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Punteo Historia contemporánea de América Latina (1967)

Tulio Halperin
CAPÍTULO 5. MADUREZ DEL ORDEN NEOCOLONIAL
1880 una economía primaria y exportadora sustituiría al pacto colonial impuesto por las
metrópolis ibéricas, nace el orden neocolonial. Este orden aparentemente dominado por las
nuevas naciones fue, en realidad, dominio de las economías metropolitanas, la alianza entre
intereses metropolitanos y clases altas locales ha sido reemplazada por una hegemonía no
compartida de los primeros. Junto con el orden neocolonial aparecen las clases medias y una
incipiente clase trabajadora.
El tránsito del intervencionismo europeo a la tutela norteamericana se consuma en el conflicto
venezolano (Venezuela es deudora de Inglaterra y Alemania, en 1902 los puertos venezolanos
son bloqueados por la fuerza naval tripartita (I, A + Italia); esto desembocaría en la doctrina
Drago (el canciller argentino proclama que el uso de la fuerza militar es inexplicable en relaciones
de deuda) y en el corolario Roosvelt a la doctrina Monroe (EEUU sostiene que es su
responsabilidad persuadir por el uso de la fuerza a los demás países LA.)). Así EEUU asume el
papel de gendarme al servicio de las relaciones financieras, en una etapa de madurez del
neocolonialismo. Esto fue visto por los latinos como un acto hipócrita e interesado de EEUU.
En sus primeras etapas el movimiento panamericano ocupa un lugar marginal en la política LA.
de EEUU, ésta se desarrolla bajo doble inspiración: necesidades estratégicas + crecido potencial
económico EEUU. A Argentina no le va a gustar el panam. ya que quería aumentar su
dependencia comercial con GB (“no américa para los americanos sino américa para el mundo”).
Desde fines del XIX e inicio del XX se van a crear diversas organizaciones interamericanas, cada
una con sus peculiaridades y problemas. Hubo mucha mocha entre EEUU y LA. sobre cuál
debía ser el papel de cada uno para con el otro y con el mundo (cuenta el texto la formación de
EEUU y su política del gran garrote (Roosvelt) para los latinos).
Luego de la IGM. no había duda, la gran metrópolis ya no era Inglaterra, sino que EEUU. Por
esto nace una corriente de caparazón de la cultura latina, salen intelectuales como Rubén Darío
a pregonar la superioridad de la lengua hispana y la fe católica, y alabanzas al espíritu aéreo y
desinteresado latino por José Enrique Rodó.
Por el fin de la IGM. e inicio de la crisis del ’29 nacen corrientes que disputan la hegemonía
política a las élites progresistas, oponiéndose a la situación privilegiada de la oligarquía frente al
orden neocolonial. El movimiento de reforma universitaria (doble inspiración: revolución rusa
y mexicana), que en la posguerra se difunde por LA. a partir de Argentina, será quizás el más
característico de los grupos anti oligárquicos. Proponían desde marxismo hasta fascismo como
opciones al modelo liberal impuesto y de a poco impregnarían la cultura latina.
Los éxitos y fracasos de la economía exportadora hacen que la ampliación de las bases sociales
del estado sea una necesidad urgente; mientras la democratización, que promete satisfacerla en
el marco liberal-constitucional avanza en Uruguay y Argentina, en Perú y Chile esa misma
ampliación es intentada en un marco autoritario y en México en uno revolucionario.
La crisis de 1930 será un brusco anticlímax a medio siglo de expansión (cuenta el texto los
mercados mono-productores y su expansión y diversificación en cada país, recalcando las
transformaciones sociales que van de la mano con la economía, por ejemplo la utilización de
inmigrantes como trabajadores extractores o de la misma población indígena). Personas van
personas vienen, ciudades se construyen y se abandonan; todo producto del mercado y el rápido
viraje del “producto más barato”.
