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CAPÍTIJLO. 6

El estatuto del niño

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- - - f En el capítulo anterior analizamos el enunciado que dicta "respetar la


singularidad del niño", citado por Germán García y comúnrr.ente r~fr-
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rido por padres, maestros y profesionales; lo que implicaba este w.ai---idato
y el lugar desde ei cual es proferido. Si se quiere, es la variante posmo-
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---- · dema "del amor al prójimo" , apotegma del cual Freud decía lisa y llana-
mente qtJe Pra in hum~no; y;::i '}llP ;::irrn j .::1 <:nhrP Pl <:11 j Pt-l"'I tnr-ln ,,.1 c:ir-l i cn-,r,
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.:-_~-:;;--::=-. ~ del superyó .
_--_ l ] Ahora, por qué la sociedad adoptó como sagrado el mandamiento de
- ' respetar la singularidad del niño por sobre cualquier otro, lo cual y como
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vimos en páginas anteriores tiene un modo bastante capcioso de enten-
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--:--: r derse. Por qué no ia subjetividad de íos maestros, la de los padres, la de
1
¡ los directivos del colegio, la de los ancianos.
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En el capítulo anterior concluimos que el TDAH y por cierto la pato-
logizac_ión de la infancia en sí, es el relanzamiento ~el discurso univer-
sitario sin poner en cuestión el discurso capitalista. Ahora, es necesario
interrogarse qué es un niño en esta sociedad, qué es lo que ha llevado a
erigirlo al zenit social. Porque basta ver el discurso publicitario en donde
es puesto como regente de la vida familiar, determinando lo que los
adultos van a comer, ver o hacer.

-__-_-f Siguiendo el eJ·emplo de Freud que interroga la perversión para encon-


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.,. -_-+J__ . trar la clave de la sexualidad, bien podemos nosotros inquirir a la pedofilia
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sobre qué es un niño hoy. En este recorrido nos vamos a servir de uno
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El utatuto dtl n iño
La infancia medicada I ALEXIS MORALES

manera revelando su indignidad. Repito , es raro que un pedófil o ab use


de los pocos psicoanalistas que refiere una experiencia en dicho campo,
de sus propios hijos . Por el contrario, los pedófilos que tienen n iños son
Serge André. Analizaremos dos puntos centrales: qué define la pedofilia
y por qué nuestra sociedad se horroriza hasta el paroxismo frente a la
generalmente padres modelo o se esfuerzan en serlo». 3
Los actos sádicos contra niños , la tortura o la violación en tanto
misma; lo cual va mucho más allá de la lógica y necesaria protección de
forzamiento no corresponden al sentido subjetivo del pedófilo (aunque
los niños en este punto.
por supuesto pueden estar presentes en algunos casos) que m ás bien se
Para este autor y para el psicoanálisis en general, esta perversión, como
orienta hacia la seducción. Para éste «es capital demostrar que el n iño
cualquiera otra, no está definida por el hecho en sí mismo. La violación
o el abuso sexual podrían estar presentes en múltiples estructuras. Ya sea está sumergido en una especie de sexualidad natural bienaven turada
en un psicótico al cual las voces se lo ordenan o, aunque menos probable, opuesta a la sexualidad restringida, reprimida y deformada de los adultos ,
en el pasaje al acto de un neurótico . Hay que recordar que los crímenes y que la expresión espontánea de esta sexualidad natural es el deseo de
de guerra en los cuales no falta la violencia sexual, son perpetrados por _ __ ! gozar. Esta idea de un erotismo espontáneo del n iño se opone a cu alqu ier
sujetos básicamente normales que de no encontrarse en condiciones de tendencia a la violación. Por otra parte, el punto ec,pit ai de la argum en -
excepción nunca los habrían realizado. Valen como ejemplos recientes tación de la que el pedófilo intenta convencernos, es qu e la violenci a en
las matanzas de los tutsis a manos de los hutus, dos tribus que convi- relación al niño se sitúa esencialmente en la estructura fa m ili ar po r Fl
vían pacíficamente; las violaciones de mujeres croatas a manos de sus hecho de ser fundamentalmente represiva en relació n a la sexu alid ad >> .4
vecinos serbíos o el célebre experimento Milgram. 1 Esto ha sido expresado por diferentes autor.::s pedófü os deci;;,,ados. ya
A diferencia de la legislación penal que requiere encuadrar el hecho ·· sea Tony Dubert con su libro Le bon sexe i1lustré: «(los padres) abu sa n de
en un tipo penaf específico, para el psicoanálisis lo relevante no es éste sus hijos y les violentan robándole su sexualidad, in-1pid iénc ole::. 'h act ;- ei
sino la significación que posee para el sujeto que lo realiza. amor y obligándoles a no ser más que voy¿-...;,,s del GC~~s;-;~.:; pa.,éi.-,;:;;,:~,; 0
Dentro del campo de la perversión, para un violador es el no-consenti- Montherlant con Les Gar~ons, en la cual su protagonista principal declara
miento-de ra-víctima-una·condición necesaria ·paras u satisfacción y es por --~.r-· «Dios ha creado hombres más sensibles que los padres , en relación a
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ello que su conducta implica el sadismo. Éste intenta probar que se puede los niños que no son los suyos, y que son mal amados» . Como señala S.
hacer gozar al otro por la fuerza, que no necesita el deseo o el consenti- André: «esta tesis puede parecer chocante y paradójica, sin embargo la
miento subjetivo porque es una ley que.se impone absolutamente. 2 convicción de ser el heraldo de una verdadera reforma moral.. . es la que
También S. André nos advierte no confundir la nPdnnlb rnn Pl ::ihmn
intrafamiliar: «El padre incestuoso, el que tiene relaciones sexuales con
su hija o con su hijo, no es en regla general alguien que se excite con
el niño como tal. ( .. . ) De hecho, el padre incestuoso es un sujeto que
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PntT::ir Pl1 rnnfl irtn rnn b f::im i l i ::i rr,n
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con las instituciones. Para él, los padres legales , limitados en su papel de
censores son por esencia incapaces de amar. El 'verdadero ' amor paterno
tiene que provenir por lo tanto de un lugar diferente del de aquéllos que
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no soporta la paternidad. No solamente no la soporta sino que experi- 7 están ligados al niño por lazos de sangre ... Pero ¿~ué es un verdadero
menta la necesidad irresistible de mofarse de ella, de anularla de alguna ! amor paterno tal como el pedófilo lo concibe? Es un amor pasional y
. \ sensual que se sitúa en rivalidad profunda con el amor matern o - como
1. En lo que parecía un experimento diseñado para evaluar el grado de aprendizaje 1

si la madre robara al padre la parte erótica del amor que éste experimenta
a partir de un estímulo negativo, un individuo debía aplicar descargar eléctricas a
0 ~ 0 - En realidad se intentaba evaluar el grado de obediencia a la autoridad, el ún ico
por el niño. Restaurar la pasión de ser padre y hacer de ésta el modelo de
s~¡eto de experin:entación era el que aplicaba las descargas , el que las recibía era la pasión amorosa, eso es lo que está radicalmente en ju ego en la pedo-
5~'.º un ~ctor. Mas del 60% de los sujetos habría matado a la víctima si la situa- filia. Es la razón por la que el pedófilo está íntimamente persuadido de
c1on hubiera sido real.
· ·fi · · de la pedofilia" , conferencia en Lausanne, 1999 en:
http· /~ S· " La signi
2 . André cacion 3. Ibid., p. 11.
. users.skynet.be/polis/index.htrnl. 4. Ibíd.

