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La vida puede ser un gran aullido que te retumbe los oídos hasta dejarte completamente sordo,
así como pude ser tan efímera como el soplido de los labios de un niño de cinco años para soplar
las velas de su cumpleaños, la relatividad suele ser abrumante cuando no sabes de que punto de
vista observar las cosas. ¿Ahora que pensarías si te dijera que tengo tres maneras de ver las
cosas?
No me creerías…
Al principio saber que no tenía una identidad se me hacía complicado ¿Que me gustaba? ¿Que se
supone que era lo políticamente correcto? No era totalmente un chico, no era totalmente una
chica, mi cuerpo estaba mal formado y no tomó una decisión en cuanto a un sexo definido, si la
naturaleza misma no pudo escogerme quien ser ¿Se supone que debía de hacerlo yo? Que no
sabía el motivo de mi nacimiento ni por qué debería de estar aquí… entonces decidí no ser nada
y ser algo nuevo, algo distinto y fuera de lo convencional, básicamente ya lo era, solo estaba
agregándole un valor al desastre que era.
Entonces sería un slime, podrán moldearme de la forma en la que quieran, podré ser lo que yo
quiera… pero siempre sin una forma predeterminada, porque así tenía que ser.
Boing, uno.
Mi vida ha estado a un pinchazo de terminarse, a un golpe, a un movimiento, a un aliento, debido
a una persona… han sido muchos los factores; incluso yo mismo he estado a punto de terminar
con ella… al menos una parte de mí.
Pero siempre hubo alguien… que estuvo ahí para impedirlo, por buenas o malas razones. Mis
experiencias de vida se resumen a ser un objeto, a no tener voz y voto de lo que pase con mis
emociones o mi cuerpo, siempre fui un producto… un simple número de serie ¿Algo de eso
podría cambiar? Yo pensé que no… hasta que llegó aquella luz de pelo rosa cuando intenté de
acabar con mi vida aquella primera vez… era un niño, solo tenía ocho años y ya había sufrido
tanto, pero ella cambió mi punto de vista.
Ding~ dos.
Pensaba de dos formas distintas al momento de encontrarla, en ese momento se fragmentó… ella
sacó esa parte de mí que solo quería protegerla y escucharla decirme “papi”, quería cantarle
todas las canciones que expresen amor, escribirle poemas que le saquen una sonrisa y ser el
único hombre o mujer para sus ojos… desde allí supe que había algo diferente en mi cerebro
cuando estaba con ella y los recuerdos eran distorsionados…
“Experimento exitoso, el sujeto tiene cambios en los hemisferios de su cerebro.”
Nunca olvidaré su expresión al saber que debía se alejarse de mí, sus ojos llorosos y su cálido
abrazo con la promesa de que algún día su papi estará de nuevo entre sus brazos… creo que así
se siente el amor y un corazón totalmente quebrado al mismo tiempo… ¿Por qué cuando
dejamos ir algo es que nos damos cuenta de lo que realmente vale? Al menos creo que en esos
años ella se sintió valorada por mí, nunca la hice llorar, nunca la hice sentir insuficiente… nunca
dudé de ella, aunque sabría que en algunas cosas no podría siempre la apoyé, no sé si fui el mejor
padre… pero la amé por sobre todas las cosas, tanto que sacó mi parte más pasional y artística.
Supongo que si alguien bueno llega a tu vida… solo traerá cosas buenas.
¿Como habrá sido su adolescencia? ¿Habrá conocido a algún chico? ¿A alguna chica? ¿Le
rompieron el corazón? Aunque esta última interrogante la pongo muy en duda… más bien creo
que ella rompió el corazón de alguien. Me duele pensar en que ella pasó por momentos duros y
no estuve ahí para ella.
Pero yo estaba viviendo en un círculo vicioso en el que mi mente jugaba conmigo una y otra vez.
Luego de eso volví a lo mismo, a recaer de nuevo en mis crisis ahora en una doble dosis, así que
un día lo intenté de nuevo… ponerle fin al sufrimiento de una vez por todas hasta que… apareció
él.
Pum, tres.
