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CIENCIAS SOCIALES I AÑO ROSARIO BENITES / JOSÉ CARLOS RAMIREZ

COMPETENCIA CONSTRUYE INTERPRETACIONES HISTÓRICAS


H01. Utiliza diferentes fuentes históricas del aspecto económico
de las primeras civilizaciones: Mesopotamia, Egipto, Caral, Nazca
y Mochica para integrar información de diversas fuentes y las cita
DESEMPEÑOS utilizando el modelo APA mostrando probidad académica.
H04. Explica las características de las civilizaciones como
Mesopotamia, Egipto, Caral, Nazca y Mochica para comprender
su organización económica estableciendo diferencias y
similitudes entre dichas culturas demostrando actitud reflexiva.

CARAL Y SU ECONOMÍA

Hace 5000 años los habitantes


del valle de Supe lograron un ESCOGIENDO EL PESCADO
aprovechamiento intensivo de
las especies marinas
(pescados y moluscos),
mediante el desarrollo de una
avanzada tecnología de pesca
con redes de algodón,
cordeles, anzuelos y
embarcaciones. Esta
innovación tecnológica fue
posible debido a la alta productividad de los agricultores de algodón
del interior del valle. Asimismo, la capacidad económica de los
pescadores, como los de Áspero, contribuyó al sostenimiento de la
población agricultora del valle.

LA PESCA
La economía
complementaria, pesquero-
agraria, articulada por el
comercio que se extendió no
sólo a nivel local sino
interregional, sustentó al
sistema social, promovió la
especialización laboral, el
intercambio interregional, la
acumulación de riqueza y la
producción de conocimientos.

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Fomentó el desarrollo de la ciencia y su aplicación para mejorar las
condiciones de vida.

La agricultura fue una innovación tecnológica que aprovechó el


potencial combinado de la tierra, el agua y el medio ambiente para
producir vegetales que pueden almacenarse; proporciona ventajas
sobre la caza y recolecta de plantas nativas.

Su práctica intensiva, en el valle de Supe, benefició a los


pobladores porque les permitió obtener fibras de algodón en gran
escala y otros productos en cantidades mayores a las necesidades
de su consumo, que fueron destinadas al comercio.

Las investigaciones arqueológicas en los asentamientos de la “zona


capital” y Áspero indican que los habitantes del litoral y del valle
sostuvieron un intercambio
permanente de productos.
Prueba este comercio local el
consumo de ingentes
cantidades de pescados y
moluscos en los asentamientos
del valle como Caral,
Chupacigarro, Miraya y
Lurihuasi, así como el uso de
algodón y mates, además de
zapallo, achira, mate, guayaba
y pacae, entre otros, en el
asentamiento del litoral. Con el
algodón se hicieron cordeles,
redes de pescar, ropa, y con
RECOGIENDO ALGODÓN
los mates, flotadores. Estos
materiales mejoraron la tecnología pesquera y optimizaron su
producción.
Economía agro – pesquera
Marina – costera
En la época de Caral, las evidencias
sustentan que la base de la alimentación
SECADO DE PESCADO
procedía del mar. El recurso marino, de
gran importancia en la alimentación de la
sociedad de la civilización Caral, fue
usado, también, para el intercambio.
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Con el salado y secado de las especies marinas, en especial de la
anchoveta, habrían dispuesto de una fuente de proteínas de alta
calidad, no solo en su beneficio sino, asimismo, de las poblaciones
del interior, y de las otras regiones del área.
Los productos del mar fueron intercambiados por producto del valle,
especialmente algodón y vegetales comestibles. Hubo una
complementariedad económica que
DIFERENTES COLORES DEL
generaba una constante interacción ALGODÓN
entre las poblaciones del interior del
valle y del litoral, y una
compenetración que incluso se
reflejaba en la ideología. Por ejemplo,
en la Ciudad Sagrada del Caral, en el
único edificio monumental, La Galería,
cuya fachada está orientada hacia el
oeste – hacia el mar – se recuperó
una ofrenda, compuesta por una serie
de objetos relacionados con actividades marinas: representación de
una balsa, flotadores de fibra y un cordel con anzuelos de pesca.
Agrícola – valle
Las poblaciones del interior del valle se
dedicaron a la producción de vegetales
con propiedades
alimenticias,
medicinales e
F
industriales.
R Entre los
I primeros
J destacan la
O achira, el frijol y
L la guayaba, así
como el zapallo y
el camote. Como
producto industrial, produjeron algodón,
útil para tejer redes de pesca, que
intercambiaron especialmente con los
pescadores del litoral, y para
manufacturar ropa de vestir.
No hay evidencias de un consumo sostenido de camélidos ni cuyes,
que ya habían sido domesticados, y tampoco de animales terrestres
como venados, por ejemplo. La mayoría de la proteína consumida
en los valles procedió del mar.

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Varios son los indicadores que
sustentan el cuidadoso
tratamiento aplicado por los
caralinos a la producción,
conservación, almacenamiento
y distribución de alimentos.
Cualquier oscilación climática,
error en los procedimientos, o
interrupción en las redes de
intercambio, podía causar
hambruna, deterioro en la
calidad de vida y surgimiento
de conflictos sociales. Para
evitar o mitigar desastres,
trabajaron en forma
organizada, con
responsabilidad por los
recursos y asegurando el
intercambio transversal en el
territorio andino amazónico, en condiciones de paz.

Tecnologías agrícolas DIFERENTES COLORES DEL


ALGODÓN
Se produjeron conocimientos en
ingeniería agraria, que se aplicaron a
la construcción de canales de riego,
la habilitación de reservorios de agua,
el acondicionamiento de terrazas
para el cultivo, la manufactura de
instrumentos de labranza y la
probable fertilización de los suelos
con guano de las aves marinas y con desechos de cabezas de
anchovetas, entre otros.

Con la civilización se formó un nuevo


CANAL DE AGUA grupo social que tenía por objetivo
mejorar las especies y el rendimiento de

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los cultivos con fines alimentarios e industriales, como el algodón de
varios colores.

La experimentación genética permitió la producción de plantas con


frutos de mejor calidad y tamaño y con mayor resistencia a las
plagas. Con este manejo se obtuvo una mayor producción, tanto en
alimentos cuanto en productos para el intercambio con el litoral y
otros pisos ecológicos. Uno de los productos importantes para el
intercambio fue el algodón, muy apreciado por su fibra. Este debió
pasar por un proceso de mejoramiento genético para obtener fibra
más larga, variedad de colores y mayor rendimiento. Así lo
testimonia el registro arqueológico de Caral.

Combustible vegetal

En el asentamiento de Miraya se
recuperó una bolsa de junco o shicra,
que contenía cuatro envoltorios tejidos
de dimensiones menores y forma
alargada. Cada uno de ellos tenía en
su interior un paquete de fibras de
color pardo, que pertenecen a la
cactácea
Espostoa melanostele. En Ancash,
esta fibra es llamada “pumpush” o
“puña” y en Huánuco la denominan “cahuay”. Informantes de
Conchucos la describen como una planta de puna, usada para
mantener encendido el fuego. Fue empleada por los pobladores de
Supe y es testimonio del intercambio interregional.

FUENTE: Shady, R. Novoa, P. y Quispe, E. (2018). Los valores de la civilización


Caral: reflexiones para el “Buen vivir”. Ministerio de Cultura.

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