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La infancia medicada I Awas MoRAus El matuto del n iño

hacer el bien a los niños con los que tiene relaciones amorosas o sexuales. Ni el mismísimo Freud salió indemne de esta situación, se lo acusó de
También es por lo que está convencido de ser mejor educador -mejor por haber encubierto el abuso sexual de menores haciéndolo pasar por meras
más verdadero- que el padre legal.» 5 fantasías. Sin consideración por los argumentos que lo obligaron a aban-
El niño es considerado en este caso la encamación de un sujeto natural donar su primera teoría traumática de la histeria o por que la existencia
pleno de goce, virgen de la marca significante y de la castración simbó- de tales hechos no es negada sino que entra en una trama compleja donde
lica. Más que un hijo del lenguaje, al cual el goce le ha sido extraído no la realidad y la fantasía se conjugan en una mixtura indisoluble. En igual
por el capricho autoritario del padre, sino porque es el precio necesario simplismo teórico, cae alguien que por su formación y trayectoria pare-
a pagar para introducirse en el universo humano. cería mucho más prevenido para evitarlo. En La familia en desorden Y en

Hasta no hace tanto tiempo estas obras y autores recibían una crítica
- referencia al caso Dora, E. Roudinesco acusa al padre del psicoanálisis
poco más que de complicidad para ocultar el acoso sexual que sufría la
positiva y eran tomadas con un carácter indulgente, como si sólo se joven a manos del Sr. K. y que era parte del descalabro sexual y moral
tratara de una experiencia lúdica. René Schérer, por ejemplo, escribía en que era su familia y su entorno.
el diario Libération del 9 de junio de 1978: «La aventura pedófila viene a En el año 2012, se acusó al sketch humorístico La nena, el cual era
revelar la insoportable confiscación de ser y de sentido que practican las parte de un programa de humor filmado diez años atrás, y a su guio-
obligaciones sociales y los poderes conjurados en relación a los niños.» 6 • nista de promover la pedofilia. El segmento en cuestión trataba las
En 1973, la novela de Tony Duvert, Paysage de fantaisie, que pone en desventuras y el conflicto de un hombre de edad madura, interpretado
escena los juegos sexuales de un adulto con varios niños, fue ala-bada por por Guillermo Franchella, que mantenía un amor idílico con el perso-
la critica como la expresión de una sana subversión y recibió el premio . de Ju 1·. . 1eta .P. ran ¿·1, una JOV"en
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Médicis. En 1978, una nueva novela del mismo autor titulada Quand co:mún que para prevenir acusaciones de abuso, ias maestras jardineras
_7J1ourut]onathan, traza la aventura amorosa de un artista de edad madura se nieguen o tengan prohibido asistir a cualquier nifio en edad prees-
con un niño Oe_ocho_años. Este libro e:; cekbra-d& éú Le Monde del 14 de coiar que haya sufrido aigún percance esfinteriano.
abril de 1976: «Tony Duvert va hacia lo más puro.» 7 Se podría decir que el carácter urticante que ha adquirido todo lo que
Igual repercusión tuvo la obra del escritor McEwan, quien en Primer puede estar ligado, aunque sea lejana e imaginariamente, con la pedofilia
amor, últimos ritos, describe cómo un joven preocupado por su debut ha de ir acompañado de una fuerte represión de la sexualidad infantil,
sexual engaña a su hermana de diez años para abusar de ella haciéndole muy especialmente cuando adquiere rci,gn, ::irl11ltinrlnc: _
- creer que es un juego. En 1975, el crítico !iterarlo de Scotsman afirmó: Muy por el contrario, es notorio observar cómo aumenta la tendencia
«es uno de los textos más divertidos desde los primeros capítulos de El publicitaria y social a una genitalización temprana de la infancia. Desde
lamento de Portnoy».8 muñecas de sensualidad manifiesta, ropa o maquillaje que parodian la
Es claro que estas obras hoy serían impublicables y sólo tendrían cabida mujer adulta o una línea de lencería para niñas.9 Durante el año 2011
dentro de los circuitos pedófilos; su aparición en los diarios sería a título el presidente inglés David Cameron solicitó un estudio sobre la sexuali-
de condena. Qué cambios se han producido entonces para que exista un zación de la infancia, conocido luego como Informe Bailey y que reco-
grado de histeria colectiva en relación a este tema. mendaba, entre otros ítems, que los videos musicales fueran calificados
por edades o cómo debían ser las fotos de niños incluidas en avisos
5. Ibíd., p. 14. publicitarios.
6. Citado por Jean-Claude Guillebaud, La tyrannie du plaisir, EEUU., 1999, p. 23.
7. Citado por Serge André, op. dt., pp. 13-14. 9. Como por ejemplo la empresa francesa Jours Apres quien en el verano europeo del
8. Mayer, M., La infanda abusada. Pedo.filia y sociedad, Bs. As., Capi~I Intelectual, 2009, año 2011 lanzo una línea de ropa interior para niñas de 4 a 12 años . En: http:/ /
pp. 30-31. www.fashionjolik.com/estilo/noticias-de-moda/lenceria-para-n inas/

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ú:i infancia medicada I Awas M o iv.u:s El estatuto dtl ni ño

