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• Baños de asiento: limpia y disminuye en dolor y la inflamación

del área perineal y anal. se realiza en palangana o bidel o en


cuñas específicas.
• Baño medicado: (avena, almidón de maíz, bicarbonato sódico,
etc.) contribuye a aliviar la irritación de la piel, crea un efecto
antibacteriano
• Baño emoliente: se administran sustancias como aceites
específicos o medicaciones emolientes que permiten una
protección e hidratación de la piel. Está indicado en pieles con
problemas de irritación, descamación, grandes quemados, etc.

Movilizar a pacientes encamados tiene una importancia trascendental


en su salud

Una de las labores de los familiares y/o cuidadores de los pacientes


encamados es movilizar y acomodar al enfermo cada cierto tiempo.

Algo fundamental, no solo para que este se sienta cómodo y confortable, sino
también para evitar la aparición de escaras y úlceras por presión y para
mejorar el tono muscular y la circulación sanguínea.

Tú porque es que no me dejas estudiar estudiar mi


amor Cada cuánto se debe mover a un paciente
encamado?

La frecuencia de movilización de una persona encamada variará en función del


grado de inmovilización de esta. En el caso de que la inmovilización sea total
los cambios posturales deberán realizarse, como mínimo, cada 2 o 3 horas.

Tras cada movimiento es fundamental revisar que la postura adoptada es


correcta y que el paciente se siente cómodo en su nueva posición.

Cómo mover a un paciente encamado de forma


segura
Lo primero que debemos saber antes de movilizar a un paciente encamado
es cuál es su grado de movilidad y si este puede o no colaborar para
cambiarlo de postura.

Independientemente de cuál sea su caso, antes de movilizar procederemos a


informarle tanto del movimiento al que se le va a someter, como del
procedimiento que se seguirá para ello.

Si el paciente no colabora:

Desplazamiento del paciente hacia la cabecera de la cama

Para realizar esta movilización se recomienda contar con la ayuda de una


segunda persona a la que pediremos que se coloque al otro lado de la cama.

Movilización sin sábana

1- Retiramos la sábana superior y la almohada.


2- Colocamos al paciente boca arriba con los brazos sobre el tórax.
3- Colocamos un brazo bajo la espalda del paciente y el otro bajo los glúteos.
4- Elevamos y desplazamos el paciente hacia la cabecera de la cama.
5- Recolocamos la cama y nos aseguramos que la sábana se quede
completamente estirada sin arrugas.

Movilización con sábana

1- Retiramos la sábana superior y la almohada.


2- Colocamos al paciente boca arriba con los brazos sobre el tórax.
3- Ajustamos la sábana por debajo del paciente abarcando desde la cabeza
hasta los muslos.
4- La sujetamos pegada a su cuerpo y la tensamos para evitar pliegues.
5-Elevamos y desplazamos el paciente hacia la cabecera de la cama.

Desplazamiento hacia el borde de la cama


1-Retiramos la sábana superior y la almohada.
2-Colocamos al paciente boca arriba con los brazos sobre el tórax.
3-Pasamos un brazo bajo la cabeza y el cuello del paciente hasta llegar al
hombro más lejano y el otro bajo la espalda. Elevamos y desplazamos poco a
poco el tronco hacia el borde.
4-Pasamos un brazo bajo la cintura y el otro bajo los muslos. Elevamos y
desplazamos poco a poco la cintura hacia el borde.
5-Acercamos las piernas al borde la cama.

Incorporación del paciente

Si se usa una cama articulada:

1-Elevamos la parte superior a 90º.


2-Retiramos la sábana superior y la almohada.
3-Colocamos al paciente boca arriba con los brazos sobre el tórax y la pierna
más alejada sobre la otra.
4-Pasamos un brazo por detrás del cuello para sujetar la espalda y el otro bajo
las rodillas, mientras empujamos con la mano situada en la espalda para girarlo
suavemente y sentarlo al borde de la cama.

*Durante este tipo de movilizaciones es muy importante revisar la aparición de


mareos o vértigos y, en algunos casos, recurrir a almohadas o banquetas para
los pies.

Si el paciente colabora:

Desplazamiento del paciente hacia la cabecera de la


cama

Movilización llevada a cabo por una persona:

1-Retiramos la almohada y la sábana superior.


2-Colocamos al paciente boca arriba con las piernas flexionadas y los pies
apoyados en la cama.
3-Le pedimos al paciente que agarre con las manos el cabecero.
4-Pasamos un brazo bajo el hombro y otro bajo los muslos.
5-Una vez que comencemos la movilización le pediremos al paciente que eleve
la pelvis y la impulse hacia el cabecero.
Movilización llevada a cabo por dos personas:

1-Retiramos la almohada y la sábana superior.


2-Colocamos al paciente boca arriba con las piernas flexionadas y los pies
apoyados en la cama.
3-Le pedimos al paciente que agarre con las manos el cabecero.
4-Un brazo lo pasamos bajo las axilas y el otro lo utilizamos para sujetar la
espalda y la cabeza del paciente.
5-Una vez que comencemos la movilización le pediremos al paciente que eleve
la pelvis y lo impulsaremos hacia la cabecera.

Incorporación del paciente

1-Retiramos la almohada y la sábana superior.


2-Colocamos al paciente al borde de la cama recostado de lado y con las
extremidades ligeramente flexionadas.
3-Le pedimos que con el brazo más cercano al borde la cama, apoye el codo y
la mano para impulsarse.
4-A su vez, le pedimos que apoye la otra palma para impulsar el tronco y sacar
las piernas de la cama.
5-En caso de que sea necesario, le asistiremos colocando una mano tras los
hombros y la otra bajo los muslos.

*Durante este tipo de movilizaciones es muy importante revisar la aparición de


mareos o vértigos y, en algunos casos, recurrir a almohadas o banquetas para
los pies.

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