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PROCURADURÍA PUBLICA Avenida Petit Thouars N° 3943 - San Isidro

PODER JUDICIAL Teléfono: 422-8386 Telefax: 221-1059

Expediente N° :
Especialista :
Cuaderno : Principal
SUMILLA : Se apersona y contesta demanda.

SEÑOR JUEZ DEL XXX

XXX, identificado con D.N.I. N° XXX, con domicilio real y procesal en la


avenida XXX, distrito de San Isidro – Lima, en los seguidos por XXX
contra el XXX sobre nulidad de resolución administrativa, a usted
atentamente digo:

I. COMPARECENCIA Y SEÑALAMIENTO DE DOMICILIO PROCESAL


1. Que, en nombre y representación del Poder Judicial y de conformidad con lo
dispuesto por los artículos 12° y 22° del Decreto Legislativo Nº 1068 - Sistema de
Defensa Jurídica del Estado, y el artículo 22° del Decreto Supremo N° 017-2008-
JUS, que aprueba el Reglamento del Decreto Legislativo N° 1068, me apersono y
señalo domicilio procesal en Avenida XXX, distrito de San Isidro, Provincia de
Lima, donde se me notificarán las resoluciones que se emitan durante el trascurso
del presente proceso de conformidad con lo dispuesto en la Resolución
Administrativa N° 247-2009-CE-PJ.

II. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA:


Que, habiendo tomado conocimiento de manera extraoficial de la presente demanda,
por convenir al derecho XXX, dentro del plazo legal a que se refiere el literal c) del
inciso 28.2 del artículo 28 del TUO de la Ley del Proceso Contencioso Administrativo,
Ley N° 27584, cumplo con absolver traslado de la demanda, negándola y
contradiciéndola en todos sus extremos; por lo que, en su debida oportunidad
deberá ser declarada INFUNDADA, en virtud a los siguientes fundamentos:

1. Que, en el caso sub materia, se aprecia que la parte demandante interpone la


acción contenciosa administrativa a fin de que se declare la nulidad de la resolución
expedida en la Investigación N° XXX mediante la cual se le impone la medida
disciplinaria de Destitución en el cargo de Encargado de Mesa de Partes del juzgado
Civil de XXX.

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2. Respecto a la nulidad, el artículo 10° de la Ley N° 27444, señala: “Son vicios
del acto administrativo, que causan su nulidad de pleno derecho, los siguientes: 1)
La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias. 2) El
defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se presente
alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el Artículo 14. 3)
Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación
automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades,
o derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen
con los requisitos, documentación o trámites esenciales para su adquisición. 4) Los
actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten
como consecuencia de la misma”. En el presente caso, se advierte que las
resoluciones cuestionadas cumplen con los requisitos de validez señalados en el
artículo 3° de la Ley N° 27444 – Ley del Procedimiento Administrativo General, no
existiendo ninguna causal de nulidad que las invalide.

3. Debemos señalar que conforme a lo dispuesto por el artículo 8 del


Reglamento de Organización y Funciones de la Oficina de Control de la Magistratura
es función de la OCMA investigar la conducta de los magistrados y auxiliares
jurisdiccionales señalada expresamente en la ley como supuesto de responsabilidad.
En ese sentido, se debe tener en cuenta que durante todo el proceso disciplinario
que se siguió contra el demandante, se respetaron estrictamente las garantías del
debido proceso, pues en todo momento se les permitió ejercitar plenamente su
derecho de defensa, habiéndose emitido con arreglo a ley las resoluciones
disciplinarias cuestionadas por el demandante. Se debe tener en cuenta además
señor Juez que el demandante cuestiona en el presente proceso los hechos y cargos
por los cuales se le abrió proceso disciplinario, argumento que pudo utilizar dentro
del proceso de investigación que se le siguió, pretendiendo que el juzgador evalúe
nuevamente los hechos que dieron origen a la imposición de la medida disciplinaria
de destitución, pese a que éstas ya fueron revisadas por el superior dentro del
proceso disciplinario.

4. El demandante señala como fundamentos de su pretensión que al emitirse la


resolución cuya nulidad se solicita, se ha vulnerado el principio del no bis in idem,
pues no se le podía sancionar con la medida de destitución cuando en la vía penal
no se ha demostrado en forma fehaciente que haya incurrido en algún ilícito penal
por los mismos hechos materia de sanción, pues la presunta alteración de los Libros
de Ingresos de Demandas y el favorecimiento o aprovechamiento indebido del cargo
no se encuentra probado judicialmente.