Marcos Mayer, en La infancia abusada , ofrece una hipótesis para tales posibilidad de convertirse en madres presci ndi en do de la voluntad de
hechos: «se busca al niño para que consuma como niño y para que obligue los hombres.>,11
al adulto a consumir. Pero para que ocupe ese lugar hay que involucrarlo La prostitución, histórica y predominant emente de con sumo m ascu-
en más de una dimensión. Ese deseo no es sólo el de captar su voluntad, lino, era la contracara de la negación del deseo sexual fem en ino . Como
su cuerpo t"'cilllbién tiene que estar en juego. No extraña entonces que se dijo el herético W. Blake «las cárceles y los burdeles se construyen con
le pida que lo ofrezca, que lo sexualice.» 10 Paralelamente a esta genitali- los ladrillos de la moral».
zación de la infancia se produce también la inclusión en el mundo del No hay que olvidarse lo que hemos señalado del discurso pedófilo:
consumo y no solamente de productos especialmente diseñados para el padre 12 es el verdadero enemigo ya que censura y coarta la sexualidad
este segmento etario, sino propios del mundo adulto como pueden ser de los hijos , injusticia que el amante de los n iños, como un verdadero
autos, alimentos gourmet o DVD. militante, intenta reparar.
Si hay algo que la publicidad ha sabido desde siempre es que el sexo no ¿En qué radica el rechazo hacia la pedofilia? Es claro, la sociedad
sólo es algo que se vende y que entra como una cosa más en el mundo comparte la misma idealización de la infancia , lleva implícita ia misma
del mercado sino también que es posiblemente el más poderoso medio sexualización temprana , al m ismo tiempo que rechaza la ley paterna. La
de ventas. Así como a nadie se le ocurriría convocar al peor jugador del cultura moderna encuentra en la pedofili a su propio reflejo, el horTor h~sté-
mundial de futbc l pa.ra promocionar una marca deportiva o a un vaga-
• rico es la forma de establecer una línea divisoria que se ha ido desdibu jando.
bundo para una campaña de gaseosas, tampoco un sujeto lejano al goce
sexual adulto, con su desvalimiento intrínseco y desprovisto de todo _ __ _ Volvamos a nuestra pregunta de origen: ¿Qué es un niño hoy? Como
brillo, puede ser un buen inductor del consumo. explicitamos en los capítulos an teriores, el capit cilismo es act:.:.a!!Yl-::r:.:-::
Se propone como explicación de esta situ.ación a una sociedad un A..'nc que no necesita esd;:.vos que produzcan sino que consuma n y
machista y patriarcal. Es claro que estas niñas parodiando mujeres están mientras lo hagan en formci más irrestricta e incondicion al, tan to me jor.
--J.¿,;tina<las a urrpúbi-ico masculino;-prirneramente-otros púberes, pero eso Tal vez éste pueda ser el estatuto del niño: es quien en el discurso
no implica quda responsable sea la sociedad patriarcal sino que mien- capitalista mejor representa al sujeto . El pobre diablo sin m ás bandera
tras exista un deseo masculino existirá un mercado para ello. que su propio narcisismo es elevado a la categoría de amo por obra y
Por el contrario el patriarcado occidental y cristiano ha tenido un gracia del mercado. Así el niño (vale la aclaración : no Usa si!1o Bart
carácter inhibitorio de lo sexual, especialmente de la femenina , lo cual Simnson)
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todavía es notorio en las comunidades de fuerte raigambre religioso. significante y de la represión civilizatoria - tal como cree el pedófilo-
E. Roudinesco señala esto mismo: «así la sexualidad de las mujeres que puede guiamos de vuelta hacia el ilusorio paraíso infantil del cual
surgió con toda su fuerza , en primer lugar, de la declinación del poder nos creemos injustamente expulsados. Se ama al n iño porque se odia
divino del padre y su transferencia a un orden simbólico cada vez más la civilización que nos cercena una porción de goce a- favor de un lazo
abstracto, y luego, de la maternalización de la familia. Después de haber social en el cual ya no creemos.
sido tan temido , pudo brotar entonces un deseo femenino fundado La diferencia entre la sociedad actual y la pedofilia sería que mie n-
a la vez en el sexo y el género, a medida que los hombres perdían el
control del cuerpo de las mujeres. Cuando éstas, a fines del siglo XX, 11. Elizabeth Roudinezco. la Familia en desorden. Ed. Fo ndo de C ttltura Eccnó~ ica_ 2002. P-
se apoderaron de manera definitiva de todos los procesos de la procrea- 126
ción, conquistaron un temible poder y tuvieron en ese momento la 12. Cabe aclarar que cuando hablamos de padre en su conceptuali:.:ació n psicoanalí -
tica , mucho más que referimos al progenitor lo hacemos a un tercero que vi ene a
separar tanto la díada madre-hijo como a imponer la proh ibición del incesto , k y
10. Mayer, M, op. cit., p. 57. que funda la cultura.

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La infancia medicada I AJ.Das MoRAW El matuto dtl niño

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1

tr la primera cree que es el niño quien puede conducirla hacia un ' una fotografía excelsa y una música coral sublime serían el único mérito
P::aíso infantil, para los s.egundos, son ellos los guías .capaces de recon- de este filme naff.
ducir a la infancia a esa tierra de goce de la cual ha sido expulsada por Sin embargo una lectura más atenta nos permite mostrar un juego
la tiranía parental. entre los personajes mucho más interesante. El primer movimiento de
Mathieu es correrse del axioma acción-reacción (o sea severo castigo ante
En el capítulo anterior propusimos la hipótesis de que el TDAH es cada transgresión) e introduce un plano de complicidad con los alumnos
la respuesta que la sociedad actual, regida por el consumo, da frente al al eludir la autoridad del tiránico director pero sin implicar una equipa-
impasse de introducir a las nuevas generaciones a la cultura~Lo cual se ración entre los alumnos y él. No deja de castigar a Le Querrec por haber
• 1

evidencia a nivel de la escolarización, donde una gran cantidad de niños dañado al viejo maestranza pero de un modo muy diferente a como lo
no pueden cursarla sin algún tipo de ayuda auxiliar. habría hecho el director y al hacer al niño cuidar a su víctima introduce
Ahora bien, esta dificultad también puede estar alimentada por un tanto la dimensión de la apuesta como la de la reparación.
mundo adulto que no encuentra interés en el ámbito que justamente Su segundo gran movimiento es la constitución del coro, una vez más
intenta inculcar. En este mismo sentido se puede incluir la frase de siguen estando presentes la complicidad y una discreta rebel ión como
Fram;ois Regnault que plantea, en L 'Infini Nº 59, «al pedófilo como el sello personal. Pero lo más relevante es que la música como causa no
reverso del pedagogo. Puesto que el verdadero pedagogo es el que funda surge de una encuesta democrática hecha entre el alumnado sino de la
__3_tU2r..áctica sobre la suposición de que el deseo más fundamental del prepotencia desiderativa de Mathieu, sin pedirles permiso los h aCé su
niño es el deseo de hacerse mayor. Como escribe Hegel en sus Princi- propia falta.
- -pios de filosofía del derecho (§ 175), "la necesidad de ser educado existe Si la conclusión es que se puede cimentar un sistema educativo en e1
en los niños tanto como el sentimiento, que les es propio, de no estar heroísmo personal de maestros y profesores (porque eso es Mathicu : un
satisfechos de lo que son. Es la tendencia a pertenecer al mundo de los héroe), aunque exista, debemos decir que esta propuesta no solamente
Ill~yores que adiviñan superior, el deseo de hacerse mayor"». Es claro, es es utópica sino también peligrosa. Porque hace a éstos responsables en
dificil alimentar dicho deseo, si son los propios mayores los que quieren forma absoluta mientras exime a alumnos y padres.
volver al universo infantil. Muy por el contrario, nuestra referencia a este filme es para señalar
que una educación sostenida en un deseo congelado por los niñ os, por
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educativo la aparición del filme Los coristas fue algo calurosamente aplau- a estos sujetos a un presente continuo. Qué pueden esperar del futuro
dida. Este drama muestra una institución opresiva en donde conviven sino una de'stitución subjetiva que los arroje al rincón de los desechos. Es
en perfecta armonía un régimen de castigos corporales, tan brutal como lo opuesto a lo señalado por F. Regnault. 13 Por el contrario, nuestra idea
ineficaz, con una violencia del desorden ejercida por-füjetos que son es que debe cimentarse sobre el deseo por lo que se enseña, como plan-
el desecho de la sociedad: huérfanos, delincuentes juveniles y margi - teaba Lacan el deseo es el deseo del Otro. En Los coristas esto está clara-
nales varios. mente representado en la relación entre el maestro de música y Pierre
Es en ese contexto, se introduce Mathieu, un perdedor que no se Moranghe. Si este último se convierte en un gran director de orquesta
enarbola como víctima, un compositor fracasado que no ha perdido el es porque ése es el deseo del humilde Mathieu.
sentido del humor. En una primera lectura parece contravenir nues-
tras observaciones sobre el imposible técnico, o sea que a pura fuerza
___ ~:__ vo_~untad y amor al prójimo se logra alcanzar un final feliz que nada
tiene que-envidiarles a los filmes rosas hollywoodeñses. Si sóio-fÜe-ra -así,
13. Trataremos este punto en más detalle en el capítulo siguiente.

