Está en la página 1de 32

Arturo Mejía Ramos

FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE BABAHOYO


1
Arturo Mejía Ramos

2
Arturo Mejía Ramos

FUNDACIÓN DE BABAHOYO, ELEMENTOS PARA EL DEBATE


En algunos textos publicados a través de Internet o en libros y
periódicos de carácter físico se indica que la ciudad de Ba-
bahoyo fue fundada el 27 de mayo de 1869; argumentan que
en esta fecha se instalaron en los terrenos de la hacienda “El-
vira”, en la margen izquierda del río Babahoyo, algunas ofici-
nas públicas trasladadas desde Santa Rita de Babahoyo (tam-
bién conocida como Bodegas de Babahoyo), ubicada en la ac-
tual parroquia urbana Barreiro, y que por lo tanto hay que
considerar a esta fecha como la de fundación de la ciudad
(Maldonado, 1979: Pág. 18).
Pero esta conclusión, opinión respetable por cierto, no con-
cuerda con las opiniones de otros pensadores que consideran
que a Santa Rita de Babahoyo le pasó algo similar a lo que le
sucedió a la ciudad de Guayaquil, la cual también fue extendi-
da por encima de los esteros que le rodeaban, construyéndose
un largo puente de madera de aproximadamente 649 metros,
y sin embargo no se suprimió el nombre a la ciudad vieja ni
tampoco se atribuyó exclusivamente a la ciudad nueva, pues
siguió llamándose Guayaquil, integrando a la ciudad vieja y a la
ciudad nueva. En el caso de Santa Rita de Babahoyo se la de-
claró parroquia urbana Barreiro. La opinión que arriba men-
cionamos ha provocado la idea de que la actual ciudad de Ba-
bahoyo tuvo un origen histórico desvinculado de Santa Rita de
Babahoyo o Bodegas de Babahoyo, atribuyéndola a un trasla-
do de oficinas y desconociendo el hecho de que lo que se dio
fue una extensión de la ciudad de Santa Rita de Babahoyo a los
terrenos de la hacienda Elvira, propiedad de la familia Flores

3
Arturo Mejía Ramos

Jijón. Pero, si se descarta la opinión de que el traslado de ofici-


nas constituya un fundamento para aseverar que así se dio la
fundación o creación de la ciudad de Babahoyo, el 27 de mayo
de 1869, entonces queda preguntarnos si ¿existe algún acto
administrativo-legislativo que expresamente haya decretado
en el siglo XIX la fundación de Babahoyo? La respuesta es no,
porque los archivos de la Asamblea Nacional del Ecuador no
tienen ningún documento que lo certifique.
Ahora bien, lo señalado nos lleva a plantear que lo que se debe
indagar es cuándo fue creada o fundada Santa Rita de Babaho-
yo, anteriormente Bodegas de Babahoyo. Para esclarecerlo
procede tomar en consideración algunos antecedentes que
constan en los siguientes textos:
El texto de Miguel Aspiazu Carbo (1901-1991) que tiene el títu-
lo de “Fundaciones de Santiago de Guayaquil” al describir los
sucesivos asientos o mudanzas de Santiago de Quito hasta la
ciudad actual que terminó llamándose Santiago de Guayaquil
señala expresamente que la ciudad pasó por 4 fundaciones y 5
asientos. Según Aspiazu la primera fundación y primer asiento
de Santiago de Quito se realizó en Liribamba o Riobamba anti-
guo por Diego de Almagro, el 15 de agosto de 1534; el segun-
do asiento o traslado, en Chilintomo por Sebastián de Benalcá-
zar, en septiembre de 1534; el tercer asiento y segunda funda-
ción, en Estero de Dima, cerca de Pimocha y Barreiro actual,
asimismo por Benalcázar, en junio de 1535; el cuarto asiento y
tercera fundación, en Chaday, cerca del actual Yaguachi, por el
Cap. Hernando Zaera, en marzo de 1536; el quinto asiento y
cuarta fundación, en Lominchao por Francisco de Orellana, en

4
Arturo Mejía Ramos

enero de 1537 (Aspiazu Carbo, 1955: Pág. 1-316). El plantea-


miento de Aspiazu es respaldado por los esposos historiadores
Adam Szászdi (1930-2019) y Dora León (¿?) en su obra “San-
tiago de Quito-Santiago de Guayaquil, 1534-1536” quienes se
fundamentan en el texto del Acta de Fundación de la ciudad
de Santiago de Quito que en sus partes pertinentes dice:
“En el pueblo de Riobamba, a quince días del mes de agos-
to…de mil y quinientos y treinta y cuatro años, el magnífico
señor Mariscal don Diego de Almagro…Lugarteniente General
de Gobernador y de Capitán general en ella por el muy mag-
nífico señor el comendador don Francisco Pizarro…en presen-
cia de mí, Gonzalo Díaz, Escribano de Su Majestad y su nota-
rio público…por virtud de los poderes que de su señoría tiene
fundaba y fundó un pueblo al cual…puso por nombre ciudad
de Santiago de Quito…y que pareciéndole a su señoría que el
dicho pueblo se debe mudar a otra parte…se pueda mudar;
porque al presente a causa de ser la tierra nuevamente con-
quistada y andar acabándola de pacificar, no se ha visto ni
tiene experiencia de los sitios donde mejor pueda estar el
dicho pueblo…se mudase en otro cabo mejor y que más con-
venga…”
Esta Acta permite concluir que los conquistadores considera-
ron la conveniencia de mudar la ciudad recién fundada, por lo
que los españoles, se empecinaron en cumplir la disposición
constante en el Acta. Las mudanzas de Santiago de Quito, se-
gún algunos historiadores, se concretan posteriormente en la
costa central mediante el asentamiento de la ciudad que luego
será Santiago de Guayaquil; los conquistadores integrantes del

