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mascotas?
Es increíble ver cualquier foto propia, porque uno ya está al tanto de
toda la historia, es mirar y admirar simplemente el conocimiento, y
conformarse con la magia de los recuerdos.
Dolores Redondo
La voz narradora en segunda
persona
Es difícil lograrlo, porque tenemos que tener en cuenta que el
texto va dirigido hacia alguien o hacia algo en especial casi todo el
tiempo, si bien la voz narradora puede cambiar la dirección del
relato, saliendo de la segunda persona por un rato; incluyendo
diálogos, opiniones de terceros, o recuerdos, casi siempre
prevalece la segunda persona y el significado de “narrarle” a
alguien en particular dicha historia, ¿quién es ese alguien al que le
estoy escribiendo? ¿Por qué le escribo? ¿Qué representa para mí?,
¿Por qué le tengo que narrar la historia desde mi perspectiva?
La segunda persona fuera del
genero epistolar
Sabemos que la segunda persona está puramente relacionada con
el genero epistolar, sin embargo también puede aparecer la
segunda persona en un cuento e incluso (en ocasiones muy
aisladas) en una novela, como lo es la novela: ¿Por qué volvías
cada verano? de Belén López Peiro. En este caso trabajaremos en
el cuento; ¿Cómo aparece la segunda persona?, ¿a quién esta
dirigido?, ¿es un ser humano o una mascota, o es la imagen
hipotética de una mascota inexistente, o es una analogía, o es algo
abstracto simplemente? Responderemos las preguntas al leer y
reflexionar sobre el texto.
Lectura:
Vs.
¿Qué simbolizan los perros
en una historia?
Sabemos que aquello vinculado con lo canino y la relación con el
ser humano tiene que ver siempre con la “fidelidad”.
• Tengo miedo, corro el riesgo de que le hagas lo mismo a tu próxima dueña, ¿entendes? Si vos
prometes ser un perro, ladras por dos meses y después te volvés la basura ésta que estoy
viendo, no va a existir humano que te dure, no va a existir persona a la que no lastimes, por eso
estoy repartiendo volantes de “como diferenciar entre un perro y un murciélago”, puede ser que
la gente no me los acepte pero tomarán la precaución de revisar a sus mascotas, de tirar de sus
hocicos y si estos se desprenden al igual que sus orejas sepan que están frente a murciélagos.
• Vos sabías que las mentiras no duran para siempre pero no te importó porque me mentiste
igual. En fin, estoy preparada para el ataque, supongo que tenés un plan malévolo, ¿quién
sabe? Lo cierto es que te teñiste de rubio, quedé encantada y pensé que eras el labrador más
atlético y perfecto de la tierra, pero no viniste solo… viniste con tintura incluida. De noche
escuchaba ruidos, culpaba como una estúpida al vecino, pero cuando estaba por entrar al
quinto sueño… ¡vos murciélago malparido te estabas tiñendo! Me manchabas el espejo, te
descuidabas, te resbalabas, ¡te caías al inodoro! Y después venías a darme besos.
• — ¡Ay Beto! ¿Qué estuviste haciendo? —pensaba que solo tomaste agua pero no era cierto.
Consigna 1
Escribir en segunda persona una especie de
confesión que le hacen a la mascota de
ustedes, diciéndole que la van a abandonar
(no hace falta que sea la mascota de la vida
real de ustedes).
Ejemplos genéricos:
• Deben apelar a la manera de transmitirlo, aunque el
abandono parezca no tener un sentido lógico, debe tener un
sentido emocional, que puede o no contradecirse. Para que
exista una argumentación, o bien; un contraste en la historia,
primero debemos describir correctamente las diversas
posturas.
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