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\ CAPfnJLO 7

Lacan: notas sobre el niño

-- -- ~~- En los primeros capí~q_s nos l}er_nos propuesto deconstruir el concepto


- --;--
·=--=¡ de TDAH, no para negar lo real del malestar, lo cual afirmamos, sino para
- -- --~-~
¡_ mostrar su carácter de obstáculo epistemológico, tanto como cualquiera
-i ·
~j - de los vástagos surgidos de la misma matriz psiquiátrica. Un sinnúmero
- ~~ . -
de sujetos son incluidos a categorías que sólo apresan cuestiones feno-
---~ ~-1~-
- - ----,-- menológicas pero que ocultan divergencias estructurales profundas. Sería
-, 1 e;:; Pn r'-·- . _ ___ . . . . __ _,_ -- -----··-o-,
nTPc:.11n11c:.iP-r::i - n:::ir:::i t-nrll'"'I n-.:::ilPet-:::ir rlP pc,t-,;n-,-:,ol'"'I
--:r - rnTTH"
----- -- __ ... n,prlirin:::i
---------- -- C:.P r----r------

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-- 1
igual diagnóstico y tratamiento. El carácter iatrogénico seria evidente, y
- -.---t no otra cosa ha pasado en la salud mental.
-- '
-:-j "Para que ser padres sea más fácil: Ritalina" .1 Esta proposición desca-
rada y obscena es la causa y no la consecuencia del TDAH . En términos
formales se podría expresar: para que ser padres sea más fácil , ergo Rita-
lina, ergo TDAH. La frase de German García a la cual hemos referido
reiteradamente, es el develamiento en términos lógicos de la verdad oculta
l
~- 1
·-=--:¡
de la frase anterior. Qué ha hecho que ser padres ~ea tan difícil, o por
-· i
!
lo menos más de lo que ha sido siempre. Hemos tomado estos interro-
gantes en un sentido un poco más amplio y nos hemos preguntado por
la dificultad y el vínculo que las instituciones y la sociedad mantienen
- [
con las generaciones que deben ser incorporadas a la cultura.
En el capítulo cuatro nos propusimos indagar cual era la relación entre
el TDAH, ía psiquiatría y la escuela como un dispositivo de la sociedad
disciplinar. En qué medida se podía pensar que este malestar del movi-

1. "Cartel de la ciudad de los angeles" , en: http:/ /www.noveduc.com/index.php.

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La infancia mtdicada I Awas MoRAUS Lacan: notas sobrt ti niño

miento y la atención era una protesta contra la confiscación de la voluntad tiempo se trata del sujeto identificado en espejo con lo que es el deseo
y la creatividad por parte de una institución decimonónica. Nuestro reco- de la madre. Dice Lacan: «es la etapa fálica primitiva, cuando la metá-
rrido nos llevó mucho más allá de esta antinomia simple entre el opresor fora paterna actúa en sí, al estar la primacía del falo ya instaurada en
y el oprimido. El TDAH se nos aparecía más como la caída de la sociedad el mundo por la existencia del símbolo del discurso y de la ley, pero el
disciplinar misma que como una forma de rebelión contra ésta. Acorde niño, por su parte sólo capta el resultado. Para gustarle a la madre, si me
a lo que Deleuze denominó sociedad de control, donde el ejercicio del permiten ir deprisa y usar palabras gráficas, basta y es suficiente con ser
poder ya n~ pasa por el di:cipli~amiento de los cuerpos ni tiene por objeto el falo.» 3 Esto es Juanito, totalmente enamorado de su madre y previo a
la producc1on. En el capitulo cmco referimos diferentes cambios a nivel que ésta censure su masturbación. Momento este último , en que el deseo
de la cultura, la caída de los grandes discursos amos, con el a~enso del del Otro aparece como un interrogante y como dice Lacan , «el sujeto no
discurso capitalista y con éste, el narcicinismo del sujeto posmoderno. En sepa a qué Dios encomendarse».
el capítulo seis, cómo este contexto de capitalismo tardío llevaba a rebajar En el segundo momento, es cuando el padre iñterviene con todos sus
la figura del adulto y elevar la del niño como un ideal a alcanzar. La pedo- atributos imaginarios, privando al niño de la madre y a ésta de aquél.
filia se muestra como el reverso de este discurso social que idolatra la Pero por sobre todo y especialmente aparece en el discurso de la madre
infancia y que deprecia los ideales adultos. Las dificultades en la escola- que no es ella la que dicta la ley sino una insta..'1cia terc.er2 de h cua.l
rización debieran de remitirse, al menos en parte, a esta situación. depende por derecho la posesión del objeto de su deseo , lo cual muestra
__Er1 este último capítulo nuestra pregunta se dirige a cómo se han_tras- que su deseo no es el hijo .
l_agado los cambios en el discurso social a nivel de lo subjetivo. Aunaue En el tercer momento, «el padre aparece no como el que es el falo sino
no podamos contar ni con los datos ni con las estadísticas aportadas ; 0 r como el que puede darlo y por eso puede producirse el giro que reins-
el DSM, existe al menos un fuerte consenso en señalar el incremento taura la instancia del falo como objeto deseado por ia madre, y no ya
"de -patologías que no pueden ser encuadradas dentro de las neurosis solamente como objeto del que el padre puede privar»,4 es el momento
~dicionales. Es así que -nace ya algunas décadas qilé ha aumentado la - ~ ··-
-:-~~
en que: el r1iño ii-1tcrioíiza.rá a.l padre cciiic id~2l del yo , produ,:i¿ndos~
la declinación del Edipo.
bibliografía destinada a las patologías narcisistas, border, entre otras -::::-:i
---= ~
nominaciones posibles. El niño pasa entonces de súbdito de la madre, a sujeto del significante
~
En función a dicho interrogante es que nos proponemos recorrer -'. "'.!' por la acción de la metáfora paterna, que lo priva de su objeto primario
'.llo,1n"c 'n'.lC'.liPc d,. 11n t-Pxtn c11m'.ll"r'IPnt-P l--r"'""' .,.,...._
-o-•-- t"'---,-- - _.,..., ~-• '-- ..,-...,..._ . . _,. . _. _ . . . . .._~-
V -•-, '-1-1.i..J.ema damen,.,e
t-
s1n,._e-
· t-' pero al mismo tiempo le da una respuesta en relación a cómo ubicarse
tico, pero de gran actualidad, tanto por las problemáticas que enuncia respecto de ese deseo , ya sea aparentando tenerlo o serlo.
como por la riqueza de sus coordenadas teóricas: "Nota sobre el Niño" , -- --,

dirigida a J. Aubry por Jacques Lacan. 2 -=:-:l• 1 c:p ; - - - - - - - - - -,-, • M


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-- ...-¡- 1
,
Pero para poder iniciar este recorrido es necesario poder contrapo-
nerlo Y contrastarlo con la postulación clásica del niño como falo de la
madre dentro de la estructura del Edipo. Entonces, ¿qué implica pensar
al niño como falo de la madre? Cuando Lacan plantea los tres tiempos
del Edipo es ya la puesta en acto, dentro de la escena familiar, de una
estructura que preexiste al sujeto, que lo espera y lo acoge. En el primer
3. Lacan, J., El seminario 5: Las formaciones del inconsciente, Buenos Aires, Paidós, 2012,
2 · Lacan, J., "Nota sobre el niño" en Otros Escritos Buenos Aires Paidós 2012 pp p. 198.
393-394. ' ' ' ' .

