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Fecha 11/10/2023
La razón por la que las complicaciones de la COVID-19 son de mayor gravedad en personas
con diabetes todavía es especulativa y fundamentalmente se basa en estudios experimentales.
Uno de los mecanismos propuestos es el de la disminución de la enzima ACE2. Se sabe que la
COVID-19 disminuye el receptor celular de un enzima importante que nos protege de la
inflamación, la angiotensin-converting-enzyme 2 (ACE2), esto promueve una mayor
inflamación lo que induce daño celular y fallo respiratorio. Estos receptores se encuentran en
menor cantidad en personas que pasan por una situación de hiperglucemia, que hace que sus
células sean aún más vulnerables a la inflamación.
ABSTRACT:
In the current pandemic due to the coronavirus disease 2019 (COVID-19), it has been seen
that there is a clear risk of decompensation of diabetes, especially type 2. It is known that the
risk of contracting COVID-19 is greater in people with diabetes and that the decompensation of
diabetes that it generates in these patients clearly increases the severity and mortality of the
disease. Why all this happens does not yet have a clear answer.
The increased risk of contracting the disease is probably related to the less effective immune
system that people with diabetes generally have, which makes them more vulnerable to
infections.
The reason why the complications of COVID-19 are more serious in people with diabetes is
still speculative and mainly based on experimental studies. One of the proposed mechanisms is
the decrease in the enzyme ACE2. It is known that COVID-19 decreases the cellular receptor of
an important enzyme that protects us from inflammation, angiotensin-converting-enzyme 2
(ACE2), this promotes greater inflammation which induces cell damage and respiratory failure.
These receptors are found in less quantity in people who go through a situation of
hyperglycemia, which makes their cells even more vulnerable to inflammation.
Una persona con diabetes presenta altos niveles de azúcar en sangre. Con el paso del
tiempo esto puede ocasionar problemas en ciertas partes del cuerpo como los riñones,
los nervios, los pies, los ojos, según alerta el Instituto Nacional de la Diabetes y las
Enfermedades Digestivas y Renales.
Aparte, menciona que al tener diabetes se puede aumentar el riesgo de tener
enfermedades cardíacas, así como trastornos óseos o articulares, o bien problemas en la
piel, en el aparato digestivo, disfunción sexual, e incluso problemas en los dientes y en
las encías.
Una persona con diabetes presenta altos niveles de azúcar en sangre. Con el paso
del tiempo esto puede ocasionar problemas en ciertas partes del cuerpo como los
riñones, los nervios, los pies, los ojos, según alerta el Instituto Nacional de la Diabetes y
las Enfermedades Digestivas y Renales estadounidense.
"Cuando las personas con diabetes desarrollan una infección viral puede ser más
difícil de tratar debido a las fluctuaciones en los niveles de glucosa en la sangre y,
posiblemente, a la presencia de complicaciones de la diabetes", indica.
En concreto, cita que parece que hay dos razones para esto: En primer lugar, el
sistema inmunitario se ve comprometido, lo que dificulta la lucha contra el virus y
probablemente conduce a un período de recuperación más largo. En segundo lugar, el
virus puede prosperar en un entorno de glucosa elevada en la sangre.
"En el caso de la infección por Covid-19, la información disponible sugiere que las
personas con diabetes tienen en general un mayor riesgo de complicaciones, incluida la
muerte. Además, la infección vírica, como cualquier situación de enfermedad, puede
suponer un deterioro del control glucémico durante los días de enfermedad, lo que
también puede contribuir a la mayor gravedad de la infección"
Capítulo 1. Planteamiento del Problema
1.2.Objetivos
La diabetes es una enfermedad común hoy en día, que son causadas por el mal
control de consumo de los alimentos diarios, es por ello que los estudiantes del área de
salud deben saber la parte clínica, causas y el diagnostico mediante una relación por
análisis laboratorial, de tal importancia se les impartirá conocimientos científicos de
fuentes confiables en base a metodologías didáctica.
Capítulo 2. Marco Teórico
Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica grave que sobreviene cuando el páncreas no
produce suficiente insulina (hormona que regula la concentración de azúcar [glucosa] en
la sangre, o glucemia) o cuando el organismo no puede utilizar de manera eficaz la
insulina que produce. La diabetes es un problema de salud pública importante y una de
las cuatro enfermedades no transmisibles (ENT) cuya carga los líderes mundiales se
proponen aliviar mediante diversas medidas. Tanto el número de casos como la
prevalencia de diabetes han aumentado progresivamente en los últimos decenios,
existiendo más de 400 millones de personas que la padecen.