Sabía que guardaba un gran odio y rencor en mi corazón… por todo el daño que me habían
hecho y por todo lo que pasé, aún peor porque gracias a eso había perdido a la única persona que
me hizo feliz… pero él, el intensificó todo aquello.
Es sorprendente como llega alguien y te hace ver que no eres como tú mismo pensabas, que no
soportabas algunas cosas y ahora con esa persona las soportas sin siquiera darte cuenta, que eres
de una manera, pero a sus ojos eres de una forma completamente distinta y aun sabiendo eso para
ti esta “simplemente bien” escudándolo y justificándolo detrás de la palabra “amor.”
Una palabra, cuatro sílabas, dos consonantes… que no valen ni significa absolutamente nada.
Pero yo creía que sí.
Él se disfrazó en esa sonrisa amistosa y me apuñalo con su filosofía que, según él, era la más
certera y la más sincera… que nadie me vería de la forma en la que él me ve… que solo era la
esquina en el rompecabezas, solo podía quedarme en un sólo lugar porque si no, no encajaría
nunca con nadie más.
Que mi dolor estaba bien, que mi rencor era justificable, que el daño que provoque esta correcto
ante sus ojos… pero sólo estaría bien antes los de él, solo él, nadie más.
¿Celos? ¿Posesividad? ¿Obsesión?
Todas correctas y ninguna de las anteriores.
Solo quería destruirme, hacer mi personalidad y mis emociones añicos… fragmentarme una vez
más y esta vez de la forma más oscura posible… y yo lo justificaba por amor.
Las personas negativas disfrazadas de positivas… en algún momento te hacen caer en el abismo
y solo te das cuenta cuando sientes el frío golpe de la realidad.
Él no estaba bien mentalmente, ahora me doy cuenta de ello, nunca me gustaron sus cadenas,
nunca me gustó su cercanía, nunca me gustaron sus palabras, nunca me gustó su manera de
verme a la cara, nunca me gustaron sus pensamientos sobre mí, nunca me gustaron sus celos,
nunca me gustó su forma de resolver los problemas… pero mi odio hacia los demás era tan
inmenso, que caí en la redundancia de la costumbre y en la rutina del amor con él.
Pero estaba sumamente cegado y equivocado al respecto.
Solo me acostumbré a él… a sus malos tratos disfrazados de buenos y a su peculiar manera de
besar, de “reconfortarme” y de “aceptarme” como verdaderamente era… supongo que en ese
momento era lo que merecía porque yo mismo me lo propuse de esa manera.
Pero sinceramente nunca sabrás que mereces más si no sales de la costumbre de lo mínimo que
te da alguien más.
Depender de alguien mentalmente desequilibrado solo traerá consecuencias severas, como, por
ejemplo, fragmentar definitivamente tu mente una tercera vez llena de odio.
¿Pero cómo percatarte de las señales cuando estás ciego de “amor”? Era jodidamente imposible.
Mi odio solo crecía y crecía cada vez que escuchaba el tono de su voz y tocaba mi cuerpo, cada
vez que decía “Te amo como nadie nunca te amará jamás por lo asqueroso que eres.” A él le
gustaba lo roto, lo perdido, lo fácil de moldear, quien pudiera soportarlo, que cada vez que se
enojase sin razón aparente escuche un “perdón” no merecido, alguien que justifique sus razones
y apoye sus defectos y… me encontró a mí, justamente un juguete destructible para su diversión
personal.
¿Él se habrá divertido rompiendo mi corazón?
Nunca tuve a alguien que lo viera por mí y me advirtiera, aunque agradezco eso, es una cosa
menos de las que arrepentirme porque… sinceramente hubiese hecho caso omiso a las
advertencias ¿Para qué? Si solo bastaba un momento juntos, un par de palabras bonitas y un “Te
amo” para tenerme rendido a sus pies de nuevo.
Aunque por dentro de mí solo le gritaba que lo odiaba y que quería matarlo.
La única persona que pudo separarme de él fue él mismo… justamente cuando ya estaba al borde
del quebranto y no sabía quién era yo mismo.
Supongo que simplemente se cansó de usarme y fue a buscar otro objeto quebrado para terminar
de romperlo. Cuando me dejó sentí que mi mundo no tenía ninguna razón de ser, que no
encajaría con nadie, que nadie iba ser capaz de amarme ya que nadie me miraría con los ojos que
el me miraba… estaba perdido y por eso comencé a odiarlo más de lo que me odiaba a mí
mismo… pensé que eso nunca sería capaz de suceder.