J
4. Ibíd., p. 200.

_-- 100_ 101


La infi¡ncia mtdicada I Awas MoRAUS
Lacan: notas sobre ti niño

Que la madre coloque al niño en el lugar de falo, implica que ésta


recobrarlo mediante el cumplimiento del deber ser que imponen tanto
ya se encuentra atravesada por el Edipo y que, bien o mal, se ha enfren-
la familia como la sociedad. Es interesante notar cómo cuando Freud
tado con la castración del Otro. Porque es en relación al deseo del Otro,
describe a "su majestad el bebe" y el discurso del adulto en relación al
que para la madre el niño puede adquirir un valor fálico. Sólo porque
mismo, lo hace en tiempo futuro: «debe cumplir los sueños, los ~rreali-
ha debido enfrentar la dimensión de la pérdida en relación a su propia
zados deseos de sus padres; el varón será un gran hombre Yun_ heroe en
madre, la mujer podrá hacer de su hijo la restitución significante del
lugar del padre, y la niña se casará con un príncipe como tard1a reco~-
objeto del cual ella no ha sido dotada.
pensa para la madre.» 6 El trono del bebe freudiano es ocup_ado a concii-
Freudianamente como la niña se encuentra ilusoriamente desprovista -ción de un supuesto futuro de grandeza. El niño, como ob¡eto de deseo
del objeto de deseo de la madre, va a dirigirse al padre para quele dé un de los padres, se encuentra en un punto de intercambio con el otro
hijo en restitución del pene faltante. Decimos "ilusoriamente despro- social, en este caso representado por los ideales que imponen lo valo-
vista" porque tampoco el varón se encuentra más dotado en relación al
rado por una cultura. . .
deseo materno, sólo que él habrá de responder con la amenaza de castra- Por otra parte si el niño antes se encontraba con el falo imagmano
ción. Entonces, la amenaza de castración y la envidia del pene, son los ahora lo va a hacer con la significación fálica , efecto del proceso meta-
modos en que el sujeto se cree imposibilitado de responder cuando en
fórico sobre el deseo de la madre.
realidad es imposible toda respuesta: el deseo es siempre metonímico.
Lo mismo y a riesgo de repetirnos, podemos verlo en el Esquema R. 5
- ---1::i-tnángulo conformado por la madre (M), el niño (N) y el falo (cp)
';
- - -- cp,---
s 1
t
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está para señalarnos que la relación entre los dos primeros términos no 1
es directa sino que está mediada al mismo tiempo que imposibilitada
por Ja existencia dd tercero. Mediada, ya que el falo representa lo que la m
--madr.e--.'11isma-de:;ea y lo que el nifio quien:-ser-para la madre. Imposibi-
-litada, porque representa un límite infranqueable para el niño, ya que H
~f:,:~
~.-Sci
('' a'
el objeto de deseo de la madre es siempre metonímico y la madre no va I
a encontrarlo ni siquiera en éste. Pero este elemento, límite y bisagra
entre el deseo de la madre y el niño, no sería posible sin la intervención ~Esquema R,>
metafórica del Nombre del Padre (NP), representante mismo de la ley
simbólica. Que junto con la madre y el niño van a conformar el trián- Qué significa la tesis clásica de proponer al niño como falo de la
gulo simbólico. La acción del NP, ya dentro de la estructura propia del madre, no mucho si consideramos que una de las posibilidades es que
Edipo, va a hacer que ese triángulo imaginario se despliegue: el vértice quede identificado a encarnar con todo su ser el deseo de la madre, lo
ocupado por la madre, se desdoblará en la imagen del objeto -i(a)- y la cual caracteriza a la perversión. Pero es mucho si consideramos que es el
madre (M); y en el punto antes ocupado por el niño ahora encontraremos modo que tiene el sujeto de entrar en el mundo del símbolo y de inscri-
el ideal del yo (I) y el moi (m), lugar donde el sujeto se va a reconocer. birse en un linaje que lo trasciende; lo cual tiene sus consecuencias.
Es lo que Freud plantea como el desarrollo del narcisismo: un desplaza- Que su problemática como neurótico sea la interrogación constante
miento del narcisismo infantil, donde el sujeto es su propio ideal hacia el 1
sobre el deseo del Otro y por los efectos de la represión esté sometido a
. 1
ideal del yo, que es tanto su heredero como genera la tendencia a intentar la metonimia constante de su deseo.
5. Cf. Lacan, J., "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis"
-¡1 Que sea sujeto de la cultura y que esté inscripto en el orden de las
en Escritos 2, Buenos Aires, Siglo XXJ, 1985. 6. Freud, S., Introducción dtl narcisismo m Obras completas, Vol. XN, op. cit. , p. 88.

102 103
. 1
Lacan : nota.s solrre ti niño
l.a infanda mtdicada I Auxis MoRAw 1

qué el niño con su síntoma debiera respo:r:.der a lo que hay de sintomá-


generaciones, en tanto que si la madre lo ha ubicado corno falo es en tico en la estructura familiar
relación a su propia afectación por el nombre del padre. Esto hace por
ejemplo que la entrada del niño en un ámbito normativo como el colegio
sea no solamente posible para el niño sino también para la madre que
debe enfrentarse con una instancia tercera que pone coto y límite a su
propio deseo.
Que en tanto no es el niño corno tal lo que se quiere sino lo que de
él puede representar la falta del Otro, hace que también se e¡¡cuentre
lanzado a un futuro, donde imaginariamente puede suplirla.

