y a sido
traslad a d o , d estitu id o o en castillado, u n solo O ficial de la
G u a rn ició n de P am p lo n a? D esde lu eg o p a r a m í, sería in ­
com prensible. de n o e sta r a l ta n to y en pleno conocim iento
d e ciertas m edidas a d o p tad a s y d e ciertas
decisión, m ás o m enos su jeta a la realid ad , creo se h a hecho
lleg ar al cam po contrario.
L a ((LISTA)) que inform adores del F ren te P o p u la r su­
m in istra ro n M c l a n d a t e Jefe de la G u a rd ia C ivil, señor

Ayuntamiento de Madrid
E N E S P A S A 241
a l z a m i e n t o

R o d r í ^ e z M edel y que éste tran sm itió a M adrid la tengo

' ^ C o l?;.D estaca d o s> , enem igos del F re n te P o p u la r... figu-

'"‘"C a p ita n e s V icario. L a stra (G erard o y G onzalo) Mos-


coso. B arrera . L orduy. V izcaíno. V ázquez. V illas. Vicon
doa. N av arro, M uruzábal. „ , » T «m ¿ D anena
T en ien tes M anrique. A ncos. R u b erte. T om e, P a p e n a ,
G onzález, C ortazar. ., , , i j
A lféreces M uñoz, Sáez. A lcalde. L arrondo.
C ap itan es de C arabineros O lio, G uillen.
Son m uchos los O ficiales en contra, i N o .

;T ra ,1 a d a r> ¿ D e s titu ir? ... F a lta n y a m uy pocos días


p „ 'a S día. S erian t a j a en el E jército ■’epnM .cano p „ a

n '^ S e ñ í ° P c p ! . l ’a r’' S perd id o sn h o „ p a r a h a c e r ,,ab=r-

p” r ia ro°n C cid n l“ »br(rr^^^ «»


el n la n rojo la E sp a ñ a ro ja que q u erían ?
' o M oscú - d i g o y '- T j " " ” r .° r e t i n t o p K t í ' S r . lo .
organización n o b a sabido en co n trar ei . h
a s u n t o s d e ESPA Ñ A . . --
I 1 o E iérc ito de A frica com unican su s im - |
Los enlaces ^ j acontecim ientos e n aq u ella

b a l. funcionan e n sus com etidos a la perleccio _


L a cap acid ad d e Jefes » » » . c T tie r
S áenz d e B u ru ag a. que con ei m ás, tra b a ja n

^ r í'd iS s S ú -

Ayuntamiento de Madrid
B, K E L I X m a í z

m ism o (inform ación del T en ien te C oronel Seguí en su visi­


ta a l G en eral M o la).
L as inform aciones en general vienen ca rg ad a s de opti­
m ism o y señalando 'tal actividad, que h a sta m encionan los
nom bres de Jefes y O ficiales que p o r su p o stu ra h a n de ser
d estitu id o s en el m om ento d e la sublevación.
Sabem os tam b ién que el T eniente C oronel R om ero Ba-
z a rt es el que m ás sostiene la v ig ilan cia desde el cam po
enem igo, inform ando p eriódicam ente to d a clase de obser­
vaciones, ta n to al A lto C om isario, C ap itán A lvarez B uilla,
com o d irectam ente al propio M inistro de la G u e rra , C asa­
res Q uiroga. L a m asonería tiene u n extenso p lan tel de
agentes a su servicio personificados en u n buen nú m ero de
Jefes en los distin to s C uerpos. E n la A lta C om isaría, E sta ­
d o M ayor, G u a rd ia C ivil, A u d ito ría, B atallones p en in su la­
res, G rupos de F uerzas R eg u lares, M ehallas e Intervencio­
nes h a sta en la L egión tien e m ontado su espionaje el ene­
m igo.
¡ Q ué b u en a adq u isició n hu b iese sido, sobre todo por
lo com pleta, la recogida d e aquel archivo secreto que fué
d estru id o p o r u n T en ien te C oronel d e E stad o M ayor cu a n ­
d o el G eneral M ola fu é d estin ad o a la Je fa tu ra S uperior de
las F uerzas de M arruecos el d ía 4 de O c tu b re d e 1935 ! ¡Q u e
b ien hubiese com pletado el que p aró en m anos del G e n e ra l!
A rchivo rojo in tern a cio n al. M oscú en A frica. ¡C on qué
em peño m ira y a tien d e M oscú a A fric a ! ¿ P o r qué será?

DJ A J. — HORA H
D ía J .— H o ra H ... D ía J .— H o ra H ... m achaquea el Mor-
se p o r el te rrito rio A fricano.
H .—M ás... H .— M ás...
R ecibido — p re p a ra d o s... R ecibido — p re p ara d o s. —
contestan.
L os T en ien tes C oroneles Seguí y Y agüe, alm a y brazo
d e la conspiración en M arruecos, actúan.
M ensajes y consignas, cru zan velozm ente p o r zonas, re-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 243

presentaciones, cu a rteles y cam pam entos del P rotectorado.


Son d ía s que anteceden a la H o ra de E sp añ a.
P e ro el m isterio de la conspiración n o pertenece sólo a
los conjurados. L a noche ru sa en v ela h a notado ruidos
q ue la h an puesto en g u ard ia.
T am bién el 'teléfono oficial de la A lta C om isaría com uni­
ca a M a d rid :
«Descubierto complot derechista. Urge aislam iento Ma­
rruecos:».
Y los esbirros soviéticos p ro p a g an la consigna d e :
«Atiendan aviso instrucciones asesinato Jefes y Oficiales».
P o r las calles de T e tu á n y M elilla se ven grupos con ca­
m isas ro jas y p u ños en alto . T am bién tienen su alm a y su
b ra z o : E l A lto C om isario, C ap itán A lvarez B uilla, y el T e­
nien te C oronel Jefe d e un G ru p o d e R egulares, Rom ero
B azart.

E l C a p itá n de la L egión G e ra rd o im az m e recordaba


e sta ta rd e el m om ento en que y o ju ra b a la B andera, cuando
éi la sostenía en los p atio s del R egim iento de A m érica. C on­
servam os la fo to g rafía y m antenem os el Juram ento.
<(Ha llegado la hora», hem os com entado después de un
rá p id o cam bio d e im presiones.
A las siete d e la ta rd e , Im az d eb ía re c ib ir órdenes en
el C afé K utz. P oco antes d e te rm in a r la c u a rta co rrid a de
to ro s de S an F erm ín , nos hem os d irig id o a l c ita d o café. E n
él nos a g u a rd a b a el C ap itán V icario .
E l C ap itán Im az h a recibido orden de sa lir in m ed iata­
m ente p a r a C euta, em pleando los m edios m ás rápidos que
encu en tre a su alcance.
L lev a las ú ltim a s instrucciones d e Mola.
M ientras llega, la noche m o ra a d e la n ta sus h o ras sobre
los cam pam entos in stalad o s en el L lan o A m arillo.
N o todos duerm en. E l T eniente C oronel Y agüe cru za len­
tam en te p o r d elan te de u n a tien d a d e cam p añ a, donde a su
p u e rta descansan u nos O ficiales de la L e g ió n ;
— «SE Ñ O R E S ... S U P O N G O S A B R A N U S T E D E S Q U E
N O S V A M O S A SU B L E V A R ..,

Ayuntamiento de Madrid
344 B. F E L I X U A Í Z

In stan tán eam en te aquellos soldados de E sp añ a se han


cu ad rad o m iran d o h ac ia el N orte.

20.000 hom bres h an desfilado p o r el L lan o A m arillo el


d ía 12 de Julio.
U nidades que co njuntan F orm aciones S electas de hom ­
b res que no tem en a la g u erra p o rq u e n o le s a su sta la
m uerte. ‘ • j j
M andan las tro p as Jefes que tienen p risa , ansiedad, por
s a lta r a E sp añ a . S ab rá n defenderla u n a vez m ás, ofreciendo
sus vidas, p a r a que la P a tria n u n ca m u era . ^
¿N o es verd ad , B arró n ... G azap o ... Sánchez G onzález...
S o lans... A sensio... C astejó n ... B arto m eu ... A v m a t... U r-
zaiz... R ío s C an ap é... B eigbed er... M edrano... Z an ó n ... Pe-
ris ... S áenz d e B u ru a g a ... G a u tic r... R iu ... D elgado Ber-
m e jo ...? , . 1 1 j 1
¿T e n ien tes C oroneles Seguí y Y aeü e, alm a y b r a n de la
conspiración, p o r el honor de E sp añ a , en nuestro E jercito
african o ?
i O u é p e r a n o p o d er c ita r todos lo s n o m b re s!
¡ Q u e hablen los cam pam entos d e D ar-R iffien, los de Se-
gangan, los de D a r-D riu s. i •
¡Q u e nos cite m ás N om bres, H am ed el M iz z ia n .
i E n p ie los R eg u lares de M elilla y A lhucem as, la s Me-
h allas 1 i P re p a ra d a la C ab allería M o ra ! i i n •
U n p aso a l fren te las H a rc a s d e K etam a, la d e Beni-
S ed at, la de B eni-U rriagel.
i Q u e avance la L egión con sus B a n d e ra s !
¡O s llam a E sp a ñ a ... N ecesita v u estro s b ra zo s!
¿ D e qu ién son esas m anos d u ra s que a p rie ta n con a n ­
sied ad los fu siles? , r. . 1
¡S o ld ad o s! ¿ P o r qué c a n tá is «Por la P a tria tu s hijos
contentos se van a la m u erte » ? ,
E sp erad u n m om ento, Q U E L L E G A , V U E S T R O G E ­
NERAL.

D ía J . - H o r a H . -------D ía J . - H o r a H . - - - - H - M á s .
H — M ás... re p ite sin cesar el M orse p o r nuestro Protectoracio
A fricano.

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
24t> B. F E L I X M A Í Z

E x iste un m otivo fu n d am en tal, que h ace inquebrantable


n u estra decisión, y es que si nosotros no vam os en co n tra
del E N E M IG O , el E N E M IG O nos a p la sta rá . D e ello hay
seg u rid ad P L E N A .
¡R eflexión, reflexión!... P recisam ente su consecuencia es
la que nos em puja a lu c h a r c o n tra u n p elig ro d e m uerte, y
ap rovechar u n a o p o rtu n id ad p a r a no llegar tarde-

HOY. 9 DE JULIO
h a llegado el G e n eral F a n ju l. V ien e d e M adrid, com o buen
n av arro , a fe ste ja r a l P a tro n o d e N a v a rra . S u v isite a n ad ie
puede e x tra ñ a r: sin em bargo, h u y e d e la exhibición y son
con tadas las personas que saben d e su llegada.
A m edio d ía se h a en tre v ista d o con el G e n eral M ola.
M ola h a d icho a F a n j u l :
—M i G eneral, no veo solución a lg u n a en tre las p ro p u es­
tas. L a situ ació n d e M ad rid exige a rm a r a l e le m ^ to civil
com prom etido lo a n tes y m ejor posible, con fines únicos de
defensa. E l E jérc ito e n M adrid no debe sublevarse. S u p o s­
tu ra debe ser «de exp ectativ a e inhibición», p a ra , u n a vez
llegado el m om ento, sa lir a n u e stro encuentro, y todos ju n ­
tos e n tra r e n la ca p ita l. E so es todo. N o se pu ed e p e n sa r en
o tra m aniobra.

P o r la noche el G en eral F an ju l h a recibido v a ria s visites.


H a p erm anecido la rg o ra to en u n a conversación con
el C oronel B eorlegui (retirad o en P a m p lo n a ), el C apitán
Leoz, llegado d e S an S eb astián , y el fa la n g ista L ucio A rrieta.
E n el m om ento d e la d espedida el G en eral F a n ju l, con
e! b u en hum or que le ca rac te riza, h a p re g u n ta d o :
— ¿Q u é cabeza será la p rim era que ru ed e de las cu atro
aq u í p re sen tes? _ .
L ucio A rrie la , en m edio d e u n a graciosa p iru e ta , ha
señalado la del G e n eral, d icien d o ;

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A R A 34 T

— L a tu y a, Jo aq u ín . T ú estarás en M adrid, y M adrid...


ES UN H U ESO .
—No lo sabes bien, L u c io ; p ero estaré en M adrid.
E s ta 'tarde he advertido m ucho m ovim iento en m uchachos
falan g istas m uy destacados. Los he cru zad o v aria s veces.
S u ac tiv id ad no es ex trañ a, pero su sonrisa d en o ta alegría.
E s posible que sigan pensando en el d ía i 2.
H e v isto tam b ién c a ra s ex trañ as. ¿ H e d illa ? ...

T am b ién ce rca d e la p u e rta del C írculo C a rlista he


tropezado con dos fu tu ro s C apitanes d e R e q u e té s: G a ztelu
y N egrillos.
— ¿ C u á n d o ? ... — p reg u n ta N egrillos.
—Pronto.

D e n tro del P o rta l d e m i ca sa ag u a rd ab a el ordenanza


del C ap itán L astra . Me h a en treg ad o el s o b re :
((A las diez m enos cu arto , en teléfonos».
H e acu d ido a su encuentro, pero an tes d e cru z a r p alab ra
he n o tad o e n el gesto d e G e ra rd o que algo ex trao rd in ario
su ced ía. N o h ac ía dos h o ras habíam os estado reunidos.
— ¿ Q u é p asa G e ra rd o ? ...
—C osas graves. A c ab a de llam ar el G en eral B atet al
G en eral M ola. E stá y a en B urgos, d e regreso d e M adrid, y
q u iere en tre v ista rse con M ola, m a ñ a n a m ism o. L e h a d ic h o :
—N ecesito h a b la r con usted. P odíam os co in cid ir en Lo­
groño, m a ñ a n a a las nueve de la m añana.
—Y M ola, ¿ q u é h a contestado?
—P u es M ola h a contestado que se ve en can tad o d e poder
sostener con él u n a conversación, p u es d esea a c la ra r, y
m ucho m ejor con u n superior suyo, c ierta cuestión verda-
deríu n en te d esag rad ab le, respecto a la situ ació n en que lo
h an colocado len g u as de M adrid.
— ¿ P e ro en L ogroño?
—¡N i h a b la r... d e L ogroño!
M uy h áb ilm ente. M ola h a hecho ver a B atet su deseo de
e v ita r to d a clase de recelo que p u d ie ra o rig in ar su d esp la­
zam iento fu e ra d e su jurisdicción.

Ayuntamiento de Madrid
B. F E L IX M A Í Z
248
- T e n s a en cu e n ta m i G en eral - l e h a aicho
v . . a a l ^ a qu= estoy aojnetido. sin saber p o r p ae , desde
la v isita d e A lo n w M allol.
E ntonces h a dich o B á te t;
—D ígam e qué lu g ar le p arece discreto.
Y M ola h a c o n testa d o : , , . At. F atella
- P u d i e r a ser el M onasterio d e I r a c h ^ ce rca ^
- M u y bien. A la s nueve en p u n to . Y le h a coigaao
teléfono.
E l G en eral M ola n o llega a creer en >»

“ “ 5 * 0 1 0 dich o a M ola que o r g a n i^ r é el .¡a je .


- M u y bien. G e rard o . . T e n e r a l e s ’ Yo iré en
— r O u é te p arecen estas lin eas generales
.a n g u Íd T a con", tres oficiales „ s e» « coche
P a sa ré ‘' - h e . s t . ^ n d o » » en k ^
ver lo q ip f ' S i ocurriese algo anorm al de
d etra s, sm p erd erlo a v i-a ré A h, to d o s irem os bien
la p a rte ^ “ ^rono... y ^ p orque b ien pu-
provistos. L levarem os alg u n a cam ioneta d e guar-
d ie ra suceder que topásem os con ^ j G en eral. Y

l-d¿- í i-a : ._n-


sTi— » “ ‘ '•■“ •
de los fuegos aítificiales de
,a t 5 " ? r s r F Í ¿ n c u a n d o » e despedía d e G e-

ta rd o L a stra . c a rec e u n «ultim átum s o u n a en-

e r r tÍ ‘‘c ^ - " “

^ - i j T p . ntds ^ | S Í Í a ‘! S 5 : 3 Í N o lo ol-
—A las n u eve, en Iracne ua
vides.
__P ero sin cohetes...

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A
249

__1 ( 0 con bom bas»—b a contestado.


N o p re te n d ía m ás que h a c e r sonreír a G e ra rd o y lo he
conseguido.

De mi Diario (10 de Julio)

A LAS OCHO CINCUENTA

pasáb am o s p o r E stella, sin novedad. N o habíam os visto al


C ap itán L a stra . B uena señal.
M in u to s después se a b ría el poi-tón d e l M onasterio, dando
p aso al G en eral M ola. S aludam os p o r segunda vez a l m on
je d e ta lla m enuda.
F u e ra se re alizab a el p la n d e L astra . ,
N ueve m in u to s m ás la rd e d e la e n tra d a del G en eral, p e ­
n e tra b a e n la p la z o le ta de Irach e el coche del G en eral B atel
U aco m p añaba el le n ie n te C oronel de C atado ^ a y o r señor
M oreno C alderón y s u A yu d an te, T en ien te C oronel H w re r
E l G en eral M ola re cib ía a l G en eral B atel en la m ism a
h ab itació n q u e h a b ía sido testig o d e su en tre v ista con don
M anuel F al C onde. . j
Q u ed ab an en los clau stro s p asean d o los A ytm dantes^
_ „ T u G en eral es el a m o » - d e c ía el T en ien te Coronel
H e rre ro a l C om andante F , C ordón. Se h a b la d e el en to d a.

sé n ad a A cabo d e reg resar d e tm s vacaciones. S a


sabes q ue soy el A y u d an te «raro», y en P am p lo n a, que yo

'" " '! :¿ u e n a . suena el nom bre de M ola, au n q u e desde luego


ex isten d istin ta s opiniones.
Z ¡ v S a ' « j n eH A y u d añ te in fa n til!... S obre la próxim a

e . . « a ; U = vo cu atro
„ e s e V o y .a d o to m ism o. Y =1 G en eral lam bren. E .ta m o . y .
h a rto s d e...

Ayuntamiento de Madrid
250 B. F E L I X M A f Z

L a p lazo leta del M onasterio e sta b a desierta.


A los lados d e su e n tra d a , y a p ru d e n te d istan cia, esta­
b an los dos coches que h a b ía n conducido a los O ficiales que
d a b a n escolta a l G en eral M ola. P erm an ecían vacíos. Sus
ocupantes se h a b ía n d istrib u id o en puestos designados p a ra
cu b rir cu alq u ier intento d e p en etració n en el M onasterio.
V im os que el C ap itán M oscoso se ad e la n ta b a p o r el cam ­
po en dirección a E stella. Se d irig ía h ac ia u n grupo d e hom ­
bres que se ap ro x im a b a en a q u e lla dirección, t r a n cinco.
D e trás d e l C a p itá n ib a n los T en ien tes T om é y D apena.
Nos pusim os en g u ard ia.
V im os cóm o el C a p itá n M oscoso h a b la b a con uno de
ellos. L a conversación fu e c o r ta ; estrechó su m ano, y los
del g ru p o volvieron h ac ia su p u n to d e procedencia.
D esde las ocho y m edia d e la m a ñ a n a estab an aquellos
hom bres ocultos a l otro lado d e la c a rre te ra . L a im che an te­
rio r h a b ía n tra ta d o con el C ap itán L a stra ... Y Y A N O P O ­
D IA N A G U A N T A R M A S sin sab e r si e ra n necesarios.

A lo s cin cu en ta m in u to s de la e n tra d a del G en eral B atet


en el M onasterio, desde u n a d e su s v en tan a s nos d ab a n la
señ al d e que los G enerales se despedían.
R áp id am en te los dos conductores tom aron sus coches de
escolta y los colocaron e n sitio no visible p a r a los ocu p an ­
tes d e l coche del G en eral B atet cu an d o éste hiciese su m a­
n io b ra d e sa lid a . _ 1 1 /- i
C o rría B atet c a rre te ra d e L ogroño, cu an d o el U eneral
M ola se despedía del m onje, m ira b a a M o n teju rra y p en e­
tra b a e n su coche.

L a conversación en tre B atet y M ola fu é ásp e ra y en ex tre­


m o tira n te . M ola, firm e, erguido, im p ertu rb ab le, escuchaba
las p a la b ra s de B atet. en las que tra d u c ía el «ultimátumi>
que le en viaba el G obierno.
__E l G obierno está en terad o d e esa triste «aventuraw en
proyecto. T iene confidencias de que es u ste d u n a de la s c a ­
bezas d irectoras.
__M i G e n e ra l: no estoy com prom etido en n in g u n a aven­
tu ra. P o r lo ta n to , m enos puedo ser cabeza d irec to ra de ella.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 351

¿ C uándo h a visto m i G en eral en m í pasión p o r ninguna


'¡aventura» ? P a ra M adrid, hace tiem po que estoy com pro­
m etido, p ero es que M adrid quiere com prom eterm e. Estoy
h arto d e ser llevado y tra íd o en lenguas. A squeado d e tan ta
v igilancia. Inquieto p o r las am enazas. ¿ Y p o r q u é? ¿ p o r­
que siem p re he cum plido con m i d e b e r? ¿ P o rq u e no m e
v endo? ¿Q u ie ren que b a la p alm as d an d o m i asentim iento
pú b lico a u n a situación e n extrem o confusa p o r la q u e a tra ­
viesa la N ació n ? ¿ E s acaso el m odo de defender u n a R ep ú ­
b lica acercándose a l cao s?
M ola h a b ía d esa rtic u lad o seguram ente el discurso que
B atet te n ía p re p ara d o . L o in d icab a su silencio, a l cabo
del c u a l dijo B a te t:
—S ería m uy conveniente que adm itiese u sted u n traslado.
— V a ria s veces lo he ped id o y n o m e h an hecho caso.
H o y no p id o n ad a . N i salgo de N a v a rra p o r p ro p ia voluntad.
—E s que el G obierno... tem e...
— ¿Q tié es lo que te m e ? ... ¿ Q u e m e q u ite n de d e la n te ? ...
C ru jía el roble b ajo los p ies d e M ola.
— ¿ P o r qué n o p id e C a rta g e n a ? ..., G eneral.
—R uego m e dispense, m i G e n eral. R ep ito que no pido
nada.
B atet ac u sab a c la ro desconcierto a n te M ola, inconm o­
vible.
—S i la p ro y e ctad a re v u elta fuese u n a re a lid a d y fiándo­
me de su p a la b ra de n o e sta r com prom etido en e lla ..., ¿c u ál
sería su ac titu d . G en eral ?
M ola contestó cop e n e rg ía :
—Y o n o estoy com prom etido en n in g u n a a v e n tu ra . Siem ­
p re he pensado, cum pliendo con m i d eb e r, e n defender a
E sp añ a . Se lo d ije b ien claro al D irecto r general de S egu­
rid a d : A c ato c u a lq u ie r régim en, y de ello tengo d ad a s p ru e ­
b as. T o d o s... m enos u n o : E l com unista. C reo que n o lle­
g ará, p ero si llegase y E sp a ñ a estuviese a la s p u e rta s del
com unism o, defenderé a E sp añ a.
Y la d efen d ería com o G en eral, com o soldado, com o...
E m ilio M ola.
S a lta ría a la calle a u n q u e fuese con u n a estaca. Y sal-

Ayuntamiento de Madrid
252 F E L I X M A fZ

•taría lo m ism o en N a v a rra com o en C artag e n a... E n A frica


com o en M ad rid ... S a lta ría e n cu alq u ier rincón d e E sp añ a.
L a P a tria es sag rad a p a r a m í. ¿N o estoy en lo c ie rto ? ...
N o desafío, m i G en eral. P e ro tam poco tem o.
T engo p len a conciencia d e m i conducta.