5
Arturo Mejía Ramos

grupo de Francisco Pizarro (Diego de Almagro, Sebastián de


Benalcázar, Hernando Zaera, Francisco de Orellana, Diego de
Urbina, Diego Daza, Antonio de Rojas, entre otros) usaron re-
petidamente el nombre Santiago, uno de los santos apóstoles.
Según este punto de vista la mencionada fundación de Santia-
go del Río Amay (en Estero de Dima) estaría inscrita en los afa-
nes de asentamiento de la futura ciudad de Santiago de Gua-
yaquil. Al respecto hay que consignar el hecho de que Santiago
del río Amay, el de Estero de Dima, fue abandonado por los
españoles y más habitantes del lugar debido al hostigamiento
que les daban los indígenas chonos en respuesta al abuso es-
pañol; no pasaron más de 6 meses, luego de la fundación, para
que el lugar sea abandonado y despoblado, pues los conquis-
tadores avanzaron hacia el sitio del siguiente asentamiento en
Chaday, cerca de Yaguachi; esto lo confirman, por un lado, el
historiador chileno José Toribio Medina en el tomo IV de su
“Colección de documentos inéditos para la historia de Chile”,
pág. 203, quien señala que “Santiago, la del río Amay, quedó
despoblado porque los indios vinieron sobre él y mataron los
más de los cristianos, salvo dos o tres que se escaparon”; por
otro lado, el historiador ecuatoriano Julio Pimentel Carbo, en
el texto “Poco y mucho sobre la fundación de Guayaquil” dice
que “se trató de rehacer la ciudad de Santiago pero la fiereza
de los aborígenes lo impidió, quedando perdido definitivamen-
te su sitio, desbaratado, dicen los españoles”; asimismo, en
1567, en la Probanza de méritos y servicios de Francisco de
Tigreros, el testigo Baltazar Díaz de Magallanes confirma la
pregunta: “¿Si sabe que cuando se alzaron los indios y rebela-
ron estas provincias contra el servicio de su Majestad…en ese

6
Arturo Mejía Ramos

pueblo que en aquel tiempo estaba poblado en el río de Amay


y lo despoblamos y nos venimos a este asiento donde al pre-
sente estamos?”…(Pimentel Carbo, 1997: Pág. 27).
Pero no son los autores contemporáneos como Miguel Aspia-
zu, Adam Szászdi y Dora León los únicos que sostienen la tesis
del traslado de Santiago de Quito pues existen dos documen-
tos antiquísimos que los respaldan. El primero es la “Colección
de documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquis-
ta y organización de las antiguas posesiones españolas de
América y Oceanía, sacados del Archivo del Reino, especial-
mente del de Indias” Tomo IX, Descripción de la Gobernación
de Guayaquil (año 1605), que en su página 254 dice lo siguien-
te:
“Fundóse la ciudad de Guayaquil en el año de 1534, y su fun-
dación no quedó hecha ni firme de una vez; porque la prime-
ra fue en la boca del río de Babahoyo; la segunda, en el este-
ro que llaman de Dima; la tercera, en la orilla del río Yagua-
che, que entonces se llamaba de Guayaquil; de allí se mudó
la población a Lominchao, que es cinco leguas de donde ago-
ra está fundada: el sitio en que agora está, se llamaba el paso
de Guaynacaba, y fue Guaynacaba, rey del Pirú” (Anónimo,
1605: pág. 254).
Lo cual coincide admirablemente con el texto siguiente que
consta en la “Relación general de las poblaciones españolas
del Perú” (1568)” de Juan Salazar de Villasante, compilado en
1881 por el historiador Marcos Jiménez de la Espada en el To-
mo I de las “Relaciones geográficas de Indias”, página 11:

7
Arturo Mejía Ramos

“Es de advertir, que la ciudad de Santiago de Guayaquil ha


tenido varios asientos; el primero, en el año de 1534, se lo
dio Sebastián de Belalcázar (sic) en la boca del gran afluente
del Guayaquil, llamado río de Babahoyo; el segundo fue en el
estero de Dima; el tercero en la orilla del Yaguachi, que en-
tonces se llamaba Guayaquil; de allí se mudó a Lominchao,
que es ahora a cinco leguas de donde ahora está fundada; y,
por último, se fijó en lo que ahora se llama ciudad vieja en las
faldas y al pie del cerrillo de Santa Ana y de allí hasta la calle
de la Merced; sitio que se llamó primitivamente el Paso de
Huainacápac, por haberlo verificado por allí este inca en sus
conquistas de los guancavilcas y otras naciones de aquella
costa, a los comienzos del siglo XVI.”
El eminente historiador ecuatoriano Jorge Núñez Sánchez
(1948-?) ex Director de la Academia Nacional de Historia del
Ecuador, escribe en la página 38 de su último libro “El Ecuador
en la Historia”, año 2012, lo que sigue:
“Benalcázar, por su parte, en 1535 trasladó hacia la costa la
ciudad de Santiago, fundada originalmente en tierras de Qui-
to, cerca de la actual Riobamba, y la asentó en la sabana del
río Guayas, algo alejada del mar. Su primer asentamiento en
la región estuvo cerca de la boca del río Yaguachi y sobre el
río Amay (actual río Babahoyo), y se la llamó Santiago de
Amay (1535). Tras ser asaltada y destruida por los indígenas
Chonos, que resistían a la conquista española, fue cambiada
a otro lugar de más abajo del río y fue llamada Santiago de la
Culata (1536). Otra vez destruida por los chonos y punáes,
fue asentada en una nueva posición y conocida como Santia-

