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UNIVERSIDAD Autónoma DE SANTO DOMINGO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD / DPTO. SALUD PÚBLICA


EPIDEMIOLOGÍA I (SAP-113-116-117) / PROF. FRAN FERNÁNDEZ- PRACTICA 2 /2022-2

Sección de Laboratorio o Práctica:20 Fecha de Subid: 20/2/2022

Matrícula100473099 Nombres y Apellidos: odalissa Guerra Merejo

1. Describa una enfermedad en el País, que considere importante: Diabetes


a. ¿Por qué la considera importante?
Por la alta mortalidad de la misma
b. Haga la gráfica de la Historia Natural de la misma

c. Detalle los diferentes momentos en relación a la patogenia, la Prevención y los niveles de Atención
La diabetes mellitus (DM) es una alteración metabólica caracterizada por la
presencia de hiperglucemia crónica que se acompaña, en mayor o menor
medida, de alteraciones en el metabolismo de los hidratos de carbono, de las
proteínas y de los lípidos. El origen y la etiología de la DM pueden ser muy
diversos, pero conllevan inexorablemente la existencia de alteraciones en la
secreción de insulina, de la sensibilidad a la acción de la hormona, o de ambas
en algún momento de su historia natural. En aquellos casos en que los
síntomas son floridos, persistentes y las cifras de glucemia suficientemente
elevadas, el diagnóstico es obvio en la mayoría de ocasiones. Pero no
debemos olvidar que, en muchos casos, el diagnóstico se realiza en sujetos
asintomáticos y a través de una exploración analítica de rutina. La prevalencia
de la DM, sus complicaciones específicas y la presencia de otras entidades que
suelen acompañarla hacen de la enfermedad uno de los principales problemas
sociosanitarios en la actualidad. El crecimiento exponencial de la información
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disponible sobre la historia natural de la DM, de su etiología y del
conocimiento de la fisiopatología de sus complicaciones crónicas ha obligado
a que, en los últimos años, se revisaran los criterios diagnósticos de esta
entidad y se reclasificaran los diferentes procesos que en ella se incluyen. La
revisión de los criterios diagnósticos y de la clasificación de la enfermedad se
llevó a cabo en 1997 y 1998 en sendos documentos consensuados por los
comités de expertos de la American Diabetes Association y de la
Organización Mundial de la Salud.
Hay 2 categorías principales de diabetes mellitus (diabetes)

 Tipo 1

 Tipo 2

Los dos tipos de diabetes pueden distinguirse por una combinación de características (véase
tabla Características generales de la diabetes mellitus tipos 1 y 2 ). Los términos que
describen la edad de comienzo (juvenil o del adulto) o el tipo de tratamiento (dependiente
de la insulina o no dependiente de la insulina) ya no se usan porque existe gran
superposición en los grupos etarios y los tratamientos entre los dos tipos.
d.
.
e. ¿Qué papel juega el Epidemiólogo en dicha enfermedad?:
A nivel mundial, el número de personas con diabetes mellitus se ha cuadruplicado
en las últimas tres décadas, y la diabetes mellitus es la novena causa principal de
muerte. La DM constituye uno de los principales problemas actuales de salud
mundial. El control metabólico de la enfermedad tiene como objetivos la
normalización de la glucemia y evitar o retrasar la aparición de las complica- ciones
a largo plazo.
A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, la aparición de
complicaciones micro y macrovasculares no disminuye y la mortalidad del
diabético continúa siendo muy elevada en nuestro país, tanto en varones como en
mujeres. Datos del Instituto Nacional de Esta- dística sitúan esa mortalidad en
3546 varones y 5686 mujeres en el año 2000, pero sin duda es mayor, si se
añaden los casos de fallecimiento incluidos en mor- talidad cardio-vascular,
cerebro-vascular o muerte súbi- ta, dentro de los cuales sin duda hay un elevado
número de diabéticos .

2. Describa:
a. ¿Qué diferencia las enfermedades Transmisibles y no transmisibles?
Las enfermedades no transmisibles no constituyen un riesgo Epidemiológico y las transmisibles si.
b. ¿Cuáles son las principales características de los mecanismos de transmisión de las enfermedades?
La diabetes se debe a la falta de la insulina que aumenta la concentración de azúcar en sangre, ya que no
tienen la insulina como mecanismo de transporte.
c. Mencione dos enfermedades o trastornos de causas externas y que importancia tienen.

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El vih y el dengue son enfermedades de máxima importancia en nuestro país por la alta raza de mortalidad de las
mismas .

3. Qué diferencia existe entre Determinación Social de la Salud y los Factores de Riesgo asociados a la salud
enfermedad?. Describa con un ejemplo en cada situación
Las diferencias entre la determinación social y los determinantes sociales de la salud no son sólo conceptuales,
son también ético-políticas. Conllevan rutas y apuestas divergentes, explicaciones distintas sobre la causalidad y el
riesgo en salud con implicaciones esenciales en las relaciones de poder, en la concepción de la ética y en la
comprensión del proceso salud enfermedad. El propósito de este texto es advertir las implicaciones praxiológicas
de los enfoques de la epidemiología social latinoamericana y la anglosajona y, nutrir el debate entre la
determinación social y los determinantes sociales de la salud. Para ello primero sitúa la construcción socio-histórico
de estos enfoques, luego analiza sus diferencias con base en criterios de valoración epistemológica, metodológica
y ontológica y finaliza con una breve consideración acerca de las implicaciones prácticas que conllevan estas
diferencias.

4. ¿A qué llamamos cadena infecciosa y para que nos sirve ese modelo de explicación de las enfermedades? De
estas como podemos medir la existencia de la enfermedad en la Población y como medir la Patogenicidad,
Virulencia, Letalidad.
La cadena de epidemiológica o de infección se define como la ruta que sigue el agente infeccioso desde la fuente de
infección hasta quien es susceptible de ella. La misma se aplica, con mayor frecuencia a enfermedades transmisibles
basándose en la teoría de los procesos infecciosos.

Modelo Sanitarista

Para este modelo, la salud-enfermedad es consecuencia de las condiciones insalubres que rodean al hombre, en este
sentido, las condicio- nes ambientales son los determinantes prima- rios, promoviendo la introducción de medidas de
saneamiento contra los índices de morbi- mortalidad.
A pesar de que el sistema inmune permite controlar las enfermedades transmisibles en la mayo- ría de las personas,
éstas pueden continuar siendo susceptibles a diversos microorganismos patógenos, de esta manera, para que se
pueda mantener la condición de salud, las defensas del organismo deben ser capaces de controlar los mecanismos
de patogenicidad de los mi- croorganismos.
El término PATOGENICIDAD se refiere a la capacidad de un organismo parásito de causarle daño al huésped,
mientras que VIRULENCIA es el grado de patogenicidad.
Con frecuencia se usan indistintamente los términos infección y enfermedad, sin embargo, es importante diferenciar
sus significados, ya que éstos no son sinónimos.
La INFECCIÓN es la invasión o colonización del organismo por parte de microorganismos pató- genos lo cual puede
producir o no daño al huésped, mientras que la ENFERMEDAD se presen- ta cuando el huésped es dañado de alguna
forma por la presencia del agente infeccioso. Es decir, una infección puede estar presente sin que existan síntomas de
una enfermedad; por ejemplo, la infección por VIH.
Las infecciones bacterianas no aparentes (infecciones subclínicas) pueden ser de dos tipos:
Infecciones durmientes: en las que se puede aislar el microorganismo del paciente. Usual- mente se usa el término de
PORTADOR para designar a aquellas personas que continúan di- seminado el microorganismo después de haberse
recuperado de la enfermedad. Ejemplo: In- fecciones por Salmonellas, Streptococcus β hemolíticos
Infecciones latentes: en las que no se puede aislar el microorganismo y sólo pueden ser reco- nocidos por métodos
indirectos o cuando aparecen los síntomas de la enfermedad. Ejemplo: Infección por el Micobacterium tuberculosis
La probabilidad que la infección por un patógeno dé origen a una enfermedad va a depender de:
a. La virulencia: Mientras mayor sea la virulencia mayor será la probabilidad de éste para causar enfermedad.
b. El número de gérmenes patógenos que infecten el huésped.
c. La resistencia del huésped: Mientras mayor sea la resistencia del huésped, menor será la probabilidad de éste de
sufrir enfermedad, como consecuencia de la infección por el germen patógeno.
Las enfermedades pueden ser AGUDAS cuando se desarrollan con rapidez y sólo duran un tiempo corto, o
CRÓNICAS cuando se desarrollan con mayor lentitud y la reacción del organis- mo puede ser menos grave pero es
probable que continúe por períodos prolongados.
ESTABLECIMIENTO DE UNA INFECCIÓN O UNA ENFERMEDAD
Para que un agente etiológico llegue a producir una infección o una enfermedad, deben produ- cirse una secuencia
definida de eventos.
• Debe haber un reservorio como fuente de patógenos.
• El patógeno debe ser transmitido al huésped susceptible.
• Se debe producir un proceso de invasión en el que el microorganismo ingresa en el huésped y se multiplica.
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• El microorganismo lesiona al huésped dependiendo de sus mecanismos de patogenici- dad.
RESERVORIOS
Pueden ser cualquier persona, animal o planta donde normalmente vive y se reproduce un agente infeccioso que
depende de él para su superviviencia. Este agente puede ser transmitido a un huésped susceptible.
TRANSMISIÓN DE MICROORGANISMOS PATÓGENOS
La transmisión de los agentes causantes de enfermedades infecciosas depende de varios facto- res:
• La fuente del agente infectante.
• El número de microorganismos liberados.
• La resistencia del microorganismo para que se mantenga virulento durante el tránsito al
nuevo huésped.
• La frecuencia de contactos efectivos entre individuos infectados e individuos suscepti-
bles.
• Elevada proporción de individuos susceptibles.
La transmisión de microorganismos patógenos desde el reservorio de la infección hasta un huésped susceptible,
puede producirse a través de diferentes vías.
TRANSMISIÓN POR CONTACTO
Directo
Muchos agentes son transmitidos de una persona a otra por contacto físico entre la fuente y el huésped susceptible,
principalmente a través de las manos, la boca o durante las relaciones sexuales. En este tipo de transmisión no
intervienen objetos intermediarios.