N o h a m anchado su honor el G e n eral M ola a l d a r su


p a la b ra d e ... «NO E S T A R C O M P R O M E T ID O E N N IN G U .
N A A V E N T U R A ».
— ¿ P u e d e ser acaso u n a ((A V EN TU RA » el p re p a ra rse a
salv ar a la P a tria en los m om entos en q u e se avecina una
c a tá stro fe ? ¿ U ste d n o lo cree a s í?

A n tes d e l m ediodía el G en eral tra b a ja b a feb rilm en te en


su despacho. D esde a q u e lla h o ra po d ían esp erarse aconteci-
n ú entos que m uy b ien p u d ie ra n d ec id ir la p u esta en punto
del M ovim iento.
«P R E P A R A D O S ». E sta h a sido la O rd en . U n a sola p a ­
lab ra.

C an arias. A frica. B aleares y N av arra, cru zan a estas


horas sus m irad as.
A p rim e ra h o ra d e la noche llega un viajero d e Lisboa.
E s p o rta d o r d e u n a c a rta del G en eral S an ju rjo p a r a el G e­
n eral M ola. , n • • L 1 I
R ebosante de p atrio tism o , e l G e n eral S an ju rjo an h e la la
h o ra d e l sacrificio p o r sa lv a r a E sp añ a . , , .
A plau d e sin re serv as la lab o r d e l G en eral M ola e n la
p re p ara ció n del M ovim iento y hace alu sió n a ciertos p ro ­
b lem as que e n su d ía el fu tu ro G obierno nacio n al h a de
ex am in ar y resolver con arreg lo a e stric ta ju stic ia y hon­
radez, e n b ien d e la nación. F u n d am en ta la s norm as gene­
ra le s de la n u ev a gobernación d e E sp añ a, u n a vez deroga­
d a s la s leyes laica s e n vigor. A lude a la g b rio s a B andera
bicolor, proponiéndola com o ú n ic a en señ a d e la P a tria . P ro ­
p u g n a la desap arició n d e todos los p a rtid o s políticos, b arrer
d e n la s esferas nacionales todo tinglado lib e ra l y d e stru ir
su sistem a. N i m ás fa rsa s n i m ás farsantes^.
L a h o n rad ez y la a u ste rid a d — co ntinúa— , fo rjad as en

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 233

c] sacrificio y am or de h erm andad, p re sid irá n todos los tr a ­


bajo s o a ra conseguir la constitución de u n E stad o asentado
en la V e rd ad y la Ju stic ia. Con ello, u n a p a z serena, nacida
del convencim iento, será la confianza con que colabore el
pueblo español en la o b ra del resurgim iento.
L eíd a la c a rta del G eneral S anjurjo. el G eneral M ola ha
d isp u esto que m añ an a d ía I I , a las seis de la m añ an a, acom ­
p añ e a F ra n c ia al p o rta d o r de la c a rta , que v a a S an Ju a n
de L uz. donde se encu en tra Don M anuel F a l C onde. El
enlace que h a estad o en L isboa llev ará a F a l C onde la c a rta
de S an ju rjo a M ola.
E l G en eral m e h a en tregado o tro docum ento p a r a F al
Conde
— S epa u sted lo que dice — h a dicho el G en eral— , p o r sí
tuviese que d estru irlo en el viaje. Y decía, te x tu alm en te:
«Conforme con las orientaciones que en su día dé el Jefe
del Gobierno provisional, General Sanjurjo. Firm ado: Em i­
lio Mola Vidal.»
— M ucho ojo en la fro n te ra — decía M ola al despedirm e— .
Le espero a u sted al m ediodía. N o deje de e star con Ba-
selga. T en d rá noticias...

MOL A C U I D A B A
los ú ltim os detalles del p la n con todo esm ero. S u stitu ía y
aco p lab a. R ep asab a cifras, claves y, u n a vez consultadas,
volvían los papeles a sus c a rp e ta s de origen. M ovilizaba sus
enlaces a todas h o ras. R ecib ía y tra n sm itía instrucciones de
previsión, y o rd en ab a a l elem ento m ilita r d e la guarnición
q ue estab a en su colaboración acoplase los cuadros de la
C olum na que h a b ía de sa lir p a r a M adrid.
T o d as las ca p ita le s de E sp añ a , d irec ta o indirectam ente
sab ían d e N a v arra . L as fiestas de S an F erm ín e ra n apro­
vechadas en sus d ía s y noches, convirtiéndose P am p lo n a du-

Ayuntamiento de Madrid
354 B. F E L I X M A Í Z

ra n te toda aq u ella sem ana en el C uartel G eneral de la s ú l­


tim as operaciones d e la conspiración.
i

LAS CONFERENCIAS
telefónicas que cruzan los hilos oficiales rep ite n ¡(ALERTA»
en los C entros bases de la coalición rev o lu cio n aria ro ja . ¿E n
ord en a u n p la n defensivo u ofensivo? No lo sabem os.
L a p re n sa ro ja h a b la m ucho estos días d e la Internacio­
n a l C o m u n ista :
(¡Tiene la m isión d e lib e rta r a los obreros del yugo
c a p ita lista y de p re p a ra r y o rg a n iz ar la ca íd a violenta
del régim en b u rg u és p o r m edio de la revolución p ro le­
ta ria .»
(¡La In tern acio n al C om unista es la In tern acio n al de
las A sociaciones o b re ras que une, salvando la s fron­
tera s al p ro le ta ria d o m ilita n te , sin distin ció n de raza,
religión o profesión. C om prende todos los p a rtid o s co­
m u n istas del m undo. E s tam b ién u n p a rtid o político.
E l p a rtid o in tern acio n al de com bate del p ro le ta ria d o .»

S í señor, exacto. E s el P a rtid o In tern acio n al d e C om bate.


E l p a rtid o que hoy en d ía obedece ciegam ente las in stru c­
ciones del supergobierno que tr a ta de co n q u istar el P o d er en
el m im do. S us m edios, sus arm as p a r a el com bate, n o son
ya secretas. Sus hom bres tam poco perm anecen en el m iste­
rio. A nu n cian con toda cla rid a d su p ro g ra m a ;
(¡Es preciso d e stru ir la civilización c ristia n a p a r a conse­
g u ir n uestro objeto.»
c A qué espera el cristian ism o ? ¿D ónde están sus hom ­
bres ?

MUCHA VIGILANCIA
y m u cha precaución en la fro n tera. E n las proxim idades de

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f i A 2 SS

la A d u an a, ta n to de u n lado com o de otro, el am biente es


ra ro . L uego he podido confirm ar esta opinión a l escuchar
en S an Ju a n d e L u z la inform ación que m e h a d ad o u n
((Cruz de Fuego». E xiste en la p a rte de F ran c ia , p o licía del
G obierno español.
H e d ejado m i coche en sitio d e confianza, y en el de un
am igo fran cés he llegado a la residencia de F a l Conde.
1 am bién existe nerviosism o en aq u ella casa.
Los señores L am am ié de C lairac, O lazábal y el T eniente
Coronel R ad a estab an con Don M anuel. L uego h a llegado
B aselga.
A g ran des rasgos he expuesto la situación general d e es­
tos d ías y m i p u n to d e v ista de que la h o ra del A lzam iento
se acerca. H e podido n o ta r c ie rta reserv a en la conversa­
ción a l t r a t a r de este punto. F a l C onde esp erab a las noticias
d e M ola y le h e en treg ad o el m ensaje que m e h a b ía sido
confiado.
A l d arm e cu e n ta d e que la p ru d e n cia aconsejaba d e ja r­
los solos p a ra sus deliberaciones, con u n p retex to h e salido
al jard ín .
A m i regreso h e no tad o síntom as de discusión. P o r lo
m enos el T eniente C oronel R a d a no estab a conform e con la
p o stu ra de F al C onde, que p o r el m om ento m anifestaba la
im p o sib ilidad de d a r la contestación que exigía el G eneral
M ola.
Y o le he aprem iado, recalcando m ucho la u rgencia m a­
n ifestad a p o r M ola.
F al C onde m e dice que a d v ie rta a l G eneral que él nece­
sita co n su ltar con el P rín cip e R egente d e la C om unión y
o tras A u to rid ad e s del P a rtid o , antes d e estam p ar su firma
p a ra la n z a r su P a rtid o a la g u erra civil.
D e todos m odos, h a dicho a l desp ed irm e;
— P rom eto a c elera r todo lo posible.
E l T en ien te C oronel R a d a m e h a d ad o u n encargo para
el G en eral M ola.
— D ig a u sted a l G en eral que d e n tro de u n as h o ras estaré
en P am plona.

El pleito, las diferencias, llám ese como se quiera

Ayuntamiento de Madrid
IX m a í z
356 B. F E L

al p aró n hab id o en las relaciones


d e l M ovim iento y la s A u to rid ad es del P a rtid o 1 ra d
cio n alista. h a aido grave. Y o n o p a e d o n . debo ="!"'=■” =
caso. Sé que en doce h o ras, p lazo suplicado a l *
M ola p o r p erso n a e n te ra d a d e a p o stu ra que el
a ad o p tar, p o stu ra gravísim a, fa ta p a r a el A lzam iento, H A
S ID O S O L U C IO N A D O E L P L E IT O . , r
Y sé que la persona h a sido D on R aim undo G arcía.
uG A R C lL A S O ». D ip u tad o a C o r t e s del bloque de derechas
d e N a v arra , uno de los hom bres del M ovim iento. A h o ra y
h ace años.
Me p re g u n ta b a D on M anuel P a l C onde p o r la G E N T E
d e su P artid o .
— f A m b ien te? , i j i
— I D ecisión ab so lu ta d e usaltar» el d ía 'o f
G en eral M o la ! Y n o es precisam ente la p erso n ah d ad de lYloIa
ia que les a rra s tra . A M ola no lo conocen E s la ^«tuicum
de sen tirse «bien dirigidos., a n te la necesidad de obedecer
a u n Jefe que v a a g uiar los pasos necesarios p a r a defender
su existencia.
—Y o n o soy n ad ie - d e c í a M o l a - , p a r a crear d en tro de
este M ovim iento o tro M ovim iento. Y o no soy sm o u n Jete
d e fu e rz a a rm a d a que v a a sa lir a l cam po con sus moldados
p a r a defender la v ida de E sp a ñ a que esta en p eligro. Y o no
sé n i qu iero saber, n ad a d e p o lític a ; lo único que quiero
son hom bres que m e sigan p a r a g an a r la ^
le m a : «DIO S Y P A T R IA » . L o d em as..., v en d rá después.

i T am b ién en A lican te h a b ía p leito. L a s esferas direc-


I tivas de F alan g e establecen diferencias que f f
, acoplam iento y coordinación p a r a el conjunto del Movi-
I m iento. T am b ién se p u d iero n resolver.

E sp añ a , direm os u n a vez m ás. debe su salvación a la


in cu eb ran tab le resolución de unos hom bres que h an sabido
m an ten e r la ó n ica P O S T U R A que po d ía d ec id ir los desti­
nos de u n a P a tria lib re.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A

E n estos m om entos h istóricos d e la nación, críticos por


la grav edad que en cierra el peligro inm inente d e u n triu n fo
enem igo que esclavice y m ate su v id a e sp iritu a l y m aterial
lib re, solam ente u n a B andera, precisam ente la m ism a que él
a rrió , sím bolo conocido en el m undo p o r su g ran d eza y li­
b ertad , es la ú n ica que debe cobijar las huestes que se ap res­
ten a izarla d e nuevo en el m ástil m ás a lto d e la P a tria .
N o se concibe g randeza con m ezquindad, n i lib e rta d con
cad en as. Y la p o lítica a rra s tra eslabones que suenan a m ez­
q u indad.
S a lta rá n a l cam po d e la lu ch a hom bres desinteresados,
hom bres lib res de todo secuestro político, hom bres que tie­
n en p u estas sus m iras en las a lta s cum bres d e u n a P a tria
san a y lim pia.
N o tienen la m ism a categoría loa que p ien san e n ... h i­
potecas. L es cieg a el in terés p a rtic u la r, y n o ven que su
exigencia re sta po ten cia a l m u ro que se está fabricando
p a ra que en él se estrelle el enem igo.
E l fre n te nacio n al p ro yectado nace lim pio d e egoísmos.
N o a d m ite v arita s m ágicas que encubran los procedim ientos
d e u n truco.

LA CONTRAORDEN
se h a dado. Y a no será «D ía 12, N a v arra . D ía 14, A frica».
E l telé g ra fo y el cable lo h a b rá n dicho lacónicam ente en
L isboa, C an arias y C euta.
— ¿ S e rá la rg a la e sp e ra ? ...
—N o es posible que lo sea.

PODEMOS ASEGURAR
que en esta segtuida decena del m es de Ju lio se p ro d u cirá el
A lzam iento. L a consigna se d a rá con 40, 30, 24, 12 horas

Ayuntamiento de Madrid
268 B. F E L I X M A Í Z

de antelación, según los cálculos horarios previstos p a ra


cad a uno de los lu g ares de recepción.
E sta disposición de A V IS O in te rp re ta la decisión p a ra
h o ra próxim a.
Nos lanzam os sin h ab e r podido lo g rar u n c u a d ro de se­
g u rid ad es que p u d iera n a lla n a r el d ifícil cam ino que vam os a
em p render. P ero no es posible e sp e rar m as.
«V A C IL A R U N M O M EN TO M A S, S E R IA U N C R I­
MEN». A sí d a com ienzo el B ando de G u e rra que confeccio­
n a el G eneral.
Som os anticom unistas y vam os c o n tra el com unism o y
c o n tra todos sus colaboradores. C reo que es la resp u esta
m ás ex acta y c la ra que podem os d a r a qu ien tra ta se de in ­
d ag a r el P O R Q U É de n u e stra decisión.
¿ B a n d e ra ?
N o es posible y a seg u ir opinando, n i m ucho m enos d is­
c u tir sobre las razones que p u ed a n influir en p ro o en con-
tra de d eterm in ad a enseña. N o som os nosotros los que la
im pongam os. Q u e decida E sp añ a.
T oda enseña que cobije fuerzas an tico m u n istas puede
ag ru p arse con nosotros.
P ero el G en eral M ola tam bién necesita u n a B a n d e r a :
— ¿Y y o ?—p reg u n ta.
Los reunidos callan. P o r fin se oye u n a voz:
—M i G eneral, ¿ p o d ría en arb o lar su coche la B an d era de
N a v a rra ?
P a ra el coche del G en eral se va a confeccionar u n B an­
d erín con el escudo de N a v arra . E l G en eral h a d icho que se
se n tirá orgulloso de ir con él, porque con el tam b ién se
lan za N a v arra p a r a sa lv a r a E sp añ a.

De m i D iario (12 de Julio)

HOY T ERMI NAN

las fiestas de S an F erm ín . D esde luego sin aten d e r a o tras

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 259

razones, que com prendo n o e stán a m i alcance, celebro que


n o h ay a sido hoy la fech a del A lzam iento.
P am p lona estab a congestionada d e gente. Se h a apro­
vechado m uy bien esta circu n stan cia p a ra o p e ra r sin cu id a­
d o . E n u n d ía se h a d esarro llad o la lab o r de m uchos.
N o q u iero a n o ta r nom bres, porque no sé todos, pero el
n úm ero de enlaces llegados de la s d istin ta s com arcas de
la p ro v incia h a sido m uy grande. T odos h a n recibido ins­
trucciones y al m ism o tiem po h an dado su inform ación. T o­
dos la m ism a p re g u n ta ; ¿C U A N D O ?
A lg u no h a llegado con la bo in a colorada bien doblada
en el bolsillo.
—P ero y eso c p o t qné lo h as traíd o ?
— ¡T o m a ! ¡P o r si ac aso !...
O tro s que vinieron sin ella se la h an llevado.
T o d av ía n o hem os trilla d o — decían unos de L um bier— ,
p ero n o im p o rta. T rilla rá n las m ujeres.
— ¿ S í, o n o ? ¿ E n qué q u ed a e sto ?—d ec ía uno de Ber-
b in zan a.
— ¿ A qué c u a rtel hem os d e ir los de O lite?
Y a s í todos, y d e todos lo s pueblos.
M irando a u n o de A rta jo n a , pensaba yo en la ta lla de
las cam isas.

((Garcilaso» esp era la p ró x im a llegada del señor C alvo


Sotelo. C on otros am igos suyos h an convencido a D on José
p a r a q u e venga a N a v arra . Se situ a rá probablem ente en el
B aztán.

M anuel H e d illa y sus com pañeros, u n a vez realizad as sus


en trev istas en P am plona, h a n reg resad o a sus p uestos. T am ­
b ién aprovecharon la fa cilid a d d e las fiestas. —H a n dejado
todo a punto—^me d ijo el señ o r M oreno.

A ú ltim a h o ra m e llega u n aviso del C a p itá n L astra . Me


c ita p a r a m a ñ a n a a la s ocho y m edia d e la m añana.
S upongo será el m otivo el e stu d ia r la form a d e p o n er en
p rá ctica la s precauciones que u n a vez m ás nos aconsejó
ay e r el G eneral.

Ayuntamiento de Madrid
360 B. E I. I X M A Í Z

E n la b rig a d illa d e P o lic ía especial situ ad a p o r A lonso


M aílol en P am p lo n a h an cam biado algunos elem entos o ha
sido reforzada. M añ an a tendrem os noticias sobre este p a r­
tic u la r en m i v iaje a Logroño.

C ontinúa la a leg ría en las calles, a p e sa r de que las


fiestas se acab an . N o creo que n ad ie m e necesite y a hoy.
V am os tam b ién a la calle a desp ed ir estos Sanferm ines, no
v ay a a ser...

T odo el d ía h e ten id o en la im aginación la contraorden


q ue se dio p a r a el d ía d e hoy.
¿ C u án d o se d a r á la «últim a» o rd e n ?

SOBRE GALICIA

hem os com entado en v aria s ocasiones su p o stu ra con seguri-


d a d y optim ism o. H oy e stá en P am p lo n a el C ap itán G ari-

N o es que su p re p ara ció n h a y a sido fácil y lib re de ries­


gos. E s m ás, to d av ía con tin ú an p u estas las interrogantes
d etrá s de m uchos nom bres que a estas h o ras n o debían ofre­
cer duda. . „
P e ro el optim ism o y seg u rid a d p a r a co n sid erar q u e «ma­
lic ia s a lta rá en el m om ento preciso viene reforzado p o r las
inform aciones d e u n hom bre que desde el p rim e r m om ento
de la co n sp iració n tra b a ja sin descanso a las ordenes del
G en eral M ola. . , , ,
S angre n a v a rra de otro O ficial decidido, el C a p itá n del
C uerpo Ju ríd ico , T om ás G aricano, a c tu a lm e n te d estin ad o en
C o ruña. , • • j
E l enlace del C ap itán G a rican o con la s G uarniciones de
G a lic ia h a sid o perfecto, a p e sa r de la vigilancia_a que esta
som etido. H a realizado el cu a rto v iaje d e C ovuna a P am ­
plona. llam ado p o r M ola, y esp era órdenes, sin d u d a las
ú ltim as p a r a p a rtir a su puesto.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 261

E l Coronel M ar'tín A lonso está m uy vigilado desde el


cam p o contrario. D esde su llegada a G alicia , el enem igo
a tis b a sus gestos y m ovim ientos. P a ra M artín A lonso es
fá cil d esp ista r a l enem igo. T iene hom bres a su lado que
o p eran m agníficam ente.
A dem ás d e l C a p itá n G aricano, lab o ra n en el p la n con
to d a decisión figuras com o L u is T o v ar y F erm ín G utiérrez
S oto (C om andante d e E stad o M a y o r). C o n tar con el ím pe­
tu d e l T eniente C oronel T eijeiro no cabe d u d a que es u n
descanso. B uen p lan tel de Jefes y O ficiales secundan la
iniciativa.
Sabem os de la cooperación en el elem ento civil, de Se-
verino L am as C alv ete y d e M iguel O jeda.
S in em bargo, el volum en de la conspiración en G alicia
es n ecesario a d v e rtir que no alcan za extensión.
E l G en eral M ola está m u y bien enterado, adem ás, por
su íntim o am igo G a rra de la v erd ad era situación del
N. O . d e E sp añ a en lo que respecta al am biente civil. T iene
n o tas m u y interesantes.

HOY ES UN DI A
d e balance. E l G en eral re co rre el m ap a d e E sp añ a, y a su
v ista to m a notas que h a n de ser guión p a ra nuevas in stru c­
ciones.
N a d a escapa a su fina observación, a l m ism o tiem po que
so licita inform aciones que le son necesarias p a r a acoplar
los ú ltim os en g ran ajes que h a n d e m over la m áq u in a del
M ovim iento.
H a d ispuesto que el C a p itá n G a rican o se en trev iste en
E l F e rro l con don M anuel V ie rn a y don S alvador Moreno,
alto s Jefes de la M arin a d e G u e rra . S egún su s cálculos,
puede h ac erlo el d ía 16. ^
L as instrucciones p a r a las fuerzas d e la A rm a d a están
y a en po der de los Jefes com prom etidos. C opio alg u n as de
ella, referentes a la B ase d e E l F e r r o l:

Ayuntamiento de Madrid
5(¡2 B. F E L I X m a í z

«El L evantam iento de las F uerzas d e la A rm ada


d eberá ser sim ultáneo con las d e l E jército d e la s D ivi­
siones 6.* y 8 / . debiendo aten d e r con la s U n id ad es de
que disponga los siguientes com etidos:
1. ® A seg u rar el o rd e n p ú b lico en E l F errol, re d u ­
ciendo a la im potencia a l p erso n al que se declare en
co n tra del M ovim iento.
2. ® V ig ila r la costa en la fo rm a que^ le sea
h acerlo desde la desem bocadura del M iño a la ael Bi-
dasoa y m uy especialm ente el sector com prendido e n ­
tre A viles y P asajes d e S an Ju a n , im pidiendo todo d es­
em barco de fuerzas enem igas y m uy especialm ente el
co n trab an d o de arm a s que no v ay a expresam ente con­
signado a l E jérc ito d e los p atrio tas.
3. ® D os un id ad es pequeñas h a b ra n de cooperar con
las F uerzas del E jérc ito a l m antenim iento del orden p u ­
blico e n B ilbao. L a acción de la A rtille ría sobre la zona
m inera p u ed e ser en extrem o in tere sa n te y ehcaz.
4 ® O tra s dos U nidades p o d rá n ser convenientes a
su vez en G ijó n y S an tan d er, especialm ente en el pri-

"* ^ T a n " p ro n to se in icie el M ovim iento, el M ando de


las F uerzas N avales de E l F e rro l d e sta c a ra dos O c a ­
les de enlace a l C uartel G en eral del E jército de O p e­
raciones. . ,
E sto s O ficiales (de no recib ir orden expresa en con­
tra rio ). irá n a B urgos, en donde es d irá n el punto
donde se h a lla el C u artel G eneral o lin e a por la que se
desplace éste.

L as instrucciones p a ra las Bases de C ádiz. C artag e n a y


F u erzas N avales de A frica se refieren p rin cip alm en te a em ­
b arq u es. desem barcos y tra n sp o rte d e tropas.
co ntacto con la s F u erz as de B arcelona, V a le n cia y M alaga,
según lo indique el Jefe de las F u erz as de tierra .
T o d as estas instrucciones fueron fechadas p o r el g e n e ­
ral M ola el d ía 20 de Ju n io de 1936 con la firm a de E L D I­
RECTOR.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 263

V oy a te rm in a r estas n o tas antes de sa lir p a r a la fro n te­


ra , desd e donde reclam an la p resencia de u n enviado del
G eneral.
M ola h a ten id o noticias p o r u n a persona cercan a a l avia-
d o r G á n d a ra , que se en c u en tra e n F ra n c ia , d e la salid a de
L ondres, ru ta T án g er, del avión que h a de tra n sp o rta r al
G en eral F ran c o desde C an aria s a u n aeródrom o d e A frica.
L as gestiones del señor L a C ierva, ju n to con el señor
lín en L ondres, p a r a el logro del avión, h an tenido éxito.
E s u n a p a ra to de g ra n ra d io de acción. L leva u n n o m b re:
«D ragón R apid».
S ien to u n a cu rio sid ad m uy grande p o r conocer los de­
talles in teresantísim os que anteceden ál viaje de este a p a ­
ra to , que vuela h ac ia T án g er, donde e sp e ra rá órdenes p a ra
su traslad o a C anarias.
D esde luego creo que se p o d ría n llen ar v aria s p ag in as
con este episodio.

