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Bioquímica

Participación del médico en la Salud Global


Ensayo por Ximena Vázquez Sánchez

29 de Enero del 2023

Número de estudiante: 4844736


Es un hecho que el cuerpo humano está conformado por distintos órganos y sistemas que tienen
funciones específicas y que son afectados por diferentes enfermedades. Sin embargo, cada vez es
más evidente la necesidad que tiene un sistema del otro. La reciente pandemia del COVID 19 y las
pandemias no contagiosas de obesidad y diabetes que llevan siendo problema de salud mundial por
más de cuatro décadas consecutivas nos dan un claro ejemplo de esto. Consecuentemente, es vital
la necesidad del sector salud de prevenir y tratar estas y muchas otras enfermedades para así limitar
el daño en el bienestar de los pacientes.

Cada una de las enfermedades mencionadas anteriormente se caracterizan por diversos


factores y son distintas entre sí. Pero existe una relación importante entre las tres. Iniciando con que
tanto la Diabetes Mellitus y la obesidad son factores de riesgo en cuanto al contagio de COVID 19.
Enfocándonos un poco en la primera enfermedad y su relación con el coronavirus, existen estudios
recientes que comprueban el enlace bi-direccional entre ambos padecimientos. En este caso,
asociados principalmente al mecanismo del endotelio y la inflamación crónica. La DM se vincula con
una disfunción y daño endotelial que incrementan los leucocitos y a las células mediadoras de la
inflamación. Esta condición predispone a una infección severa al contacto con el SARS-CoV-2,
desencadenando el fallo de múltiples órganos. Además, se identificó el incremento de citoquinas
durante la enfermedad viral que contribuyen a la resistencia a la insulina e hiperglucemia
(homeostasis de la glucosa). Incluso, el medicamento utilizado para tratar la DM puede tanto
beneficiar o perjudicar la salud durante la infección.

Paralelamente, existe comorbilidad entre la obesidad y la diabetes, resultando en un riesgo


mayor para los pacientes. Dado que la obesidad es cada vez más común entre la población, estudios
recientes demostraron que el IMC es deficiente cómo parámetro del diagnóstico de la obesidad, ya
que no toma en cuenta la distribución de la grasa en el cuerpo. Es por esto que existen errores en la
clasificación de este padecimiento. Sin embargo, la medida de la circunferencia abdominal, aparte
de ser un parámetro más acertado, se encuentra relacionado con la hipertensión y problemas
cardiometabólicos. Existe la posibilidad de que pacientes con el IMC no se clasifiquen con obesidad
pero por su perímetro abdominal puedan correr riesgo de estos padecimientos.

Resumiendo lo planteado, es innegable la conexión que existe entre diferentes grupos de patologías.
En cierto modo podemos entender a las enfermedades como una cadena. En este caso, la obesidad
es factor de riesgo para la diabetes mellitus y la hipertensión y estos en conjunto son factores
agravantes del coronavirus, que puede causar daño multisistémico. Por ende, se debe encontrar la
manera más acertada de diagnosticar y tratar a los pacientes. Es indispensable relacionar los
distintos padecimientos y sus características para solucionar de manera efectiva los problemas de
salud mundial presentes y futuros.

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