5. Menciones 5 agentes biológicos y las enfermedades que provoquen. ¿Cuáles son las características que se
relacionan con la enfermedad y como puede caracterizarlas?

Se sabe que los agentes biológicos causan problemas de salud. Según la Encuesta europea


sobre las condiciones de trabajo de 2015, un porcentaje cada vez mayor de personas
trabajadoras europeas (13 %, 1,5 veces más que hace 10 años) están expuestas a agentes
infecciosos en el trabajo. Los agentes biológicos incluyen virus, bacterias, hongos y parásitos,
y pueden causar problemas de salud, ya sea de forma directa o a través de la exposición a
alérgenos o toxinas relacionadas con ellos.

La exposición a agentes biológicos en el trabajo puede estar asociada con problemas de salud
graves, incluidas las enfermedades infecciosas, el cáncer y las alergias. Algunos agentes
biológicos también pueden dañar a los bebés no nacidos.

Las personas trabajadoras de algunos sectores, como los servicios sanitarios o veterinarios, la
agricultura, la gestión de aguas residuales y los laboratorios, están especialmente expuestas.
Estas personas pueden trabajar directamente con microbios o estar expuestas a ellos a través
del contacto con, por ejemplo, fluidos corporales o la tierra. Si se conoce la fuente de
exposición a un agente biológico, es relativamente fácil prevenir los efectos negativos en la
salud. El control de riesgos de fuentes de exposición desconocidas es mucho más difícil.

6. Qué son las variables y qué relación tienen con los indicadores. En epidemiologia, cómo se relacionan las escalas,
las variables y los indicadores. Detalle dos indicadores, con su definición, cálculo y uso

El verbo “medir” se refiere al procedimiento de aplicar una escala patrón a una variable o un conjunto de variables
(6), mientras que el sustantivo “medición” se refiere a la extensión, dimensión, cantidad, etc., de un atributo.
Según Morgenstern (7), medir variables de salud abarca diferentes niveles de medición, que pueden generarse de
dos maneras:
1. Por la observación directa de la persona (por ejemplo, la presión arterial de las personas, el acceso de las
personas a los servicios de salud cuando los necesitan).
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2) Por la observación de un grupo poblacional o un lugar mediante tasas y proporciones (como la tasa de
prevalencia de hipertensión o el porcentaje de adolescentes entre 15 y 19 años de edad que son madres), medias
(media de consumo de sal per cápita en un municipio) y medianas (mediana de supervivencia de enfermos con
cáncer), entre otras.
Las mediciones generadas a partir de la observación de grupos o lugares se usan para generar indicadores y
pueden clasificarse de la siguiente manera:
1. Mediciones consolidadas de salud: Son mediciones (medias, medianas, proporciones) que resumen las
observaciones de individuos en cada grupo observado (por ejemplo, tasa de prevalencia de hipertensión en
mujeres y en hombres en un grupo etario). En otras palabras, miden la salud en la población.
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2. Mediciones ecológicas o ambientales: Se refieren a características físicas del lugar en el cual los grupos de
población viven o trabajan. Algunas de estas características pueden ser difíciles de medir (por ejemplo, exposición
a la contaminación atmosférica, a horas diarias de luz solar, a vectores del dengue). Son factores externos al
individuo.
3. Mediciones globales: Son atributos del grupo o del lugar sin análogos a nivel individual (densidad poblacional,
índice de desarrollo humano, producto interno bruto per cápita). Se consideran indicadores contextuales.
En esta publicación, la expresión “indicador de salud” se usará como sinónimo de “indicador de salud de la
población”, en contraposición a “indicador de salud del individuo”. Por tanto, se usa información de grupos o
lugares generada por medio de mediciones consolidadas de salud, para las cuales se suele definir un evento de
interés, una población de referencia y criterios de inclusión y exclusión.
En el campo de la salud pública existe una jerarquía de conceptos: el dato es la unidad más primaria (input) que, al
trabajar con ella, genera un indicador; este, una vez analizado, genera información que, luego de interpretada, genera
conocimiento. El conocimiento debe divulgarse por medio de procesos de comunicación adecuados y eficientes para
influenciar la toma de decisiones relacionadas con la salud y producir una acción. Esta espiral de producción de
evidencia que termina en la acción adoptada en el campo de la salud pública es la base de lo que se ha denominado
“salud pública basada en la evidencia” (8-10).
Un indicador es una medición que refleja una situación determinada. Todo indicador de salud es una estimación (una
medición con cierto grado de imprecisión) de una dimensión determinada de la salud en una población específica.

Las diversas definiciones de indicadores en la bibliografía (10-12) tienen como elemento común que los indicadores
son mediciones resumidas capaces de revelar (o medir) de una manera sencilla una situación que no es obvia por sí
misma. En el caso del indicador de salud, es capaz de medir una característica de salud de una población dada.
INDICADORES DE SALUD POSITIVOS Y NEGATIVOS
La clasificación de los indicadores en positivos y negativos se refiere a la manera en que estos indicadores se
relacionan con el concepto de salud, ya sea de forma directa o inversa.
La esperanza de vida al nacer es un indicador de supervivencia a longo plazo. Por lo tanto, puede considerarse un
indicador de salud positivo. Otros ejemplos son la proporción de casos de tuberculosis curados, la cobertura de
vacunas o la necesidad satisfecha de planificación familiar.
Los indicadores se consideran positivos cuando mantienen una relación, asociación o correlación directa con el
estado de salud. Cuanto mayor sea su magnitud, mejor será el estado de salud de los sujetos de esa población.
Los indicadores se consideran negativos cuando mantienen una relación, asociación o correlación inversa con el
estado de salud. Cuanto mayor sea su magnitud, peor será el estado de salud de los sujetos de esa población.
Son ejemplos de indicadores negativos la tasa de mortalidad infantil, la razón de mortalidad materna, la tasa de
incidencia del sida y la proporción de abandono del tratamiento de tuberculosis.

7. ¿Qué diferencia existe entre los Instrumentos y los Medios y describa la relación de estos con la producción de
Datos e información? ¿Cómo se expresa la Toma de Decisiones en la atención a un Paciente?