EL SEÑOR LA CIERVA
re cib irá instrucciones en breve p a r a u n posible desplaza­
m ien to a L ondres y B erlín. A su n to d e m uniciones. E s una
de la s g randes preocupaciones del G en eral. No p ierd e el
asu n to d e viáta, p orque su im p o rtan cia la considera c a p ita l.
E l éx ito o el fracaso en este negocio p u ed e ser decisivo
p a r a el M ovim iento, y M ola tra b a ja cuidadosam ente en la
confección d e u n anteproyecto p a r a el m ism o, con el fin
de que llegado el m om ento d e realizarlo el cam ino sea lo
m ás d irec to posible.
E l G eneral p ien sa en la g u erra. N uestro arm am ento es
insuficiente y la m unición escasa. S olam ente en el ex tran ­
jero podem os en c o n trar u n a fuente de aprovisionam iento.
H a dado lo s p rim ero s pasos d e n tro d e l m ayor secreto,
y ellos m arc an la ru ta a seguir.
L a in d u stria p riv ad a de arm am en to d e gueyra se pres-

Ayuntamiento de Madrid
2fi4 B. F E L I X M A fZ

ta rá a serv ir m ed ian te u n pago a! c o n t ^ o . F a b ric a s ale­


m an as. a u stria c a s y polacas están en condiciones de h acer­
lo. H acen fa lta «Ubras».
T o d o está dispuesto p a r a em pezar las gestiones u n a vez
que hayam os saltad o . . •i i j i
B erlín y L ondres serán los centros d e ac tiv id ad del señor
L a C ierva.
V oy a a n o ta r los nom bres d e dos personas que en A le­
m an ia v an a in terv e n ir desde el p rim e r m om ento de las ges­
tiones. Son el A lm iran te C an arís y V o n V eltjens.
E s curioso, p ero ellos ignoran p o r com pleto el p ap el que
v an a re p resen ta r e n este com plicado asu n to . C laro es que...
p o r ah ora. P ro n to lo sab rán .
Y no sé m ás d e este m isterioso asunto.
Sí sé. Q u e se h a salvado u n a g ra n c o n tra rie d a d ; el ca­
lib re de n u estro fu sil. Se h a resuelto p o rq u e el G eneral
M ola g u a rd a u n pequeño p aq u e te que e n c ie rra ^ a «piezar
q ue en su d ía el señor L a C ierva llev ará p a ra solucionar rá ­
pidam ente lo que p o d ría en c e rra r u n a g^an ciontraneda^
H O M B R E S ..., A R M A M E N T O S ..., M U N IC IO N E S ...,
iG U E R R A !

De mi Diario

13 DE JULIO

Com o d e costum bre, el G en eral M ola tra b a ja b a en su


desp acho desde las p rim eras h o ras d e la m a ñ ^ a .
A p roxim adam ente sería n las diez cu an d o «C ^rcilaso» co­
m un icaba al G eneral u n a n o ticia que a él ac ab ab a n d e anun-
ciéir desde M adrid. ,,
E l d ip u ta d o don José C alvo Sotelo desap areció aquella
m ad rugada, después de h ab e r sid o detenido en su casa y

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 267

«YO T E N G O S E Ñ O R C A S A R E S Q U IR O G A , A N ­
C H A S E S P A L D A S . S U S E Ñ O R IA E S H O M B R E F A ­
C IL Y P R O N T O P A R A L A A M E N A Z A . B IE N . SE-
Ñ O R C A S A R E S Q U IR O G A . M E D O Y P O R E N T E ­
R A D O D E L A A M E N A Z A D E S U SE Ñ O R IA .
Y O A C E P T O CON G U S T O Y N O D E SD E Ñ O
N IN G U N A D E L A S R E S P O N S A B IL ID A D E S Q U E
P U E D A N D E R IV A R S E D E A C T O S Q U E Y O R E A ­
L IC E P U E S N O F A L T A B A M A S. D IG O L O Q U E
S A N T O D O M IN G O D E S IL O S C O N T E S T O A U N
R E Y C A S T E L L A N O ; «SEÑOR, L A V ID A P O D E IS
Q U IT A R M E P E R O M A S ... N O P O D E IS ». Y E S
P R E F E R IB L E M O R IR C O N G L O R IA A V IV IR CON
V IL IP E N D IO ».

V ein tiséis d ía s d u ró desde esta fecha la C ap illa de José


C alvo Sptelo. H A S T A Q U E D E L A P R IM A R A C H E C A
O F IC IA L D E E S P A Ñ A S A L IO E L P IQ U E T E Q U E
H A B IA D E E JE C U T A R L O .

¿ O rd en es del C u a rte l d e P o n te jo s? ... No.


¿C o n d é... M oreno... C u e n c a ...? ... No.
¿ E s p a ñ o le s? ... No.
Si ya n o ten ían n acio n alid ad ...S i h a b ía n cam biado el
ap ellido... H a b ía n renegado de E sp añ a.
Ersm unos esbirros de la L U B JA N G A D E M OSCU.

A m edio d ía . en las calles, co rrían los p rim eros rum ores


del crim en. A m biente de inquietud, de ag itació n interna,
de recelo.
C om enzaban lo s ciegos a ver y los sordos a oír-
Me aco rd ab a de la frase de D zerjm sk y : «M A IA K
A U N O E S A T E R R O R IZ A R A M IL».

A las dos y m edia recib ía orden de sa lir p a ra l^ g ro ñ o .


E l m ism o enlace que me la tra n sm itía acab ab a d e poner
u n cifrado a B arcelona recom endando q u ietu d , espera, y
m u ch a serenidad. j i i
M i v iaje a L ogroño obedecía a ciei'to tem or del G eneral

Ayuntamiento de Madrid
208 B. F E L I X M A i Z

cié que en aq u ella ca p ita l surgiesen acontecim ientos. D iga

“ **«QUE N A D IE S E M U E V A P O R N IN G U N C O N C E P ­
T O . N I A U N Q U E E X IS T A PR O V O C A C IO N ».

A las c u a tro y m ed ia lleg ab a a Logroño. '


D esde m i salid a d e P am p lo n a y d u ra n te todo el tray e c­
to ad v e rtí m ay o r lu jo de v igilancia que en d ía s anteriores.
Sobre todo en los alred ed o res d e E stella. ra ro e ra e l cruce
en que no estuviesen situ a d a s las p arejas de la G u a rd ia
C ivil. ,
A la e n tra d a d e L ogroño fu i in terro g ad o extensam ente
sobre los m Ptivos y d u ració n de m i viaje. A cab é ensenando
a l cabo, que tan to se preo cu p ab a de m i persona, el m aletín
d e tu b o s d e p a sta dentrífica y u n buen su rtid o de cepillos
de boca. A quel d ía llev ab a la docum entación com o com isio­
n ista d e u n a casa de pro d u cto s higiénicos. E l coche m e lo
h a b ía cedido u n alm ac en ista de los m ism os. U n a vez tom ada
la m a trícu la, docum entación d e l coche y la m ía p erso n al,
me rogó am ablem ente el cabo que si ello n o m e causaba
g ra n extorsión hiciese acto d e p re sen cia en la C om isaria
de V ig ilan cia d an d o cu e n ta del control sufrido.
D irectam ente fu i a l C asino, tom ando asien to en u n ve­
lad o r situ ad o en la te rra z a . E n el la d o opuesto se encon-
tra b a el C ap itán H e rrero s de T eja d a, con v a n o s com pañeros
suyos. C on u n gesto m e d io a en ten d e r que se h ab ía a p e r­
cib id o d e m i llegada. ,
M inutos después sa lía yo an d a n d o en d irecció n a la
p a rte tra se ra del edificio en donde m e recogió p a r a condu­
cirm e a l c u a rte l d e A rtille ría .
Y a en el coche, p re g u n tó ’:
-c E .1 G e n e ra l? ... {N o le h a pasado n a d a í
—N ada. E sa m ism a p re g u n ta la h a n hecho esta m anana
desde M adrid. . .
—E sta m añ an a co rrían rum ores, p ero al ten er noticias

_ V a m o s a v er qué situ ació n es la d e Logroño, después


del rep u g n an te suceso de esta m a d ru g a d a ; Q u é p a sa por
aq u í?

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 2 6 !)

— Com o puedes o bservar, a ú n no p asa n ad a . P e ro esta


noche es m uy posible que pase. E s que y a N O P O D E M O S
M A S. N o sabes cóm o está L ogroño. C on la to rm en ta en­
cim a. H o y tenem os v igilancia ro ja d elan te de los cu arteles.
N os están provocando. N o term in an de llegar elem entos de
A cción. T enem os los cu a rteles vacíos. E stam os expuestos
a u n copo. i x .n -
L legábam os a las inm ediaciones del C u artel d e A r'tillena.
— M onta la p isto la —m e dijo R afael— . A quellos que
están allí m e conocen m uy bien.
Y m e señaló c u a tro o cinco individuos que estab an al
o tro la d o d e la p lazu e la d e en tra d a al C uartel.
P en etram o s en el C u arto d e B anderas.
L a A rtille ría de L ogroño e ra ... española. E n el am biente
d e aquellos artillero s, a p esa r d e la preocupación, dom inaba
el optim ism o. S en tían P reocupación porque veían m uy cer­
ca la h o ra en que la revolución m a rx ista sería u n a re alid ad
en la R io ja. F u ertes núcleos d e la coalición revolucionaria
se co n cen traban en la provincia.
G ru p o s de la C . N . T . y d e la F . A . 1. se colocarían a
la cabeza. E l G olpe p lan tea d o en la R io ja p o d ía ser de
m ucha efectividad si se les d e ja b a to m ar la d elan tera. ^

L A L IN E A D E L E B R O ... L A FA M O S A L IN E A D E L
E B R O ...
¿ Q u é h a c e r? E se e ra el m otivo de p ed ir instrucciones
Y M ANDO. , ^.TCMA
R ep etí u n a de las instrucciones del G e n e ra l: (cQUE N A ­
D IE S E M U E V A P O R N IN G U N C O N C E P T O , N I A U N ­
Q U E E X IS T A PR O V O C A C IO N .»
__L a opinión del G en eral en este m om ento—dije— es la
s ig u ie n te : r> ii
E l G obierno espera y desea u n chispazo, r a r a ello esta
P R E V E N ID O . N o cree e n n in g u n a provocación d e tipo
volum inoso. j • •
M ola recom ienda desde hoy e v ita r toda clase de m ci-
d en tes personales, sea c u a lq u ie ra el acto que los p u ed a p ro ­
vocar. P a r a ello in d ica u n m ay o r aislam ien to en p ú b lico de
todos u stedes y la perm anencia en los dom icilios a p a rtir de

Ayuntamiento de Madrid
270 B. F E L I X M A f Z

la p u esta del so!. P u d ie ra llegar u n a orden que ustedes ya


conocen y que dice :
L legado el caso. «Q U E U N H E C H O IN E S P E R A ­
D O ))..., etc., etc., yo d ese aría h a b la r confidencialm ente con
la p ersona que h ay a de re cib ir la orden del G eneral M ola
respecto...
Se ad elan tó u n C om andante. L os dem ás se retiraron.
A l m ism o tiem po que m e d a b a la m ano, p ro n u n ció la
p a la b ra «G R A N A D A ».
Le com uniqué la orden del G eneral. G ra v e p o r cierto.
— D iga usted a l G enera! que, «llegado el caso», JU R O
C U M P L IR L A .
P a ra las siete de la ta rd e p u d e com probar que to d as las
instrucciones h a b ía n llegado a sus destinos y que, u n a vez
conocidas, volvía la serenidad a tra n q u iliz a r la nerviosidad
in q u ietan te de aquel d ía pegajoso y rep u g n an te que m arcó
el ca len d ario con el 13 de ju lio de 1936.
S obre las d iez de la noche d a b a cu e n ta a l G en eral de
h ab e r cum plido to d as sus instrucciones a l pie d e la letra,
a l m ism o tiem po que le ponía a l co rrien te de la situación en
la ca p ita l d e la R io ja. S ituación que siem pre d ab a q u e pen.
s a r al G en eral M ola y que g racias al exquisito tra to con que
la m an ejab a no desem bocó m ás de u n a vez en alg ú n fuerte
chispazo.
Y a m e re tira b a , cu an d o m e dijo el G e n e ra l:
—S i n o le sirve d e m olestia, le ag rad ecería se viese con
L a s tra esta noche, p a ra que si tiene algo que com unicarm e
se lo d ig a a usted, pues he pro h ib id o term in an tem en te que
venga p o r a q u í ningún O ficial, si no es prev iam en te llcunado.
Infórm ese asim ism o de si los R equetés h an m ontado sus re ­
tenes en los d istin to s p u n to s de la c iu d a d y d e las afueras,
entendiendo que siem pre deben p erm an ecer ocultos a la vista
d el público.
M ucho ojo— term inó—con lo que se h a b la p o r telefono.
E stán in terv en id as la s líneas.

U n Jefe de R equetés a te n d ía las consignas d ad a s por


Mola.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 371

C on el C ap itán L a stra m e c ité en el cine, p a r a poder


h a b la r tran q u ilam en te. P ero L a stra no llegaba.
C u an d o el C ap itán sa lía d e su casa y a l p a s a r p o r en­
fren te del C u artel, oyó u n g rito seco de V iv a la R epública,
que in m ed iatam ente fué co ntestado p o r o tro de v iva el E jé r­
cito R ojo.
E n la esq u in a de la calle d e C hinchilla vio u n grupo
estacionado. D etrás, a l final de la calle, ap a rec ía otro m ás
num eroso. L a stra p en etró en el cu a rtel, donde y a el Oficial
de g u ard ia to m ab a sus m edidas, p u es los gritos m enudeaban
h a c ía ra to , au n q u e n ad ie se ap ro x im ab a a la calle que d ab a
e n tra d a a la p u erta.
E l C ap itán L a stra llam ó al G obierno M ilita r p a ra que
pusiesen en conocim iento del G eneral lo que sucedía, reci­
biendo la contestación de que a n te los gritos perm aneciesen
s o rd o s ; p ero que si alg ú n incidente llegaba a to m ar cuerpo,
se le avisase inm ediatam ente.
P oco después, u n a p a tru lla de G u a rd ias d e A salto d i­
solvía los grupos estacionados en aquellas inm ediaciones.
— E sto es todo— m e d ijo G erardo— . Me vuelvo al cuartel.
A llí están los dem ás.

A q u ella ta rd e el C om andante Jefe de la G u a rd ia Civil,


señor R odríguez M edel, h a b ía tenido u n cam bio de im pre­
siones con algunos d irigentes de la C asa del P ueblo y signi­
ficados elem entos extrem istas.
D el C om andante R odríguez M edel y a h ab larem o s en su
m om ento oportuno.

EL GENERAL MOLA
ha p ed id o la com posición definitiva de la colum na que v a a
m a n d a r el C oronel G a rc ía Escám ez, que es el que se ocupa
d e ello, ay u d ad o p o r los Oficiales.
G arcía E scám ez vive estos d ías en el G obierno M ilitar.

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272 B. F E L I X M A Í Z

E s G a rc ía E scám ez el la u re a d o de K u d ia-T ah ar, el Co­


ronel que v a a m an d ar la p rim e ra colum na en E sp añ a contra
el Soviet. E stá d estituido, pero, com o d ice el G e n eral, sigue
siendo C oronel. L e h a n d estitu id o porque a l Inspector del
E jército , G en eral G óm ez C am inero, le d ijo, después d e una
rev ista en el c u a rte l, que él no obedecería a n in g ú n G obier­
n o com unista. Y m ás ta rd e se enfrentó con el G en eral B atet.
D efendió a l G en eral M ola y se p usó en co n tra del G obierno
d e M adrid. D ando la cara, com o siem pre, com o cuando
ganó la L au read a .
M ola p id e que es'tén dispuestos enlaces p a ra Ma<^id,
L eón, S an S ebastián, Z arag o za. B urgos, L ogroño y B ar­
celona. / I D '
Se fijan y a los p u n to s de concentración d e K equetes y
F alan g istas. j i j..
P id e las lista s d e autobuses, cam iones y toda clase de
l ehículos d e tran sp o rte , .,
Z arag o za alcan za inform ación de H uesca, Ja c a y b e n d a .
B urgos de V allad o lid , L eón y S antander.
L as noticias d e G a licia y A stu rias son francam ente bue.
ñas
L eón. P ensam os en el aeródrom o de León. Nos es nece­
sario. E stá el C om andante R u b io . B uen Jefe d ice la in fo r­
m ación. B uen O ficial d e R egulares, dice M ola. E ste asunto
es d e hom bres, re p ite u n a vez m ás. ^
N u e stra ú ltim a en trev ista en L eón ha dado su tru to .
A lg ú n d ía se sab rá. E l enlace con L eón lo h a r a el C apitán
a v iad o r A ta u ri. Se le esp era uno de estos días.
N os dice M ola que el G eneral S aliquet se sitú a en un
pueblo cercano a .V alladolid. • j a
Q ue el G eneral Q ueipo de L lan o esta cam ino de A nda-
I
el av iad o r A nsaldo es el encargado de tra e r al G e­
neral S anjurjo.

¿ B a rc e lo n a ? ... ¿ V a le n c ia ? ... ¿ M a d rid ? ... S in noticias


E l C ap itán H ie rro nos d a m alas noticias de B ilbao, t i
Coronel n o va con nosotros.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 2?3

¿S e h a rá cargo d e S an S ebastián el T en ien te Coronel


V a llesp ín ? P orque el C oroneb C arrasco ...

L A P R I M E R A COLUMNA
que en E sp añ a va a sa lir al cam po p a ra co m b atir a l com u­
nism o h a com enzado su organización esta ta rd e .
P o r la noche, el C a p itá n L a stra h a d a d o la siguiente in­
form ación sobre los m andos prin cip ales.
L a co n stituyen cinco com pañías del R egim iento d e A m é­
ric a y cinco com pañías del B atalló n d e M ontaña.
A l fre n te de ella v a el C oronel la u re a d o F ran cisco G a r­
cía E scám ez. C o m a n d a n te s: P ed ro Isib ate y A lfonso So­
telo. C ap itanes A y u d an tes M anuel B a rre ra y A lfonso G ó­
m ez P in ed a.
C ap itan es al m ando d e las c o m p a ñ ía s: M anuel V icario,
G e ra rd o D. de la L astra , C arlos Moscoso, S abas N avarro y
D aniel AIós.
L u cas L orduy, M ariano V illas, G onzalo D . d e la L as­
tra , M artín R u b io y Sim ón V izcaíno.
R esto de O ficialidad y C la s e s : O elegir o so rtear. So­
b ra n vo lu n tarios.
—N o sé, G e rard o , si so b ra rán . C uando e n tre en loa
cu arteles, la gente que hay d isp u esta...

Los C ap itan es d e la g u arnición d e P am p lo n a, esos diez


C apitanes que quedan m encionados, pu ed en d a r p o r term i­
n ad a su lab o r, constante, d u ra , difícil y peligrosa, con que
h an co n trib u id o a la organización del M ovim iento que p ro n ­
to va a sa lta r. D esde a y e r sonríen. Y a no d u d an . Son hom ­
bres felices, p orque van a re s titu ir el h o n o r a E sp añ a . V an
a m an d ar v o lu n tario s que sa ld rá n p o r las p u e rta s de los
cu a rteles g ritan d o «V iva E spaña».
N o les a su sta la m u erte. T ienen m iedo solam ente a la
ignom inia. P ueden d a r p o r te rm in a d a la m aniobra que co-

Ayuntamiento de Madrid
2?i EL I X M A Í Z

n ienzaron en el m es d e E nero. Y sin descanso... ¡ a M a d rid !


E se es el o b je tiv o : el C u artel G en eral del enem igo.

E l G eneral esp erab a ay e r u n a confidencia al p arece r tras­


cen d ental. T am bién esp erab a u n a contestación p a r a poner en
m arc h a u n a decisión suya. ^
N i confidencia, n i contestación llegaron. ¡Q u e r a r o ....
¿ P ro d u jo colapso el crim en d e ay er?
M ola, a p u ra n d o su serenidad, p asó el d ía h o ra tra s h o ra
esp erando... N osotros sentíam os perfectam ente el^ cosquilleo
en la s p u n ta s d e nuestros nervios. L a n o ticia ^trágica d e la
m a ñ a n a descom puso a todos. Mi v iaje a Logroño p o r la ta r­
de supuso u n a m ay o r tensión p a r a m i estad o de ánim o, al
tr a ta r de ap a cig u ar la excitación d e todos aquellos.
Y yo m e en co n trab a en la m ism a situación. D esde luego
esto n o puede D U R A R . ¡N os rom perem os! H e llegado a
com prender cóm o se pu ed e p ro d u c ir el m om ento d e una
crisis.

D istin to s m edios d e com unicación con las D ivisiones


com prom etidas confirm an el recibo de u n m ensaje del Ue-
n eral, insistiendo sobre el a p a rta d o p rim ero d e la in stru c­
ción reserv ad a nú m ero 3. D ice a s i :
((Tener re d a c ta d o y a ser posible cifrad o d e antem ano
el teleg ram a ordenando a las guarniciones d e la D ivi­
sión la d ec laració n del estad o d e g u e rra y m ovilización.
E stos telegram as deben confirm arse p o r escrito y ser
enviados m ed ian te agentes civiles o m ilita re s de abso­
lu ta confianza.» ^ i r i'
Base q u in ta de la in strucción re serv ad a nu m ero I . Uice
asi
«P roducido el M ovim iento y d ec la rad o el estad o de
g u erra, se p ro ced erá en el acto a re fu n d ir en u n o solo
los C om ités civiles y m ilitares en los lu g ares donde haya
guarnición, p a ra p ro ced er de com ún a c u e r ^ según las
inspiraciones y órdenes que re cib an del D irecto r del
M ovim iento. L legado este caso, lo s C om ités p rovincia­
les cívico - m ilitares q u ed a rán su bordinados a l d e la
c a p ita lid a d d e cab ecera d e la D ivisión.

Ayuntamiento de Madrid
ALZAMIÍNTO E n E S P A A a 3Í5

Se te n d rá en cu e n ta que la acción h a de ser en ex tre­


m o ra p id a , p a ra apoderarse lo m ás p ro n to posible de los
p u n to s clave y re d u cir al enem igo, que es fu e rte y bien
organizado, deteniendo desde el p rim e r m om ento a todos
aquellos que p u d iera n co n stitu ir u n peligro p a ra el triu n .
fo d e n u estro m ovim iento, estran g u lan d o desde p rim era
h ora, los intentos de huelga y los m ovim ientos d e re­
beldía.i>

,D e m i D iario (14 de julio)

E L G EN ER A L SANJURJO
se h a ra carg o d e la Je fa tu ra del G obierno P rovisional en
B urgos. S u viaje está proyectado p a ra el d ía 19. L o recogerá
en E sto ril el a v iad o r A nsaldo. M ola tiene p re p a ra d a la con­
traseñ a, ú n ica que d ec id irá a l G eneral S an ju rjo a traslad a rse
desd e E sto ril a B urgos. E s la m ism a que S an ju rjo le en v ió :
la m ita d de u n recordatorio.

i E l G en eral esp era el enlace de B u rg o s, G av ilán , p a ra que


éste inform e a su p ad re el T eniente C oronel G a v ilán de los
ú ltim o s d etalles que h a d e p o n er en conocim iento de los G e­
n erales D á v ila y G onzález d e L ara.

