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EFECTOS DE LA GRAN DEPRESIÓN EN AMÉRICA LATINA Y LOS POPULISMOS REGIONALES

1. América Latina: Proveedor de Materias Primas (1870 – 1914).

2. La economía latinoamericana a principios de la década de los 1930: Una mirada general.

Se ha descrito habitualmente la depresión de 1929 como el momento decisivo de la transición de América Latina de un
crecimiento económico hacia afuera, basado en la exportación, a un desarrollo hacia adentro, sostenido por la
industrialización de sustitución de importaciones (ISI) (…) Es indudable que en este decenio surgieron en muchos países
nuevas fuerzas económicas, sociales y políticas, que en última instancia darían un perfil muy diferente al modelo
latinoamericano de desarrollo económico.

La quiebra de la bolsa en octubre movilizó una cadena de acontecimientos en los principales mercados abastecidos por
América Latina; la caída del valor de los activos financieros redujo la demanda de los consumidores (…); las deudas
atrasadas llevaron a la restricción de nuevos créditos y a una contracción monetaria, y el conjunto del sistema financiero
quedó sometido a una severa presión (…) los importadores no podían o no deseaban reponer sus existencias de materias
primas ante la perspectiva de restricciones crediticias y una demanda decreciente; la consiguiente caída de los precios de
las materias primas fue verdaderamente espectacular. Ni un solo país latinoamericano quedó a salvo. Entre 1928 y 1932,
el valor de las exportaciones cayó en más del 50% en diez de los países (…). También cayeron los precios de las
importaciones, cuando el descenso de la demanda mundial y la caída en los costos produjo una doble presión en el valor
unitario de los bienes vendidos a América Latina. Sin embargo, los precios de las importaciones no cayeron, por lo general,
más deprisa o tan abajo como lo hicieron los de las exportaciones (…)

Ningún país de América Latina escapó a la depresión de los años treinta, pero para algunos países el impacto fue peor que
para otros. La combinación más desastrosa consistía en un alto nivel de apertura (a los mercados exteriores y al patrón
oro), un gran descenso del precio de las exportaciones y una disminución abrupta del volumen de las mismas.

Durante los años veinte, las repúblicas latinoamericanas habían adoptado el patrón oro por primera vez (…) o lo habían
retomado (es el caso de Argentina). Se suponía que con el patrón oro el ajuste al desequilibrio externo era automático (…)
El deseo de seguir las reglas internacionales implicó que la devaluación (…) fuera utilizada en contadas ocasiones al
comienzo. Nadie esperaba que la depresión llegase a ser tan grave como finalmente resultó…

Texto y cuadro extraído de: Bethell, L: Historia de América Latina. Economía y Sociedad desde 1930. España, Crítica,
1994 (Modificado)
3. Sobre el Populismo en América Latina.

“nuestras clases dominantes han procurado siempre que los humildes no tengan historia,
no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe comenzar de nuevo,
separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se
olvidan. La historia aparece, así como la propiedad privada, cuyos dueños son los dueños
de todas las otras cosas”

Rodolfo Walsh

América Latina estaría surgiendo de una profunda crisis


que la mantuvo al borde del abismo socioeconómico
durante varias décadas, más allá de la pobreza estructural
y los problemas que ésta le acarrea, y que llevará décadas
solucionarlos. No obstante, lo llamativo es que la salida de
la crisis se viene realizando bajo gobiernos de
características nacional-populares, en la mayoría de los
casos, y aun lo más paradójico que en cierta medida, estos
gobiernos terminan reivindicando los movimientos
denominados “populistas” de principios de siglo XX. Los
movimientos “populistas” de América Latina surgieron
como emergencia a un modelo económico-político totalmente ligado a intereses foráneos (…) En la década del 30’, ‘40 y
’50 [como] respuesta a la subordinación de los países latinoamericanos a intereses extranjeros, a décadas de fraude
político y al fracaso de gobiernos de extrema tendencia conservadora (…)

El concepto “populista” si bien es necesario clarificar que en política esta definición ha sido aplicada a movimientos muy
dispares como (fascismo-comunismo-populismo americano), su aparición más concreta se produce en países
subdesarrollados, y más concretamente países subdesarrollados latinoamericanos (…) dice Laclau al respecto, que el
término “populista”, es un término inducido desde afuera, lo cual lo adecuado sería referirse con los términos “nacional-
popular”, ya que es un deber intelectual acuñar los términos desde adentro de la historia, por supuesto desde nuestra historia,
la latinoamericana. Por eso los detractores de este movimiento al eliminar del término el concepto de nacional, hacen que
recaiga sobre el denominado “populismo” una caracterización despectiva. Por supuesto que es una caracterización errónea
cuando se considera que el “nacionalismo-popular” latinoamericano tuvo como elemento principal la integración de sectores
desplazados hacia el espacio público, con un equilibrio social, con un nuevo rol de los sindicatos y la acción decisoria del
Estado, para desarrollar políticas públicas (…)

Este desentrañamiento comienza por, entender que estos movimientos no sólo son producto de la decadencia de los sistemas
oligárquicos tradicionales, sino que son partidos (…) cuya referencia fundamental es el pueblo, que es considerado una
masa homogénea, en el que no se distinguen las clases sociales, con una clara intención de generar movilizaciones
policlasistas que se constituyan en sostén de políticas nacionalistas e industrialistas, con un fuerte estatismo y una
estimulación a la pequeña burguesía nacional para conducir el proceso de industrialización, además un claro
ensanchamiento del mercado interno, incorporando las masas a un nuevo y más amplio patrones de consumo a través de la
redistribución del ingreso.

Extraído de: Morales y Parisi: De nacional-popular a populismo: transformaciones y deformaciones de denominaciones


según lecturas ideológicas de derecha. UBA, 2011.

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