Está en la página 1de 5

Procedencia: Tribunal Supremo de Justicia - Sala Constitucional

Magistrado-Ponente: CALIXTO ORTEGA RIOS


El 24 de febrero de 2016, se recibió en esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
el oficio N° 139-16, proveniente de la Sala 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, y adjunto los originales del expediente N° 4012-16 (Ac),
contentivo de la acción de amparo constitucional interpuesta el 10 de febrero de 2016, por el
abogado Dámaso Antonio Cabrera Velásquez, inscrito en el Instituto de Previsión Social del
Abogado bajo el N° 71.492, en su carácter de defensor privado del ciudadano CARLOS ENRIQUE
NIEVES GONZÁLEZ, titular de la cédula de identidad N° 15.976.009, contra la decisión de
admisión de los hechos dictada, el 10 de octubre de 2013, por el Tribunal Décimo de Primera
Instancia en Funciones de Control del mismo Circuito Judicial Penal, la cual lo condenó a cumplir
una pena de cuatro (4) años de prisión, por la comisión del delito de Hurto Calificado, previsto y
sancionado en el artículo 455.4, del Código Penal derogado.
Dicha remisión se efectuó, en virtud del recurso de apelación interpuesto tempestivamente el 18 de
febrero de 2016, por el defensor del accionante contra la decisión dictada, el 15 de febrero de
2016, por la mencionada Sala 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, que declaró inadmisible la acción de amparo constitucional interpuesta.
El 26 de febrero de 2016, se dio cuenta del escrito en Sala y se designó ponente al Magistrado
doctor CALIXTO ORTEGA RIOS, quien, con tal carácter, suscribe la presente decisión.
El 4 de octubre de 2016, el abogado Dámaso Antonio Cabrera Velásquez solicita pronunciamiento.
Efectuado el análisis del caso, esta Sala para decidir, pasa a hacer las siguientes consideraciones:
I
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO
La acción de amparo constitucional se fundamentó en los siguientes argumentos:
Que el 24 de octubre de 2004, el ciudadano Carlos Enrique Nieves González, fue detenido por
funcionarios de la Policía Municipal de Baruta.
Que en la oportunidad de la audiencia de presentación, se le designó a su defendido un defensor
público y el Ministerio Público atribuyó la presunta comisión del delito de hurto agravado, que prevé
una pena de dos (2) a seis (6) años de prisión, calificación que fue acogida por el Tribunal Décimo
de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, quien decidió seguir el juicio por el procedimiento ordinario e imponer las medidas
cautelares sustitutivas previstas en el entonces artículo 256.3.4 del Código Orgánico Procesal
Penal vigente para la fecha.
Que, el 24 de marzo de 2008, o sea, cuatro (4) años y siete (7) meses después, la representación
fiscal interpuso el escrito acusatorio en contra de su defendido pero con un nuevo tipo penal de
hurto calificado, cuya pena corporal es de cuatro (4) a ocho años (8) de prisión “sin llevar a cabo
previamente el acto de individualización formal al cual se encuentra obligado el representante fiscal
[…], en su parte final pide al Tribunal el enjuiciamiento por el delito Hurto Calificado en Grado de
Frustración […] algo incongruente, con lo imputado, y atribuido en la acusación”.
Que, el 10 de octubre de 2013, se lleva a cabo la audiencia preliminar donde el tribunal de la causa
“admite en su totalidad la acusación fiscal por un delito distinto al atribuido en audiencia para oír
imputados llevada a cabo en contra de mi defendido, no sin antes, para rematar permitir como
director del proceso y juez constitucional, después de haber impuesto a mi defendido, a saber, [sic]
Defensor Público 83° de la entidad, sustituir defensa personalísima a mi defendido, de solicitar sin
la voluntad de mi defendido, la aplicación del procedimiento de admisión de los hechos, como de
una revisión de medida por una menos gravosa o de posible cumplimiento”.
Que su defendido “con la premisa enarbolado de por parte [sic] del defensor público de poder
obtener una medida menos gravosa como la libertad restringida ante la privativa de libertad a la
que estaba siendo sometido, manifestó textualmente con vicios en el consentimiento, bajo engaño
y después de haber pasado once (11) años y cuatro (4) meses de iniciarse la investigación penal
[…] expresó textualmente lo siguiente: ‘Admito el hecho que fue admitido por el Tribunal y solicito
que en virtud de ello me sea aplicada la pena correspondiente con su respectiva rebaja”.
