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Cuando el tigre probó a

su gato #2
→TAEKOOK
SINOPSIS

Jimin está prometido a Taehyung que es el alfa de los tigres.


Ya que tanto Jimin como Jungkook son cachorros del alfa de
los gatos montes.

Pero cuando descubren que Jimin en su primer celo queda


marcado por un lobo. Taehyung enojado exige
compensación por la humillación. Para mala suerte del gatito
menor, Jungkook, el tigre alfa lo reclama a él. Antes de que
alguien más se le adelante.

El alfa de la manada de Gatos Montés, entrega a su cachorro


al alfa de los Tigres, el moreno tiene un carácter fuerte, es
rudo y agresivo. Jungkook le teme a Taehyung debido a un
accidente.

¿La convivencia les ayudara a Taehyung y a Jungkook?


UNO
Jungkook tenía miedo, y eso era algo que no le avergonzaba en lo
más mínimo admitir, además, que otra cosa se podía hacer cuando
un enorme tigre te cargaba por el cuello todo el camino a tu casa.11
—¡Miaaaau!— lloriqueo el pequeño gatito montés tratando una vez
más de liberarse del agarre de las fauces de hierro. El corazoncito le
latía a mil, había suplicado, aruñado, llorado y nada parecía
conmover al enorme saco de pulgas que lo llevaba a quien sabe
dónde, porque para su total horror, desde hacía diez minutos estaba
seguro de que no iban a la casa de su padre.57
Aun a sabiendas de que era arriesgado, ya que no podía calcular cual
sería la reacción del tigre al verlo regresar a su horma humana, así
que cerró los ojos e invocando su forma humana. Para su total
horror, no ocurrió nada, absolutamente nada. Siguió siendo el
pequeño felino que era llevado por la piel del cuello por una enorme
bestia peluda con piel de rayas. Furioso consigo mismo Jungkook
guardo silencio. "Que mierda " pensó el gatito.17
El alfa Taehyung emitió un bajo gruñido que hizo que los otros tigres
dejaran de revolcarse con las hembras dispuestas que habían
encontrado en la manada de Gatos Monteses. Llamando a sus
naturalezas felinas, los centinelas que habían acompañado al alfa
cambiaron, iniciando una feroz carrera hasta los vehículos que
dejaron escondidos en los linderos del bosque.6
Cuando Taehyung llegó hasta la camioneta, ya dos de sus hombres
estaban terminando de ajustarse los pantalones. Dejando a su
pequeña presa sobre el suelo, le puso una pata encima para
asegurarse de que no huyera. Cambiando a su forma humana, en su
calidad de alfa, obligo al felino más joven a imitarlo.
—¡Déjame en paz!— grito Jungkook cuando era levantado en brazos
por Taehyung, él que sin ningún miramiento lo tiro al asiento de
atrás de la camioneta.
—¡Nos vamos a esperar al alfa de los Gatos a su casa!— anuncio
Taehyung a los centinelas que miraban toda la escena con bastante
curiosidad. Jungkook abrió la boca para decir algo, pero se lo pensó
mejor y decidió cerrarla,1
En lugar de ser Taehyung el que condujera, dejo a uno de los
centinelas hacerlo. Él prefería vigilar al gatito, ya que sabía por
experiencia propia que quitarle la vista de encima a uno de esos
malcriados era imprudente. Se sentó al lado del felino, que para ese
momento temblaba como una hoja, le gruño ordenes al conductor.
Jungkook se sentía como en una nube, en una muy siniestra. El tigre
parecía más un dios que un simple mortal, era guapo y tenía unos
hermosos ojos, pero lo miraban como si quisiera verlo hecho de
piedra.34
El rubio tenía miedo hasta de respirar, estaba seguro de que el
hombre alto esperaba la menor excusa para comérselo de un
bocado.33
El camino era ideal para salir en una camioneta doble tracción y
probar si era tan genial como decía la propaganda. La suspensión del
vehículo mantenía la comodidad de los pasajeros mientras
transitaban por lo que se había convertido en un sendero estrecho.
Esa era la trocha que acostumbraban tomar cuando se quería cortar
camino hasta la casa del alfa de los Gatos Monteses. Las luces de la
camioneta más la luz de la luna, que brillaba en todo su esplendor,
hacían más fácil la conducción a esas horas de la noche.4
Jungkook cubría su desnudez apretando la manta que no era más
que un corto trozo de tela con el que apenas lograba cubrir sus
torneadas y largas piernas, y la mitad de su dorso. Nunca le había
causado incomodidad estar desnudo, a pesar que aún no llegaba a
su primer celo como adulto, pero el estar tan cerca del alfa de los
tigres lo hacía sentir aún más pequeño e indefenso de lo que era. Tal
vez se llevara algo de ropa se sentiría menos expuesto.
Después de pasar por tantos baches que podrían rivalizar con los de
la luna, llegaron por la parte de atrás de la casa. Jungkook podía
reconocer bajo cualquier contexto la linda valla blanca que su madre
había hecho colocar para separar el huerto del bosque. Lástima que
la camioneta no dejo mucho de ella al aplastarla sin ningún
miramiento. Apenas detenerse la gran mano de Taehyung lo sostuvo
del brazo, halándolo fuera sin mediar palabras. A como pudo
Jungkook sostuvo la manta alrededor de su cintura.12
No tenía la menor idea de por qué ese tigre loco, que se suponía era
el pretendiente de su hermano, lo trataba como si fuera una molesta
bolsa de basura.
Dentro de la casa todo era silencio, no era ningún secreto que para
esa hora de la noche todos estaban retozando en el bosque con sus
parejas, ya que la diosa luna así lo exigía. Después de la feroz carrera
y de los coqueteos de rigor, cada quien iba a por lo suyo.2
Taehyung no estaba de humor para formalidades, dándole un fuerte
empujón a la puerta de entrada hizo que esta callera pesadamente
sobre el fino piso de madera. Lo habían estafado y alguien tendría
que pagar por ello. El trato había sido hecho, y pagado el precio,
ahora debía ser entregado al macho con olor a hembra para que
fuera su pareja, con el único propósito de afianzar su poder dentro
de la manada de los tigres.11
Jalando al pequeño cachorro que había chocado con él cuando
regresaba del territorio de los lobos, lo tiro en uno de los sofás de la
sala. Este molesto saco de pelos le diría donde encontrar al alfa de
los Gatos Monteses.
—¿Estás loco?— se atrevió a gritar Jungkook, justo antes de invocar a
su gato. Estaba por escabullirse hacía las escaleras cuando la pesada
mano de Taehyung lo halo de la piel del cuello, levantándolo en vilo.
El gatito trato de aruñar vanamente, ya que su captor lo sostenía con
tanta fuerza que evitaba cualquier movimiento.
—¡Cálmate, mierda!— ordenó Taehyung que ya para entonces
comenzaba a perder la paciencia. La luz de la luna entraba por el
ventanal, dándole a la sala una apariencia fantasmagórica.
Jungkook estaba seguro de que allí exhalaría su último aliento.14
En un descuido del tigre, ya que se escuchaba ruido en el patio, el
joven gatito tomo ventaja, dándole una buena mordida que le saco
sangre. La reacción de moreno más alto no se hizo esperar. Arrojo al
pequeño bastardo, tirándolo contra la pared.24
Jungkook escuchó el ruido que hacen los huesos al quebrarse.
Cerrando los ojos, el flexible cuerpo felino se dejó caer sobre la
alfombra donde tantas veces jugaba con sus hermanos mayores.
Siempre había soñado con conocer el mundo más allá del bosque de
los gatos, ahora sabía que eso sería algo que jamás lograría.

DOS
Jungkook estaba acostado, como se había convertido en su rutina
de vida desde hacía unas semanas. El medico de los gatos había
venido nuevamente a visitarlo. Las noticias eran las mismas que
había dado al dar su diagnóstico inicial, sus huesos sanaban muy
lentamente debido a que el "accidente", como insistían en llamar a
lo sucedido, había ocurrido cuando estaba en la transición entre
gato a hombre. Después de mucho dolor, había logrado llegar a su
forma humana nuevamente, pero de allí a poder levantarse de la
cama, había mucho trecho por recorrer.30
Sus hermanos lo visitaban de vez en cuando, su madre Hyun-ah
llegaba y le ayudaba a bañarse, luego peinaba su rubio cabello, le
daba un beso en la frente y salía de allí tan rápido como podía.
Suran, su hermana mayor, estaba demasiado ocupada con el asunto
de Jimin y su fuga con el lobo, como para visitar a su desvalido
hermanito menor. Esa era otra de las cosas que más dolía a
Jungkook, aunque él era el menor de los cachorros, Jimin siempre
fue el consentido. Era normal que lo olvidaran muchas veces sus
padres cuando lloraba en su cuna.96
Con una sonrisa amarga limpió una lágrima solitaria que rodaba por
su mejilla, no quería que si alguien entraba lo encontrara con la
guardia baja. Él tenía una reputación que mantener, él era el
bromista de la familia, la espina en el trasero de todos los
amargados. Jamás nadie sabría cuánto le dolía el eterno abandono
de su los que amaba.60
Suspirando cansado comenzó a sentir el efecto relajante de la
medicación que el médico le acaba de administrar.
Supuestamente eso le ayudaría a calmar el dolor crónico de su
espalda. Dándose por vencido cerró los ojos, a veces dormir era una
buena idea, especialmente cuando tu vida apesta.14
Unos fuertes gritos que venían desde el primer piso hicieron
despertar a Jungkook. Su corazón comenzó a latir tan fuerte que
pensó que se le saldría del pecho al reconocer una de las voces, era
Taehyung, el alfa de los tigres. El temor de que viniera a terminar lo
que había comenzado durante la anterior luna llena lo embargo
como si de una capa oscura se tratara.
Casi le parecía ver al imponente dios moreno entrar por la puerta de
su habitación, todo para tomarlo del cuello rompiéndolo con sus
grandes manos. No era ningún secreto que Jungkook le tenía miedo,
mucho miedo, y por muy buenas razones.
Apretando la gruesa manta de algodón contra su pecho, quiso
levantarse de la cama, mala suerte que el fuerte dolor en su baja
espalda le recordara la razón de por qué estaba en la maldita cama.
Sintiéndose indefenso comenzó a hiperventilar.
—¡Su maldito hijo esta emparejado!— escuchó el grito de Taehyung
—Según el alfa Hoseok el chico esta embarazado.8
—Simples palabra, son solo eso simples palabras— se defendió el
alfa de los gatos monteses —Mi hijo no se emparejaría con un
maldito lobo.27
—Entonces te recuerdo cual fue el fallo del Consejo— la voz helada
de Taehyung asusto más a Jungkook que los primeros gritos —Es
hora de que me pagues según lo acordado y temo que no tienes con
qué hacerlo.5
Jungkook con mucho esfuerzo logró controlar su respiración,
poniendo las manos sobre su pecho trato de calmar el latido
desbocado de su corazón. Agudizando los oídos, trato de no perder
detalle de la conversación. Una suerte que los dos alfas no tuvieran
problemas en gritarse mutuamente.
—Conozco los que dice el maldito contrato— la voz de Hyo Jong
tembló de modo casi imperceptible.
—Las cosas están bastantes claras, a mi modo de ver— hablo fuerte
Taehyung, haciendo que su voz retumbara por toda la casa —Si no
hay pareja, entonces me regresas las tierras que te cedi y el dinero
que se giró a tu cuenta personal.5
Un incómodo silencio invadió la casa, ahora más que nunca
Jungkook hubiera querido levantarse de su prisión de mantas para ir
a curiosear que ocurría en la planta baja. Al parecer la conversación
se dio por terminada, ya que el fuerte golpe de la puerta contra el
marco fue lo último que se escuchó de parte de los alfas. Dejando
salir el aire lentamente Jungkook relajo la espalda contra el colchón
de la cama, la punzaba de dolor le dijo que había abusado de sus
posibilidades el tratar de levantarse por sí mismo.

"Tienes suerte, Jimin", pensó Jungkook al recordar a su hermano,


según había podido entender de los retazos de información que
llegaban hasta su habitación, este se había fugado con un lobo, que
había resultado ser su pareja de vida. No es que sintiera envidia mal
sana, era más bien anhelo, le hubiera gustado tener la oportunidad
de correr en su primera noche de luna. En seis meses más sería
mayor de edad y esa posibilidad no existía en su futuro próximo.
"¿Quién querría cargar con un gatito enfermo?, reflexiono en silencio
tragándose las lágrimas que amenazaban con salir.

119

❆❆❆❆

Taehyung estaba furioso, ese maldito alfa se creía muy listo, le había
puesto mil excusas para evitar pagar su deuda, desde que tenían que
esperar la resolución del Consejo Cambia-formas hasta que había
que probar que la luna no era de queso. Estaba decidido a que esa
sería la última conversación civilizada que tendría con esa lastimosa
bola de pelos. Primero pondría la queja ante el Consejo y luego iría
por el pellejo de Hyo Jong.6
—¿Problemas, jefe?— se atrevió a preguntar uno de los centinelas al
ver como su alfa casi despegaba la puerta de la camioneta al
azotarla por cerrarla.1
—Yo no los tengo— hablo Taehyung mientras comenzaba a conducir
por el maltrecho camino —Pero no puedo decir lo mismo de esa
mierda que se hace llamar gato.
Los cuatro tigres que acompañaban a su alfa decidieron quedarse
calladitos el resto del viaje. Taehyung en su forma de hombre era
alto, cuerpo definido fibra y músculo, de actitud agresiva cuando es
provocado y unos grandes ojos verdes que parecían fríos como el
hielo y que anunciaban la muerte próxima del siguiente idiota que se
atrevía a respirarle demasiado cerca. Era un hijo de puta cuando lo
cabreaban lo suficiente.34
El viaje fue bastante largo, en todo el trayecto Taehyung planeó cuál
sería su estrategia al hablar con el Consejo. Él había pagado por una
pareja, y eso debía ser lo que recibiría, en ese momento dicha
entrega era imposible. La única solución honrosa sería el regreso de
la dote pagada por el cachorro con olor a hembra.24
Al llegar al aeropuerto un helicóptero lo esperaba con el motor
encendido, las aspas giraban listas para levantar el pesado aparato
del suelo. La manada de los tigres había sido bien administrada por
los últimos cinco alfas, hasta el punto de ser una de las más
prosperas. Su influencia no solo era cuestión de territorio, sino
también tenía inversiones en varios consorcios que tenían una
excelente circulación de capital.6
Dentro del helicóptero lo esperaba Seokjin, un cambia-formas zorro
que era el abogado de confianza de Taehyung. Cuando entro apenas
si este levanto la cabeza para saludar, ya que estaba concentrado en
unos papeles que tenía sobre el regazo. El cabello castaño le caía
sobre los ojos, impidiéndole ver a Taehyung cuál era el estado de
ánimo de su amigo.58
—¿Algún problema?— se atrevió a preguntar cuando ya el
helicóptero tomaba altura.
—Al parecer— le dedico un guiño a su jefe —El que tiene el problema
eres tú— ahora Taehyung estaba listo para escuchar las buenas
noticias.
—Deja de regocijarte con esto y di "te lo dije", sé que te mueres por
hacerlo.
El castaño le dedico una mirada evaluativa a su jefe y mejor amigo,
bajo toda esa fachada de tipo duro sabía que era un buen hombre,
por mucho que tratara de disimularlo. Tomando aire se preparó para
darle la patada en el culo al pobre tigre que esperaba el golpe de
gracia.
—El idiota que te hizo esta documentación no tenía idea de lo que
era un contrato de emparejamiento.
—¿Qué dices?— Taehyung se veía impactado, que de no ser por la
gravedad de la situación, Seokjin se hubiera reído.
—Así es amigo, en estos documentos se habla de una pareja que
debe ser entregada, pero no específica quién es el afortunado, solo
se dice que es uno de los hijos menores del alfa Hyo Jong. ¡Ah!... Dice
que es un macho... ¡Bonito problema tienes!5
—¿Pero cómo?— rugió Taehyung, arrebatándole los documentos de
las manos a Seokjin, como si pudiera entender una mierda de toda
esa palabrería jurídica.
Después de releer las dos hojas y verificar su firma en esos
documentos, los tiro a un lado.2
—¿Y... ahora?— pregunto el alfa de los tigres pasándose la mano por
el rostro —Sabes que mi amado tío aprovechara este fallo.12
Seokjin se recostó en el asiento, tratando de relajar el cuello lo
masajeo con su mano abierta. Ambos hombres eran tan distintos
como el día de la noche. El abogado vestía de traje hecho a la
medida, cabello castaño perfectamente bien arreglado, sus ojos
cafés eran dos chipas vivaces. Su jefe, por el contrario, bien podía
confundirse con un guerrero más que con un hombre de negocios. El
cabello achocolatado alborotado, su cuerpo firme y definido era más
propio para manejar las armas que una computadora portátil.11
—Estoy seguro que tu bajaras las ínfulas a tu querido tío— se burlo el
abogado —Ese lo que está necesitando es que alguien le saque el
palo que tiene enterrado en el culo. En lugar de un tigre, más parece
un viejo búho.
Ambos hombres rieron, la verdad era que tenían problemas serios
encima. Su credibilidad ante la manada estaría en entredicho, eso si
no encontraban una manera honrosa de salir del problema en el que
estaba.2
—Por ahora debemos ver qué respuesta nos da el Consejo—
levantando la mirada, una sonrisa maliciosa se formó en los labios
de Seokjin —Espera un momento... ¿Mencionaste algo de un
cachorro de gato montés?... Uno que se atrevió a morderte...
—¿Qué tiene que ver ese pequeño bastardo con todo esto?— se
encogió de hombros Taehyung. No le veía la lógica a esa idea que se
atravesaba en la conversación.12
—Creo que debes exigirle un cachorro al alfa, nadie tiene que saber
que era a Jimin a quién habías elegido— Taehyung recostó la
espalda al asiento, desviando la vista hacia la ventana, observó en
paisaje verde que se extendía como una manta bajo el helicóptero.
—Si no queda de otra, quiero que me entreguen a ese pequeño
cachorro, es una fiera y luchador. Al menos sé que todavía es virgen,
ya que todavía no llega a su primera luna llena... No tendré la
sorpresa de que también este emparejado.
—Entonces habrá que pedirlo en un mes antes de que llegue a su
primera luna— estuvo de acuerdo Seokjin —Tomando en cuenta lo
que pasó con Jimin, el alfa tendrá que ceder. Con suerte ni siquiera
tendremos que apelar al Consejo.
—Eso sería lo ideal— bufo Taehyung, odiaba ser tomado por tonto y
peor tener que hacerlo público.
El helicóptero aterrizo suavemente sobre la pista colocada a un lado
del territorio de los tigres, el que más parecía un fuerte. Allí
Taehyung convivía con su manada. Cuando su padre había muerto,
extrañamente a su hermano menor Minki junto con su pareja, le
había ocurrido un "accidente", en el que murieron, dejando las cosas
entre su amado tío y Taehyung. Por suerte su padre se había tomado
el tiempo para convertir a su hijo mayor en todo un hijo de puta
capaz de poner de rodillas a su cariñoso tío o a cualquiera que se
atreviera a retarlo.15
Apenas pusieron un pie sobre el pavimento, Taehyung y Seokjin, se
vieron rodeados por sus guardias fuertemente armados.
—Tuvimos visitantes indeseables— explico la mano derecha de
Taehyung, el Beta Namjoon, con una mirada furibunda que dejaba a
las claras que su día no había sido precisamente lindo.32
—Mi tío— fue la respuesta obvia de Taehyung, ese maldito era una
piedra en su zapato desde que tomo su lugar como alfa —¿Qué
quería ahora?— pregunto, mientras el grupo caminaba hasta llegar a
uno de los edificios cercanos, una construcción cuadrada de
hormigón y grandes ventanas de cristal reforzado.
—Al parecer tenía la idea de que se haría cargo de las cosas mientras
estabas ausente— se encogió de hombros el Beta —No lo dejamos
pasar de la entrada.
—Bien— reconoció Taehyung mientras ya su cerebro comenzaba a
pensar en hacerle una amistosa visita a su tío —No quiero a ese
imbécil dentro de este lugar.
—Se lo hicimos saber— sonrió de manera bastante maliciosa
Namjoon —El tipo despotrico de un modo bastante infantil.
—Ese es mi tío— bufo Taehyung.
Dentro del edificio lo esperaban tres de los cinco ancianos de la
manda, hombres altos y de espaldas anchas que aún no lograba
doblar los años.1
—Alfa— saludo el mayor de los tres hombres —Necesitamos hablar
con usted.
Taehyung observo a los tres hombres, sus semblantes serios y sus
ojos severos esperaban una respuesta del joven alfa. Sus ropas
conservadoras contrataban con los vehículos negros, las
motocicletas deportivas y los helicópteros estacionados en el
gigantesco hangar.
—Podrían haber esperado en la casa— observo el alfa. Estaba seguro
que entre Seokjin y los ancianos, iba a acabar poniéndole la cereza a
su maldito día de mierda.
—Es mejor que lo hablemos aquí— hablo uno de los hombres que
hasta ahora había guardado silencio —Tal vez en esa esquina—
señalo uno de los lugares más alejados del hangar.1
—Está bien— estuvo de acuerdo Taehyung, dejando a sus centinelas
junto a Seokjin. Caminando detrás de los ancianos llego hasta donde
supusieron estarían libres de oídos curioso —¿Por qué tanto
misterio?— fue la pregunta obvia.
Los ancianos se miraron entre ellos, los rasgos de los cambia-formas
tigres eran claros, altura, contextura de músculos marcados y
algunos tenían cabello rubio otros castaño claro o verdes. A pesar de
los siglos que ya llevaban encima, esos hombres parecían nerviosos
como gatos en una fiesta de mecedoras. El más joven de los tres, el
que en años humanos podría pasar por un hombre de 50 años,
suspiro pesadamente rompiendo el silencio.1
—Debes encontrar la manera de mejorar las cosas con tu tío— no
pudo disimular lo mucho que le disgustaba decir aquello —Él se ha
quejado con nosotros de qué lo tienes relegado del sitio que le
corresponde en la manada— Taehyung se cruzó de brazos, dejando
que sus músculos se marcaran bajo las mangas de la chaqueta.
—¿Y ustedes quieren que yo le bese el culo a esa hiena rastrera?— los
tres hombres le dedicaron una mirada comprensiva al que para ellos
era todavía un muchacho.
—Si estamos aquí es para prevenirte— respondió el líder de los
ancianos —De cinco solo tres estamos hablando contigo. Has tus
cuentas— ahora le tocó el turno a Taehyung de bajarle un poco a su
temperamento. Dos de los ancianos estaban dispuestos a apadrinar
las quejas de su tío.1
—Entiendo— reconoció a regaña dientas —Ahora díganme que me
aconsejan que haga.
—Trae a tu pareja— hablo el viejo tigre —Resguarda a la cría que
engendraste el año pasado y a las de tu hermano. Toma todas las
medidas de precaución. Primero buscara matarte a ti, pero como ya
sabe por experiencia propia que eso es un tanto difícil, ira por tu
descendencia y por la pareja que el destino te dio.28
—Aun no me he emparejado— explicó Taehyung. El rumbo de la
conversación lo estaba comenzando a preocupar más de lo debido.
—Ya estás en edad de hacerlo— señalo Dong Jik, el segundo más
viejo —Si quieres afianzar tu lugar en la manada, debes hacerlo. Un
alfa sin cachorros y sin pareja no es digna de confianza. Nadie
defiende mejor su territorio que un tigre emparejado y que ya tiene
crías.
—Lo de las crías ya lo solucione— arrugo el ceño el Taehyung —Lo de
la pareja... es cosa de tiempo.56
—Pues que no te tome mucho tráelo aquí— insistió Yong Woo, el más
anciano de los cinco —Tu falta de pareja es algo en lo que él ha
estado insistiendo. Dice que solo eres un cachorro que busca
divertirse sin querer tomar enserio sus responsabilidades.
Un golpe fuerte de Taehyung arranco pedazos de concreto de la
pared e hizo que los centinelas y Seokjin volvieran a ver desde sus
lugares en la entrada del hangar.1
—He dedicado mi vida a la manada— hablo pausadamente midiendo
su ira —No ha habido un maldito minuto del día en que no me haya
dedicado al bien de todos. Es que no ven lo que hemos crecido en los
últimos 10 años como para que sigan jodiendome con las quejitas de
Soo Man.23
Yong Woo, Dong Jik y Jung Soo, ni se inmutaron ante la furia de su
alfa, un tigre no llega a su edad por ser cobarde, o idiota, sabían que
Taehyung tenía razón, pero eso no cambiaba el hecho de que cada
palabra que habían dicho, fuera cierta.
—Trae a tu pareja— resumió Jung Soo, el menor de los ancianos, era
un tanto más comprensivo que los otros —Busca a los cachorros y
tráelos. Toma todas las medidas de precaución y prepárate para
enfrentar a Soo Man, si es que quieres sacarte esa espina de la pata,
pero antes ten en cuenta, que esto traerá consecuencias para todos.
Taehyung apretó tan fuerte la mandíbula que le comenzaron a doler
los dientes, en silencio vio como los tres hombres se despedían de
sus centinelas y del abogado, para salir como si nada, por la puerta
del edificio.
Hasta que sintió como sus manos se humedecían, se dio cuenta de
que se había clavado las garras en las palmas.
—¿Malas noticias?— pregunto Seokjin al acercarse a su jefe.
—Busca arreglar este asunto con el alfa Hyo Jong— le dedico una
mirada gélida al abogado —Esta vez tú te encargaras de hacer ese
maldito contrato. Tráeme a esa bolita de pelos malcriada... Lo quiero
aquí antes de su primera luna, no vaya a ser que ande de puto como
su otro hermano y cuando yo llegue ya se haya emparejado.87
Seokjin podía ser un chico lindo, pero tenía alma de zorro, y como lo
era ese sigiloso animal, él era lo suficientemente listo como para
saber que era hora de mover el trasero sin hacer más preguntas de
las necesarias.15
—Dalo por hecho— respondió mientras se dirigía hasta el deportivo
negro que lo esperaba fielmente junto a la motocicleta de
Taehyung.4
Taehyung subió a su motocicleta, el corto viaje hasta el edificio que
tenía en el gran complejo que compartía con los centinelas de su
círculo de confianza, le ayudaría a despejar un poco la cabeza. La
tarde estaba fresca y el sol iluminaba desde un cielo despejado, en
unos minutos llego hasta el garaje donde guardaban los vehículos de
uso diario. Allí se encontró con dos enormes tigres que trotaban
hacia la salida que daba a las piscinas que ayudaban a los enormes
animales con su manía de refrescarse en el agua.
Sin detenerse en formalidades busco la entrada al elevador. Al tocar
el número tres más un código de 5 dígitos, en lugar se subir,
comenzó a bajar hasta el subsuelo donde se encontraban los
departamentos donde vivían los que conformaban el círculo interno
del alfa.1
Una vez en su hogar, dulce hogar. Que no era más que un enorme
departamento dividió en tres ambientes, el dormitorio separado del
resto por una pared blanca. El sitio estaba igual que cuando se había
mudado hace ya muchos años atrás, una cama grande en la
habitación, algunos muebles genéricos en la sala, la cocina que
nunca usaba y la mesa con las seis sillas donde jamás se había
sentado. La televisión y el equipo de sonido era lo único que había
añadido.
Cuando el padre de Taehyung lo había traído, separándolo de su
hermano menor, lo quiso preparar para tomar su lugar como el alfa.
Quien diría que traer a su hijo a vivir junto con los otros guerreros, y
manteniendo en secreto cuál era su relación, fuera lo que al final
terminara por salvarle la vida. Mientras su hermano, en un extraño
accidente murió junto con su pareja, Taehyung se mantuvo seguro
haciendo frente al duro entrenamiento de los otros machos que se
convertirían en centinelas.5

TRES
Jungkook se había despertado en medio de la noche, al principio
creyó que su sobresalto se debía al constante dolor en la espalda,
pero el dolor seguía siendo tan molestamente constante como
siempre. Masajeándose la frente, trato de recordar de qué iba el
sueño, sabía que no era algo bonito ya que un sudor frio le bañaba el
cuerpo bajo la pijama. El saber que no podría caminar hasta el baño
para refrescarse sin tener que despertar a alguno de sus hermanos o
a sus padres, le hizo sentirse aún más miserable de lo que ya se
sentía. Estaba seguro que si fuera Jimin el que estuviera en esa
situación, habría alguien durmiendo con él en la habitación para
asegurarse que estuviera cómodo.67
El médico le había dicho a Jungkook que los nervios de su espalda
tardarían en reconstituirse, que si hubiera sido humano de seguro
estaría muerto. En ese momento ya no sabía que sería peor. Cuando
su madre y el doctor pensaban que dormía, se habían puesto hablar
sin preocuparse del cachorro enfermo. Lo que el joven felino había
escuchado, lo hizo sentirse lleno de esperanzas, si lo sometían a
terapia, la rehabilitación de sus huesos y nervios sería más rápido,
podría caminar. De esa conversación hacia dos semanas y nadie
había mencionado el llevarlo a algún especialista en cambiar-
formas.39
Cerrando los ojos Jungkook trato de dormirse, después de más de
una hora de intentarlo, logro perderse en el mundo de los sueños. En
ellos un enorme tigre, tan grande como un automóvil pequeño
caminaba majestuoso entrando a su casa.2
Aún en el sueño, al pequeño felino le pareció extraño el hecho de que
aunque era pleno día, el enorme animal entro como amo y señor,
haciendo que su familia le diera paso.
El corazón de Jungkook comenzó a latir a toda prisa, el enorme
animal subía las escaleras que lo llevarían hasta la segunda planta,
donde estaban los dormitorios. En su sueño, sabía que era lo que
buscaba el tigre, lo buscaba a él.14
Un grito despertó a Jungkook, para darse cuenta que era él quien
había gritado. Bañado en sudor abrió los ojos escudriñando su
habitación a oscuras, casi le parecía ver al enorme animal
vigilándolo desde el marco. Cuando la puerta comenzó a abrirse,
sintió que el corazón se le iba a salir por la garganta, las formas
femeninas dibujadas por la luz que entraba por la ventana, le dieron
una pista de quién podría ser su visita nocturna.
—¿Qué haces aquí?— pregunto el pequeño gatito, apartándose unos
mechones rubios que se le habían pegado a la frente por la humedad
del sudor sobre su rostro.
La sonrisa tímida de la chica le dejo claro que ella no estaba muy
cómoda allí parada bajo el marco de la puerta ahora abierta.1
—¿Es que no puedo venir a ver a mi hermanito?— se encogió de
hombros la felina. La única respuesta de Jungkook fue sonreír
irónico, de que le serviría echarle en cara su abandono. Suran
entendió el silencio del rubio —Siento haberte dejado solo todos
estos días— se excusó la hermana mayor —Pero es que las cosas
están de cabeza por aquí.2
El joven cachorro observo a la felina, se notaba que su grito la había
despertado por que venía a su habitación en camisón y tenía el largo
cabello castaño peinado en una trenza.2
—No importa— se encogió de hombros Jungkook —Omma se ha
ocupada de mí... Solo tengo que llamarla cuando ocupo ir al baño,
me ayuda con mi aseo y me trae la comida a mis horas. Supongo que
el hecho de que me aburra no es culpa de nadie.8
Suran se sentó en la orilla de la cama, le dedico una larga mirada al
pequeño cuerpo del cachorro más joven de la manada. El chico
siempre había sido de contextura delicada, pero ahora era como una
brizna de hierba bajo el terrible sol de verano. Encendiendo la luz de
la lámpara junto a la cama pudo observar los ojos avellanados de su
hermanito menor, antes siempre alegres y juguetones, ahora
apagados con una sombra de gran tristeza.3