Empresas agrícolas y mineras que alcanzan su auge en el neocolonialismo tienen en común caer
en monopolios u oligopolios, la corrupción y los inversores metropolitanos que intentan hacer
pesar el prestigio de sus naciones en favor de sus intereses abundan. Muchas veces los países
estaban al borde de la supervivencia mientras que las extractoras se llevaban todo el capital. Más
problemático es todo si consideramos el aumento demográfico de la época.
Todo esto va, de cierta forma, politizando el ambiente. La evolución política presenta en esta
etapa tres aspectos distintos: revolucionaria en México y marcada en los países australes (Chile,
Argentina, Uruguay) por la democratización pacífica de la vida política, acompañada del triunfo
de partidos populares, en el resto de Latinoamérica vive sustancialmente encerrada en las
alternativas de oligarquía y autoritarismo militar, sin que falten situaciones intermedias.
En México Porfirio Díaz impondrá una “dictadura progresista”. Gobierno de OOPP
(ferrocarril) y del avance de viejos y nuevos terratenientes sobre tierras indígenas y campos
despoblados. Termina en 1911 en una revolución, esta estuvo llena de idas y vueltas, asesinatos
y cambios de gob. y enfoques políticos. 1926 guerra de los Cristeros (política estatal de
descristianización). 20 años de revolución.
La democratización de la base política se dio de modo menos violento en Uruguay. Después
de pasar por regímenes militaristas vuelven a lo civil con el predominio del sector colorado
(Batlle) de la oligarquía urbana (colorados v/s blancos). El gobierno hizo muchas OOPP con el
objetivo de librarse de la dependencia inglesa, dejando de lado a la zona rural ganadera y
latifundista (que proveía los saldos exportables). Cuando Batlle murió partió la mocha de nuevo.
En Argentina el lado terrateniente del litoral estaba por la modernización económica. En 1880
alcanzó gran prosperidad (inmigración italiana + inversión inglesa). Inflación + laicización +
cambio de gobierno = mocha. En 1916 llega un radical al poder apoyado por las clases medias
y bajas; pero no se pudo hacer mucho. En 1919 los mismos radicales reprimen violentamente,
cae la idea de instalación del poder soviético en BBAA. Más represión, gob. Conservadores.
En Chile, ni aun en etapa de prosperidad (guerra del pacífico), pudo darse una ampliación de la
base política sin tormenta. Gobiernos liberales llevaron adelante ampliación de territorio,
laicización y OOPP. Balmaceda recurrió a préstamos extranjeros, llegando en 1890 a crisis y
guerra: fin del presidencialismo. El parlamentarismo fue acompañado de inmovilismo político
sólo quebrado frente a agitaciones sociales. Victoria de Alessandri, crecimiento del movimiento
obrero, plebiscito, ruido de sables, C ’25, Ibáñez, crisis del ’29, país en bancarrota.
La herencia de la guerra (’79-’83) en Perú fue el resurgimiento del caudillismo militar, contra
este último se alzaría Nicolás de Piérola (1895 revolución contra milicos, sucedida por una guerra
civil). Ganó el civil y le dio prosperidad (desigualmente distribuido) al país a través de reformas
estructurales. Se cae en dictadura (Leguía) por 11 años (prosperidad y represión). El fin de la
bonanza, que fue también el del poder de Leguía, devolvió a primer plano al ejército.
En el origen del Ecuador moderno hay también una guerra civil (caudillo liberal Eloy Alfaro
contra la hegemonía conservadora de las grandes familias terratenientes de Quito), gana el
primero e instaura constituciones que laicizaron al país. Hizo OOPP pero en los aspectos sociales
no (la aristocracia terrateniente, hostil al dominio liberal, seguía allí dominando). Alfaro terminó
linchado, luego de su muerte su partido se transformó en expresión de la oligarquía costeña. En
1927 el liberalismo fue quebrado por un golpe militar (Eusebio Ayora); su dictadura se lanzó a
una renovación de la estructura financiera y administrativa del Estado.