La salud es una condición indispensable para el logro de los objetivos planteados en las políticas so- ciales diseñadas
para alcanzar las metas nacionales de crecimiento económico y bienestar, incluidos el desarrollo social y de la
salud. Según se pondrá de manifiesto en este capítulo, y como aspecto central en la concreción de tales objetivos,
el abordaje de las políticas de salud que determinan las caracte- rísticas del funcionamiento del sistema sanitario
sigue siendo problemático, porque las necesidades sociales son multidimensionales, los efectos adversos tienden
a ser acumulativos, los recursos son limitados y las so- luciones a menudo se hallan fuera del marco del sector
salud. En consecuencia, llevar a cabo transforma- ciones que refuercen la importancia del sistema de salud como
institución social central, capaz de crear opor- tunidades diferenciales en el diseño y la prestación de bienes y
servicios, requiere un abordaje sistémico de las políticas públicas y de su formulación. La política pública puede
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entenderse como un conjunto de deci- siones bien fundamentadas generadas por cualquiera de las ramas y en
todos los niveles del gobierno, y en- marcadas en un conjunto de normativas. Las políticas públicas comunican
objetivos, medios, estrategias y reglas para la toma de decisiones, utilizados en la administración pública y la
legislación. Las leyes, normas, reglamentaciones, interpretaciones y decisiones operativas y judiciales, los
estatutos, los tratados y las ór- denes ejecutivas son un ejemplo de la expresión real de las políticas.
Pese a la falta de definiciones universalmente acordadas, las políticas públicas reflejan la respuesta del gobierno a las
condiciones o circunstancias que generan o generarán necesidades a una cantidad consi- derable de personas. En
teoría, estas respuestas coinciden con el interés público. Más aún, los gobiernos uti- lizan políticas públicas por
razones políticas, morales, éticas o económicas, o cuando el mercado no resulta eficiente.

gobierno hace y lo que el gobierno decide ignorar” . Por el contrario, la determinación de políticas públi- cas es una
función primordial del gobierno y un proceso político esencial. Como tal, implica relaciones de poder, influencia,
cooperación y conflicto en donde los valores, los intereses y las motivaciones determinan el diseño final y su
implementación. De hecho, las políticas determinan, en realidad, quién obtiene qué, cuándo y cómo en la
sociedad .
Las políticas de salud son importantes porque afectan directa o indirectamente todos los aspectos de la vida cotidiana,
las acciones, los comportamientos y las decisiones. Pueden prohibir conductas que se per- ciben como riesgosas,
alentar las que se consideran beneficiosas, proteger los derechos y el bienestar de al- gunas poblaciones, impulsar
ciertas actividades o proporcionar beneficios directos a los ciudadanos necesi- tados. Las políticas reguladoras
pueden definir acreditaciones profesionales, establecer controles de precios para los bienes y servicios, determinar
criterios de calidad, seguridad y eficacia para los servicios de la salud, y abordar cuestiones de regulación social,
tales como las relacionadas con la seguridad social y ocupacional, la inmunización, los alimentos y medicamentos,
y la contaminación ambiental.
Al examinar el contenido de este capítulo, el lector descubrirá que la gran variedad de experiencias regionales,
nacionales y locales que se presentan reflejan tanto la diversidad regional como algunas ten- dencias, logros y
desafíos comunes. Por ejemplo, las presiones en procura de mejoras más sustanciales ge- neraron tendencias en
el sistema de salud que incluyen: la redefinición del papel del Estado, que dejó de ser proveedor único en materia
de atención de salud para asumir las funciones de regulación y coordinación; la expansión asimétrica del seguro
privado de salud; la privatización de las instituciones de seguridad social (que afectó a las pensiones así como a
otras formas de protección social) y de los servicios médicos, y la ex- pansión de las asociaciones entre
instituciones públicas y privadas. Sin embargo, simultáneamente a la pe- netración generalizada en el mercado, la
sociedad civil aumentó su participación en el desarrollo de políti- cas en toda la Región por medio de sociedades,
asociaciones, grupos organizados o representantes para promover temas de interés.
Uno de los legados más importantes que nos dejaron las reformas en salud, y en particular de los pro- cesos de
descentralización y devolución, es que las transformaciones no siempre lograron mejorar el acceso, la equidad, la
calidad de los servicios, o la rendición de cuentas, o inclusive aumentar la participación local. En al- gunos casos,
el logro incompleto de estos objetivos estuvo asociado con peculiaridades de las condiciones lo- cales a las que no
se prestó la debida atención. En el contexto de la “modernidad globalizada”, este es un fac- tor de importancia
creciente debido a la naturaleza de las dialécticas globales y locales, en las que los límites de la “comunidad” son
cada vez más difusos y, al mismo tiempo, más heterogéneos .

8. ¿Para qué se utilizan la misma Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), para los egresos en una
Historia Clínica, en la atención a un paciente y en el Acta de Defunción?
Una clasificación es “un con- junto exhaustivo de categorías mu- tuamente excluyentes para agregar datos
en un nivel de agregación predefinido para un propósito espe- cífico”, según la norma internacio- nal ISO .
La clasificación requiere una terminología (nomen- clatura técnica) porque implica la agrupación de términos
usando una o más reglas lógicas denominadas, reglas de codificación; por lo tanto, la clasificación y la
terminología son complementarias para la codificación estandarizada de información.
den ser usadas de una manera inte- grada para comparar internacional y nacionalmente la información en
salud y, por consiguiente, ayudar al desarrollo de sistemas estadísticos confiables a nivel local, nacional e
internacional.
La familia de clasificaciones de la OMS pertenece a la familia de clasificaciones económicas y socia- les de
la Organización de Naciones Unidas (ONU). La División de Es- tadística de las Naciones Unidas ha definido
la familia de clasificaciones económicas y sociales internaciona- les de la ONU y definido las carac-
terísticas técnicas de una buena cla- sificación internacional (ONU/OMS) de la siguiente forma:
1. Utilizar una terminología (vo- cabulario estructurado) contro- lada y específica que facilite la comunicación
entre profesio- nales a través de medios elec- trónicos.
2. Estar basadas en principios taxonómicos y científicos rigu- rosos:

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Los fenómenos o entidades re- ciben un código único que los identifica, por lo tanto cada có- digo debe
tener una definición usando términos fácilmente comprensibles y no ambiguos.
Los códigos se agrupan en ca- tegorías utilizando una estruc- tura jerárquica con diferentes ordenadores
(estructura mul- tiaxial).

9. ¿Cómo y en que instrumentos se pueden obtener datos de carácter Poblacional y para que me sirven? ¿Cómo
puedo usar la relación entre variables en epidemiología?
El uso de variables permite a la epidemiología la elaboración de modelos descriptivos, explicativos y predictivos
sobre la dinámica de la salud poblacional. En los modelos más sencillos (por ejemplo, en los modelos en los que
se considera una sola exposición y un solo daño o evento) las variables generalmente se expresan en tablas
simples de dos categorías mutuamente excluyentes (llamadas dicotómicas), representadas por la ausencia y la
presencia de la exposición y la ausencia y la presencia del evento. Al combinar ambas categorías se forma una
tabla con dos filas y dos columnas, conocida como tabla tetracórica o tabla de 2 por 2. Cuando, en cambio,
existen más de dos categorías de exposición, o varias formas de clasificar el evento, esta relación se expresa en
tablas de varias columnas y varias celdas. En este texto se analizará la elaboración de medidas epidemiológicas
basadas en categorías dicotómicas y el uso de tablas de 2 X 2. 

Concepto de medición

La medición consiste en asignar un número o una calificación a alguna propiedad específica de un individuo, una
población o un evento usando ciertas reglas. No obstante, la medición es un proceso de abstracción. En
términos estrictos no se mide al individuo sino cierta característica suya, abstrayéndola de otras propiedades.
Uno no mide al niño sino que obtiene información sobre su estatura o su peso. Además, lo que se hace es
comparar el atributo medido en otros individuos (o en el mismo individuo en otro momento), con el fin de evaluar
sus cambios en el tiempo o cuando se presenta en condiciones distintas de las originales. 