—Sé que te hemos tenido abandonado— se excusó Suran, siempre


había sido de la opinión que la verdad es la solución a todos los
problemas —Pero es que con lo de Jimin, el mundo se nos ha venido
encima— Jungkook trago el nudo que se le estaba formando en la
garganta, era de suponer que la fuga del preciado tesoro de la
familia causaría mucho malestar.2
—Sí, supongo que el que se fuera con ese lobo molesto mucho a
Appa y a Omma... bueno, y a ti también. Siempre lo viste como tú
bebe— Suran supo enfrentar lo que le tocaba del reproche, el chico
tenía razón, aunque no por las razones que él suponía.
—El problema no está en que se fugara, enserio. Lo que pasa es que
el tigre le había dado a Appa la dote necesaria para que apenas
estuviera en su segunda luna, fuera tomado como su pareja...2
—Y él se escapó— completo la idea Jungkook.
—Sí— estuvo de acuerdo Suran —Y lo peor es que el alfa de los tigres
vino a reclamarle a appa la devolución de lo que le dio.
—Pues, qué se lo devuelva— fue la respuesta obvia según el joven
gato.
—Yo pensaba lo mismo— suspiro la hermana mayor —Pero al
parecer ya se invirtió el dinero, además de que las tierras que se nos
cedieron era algo realmente necesario para la manada... Appa llego
al colmo de exigirle al Consejo de Cambiar-formas que Jimin fuera
devuelto a nosotros para entregarlo al tigre— una mueca de dolor se
dibujó en la joven carita del gatito montés al tratar de sentarse por sí
mismo, la espalda dolía demasiado —¿Te sientes muy mal?—
pregunto Suran acariciando la mejilla pálida de Jungkook —¿Quieres
que te de algo para el dolor?
El cachorro respiro profundo tratando de relajarse, según el doctor,
la tensión solo empeoraba su precaria situación, ya que los músculos
se contraían estrujando los nervios.1
—Estaré bien, en ocasiones duele más que otras. Ayúdame a recostar
la espalda en las almohadas, sería bueno cambiar de posición— con
cuidado Suran le ayudo a recostarse en una posición vertical, el
sudor y la palidez del rostro del chico le dijo a la felina que realmente
le estaba doliendo.
—¿Omma sabe que te duele tanto?— no pudo evitar preguntar.
Jungkook espero que lo peor pasara.
—Se lo dije un par de veces, pero siempre parece estar muy
ocupada— trato de excusar a la mujer. Suran se puso de pie en
silencio, se dirigió al baño, tomando una toalla la humedeció en el
lavabo.38
—Déjame refrescarte— con la tolla se sentó nuevamente junto a
Jungkook, y comenzó a pasarle la tela por el rostro y el cuello —Ay
hermanito— se lamentó —Con todo lo que ha pasado nadie se ha
acordado de que tú también sufres.19
El cachorro solo se encogió de hombros, eso ya no era noticia para
él. Siempre había sospechado que su padres solo querían tener
cachorros hasta Jimin. Él seguro había sido un accidente meses
después del nacimiento de Jimin, en la siguiente luna llena, un
accidente desafortunado con el que nadie sabía qué hacer.
Tragándose las lágrimas, sonrió sin que el gesto se reflejara en sus
ojos.53
—¡No importa!... No es como si con mimos me fuera a curar más
rápido.5
—Pero al menos sería más cómodo para ti— agrego Suran
sintiéndose bastante culpable —Ya verás que cuando se solucione
este asunto con la manada de los tigres Omma y Appa podrán
concentrarse en buscar una solución para tu situación.2
—Tengo sueño, Noona— quiso terminar con la conversación. Para
esas alturas poco le importaba si el mundo se acababa mañana, solo
quería quedarse solo nuevamente. Era incomodo que alguien te
recordara cuál era tu lugar en la lista de prioridades familiares.22
—Descansa— susurro Suran mientras le daba un beso en la frente a
su hermanito menor —Me quedare contigo hasta que te duermas.
Quizás por la presencia de alguien más en la habitación, o tal vez
porque realmente estaba cansado, el sueño no tardó en llegar,
llevando al gatito a un mundo sin tanto dolor.
Con sumo cuidado, Suran arropo al indefenso cachorro, todavía era
tan joven, era injusto que su primera luna la pasara en cama. El alma
felina sufriría al sentir los calores del celo y no poder salir a correr
bajo la luz de la dama plateada. De todos sus hermanos Jungkook,
siempre había sido el alma alegre, el simpático de la familia,
viéndolo así solo parecía un pequeño gatito abandonado a los pies
de una escalera. En ese momento se propuso dejar de pensar tanto
en Jimin, después de todo el chico ya tenía una pareja que se
ocuparía de él.24
Suran sentía el alma demasiado pesada como para poder dormir,
bajando la escalera llego hasta la primera planta, el reloj de la sala
marcaba las doce de la noche. Estaba por entrar a la cocina cuando
escucho ruido desde el estudio de su padre, lugar donde él y Hyun-
ah acostumbraban hablar cuando no querían que sus hijos
escucharan y metieran las narices.
Tomando forma felina, Suran camino sigilosa sobre sus cuatro patas
camino por el corredor. Al llegar frente a la puerta del estudio,
descubrió que esta no había sido cerrada del todo, de seguro
supusieron que a esas horas ninguno de sus hijos andaría
deambulando por allí. Con una sonrisa gatuna se arrastró dentro del
lugar, escondiéndose tras un sillón, espero a ver qué estaba
pasando.
—¡No!... ¡Tiene que ser una broma!—hablo entre dientes Hyun-ah —
Es solo un cachorrito— dejándose caer en una silla que estaba frente
al escritorio de caoba sintió todo el peso de sus años —Tienes que
negarte... tienes que hacerlo.6
Hyo Jong observo a su hermosa esposa, el cabello le cubría el rostro
al agachar la cabeza y ocultar su dolor con sus manos blancas, sabía
que lo que le pedía a su esposa era demasiado para cualquier madre.
—Sabes que al ser alfas de una manada debemos hacer todo lo
posible por el bienestar de los miembros— aclaro el hombre,
arrodillándose frente a la silla de su esposa, le acaricio el largo
cabello —La manada necesita esas tierras, hemos crecido demasiado
y este territorio no es suficiente para la carrera de luna llena, el
dinero que el alfa de los tigres nos dio lo usamos para acondicionar
la clínica... No hay otra solución.1
Para Suran, ver a su madre llorar como una niña mientras su padre
trataba de consolarla, era para traumatizar a cualquiera, ya que
Hyun-ah era una mujer fuerte, capaz de enfrentar cualquier cosa.8
—Pero es solo un niño—se puso de pie Hyun-ah, negándose a ser
consolada por su pareja —Ni siquiera ha pasado por su primera
luna... Además, está enfermo...— el imponente alfa de los gatos
monteses se levantó de donde estaba arrodillado, pasando las
manos por sus cabellos, trato de ordenar sus ideas.19
—Ya le he dado todas las largas al asunto que he podido... No hay
otra solución... Él quiere un cachorro virgen, no quiere arriesgarse a
que ocurra lo mismo que con Jimin, quiere asegurarse de que no
esté emparejado cuando él lo tome— Hyun-ah se dio vuelta y encaro
a su marido, sus ojos habían tomado una expresión feroz.
—Es contra la ley entregar a un cachorro que todavía no ha
madurado sexualmente.
—¡Exacto!— grito Hyo Jong golpeando con la mano abierta el
escritorio —Al igual que es ilegal no haber cumplido un contrato de
apareamiento... Si el alfa Taehyung pone una queja formal ante el
Consejo, nos harán pagar una multa de que no estoy seguro de
poder pagar.19
—Pues no sé cómo diablos le vas hacer, pero vas a resolver esto—
grito de la misma manera la hembra alfa —No vas a entregar a mi
pequeño gatito a ese salvaje, ese miserable fue el que lo lastimo...10
—Fue un accidente— aclaro por milésima vez Hyo Jong —Si agredes
a un alfa no puedes esperar nada menos que eso.39
—¡Es tu hijo!— le recordó la mujer, ahora su voz era baja y filosa
como una navaja —Ni si quiera puedo verlo a la cara, sin recordar el
triste destino al que quieres condenar a mi bebe... Ya permití que
humillaras a Jimin delante del Consejo porque pensé que tenías
razón. Al decir que ese maldito saco de pulgas lo había obligado y lo
del embarazo era falso, y no eran más que patrañas tuyas para
obligarlo a regresar, aún a sabiendas del daño que le harías...— el
alfa de los gatos monteses dio un paso al frente, acorralando a su
esposa contra el escritorio, envolviéndola entre sus brazos beso los
suaves mechones de cabello de la felina.23
—El nuevo contrato ya está firmado— la sostuvo con fuerza, tratando
de que su pareja no lo matara allí mismo —Mañana vendrá el alfa por
Kookie.70
Antes de ser descubierta, Suran huyo de la íntima escena entre sus
padre. Corriendo llego hasta el segundo piso, una vez allí tomo su
forma humana, abriendo la puerta de su habitación entro mientras
trataba de recuperar el control de sus respiración.
Miles de ideas surcaban su mente, ninguna alegre. Si al menos su
hermano estuviera en mejores condiciones, ella misma lo habría
convencido de escapar juntos, de esa manera al menos lograría
salvarlo de ese negro destino. Ese alfa se comería vivo a su
hermanito, tenía fama de ser cruel con cualquiera que no cumpliera
con sus expectativas, para nadie era un secreto la manera cruel
como trataba a su tío, el hombre que lo había cuidado gran parte de
su infancia.

32

❆❆❆❆

Jungkook aún dormía, o al menos lo intentaba, con sus ojos


cerrados se negaba a enfrentar el nuevo día. Durante toda la noche
sueños extraños lo habían asaltado, oscuridad y unos ojos cafés le
perseguían mientras él huía entre pasadizos interminables.
—Sé que estas despierto— la voz tersa de Suran, la mano suave
sobre su hombro, lo obligo a abrir los ojos —Necesitas desayunar. Me
he dado cuenta que no lo has estado haciendo mucho
últimamente— el joven felino trato de incorporarse, pero el dolor en
su espalda le recordó que aquello era una mala idea.
—Ayúdame a sentarme— pidió con voz temblorosa —Es incómodo
hablar contigo estando acostado.
Con el mayor cuidado que pudo, ayudo a Jungkook a incorporarse,
colocando algunos almohadones logro acomodarlo, ignorando la
transpiración que ahora cubría el rostro lívido del cachorro, trato de
asegurarse que en esa posición la espalda estuviera apoyada
mientras el chico podía estar en una posición más digna.
—¿Más cómodo así?— preguntó Suran dedicándole una sonrisa que
intento parecer animada. Como si alguien pudiera sentirse de algún
modo feliz después de saber el destino de su hermanito menor.
—En unos momentos el dolor pasara— jadeo Jungkook sin poderlo
evitar.
—Eres valiente, hermanito— acaricio con cuidado los cabellos rubios
de niño del cachorro. Jungkook le sonrió cansado.
—Quiero que me cortes un poco mi cabello— la petición dejó algo
descolocada a Suran.
—¿Para qué?... Siempre has tenido un hermoso cabello.
—Hoy es mi cumpleaños— fue la sencilla respuesta —En un mes será
mi primera luna como adulto y yo ya no quiero parecer un bebé... No
lo soy, ni nunca lo he sido... Creo que es hora de que lo acepte— si
una bomba hubiera caído en medio de la habitación, quizás Suran
habría podida reaccionar.12
—No digas eso— balbuceo la felina sin saber qué más podía decir.
—Sabes, el estar aquí sin nada que hacer, me ha dado tiempo para
pensar— la voz de Jungkook era suave, tranquila, como si estuviera
contando la historia de alguien más —Desde que tengo memoria he
sido el pequeño problema de la familia, el niño que no sabían con
quién dejar cuando la manada salía a correr— mirando a su
hermana, agrego —Jimin tenía tus brazos y yo nunca tuve nada.66
—Omma cuidaba de ti— se defendió Suran poniéndose de pie —Yo
me ocupaba de Jimin para que ella pudiera encargarse del nuevo
cachorro— la risa de Jungkook estaba llena de amargura mal
disimulada.1
—¿Te refieres a la omma que estaba demasiado ocupada siendo la
madre de una manada completa?
—Las cosas han sido difíciles para nosotros— se sentó nuevamente
en el lugar que había dejado, en la orilla de la cama junto a su
hermano —La última lucha entre manadas cobro muchas vidas...
Cuando Omma y Appa se emparejaron eran cenizas lo que quedaba
para dirigir.
—Se honesta conmigo— bajo la voz nuevamente —¿Qué está
pasando?— Suran, al ver la mirada asustada de su hermanito, supo
que de algún modo este presentía algo.
—¿Qué quieres que te diga?
—¿Por qué todos me miran como si fuera un condenado a muerte?—
fue la pregunta de quién estaba cansado de pasar por tonto —Jin
Young y Mark me evitan como si tuviera una enfermedad contagiosa,
Omma se niega a mirarme a los ojos, a Appa solo lo he visto cuando
el doctor viene a revisarme, apenas se me habla— Suran bajo la
mirada, de pronto sus manos se volvieron un asunto muy
interesante que valía la pena estudiar mientras estaban sobre su
regazo.4
—Creo que de todos modos te enterarás— suspiro la felina —Appa ya
te ha encontrado un pretendiente. Vendrá por ti antes de que pases
por tu primer celo.
—¿Qué?— ahora sí que su padre había perdido la cabeza —Estoy
postrado en una cama... Él lo sabe... Nadie puede aceptar una pareja
que no se sabe cuándo podrá... ya sabes... Además, mi primera luna
todavía no llega...— tantas preguntas y Suran no sabía que decir que
no fuera a matar del susto al cachorro.
—¿No vas a preguntar quién es tu prometido?— Jungkook se encogió
de hombros, mirando a través de la ventana suspiro.
—Qué importa quién será mi esposo, definitivamente ya no puedo
decir nada al respecto... No es como que pueda escapar por la
ventana.
—Cuando sepas vas a desear hacerlo, créeme— sonrió de una
manera enfermiza. Ahora sí que Suran se ganó la total atención del
chico.1
—No seas cruel conmigo, no estoy para bromitas tontas...
—¿Qué dirías si tu futura parejas fuera Jung Taehyung, el alfa de la
manada de tigres?— el aire dejo los pulmones de Jungkook, es más,
sintió como si su alma dejara el cuerpo para caer en picada
momentos después.22
—¡NO!... ¡Me estas jodiendo!— chillo el felino. El dolor de su baja
espalda no era nada en comparación con la impresión. Suran se
puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro de la pequeña
habitación.1
—Escuche a nuestros padres decirlo, al parecer esperaban su llegado
para hace días, pero al parecer pudieron retrasarlo.
—¿Mis otros hermanos lo saben?— fue la pregunta de rigor.
—Si— no había que otra cosa más que decir —Todos lo saben. Appa
nos informó de las "buenas nuevas" cuando estábamos cenando
anoche. Al parecer mis otros hermanos, al igual que yo, ya tenían
una idea de que era lo que se traían Omma y Appa.
—¡Genial!— se lamentó Jungkook sintiendo el peso de la noticia —
¿Cuándo pensaban decírmelo?... ¿Cuándo mi flamante prometido
me tuviera empacado en una caja?— Suran paro de inmediato su
deambular nervioso.2
—No digas eso Kookie— llevando su manos al corazón, trato de
poner buena cara —Hablare con nuestros padres, debe de haber una
manera.
—La única manera sería que Jimin viniera a cumplir el contrato— se
encogió de hombros Jungkook —Y eso no va a suceder. Lo único que
me pregunto es si el tigre sabe cuál es mi condición.1
—Debería, él la causo— los ojos de la chica fulguraron con ira mal
contenida —No es como que pueda quejarse.
Unos golpes en la puerta interrumpieron la charla que para ese
momento había bajado hasta el punto de ser un intercambio de
susurros. Hyo Jong entraba, tomando por sorpresa a ambos chicos,
ya que traía en sus manos el desayuno de Jungkook.
—Tengo que hablar con contigo, hijo— hablo el hombre dejando la
bandeja sobre la mesita de noche —Hija, te agradecería que nos
dejaras solos.
Suran quiso protestar, pero la mirada del alfa le dejo claro que más
le valía salir en silencio. Bajando las escaleras llego hasta la sala,
donde estaban sentados Jin Young y Mark. Los chicos se veían
cabizbajos, silenciosos, con esa expresión reservada para los
funerales.
—¿Appa está con Kookie?— se atrevió a preguntar Ten, sentado
junto a Jin Young.7
—Sí— balbuceo Suran mientras se secaba una lágrima que pronto
fue acompañada por otras más —Él le está diciendo lo de su
compromiso.
—Pobre Appa— hablo Jin Young, de todos los hermanos era él el que
siempre trataba de buscarle una solución diplomática a las cosas.27
—¡Estas jodiendome!— chillo la felina, poniéndose de pie —Appa lo
está entregando a una muerte segura— Ten observaba el duelo de
miradas entre sus hermano.
—Esto no es fácil para nadie— se atrevió a interrumpir —Omma
parece un alma en pena, y Appa está de un humor insoportable.3
Los 3 jóvenes felinos se sentaron silenciosos sin atreverse a levantar
la mirada, se dedicaron a esperar. Pasado más de medio hora, el
ruido de pisadas hizo que todos dirigieran la vista a las escaleras. El
alfa bajó sin dignarse a decir nada, simplemente se dirigió a su
estudio. El golpe de la puerta arranco varias astillas del marco,
dejando saber que allí no conseguirían ninguna información.
—Ve con Kookie— interrumpió el silencio Mark —Yo no sabría que
decirle— Jin Young estuvo de acuerdo asintiendo con un
movimiento de cabeza.
Suran se puso de pie, sin saber muy bien que encontraría, se fue a la
habitación de su hermano. Reteniendo el aire se tragó su pena, no
tenía derecho al consuelo. Sobre la cama, con la espalda recostada
sobre los almohadones estaba la pequeña figura de Jungkook. A
Suran le habría parecido una hermosa estatua de cera, tan quieto y
pálido, solo las lágrimas que recorrían las mejillas y el sutil temblor
de los hombros dejaban ver que estaba vivo.
—¿Qué te dijo?— pregunto Suran apenas disimulando el nudo que
tenía en la garganta.
—Déjame solo— las palabras pronunciadas con tanta firmeza
tomaron por sorpresa a la felina —Por ahora solo quiero descansar.
—Kookie— trato de iniciar una conversación, pero el chico
simplemente la ignoro, centrando toda su atención en la ventana
abierta observo el movimiento de las hojas al ser mecidas por la
brisa de la mañana.
—Él vendrá por mi mañana— la voz de Jungkook detuvo a Suran
cuando esta ya estaba en la puerta —Todo está arreglado. Appa dice
que no puede retrasar más las cosas.
—Algo tenemos que hacer— susurro dándole la espalda a su
hermano, aún sin quitar la mano del picaporte.
—Creo que después de todo de algo si le serviré a la familia— hablo
el cachorro. Un ave observaba desde la rama del árbol cercano.
Suran apretó tan fuerte el picaporte que este se fracturo, sin darse
cuenta se negó a encarar al chico.40
—No digas eso— con esas sencillas palabras salió de allí con el alma
pesada que pensó que en cualquier momento la sentiría caer al piso.
Jungkook escucho el sonido de la puerta al ser cerrada, su desayuno
se enfriaba sobre la mesita junto a su cama, el sol poco a poco subía
a lo alto del cielo. Poniendo una mano sobre la otra en su regazo
trato de detener el temblor que le sacudía el cuerpo.10

CUATRO
Seokjin tenía una sonrisa socarrona que decía a las claras que era
todo un hijo de puta, zorro inteligente.29
—Podrás ir cuando desees por tu pareja.
Taehyung coloco la copia del contrato sobre el escritorio, en silencio
observo como su mejor amigo tenía esa expresión que no dejaba
dudas acerca de cuál era su naturaleza animal.
—No lo puedo creer— tuvo que reconocer el alfa de los tigres —Ni
siquiera tuviste que apelar al Consejo.
—En ocasiones es mejor arreglar los asuntos con la cabeza que con
las garras— aclaro mientras observaba de manera critica la
decoración del estudio de su jefe —¿Has pensado en hacer que este
lugar parezca tuyo?... Ya sabes, todavía está todo como si tu padre
pudiera entrar por esa puerta en cualquier momento.
—¿Para qué?— se encogió de hombros Taehyung —Este lugar tiene
lo que necesito, un escritorio, sillones la mesa del café, hasta tiene
una ventana, qué más puede pedir.35
Seokjin simplemente sonrió, su amigo era del tipo práctico, criado y
educado para ser un guerrero. El zorro esperaba de todo corazón
que la pareja de Taehyung le diera a la manada un ambiente más
familiar, ya que para ser justos, a veces era más un campamente
militar que otra cosa.
—¿Cuándo iremos por tu pareja?— pregunto Seokjin mientras se
ponía de pie, aún tenía algunas cosas que coordinar, especialmente
el asunto de la seguridad. Taehyung por unos segundos no contesto.
—Arregla todo para mañana. Saldremos en el helicóptero, luego
tomaremos los vehículos.1
—Hablaré con Namjoon, para analizar la manera más segura de traer
al cachorro— propuso el castaño —No vaya a ser que tu tío decida
darle la bienvenida más a su estilo— el bajo rugido de Taehyung, no
dejaba dudas de lo agradable que resultaba recordar que ese pedazo
de mierda era su familiar y compartían lazos de sangre.15
—Bien, arregla todo. No quiero sorpresas— Seokjin asintió, si quería
que la pareja del alfa estuviera en casa para el anochecer del día
siguiente, tenía mucho trabajo por hacer.
—Te llamo a tu línea privada en cuanto tenga todo arreglado.
Taehyung observo como su amigo salía con ese andar suyo tan
cadencioso, sonrió al pensar en todo el revuelo que causo cuando le
presento al nuevo miembro de la manada a su padre. Aunque todos
pusieron el grito en el cielo, al ver llegar a ni más ni menos que a un
zorro, su padre reconoció en el joven cachorro a un aliado valioso.
Entregándolo como sirviente a Taehyung, permitió que este fuera a
la universidad, sacando el máximo provecho a la despierta
inteligencia del muchacho.7
Lo más divertido de todo ese asunto, es que los mismos que
renegaron de la llegada del zorro, ahora trataban de convencer al
atractivo cambia-formas que tener una noche de sexo con tigres era
todo un evento. Lástima que el castaño fuera una mierda testaruda,
todo siempre tenía que ser bajo sus términos. Eso era lo que más le
agradaba del hombre, hasta el punto de que acabaron siendo los
mejores amigos.
Entre Namjoon y los preparativos estuvieron listos, se decidió que lo
mejor sería que Taehyung se quedara en la fortaleza de la manada,
de manera que despistara a los espías de Soo-Man. Antes de que la
luz del sol se extinguiera, Seokjin salía en el helicóptero
acompañado por Namjoon, cosa que ocurría casi siempre y no era de
extrañar que salieran por algún motivo en el que no era necesaria la
presencia del alfa.
—¿Es verdad que estas por reclamar a tu pareja?— pregunto Seokjin
mientras se sacudía una pelusa imaginaria de su traje Armani hecho
a la medida —Tengo entendido que el antiguo alfa te dio derecho de
escoger a cualquiera que sea de tu gusto— la sonrisa del beta fue
amplia que el menor pensó que al muy maldito se le iba a partir la
cara.1

—Sí, es el pago que me prometió por mantener vivo a Taehyung


cuando este apenas si se podía mantenerse en pie.1
YoomGi observo al hombre, era alto al igual que Taehyung, musculo
sólido, ojos cafés que parecían poder leer tu mente si te miraban
fijamente, cabello oscuro corto, cejas pobladas, de facciones
cinceladas. En una sola palabra atractivo, Namjoon era puro peligro,
lo había visto luchar junto con Taehyung se manejaban bien con las
armas, el sujeto no era nada delicado a la hora del combate. Era una
mezcla fatal, entre peligro y belleza.1
—¿Y se puede saber quién será la afortunada?— no pudo evitar
preguntar, era un zorro después de todo.
—¿Quién te dijo que era del sexo femenino?— la voz ronca recorrió la
espina dorsal de Seokjin, rematando en la base de su sexo —He
dejado que se divierta un poco, pero ya es hora de que sepa quién es
su dueño.66
Las palabras acompañadas por ese tono de voz, eso sin contar la
mirada calculadora del moreno, fueron suficiente para que Seokjin
tragara en seco. Casi sentía lastima por el pobre tipo que acabara
debajo de ese hombre territorial, el moreno no sería algo fácil de
maniobrar, ni aunque se tuviera toda la experiencia del mundo.11
—Si necesitas alguna documentación o algo— propuso el castaño
tratando de mantenerse tranquilo —Yo te puedo ayudar.
—No te preocupes— sonrió el tigre —Si necesito ayuda, serás el
primero en saberlo.35
Sintiéndose extrañamente incómodo con la conversación. Seokjin
decidió que lo más seguro para su paz mental era concentrarse en
algunos pendientes. Abriendo la portátil se zambullo en el trabajo,
de vez en cuando levantaba la vista para observar a su acompañante
de viaje, el cual miraba el paisaje a través de la ventanilla.1
El trayecto aéreo fue tal y como fue previsto, al aterrizar en el
aeropuerto privado la noche había caído hacia un buen rato. Fuera
del hangar los esperaba una camioneta negra, doble tracción y
reforzada contra la mayoría de las cosas que podían hacer que un
día bonito se convirtiera en una mierda.
Namjoon se sentó en el asiento del conductor, Seokjin quiso
protestar, pero por experiencia sabía que eso era perder el tiempo.
—Por ahora nos quedaremos en un hotel— dijo Namjoon mientras
encendía la camioneta.7
—Se supone que iríamos por el cachorro inmediatamente— le
recordó Seokjin mientras se acomodaba la corbata que era del
mismo tono café que sus ojos.
—No— fue la respuesta contundente del beta —Es mejor que piensen
que esta misión es algo de rutina.
Seokjin se mordió los labios, después de todo se jugaban mucho en
ese viaje, como para no tomar todas las medidas de prevención que
estuvieran al alcance.

❆❆❆❆

La mañana encontró al zorro duchado e impecablemente vestido, su


infancia había transcurrido entre casa de acogida y basureros en
callejones, siempre hacia lo posible por dejar atrás ese sentimiento
de abandono, de estar sucio. Dándose una última mirada frente al
espejo, se cómodo el saco del traje azul oscuro, estaba listo para ir
por la pareja de su mejor amigo.4
Al salir encontró a Namjoon tan bien vestido como siempre, con una
pantalones jean de un celeste lavado, ajustado a su cuerpo y una
remera negra, que marcaban exquisitamente los músculos de sus
brazos y torso. El muy maldito se vería sexy aunque se cubriera con
un saco de patatas.35
—¿Listo?— pregunto Seokjin mientras llegaba hasta la acera donde
la camioneta estaba estacionada. El tigre asintió mientras deba la
vuelta para entrar.
—En unas 2 horas tendremos a la pareja del alfa y podremos regresar
a casa.
Una vez que dejaron la carretera principal, se convirtió en una
tortura, ya que al parecer había llovido durante toda la noche.
—¿Quieres correr?— pregunto Namjoon, tomando por sorpresa a
Seokjin, el tipo parecía que en ocasiones podía leerle la mente.
Sin desviar la vista de la ventana, respiro profundo para llenar sus
pulmones con el olor de la tierra húmeda. Su animal interno se
retorcía queriendo salir a jugar, persiguiendo a los pequeños
animales que huían espantados del vehículo en movimiento.
—Otro día será— suspiro Seokjin. En realidad llevaba mucho tiempo
sin tomarse un momento para estirar las patas —Por ahora hay que
tomar al cachorro y rogar para que todo salga bien.
Namjoon resoplo, pero no dijo nada más. Frente a ellos apareció el
portón que delimitaba el área privada del alfa, donde estaba la casa
que albergaba a su familia inmediata.

❆❆❆❆

Lo que ocurrió de allí en adelante era algo que nunca hubiera pasado
por la mente previsora de Seokjin, la futura pareja del alfa, además
de ser casi un niño, estaba acostado en una cama por un accidente
con Taehyung. Lo peor es que ya no había nada que hacer, debían
llevar al chico hasta la manada, sea cual fuera su estado.
Después de un momento de observar en silencio al cachorro sentado
en aquella silla de ruedas, el abogado se recompuso de la
impresión.11
—¿Crees que podrás viajar?— pregunto al joven felino.
La familia de gatos monteses estaba en pleno, de pie en aquella sala,
la alegría que solía haber en momentos como ese, donde el
pretendiente era llevado ante su compañero, no existía en ese lugar.
Namjoon estaba de espaldas a Seokjin, listo para partir en dos a
cualquiera que osara a mirar mal al castaño.6
El joven cachorro se veía tan indefenso allí, todos estaban a su
alrededor, pero eso Seokjin no lo engañaba, él podía saber cuándo
ya alguien te hecho tierra encima sin darte tiempo de exhalar tu
último aliento. La mirada entristecida de la madre, que se apoyaba
en la que al parecer era la hija mayor, los otros dos hermanos
sentados en el sofá que miraban a cualquier parte menos al hermano
menor, el padre que aunque de pie tras la sillas de ruedas, ni una
sola vez hablo como su hijo estuviera presente.14
—Sí— fue la temblorosa respuesta del joven felino —Si tengo donde
apoyar la espalda y me aseguran con los cinturones, podré soportar
el viaje.
—Bien— hablo Seokjin —Entonces vamos ya— realmente estar en
medio de esa familia de mierda lo estaba poniendo nervioso. Se
veían demasiado ansiosos por acabar con todo eso de una vez, de
seguro llorarían y se lamentarían por la entrega del cachorro, pero
estaba seguro de que fácilmente se repondrían.29
Antes de acomodar a Jungkook en el asiento de atrás de la
camioneta, Seokjin se había leído la copia del expediente médico del
rubio. Si ya antes estaba molesto con la sola presencia de la familia
del cachorro, ahora realmente estaba furioso, cabreado, la situación
del chico no era permanente, es más, el médico recomendaba
rehabilitación para acelerar el proceso de sanación de los nervios, y
que había hecho "su familia" nada absolutamente nada.21
Una vez asegurado en el asiento de atrás el cachorro, Seokjin y
Namjoon comenzaron el viaje de regreso. Aunque no habían
intercambiado más que una o dos opiniones al respecto, ambos
hombres estaban de acuerdo en que lo mejor que podía pasarle a
Jungkook era irse con ellos.31
El alfa de los gatos monteses había explicado cómo había sido el
"accidente" de Jungkook, el tipo parecía más interesado en quedar
bien con ellos que en defender a su cachorro. Apenas llegaron al
hotel, Seokjin llamaría a Taehyung para contarle lo que tendría que
esperar, no quería que el gatito se asustara al ver el enojo de su
amigo.
Jungkook ahogo un grito cuando la camioneta calló en un bache del
camino, el dolor había hecho que el sudor mojara con pequeñas
gotas su rostro.
—Detente— ordeno Seokjin a Namjoon al ver la palidez del cachorro
—Algo no va bien con el chico.
De inmediato la camioneta se detuvo a un lado del mal llamado
camino, ambos hombres bajaron. El beta tomo una botella de agua,
humedeciendo una toalla se la entregó al Seokjin. El castaño se
sentó junto a Jungkook que jadeaba por el dolor.
—Te duele mucho, ¿verdad?— pregunto mientras limpiaba el sudor
de la piel fría del rubio. A Jungkook le hubiera gustado negar, pero su
respiración entrecortada expresaba su padecer.17
—Puedo seguir— aseguro valientemente —Solo necesito unos
momentos, eso es todo.5
Seokjin intercambio miradas con Namjoon, en una comunicación
silenciosa se tomaron decisiones. Al notar que las pastillas para el
dolor relajaban al herido, lo dejaron dormir. Tardaron el doble en
llegar a la carretera principal, ya que ahora Namjoon conducía con
sumo cuidado, evitando cualquier cosa que hiciera que el vehículo se
sacudiera.47
Esta vez escogieron un motel de carretera, en el cual algunas
habitaciones contaban con un garaje que permitía estacionar el
vehículo y llegar directamente a la habitación. Le daba privacidad a
sus ocupantes, buena cosa en una salida de amor prohibido.
Jungkook fue acomodado cuidadosamente sobre la cama, los
gemidos ahogados del chico demostraron a sus guardias que era un
muchacho de espíritu valiente. Entre Namjoon y Seokjin trataron de
que estuviera lo más cómodo posible, tomando en cuenta la
situación.
Después de darle la medicación decidieron dejarlo dormir por unas
horas, luego le darían algo de comer, el cachorro se veía demasiado
delgado.
—Hay que llamar a Taehyung— Namjoon puso en palabras lo que
pensaba hacer Seokjin. Cerrando la puerta ambos salieron del
dormitorio, quedándose a hablar en el garaje.
—Vamos a necesitar ayuda— hablo el castaño mientras buscaba el
teléfono en el bolsillo interno del saco —El gatito es valiente, pero se
nota lo mucho que lo estamos lastimando con el viaje.
—No creo que sea prudente transportarlo en una ambulancia— se
cruzó de brazos Namjoon mientras recostaba su sólido cuerpo a la
camioneta. Una sonrisa de autosatisfacción se dibujó en el rostro de
Seokjin.
—Creo que a la larga sería mejor, nadie podría esperarse que la
pareja del alfa fuera transportado en un helicóptero con soporte
médico. Ni siquiera nosotros nos lo esperábamos— bufo el moreno
sin poder disimular su malestar —Todo esto parece una mala broma.
Ambos hombres guardaron silencio, habría que ver como se tomaría
todo este asunto Taehyung. El castaño marco el número de Jung en
el teléfono celular, después de esperar unos segundos la voz del
hombre se escuchó al otro lado de la línea.
—¿Ya está con ustedes?— fue directo al punto, como era de
esperarse. Seokjin se tomó unos segundos para pensar en que
responderle.
—Sí, aunque no está en el estado en que esperábamos encontrarlo.
—¿Y eso?— la voz de Taehyung no dejaba lugar a dudas de que el
hombre carecía de sentido del humor en esos momentos —No me
digas que tan siquiera haber llegado a su primera luna llena el
maldito mocoso ya está follando con alguien— el zorro tuvo que
morderse el labio para no reírse, a pesar de que Taehyung lo negara,
el asunto con Jimin le había dado un duro golpe a su ego.9
—No hermano— le dijo como el amigo que era —¿Recuerdas que
paso cuando el gatito malcriado te mordió?— el alfa se tomó unos
momentos para responder.
—Me lo quite de encima...7
—Pues parece que fuiste una completa bestia, lo golpeaste duro— la
verdad es que no había manera de endulzar el asunto —El chico se
quebró varios huesos, cuando ya había convocado el cambio.7
—¿Cómo está?— la preocupación concordaba más con la imagen
que Seokjin tenía de su alfa —¡Yo, no lo sabía!18
—Y lo que falta por saber— no pudo evitar soltar un suspiro cansado
—Los huesos en su mayoría ya han sanado, pero los nervios de la
espalda todavía se están conectando entre sí. Esto hace que sienta
mucho dolor y que no pueda ponerse de pie, mucho menos caminar.
—¿Es permanente?— fue la pregunta de rigor.
—Leí el informe médico— el castaño se pasó la mano por el cabello,
en un gesto nervioso —Si su familia lo hubiera puesto en
rehabilitación, para esta hora ya estaría sobre sus piernas— el
silencio en la línea se vio interrumpido por un bajo rugido.14
—¿Y se puede saber por qué mierda no lo han llevado?... Hasta
donde sé, la dote que pague por Jimin era bastante jugosa como
para que no pudieran pagarle un maldito médico— Seokjin dejo que
su alfa despotricara un poco, le alegraba saber que la noticia tenía el
mismo efecto que en él.9
—Ya ves, algunos padres son verdaderamente un encanto— no pudo
evitar ironizar el castaño, que bien sabía de qué hablaba —Por ahora
lo importante es que el chico está con nosotros. Tuvimos que parar
en un motel de carretera, el viaje se está convirtiendo en un toda una
tortura para su espalda lastimada.
—Traten de llevarlo hasta el aeropuerto, los esperaré allí en la
mañana con un helicóptero con soporte médico— fue la orden fuerte
y clara de Taehyung.52
Namjoon había estado escuchando en silencio la conversación entre
el abogado y Taehyung, al parecer su alfa no había insinuado nada
acerca de devolver al cachorro con su antigua familia.
Dejando el teléfono dentro del bolsillo del pantalón de vestir Seokjin
le dirigió una mirada preocupada a Namjoon.
—Taehyung nos esperara en el aeropuerto— encogiéndose de
hombros agrego —Me da escalofríos pensar en todo lo que sufrirá
con el viaje hasta allá.
—Conduciré despacio— se incorporó el tigre, alejándose de la
camioneta —Tardaremos más si es necesario.1
Al entrar a la habitación los hombres encontraron al joven felino
profundamente dormido. Pensando en la seguridad del chico
decidieron dormir en el piso, sobre la alfombra, en sus formas
animales.55
El viaje fue tan malo como el tigre y el zorro se imaginaron, el joven
gatito tuvo que ser sedado, llegando al aeropuerto totalmente
inconsciente. Allí los esperaba Taehyung con el personal médico
necesario, a los paramédicos simplemente se les dijo que
transportarían a un paciente con lesión en la espalda.
Taehyung se sorprendió al ver la pequeña figura del chico acostado
en la camilla, vestido con un piyama color rosa, no dejaba duda que
era un pequeño cachorro herido. Lo recordaba con el cabello un
poco más largo, al parecer lo había cortado. Unas sombras grises
bajo los ojos rasgados cerrados, el daban al fino rostro felino una
apariencia enfermiza, eso y la delgadez le dieron pistas de que
Seokjin no le había dicho todo acerca del estado de salud del chico.10
—Llévenselo— ordeno Taehyung. Colocando la camilla dentro del
helicóptero se prepararon para el regreso.

