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BACHILLERATO EN TERAPIA RESPIRATORIA

CURSO: PATOLOGÍA CARDIORESPIRATORIA

ASIGNACIÓN #1

PROFESOR: DAVID UGARTE BARQUERO

PRESENTADO POR : IRENE LOPEZ CASTILLO

I CUATRIMESTRE 2023
Índice

I. Introducción............................................................................................................................3
II. Desarrollo................................................................................................................................3
III. Conclusiones......................................................................................................................3
IV. Referencias Bibliográficas..............................................................................................3
I. Introducción

La diabetes y la obesidad son dos de las enfermedades más prevalentes en la


actualidad, y ambas están relacionadas con una amplia gama de complicaciones
en diferentes partes del cuerpo. La diabetes, en particular, se caracteriza por
niveles elevados de glucosa en la sangre, lo que puede conducir a diversas
complicaciones a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, neuropatía,
retinopatía, nefropatía y complicaciones respiratorias. Por otro lado, la obesidad es
una enfermedad metabólica que se produce cuando el índice de masa corporal
(IMC) supera los valores considerados saludables. Aunque ambas enfermedades
tienen causas y factores de riesgo diferentes, se ha demostrado que la obesidad
es un factor de riesgo importante para el desarrollo de diabetes, y ambas están
estrechamente relacionadas.

En este ensayo, se analizará en detalle la relación entre la diabetes, la obesidad y


las complicaciones respiratorias, centrándose en cómo estas enfermedades
pueden afectar la salud respiratoria de las personas. Las complicaciones
respiratorias asociadas con la diabetes incluyen enfermedades como la apnea del
sueño, la neumonía, la tuberculosis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC) y la fibrosis pulmonar. La obesidad, por su parte, se asocia con una mayor
incidencia de enfermedades respiratorias como el asma, la EPOC y la apnea del
sueño, entre otras.

En este ensayo, también se examinarán los síntomas de estas complicaciones


respiratorias, así como los métodos de diagnóstico y tratamiento disponibles para
tratarlas. Además, se discutirán algunas estrategias preventivas para minimizar el
riesgo de desarrollar complicaciones respiratorias en personas con diabetes y
obesidad, incluyendo la importancia de llevar una dieta saludable, hacer ejercicio
regularmente, evitar el consumo de tabaco y controlar el azúcar en sangre.

La investigación sobre la relación entre la diabetes, la obesidad y las


complicaciones respiratorias ha avanzado significativamente en los últimos años, y
se han llevado a cabo numerosos estudios para investigar los mecanismos
subyacentes a esta relación. En este ensayo, se revisarán los estudios más
relevantes sobre el tema, con el objetivo de brindar información útil y actualizada
sobre esta problemática que afecta a millones de personas en todo el mundo y
que requiere de una atención médica y preventiva adecuada.

II. Desarrollo

Obesidad.
La obesidad es un problema de salud pública de gran importancia en el siglo XXI,
ya que está relacionada con diversas patologías que pueden tener graves
consecuencias en la salud de las personas. Este texto destaca la complejidad de
la obesidad, que involucra múltiples factores como la genética, la dieta, el ejercicio
físico, los fármacos y productos químicos, entre otros. También se menciona la
dificultad de tratar esta enfermedad y la necesidad de seguir investigando y
planificando programas y actividades para combatirla.

"La obesidad es la enfermedad metabólica más frecuente en el siglo XXI, punto de


partida de patologías tales como el síndrome metabólico, la hipertensión arterial, la
dislipemia y enfermedades coronarias. La obesidad se asocia a elevados niveles
de daño oxidativo celular, debido a alteraciones en la mitocondria. No hay ninguna
enfermedad que haya despertado mayor interés en los científicos en los últimos
años como la obesidad, enfermedad en la que se encuentran involucrados
factores tales como, los genéticos, la dieta, el ejercicio físico, algunos fármacos y
productos químicos (pesticidas o plaguicidas), modificación de la conducta
alimentaria, etc. Es la enfermedad más difícil de tratar pues hay numerosos
productos que se han aplicado sin éxito. Prueba de ello es, que su progresivo
aumento no parece posible ser detenido sin dificultades. Por estas razones, la
investigación sobre la obesidad y la planificación de programas y actividades para
combatirla se han multiplicado constituyendo hoy un tema prioritario de la Salud
Pública. View meta data, citation and similar papers at core.ac.uk brought to you
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Obesidad: pandemia del siglo XXI|15(
https://core.ac.uk/download/pdf/230316582.pdf)

En Obesidad: pandemia del siglo XXI|15 presenta una revisión exhaustiva de los
diferentes factores que contribuyen a la obesidad y las complejas interacciones
hormonales y metabólicas que regulan el apetito y el peso corporal. Además,
destaca la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de intervención más
eficientes para controlar la obesidad y sus enfermedades asociadas, como el
enfoque en el impacto económico de la obesidad en la sociedad. Estos hallazgos
pueden ser de gran utilidad para futuras investigaciones en el campo de la
obesidad y la salud pública

La obesidad es la acumulación de grasa en el tejido adiposo en cantidad suficiente


como para originar un riesgo para la salud. Se produce como consecuencia de un
desequilibrio positivo y prolongado entre la ingesta y el gasto energético, que
conlleva un aumento excesivo de la grasa corporal. La obesidad también se
considera un estado de inflamación crónica leve, caracterizado por una elevada
producción de citoquinas y adipoquina proinflamatorias, que contribuyen a las
alteraciones metabólicas que pueden sufrir estos individuos de forma permanente.