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5. Al respecto, debemos señalar que la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República, mediante resolución de fecha siete de junio del
dos mil seis expedida con motivo del Recurso de Nulidad 2090-2005 LAMBAYEQUE,
ha señalado: “Sexto: Que el principio de ne bis in idem contempla el contenido
material y procesal y debe contener como presupuesto un mismo hecho, siempre que
se trate del mismo sujeto y fundamento; que, además, se admite la acumulación de
sanciones provenientes de diferentes órdenes cuando ellas obedecen a diferente
fundamento, es decir, si son bienes jurídicos distintos, si el interés
jurídicamente protegido por la infracción administrativa sea distinto al de la
infracción penal, que, en este supuesto, la responsabilidad penal es
independiente de la responsabilidad administrativa en que incurrió el
funcionario por haber cometido graves irregularidades en el desempeño de sus
funciones, la existencia de un proceso penal no enerva la potestad de la
Administración para procesar y sancionar administrativamente al servidor o
funcionario que ha incurrido en falta disciplinaria porque ambos ordenamientos
jurídicos cumplen distintos fines o sirven a la satisfacción de intereses o bienes
jurídicos diferentes -posibilidad que admite el artículo doscientos cuarenta y tres
de la Ley número veintisiete mil cuatrocientos cuarenta y cuatro-; el procedimiento
administrativo tiene por objeto investigar y, de ser el caso, sancionar una conducta
funcional, mientras que el proceso penal conlleva una sanción punitiva que puede
incluso derivar en la privación de la libertad, siempre que se determine la
responsabilidad penal, como así lo reconoce también el Tribunal Constitucional en
sus sentencias de fechas dieciséis de abril de dos mil tres, veinticuatro y veinticinco
de noviembre y veintiocho de diciembre de dos mil cuatro, emitidas en los
expedientes números veinte cincuenta - dos mil dos –AA/TC, veintiocho sesenta y
ocho – dos mil cuatro -AA/TC, veintitrés veintidós – dos mil cuatro –AA/ TC, treinta
y uno noventa y cuatro – dos mil cuatro –HC/TC, respectivamente” (la negrita es
nuestra).

6. En ese sentido, si bien es cierto que mediante resolución de fecha XX de


mayo del 2012 expedida por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema (XXX) en
el proceso penal seguido en contra del demandante se declaró fundada la excepción
de naturaleza de acción, este hecho -conforme a lo resuelto por la Corte Suprema en
el recurso de nulidad señalado en el fundamento quinto de nuestra contestación)- no
impedía en lo absoluto que se investigara y sancionara administrativamente al
demandante, tanto más si se tiene en cuenta que en el literal 4.5 del cuarto
considerando de la resolución en comento se señaló expresamente: “En
consecuencia, no existiendo base fáctica para atribuir la comisión del delito de
cohecho pasivo, el hecho de haberse signado el ingreso de expedientes con las

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letras “A” o “B”, se colige que se trata de una irregularidad administrativa, por
no reunir los elementos constitutivos del ilícito denunciado; por lo tanto resulta
viable el medio de defensa técnico formulado” (la negrita es nuestra).

7. Asimismo, el demandante señala que en el proceso disciplinario que se le


siguió ha existido contravención a las normas del debido proceso, por cuanto se le
abrió proceso el XXX y desde esa fecha hasta la interposición del último recurso
administrativo han transcurrido exactamente seis años, cinco meses y cuatro días
sin que el órgano competente resuelva su pedido administrativo, violentándose el
plazo establecido en el artículo 85 de la Resolución Administrativa N° 129-2009-CE-
PJ.

8. Al respecto, debemos señalar que el artículo 85 del Reglamento de la OCMA


citado por el demandante señala: “Trámite.- La investigación preliminar se realiza en
la etapa de calificación, en los supuestos señalados en el artículo precedente, para
cuyo efecto el magistrado contralor designado dispondrá las actuaciones que
considere necesarias para reunir la información que permita precisar los cargos e
individualizar a los presuntos responsables, debiendo dar cuenta directamente de su
resultado con el informe respectivo a la Jefatura de la OCMA u ODECMA según
corresponda, para su calificación; determinando se si inicio procedimiento
disciplinario o se archivan los actuados. El plazo para la investigación preliminar no
podrá ser mayor a treinta (30) días hábiles. Excepcionalmente podrá prorrogarse a
sesenta (60) días hábiles adicionales en casos complejos debidamente motivados”.
Como se podrá observar el plazo al que hace referencia el demandante se refiere a los
casos de investigación preliminar y no a aquellos casos en los que ya se aperturó
proceso disciplinario, por lo que carece de veracidad lo señalado por el demandante.