❆❆❆❆

Jungkook abrió los ojos, la luz de la habitación era demasiado


intensa para su vista cansada. Con un gemido cansado recorrió con
la mirada el lugar tratando de ubicarse, poco a poco los recuerdo del
día anterior fueron llegando. Un temblor nació en su estómago hasta
que este hizo resonancia en todo su cuerpo, tenía miedo, al menos
con su familia sabía que esperar.
Después del susto inicial, logro tranquilizarse al notar que estaba
solo en ese lugar desconocido, respirando profundo regreso a
retomar el control sobre su estado de ánimo. Estudiando la
habitación desde su posición horizontal sobre la cama, se dio cuenta
que el lugar era una habitación bonita, no bonita acogedora, sino
limpia, ordenada y con todo lo necesario para ser un dormitorio.
El lugar donde estaba acostado era limpio, lo suficiente para caber
tres personas cómodamente, una mesita de noche de color blanco a
cada lado de la cama. Un mueble donde podía acomodar su ropa de
ser necesario, un espejo de cuerpo entero colocado en la pared.
Jungkook suponía que una de las dos puertas que había en la
habitación lo llevaría al baño, y la otra debía ser la salida. Todo
estaba pintado de colores claros, nada que diera pistas de a quien
pertenecía el lugar.2
Poniendo todas sus fuerzas en los brazos, se apoyó en los codos para
lograr sentarse. El dolor era casi insoportable, una suerte que en el
último mes ya estuviera bastante familiarizado con este. Halando las
almohadas, las puso tras su espalda, logrando quedar con el dorso
erguido. Jadeando por el esfuerzo, puso toda su atención en
averiguar la manera en que lograría llegar al baño.
Para total alegría de Jungkook, algún dios benevolente vio su difícil
situación y envió ayuda en la forma de una mujer baja y castaña que
entro a su habitación sin tocar.
—Veo que la pareja de mi alfa ya está despierto— la sonrisa de la
chica parecía honesta —Es mi deber hacerlo sentir cómodo—
dedicándole un guiño travieso, agrego —Además de que lo voy a
poner bonito para que todos envidien la suerte del líder de la
manada de los tigres— Jungkook, a pesar de su nerviosismo, no
pudo evitar devolverle la sonrisa.14
—¡Gracias!— los ojos del rubio se fijaron en la ventana abierta, se
veía luz detrás de las cortinas, pero no lograba ver que nada se
moviera tras estas —¿Dónde estoy?1
—Empezare por decirte mi nombre es Luna— se presentó a sí misma
la chica —Yo seré tu enfermera hasta que te mejores— mientras
reacomodaba las almohadas tras la espalda de Jungkook, agrego —Y
con respecto a dónde estás, creo que estaría bien decir que esta es la
habitación de huéspedes del departamento del alfa— la sola
mención del hombre hizo que el ritmo cardiaco del cachorro se
disparara.16
—¿Él está aquí?
—No— fue la respuesta de Luna —Él está ocupado con Seokjin y
Namjoon el beta. Han estado encerrados en la oficina del alfa desde
hace un buen tiempo— ignorando por completo el miedo que
llevaba al pánico al joven felino, la enfermera comenzó a ayudar a
Jungkook con lo que él quisiera.2
Desayunado, bañando y vestido con una deliciosa piyama de seda en
un suave tono rosa, que resaltaba su piel lechosa, sus ojos
delineados hacían sus ojos más llamativos y felinos. Se sentía casi en
el cielo. Una lástima que la nube negra llamada Taehyung, empañara
su mundo perfecto.46

CINCO
Después de varios días, Taehyung creyó necesario supervisar
personalmente los avances del mocoso. Sorpresa y media fue la que
se llevó al entrar al dormitorio que ocupaba el rubio. Para él admitir,
aunque fuera para sí mismo, que estaba a punto de caer de rodillas
por la simple vista de un trasero firme y bien formado, cubierto por
un fino pantalón de piyama de seda, el que parecía ofrecerse en
bandeja de plata, era algo difícil de afrontar.70
—El cachorro ha mejorado mucho— la voz calmada del médico
repitió la observación 2 veces, ya que Taehyung no lo había
escuchado la primera vez.
El moreno sacudió la cabeza tratando de poner en línea sus
pensamientos, lástima que el joven gatito no quisiera cooperar, ya
que lentamente el chico se había dado vuelta quedando acostado
sobre su espalda. La visión del vientre plano, su piel blanquecina, las
tetillas rosadas y endurecidas por el aire acondicionado que
circulaba en la habitación lo estaba excitando.26
—¿Estará listo para su primer celo?— Taehyung casi se felicitó por
lograr conectar dos ideas juntas.45
Jungkook observo a los dos hombres hablando como si él no
estuviera presente en la habitación, cubriéndose el torso desnudo
con la manta, decidió quedarse allí sentadito a esperar a que alguien
se acordara de su existencia.4
—¿Cuándo me podré levantar de esta cama?— se atrevió a preguntar
sin poder disimular su molestia. Ambos hombres cesaron de hablar,
el médico sonrió sintiéndose algo incómodo.
—No seas impaciente— alecciono el alfa sin mostrar ni un poco su
incomodidad —En dos días tendrás que cambiar para que termines
de sanar— decir que Jungkook se puso pálido era quedar corto, el
chico parecía un papel.3
—El dolor fue insoportable la última vez que lo intente— protesto
olvidando que Taehyung se lo podía cenar si se molestaba lo
suficiente —¡No lo hare!
Taehyung y Jungkook se enfrascaron en una guerra de miradas, el
rubio no era de los de hacer un gran escándalo ni mucho menos,
pero cuando quería podía ser una mierda bastante terca.11
—Eso está por verse— fue lo único que dijo el alfa antes de salir del
dormitorio, seguido por el médico, quedando solo Jungkook
acompañado de Luna.

❆❆❆❆

Taehyung libero el aire de sus pulmones, llevaba ya más de un par de


año de no sentirse así, ya habían pasado 3 años de su primer celo,
como para que su cuerpo se pusiera en esas por la simple vista de un
cachorro malcriado que todavía olía a leche.95
Tratando de despejar su mente salió del edificio, para caminar por
las instalaciones, las que habían sido pensadas más para militares
que para familias. Su hogar estaba bajo tierra, tres pisos para ser
más exactos. Con una sonrisa pensó que el joven felino no tenía idea
de donde estaba, la ventana simulada que había en el dormitorio de
invitados existía para que el cachorro no se sintiera tan encerrado.10
En el ascensor se encontró con Seokjin, él que como siempre estaba
con la nariz metida en su teléfono celular o en la computadora, todo
dependía del lugar donde se encontrara.
—¿Cómo van las cosas?— pregunto Taehyung al abogado mientras
este estaba metido en sus propio mundo.
—¡Ah!— se sorprendió al ver que no estaba solo en el pequeño
espacio del ascensor —Sí, estoy bien... Es solo que estoy tratando de
averiguar que otras malditas opciones encuentro para ganar este
caso, te juro que este abogadito que contrataron el año pasado
debería estar limpiando traseros en lugar de trabajar en un bufet.
Taehyung sonrió, el castaño tenía fuego en la sangre. Había quién se
equivocó al verlo tan bien peinadito y con trajes hechos a la medida,
el hijo de puta era un hueso duro de roer.
—Mmm... Taehyung ¿sabes a quien pedirá Namjoon como pareja?—
pregunto el zorro tomando por sorpresa a Taehyung —Es simple
curiosidad— repuso al ver la ceja alzada de su Alfa. El moreno se
encogió de hombros.33
—Cuando esté listo me lo dirá— fue la simple respuesta.
Ambos salieron del ascensor y cada uno tomo caminos distintos,
Taehyung observo como Seokjin caminaba con la mirada fija en el
teléfono leyendo solo dios sabes qué. Esperaba que la pareja del
castaño supiera apreciarlo por lo que valía y no tratara de dominar
ese espíritu indomable que tenía.

20

❆❆❆❆

Jungkook vio como todos salían y le dejaban solo. Liberando el aire


lentamente, trato de normalizar su ritmo cardiaco, la presencia de
Taehyung era siempre tan apabullante. Desnudo de la cintura para
arriba, se recostó en las suaves almohadas, desde hace unos días se
sentía acalorado, la piel le hormigueaba al ser acariciado por las
sábanas. Ronroneando se dio la vuelta en la cama, su duro pene se
friccionaba contra el colchón. Hasta ahora su miembro le había
servido sólo para orinar, ahora le enviaba sensaciones tan
placenteras y deliciosas.62
Imágenes de las manos grandes y morenas de Taehyung sosteniendo
sus caderas, lo inundaron, el aliento del hombre contra su cuello, la
lengua tibia rastrillando su piel sensible, todo se conjugaba para
acrecentar el placer que sentía al rosarse contra la cama. Unas
cuantas embestidas más y Jungkook sintió que el alma se le salía del
cuerpo, las bolas se apretaron contra su pelvis, un cosquilleo en la
raíz de la columna y se vino tan fuerte que sintió que nunca volvería
a recuperar el aliento. Su primer orgasmo real, con una sonrisa se
quedó dormido sin importar la humedad en su pantalón.

29

❆❆❆❆

Taehyung entro al apartamento después de terminar con todos los


asuntos concernientes a las empresas, el lugar estaba extrañamente
en silencio. Pasados unos segundos recordó que era el día libre de
Luna, ya que el gatito ya podía movilizarse con andadera en caso de
que ocupe ir al baño. Apenas cerrar la puerta el aroma a semen le
hizo levantar la nariz en busca del lugar de origen, la pista lo guiaba
justo a la puerta del joven Jungkook.70
Apretando los puños a los costados de su cuerpo, Taehyung dejo
salir los colmillos, el maldito bastardo era tan puto como su
hermano. Sin esperar a su primera luna ya había follado con alguien.
Silencioso como solo un depredador puede ser, abrió la puerta del
dormitorio de Jungkook. Y lo que vio lo dejo de una pieza y sin
aliento.29
El rubio estaba acostado boca abajo en la cama, con el torso
desnudo, dejando al descubierto la blanquecina piel de su espalda,
el pantalón del piyama tan bajo que dejaba ver los bien formados
glúteos. El tigre dentro de Taehyung rugió furioso, nadie tocaría lo
que era suyo sin morir por osarse a ello.20
Jungkook salto exaltado y asustado por el rugido del Alfa, que podía
bien arrancarle el alma del cuerpo el cualquier momento,
especialmente si en su forma humana media más del 1.80 y sus
grandes ojos verdes eran dos pozos oscuros que lo miraban como si
quisieran fulminarlo en ese mismo instante.
—¿Pero que diab...?— apenas logro balbucear el cachorro mientras
se sentaba en la cama, listo para correr por su vida.
—¡Eres igual de puto que tu hermano, maldito!— gruño el tigre
apresando al chico contra la cama, usando una sola de sus manos
presiono hasta que Jungkook estaba seguro que tendría un horrible
moretón, al ver Taehyung lo que estaba haciendo, soltó al gatito, la
sorpresa que se llevó cuando Jungkook cambio a su forma felina.10
Las finas garras de Jungkook se clavaron en el pecho de Taehyung,
gotas rojas mancharon su camisa blanca. Antes de que el moreno
pudiera hacer algo, el rubio le clavo los dientes en la mano con la
que intento quitárselo de encima. Taehyung invoco a su forma
animal, y un enorme tigre rugió dentro del dormitorio que para su
enorme cuerpo se volvió demasiado pequeño el espacio.5
El gatito aprovecho la ventaja de movimiento, saltando sobre la
cama chillo como solo un felino puede hacerlo. El miedo lo domino y
la adrenalina recorría su ser, llevando al extremo a Jungkook en ese
momento, el enorme saco de pelos no lo iba a tomar por sorpresa
nuevamente, prefería morir antes de ser tratado como basura por
ese tigre bastardo.
Seokjin caminaba a su departamento, este quedaba en el mismo
pasillo que el del Alfa, justo enfrente de este. Los bellos de su nuca se
erizaron, podía sentir la tensión en el ambiente. Aunque ningún
sonido salía del departamento de Taehyung, sabía que algo grave
estaba pasando.
Sin pensárselo dos veces, uso la clave que el moreno le dio para que
lo usara en caso de emergencia, si eso no lo era, entonces no tenía
idea de cuando sería una. Al abrirse la puerta, escucho como si el
mismo infierno se hubiera desatado. Una de las puertas que daban a
la pequeña sala de estar, prácticamente estallo cayendo a los pies de
Seokjin y se asomaba un furioso tigre.
Justo cuando el castaño creyó haberlo visto todo, salió el gatito con
el lomo arqueado y todos los pelos en punta, las garritas desnudas
en las patitas mientras unos colmillos amenazaban con desgarrar lo
que se pusiera enfrente.36
Una tremenda suerte que Namjoon pasara por el pasillo cuando la
escena peligraba en volverse aún más sangrienta. En dos zancadas el
beta trato de sostener al tigre que tomaba la forma humana, en el
momento que el zorro lo hacía con Jungkook, el que ahora ya estaba
en su forma humana.
Tanto Taehyung como Jungkook forcejeaban tratando se zafarse del
agarre de sus captores.
—¡Maldito, alfa de mierda!— grito Jungkook —¡Intenta nuevamente
ponerme una mano encima y te juro que te la arranco y te la meto
por el culo!82
—¡Bastardo, puto de mierda!— rugió Taehyung respirando furioso —
¡No podías esperar a tu primera luna para empezar a revolcarte con
cualquiera!14
Namjoon y Seokjin se volvieron a ver uno al otro por sobre a los que
trataban de sostenerlos. Cuando sintieron que la tensión en la pareja
comenzaba a aflojar. Namjoon fue el primero en soltar a Taehyung.
Seokjin no se animó a hacerlo con Jungkook, este todavía bufaba
exigiendo sangre.2
—¿Qué diablos paso aquí?— pregunto Namjoon mientras pasaba la
vista por el apartamento, el lugar parecía como si un tornado se
hubiera pasado por allí.2
—Pregúntale a ese bruto mastodonte que tienes a tu lado—
respondió Jungkook haciendo un puchero. Namjoon le miraba como
si estuviera loco, referirse así a su Alfa, era una locura —Él intento
matarme— se quejó el cachorro mientras se abrazaba así mismo.6
—Si pudiera te devolvería con tu padre ahora mismo— hablo entre
dientes Taehyung.5
—Has lo que se te dé la maldita gana— vocifero Jungkook —No
quiero estar emparejado con un idiota, arrogante que vive
suspirando por mi hermano, él que para su buena suerte encontró
alguien que lo cuida— tragándose las lágrimas, continuo —Toda mi
vida, siempre he sido la última opción de todos, ahora te aguantas...
No seré el único que se lamente por esto— diciendo esto se dio la
vuelta y entró en el dormitorio, no pudo azotar la puerta, porque
esta estaba decorando el piso de la sala de estar.

87

❆❆❆❆

Corriendo al baño, Jungkook se encerró para poder llorar su


profunda pena. Podía caminar, su espalda había sanado con el
cambio, lástima que lo que ahora tenía roto era su corazón. La única
oportunidad que tenía de ser feliz, y de ser importante para alguien
se había ido a la mierda. Justo cuando comenzaba a creer que,
aunque sin amor, tendría una buena pareja y ser una familia.10
Namjoon y Seokjin miraban fijamente a Taehyung, que no perdía
detalle de la esbelta figura que corría a refugiarse al baño del
dormitorio.
—¿Realmente intentaste matarlo?— se atrevió a preguntar Seokjin,
conocía a su amigo, pero lo que vio al entrar al apartamento lo dejo
algo descolocado. La risa amarga del alfa los tomo por sorpresa.
—¿De verdad piensas que el que estaba a punto de morir era él?— se
encogió de hombros Taehyung —Si revisas mi espalda, verás que el
que perdió más sangre en esta pelea, fui yo— Seokjin y Namjoon no
sabían si reír o sentarse a llorar. Su Alfa aprovecho su desconcierto
para ir hasta su habitación y tomar un pantalón para ponerse.2
—El gatito se revolcó con alguien— gruño Taehyung al entrar en la
sala de estar nuevamente, ahora con pantalón, encontrando a los 2
mayores, los que habían encontrado un sillón en buen estado donde
sentarse.
—En esta habitación no hay aroma de otro macho— sentencio
Namjoon —Reconozco el aroma del médico, pero eso es todo.6
El sentido común que había abandonado a Taehyung estaba
regresando lentamente, las palabras del Beta no podían ser ciertas.
Corriendo a la habitación de Jungkook, reviso las sabanas, allí solo
estaba el delicioso y adictivo aroma del rubio. Una mezcla entre niño
y hombre.51
Taehyung alguna vez en su vida escucho que la verdad podía
golpearte, pero jamás había entendido las repercusiones de eso
hasta ahora. Estaba allí de pie en medio del dormitorio de Jungkook,
sintiéndose como la mierda, mientras desde el baño se escuchaba
un llanto ahogado, uno que él mismo había provocado.31
—La cagaste— fue la frase célebre de Seokjin, la que enmarco toda la
situación. El hombre miraba a su mejor amigo con cara de pena.170
—Hermano, vas a tener que arrastrarte mucho para que ese gatito se
digne siquiera a darte la hora— esa sí fue la cereza del pastel, que
Namjoon le diera concejos, eso sí era el colmo.27
El moreno pasando por entre sus amigos, salió del apartamento sin
dignarse a decir nada. Que podía agregar que pudiera dar una
explicación honrosa de lo que había ocurrido.2
—¿Qué hacemos?— pregunto Seokjin a Namjoon. Este se encogió de
hombros, los brazos cruzados en su amplio pecho.6
—Yo no cometeré el mismo error— dijo recorriendo con la mirada el
cuerpo del castaño enfundado en un traje negro —Mi pareja es un
hombre que aguantara una buena zurra en el trasero sin protestar
mucho— el castaño levanto una ceja mortificado.43
—Ahora resulta que lo idiota se contagió— resoplo poniendo las
manos en las caderas. La sonrisa de Namjoon le erizo los bellos de la
nuca al castaño.
—Lo que pasa es que mi pareja tiene un bonito y bien formado
trasero, digno de mis palmas y toda la experiencia que poseo— con
esas enigmáticas palabras se fue tras los pasos de su Alfa.30
El abogado vio al hombre salir y luego centro su atención en la
puerta del baño que se encontraba cerrada. "Diablos" pensó Seokjin,
"a mí siempre me toca la peor parte".

❆❆❆❆

Jungkook estaba sentado en el suelo del baño, con la espalda


pegada a la puerta. Precaución estúpida, a quien le interesaría
hablar con un cachorro histérico que había atacado al alfa de una
poderosa manda de tigres. Era un milagro que todavía siguiera vivo.
Una vez pasado el golpe de adrenalina y el miedo, la razón lo
invadió. Encogió las piernas y las pego a su pecho, en un gesto
protector se envolvió con sus brazos.
Un suave golpe en la puerta le indico que no todos se habían ido de
la habitación.
—Soy Seokjin— escucho una voz conocida —Tú y yo tenemos que
hablar— algo en la escueta frase llamo la atención de Jungkook e
hizo que levantara la cabeza que tenía recostada en sus rodillas
—¿Qué quieres?— pregunto esforzándose en darle fuerza a su voz.
Después de un corto silencio, en que pareció que el abogado armaba
su caso.
—Puedo ayudarte a patearle el trasero a mi jefe— propuso tentando
al rubio y próximo cliente. La curiosidad de Jungkook le gano,
levantándose con cuidado, siempre esperando que el molesto dolor
de espalda le llegara, le dio gusto a su curiosidad innata.8
—Habla— ordeno el cachorro mientras abría la puerta. La sonrisa del
abogado era de autosatisfacción.
—Definitivamente eres un chico muy listo— comento mientras se
sentaba en una silla dentro la habitación o lo que quedaba de ella,
frente a la cama del gatito —Creo que es hora de que tú y yo nos
pongamos de acuerdo en algunas cosas— Jungkook bastante
dudoso, se sentó en la cama, mirando de frente a ese castaño
belicoso.6
—¿Me estás diciendo que piensas conspirar contra tu jefe?— con un
movimiento negativo de cabeza, agrego —No te creo.
—Bueno— estiro las piernas Seokjin, dando un aire relajado a la
conversación —Digamos que conspirar no sería lo adecuado, yo diría
que esta es una necesaria intervención.
—¡Aja!— mostro su incredulidad el rubio más joven —Podrías
explicarme que propones sin dar tanto rodeo— El castaño se mordió
el labio, una sonrisa bailaba en sus ojos.
—Escucha y aprende, cachorro. En menos de una semana tu primer
celo te llevará a tu madurez sexual, si bien es cierto que no eres
como tu hermano, ya que no puedes tener hijos...51
—Ahórrate los detalles, que eso ya lo sé— se puso de pie el gatito, la
conversación no estaba llegando a nada —Sé que solo soy el
reemplazo de mi hermano Jimin, soy la pareja que nadie quiere. Sé
que llegará el día en que el tú alfa se busque una hembra para que le
dé hijos y yo tendré que aguantar callado. De eso ya estoy
enterado— Seokjin ni pestañeo, escucho al gatito pacientemente,
luego continúo como su nada.
—Lo bueno es que Taehyung ya tiene tres hijos— midiendo la
reacción del rubio, el cual se dejó caer en la cama con la boca
abierta.40
—No jodas— balbuceo Jungkook —¿Dónde están?... No los he
escuchado dentro del departamento.
—Están en una guardería— explico Seokjin, complacido al ver que el
gatito estaba francamente interesado en el tema.
—¿Y sus madres?— como el abogado que era, supo leer las
reacciones del gatito, así que se decidió a ser franco.
—Deja que te explique, Taehyung tienes 3 hijos... el mayor es su hijo
con Sulli una hembra de la manada, los otros dos bebes son hijos de
su hermano, que en un misterioso accidente murió junto con su
pareja. Es por este motivo que Taehyung tomo la custodia legal de
los niños y ante la ley son hijos suyos...16
—Sí, ¿pero qué paso entonces con la madre del hijo de Taehyung?—
interrumpió el rubio al abogado.
—A eso voy, ella y la nana de sus hijos estaban siendo transportadas
hasta este plantel, donde vivía el alfa y el resto de la manada—
cambiando la expresión de su rostro por uno más serio, continuó —
Namjoon tuvo un mal presentimiento, así que por puro instinto,
decidió trasladar a los cachorros de manera individual. Yo traje uno
escondido en una canasta, Namjoon hizo lo mismo con otro en su
auto, y el otro viajo con Luna.
—¿Dices "estaban"?— las implicaciones de esto atenazaron la boca
del estómago de Jungkook.
—Exacto, "estaban"— aclaro Seokjin —Tu futura pareja tiene un tío,
muy cariñoso, su nombre es Soo-Man. El tipo a tratado de matar a
Taehyung desde que su padre murió, estamos casi seguro que él
tuvo que ver con la muerte de su hermano, lamentablemente no hay
pruebas. Al no conseguir su propósito de matar a Taehyung, se fue
contra los cachorros. Así que ataco el transporte donde viajaban
Sulli, la nana y supuestamente los cachorros. Lamentablemente
nadie sobrevivió— Jungkook se supo ambas manos a la altura del
corazón tratando de contener las náuseas.9
—¿Y los bebes?— preguntó cuándo logro recuperar la voz.
—Están acomodados en una habitación que hace de guardería—
explico Seokjin.
—¿A dónde?— los ojos avellana volvían a llenarse de agua. Los
pobres niños debían sentirse perdidos, él sabía lo duro que era
crecer sin la presencia amorosa de la madre. Bien es cierto que no
era huérfano, pero ver a tu madre de vez en cuando no te convierte
en un hijo muy amado.1
—Están en la puerta al fondo del pasillo— al ver que el cachorro se
puso de pie para ir hasta el lugar, puso una mano en el hombro del
chico para hacerlo sentarse —La única manera en que puedas
disponer de esos cachorros y ser su omma, es si logras emparejarte
con el bruto de mi Alfa— si las palabras tenía como fin hacer detener
el corazón de Jungkook, por un pelo y lo logra.
—¿Qué?— grito de la manera menos masculina conocida a través de
la historia —Primero me apareo con un caballo, aunque ese lo
parece. Ni loco— la sonrisa del castaño era digna de enmarcar.73
—Es hora pequeño gatito de que tomes el toro por los cuernos.
Tienes dos opciones te conviertes en la victima del gran y malvado
Alfa o te lo cenas acompañado de un buen vino. Tú escoges— ahora
la sonrisa del rubio era tan diabólica como la del abogado. Seokjin
estaba hablando en su idioma. Si de todos modos iba a tener que
emparejarse con ese idiota, al menos esperaba tener todas las de
ganar.10
—Solo espero que valga la pena— quiso dejar el punto claro mientras
juntaba sus manos sobre su regazo, listo para hablar de negocios.10

SEIS
Taehyung caminaba de un lado a otro en el estudio que utilizaba
para atender los asuntos de la manada, este se encontraba al nivel
de suelo, impidiendo que alguien fuera de su seguridad y gente de
confianza llegara hasta las dependencias de sus oficinas.12
—No quiero asustarte— Taehyung escucho la voz de Namjoon desde
el marco de la puerta abierta —Pero Seokjin se quedó hablando con
el cachorro— esto hizo que el moreno parara su deambular como
animal enjaulado.22
—¡Mierda!— fue lo único que pudo decir, sentándose pesadamente
en la silla de su escritorio, se sostuvo la cabeza con las manos —
Ahora sí que tengo problemas... ¿Cómo estaba Seokjin?8
—Furioso— entro el beta Namjoon, cerrando la puerta detrás de él —
Me acuso de ser tan bruto e idiota como tú— la risa amarga de
Taehyung le dio a entender a Namjoon que él también era digno de
lastima.
—Pues no creo que a ti tampoco te van hacer las cosas fáciles en esta
luna llena— Namjoon resoplo molesto, sentándose en la silla frente
al escritorio de su jefe, cruzándose de brazos.3
—Puedo jurarte que en este momento están conspirando en tú
contra. Yo que tú, los enviaba como regalo a tu tío. Sería la venganza
perfecta contra el muy desgraciado— la risa de ambos eran un reflejo
del estrés acumulado.
La llegada intempestiva de uno de los centinelas encargados de la
seguridad en ese turno de vigilancia, hizo que ambos hombres se
pusieran en guardia.
—¡Alfa!— jadeo el hombre, con el cabello castaño claro pegado a la
frente —Estamos bajo ataque. Alguien violo el perímetro del lado
norte. Enviamos varios hombres a revisar, pero no han regresado y
no responden por radio.
Namjoon comenzó a gritar órdenes mientras Taehyung tomada el
arma que siempre tenía guardad en un cajón, bajo llave, de su
escritorio. Por suerte había sido entrenado como militar, toda su
gente conocía los riesgos y sabían afrontarlo. Las hembras sabían
disparar y la mayoría eran unas felinas realmente sanguinarias. Los
cachorros y las hembras preñadas fueron puestos a buen resguardo,
era preferible exagerar a tener luego que lamentarse después por
haber sido negligentes.5
Los edificios del complejo fueron cerrados herméticamente mientras
los guerreros se preparaban para enfrentar lo que sea que hubiera
penetrado su fortaleza. El cielo se tornó oscuro, todos supieron de
qué se trataba, "Los Malditos" llegaban. Eran enormes aves negras,
las plumas sin brillo, los ojos negros con una apariencia muerta, la
sed y la locura. "Los Malditos" llegaban a alimentarse, alguien había
sido tan estúpido de convocarlos.31
—¡Son "Los Malditos"!— grito Namjoon por encima de los chillidos
de los enormes pájaros —Hay que devolverlos al infierno.52
El primero en enfrentar a los atacantes fue Taehyung, había dos
maneras de acabar con esas cosas, una era de un certero disparo en
medio de los ojos, o el clásico, cortarles la cabeza con una espada
afilada.21
Los mejores tiradores se pusieron de rodillas sobre el patio, el que
hasta hace poco era lugar de recreo para los cachorros más jóvenes
de la manada. Calibrando sus rifles comenzaron a disparar, haciendo
caer a las apestosas criaturas sobre el suelo, donde otros guerreros
les daban el golpe de gracia con el metal afilando sus sables.
La carnicería duro un buen rato, las cosas esas no paraban de llegar.
Para nadie era un secreto que la carne de Cambia-Formas era el
alimento favorito de "Los Malditos", esas bestias eran carroñeras,
usualmente duraban siglos dormidas en el fondo de cuevas
olvidadas en los infiernos. Algo o alguien las había estado guardando
para darse un festín con su manada.

