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Plan de clase Nº 2
Momentos de la clase:
Inicio/Motivación:
Entraré al aula, saludaré a los alumnos y escribiré la fecha en el pizarrón. Les repartiré una
fotocopia con un fragmento de “Higiene de la bombilla” de Amaro Villanueva. Les pediré que
hagan una primera lectura del texto y luego comenzaré a leer pidiéndole a los alumnos que me
sigan con la lectura. Una vez finalizada la lectura les preguntaré que si les gustó y que opinión
tienen acerca del tema del texto.
Desarrollo:
Una vez finalizado el intercambio y retomando lo visto la clase anterior, indagaré acerca de si
creen que esto es un texto instructivo y por qué. De esta manera les diré que la clase anterior
habíamos hecho hincapié en los textos instructivos cotidianos como las recetas de comida, un
juego, etc. pero que también lo es este texto. Les explicaré que la función de este tipo de texto
es apelativa. El emisor tiene la intención de regular el comportamiento del receptor, al cual da
instrucciones acerca de la forma de llevar adelante una actividad: limpiar una bombilla. A
continuación, les preguntaré en que tiempo se encuentran los verbos. Les diré que Las formas
verbales utilizadas para construir un texto instructivo pueden ser: modo imperativo, futuro
imperfecto de indicativo, infinitivo, expresiones impersonales ("se toma…", "se busca…", "se
tiende…"), verbos modales como: deber, tener que.
A continuación, escribiré en el pizarrón el título: “Texto instructivo” y les repartiré una fotocopia
con las características principales, lo leeremos y realizaremos un intercambio. Una vez
finalizado el mismo y reflexionar les daré la siguiente consigna:
1) Marcar en el fragmento:
a) los verbos y clasificarlos según su tiempo.
b) los conectores que determinen orden.
Procuraré recorrer cada uno de los bancos para asegurarme de resolver cualquier duda que
les surja durante el proceso de identificación. La explicación y la resolución de la actividad
estimo que nos llevará unos treinta y cinco minutos.
Una vez que hayan terminado haremos una puesta en común. Una vez finalizada y para
continuar con la clase indagaré en si encuentran alguna similitud con el instructivo del rotafolio
y el texto de “Higiene de la bombilla”. A medida que los alumnos vayan dando sus opiniones las
iré escribiendo en el pizarrón y las iremos analizando:
A continuación, pondré como subtitulo: “Instrucciones”. Les pediré a los alumnos que copien en
sus carpetas. Una vez que hayan finalizado realizaremos un sorteo con las siguientes opciones
y a continuación, a modo de integración les daré la consigna de escritura en dúos:
1) Según el tema que les tocó, elaborar un borrador de un texto instructivo, de no más de
una carilla.
2) Relean sus producciones y elaboren una versión definitiva del mismo, teniendo en
cuenta todo lo trabajado en clase (estructura, tiempos verbales, conectores, etc.)
Para que resuelvan esta consigna de producción de texto les daré alrededor de treinta
minutos. Circularé por el aula a fin de contemplar todas sus dudas y aportarles sugerencias
Cierre de la clase:
Recursos:
La voz.
El pizarrón.
La tiza.
Fotocopias.
Plan de evaluación:
La atención.
La participación.
La realización de la actividad propuesta.
La interpretación y adecuación de las consignas.
El trabajo en grupo.
La ortografía.
Tiempo estimado:
120 minutos.
Bibliografía:
Del estudiante:
Claudia Dabove, Rubén Dellarciprete, María Alejandra Escudier, María Gabriela Farías,
Paula Niemela, Rosa Teichman, Lila Tiberi y Guillermina Piatti: “Manual de gramática”
2006. La plata.
Hernández Poveda, Rose Mary: Mediación en el aula. Recursos, estrategias y
técnicas didácticos, primera edición, 2003 (p. 44-45).
Anexo:
Higiene de la bombilla
Con el uso diario a que se la somete por lo común, el paso persistente del líquido de la infusión va
precipitando un fino sedimento oscuro en las paredes internas de la bombilla. No basta el lavado diario
con agua fría o caliente para evitar que dicho sedimento comience a depositarse y siga tomando cuerpo
gradualmente, hasta convertirse en una verdadera costra, si no se somete la bombilla a una limpieza
periódica. […] Es bueno saber que existen otros procedimientos sencillos, que pueden practicarse
fácilmente, como los caseros, y con la frecuencia necesaria, sin mayores gastos. Uno de ellos consiste en
dejar sumergida la bombilla en una solución de bicarbonato de soda, durante una hora,
aproximadamente. Este baño disuelve los sedimentos depositados en las paredes internas de la
bombilla, desde el pico al filtro. Luego la bombilla se enjuaga bajo la canilla del agua corriente y, al
secarla, adquiere exteriormente un agradable brillo por la limpieza que también ha hecho en su exterior
la solución en que se la bañó. Otro procedimiento, más enérgico: sométase la bombilla, durante unos
instantes, al calor de una llama de gas, de alcohol o de un calentador Primus. No es necesario
Receta de cocina
Instrucción para algún juego Tema libre