“No le des tus pensamientos a alguien que no te merece cuando podrías ser feliz con alguien
más.”
He ahí como a raíz de una relación tóxica y sin rumbo o sentido comencé a ver lo ilegal como mi
nuevo destino ¿Que más daba? Era una basura, algo utilizable y desechable, algo moldeable que
solo servía para soportar, ser uno más de lo que descargan su odio en lo mal hecho.
Pero tenía que hacerlo con algo más débil que yo… algo que no pueda defenderse, que yo pueda
hacerle justamente lo que me hicieron a mí cuando era indefenso, romperlo y quebrarlo como lo
hicieron conmigo, porque estaba justificado, porque esa era mi razón y era sumamente válida y
quien no lo entendiese podía irse a la mierda… si… eso haría.
Mi hija se había ido, mi pareja me rompió el corazón ¿Que más tenía?
Entonces tomé lo único que podía romper y destruir… a los bebes. No me siento orgulloso del
negocio que tengo, pero es lo que hay. Quizás ahora lo hago con bebes estrictamente enfermos,
pero no puedo parar porque es la única manera de alimentar mi odio interminable.
Yo no merecía recibir amor nunca más en mi vida… hasta que llegó él.
¿La cura al 90% de mis males? Parece como si un extraño ángel vino a hablarme con una dulce
voz y endulzarme la vida.
Si hoy me dijeran que sería la persona que ha llenado mi corazón de amor, deseo y pasión me
hubiese reído a carcajadas ¿Alguien que conocí en una isla completamente ilegal iba a sanar mi
alma? Parece chiste.
Pero está siendo anécdota.
Camus no ha sido la luz que guía mi camino, sino la persona que camina a mi lado en las
tinieblas, haciéndome compañía y enseñándome que no está mal ser como soy… él ha sido todo
lo que un momento necesité y necesitaba conmigo… ha roto todas mis razones para odiarme…
aunque no para odiar al mundo por todo lo que viví.
Claro, al momento de sentir las punzadas en mi corazón al estar cerca de el y las mariposas en el
estomago que siempre me hacían querer vomitar; una conferencia entre mis “yo” se había
convocado dentro de mi conciencia y no era de extrañarse puesto que estaba sintiendo lo mismo
de antes, pero con un toque diferente y para mi eso solo significaba una sola cosa: problemas.
“Estábamos el poeta, la bolita de odio y yo sentados uno en frente del otro en un gran salón,
cada uno miraba de una forma distinta al otro ¿Por qué estaba aquí? No lo comprendía…
— Esto es inaudito… no podemos repetir el mismo error que con Leon… no sean idiotas, un
amor para nosotros es algo imposible y el no parece de fiar…— opino la bolita de odio sin
mirarnos a los ojos.
— Hummm a mi me parece una figura diferente, me gustan sus vibras y ah~ ¿Ya vieron como se
dirige a nosotros? Es tan caballeroso y lindo que me dan ganas de comérmelo…
— ¿De que hablan? — pregunte sin entender nada.
Y así fue como cada día gracias al amor de mi dulce Rey y mi bello príncipe pude cada día
ponerme más de acuerdo conmigo mismo y aceptarme como soy, cada día estaba más unido que
separado y poco a poco fui sanando… ahora soy una misma persona y se siente bien… ahora sé
quién soy.
Claro, sabía que mi bebe no iba a venir cien por ciento “normal”, era hermafrodita como yo, pero
de una manera más leve, solo había nacido con un pequeño útero dentro de él, pero sin vagina,
pero ese útero iba a aportarle hormonas femeninas a su cuerpo en cantidades leves y eso iba a
hacer que su apariencia sea andrógina, iba a predominar la masculinidad en él, pero con un
“toque femenino”. Camus y yo habíamos hablado sobre operarlo y que quede 100% hombre,
pero él pensó que esa decisión debía de tomarla cuando creciera porque ¿Y si realmente por
dentro era una chica? ¿O si le gustaría su apariencia? ¿Y si era género fluido? Él quería que su
bebe escogiese quien quería ser por sí mismo y yo… me sentí sumamente orgulloso y feliz al
escucharlo… si tan solo mis padres hubiesen opinado lo mismo sobre mí…
Cuando lo cargué entre mis brazos me sentí tan grande, será uno de los momentos más felices de
mi vida luego de haber conocido a Camus.
