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La escultura romana y sus usos.

Los materiales de las esculturas romanas son el mármol y el bronce como sucede en Grecia. Lo que
nos impacta en Roma son los temas de las esculturas. Aunque según el autor Bruno Zevi, la
escultura romana es casi ausente, tomando protagonismo su arquitectura y su espacio interior
(inversamente a Grecia).
Retrato – El retrato romano tiene gran realismo y realmente busca representar y caracterizar a las
personas. La finalidad de los retratos es religiosa por lo tanto no lo podemos denominar corriente
artística. Cuando los difuntos morían se hacía una mascarilla mortuaria de su rostro para después
tenerla en el atrio. Luego la mascarilla se modernizó a las estatuas, y así comenzaron los retratos.
Los retratos no se limitan a difuntos, sino que todas las familias comenzaron a tenerlos, desde las
más prestigiosas a las simples. La estatua inmortaliza al individuo, tradición con evidente influencia
Egipcia. En el caso de los Romanos, lo importante es el rostro y no todo el cuerpo, por lo que
aparecen los bustos, rompiendo con la unidad corporal, cosa que para los Griegos es un crimen.
Se destaca en la escultura las búsqueda de sombras, se pulen las esculturas, para el realismo del
cabello se utiliza el bruñido y el trépano, se marca la pupila mediante las incisiones.
De los retratos uno de los más destacados es el de Augusto Prima Porta, se dice que esta imagen se
basa en Doríforo de Policleto. Esta escultura todavía conserva rastros de pintura, lo que muestra que
fue policromada, y que en los retratos el color se utilizaba. Augusto aparece en pie, con
indumentaria militar, sosteniendo un bastón de mando consular y levantando la mano derecha,
mostrando a sus tropas la corona de laurel del triunfo. Su coraza tiene relieves alusivos a diversos
dioses romanos, entre ellos, Marte, el dios de la guerra, así como las personificaciones de los
últimos territorios conquistados por él: Hispania, Galia, Germania, Partia (persas de la frontera del
Éufrates que habían humillado a Craso, y aquí aparecen devolviendo los emblemas robados a
aquellas legiones); sobre ellos aparecen los carros del Sol y la Luna. Se supone que es Cupido quien
abraza su pierna.
Relieve – El fin del relieve es narrar una historia creando una escena. Los relieves realizados están
relacionados entre sí para contar la historia. En el arte romano los relieves toman un puesto
secundario en comparación al arte Griego, en el cual están presentes en los frisos y frontones de los
templos a modo explicativo. En el arte romano los relieves son mayormente utilizados en los altares
como en el Ara Pacis. Otro ejemplo es la columna Tarajana construida por Tarajano en el año 113,
para conmemorar sus victorias. La columna tiene más de 40 metros de altura y su superficie esta
decorada con relieve continuo, formando una banda única de 23 espiras. Se aproxima que hay más
de 2500 figuras. La Tarajana por dentro tiene una cámara y escaleras caracol hacia arriba. En la
columna de Marco Aurelio, el estilo es el mismo solo que evoluciona la técnica del relieve
aumentando el pathos (lo espontáneo) frente al ethos.
Arcos del triunfo – A pesar de la simplicidad de los arcos, hay varios tipos, los de un solo arco, de
dos o de tres. Algunos son sobrios, solo con columnas o pilastras en su marco y sin relieves. Hay
otros que tienen más relieves y que pueden llegar a parecer barrocos. En la parte superior por lo
general tienen estatuas de bronce las cuales no se conservó ninguna.
El Arco de Tito (81 dC). Los triunfos y conquistas Romanas fueron mediante la guerra,
destacándose en este ámbito frente a otras ciudades. Los arcos son muestra de su triunfo. Este arco
está situado en la Vía Sacra al sureste del Foro, fue construido poco después de la muerte del
emperador Tito. Rememora las victorias de Tito contra los judíos. Las figuras que lo adornan se
mueven entre lo real y lo divino, fundiéndose en una misma composición. En una de las escenas
representadas aparece un personaje con yelmo (la diosa Roma); en otra escena aparece una
“victoria”, que es un ser con alas que coloca la corona de laureles al emperador.
El arco se apoya en un podio sobre el que se encuentra el cuerpo formado por una bóveda de cañón
asentada sobre dos pilares decorados con dos pares de columnas adosadas de capitel compuesto y
ventanas ciegas en medio. Sobre el cuerpo se encuentra el ático, con una inscripción alusiva a Tito.
A diferencia de otros arcos de triunfo como el Arco de Constantino, los relieves se concentran en las
enjutas (los triángulos formados en las esquinas de la bóveda). El entablamento está formado por un
arquitrabe a tres bandas, un friso que representa el desfile triunfal de las legiones romanas en
Jerusalén y una cornisa que soporta el ático. El intradós (superficie curva interior del arco) está
decorado con casetones (cuadrados tipo hendidura hacia adentro) y a ambos lados hay
representaciones de la entrada de Tito en Jerusalén, honrado por los soldados que portan un
candelabro de siete brazos procedente del segundo Templo de Jerusalén. En el centro de la bóveda
se encuentra la ilustración del triunfo de Tito que muestra al emperador deificado sobre una enorme
águila símbolo de Júpiter y Roma. La imagen ilustra el momento en el que el alma del emperador
ascendía al cielo, cuando se soltaba un águila desde las llamas y que representaba el milagro. Hay
que destacar también que el arco es de mármol, combina la arquitectura adintelada y la bóveda.
“Son como puertas o entradas espectaculares de ciudades, o en vías importantes, en pleno campo,
y en otros están destinados a ensalzar algún personaje o bien son trabajos patrocinados por los
emperadores.”
El Arco de Constantino se encuentra entre el Coliseo y la colina del Palatino. Conmemora la
victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio en 312 dC (es muy moderno), y
a otros emperadores anteriores. El arco mide 21 metros de alto, 25,7 m de ancho y 7,4 m de
profundidad. Tiene tres arcos, siendo el central de 11,5 metros de alto y 6,5 de ancho, y los laterales
de 7,4 de alto y 3,4 m de ancho cada uno. La parte inferior del monumento está construida con
bloques de mármol, mientras que la parte superior (llamada ático) es de ladrillo con remates de
mármol. A cierta altura desde el suelo, en el lado que mira al Palatino, hay una puerta a través de la
cual se accede a una escalera formada en el grosor del arco. El arco cruza la Via Triumphalis, la ruta
que tomaban los emperadores cuando entraban en la ciudad en triunfo.
El arco de triunfo refleja el sentido de la utilización de la arquitectura como testimonio de la
grandeza y del poder. Es un monumento en sí mismo. Los arquitectos romanos parten de los
monumentos helenísticos, pero mientras que éstos eran concebidos para ser vistos únicamente desde
fuera, el arquitecto une los arcos para crear un espacio interior por el que pasar. Está construido en
mármol. Tiene materiales y piezas de obras anteriores. El arco de Constantino es un monumento de
cierta elegancia compositiva, aunque se limita a repetir el tipo ya creado del arco triunfal con tres
puertas, una mayor en el centro y dos laterales, con relieves sobre los arcos. Consta de tres partes:
podium, arcos enmarcados en pilares y arquitrabe coronado con un ático donde está la dedicatoria.

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