Para medir es necesario seguir un proceso que consiste, en breves palabras, en el paso de una entidad teórica
a una escala conceptual y, posteriormente, a una escala operativa. 

En general, los pasos que se siguen durante la medición son los siguientes: a) se delimita la parte del evento
que se medirá, b) se selecciona la escala con la que se medirá, c) se compara el atributo medido con la escala
y, d) finalmente, se emite un juicio de valor acerca de los resultados de la comparación. Para medir el
crecimiento de un menor, por ejemplo, primero se selecciona la variable a medir (la edad, el peso, la talla); luego
se seleccionan las escalas de medición (meses cumplidos, centímetros, gramos); inmediatamente después se
comparan los atributos con las escalas seleccionadas (un mes de edad, 60 cm de talla, 4 500 gramos de peso)
y, por último, se emite un juicio de valor, que resume la comparación entre las magnitudes encontradas y los
criterios de salud aceptados como válidos en ese momento. Como resultado, el infante se califica como bien
nutrido, desnutrido o sobrenutrido. 

Como se puede notar, la medición es un proceso instrumental sólo en apariencia, ya que la selección de la parte
que se medirá, de la escala de medición y de los criterios de salud que se usarán como elementos de juicio
deben ser resultado de un proceso de decisión teórica. En otras palabras, sólo puede medirse lo que antes se
ha concebido teóricamente. La medición, sin embargo, nos permite alcanzar un alto grado de objetividad al usar
los instrumentos, escalas y criterios aceptados como válidos por la mayor parte de la comunidad científica. 

Principales escalas de medición

Las escalas se clasifican en cualitativas (nominal y ordinal) y cuantitativas (de intervalo y de razón). Un requisito
indispensable en todas las escalas es que las categorías deben ser exhaustivas y mutuamente excluyentes. En
otras palabras, debe existir una categoría para cada caso que se presente y cada caso debe poder colocarse en
una sola categoría. 

Escala nominal 

La medición de carácter nominal consiste simplemente en clasificar las observaciones en categorías diferentes
con base en la presencia o ausencia de cierta cualidad. De acuerdo con el número de categorías resultantes, las
variables se clasifican en dicotómicas (dos categorías) o politómicas (más de dos categorías). En las escalas
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nominales no es posible establecer un orden de grado como mejor o peor, superior o inferior, o más o menos. La
asignación de códigos numéricos a las categorías se hace con el único fin de diferenciar unas de otras y no
tienen interpretación en lo que se refiere al orden o magnitud del atributo. Como ejemplos de este tipo de
medición en la investigación epidemiológica se pueden mencionar el sexo (masculino "0", femenino "1"), el
estado civil (soltero, casado, viudo, divorciado), la exposición o no a un factor X, y el lugar de nacimiento, entre
otras. 

Escala ordinal 

En contraste con las escalas nominales, en este tipo de medición las observaciones se clasifican y ordenan por
categorías según el grado en que los objetos o eventos poseen una determinada característica. Por ejemplo, se
puede clasificar a las personas con respecto al grado de una enfermedad en leve, moderado o severo. Si se
llega a utilizar números en este tipo de escalas su única significación consiste en indicar la posición de las
distintas categorías de la serie y no la magnitud de la diferencia entre las categorías. Para la variable antes
mencionada, por ejemplo, sabemos que existe una diferencia de grado entre leve y severo, pero no es posible
establecer con exactitud la magnitud de la diferencia en las enfermedades de una u otra personas. 

Escala de intervalo 

Esta es una escala de tipo cuantitativo en la que, además de ordenar las observaciones por categorías del
atributo, se puede medir la magnitud de la distancia relativa entre las categorías. Esta escala, sin embargo, no
proporciona información sobre la magnitud absoluta del atributo medido. Por ejemplo, se puede obtener una
escala de intervalo para la altura de las personas de un grupo si, en lugar de medirlas directamente, se mide la
altura de cada persona con respecto a la altura promedio. En este caso, el valor cero es arbitrario y los valores
asignados a la altura no expresan su magnitud absoluta. Esta es la característica distintiva de las escalas de
intervalo en comparación con las de razón. 

El ejemplo más conocido de las escalas de intervalo es la escala de Celsius para medir la temperatura, en la que
por convención el grado cero corresponde al punto de congelación del agua y donde, por lo tanto, la razón entre
dos objetos con temperaturas de 10 y 20 grados no indica que uno de ellos sea realmente dos veces más
caliente (o más frío) que el otro. En ciencias de la salud, un buen ejemplo de este tipo de escalas es la utilizada
para medir el coeficiente intelectual. 

Escalas de razón 

Esta escala tiene la cualidad de que el cero sí indica la ausencia del atributo y, por lo tanto, la razón entre dos
números de la escala es igual a la relación real existente entre las características de los objetos medidos. En
otras palabras, cuando decimos que un objeto pesa 8 kg estamos también diciendo que pesa el doble que otro
cuyo peso es de 4 kg, y que un avión que viaja a 600 km por hora tardará en llegar a su destino la mitad del
tiempo que tardaría si viajara a 300 km por hora. Muchas características biofísicas y químicas que pueden ser
medidas en las unidades convencionalmente aceptadas (metros, gramos, micras, mol/kg, mg/dl, etc.) son
ejemplos de mediciones que corresponden a este tipo de escala. En materia de investigación social y de salud,
el ingreso económico y la concentración de plomo en sangre son buenos ejemplos de este tipo de escalas. 

Cálculo de proporciones, tasas y razones 

Un rasgo característico de la contrastación en los estudios epidemiológicos es que las relaciones causales
postuladas entre las variables se traducen en términos probabilísticos. Es decir, se trata de establecer si la
mayor o menor probabilidad de que un evento ocurra se debe precisamente a los factores que se sospecha
intervienen en su génesis y no al azar. Para cumplir con este objetivo, la investigación epidemiológica se basa
en la construcción de tres tipos de medidas: a) de frecuencia; b) de asociación o efecto, y c) de impacto
potencial. La construcción de estas medidas se realiza por medio de operaciones aritméticas simples y de los
instrumentos matemáticos conocidos como razones, proporciones y tasas. Antes de abordar las medidas
utilizadas en los estudios epidemiológicos repasaremos brevemente estos tres conceptos. 

Proporciones

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Las proporciones son medidas que expresan la frecuencia con la que ocurre un evento en relación con la
población total en la cual éste puede ocurrir. Esta medida se calcula dividiendo el número de eventos ocurridos
entre la población en la que ocurrieron. Como cada elemento de la población puede contribuir únicamente con
un evento es lógico que al ser el numerador (el volumen de eventos) una parte del denominador (población en la
que se presentaron los eventos) aquel nunca pueda ser más grande que éste. Esta es la razón por la que el
resultado nunca pueda ser mayor que la unidad y oscile siempre entre cero y uno. 

Por ejemplo, si en un año se presentan tres muertes en una población compuesta por 100 personas, la
proporción anual de muertes en esa población será: 

A menudo las proporciones se expresan en forma de porcentaje, y en tal caso los resultados oscilan entre cero y
100. En el ejemplo anterior, la proporción anual de muertes en la población sería de 3 por 100, o de 3%. Nótese,
asimismo, que el denominador no incluye el tiempo. Las proporciones expresan únicamente la relación que
existe entre el número de veces en las que se presenta un evento y el número total de ocasiones en las que se
pudo presentar. 

Tasas

Las tasas expresan la dinámica de un suceso en una población a lo largo del tiempo. Se pueden definir como la
magnitud del cambio de una variable (enfermedad o muerte) por unidad de cambio de otra (usualmente el
tiempo) en relación con el tamaño de la población que se encuentra en riesgo de experimentar el suceso. En las
tasas, el numerador expresa el número de eventos acaecidos durante un periodo en un número determinado de
sujetos observados. 

A diferencia de una proporción el denominador de una tasa no expresa el número de sujetos en observación
sino el tiempo durante el cual tales sujetos estuvieron en riesgo de sufrir el evento. La unidad de medida
empleada se conoce como tiempo-persona de seguimiento. Por ejemplo, la observación de 100 individuos libres
del evento durante un año corresponde a 100 años-persona de seguimiento; de manera similar, 10 sujetos
observados durante diez años corresponden a 100 años-persona. 