8
Arturo Mejía Ramos

go de la Nueva Castilla (1537). Huyendo de los indios bravíos


y de las inundaciones causadas por el fenómeno de El Niño,
fue asentada a las orillas del Daule, otro afluente del río Gua-
yas, y pasó a ser conocida como Santiago del Río Daule
(1542). Mas la resistencia indígena y los aguajes afectaron
una vez más a la población, que finalmente encontró su lugar
definitivo más debajo de la confluencia de los ríos Daule y
Babahoyo, en un lugar ubicado al pie de los cerros Santa Ana,
del Carmen y San Lázaro, donde la mayor elevación del suelo
la puso a cubierto de las inundaciones y facilitó la construc-
ción de obras de defensa. El nuevo y final asentamiento se
efectuó el 25 de julio de 1547, día del apóstol Santiago, pa-
trono de la ciudad, que desde entonces pasó a llamarse San-
tiago de Guayaquil”.
Hay otros acontecimientos históricos que también deben co-
nocerse previamente; tratemos de hacerlo sistemáticamente a
través de los siguientes puntos:
1. Cuando los conquistadores españoles llegaron por vía marí-
tima a la zona que hoy es Ecuador, en el año 1526, y se aden-
traron por el territorio comprendido entre los ríos Daule y
Amay (Babahoyo) se encontraron con los indígenas chonos
que habitaron lo que hoy es la zona de la provincia de Los Ríos
y El Oro y el norte y este de la provincia del Guayas, excluyén-
dose específicamente a la zona de Guayaquil y sus poblado-
res: los Huancavilcas y Puneños Fue un conglomerado abori-
gen al que los españoles dominaron y explotaron sin ninguna
misericordia, provocando inclusive que para el año 1700 esta

9
Arturo Mejía Ramos

etnia haya desaparecido como tal y surjan los mestizos entre


españoles/as e indígenas y afrodescendientes.
2. Como estrategia de dominio los monarcas españoles dicta-
ron las famosas Leyes de Indias para reducir a los indígenas en
los llamados Pueblos de Indios, logrando de esta manera evitar
la dispersión y fuga de los aborígenes, para cobrarles tributos
o impuestos y evangelizarlos según la religión católica. De esta
manera, entre otros, se instalaron en los alrededores del ac-
tual Babahoyo los siguientes pueblos de indios: el de Baba,
que albergaba a las parcialidades: Baba, Puchere, Macul, Gua-
re, Puná y Quilinto; el pueblo de indios Pimocha contenía a las
parcialidades: Pimocha, Babahoyo y Mayan (Anónimo, 1605:
Pág. 257-259). Se desconoce que vigencia tuvieron estos pue-
blos de indios, pero ya en el siglo XVIII no hay reportes de ellos
porque la colonización española asumió otras formas de do-
minio a los indios y mestizos. Según estudios histórico-
demográficos se sabe que la población de los chonos oscilaba
entre 302.260 y 314.760, excluyendo a los pobladores huanca-
vilcas, esmeraldeños, manteños y de la isla Puná (Linda
Newson, citada por Gómez Rendón, 2015: pág. 67). Esta mis-
ma autora señala que a vuelta de 70 años la población indíge-
na chona se redujo a 1.462 personas, en el año 1605.
En la obra “Etnohistoria ecuatoriana”, publicada en 1999, el
historiador contemporáneo Waldemar Espinoza, recrea, a tra-
vés del siguiente mapa, la zona en la cual habitaron los chonos,
enmarcándolos en las dos cuencas: la del río Babahoyo y la del
río Daule, ríos principales que vierten simultáneamente sus
aguas en el Golfo de Guayaquil, a través del río Guayas:

10
Arturo Mejía Ramos

3. La ciudad de Babahoyo que actualmente conocemos ha pa-


sado por un proceso histórico-geográfico muy interesante que
los historiadores reseñan según las siguientes descripciones:
a) Estaba ubicada en la pequeña península originada por la
confluencia de los ríos Catarama y Las Juntas en el río Amay o
Babahoyo. Estos afluentes surgen de las estribaciones occiden-
tales de Los Andes, cerca del cantón Chimbo. En mapas anti-
guos el Catarama es llamado Caracol u Ojiva, mientras que Las

11
Arturo Mejía Ramos

Juntas era llamado Quilca o Babahoyo; esta zona también re-


cibía el caudal de varios afluentes, aunque, con el tiempo des-
viaron sus cauces (Jorge Gómez Rendón, 2015: pág. 88). Es
muy ilustrativo el fragmento del mapa antiguo siguiente, ela-
borado por el sabio riobambeño Pedro Vicente Maldonado
(1704-1748) que colaboró con la famosa Misión Geodésica
Francesa, el mismo que ubica a Bodegas de Babahoyo en su
cuenca hidrográfica; las placas de este mapa pueden encon-
trarse en la Biblioteca Municipal de Riobamba:

FUENTE: Carta de la Provincia de Quito y sus Adyacentes.


Por Pedro Vicente Maldonado (1704-1748).