El niño como síntoma

Dice Lacan en la primera parte de las Dos notas: «el síntoma, y éste
es el hecho fundamental de la experiencia analítica, se define en este
. \
contexto como representante de la verdad. El síntoma puede representar
la verdad de la pareja familiar. Éste es el caso más complejo pero también
el más abierto a nuestras intervenciones. La articulación se reduce en
mucho cuando el síntoma que llega a dominar compete a la subjetividaq
__ de la 1)1adre. Esta vez, el niño está involucrado directamente como corre-
lativo de un fantasrna .>>7
Lo que primero llama la atención es que Lacan aquí esté hablando de
la pareja parental y a eso le presupone un diagnóstico más benévolo que
l (A) t ls
si el síntoma responde sólo a la madre. Sería contradecir todo su pensa- G RAFO DEL DESEO
miento que aquí se tratara de una mera cuestión ambiental y no estruc-
tural. Coktte Soler señala en relación a este término: «Si es la pareja Recordemos el caso de la pequeñ a de dos años y medio, paciente de Ui1a
la que está en el lugar del Otro, significa que hay un cruce de incons- discípula de Anna Freud. El caso se ambienta durante la Segunda Guerra
cientes y que, en el fondo , por eso, el Otro está barrado. En_este caso "el Mundial cuando la niña ha sido separada de su madre y puesta en una
síntoma interpreta la verdad del Otro", casi podría decirse que interpreta institución para su cuidado. Ésta la visita regularmente y la pequeñ a no
la verdad del Otro.>> 11 Entonces cuando hablamos de la pareja parental muestra trastorno alguno , en ese ínterin descubre fa diferencia sexual, lo
hay que pensar en el O tro y en el Nombre del Padre. que da lugar a una serie de juegos sexuales sin mayores inconvenientes.
Sigui endo la guía del Grafo del Deseo, que es la propuesta de Colette La madre se ausenta por un tiempo prolongado, lo cual entristece a la
Soler, el síntoma se ubica en el espacio de s(A) ( el significado del Otro) . 1
niña pero nada más. Recién cuando aquélla reaparece notoriamente
- 1
pero como proctso metafórico , como verdad no sería posible si no exis-
t iera el di scurso del les., lo que presupone a un O tro barrado. Ahora , por -
.
.
,,
1
·: 1 deteriorada y enferma, se va a producir la fob ia que consiste en que un
perro la muerda en los genitales. Tratar de entender desde el arnbienta-
7. Lac.n, J., "Nota mbn: i:-1nlflo" en Otros Escritos, op. d t., p. 394. l; lismo, o sea reduciendo lo psíquico a lo social, es un callej ón sin salida .
:~
IOit 8. Cokttc ScMr. La qum lla dt los dlagn6rt1cos, 8uenos AJres, Ed. Letra Viva, 2009, p. 160. "~!.
j]
La infancia medicada I Awas MoRAus La.:an : notas sobrt ti niño

La niña no se enferma cuando es separada de la· madre como supuesta- caigan los velos. En la secuencia de escenas que se describen en Pegan a
mente se podría creer, ni cuando descubre la diferencia sexual. La fobia un niño, el sujeto saca la conclusión correcta de la primera escena, ser
tiene lugar cuando la madre aparece debil e impotentizada. golpeado es equivalente a no ser amado; pero cuando él es escarmen-
¿p0 r qué justo en ese momento? Lacan va a decir: «la noción de tado, su proposición toma el signo contrario: ser golpeado es ser amado.
que a la madre le falta ese falo, que ella misma es deseante, no sólo de Pero el fantasma no solamente tiene el carácter de respuesta sino
algo distinto de él (del niño), sino simplemente deseante, es decir, que también propiamente erótico y J.-A. Miller1º lo relaciona directamente con
algo hace mella en su potencia, será para el sujeto lo más decisivo .»9 la masturbación. Lo cual hace que el neurótico lo tenga siempre a buen
Cómo se entrama esto con el planteamiento de que el sínton:ia del niño resguardo y que sea lo último que se confiese en un análisis. Imagen fi ja
responde a lo que hay de sintomático en la pareja parental. E~que la de la cual el sujeto obtiene placer pero también una estabilidad que no le
fobia, a falta de algo mejor viene a responder sobre la castración en el proporciona la metonimia significante; es por ello que la cura analítica
Otro. Cuando la madre encuentre una pareja y la lleve a vivir con este está mucho más vinculada al corrim iento, a la modificación del sujeto
hombre y su hijo mayor, la fobia va a desaparecer ya que esta nueva en relación al fantasma que al alivio sintomático.
presencia la hace innecesaria. Volviendo a la nota, dice Lacan: «Cuando la distancia entre la iden -
tificación con el ideal del yo y la parte tomada del deseo dé la m adre no
tiene mediación (la que asegura normalmente la función del padre),
El niño como objeto del fantasma de la madre el niño queda expuesto a todas las capturas fantasmáticas .» 11 Dijünos
anteriormente que la acción del Nombre del Padre producía el desdobl a-
¿Qué es el fantasma? Para el lector no familiarizado con el psicoa- miento del registro imaginario y daba lugar al campo de los ideales, lo
nálisis, trataremos de definirlo brevemente. Para lo cual debemos recu- cual pemútía ese carácter de proyección y promesa a futuro que tenía el
rrir a un texto clave para pensar esta cuestión, Pegan a un niño. Aquí niño en relación al discurso de los padres. Por ello cuando algún tiempo
-i=reucheconstruye a partir de un guión, propiamente "unos niños son atrás, un maestro llamaba a una madre eso tenía un efecto sobre el n iño:
golpeados", una serie de escenas anteriores. En la primera de las mismas, era perder ese carácter de promesa fálica lo que lo hacía retroceder frente
un niño que no es el sujeto es golpeado por el padre, lo cual implica que a su propio goce. Se mostraba distante de ser el "gran hombre" o "la que
se le retira el amor; en la segunda, es el sujeto que es él, el golpeado por se casaría con un príncipe" , razón por la cual había sido investida con
el padre, pero a diferencia de la escena anterior, donde el escarmiento el amor paterno y aue ahor::i tPmh ner~PT p.,,..,..(""; ;,,s~--a-..e -- _'\._; ...... _
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- ... _ V Ju. LQ.l.J.1\.. lll. l l U C.1\..1:)LC
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implicaba una destitución, aquí se introduce un vuelco que reza: "si mi la intermediación del Nombre del Padre, esto no se produce. El niño es
padre me pega, entonces me ama" . Posteriormente sólo habrá de quedar tomado como objeto fantasmático de la madre sin intermediación en
ese guión anónimo. Ser devorado, cagado, pegado, castrado, violado son torma d'uecta Yfi ja. Lo cual implica una serie de consecuencias: que' no
sus versiones según los diferentes momentos libidinales;-con un tras-
aparezca la pregunta sobre qué es lo que Otro quiere y que por lo tanto
fondo que siempre es masoquista.
no se proyecte hacia un futuro intentando imaginariamente suplirla;
Entonces, qué es el fantasma . Es en primer lugar una respuesta. ¿Qué
que la_~alta o ~ebilita~iento de los ideales normativos no genere ni la
es lo que quiere el Otro de mí?, quiere comerme, cagarme, castrarme,
repres1on puls1onal, m la sublimación y el desplazamiento hacia objetos
violarme, etc. Lacan plantea que «es una máquina que se pone en juego socialmente valorados.
cuando se manifiesta el deseo del Otro», o sea que encubre la falta en
el Otro y esto lo hace deteniendo la película en la imagen previa a que 10. «Hay un vínculo entre el fantasma y la consolación filosófica por excelencia: la mastur-
::.-
bación», Miller, J.-A., Dos dimmsiones clínicas: síntoma y fantasma Manantial Buenos
Aires, 2007, p. 19. ' '
9. Lacan, J., El seminario 4: La relación de objeto, Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 73.

r
,., 11. Lacan, J., "Nota sobre el niño" en Otros escritos, op. cit., p. 394.
Lacan: notas sobre el niño
La infancia medicada I fü.D(J S MORALES