Dado que el periodo entre el inicio de la observación y el momento en que aparece un evento puede variar de un
individuo a otro, el denominador de la tasa se estima a partir de la suma de los periodos de todos los individuos.
Las unidades de tiempo pueden ser horas, días, meses o años, dependiendo de la naturaleza del evento que se
estudia. 

El cálculo de tasas se realiza dividiendo el total de eventos ocurridos en un periodo dado en una población entre
el tiempo-persona total (es decir, la suma de los periodos individuales libres de la enfermedad) en el que los
sujetos estuvieron en riesgo de presentar el evento. Las tasas se expresan multiplicando el resultado obtenido
por una potencia de 10, con el fin de permitir rápidamente su comparación con otras tasas. 

Razones

Las razones pueden definirse como magnitudes que expresan la relación aritmética existente entre dos eventos
en una misma población, o un solo evento en dos poblaciones. En el primer caso, un ejemplo es la razón de
residencia hombre: mujer en una misma población. Si en una localidad residen 5 000 hombres y 4 000 mujeres

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se dice que, en ese lugar, la razón de residencia hombre:mujer es de 1:0.8 (se lee 1 a 0.8), lo que significa que
por cada hombre residen ahí 0.8 mujeres. Esta cantidad se obtiene como sigue: 

En este caso, también se podría decir que la razón hombre:mujer es de 10:8, pues esta expresión aritmética es
igual a la primera (1:0.8). 

En el segundo ejemplo se encuentran casos como la razón de tasas de mortalidad por causa específica (por
ejemplo, por diarreas) en dos comunidades. En este caso, la razón expresaría la relación cuantitativa que existe
entre la tasa de mortalidad secundaria a diarreas registrada en la primera ciudad y la tasa de mortalidad
secundaria a diarreas registrada en la segunda. La razón obtenida expresa la magnitud relativa con la que se
presenta este evento en cada población. Si la tasa de mortalidad por diarreas en la primera ciudad es de 50 por
1 000 y en la segunda de 25 por 1 000 la razón de tasas entre ambas ciudades sería: 

Donde RTM es la razón de tasas de mortalidad (en este caso, por diarreas) entre las ciudades A y B. El
resultado se expresa como una razón de 1:2, lo que significa que por cada caso en la ciudad A hay 2 en la
ciudad B. 

Medidas de frecuencia 

El paso inicial de toda investigación epidemiológica es medir la frecuencia de los eventos de salud con el fin de
hacer comparaciones entre distintas poblaciones o en la misma población a través del tiempo. No obstante,
dado que el número absoluto de eventos depende en gran medida del tamaño de la población en la que se
investiga, estas comparaciones no se pueden realizar utilizando cifras de frecuencia absoluta (o número
absoluto de eventos). 

Por ejemplo, si en dos diferentes poblaciones se presentan 100 y 200 casos de cáncer cervicouterino,
respectivamente, se podría pensar que en el segundo grupo la magnitud del problema es del doble que en el
primero. Sin embargo, esta interpretación sería incorrecta si el segundo grupo tuviera el doble de tamaño que el
primero, ya que la diferencia en el número de casos podría deberse simplemente al mayor tamaño de la
segunda población y no a la presencia de un factor de riesgo extraordinario. Aunque la frecuencia absoluta
cambie la magnitud del problema puede ser la misma. 

En consecuencia, para comparar adecuadamente la frecuencia de los eventos de salud es necesario construir
una medida que sea independiente del tamaño de la población en la que se realiza la medición. Este tipo de
medidas, denominadas medidas de frecuencia relativa, se obtiene, en general, relacionando el número de casos
(numerador) con el número total de individuos que componen la población (denominador). El cálculo correcto de
estas medidas requiere que se especifique claramente qué constituye el numerador y el denominador. Es
evidente, por ejemplo, que los varones no deben ser incluidos en el denominador durante el cálculo de la
frecuencia relativa de carcinoma del cérvix. 

10. De ejemplos de las Frecuencias Simples y qué tipo de medidas utilizamos para éstas e igualmente, ¿qué son las
Frecuencias relativas, ¿cómo se miden y significado tienen cada una de ellas, o sea, para qué sirven?
Frecuencia y distribución de frecuencias La frecuencia es el ladrillo básico de la inferencia estadística.
Una vez que los estudiantes hayan realizado sus registros, se dispondrán a describir el conjunto de 40 plantas
observadas en cada parcela en relación con cada variable de interés. El primer paso para ello será identificar qué
registros diferentes realizaron (p.ej. diferentes valores de altura, diferentes sentidos de inclinación, etc.) y
determinar cuántas veces se repitió cada uno, su frecuencia. La lista de los valores o categorías de una variable
acompañados por sus correspondientes frecuencias es la distribución de frecuencias de dicha variable.

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La distribución de frecuencias organiza la información disponible para describir cómo era el conjunto de las plantas
observadas respecto de una variable de interés. Por ejemplo, la distribución de frecuencias de la variable altura
permite establecer: (a) si a grandes rasgos las plantas eran altas o bajas y (b) si formaban un conjunto de altura
homogénea o heterogénea. La primera caracterización (plantas altas o bajas) se relaciona con el promedio de las
alturas y la segunda (altura homogénea o heterogénea) con su variabilidad1.
Frecuencia absoluta y frecuencia relativa
La frecuencia absoluta es el número de veces que se repite algo y la frecuencia relativa es la proporción que
representa la frecuencia absoluta en relación con el total. Por ejemplo, en la parcela de girasol con densidad baja
los estudiantes observaron y registraron los sentidos de inclinación de los tallos de 40 plantas. Los números de
plantas con tallos inclinados en cada sentido encontrado (números de veces en que se repitió cada sentido) son las
frecuencias absolutas observadas y los cocientes entre esos números y el total de plantas observadas (40) son las
correspondientes frecuencias relativas (Cuadro 1.1). La suma de todas las frecuencias relativas es igual a 1.
1 Las nociones de frecuencia, promedio y variabilidad no sólo se aplican a la descripción de conjuntos de objetos sino
también a la de conjuntos de hechos o episodios. Por ejemplo, se pueden evaluar las frecuencias, promedio y
variabilidad de las intensidades de las lluvias (mm/h) que ocurren en Buenos Aires.