C arlo s M iralles, en su ú ltim a v isita al G en eral M ola


h a recib id o el encargo de situ arse y o c u p a r ráp id am en te el
p u eb lo d e S om osierra. P a ra ello, en el m om ento oportuno
re c ib irá la o rd e n en M adrid p o r m edio del T en ien te Coronel
G alarza.
U n a vez en S om osierra, o p e ra rá b a jo el m ando d e B ur­
gos. M iralles h a salido p a ra esta cap ital.
M uchachos falangistas, trad ic io n a listas y de renovación
fo rm an la C om pañía que con el g ra d o d e C ap itán va a m an-

Ayuntamiento de Madrid
2?6 B. F E L I X M A Í 2

d a r C arlos M iralles. S erá n las p rim eras g u errillas que ocu-


p a ra n el P u erto , p a ra la operación sobre M adrid.
C arlos M iralles h a d ich o :
—N i uno solo d e ja rá d e d a r la c a ra com o siem pre la
hem os dado, m i G e n eral. E n S om osierra serem os lo s p rim e­
ro s q ue d en el grito d e «V iva E sp añ a» . D esde B urgos, d aré
i« o rd en. ((Preparada la C om pañía p a ra u n a excursión.»

De m i D iario (14 de julio)

A LA S S E IS Y MEDIA

de la m a ñ a n a h a llegado a P a m p lo n a José F in a t. E n laz a al


señor S erran o S úñer, que le en v ía con u n a c a rta p a r a el

‘^ ^ C e T á r^ ^ C a s tilla h a hecho el contacto e inm ediam m ente,


acom pañado del C ap itán U s t r a , se h a d irig id o a l G obierno

^ '^ S r v i c i o m uy u rg en te. ^ ^
d eb ía e sta r nuevam ente en M adrid. i l
D espués de u n a rá p id a e n tre v ista con el G en eral h a em­
p ren d id o el regreso. ,
— ¿Q u é ta l M a d rid ? ...—le hem os p reg u n tad o .
—F río , m u y fr ío ; p ero n o im porta.

A m edia m a ñ a n a p e n e tra b a en las h a b it^ io n e s Pa»^ticu-


lare s d^l G e n eral la señ o rita E le n a M edina. O tro enlace del

'^ ^ ^ N Í t i a Í d e M ad rid ? ¿ D e A frica? ¿ P o r q u é d en o ta tan-

a l aa lu a o y 1 . h a a ic W .s o n rie n d o ,
— H a g a el favor d e sentarse, señ o rita, y serenese. <L a

s ig i^ ^ .^ creo, pero m e he re trasad o y es m uy u rg en te. V iene


aq u í, e n el cinturón.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E ^ . 0 E K E S P & K A 277

—N o se preocupe. V am os a ver, despacio. U nas tijeras.


Q u ed ab a a b ie rto el cin tu ró n y en su in te rio r se veía un
p apel. F u é leído ráp id am en te p o r el G eneral.
C in tu ró n y p a p e l fu e ro n arro jad o s v iolentam ente a l sue­
lo. p e ro in stan tán eam en te fu é recogido el cin tu ró n p o r el
p ro p io G eneral.
—P erd ó n —dijo secam ente— . ¿T am b ién esto?
N in g u no de los presentes se a tre v ía a re sp ira r. M ola
ab an d o n ab a la h a b itac ió n a l m ism o tiem po que d e c ía :
—V uelvo en seguida.
E len a M edina ab rió su bolso y d e u n pequeño estuche
sacaba u n a ag u ja y a p re p a ra d a . P id ió u n a plancha.
¿Q u é m isterio en c errab a aquel p ap e lito ? N ad ie h ab lab a.
A p areció M ola en a c titu d m uy c o n tra ria d a , ta n co n tra­
ria d a com o no recuerdo h ab e rle visto en o tra s situaciones
que bien p o d ían h ab e r justificado aquel gesto.
P a ra m í no h a b ía d u d a de que aq u el m ensaje trad u c ía
la ro tu ra d e alg ú n cable im p o rtan te. P recisam ente en aq u e­
llos m om entos en que la necesidad exigía que la corriente
circu lase librem ente.
E n tre sus m anos M ola d o b lab a cuidadosam ente n tro p a ­
pel a l m ism o tiem po que m ira b a a l cin tu ró n . S in d irigirse
a n adie, d i j o :
N o son posibles nuevos aplazam ientos. N unca lleg aría
el m om ento O P O R T U N O .
P u ed e usted reg resar, señ o rita —dijo— y d e c ir a todos
los n u estro s «Q U E E S T O Y A E S T A E N M A R C H A . Y
Q U E N O H A Y N A D IE Q U E P U E D A D E T E N E R L O ^.
C onsultó su reloj, y dió la m ano a la señ o rita E len a M e­
d in a, a l m ism o tiem po que cariñosam ente ag rad ecía su ser­
vicio.

L ab o r arriesg ad a , difícil, v alien te y anónim a, la de to­


d as aq u e lla s m ujeres españolas que no d u d aro n en poner sus
vid as al servicio d e la P a tria . F u ero n m uchas y no puedo
c ita r a to d as. P o r eso m enciono u n a s o la ; E len a M e d in a :
C um pliendo su m isión la sorprendió el enem igo en zona
ro ja . P e ro el G en eral no descansó h a sta que la vió de nuevo

Ayuntamiento de Madrid
278 B. F E L I X MA Í Z

d elan te d e él, ta n nerviosa, q u izá m ás, que aq u ella m añana


del 14 d e julio.
A lto, m uy alto , e ra el G en eral M ola y e sta b a de pie en
su despacho del C uartel G en eral del E jército del N orte de
V allad o lid . N o fué obstáculo p a ra que E le n a M edina, al
verse enfrente del hom bre que la h a b ía liberado, d iese un
salto p a r a p o d er ro d e ar con sus brazos el cuello del G e­
neral.
M ola no se o lvidaba n u n ca de los suyos.

D espués del re la to de este episodio, p o sterio r a lo s días


de n u e stra co n ju ra, ún ico que escribo en honor a la m u jer
esp añ ola y en agradecim iento a su colaboración, volvam os a
m.i D iario (14 d e ju lio ).
Son m uchas p ág in as las que llen arían los sucesos, todos
ellos in teresan tes, que estos d ías se pro d u cen en to rn o a la
b a tu ta que d irig e los últim os m ovim ientos p a r a la p u e sta en
m arch a. P ero sobre todos ellos d estac a uno d e c a p ita l im ­
p o rtan cia.
H a sido de g ra n satisfacción p a r a el G en eral M ola. Me
atrev o a d e c ir que m a rc a la D E C IS IO N p a r a que la p u esta
en m a rc h a d e l A lzam iento sea u n hecho d e n tro d e breve?
1/
O ía s .
Q u iero d e ja r b ien c la ro la exposición de este asu n to por
la im p o rtan cia que tiene. Y qu iero tam b ién que conste que
en ello m e voy a lim ita r a d e c ir solam ente lo que sé p o r
m i in tervención o p o r inform ación d ire c ta de las m ism as
personas que intervienen en el problem a.
L as relaciones en tre el G en eral M ola y la Je fa tu ra supe­
rio r d e l P a rtid o T ra d ic io n a lista e stán e n p u n to m uerto.
L as posiciones que h an ad o p tad o am b as p a rte s en los
escasos purttos que son los que p o r a h o ra producen el des­
acuerdo. m erecen respeto, a n te la gravedad que en c ie rra la
determ inación que persiguen.
S in u n acu erd o previo y absoluto de las a lta s au to rid ad es
del T radicionalism o, el G en eral M ola n o se lan za a l Mo­
vim iento. N o es decisión p a rtic u la r su y a. L o h a consultado.
S in u n acuerdo prev io de re sp e ta r y a d m itir ciertos p rin-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O EN E S P A S A 279

cipios que la Je fa tu ra T ra d ic io n alista considera dignos de


respeto, ésta n o puede d a r su consentim iento.
E l G eneral Sanjurj'o ac tú a de m ediador.
Y en tre S an Ju a n d e L uz y P am p lo n a c irc u la n m ensajes
y m ensajeros, todos ellos con el ferviente deseo de u n a so­
lu ción rá p id a .
— E l tiem po ap rem ia—h a dich o el G en eral M ola— . N o es
posible d ila ta r m ás el acuerdo.
Los hom bres que d irig en la organización m ilita r del P a r­
tid o T ra d ic io n alista , h a n d ich o a l G e n e ra l:
— E stam os dispuestos. ¡Q uerem os la R E B E L IO N !
P ero el G en eral quiere, p a r a d a r la orden, el consenti­
m iento d e sus au to rid ad es. M ola h a ped id o celeb rar una
en tre v ista con alg u n a perso n alid ad del P a rtid o en N avarra,
D e M adrid h a llegado el C onde d e R odezno. Y al Conde
d e R odezno se le h a com unicado el deseo d e l G eneral M ola,
p rim era m en te p o r u n a p erso n a d irig en te de P am p lo n a. E l
C onde h a escuchado y h a p en sad o en S an Ju a n de L uz. ¿ J e ­
ra rq u ía ?
M ás tard e, p o r o tra p ersona tam b ién trad ic io n a lista que,
sin a u to rid a d en el P a rtid o , h a sabido to car la fib ra del
p atrio tism o después de m encionar a D ies.
E l C onde d e R odezno h a correspondido a los deseos del
G en eral M ola, y a la s c u a tro de la ta rd e , en los claustros
de la C ated ra l de P am p lo n a sa lu d a b a al G en eral M ola.
— ¿ U ste d cree, C on d e?...
__Y o creo, m i G e n eral, que cu an d o toque el c la rín todos
esos hom bres SA L D R A N .
E s ta h a sido la gran satisfacción que h a p ro d u c id o en el
G en eral M ola el pensam iento del C onde d e R odezno.
__T engo fe e n que todo se a rre g la rá , p ero exijo el con­
sen tim iento de qu ien p u ed a d arlo . ¡ A D E L A N T E !
L a p rim e ra n o ticia del d ía siguiente nos llenó de preo cu ­
pació n . Nos com unicaban de Logroño la posible presencia
en P am p lo n a d e u n h az d e te rro rista s. E n m i v iaje a Lo­
groño el d ía 13 p o r la ta rd e m e inform aron que los tres
elem entos que com ponían el haz, con tin u ab an en la ciudad.
E l sin d icalista T . no los p e rd ía de vista.

Ayuntamiento de Madrid
280 B. F E L I X M A Í Z

P ero el d ía 15 a v isab a d e m ad ru g ad a que ahabían salido».


In m ediatam ente se re d o b laro n la s precauciones en torno
de M ola.
Y nosotros nos reunim os con el fin de a d o p ta r d eterm i­
naciones p a r a o rg a n iz ar u n despiste continuo en nuestros
m ovim ientos, con cam bios rad icales que desfigurasen el giro
de la s andanzas, p a ra establecer los contactos d ebidos y
no p erd er la artic u la ció n que p o r ó tra p a rte se h a b ía o r­
denado.
N uestros coches fu e ro n traslad a d o s desde los garages a
sitio s determ inados d e seg u rid ad y lib res d e vigilancia.
Se ordenó a los O ficiales d e la G u a rn ició n francos de
servicio que perm aneciesen en los cu a rteles o en sus dom i­
cilios p a ra en todo m om ento sa b e r su situación.
Como u n relám p ag o cru zaro n p o r P am plona, a las diez de
la m añ ana, m ás d e doscientas p isto la s am etralla d o ras. T am ­
bién llegó u n a a m anos de M ola.

P ero el p u n to d e m ás aten ció n y v igilancia p o r n u estra


p a rte lo m arc ab a en aquellas circu n stan cias el Jefe d e la Co­
m an d an cia d e la G u a rd ia C ivil, señor R odríguez M edel.
E.l d ía 4 d e Ju n io de 1936 vino a P am p lo n a p a r a hacerse
carg o de la C om andancia. V in o a «republicanizar a la G u a r­
d ia Civil», según frase suya. Con lo cu al h a c ía p a te n te que
la G u a rd ia C ivil d e N a v a rra no e ra re p u b lic an a. S u a n te ­
cesor en el cargo. C om andante M uga, se h a b ía preocupado
de q ue siguiese siendo española.
R odríguez M edel form ó a su llegada u n triu n v ira to con
el C om andante José M artín ez F re irá y el C a p itá n C ajero R i­
ca rd o F resn o , triu n v ira to que p ro n to se lanzó d e lleno a p o ­
n er en p rá c tic a to d o el p la n d e desm oralización acordado
p a ra lo g ra r el fru to apetecido. Q uisieron, en u n a p a la b ra , y
p a ra ello n o re g ateab a n n in g u n a d a s e d e disposiciones, em .
plean d o incluso castigos y traslad o s a rb itra rio s, a rra n c a r de
los g u ard ias el e sp íritu d e honor, y fo rm a r u n a «cuadrilla»
que obedeciese ciegam ente sus m andatos.
Intim am ente ligado al G ob ern ad o r C ivil, a la D irectiva
d e la C asa del P ueblo y en contacto con alg ú n elem ento ex-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O EN E S P A Ñ A 281

trem ista en la p a rte de la R ib era, llegó a confeccionar una


lista de g u ard ia s afectos al F ren te P o p u la r y o tra de g u ar­
d ias de D erechas.
^ P r o n to empezó la persecución c o n tra estos últim os. Mo­
vió y rem ovió destinos, castigó con todo rig o r fa lta s im agi­
n aria s, y ofreció m ejoras a los que incondicionalm ente se p u ­
siesen a su disposición.
C uando ya su lab o r estab a avan zad a consiguió, p o r m e­
d io del G eneral B atet, el envío d e m a te ria l y m unición ex
tra , recibiendo u n herm oso cam ión y dieciocho m áquinas
am e'tralladoras.
S u teléfono y su radioem isora com im icaba constante­
m ente con M adrid y tra n sm itía d iaria m e n te toda la infor­
m ación re cib id a d e u n a b u en a re d de soplones que h ab ía
ten d id o en d istin to s pueblos de la provincia. D ió seg u rid a­
des a M adrid d e que d o m in ab a y po d ía dom inar cualquier
situ ació n que p u d ie ra presentarse.
P ero lo vergonzoso, lo ra stre ro , lo crim in al en m edio de
su actu ación, si ello fuese v e rd ad —yo no lo puedo asegu­
ra r— h ubiese sido la p re p ara ció n de u n a te n ta d o co n tra el
G en eral M ola p o r aquel co n tubernio que re p resen ta b a al
G obierno de M adrid. P recisam ente p o r cierto flam enco del
F ren te P o p u la r, uno d e tantos, que frecu en tab a el despacho
del G o b ernador, u n cu a lq u ie r «com e-curas», se llegó, oyen,
üo ciertas m anifestaciones h ech as p o r el m ism o, a la con­
clusión d e que «algo se fra g u a b a c o n tra la p erso n a del G e­
neral.
Com o és n a tu ra l, desde entonces se extrem ó toda clase
de atención sobre cuanto g irase en torno de la Inform ación
que teníam os, llegando a creer en la re a lid a d de «algo p re ­
parado».
U n a coincidencia vino a d em ostrarlo. E l G eneral fu e lla­
m ado o invitado a p resen tarse en el G obierno C ivil. L a lla­
m ad a TIO fue d irectam en te hecha p o r el G obernador.
E l G eneral ten ía y a resuelto no acu d ir, p o r ningún con-

Ayuntamiento de Madrid
282 B. F E L I X MA Í Z

cepto, a l G obierno, p ero d ejó entrever la posib ilid ad de acu­


d ir a la cita a las seis d e la tard e.
N o qu iero d a r m ás detalles p orque ellos p o d rían aum en­
ta r la s sospechas d e u n aten ta d o y no qu iero m encionar
nom bres, puesto que no existe com probación. Solam ente
podem os ase g u rar que a las seis el G ob ern ad o r n o se e^con.
tra b a en su despacho y que a la h o ra en que el G en eral debía
s a lir del G obierno M ilitar p a r a a c u d ir a la c ita , en sus in­
m ediaciones se en co n trab a u n coche ocupado p o r tre s es­
b irro s de M oscú. E stos p o d rían d a r luz sobre el asunto.
¿ P o r qué p re g u n ta b a n desde el M inisterio de la G ober­
nación el 13 d e Ju lio si le h a b ía p asa d o algo a l G eneral
M ola? ¿ E n dónde se en co n trab a el h az te rro rista que des­
ap areció de L ogroño?

E l C ap itán M anolo B arrera m e h a citad o esta noche a


las once. , .
M ientras la conversación, que creo sera larg a p o r tra -
tra ta rs e d e p re p aiativ o s, dejo a ustedes «Mi D iario».

(H oy 15 de Julio)

A LA S NUEVE

y m edia d e la noche he h ab lad o con el A y u d an te del G e­


n eral M ola. _ .
— Es p reciso —h a dicho— que m an an a a p rim e ra hora
salg a usted p a r a F ran c ia .
— ¿ A B ayona. C o m andante?
—No. A S an Ju a n de L uz. F a l C onde p ide que v ay a usted.
* V ^ o r a ?
—E l G en eral d ice que a prim era^ h o ra. Q u iere que este
u sted de regreso p a ra m ediodía lo m ás ta rd e .
—C onform e. ¿L levo alg ú n docum ento?

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O EN ESPAÑA 283

—N o m e h a dado n ad a . E n todo caso tra e rá u sted a lg u ­


no, p o rq ue el G eneral lo espera.

A la s nueve y c u a rto d e la m añ an a tom aba el cam ino


p a rtic u la r que d a acceso a la linca «La F erm e», en San
J u a n de Luz.
P en etré en F ra n c ia p o r la A d u a n a d e D an ch arin ea, tras
u n breve d iálo g o am istoso con el p o licía d e servicio.
— ¿ T o d a v ía sin u ltim a r? —m e d ec ía refiriéndose a si
h a b ía o n o encontrado el piso p a ra m i veraneo. E ra el asu n ­
to que yo d ab a a entender com o m otivo d e m is frecuentes
v iajes a F ran c ia .
—P ro n to enseñaré a u sted el co n tra to —le contesté— y
p o r b a sta n te m enos p recio del que u sted m e habló.

E n u n a h ab itació n situ a d a a la izquierda del h a ll de


e n tra d a d e l edificio que h a b ita b a la V izcondesa d e L a Gi-
ronde, d o n M anuel F al C onde me en treg ab a, con destino al
G en eral M ola, u n docum ento que d e c ía :
La C om unión T ra d ic io n alista se sum a con todas
sus fu erzas en to d a E sp añ a a l M ovim iento M iiitar p a ra
la salvación de la P a tria , supuesto que el Excm o. señor
G en eral D irector acep ta como P rogram a de Gobierno
el que en líneas generales se contiene en la ca rta d iri­
g id a a l m ism o p o r el Excm o. señor G eneral S anjurjo,
de fecha de nueve últim o.
Lo que ñrm am os con la representación que nos
com pete.
Ja v ie r de Borbón P arm a
M anuel F a l Conde

A l despedirm e en S an Ju a n de Luz, unos hom bres g ri­


taro n ((¡Viva E sp añ a !» y vi cóm o uno d e ellos lloraba. E ra
el T en ien te C oronel B aselga.
D e nuevo en la A d u an a, cum plí m i p a la b ra con el poli­
c ía y le enseñé el docum ento en que figuraba u n contrato
de a lq u iler d e u n piso que n u n ca h a b ía pensado ocu p ar y
q ue p a ra m í no existía. L o encontró b a ra to p o r e sta r si'tua-

Ayuntamiento de Madrid
284 B. F E L I X M A Í Z

d e en uno d e los m ejores em plazam ientos de S an Ju a n de


Luz.
Se trag ó el anzuelo. .
C laro es que m ie n tra s leían el docum ento y h ac ía n sus
com entarios, les e ra difícil p e n sa r e n que yo llevaba otro
m uy b ien acondicionado en el fo rro de m i boina.
R esp iré con tra n q u ilid a d cu an d o p erd í d e v ista la

Y a p re té el acelerador. C o rría ... V o la b a h a c ia P am plona-


S ab ía que el G en eral M ola esperaba, y m uchos hom bres
esp eraban a l G en eral M ola. ,r-¥ i
Y a n o e ra posible d eten e r hA Q U E L L O ».

A la s doce y m ed ia d ep o sitab a el docum ento en m anos


del G eneral.
N u nca vi m ás aleg re su cara.
P u e sta su m ano sobre m i hom bro, d i j o :
—M A R A Ñ A , A B A Y O N A .
D ías pasados h a b ía oído al G e n e ra l:
- C u a n d o y o le d ig a «M AÑA NA A B A Y O N A .,, en tien ­
d a que es s u últim o viaje a F ran c ia .
—E ntonces, m i G e n eral... «.i-r-ivr./ A r o i r i
— Sí. H a llegado la h o ra . P ro n to S A L T A R Á A F R IC A .

A la u n a y m ed ia de aq u ella m ism a tard e, el C ap itán


L a s tra m e acom pañaba cam ino de B ilbao. , , ,,
L legam os, e inm ediatam ente nos pusim os a l h ab la con
O rm aechea, Jefe de F alan g e en V izcaya. ' „
Q u edábam os citados p a r a d iez m in u to s después e n u n
b a r cercano al T e a tro A rriag a.
O rm aech ea e sta b a vigiladísim o. , i í- u '
A cab ab an de servirnos u n café cu an d o dijo el L a p ita n
L.asira: , ,
—A hí está. Q uieto h a sta que nos salude. _
P asó el Jefe d e F alan g e sin detenerse, m ie n tra s G erardo
ob servaba que le h a c ía u n signo n egativo con la cabeza.
__M oros en la co sta —m e d ijo L astra .
S in duda, d en tro o fu e ra del b a r los h a b ía , p o rq u e O r­
m aechea tom ó rápidam en'te u n café y abandono el bar.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A U I E N I Ó EN E S P A Ñ A Ú8S
A l p a sa r ju n to a nosotros, d ijo O rm aecK ea dirigiéndose
a l b a rm a n :
— c H a s visto a R o b erto ?
—C om prendido — dijo G erardo.

P oco después salíam os del b a r y desde o tro estableci­


m iento fu n c io n a b a el teléfono llam ando a «Roberto».
E ste e ra u n ín tim o am igo d e O rm aechea y e ra su casa
el lu g a r d e refu g io cu an d o el Jefe d e F alan g e se se n tía in-
tta n q u ilo p o r la vigilancia.
—'¿C óm o está u ^ e d , R o b erto ? ¿ A n d a p o r a h í el «Téc­
nico» ?
— S eguidam ente se pone.

— H o la, m uchacho. N a d a m ás p a r a d ecirte que el des­


arro llo de la c a ld e ra es d e «D IE Z Y N U E V E » m etro s. ¿ E n ­
ten d id o ?
__E n tiendo, rep ito , y tom o n o ta. «D IE Z Y N U E V E *
m etros. ¿A lg o m ás?
—M ucha su erte en el m ontaje.
A las nueve d a la noche en tráb am o s en P am plona, de
regreso.
Y a sab ía B ilbao que el M ovim iento se in iciab a el D IA 19.

M ás tard e, a la s diez y m edia, re cib ía o rd e n de sa lir p a ra


F ra n c ia en la s p rim era s h o ras d e la m ad ru g a d a. A l m ism o
tiem po m e en tre g ab a dos m ensajes cifrad o s que desde B a­
yo n a h a b ía d e tra n sm itir a L isb o a y C an arias.