TDAH como algo_P~íquico y en principio trabaja.ble y no un irremediable


En relación a la escolaridad, aquí la fijeza fantasmática hace que la
trastorno neurologICo , lo que se obtiene no es un alivio , una esperanza
entrada dentro de este campo normativo le sea al sujeto como a su propia
a la cual aferrarse, sino por el contrario y para sorpresa: violencia.12 Y es
madre, sumamente dificultoso. Esto se vuelve notorio en los casos de
que también ahí se está planteando un desmantelamiento del fantasma .
agresión hacia los maestros por parte de los padres. La cual se produce en
Lacan postula en este texto que es indistinto la estructura particular
el momento en que se intenta introducir algo de la regulación, cuando
del deseo de la madre, y resulta claro si pensamos en la lógica de lo que
se le dice propiamente que su capricho no es la ley.
plantea: particularmente si nos servirnos del grafo del deseo .
Entonces ya no se trata de un niño-promesa, como describía Freud,
El deseo de la madre no alcanza a remitirse al discurso inconsciente
se cierra sobre el fantasma (S ◊ a) , y esto independientemente de que 1~
que puede ser una desilusión y que inexorablemente lo será pero que
estaba mediatizado por el falo. Sino de un niño-objeto fantas~ático,
estructura del inconsciente se encuentre presente o no.13 Qué sucede desde
que cuando se intenta producir una separación, lo que se obtiene es de
la óptica del niño. Indudablemente hay una serie de circunstancias que
alguna manera una desestructuración del mundo materno tal como está
hacen al caso por caso, no es lo mismo que éste se enferme circunstan-
conformado, uno de cuyos efectos posibles es la violencia.
cialmente aunque eso sea de gravedad y que eso le sirva a determinados
Continúa el texto: «el niño realiza la presencia de eso que Jacques
fines a su progenitora, que si nace con alguna ins'..lfü:ie!':ci2. Q disc2.p.ddad.
Lacan designa como el objeto a en el fantasma. Satura de este modo
Pero es claro que la ausencia, aunque sea parcial, aunque sea momen-
sustituyéndose a ese objeto, el modo de falta en el que especifica el dese~
tánea, del Nombre del Padre en el discurso materno tiene determinados
(de la madre), sea cual fuera la estructura especial de ese deseo, neuró-
efectos sobre el sujeto. De lo que se trata es de analizar esta légica .
tico, perverso o psicótico».
Como explica Colette Soler, en el grafo del deseo no solamente hay
Podemos pensar esta frase desde la madre o el niño. Comencemos por
lo primero. Si los neuróticos tienen siempre ese teatro privado que es su 12. Como lo plantea Eric L.urent: «nos hace ccmpr::nder fe:16:..en ::::s ta.les cc:r.:::: el c!e
_ l!llll}do de faI?-~asías y que tiene ese carácter consolador, aquí el teatro las asociaciones de niños que sufren, entendiendo el movimiento que hace aue estas
es público y el niño aparece sosteniendo la escena fantasmática. Lacan asociaciones estén comprometidas en el hecho de que los problemas del· niño se
va-a decir que el niño enfermo ofrece las máximas ventajas para esta -¡ definan como somáticos. El éxito de los trastornos de atención, de h iperactividad, así
- .- -i
como el éxito de los trastornos bipolares, es muy poderoso porque permite reducir la
situación. En nuestro contexto actual podemos nombrar en este mismo 1

cuestión subjetiva a un problema somático. También porque los psicoanalistas dicen


orden: el éxito del DSM y todas las patologías que se relacionan en forma "pero no, no es un problema somático, es subjetivo" pensando q~e están llevando un
directa con una deficiencia neurológica, el abuso infantil, la discapa- mensaje de esperanza, pero contrariamc::ntt:, producen dcsc:spc1<1ci011. E: efecto 1ct0rn0
cidad, o las simples problemáticas escolares; permiten dar una respuesta es impia~~so: es el odio. Hace falta, planteándolo a la inversa, respetar este punto.
firme y segura, aunque terriblé y atormentadora, al enigma del deseo del El gran exi.to de la mudanza actual de la clínica, y de la condensació n de la causa en
Otro. La discapacidad, de la cual ningún niño parece hoy poder estar la amígdala, que no da para más , encuentra su expli cación en este corto desa rroll o
de La~~n. ~l deslizamiento actual de la clínica permite ase_gurar el lazo de la madre y
exento, da las máximas ventajas para ofrecerse siempre-como víctima del runo. Esta se constituye ya no a partir de la metáfora paterna que era la fachada
Y exigir al Otro, ya sea el Estado, diferentes instituciones o los simples clásica del complejo de Edipo sino enteramente según la manera en que el n iño es el
profesionales todo tipo de reivindicaciones. O las mismísimas proble- objeto del goce de la familia , no solamente de la madre, sino de familia y más allá,
máticas escolares, en que el colegio, cual Otro sádico, parece utilizar al de la civilización». Laurent, E., "Las nuevas inscripciones del sufrimiento en el n iño"
niño para ensañarse con la madre. Es claro, porque la existencia de este en Psicoanálisis de niños y adolescentes , Susana Goldbery Etd Stoisa (comps.). Buenos
Aires, Grama, 2007, p. 47.
elemento sobre el teatro público, incuestionable desde el Otro social le 13. Pero al mismo tiempo, hay que decir que un deseo neurótico implica el Nombre del
permite mantenerse en una posición de desconocimiento en relación -:. ¡ Padre y eso es significativo para la clínica, ya que existe otro recurso para que la madre
con su propio deseo, que de otra forma sería imposible. pueda sostener su estructura psíquica que su propio hijo, lo cual es por cierto de mejor
.'
Eric Laurent plantea que cuando desde el psicoanálisis se propone al
·1·.
-- t
~
:¿
- pronóstico.

109
·'1'