❆❆❆❆

Jungkook dormía, la conversación con Seokjin le había hecho


comprender muchas cosas. Tal vez hacerle caso a ese zorro
maquiavélico no era tan mala idea. Después de todo era un zorro, y
eran conocidos por su astucia.19

En lo profundo del reino de los sueños, en el suyo específicamente,


Jungkook estaba sentado en medio de un campo cubierto de hierba
verde, tres cachorros en sus formas de tigre jugaban bajo su cuidado.
De pronto comenzaron a caer plumas negras, gotas de sangre
mancharon el tapis de hojas color esmeralda. Los tigres comenzaron
a gruñir asustados mirando el cielo.20
Con un grito el joven felino despertó sentándose en la cama de
golpe, la puerta rota de su habitación permitía ver lo que había en la
pequeña sala de estar. Todo parecía tranquilo a simple vista, pero
algo en el aire saturaba sus sentidos, haciendo que su piel se erizara.
Su primer pensamiento coherente fue dedicado a los cachorros. Aun
sabiendo que no tenía permitido ir hasta ellos, Jungkook se ajustó
los pantalones del piyama y se puso una camiseta, con mirada
decidida salió del apartamento.1
El pasillo estaba extrañamente vacío, el silencio era abrumador. Un
mal presentimiento, justo el que solía tener cuando estaba a punto
de ser encontrado por su padre en medio de una memorable
travesura, se filtraba por su piel. El pasillo era amplio, pintado en un
aburrido blanco hueso, las lámparas en el techo daban la suficiente
luz sin lastimar los sensibles ojos felinos, no había una sola ventana
a la vista. Esto no era sorpresa, ya que tenía el presentimiento de que
estaba por debajo de la superficie de la tierra.
Buscando cual sería el camino a tomar, observo las puertas de los
que se suponía era las oficinas de Taehyung y departamento del
Beta, ya que Seokjin le había explicado que este edificio era la zona
de alta seguridad dentro de la fortaleza. Al final del pasillo estaba las
puertas de metal del ascensor. Así que la puerta que había en el
extremo contrario, era donde estaba la guardería.
Conforme se acercaba a las puertas, la idea de que algo malo estaba
pasando era más fuerte que casi podía tocarlo. Sin detenerse a medir
consecuencias, llegó hasta la entrada de la guardería, poniendo la
palma de la mano sobre la puerta de metal, la empujo suavemente. Y
por extraño que pareciera, esta cedió rápido abriéndole paso, si se
suponía que los cachorros del alfa estaban allí, esta debía de estar
mejor asegurada.
Al entrar descubrió a una de las enfermeras tiradas en el piso, sobre
un charco de sangre, otro hombre estaba sobre el suelo a pocos
metros de ella, aunque no se veía ningún indicio de herida,
Jungkook sabía que el hombre estaba muerto.4
Temiendo por lo que podría estar ocurriendo, corrió hasta donde
estaban las cunas, para encontrarlas vacías. Los cachorros de
Taehyung no estaban. Con cuidado toco las mantitas desordenadas
sobre cada uno de los colchones, luego los olfateo con cuidado para
descubrir que los bebés tenían un leve olor parecido al del moreno.
Un bufido furioso salió de lo más profundo de Jungkook, alguien
había tomado lo que le pertenecía. La mente humana debatía con la
idea, ya que aún no se había apareado con el padre de las crías, pero
quién convencía de eso a un gatito que estaba a días de su primer
celo. Al parecer la parte animal había escogido al candidato, ahora
era cuestión de asegurar a su presa con todo el equipaje que este
traía.29
Los ojos avellana de Jungkook se afilaron aún más, las uñas se
convirtieron en finas garras en la punta de sus dedos, los colmillos se
desnudaron por completo en su boca. Era hora de ir de casería.
Siguiendo sus instintos corrió por el amplio pasillo, el ascensor solo
pedía clave para entrar a los últimos pisos del edificio, pero no para
subir.
En poco tiempo llego hasta la superficie. Siguiendo el olor de los
cachorros llego hasta el vestíbulo, a través del vidrio reforzado pudo
ver una batalla campal entre los guerreros de los tigres y unas
enormes aves negras. Por un momento quiso ayudar a defender a la
manada, pero ahora tenía tres pequeñas prioridades.11
Sin importarle estar vestido solo con piyama, Jungkook continúo
con su búsqueda, estaba seguro que todo ese jaleo era una bomba
de humo para cubrir el verdadero golpe que le estaban dando a la
manada.1
Respirando profundo Jungkook corrió hasta un área que debía llevar
a las cocinas. En todo el camino no se encontró con nadie, al parecer
todos estaban en algún refugio. El joven felino estaba seguro de que
alguien dentro de la manada los había traicionado, sin saber en
quién confiar, siguió su instinto.5
El aroma de los cachorros estaba acompañado con otro que le era
conocido, sabiendo que no tenía tiempo para divagaciones, paso las
puertas dobles que daban a la cocina principal. Los pies desnudos
sobre el suelo no hacían ningún ruido, el aroma de los pequeños
tigres era reciente.
El ruido del metal al caer al piso hizo que Jungkook se agachara,
escondiéndose detrás de una mesa de amasar pan, desde allí
observó al buen doctor que lo había atendido las primeras veces
antes de que fuera puesto en terapia.8
Con cuidado de no ser visto se arrastró para ver mejor lo que el
hombre estaba empujado. Se quedó de piedra al ver un cochecito
sencillo que tenía apiñado a los tres cachorros de tigre en su forma
animal. Lo que era de esperarse, ya que por instinto recurrían a la
naturaleza que los podía dar más seguridad, dependiendo de la
situación.
Los bellos de la nuca del rubio se erizaron, el hombre estaba por salir
por una puerta que estaba seguro daría a un área de servicio que
permitiría salir de manera furtiva, mientras afuera se desataba un
infierno con esas extrañas aves.
El buen doctor, era un tipo algo entrado en años, de mirada nerviosa,
cabello rubio y nariz aguileña, era un felino viejo y mañoso, por lo
que Jungkook podía ver.
—¿Necesita ayuda, doctor?— pregunto Jungkook saliendo de su
escondite —Yo le podría ayudar con su pesada carga— afilo los ojos
viendo como los bebés estaban atados por sus cuellos por finas
correas de sedas. El hombre miró nervioso a un lado y a otro,
asegurándose que estaban solos en la cocina.
—Los llevo a un lugar seguro— logro hablar el hombre después de
aclararse la garganta.6
—Como la pareja de Taehyung el Alfa— decidió darle un énfasis más
diplomático a la situación, lo bruto se lo dejaba a Taehyung —Creo
que es mi obligación velar por ellos.10
El viejo tigre le dedico una mirada evaluativa al joven gato montés,
era cierto que en su forma animal era más grande que el rubio, pero
la juventud de este jugaría a su favor.
—Soy el médico de los cachorros— sentenció el buen doctor
mientras metía una mano dentro de su chaqueta buscando el frio
metal —Sé cómo hacerme cargo, ve y busca donde esconderte. Las
aves entraran aquí en cualquier momento— no hacía falta ser un
genio para tener una idea de lo que ocultaba el viejo tigre dentro de
la chaqueta, conteniendo la respiración decidió hacerse el tonto.
—Tiene razón— hizo un pucherito, fingiendo miedo —Pero no sé a
dónde ir... ¿Podría llevarme con usted?— el médico tardo unos
segundos en tomar una decisión.2
—Creo que tienes razón— extendió la mano invito al niño —Ds
peligroso que deambules por allí solo. Te llevaré a un lugar donde no
corras peligro.3
Jungkook podía ser tan malo como cualquier gatito, los tigres
confiaban en su gran tamaño para salir airosos, los pequeños felinos
apostaban a su inteligencia. Con una sonrisa que aparentaba
inocencia, Jungkook tomo la mano del doctor. Apenas haberle
tocado con la mano izquierda, con la derecha tomo el mango de una
olla y golpeo con esta al viejo doctor, dejándolo noqueado en el
suelo.35
—¡Miaaauuuu!— maulló contento mientras pateaba al maldito
traidor que estaba fuera de combate en el frio piso. Desatando a los
pequeños tigres, los tomo entre sus brazos. Los instintos de
conservación de los cachorros hicieron que se aferraran con la uñas
a su salvador, manchando con pequeñas gotitas de sangre la
inmaculada camiseta blanca.2
El ruido de guerreros se escuchaba tras las grandes puertas que
separaban el comedor de la cocina industrial. Temiendo que estos
trajeran consigo una sangrienta lucha, abrazo contra su pecho a los
cachorros, recorriendo con la vista el lugar, encontró una puerta que
debía llevar a una bodega de suministros, ya que el médico no
intento escapar por ella.
Antes de que alguien entrara a la cocina, Jungkook se escondió en la
bodega. Los cachorros comenzaron a lloriquear, para calmarlos se
refugió tras un enorme estante de conservas, apretando contra su
pecho a las pequeñas motitas de pelo rayado, les susurro palabras
de aliento.
—¡Jungkook!— escucho la voz de Taehyung que le hablaba desde el
otro lado de la puerta.
—¡Aquí estoy!— respondió sin saber que encontraría en la mirada del
moreno. Estaba consciente del estado en que se encontraba el
doctor sobre el piso, quién podría decir que él no había sido quién
trato de robarse a los bebes.
Los niños comenzaron a ronronear al escuchar la voz de su padre,
Jungkook trago duro su miedo, saliendo de detrás del estante,
enfrento su destino.1
El Alfa Taehyung estaba de pie con los brazos cruzados sobre el
pecho. Con el cabello revuelto, manchas de cenizas oscurecían sus
facciones masculinas, pero no las opacaban, la ropa raída del
moreno estaba impregnada de sangre.1
—Veo que te da igual golpear al Alfa o patearle el culo al buen
doctor— la sonrisa del moreno desmentía la seriedad de las
palabras.
—Si me dejas quedarme con los bebes prometo enseñarles cómo
hacerlo— propuso Jungkook entre broma y enserio.
Los cachorros comenzaron su cambio, de pronto ya no tenía tres
cuerpitos rayados, ahora tenía tres rollizos bebés sonrosados que
estiraban sus bracitos hacia Taehyung. De no ser por la rapidez del
moreno, los bebes abrían ido a dar al suelo.5
Por lo que veo tienes la manos llenas – tomo a los bebes mientras se
acercaba a Jungkook para robarle un beso, él que ante la sorpresa
abrió la boca. El alto le dio a Jungkook su primer beso, de no ser por
el chillido de uno de los niños, las cosas habrían pasado a cosas
menos dignas para el público.74
—Tenemos el área asegurada— se escuchó la voz de Namjoon desde
la puerta. Al escuchar el resoplido poco elegante del rubio, estuvo
seguro que había interrumpido algo —De no ser por Jungkook, estos
hijos de puta se hubieran llevado a los niños... Había un auto
esperando fuera de la fortaleza listo para huir.1
Taehyung de inmediato regreso a su modo Alfa, los dos bebés que
sostenía en brazos halaban mechones de su cabello, cosa no lo
molestaba en lo absoluto.7
—¿Hombres de mi tío?— pregunto dejando salir un gruñido bajo, que
hizo que los cachorros se apretaran contra su pecho.
—No lo he confirmado, aun— dijo Namjoon con un encogimiento de
hombros —Pero estoy seguro de que después de disfrutar de nuestra
amena compañía, comenzaran a contarnos su vida y milagros—
Taehyung desvió la mirada hacía Jungkook.
—Encárgate, yo voy a interrogar a mi pequeño gatito travieso—
sonrió de una manera bastante maliciosa, una que hizo que
Jungkook se le erizara la piel del cuerpo —Me pregunto cómo es que
se enteró de que mis hijos estaban en peligro— el rubio trago saliva
mientras abrazaba al bebé que tenía en brazos.
—Fue una coincidencia— trato de explicar lo que ni él mismo
entendía.
—Necesito un baño— dijo Namjoon que miraba atento a la pareja —
Voy a mi apartamento... ¿Qué haremos con los cachorros?—
pregunto al recordar el estado en que había quedado la guardería.
—¡Se quedaran con nosotros!— contesto Jungkook, sin pensárselo 2
veces y alzando un poco la voz. Sin mirar al moreno, primero muerto
antes que alejar a los bebes de su vista. Las carcajadas de los 2
guerreros lo tomaron por sorpresa que los miraba como si se
hubieran vuelto locos —¿Qué es tan gracioso para ustedes?—
pregunto arqueando una ceja.6
Después de unos segundos, algo llego a la cabeza de Jungkook que
hizo que en sus acorazonados labios se asomara una sonrisa,
Taehyung guardo silencio observando cómo los labios bonitos del
rubio formaban una encantadora sonrisa, la primera que sentía que
era real desde que había llegado a la manada.3
—¿Por qué sonríes?— pregunto sin saber si quería escuchar la
respuesta.
—Por qué no dudaste de mí— hablo Jungkook bajando la mirada,
sus mejillas se tiñeron de rosa —Esperaba que me acusaras de
intentar llevarme a los niños.
—Equivocarse es de sabios, repetir las equivocaciones es cosa de
necios— la seriedad en el semblante de Taehyung le dijo a Jungkook
que el moreno era más de lo que él creía. Sintiéndose algo incómodo
decidió salir de esa situación.2
—Creo que mejor me llevo a los cachorros al departamento mientras
tú terminas aquí.
La llegada de Luna, la cual estaba más pálida que un papel, su
siempre pulcro cabello peinado con una coleta, ahora estaba
totalmente despeinado.1
—¿Los bebes están bien?— grito la chica antes de abalanzarse sobre
Jungkook para examinar más de cerca al pequeño y regordete bebé
—Fui a la guardería y encontré todo revuelto, había sangre por todas
partes —Taehyung dejo salir un suspiro.2
—¡Qué bueno que estas aquí!— le sonrió a la muchacha —Acompaña
a Jungkook y ayúdalo a instalar a los bebés.
Los 2 salieron de allí llevándose a los bebes, Namjoon y Taehyung les
vieron salir.
—¿Por qué estás tan seguro que él no está implicado en esto?—
pregunto Namjoon queriendo comprobar que terreno pisaba. El Alfa
de los tigres simplemente movió la cabeza de un lado a otro de un
modo negativo.
—Si él hubiera querido salir con los niños lo habría hecho, y no se
habría encerrado en la bodega a esperar por ayuda...
Namjoon sonrió complacido, quizás la pareja si tuviera una
oportunidad de tener una relación tranquila. Él y Seokjin habían
estado haciendo apuestas al respecto, el problema es que ninguno
de los dos quería apostar a favor y acabar perdiendo.7

SIETE
Taehyung atendió algunos asuntos que no podían espera, como el
deshacerse de los cuerpos de una manera segura era crucial. Luego
estaba el asunto de los heridos y lo de coordinar las tareas de
reparación. Sintiéndose agotado logro arrastrar su cuerpo hasta el
tercer nivel bajo el suelo, una vez allí se dirigió hasta la puerta de su
apartamento. Tecleando la clave de acceso y espero.
Dentro encontró con una escena que por un momento hizo que le
aire le quemara los pulmones, y como consecuencia que su pene se
pusiera tan duro que podía taladrar piedras. Con cuidado de no
despertar al chico que dormía en el sofá, con el dorso desnudo,
dejando ver su espalda delicada y blanquecina, y el cinturón de su
pantalón suelto y un poco bajo, permitiéndole ver el nacimiento de
las curvas de su redondeado trasero.68
Taehyung respiro profundo, apretando en un puño las manos
tratando de evitar que estas se dejaran llevar por el deseo y fueran
tras toda esa piel tersa que se le ofrecía. El pantalón jean era casi un
pecado el que cubriera esas piernas largas y torneadas, y el pene que
dormía bajo el cierre, los pies desnudos le recordaba al moreno que
el rubio era aún un cachorro inocente. Aunque ese cuerpo fuera la
encarnación del pecado mismo.11
Tragando duro el alfa logro controlar los impulsos que comenzaron a
desbocarse, le achaco a la luna y al aroma dulce del chico que pronto
entraría en celo. Si se enlazaba al tomar su virginidad, el gatito sería
su pareja por siempre, y jamás tendría a otro amante más que él.27
Taehyung, después de hacer acopio de toda su fuerza de voluntad,
logro desviar la vista de la habitación sin puerta, la que había sido
tirada después de su pelea en la mañana. Caminando a hurtadillas
llego hasta donde estaban acomodadas las cunas de sus hijos, la
cama había sido retirada para darles espacio. Había un mueble para
cambiarlos, una mecedora y una pequeña refrigeradora donde
estaban guardados los biberones. Ahora entendió por qué su joven
pareja estaba durmiendo en el sofá, el chico le había dado su
habitación a los bebés.33
Taehyung era un guerrero, su padre le había enseñado que su vida
estaba al servicio de la manada. A pesar de ser un alfa joven, había
demostrado que merecía el puesto con creces. Tenía sus cachorros,
tenía asegurada la descendencia como pedían los ancianos. Para lo
que no estaba preparado era para esa sensación de tibieza en el
pecho cada vez que visitaba a sus hijos. El saber que su futura pareja
sería capaz de tomar riesgos por los bebés, y lo es más, les diera su
comodidad, lo hizo sentir humilde.3
Un gemido que provino desde la sala de estar, le recordó a Taehyung
que un rubio sexy dormía incomodo sobre el sofá, con una sonrisa en
el rostro, supo exactamente donde pasaría la noche el gatito
malcriado.

24

❆❆❆❆

Jungkook había seguido los consejos de Seokjin, cada palabra. "Si


quería ser la presa del gran y malvado alfa debería esperar
dócilmente, pero si quería carne de tigre para la cena, él debía
controlar la situación", así que el gatito se había quitado la camisa,
acostándose boca abajo ocultó sus tetillas erectas por el aire
acondicionado de la habitación, eso sería suficiente para hacer que
el tigre se emocionara un poco.53
Al notar que el alfa tardaba decidió desabrocharse el botón del
pantalón jean que el zorro le había prestado, cuando escuchara el
sonido de la puerta se acostaría y fingiría dormir. Lo que no calculo
fue que en verdad se quedó dormido, el acomodar a los cachorros
había sido un trabajo titánico, tomando en cuenta que todo lo
realizaron Luna y él por temor a que alguien lastimara a los bebés.2
Cuando unos brazos fuertes lo levantaron en vilo, quiso asustarse,
pero el olor conocido del tigre lo hizo dormir de nuevo. Estaba tan
cansado, la baja espalda había comenzado a doler un poco por todo
el trabajo y la tensión.
Jungkook respiro profundo, el olor a macho inundaba sus pulmones,
la piel desnuda hormigueaba al rosarse contra las seda. El chico en
su inocencia comenzó a ronronear, el sexo duro se apretaba contra
el colchón masturbándose buscando la liberación que le ayudaría
con esa necesidad que se construía en la base de la columna y que le
ahogaba las bolas.5
Justo cuando estaba a punto de obtener lo que buscaba, las
delgadas caderas fueron sostenidas por unas manos grandes que le
impidieron la búsqueda desesperada del orgasmo.
—De ahora en adelante solo te correrás si estoy presente— la
respiración de Taehyung contra su oreja del inocente cachorro era
tan erótico para él.60
Jungkook abrió los ojos de golpe, trato de incorporarse pero una
mano grande se posó sobre la base de su espalda, su felino interno
obedeció por inercia al domino del moreno.2
—Tranquilo, cachorro— una lengua húmeda recorrió el cuello
blanquecino del rubio —Yo haré que valga la pena esperar.
La inocencia a disposición de la experiencia, que podía hacer un
inexperto Jungkook para hacerle frente a la delicada seducción de la
que estaba siendo víctima por parte de Taehyung. Solo dejarse hacer
fue la respuesta. Para la total vergüenza de Jungkook, su ronroneo
solo aumento cuando pequeños besos fueron recorriendo su
columna vertebral hasta llegar al nacimiento de su trasero.
—Para— suplico Jungkook cuando las manos duras del moreno
apretaron sus redondas nalgas —¡Ah!— gimió cuando sintió la que la
lengua del moreno jugueteaba con su entrada.32
—Disfruta— ordeno el tigre —Este delicioso cuerpo tuyo me
pertenece— al ver como el cachorro mordía la almohada para evitar
dejar salir otro gemido, insistió —No me niegues tu placer.16
Las lágrimas pesadas escaparon de sus ojos felinos avellanados
cuando sintió como la lengua de Taehyung abría su entrada virgen.
Jamás imagino que el sexo podía ser así, faltaban todavía dos días
para su primera luna llena, pero la cercanía de un macho dispuesto
volvía locas a sus hormonas.4
—¡Voy a morir... se siente... se siente bien!— gemía Jungkook cuando
una mano de Taehyung se metió bajo su cuerpo para apresar su
miembro que lloraba liquido pre-seminal. La lengua del moreno
penetro en un ritmo lento de entrar y salir mientras la mano
masturbaba al rubio en perfecta sincronía.30
Taehyung no era de los que se tomaban tantas atenciones con un
amante, por lo general era cuestión de sexo salvaje y desenfrenado,
un encuentro meramente carnal solo para conseguir puro placer sin
ataduras.
La historia con Jungkook era totalmente diferente, su sabor era sexo
puro, lo que sostenía en su mano era un pene digno de ser
saboreado durante horas. Ese niño sería su perdición, estaba muy
seguro de eso.1
Jungkook abrió más las piernas y levanto el culo en busca de la
lengua que arremetía su entrada sin compasión. Gemía y lloraba
mientras apretaba las mantas tan fuertes que sus nudillos
comenzaron a ponerse blancos. Taehyung supo que su cachorro
había alcanzado el límite, haciendo acopio de toda su destreza,
metió la lengua hasta donde pudo mientras con su mano le hacía la
mejor masturbación que alguien le puede hacer a un hombre.23
El gatito grito el nombre de Taehyung mientras mojaba las mantas,
grandes chorros de su esperma salió disparada. Taehyung volteo a
Jungkook, permitiendo que este sollozara en su pecho escondiendo
la cara.37
—Eres mí gatito— hablo mientras besaba tiernamente la cabeza de
cabello rubio —Estas donde debes estar.

64

❆❆❆❆

A la mañana siguiente, Jungkook abrió los ojos lentamente, la


sensación de estar rodeado por un cuerpo tibio lo hizo sonreír. Las
imágenes de la noche anterior llegaron una a una, como soldaditos
bien formados.
Al tratar de liberarse de su prisión de brazos escucho una risa ronca
que lo hizo levantar la vista, sonrojándose como un tomate al ver los
hermosos grandes ojos verdes que lo miraban con una expresión
hambrienta.11
—Yo... yo... yo— trato de explicarse sin mucho éxito. Taehyung lo
tomo por la barbilla obligándolo a sostenerle la mirada.
—Todo lo que paso anoche entre nosotros es natural, es correcto—
dándole un delicado beso en los labios entre abiertos, agrego —En
dos días seremos oficialmente una pareja... ¿Te gusto, lo que paso
anoche?— Jungkook sonrió, aunque sus mejillas parecían estar a
punto de incendiarse por la vergüenza.
—Me gusto— susurro tan bajo que Taehyung apenas lo pudo
escuchar —¿Siempre será así?3
El beso que antes había sido tierno, ahora devoraba los labios
acorazonados de Jungkook, el que sin pensarlo mucho rodeo con
sus brazos el cuello del moreno, para asegurar que la caricia no
terminara nunca. En ese momento el gatito fue consciente de su
denudes y la del hombre que ahora se acomodaba sobre él. En un
acto de entrega, Jungkook abrió las piernas, permitiendo que su
pene se rosara contra el miembro erecto de Taehyung.25
La barbilla del moreno rosaba la piel tierna del cuello del rubio
mientras este levantaba la pelvis para lograr un mayor contacto.
Taehyung tomo con ambas manos los penes juntos, había muchas
cosas que el chico tenía que aprender y él estaba dispuesto a
enseñárselas. Dejando el cuello comenzó a recorrer el pecho, hasta
que se ensaño con una de las tetillas que se ofrecía para el
sacrificio.3
Jungkook no sabía si estaba vivo o muerto, se sentía fuera de su
cuerpo, el placer era sublime y él no estaba seguro de poder
soportarlo. Taehyung aumento el ritmo de la caricia en los penes,
hasta que con un grito de éxtasis el gatito se vino. Le imagen quedo
grabada a fuego en el corazón del Alfa, al ver la el bello rostro
sonrojado de Jungkook al alcanzar la plenitud, la reacción fue
inmediata, su semen mancho el pecho del rubio, pintando también
una de sus mejillas.
El beso que la pareja compartió sello el destino de los amantes. En
dos días tomaría a su cachorro sembrando su semilla dentro de las
entrañas de Jungkook, de ese sagrado momento en adelante sus
vidas estarían entrelazadas.2
Pudor.7
El llanto de uno de los bebés, desde la habitación cercana, hizo que
los amantes se separan sin dejar de mirarse a los ojos.
—Parece que otro tigre está pidiendo mi atención— sonrió Jungkook
de un modo que hizo que el corazón de Taehyung acelerara más su
ritmo —Voy a darles su biberón.11
—¿Sabes cómo cuidar cachorros?— pregunto el moreno al ver como
Jungkook se ponía de pie mientras trataba de cubrir su cuerpo
desnudo con la manta.1
—Digamos que aprendí por accidente— se explicó mientras tomaba
el pantalón jean con que se había vestido la noche anterior —En la
manada una madre se puso muy mal cuando su pareja murió, así
que Suran, Jimin y yo nos encargamos de sus cinco cachorros
mientras ella se recuperaba.
Taehyung oyó toda la larga explicación que daba su futura pareja,
aunque para ser sinceros, apenas si escucho la mitad, ya que estaba
demasiado entretenido en ver como el gatito trataba de ponerse el
pantalón sin dejar caer la manta. Por desgracia el chico logró sin que
él pudiera ver su exquisito trasero. ¡Una desgracia!29
—Voy a llamar a Luna— hablo el alfa poniéndose de pie. Él si no tuvo
ningún pudor en mostrarse desnudo ante un muy sonrojado
Jungkook.18
Jungkook abrió la boca para decir algo en contra de llamar a la
enfermera, pero siendo realistas, en ese momento solo podía
babear. El hombre era un monumento al sexo, su más de 1.80 de
musculo cubierto por una piel tostada, el cabello rubio oscuro
ondulado corto y revuelto, los ojos grandes verdes que en ocasiones
parecían dos pozos oscuros, ahora se veían iluminadas por la sonrisa
traviesa que adornaban esos labios abultados y apetecibles.21
—Este cachorro resulto bastante pervertido— se burló Taehyung, al
ver la expresión avergonzada del rubio que dé pie frente suyo no
dejaba de mirarlo.28
Que podía decir Jungkook en su defensa, sus ojos tenían voluntad
propia, sin poderse detener recorrió aquel pecho de pectorales
lamibles, los pezones duros como pequeñas piedrecillas, los cuadros
del abdomen, bajando su visto llego al miembro del moreno que
ahora se levantaba erguido pidiendo atenciones. El llanto renovado
de dos bebés hizo que el rubio despertara de su transe.
—Yo me ocupare de los niños— tartamudeo —Prepara algo para
desayunar— antes de que el moreno pudiera decir algo, Jungkook
salió escapando del dormitorio.2
Taehyung dejo salir un suspiro, con las manos apuñadas en sus
caderas, bajo la vista para ver su pobre pene abandonado. Tendría
que ir al baño para un trabajo manual antes de poder entrar a la
cocina.55
El corazón de Jungkook se iba a salir de su pecho, a veces no sabía si
era mejor seguir siendo un cachorro. Esto del celo era muy
complicado, su felino interior ronroneaba y se ponía estúpido
cuando olfateaba al aprovechado del tigre.1
Solo recordar las cosas pervertidas que habían hecho durante la
noche, la cara le ardía tanto que sentía que en cualquier momento se
iba a incendiar.
Al entrar al dormitorio de los niños, lo que encontró lo hizo olvidar
totalmente sus problemas. Había dos cachorros de tigre halando el
pañal al menor de sus hermanos, el que se negaba a transformarse a
su forma animal. El bebé humano y los dos tigres en una franca lucha
en una cunita, era algo digno de una fotografía.7
—Hola bebés— saludo. La voz del joven gatito hizo que la lucha
quedara en pausa. Los dos tigres olfatearon el aire y ronronearon,
mientras el bebé que conservaba su forma humana levanto los
bracitos en busca de brazos.4
Jungkook sintió como su corazón se derretía, esos cachorros eran
solo de él, bueno, tal vez tendría que compartirlos con ese tigre que
más parecía caballo, pero esos eran simples detalles. Caminando
hasta la cuna sobre poblada, rasco a los tigres detrás de sus suaves
orejitas, luego alzo en brazos al menor de los bebés.28
—Sean, buenos niños— le susurro a los cachorros —Quiero verlos
sobre dos piernitas.
Los dos niños mayores convocaron su forma humana. Los niños eran
una belleza, el mayor tenía casi tres años y era muy parecido a
Taehyung, el mismo color de cabello, los mismo ojos si hasta parecía
la versión infantil del moreno, el segundo tenía dos añitos, era tan
lindo y a la vez tenía una mirada traviesa, pero de todos, el más
pequeño, de un añito era el que robaba suspiros, con sus ojos verdes
y una expresión de no me miren por qué me asusto, que daban
ganas de acurrucarlo hasta el fin de los tiempos.13
Jungkook se olvidó de que el mundo giraba sobre su eje, se dedicó a
darles un baño rápido en la tina, luego les coloco el pañal a los dos
menores, ya que el mayor parecía odiar esa incomoda prenda y la
despedazo apenas la tuvo puesta. Con gran cuidado les dio un
biberón para preparar sus jóvenes estómagos para el desayuno que
él mismo prepararía.1
Estaba vistiendo a Kyungsan, el menor de los niños, el que para su
tristeza descubrió que se negaba a convocar su naturaleza felina.
Mientras los hermanitos jugaban en la tina en su forma animal, el
más pequeño los miraba con una expresión de tristeza que a
Jungkook le recordó su infancia. Abrazando al niño le había cantado
vieja canción de cuna, mientras con mucho cariño le lavaba el
cabello.2
—Si no vienes a comer voy a dejarte sin desayuno— escucho la voz
de Taehyung desde la cocina. El joven gatito no pudo evitar sonreír,
solo esperaba no morir envenenado por la comida del improvisado
cocinero.
Cargando en brazos a Kyungsan, Leo caminando de la mano derecha
y con Yoogeun guiando, todos llegaron a la cocina donde un
impactado Taehyung veía llegar a su familia. Por qué sí, en ese
momento el alfa se dio cuenta de eso, ya no eran tres cachorros que
perpetuarían su sangre ni una pareja escogida para evitar perder
autoridad en la manada. La idea lo asusto tanto que por un
momento estuvo a punto de ir a buscar a los "Malditos" para tomar
el té con ellos, definitivamente había cosas más fáciles de afrontar.17
—¿Estás bien?— pregunto Jungkook, algo incómodo al ver la
expresión del moreno, una de por demás que no supo interpretar.
Taehyung no era un alfa por mero titulo, el moreno tenía las bolas
justo donde debían estar.15
—Estoy bien— aclaro mientras ponía tocino en varios platos —Es
solo que olvide que los cachorros también comerían.
—Entonces yo te ayudo— hablo mientras daba al más pequeño de
los bebés al alfa. Mirando a Leo y Kyungsan, le dijo —Voy por sus
sillitas para comer, espérenme aquí.
En poco tiempo la mesa que Taehyung nunca había usado, ahora
estaba repleta, tres bebés en sus sillitas para comer sonreían
mientras trataban de meterse a la boca trozos de huevos revueltos
con jamón, luego estaba el chico rubio vestido con un piyama de
seda azul claro que gobernaba la mesa como si ese hubiera sido su
lugar desde siempre.9
Taehyung, si entender muy como sucedió, se encontró a si mismo
lavando la bajilla, mientras observaba lascivamente como su pareja
se agachaba para ponerle los calcetines al mayor de los niños, cosa
que hizo que el pantalón del piyama bajara lo suficiente para dejar
ver la curva del firme trasero con el que había jugado la noche
anterior. Para desgracia del alfa, unos golpes en la puerta
anunciaron que tendrían visitas.20
—Iré a ver quién es— dijo Jungkook dirigiéndose a la puerta antes de
que Taehyung pudiera decir algo al respecto. Luna apareció del otro
lado, con su uniforme blanco inmaculado y la perenne sonrisa en su
rostro.5
—He venido a echarte una mano con los niños— aclaro después de
los saludos de rigor.
Taehyung se sintió más tranquilo con Luna ayudando a Jungkook,
salió de su departamento, dejando a dos de sus mejores guerreros
cuidando la puerta de entrada del que ahora era su hogar.
Era momento de dejar la tranquilidad doméstica para ir a patear
algunos traseros que se habían estado buscando ese honor desde
hacía mucho tiempo. Después de todo su difunto padre tenía razón,
un macho sin emparejar podía ser medianamente paciente con sus
enemigos, pero cuando se tenía familia, la cosa era más sencilla: "El
que se acerca demasiado, muere". Con esa idea en mente, llego al
ascensor, tenía una fiesta que organizar.