Que su defendido “se encuentra detenido por la comisión de un nuevo hecho punible del cual fue
condenado por admisión de los hechos y que imposibilita que le prospere el beneficio de
Suspensión Condicional de la Ejecución de la Pena”.
En consecuencia, denunció la violación del derecho a la defensa y debido proceso y solicitó que la
presente acción fuese admitida, declarada con lugar, a los efectos de restituir la situación jurídica
infringida, se reponga la causa al estado de fase preparatoria y se impusiera nuevamente a su
defendido de los hechos que pretende el Ministerio Público atribuir con una calificación jurídica
distinta.
II
DE LA DECISIÓN APELADA
La decisión dictada, el 15 de febrero de 2016, por la Sala 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, fue del siguiente tenor:
“Partiendo de lo observado en el escrito del accionante y resaltado supra por esta
Sala en sede constitucional, es necesario revisar las causales de inadmisibilidad de
la acción de amparo constitucional previstas en el artículo 6 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, que consagra las llamadas
‘causales de inadmisibilidad’ de la acción, las cuales vendrían a configurar una
previsión del legislador para evitar que se tramite en vano un proceso de tanta
relevancia y con características esenciales tan típicas como lo es la movilización
inmediata del aparato jurisdiccional del Estado con preferencia de tramitación
sobre cualquier otro asunto que deba decidir, por lo cual las causales antes
referidas deben ser analizadas al momento de dilucidar la admisión de la acción de
amparo constitucional, por lo tanto ser hace menester revisar las actas procesales
que conforman el presente expediente, a los fines de constatar si se encuentra
presente alguna de las causales consagradas en la precitada Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, y así tenemos que en el
Título II. De la Admisibilidad, en su artículo 6 numeral 4 dicha ley tiene previsto lo
siguiente:
[…]
El artículo transcrito al establecer la inadmisibilidad de la acción de amparo por el
consentimiento expreso o tácito, establece también la excepción, la cual es que se
trate de violaciones que infrinjan el orden público o las buenas costumbres.
Como lo ha señalado la jurisprudencia, la interpretación literal de esta excepción,
podría llevar a la conclusión de que toda materia de amparo en virtud del artículo
14 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales es
de orden público, lo que implicaría que nunca operaría el consentimiento expreso
para extinguir la acción, pero tal como lo ha señalado la Sala de Casación Civil:
‘...De allí que deba interpretarse que la extinción de la acción de amparo
por el transcurso del tiempo se produce en todos los casos, salvo que, la
forma como se hubiere producido la lesión revista tal gravedad que
constituya un hecho lesivo de la conciencia jurídica. Se trataría por ejemplo
de las violaciones flagrantes a los derechos individuales que no puedan
renunciarse por el afectado: privación de libertad, sometimiento a torturas
físicas o psicológicas, vejaciones, lesiones a la dignidad humana y otros
casos extremos.
(C.S.J.-S.C.C. 12-3-92. Caso: Berta Aurora Rivas de Jiménez) (Sentencia
de Sala de Casación Civil-Tribunal Constitucional. 15. 09-1999. Caso
Organización Médica Santana. C.A. (ORMECA). Nº 350. Pierre Tapia.
Tomo 9-1999. pags. 34 y 35)’.
Por lo que no existiendo violación de ningún orden público, ni las buenas
costumbres en el caso bajo examen, tal excepción no le es aplicable.
[…]
En total sintonía con lo antes expuesto, es necesario traer a colación jurisprudencia
del Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional, Expediente N° 11-0216,
Sentencia N° 1395 de fecha 10 de Agosto de 2011, con Ponencia de la Magistrada
Luisa Estella Morales Lamuño, en donde se dejó plasmado lo siguiente:
[…]
A tal efecto y acogiendo totalmente el criterio jurisprudencial antes transcrito esta
Corte observa del escrito del accionante, que desde el momento de la realización
de la audiencia preliminar de fecha 10 de octubre de 2013, en la cual su asistido
admitió los hechos por ante el Juzgado Décimo (10°) de Primera Instancia en
Función de Control de este Circuito Judicial Penal, hasta el momento en que
interpone la presente acción de amparo en fecha 07 de febrero de 2016, ha
trascurrido un lapso de más de seis (6) meses después de iniciada la presunta
violación de los derechos que hoy se alegan como conculcados, por lo que el lapso
fijado en el artículo precedentemente transcrito ha vencido totalmente, y siendo
éste un plazo de caducidad que no puede interrumpirse, cumplido en el presente
caso el tiempo señalado de los seis meses, sin que el hoy accionante haya ejercido
en su contra los mecanismos judiciales que le otorga nuestro ordenamiento jurídico
patrio, por lo que se evidencia que el presunto agraviado otorgó su consentimiento
expreso al dejar transcurrir el referido lapso para intentar la acción de amparo,
motivo por el cual lo procedente en el presente caso es declarar la inadmisibilidad
de la acción propuesta, todo de conformidad con lo previsto en el numeral 4 del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales. Y ASÍ SE DECLARA.