La infancia medicada I Awas MoMLLS Lacan: notas sourt el niño

un Otro (A), sino que hay dos, uno presente en la cadena del discurso de la holofrase, la referencia a las personalidades "como sí" , la evoca-
consciente, que es Otro sin barrar, un Otro de significaciones absolutas ción de los sujetos hípernorrnz.les, describen sujetos que si los situamos
y un A barrado, que se inscribe en la línea del discurso inconsciente: en el esquematismo del grafo, se ubican respecto de los significantes del
Ese otro barrado es por supuesto efecto de la metáfora paterna que hace Otro, y por lo tanto son sujetos que no se han separado de la regencia
posible la existencia de la cadena inconsciente pero también resignifica del Otro.» 14 Considero igualmente que muchos de lo que se llaman tras-
a los otros elementos del grafo. tornos desde los manuales psiquiátricos pero también lo que cae bajo el
Si no hay Nombre del Padre qué sucede con el deseo del Otro. Existe rótulo de síntomas -enuresis, encopresis- responden a esta misma lógica,
pero no está simbolizado por la significación fálica lo cual hace que el particularmente cuando el sujeto, lejos de angustiarse por ello, hace una
deseo aparezca más como voluntad que como deseo. A nivel d1!l grafo defensa férrea del síntoma.
tenemos que inscribir el discurso consciente que va de A a s(A) y vuelve
por retroac~ión y por otra parte el deseo del Otro que se cierra sobre el Quiero presentar una viñeta clínica que me parece ilustrativa de esta
fantasma. Esto es básicamente la lógica que nos ha propuesto Lacan al situación. Se trata de un niño de 8 años que llamaremos Mariano. Su
plantear la no intermediación del Nombre del Padre y el niño como madre, Raquel, realiza una consulta porque aquél había empezado a ser
objeto del fantasma de la madre: el niño queda atrapado como súbdito, agresivo en el colegio, físicamente con sus compañeros y verbalmente
como objeto sexual de ésta por la no existencia del les. con las maestras, se negaba a hacer las tareas y era sumamente disperso
costándole hacer las actividades más complejas, para lo cual las maes-
tras aplicaban algunas de las técnicas prescriptas para el IDAH.
Según la madre, los compañeros lo maltratan diciéndole gordo mamón
y gay; adjudicando toda esta situación al carácter ausente del padre. Encon-
trándose separada del mismo desde que el niño tenía tres años. También
indica; como al pasar, que en las semanas en que va de visita a la casa de
éste se hace encima y que el primer episodio de encopresis refiere al naci-
miento del medio hermano paterno. El síntoma también tiene lugar en
la casa materna o cuando va a un cumpleaños pero nunca en el colegio.
El niño es hijo de un segundo matrimonio de la madre, que ya tenía
dos hijas de uno anterior. La menor de éstas sufriría dt tnurtsts por
bastante tiempo.
a'
De sus parejas siempre va a hablar en términos positivos aunque los
hechos con los cuales los describe distan de esta calificación. En una
ocasión habría de caracterizar a la primera de éstas como un hombre
muy recto aunque subrepticiamente lo había involucrado en un crimen.
Por el contrario no se iba a privar de decir que las maestras la maltra-
taban o que era traumático ir a la anterior psicóloga del niño; sólo por
Cuáles son las respuestas posibles cuando el A aparece no barrado.
el hecho de que tenían que tomar un autobús para ello.
Dice Colette Soler: «creo que hay toda una gama de respuestas posi-
- Un hermano de la madre sería muy significativo para el caso, cuyo
bles, entre dos polos: el polo de los sujetos totalmente identificados a los -. '
-<I
significados del Otro y el polo del puro negativismo, pero que queda del
.
sujeto dependiente de la cadena. Todos los desarrollos de Lacan ·acerca - · 14. Soler, C., La querella de los diagnósticos, Buenos Aires, Letra Viva , 2009 , p. 162 .
~
~
110
i 111
Lacan : notas sobr, d niño
La infancia m,dicada I ALLXJs MoRAW

ta de la aparición de
pequeña paciente inglesa, no se intenta d ar cuen ,
•nc>mbre guarda•a relación con el segundo de su hijo. Encoprético hasta la falta del deseo materno; sino que por el contrario con el smtomf, ª se
u~a edad tardía, la habría sometido a maltratos y golpes durante, toda , ., d h , a defensa tan errea
lo evita. Es por ello tamb1en que la ma re ana un ._ -
S1J infancia. Llamativamente ella nunca lo denunció ante su padre por . J
d un nmo de 8 anos
1
1
del mismo y proclama cuál era el prob ema e que
el temor a la violencia que éste pudiera ejercer contra su agresor. El cual,
por cierto, distaba de esta calificación, algo que sí se ajustaba mucho más se hiciera encima. temo
El síntoma del niño aquí responde totalmente al fantasma ml,ªfi d •
a Ja madre, muy posiblemente una psicótica. De su infancia también . la figura ma e ca e 1
rn e va a relatar que ella era maltratada en el colegio. Cuando en la de hecho lo sostiene. La encopres1s no aparece por d
padre sino por lo que éste puede implicar de separación de la madre, e
se~nda entrevista le comento la gravedad que implicaba el síntoma de
hecho si la primera vez que tiene lugar es en relación al hijo del padr~-Y
la encopresis pero que parecía carecer de importancia para ell~ me va
su pareja actual, no es tanto por éste sino porque le remite a otro hi¡o
a replicar: "y cuál es el problema ( que se haga encima)". En las entre-
posible de la madre. Al igual que la violencia del padre de Raquel, _era
vistas que mantuve con el niño, no solamente era expresa su agresión,
sino también su tono narcisista. sólo en relación a que podía poner fin a esa relación sado-masoqWS t a
Lo que primero llama la atención es la carencia en relación a los con el hermano.
ideales, a la madre no le preocupa algo tan elemental como el control Me llevó mucho tiemoo entender la razón misma de la consulta , por
de esfínteres sino que tiene una posición cínica con respecto al mismo. qué mientras la encopre;is tenía un valor sólo secundario , su angu,stia
Tampoco para Mariano esto es motivo de preocupación y sólo por el se centraba en la violencia que podían sufrir las maestras . Aqm, el
señalamiento de los otros es que se higieniza. vínculo erótico adquiría un carácter sádico-anal , entonce'.; co:-1 st:. agre -
Recuérdese lo que se..11.ala Lacan en el Esquema R: que es la acción del sión hacia las maestras, el niño empezaba a serle infiel a la madre . Si
Nombre del Padre lo que permite hacer que el triángulo imaginario se el tratamiento habría tocado solamente este último punto sin todo lo
despliegue y donde estaba el niño se va a encontrar después los ideales. anterior, el efecto más inmediato hubiera sido el afianzamiento del
Aquí, por el contrario, se mantiene la posición narcisista. Propiamente fantasma, lo cual por cierto habría sido la felicidad materna pero soli-
el padre ·aparece como un acusado cuando no un culpable. Aquí el padre, dificando el síntoma de la encopresis y condenando al niño al lugar de
más allá de sus particularidades personales, aparece como el responsable objeto fantasmático materno .
absoluto de los síntomas del hijo, los cuales y "llamativamente" son Un año duró el tratamiento que consistió en trabajar más con la
férreamente defendidos por la madre. Inclusive en una ocasión Raquel madre que con el hijo, en el cual si bien la encopresis no desapareció
me habría de llamar por teléfono, en un tono de excitacióu triunfante, totalmente sí disminuyó en forma considerable. Meses después de que
diciéndome que Mariano le había confesado que él se sentía mal porque dejara de asistir a las sesiones sin previo aviso, me visitó y comentó que
el padre no lo visitaba. Mucho más clara es la relación con su propio Mariano andaba muy bien, pero que ella había quedado nuevamente
padre, también acusado de violento, pero al solo fin de que los abusos del embarazada, de un caballero tan recto como los anteriores pero que no
hermano continuaran. Esto es propiamente su fantasma: ser golpéada, se iba a hacer cargo de la situación. La idea de un nuevo bebé no la hacía
equivalente a ser cagada. Su hermano al igual que su hijo, tanto violentos - en lo absoluto feliz pero por supuesto lo iba a sobrellevar como a todos
como encopréticos, unidos a su vez por el nombre. La pareja, tan recto los otros golpes de la vida.
(parte final del int::::no grueso), cuando en realidad y como se podría
decir vulgarmente era un cagador de mierda.
s~1 '!.lna ocasión Mariano se hace encima cuando está viendo la pelí-
cula Rapw::"!Zel, justo en el momento en que se introduce un ladrón para
rescatar a la frincesa . Es claro que aquí, a ciferencia de la fobia de la

112
,u., 113
,
1
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CAPITULO 1

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Child Psychology_and Psychiatry 1999 ·, 4-": ::; 7~ -= T -~
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155-160.

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