A la s seis y m edia de la m a ñ a n a del d ía 17 d e Ju lio


cru zab a de nuevo la frontera.
E n la C en tral de T elégrafos de B ayona d ep o sitab a los
cifrados p a r a el G en eral F ran co , el G e n eral S an ju rjo y el
T en ien te C oronel Segui.
«A T E N C IO N A F R IC A »
U n testig o presen ciab a el cum plim iento d e la m isión.
S u A lteza el P rín cip e D on Ja v ie r de B orbón P arm a.

Ayuntamiento de Madrid
6. F E t l X U A f Z
288

E L PR IN C IPE

D on Javier, q u ed ab a en B ayona. E sp erab a te n e r noticias


in teresan tes. P u ed en ser ú tile s p a r a el G en eral M ola —m e

*^*^°Regresé a S an Ju a n d e L uz. Invitado p o r don M anuel


F a l C onde y el G en eral M usiera, charlam os am pliam ente
en el reservado de u n re sta u ran te. . , ^
A la h o ra del café, se p resen tó el T en ien te C oronel tJa-
selga. Se ad e la n ta b a a l P rín cip e, a l cu al le h a b ía n prom e­
tid o nuevas inform aciones a m edia tard e.
E l gesto del T en ien te C oronel B aselga d en o tab a m-

“^“ 'Ü -M alas noticias —dijo— . U n a inform ación de P a rís ase­


g u ra que ciertas un id ad es de n u e stra E scu a d ra izaran a
b an d e ra ro ja ta n p ro n to com o se subleve el E jerc ito de

^ M e' acordé d e H am burgo. la lo g ia d e H am burgo. «El


R azvedup», la colosal oficina com unista p a r a las A rm adas
ru sa s. H e a h í la clave. „ , ^ i
— M ala n o ticia —re p itió B aselga— . C om uniquesela a!

M e d isp o n ía a p a rtir, cu an d o lleg ab a el P rín c ^ e _ Don


Jav ier, m u y nervioso, m ás inquieto que B aselga. D irig ién ­
dose a m í, . r- -ni
— S alga, salga sin p e rd e r tiem po. E s posible que de
u n m om ento a Otro cierren la fro n te ra. L legan rum ores de
u n a sublevación en A frica. C orra, co rra, y que D ios le

^ E l m om ento fue d e g ra n em oción. Y o n o a c e rta b a a m o­


verm e. n o p o d ía. P en sab a en todo, sin detenerm e e n nada-
¿ L a E scu a d ra, ro ja ? ¿A quellos hom bres que h a n ju rad o
v en ir a E sp añ a, p o d rá n p a s a r? ¿S e en c o n trara n el G eneral
F ran c o y el G eneral M ola?

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N Í O EN E S P a n A 28 ?

— ¡V am os, v am o sI ,—decía el P rín cip e— . ¡P ro n to a


N a v a rra !
— A d ió s... H a sta p asa d o m añana.

D espaché ráp id am en te en la A d u a n a d e B ehohia, con


in ten ció n d e to m ar la c a rre te ra d e S an S ebastián.
Q u e ría p o n er e n antecedentes a m i fa m ilia d e S an Se-
b astían , y c u rsa r desde e^te p u n to dos te le g ra m a s: u n o al
aeródrom o de C u atro V ientos d e M adrid, y otro p a ra la
ífuarnición d e G ijón.
P e ro a la sa lid a d e l tú n el d e la A d u a n a a d v e rtí que
d esd e u n coche F o rd , tip o d e los usados p o r la p o licía de
M ad rid , d irig ía n sus ocupantes m irad a s investigadoras h a ­
cia el m ío. A l m ism o tiem po p o r la c a rre te ra d e Irú n llegaba
im a cam ioneta o cu p ad a p o r g u ard ia s de A salto.
E l am biente se en rare cía p o r m om entos, y los gestos,
m irad a s y m ovim ientos d e los g u ard ia s, que ráp id am en te
to m aro n piosiciones en la zona d e la A d u a n a e inm ediacio"
nes d el p u e n te In tern acio n al, d en o tab a n claram en te la gra­
vedad d e alg ú n acontecim iento.
U n policía, acom pañado d e dos g u ard ia s, som etía a in­
terro g ato rio a u n o d e los viajeros. Me acerqué a l grupo
d em o strando curiosidad.
P ro n to se d irig ió a m í el policía, p re g u n ta n d o :
— CH a d esp ach ad o usted sus papeles ?
— Sí señor.
—A g u a rd e u n m om ento.
Me p idió la docum entación personal. T odo e sta b a en re­
gla. N a d a llevaba encim a que p u d ie ra com prom eterm e.
—i A dónde se d irig e ?
—A S an S ebastián.
—P u ed e salir.
— ¿ O c u rre a lg o en S an S eb astián ?
— E n S an S eb astián no o cu rre nada.
P u se el coche en m arc h a y vi que tam bién el F o rd se
m ovía. L a n erv io sid ad de policías y g u ard ia s e ra m an i­
fiesta. Tom e la c a rre te ra d e Irú n y a los pocos m etros vi
reflejado en m i espejo re tro v iso r el coche F o rd . ¿M e se­
g u ía ? ...

Ayuntamiento de Madrid
sss B. F É t i X M A f 2

A l c ru z a r Irú n m e detuve e n u n b a r el tiem po ju sto p a ra


to m ar u n a cerveza y observar, com o p u d e hacerlo a la sa­
lid a, que el coche F o rd e sta b a p a rad o a unos tre in ta m etros-
E n p len a c a rre te ra , alejad o d e Irú n , volvió el F o rd a
reflejarse en el espejo.
D ism inuí velocidad, p isé de nuevo el acelerador.
E l F o rd m e im itab a.
Y a no h a b ía d u d a . Me seguía.
A l p a sa r p o r R en tería , seguía viendo a l F o rd e n m i
espejo.
S in d u d a q u ería n sab e r m i d estin o en S an S ebastián.
P e n sé : ¿25 caballos c o n tra 18? L levo ven taja.
L a circu lació n en la c a rre te ra au m en tab a, p ero h ab ía
que escapar.
A la e n tra d a d e S an S ebastián, en el a lto de M iracruz
h a b ía ganado d ista n c ia . A la izq u ierd a v i u n a desviación
de la c a rre te ra general y p o r ella m e lancé, p a ra n d o poco
después d elan te d e la casa fa m iliar. C um plí u n a de m is
intenciones, dando el aviso a la fam ilia, e inm ediatam ente
to m ab a de nuevo la ru ta h ac ia la fro n te ra de donde h ab ía
venido p a r a in ic ia r el regreso a P am p lo n a p o r E n d arla za
y p u erto de V eíate.
E l F o rd p o d ía c o n tin u a r sus pesquisas d en tro de S an
S eb astián, p u es el despiste estab a hecho.
A las ocho y m edia d e la noche, d ab a cu e n ta al G eneral
M ola de todo lo sucedido en m i v iaje d u ra n te aquel d ía 17
d e Ju lio.
O yó la inform ación del T enieríte Coronel B aselga, y se
puso a p a se a r m uy inquieto.
D espués de u n b u en ra to que perm anecim os en silencio,
silabeó m uy d espacio:
—L a E sc u a d ra ... ¿ se rá p o sib le ? ...
L uego añ ad ió , m irán d o m e:
— D E E S T O , N O SA B EM O S N A D A . ¿ E n te n d id o ?
¿A lg o m ás? —pregim tó.
__Q ue g racias a D ios nos vem os — dije— ; y le conté a
grandes rasgos la persecución del F ord.
—P oca im p o rtan cia debe u sted d e ten er, c u a n d o no le

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 289

h an cazado. V a y a u sted a descansar. N o se m ueva de casa,


p o r si necesito utilizarle.
L a tra n q u ilid a d en las calles de P am p lo n a e ra norm al.
A l p a s a r p o r la P la z a del C astillo tropecé con u n policía
am igo.
— ¿A lg o de p a rtic u la r?
__L a ú ltim a o r d e n : «M ucho cuidado con los coches m a­
trícu la de N avarra».
—A b u en a h o ra ... —le d ije sonriendo.
A ntes de llegar a casa, he recogido noticias im p o rtan tes'
que esperábam os de M adrid y d e la s cuales estábam os p en ­
d ien tes p a r a n u e stra tran q u ilid ad .

MADRID HA RECIBIDO

las ú ltim as instrucciones.


E l d ía 15. a las dos de la ta rd e , el C a p itá n G arican o las
d ejab a en m anos del T en ien te C oronel G a la rz a (V alentín)
en su dom icilio, calle del C onde de X iq u en a.
F u e acom pañado del T en ien te C oronel Pozas (G a b riel),
q u ien a su vez recibió la o rd e n de tra sla d a rse a Bimgos y
q u ed ar a las órdenes del G en eral M ola.
U n a h o ra antes, el C a p itá n G arican o , u tilizan d o la con­
trase ñ a «G ranada» se en trev istó en el paseo de la C astella­
n a con R afa el G a rcerán . a q uien tam b ién entregó in stru c­
ciones.
L a e n tre v ista tuvo lu g ar d en tro d e u n coche donde se
en c o n trab a G a rcerán aco m p añ ad o de P tra persona, la cual
en p rin cip io no p arecía fiarse del C ap itán G aricano, ya
q ue éste observó que el aco m p añ an te d e G a rceran n o sacaba
su m an o del bolsillo de la am ericana.
D ía difícil p a r a el C ap itán G aricano, que inm ediatam ente
de cu m p lir su m isión en M adrid, em prendía el viaje p a r a Co-
ru ñ a , llevando la s D irectiv as e Instrucciones p a ra la A rm a­
da. Base del F errol.

Ayuntamiento de Madrid
2<»0 B. F E L I X m a í z

Los conjurados de M adrid sa b rá n a qué atenerse, según


las n orm as que tienen en su poder. D esde el d ía 15 a las
d o s d e la tard e, pueden co o rd in ar sus m ovim ientos e n el
d esa rro llo de la ac tiv id ad necesaria p a ra la p u esta en m a r­
c h a del p la n fijado. E sto no q u iere d ecir que el panoram a
d e M adrid deje de ser p o r ello 'tan oscuro y difícil como
h asta la fecha lo h a sido p a r a n u estro em peño.
E ra necesario a d o p tar u n a «últim a determ inación»,
E l G en eral F an ju l, en su v isita a l G eneral M ola e! día
iO, la recogió verbalm ente.
A h o ra se h a ratificado p o r escrito, p a r a e v ita r in te rp re ­
taciones.
«Que D ios am p are y ay u d e en su d ifícil m isión a todos
aquellos valientes». E so es lo que deseam os, h a sta que va­
yam os en su ay uda.
P a ra M adrid-C anarias y M adrid-A frica tam b ién salieron
instrucciones y m ensajes. E l d ía 15 la s llevó a M adrid A rr a i­
za (Isid ro ). V a n d irig id a s a S errano S u ñ er, que las h a rá
lleg ar a l G eneral F ranco.
A rraiza se e n tre v ista rá p rim ero con G a rcerán .
L leva u n a conlraseña, la m ita d de u n a ta rje ta fo to g rá­
fica d e la bodega de u n barco.
D escansé la noche del diez y siete.

y AMANECIO

el 18 de Ju lio . Me desp ertó el ru id o de u n avión que debía


v o lar m uy bajo. E n la calle seguí, con la vista sobre
el cielo, el vuelo d e tres a p a rato s. T om aban direcció n hacia
el aeródrom o de N oain. E n las p rim era s h o ras de la m ad ru ­
gada, se h ab ían rem ontado en M adrid, luego de re cib ir orden
de sa lir p a r a Los A lcázares y bom b ard ear en A frica al
E jército sublevado.
D espegaron los cinco a p a rato s de la escuadrilla de bom ­
bardeo a que p erten cían .

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 391

U n a vez en el aíre, tres de ellos d ijero n adiós a los dos


restan tes y v iraro n h ac ia P am plona.
A las siete d e la m añana, el C ap itán S alas y los T enientes
T aso y A lonso de P im en tel estab an cuadrados a n te el G ene­
ra l M ola en su D espacho. M ola estrech ab a las m anos de
los tres p rim eros aviadores que se h ab ían sublevado por
E spaña.
T re s hom bres que sobre el cielo d e M adrid se separaron
de sus com pañeros señ alan d o el com ienzo de la G u e rra
C ivil en aq u ella m ad ru g ad a del 18 d e Ju lio d e 1936.

Sobre las once de la m añana el G ob ern ad o r C ivil llam ó


al G en eral Mola.
C onversación m uy am bigua, pero con deseos d e d eslin d ar
los cam pos.

—Señor G ob ern ad o r, n ad a sé o ficia lm en te; conozco R u-


mor>!S...

— ¿S itu ació n C onfusa? N o creo que ta rd e en ac la ra rse ...

__¿ L a G u arn ició n ? L a G u a rn ició n está b a jo m is o r­


denes.

__¿ L a calle ? No ten g a u sted cu id ad o d e la c a lle : res­


p ondo del orden.

__¿M i p o sició n ? L a que siem pre he m an ten id o : con


m an d o y fren te a l enem igo, a l servicio de la P a tria .

__H a sta luego, señor G obernador. Y o no ab an d o re mí


puesto.

M ediada la m añ an a, la tra n q u ilid a d e ra aparentem ente


norm al. • j j
A m edida que tra n sc u rría n las h o ras y a n te la v ariedad

Ayuntamiento de Madrid
262 B, F E L I X M A I Z

de las noticias que circu lab an , p a r a todos los gustos, aum en­
ta b a la an sied ad en la gente p o r conocer el volum en de la
sublevación de A frica, creciendo el in terés al conocer la
suspensión pro g resiv a de las conferencias telefónicas con
las p rin cip ales cap itales de la nación. E n determ inados C en­
tro s, al conocer el chispazo de A frica, se d educía lógicam en.
te la extensión que p u d iera ten er el A lzam iento.

C ortos in terv alo s d e tiem po sep arab an la s v isita s que el


G en eral M ola recib ía en su d e sp a c h o :
C oronel S olchaga, Jefe del R egim iento de In fan tería n ú ­
m ero 23.
T en ien te C oronel G alin d o , Jefe del B atallón d e M ontaña.
C om andante O choa de Z ab aleg u i, Jefe d e la C om an­
d an c ia de C arabineros.
C ap itán A ta u ri, Jefe d e la C om pañía de A salto.
C om isario de P olicía.
Jefe de la G u a rd ia M unicipal.
F a lta b a u n a m uy im p o rtan te que reclam ab a el G eneral,
la del C om andante de la G u a rd ia C ivil, señor R odríguez
M edel. T uvo la deferencia d e in v ita rle a su despacho.
E l C a p itá n A ta u ri, que an terio rm en te h a b ía conferen­
ciad o con el G en eral, insinuó a R odríguez M edel la con­
veniencia de a c u d ir a la en trev ista, proposición que fue
d esaten d id a p o r el C om andante, a p e sa r d e hab erse ofrecido
el C ap itán A ta u ri com o rehén en el c u a rtel d e la G u a rd ia
C ivil, h a sta ta n to volviese el C om andante, en v ista d e que
éste llegaba a sospechar u n a encerrona.
S in em bargo, y a p o r la ta rd e y p o r decisión p ro p ia del
C om andante, éste se p resen tó en el despacho del G eneral.
M ola, que se h allab a acom pañado del C oronel G a rc ía Es-
cám ez, le d i j o :
— «TE L L A M O P A R A H A C E R T E S A B E R Q U E D E N ­
T R O D E P O C A S H O R A S M E V O Y A S U B L E V A R EN
D E F E N S A D E E S P A Ñ A Y C O N T R A U N G O B IE R N O
C U Y O S IS T E M A L A L L E V A A L A R U IN A Y A L D E S ­
H O N O R . Q U IS IE R A S A B E R T U P O S IC IO N C U A N D O
L L E G U E L A H O R A ».

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 2-J.i

— «A H O R A Y S IE M P R E , S IR V O Y D E F E N D E R E A
L A R E P U B L IC A ».
Insistió M o la :
— « T IE N E S T O D A V IA T IE M P O P A R A P E N S A R L O .
F R A N C A M E N T E . S IE N T O T U P O S T U R A ».
R odríguez M edel aban d o n ó la C om andancia M ilitar, d i­
rigiéndose acto seguido a l G obierno C ivil. A llí se enteró
de q ue el G eneral M ola a c ab ab a de com unicar su resolución
a l p ro p io G o b ern ad o r C ivil.
E l D espacho del G ob ern ad o r e ra la perfecta estam p a de
u n g allin ero revuelto. E n tra d a s y salid as, en m edio d e tro­
pezones d e gente que ac u d ía a las llam ad as telefónicas.
C ara s congestionadas, gestos irritad o s, g ritos, am enazas. Se
h ab la b a d e fusiles, de am etrallad o ras, d e hom bres, d e cajas
d e bom bas, de G u a rd ias, d e la defensa del edificio, o de los
C entros oficiales, d e cálculos. R odríguez M edel pro p o n ía re ­
s is tir. U n cu a lq u ie ra d ec ía que resistir, no ¡ a p la s ta r la
R eac ció n ; e stra n g u la r a los traid o re s...
A p ro p u e sta del G ob ern ad o r C ivil, que p e d ía serenidad,
se d espejó u n 'tanto el despacho, d an d o com ienzo a lo que
é! m ism o llam ó C O N S E JO D E G U E R R A . L a pro p u esta
del C om andante de la G u a rd ia C ivil p a r a defender el edificio
del G obierno fu e desechada, a n te la im posibilidad de d a r
fre n te a las F u erz as d e la G uarnición.
Se pro p u so entonces el aban d o n o de P am plona, p a ra si­
tu a r en T a fa lla el G obierno d e la R ep ú b lica en N av arra.
P a r a ello tra sla d a ría sus fu erzas aq u ella m ism a ta rd e el
Jefe d e la G u a rd ia C ivil, avisando al m ism o tiem po a o tras
d estac ad as en la R ib era, y co n cen tran d o con ellas e n d ich a
c iu d a d todos los elem entos ad icto s a la R epública.

A p ro b ad o este p lan , el C om andante d e la G u a rd ia Civil


se d irig ió a l c u a rte l d e su m ando, donde a poco d e llegar
d ió la s órdenes o p o rtu n as p a r a la m ovilización to tal. _
Se em pezó a o rg an izar la ca ra v a n a d e coches y cam iones
p a r a el traslad o . O rd en ó se carg asen todas la s arm a s y m u ­
niciones, con to d a clase de im pedim enta.
R eu n ió a los Jefes y O ficiales a sus órdenes, y m ando

Ayuntamiento de Madrid
294 B. ? £ L I X m a í z

fo rm a r la tro p a. S us disposiciones n o ad m itía n in terrogan­


tes. C ada vez g rita b a m ás...
E n tre los G u a rd ias cundió el recelo. ¿ A dónde se les
llev ab a ? ¿Q u é e ra aquello de ab an d o n ar el c u a rte l? ¿Y
sus fa m iliare s?

E n aquellos m om entos, seguían en el G obierno Civil


g ritan d o y am enazando. O tra vez estab a revuelto el ga­
llinero. Sonó el teléfono. U no de los dirigentes, fu tu ro G e­
n eral del E jército rojo d e T afalla, cogió el a p a ra to .

— ¡C ó m o !... ¿ M u e rto ? ...


— ¿Q u é su ced e? — preg u n tó el G obernador.
'—i Q ue h an m atado al C om andante de la G u a rd ia C iv il!
— P ero ... ¿ q u ié n ?
—Dicen... que la G uardia Civil.
Segundos contados b a sta ro n p a ra que el despacho del
G o b ern ador se v a c ia ra de gente. Solo quedaba, a n te su
m esa, el señor M enor P oblador. A llí, donde m om entos antes
se ord enaba, se g ritab a, se am enazaba, se ju ra b a ... T ritu ra r
el M ovim iento reaccionario.
R om pióse la tra n q u ilid a d en P am plona. U n a atm ósfera
de a la rm a y de ansiedad, se iba ap oderando de la ciudad.
E l G en eral M ola, enterado del suceso, se personó en el
C u artel de la G u a rd ia C ivil. U n g rito seco de «V iva E sp a­
ña» saludó su en trad a.
T o d av ía estab a form ada la tro p a en el zaguán del
C u artel.

V am os a d e ja r al G en eral d an d o órdenes. V am os a d e ja r
a los O ficiales del E jército que conduzcan a P risio n es M i­
lita re s a l C om andante R . F re irá y al C ap itán F resno. E s­
perem os que salg an a la calle los cinco O ficiales que con­
den ó el C onsejo d e A lc a lá de H e n ares. L a escolta de R e-
quetés d estin ad a p a ra la G u a rd ia del G en eral M ola se está
poniendo el uniform e. P a tru lla s d e G u a rd ia s d e A salto
cu id an del O rd en de la C iudad.
V eam os cómo escapan de P am p lo n a Jefes y Jefecillos del
F ren te P o p u la r, y poco después, cóm o a b a n d o n a el Go-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E. N T O E N E S P A Ñ A

b iern o C ivil el señor M enor P oblador, a quien el G eneral


M ola h a 'tenido la delicadeza de pon er a su disposición una
escolta de P o lic ía h a sta San S ebastián, que es a donde se
d irig e librem ente,

E l G eneral M ola, sin sublevarse, m an d a y a en N av arra.


Solam ente el anuncio de su decisión h a b astad o P®*"®
le h ay a n dejado el cam po lib re. ¡E s ta e ra la F u erz a de la
R ep ú b lica en N a v a r r a !
Sus órdenes son cu m plidas con to d a rapidez, y llegan a
p u n to h asta los últim os confines de la provincia. N o se acu­
sa en to rp ecim iento alguno.
T o d o su p era a lo previsto. Todo se ejecu ta b a jo u n s ig n o ;
«O rden». i /- i
N ad ie p u ed e sublevarse, h a sta que lo h a g a el
H a fijado D ía y H o ra : 19 D E JU L IO DE 19J6, S E IS DE
LA MAÑANA.

PERO ANTES

d e p e n e tra r en las h o ras de aq u ella noche, h o ras que p u e­


den re v elar el m isterio de u n a organización cread a para^ sal­
v ar a E sp añ a, volvam os a l filo del m ediodía, p a r a oír al
enlace que ac ab a de re g resar de M adrid, después d e hacer
s u ú ltim o c o n ta c to : Isidro A rraiza . i i-c i j
__A yer, au n q u e «por los pelos», salvando^dificultades, y
co n tan d o lo s m inutos, pude cu m p lir la m isión que me^ en­
carg ó el G en eral. H e tra íd o los docum entos que re q u ería y
en treg u é a G arcerán los que llevaba p a r a S errano Suñer-
G en eral F ran co . A ú ltim a h o ra de la ta rd e celebre con P am .
p io n a la ú ltim a conferencia telefónica, p u es cu an d o p ag ab a
sv. im p o rte colocaron el c a rtel d e ; «Suspendidas conferen­
cias con el N orte de E sp añ a.» V i tam b ién desde u n re sta u ­
ra n te cercano a la P u e rta del Sol un m ovim iento e x tra ­
o rd in ario de fuerzas, que tenían com o b ase el cu artel de
las fu erzas de O rd e n P ú b lic o del M inisterio de la G ober­
nación. Y oí en el m ism o re sta u ra n te la opinión que sobre

Ayuntamiento de Madrid
3. F E L I X M A Í Z

el m om ento lan zab a en fo rm a v io len ta c o n tra el G obierno de


la R ep ú b lica u n a señora elegantem ente v estid a. N inguno de
los p resen tes opinó. E ra a q u e lla señora «UN G A N C H O ».

E l enlace que h a salido p a ra S oria con instrucciones p a ra


el T eniente C oronel d e la G u a rd ia C ivil, señor M uga, ha
regresado.
L a inform ación de S an Sebas'tián es c o rta y m uy fría .
Los T enientes G a rc ía B enítez y Leoz h an reflejado m uy bien
el am b ien te que a llí se re sp ira, d icien d o : S A L D R E M O S .
SEA COM O SEA , P E R O SALDREM OS.