La carga mundial
A escala mundial se calcula que 422 millones de adultos tenían diabetes en 2014, por
comparación con 108 millones en 1980. Desde 1980 la prevalencia mundial de la diabetes
(normalizada por edades) ha ascendido a casi el doble —del 4,7% al 8,5%— en la
población adulta.
Esto se corresponde con un aumento de sus factores de riesgo, tales como el sobrepeso
y la obesidad. En el último decenio, la prevalencia de diabetes ha aumentado con más
rapidez en los países de ingresos medianos que en los de ingresos altos. La diabetes causó
1,5 millones de muertes en 2012 y las elevaciones de la glucemia por encima de los
valores ideales provocaron otros 2,2 millones de muertes por efecto de un aumento del
riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y de otro tipo. De estas muertes, el 43%
se produce antes de la edad de 70 años. El porcentaje de las muertes atribuibles a la
hiperglucemia o a la diabetes que se producen antes de los 70 años de edad es mayor en
los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos. Debido a la necesidad
de usar pruebas de laboratorio complejas para distinguir entre la diabetes de tipo 1 (en
que se depende de inyecciones de insulina para sobrevivir) y la de tipo 2 (en que el
organismo no utiliza adecuadamente la insulina que produce), no existen cálculos
separados de la frecuencia mundial de diabetes de tipo 1 y de tipo 2. La mayoría de las
personas con diabetes tienen la de tipo 2, que antes se presentaba en adultos casi
exclusivamente pero que ahora está afectando a los niños también.
Tipos de diabetes
La diabetes de tipo 1 (a la que antes se le llamaba diabetes insulinodependiente,
diabetes juvenil o diabetes de inicio en la infancia) se caracteriza por la producción
deficiente de insulina en el organismo. Las personas con este tipo de diabetes necesitan
inyecciones diarias de insulina para regular la glucemia.
Sin acceso a la insulina no pueden sobrevivir. No se sabe qué causa la diabetes de tipo
1 y actualmente no hay forma de prevenir la enfermedad. Los síntomas son la diuresis y
la sed excesivas, el hambre incesante, el adelgazamiento, las alteraciones de la vista y el
cansancio.
La diabetes de tipo 2 (conocida anteriormente por diabetes no insulinodependiente o
de inicio en la edad adulta) obedece a que el organismo no usa la insulina eficazmente.
La gran mayoría de los diabéticos en el mundo padecen este tipo de diabetes.
Los síntomas pueden ser parecidos a los de la diabetes de tipo 1 pero menos intensos,
y a veces no los hay.
Como resultado, es posible que la enfermedad no se diagnostique hasta varios años
después de su inicio, cuando ya han aparecido algunas complicaciones. Por años la
diabetes de tipo 2 se observó únicamente en los adultos; ahora empieza a verse en los
niños también.
Las alteraciones de la tolerancia a la glucosa (ATG) y de la glucemia en ayunas (AGA)
son trastornos intermedios en la transición de una glucemia normal a la diabetes (sobre
todo la de tipo 2), aunque dicha transición no es inevitable.
Las personas que padecen ATG o AGA tienen un mayor riesgo de sufrir infartos de
miocardio y accidentes cerebrovasculares.
La diabetes gestacional (DG) es un trastorno transitorio que se produce durante el
embarazo y conlleva el riesgo de padecer diabetes algún día.
Existe el trastorno cuando la glucemia tiene un valor mayor que el ideal, pero menor
que el establecido para el diagnóstico de la diabetes. Las mujeres con diabetes gestacional,
al igual que sus recién nacidos, tienen un mayor riesgo de padecer ciertas complicaciones
en el embarazo y el parto. La diabetes gestacional se diagnostica mediante pruebas de
tamizaje, no por declaración de síntomas.
Sobrepeso y Obesidad principales factores de diabetes tipo 2
La obesidad es un factor de riesgo para la morbilidad y la mortalidad prematura y las
consecuencias de la obesidad para la salud y la calidad de vida de las personas que la
padecen son múltiples.