32

❆❆❆❆

Namjoon aprovecho la tranquilidad antes de la tormenta, conocía lo


suficiente a Taehyung para saber que pronto iba a llegar la sangre al
río, así que decidió darse un gustito antes de entrar en materia.1
Recostando la espalda a la pared, el beta se deleitó con la vista que a
esa hora de la mañana proporcionaba el gimnasio. Un bonito zorro,
vestido con un pantalón corto de deporte, una camiseta sin mangas
y destilando sudor en la máquina de pesas, era suficiente para que
cualquier hombre con sangre en el cuerpo se viniera solo con verlo.
Era la única ocasión en que se podía pillar a Seokjin, en lo que para
Namjoon era una verdadera naturaleza, una que disfrazaba con ropa
de marca y peinados prolijos.23
El tigre dentro del Beta comenzó a gruñir y a mostrarse detrás de los
ojos cafés, faltaban menos de 48 horas para que la luna llamara a los
cambia-formas al celo, hora de tomar lo que desde hace tiempo le
pertenecía.
31

❆❆❆❆

Seokjin debió sentir la vibración en el aire, no en vano su otra


naturaleza era un zorro. Aunque había estado absorto en sus
pensamientos, el bajo gruñido le erizo la piel, anunciándole que no
estaba solo a horas tan tempranas de la mañana.
—¿Namjoon?— pregunto dejando las pesas en su base, poniéndose
de pie trato de disimular su incomodidad fingiendo enojo —¿En qué
corral te criaste...?— Namjoon puso su mejor cara de inocencia,
encogiéndose de hombros, abogo en su defensa.
—No fue en ningún corral; mi madre se tomó su tiempo en
educarme.
Seokjin tomo la toalla que estaba sobre una silla cercana, secándose
el sudor de la cara, trato de ganar tiempo, ese maldito tigre lo
desconcentraba. Las cosas empeoraron al dedicarle una miradita al
tremendo macho que tenía enfrente, el hombre estaba vestido con
una pantalón largo de deporte, ajustado que podía verla forma del
pene totalmente erecto tras la tela del algodón. Tragando duro tuvo
que soportar la sonrisa conocedora de Namjoon, el maldito se había
dado cuenta del interés del zorro.4
—Insisto en que tu madre te envío a educar con las vacas— le grito
enfadado, al diablo el dominio que tenía sobre si mismo —Mira que
llegar sin avisar y quedarte viendo como idiota.
La risa de Namjoon era ronca, lo más preocupante es que aunque le
caldeaba el carácter al menor, también acariciaba su sexo
haciéndolo estremecer. Seokjin se quedó allí de pie, con la toalla
todavía entre sus manos, viendo como el beta dejaba la pared para
caminar despacio hacia donde él estaba.
—Voy a mostrarte lo bien educado que estoy— hablo Namjoon en un
tono que hizo que a Seokjin le temblaran las rodillas —Voy a hacer
que me pidas "por favor", para luego yo decirte "gracias".43
Seokjin desvió la vista hasta el lugar en que el tigre estaba mirando,
en ese momento se dio cuenta de que las cosas se iban a poner algo
intensas. Namjoon estaba tomándole las medidas a la máquina de
pesas, viéndola bien era como si estuviera diseñada para que alguien
fuera follado en ella.6
—¡Ni lo pienses!— señalo con un dedo, golpeando el sólido pecho de
Namjoon. Él no era un cachorro inocente que se dejara seducir,
cuando tenía sexo, era algo que calculaba muy bien antes de actuar.4
Las manos grandes del beta tomaron las delgadas caderas de
Seokjin, haciendo que sus penes duros se frotaran por encima de la
ropa.
—Esto me dices que ya tú lo has pensado por los dos.
En el momento que Seokjin abrió la boca para enviar al tigre a la
mierda, el muy aprovechado le metió la lengua hasta la gargante,
mientras las manos grandes le apretaban y masajeaban el trasero.
Seokjin supo lo que era ser dominado, todos sus amantes se habían
quejado de que él era un sumiso dominante, ya que siempre se hacía
su santa voluntad en la cama.52

OCHO
Poniendo las palmas de las manos sobre el pecho de su agresor, por
qué sí, eso no podía catalogarse como otra cosa que una lucha de
poderes. El castaño trataba de apartar al tigre que lo mantenía
sujeto entre sus brazos. Lo malo de su infructuoso esfuerzo, es que
en algún momento sus manos se cerraron para sujetar de la
camiseta de Namjoon, como si quisiera asegurarse de que el hombre
no se le escapara.
La lengua del moreno exploro la boca de Seokjin a voluntad,
mientras el chico solo podía dar gemidos que acababan siendo
bebidos por el tigre. Las manos grandes que masajeaban su trasero
acabaron rompiendo su pantalón al bajarlos con violencia, el zorro
enserio quiso protestar, lástima que la mano que envolvió su pene
envió al diablo la última neurona que se oponía.54
—¡No sigas!— gimió el castaño cuando el moreno dejo su boca para
lamer su cuello —¡Por favor!— rogo sin saber si se refería a un
"¡Déjalo ya!" o aun "¡No te atrevas a parar!". La sensación de ser la
presa del tigre lo estaba mareando, el placer que esa lengua sobre su
piel y esas manos que apretaban de una manera casi dolorosa, era
demasiado para sus sentidos.2
—¡Voy a devorarte entero!— fue lo que escucho Seokjin al ser
acostado con la espalda pegada al cuero de la máquina de pesas.
Acomodado de manera horizontal, sintió el frio del aire
acondicionado acariciar su pene desnudo.4
La sensación no duro mucho, ya que una mano callosa comenzó a
calentársela de manera que rayaba en lo agresivo y lo orgásmico.
—¡Maldita sea!— grito entre gemidos —¡Si vas hacer algo hazlo de
una puta vez y deja de estar jugando!— protesto al sentir que estaba
a punto de tocar el cielo sin lograrlo.4
Namjoon estaba más allá de ser un niño bueno, su naturaleza
dominante tenía a Seokjin justo donde lo quería, aprovechando la
diferencia de tamaños lo aprisiono contra la base acolchada de
cuero de la máquina. El aroma natural del castaño, el sudor que
mojaba la camiseta lo estaba volviendo loco, dándole mordiscos, los
que perforaban la piel lo suficiente para causar escozor pero sin
liberar sangre. El animal en su interior exigía tomar a su pareja con
todo y darle la mordida de enlace, cosa que no era el momento de
hacer. Por ahora solo ablandaría la carne para el asado.33
Seokjin ya no sabía si iba o venía, el moreno hacia su voluntad
dejándolo a merced de sus deseos. El desgraciado lo estaba
devorando de a poco, su naturaleza animal era rebelde, difícil de
subyugar, y ese tigre lo hacía parecer fácil. La camiseta le fue
arrancada del torso, el camino ardiente que la boca de Namjoon
dibujaba en su vientre fue bajando hasta llegar a milímetros de su
hombría.
—Justo como me gusta— alabo el moreno mientras soplaba sobre la
superficie ardiente —Duro y mojadito— para dar énfasis a lo último,
le dio una larga lamida a las gotas de humedad que escapaban del
pene rígido.11
—¡Hazlo ya!— ordeno Seokjin a Namjoon, no tenía paciencia para
tanto preámbulo.4
—Si quieres algo— hablo Namjoon dándole un fuerte apretón a la
base del pene del castaño —Tendrás que rogar— por un momento
fugaz Seokjin odio a Namjoon, realmente lo hizo.
—¡Por favor!— una pena que no hubiera hombres con dignidad
cuando tenía que decidir entre el amor propio y una buena mamada
—¡Por favor!31
Namjoon le dedica una conocedora mirada al castaño. El hombre
estaba fuera de sí, quién podría pensar que ese chico sexy que
arqueaba la espalda bajo su toque era el abogado estirado de
mirada calculadora. La transpiración corría en gruesas gotas de
sudor por sobre aquella fina piel color crema, el cabello castaño
esparcido sobre el cuero de la camilla, los labios hinchados por los
besos recibidos, era toda una oda al placer.
Seokjin por su parte no era capaz de pensar, Namjoon le abrió las
piernas, situándolas lo más lejos posible una de la otra, sus manos se
sostenían de las barras de metal por sobre su cabeza. El tigre, sin dar
el mayor aviso, se tragó el pene que lloraba por atención mientras un
dedo mojado con saliva violaba la entrada que se ofrecía
hambrienta.2

El grito del castaño salió desde lo más profundo de su ser cuando se


vino con una fuerza que pensó se llevaría su vida. El moreno lo había
acorralado, lo había apresado y como resultado final, había sido
devorado de la manera más concienzuda posible.
Lamiéndose los labios el tigre saboreo los restos de Seokjin.
—Creo que ya cumplí aquí— fueron las últimas palabras que escucho
el castaño cuando Namjoon se puso de pie antes de marcharse como
si nada.44
Seokjin tardo todavía unos segundos en caer en la cuenta de lo que
había sucedido, el maldito bastardo se había ido dejándolo acostado
allí, desnudo y con las piernas abiertas. Al parecer el bruto
consideraba un acto de buena educación el haberle limpiado el
semen con la lengua, de lo demás que se encargara el mismo.
Seokjin no se consideraba un mocoso malcriado ni mucho menos,
era un abogado exitoso que se había hecho camino por pura
terquedad, aún en contra de todas las personas que pensaban que
un mocoso mal viviente no pasaría de ser una estadística más. Con
las piernas aún temblorosas, tomo el bolso de deporte que contenía
la ropa para después de ducharse. Caminando al baño lucho con
todas sus fuerzas por no dar de patadas y chillar como una diva
ofendida. ¡Maldito, Namjoon!13
A Taehyung no le pasó por alto la sonrisa satisfecha que tenía su
beta al entrar en la oficina.
—¿Qué demonios hiciste?— pregunto temiendo la respuesta.
—Digamos que pedí un adelanto— fue la enigmática respuesta de
Namjoon.
El escritorio estaba lleno de mapas, la pantalla en la pared mostraba
las fotografías de algunos de los guerreros que habían tenido turno
de vigilancia durante el ataque de los "Malditos".
—Creo que es hora de arreglar algunas cuentas pendientes— hablo
Taehyung mientras con un gesto le indicaba a Namjoon que se
sentara.
—¿Vamos a visitar al querido tío Soo Man?— pregunto Namjoon sin
molestarse en disimular el disgusto que le ocasionaba el pronunciar
ese nombre.5
—Será la última vez— gruño Taehyung —Amenos que se puede ir de
turista al infierno.10
Namjoon se tomó su tiempo para ordenar sus ideas, la idea de
despellejar vivo a ese hijo de puta era una tentación demasiado
grande para ser desechada a la primera, aunque había que recordar
que un gusto como ese no salía darse gratis.
—De cinco ancianos, en estos momentos, dos te apoyan— le recordó
Namjoon a su alfa —Si lo atacamos ahora, todo esto nos vendrá en
contra después— El alfa estaba sentado en la silla de su escritorio, la
mirada asesina de Taehyung recordaba que un alfa con familia, la
misma que había sufrido un atentado.8
—Hasta ahora le he tenido paciencia— aclaro Taehyung —Tengo que
admitir que de una manera algo enferma, me he llegado a entretener
con sus idioteces... Pero desde que mato a la madre de mi cachorro y
a mi hermano, la suerte de Soo Man ha estado tambaleándose.3
—El problema sigue siendo el mismo— se puso de pie Namjoon, era
difícil pensar con claridad cuando él también quería la sangre de ese
desgraciado –No tenemos pruebas contra él, así de simple.
—Hasta ahora— sonrió Taehyung haciendo que el constante ir y
venir de "gato enjaulado" de Namjoon, parara en seco, ganándose
toda la atención del moreno mayor —Tengo un plan para que el
mismo se perjudique— poniéndose de pie, agrego —Vamos a la
armería, un equipo selecto nos acompañara.
Dentro de la armería una partida de 20 guerreros se preparaba para
salir, los trajes negros reforzados con material anti balas, los
cinturones surtidos de armas de fuego, espadas dobles
entrecruzadas en sus fundas a la espalda.24
El Beta le dio una última revisión a los hombres que viajarían con
ellos, levantando una ceja le hizo un gesto de pegunta a su Alfa al
notar que estos chicos no eran los que en el mejor de los casos serán
elegidos para algo como lo que pretendían hacer. De varios de ellos
había tenido sus dudas acerca de a quién pertenecían sus lealtades.
La mano pesada de Minho sobre el hombre del beta, le dio a
entender que las cosas estaban contraladas.35
—¿Recuerdas la vez que robamos a mi padre de su bodega de wisky
lo mejor de sus botellas?— pregunto el alfa a Namjoon, este sonrió
ampliamente.
—Claro que sí— hablo sintiéndose más tranquilo, ahora si entendía
por dónde iba la cosa —Esa vez bebimos del fino y de paso le dimos
una lección a un par de imbéciles lameculos.
—Exacto— estuvo de acuerdo Taehyung —Nunca se es demasiado
vengativo.
Dándole una segunda mirada al destacamento que llevarían,
Namjoon cayó en la cuenta de que algunos de estos guerreros le
eran más leales a los ancianos de la manada que a su alfa. Cada
pieza calló en su lugar, Taehyung podía ser un desgraciado
inteligente, cuando se lo proponía.21
Vistiendo sus trajes de gala salieron montando sus motocicletas, dos
camionetas negras de vidrios polarizados dirigían la comitiva que
viajaba fuera del complejo encaminadas a las afueras del territorio,
donde se refugiaba la serpiente rastrera.
Justo cuando los guerreros pasaban por las puertas abiertas de
acero reforzado, uno de los guardias se apartó de los otros cinco que
custodiaban la entrada y salía de vehículos, tomó su celular para
hacer una llamada personal.1
Taehyung sonrió para sus adentros, desde su posición esperaba
pacientemente que su presa llegara solita., muy confiada de sus
informantes, sin sospechar que el alfa era más que un gran tigre, era
un cerebro bastante maquiavélico.
Jungkook se había pasado el día en ir y venir de un lado a otro del
apartamento, no podía recordar la última vez que se había sentido
feliz. Los cachorros eran adorables. Yoogeun era la mente maestra
detrás de sus travesuras, Leo era el segundo al mando y Kyungsan
solo los miraba con los ojos cafés abiertos de par en par, como si sus
hermanitos estuvieran a punto de partirse la cabeza. Y es que ya en
ocasiones la orgullosa omma gato había tenido que bajar a los dos
bebés mayores de la alacena cuando hacían competencia para ver
quien mataba de un infarto por el susto a Jungkook, de eso estaba
completamente seguro el rubio.
Luna hacia una hora que se había ido, ya que el rubio se sentía capaz
de terminar con la cena y preparar a los cachorros para dormir. Los
dos mayores tomaron su forma felina, el más joven miraba a
Jungkook como su le pidiera su consuelo.
—¿Qué pasa, mi amor?— le pregunto con voz dulce mientras
terminaba de colocarle las mediecitas, ya que el bebé no parecía
querer cambiar a su forma animal.9
El cachorro hizo un pucherito lastimero, los tiernos ojitos cafés se
comenzaron a llenar de lágrimas... Yoogeun regreso a su forma
humana, Leo vigilaba a sus hermanos desde su cuna, aún en su
forma animal.1
—Tene meo— Jungkook se sorprendió al escuchar la voz infantil del
mayor de los bebés. El comentario hizo que Kyungsan llorara
intensamente. Todo fue como una especia de juego en domino, una
cosa llevo a la otra, y en menos de un minuto el joven gato tenía a
tres bebés ahogados en llanto.5
—Niños, tranquilos— suplico Jungkook tratando de consolar a los
bebés —Todo estará bien, yo los voy a cuidar y no voy a dejar que
algo malo les pase— tomando en brazos a Kyungsan lo acuno contra
su pecho —Nadie te va a volver a atar con un collar, te lo prometo—
la mirada café contacto con los avellana de Jungkook, después de
unos cuantos sollozos comenzó a calmarse, los otros hermanitos lo
imitaron —Muy bien, amor— sonrió con ternura —Ahora tienen que
dormir.7
Después de más de una hora de lucha, Yoogeun cambio a su forma
animal, Leo bostezo mostrando los pequeños colmillitos y cayó en el
reino de los sueños. El último en dormirse fue Kyungsan, Jungkook
jamás olvidara lo que sintió cuando el cuerpecito del bebé cambio al
de su forma animal, a un cachorro de tigre mientras estaba en sus
brazos.18
Apagando la luz, Jungkook cerró la puerta del dormitorio que ahora
era de los niños. Dejando salir un suspiro, tuvo la certeza de que
aunque sería difícil, valía la pena el esfuerzo.
Con los bebés en la habitación, el apartamento se sentía vacío, al ver
la sencilla forma redonda del reloj de la pared, supo que ya era
pasadas las 10 de la noche.
Dejándose caer en el sofá gruño al sentir un dolor en la baja espalda,
que le recordaba que no hace mucho había estado en cama sin
poder moverse. Era increíble como las cosas podían cambiar tanto,
un día pensabas que estar muerto era la mejor opción y al siguiente
descubrías que había tres pequeñas razones para seguir luchando.9
Con una sonrisa Jungkook recordó los besos y las caricias que su
Taehyung le prodigo durante la noche anterior, tal vez tenía
esperanzas de tener alguien que lo amara, solo esperaba que su
querido hermano Jimin también fuera feliz. Convocando a su forma
animal, estiro su pequeño cuerpo peludo. Con cuidado de no clavar
las unas en el sofá se dio un último estirón, luego se entregó al
sueño.

12

❆❆❆❆

Seokjin llego corriendo justo en el momento que las últimas


motocicletas atravesaban las puertas de salida del complejo. Sin
necesidad de explicaciones, el castaño sabía que iba a ocurrir,
Taehyung iría tras su tío y eso le daría una excusa al hombre para
hacerse la victima frente a los ancianos, resultado final, una guerra
interna en la manada.
En ocasiones no entendía si era que todo ese musculo hacía que el
cerebro se comprimiera, como era posible que no midieran los
riesgos antes de actuar, golpeando la pared con la mano abierta,
quiso que el escozor en la piel lo hiciera sentir menos inútil. Debería
haber previsto que eso podía suceder y no dejarse engatusar por el
maldito tigre calenturiento, de haber estado con la cabeza fría... Con
un movimiento negativo de cabeza, alejo esos recuerdos, lo que
menos necesitaba era recordar como la boca de Namjoon se había
devorado entero su pene, mientras exploraba dentro de su cuerpo
con uno de sus dedos.
—¡Seokjin!— escucho que uno de los guardias lo llamaba. Al
volverse, descubrió que era la mano derecha de Namjoon.
—¿Qué haces aquí?— fue lo primero que pregunto cuando el
guerrero estuvo frente suyo —¿Por qué no estás con Namjoon?— el
hombre, alto, miro a todos lados cerciorándose que no había alguien
que lo pudiera escuchar.8
—Digamos que el jefe quiso a alguien de confianza para que te
cuidara mientras no estuviera él por aquí— una de las cejas del
castaño se alzó.
—¿Por qué diablos iba yo a necesitar una niñera?— hablo molesto
por las palabras del chico. La sonrisa de Youngwoon era algo
insolente al responder.
—Solo me dijo que lo que te ocurriera, me lo cobraba el doble a mí.
El castaño iba a responder, cuando el sonido del teléfono dentro de
su saco, llamo su atención. Apartándose de Youngwoon respondió la
llamada.
—No digas nada y escuchar— la voz de Namjoon ordeno desde el
otro lado de línea —Ve al estudio de Taehyung. Una vez que llegues
allí lo entenderás... Youngwoon sabe todo, pero no le preguntes
nada.
Seokjin tuvo la idea infantil de que tal vez Namjoon la estaba
preparando una trampa o algo parecido, ya que con lo ocurrido la
última vez que estuvieron solos, comenzó a temer a su falta de
fuerza de voluntad. Dejando de lado esas ideas, decidió tomar el toro
por los cuernos, o al tigre por la cola, todo dependía del momento.
Seguido por Youngwoon el castaño camino por los pasillos desiertos,
dentro del edificio se respiraba un aire incierto, como si cuerdas de
violín estuvieran tensas envolviendo el edificio, los zorros por
naturaleza eran sensibles a esas cosas. Llego hasta la zona
administrativa, Seokjin sintió que tardo una vida entera en llegar allí.
Sin perder tiempo cruzo el amplio espacio que comunicaba a las
diferentes dependencias. Al abrir las pesadas puertas del estudio del
Alfa, el abogado quedo de una pieza, el lugar estaba abarrotado de
guerreros fuertemente armados.

22

❆❆❆❆

Jungkook despertó de golpe, sentándose tan rápido que por un


momento se desoriento. Las imágenes del sueño aún nublaban su
mente, dos enormes tigres luchaban en medio de un campo de
hierba, la sangre de los dos machos impregnaban las hojas verdes
mientras el cielo era de un tono gris muerte. Podría reconocer la
enorme figura de Taehyung donde fuera, del otro macho no tenía la
menor idea de quién era.34
Levantándose del sofá apago las luces que habían quedado
encendidas, con su visión felino llego hasta el dormitorio de los
bebés, allí los reviso a uno por uno. Los cachorros estaban
arropaditos en su forma animal, nada perturbaba su sueño.
Sintiéndose todavía aprensivo decidió darle una mirada a lo que
ocurría fuera del apartamento, algo no estaba bien y no podía saber
que era.
Frente a la puerta, la abrió de golpe, asomándose al pasillo se
preparó para que algo le saltara encima, pero el lugar estaba tan
silencioso como una tumba. Cerrando entro de nuevo, encendiendo
la luz comprobó la hora en el reloj de pared, eran pasada la 1 de la
mañana y Taehyung no había regresado. Jamás pensó que fuera a
desear tanto la presencia del insufrible hombre, el que besaba como
un dios del sexo.4
Jungkook achaco todo a la cercanía de su primera luna, todos
nervios de su piel estaban extremadamente sensibles, su pene se
había endurado dentro de su pantalón y su felino interno insistía en
que retozar en el olor de Taehyung sería el cielo. Sin lograr decidirse
entre tomar a los cachorros y huir o meterse en la cama del moreno y
revolcarse desnudo sobre las sabanas del alfa, se dejó caer sentado
sobre la alfombra de la sala.
Últimamente pensaba muy a menudo en su hermano Jimin, no es
que fueran los hermanos más unidos ni mucho menos, pero el que
ambos estuvieran emparejados con alfas, y que tuvieran cachorros,
hacía que las cosas se cosas se vieran de un modo diferente. Según
los cálculos de Jungkook, sus sobrinos ya deberían estar por nacer o
ya estaban en brazos de su hermano y cuñado. Quizás el destino
había decidido que este era el lugar de Jungkook, no de Jimin. La
felicidad de su hermano estaba junto a Yoongi el lobo, mientras que
el tigre era para él.38
Cruzándose de brazos, sentado en posición de yoga, espero
despierto que Taehyung regresara.

❆❆❆❆

Soo Man sonrió, tan alto como su sobrino, cabello negro corto, su
apariencia es la de un hombre entrado en los cuarentas. Los dos
tigres compartían características como la mente calculadora.
Soo Man estaba satisfecho, todo iba de acuerdo a su plan, jamás
espero que ese inútil del médico lograra sacar a los cachorros, pero
al menos provocación sería suficiente para que su joven sobrino
hiciera un movimiento estúpido e impulsivo que le diera la excusa
perfecta para comenzar una guerra abierta por el liderazgo de la
manada sin tener que enfrentarse a un duelo.10
El hombre estaba de pie con sus mejores guerreros justo a las
afueras de la fortaleza de Taehyung, mientras en su zona Taehyung
peleaba con los señuelos. Para esas alturas poco le importaba lo que
le ocurriera a los tigres que se habían quedado como señuelos, este
era su momento y él deseaba tomarlo con sus propias manos.
Mataría a la pareja de Taehyung, luego se desharía de los cachorros,
nadie reclamaría lo que, según él, por derecho le pertenecía. La
fortaleza de Taehyung había quedada desprotegida, según le
informaron sus fuentes, no tendría un mejor momento que este.10
—¿Está seguro que esto saldrá como lo planeado?— pregunto el que
pronto sería el Beta de la manada. Un hombre alto, de hombros
anchos, de cabello corto platinado —Algo no me gusta de todo
esto— La mirada furiosa del Soo Man dejo claro que no aceptaría que
sus decisiones fueran puestas en duda, pero aun así se explicó.10
—Los ancianos tendrán que apoyarnos, ya que yo actuare en defensa
propia ante el ataque de un alfa enloquecido. Cuando Taehyung
regrese triunfante de la lucha, se encontrara con que yo estoy a
cargo de la fortaleza. Quién se oponga a mí, estará muerto.
El denominado Beta se limitó a gruñir, él era hombre de acción, con
el arma desenfundada, estaba listo para lo que sabía hacer mejor.
Con Soo Man estuvo seguro de que todo marchaba según su plan, se
decidió a dar la orden de ataque. De allí en adelante el infierno se
desato en proporciones épicas. Las puertas del complejo fueron
dinamitadas con algo más que saña. Dos helicópteros sobrevolaron
el patio donde estaban las piscinas en que durante el día jugaban los
cachorros.
La noche se ilumino con la munición que fue disparada por ambos
bandos, para total sorpresa de Soo Man, la parte de los edificios que
estaban sobre el novel del suelo, estaban ocupados por
francotiradores, los que desde las ventanas jugaban al tiro al blanco,
ningún civil a la vista. Quizás a alguien menos egocéntrico se habría
dado cuenta de que las cosas no estaban saliendo como lo había
planeado, pero eso estaba más allá de la capacidad del porfiado
tigre.

❆❆❆❆

Taehyung dejo que los aliados de Soo Man pasaran las puertas. Poco
antes de que el ataque se diera todos los civiles habían sido puestos
a buen resguardo, mientras los guerreros se preparaban para darle
una calurosa bienvenida a las visitas impacientemente esperadas.4

NUEVE
Según lo soldados enviados a las instalaciones de Soo Man,
Taehyung y su beta Namjoon viajaban cada uno en su motocicleta,
ya que los enemigos siempre suponen que el alfa se transportaría
bien protegido en la camioneta blindada. El doble de engaño había
funcionado, cuando se enteraron del cambio de planes de su alfa, ya
estaban enfrascados en una pelea a muerte. La traición de Soo Man
hacia sus propios hombres fue evidente, cuando fueron atacados sin
ningún miramiento, a pesar de que muchos de ellos eran aliados. Ese
era el resultado de traicionar a su verdadero alfa en beneficio de su
tío.
Los que habían viajado haciéndose pasar por Taehyung y Namjoon,
se alejaron evitando que les mataran al llegar a la propiedad de Soo
Man, salvando la vida por muy poco al marcharse sobre sus cuatro
patas.
Taehyung por su parte, tenía todo previsto, los soldados de Soo Man
dieron la cara a sus contrincantes. Espadas brillaban a la luz de las
estrellas, otros peleaban en un combate cuerpo a cuerpo, los que
estaban en campo abierto, usaban las armas de fuego.7
Taehyung, como el alfa tigre que era, esperaba al asecho que Soo
Man perdiera la calma y le mostrara lo que él realmente necesitaba
saber. Desde el tercer piso del edificio donde estaban las
instalaciones de los gimnasios y salas de entretenimiento, con sus
prismáticos no le perdía pista a su querido tío.
Seokjin tenía a su cargo la última línea de defensa, su trabajo era
evitar que alguien llegara hasta donde estaba la familia del alfa, que
dormía tranquila ignorando el peligro inminente. Young estaba junto
al castaño, el cual vigilaba lo monitores en busca del más mínimo
indicio de que la seguridad del edificio había sido violada.2
El tigre le echaba una miradita de vez en cuando al abogado, ese
hombre era todo un misterio para él. Era más bajo que los hombres
de su manada, pero así emanaba un aura de "no eres suficiente
bueno para mí" que volvía loco a algunos machos y a la mayoría de
las hembras.19
El tipo en cuestión siempre vestía de traje, conducía un BMW
deportivo, jamás comía si no era con los cubiertos completos,
tomaba el té y nunca lo había visto con dos copas de más. Aunque
por allí se contaba una que otra historia acerca de lo afortunado que
podías ser si el castaño te escogía para jugar a las manitas caliente.
Podía hacer que un hombre recto conociera los placeres de la vida
obtusa.2
—¿Algún problema?— pregunto Seokjin sin dejar de vigilar el panel
de los monitores.
—Simplemente me preguntaba que tiene planeado para la noche de
la luna llena— sonrió Young con aires de autosuficiencia.
Seokjin sonrió perezosamente, podía sentir sobre su cuerpo la
mirada hambrienta del joven tigre, si seguía insistiendo tal vez le
daría la oportunidad de probar si las rayas que tenía su forma animal
eran pintadas o de verdad. Quizás Young le ayudara a quitarle las
calenturas causadas por la luna llena próxima a llegar, hacerlo con
Namjoon era demasiado arriesgado y él jamás comenzaba algo en lo
que no estaba seguro de poder ganar.
—Lo pensaré, cachorro— le dedico un guiño travieso al tigre que
comenzaba a ponerse algo nervioso.
El sexto sentido del tigre, le advirtió a Young que estaba a punto de
morder más de lo que podía masticar, le advirtió que ese zorrito
podría traerle muchos problemas. Como era de esperarse, al ser una
criatura joven, envió la advertencia al diablo.
Estaba Seokjin por decir algo más, cuando sintieron como la puerta
de entrada era golpeada hasta casi tirarla abajo, al levantar la vista
hacia los monitores, se dieron cuenta de que varias cámaras habían
dejado de transmitir.19
Taehyung espero, todos sus músculos tensos, estaba seguro que Soo
Man lo haría en cualquier momento. Los hombres que eran fieles a
su tío estaban siendo desplazados hacia las afueras de la fortaleza,
varios muertos, otros gravemente heridos, en cualquier momento
convocaría por segunda vez a "Los Malditos", con todo lo que eso
conllevaba. Namjoon le había dicho que nadie sería tan estúpido
como para hacer algo como eso, pero él conocía a su querido tío lo
suficiente como para saber que lo haría al estar entre la espada y la
pared.

Vigilando sin atreverse a pestañar, vio a su tío meter la mano dentro


de la chaqueta de cuero negro, sus ojos felinos no lo engañaban, el
idiota lo iba a hacer. Un pesado amuleto fue expuesto al cielo
nocturno, desde esa distancia Taehyung estuvo seguro que el idiota
de su tío estaba conjurando a "Los Malditos" por segunda vez. Una
vida debía ser ofrecida en sacrificio para apaciguarlas, el alfa estaba
decidido a que no fuera la suya y mucho menos que su carne sea
saboreada por esas bestias.14
Había ideado miles de maneras de averiguar cómo es que su tío
conjuraba a esas viles criaturas, ahora el hombre muy amablemente
se lo había mostrado, era increíble como la estupidez podía trabajar
en un hombre que ya le empezaban a aparecer algunas canas.
—¡Es la hora!— informo por los comunicadores que todos llevaban
en su oreja —Estén preparados, en cualquier momento van a llegar,
quiero ver llover plumas— termino de dar sus últimas ordenes, dejo
en manos de su beta y en Seokjin las siguientes etapas de su plan,
era hora de que su tío conociera el lado oscuro de la luna.27
Un rugido silencio, el ruido de la batalla, un enorme tigre caminaba
por entre las dos facciones que se habían quedado mudas ante lo
que estaba por venir. La piel del tigre se movía según los
movimientos fluidos de los enormes músculos que le daban fuerza a
aquel cuerpo que era sinónimo de muerte. Un nuevo rugido
respondía al primero, un tigre no menos grande desnudaba sus
colmillos. Dos bestias, dignas oponentes una de la otra, se
preparaban para hacer correr sangre.9
El aire nocturno comenzó a cargarse de energía, el cielo estrellado se
vio mancillado por las enormes aves negras que comenzaron a llegar
llamadas por el poder el amuleto que colgaba del cuello de uno de
los enormes tigres.
Gritos de batalla despertaron, los hombres que desde las ventanas
de los edificios tenían sus armas cargadas, comenzaron a disparar en
busca de causar el mayor daño posible, el disparo tenía que ser
certero, justo en medio de los ojos. Las aves que llegaban a aterrizar,
le hacían frente a los guerreros que luchaban con las espadas
desenvainadas. La sangre cubría la hierba donde las felinas tomaban
el sol durante las tardes mientras vigilaban los juegos de sus crías.5
Los dos tigres, ignorando por completo el infierno que les rodeaba,
comenzaron a dar vueltas en círculo, sin apartar la vista uno del otro,
asechándose como los depredadores que eran. Sólo uno saldría de
allí con vida, así era la gravedad de la afrenta entre los enemigos
declarados.
Soo Man, en su impaciencia ya saboreando el dulce sabor de la
victoria, se abalanzo sobre su sobrino, el cual aparto el cuerpo,
encajándole las garras en el lomo y luego dando un salto hacia atrás.
Sangre fresa emano de la herida, en una lucha entre tigres, el
primero en golpear tenía mucho a su favor, ya que no eran muy
buenos en soportar la pérdida de sangre. Contrario a Soo Man,
Taehyung no acostumbraba a menospreciar a su adversario, un
animal herido era peligroso.
Los soldados que habían llegado junto a Soo Man, se vieron
luchando junto a los leales del alfa contra "Los Malditos" que
atacaban indiscriminadamente en la eterna búsqueda de carne, la
que por fin saciaría su eterna hambre.
❆❆❆❆

Jungkook temblaba, un miedo helado se incrusto como una estaba


en su pecho, rozando su corazón. Cerrando los ojos lo vio todo, una
visión tan fuerte que estaba colmada de olores, sabores y sonidos
tan vividos que era como si estuviera allí en un cuerpo incorpóreo.
Jadeando, Jungkook vio como dos tigres, los mismos que había visto
en un sueño anterior, luchaban a muerte en medio de un campo
teñido de sangre.33
Dirigiendo su vista al cielo, vio al mismo mal encarnado contaminar
la luz de las estrellas, plumas negras caían como una lluvia blasfema
sobre el lugar donde luchaban las enormes bestias. Sin poder
evitarlo, Jungkook dirigió la vista hacia el extraño colgante que
llevaba en su cuello el tigre que luchaba contra SU Taehyung.20
La imagen de esto quedo incrustada en su mente, un rostro, mescla
de ave y hombre, le miraba desde el metal que se parecía al bronce
añejado por los siglos. Los ojos, dos rubíes tan rojos como la misma
sangre, parecieron brillar en reconocimiento, como si supieran que
estaban siendo observados.
Jungkook cerró los ojos jadeando, luchando con todas sus fuerzas
por apartar la influencia de esos ojos siniestros que le taladraban el
alma. La visión desapreció, dejando a Jungkook de rodillas sobre la
alfombra de la sala, el silencio dentro del apartamento contrastaba
con el infierno que se desataba en la superficie.15
Solo los dioses podrían saber que había causado que el ataque que
hasta ahora había sido, de parte de las aves, una lucha por conseguir
la mayor cantidad de carne para alimentarse, se volviera más
organizada. Un grupo de aves ataco a los guerreros, amigos y
enemigos, que trataban de proteger el edificio donde estaba
resguardada la familia de Taehyung.
Las inmundas criaturas, olvidándose por completo de los heridos
que eran comida fácil, comenzaron a buscar la manera de penetrar
la barrera de guerreros. Una vez que las aves se vieron satisfechas
por el alboroto causado entre las dilas de defensores, otra oleada
comenzó a cruzar los puntos ciegos que habían quedado.
Seokjin vestido para el momento, igual que los otros guerreros, con
el uniforme negro de cuero reforzado, armas guardadas en las
fundas de su cinturón y una bella espada que cargaba en su espalda,
estaba listo para enfrentar a lo que sea que estaba tras la puerta de
metal. No hacía falta ser un genio para saber que las cosas se
pondrían feas.21
—"Los Malditos" están tratando de entrar— escucho la voz de
Namjoon en el audífono que llevaba en el oído —Taehyung está
ocupado con Soo Man, yo estoy tratando de organizar la defensa—
ruido de explosiones hicieron que el corazón de Seokjin se acelerada
aún más —Trata de mantenerte con vida, no los dejes pasar— la
confianza que Namjoon depositaba en el calentó su corazón, el tigre
lo había llamado a él, no a Young, su segundo.
—¡Young!— grito Seokjin al tigre, el con arma en mano esperaba lo
que sea que insistía en entrar al área de ascensores —Namjoon dice
que la están pasando mal en el exterior, no pueden hacer nada para
quitarnos de encima a "Los Malditos" que están tratando de
destrozar la puerta— como si esas cosas hubieran escuchado, se
escuchó el ruido de garras destrozando el metal de las puertas —No
podemos dejarlos pasar.