9. Ahora bien, respecto al plazo de investigación de los procesos disciplinarios,


debemos mencionar que el artículo 204 (vigente al momento de aperturarse proceso
contra el demandante) contenía dos supuestos distintos: 1) El plazo para formular
una queja caduca a los treinta días útiles de ocurrido el hecho; y 2) El plazo que
tenía el órgano contralor para investigar la conducta irregular es de dos años.
Asimismo, el artículo 63 del Reglamento de Organización y Funciones de la Oficina
de Control de la Magistratura aprobado mediante Resolución Administrativa Nº 263-
96-SE-TP-CME-PJ, señalaba: “Artículo 63.- La Prescripción: La Prescripción a que
se contrae el Artículo 204 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, es aquella institución legal que extingue la acción administrativa, entendida
no como el derecho de petición sino como la facultad de la Administración de
perseguir la inconducta funcional. La prescripción conforme a la disposición legal

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citada, sólo opera en los procesos disciplinarios iniciados a mérito de una queja y/o
investigación. En todo caso, corresponde al Jefe de la OCMA, la identificación de los
funcionarios responsables por la prescripción de los procesos disciplinarios
iniciados, debiendo en tal caso, proceder conforme a ley." Por su parte el artículo 65
del mencionado Reglamento, señalaba: “Artículo 65.- Suspensión de la
Prescripción: El cómputo del plazo de prescripción se suspende con el primer
pronunciamiento del Órgano Contralor competente”.

10. En ese sentido, queda claramente determinado que en el caso de las


investigaciones (que se tramitan cuando el órgano contralor toma conocimiento de
presuntos hechos irregulares de distinta forma a la queja), el órgano contralor tiene
el plazo de dos años –contados desde la fecha de apertura del proceso disciplinario-
para investigar y de ser el caso sancionar dicha conducta. En el presente caso, al
demandante se le aperturó proceso disciplinario el 10 de mayo del 2007, habiéndose
emitido la resolución que propuso se le imponga la medida disciplinaria de
destitución el 04 de diciembre del dos mil ocho, es decir mucho antes de que venzan
los dos años que se tenía para investigar y sancionar la conducta del demandante,
ello sin tener en cuenta que previamente a la emisión de esta propuesta ha existido
una propuesta anterior del magistrado integrante de la Unidad Operativa Móvil con
cuyo pronunciamiento se suspendía el plazo de prescripción (pues debe tenerse en
cuenta que conforme a lo dispuesto por el inciso c) del artículo 22 del ROF de OCMA
vigente en la época en que se suscitaron los hechos materia de investigación, una de
las funciones de los magistrados integrantes de dicha Unidad era proponer las
medidas disciplinarias de Suspensión, Separación y/o Destitución) y que además
este argumento ya fue analizado por los miembros del Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial en la resolución que le impuso la medida disciplinaria de destitución
(considerando décimo).

11. Por último, el actor sustenta su demanda en el hecho de que se ha


inobservado el principio de retroactividad, pues no se ha efectuado una debida
aplicación temporal de la norma legal aplicable en el proceso toda vez que con el
Reglamento de Régimen Disciplinario de los Auxiliares Jurisdiccionales del Poder
Judicial la sanción por la cual se le abrió proceso disciplinario estaba tipificada como
falta leve y por tanto no se le podía imponer la medida disciplinaria de destitución.

12. Sobre el particular es preciso señalar que al demandante se le abrió proceso


disciplinario por contravenir la obligación que le impone el artículo 266 inciso 4 del
TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es decir vigilar que los escritos contengan
la fecha y hora del día en que se reciben con el agravante de direccionar las

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demandas a fin de que ingresen a un determinado juzgado, hecho que conforme a lo
dispuesto por el inciso 10 del artículo 10 del Reglamento de Auxiliares
Jurisdiccionales, constituye falta muy grave y que de igual forma se sanciona con la
medida disciplinaria de destitución.