Entre predominio oligárquico y hegemonía militar tenemos la excepción de Costa Rica
(gobierno en manos de la clase media), y a Cuba, en donde el tardío acceso a la independencia
y su historia con EEUU creó situaciones que, comenzando por ser excepcionales, se fueron
acercando al cuadro latinoamericano. Pasó por gobiernos títeres de los gringos, liberales,
conservadores, dictaduras represivas; ya en 1933 la vinculación entre las insuficiencias de la vida
política cubana y la dependencia respecto de su metrópoli era advertida.
Puerto Rico, transformada por la paz de París en posesión de EEUU, arrasada en su economía
por el impacto de la nueva metrópoli (triunfo del azúcar sobre el café), transformada en su
estructura demográfica por una explosión provocada en parte por las enérgicas campañas
sanitarias de la administración norteamericana y sometida a una política educativa y cultural que
combatía el analfabetismo poniendo como lengua propia el inglés... Hubo una etapa de
autonomismo y finalmente independencia, con mil problemas entremedio.
En Centroamérica vivieron plenamente las consecuencias políticas de la hegemonía económica
y militar norteamericana, especialmente Nicaragua (por el intento fallido de canal) y Santo
Domingo (por un tema diplomático y financiero), cayendo en el autoritarismo represivo.
En Venezuela gran autoritarismo, culto al progreso y laicización. Luego dictadura de Gómez
en donde se avanzó en la extracción de petróleo. Centroamérica y Venezuela tienen en común
la abundancia de las crisis productivas, la aparición tardía de los rubros de producción en los que
se hacen dominantes, a veces la conquista de una parte de la tierra fértil por inversores
extranjeros, todo provocando debilitamiento de la oligarquía local.
Hasta 1930 dominó a Brasil el partido republicano; partiendo primero por gobiernos de
personalidades de la independencia, guerra civil, presidente civil, más mocha y cambio;
revolución, dictadura de Getulio Vargas.
En Colombia entre 1899 y 1903 hubo una salvaje guerra civil (la de los mil días) que causó
millares de víctimas y deshizo además la economía y las finanzas colombianas (además después
pasó lo de Panamá). Después problemas, liberales, conservadores, economía y la bolsa, progreso,
Crisis del ’29. Con esto crecerán las oposiciones y enemistades en un clima de descontento.
En Paraguay la afirmación de una clase terrateniente poderosa se da sobre todo luego de la
derrota de 1870; a partir de ella Paraguay se orienta hacia el mercado exterior. Dos partidos
políticos de élite se disputaban el poder, el coloradismo y el liberalismo, finalmente este último
sería el vencedor.
En Bolivia el surgimiento de un sistema de partidos es tardío, la transición al liberalismo se da
en el marco de la decadencia de la plata y el ascenso del estaño; utilizarán el poder para satisfacer
los reclamos paceños, pero también para aplastar la protesta india contra la liquidación de las
tierras comunitarias. Serán reemplazados al frente del Estado por una oligarquía urbana
negociante y terrateniente que pronto se divide contra sí misma. Se sentirá el predominio
económico y sociopolítico de los que dominan el único rubro exportable realmente significativo.
Como Venezuela ofrece un ejemplo de manual de la dictadura militar, Bolivia lo ofrece de la
república oligárquica en la época de madurez del sistema neocolonial. Uno y otro (y también los
más numerosos casos intermedios) llevan en común la huella de un cambio que afecta a toda
LA. en esta etapa: dictaduras y oligarquías son cada vez más las emisarias políticas de las fuerzas
que gobiernan. La continuación del crecimiento LA tuvo como precio una redistribución del
poder entre los sectores dominantes locales y extranjeros, en beneficio de estos últimos, a la vez
haciéndose vulnerable a las crisis generales del sistema. En 1929 comenzó la más devastadora de
todas esas crisis; de ella y sus consecuencias el lazo neocolonial no iba a recuperarse nunca.

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