Los veinte guerreros bien entrenados que estaban bajo las órdenes
de Young, se prepararon para lo que se avecinaba. Según el
protocolo, la mitad desenfundo sus pistolas semiautomáticas, las
cuales tenían un cartucho especial adicionados con tierras de
cementerio, lo que las hacia venenosas para "Los Malditos". La otra
mitad del equipo se encargaría de las bestias que no murieran al
instante, para que dicha estrategia diera resultado, el equipo debía
estar bien coordinado. Era como un baile macabro, disparos y luego
el filo de las espadas, todo en perfecta sincronización.4
Después de unos minutos que parecieron eternos, el metal de las
puertas se quejó como alma en pena, siendo arrancada del marco.
Las grandes aves negros estaban realmente desesperadas, ya que no
se molestaban en complicarse las cosas cuando podían conseguir
comida más fácilmente arriba. Un mal presentimiento hizo que la
piel de Seokjin se le pusiera de gallina, su especie era bastante
perceptiva ante los cambios de ambiente, esas aves sabían lo que
buscaban y lo querían fervientemente.6
—¡Algo va mal!— se comunicó con el exterior —Estas cosas van tras
algo y no es una cena gratis, puedo asegurarlo.
—¿De qué estás hablando?— escucho hablar entre jadeos a Namjoon
—Esas cosas son carroñeras, solo buscan saciar su hambre.
—No es que quiera hacerme el inteligente— tuvo que gritar Seokjin
mientras el ruido de las pistolas de corto alcance hacían su trabajo —
Pero creo que estas cosas encontrarían comida menos empacada
allá afuera que aquí dentro— un gruñido fue la respuesta de
Namjoon. Después de unos segundos y unas cuantas maldiciones, el
beta encontró tiempo en medio de la lucha para responder.
—¡Esas malditas cosas nos engañaron...! Van tras algo y saben dónde
está. No dejes que pasan sobre ti.13
—Soy un hueso duro de roer, y muy fino para esas cosas— trato de
bromear mientras le cercenaba la cabeza a una de las aves —Trata
de no dejar que te jodan a ti.
❆❆❆❆

Jungkook sintió más que escuchar, las criaturas de su sueño venían


tras él, lo sabía cómo sabía que el aire existía aunque no pudiera
verlo. Sin perder tiempo fue hasta la habitación de los cachorros, los
bebés de Taehyung dormían inocentes del peligro que los acechaba.
El rubio estaba dividido entre dejar a los cachorros o llevarlos con él,
hasta ese día sus corazonadas fueron acertadas. Lo que sea que
estuviera allá afuera, iba tras él, llevar a los bebés era ponerlos en
peligro innecesario. Ahora ya no eran sueños nublados, su última
visión era tan real que aun temblaba, si iba a morir, quería hacerlo
junto a Taehyung. Simplemente había personas que habían nacido
para conocer la felicidad, pero sin derecho a conservarla.36
Tragándose los sollozos, beso cada una de las cabecitas peludas de
los cachorros, estaba seguro que no los volvería a ver. Lo único que
le confortaba era que Taehyung, Namjoon y Seokjin podrían cuidar
bien de los bebés.
—¡Los amo!— susurro Jungkook dando rienda suelta a las lágrimas
que insistían en mojar sus mejillas —Me hubiera gustado ser su
omma durante más tiempo— una vibración en el aire le recordó que
no tenía tiempo, debía alejarse de los bebés lo antes posible, no
podía arriesgarse a que esas cosas lo encontraran allí.25
Jungkook se vistió con un pantalón vaquero, pasando una camiseta
negra de mangas largas por su cabeza, se encontró listo para partir.
Eso y unas viejas zapatillas deportivas sería todo lo que se llevaría
consigo.
Cerrando la puerta del apartamento se despidió de su ideal, justo
cuando pensaba que todo estaría bien, la vida se aseguraba de
escupirle a la cara. Sin detenerse en pensamientos tristes, corrió
hasta el final del pasillo, a la guardería donde los bebés habían vivido
antiguamente.
La puerta estaba sólo para empujar para que se abriera, lógico si ya
no tenía uso, a menos que alguien quisiera salir furtivamente del
edificio bajo tierra. Revisando el lugar, busco lo que necesitaba un
hueco del pequeño ascensor de servicio por donde se bajaban y
subían los artículos pequeños que se necesitaban diariamente.
Acomodándose dentro del pequeño espacio se preparó para el
incómodo viaje.
El movimiento fluido de la pequeña caja de metal en su búsqueda de
la superficie, le pareció eterno a Jungkook. El corazón le latía tan
rápido que sentía como que podía salírsele del pecho. La sensación
de peligro aumentaba, era como si algo realmente maligno estuviera
respirando en su nuca esperando el menor descuido para saltarle
encima.
—Calma— hablo en voz alta, sorprendido de que le saliera la voz.
Había apostado a que le seguirían, alejando el peligro de los
pequeños cachorros. Les había prometido que nada malo les pasaría
y pretendía cumplir su palabra.
El ascensor de detuvo en seco, después de todo estaba diseñado
para bajar y subir pequeños paquetes de suministros no ha
asustadizos felinos. La puerta se abrió, y ha como pudo logro salir
del pequeño espacio, el cuerpo le dolía por la incómoda posición en
que se había tenido que acomodar allí dentro.1
Con un gemido de dolor de paso la mano por la parte baja de la
espalda, tratando de calmar el leve dolor que le recordaba que
todavía no había sanado del todo. La siguiente noche sería su
primera luna llena, su cuerpo joven era el de un hombre, ya no era un
niño, esos cambios le había ayudado en su proceso de recuperación.
Dejando salir toda su frustración con un suspiro, trato de dejar de
lamentarse por aquello que le era imposible cambiar.
Una vez fuera de la restricción de la caja, trato de descubrir en qué
lugar estaba, las luces estaban apagadas y no había nada que
pudiera ayudarle a su visión felina a ubicarse. A tiendas logro pasar
por entro los muebles de metal pesado, según pudo tocar, debía
estar en una de las cocinas. Llegando a la pared busco la puerta de
salida.13

DIEZ
Al abrirse la puerta pudo escuchar el sonido de disparos y cosas
cayendo, gritos y chillidos le dieron la impresión de estar a punto de
pasar a los territorios del infierno. Tratando de evitar encontrarse en
el foco de batalla, corrió en sentido contrario, utilizaría la salida que
el médico pensaba usar para secuestrar a los pequeños.2
Sin toparse con ninguna alma viva, llego hasta la parte donde
estaban las bodegas de suministros, el sonido de una explosión le
indico que las defensas del edificio estaban llegando al punto de no
poder soportar. En una oración silenciosa pidió de todo corazón no
estarse equivocando en su decisión, el ojo vigilante que le perseguía,
sabría que él había salido y dejaría en paz a sus cachorros. En ello
depositaba todas sus esperanzas.
En el fondo de las bodegas encontró lo que buscaba, la puerta por
donde se descargaba los camiones, estaba bien cerrada, imposible
salir por allí, al parecer Taehyung no iba a permitir que esta fuera
usada por segunda vez para salir a hurtadillas del edificio. Dejándose
caer en las frías losas sintió como la presencia que le buscaba,
presionaba a los suyos para que lo sacaran de allí.
Justo cuando Jungkook estaba a punto de perder la esperanza,
recordó la pequeña ventana que había visto en la bodega de las
conservas donde de sabía escondido con los cachorros después de
quitárselos al doctor. Si todavía no habían terminado con las
reparaciones, la suerte le estaría sonriendo.
La puerta no estaba asegurada, así que sin perder tiempo corrió
dentro. Al fondo, justo detrás de un pesado mueble encontró lo que
buscaba, al parecer todavía no terminaban de hacer las soldaduras,
de seguro tan pequeño. Convocando su forma animal, el felino paso
sin ningún problema por el estrecho espacio.
En el patio las cosas estaban justo como las vio en su visión, enorme
aves negras luchaban contra los guerreros que desde el suelo, unos a
punto de pistola y otros al filo de espada, luchando contras esas
ignominiosas criaturas. El rugido de un enorme tigre lleno el aire,
apartando la vista del cielo, Jungkook corrió alrededor del edificio
buscando el lugar de donde provino el sonido. Allí encontró a su
Taehyung peleando a muerte contra otro tigre del mismo tamaño.
Desde que era niño, solo se preocupada de él mismo, pero ahora
tenía pareja y cachorro a los que cuidar y proteger. Llenando sus
pequeños pulmones felinos de aire, decidió actuar con valentía y
como el adulto que en cuestión de horas sería.
Las aves tenían a Seokjin y a Young a punto de claudicar, varios
guerreros estaban gravemente heridos, las baldosas del suelo
estaban manchadas de sangre y cubiertas de plumas negras. Justo
cuando el castaño estaba por llamar a Namjoon para despedirse,
quedo de una pieza al ver como las aves salían del lugar, como si una
fuerza invisible les atrajera con la misma fuerza que les había
impulsado a entrar.1
El abogado y el tigre se miraron uno al otro en una pregunta sin
palabras. Los guerreros que estaban sobre el suelo fueron atendidos,
los que estaban en condiciones de cambiar salieron del edificio
buscando a los enemigos en retirada.
Las aves volaban sobre el cielo nocturno impidiendo ver la belleza de
las estrellas, solo la lucha entre los tigres rompía el silencio sepulcral
que cayó sobre el patio complejo.
Taehyung le había causado a Soo Man varias heridas graves en el
lomo, cualquier otro tigre hubiera desistido. Los ojos de rubí en el
talismán, que colgaba del cuello del mayor de los tigres, brillaban de
una manera que recordaba dos gotas de sangre. El tigre más viejo
parecía insensible al dolor o a la pérdida del preciado líquido, se veía
enajenado, como si estuviera más allá de sí mismo.
Para el total horror de Jungkook, el tigre que luchaba con Taehyung
tenía la piel hecha girones, pero no se rendía, en uno o dos golpes de
suerte le había logrado hacer algunos cortes a su pareja. Sin
importar la diferencia de tamaño el joven gato montés actuó por
puro instinto, abalanzándose sobre la enorme mole sanguinolenta,
clavo los colmillos justo donde debía ir la vena del cuello.33

El líquido carmesí salió a borbotones, el tigre se paró con las patas


delanteras en alto, tratando de quitarse de encima el pequeño
cuerpo del gatito montes, que se aferraba con la voluntad de aquel
que protege a los suyos.
Soo Man al tratar de defenderse de la molestia que se aferraba a su
cuello, le dio un zarpazo tirando el cuerpo felino más pequeño a
unos metros, dejando al descubierto la parte más vulnerable de su
garganta. Taehyung, como cualquier guerrero experimentado,
espero el momento justo para abrir sus fauces y dar el golpe de
gracia.
El amuleto fue arrancado de la cadena, de eso se encargó un
pequeño que bufaba furioso, mientras su pareja hacía crujir los
huesos de su enemigo, partiendo las vértebras. Un chillido infernal,
como miles de almas en pena convocados por una solo voz hirieron
los oídos de los guerreros. Las enormes aves negras perdieron la
dirección, volaban de un lado a otro atacando a los cambia-formas
que se defendían. Era como si la mente que controlaba a las
criaturas de pronto hubiera desaparecido.
Los guerreros sabían cómo enfrentar esa conocida faceta de su
enemigo, reorganizando las fuerzas exterminaron a las aves que se
negaron a escapar desapareciendo en el cielo. La manada de tigres
no era conocida por tomar prisioneros, Jungkook, aun en su forma
de gato, fue testigo de esto. Los grandes felinos peleaban tan
concentrados en sus asuntos que era como si desde que abrieron los
ojos supieron como arrancarle el cuello a un rival.
El cuerpo del joven gatito de grandes ojos avellanados comenzó a
temblar sin poderse contener al ver como su compañero arrastraba
el cuerpo flácido del otro tigre. Hasta ese momento fue realmente
consciente de lo que había hecho, había atacado a una bestia que
era cuando menos diez veces su tamaño. Alrededor de la más
cruenta lucha se desarrollaba, sangre mesclada con plumas negras
saturaban el paisaje, una escena digna de las mismas mazmorras del
infierno y él estaba allí, de pie, sobre sus patas traseras luchando por
respirar.
Justo cuando el mundo se tornó negro para Jungkook, unos brazos
fuertes lo levantaron.
—Todo estará bien ahora— escucho la voz lejana de Taehyung —Eres
maravilloso gatito y eres todo mío.58
Taehyung dejo a los guerreros hacer su trabajo, Namjoon
reorganizaba a los soldados de manera que metódicamente
exterminaran a Los Malditos que insistían en encontrar algo para
comer, Seokjin gritaba ordenes mientras se encargaba de los
heridos.
Sabiendo que dejaba todo en buenas manos, sostuvo contra su
pecho a su valiente pareja que yacía desmayado. Sin poderlo evitar
el moreno sonrió complacido al ver como sus hombres le dedicaban
miradas algo envidiosas, Jungkook era todo lo que una persona
podía desear de una pareja. La pequeña figura dormida en sus
brazos era hermoso, noble y valiente, digno de ser reconocido como
la pareja de un Alfa, como su pareja. Él era un hombre afortunado y
no le avergonzaba reconocerlo, el destino le había dado más de lo
que se habría atrevido a pedir.

31

❆❆❆❆

Los civiles también hicieron lo suyo, no era como que las manchas
de sangre fueran a asustar una manada de tigres. Las labores de
limpieza y reconstrucción fueron rápidas, sabían que el abogado
estaba haciendo tiempo para evitar visitas indeseadas durante el
día, una vez llegada la noche de luna llena, ni siquiera los ancianos
podrían ser tan aguafiestas.
—¿Vendrán?— la voz de Namjoon hizo saltar el corazón de Seokjin,
dejando escapar un suspiro cansado.
—Puedo jurarte que nunca he tenido que dar tantas evasivas en toda
mi vida— dedicándole un guiño travieso al moreno, continuo —Y eso
viniendo de un abogado, es mucho decir.
El moreno rio la broma, aunque el gesto no llego a sus ojos. Sin
pestañear siquiera estudio el delgado cuerpo enfundado en ese traje
azul oscuro, el cabello peinadito cada hebra en su lugar, la manera
tan estudiada de moverse del zorro seductor.
Sentado en una esquina del escritorio de Taehyung, a Namjoon le
pareció que el castaño se ponía más bueno con el paso de los años.
Él estuvo allí cuando el zorro llego a la manada, de cuerpo
desgarbado, mirada triste y caminar cansado, con el paso de los
años se había convertido en todo un hombre que se valía por si
mismo, ganándose el respeto en una manada de depredadores.1
—¿Se puede saber que miras?— tenso el cuerpo Seokjin, dejando el
escritorio se puso de pie.
—Digamos que quiero ver si todo lo que pude apreciar en la mañana
sigue allí todavía— ahora si era genuina la sonrisa del tigre. Seokjin
apretó la mandíbula tan fuerte que le comenzaron a doler los
dientes.1
—Eres hijo de puta aprovecho— siseo apenas controlando su mal
genio —Tuviste tu oportunidad, ahora mantén las manos para ti
mismo... ¡Ah! Y no quiero saber que me estas enviando de nuevo
niñeras a cuidarme— con esas palabras el zorro paso junto a
Namjoon camino a la puerta.
—Ya veremos— gruño Namjoon sabiendo que el castaño lo había
escuchado, aunque ya estuviera en el pasillo.
En otro momento quizás Seokjin se habría devuelto para decirle
algunos improperios al moreno, pero ahora otros pensamientos
llenaban su cabeza. No se podía quitar de encima la duda de por qué
"Los Malditos" habían estado tan interesados en entrar justo en el
edificio donde se resguardaba la familia de Taehyung y de pronto
simplemente habían perdido el interés. Ambos comportamientos
denotaban una mente analítica, cosa que esas criaturas no se
esforzaban por demostrar.
—¿Dónde está Taehyung?— pregunto Seokjin a Young que estaba
terminando de montar la puerta de acero reforzado que las aves
habían arrancado.
El chico le dio un tirón al pesado metal mientras otros dos tigres
terminaban de asegurar los pernos, para terminar de colocarla en su
sitio.
—Esta con Luna tratando de organizar lo que se va a hacer con la
falta de médico en esta manada.
—Es verdad— se pasó la mano por la cabeza en un gesto nervioso —
Había olvidado que tuvimos que despacharnos al anterior. Valla
momento.3
Young dio un paso atrás, tratando de ver desde una distancia
prudente, cuando el primer perno era colocado, tratando de
descubrir algún desnivel. Luego de unos minutos, se dio vuelta y le
sonrió al abogado.
—Luna lo está haciendo bien, el personal médico hace su mejor
esfuerzo. El que está muerto no tiene remedio, los heridos se
recuperaran pronto.
Seokjin no pudo evitar sonreír ante esa manera tan despreocupada
de ver la vida que tenía el joven guerrero.
—Voy a buscar a Taehyung, hay algunas cosas que necesito hablar
con él— despidiéndose de Young se dirigió a al área de enfermería
que quedaba en el edificio cercano a las piscinas.

❆❆❆❆

—¡Hey!— le saludo el alfa al verlo entrar —¿Necesitas alguna


curación?
Seokjin negó con la cabeza, todavía no se acostumbraba a esa nueva
actitud de su amigo, desde que Jungkook llego a la manada,
pequeños cambios por aquí y por allá comenzaron a darse.
—¿Tienes un momento?— le pregunto a Taehyung, esperando que
terminara de hablar con el técnico médico que tenía enfrente.
—En un momento— le dijo Taehyung mientras entregaba unos
documentos al chico, el que le miraba con adoración al moreno.
—Límpiate los zapatos— aconsejo Seokjin —Mira que ese chico te los
dejo llenos de babas.
El movimiento en la enfermería ahora era menos ajetreado, los
heridos habían sido atendidos y los muertos llevados a la morgue,
todo estaba hecho para esas alturas.1
—Puede ser— sonrió el tigre —Pero tocar es exclusivamente de
Jungkook.4
—Ay Taehyung— se quejó Seokjin fingiendo un escalofrío —Viéndote
me da miedo a lo que puede llegar una persona.
—Ja ja ja... Muy gracioso— se encogió de hombros Taehyung —
Aunque supongo que no viniste solo a joderme, ¿verdad?
Mientras hablaban llegaron hasta la salida del edificio, el sol ya
estaba en el ocaso, el poder de la luna hacia que la sangre de los
cambia-formas comenzara a calentarse.3
Mientras hablaban llegaron hasta salida del edificio, el sol y estaba
en el ocaso, el poder de la luna hacía que la sangre de los cambia-
formas comenzara a calentarse.12
—Quizás es una tontería— suspiro cansado Seokjin —Pero es una
duda que ronda la cabeza desde que la batalla termino.
—Habla— ordeno Taehyung, no era bueno con eso de escuchar
pacientemente. El castaño parecía dudoso, sus ojos estudiaban las
reacciones del alfa.
—Es sobre "Los Malditos" y el exagerado deseo de querer entrar al
edificio donde estaba Jungkook y tus hijos.
—Eso es lo que hacen esas cosas— dejo de observar el cielo que
comenzaba a oscurecer, para dedicarle toda su atención al abogado,
con el paso del tiempo había aprendido que escuchar al hombre
evitaba muchos problemas venideros.
—Lo se, de buscar carne— cruzo el marco de la puerta de entrada,
tomando una brizna de hierba, la observo con detenimiento —Lo
hubieran hecho en otro edificio, donde estaban resguardados los
civiles. De entre todos— se puso de pie entregándole la hoja a
Taehyung —¿Porque escoger ese? El que justamente tiene menos
comida y más guerreros.
Recordando el medallón que aún cargaba en el cinturón donde la
funda de su arma descansaba, lo saco con cuidado para mostrarlo a
su amigo.
—Mi querido tío tenia esto en el cuello— se explicó observando como
Seokjin lo tomaba sin poder disimular el asco que le causaba dicho
objeto —Es lo que uso como llave para abrir la prisión de esas cosas.
—¿Qué ofreció para obtenerlo?— Seokjin no era un experto en magia
ni mucho menos, pero sabía que ese tipo de cosas no se
encontraban dentro de una caja de dulces. Si uno quería algo como
eso, debía pactar algo a cambio.
—Creo que mi vida— hablo con tanta naturalidad el moreno, que a
Seokjin se le encogieron los cojones —Mi vida o la suya.
—¡Estás loco!— grito —Ese hijo de puta estaba más loco de lo que
imaginaba.
—Sí—estuvo de acuerdo Taehyung —Casi me da lástima por lo que
pasaran en el infierno con Soo Man allí.
Seokjin inhalo despacio, pasando la mano por la nuca trato de aliviar
la tensión que se había estado formando. Sin poderlo evitar recordó
las manos fuertes de Namjoon, serían deliciosas al hacerle masajes
en todo el cuerpo. El pensamiento lo asusto tanto que lo hizo
regresar de golpe a la realidad.3
—Todavía está el tema de por qué atacar un edificio dónde había
pocas presas— insistió el castaño.
—Por ahora no nos queda más que esperar— acepto el medallón que
el abogado le devolvía —Esta noche es noche de luna llena, por
ahora busquemos pareja y lo demás tendrá que esperar hasta el
amanecer.
Seokjin recordó la mirada de Namjoon, casi podía sentir el peso del
interés del hombre en sus huesos, esa noche debía asegurarse de
estar lo más lejos posible del moreno. La idea de encerrarse en su
forma animal dentro de la caja fuerte de Taehyung lo tentaba.4
—Creo que esta noche buscaré a Young, el chico quiere probar
suerte— sonrió Seokjin —Creo que es hora de que descubra que tan
fiero es— Taehyung que ya estaba caminando hasta el edificio donde
estaba su apartamento, volvió tan rápido la cabeza que casi se le
desprende del cuello.1
—¿Qué vas hacer qué?— pregunto peligrando de atragantarse.
Seokjin entrecerró los ojos en una actitud bastante atrevida, si se
tomaba en cuenta de que era con el alfa con quién estaba hablando.
—Supongo que lo mismo que va hacer la mayoría, buscar con quien
follar.9
Ahora Taehyung sí que estaba en problemas, regresando sus pasos
llego frente al castaño, dedicándole una mirada que era una mezcla
entre lastima y culpabilidad, se cruzó de brazos sin saber muy qué
decir.
—¿Ya hablaste con Namjoon?— se decidió por darle largas al asunto.
El abogado puso las manos en las caderas, parecía estar a punto de
quejarse.
—¿Desde cuándo ese saco de pulgas tiene voz y voto en cuanto a con
quien follo?1
..."Desde que te solicito como pareja antes los ancianos"... Pensó
Taehyung sin atreverse a pronunciar las palabras. Era un alfa y debía
dejar que las cosas siguieran su curso, no era su asunto como
terminaba las cosa entre ellos, si en asesinato o en sexo. En ese
momento pensó que tendría que ordenar al menos tres tumbas,
además de las que ya había hecho durante la mañana.7
—Habla con él— casi suplico Taehyung —Eso evitará muchos
problemas futuros.
—No sé qué te traigas tú y ese idiota— siseo cada palabra —Pero el
día que alguien me diga con quién deba acostarme y con quién no,
ese día me marchare tan lejos que nadie volverá a saber de mí. ¡Lo
juro!— si Taehyung se había sentido tentado a dar explicaciones,
ahora sí que se decidió por el voto de silencio.12
—Creo que es mejor que vaya a buscar a Jungkook— dijo el moreno
desviando la vista hacia el cielo —Pronto la luna comenzara su magia
y mi cachorro estará listo para recibirme como su pareja.
Seokjin sintió un extraño peso en su corazón, esta sería otra noche
de luna llena que pondría en evidencia la verdadera extensión de su
soledad, nunca encontraría a alguien que le amara tanto como
Taehyung amaba su gatito. Sin importar cuanta ropa cara llenara su
armario, ni cuántas veces cambiara de auto, siempre sería el chico
cuyo único valor radicaba en lo bueno que era para ser follado.21
—Suerte con eso— le dio un suave golpecito en el hombro Taehyung
—Trátalo bien, es un buen chico y merece que su primera vez sea
memorable.
—Y lo será— le dedico un guiño al castaño —Ya mande a preparar el
jacuzzi. Voy a mostrarle al cachorro las ventajas de tener agua y un
hombre en la misma habitación.41
La risa de ambos aligero un poco el ambiente, era hora de enfrentar
lo que la noche traía consigo. No para todos sería alegría.
ONCE
Una sensación cálida y húmeda rodeaba a Jungkook, la relajante
certeza de flotar lo hizo ronronear, era un gatito con gusto por el
agua, raro pero cierto. Tenía mucho tiempo de no tener sueños
bonitos y este era uno de los mejores, o en eso se convirtió cuando
sintió que sus muslos eran abiertos y una lengua rasposa recorría de
arriba abajo sus testículos. El sueño iba divino hasta que unos
colmillos mordieron la parte más tierna de su muslo, haciéndolo
saltar dentro de su propia piel.
—¡Qué demonios!— grito Jungkook cuando logro sacar su cabeza del
agua, estaba seguro de haber tragado un litro entero del líquido.
Abriendo los ojos se encontró a si mismo justo en medio de un
enorme jacuzzi, al menos dos docenas de velas iluminaban todo
alrededor y una enormes manos lo sostenían por la cintura,
impidiéndole hundirse otra vez.
—¿Despierto?— sintió la tibieza del aliento de Taehyung en el lóbulo
de su oreja, causándole escalofríos.
Jungkook respiro profundo al darse cuenta que una de las manos del
moreno bajaba hasta apretar sus testículos, como si se tratara de
calcular cuánto pesaban.
—¿Dónde estoy?— casi se felicitó porque dos de sus neuronas
lograron confeccionar aquella pregunta. La otra mano de Taehyung
recorría su falo con una lentitud diabólica.12
La risa ronca del moreno hizo que el pobre pene del rubio temblara
soltando un pequeño chorrito de líquido pre-seminal, se iba a venir
si ese Alfa malvado seguía jugando a ese maldito juego.
—Te he traído a mi refugio— cada palabra de Taehyung estaba
cargada con abundante ración de erotismo —Es hora de que
conozcas hasta donde te puede llevar las caricias de un hombre— las
rodillas de Jungkook se doblaron, sintiendo la fuerza de su
compañero recostó la cabeza en el pecho del moreno que le servía
de apoyo, el pene duro de Taehyung estaba entre sus glúteos.17
—¿Es hora?— pregunto Jungkook sintiendo como un anhelo
calentaba su sangre.
La oscuridad total les envolvía, la danzarina luz de las velas evocaba
a otro mundo, uno donde solo existían los amantes que se
consumían por el deseo. La lengua de Taehyung comenzó probar
todo el esbelto cuello del cachorro.
—Aún la luna no está en lo alto del cielo— susurro el moreno mientas
sus manos masturbaban el pene de Jungkook —Pero voy a
prepararte de a poco, cuando sea la hora... estarás listo para mí.
Jungkook era solo un manojo de nervios sobre excitados, su pene
estaba a poco de explotar, su entrada era tentada por un pene duro
mientras el agua acariciaba cada centímetro de piel, un ronroneo
escapo de su pecho.
—Ya no aguanto— gimió Jungkook —¡Duele!2
—Déjate ir, amor— aconsejo el moreno —Muéstrame cuanto me
deseas— un dedo penetro lentamente en la entrada rosada de
Jungkook, el rubio trato de apartarse, pero la voz de Taehyung lo
calmo de inmediato —Eres joven, estas muy estrecho por aquí...
Tengo que asegurarme de que llegado el momento no te desgarrare,
no quiero hacerte daño.1
Para Jungkook todo era nuevo, las manos que le acariciaban, el
dolor en su pene desesperado por aliviarse de la enorme carga de
semen, el vacío de su entrada que estaba desesperado porque el
pene enorme del moreno entrara en él. Su madurez sexual no sería
plena hasta que la luna estuviera en lo alto del cielo.
Taehyung respiro profundo, el aroma de su gatito era dulce, era
como llegar a casa, sentía que estaba a un segundo de acorralar al
rubio y violarlo sin tanta demora. El alfa estaba seguro de que si
algún amante joven hubiera encontrado toda esa inocencia sensual
antes que él, no habría sabido como guiarla, suerte que el era un
hombre con experiencia.20
Mientras sus manos no se detenían en su juego erótico, la boca de
Taehyung devoraba la de Jungkook. Los gritos del rubio eran
desesperados, el cabello rubio corto revuelto, los labios
acorazonados hinchados de tantos besos. El moreno se mantuvo en
control, con un brazo alrededor de la fina cintura, retuvo a su
amante sobre sus pies mientras con la otra mano masturbaba el
pene erecto. Un chillido felino escapo de Jungkook. Doblando la
espalda se vino tan fuerte que vio estrellas tras sus parpados
cerrados.6