12
Arturo Mejía Ramos

b) Al parecer Babahoyo se inició como asentamiento indígena,


desde la época prehispánica, o como pueblo de indios a partir
de la conquista española de la segunda o tercera década del
siglo XVI.
c) Por su ubicación se constituyó paulatinamente en el sitio
ideal para embarcar y desembarcar la mercadería que venía de
Guayaquil y la costa marítima y de Quito, Riobamba y localida-
des serranas intermedias. De ahí el nombre de Embarcadero
de Guayaquil, inicialmente, aunque su nombre posterior fue el
de Embarcadero de Babahoyo y, con el tiempo, Bodegas de
Babahoyo, especialmente desde que el rey español, Felipe II,
expidió una Cédula Real, el 2 de noviembre de 1570, declaran-
do al asentamiento como Embarcadero y Desembarcadero
Real del Corregimiento de Guayaquil (Ver Anexo 1: Texto de la
Cédula Real).
d) La distancia entre Guayaquil y el Desembarcadero era de 19
leguas (en el siglo XVI la legua común era de 5.572 metros). Se
transportaban solo mediante balsas y canoas por el río Ba-
bahoyo o Amay, durando el viaje tres días (Juan Salazar de
Villasante, 1568: Pág. 59-66). Desde el Desembarcadero los
indios cargaban la mercadería en sus hombros hacia Riobam-
ba, sufriendo penurias o desgracias fatales porque el terreno
era escarpado y difícil (Salazar de Villasante, 1570: 76-79). El
20 de marzo de 1549 el Cabildo de Quito estableció los salarios
de los indios cargueros: desde el pueblo Chimbo al Desembar-
cadero, 7 tomines de oro (moneda antigua) por cada arroba y
media; en tanto que los caciques de las parcialidades de la

13
Arturo Mejía Ramos

etnia Chimbo estaban obligados a dar mantenimiento a los


puentes y caminos (Espinoza Soriano, 1988: Pág. 197).
e) Babahoyo fue una tenencia cuando la zona de Guayaquil era
solo un Corregimiento sin dotación militar (cuya máxima auto-
ridad era un Corregidor, generalmente un simple conquistador
español); luego, cuando Guayaquil obtuvo la categoría de Go-
bierno (cuya autoridad superior era el Gobernador, que debía
ser un militar y podía contar con una dotación militar), Ba-
bahoyo y otros pueblos pasaron a denominarse Partidos. Este
cambio consta en la Cédula Real del 8 de diciembre de 1762
(Abel Romeo y Castillo, 1931: Pág. 63).
f) Para el año 1741 el Corregimiento de Guayaquil (que tam-
bién se decía provincia) tenía 7 partidos: “la Punta de Santa
Elena, la Isla de Puná, Yaguache, Puertoviejo, Babahoyo, Baba
y Daule, siendo cabeza de provincia, Guayaquil” (Dionysyo de
Alsedo y Herrera. 1741: pág. 3). Posteriormente, en 1774, un
autor reseña que los partidos de la provincia de Guayaquil
eran 11: Naranjal, Yaguachi, Ojiva (nombre con el que también
se designaba a Babahoyo), Palenque, Balzar, Cabo Pasado,
Portoviejo, Santa Elena, Machala, Daule y Baba (Francisco de
Requena, 1774: Pág. 31).
g) Eran pueblos anexos Ojiba y Pimocha, en tanto que Babaho-
yo era el asiento de las Bodegas Reales de la majestad españo-
la. En esas bodegas se descargaba todo lo que servía para el
abasto de la provincia y de la sierra y de zonas ultramarinas del
Perú, Chile, Nicaragua, Guatemala. También se consignan co-
mo adyacentes a pequeñas poblaciones de indios como los

14
Arturo Mejía Ramos

Mangaches y los que habitaron Chilintomo y una playa llamada


Quilca (Alsedo, 1741: pág. 66).
h) El partido de Babahoyo comprendía los pueblos de Ojiba,
Ventanas, Caracol, Isla, Palmar, Chilintomo, Puebloviejo y Ba-
bahoyo. La población del Partido era de 2.750 personas, la
mayoría mulatos y mestizos, con pocos blancos e indios (Re-
quena, 1774: Pág. 45).
i) Otros autores mencionan a Babahoyo en sus escritos, de-
mostrando la existencia de Babahoyo, tal como lo dicen las
siguientes citas:
“Babahoyo, cuyo nombre está cundido bastantemente por
todos aquellos países por ser el asiento de las Bodegas Reales
principales por donde pasa todo lo que se introduce a la sie-
rra y baja de ella, tiene una jurisdicción muy extendida, y en
ella a más del pueblo principal, de Ujibar, Caracol, Quilca y
Mangaches…” (Jorge Juan y Antonio de Ulloa, 1748: Pág. 248-
249).
“La tenencia de Babahoyo, o como ordinariamente la llaman
todos Las Bodegas de Babahoyo es la más vasta y espaciosa
entre todas las otras. El Lugarteniente se llama de Oxiva, de
Caracol y de Babahoyo, porque puede elegir libremente su
residencia. Hace muchos años residía en Oxiva…lo mismo vi
establecida en Oxiva la residencia del párroco, mas como
poco a poco se destruyese esa población la iglesia parroquial
fue trasladada a Caracol. Luego,…en tiempo de verano la
iglesia parroquial era la de la población de Santa Rita de Ba-
bahoyo (este es su propio nombre)…La población de Santa

15
Arturo Mejía Ramos

Rita de Babahoyo está situada en un pequeño trozo de te-


rreno rodeada en forma de una n por los tres lados, por los
dos ríos…” (Mario Cicala, S.I., 1771: Pág. 677-678). Bodegas de
Babahoyo ejercía un atractivo en los habitantes de los pueblos
ubicados al oeste de la sierra central (Ver Anexo 2: Avidez por
viajar a las Bodegas de Babahoyo).
“El pueblo de Santa Rita de Babahoyo, nombrado Las Bode-
gas por la Real Aduana, es residencia del cura y teniente por
el verano. Tiene 65 vecinos, los 18 españoles y 19 indios fo-
rasteros, que componen 250 personas. Este es el pueblo de
más comercio en verano…” (Juan Antonio Zelaya, 1765: Pág.
366).
j) En la obra “Historia social y económica de la antigua pro-
vincia de Guayaquil, 1763-1842”, escrita por Michael T. Ha-
merly, en 1973, encontramos datos demográficos sobre Ba-
bahoyo que reflejan también su organización político-
administrativa, así como la evolución de la población en sus
diferentes localidades:

POBLACIÓN DE LAS PARROQUIAS DE


BABAHOYO COLONIAL
PARROQUIAS AÑO POBLACIÓN AÑO POBLACIÓN
Babahoyo 250 1.500
Caracol 234 900
Sabaneta 1765 -- 1805 80
Palmar 120 --
FUENTE: Michael T. Hamerly
Elaboración: Arturo Mejía Ramos

16
Arturo Mejía Ramos

4. Otro de los aspectos relativos a la historia de Babahoyo se


encuentra en los 30 volúmenes que contienen las Actas de las
sesiones realizadas, entre los años 1634 y 1824, por el Cabildo
Colonial de la Antigua Provincia de Guayaquil, en las cuales se
mencionan algunos hechos relacionados con Bodegas de Ba-
bahoyo que, como ya sabemos, era partido de la mencionada
provincia, a la cual se encontraba subordinada administrati-
vamente. Uno de esos hechos es, por ejemplo, que el Cabildo
de Guayaquil tenía la competencia de posesionar a los Alcaldes
de Bodegas de Babahoyo y, posteriormente, Tenientes de Par-
tidos; cargos que recayeron en varios individuos como: Alejan-
dro Roche, según Acta de 26 de abril de 1697; Manuel de Sa-
gredo, según Acta de 28 de junio de 1700; Sargento Antonio
Muñoz, según Acta de 16 de julio de 1708; Juan Pablo Plazaert,
según Acta de 28 de febrero de 1737.
En Acta de 6 de junio de 1753 consta textualmente:
“En este Cabildo se presentó un despacho superior expedido
por el Excelentísimo señor Virrey de este nuevo Reino de
Granada, por el cual nombra por Teniente del Partido de Uji-
var, de esta Gobernación al Capitán don Carlos Batemburg y
Plazaert…” (Tomo XV: Pág. 293-294).
Asimismo, según otras actas se designan como Tenientes de
Ojiva o Babahoyo a Miguel Alejandro Puga, Diego garrido y
Miguel Lavayen.
Además, según Acta de 22 de marzo de 1776 el Gobernador de
la Antigua Provincia de Guayaquil manifestó ante el Cabildo
que una carta de su Excelencia (el Virrey) “ordena se arbitren

17
Arturo Mejía Ramos

las medidas de costear la Real Aduana y Bodegas de Babaho-


yo a la otra banda de aquel río”.
Pero, hay que resaltar que los 30 volúmenes de las Actas del
Cabildo Colonial de Guayaquil se refieren a Babahoyo como
Bodegas de Babahoyo.
Por otra parte el enigmático personaje Carlos Batemburg y
Plazaert aparece en el escenario de la historia de Bodegas de
Babahoyo recién en 1753, por lo tanto, mal puede ser conside-
rado como el fundador de Santa Rita de Babahoyo, como equi-
vocadamente señalan algunos, pues las Actas siempre men-
cionan a Bodegas de Babahoyo desde 1697.
5. Añadimos los hitos históricos enumerados a continuación y
que sucedieron antes de la polémica fundación de Babahoyo
del 27 de mayo de 1869:
5.1 La Ley de División Territorial de la Gran Colombia, del 25
de junio de 1824, denomina cantones a 182 ciudades de lo que
hoy comprende a Venezuela, Colombia y Ecuador. 35 cantones
corresponden a las 8 provincias de los Departamentos de
Ecuador, Azuay y Guayaquil. Los cantones de Guayaquil, Daule,
Babahoyo, Baba, Punta de Santa Elena y Machala están com-
prendidos en la provincia de Guayaquil. Muchos cantones,
mencionados en esta Ley, no celebran el 25 de junio como
fecha de cantonización; pocos lo hacen, algunos el 23 de junio,
por ejemplo.
5.2 En las luchas por la independencia de Ecuador Babahoyo
fue un cuartel general, tal como lo describe el historiador Ca-
milo Destruge pues al principiar el año 1821 comenzaron a

18
Arturo Mejía Ramos

llegar los auxilios enviados por el Libertador, destinando para


la campaña de independencia al General Antonio José de Su-
cre, quien organizó una fuerza de aproximadamente 2.400
combatientes y salió con ellas hacia Babahoyo donde estable-
ció su cuartel general antes de partir para enfrentar a las fuer-
zas realistas en Huachi (Destruge, 1924: Pág. 22-23).
5.3 Luego del 24 de mayo de 1822, el ejército libertador de
Simón Bolívar avanzó hacia la zona de Perú, pero necesitaba
recursos económicos y materiales para sostener los gastos de
sus soldados; para el efecto las poblaciones de la costa entre-
gaban mensualmente erogaciones, entre algunas estaban Dau-
le, Babahoyo, Caracol, Palenque, Vinces Baba, Puebloviejo,
Juana de Oro (Destruge, 1924: Pág. 45).
5.4 El 6 de octubre de 1860, Gabriel García Moreno decreta la
creación de la provincia de Los Ríos, designando a la villa de
Babahoyo como capital provisional.
5.5 Entre el 17 y 18 de junio de 1845 se realizó en la hacienda
Virginia, propiedad de José Joaquín de Olmedo, ubicada frente
a Babahoyo, el denominado “Tratado de Virginia” que puso fin
al floreanismo luego de la llamada revolución marcista.
5.6 La Convención Nacional del Ecuador, presidida por Juan
José Flores, decretó el 27 de mayo de 1861, a través de la Ley
de División Territorial, la distribución de las provincias y sus
respectivos cantones, indicando en el Art. 9 que la provincia de
Los Ríos tiene los siguientes cantones: Babahoyo, Baba, Vinces,
Puebloviejo, Chimbo y Guaranda; y que el cantón Babahoyo
comprende las parroquias Pimocha, Caracol y Babahoyo. Esta