13. En tal sentido, no habiendo acreditado de modo alguno el demandante los


fundamentos que amparan su pretensión, la demanda interpuesta deberá ser
declarada INFUNDADA conforme a lo dispuesto por el artículo 200 del Código
Procesal Civil.

IV. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:


Sirven de fundamentos de derecho a la presente absolución, las disposiciones que se
han citado en el desarrollo de la misma.

V. MEDIOS PROBATORIOS:
Atendiendo al principio de ASIMILACIÓN PROCESAL, ofrezco en calidad de prueba el
propio texto de la demanda y anexos presentados.

VI. ANEXOS:
1.A.- Copia de mi Documento Nacional de Identidad.

PRIMER OTROSÍ DIGO: Que, al amparo del artículo 47º de la Constitución Política que
señala “La defensa de los intereses del Estado está a cargo de los Procuradores Públicos
conforme a ley. El Estado está exonerado del pago de gastos judiciales”, concordante con el
artículo 39° del Decreto Supremo Nº 017-2008-JUS - Reglamento del Decreto Legislativo Nº
1068 del Sistema de Defensa Jurídica del Estado, no acompaño cédulas de notificación, ni
tasa judicial alguna.

TERCER OTROSÍ DIGO: Que, excepcionalmente señalo domicilio procesal dentro del radio
urbano en la Oficina de Administración de la Corte Superior de Justicia de XXX, lugar
en el que se harán llegar las notificaciones con arreglo a ley, sin perjuicio del
señalamiento efectuado y a fin de no recortar el derecho de defensa de mi patrocinado, en
tanto las notificaciones nos son transferidas en días posteriores al acto de notificación lo
que impide que mi representado tome conocimiento oportuno del contenido de las
resoluciones, solicito además que el mismo se efectivice conforme a lo dispuesto por el
Resolución Administrativa N° 247-2009-CE-PJ, es decir a través del SERNOT; de igual
manera en aplicación de la Ley 27419 “Ley sobre notificación por correo electrónico” solicito
a su despacho se sirva notificarme las resoluciones emitidas en el presente proceso a la
Casilla Electrónica Institucional procuraduriapj@pj.gob.pe, número de casilla 640.

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CUARTO OTROSÍ DIGO: Que, solicito a su despacho, que durante el presente proceso, para
establecer el cómputo de los términos, se tenga en consideración la Resolución
Administrativa Nº 1325-CME-PJ, “Cuadro General de Término de la Distancia”, publicado
en el diario oficial “El Peruano”, el 13 de noviembre del 2000; así como las reglas del mismo,
establecidas como anexo a la referida resolución y publicadas el 14 de noviembre del mismo
año; así como el uso necesario del Servicio Courier contratado por el Poder Judicial, para
efectos de notificación a esta dependencia.

QUINTO OTROSÍ DIGO: De igual manera, solicito que al momento de establecer el cómputo
de los términos tenga en cuenta lo resuelto por la Sala de Derecho Constitucional y Social
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República en la CAS. LA NLPT 02825-
2012, en la cual señala en el décimo considerando: “Sobre el rol que cumplen los CDG de
las distintas Cortes Superiores del país, precísese que en la práctica judicial la remisión de
escritos a las mesas de partes se realiza hasta en tres formas distintas. La primera,
directamente por la parte procesal o su abogado; la segunda, a través de fax o medios
electrónicos; y, la tercera, a través del servicio postal. En el primero de los casos no existe
duda alguna que la fecha del sello de recepción consignado en el escrito presentado, es la
fecha a partir de la cual se empiezan a computar los plazos procesales, en tanto se entiende
que el escrito ingresó en dicha data al SIJ; sin embargo no sucede similar en los dos
supuestos restantes. En efecto, mientras que en los escritos remitidos por fax arrojan una
constancia de recepción con la fecha en que se realizó el proceso de entrega; los escritos
diligenciados por intermedio el servicio postal cuentan con una constancia de
remitido en el que consta el sello de recepción por parte del consignatario. Son estas
fechas las que se cuentan al momento de computar los plazos de ley, en tanto, es a
partir de dicha data en que se entiende recibido el escrito presentado por las partes y
no la fecha en la que órgano jurisdiccional encargado (CDG), los ingresa al SIJ, debido
a que entre la fecha real de recepción y el ingreso en el sistema integrado judicial
pueden mediar días (…)” (la negrita es nuestra.

Por tanto:
Señor Juez, sírvase proveer conforme a ley.

Lima, 13 de junio del 2014.

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