Jungkook abrió la boca tratando de llenar sus pulmones de aire,


recostando la frente en el pecho cálido de Taehyung, cerró los ojos
sintiéndose amado por primera vez en su vida. De pie, sostenido
entre los brazos del moreno, con el agua tibia acariciando sus
piernas hasta su pene, estaba en lo más parecido al cielo que un ser
vivo podría llegar a estar.
—¡Te amo!— las palabras pronunciadas contra la oreja de Jungkook
le hicieron sonreír perezosamente.46
—Yo también te amo— respondió Jungkook, fijando sus ojos en los
de Taehyung, que brillaban con tanto fuego que el rubio pensó que
se quemaría allí mismo.4
El silencio era bienvenido después de toda la conmoción de la
batalla, la oscuridad que luchaba por ahogar la luz de las velas le
daba al jacuzzi un ambiente íntimo, un sabor a dulce secreto entre
los amantes.
Jungkook suspiro al sentir las manos grandes de Taehyung
acariciándole la espalda, el miembro duro del moreno punzando su
vientre. Un ronroneo suave comenzó a salir del pecho del gatito
montes. Un aroma dulce a vainilla y durazno saturaba el aire.57
Taehyung respondió con un gruñido bajo, que hizo que las mejillas
del rubio se sonrojaran tanto que se notaba a pesar de la débil luz de
las velas. El moreno quería jugar, y no hacía falta ser un genio para
saberlo. La luna lentamente se movía en el cielo, el alfa había dejado
que Jungkook durmiera durante todo el día, pero cuando el celo,
comenzó a encenderle la sangre, pensó que no era justo pasar el solo
por esa penuria. Así que ordeno preparar el jacuzzi y el resto era
historia.
—¿Mi gatito es tímido?— pregunto Taehyung mientras daba suaves
lamidas a la mejilla del chico. Por increíble que pudiera parecer,
Jungkook se sonrojo hasta el filo de la combustión instantánea.3
—Eres un tigre malo— susurro mientras le daba un rápido beso al
pecho desnudo de Taehyung.
El moreno sonrió, su joven minino era valiente al enfrentarse a la
muerte, pero delicado y tierno a la hora de hacer el amor, porque
sabía que follar estaba muy por debajo de lo que tendrían ellos como
pan diario.8
—Te gusta lo que te hago— solo para probar el punto bajo una de sus
manos hasta la su entrada rosada entre sus glúteos —Así que a la
larga los dos somos igual de malos.
Una risa alegre, como campanas de carrito de helado, hizo temblar
el cuerpo menudo que se pegaba a Taehyung, como si fuera una
segunda piel. El moreno aprovecho el ambiente festivo para jugar un
poco, los de su especie eran tan juguetones con sus parejas como
sanguinarios en el combate. Antes de que Jungkook pudiera
prepararse para lo que vendría, el enorme tigre lo sostuvo por los
hombros y lo hundió en el agua.36
Si el hombre alto pensó que le daría una lección al pequeño felino,
estaba bastante equivocado. Jungkook cerró los ojos y se dejó
consumir bajo el agua, aprovechando que el líquido estaba aceitoso
e hizo que su piel se hiciera más resbalosa, se zafó de las manos del
moreno. Nadando entra las piernas abiertas de Taehyung, le dio un
apretón a los testículos del hombre justo antes de pasar al otro
lado.10
—¡Este mocoso!— grito Taehyung dando un salto. Realmente
apreciaba sus testículos.2
Jungkook salió del agua por la espalda del moreno, riendo a
carcajada suelta, que fue acompañada por las de Taehyung.4
—¡Que cobarde, tienes miedo!— sonrió aún más cuando se vio
apresado por los brazos fuertes de Taehyung.
Si esa frase hubiera venido de otra persona, Taehyung le hubiera
arrancado la garganta sin pensárselo dos veces, pero en boca de su
gatito, todo era tan cálido, tan inocente, que se sentía como el gato
que se comería al canario. Por qué, sí, él pensaba comerse a ese
tierno gatito.
—Digamos que prefiero que las lamas a que me las jales— hablo
mientras le daba un fuerte apretón al trasero de Jungkook.27
La luna lentamente se movía en lo alto del cielo, la sangre de los
cambia-formas se calentaba bajo su influjo. Sin importar en medio
de qué guerra estuvieran, el mundo parecía detenerse para que las
diferentes especies disfrutaran de su celo.8
Jungkook cerró los ojos, sabía que debería sentirse avergonzado.
Mierda, estaba desnudo junto a un hombre sexy e igualmente
desnudo, las manos del moreno le recorrían y tocaban, sus dedos se
habían introducido dentro de él, la pecadora boca le había devorado
su miembro haciéndolo gritar mientras se corría. Con todo lo que
habían estado haciendo, aún no era suficiente.
—Me siento raro— se quejó negándose a mirar a los ojos a Taehyung
—Yo necesito... necesito... más
Taehyung estaba seguro que ni viviendo mil años podría ver algo
como aquello en otro hombre que no fuera su cachorro. El rubio era
sexy, un provocador innato, lo peor era hacía todo aquello con una
maldita inocencia que lo estaba llevando a la locura. Cuando
hablaba podía sentir el leve temblor en el menudo cuerpo que se
pegaba contra el suyo, los dientes blancos mordían un tierno trozo
de labio, en un gesto tímido que hizo que el pene de Taehyung diera
un salto en reconocimiento.
—¿Qué sientes?— pregunto Taehyung, sabiendo que estaba jugando
con fuego. Jungkook tomo aire, dejando salir lentamente sus
temores, decidió ser honesto.3
—Mi piel duele, solo se calma cuando me tocas, siento que me
quemo a pesar de estar dentro del agua, siento ganas, ganas de que
estés en mí— Taehyung tenía entre sus brazos todo lo que podía
desear.
—Eres mío, solo tienes que pedir y yo te lo daré todo lo que
necesites— con cada palabra pronunciada Taehyung, lamio los
labios entre abiertos que se le ofrecían. Un gemido escapo del gatito,
el moreno aprovecho e introdujo la lengua dentro de la tierna
boquita del rubio.2
Sin saber dónde poner las manos, Jungkook las coloco en el pecho
de su ahora pareja. Sin miedo, sin dudas se entregó por completo a
la exploración mutua. Despacio Taehyung fue llevando a su gatito
hasta la orilla, donde el agua no estaba tan alta, sentándose
acomodo al joven rubio sobre su regazo, a milímetros de perder su
virginidad.8
Jungkook sintió la dureza del moreno acomodarse entre los glúteos
de su trasero, separándose de la boca que le devoraba trato de llenar
sus pulmones de aire. Jamás pensó que estaría en esa situación por
su propio gusto, tenía tantas ganas de sentir ese pene duro dentro
de él que estaba a punto de chillar si Taehyung seguía jugando y no
pasaba a hacerlo suyo. Ser virgen estaba comenzando a molestar al
tímido rubio.3
—¿Molesto?— sonrío el moreno a sabiendas de lo que le estaba
haciendo al rubio —¿Será que mi bebe quiere algo?
Los avellanados de Jungkook se afilaron, los pequeños colmillitos
felino se asomaron un poco más de lo que sería normal en un
humano. Taehyung sintió como unas finas garras se clavaban en sus
hombros, definitivamente el minino estaba enojado y se veía
realmente adorable así.
—Creo que ya es suficiente— hablo Jungkook midiendo cada palabra
—Si no haces algo, salgo y busco a alguien que me quiera follar—
esas fueron exactamente las últimas palabras de cachorro, ya que en
cuestión de segundos se vio en posiciones invertidas. Estaba
sentado sobre la bañera, con las piernas abiertas y un enorme alfa
entre ellas con cara de "voy a follarte hasta que se te salgan los
ojos".63
Jungkook abrió la boca para protestar, estaba más que sorprendido.
El moreno sonrió justo antes de besar al rubio sin ninguna
compasión, una mano bajo a la espalda para sostenerlo y no se
hundiera y con la otra jugueteaba con la entrada de Jungkook.
Jungkook no sabía si gritar pidiendo auxilio o gritar pidiendo que se
apresurara, un dedo penetro su entrada, primero fue tentativo,
apenas aflojo un poco, este se introdujo hasta el fondo.2
—¿Quieres que me detenga?— pregunto Taehyung al ver como
Jungkook se mordía los labios.
—¡No!— grito el rubio arqueando la espalda —Yo solo necesito
acostumbrarme— Taehyung continuo con su trabajo ignorando el
latido de su propio pene, apenas tuvo cuatro dedos dentro de la
apretada entrada, tomo su miembro hasta acomodarlo justo donde
debía.65
—Es hora, amor— anuncio el tigre avanzando en la que ahora en
delante seria su hogar.12
Jungkook gimió al sentir como era empalado, el tigre era demasiado
grande, las sales aromáticas hacían más fácil la entrada, pero aun así
era incómodo. Cerrando los ojos se propuso pasar por esto para por
fin ser uno con su pareja, era cuestión de aguantar hasta que todo
terminara.
—Mírame— ordeno Taehyung —Abre los ojos y observa quién es el
que toma la inocencia de tu cuerpo81
Jungkook obedeció sin cuestionar, los ojos verdes de Taehyung le
miraban con ternura. En respuesta el chico abrió aún más las
piernas, aceptando sin palabras el domino del moreno. El tigre
dentro de Taehyung gruño su aprobación, su cachorro se entregaba
con tanta confianza que Taehyung se sintió humilde ante la fortaleza
de su amor.
La entrada de Jungkook estaba llena, la luna en lo alto del cielo
marcaba el momento mágico, con un movimiento lente Taehyung
salió hasta volver a entrar, golpeando la próstata del rubio que era
su meta. Eso marco el punto donde una flor se abría por primera vez.
La magia que los malditos habían perseguido para alimentarse
ahora se mostraba.32
Jungkook arqueo la espalda buscando profundizar la penetración,
un gemido dulce salió de los labios entre abiertos. El baño se saturo
de un olor dulce que evocaba la vainilla y manzanas maduras. Un
sudor perlado hacía brillar la piel de los amantes, la luz de las velas
aumento su brillo como si le diera un tributo a la magia que era la
fuente de la vida.27
Lo único que se escuchaba era el chapoteo del agua que causaba el
choque de los cuerpos. Los colmillos de Taehyung salieron de sus
encías, Jungkook clavo las garras en la espalda musculosa del
moreno mientras con su piernas envolvía las caderas de su amante.
Un rugido hizo vibrar las paredes que privatizaban el jacuzzi, los
colmillos del mayor se clavaron entre la unión del cuello y el
hombro, los gemidos de Jungkook acompañaron los rugidos del
moreno. El orgasmo se construía embestida tras embestida, los
cuerpos luchaban por llegar al cielo venciendo las leyes divinas,
aferrándose uno al otro. Taehyung no dejo su lucha hasta que el
pene de Jungkook humedeció su vientre, acto seguido embistió unas
tres veces más y se vino llenando con su semen las entrañas de su
ahora gatito.19
Lo primero que escucho Taehyung tras recuperarse del gran
orgasmo que había tenido, fue un suave llanto. Poniéndose de pie
tomo entre sus brazos a Jungkook, llevándolo hasta la cama se
sentó, acomodando al rubio sobre su regazo espero pacientemente
hasta que este se calmara.
—¿Te hice daño?— pregunto Taehyung temiendo la respuesta. La
mirada avellana de Jungkook estaba empañada por las lágrimas.
—Es que yo te amo...46
—¿Eso es malo?— beso el cabello rubio húmedo con tanta ternura
que Jungkook comenzó a hipar.
—No— logro hablar entre sollozos —Es que si tu no me quieres...en
serio yo... yo me voy a morir de tristeza— el llanto se confundía con
las gotas de agua producto de los juegos en el jacuzzi —Me gustaría
no ser... tan tonto, pero no lo puedo evitar...48
El pecho de Taehyung se comprimió, su pequeño gatito era valiente,
un chico inteligente y corazón de oro, como tan siquiera podía
llegara pensar que él no le quería.3
—Yo te amo— le dijo para aclararle todo a Jungkook, mientras
tomaba una de las mantas de la cama y envolvía con ella al rubio —
Te amo gatito, y eres mío, mi pareja— Jungkook escondió el rostro
en el pecho del moreno.
—Soy tu pareja porque Jimin se fugó con ese lobo, soy tu pareja
porque ninguno de mis hermanos estaba disponible, soy tu pareja
porque tuviste más opción y al final tuviste que aceptar un cachorro
enfermo.53
Como si de una revelación le hubiera dado de golpe en la cabeza,
Taehyung entendió lo que había estado sufriendo su bebé.
—Los dioses tiene su manera de hacerlas cosas— se explicó
Taehyung mientras mecía al tesoro que envolvía entre sus brazos —
Estaba escrito que tu serías para mí y yo para ti— Jungkook se
encogió de hombros en respuesta, no estaba para nada
convencido.12
—Lo dices porque te tienes que conformar conmigo.
—Siendo francos— dejo salir una carcajada Taehyung —Y después de
conocer por poco tiempo a tu hermano, te puedo asegurar que lo
hubiera devuelto al día siguiente— las palabras hicieron que
Jungkook se apartara de la calidez del pecho de Taehyung,
irguiéndose, frunciendo el ceño.12
—Jimin no es tan malo— Taehyung le dio un beso juguetón en la
boquita acorazonada.
—Tu hermano y tú son tan diferentes como el día y la noche... Yo
amo tu inteligencia, tu dulzura, la manera en la que enfrentas las
dificultades. Jimin es muy diferente a ti, aparte de todo eso eres muy
hermoso.
—¿Y eso dónde me deja?— Jungkook hizo un pucherito tan tierno
que Taehyung estuvo a punto de tirarlo a la cama, ponerlo en cuatro
y enseñarle como es follar a salvajemente.44
—Te deja como dueño de mi corazón, de mi manada y de mis hijos
que ahora son tuyos, nuestros— Taehyung supo que tan acertada fue
su respuesta cuando se vio envuelto en los brazos esbeltos que
estaban a punto de asfixiarlo en un gran abrazo de oso.39

DOCE
Jungkook se estiro todo lo que su estatura le permitía, sin abrir los
ojos disfruto de todos los dolores que la larga noche de amor le
habían dejado. Justo cuando pensaba que todo era perfecto, sintió
un leve mordisquito en su hombro derecho. Al abrir los ojos se
encontró con los grandes ojos verdes de su pareja.5
—¿Todo bien, bonito?— fue la pregunta de rigor mientras una mano
se introducía bajo las mantas, como si quisiera confirmar que todo lo
bueno del gatito estaba justo como lo había dejado antes de caer
dormido.
—Si sigues metiéndome mano—sonrió el chico mientras
prácticamente se enrollaba en el cuerpo del moreno —Sé que las
cosas estarían mejor.
—He creado a un monstruo— se quejó Taehyung llevando una mano
a la frente —Ahora estaré condenado a tener un orgasmo tras otro.63
La risa de Jungkook era escandalosa y contagiosa, era difícil
permanecer serio durante mucho tiempo ante esa sencilla muestra
de alegría. Taehyung admiraba esa manera de ser de su gatito, era
como un manantial de agua fresca para su alma cansada, era tenas
como la solas que golpeaban una y otra vez las rocas del acantilado,
todo en el exudaba vida.
—¿Sabes cómo están los bebes?— quiso saber Jungkook sin poder
evitar sentirse culpable por no haber hecho la pregunta antes.
Taehyung pareció comprenderlo, ya que le dedico una sonrisa
comprensiva.
—Ellos están bien— explicó mientras acariciaba el cabello rubio de
Jungkook —Antes de que te despertaras llame a Luna y me dijo que
ellos preguntaron por ti.
—¿Por mí?— la alegría de Jungkook vibraba a su alrededor —¿Estás
seguro?
—Sí— le dio más detalles el alfa —Creo que tú eres "Omma Dejion" o
algo así— Jungkook estaba tan feliz que estaba a punto de ponerse
de pie y dar saltitos.19
—¿Qué haces?— grito Jungkook al sentir el pellizco en su trasero.
—Estoy probando que tan bueno están estos duraznos— quiso
recordarle al minino donde estaba. Sin darle tiempo a hacer algo
para defenderse, Taehyung se puso de rodillas halando la manta con
la que Jungkook insistía en cubrirse —Eres una persona con pareja,
es hora de mostrarle las delicias de tu ser a tu pobre amante.19
Para sorpresa de Jungkook, el moreno era divertido, era como tener
un amigo, un amante y un guardián, todo en un solo ser. Dedicando
una leve oración de agradecimiento a la diosa luna, decidió
mostrarle a Taehyung de que están hechos los gatitos como él...
Invocando su forma animal, Jungkook logró escapar por muy poco
de entre las mantas.2
—Ven gatito, gatito— escucho como Taehyung le llamaba para
sacarlo de debajo de la cama —No seas malo, si sales prometo que te
daré una gran taza de leche— el gatito cruzo hasta el lado contrario
de donde estaba Taehyung, sosteniéndose con sus garras, saco la
cabeza para que el moreno viera donde estaba.24
—¡Miaaaaau!— se burló de su perseguidor.3
Taehyung tendría que dejar de ser un tigre para ignorar el reto.
Llamando a su forma animal, se encontró a sí mismo sobre sus
cuatro patas, lamiéndose el hocico con su lengua rasposa, se
preparó para desayunar a su gatito.
Jungkook supo leer el peligro inminente a través de esos codiciosos
ojos cafés. El tigre le quería de mala manera. Levantando todo el
pelo de la espalda, uso la carta de soy más malo de lo que parezco.
Una lástima que esto pareciera que lo único que logró fue despertar
los instintos depredadores de su pareja.
—¿Miau?— logro preguntar antes de que el tigre saltara buscando
atraparlo en el otro lado de la cama. Suerte que tenía buenos
instintos afinados por la presencia en una familia llena de hermanos
pendencieros. Saltando hasta el armario cercano a la cama, logro
salvarse por poco de caer bajo el peso de feroz tigre.7

Si los gatos pudieran sonreír, se podría decir que Jungkook tendría


una sonrisa diabólica en su carita peluda. Justo cuando el tigre
miraba hacia arriba buscando a la pequeña bolita de pelos, este se
decidió a saltar usando la espalda del tigre como amortiguador.7
La cara de pánico en el tigre era de película, girando 180° Taehyung
se acostó de espaldas para que Jungkook callera en la parte más
suave de su cuerpo. Apenas tener entre sus brazos al chico, invoco su
forma humana, arrastrando en el cambio a su pareja.8
—¡Estás loco!— lo regaño sin importarle que el gatito entre sus
brazos fuera ya todo un joven —Esta muy alto, pudiste romperte
algo.
El primer impulso de Jungkook fue el de ponerse de pie y dejar al
moreno solo para que se hundiera en su propia necedad, pero al
mirar a los ojos de Taehyung, entendió que su pareja le quería, que
estaba asustado de que se hubiera hecho daño. Taehyung tenía su
propia manera de decir te quiero, aunque fuera una muy bruta, a
Jungkook le parecía tierno.
—Soy un felino— disfruto Jungkook del estar acostado sobre el
pecho solido de Taehyung —Nosotros siempre caemos de pie...
Además, sabía que no me dejarías caer.12
—Eres demasiado lindo— se quejó el alfa —Me pregunto si alguna
vez podré realmente enojarme contigo— Jungkook le dio un rápido
beso en los labios.
—No tendrás ocasión, yo soy un gatito bueno— ya para ese
momento Taehyung no sabía si alegarse o ponerse a llorar.17
Antes de que el poderoso alfa pudiera decir algo, Jungkook se puso
de pie en un ágil salto, olvidando que estaba totalmente desnudo.
—Tengo hambre— dijo Jungkook mientras se ponía los pantalones
del pijama que vio sobre una silla cercana.
Taehyung se quedó acostado con la espalda sobre el piso durante
algunos segundos, lo suficiente como para que su cerebro se
reiniciara, cuando estaba con ese pequeño cuerpo entre brazos
perdía la capacidad de pensar claramente.
—Comida— gruño al ponerse de pie de un modo menos elegante que
el de Jungkook —Esa es una buena idea.
—¿Dónde estamos?— escucho la voz de Jungkook llegar desde el
otro lado de la puerta abierta.
—Este no es nuestro apartamento— alcanzando el pantalón
vaquero, el alfa se lo ajusto cerrándolo en la cintura —Estamos en las
dependencias que se usan para las noches de celo en la manada— le
contesto a Jungkook sin poder evitar que un sonrisa boba se formara
en su cara.1
—Mira— grito Jungkook al ver llegar junto a él a Taehyung —Esto es
hermoso... ¿Quién lo ha hecho?
El moreno se tomó su tiempo en observar el trabajo que habían
hecho las hembras de la manada, habían arreglado el lugar
detalladamente. Rosas frescas adornaban el centro de la mesa
donde estaba servido el desayuno, o eso suponía Taehyung ya que
las bandejas estaban tapadas.
—Las hembras hicieron todo esto mientras dormías durante las
horas del día— aclaro Taehyung observando el rostro arrebolado de
Jungkook. El chico era un ángel rubio que había bajado del cielo
exclusivamente para darle sentido a su vida —Ahora eres toda una
celebridad dentro de la manada.
La boquita de Jungkook se abrió sin saber que decir, pasando la
vista por la habitación observo que el lugar estaba arreglado en un
modo sencillo pero romántico. Flores estaban colocadas en las
esquinas, velas de olor llenaban el aire de una sutil fragancia a
vainilla, la pequeña mesa de dos sillas estaba de un modo digno de
un restaurad de lujo.
—¿Por qué?— logro preguntar Jungkook al sentir como un nudo se
formaba en su garganta.
—Todavía preguntas— le sonrió el moreno colocándole un brazo
alrededor de la delgada cintura —Eres el gatito más valiente de toda
la manada de tigres, enfrentaste a un tigre rabioso solo con tus
garritas y finos colmillo.
—Eso no fue ser valiente— recostó el rostro en el pecho de Taehyung
—Eso fue desesperación. Prefería morir que enfrentar el mundo sin
ti.20
Taehyung disfruto de la cercanía del pequeño cuerpo, besando la
cabecita rubia respiro la fragancia dulce de las velas que parecía
haberse impregnado en el cuerpo del gatito.17
—Pues recuérdame no estar del lado contrario cuando te
desesperes— bromeo mientras se separaba lo suficiente para mirar
el puchero del chico. Jungkook se separó del calor del cuerpo del
moreno.
—No bromees con algo así, yo realmente tuve miedo— Taehyung en
respuesta tomo la barbilla de Jungkook, obligándolo a mirarlo a los
ojos.
—Te amo— susurro Taehyung mientras le daba un beso en los labios
que lo esperaban abiertos.
Jungkook subió los brazos hasta colocarlos alrededor del cuello del
moreno. Obligándolo a profundizar el beso. Manos curiosas
recorrieron la piel desnuda, gemidos comenzaron a llenar la
habitación. Desesperado Jungkook salto sosteniéndose de loa
hombros anchos de Taehyung, de manera que envolvió sus piernas
en las caderas del moreno.3
Una sonrisa maliciosa se formo en los labios del moreno, era hora de
enseñarle a su gatito lo que conllevaba el ponerse a jugar con fuego.
Aplastándolo contra la pared hizo que Jungkook abandonara el
duelo de lenguas para jadear sorprendido.4
Taehyung no se molestó en responder, con una de sus garras rasgo
el pantalón del pijamas de Jungkook. El cuerpo del joven gatito tuvo
una convulsión al sentir como un dedo humedecido con saliva
entraba por el agujero hecho en el pantalón hasta penetrar dentro
en sus glúteos. La sensación de estar vestido mientras su pobre
entrada estaba punto de ser violada sin contemplaciones estuvo a
punto de hacer que se viniera sin necesidad de tocarse.2
—Eres mío— gruño Taehyung al colocar su pene donde antes
estuvieron sus dedos, sosteniendo con una mano la cadera de su
amante, con una mano la cadera de su amante, con la otra le ayudo
a su pene a estar en la ruta correcta.4
El grito de Jungkook fue una deliciosa mezcla entre placer y dolor, su
pobre trasero fue abierto por el enorme pene de Taehyung hasta
golpear de lleno en su próstata. El tigre se asomaba a través de los
ojos verdes mientras tomaba lo que era suyo. Dejando salir sus
colmillos, Taehyung mordió el delicado cuello de Jungkook mientras
entraba y salía de la estrecha entrada.
—¡Más!— se encontró a si mismo suplicando, aferrándose con las
garras a la espalda de Taehyung, Jungkook se entregaba por
completo a la dulce dominación. Sin poderlo evitar, el gatito montes
mordió el cuello de Taehyung mientras este lo hacía suyo.2
El intercambio de sangre y de fluidos se llevó a cabo en una
explosión de placer que hizo que los dos se perdieran a su mismos
fundiéndose en un solo ser. El aroma dulce de Jungkook se
intensifico, los músculos de su interior ordeñaron el miembro de
Taehyung, sacando hasta la última gota de la glorioso corrida.21
Con cuidado de no causarle daño al delicado cuerpo que sostenía
entre sus manos, Taehyung se dejó caer al suelo su regazo.
Negándose a salir del estrecho canal que le había dado albergue
beso una y otra vez la boquita corazonada de Jungkook que se abría
buscando aire. El rubio recostó la frente en el hombro del moreno
mientras las manos del alfa le acariciaban la espalda en un gesto
cariñoso.6
—¿Esto siempre será así?— sonrió Jungkook a Taehyung de un modo
tan inocente que podría haber engañado a otro que no estuviera aun
enterrado hasta las bolas en su culo. Taehyung le bese la frente.
—Digamos que en nuestro caso— dedico un guiño cómplice —Esto
solo se pondrá mejor y mejor— el ruido del estómago de Jungkook
hizo que el chico se sonrojara hasta la raíz del cabello, al parecer
todavía le quedaba algo de pudor.
—¡Lo siento!— trato de disculparse —Es que no como nada desde
ayer en la tarde.
—Eres demasiado lindo para tu propio bien— se puso de pie
Taehyung tomando del brazo a Jungkook —Vamos a limpiarnos y
luego le hacemos los honores al desayuno.
Jungkook asintió con un animado movimiento de cabeza, en total
acuerdo con la idea. La mañana transcurrió como si la nueva pareja
enlazada estuviera dentro de una burbuja de jabón, aislados del
mundo por la delicada membrana de su felicidad, era un mundo
nuevo y delicado.

❆❆❆❆

Seokjin se sentía tan solo un poco mejor que la mierda, la noche


había sido una farsa tras otra, mirándose en el espejo del baño
estuvo seguro de que su propio reflejo le apartaba la cara para no
mirarlo. Cerrando los ojos recordó los fatídicos acontecimientos
desde su habitación de hotel de mala muerte. En un lugar tan
deprimente las cosas solo se veían peores de lo que ya eran. No era
como se solía decir: "mañana nos reiremos de todo esto".2
Haciendo un recuento de los acontecimientos, el zorro se salió del
baño, llegando hasta la desvencijada cama se dejó caer como un
peso muerto, recordaba perfectamente lo ocurrido:

Las horas habían pasado una tras otra, Seokjin se había saltado el
almuerzo, como solía pasarle cuando estaba demasiado lleno de
papeleo pendiente. Dejando salir el aire de los pulmones tomo el
puente de su nariz entre los dedos, un ligero dolor tras sus ojos se
estaba comenzando a formar.
Levantándose fue hasta la pequeña mesita junto a la ventana, donde
estaba un surtidor de agua fría, más que beber, deseaba sumergirse
en ella. Dentro del abogado, el animal conformaba su segunda
naturaleza, gemía tratando de liberarse, la cercanía de la luna le
causaba escozor en todo el cuerpo, una desgracia que solo pudiera
pensar en Namjoon para que se la aliviara.
La noche había llegado, en su forma animal Seokjin camino entre los
árboles disfrutando de la luz de la luna llena que bañaba todo sobre la
tierra. Llenando los pulmones de aire disfruto de la sensación de
libertad. Con la intensión de mantener las distancias con el resto de la
manada se dirigió en dirección contraria a donde se reunían para
comenzar la carrera.
Por su parte Young se había pasado la mañana coqueteándole, así
que Seokjin se había encerrado dentro de su oficina, la que quedaba a
un lado de la de Taehyung. El sentir la hierba bajo sus patas y la brisa
nocturna acariciando sus orejas, era el cielo después de tanto tedioso
trabajo.
El rugido de los tigres lleno el aire, haciendo vibrar el corazón de la
noche, la luna observaba desde lo alto del cielo. Al llegar al río, el zorro
observo el disco plateado que se reflejaba en el agua. El ruido de
ramitas al quebrarse le hizo levantar la cabeza alarmado, las orejas
peludas como dos flechas amenazando el cielo buscaban la menor
señal de peligro.
De entre la hierba alta el cuerpo de un enorme tigre se apareció. El aire
salió de los pulmones de Seokjin, Young era hermoso sobre sus cuatro
patas, a pesar de ser un animal joven, estaba de buen ver.
La naricilla húmeda del zorro olfateo el aire, aunque el tigre estaba a
favor del viento, sentía que algo no estaba bien. Todos los instintos
animales le gritaban "trampa". Detrás de Young se abrió camino
Namjoon, el cual estaba en su imponente forma animal. Sin ser
realmente consciente de ello, Seokjin dio un paso atrás, el corazón
latía tan rápido que pensó se le saldría del pecho. El primer impulso
fue correr, salir de allí tan rápido que todos dudarían si realmente
había estado en el lugar, una pena que el miedo le impidiera mover las
patas.
Cuando Seokjin pensaba que lo había visto todo, observo a Yong Woo,
el más anciano de la manada que en su forma humana le observaba
sin ninguna expresión en su rostro.
—Por el poder que la manada confiera a los venerables ancianos— se
escuchó la voz pausada del viejo tigre —Soy testigo del cumplimiento
del compromiso con Namjoon, Beta de la manada, al entregarle a
Seokjin, el zorro, como su pareja enlazada.22
Un frío de muerte helo el corazón del castaño, con cada latido del
musculo la sensación de que la sangre se convertía en cristales de
huelo se hizo más fuerte, cuando por fin pudo volver a respirar, corrió
tan fuerte como pudo volver a respirar, corrió tan fuerte como pudo sin
importarle nada más que salir de allí.
La traición dolía, Taehyung lo había sabido todo el tiempo, Young
probablemente había sido informado hacia unas horas, hubiera
agradecido una llamada de advertencia. Justo cuando pensaba que
tenía amigos en quienes confiar, la vida le demostraba que ninguna
buena acción quedaba sin castigo. El mismo Namjoon pudo haberse
tomado su tiempo, tratar de seducirlo, convencerlo, pero el muy
malnacido lo había reclamado como se reclama un pedazo de carne.
Prefería morir antes de permitir que le trataran de un modo tan
despectivo. Si el pago por su lealtad había sido la traición, entonces él
se marcharía sin mirar atrás.19
Seokjin había corrido tan rápido, ni siquiera Namjoon pudo alcanzarle,
era un zorro y como tal se movió entre los árboles. Al llegar al pueblo
que estaba a las afueras del bosque, invoco el cambio, en su piel de
hombre busco uno de los puntos seguros donde había guardado
suministros para casos en los que un miembro de la manada
necesitaba ropa y dinero.+
Sabiendo que nadie le buscaría en uno de los autobuses, llego a la
pequeña estación y de allí emprendió el viaje. Jamás regresaría.62

TRECE
Taehyung le dio un beso a su pareja, el hombre era simplemente
increíble, el gatito con el que pasaría el resto de su vida. Tenerlo
sentado sobre su regazo se le daba tan natural como respirar, el
chico era mimoso, lindo y travieso, si todo eso fuera poco, también
tenía una vena protectora que rivalizaría con la de cualquier hembra
con crías. Por primera vez en su vida sentía que podía formar una
verdadera familia, Jungkook sería la base sobre la que construiría el
espíritu de la manada.4
—¿En qué piensas?— pregunto Jungkook abrazándose al cuerpo
sólido que le rodeaba.
—En ti— le sonrió Taehyung dandole un beso rápido a la boca que se
le ofrecía —Pensaba en lo bonito que te ves desnudo sentado sobre
mis piernas.
El rubor de Jungkook era salvaje, al tigre le encantaba ver hasta qué
punto era inocente su amor, estaba segundo que esa calidez no la
perdería nunca.
—Eres malo— se quejó el gatito luciendo un pucherito adorable —
Dices cosas vergonzosas.
Taehyung desvió la vista de la boquita hasta la entrepierna de su
pareja, puede que se avergonzara de sus palabras, pero el pene lo
tenía totalmente interesado.
—Tienes razón— concedió —Creo que mejor ocupo la boca en otras
cosas— diciendo esto el tigre levanto en vilo a Jungkook y lo colocó
en la parte vacía de la mesa donde habían almorzado, sin darle
tiempo al gatito se registrar lo que sucedía, separos las piernas y se
tragó toda la sabrosa erección del chico.33
Jungkook gritó, se retorció y después de algunos minutos, se vino
tan fuerte que sintió por un momento que el alma había dejado su
cuerpo. El tigre se relamía goloso después de tragarse toda la corrida
del felino más joven.
—Tenemos que salir de aquí— jadeo Taehyung al ver a su amor tan
expuesto a su mirada —Pero antes quiero hacerte mío una vez más.19
Jungkook sonrió, estaba tan feliz, por primera vez se sintió
completo, tenía tres hijos y una pareja que le amaba, no podía
pensar en nada mejor.3
Después de un ratito divertido, Taehyung y Jungkook estuvieron en
la puerta de la salida, listos para enfrentar el mundo como una
pareja entrelazada. Un beso rápido en los labios del gatito y el tigre
abrió la puerta. Extrañamente el complejo estaba demasiado
silencioso, esa área pertenecía a la parte pública, donde se
celebraban las fiestas, las habitaciones para invitados, el gran
comedor, los gimnasios, debía estar llena de vida para esa hora del
día.3
Un gruñido bajo salió del pecho de Taehyung, en un gesto suave
pero rápido colocó al hombre más chico a su espalda. La risa de
Jungkook lo descoloco un poco —¿Qué es tan gracioso?
El joven gatito salió detrás del cuerpo grande que insistía en
protegerlo —No creo que haya algún peligro— señaló con un gesto
de cabeza el pasillo vacío —Solo siento alegría a nuestro alrededor—
Taehyung le dedicó una mirada cuestionadora.
—No te entiendo.
Jungkook bajo la vista al piso, sabía que había hablado demasiado —
Yo, solo...— trato de buscar alguna buena excusa —Es que...— un
dedo precioso debajo de la barbilla del chico para que le mirara a los
ojos.
—Somos pareja— le susurró sin dejar lugar a dudas —Si no podemos
confiar el uno al otro, en quien podremos confiar— el pequeño felino
trago duro, tomando aire decidió tomar el riesgo.
—A veces tengo presentimientos, visiones de cosas que ocurren o
van a ocurrir— al ver Taehyung no salió corriendo, decidió continuar
—Cuando era joven era algo esporádico, pero desde que comenzó a
acercarse mi primera luna llena como adulto, todo fue aumentando.