Cuadro 1.1. Distribución de frecuencias de los sentidos de inclinación de los tallos de 40 plantas de girasol de una
parcela con densidad baja (5 plantas por m2). Las plantas estaban dispuestas en hileras con dirección norte-sur.
(fa, frecuencia absoluta, fr, frecuencia relativa).
Inclinación
fa fr
Este 4 Oeste 5
Ninguno (vertical) 31
Distribución de frecuencias
0,100 0,125 0,775
Total
40 1,000
La distribución de frecuencias de una variable es la especificación de las frecuencias correspondientes a cada uno de
sus valores o categorías.
La tabla del Cuadro 1.1 presenta las distribuciones de frecuencias absolutas y de frecuencias relativas de la variable
inclinación de los tallos registrada en las 40 plantas de girasol de la parcela experimental con densidad baja. En
este caso sencillo, la tabla nos alcanza para notar que: (a) las plantas estaban en su mayoría en posición vertical,
(b) las pocas plantas inclinadas se repartían en números similares entre aquellas inclinadas hacia cada costado de
la hilera (sentidos este y oeste) y (c) ninguna planta estaba inclinada en la dirección de la hilera (sentidos norte o
sur).
La comparación de la descripción precedente con la distribución de frecuencias de los sentidos de inclinación de los
tallos entre las plantas de la parcela con densidad alta permite notar diferencias y similitudes (Cuadro 1.2). En esta
segunda parcela: (a) la mayoría de las plantas no estaban en posición vertical sino que estaban inclinadas, (b)
como en la primera parcela, también en ésta las plantas inclinadas se repartían en números similares entre
aquellas inclinadas hacia cada costado de la hilera (sentidos este y oeste) y (c) en esta parcela tampoco se
encontró ninguna planta inclinada en la dirección de la hilera (sentidos norte o sur).
Cuadro 1.2. Distribución de frecuencias de los sentidos de inclinación de los tallos de 40 plantas de girasol de una
parcela con densidad alta (10 plantas por m2). Las plantas estaban dispuestas en hileras con dirección norte-sur.
(fa, frecuencia absoluta, fr, frecuencia relativa).
Inclinación
fa fr
Este 14 Oeste 16 Ninguno (vertical) 10
0,350 0,400 0,250
Total
40 1,000
Al describir y comparar estas distribuciones de frecuencias, encontramos un indicio de plasticidad fenotípica en la
inclinación de los tallos de las plantas de girasol. En este caso sencillo logramos hacerlo con un mínimo resumen
de los datos.
En otros casos, para describir los rasgos principales de una distribución de frecuencias, se hace necesario resumir los
datos más intensamente. A tal fin, se pueden construir tablas y gráficos y calcular medidas numéricas que resumen
las magnitudes de la variable (medidas de posición) o que resumen su variabilidad (medidas de dispersión). Las
alternativas disponibles difieren según la variable de interés sea cuantitativa (se registre en una escala numérica) o
cualitativa (se registre en un conjunto de clases o categorías). En el resto de este capítulo presentaremos estas
alternativas.
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Diferentes tipos de variables
Una variable es una característica o propiedad que difiere entre los elementos de un conjunto. Las variables se dividen
en cuantitativas y cualitativas o categóricas. Las variables cuantitativas son las que se registran como números
cuyas diferencias adquieren igual significado en cualquier parte de la escala. A su vez, las variables cuantitativas
pueden ser continuas o discretas. Las continuas son aquellas que pueden tomar incontables valores en cualquier
intervalo entre dos de sus valores posibles. Las discretas son las que se registran contando y por eso toman
valores que pertenecen a una secuencia que se corresponde con alguna serie de números naturales. Las variables
cualitativas o categóricas son las que se registran como clases de un repertorio definido. Estas variables pueden
ser nominales, si las clases en que se registran no tienen un orden natural, u ordinales, si las clases tienen un
orden natural. Las clases de una variable ordinal pueden identificarse con números pero las diferencias entre ellos
no miden las diferencias entre las clases que representan.
Variables
Ejemplos
Cuantitativas: continuas
Altura, peso, velocidad, temperatura, pH.
discretas
Número de hojas, número de semillas.
Categóricas: nominales
Sentido de inclinación (este, oeste, norte, sur, ninguno).
ordinales
Calidad (1=pobre, 2=aceptable, 3=buena).
Distribuciones de frecuencias de variables
cuantitativas
Tablas de frecuencias
La distribución de frecuencias de una variable cuantitativa se comunica con mínimo resumen en una tabla con la lista
completa y ordenada de los valores de la variable acompañados por sus correspondientes frecuencias (Cuadro
1.3).
Cuadro 1.3. Distribución de frecuencias de las alturas de 40 plantas de girasol de una parcela con densidad de 5
plantas por m2 (fa, frecuencia absoluta, fr, frecuencia relativa, faa, frecuencia absoluta acumulada, fra, frecuencia
relativa acumulada).
Altura (cm)
fa fr
faa fra
Altura (cm)
fa fr faa
fra
193 1
197 1
198 1
19910,02540,1 21610,025280,7
201 1
202 1
204 1
205 2
207 1
208 3
209 1
210 2
212 2
0,025 0,025 0,025 0,05 0,025 0,075 0,025 0,05 0,05
5 0,125 217 2 6 0,15 219 2 7 0,175 220 1 9 0,225 221 3
10 0,25 222 1 13 0,325 224 1 14 0,35 225 1 16 0,40 226 1 18 0,45
0,05 30 0,75 0,05 32 0,8 0,025 33 0,825 0,075 36 0,9 0,025 37 0,925 0,025 38 0,95 0,025 39 0,975 0,025 40 1,00
0,025 1 0,025 213 3 0,025 2 0,05 214 1 0,025 3 0,075 215 5
0,075 21 0,025 22 0,125 27
0,525 0,55 0,675

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Además de las frecuencias absolutas y relativas de cada valor, en la tabla del Cuadro 1.3 se introducen las
frecuencias acumuladas (absolutas y relativas). En este caso, se trata de las frecuencias de plantas con altura
menor o igual que cada valor. En la tabla leemos, por ejemplo, que la frecuencia absoluta acumulada hasta la
altura 220 cm es 33. Esto significa que entre las 40 plantas medidas, 33 tenían alturas ≤ 220 cm.
Coincidentemente, se lee que la correspondiente frecuencia relativa acumulada es 0,825, el cociente entre 33 y 40.
En muchos casos, las tablas como la del Cuadro 1.3 resultan demasiado largas para presentar eficientemente los
principales rasgos de una distribución de frecuencias. Por eso, es habitual resumir las tablas de frecuencias para
variables cuantitativas mediante el recurso de dividir su escala en un número limitado de intervalos o clases
(Cuadro 1.4).
Cuadro 1.4. Distribución de frecuencias de clases de altura de 40 plantas de girasol de una parcela con densidad de 5
plantas por m2 (fa, frecuencia absoluta, fr, frecuencia relativa, faa, frecuencia absoluta acumulada, fra, frecuencia
relativa acumulada).
Clase de altura (cm)
Marca de clase (cm)
fa fr faa fra
(190, 195] (195, 200] (200, 205] (205, 210] (210, 215] (215, 220] (220, 225] (225, 230]
192,5 1 197,5 3 202,5 5 207,5 7 212,5 11 217,5 6 222,5 6 227,5 1
0,025 0,075 0,125 0,175 0,275 0,15 0,15 0,025
1 0,025 4 0,1
9 0,225
16 0,4 27 0,675 33 0,825 39 0,975 40 1,00
Para construir la tabla de frecuencias del Cuadro 1.4, dividimos la escala de alturas de las plantas en clases o
intervalos de 5 cm, abiertos a la izquierda y cerrados a la derecha. Por ejemplo, el intervalo (195, 200] incluye
todos los valores de altura > 195 y ≤ 200 cm. Los extremos de cada intervalo se denominan límites de clase
(inferior y superior) y sus puntos medios se denominan marcas de clase. La tabla presenta las frecuencias
absolutas y relativas y las frecuencias acumuladas correspondientes a cada clase. Notemos que estas frecuencias
concuerdan con las que aparecen en la tabla del Cuadro 1.3.
Gráficos de frecuencias
Las representaciones gráficas ayudan a visualizar rápidamente los principales rasgos de una distribución de
frecuencias y compararlos con los de otras. Aquí describimos los tipos más comunes de gráficos de frecuencias
(histogramas, polígonos, gráficos de líneas verticales, gráficos de caja y bigotes).
Histogramas
Un histograma representa la distribución de frecuencias (relativas o absolutas) de una variable continua cuya escala
es dividida en clases (ver Figura 1.1). Para construirlo se dibuja un eje horizontal con la escala de la variable en
cuestión y se marcan los límites de clase. Luego, tomando como base el segmento entre los límites de cada clase,
se dibujan rectángulos de altura proporcional a la frecuencia de la clase correspondiente. Notemos que el
histograma de la Figura 1.1 presenta una transcripción directa de la distribución de frecuencias relativas de clases
que presenta la tabla del Cuadro 1.4.