“Las hormonas y los péptidos sintetizados en las células entero endocrinas de la


mucosa del tracto gastrointestinal y los órganos y tejidos periféricos, así como en
el sistema nervioso central y entérico, son fundamentales en la regulación del
apetito y el peso corporal. A corto plazo, el control de la ingesta está
principalmente controlado por las vías de señalización que emanan del tracto
gastrointestinal, incluidos los péptidos oxigénicos (ghrelina), que activan las
señales del hambre, y los péptidos anoxigénicos (colecistocinina, péptido
glucagonoide 1 [GLP-1] y péptido tirosina-tirosina [PYY]), que generan señales de
saciedad. En el control de la ingesta a largo plazo, parecen ser primordiales las
señales que emanan del tejido adiposo (leptina) y el páncreas (insulina), liberadas
en respuesta a la ingesta de alimentos y los depósitos de grasa corporal La
obesidad también se considera un estado de inflamación crónica leve,
caracterizado por una elevada producción de citoquinas y adipoquina
proinflamatorias, que contribuyen a las alteraciones metabólicas que pueden sufrir
estos individuos de forma permanente. Las concentraciones de mediadores
inmunológicos, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), la interleuquina
(IL) 6, la IL-1β, la proteína quimio atrayente MCP1 y la leptina, suelen estar
elevadas en la sangre periférica de los sujetos obesos, mientras que las de 16|
María Cáscales adiponectina, que parece tener efectos antiinflamatorios en la
obesidad y mejorar la sensibilidad a la insulina, están reducidas. Los tratamientos
tradicionales basados en las dietas hipocalóricas y el aumento de la actividad
física han tenido cierto éxito en el control de la obesidad. Sin embargo, por lo
general estas estrategias dan lugar a reducciones de peso limitadas y temporales.
En este contexto, la identificación de nuevos factores implicados en la regulación
del balance energético es fundamental a fin de desarrollar estrategias de
intervención más eficientes para controlar la obesidad y las enfermedades
asociadas. ( https://core.ac.uk/download/pdf/230316582.pdf)”

La obesidad se relaciona con la sociedad de consumo debido a los hábitos de vida


modernos que han modificado de manera dramática el mapa de la población que
padece la obesidad. En primer lugar, la continua oferta de alimentos atractivos y
ricos en calorías vacías; y en segundo lugar el sedentarismo desarrollado en las
tareas de la vida cotidiana (uso de electrodomésticos, mandos a distancia,
facilidad en los transportes, etc.). Estos factores han contribuido a generar un
desequilibrio energético en la población, lo que a su vez ha aumentado el número
de personas con obesidad y sobrepeso.

Complicaciones Respiratorias

La diabetes también puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias. En un


estudio llevado a cabo en España, se evaluó la incidencia de infecciones
respiratorias agudas en pacientes con diabetes tipo 2 en comparación con
controles sanos (https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-
91112002000600009). Los resultados mostraron que los pacientes diabéticos
tenían un mayor riesgo de infecciones respiratorias agudas en comparación con
los controles sanos Además, la diabetes también puede aumentar el riesgo de
complicaciones respiratorias en pacientes con infecciones respiratorias. En un
estudio llevado a cabo en México, se evaluó la relación entre la diabetes y las
complicaciones respiratorias en pacientes con neumonía adquirida en la
comunidad. Los resultados mostraron que la diabetes estaba asociada con un
mayor riesgo de complicaciones respiratorias, como insuficiencia respiratoria, en
pacientes con neumonía adquirida en la comunidad

Ciertamente, existe una conexión entre la obesidad, la diabetes y los problemas


respiratorios. La obesidad puede contribuir al desarrollo de enfermedades
respiratorias como la apnea del sueño, que a su vez puede aumentar el riesgo de
desarrollar complicaciones respiratorias en pacientes diabéticos. La apnea del
sueño es una afección que causa interrupciones frecuentes en la respiración
durante el sueño y puede llevar a la disminución del suministro de oxígeno a los
tejidos del cuerpo.

Además, la obesidad también puede contribuir a un aumento en la resistencia de


las vías respiratorias, lo que puede provocar dificultades respiratorias y aumentar
el riesgo de desarrollar asma. El exceso de grasa en el cuerpo también puede
poner presión en el diafragma, lo que dificulta la respiración normal. Estos factores
pueden empeorar aún más los problemas respiratorios en pacientes diabéticos.