Nuestra casa estaba ubicada en la misma isla, no pensaba mucho en el futuro o en como
terminaría siendo la crianza de mi hijo puesto que no está en el mejor ambiente del mundo,
pero… está en un hogar con dos personas que lo aman incondicionalmente y que lo darían todo
por él.
El niño cumplió su primer mes y cada día se parecía más a Camus… era como una pequeña
versión de él, pero era un bebe bastante llorón y sensible, muchas noches no nos dejó dormir por
el llanto. Tuve que irme a América por negocios y con el dolor de mi corazón los dejé solo por
unas semanas, pero estarían bien, el niño se entretiene mucho con Alexander, aunque a mí me
intimida un poco.
Nunca pensé que tendría todo esto… una hermosa familia y un hombre que verdaderamente me
ha demostrado su amor, saber quién soy, saber que quiero y por fin estar bien conmigo mismo…
era un sueño bastante lejano que ni siquiera me atrevería a soñar.
Eider Alekey crecía bastante rápido, en un abrir y cerrar de ojo cumplió sus cinco meses y cada
mes Camus y yo encendemos unas velas y las apagamos por el como un símbolo de celebración,
sus ojos eran azules al inicio, pero ahora han cambiado a amarillos como los míos… es un niño
realmente hermoso y delicado.
A sus seis meses nos llegó una noticia que me dejó estupefacto y fue el que mi hija haya
aparecido… Camus lo logró, él había mencionado que la publicaría y lo hizo… la encontró…
estuve muy nervioso al momento de reencontrarme con ella, eran tantos sentimientos que no me
cabían en el pecho. Pasó una tarde, fuimos a verla a su país de origen que es Japón, lo tomamos
como un pequeño viaje familiar e incluso trajimos a Eider y a Alexander con nosotros, fuimos a
un parque en donde ella misma nos citó y cuando la vi de lejos no pude evitar correr hacía ella
para tenerla nuevamente entre mis brazos…
Era de mí misma estatura y aún tenía ese dulce olor a miel impregnado en su piel.
Me contó que había tenido una buena vida luego de haber escapado, llegó en barco hasta aquí y
fue directo a un orfanato en donde eventualmente la adoptaron, una mujer y su esposo pero que
ella había repetido varias veces que tenía ya un padre… mi corazón se calentó y lloró al escuchar
cada una de sus palabras.
Se sorprendió al saber que tenía un hermanito y un “padrastro” pero se puso realmente feliz y
una reluciente sonrisa nunca abandonó su rostro al ver a su hermano, cuando lo sostuvo entre sus
brazos se puso a llorar, ella realmente lloro… nunca la había visto llorar de esa forma antes. Ella
y Camus se llevaron bien y nos invitó a conocer su hogar, vivía con su pareja muy cerca de
dónde estábamos y al escuchar eso me puse totalmente celoso… creo que nunca la dejaría de ver
como aquella niña de cuatro años a la que tenía que cargar para bajar las escaleras.
Pasamos unos lindos días juntos en familia, pero pronto tuvimos que marcharnos, me puso muy
triste tener que alejarme de ella de nuevo, pero entendí que tenía una vida y sus palabras fueron
“Vayas donde vayas seguirás siendo siempre mi padre, tonto.”
Mi negocio se había expandido a América del Norte y del sur, estaba creciendo a gran escala y
en cierta parte me sentía orgulloso de él, no podía dejarlo por más que me replanteara que era lo
mejor para mí y para mi hijo… no puedo.
Eider iba a comprenderlo, es un chico bastante inteligente, aunque este tan pequeño.
Su primera palabra fue “papá”, el cual no me molestaba ya que yo en cierta parte era su padre
también… pero me hubiese gustado que dijera mamá primero, aunque un par de meses después
dijo mamá.