B ilbao, c h a copiado a S an S eb a stiá n ? , d ic e n ; «Jefes en


c o n tra : S A L D R E M O S m añana.»

L as instrucciones p a ra L eón las llev ará el C ap itán a v ia ­


d o r señ o r A ta u ri, que h a salid o y a cam ino de Logroño. E l
C om andante R ubio, Jefe de la b ase de L eón esp era las o r­
denes.

m añ an a — dice el señor C om in, que ac ab a d e llegar.


Z arag o za ac u sa tra n q u ilid a d desde p rim eras h o ras de la
E n las p rim era s h o ras d e la m ad ru g ad a, fuerzas del E je r­
cito se h an situ ad o en lu g are s estratégicos, obedeciendo ó r­
denes d ic ta d a s desde la C ap itan ía G en eral de la R egión,
después d e u n a reu n ió n d e Jefes con m ando.
E l C oronel M onasterio ha tom ado la d e la n te ra en Z a ­
ragoza. D icen que suenan b ien sus espuelas. H ace fa lta ,
porque Z arag o za...

L as ca ras d e requetés y fa lan g istas que veo p o r la calle


sonríen.

A MEDIO DIA

un aviso del G eneral m e o rd en ab a saliese inm ediatam ente


p a ra Logroño.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A S A 2»7

L as instrucciones son verbales.


Voy.

A las diez d e la noche he regresado.


T a rd e difícil p a r a c u m p lir los com etidos que m e con­
fiaron, a cau sa d e la ex trem a v igilancia con que h an ro d ea­
d o los d el C om ité revolucionario rojo a las personas con
quienes d e b ía en trevistarm e.
A lg u nas órdenes graves. T odas h an sido notificadas.
A las ocho en p u n to d e la ta rd e he p en etrad o en el cu arto
de b an d eras del R egim iento d e In fan tería.
E l C ap itán N a v arro se h a encargado de la p re se n ta c ió n ;
__T engo el honor — h a dicho— d e p re se n ta r a ustedes a
u n em isario del G en eral M ola.
— S e ñ o re s: M añ an a a la s nueve horas debe de q u ed a r p ro ­
clam ado el estad o d e g u erra en Logroño y su provincia.
S im u ltán eam ente q u ed a rán ocupados los cen tro s oficiales y
lu g are s estratégicos, haciéndose ca rg o de las com unicacio­
nes, p a r a establecer contacto acto seguido con la C om anc^n-
cia M ilita r de P am p lo n a. E sta orden, com o las dem ás ins­
trucciones que h an d e se r cum plim entadas, está y a en p o ­
d e r d e los com ponentes del C om ité M ilita r d e la plaza. E l
G en eral tiene el honor d e sa lu d a r a ustedes p o r m i conducto,
en e sta h o ra feliz p a r a la P a tria , así com o a los Jefes y
O ficiales del E jérc ito y C uerpos arm ad o s com prom etidos en
la em p resa que pocas h o ras nos fa lta n p a r a em prender.
U n « ¡V iv a E sp añ a !» fu e la contestación.
D el g ru p o se a d e la n ta u n T en ien te, q u e d i c e :
— «En nom bre de todos pu ed e h acer c o n star a l G eneral
M ola n u estro org u llo a l q u e d a r b ajo sus órdenes.»

N o sé en qué condiciones he atra v esad o la calle p a r a ga­


n a r la p u e rta d e e n tra d a a l p atio d e l cu a rtel.
S obre la s v erjas que existen a sus costados se hallab an
estacionados grupos de individuos que indudablem ente esta ­
b lecían u n servicio d e vigilancia, p o r n o d ecir de cerco.
A l tra s p a s a r el u m b ral he oído una voz d e «alto», d ad a
p o r u n cabo que se ad e la n tab a con el fusil en la m ano. Me
m ira b a d e a rrib a abajo, a l m ism o tiem po que d ec ía ;

Ayuntamiento de Madrid
298 B. F E L I X M A Í Z

— ¿Q u é d esea u sted ?
— ¿ P u e d o v isita r a l C a p itá n N a v arro ?
— ¿ E l C ap itán le esp era?
—E stoy citado.
Le he d ad o la co n traseñ a convenida, «Pam plona».
—H a g a el favor de seguirm e.

Ju ntos hem os atra v esad o la plazoleta, ad v irtien d o seña­


les inequívocas de precaución. V ario s soldados con fusiles
se h a lla b a n destacados en distin to s p u n to s del patio.
D esde la calle g rita b a n : « ¡F asc istas!...»
— ¿ F ascistas ?— h a d icho el cabo— . ¡ P ro n to veréis lo que
es b u e n o !

E n u n pequeño saloncillo he a g u a rd ad o u n m om ento p a ra


que el C ap itán N a v arro se presentase y m e acom pañase al
C u arto de B anderas, donde ag u a rd ab a n buen núm ero de
O ficiales.
A cab ad a la presentación, h e repetido las instrucciones re ­
cib id as del G eneral M ola citad a s en lín eas anteriores.
P rocedentes de la calle se oían gritos que era n p alab ro tas
llenas de b arb arid ad es.
C u m p lid a m i m isión, he ab andonado el cu a rtel p o r u n a
p u e rta trase ra.

E l coche lo ten ía ap a rca d o en el paseo del E spolón. Con


to d a ra p id e z m e he d irig id o h ac ia él, con intención de sa­
tis fa c e r el deseo de verm e p ro n to d en tro de N a v arra .
E l am biente que acu sab a Logroño no era tran q u ilizad o r.
G ru p o s com puestos p o r elem entos del F re n te P o p u la r reco­
rre n las calles y al p arece r d ictan órdenes a otros que a g u a r­
d an estacionados en lu g are s próxim os a edificios y C entros
oficiales.
A n tes de ir al c u a rte l, H e rrero s de T e ja d a m e h a b ía avi.
sado d e un fu erte control establecido p o r el C om andante de
la G u a rd ia C ivil a la sa lid a de L ogroño, en las p ro x im id a­
des del cem enterio. ^
H e pasado p o r él sin nin g u n a co n tra ried ad , después de
ciar la co n tra señ a convenida con el Jefe. A llí he tom ado a

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 299

b o rd o u n a p a re ja de g u ard ia s que he d ejad o en tie rra tres


kilóm etros m ás adelante.
U n o de ellos carg ab a su fusil m ien tras d e c ía :
— » |P o r fin h a llegado el m om ento! ¡C a n a lla s! ¡Q u e g ri­
ten ah o ra m u era E sp a ñ a ! ¡V am o s a ser de nuevo la G u a rd ia
C iv il!))
D os p a re ja s estab an situ a d a s a la e n tra d a d e N a v a r r a ;
han re g istrad o escrupulosam ente el coche y exam inado mi
docum entación.
— I*Se d irig e u sted a P am p lo n a?
— S í señor.
— Me perm ito aconsejarle que a tie n d a cu a lq u ie r indica­
ción q ue le sea h ech a p o r la vigilancia, pues la s ó rdenes son
m u y severas caso de n o obedecer.
— f E s que o cu rre a lg u n a novedad, c a b o ? ...
—C ontinúe.
H e cruzado V ia n a y E stella sin que n a d a al p arece r exte­
rio riza se los m om entos que N a v arra em pezaba a vivir. S u­
p o n ía en m arc h a la p rim e ra fase del p la n acordado el d ía
de av er. E l A V IS O .
E n el cruce de P u en te la R ein a u n g u ard ia h a repetido
las indicaciones.
— ("De dónde v iene?
—D e L ogroño.
— ("Alguna novedad?
— A la s ocho y cuarto, h o ra en q ue he salido n o he
ad v ertid o n in g u n a.
E l p u ard ia m e m ira b a con c ierta an sied ad . P a re c ía in ­
tra n q u ilo y con deseo de noticias.
S onriendo le h e d ic h o : — ¿ O c u rre alg o ? O bservo m ucha
v ig ilan cia en todo el tray ecto . E sp eran a lg ú n aconteci­
m ien to ?
— C ontinúe.
Pocos m etros q u ed ab an p o r ro d a r p a r a d a r fin a mi
ú ltim o k iló m etro de v iaje al servicio de la gran conspiración,
cuando atra v esab a las calles de P am p lo n a en dirección a la
C o m an d an cia M ilitar.

Ayuntamiento de Madrid
aoo B. F E L I X M A Í Z

H e sen tid o u n capriciio y lo he re a liz a d o : d e ja r el co­


che donde p ro n to h a rá c u a tro m eses que recogía al G eneral
M ola p a r a em p ren d er el p rim e r viaje a l servicio de u n a m i­
sión que com o cristian o s y españoles teníam os el D E B E R
de cum plir.
¿ P e n o s a ? ... ¿ L a rg a ? ... ¿ D ifíc il? ...
P ienso solam ente que h a concluido y que n o estoy can­
sado.

A las diez y cu a rto me recib ía el G en eral M ola.


E l G obierno M ilitar d e P am p lo n a h a ro to su calm a y se
h a convertido d e repente en u n g ra n c u a rte l d e operaciones.
H e dado cu e n ta d e toda m i actuación en L ogroño.
— ¿N o ticias del o tro c a m p o ? ...—h a preguntado.
— C om unican la orden d e h u elg a general en to d a la
R ioja.
— ¿ A lg u n a acla rac ió n sobre la posición d e l G obernador
M ilitar... y la del C o ro n el...?
—A m bas posiciones siguen siendo o scuras. U tilizan d o la
co n traseñ a «G ranada», he hablado d e l asunto con e l C om an­
d a n te Ity n erari.
—S up o n g o que las instrucciones re la tiv a s a esto...
—S erán cu m plidas, m i G eneral.
L a seg u rid a d d a d a desde M adrid d e q u e el «chispazo»
d e A frica será contenido, im pidiendo al m ism o tiem po c u a l­
q u ier intento de em barque de tro p as con destin o a la P en­
ín su la, h a p aralizad o d e m om ento el proyecto del C om ité
rev o lucionario rojo, que e sta b a d isp u esto a to m ar la in icia­
tiv a en el d ía de hoy. S in em bargo, existen tem ores de a l­
gu n a provocación en el curso de esta noche. D esde la s siete
d e la tard e, individuos de la «guardia cívica roja» p a tru lla ­
b an v igilando C entros oficiales y m erodeaban p o r las ce rca­
n ías de los cu arteles. T am bién se v eían grupos estacionados
en el P aseo de! Espolón.
E l C om andante de la G u a rd ia C ivil tiene m ontado desde
ay er u n b u en servicio de inform ación y v igilancia, ta n to en
la ca p ita l com o en el resto d e la provincia.
__C reo, m i G en eral, que el «problem a de Logroño», co­
m o u sted lo h a llegado a señ a la r, cam in a h ac ia u n a solución

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 301

p a r a nosotros m uy favorable. E s m u cb a la ((categoría» de


ese bloque d e O ficiales, in fan tes y artillero s, con que con­
tam os.
— ¿Y el o tro b lo q u e?...
— D esde luego es...
— C ontinúe.
__Se señala la concentración de m ilicias revolucianarias
en d istin to s p u n to s d e la provincia, especialm ente en H aro .
P ero todos los m ovim ientos están perfectam ente controla­
d o s p o r el C om andante d e la G u a rd ia C ivil, que no p ierd e
co n tacto con la Ju n ta m ilita r. H a sacado todas sus fuerzas
fu e ra de los cu arteles. F alan g istas y R equetés se co n cen tra­
rá n esta noche en lu g ares próxim os a la cap ital.
— < A lg u n a novedad en R eca jo ?...
—N in g u n a, m i G en eral. P rep arad o s.
V e a usted el B ando de G u e rra . E stab a p re p ara d o a fa lta
de la fecha. E l C ap itán N a v arro y un servidor, hem os ay u d a­
d o al dueño d e u n a im p ren ta a tira rlo en la m áquina.
E l G en eral M ola se h a sonreído. —G u á rd elo com o re­
cuerdo— h a d icho después de leerlo.
— E l C a p itá n N a v arro m e h a regalado el p rim ero que ha
salido.

F u e ra d e l despacho h a b ía m u ch a gente. H e vis'to dos


O ficiales de los de A lca lá y unos R equetés que se cu ad rab an
a la v ista del G eneral.
E l G en eral h a m andado al C oronel G a rc ía E scam ez a
descan sar. P ero el C oronel G a rc ía E scám ez no h a deb id o de
o ír bien.
H e salid o d e la C om andancia p a ra v er si lo calizab a al
enlace de B urgos, que según el G eneral tra e y a m ás de tres
h o ras de re traso . Pocos m etros h a b ía re co rrid o cuando he
v isto que llegaba.
— ¿ T e h a sucedido algo, je s ú s ? E l G en eral esta im pa­
ciente.
—N ad a, p ero p o r poco no paso d e A lsasua. A llí e¿tá la
G u a rd ia C ivil a tiro s con los ferroviarios.
— E l G en eral te espera. ¿ S in novedad en B urgos?
— E speran d o que am anezca.

Ayuntamiento de Madrid
302 B. F E L I X U A i Z

MUCHO A J E T R E O

d e n tro de ia C om andancia M ilitar.


Y o necesitaba u n poco de tra n q u ilid a d después d e ta n ta
h o ra con los nervios en g ra n tensión. P o r o tro lado, m i cu­
rio sid ad ap e te cía noticias, m u ch as noticias. L a m ism a inte­
rro g ación que veía en todas la s ca ras am igas e ra la que me
em p ujaba a reco rrer u n cam ino en que seguram ente las h a­
b ía de encontrar.
A q u ellas h o ras p asa d as en Logroño y su ru ta m e h a ­
b ían descen trad o com pletam ente del foco de m is ac tiv id a­
des, precisam ente en las ú ltim as fases del ocaso d e la cons­
piración.
Los C apitanes V icario , L a stra . B arrera , M oscoso... y a no
era n conspiradores. A g u a rd ab an el m om ento fijado p o r su
Jefe p a ra sa lir a la calle. M om ento que p o n ía el p u n to
final a los seis m eses, en que d ía y noche habíam os com ­
p a rtid o juntos to d a la gam a d e sensaciones capaz de ser
to lera d a p o r hom bres que ponen en juego su vid a. ¡C uántos
re c u e rd o s!
¿ J a v ie r...? ¿ I s id ro ...? Q u e ría saber sus ú ltim as a c tu a ­
ciones del d ía . C o rría en su busca pensando en el triunfo.
P o rq u e nosotros y a habíam os triu n fad o . E l proyecto es­
ta b a y a realizado. T odo el m undo sa b ría d en tro d e pocos
m om entos que en E sp añ a E X IS T IA H O N O R .
A las seis d e la m añ an a, calles y plazas d e Pam plona
serían testigos d e u n gesto inolvidable.
E n la esquina de u n a a c e ra b lan ca he encontrado a J a ­
v ier. L a d e enfrente estab a n eg ra a p esa r de que lám p aras
am arillen ta s reflejaban su luz en ella. A la v ista n o h ab ía
n adie.
— ¿L o g ro ñ o ?— h a p reguntad o.
—A la s nueve, sa lta rá .
— ¿Y G a lic ia ? ...
—T om ás G aricano, desde C oruña, h a contestado el con­
form e a m i telegram a, puesto a p rim era h o ra de la tard e, en
que le decía com o co n sig n a: «Envíe ab rig o blanco verano.»

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A.M l E N T O EN E S P A Ñ A 303

E n o tro desp acho inm ediato le decía q u e a las nueve salía


p a ra S an S ebastián, p orque es la h o ra fijada p o r el G eneral
p a ra C oruña.
M añana, dom ingo— sigo diciendo a Jav ier— , a las nueve,
to m ará el m ando en G a licia el C oronel C ánovas. E l Co­
ronel M artín A lonso, Jefe del R egim iento de Isabel la C a­
tólica, es u n a firm e g a ra n tía p a ra nu estra tran q u ilid ad .
(iGalicia em puja con fuerza.»
— ¿S ab e s lo ú ltim o de S an S eb astián ?
—Sí—m e responde— . A c ab a de llegar m i herm ano. H a
estad o en los cu a rteles de Loyola. Los O ficiales cu m p lirán
s u p a la b ra . P ero el M ando... ¡e se asu n to no se a rre g la !
— ¿L o sabe el G e n e ra l?
—Lo sabe.
—B ien, Jav ier. P odem os felicitarn o s de h ab e r llegado a
esta h o ra . Y a h o ra desde casa puedes aten d e r cu a lq u ie r co­
m u nicación que p u ed a p resen tarse. Y o vuelvo a la C om an­
d an c ia , p o r si m e necesita el G eneral.
C am ino o tra vez d e la C om andancia p o r la s calles com ­
p letam en te d esiertas, p en sab a com o n u n ca en u n ... m añana.
R ep etía en m is ad en tro s las p alab ras secas d e M ola, que
d ías an tes m e h ab ían pro d u cid o un escalofrío de a le g r ía :
«19 D E JU L IO , 6 D E L A M AÑA NA.»
F a lta b a n cinco horas.

L a g u ard ia ex terio r d e l edificio donde el G en eral M ola,


y a incom unicado con el re sto de E sp añ a, ag u a rd a seren a­
m en te el m om ento en que h a de cum plir su p a la b ra , h a ocu­
p ad o p u esto s estratégicos en la s calles que d a n acceso a su
en trad a.
L a voz d e «alto» de u n centinela m e h a d ejad o inm óvil.
Se h a acercado p o rtan d o su fu sil en posición de g u ard ia
b aja, p re g u n ta n d o el «santo y seña». U n a vez contestado,
siguiendo s u indicación, m e ap ro x im ab a p o r el cen tro d e la
calle a la p u e rta p rin c ip a l de la C om andancia, cu an d o o tra
voz de ((alto» h a d eten id o m is pasos. S eguidam ente y acom ­
p añ ad o de u n O ficial, he p en e trad o en el zaguán, donde me
h a despedido con u n «V iva E spaña», al cu al he contestado
con u n «Viva el E jército E spañol».

Ayuntamiento de Madrid
304 B. F E L I X m a í z

CERCA DE L A S DOS

d e la m ad ru g a d a sonaba el teléfono, h ilo d irec to con M a­


d rid , en el despacho d e l G e n e r a l: i «*
— í E s P am p lo n a ... cG o b iern o M ilita r? ... ¿G en era l Mo-
la ? ...
P am plona, sí. A l h a b la ... G en eral Mola.

— ¿C ó m o ?... ¿ E l señor M artínez B a rrio ? ... L e escucho


con todo respeto.

__A gradezco a u sted m ucho sus lisonjas. P ero con toda


nobleza he d e m an ifestarle m i opinión. E l G obierno d e que
u sted m e h a b la n o p a s a rá d e ser u n in ten to mas.^ A n tes de
ser u n rem edio, serv irá p a ra em peorar la situación.

—N o' N o es posible tr a ta r de u n a transacción. U stedes


tien en sus m asas y yo tengo la s m ías. S ería tra ic io n a r a
n u c i r o s ideales y a nuestros hom bres. M ereceríam os am bos
ser arrastra d o s.

— D esde luego, todo lo tengo previsto. L a b a ta lla va a


ser d u ra, p enosa y la rg a . P e ro es el deber.

— S í señor, m i ú ltim a p a la b ra . Y con todo respeto y con­


sideración m e despido de usted , señor M artínez B arrio.
Se volvió h ac ia nosotros, y d ijo ;
¿ Q u e esto es la g u e rra ? ...
¡P ero , señ o r!, ¿ n o es esto lo que q u erían —

Son las dos y m edia d e la m ad ru g ad a.


L a fiebre de m ovim iento de la s p rim era s h o ras d e la no­
che h a rem itid o . E l G en eral m a n d a d escansar, p u es la p ró ­
xim a jo rn ad a será d u ra .
L as noticias que continuam ente llegan tra n q u i­
lid a d y cum plim iento de la s órdenes d ad a s p o r M ola.
L leg a u n «enlace» de Z aragoza, con la u ltim a noticia

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Í 3 A 305

pro ced en te d e B arcelona. Inform a que el C om andante L lo­


v era B alag u er —en lace de! G eneral G oded con la G u a rn i­
ción de B arcelona— aseg u ra que dicho G en eral se tra sla d a ra
d e B aleares a B arcelona en la s p rim era s h o ras del d ía 19,
p a r a hacerse cargo del m ando en C atalu ñ a.
U n a vez m ás cru za p o r m i im aginación el org u llo del
G en eral G oded y la p ru d en cia del G eneral M ola, notas que
h an d estacado la p o stu ra de am bos G enerales en m edio de
sus relaciones d en tro de la conspiración.
¿N o e ra el G eneral G onzález C arrasco el destinado p a ra
B arcelo n a? ¿ A V alencia, qu ién v a ?
M ola no h a hecho n in g ú n com entario a p esa r d e confir-
m arse la n o ticia que ta n ta c o n tra ried ad le h a producido, y
de la cual ya tenía antecedentes.
D ías an tes, en el despacho del D irecto r de «D iario de
N av arra» , u n viajero procedente de P alm a d e M allorca tra ­
d u c ía un m ensaje escrito en u n d im inuto p ap el que extrajo
de un tu b o de asp irin a. L a clave p a r a su trad u cció n venía
d en tro de u n a pequeña ca ja de p a stilla s p a ra la 'los. T ra d u ­
cido, m an ifestab a la intención del G en eral G oded d e situ a r­
se en B arcelona en las p rim era s h o ras de la sublevación.
M ola re p etía en a q u e lla ocasión que consideraba im ­
prescin d ib le en V alen cia la p resencia del G en eral G oded.
L a g u arnición de V alen cia estab a en m uy b u en a disposición,
p ero necesitaba un M ando.
E ra la clave p a ra la pro y ectad a operación d e corte e in ­
com unicación de M adrid con B arcelona.
E l G en eral G oded p ien sa que g a n a ra C atalu ñ a. E l G e­
n eral M ola ha d esc artad o esa p o sibilidad. ¿Q u ié n a c e rta rá ?

C ru za el despacho el C om andante d e E stad o M ayor señor


E sp arza. S u colaboración h a sido m agnífica, pero no h a te r­
m in ad o su trab ajo . L leva p ap e le s... que ya n o son secretos.
Conocemos noticias que radios ex tra n jeras lanzan sobre
el E jército sublevado de A frica. E n sus com entarios se ad-

Ayuntamiento de Madrid
a0 6 ' B. F E L I X M A Í Z

íderte el volum en del ((chispazo», com o lo llam a M adrid p a ra


re a ta r im portancia.

O tra vez m an d a la m ira d a y el gesto del G eneral.


— ¡ A casa !
M e dispongo a obedecer.
C om pletam ente sereno. E xactam ente lo m ism o que cu a n ­
d o lo conocí aquella m añana del m es de m arzo pasado, dejo
a l O e n e ra l M ola en su despacho.
D ice que él tam bién va a descansar. N adie lo cree. P ero
t^ O S obedecem os iniciando lentam ente la salida.
S obre la m esa del G eneral e stá el B ando de G u e rra :
Don E m ilio M ola V idal, G eneral de B rigada y Jefe
de las fuerzas arm ad as de N av arra.
H ago sa b e r:
V a cila r un m om ento m ás sería u n crim en. E sp añ a,
presa de la m ás espantosa an a rq u ía, se desangra y m uei
re. V ulnerada la C onstitución, negados los m ás ele*
m entales derechos de ciudadano, com enzando por el de
la vida, entregados pueblos y ciudades al dom inio de
los pistoleros, E sp añ a ofrece hoy un espectáculo de m i­
seria, sangre y dolores como jam ás h a registrado su
H isto ria. E l E jército y la M arina, fieles a su consigna de
d e rra m a r su sangre por la P a tria , extienden hoy su brazo
arm ado, p a ra detener a E sp añ a a l borde m ism o del
abism o.
O rdeno y m a n d o ;
Q ueda declarado el estado de g u erra en todo el te­
rrito rio de la provincia de N av arra y, como prim era
providencia, m ilitarizad as todas las fuerzas, sea cu al­
q u iera la au to rid ad de quien d ep endían anteriorm ente.
L uego seg u ía el articu lad o .