0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00


185 190 195 200 205 210 215 220 225 230 235 240 245 Altura (cm)
Frecuencia Relativa
Este gráfico permite visualizar rápidamente la posición y la dispersión de las alturas de las plantas así como la
distribución de las frecuencias entre las diferentes clases de altura.
Polígonos
Como los histogramas, los polígonos permiten representar la distribución de frecuencias (relativas o absolutas) de
variables continuas con escalas divididas en clases (Figura 1.2). Para construir estos gráficos se dibuja un eje
horizontal como el de un histograma y se señalan las marcas de clase. Luego se dibuja un punto sobre cada marca
de clase a altura proporcional a la correspondiente frecuencia de clase. Por último, se unen los puntos
consecutivos con líneas rectas. Notar que las ordenadas de los puntos negros de la Figura 1.2 coinciden con las
alturas de los rectángulos del histograma de la Figura 1.1.
Figura 1.2. Polígonos de distribución de frecuencias relativas de las alturas de 40 plantas de girasol. Línea negra,
parcela con densidad baja (5 plantas por m2). Línea gris, parcela con densidad alta (10 plantas por m2).
Estos gráficos son muy útiles para comparar dos o más distribuciones de frecuencias relativas. En la Figura 1.2 la
distribución de frecuencias de las alturas de las plantas de la parcela con densidad alta aparece desplazada hacia
la derecha respecto de la de las plantas de la parcela con densidad baja. Es decir que en la parcela con 10 plantas
por m2 las plantas más bajas eran menos frecuentes y las más altas más frecuentes que en la parcela con 5
plantas por m2. Además, el gráfico muestra que las alturas mínima y máxima fueron menores en la parcela con
densidad baja que en la parcela con densidad alta aunque la variabilidad de las alturas fue similar en ambas
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parcelas. Las diferencias que muestra la Figura 1.2 constituyen un indicio de que la altura de las plantas es una
característica plástica frente a la diferencia en la densidad del cultivo.
Figura 1.1. Histograma de frecuencias relativas de las alturas de 40 plantas de girasol medidas en una parcela con
densidad baja (5 plantas por m2).

Los polígonos son también apropiados para visualizar y comparar frecuencias acumuladas. Una alternativa es
construirlos a partir de las frecuencias acumuladas por clases (Figura 1.3). En ese caso, se dibuja un punto sobre
el límite superior de cada clase a altura proporcional a la frecuencia acumulada hasta dicha clase inclusive. Luego
se unen los puntos consecutivos con líneas. La Figura 1.3 muestra que la frecuencia relativa de plantas con alturas
menores al límite superior de cualquier clase fue mayor en la parcela con 5 que en la parcela con 10 plantas por
m2.
Figura 1.3. Polígonos de distribución de frecuencias relativas acumuladas de las alturas de 40 plantas de girasol
construidos a partir de las frecuencias de clases de 5 cm. Línea negra, parcela con densidad baja (5 plantas por
m2). Línea gris, parcela con densidad alta (10 plantas por m2).
Alternativamente, un polígono de frecuencias acumuladas se puede construir con mayor detalle a partir de las
frecuencias de los valores individuales de la variable. En este caso, dibujamos el polígono como una función
escalonada que se mantiene constante entre valores registrados consecutivos y aumenta verticalmente para cada
uno en la medida de su frecuencia (Figura 1.4). Este gráfico es especialmente potente para identificar y comparar
los valores de una variable que corresponden a cada frecuencia relativa acumulada (veremos más adelante que
esos valores se denominan cuantiles o percentiles).
Figura 1.4. Polígonos de distribución de frecuencias relativas acumuladas de las alturas de 40 plantas de girasol
construidos a partir de las mediciones individuales. Línea negra, parcela con densidad baja (5 plantas por m2).
Línea gris, parcela con densidad alta (10 plantas por m2).
Gráficos de líneas verticales
Este tipo de gráfico se utiliza para representar la distribución de frecuencias de una variable cuantitativa discreta
(Figura 1.5). Como los valores de estas variables son números naturales (o se pueden hacer corresponder con
números naturales) su distribución de frecuencias se representa mediante líneas verticales dibujadas sobre cada
valor con longitud proporcional a su frecuencia.

Figura 1.5. Frecuencias relativas de los números de hojas registrados en 40 plantas de girasol de la parcela con baja
densidad (5 plantas por m2).
La Figura 1.5 refleja muy escasa variabilidad (gran homogeneidad) en los registros de números de hojas. Una
consulta con la investigadora responsable de estas parcelas permitió concluir que esa variabilidad en los registros
se debió exclusivamente a errores en los recuentos, porque todas las plantas de girasol de un cultivo producen sus
hojas simultáneamente en respuesta a factores como la temperatura y la duración del día.
Posición y dispersión de una distribución de frecuencias
La posición de la distribución de frecuencias de una variable cuantitativa refleja las magnitudes de sus valores
mientras la dispersión refleja su variabilidad.
Los polígonos de la Figura 1.2 muestran que las distribuciones de frecuencias de alturas de plantas de las dos
parcelas tienen diferente posición, una está desplazada hacia la derecha de la otra. Tal diferencia de posición
refleja que, tomadas en conjunto, las plantas fueron más altas en una parcela que en la otra. Además, los
polígonos muestran que las distribuciones tienen similar dispersión. Esto indica que en una parcela la altura no fue
mucho más variable o heterogénea entre plantas que en la otra parcela.
La posición y la dispersión de una distribución de frecuencias a lo largo del eje de una variable cuantitativa se evalúan
numéricamente mediante medidas de posición y medidas de dispersión. Estas medidas son resúmenes muy
condensados cuya importancia radica en su utilidad para realizar comparaciones cuantitativas entre dos o más
distribuciones de frecuencias.
Medidas de posición para variables cuantitativas Moda
La moda es el valor más frecuente.
La moda de una variable se define como el valor que tiene la máxima frecuencia. Por ejemplo, en la tabla del Cuadro
1.3 encontramos que entre las alturas de las 40 plantas de girasol que los estudiantes midieron en la parcela con
densidad baja el valor más frecuente fue 215 cm. Es decir que la moda de las alturas de dichas plantas es 215 cm.
Como no necesariamente un valor es más frecuente que todos los demás, algunas distribuciones de frecuencias
son bimodales o polimodales o, cuando todos los valores tienen igual frecuencia, carecen de moda.
Cuando la escala de una variable se divide en clases, podemos definir la clase modal como aquella que reúne la
máxima frecuencia. Por ejemplo, en el histograma de la Figura 1.1 se lee que la clase modal de las alturas de las
plantas de girasol medidas en la parcela con densidad baja fue el intervalo (210, 215 cm].

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Cuantiles, percentiles, cuartiles y mediana
Un cuantil es un valor de una variable al cual corresponde una determinada frecuencia relativa acumulada.
El cuantil α de una distribución de frecuencias es un valor de la variable al cual corresponde la frecuencia relativa
acumulada fra = α. Por ejemplo, el cuantil 0,15 es un valor de la variable al cual corresponde la frecuencia relativa
acumulada fra = 0,15. Es común referirse a percentiles que no son otra cosa que los cuantiles identificados por el
valor de α expresado en porcentaje. Por ejemplo, en lugar de cuantil 0,15 podemos decir percentil 15.
Los cuantiles 0,25, 0,50 y 0,75 se denominan respectivamente primer cuartil, segundo cuartil o mediana y tercer
cuartil. En la Figura 1.6, los tres cuartiles de la distribución de frecuencias de las alturas de las 40 plantas de la
parcela con densidad baja están señalados sobre el gráfico de frecuencias acumuladas. Podemos leer que un
cuarto de las mediciones fueron ≤ 207,5 cm, la mitad de fueron ≤ 213 cm y tres cuartos fueron ≤ 218 cm. Notemos
que los cuartiles (como cualquier cuantil) se representan en esta figura sobre el eje horizontal y se miden en la
unidad de la variable de interés. La mediana es el valor que corresponde a la mitad de la distribución de
frecuencias. Por eso decimos que la mediana es una medida de posición central.
Figura 1.6. Polígono de distribución de frecuencias relativas acumuladas de las alturas de 40 plantas de girasol de la
parcela con densidad baja (5 plantas por m2). Se señala la ubicación del primer cuartil (207,5 cm), la mediana (213
cm) y el tercer cuartil (218 cm).
Notemos que definimos un cuantil como un valor (no el valor) de la variable en cuestión al cual corresponde una cierta
fra. La razón para ello es que puede haber más de un valor que cumpla con tal condición. Por ejemplo, la Figura
1.6 muestra que, la frecuencia relativa acumulada hasta cualquier valor del intervalo [217 cm, 219 cm) fue fra =
0,75. Por convención, el valor que asignamos al tercer cuartil es el punto medio de dicho intervalo. Análogamente,
asignamos al primer cuartil el punto medio del intervalo donde fra = 0,25. En este caso, no fue necesario aplicar
una convención para evaluar la mediana porque la fra = 0,5 correspondió únicamente a la altura 213 cm.
Los así llamados gráficos de caja y bigotes (box plots) resumen toda la distribución de frecuencias a partir de unos
pocos cuantiles (Figura 1.7). En estos gráficos, los bordes de la caja indican el primer y tercer cuartil, la línea
horizontal que corta la caja indica la mediana mientras los extremos de los bigotes indican el mínimo y el máximo
de la variable (o dos percentiles como p.ej. el 5 y el 95). Los valores de todas estas medidas de posición se leen
sobre el eje vertical del gráfico.