DISPOSITIVA
Por los razonamientos antes expuestos, esta Sala Cuatro de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
actuando en sede constitucional, administrando justicia en nombre de la República
Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara INADMISIBLE la
Acción de Amparo Constitucional interpuesta el 07 de febrero de 2016, por el
profesional del derecho DÁMASO ANTONIO CABRERA VELASQUEZ, en su
carácter de Defensor Privado del ciudadano CARLOS ENRIQUE NIEVES
GONZALEZ, contra el Juzgado Décimo (10°) de de Primera Instancia en Función
de Control de este Circuito Judicial Penal […]”.
III
COMPETENCIA
Previo a cualquier decisión, esta Sala debe pronunciarse acerca de su competencia para conocer
del presente caso. Así pues, se observa que, con relación a los recursos de apelación que
establece el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, y el artículo 25, cardinal 19, de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
al delimitar la competencia de esta Sala en materia de amparo constitucional, establece que le
corresponde conocer de las apelaciones contra las sentencias que recaigan en los procesos de
amparo constitucional autónomo que sean dictadas por los juzgados superiores de la República,
salvo contra las de los juzgados superiores de lo contencioso administrativo.
Determinado lo anterior, y visto que la decisión contra la cual se ejerce la presente apelación fue
dictada, por la Sala 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, esta Sala resulta competente para conocer de la misma. Así se declara.
IV
MOTIVACIÓN PARA DECIDIR
En cuanto a la admisibilidad del recurso de apelación se observa que el mismo fue ejercido
tempestivamente el 18 de febrero de 2016, por el abogado Dámaso Cabrera, actuando como
defensor privado del ciudadano Carlos Enrique Nieves González, contra la decisión dictada, el 15
de febrero de 2016, por la Sala 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, es decir, al tercer (3er) día hábil siguiente, por lo que dicho recurso se
tiene como tempestivo, y si bien en materia de amparo no es requisito indispensable consignar el
escrito de fundamentos de la apelación para que el superior conozca del caso, el mismo es
valorado cuando se presenta dentro de los treinta (30) días siguientes de que se dé cuenta en Sala
y se designe ponente, lo cual, en el caso de autos, no ocurrió, por lo que la apelación se decide sin
enfoque de denuncia alguna.
Así pues para decidir, la Sala observa:
La presente acción de amparo constitucional fue interpuesta, el 10 de febrero de 2016, por el
abogado Dámaso Antonio Cabrera Velásquez, en su carácter de defensor privado del ciudadano
Carlos Enrique Nieves González, contra la decisión de admisión de los hechos dictada, el 10 de
octubre de 2013, por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en Funciones de Control del mismo
Circuito Judicial Penal, la cual lo condenó a cumplir una pena de cuatro (4) años de prisión, por la
comisión del delito de Hurto Calificado.
Ahora bien, previo a cualquier decisión es menester analizar lo dispuesto por la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, la cual en su artículo 6.4 dispone:
“Artículo 6.- No se admitirá la acción de amparo:
[…]
4) Cuando la acción u omisión, el acto o la resolución que violen el derecho o la
garantía constitucionales hayan sido consentidos expresa o tácitamente, por el
agraviado, a menos que se trate de violaciones que infrinjan el orden público o las
buenas costumbres.
Se entenderá que hay consentimiento expreso, cuando hubieren transcurrido los
lapsos de prescripción establecidos en leyes especiales o en su defecto seis (6)
meses después de la violación o la amenaza al derecho protegido.
El consentimiento tácito es aquel que entraña signos inequívocos de aceptación”.
La norma antes transcrita establece como presupuesto de admisibilidad para el ejercicio de la
acción de amparo constitucional que la misma sea ejercida en un lapso de seis (6) meses después
de la violación, indicando la norma un lapso de caducidad que afecta directamente el ejercicio de la
acción, así, una vez transcurrido dicho lapso de seis (6) meses será inadmisible la interposición de
la acción de amparo constitucional, por ser este un requisito de admisibilidad (presupuesto
procesal) que debe ser revisado por el juzgador antes de pasar a analizar el fondo de la cuestión
debatida, es decir, la procedencia o no de la acción de amparo propuesta. Este lapso de caducidad
creado por el legislador tiene como función primordial el mantenimiento de la paz social, y resulta
ser un presupuesto de validez para el ejercicio de la acción [Cfr. Sent. 78/2000].