Un ejemplo actual de esta conexión es la pandemia de COVID-19. Los pacientes


obesos y diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones
respiratorias graves si contraen COVID-19. Esto se debe en parte a que la
obesidad y la diabetes pueden debilitar el sistema inmunológico y aumentar la
inflamación en el cuerpo, lo que puede empeorar la respuesta del cuerpo a una
infección viral como la COVID-19. Además, los pacientes obesos con COVID-19
pueden tener dificultades para respirar debido a la presión que ejerce el exceso de
grasa en el cuerpo sobre los pulmones y el diafragma.

En resumen, la obesidad y la diabetes pueden aumentar el riesgo de problemas


respiratorios y complicaciones respiratorias en pacientes diabéticos. Es importante
controlar el peso y mantener un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de
desarrollar problemas respiratorios y otras complicaciones relacionadas con la
diabetes (https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
72032016000300143)

. Además, en la pandemia de COVID-19, es especialmente importante que los


pacientes obesos y diabéticos tomen medidas adicionales para proteger su salud
respiratoria y prevenir la infección por COVID-19.

Relación entre obesidad y problemas respiratorios en personas con diabetes.

La obesidad y la diabetes son dos afecciones médicas que están estrechamente


relacionadas. Las personas que padecen diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo
de obesidad, y la obesidad puede aumentar la resistencia a la insulina, lo que
puede llevar a la diabetes tipo 2. Además, tanto la obesidad como la diabetes tipo
2 pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas respiratorios.
La obesidad es un factor de riesgo conocido para la apnea del sueño, que es un
trastorno respiratorio en el que la persona deja de respirar por un corto período de
tiempo durante el sueño. La apnea del sueño puede provocar somnolencia diurna,
cansancio y otros problemas de salud, y se ha demostrado que también puede
afectar negativamente el control glucémico en personas con diabetes.

Además, la obesidad puede provocar una disminución en la capacidad pulmonar y


aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares, como el síndrome de
obesidad-hipoventilación (SOH). El SOH es un trastorno respiratorio en el que la
persona tiene una disminución de la respiración y la oxigenación mientras duerme,
lo que puede provocar hipoxemia (bajo nivel de oxígeno en sangre), hipercapnia
(exceso de dióxido de carbono en sangre) y otros problemas de salud.

En resumen, la obesidad y la diabetes tipo 2 pueden aumentar el riesgo de


desarrollar problemas respiratorios, como la apnea del sueño y el SOH. Es
importante que las personas con diabetes tipo 2 controlen su peso y mantengan
un estilo de vida saludable para minimizar el riesgo de complicaciones
respiratorias y mejorar su calidad de vida en general.

III. Conclusiones

La obesidad y la diabetes son dos enfermedades metabólicas que representan un


gran desafío para la salud pública en el siglo XXI. La obesidad es una enfermedad
compleja y multifactorial que se produce como resultado de un desequilibrio entre
la ingesta y el gasto energético, y está relacionada con diversas patologías que
pueden tener graves consecuencias en la salud de las personas.

En el caso de las personas con diabetes, la obesidad puede agravar los


problemas respiratorios y contribuir a la aparición y progresión de complicaciones
diabéticas, como la retinopatía y la nefropatía. Por lo tanto, es importante controlar
el peso y mantener un estilo de vida saludable para prevenir y controlar tanto la
obesidad como la diabetes y sus complicaciones asociadas.

La prevención y el tratamiento de la obesidad y la diabetes son esenciales para


mejorar la salud y la calidad de vida de las personas afectadas. Esto requiere un
enfoque multidisciplinario que involucre a profesionales de la salud, educadores,
autoridades sanitarias, industria alimentaria y la sociedad en general. Además, es
fundamental promover políticas públicas que fomenten la educación en hábitos de
vida saludables y el acceso a alimentos nutritivos y asequibles, así como la
implementación de programas de prevención y tratamiento de la obesidad y la
diabetes.

La obesidad es una enfermedad metabólica muy común en el siglo XXI que puede
tener graves consecuencias para la salud de las personas. Además de aumentar
el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, la obesidad también
se asocia a complicaciones en pacientes con diabetes, como la retinopatía y la
nefropatía. Es importante tener en cuenta que la obesidad no solo es un problema
estético, sino que también puede ser un estado de inflamación crónica leve que
contribuye a las alteraciones metabólicas. Por lo tanto, es fundamental controlar el
peso y mantener un estilo de vida saludable para prevenir y controlar tanto la
obesidad como la diabetes y sus complicaciones asociadas. Además, es esencial
fomentar hábitos saludables desde la infancia para prevenir la aparición de estas
patologías en la edad adulta, promoviendo una alimentación equilibrada y la
práctica regular de actividad física.

IV. Referencias Bibliográficas


https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1636541017842458 introducción

https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-91112002000600009

https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-72032016000300143

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