19
Arturo Mejía Ramos

Ley recibió el ejecútese el 29 de mayo de 1861 por parte del


Presidente Gabriel García Moreno (SARANCE, Revista del Insti-
tuto Otavaleño de Antropología, 1994: Pág. 82-86).
Con la información, debidamente documentada, que se ha
reseñado en este trabajo, se pueden obtener las siguientes
conclusiones:
* Hasta la actualidad no se ha encontrado ningún Acta de Fun-
dación de Babahoyo.
* Ningún cronista o documento inédito menciona que Ba-
bahoyo fue fundada en el lugar donde ahora existe Barreiro,
anteriormente llamada Bodegas de Babahoyo o Santa Rita de
Babahoyo; así como tampoco que haya sido fundada en otro
lugar y luego trasladada o mudada hacia el asentamiento que
luego será conocido como Embarcadero o Bodegas de Ba-
bahoyo y luego, Santa Rita de Babahoyo.
* En primera instancia Babahoyo era denominado como Em-
barcadero, luego Bodegas de Babahoyo y finalmente Santa
Rita de Babahoyo (aunque esta última denominación solamen-
te es reseñada a partir de 1765, por Juan Antonio Zelaya, y por
Mario Cicala, en 1771).
*Los 30 volúmenes de las Actas del Cabildo Colonial de la Pro-
vincia Antigua de Guayaquil (que comprenden desde 1634
hasta 1824) al referirse a Babahoyo, siempre la mencionan
como Bodegas de Babahoyo.
* Hay que descartar definitivamente la idea de que Carlos Ba-
temburg y Plazaert fundó Santa Rita de Babahoyo pues la in-

20
Arturo Mejía Ramos

formación documentada demuestra que Babahoyo ya existía


antes de la aparición de Batemburg como funcionario colonial
por el año 1749.
* Babahoyo ya existía como ciudad antes del 27 de mayo de
1869; lo que sucedió es que se extendió hacia la margen iz-
quierda del río, en los terrenos de la hacienda Elvira.
* La denominación de Santa Rita de Babahoyo es parte de la
identidad de la ciudad, por lo que conviene enfatizar algunos
aspectos relacionado con la santa patrona:
El nombre original de Santa Rita es Margherita Lotti, monja
agustina italiana, nacida en Roccaporen, el año 1381, y falleci-
da en Casia (Italia) el año 1457.
Su cuerpo incorrupto es venerado en la Basílica de Casia.
El año 1627 fue beatificada, como paso previo para ser decla-
rada santa de la iglesia católica.
Es declarada santa de la iglesia católica el año 1900.
Según el calendario católico el 22 de mayo es el día de Santa
Rita.
Actualmente Babahoyo no utiliza oficialmente el nombre de la
santa como parte de la denominación de la ciudad.
Es considerada como la santa de los imposibles y especialmen-
te de los funcionarios; de ahí el refrán: “Santa Rita, Rita…lo
que se da no se quita” (significa que el puesto de trabajo no se
puede quitar a quien lo tiene).

21
Arturo Mejía Ramos

Lapampadiaxdia.com.ar

PLUMILLA DE “CHURCH OF BODEGA”


Autor: JOSÉ MUÑOZ RODRÍGUEZ
Basada en dibujo publicado por el diario
“Gleason’ Pictorial Drawing Room Companion”,
Boston, 4 de septiembre de 1852.

22
Arturo Mejía Ramos

ANEXO 1
CÉDULA REAL REMITIDA A LA AUDIENCIA DE QUITO,
FIRMADA POR EL REY FELIPE II
“Permítase el arriendo de las casas del embarcadero
y desembarcadero de Guayaquil (Bodegas de Ba-
bahoyo) para cuentas que acrecenten la hacienda
real.

EL REY (Felipe II, “El Prudente”, 1556-1598)

2 de Noviembre de 1570.- Presidente y Oidores de la


nuestra Audiencia Real que residen en la Ciudad de San
Francisco del Quito de las Provincias del Pirú: Por ciertas
escrituras que en el nuestro Consejo de las Indias se han
presentado por parte de la Ciudad de Santiago de Gua-
yaquil, ha constado que el Marqués de Cañete nuestro
Visorrey que fue de esas provincias, hizo merced a la
dicha Ciudad en nuestro nombre de dar facultad para
que pudiese proveer persona o personas que residiesen
en las casas del Embarcadero y Desembarcadero de la