Hoy en día celebraremos el primer año del príncipe, su evolución ha sido satisfactoria gracias al
buen padre que tiene, no hubiese imaginado a nadie más como padre de mi hijo que no sea
Camus, es un hombre realmente entregado a darle amor y educación a su primogénito y yo estoy
orgulloso de él y de mi por haberlo logrado juntos.
El pequeño dio una vuelta en su lugar para mostrarme su traje azul, mientras que su cabeza era
adornada por una corona de princesa.
— Claro que sí, eres un lindo príncipe ¿Estas listo para soplar las velas?
El pequeño corrió de vuelta… es igual a su padre. Guardé los cuchillos que usaba para
despellejar bebes y fui a la mesa con mi familia, Camus ya había encendido la velas y Alekey
estaba sentado en sus piernas… ambos me miraron al mismo tiempo y yo les sonreí.
Dejé un beso en los labios de Camus y uno en la frente de mi hijo y me senté a un lado de ellos.
El niño se vio pensativo por unos segundos, luego apretó los ojos y apagó las velas susurrando:
“Que mamá, papá, Alexander y yo estemos juntos para siempre y que mi hermanita venga a
visitarme en mi próximo cumpleaños.”
Luego le pidió a Camus que bailen juntos… ¿No se supone que un hijo baile con su madre? Es
totalmente injusto. Pero amaba ver como se amaban entre ellos dos juntos.
Cuando cayó la noche fui a leerle un poema junto con Camus a su habitación, ambos le dimos un
beso en sus mejillas al mismo tiempo y se quedó dormido, Alexander dormía al lado para que no
se sintiera sólo.
Como quisiera que fueses un niño para siempre…
Ya en la habitación acostado junto a mi Rey, lo miré a los ojos; la luz de la luna reflejaba sus
orbes azules y estos brillaban más que nunca al mirarme… esa mirada que siempre me ha dado
desde el inicio nunca ha cambiado y sigue teniendo el mismo efecto en mí… siempre me sonrojo
cada vez que me mira así o toca mi mejilla con tanta calma, siempre acelera a mil y uno mi
corazón.
Yo toqué sus labios con mis manos y luego sus mejillas, retirando algunos mechones de pelo que
caían en su Perfecto rostro.
— Sabes… nunca te di las gracias por quedarte a mi lado y enseñarme el verdadero valor que
tengo, ahora pienso en el pasado y parece incluso la vida de alguien más y no la mía… es
curioso, aún tengo secuelas del duro camino de dolor que recorrí pero tú lo haces cada día más
leve y ahora solo parece un borrón en la inmensa y hermosa historia que tenemos, me diste un
amor diste un amor completamente distinto y real… uno del que no sabía que existía hasta que
me diste una probadita de él y ahora me tienes totalmente embriagado de ti. Si tuviera que pasar
por el mismo proceso de dolor para obtener este final contigo lo haría una y mil veces, me diste
la estabilidad que necesitaba… no somos perfectos pero a mis ojos lo eres independiente de lo
que hagamos, me diste al hijo más hermoso que alguien me pudo dar y la clave para que mi
mente se uniera de nuevo… has sido la llave que abrió totalmente la puerta de mi felicidad y me
quitó la falsa venda de amor que tenía en los ojos… es inevitable aún no sentir odio pero eso no
nos afecta y seguramente en algún momento lo voy a superar y todo es gracias a ti… yo en serio
te amo, te amé y te amaré hasta que el sol se extinga Camus… te amo.. te a…
Claro, no permitió que continúe porque ya sus labios estaban entre los míos diciéndome todo lo
que necesitaba en un beso sin necesidad de palabras, porque así eres tú, siempre
sorprendiéndome hasta donde mis sentidos y los tuyos exploten y nuestras almas encajen una y
otra vez sin parar.
“Al caer la noche, tu recuerdo se endurece y se vuelve mas fuerte… mas latente… y es cuando al
cerrar los ojos puedo verte, sentirte, sentirte mío… sólo mío, como si nunca hemos estados
separados desde que inició nuestras vidas. Al caer la noche puedo sentirte y vuelves a ser mío,
somos uno en un solo sitio, nos olvidamos de todos y sólo vivimos, el momento divino, de esa
locura, de poder amarnos sin razón y sin motivos.”