La obesidad se considera un factor de riesgo para más de 20 condiciones crónicas como
son la diabetes tipo 2, la hipertensión, la dislipidemia, las enfermedades cardiovasculares,
el ictus, la apnea de sueño y más de 10 tipos de cáncer.
Fig. 2 Obesidad y sobrepeso relacionado con diabetes
Durante las últimas semanas, se ha relacionado también la obesidad con la pandemia de
COVID-19. Los primeros estudios publicados sobre los factores demográficos y clínicos
relacionados con el pronóstico de la enfermedad COVID-19 no incluyeron datos sobre el
IMC de los pacientes y, por tanto, se centraron en la edad y en algunas enfermedades
crónicas como la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, como
importantes factores de riesgo para una enfermedad COVID-19 más grave. Sin embargo,
en las últimas semanas la obesidad ha alcanzado un gran protagonismo.
El riesgo de diabetes de tipo 2 se ve determinado por la interacción de factores
genéticos y metabólicos.
Dicho riesgo se eleva cuando factores étnicos, un antecedente de diabetes en la familia
y un episodio anterior de diabetes gestacional se combinan con la presencia de edad
avanzada, sobrepeso y obesidad, alimentación malsana, falta de actividad física y
tabaquismo.
El exceso de grasa corporal, cuya medición refleja varios aspectos del régimen
alimentario y de la actividad física, es el factor que se asocia más estrechamente con el
riesgo de diabetes de tipo 2.
No solo existen pruebas contundentes al respecto, sino que el riesgo relativo
correspondiente es el más alto.
Se calcula que el sobrepeso y la obesidad, además de la falta de actividad física, dan
origen a una gran proporción de la carga mundial de diabetes.
Un perímetro de la cintura aumentado y un mayor índice de masa corporal (IMC) se
asocian con un mayor riesgo de diabetes de tipo2, aunque puede ser que la relación varíe
en distintas poblaciones. Por ejemplo, en los pueblos de Asia sudoriental, el IMC suele
ser más bajo cuando sobreviene la diabetes que en poblaciones de origen europeo.
Distintas prácticas alimentarias se asocian con un peso malsano, el riesgo de diabetes
de tipo 2 o ambas cosas.
Algunas de ellas son el consumo elevado de ácidos grasos saturados, una alta ingesta
de grasas y un consumo insuficiente de fibra alimenticia vegetal. El alto consumo de
bebidas azucaradas, que en general contienen una gran cantidad de azúcares libres,
aumenta la probabilidad de sufrir sobrepeso u obesidad, sobre todo en los niños.
Algunos datos recientes apuntan, además, a la presencia de una asociación entre un
consumo elevado de bebidas azucaradas y el riego de diabetes de tipo 2.
La nutrición en la primera infancia influye en el riesgo de padecer diabetes de tipo 2
en etapas posteriores de la vida.
Entre los factores que parecen aumentar dicho riesgo figuran el retraso del crecimiento
fetal, la insuficiencia ponderal del recién nacido (especialmente si va seguida de un
crecimiento rápido de recuperación en el periodo postnatal) y el alto peso al nacer.
El tabaquismo activo (por oposición al pasivo) aumenta el riesgo de diabetes de tipo 2
y aún más en quienes fuman mucho. El riesgo elevado, que dura unos 10 años después
del abandono del hábito de fumar, desciende más rápido en quienes han fumado poco.
Población vulnerable al COVID-19. Causas
Las personas mayores y las personas con afecciones médicas preexistentes (como
diabetes, enfermedades cardíacas y asma) parecen ser más vulnerables a enfermarse
gravemente con el virus COVID-19.
Cuando las personas con diabetes desarrollan una infección viral, puede ser más difícil
de tratar debido a las fluctuaciones en los niveles de glucosa en la sangre y, posiblemente,
la presencia de complicaciones de la diabetes. Parece que hay dos razones para esto.
La DM2 es una de sus comorbilidades más comunes y está asociada con una mayor
mortalidad.Este aumento suele observarse particularmente en las personas mayores y en
aquellas que padecen DM2, obesidad e hipertensión arterial (HTA).
En China, Guan et al., en un estudio que incluyó a 1 099 pacientes con COVID-19,
encontró que 173 tenían enfermedad grave, de los cuales el 16,2% tenía DM2, seguido
por enfermedades coronarias (5,8%), HTA (3,7%) y enfermedad cerebrovascular (2,3%).