23
Arturo Mejía Ramos

dicha Ciudad, y lo que las tales personas diesen de renta


en cada un año fuese para Propios de ella perpetuamen-
te; y porque el dicho Marqués de Cañete no pudo hacer
lo suso dicho sin especial comisión y orden nuestra, (a)
Vos mando que luego que ésta veáis, hagáis poner y
pongáis a los nuestros Oficiales Reales de esa dicha Ciu-
dad de Santiago de Guayaquil, que al presente tiene y
goza la dicha Ciudad, en virtud de las provisiones y facul-
tad del dicho Marqués de Cañete, poniéndolo en el esta-
do en que estaba antes; y al tiempo que el dicho Mar-
qués se las diese, y tomada la dicha posesión, mandamos
a los dichos nuestros Oficiales que arrienden y benefi-
cien las dichas casas como Hacienda nuestra lo más
aprovechadamente que ser pueda, y lo que en cada un
año rentaren se ponga en el arca de las tres llaves que
está en su poder y se haga cargo de ello el nuestro Teso-
rero; y demás de lo susodicho Vos mandamos que os
informéis y sepáis particularmente si en el sitio y lugar
del dicho Desembarcadero hay otra alguna cosa en que
nuestra Hacienda Real pueda ser aprovechada, de lo cual
enviareis ante Nos al nuestro Consejo Real de las Indias,
relación en particular juntamente con vuestro parecer,
para que visto mandemos proveer lo que convenga a
nuestro servicio, dándonos ansí mismo aviso de cómo lo
arriba contenido se ha hecho y cumplido. Fecha en El
Escorial, a dos de noviembre de Mil y quinientos y seten-

24
Arturo Mejía Ramos

ta años. YO, el Rey. Por mandado de Su Majestad. Anto-


nio de Erazo. Escribano.”
Nota Explicativa: Esta Cédula Real recoge un dato importante
que en su momento se notificó en los contenidos y peticiones
de las desaparecidas Actas del Cabildo del Guayaquil anterio-
res a 1634, como consecuencia de los incendios que sufrían las
poblaciones.
Edición: Garcés G., Jorge A. Colección de Cédulas Reales dirigi-
das a la Audiencia de Quito 1538 - 1600. Tomo I, Volumen IX.
Prólogo de J. Roberto Páez/Secretario del Concejo Municipal.
Publicaciones del Archivo Municipal de Quito. 25 de Diciembre
de 1935, Quito – Ecuador. Pág. 211-212.

25
Arturo Mejía Ramos

ANEXO 2
AVIDEZ POR VIAJAR A LAS BODEGAS DE BABAHOYO

“…Se me dijo que en los cinco, seis o siete meses de verano el


número de muertos serranos, indígenas y mestizos solía as-
cender a 150 y hasta 200. Esta clase de gente tiene tal avidez
de viajar a las Bodegas de Babahoyo que en cuanto se abren
los caminos se escapan de sus dueños y de sus casas sin avi-
sar a sus padres ¿para qué? y ¿por qué? Solamente para dis-
frutar y gloriarse de haber ido a Guayaquil y a Babahoyo. Esta
sola prueba de valor…es un gran incentivo para que se casen
con ellos las doncellas indias y mestizas. Y cuando un indíge-
na o un mestizo casado comete alguna vileza, la mujer no le
dice otra cosa sino echarle en cara que nunca ha ido a Gua-
yaquil ni a Babahoyo y viene a ser un dicterio y una injuria
ignominiosa y ofensiva. Y aun las mismas indígenas y mesti-
zas, cuando pelean entre sí mismas, el mayor improperio que
la una puede decirle a la otra es el siguiente: vete de aquí que
estás casada con uno que jamás ha ido a Guayaquil ni siquie-
ra a las Bodegas de Babahoyo…en cambio entérate que tengo
un marido bravo y valiente…que ha ido no, una sino muchas
veces, a Babahoyo…” (Mario Cicala, Tomo I, 2008: Pág. 679,
680).

26
Arturo Mejía Ramos

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ALSEDO y HERRERA, Dionysio. Compendio Histórico de la Pro-


vincia, Partido, Ciudades, Astilleros, Ríos y Puerto de Guaya-
quil en las Costas de la Mar del Sur. Edición de Manuel Fer-
nández, Madrid, 1741.
ALSEDO y HERRERA, Dionysio. “Plano Geográfico y Hidrográfi-
co del Distrito de la Real Audiencia de Quito, y Descripciones
de las Provincias, Gobiernos y Corregimientos que se com-
prehenden en su jurisdicción, y las Ciudades, Villas, Asientos,
y Pueblos que ocupan sus territorios”. Edición de Dionisio de
Alsedo Herrera, Madrid, 1766.
ANÓNIMO 1605. Colección de Documentos Inéditos relativos
al Descubrimiento, Conquista y Organización de las Antiguas
Posesiones Españolas de América y Oceanía, sacados de los
Archivos del Reino y muy especialmente del de Indias. Ed. de
Luis Torres de Mendoza, Tomo IX, Madrid, 1968.
ARELLANO, Víctor y LEVÍ, Roberto. Descubrimientos y Explora-
ciones Españolas en el Ecuador, Siglo XVI. Ed. INHIMA, Tomo
III, Guayaquil, 2001.
ASPIAZU CARBO, Miguel. Las fundaciones de Santiago de
Guayaquil. S/e, Guayaquil, 1955.
CASTILLO, Abel Romeo. Los Gobernadores de Guayaquil, siglo
XVIII. Imprenta Sáez, Madrid, 1931.