Al respecto, se verifica entonces que la decisión impugnada, fue la dictada, el 10 de octubre de
2013, por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, que lo condenó a través del procedimiento por admisión
de los hechos a cumplir una condena de cuatro (4) años por la comisión del delito de hurto
agravado, siendo a partir del día siguiente a esa fecha en que estuvo en conocimiento de la
sentencia, que comenzó a transcurrir el lapso de los seis (6) meses para la interposición del
amparo, por lo que para la fecha en que fue presentada la acción de amparo constitucional, a
saber, el 10 de febrero de 2016, ya había transcurrido en exceso el lapso de caducidad a que hace
alusión la norma in comento.
Corolario a lo expuesto, es necesario verificar las razones de orden público o de interés social que
pudieran ameritar el conocimiento de la causa, dicha excepción a la caducidad de la acción ha sido
motivo de interpretación por esta Sala y, al respecto, en sentencia n° 1207/01, caso: Ruggiero
Decina y otros, señaló que “...el concepto de orden público a los efectos de la excepción al
cumplimiento de ciertas normas relacionadas con los procesos de amparo constitucional, se refiere
a la amplitud en que el hecho supuestamente violatorio del derecho o norma constitucional afecta a
una parte de la colectividad o al interés general, más allá de los intereses particulares de los
accionantes. Por ello en caso donde un presunto agraviado alega que un hecho, actuación,
omisión o amenaza ocasionó una supuesta violación constitucional a su persona, sólo se
consideraría de orden público, a manera de la excepción de las normas procedimentales de los
juicios de amparo, cuando el Tribunal compruebe que, en forma evidente, y a consecuencia del
hecho denunciado por los accionantes, se podría estar infringiendo, igualmente, derechos o
garantías que afecten a una parte de la colectividad diferente a los accionantes o al interés general,
o que aceptado el precedente resultaría una incitación al caos social, si es que otros jueces lo
siguen”.
No obstante, del análisis de los alegatos presentados, se constató que en el presente caso no
existen situaciones que pudieran dar lugar a la admisibilidad de la acción, dado que, prima facie, se
puede verificar de las actuaciones que constan en autos, que la acción de amparo constitucional
fue presentada cuando había transcurrido en exceso los seis (6) meses a los cuales hace alusión
el artículo 6.4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales , dado
que la acción fue presentada el 7 de febrero de 2016 contra la decisión dictada, el 10 de octubre de
2013, y visto que no está involucrado el orden público ni las buenas costumbres, y que la situación
planteada sólo afecta la esfera jurídica de la accionante, se declara sin lugar la apelación
interpuesta por el abogado Dámaso Antonio Cabrera Velásquez, en su carácter de apoderado
judicial del ciudadano Carlos Enrique Nieves González, y se confirma la decisión apelada dictada,
el 15 de febrero de 2016, por la Sala 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas. Así se declara.
V
DECISIÓN
Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional,
administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la Ley se declara SIN LUGAR el
recurso de apelación interpuesto por el abogado Dámaso Antonio Cabrera Velásquez, en su
carácter de apoderado judicial del ciudadano Carlos Enrique Nieves González, y CONFIRMA la
decisión –apelada- dictada, el 15 de febrero de 2016, por la Sala 4 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que declaró inadmisible, de conformidad
con el artículo 6.4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, la
acción de amparo constitucional interpuesta contra la decisión de admisión de los hechos dictada,
el 10 de octubre de 2013, por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en Funciones de Control del
mismo Circuito Judicial Penal, la cual lo condenó a cumplir una pena de cuatro (4) años de prisión,
por la comisión del delito de Hurto Calificado.
Publíquese, regístrese y notifíquese.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, en Caracas, a los 02 días del mes de noviembre dos mil dieciséis. Años: 206º de la
Independencia y 157º de la Federación.
La Presidenta,
GLADYS MARÍA GUTIÉRREZ ALVARADO
El Vicepresidente,
ARCADIO DELGADO ROSALES
Magistrados,
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN
JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER
CALIXTO ORTEGA RIOS
Ponente
LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS
LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON
La Secretaria (T),
DIXIES J. VELÁSQUEZ R.
COR/
EXP. N° 16-0193

También podría gustarte