Zhang evaluó a 140 pacientes hospitalizados con COVID-19; de ellos, el 30% tenía HTA
y el 12% tenía DM.
Un metaanálisis que incluyó a seis estudios con pacientes chinos (n=1 687) encontró
que la presencia de DM2 confiere un mayor riesgo de desarrollar un curso más adverso
de enfermedad en comparación con aquellos sin DM2 que presentaron un curso más
favorable.
Fig. 3 Se infectan más con COVID-19 las persona s con Diabetes tipos 2
En Italia, la mediana de edad de los pacientes que murieron por COVID-19 fue de 80,5
años (rango intercuartílico (RIC): 31 - 103 años), el 70% fueron varones y el 35,5% de
los 355 pacientes fallecidos con información de comorbilidades tenía DM2. Tomando
datos del año 2018, en el que la prevalencia de DM2 fue del 20,3% y comparándola con
la encontrada en los pacientes que murieron por COVID-19, para el mismo rango etario
y distribución por sexo, se encontró que la proporción llegaba a 1,75.
Roncón evaluó en 1 382 pacientes (edad media: 51,5 años, 798 varones) la
probabilidad de ingresar a una unidad de cuidados intensivos (UCI) y de un desenlace
fatal debido a COVID-19, en pacientes con DM2.
Encontró que la DM2 resultó ser la segunda comorbilidad más frecuente y confirió
una mayor probabilidad de ingreso a UCI (OR: 2,79) y en 471 pacientes (edad media 56,6
años, 294 varones), los sujetos con DM2 tuvieron una mayor probabilidad de morir.
El SARS-CoV-2 utiliza el receptor ECA-2 para ingresar a las células epiteliales del
pulmón, intestino, riñón, corazón, vasos sanguíneos entre otros tejidos. La ECA
fragmenta a la angiotensina I convirtiéndola en angiotensina II que, a su vez, produce
efectos vasoconstrictores, proinflamatorios y prooxidantes. En contraste, la ECA-2
degrada a la angiotensina I en angiotensina 1-7 que posee propiedades antiinflamatorias
y antioxidantes, y a la angiotensina II en angiotensina 1-9 que posee efectos
vasodilatadores.
Debe aclararse que hay dos formas de ECA-2, una proteína estructural transmembrana
con dominio extracelular que sirve como receptor para la proteína spike del SARS-CoV-
2 y una forma soluble que representa la ECA 2 circulante. La comprensión de la relación
entre el SARS-CoV-2 y ambas formas de ECA-2 contribuiría a la comprensión de los
procesos adaptativo o no adaptativo que operan en COVID-19.
Por otro lado, se sabe que existen dos tipos de linfocitos T CD4+ colaboradores que
ejercen dos tipos de respuestas. Las TH1, responsables de la inmunidad celular o
retardada, son efectivas para la eliminación de patógenos intracelulares y las TH2,
responsables de la inmunidad humoral, son efectivas para la eliminación de
microorganismos extracelulares y parásitos. Esta división está en función del panel de
citoquinas que estos son capaces de secretar una vez activados; los linfocitos TH1
secretan interferón γ (IFN-γ) e interleuquina 2 (IL-2) y los TH2, IL-4 e IL-13.
Debe recordarse que los pacientes con DM2 padecen un cuadro de inflamación crónica
de bajo grado que podría facilitar la tormenta de citoquinas, que a su vez sería la causa de
los casos graves de neumonías COVID-19 y de la eventual muerte de muchos pacientes.
La IL-6, entre los diferentes marcadores de inflamación (fibrinógeno, proteína C reactiva,
dímero D) que se encontraron más elevados en los casos de COVID-19 con DM2, en
comparación con aquellos sin DM2, merece especial atención.
Otro mecanismo adicional que explicaría la morbimortalidad en los pacientes con DM2
es la alta carga inflamatoria causada por COVID-19 que puede inducir inflamación
vascular, miocarditis y arritmias cardíacas, por lo cual, los factores y condiciones de
riesgo cardiovascular deben controlarse juiciosamente según las pautas basadas en
evidencia.
Por ahora, es razonable considerar que las personas con DM tienen un mayor riesgo
de complicación al desarrollar COVID-19. Es probable que la cardiopatía, nefropatía, la
edad avanzada y la fragilidad coexistentes explique esta situación. Se sugiere las
siguientes medidas para la prevención de esta enfermedad en pacientes con DM.