Figura 1.7. Gráfico de caja y bigotes (box plot) de las distribuciones de frecuencias de alturas de 40 plantas de
girasol de la parcela con densidad baja (5 plantas por m2) y de la parcela con densidad alta (10 plantas por m2).
Las cajas muestran los intervalos entre los valores del primer y tercer cuartil, las líneas que las atraviesan señalan
el correspondiente valor de la mediana y en este caso los extremos de los bigotes señalan los valores máximos y
mínimos.
230
215
200
185
Baja Alta Densidad
245
Altura (cm)
Notación sumatoria
Muchos cálculos estadísticos se basan en sumas que pueden ser muy largas. Por eso, conviene utilizar una notación
que permita escribirlas de manera sintética. Esta es la notación sumatoria que presentamos aquí mediante un
ejemplo sencillo.
Consideremos una lista de números organizada como sigue:
𝑖12345
𝑥𝑖 1,9 3,0 1,5 3,0 2,5
La fila inferior contiene valores de una variable de interés denominada 𝑥. En la fila superior están los valores de una
variable indicadora 𝑖 que identifica la posición en la lista de cada valor de 𝑥 consignado en la fila inferior. La variable
indicadora aparece como subíndice en la expresión 𝑥𝑖 que encabeza la fila inferior de modo que,
𝑥1 =1,9, 𝑥2 =3,0, 𝑥3 =1,5,... etc. La suma de los 5 valores de 𝑥 es,
𝑥1 +𝑥2 +𝑥3 +𝑥4 +𝑥5 =11,9
Mediante la notación sumatoria, escribimos esta suma como,
5
∑ 𝑥𝑖 = 𝑥1 + 𝑥2 + 𝑥3 + 𝑥4 + 𝑥5 𝑖=1
El término de la izquierda se lee como la suma de los valores de una variable llamada 𝑥 cuyas posiciones en una lista
son las que corresponden a los valores del subíndice 𝑖 que van desde el límite inferior consignado debajo de la

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letra ∑ hasta el límite superior consignado encima de ella. Esta notación permite escribir en poco espacio sumas de
un número arbitrariamente largo de sumandos. Por ejemplo,
𝑛
∑𝑣 𝑗
𝑗=1
denota la suma de los primeros 𝑛 términos de una lista de valores de una variable denominada 𝑣. Notemos que
podemos usar cualquier letra para identificar el subíndice.

Media aritmética
La media aritmética es lo que vulgarmente llamamos promedio; se trata de la medida de
posición central más importante en la inferencia estadística.
La media aritmética de un conjunto de valores de una variable se calcula como el cociente entre la suma y el número
de dichos valores. Denotamos la media aritmética con una línea horizontal sobre la letra que identifica a la variable.
Consideremos por ejemplo los siguientes cinco valores de la variable 𝑥:
𝑥1 =1,9, 𝑥2 =3,0, 𝑥3 =1,5, 𝑥4 =3,0, 𝑥5 =2,5
Aplicando la fórmula 1.1, calculamos su media aritmética como,
15
𝑥̅ = 5 ∙ ∑ 𝑥𝑖
𝑖=1
= 15 ∙ ( 1 , 9 + 3 , 0 + 1 , 5 + 3 , 0 + 2 , 5 )
= 15 ∙ 1 1 , 9 = 2,38
La media aritmética informa únicamente sobre la posición central de la distribución de frecuencias sin dar idea alguna
sobre su dispersión. Esto es así porque la misma suma se puede alcanzar tanto con valores que sean muy
cercanos entre sí como con valores que sean muy distantes entre sí. Comparemos, por ejemplo, la media
aritmética 𝑥̅ = 2,38 recién calculada con la media aritmética de los siguientes valores de la variable v,
𝑣1 =2,2, 𝑣2 =2,5, 𝑣3 =2,5, 𝑣4 =2,2, 𝑣5 =2,5
Aplicando la fórmula 1.1 ¡encontramos que 𝑣̅ = 2,38 ! La medias aritméticas 𝑥̅ y 𝑣̅ son indistinguibles. Si bien los
valores de x están más dispersos que los de v, ambos conjuntos están distribuidos alrededor del mismo valor de la
media aritmética (Figura 1.8).
Figura 1.8. Distribuciones de cinco valores de dos variables x y v. Los puntos negros indican los valores individuales y
los círculos vacíos el valor común de sus medias aritméticas.
Definición:
La media aritmética de una variable x que toma n valores x1, x2, ..., xn es,
1𝑛
𝑥̅ = 𝑛 ∙ ∑ 𝑥𝑖
𝑖=1
(1.1)

La media aritmética se puede expresar en términos de los valores diferentes de la variable y sus correspondientes
frecuencias relativas.
Cuando el conjunto de valores a promediar incluye valores repetidos, es cómodo calcular la media aritmética teniendo
en cuenta sus frecuencias. Por ejemplo, para obtener 𝑣̅ con la fórmula 1.1 hemos debido calcular,
𝑣̅ =15∙(2,2+2,5+2,5+2,2+2,5)
Si reordenamos los sumandos, este mismo cálculo se puede hacer como,
𝑣̅ =15∙(2,2+2,2+2,5+2,5+2,5)
= 15 ∙ ( 2 ∙ 2 , 2 + 3 ∙ 2 , 5 ) = 0,4 ∙ 2,2 + 0,6 ∙ 2,5
Como 0,4 y 0,6 son las fr de 2,2 y 2,5 respectivamente, vemos que la media aritmética se puede calcular como la
suma de los valores diferentes de la variable multiplicados por sus correspondientes frecuencias relativas,
Es muy importante notar que la sumatoria de la fórmula 1.2 sólo incluye k sumandos correspondientes a los k
números diferentes. En cambio, la sumatoria de la fórmula 1.1 incluye n sumandos correspondientes a los n
registros de la variable, aunque sean números repetidos.
La media aritmética de una variable cuya escala está dividida en clases se puede calcular aproximadamente a partir
de las frecuencias relativas de clase.
La tabla de frecuencias de una variable continua resumida en clases o intervalos no contiene toda la información
necesaria para calcular el valor exacto de la media aritmética (Cuadro 1.4). Sin embargo, a partir de esta tabla se
puede aproximar el valor de la media aritmética como la suma de los productos de las marcas de clase por las
frecuencias relativas de clase. Por ejemplo, con la información de la tabla del Cuadro 1.4 se obtiene el siguiente
valor aproximado de la media aritmética de las alturas de las 40 plantas de girasol de la parcela con densidad baja.
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Fecha18/09/2022 Prof. Francisco Fernández F.-MD-MSP
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h̅ ≈ ∑ 𝑚 𝑐 𝑙 ∙ 𝑓 𝑟 𝑙 𝑙=1
≈ 192,5 𝑐𝑚 ∙ 0,025 + 197,5 𝑐𝑚 ∙ 0,075 + ⋯ + 227,5 𝑐𝑚 ∙ 0,025
≈ 211,375 𝑐𝑚
Para evaluar la calidad de esta aproximación la comparamos con el valor exacto de la media aritmética calculado con
la fórmula 1.2 a partir de la información completa contenida en la tabla del Cuadro 1.3. Este valor es h̅ = 212,1 𝑐𝑚.
11. Calcule el riesgo de enfermar o tasa de incidencia, entre una población A con 5,000 habitantes expuestos a
varicela, de los cuales 35 enfermaron en una semana y otra población B donde también ocurrió un brote de
varicela con unos 55 casos en la misma semana, cuya población es de 10,000 habitantes..

Si en una población de 5000 habitantes se enfermaron 35 en una semana, en la misma semana en una
población de 10000 serian 70 en la misma semana

Bibliografía:
Epidemiologia Básica. R Beaglehole. R Bonita. Tkjellstrom. Publicacion cientifica no 551

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Fecha18/09/2022 Prof. Francisco Fernández F.-MD-MSP

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