C on u n gesto m e desp id e el G en eral. Y a lo h a hecho


v a tia s veces.
iQ u é tra n q u ila duerm e la c iu d a d !...

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A aQ7

U n a p a tru lla de g u ard ia s de A salto vigila lo s alrededo­


res de la T elefónica. Son las ú n icas personas que he c r u ­
zado en el tray ecto h asta m i casa. A través d e todos Ins
balcones del C írculo C a rlista se ve luz. T re s horas fa lla n
p a ra que el C apitán L a stra d eclare el estad o de guerra.
T an ta s noches en v e la ; ¿ y voy a d esc an sar?

V O Y A PONE R

en lim pio los p ap eles que m e h a d a d o el G eneral.


U n a de las cu a rtillas d ic e :
E l p ro g ram a, a grandes rasgos, es com o s ig u e :
«R econocim iento de la perso n alid ad h istó rica de Espa'fta
y pu esto preem inente en el concierto de los pueblos libres.
P az y buena arm onía con todos. Con los d e den tro de
casa y con los de fu era.
P le n a soberanía, que excluye en fo rm a term in an te la
m ediatización e x tra n je ra , y a u n el consejo egoísta.
A u to rid a d que im ponga discip lin a rig u ro sa d en tro d e la
colectiv id ad, p a r a im pedir cu a lq u ie r in ten to d e atentatfc
co n tra los destinos de E sp añ a.
S u b o rd inación de todos los individuos al bien com ún.
O rganización co rp o rativ a en ra m a s de la producción,
com o rep resentación efectiva en el ap a ra to económ ico, p a ra
e v ita r la lucha de clases, cread o ra d e odios y p rin cip a l cau­
sa de la d eb ilid ad del E stad o .
C oncepto hum ano del trab ajo , im pidiendo abusos d e los
intereses, es decir, v erdadera ju stic ia social.
R espeto a la p ro p ied ad p riv ad a, con títu lo s de legitinu-
d ad m oral.
P ro tección del ciu dadano c o n tra la explotación del c a p i­
ta l expoliador.
Independencia del P o d er Ju d icial.
L ib erta d de enseñanza, d en tro de la orientación m arcad a
p o r el E stad o y el m o ral sen tir del pu eb lo español.

Ayuntamiento de Madrid
sos B. F E L I X U A i Z

P rotección a la in fan cia, ed ucando a loa niños en u n


am b iente religioso d e am or a l tra b a jo y de optim ism o de la
vida.
T ra b a jo o bligatorio y subsidio a l que n o lo encuentre.
A poyo decidido a la a g ric u ltu ra . C ooperativism o en aque­
lla explotación ag ríco la en que no sea posible el desenvol­
vim iento individual.
T ra b a jo intensivo de las tie rra s, 'dedicando c a d a u n a por
razón de sus condiciones a la producción m ás ap ro p iad a.
R egularización y racionalización de la s in d u strias.
Im puesto con arreg lo a la situación económ ica de los in­
dividuos y sociedades, con severísim as sanciones a los de­
frau d ad o res.
E ducación p re m ilita r y creación de u n E jército , de u n a
M arin a y de u n a F lo ta A érea, p a ra ase g u rar con eficacia la
in teg rid ad nacional y n u estro tráfico com ercial.
S upresión ab so lu ta del llam ado enchufism o, y d e los lla­
m ados p arásito s de la A d m in istració n del E stado.
E ste p ro g ram a constituye el ideal de todo buen español,
que en concepto general quiere p o lariz ar un p ro g ram a polí­
tico b ase del nuevo E stad o . S eguro estoy de que no h ab rá
p ersona, en tid ad o p a rtid o político que exija precio p o r la
p aten te , pues lo que es de todos no es p artic u la rm en te de
nadie.
P e ro h ay m ás, y sobre ello es preciso h a c e r reflexionar a
Ies in adaptados.
Si el d ía de m añ an a la m asa española v iera que n o se
lleva a cabo lo que a rrib a decim os claro y term in an te, sin
d u d a s n i confusiones, seguro estoy que se llam aría a engaño
y se su b lev aría con ju s ta razó n c o n tra quienes crey eran Ies
h ab ía estafado.»

O tra s cu a rtillas d ic e n :
« E spaña es u n pu eb lo viejo d e la a n tig u a E u ro p a . U n
pueblo av en tu rero con el alm a sencilla y noble de D on Q u i­
jote, el e sp íritu socarrón de S ancho, y la im aginación un

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A 309

ta n to av iesa de G il B las. U n pueblo donde lo s m uertos


m an d an , lo cu al q uiere d ecir que rin d e cu lto a su pasado,
con sus glorias y sus desdichas. Siente el alien to consolador
y sabio de la h isto ria.
U n pueblo con pequeños vicios y g randes v irtu d es. U n
poco bohem io y u n ta n to p a tria rc a l. U n pu eb lo au stero que
p ra c tic a la m oral cristia n a y adora a la fa m ilia. U n pueblo
con instituciones propias y tradicionales.
E sp añ a es adem ás u n a un id ad h istó rica que re p u d ia el
sep aratism o, au n q u e no las m odalidades carac te rístic as de
sus regiones.
N o puede en c o n trar u n régim en m ejores m ateria le s p a ra
fo rja r u n E stad o fu e rte y poderoso.
E sto lo sab ían el judaism o in tern acio n al y la inasoneria
sec ta ria. P o r eso h an tra ta d o de d estru irlo , de aniquilarlo,
valiéndose de hom bres — ¡m ald ito s se a n !— que an tepusie­
ro n al san to Ideal de la P a tria sus sentim ientos, odios y
envidias.
Y todo ello frag u ad o en u n p acto de políticos arrin co n a­
dos, que, sin o tra representación que la suya p erso n al, un
b u en d ía de A gosto de 1930. a la suave b risa d e u n a p lay a
n o rteñ a, com praron el P o d e r a l precio que todos sabem os,
p a r a ver ilusiones satisfechas algunos, p a r a d a r satisfacción
a sus despechos los dem ás. ^
Y de esta reu n ió n clan d estin a, que n ad ie sabe lo que fue.
aunque todos hem os su frid o sus consecuencias, nació la se.
cu n d a R ep ú b lica española. Y como en g en d rad a p o r pecado
d e traició n , nació ra q u ítica , co n trah ech a, espúrea. M as que
u n p a rto fué u n aborto. Y com o ab o rto te n ía que perecer.
E n el testero d e su tum ba, a p e sa r de ser laica, p ondre­
m os el sím bolo de redención, y sobre j a tie rra rem ovida, u n
epitafio q ue d ig a : «Sangre, F ango, Lágrim as)).
Y luego, de la carro ñ a p u rifica d era b ro ta rá n flores rojas
y flores gualdas, sím bolo de la E sp añ a trad icio n al, de la
E sp añ a gloriosa, de la E sp añ a de siem pre.
Y en lo alto de este alegórico ja rd ín , su rg irá u n árbol
lleno d e v id a y d e p u jan za. U n árb o l, derecho com o u n ce-

Ayuntamiento de Madrid
310 B. F E L I X M A Í Z

d ro , corpulento com o u n a encina y fu e rte com o u n ro b le :


L a nueva E sp añ a.
Y o no sé si esto que pienso tiene m atiz falan g ista, mo­
nárq u ico, trad ic io n a lista o republicano. No entiendo n i quie*
ro en tender de p o lítica. L o único que sé es que no tien e el
perfil triste, agrio, antiespañol d e la R ep ú b lica que trata m o s.
Sé tam bién que lo que digo es honrado, bueno, p u ro .
Y sé tam bién que se h a rá . ¿C ó m o ?... Com o sea.»

E n u n a c u a rtilla suelta, sin correcciones, d ic e :


(iSomoc católicos y respetam os las creencias religiosas de
los que no lo son.
E ntendem os que la Iglesia d eb e q u ed a r sep a rad a del
E stad o p orque a s í conviene a aq u élla y a éste.
A dm itim os tam bién que e sta separación n o adm ite d i­
vorcio, sino fo rm a ex tern a de u n estrecho m arid a je espi­
ritu a l.
E sp añ a, a D ios gracias, n o h a d ejad o n i p u ed e d e ja r de
ser católica. Y p o r esto, a m i juicio, no acierto a com prender
cóm o es que hom bres que blaso n an d e creyentes, pu ed an
a n d a r del brazo con los «sin Dios».
N osotros nos vam os a re b elar co n tra u n p o d er ilegal que,
ab u san d o del P oder, se h a declarad o beligerante en las con­
tien d as políticas.
P referim os su cu m b ir antes que v er a E sp a ñ a sum ida en
la b arb arie.
¿ Q u e p o r qué nos rebelam os y a dónde vam os?
A c re a r u n a E sp añ a grande, u n a E sp añ a fu erte, im a E s­
p a ñ a u n id a y cristian a .
A crear u n E jército y u n a A rm ad a, m odestos en cuanto
a efectivos, pero b ien organizados p a ra su defensa.
A c re a r escuelas, donde los m aestros enseñen a a m a r a
D ios y a la P a tria .
A resolver los problem as de la tie rra .
A o b lig ar al que ten g a m uch o ..., lo re p a rta con el que
tenga poco.

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O E N E S P A f t A aii

A q ue se gasten m ás suelas d e zapatos y m enos cu b ier­


tas en coches de lujo.
V am os a ser reyes y señores d en tro de n u estras fro n te­
ras, sin a d m itir sugestiones, ingerencias, ni im posiciones
de fuera.
Q uerem os u n a E sp a ñ a ... libre.
Y eso lo harem os en tre todos y p a ra todos.»

H a sta aquí las cu a rtillas del G eneral.

S E S E N T A M IN U T O S

esp eran p a ra que u n a C om pañía del R egim iento de A m é­


ric a proclam e el ((Estado d e G uerra» e n el te rrito rio en que
el G en eral tiene m ando.
S esenta m inutos n a d a m ás p a ra que m iles d e n avarros se
subleven c o n tra u n P o d er que a c tú a a l d ictad o d e u n G ran
C onsejo In tern acio n al. N o querem os ser esclavos sum isos,
encadenados a la g ra n noche del despotism o asiático.
V am os a c e rra r las p u e rta s de n u e stra P a tria a las h o r­
d as b estiales de los hom bres de ojos oblicuos, m aestros en
la s to rtu ra s.
P o rq u e som os C ristianos, E spañoles y N avarros, vamos
a la g u erra s a n ta u n a vez m ás.
V encerem os.
Lo dice la leyenda en n u estro E scudo de las cadenas de
N a v a rra : Q u e <(no las sufrirem os p o rq u e nos so b ra valor
p a ra R O M P E R L A S».

N o sé si volveré a escrib ir. P e ro no sald ré de casa sin


que conste que dejo T O D O p a ra defender lo que m as q uie­
r o : D ios, P a tria , M ujer, H ijos, la sa n ta m em oria de m is
pad res.
V oy, haciendo honor a la civilización c ristia n a que me
ha form ado, a en señ ar a l m undo, cu b ierto de niebla, cuál
es el cam ino que conduce a la clarid ad .

Ayuntamiento de Madrid
312 B. F E L I X U A 1 Z

A dejarlo m arcado, aunque las h u ellas sean d e sangre.


A p elea r co n tra u n enem igo que d e n tro de E sp a ñ a tiene
asen tados sus reales y esp era u n a orden p a r a lanzarse a la
c o n q u is ta ; ocupa plazas fu ertes y posiciones dom inantes,
a b u n d a en toda clase de elem entos p a ra la lu ch a. T am bién
el oro está en su poder. N unca estuvo ta n cerca de la vic­
toria.
No cree que en E sp añ a ex istan trozos de tie rra firme con
recin tos fortificados, inexpugnables p a ra él.
No h a llegado todavía al pie de las m u rallas ciclópeas
que d ib u jan el form idable m uro de contención donde v a a
estrellarse, saltan d o en espum a, todo el ím petu de su m area
revolucionaria.
N o sabe de esas ciudades im ponentes... n i de sus bravos
C apitanes. C ap itan es de T ercios y B anderas que in v ita n al
m undo a ser espectador en la defensa de castillos con escu­
dos y h eráld icas que h a b la n de D io s..., P a tria ..., H o n o r...,
F a m ilia ..., Ju stic ia y L ib erta d . Y de las proezas que de­
m o strarán cóm o los hom bres de E sp añ a saben defender los
p rin cip io s racio n ales que constituyen el fundam ento de la
C ivilización C ristiana.

U no de estos trozos de tie rra firme es N av arra.


T odas las em anaciones p u trefactas, fru to d e la descom ­
posición de u n orden político y social lleno de crírnenes, no
h an podido in to x icar el am biente sano de sus hab itan tes.
L arg as jo rn ad as llevan en vela, esperando la voz de la
P a tria .
H o y ... la s trom petas an u n c ia rán la h o ra ta n deseada.
Y chocará el grito de g u erra co n tra la s rocas de la im ­
po n ente b a rre ra p iren a ica, cruzando como u n relám p ag o su
eco, m il veces m u ltip licad o , toda la tie rra n av a rra , al m ism o
tiem po que sus hom bres, puestos en pie, salu d arán con a l­
borozo la h o ra de la S an ta C ruzada. ^
C ientos de pueblos, en u n tra jín ardoroso, p re p a ra ra n
la m arc h a de sus hijos. ^
R om erías, interm inables rom erías d e hom bres se verán
cam in ar h ac ia los cu arteles de la P a tria . U n crucifijo sera
el guión de sus colum nas.

Ayuntamiento de Madrid
A l Z A M I E N T O E N E S P A Ñ A f 313

«¡V iv a E sp añ a !» , g rita rá N a v arra a l am anecer.


« ¡V iv a E sp añ a !» , co n testarán desde sus ata la y a s los
vigías d el castillo real de O iite .,., los d e g u ard ia e n M onte-
ju rra los d e las m u ra lla s de A rta jo n a ..., los d e las torres
alm en ad as d e Ja v ie r.... los de las crestas de R oncesvalles...
S o n arán recio y jubilosas las cam panas d e las to rre s de
V ian a y de L e rín ..., la s de L um bier y las d e L ey re... las de
A b árzu za y las de L á c a r.... las del R o n c a l..., las d e M a­
ñ e ra y la s de .C irau q u i..., las de U ju é ..., las del P u y de
E ste lla ..., la s d e la V irgen de Codés.
T em b lará el C am p an ario d e S an ta María^ la R eal.
R ezarán las m ujeres pidiendo la salvación de E spaña,
ofreciendo la v id a de sus p a d re s..., d e sus h ijo s..., d e sus
m arid o s..., d e sus h erm a n o s..., d e sus novios...
Se a leja rán de sus pueblos los hom bres d e N av arra.
Q u e d arán ... sus antecesores.
E n lo a lto d e los ásperos acantilados, en la s p eñ a s en­
caram ad as sobre las sierras inexpugnables, a l p a r d e los
picos agudos que circu n d an lab erin to s infranqueables de
m ontañas, v ig ila rán desde sus ata la y a s etern as guerreros
de V icto ria. ^
V e rtirá n de nuevo 8 us cotas, em b razaran sus escudos,
ten d rán atad o s sus yelm os y enhiestas la s lanzas.
Son los vencedores en su H isto ria . Los que vieron pasar,
sin d etenerse. C artagineses, R om anos, A rabes, F rancos.
Son los creadores de d in astías que con trib u y ero n a la
u n id ad y a la grandeza de la nación.
Los p rim eros que en E sp añ a se p o straro n a los p ies de
S an tiag o el A póstol. . . .
Y de nuevo los abuelos co n tarán a sus nietos, ju n to al
fuego, las G estas de la T ra d ic ió n , uniendo las nuevas que
sellen con su heroísm o los que hoy p a rte n p a r a la guerra.
Les h a b la rá n de sus reyes, d e sus príncipes,_de sus c a u ­
d illo s..., de castillos y m o n asterio s..., de erm itaños, d e m on­
jes d e g u errero s..., de danzas y costum bres...
L es señ a la rán el cam ino del bien. Les en señ aran el de-
b er d e C aridad.
Y c^tra vez sus aldeas em pinadas, sus arboles seculares,
sus bosques vírgenes, sus h u ra can e s fríos, sus b o rd as, sus

Ayuntamiento de Madrid
314 B. F E L I X U \

to rrentes, sus riscos, sus sen d ero s..., v erán ca m in a r p o r el


«m ismo atajo» que otros ya lo hicieron a los hom bres que
N U N C A SE O L V ID A N D E D IO S.
E sta tard e, e n m a rc h a h a c ia M adrid, a n tes de ab an d o ­
n a r N a v arra , cruzaréis p o r V ian a , la del P rincipado.
E n el m ism o lu g ar donde se estrellaro n las huestes a rro ­
llad o ras d e M uza y T a rik , deteneos u n m om ento p a ra ca n ta r
a voz en g rito la m ejor copla d e n u e stra J o ta :

Cante N avarra..., y sin miedo...,
Cante N avarra..., y más cante...
Si se hunde el m undo... (que se hunda!...
N avarra... SIEM PRE P ’A LANTE...

S E I S DE L A M A Ñ A N A

E l eco d e u n as p isad as ásperas, acom pasadas, h a sido


in terru m p id o p o r la voz seca de «alto» d a d a p o r u n Oficia!
al m an d o d e la C om pañía de soldados que desfila p o r las
calles.
U n co rn etín ra sg a el silencio q u ieto d e este am anecer.
S u grito n o in te rro g a ; m a n d a :
— I F ir m e s !
Y u n ca p itá n h a d ich o ;
.......Queda proclamado el Estado de Guerra.

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
PROTOCO LO S DE LO S S A B I O S DE SION

P o r co nsiderarlo de interés excepcional p a ra el lector, y


como anunciam os en las pág in as prim eras de este libro,
tran scrib im os a continuación, tom adas textualm ente, algu-
ñas disposiciones d e los Protocolos de los Sabios de Sión.

E n ol A C T A N U M E R O l de la Sesión \.\ se lee;


E s n ecesario fijarse en que el núm ero d e hom bres con
in stintos perversos es m ucho m ayor que el de aquellos con
insti ntos nobles. P o r lo cu al, p a ra gobernar el m undo se ob­
tien en m ejores resu ltad o s em pleando la violencia y la in ti­
m idación, pues d an m ucho m ejores resultados que los dis­
cursos académ icos. T odo hom bre tiene a n sia del pOTer, ca a
uno d esearía ser u n dictacLor siem pre que lo p u d ie ra ser el
sólo, y bien pocos serán aquellos que se nieguen a sacrifi­
car el b ien esta r del prójim o p a ra lo g rar sus m iras personales.
¿Q u é es lo que h a contenido a esas fieras salvajes y de
ra p iñ a q ue llam am os hom bres? ¿ P o r q uién h an estado go-
bernados h a sta a h o ra ? E n las p rim era s épocas d e la bocie-
d ad estab an som etidos a la fuerza b ru ta y c ie g a ; después se
som etieron a la L ey que, en re alid ad , n o es o tra cosa que la
m ism a fu erza d isfrazad a. E sta ^««sideración m e lleva a ce-
d u cir que fijándonos en la Ley n a tu ra l. E L D E R E C H O R E ­
S ID E E N L A F U E R Z A . , j j
N u e stra fuerza, d ad a la situación qu eb rad iza de todos
los P o d eres C iviles, será m ucho m ayor que n in g u n a o tra,
p o rq u e siendo invisible n o p o d rá ser a ta c a d a h a sta el día
en que ya ningún a c to de astu cia p u ed e d estru irla.

Ayuntamiento de Madrid
US B. F E L I Z Uí i Z

E l p opulacho es b á rb a ro y lo d em u estra en todas las


ocasiones. E n cu an to el pu eb lo cree que h a conquistado la
L ib erta d , se d a p risa p a r a co n v ertirla e n an a rq u ía, q u e es
la representación m ás p erfec ta d e la b a rb a rie .
N u e stra d ivisa debe ser « F U E R Z A E H IP O C R E S IA ».
Sólo la fu erza es la que d a la v icto ria, sobre todo cuando
la o cu ltan con ta le n to los hom bres que gobiernan u n E stado.
L a violencia d eb e ser, e n principio, el engaño, y la hipo­
cresía, u n a re g la p a r a los G obiernos que no q u ieren en tre­
g ar su co ro n a a los pies de los agentes de u n nuevo P oder.
E ste m al es el ún ico m edio d e conseguir su objeto, que es
el b ien. N o nos detengam os si son n ecesarias la corrupción,
la co m p ra d e conciencias, la im p o stu ra y la traició n , pues
con ellas servim os a n u e stra C ausa.
N u estro llam am iento «IG U A L D A D , L IB E R T A D , F R A ­
T E R N ID A D » a tra jo d e las c u a tro p a rte s del m undo a nues­
tra s filas, g racias a n u estro s A gentes inconscientes, legiones
en teras que llevan n u e stra s b an d e ras con entusiasm o. D u­
ran te este tiem po, esas p a la b ra s com o gusanos roedores de­
v o raban la p ro sp e rid ad d e los C ristianos, destru y en d o su
paz. t u fo rtaleza, y su unión, d erru m b an d o los cim ientos de
los E stados. Com o lu eg o verem os, esto fuá lo que nos dio
la v icto ria y nos proporcionó, en tre o tras cosas, la posibi­
lid a d de ech ar sobre la m esa el A s d e triu n fo , la abolición
d e p rivilegios, o, en o tras térm inos, la d e la aristo cracia de
los gentiles, ú n ic a pro tecció n que ten ían co n tra nosotros
las N aciones.

E n el A C T A N U M E R O 2. Sesión 2.*. d ic e n :
E s indispensable p a r a n u estro s proyectos que las p e r r a s
no cau sen n in g u n a a lteració n te rrito ria l. D e eSte m ^ o . to ­
d as la s g u erras se neg o ciarán b a jo el aspecto eco n ó m ico ; en­
tonces las N aciones reconocerán n u estra su p erio rid ad vien­
do los servicios que podem os p re sta rles. E sta situ ació n pon­
d rá a los dos ad v ersarlo s com pletam ente a la disposición de
nuestros agentes internacionales, que disponen de recursos
ilim itados, p a ra los que n o h ay fro n teras. E ntonces nues­
tro s derechos in tern a cio n ales b a rre rá n la s L eyes del M undo
en tero, y gobernarán lo s E stad o s exactam ente ig u al que lo

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A U I E N T » EN E S P A Ñ A SIS

que hace cad a u n o p a r a a rre g la r las ctiestiones e n tre sus ciu­


dadanos.