Se debe alentar al lavado minucioso de las manos con agua y jabón. El uso de
desinfectantes para manos a base de alcohol también es útil.
Es necesario practicar una higiene respiratoria adecuada cubriendo la boca y la
nariz con el codo doblado o el tejido al toser o estornudar. Se debe evitar tocar la
boca, la nariz y los ojos.
El contacto con una persona afectada debe ser minimizado. Se recomienda el uso
de máscaras faciales, más aún si hay contacto con alguien con síntomas
respiratorios.
Deben evitarse las visitas o viajes no esenciales a las principales áreas afectadas
para restringir la propagación de la infección.
En caso una persona con DM desarrolle fiebre, tos o disnea, la autoridad de salud
correspondiente debe ser notificada puesto que las pruebas para detectar COVID-
19 están disponibles solo en lugares seleccionados.
Es necesario aislar a la persona afectada durante al menos 14 días o hasta que se
resuelvan los síntomas (lo que sea más largo). Se deben seguir las pautas
específicas dadas por las autoridades.
La mayoría de los pacientes tienen una enfermedad leve y pueden manejarse en
casa. Se debe mantener la hidratación y se puede administrar tratamiento
sintomático con paracetamol, inhalación de vapor, etc.
Los pacientes con DM tipo 1 deben medir la glicemia y la cetonemia/cetonuria
con frecuencia si se presenta fiebre con hiperglicemia. Pueden ser necesarios
cambios frecuentes en la dosis y el bolo correccional para mantener la
normoglicemia.
Deben evitarse los agentes antihiperglicémicos que pueden causar disminución
del volumen o hipoglicemia. Es posible que sea necesario reducir la dosis de
medicamentos antidiabéticos orales (ADOs). Los pacientes pueden necesitar un
monitoreo más frecuente de la glicemia y el ajuste de dosis.
Hay datos preclínicos en modelos animales que demuestran una disfunción del sistema
inmune (humoral y celular) en DM; existe un estado inflamatorio anormal en pacientes
con DM y/o hiperglicemia, y una mayor susceptibilidad para que los pacientes con DM
tengan una infección. La hiperglicemia es un factor importante para los pacientes con DM
que influye en la incidencia y el curso de la sepsis. Es también un factor pronóstico
importante cuando los pacientes tienen sepsis y no tienen DM. El control glicémico
hospitalario óptimo requiere pruebas frecuentes de glicemia y para los pacientes con
COVID-19, dado el riesgo de contagio, es comprensible que las pruebas realizadas sean
pocas o subóptimas por lo que, en algunos países, se están realizando ensayos para evaluar
el uso de sistemas de monitoreo continuo de glucosa (MCG) con el fin de minimizar el
contacto.
Basado en la mayor mortalidad y proporción de enfermedad crítica en pacientes con
DM y COVID-19, un buen control glicémico hospitalario es particularmente importante
en el tratamiento integral. Debido a los rápidos cambios en la condición de algunos
pacientes, el riesgo de cetoacidosis diabética (CAD) o estado hiperosmolar
hiperglicémico (EHH) puede ocurrir durante el tratamiento. El monitoreo de la glicemia,
la evaluación dinámica y el ajuste oportuno de las estrategias deben fortalecerse para
garantizar la seguridad del paciente y promover la recuperación temprana de los
pacientes.
El uso de corticoides eleva los niveles de glucosa en el 80% de los pacientes con DM
y en muchos pacientes sin DM, lo que podría aumentar el riesgo de mortalidad en
COVID-19. Si fuera necesario su uso, debe procurarse mantener la euglicemia con el
objetivo de mantener una función pulmonar e inmunológica óptimas.
Atención oftalmológica
Los encargados del cuidado del pie tienen que adaptar rápidamente el nuevo sistema
de atención a esta pandemia y proporcionar servicios de formas nuevas y únicas. Se
recomienda implementar un sistema de triaje para las heridas de las extremidades
inferiores y los problemas del pie diabético, lo que impulsará el lugar y la urgencia de la
atención podológica.
3.3 Técnicas
Auditivas
Visuales
Quinestésicas
1.- ttps://www.fesemi.org/sites/default/files/documentos/publicaciones/informacion-
diabetes.pdf
2.- actualización breve en diabetes P. Trujillo 2017 España.
3.- guía de respuestas en diabetes J. Fernandez; M. Jimenez F. Fonseca 2019 España