27
Arturo Mejía Ramos

CICALA, Mario. Descripción Histórico-Topográfica de la Pro-


vincia de Quito de la Compañía de Jesús. Biblioteca Ecuato-
riana Aurelio Espinoza Pólit, I y II Tomos, Quito, 2008.
CIEZA de LEÓN, Pedro de. Parte Primera de la Crónica del Pe-
rú, que trata de la demarcación de sus provincias. Las funda-
ciones de las nuevas ciudades, ritos y costumbres de los in-
dios y otras cosas extrañas. Ed. con Privilegio Real, Sevilla,
1553.
CIEZA de LEÓN, Pedro de. Segunda Parte de la Crónica del
Perú, el señorío de los Incas. Fundación Biblioteca Ayacucho,
Caracas, 2005.
DESTRUGE, Camilo. Guayaquil en la campaña libertadora del
Perú. La Reforma. Guayaquil, 1924.
ESPINOZA SORIANO, Waldemar. Etnohistoria Ecuatoriana.
Abya-Yala, Quito, 1999.
ESPINOZA SORIANO, Waldemar. La etnia Chimbo al oeste de
Riobamba: el testimonio de la etnohistoria. Ed. Museos del
Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1988.
GARCÉS GIRALDO, Diego. Sebastián de Belalcázar, Fundador
de ciudades. S/e, Cali, 1986.
GÓMEZ RENDÓN. Jorge. Los Colorados: Etnohistoria y Topo-
nimia. Repositorio Digital Universidad Andina Simón Bolívar,
Quito, 2015.

28
Arturo Mejía Ramos

GÓMEZ RENDÓN, Jorge. Deslindes Lingüísticos en la Tierras


Bajas del Pacífico Ecuatoriano. Ed. Instituto Nacional de Pa-
trimonio Cultural, regional del Guayas, s/l, 2010.
HAMERLY, Michael. Historia Social y Económica de la Antigua
Provincia de Guayaquil 1763-1842. Archivo Histórico del Gua-
yas, Guayaquil, 1973.
JIMÉNEZ DE LA ESPADA, Marcos. Relaciones Geográficas de
Indias. Tomos I y III, Ed. Manuel G. Hernández, Madrid, 1881.
LEÓN BORJA, Dora, y, SZÁSZDY, Adam. Estudios sobre las fun-
daciones de Santiago de Guayaquil. Archivo Histórico del
Guayas, Guayaquil, 2006, 354 páginas.
LEÓN BORJA, Dora. Prehistoria de la costa ecuatoriana. Anales
de la Universidad de Cuenca, Tomo XXII, Nº 1, Cuenca, 1966.
LIZÁRRAGA, Reginaldo, Fray. Descripción breve de toda la tie-
rra del Perú, Tucumán, Río de la Plata y Chile, 1605. Biblioteca
Argentina, Buenos Aires, 1916.
MALDONADO ITÚRBURO, Alberto. Historia sintética de la ciu-
dad de Babahoyo. S/e, Babahoyo, 1979.
MALDONADO, Pedro Vicente. Cartografía de Ecuador y Amé-
rica. Banco Central del Ecuador, Quito, 2004.
MEDINA, José Toribio. Colección de documentos inéditos para
la historia de Chile. Ed. Ercilla, Santiago, 1889.
MEJÍA RAMOS, Arturo. Elementos para la construcción de la
memoria histórica de Babahoyo y de la provincia de Los Ríos.
(Inédito), Babahoyo, 2020.

29
Arturo Mejía Ramos

NEWSON, Linda. Life and death in early Colonia Ecuador. Uni-


versidad of Oklahoma Press, Oklahoma, 1995.
NÚÑEZ SÁNCHEZ, Jorge. El Ecuador en la historia. Archivo Ge-
neral de la Nación, Santo Domingo (República Dominicana),
2012.
PIMENTEL CARBO, Julio. Poco y mucho sobre la fundación de
Guayaquil. Archivo Histórico del Guayas, Guayaquil, 1997.
PINO AROCA, J. Gabriel. Actas del Cabildo Colonial de Guaya-
quil. Ed. Archivo Histórico del Guayas, Tomos I–XXX, Guaya-
quil, 2000-2008.
PONCE LEIVA, Pilar. Relaciones Histórico-Geográficas de la
Audiencia de Quito (Siglo XVI-XIX). Ed. Abya-Yala, Tomos I y II,
Quito 1992.
REQUENA, Francisco. Descripción de Guayaquil, 1774. Compi-
lación de María Luisa Laviana Cuetos, Ed. Escuela de Estudios
Hispano-Americanos, Sevilla, 1984.
SALAZAR DE VILLASANTE, Juan. Relación general de las pobla-
ciones españolas del Perú (1568-1571). En Relaciones Históri-
co-Geográficas de la Audiencia de Quito, compilado por Pilar
Ponce Leiva, Tomo I, Quito, 1992, Pág. 59-66.
SARANCE. Revista del Instituto Otavaleño de Antropología.
Ed. Carlos Coba y otros, Otavalo, 1994.
SILVA, Rafael Euclides, et al. La fundación de Guayaquil, un
tema controversial. Ed. Archivo Histórico del Guayas y Banco
Central del Ecuador, Guayaquil, 1997.

30
Arturo Mejía Ramos

ULLOA, Antonio de y JORGE, Juan. Relación histórica del viaje


a la América Meridional, hecho de orden de S.M. para medir
algunos grados del meridiano terrestre y venir por ellos en
conocimiento de la verdadera figura y magnitud de la tierra,
con otras varias observaciones astronómicas y físicas. 4 vo-
lúmenes, s/e, Madrid, 1748.
ULLOA, Antonio de y JORGE, Juan. Noticias secretas de Améri-
ca. Ed. Gregorio Weinberg, Buenos Aires, 1953.
ZELAYA, Juan Antonio. Estado de la provincia de Guayaquil
(1765). En Relaciones Histórico-Geográficas de la Audiencia de
Quito, compilado por Pilar Ponce Leiva, Tomo II, Quito, 1992,
pág. 361-368.

31
Arturo Mejía Ramos

32

También podría gustarte