E n el A C T A N U M E R O 3, S esión 3.*, d ic e n :
H o y p u edo ase g u raro s que estam os y a a m uy pocos pasos
de n u estro objetivo final. Sólo u n a pequeña d istan cia nos
q u ed a p o r re c o rre r, y el círculo de la serpiente sim bólica,
q ue es el Sím bolo de n u estro P ueblo, se cerrará.
C uando se cierre to talm en te, entonces ro d e ará y a te n a ­
z a rá todos los E stados de E u ro p a , com o ai lo fu e ra n p o r una
cad en a in d estructible.
N u e stra m isión es h acer creer que som os los libertadores
d el tra b a ja d o r, que venim os a sacarles de la opresión, hacién­
do les ver la s v en taja s de e n tra r en las filas de nuestros ejér­
cito s so cialistas, a n a rq u ista s, y com im istas. M anejarem os
las m asas aprovechándonos d e la envidia y d e l ^ i o , a li­
m entados p o r la opresión y las necesidades, y ayudados por
ellas, nos desem barazarem os de aquellos que se opongan en
n u estro cam ino.
E ste od io se ac re c e n ta rá m ás p o r el efecto que h a de pro­
d u cir la crisis económ ica que p a ra liz a ra el com ercio y la
p roducción. O rganizarem os u n a crisis económ ica m undial p o r
todos los m edios que nos sea n posibles, con ay u d a del oro
q ue casi en su to ta lid a d e s tá en nuestro poder.
S im u ltáneam ente echarem os a la calle en to d a E u ro p a
m asas enorm es d e obreros. E stas m asas serán felices p re c i­
p itán d o se sobre todos aquellos que. en su ignorancia,
d iaro n d esde la in fan cia, v e rte rá n su sangre, y en seguida,
p o d rá n a rre b a ta r su s bienes.
A nosotros n o nos h a rá n daño, porque el m om ento del
ataq u e lo conocerem os y tom arem os las m edidas p a r a p ro ­
teger nuestros intereses.
E n el m om ento p resen te, como fu erza intern acio n al, so­
mos in vulnerables, p orque si cualquier G obierno de los gen-
tiles nos atac a, otros nos defenderán. L a abyección sin lim u
tes d e lo s pueblos cristian o s favorece n u estra independen­
cia, p o rq u e ta n p ro n to se a rra s tra n de a n te del poderoso
com o se m u estran sin p ie d a d con el débil, p orque n o tienen

Ayuntamiento de Madrid
330 F & L I X m a í z

m isericordia p a r a los que com eten alg u n as fa lta s, y se m ues­


tra n clem entes p a r a aquellos que com eten crím enes.

E n el A C T A N U M E R O 4. Sesión 4.*. d icen :


L a lu ch a p o r la su p erio rid ad y la s co n tin u as especula­
ciones en el m undo de los negocios c re a rá n u n a sociedad
d esm oralizada, egoísta, y sin corazón.
E sta sociedad te rm in a rá p o r hacerse com pletam ente in­
d iferen te a la R eligión y a la a lta p o lítica, a la que llegará
a a b o rre c e r; su único g uía será la pasión d e l oro y h a rá
todos los esfuerzos im aginables h asta conseguirlo, p o r ser lo
ú n ico que p o d rá p ro p o rcio n ar los placeres m ateria le s de lo
que h a hecho u n v erd ad ero culto.
E ntonces las clases inferiores, el populacho, se nos u n i­
rá n en co n tra de nuestros com petidores, los gentiles p riv i­
legiados e inteligentes, y lo h a rá n sin te n e r siq u iera una
m ira elevada, n i siq u iera p o r am or a la riq u e z a ; sim ple­
m ente lo h a rá n p o r odio a las clases acom odaoas.

E n el A C T A N U M E R O 5, S esión 5.‘ , dicen :


P a ra ase g u rar la opinión, pública, es necesario p rim e ra ­
m ente em b aru lla rla p o r com pleto, h aciéndola oír, p o r d i­
ferentes conductos, ideas y opiniones co n trad icto rias, en p á ­
rrafo s m uy largos, p a r a que los gentiles se p ierd a n en un
lab erin to . Sólo así com prenderán que el m ejor p a rtid o que
deben to m ar es no ten er nin g u n a opin ió n en m a teria polí­
tica. m a te ria que no p u ed e ser com prendida del público,
p ero que debe reserv arse exclusivam ente p a r a aquellos que
d irig en todos los asuntos. E ste es el p rim e r secreto. E l se­
gundo secreto, n ecesario p a r a el triu n fo de n u estro G obier­
no, consiste en m u ltip lic a r a ta l p u n to los d esaciertos, las
pasiones y las leyes convencionales d e l p aís, que nadie sea
capaz de p e n sa r con cla rid a d en este caos.
Los hom bres term in arán p o r no entenderse lo s unos con
los otros.
E sta p o lfd ca nos a y u d a rá igualm ente a sem b rar disen­
siones en tre t o ’os los p a rtid o s y a disolver todas las colec­
tiv idades m ás fu ertes y descorazonar to d as las iniciativas
individuales que pu ed an esto rb a r nuestros proyectos. No hay

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A U I E N T O E N E S P A S A dSl

n a d a m ás peligroso que la in iciativ a personal, p orque si ésta


fu e ra p ro d u cto d e u n gran cerebro p o d ría hacernos m ucho
m ás d añ o que todos los m illonea de individuos que hemos
lanzado los unos co n tra los otros.

E n el A C T A N U M E R O 6, Sesión 6.*, d icen :


B ien p ro n to em pezarem os la organización de grandes
m onopolios, donde se ac u m u larán riquezas colosales, en las
q ue to m a rá n p a rte precisam ente las grandes fo rtu n a s d e loa
gentiles, en fo rm a que d eb erán perecer todas ju n ta s con ei
créd ito d e sus G obiernos, a l d ía siguiente de la crisis p o ­
lítica. P a ra a rru in a r la in d u stria de los gentiles y activ ar
la especulación, favorecerem os el am o r a l lujo desenfrenaao,
cam p añ a que ya hem os em pezado a d esarro llar. A u m en ta­
rem os los salario s, lo que no p ro p o rcio n ara v en taja alg u n a
p a ra los obreros, puesto que a l m ism o tiem po elevarem os
les precios de todos aquellos productos que sean de prim era
n ecesidad con el p re te x to d e m alas cosechas.

E n el A C T A N U M E R O 7, Sesión 7.‘, d icen :


E n to d a E u ro p a , y con la ay u d a de E u ro p a , debemos^ sus­
c ita r en los dem ás continentes la sedición, las disensiones
y la m u tu a h o stilid ad . A sí tendrem os u n a doble v e n ta ja : en
p rim e r lu g ar nos re sp etará n en to d o s los países, puesto que
saben m uy b ien que tenem os el poder d e pro v o car a n u es­
tra v o lu n tad los levantam ientos y re stab lecer el orden.

E n el A C T A N U M E R O 8, S esión 8.*, d ic e n :
D ebem os e star seguros de todos los procedim ientos y de
lodos los m edios que nuestros enem igos p u ed a n em p lear con.
tra nosotros. Nos valdrem os d e recursos y procedim ientos
los m ás oscuros y com plicados que ex istan en las leyes, en
el caso d e que nos veam os obligados a justificarnos y a tom ar
determ inaciones que p u d ie ra n p arece r m uy atrev id as o in­
ju stas. Y será de gran im p o rta -x ia el m an ife sta r dichas
pueblo p u ed a n ap a rec er de n a tu ra le z a com pletam ente mo-
decisiones de u n a m an era ta n enérgica que a los ojos del
ra l, razonable y justa.

Ayuntamiento de Madrid
339 F E L I X U A f 2

E n el A C T A N U M E R O 9, Sesión 9.*, d ic e n :
E n la fo rm u la lib era l q u e ostentam os com o d iv isa m a­
sónica, «L ibertad, Ig u a ld a d y F ratern id a d » , cam biarem os,
cuando estem os en el P oder, n o las p a la b ra s, sino sim ple­
m ente la id ea que rep resen tan , y entonces d irem o s: el de­
recho a la lib ertad , el d eber d e la ig u ald ad y el ideal de la
fratern id ad , y d e este m odo tendrem os en cadenada a la fie­
ra . E n realid ad , hem os y a d estru id o ca si todos los poderes
d el m undo, excepto el nuestro, au n q u e en teo ría todavía nos
quedan alg u n o s p o r d estru ir.
H em os em brutecido y corrom pido la generación actual
de los gentiles, enseñándoles principios y teorías que de an­
tem ano sabem os son en teram en te falsos.

E n el A C T A N U M E R O 10, S esión I 0 .\ d ic e n :
E l P arlam e n to y la P re n sa h an condenado a los G o­
biernos a la inacción y a la d e b ilid a d ; los h an hecho poco
necesarios, c a si in ú tile s ; p o r eso se explica que h ay a n sido
d errib ad o s e n b astan te s países.
A sí se hizo posible la venida d e la E ra re p u b lic an a y
hem os reem plazado el G obierno p o r u n a c a ric a tu ra de G o­
b iern o y p o r u n P resid en te tom ado del m ontón de entre
nu estros esclavos.

E n el A C T A N U M E R O 11, S esión 11 .*, d ic e n ;


«El C onsejo d e E ^ a d o serv irá p a ra confirm ar el poder
del G obierno. V eam os el p ro g ram a de la nueva C onstitu­
ción que estam os red actan d o .
C rearem os la L ey, el D erecho y el T rib u n al.
1. *— B ajo fo rm a d e proposiciones a l C uerpo legislativo.
2. *—P o r D ecretos del P resid en te b a jo la fo rm a d e ó r­
denes generales p o r actos del S enado y p o r decisiones del
C onsejo de E stad o bajo la fo rm a d e O rdenes M inisteriales.
3. *—E n el caso d e que sea necesario, bajo la fo rm a de
un golpe d e E stad o . U n a vez p lan tea d o aproxim adam ente
este «M ODU S A G E N D ln, ocupém onos d e d e ta lla r las m e­
d id as que nos serv irán p a ra llevar a cabo la transform ación
d el E stad o en el sentido que q u ed a expuesto.
Se h a b la de la lib e rta d de la P ren sa, del D erecho de

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O EN E S P A Ñ A aas

A sociación, de la L ib erta d de C onciencia, del principio


electivo y d e m u ch as o tras cosas que h a b rán d e desaparecer
del rep erto rio hum ano o ser radicalm ente cam biadas desde
que se pro clam e la nu ev a C onstitución.
L os cristian o s son com o rebaños de borregos, y somos
p a ra ellos el lobo. Y b ien sabéis lo que sucede a los borregos
cu an d o el lobo e n tra e n el redil.
¿ P o r q ué creéis que hem os invitado e in sp irad o a los
cristian o s to d a esta p o lítica sin d arle s m edios de com pren­
d e rla ? ¿ P a r a qué, sino p a r a conseguir secretam ente lo que
n u estra raza d isp ersa no po d ía alcanzar lu ch an d o a b ie rta ­
m en te? E s ta h a sido la b ase de la organización d e la F ran c.
m aso n ería sec reta que n o se conoce y cuyos designios no
son n i siq u iera sospechados p o r los ignorantes cristianos,
atra íd o s p o r nosotros al ejército v isib le de las L ogias p a ra
d istra e r de nosotros la s m irad a s de sus herm anos.

E n el A C T A N U M E R O 12, Sesión 12.‘ , d icen :


«La p a la b ra lib e rta d , que puede in terp re tarse de d ife­
ren tes m aneras, la definirem os a s í : L ib e rta d es el derecho
de h a c e r aquello que p erm ita la L ey. E sta interpretación
de la L ib e rta d en n u estro tiem po h a rá que toda L ib ertad
esté en n u estras m anos, p o rq u e las Leyes d estru irá n o c re a ­
rá n lo q ue nos sea conveniente, según el p ro g ram a expues­
to m ás a rrib a.
C on la P re n sa obrarem os del m odo sig u ien te: ¿ Q u é p a ­
pel re p resen ta ac tu alm en te la p re n sa ? S irve p a ra encender
la s pasiones y p a r a fo m en tar los egoísm os de los P artidos.
E s v an a , in ju sta , m entirosa, y la m ay o r p a rte de los hom ­
b res n o com prenden p a r a q u é sirve. N osotros la sellarem os
y la pondrem os frenos, h aciendo lo m ism o con las dem as
obras im presas. C uando entrem os e n el nuevo regim en, que
p re p a ra rá nuestro rein ad o , no podrem os a d m itir la re v ela­
ción, p o r la P ren sa, d e la fa lta de honradez p ú b lic a ; es ne­
cesario que se h a g a creer q u e el nuevo régim en ^ha satisfe­
cho de ta l m odo a todo el m undo que h asta los crím enes han
d esaparecido. L os casos crim inales no serán conocidos m ás
que de sus víctim as y de sus testigos occidentales.»

Ayuntamiento de Madrid
324 B. F E L I X m a í z

E n el A C T A N U M E R O 13. Sesión 13.‘ , a ic e n ;


((Para ¿ is tra e r a los hom bres dem asiado preocupados por
los asuntos políticos pondrem os en evidencia los asu n to s que
se consideran nuevos, o sea los asu n to s in d u striales y de
com ercio p a ra que desahoguen su fu ria sobre ellos. L as m a ­
sas se conform arán con qu ed ar in activ as o descansar d e su
p re te n d id a ac tiv id ad p o lítica, a la cu al les habíam os acos­
tu m brado nosotros m ism os p a ra lu c h a r p o r m edio de ellas
c o n tra los gobiernos cristianos.
T am bién presentarem os en la P re n sa concuisos d e A rte,
de D eportes de todas clases, y estos entretenim ientos a p a r­
ta rá n los ánim os de aquellos que p u d iera n ponernos en con­
flicto con el pueblo.
T ratarem o s de llevar a las gentes h ac ia toda clase de
teo rías fa n tá stic a s nuevas y que parezcan progresivas, y h a ­
rem os p e rd e r la cabeza a los im béciles cristian o s con un
éxito com pleto p o r m edio d e la p a la b ra P R O G R E S O y no
h a b rá u n solo hom bre en tre ellos que vea b a jo este nom bre
el erro r que se o cu lta en todo lo que no sea cuestión de
inventos m ateriales, puesto que la v e rd ad es u n a y no puede
p rogresar.

E n el A C T A N U M E R O 14, Sesión 14.‘ . d ic e n :


C uando nuestro R einado h a y a llegado, no reconocere­
m os la existencia de n in g u n a o tra R eligión que n o sea la de
n u estro ú nico D ios, con el c u a l n u estro pueblo e stá unido
p o rque som os el pueblo escogido, y p o r el cu al su m ism o
destino está unido al d estin o d e l m undo.
L os errores d e la A d m in istració n de lo s cristian o s -serán
descritos con los m ás vivos colores p o r nosotros. E x citare­
mos u n a ta l rep u g n an cia c o n tra ellos que los pueblías p refe­
rirá n el descanso d e la servidiunhre a los derechos de la fa ­
m osa L ib erta d que les h a atorm entado h a sta a rre b a ta rle s
lo s m edios d e existencia y ex p lo tarlo s p o r u n a caterv a de
av entureros que n o sab ían lo que se hacían.

E n el A C T A N U M E R O 15, Sesión 15.‘, dicen:


C uando em pecem os a re in a r con ay u d a de golpes de Ls-

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O EN E S P A S A 32t

tad o p re p ara d o s p o r todas p a rte s p a ra u n m ism o d ía des­


pués de la confesión definitiva de la n u lid ad de todos los
G obiernos existentes, ta l vez p a sa rá u n siglo a n tes que esto
suceda, trata rem o s de que n o h ay a com plots c o n tra nos­
otros.
P a r a conseguirlo condenarem os a m uerte a todos lo s que
acojan n u estro advenim iento con las arm as en la m ano. Toda
n u ev a creación d e u n a sociedad secreta sera condenada a
m u erte. _
L as que hoy existen, que nos son conocidas, que nos han
servido y nos sirven aún, serán abolidas y enviados sus
m iem bros a continentes leíanos de E uro p a. D el m ism o m odo
trata rem o s tam bién a los F rancm asones cristianos, que saben
de ellas dem asiado. _
H a sta Que llegue nuestro reinado crearem os y m u ltip lic a ­
rem os la s Lo??las m asónicas en lodos los p aíses del m undo
y atraerem os a ellas a todos los que sean o pu ed an ser agen­
tes des'-aca'^os. F orm arem os en estas L ogias el núcleo de
todos los elem entos revolucionarios y lib erales. L os provec­
tos políticos m ás secretos nos serán conocidos y ca erá n bajo
n u estra dirección desde el m om ento d e su ap arició n . Los
que ingresan en la s sociedades secretas son generalm ente los
am biciosos, los aventureros, y los dem ás gentes que p o r una
u o tra razón quieren a b rirse un cam ino, gente inform al, con
los que no nos co stará gran tra b a jo entendernos p a r a llevar
ad elan te nuestros proyectos. _ i n i
N o podéis im aginaros cuán fácilm ente se p u ed e llevar al
m ás in teligente de los cristianos a u n a inconsciente inocui­
d ad. a condición de deiarlos satisfechos de sí m ism os, y al
m ism o liem oo qué sencillo re su lta descorazonarles con el
m ás peau eño fracaso, aunque sólo sea nevándoles el aplauso
y atra erlo s a u n a obediencia servil con ta l de obtener nuevos
éxitos. ¡C u án clarivi-^entes fueron nuestros an tig u o s sabios
a l d ecir que p a ra conseguir u n obieto no b ay que detenerse
a n te n in g ún m edio n i c o n ta r con la s v íctim as que sean sa­
crificadas 1
N o bem os c o rta d o la s víctim as de lo s b ru to s cristian o s, y
au n q u e hayam os sacrifica-^o m uchos d e los nuestros, hemos
dad o en la tie rra a n u estro pu eb lo u n poder con el que nunca

Ayuntamiento de Madrid
336 B. F E L I X U A f Z

pudo sofiar. L as v íctim as re lativ am en te poco num erosas de


los n u estro s nos h an salvado d e la perdición.
L a m u erte es el fin inevitable d e cad a uno, y es m ejor
a c elera r el fin d e lo s que ponen obstáculos a n u e stra obra
que a n iq u ila r a los que la hem os creado. N osotros llevam os
a la m uerte a los F rancm asones de u n m odo que n ad ie, ex­
cepto sus herm anos, p u ed a n ni siq u iera sospechar las víc­
tim as condenadas p o r n o s o tro s ; m ueren todos, cu an d o es n e ­
cesario, com o d e u n a enferm edad norm al.

E n el A C T A N U M E R O 16, Sesión 16. d ic e n ;


C on objeto d e d e stru ir to d as las fu e rza s colectivas, ex­
cepto las n u estras, suprim irem os las U niversidades, prim era
e ta p a del C olectivism o, y fundarem os o tras con nuevo es­
p íritu .
L os m aestros y profesores esta rá n secretam ente p re p a ra ­
dos p a r a su tra b a jo con p ro g ram as de acción secretos d e ta ­
llados, d e lo cu ales n o p o d rá n sep a rarse b a jo n in g ú n p re ­

E xcluirem os de la enseñanza el D erecho C ivil, y el Ue-


recho P olítico.
E sta s lecciones se d a rá n únicam ente a a lg u n as docenas
de personas escogidas p o r sus facu ltad es em inentes.
L as U niversidades n o deben d e ja r sa lir de sus recintos
a sus b a rb ila m p iñ o s; que form en proyectos d e C onstitución,
com o si co m p u sieran com edias, y que se ocupen de P olítica,
de la cu al n i sus m ism os p a d re s h an com prendido nunca
n ad a . - • j
N osotros abolirem os to d a enseñanza privada.

E n el A C T A N U M E R O 17, Sesión 17, d ic e n :


E l F o ro c re a hom bres fríos, crueles, tercos, sin principios,
que se colocan en to d a s ocasiones en u n terren o im personal
p u ra m e n te legal. ,
E stán acostum brados a d irig ir sus esfuerzos e n provecho
de la defensa y tra ta n de obtener la absolución de s ^ defen­
didos a to d a costa, aprovechándose d e la su tileza de la J u-
risp ru d en cia, y de este m odo d esm oralizan a l T rib u n a l, r o r
eso, perm itiendo a esta profesión d esa rro llarse solam ente en

Ayuntamiento de Madrid
A L Z A M I E N T O EN ESPAfiA 327

lím ites m uy estrechos, harem os de su s m iem bros funcionarios


ejecutores d e la Ley.
L a L ib erta d de conciencia se proclam a y a en todas p arte s.
P o r lo tan to , solam ente nos sep aran unos cu an to s de años
d e la ru in a com pleta d e la R eligión C ristian a, y a ú n m ás
fácilm en te llegarem os a d e stru ir las o tras religiones.
C olocarem os a l clericalism o y a los clérigos en ta n es­
trechos m árgenes que su influencia será nula, com parada
con la que d isfru ta b a n antes.
C uando llegue el m om ento de d e stru ir definitivam ente
la C orte P a p a l, el dedo de u n a m ano invisible m o strará al
p u eb lo esa C orte. C uando ios pueblos se arro jen sobre ella,
aparecerem os com o sus defensores, con el fin de ev itar la
efusión de sangre. P o r este m edio nos introducirem os en él
in te rio r de la P laza, d e la cual no saldrem os h a sta el m o­
m ento que la hayam os a rru in a d o com pletam ente.
E n general, n u estra P re n sa contem poránea se ocupará
de d e s tru ir los asuntos d e E stad o , las R eligiones, la inca­
p ac id a d d e los cristianos, y todo ello en los térm inos m ás
infam es, con el fin de denigrarlos p o r todos los estilos, como
sólo sab e h acerlo n u estra R aza d e G enios.
L o m ism o que hoy nuestros herm anos están obligados
b ajo su resp o n sab ilid ad a d en u n ciar a la com unidad sus
renegados o las personas que em prendan cu a lq u ie r asunto
co n trario a su com unidad, en n u estro reino u n iv ersal será
o b lig ato rio p a ra todos los súbditos serv ir a l E stad o e n ésta
form a.

E n el A C T A N U M E R O 18, Sesión 18. d ic e n :


N u estro S oberano e sta rá g u ard ad o p o r u n g u a rd ia invi­
sible, pues no adm itim os siq u iera el pensam iento d e que
p u ed a ex istir enfrente de él u n a fu erza c o n tra la cu al no
se encu en tre en situación de lu ch ar, y se vea obligado a
ocultarse.
S i adm itiésem os este pensam iento com o lo h an hecho y
lo h acen aún los cristian o s, habríam os firm ado u n a senten­
cia de m uerte, si no la del soberano m ism o, p o r lo m enos la
d e su d in a stía en u n p o rv en ir próxim o.

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A L Z A M I E N T O EN E S P A Ñ A 329

la d ig n id ad del tra to , a condición, se entiende, de respetar


la s L eyes establecidas p o r nosotros.

E n el A C T A N U M E R O 23, Sesión 23, d ic e n :


P a ra que los pueblos se acostum bren a la obediencia, es
necesario h ab itu arlo s a la m odestia y dism inuir p o r lo tanto
la producción de objetos de lujo. R establecerem os la peque­
ñ a in sd u stria, que a ta c a rá a los cap itales p a rtic u la re s de loa
grandes fa b rican tes. U n pueblo que se d edica a la pequeña
in d u stria no conoce las huelgas, y ap recia el orden y p o r
consiguiente, la fuerza del poder. L os sin tra b a jo son los
m ás peligrosos p a ra el G obierno.
L a em briaguez e sta rá p ro h ib id a p o r la L ey y castigada
como u n crim en co n tra la H u m an id ad , ya que los hom bres
que se d an a ese vicio se tran sfo rm an en b ru to s bajo la in­
fluencia d el alcohol.

E n el A C T A N U M E R O 24, Sesión 24. d ic e n :


V ario s m iem bros d e la R aza d e D avid p re p a ra ra n los
R eyes y sus H erederos, escogiendo estos últim os, no según
el D erecho h ered itario , sino p o r sus a p titu d es e m in e n te s: los
in iciará n en los secretos ocultos de la p o lítica y en los planes
del gobierno, a condición, p o r supuesto, d e que nadie co­
nozca estos secretos.

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historiografia de nuestra Cruzada.
Hoy, en plena normalidad, se vive
s
en España de las consecuencias de
aquel hecho descomunal acaecido
en Julio de ig^6.

i. Pero cómo pudo realizarse


aauel hecho f

Estas páginas dan una respues­


ta, no 'total, pues puedan inéditas
todavía no Pocas respuestas, pero
una respuesta auténtica.
S i a esto se añade la curiosidad
que siempre despierta el saher o co­
nocer los fondos y trasfondos de
una conspiración, pueda patente el
interés excepcional de este libro,
que rompe un silencio, posiblemen­
te en buena coyuntura.
S u autor no es literato, ni pre­
sume de serlo, ni le duele el no ser­
lo. E s sencillamente un testigo y
un actor que ofrece a los lectores
las notas de un cuaderno suyo.

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