—¿Viste llegar a "Los Malditos"?— pregunto el hombre más alto. El


hecho de que no le dijera nada a tiempo no le gustó para nada.
Jungkook bajo la vista, se encogió de hombros en un gesto cansado
—Los vi cuando estaban atacando. Pude sentir cuando buscaban a
los cachorros, así que fui por ellos, fue cuando sucedió lo del
doctor— levantando del rostro, busco en el semblante de su pareja
alguna pista de que pensaba de todo eso.
—¿Y esta última vez?— el tigre no sabia como tomar las nuevas
noticias, no creía que fuera broma lo que decía el gatito. El chico se
mordió los labios nervioso.
—Estaba con los niños y lo sentí. Era como si alguien te mirara la tu
espalda, me buscaba, luego vi que peleabas con ese tigre
traicionero.
—Y saliste del complejo— terminó el pensamiento el tigre.
—Así es— aceptó el gatito —Si iba a morir, quería hacerlo estando
contigo.1
Si hasta ese momento al tigre había tenido sus dudas, las desecho al
mirar los grandes ojos avellana que le miraban empañados por las
lágrimas, el chico esperaba el rechazo como si fuera algo natural.1
—¿De verdad crees que con esto me vas a espantar?— abrazo el
cuerpo más pequeño que temblaba como una hoja —Hace falta más
que eso para alejar a este terco.
—Te amo— escondió el rostro contra la camisa de Taehyung —No se
qué haría sin ti.
—No tendrás que averiguarlo— hablo el tigre mientras respiraba el
olor dulce de su gatito, al parecer el aroma de las velas se le habían
pegado a la piel. Su tigre interno ronroneo del placer.45
—Entonces si no te molesta que pueda ver cosas— hablo algo más
animado el gatito —Creo que debemos apurarnos o vamos a
impacientar a los que nos esperan.1
Taehyung quiso preguntar, pero el gatito prácticamente lo
arrastraba por el pasillo llevándolo a la zona del comedor. Apenas el
tigre empujo las pesadas puertas se dejó escuchar un mar de voces,
al parecer la manada había preparado toda una fiesta para los recién
enlazados. Los cachorros esperaban a sus padres sentados en sus
cochecitos, estirando los brazos regordetes exigían que sus padres
recordarán sus obligaciones en ellos.4
El tigre disfruto de toda la atención que la manada le prodigaba a su
pareja y a los cachorros, su vida estaba completa. Ahora que le
quedaba saber cómo había ido las cosas con sus dos mejores
amigos. Dejando a Jungkook arropando a los cachorros, decidió salir
del apartamento para buscar alguna noticia de Namjoon. No era
como que se pudiera aparecer en medio del dormitorio del hombre
mientras jodia al zorro, esa no era una opción, definitivamente
apelaría a la capicúas de distribuir información de los centinelas.
Dejando tras de sí el edificio donde residía su familia, se fue a buscar
a los centinelas en el bar donde se reunían los miembros mayores de
edad, algo de diversión nunca estaba demás. Para entrar a ese lugar
solo habían dos condiciones, haber pasado tu primera luna como
adulto y haber cumplido con tus obligaciones en la manada, después
de eso, había luz verde para hacer el tonto.
La música del lugar estaba lo suficientemente fuerte como para ser
divertido para los cambia formas sin ocasionarles daño en los oídos.
La construcción era una caja cuadrada de concreto, cristales
ahumados y metal, sobre la entrada un gran letrero que decía
"Prohibida la entrada de mocosos que apesten a leche". Esa era la
norma favorita de los chicos grandes y de las hembras que ya podían
divertirse sin mamá rondando por allí.
Empujando la puerta de entrada, la situación que encontró allí fue
como para dejar a un alfa hecho piedra. En una esquina estaba
Young y por lo menos diez de los centinelas que no estaban
patrullando a esa hora rodeando a alguien que despotricaba como
loco. Los demás miembros de la manada se miraban unos a otros sin
saber qué hacer.
—¡¿Qué demonios?!—grito el alfa haciendo que la música cesará del
todo. Llegando hasta la esquina donde se llevaba a cabo todo el
asunto que tenía punta de drama barato, apartó a los curiosos.
El panorama no era para nada halagador, su Beta estaba borracho
hasta el tuétano, hablaba incoherencias y le mandaba golpes al aire
tratando de darles a algunos de los que insistían en llevárselo de
allí.6
Young se sintió aludido, así que parándose frente a su alfa, se decidió
a hablar —Seokjin se fue— la voz el chico tenía una nota de
culpabilidad que hizo que el alfa levantara la ceja —Luego Namjoon
vino aquí y no ha parado de beber desde anoche.
—¿Cómo que se fue?— grito el alfa, haciendo que todos los presentes
dieran un paso hacia atrás —Me llevó a este costal de mierda—
anunció mientras le daba un puñetazo a Namjoon que lo dejo
noqueado sobre el piso —Después voy a averiguar qué pasó aquí—
echándose el peso muerto sobre el hombro, se llevó a su Beta hasta
el edificio donde habitaba el círculo interno de la manada.
Jungkook estaba apagando las luces del departamento cuando
escucho ruido en el pasillo. Asomándose encontró a Taehyung
luchando por abrir la puerta del apartamento de al lado.
—Por todos los dioses— chillo Jungkook mientras corría junto a su
pareja.5
—Ayúdame a abrir la maldita puerta— se quejó Taehyung al tratar de
mantener a Namjoon en su hombro —Este pesa uno o dos toneladas.
Jungkook tecleo la clave que le dictaba el tigre, a la abrirse la puerta
le dio espacio alfa para que entrara —Prepara un café fuerte—
ordenó al gatito —Nada de ponerle azúcar— Dirigiéndose a la puerta
del dormitorio se volvió a mirar a su pequeña pareja —Voy a darle un
baño con agua fría para bajarle la borrachera.22
—Si quieres te puedo ayudar con eso— se ofreció el gatito. La mirada
helada del alfa le dejó claro que la propuesta no era bien recibida.
—Al único hombre que tocaras sin la ropa puesta será a mi— le dio
un guiño travieso al pequeño hombre que ya comenzaba a hacer un
pucherito —Sé que soy un maldito celoso, pero es que tú eres la
cosita más linda sobre dos piernas o cuatro patitas.36
Jungkook sabía que tenía que enojarse, protestar o algo, su
compañero era todo un cavernícola, pero tenía una manera tan linda
de decir las cosas que se encontró a si mismo yendo obediente a la
cocina. Una vez listo el café lo sirvió en una tasa, sólo necesitaba que
Taehyung le avisara cuando Namjoon estuviera vestido.
Pasando la vista por el apartamento, descubrió que tenía las mismas
dimensiones del que ahora compartía con su pareja, la diferencia
estaba en que el Beta no era un tipo muy ordenado, Jungkook casi
temía contaminarse con alguna bacteria que incluso podría matar a
un cambia formas. La idea de que había loza sucia desde el día que
se pasó a vivir allí el tigre lo tenía a punto de devolver algo de su
cena. La visión de ropa interior sobre uno de los sillones de la sala
hizo que al gatito se le subieran los colores al rostro.3
El tiempo de curiosear y lamentarse pasó debido a unos gritos algo
pasados de tono. Afinando el oído se quedó quieto de pie en medio
de la cocina sin saber muy bien qué hacer.
—¡Eres un maldito imbécil!— escucho Jungkook, la inconfundible
voz de su amor.
—¿Cómo demonios iba yo a imaginar...?— la otra voz era del Beta, de
eso estaba seguro el joven gatito.
—¡Escucha idiota!— rugió el alfa — Te dije que tuvieras cuidado con
él, que si apretabas mucho lo ibas a perder. ¿Cómo se te ocurrió irlo
a buscar con el anciano Yong Woo?... Te juro que tengo el marco
completo de lo que ocurrió, imagino que no te molestaste en
proponerle, sino que lo hiciste a lo salvaje.3
—Si lo hubiera hecho según la voluntad de mi tigre, para estos
momentos Young sería un tapete en la entrada de mi apartamento y
Seokjin estaría encadenado a mi cama— se defendió Namjoon
levantando la voz casi como su alfa —Lo hice de la manera más
civilizada que pude... ¡Ese maldito traidor iba a revolcarse con Young
cuando yo le había advertido que solo era mío!
—¡De verdad que eres bruto!— hablo aún más fuerte Taehyung. El
joven gatito escuchaba desde la cocina, estaba seguro de que las
cosas se iban a ir a los golpes en cualquier momento.
—¡Mira quién habla!— siseo Namjoon —So es el idiota que hizo todo
un drama porque su pareja se corrido sin él en la cama.38
Jungkook conocía la suficiente a su pareja como para saber que esa
línea que había cruzado el Beta iba a ser su muerte, tomando la taza
de café caliente entro tratando de disimular lo asustado que estaba
—El café está listo— anunció estampando una sonrisa en su rostro —
Sé que se están divirtiendo mucho gritándose uno al otro, pero no
solucionará nada... La pregunta es ¿Dónde está Seokjin?35
El beta estaba acostado sobre la cama con la manta sobre el regazo,
Taehyung estaba de pie con las manos en las caderas tratando de
mantener las garras dentro de sus dedos.
—No lo sé— el Beta fue el primero en bajar la mirada —Lo busqué
durante toda la noche en el bosque, al no poderlo encontrar fui al
pueblo, allí me di cuenta que se había marchado antes del amanecer
en el primer autobús que partió hacia la ciudad.
Ante el silencio incómodo, Jungkook se acercó junto a la cama del
Beta, sentándose en la orilla, le ofreció el café al hombre —Taehyung
lo encontrará— trato de reconfortarlo, por experiencia sabía lo que
dolió no sentirse amado por tu pareja —Cuando el regrese podrán
aclarar los malos entendidos.1
Dejando a Namjoon dormido, ambos hombres fueron a su propio
apartamento. Apenas cerrar la puerta. Taehyung rodeó con sus
brazos a Jungkook, sintiendo en su pecho las formas de la espalda
esbelta.
—Te amo— declaró desde el fondo de su corazón —Jamás te alejes
de mí— susurro contra la oreja del gatito —Me volvería loco.
Según lo prometido, Taehyung comenzó con la búsqueda de Seokjin,
lo primero que hizo fue intervenir sus cuentas, si el chico tocaba un
solo céntimo, el no sabría de inmediato. Namjoon por su parte dejó
de funcionar, si no estaba peleando con alguien estaba tirado por allí
sintiendo lástima de sí mismo, era algo deprimente de ver.21
La vida de Jungkook era tranquila, se encargaba de los cachorros,
los llevaba a darse largos años junto a los otros bebes que jugaban
como si el mundo fuera de algodón de azúcar. Atendía también los
asuntos domésticos de la manada, en fin, se preocupada por que
todos estuvieran cómodos y contentos, su pareja por su parte se
encargaba de la seguridad, además de conseguir comida y
suministro para todos. En cuanto a Luna, esta había encontrado que
el nuevo médico de la manada era un chico interesante, tanto así
que en la luna llena de hacía dos días, estuvieron jugando a omma y
appa bajo un enorme árbol junto al arroyo.13
—¡Amor!— beso Taehyung la mejilla de su amante —Ya son pasada
las ocho de la mañana. Tus hijos están preguntando por ti desde
hace rato. No quieren que Luna los lleve a fuera, quieren que seas tú.
En respuesta el joven gatito tomó la manta y la jalo hasta echársela
encima, texto extraño mucho a Taehyung, ya que el chico era
madrugador.1
—No me obligues a ser rudo— el alfa trató de darle un tono enérgico
a su voz, en serio que lo intento, pero el suave ronroneo de Jungkook
terminó por derretirlo —¿Mi lindo gatito quiere dormir un ratito
más?— un suave ronquido hizo que toda esperanza de Taehyung se
fuera al desagüe, el gatito no se iba a levantar en por lo menos una
hora.10
Observando la figura dormida, se atrevió a bajar un poco la manta,
los rizos dorados de Jungkook habían crecido lo suficiente para
llegarle a la nunca, el hombre realmente amaba jugar con ellos, era
casi un fetiche sentirlos como seda entre sus dedos. Ya habían
pasado dos meses desde su enlace, lo único que empañaba su
felicidad era la desaparición de Seokjin, era como si se lo hubiera
tragado la tierra.5
El cuerpo del gatito se movió buscando el calor de su amante, sin
poder evitar Taehyung se metió bajo las sábanas, era imposible estar
cerca y no abrazar al chico. Cada día que pasaba olía más rico, su
tigre amaba revolcarse en ese olor, adoraba sentir durante toda el
día la esencia de su gatito sobre la piel, lo mejor de todo era que
llegada la noche podía renovar su lazo. Por primera vez el alfa sabía
con certeza que era feliz.7
Una hora después las cosas eran muy diferentes, Jungkook estaba
en el baño vomitando hasta lo que no se había comido.119
—Voy por el doctor— anunció Taehyung mientras limpiaba el sudor
del rostro de su pareja —Esto no es nada bueno, llevas días así.
—No— se defendió Jungkook, sosteniendo del hombre más alto se
incorporó, alejándose de la taza del sanitario —Solo preocuparas a
todos, estoy bien. De seguro es algo que me sentó mal.28
El tigre espero pacientemente a que el gatito se cepillaron los
dientes y tomaron una ducha rápida. Al salir del baño Jungkook se
encontró a su dios nórtico con los brazos cruzados y cara de pocos
amigos —Envíe a los niños a jugar con Luna a las piscinas— fue el
mensaje fuerte y claro —Para que tú y yo vallamos donde el doctor
ya que tú no quieres que él venga aquí.3
La boquita de Jungkook se convirtió en una raya terca —No voy a ir
donde el mata sanos solo porque hoy se me descompuso la tripa,
punto— lo último lo acentuó con una patadita en el piso.28
La boca del alfa se abrió de par en par, una idea algo loca cruzó por
su mente como lo haría un tren de carga. Cada pieza empezó a caer
en su lugar, primero estaba ese delicioso aroma que dejaba
Jungkook en todo lo que tocaba, luego los cambios de humor sin
razón aparente, los malestares y los antojos por comida en las
combinaciones más extrañas. El tigre en su interior rugió orgulloso,
la idea de preñar a su pareja lo embriago de una felicidad que era
apabullante.48
—Jungkook, ¿estás seguro de que todo está bien?— pregunto esta
vez en un tono más bajo.
Acercándose al mínimo lo obligó a mirarlo a los ojos, sabía que de
esa manera el chico era con un libro abierto. El cuerpo del hombre
más pequeño comenzó a temblar, abrazándose a sí mismo no puedo
evitar que lagrimas gruesas corrieran por sus mejillas.
—No lo sé— hablo antes de darle rienda suelta al llanto.
Taehyung levantó en brazos a su amor, no lo llevaría ante el doctor
hasta que lograra tranquilizarlo. Sentándose sobre la cama arrulló al
gatito sin dejar de acariciarle la espalda —¿Confías en mi?— la
repuesta fue inmediata, Jungkook asintió con un movimiento de
cabeza, esto animo al tigre a continuar —Si tanto confías en mí,
tienes que decirme que te sucede. Me duele que después de todo lo
que hemos pasado tengas dudas.
—No sé que me pasa— hablo entre sollozos, Taehyung apenas si
lograba entender algo — mi cuerpo se comporta como siempre. A
veces el simple olor de la comida me enferma, a veces siento que
podría comer un elefante. A veces lloro y asusto a los cachorros, ayer
todos llorábamos juntos viendo Bambi.93
—Es triste la parte donde muere su padre— trato Taehyung de
consolar a su desolada pareja.24
—Lloré en la parte que conocía al maldito conejo y se ponen a
jugar— ahora los sollozos eran desgarradores —Quiero comer
conejo, ¿eso me hace mala persona?... Sólo pienso en lo deliciosa
que puede ser esa carne tierna y luego recuerdo el conejo de ese
cuento...54
Si antes Taehyung estaba asustado, ahora ya no le cabía la duda, vio
en su futuro, por increíble que pudiera parecer, la presencia de un
cuarto hijo.16
—Calma bebé— le dio un beso en los rizos rubios —Creo que tengo
una idea de lo que te pasa.1
—¿Me voy a morir?— gimió Jungkook hacia un pucherito —Yo no
quiero dejarte viudo, de seguro harán cola tus pretendientes. i
siquiera dejarán que mis pobres huesos se acostumbren al ataúd
antes de saltar a tu cama.39
Taehyung no pudo evitar reírse al ver el desacostumbrado
dramatismo de su pareja, el chico siempre era alegre, emprendedor,
valiente, ahora era el más tierno manojo de nervios que hubiera visto
en toda su larga vida.
—No te vas a morir— lo tranquilizó —Creo que me vas a dar la más
grande alegría que un hombre puede tener1
—Pues creo que estás loco— se quejó el gatito aceptando que
Taehyung le secara las lágrimas con una toallita de papel que había
sobre la mesita de noche.1
—Loco por ti— le dio un mordisquito en la oreja de Jungkook
haciendo que el chico saltara. Le encantaba ver lo sensible que era a
su toque.3
—Eres un zalamero— estiro Jungkook la boquita en busca de un
beso —Tienes suerte de que seas tan bueno en la cama.
Taehyung ahora tenía otro síntoma que agregar, el gatito se había
convertido en todo un depredador en la intimidad. El alfa estaba
seguro de que lo habían hecho sobre la superficie plana del
apartamento. Si los cachorros no estaban, el hombre se podía
considerar ocupado entre las piernas del feroz gatito.
—Ahora iremos al doctor— anunció el alfa después te de gustar uno
de esos besos que hacen que los dedos de los pies se doblen.3
—¡No!— grito Jungkook —No me llevarás donde el buen doctor, yo
estoy bien— eso fue lo último que puedo decir antes de que el bruto
que tenía por pareja se lo llevara en brazos sin importale cuanto
despotricara el gatito. El hombre tenía experiencia no era la primera
vez que tenía que cargar al cachorro, la diferencia era que ahora el
chico mostraba su descontento a todo pulmón.+

CATORCE-FINAL
Jungkook se movía como solo un tanque ruso podría hacerlo, estaba
tan gordo que parecía una pelotita. Hoy era un día especial, había
organizado un almuerzo al aire libre y el sol brillaba en el cielo como
si hubiera formado parte de la coordinación del evento. Jimin y
Yoongi vendrían con los gemelos de visita, los cachorros del tigre
saltaban emocionados ante la perspectiva de juegos y travesuras
con sus primitos los lobos.71
Para Taehyung su pareja la había dado experiencias nuevas, jamás
hubiera podido imaginar que el sanguinario grupo de tigres
estuviera organizando una parrillada e invitado a los pulgosos lobos.
Todo esto es porque el gatito embarazado se había puesto a llorar
cuando vio a los cachorros del tigre jugando en el patio mientras él
jamás llegar a conocer a sus sobrinos. Antes de que el alfa pudiera
coordinar algún pensamiento, a las hembras de la manada
llamándolo "insensible" y cosas peores. Así que para su paz mental,
se vio implementando todo un plan diplomático con los lobos, una
suerte que Jimin haciendo alarde de lo malcriado que podía llegar a
ser, le había montado todo un drama al alfa de los lobos para que lo
dejaran ver a su hermanito.33
Todo pensamiento coherente dejó la cabeza de Taehyung al ver
llegar a su pequeño amor moviéndose entre las mesas, con una
agilidad algo tambaleante causando por el gran bulto que tenía en el
vientre. Sólo para hacer que la imagen fuera más dulce, los
cachorros del tigre en sus formas animales seguían a Jungkook
como si fueran los guardaespaldas de su Omma.29
—¿Cómo van las cosas aquí?— jadeo Jungkook por el esfuerzo,
moverse cada vez se le hacía más difícil.
El alfa se separó de la parrilla que estaba llenando de carbón, para
abrazar a la pequeña cosita franqueada por tres feroces tigres que
no pasaba de los tres años de edad.
—Todo aquí está perfectamente controlado— hablo el alfa justo
después de robarle un beso a su mimosa pareja —¿Cómo se están
portando estos hombrecitos?— dirigió una mirada cariñosa a los tres
tigres que jugaban a las atrapadas mientras su appa se encargaba de
su omma.13
La risa de Jungkook era clara, estaba tan lleno de vida que a
Taehyung casi le parecía verlo brillar. El doctor les había explicado
que el gatito era un chamán, su cuerpo entero estaba lleno de magia,
la explicación para el embarazo fue tan simple como decir que el
gatito había deseado entregarse a su pareja, y que cuando recibió la
semilla, la guardo dentro de su ser, es entrando una nueva vida. Ante
la explicación el tigre no pudo más que jurarle a la diosa luna que
cuidaría del gran tesoro que le había sido entregado.44
—¿Estás bien?— se separó del cuerpo cálido de su amante —El bebé
está feliz con todo este ajetreo— se tocó la panza en un gesto
protector — Y sus hermanos lo alientan. A veces me patea tan fuerte
que creo que ya está desesperado por salir a jugar con estos
pequeños terremotos.
El tigre se puso de rodillas, tomando con sus grandes manos el
bultito, le dio un beso breve a su hijo que vivía protegido dentro del
cuerpo de Jungkook —No le des problemas a tu Omma— advirtió al
cachorro —Mira que si te portas bien te llevaré a nadar al lago junto
con tus hermanos— en respuesta una patadita suave golpeó a través
de la piel tensa del vientre.4
— Éste, es tu cachorro— le defendió Jungkook —Lo más que puedes
pedirle es que "intente" portarse bien.
—Dame algo de crédito— hablo Taehyung poniéndose de pie —No
mate al último idiota que entró a nuestro territorio sin permiso.
Jungkook dio un paso atrás, una delgada arruga se lucía en medio de
sus cejas —Digamos que hacerlo mearse en sus pantalones y luego
patearle el culo hasta dejarlo en la autopista no es precisamente ser
bueno.4

—El hombre podía estar muerto— se cruzó de brazos el gran y malo


alfa.
—No tienes remedio— se paro de puntitas el gatito, después de
robarle un beso a su amor, se marchó se allí con toda la dignidad que
su gran vientre le permitía.
Observando cómo su pequeña familia se dirigía a tomar la siesta, no
pudo evitar que se formará una sonrisa en su rostro.
—Las parrillas están listas— anunció Young mientras señalaba el
lugar donde los otros centinelas terminaran de encender las suyas —
Solo necesitamos que las hembras nos traigan la carne
condimentada.32
Taehyung asintió con un movimiento de cabeza —No dejen que las
parrillas se enfríen, las hembras ya vienen con la carne y las
verduras.8
Al llegar las hembras con la comida, los machos comenzaron a hacer
derroche de su capacidad de voltear la carne para que no se
quemara, mientras se jactaban de lo buenos cocineros que eran. Ni
siquiera Taehyung era tan cruel como para decirles que hacía falta
ser muy idiota como para dejar que la carne se les carbonizara, y que
las mujeres habían hecho todo el trabajo duro.14
Dejando el ajetreo en el área de las parrillas, decidió ir asegurarse
que hubiera suficiente cantidad de mesas y que la seguridad
estuviera en alerta. Hoy era un día especial para Jungkook Y no
permitiría que cualquier idiota viniera a arruinárselo. Si alguien más
supiera de la clase de cambiar formas que era el gatito, habría
muchos interesados en secuéstraselo. Hasta los mismos "Malditos"
habían caído en la tentación al sentir su presencia. Con una sonrisa
Taehyung recordó adonde había mandado el medallón, ya que fue
imposible destruirlo, en la fosa del tanque séptico era el lugar ideal
para guardarlo.3
Ahora sólo le quedaba arreglar el asunto entre el zorro y el Beta.
Desde la desaparición de Seokjin, Young había tomado muchas
funciones de Namjoon, claro que haciéndolo lo más
disimuladamente posible. El Beta estaba siempre malhumorado,
salía por varias semanas siguiendo una pista falsa sobre el zorro,
para regresar luego aún más triste y deprimido. Por su parte Young
se sentía culpable como para decir algo al respecto y trataba por
todos los medios de ayudarle al hombre sin meterse mucho en su
camino.5
Taehyung caminó hasta donde estaba Namjoon, sentando frente al
lago sin moverse, más parecía una estatua. Del hombre aguerrido
que había sido, ahora era sólo un recordatorio del guerrero que fue.
El cabello castaño siempre llevándolo cortado a la altura de los
hombros, ahora estaba descuidado, llegando a tocar hasta la media
espalda, había perdido varios kilos y apenas si funcionaba lo básico
para decir que seguía con vida.
Jungkook había dormido durante una hora, cosa que había hecho
sin chistar, ya que era una de las condiciones que su pareja pidió
para dejarlo hacer la parrillada con los invitados de la manada de los
lobos. Viendo la hora del reloj de la mesita de noche, supo que las
visitas llegarían en cualquier momento. Bajándose de la cama se
dirigió al baño, de verdad deseaba que su bebé naciera pronto, se
sentía tan pesado que a veces tenía que sus piernas no pudieran
sostenerle.
Una vez bañado y vestido, el gatito salió al patio, sabía que Luna
estaba con los cachorros, pero aún así no estaría tranquilo hasta ver
que los pequeños traviesos estuvieran bien.
Ahora hasta el tímido de Kyungsan se unía a sus hermanos, Yoogeun
y Leo, en sus travesuras, convirtiéndose en toda una fuerza de la
naturaleza. No tuvo que caminar mucho para encontrarlos, los
cachorros estaban correteando entre las mesas mientras Young
trataba de atraparlos sin ningún éxito. Sonriendo Jungkook estuvo
conforme,verso mantendría ocupado a los cuatro tigres.2
El sonido de varias camionetas anunciaba la llegada al complejo de
los miembros invitados de la manada de lobos. Jungkook se llevó la
mano el corazón, tratando de calmar en latido alocado, después de
largas llamadas por teléfono, Jimin se había convertido en la única
familia que reconocía proveniente de la manada de los gatos
Monteses. Deseaba de todo corazón que todo estuviera perfecto.15
—Todo saldrá bien— la voz del alfa susurro en la oreja de Jungkook,
mientras los brazos fuertes lo sostenían por la cintura —Cuando
estabas dormido di una última revisión, todo lo que pediste fue
realizado, no hay cabos sueltos. Y si lo llega a ver, le arrancaré la piel
al culpable2
Jungkook se dio la vuelta entre los brazos del tigre, sonriéndole le
dio un beso rápido en la boca —Eres muy dulce— le dedico un guiño
travieso al hombre —Estoy seguro que eres el único que puede
hablar de despellejar a alguien y hacerlo oír romántico.9
Una camioneta doble tracción, junto con cinco motocicletas se
acomodaron en el estacionamiento, interrumpiendo con su llegada
toda la actividad que bullía en el patio central.
—Llegaron— anunció Jungkook mientras sostenía la mano de su
pareja —Están aquí.
Los motociclistas desmontaron sus vehículos primero, una vez que
se aseguraron que la invitación no era una especie de trampa, el
Beta hizo una señal a los que viajaban en la que camioneta. El
primero en bajar fue Yoongi, después de asegurarse que no había un
peligro inmediato para su pareja, abrió la puerta para que saliera su
familia.38
El joven gatito salió, los ojos avellanas de Jimin buscaron los de su
hermano. Al ver a su pariente tan redondo como una pelotita, no
pudo más que chillar de contento, los chicos se dieron un abrazo tan
prestado como la enorme panza de Jungkook lo permitió.3
—Te vez hermoso, hermano— lo felicito Jimin al dar un paso atrás
para apreciar mejor al joven gatito.30
—Me hubiera gustado verte cuando estuviste tan redondo como yo—
se quejó Jungkook dejando ver un pucherito dramático. Tal vez
antes no habían sido muy unidos, pero ahora era toda la familia que
le quedaba, ya que en la manada de gatos Monteses ya no había
nada para él. Después de lo que le hicieron a Jimin, exponiéndolo
ante todo el consejo, no quería arriesgarse a estar demasiado cerca
de ellos.3
—Deja que conozcas a mis hijos— casi dio saltitos Jungkook, el
embarazo no le habían quitado sus bríos juveniles —Son unos tigres
maravillosos.
Jimin le sonrió, le alegraba ver cómo su hermano menor era feliz, tan
feliz como alguien lo podría llegar a serlo.
Taehyung y Yoongi se miraron desconfiados, dos alfa compartiendo,
aunque fuera momentáneamente un mismo territorio, ponía a los
hombres incómodos. Mientras los alfas se lanzaban dagas con los
ojos, los chicos se tomaron de las manos retirándose a una de las
mesas cercanas, tenían mucho que conversar.17
La parrillada había sido un éxito, después de un rato de
incomodidad, la comida se encargó de acercar a los miembros de
dos razas de carnívoros. Música, carne a término medio y una buena
cantidad de cervezas hiciera el milagro.11
Jungkook no podía creer lo lindos que eran los gemelos de Jimin,
uno tenía unos lindos mechoncitos negros como los de su Appa y el
otro era tan rubio como su Omma y su tío. Los niños estaban
sentados sobre una manta en el césped y sus primos, los tres tigres,
jugando como si se conocieran de toda la vida.17
—Son tan lindos— reconoció Jungkook —Tienes mucha suerte,
hermano.
Sentados juntos toma dls grandes raciones de comida disfrutaban
de una tarde tranquila en familia. Los demás miembros de la
manada de tigres se habían marchado, los lobos recibidos en el
edificio donde estaban las instalaciones públicas, donde había
habitaciones disponibles. Después del ajetreado día, una sencilla
cena sobre una manta era lo ideal.
—Yoongi está muy contento— se encogió de hombros Jimin —La
manada acepto bastante bien que uno de mis hijos fuera un gatito y
el otro un lobo.56
El sol estaba muy cerca del cenit, la tarde había refrescado y una
suave brisa mecía las ramas de los árboles cercanos. Los chicos
cenaban mientras vigilaban a los niños y sus juegos, Yoongi y
Taehyung por su parte estaban de pie a unos cuantos metros, en una
conversación que parecía bastante seria. Era un contraste curioso,
observo Jungkook al verlos de pie uno frente al otro, el alfa de los
lobos era alto, de cabello castaño corto y piel dorada por el sol,
mientras que el tigre era de cabello oscuro, su piel era de un dorado
más claro que el del lobo, y su manera de moverse era la de un
depredador, Yoongi tenía una disposición más relajada.1
—¿Cómo es el parto de un hombre?— pregunto Taehyung, no le
gustaba la idea de que su pareja sufriera,35
—¿El médico no te explico?— se preocupó Yoongi, temía en manos
de quien estaba su cuñado.
—Si— dejó salir el aire el tigre demostrando lo frustrado que estaba
—Pero no me gusta lo que me dijo. Tal vez tengas alguna idea mejor
o un médico más capacitado.
Yoongi se mordió la parte interna de la mejilla para no reírse, él
debió verse igual cuando se acercaba el parto de su gatito —No hay
manera de evitar que sea incómodo para tu pareja— hablo sin
disfrazar la realidad —Pero al menos puedes darle tu apoyo, hacerle
sentir que no está solo.
—Sigue sin gustarme— gruño el tigre, desviando la vista a su
embarazada pareja que sentado sobre la manta le hacía cariñitos en
la cabeza a Kyungsan, Leo aparentaba ser más independiente, pero
sobre el regazo de su Omma, Leo hacia cabriolas para que los bebes
de Jimin rieran.1
—Tienes una linda familia— reconoció el lobo —Espero que podamos
mantener una relación estrecha para que los hermanos y los primos
se vean a menudo.1
—Esa es la idea— sonrío el tigre —Pronto nacerá mi nuevo cachorro,
espero que puedan venir a conocerlo.
—¿Y si fuera gatito, qué pensarías?— se atrevió a preguntar Yoongi —
¿La manada le aceptará?4
El tigre grupo mostrando los colmillos —Cualquiera que vea se mala
manera a un hijo mío, se quedará sin el pellejo.27
Yoongi asintió complacido —Uno de mis hijos es un gatito— se
explicó sin poder disimular su orgullo —Ambos niños, cada uno a su
manera, tiene el poder en mi manada. Puedo jurarte que mi hijo
mayor pateará culos mientras el más pequeño tiene el poder de
utilizar sus grandes ojos avellanas con la más cruel de las criaturas y
sacarle su lado tierno. En mi manada se pueden tomar muchas cosas
por el lado amable, pero en lo que se refiere a los cachorros, lo
consideran un regalo de los dioses... Así que te imaginarás cuál es el
estatus de los chicos.24
La risa de los alfas llamó la atención de sus parejas que estaban
colocando las sobras en la canasta. Los niños se reían a carcajadas,
el pequeño Byungsan bostezo sin poder disimular su cansancio.8
—Será mejor que vallamos a dentro— propuso Jungkook —Parece
que nuestros compañeros están conversando muy tranquilos, pero
los niños están cansados.1
Al ponerse de pie ayudado por Jimin, El joven gatito sintió una
punzada en el bajo vientre, desde la mañana las había sentido, pero
no dijo nada, ya que su pareja podría encerrarlo en la habitación por
algo que no era más que un malestar pasajero.21
—¿Estás bien?— preguntó el mayor de los gatitos al ver la palidez de
su hermano.
—Es solo un pequeño malestar— se encogió de hombros cuando
sintió que el "pequeño malestar" se repetía una tanto menos
pequeño.
—No sé qué pasa— agarro el vientre, sentía como si se estuviera
partiendo en dos —Duele.
Jimin ya había andado ese camino, así que sabía lo que estaba
ocurriendo —¡Chicos!— llamó la atención de los alfas que bebían
cerveza y se reían de quién sabe qué broma —¡Tenemos un
problema aquí!6
El felino supo exactamente el momento en que Taehyung se dio
cuenta de la situación, la palidez del hombre era digna de leyenda.
En grande estancadas llegó hasta el cuerpo del felino que se doblaba
sobre sí mismo sosteniéndose el vientre.10
—¿Estás bien?— hizo la pregunta boba el alfa de los tigres, a pesar de
ver cómo Jungkook se mordía los labios para no gritar.6
—¿Duele, papi?— pregunto Yoogeun poniendo sus manitas en las
caderas, igual que lo haría su padre.25
—No duele—. Respondió obligándose a sonreír, temía asustar a los
cachorros.1
De allí en adelante todo fue un desastre, Taehyung lo tomó de los
brazos y corrió con él hasta la enfermería, olvidándose el detalle de
avisarle al doctor primero. Al llegar a la puerta noto que esta estaba
asegurada, así que sin detenerse a tocar, le dio una patada,
encontrando a Luna sentada a horcajadas sobre las piernas del
doctor mientras se demoraba en la boca uno al otro.63
—Por lo menos no vas a tener que irlos a buscar— sonrío el lobo
mientras veía como la pareja se ponía de pie tratando de enderezar
la ropa lo mejor que podía —Suerte que todavía no había pasado a la
fase "B"32
—¿Qué es esa manera de entrar?— defendió el doctoró mientras
cubría con su cuerpo a Luna, que trataba de cerrar los botones de su
blusa, su siempre peinado cabello rubio caía desordenado por su
espalda.1
—El cachorro va a nacer— anunció el alfa sin ponerle mucha
atención a la actitud igualada del doctor.
El hombre entro en modo profesional al ver como la pareja de su alza
arrugadaba su carita por culpa del dolor de una contracción —
Luna— pidió a la enfermera —Prepara los instrumentos en caso de
tener que intervenir el parto— Luna termino de colocarse el último
botón de la blusa mientras corría a cumplir la orden del doctor.
Luego refiriéndose a los preocupo acompañantes, les pidió que se
quedarán en la salida de espera.
Taehyung coloco al gatito sobre la cama con gran cuidado. Tomando
la mano de su amor se preparó para enfrentar lo que viniera —Todo
saldrá bien— le aseguro dándole un beso en la frente.
Jungkook jadeo al sentir un nuevo espasmo en su vientre, el
cachorro estaba ansioso por salir y estaba decidido a hacerlo —
¡Duele!— chillo —Ya quiere salir.
El doctor le alcanzó una bata esterilizada a Taehyung, además de
unos guantes. Luna llego a hacerse cargo mientras el doctor se
preparaba. Apenas estuvo vestido con la ropa de cirugía, comenzó a
revisar el vientre del joven gatito.
—¿Cómo está mi bebe?— logró hablar Jungkook, la mano que
sostenía la suya le daba valor.5
El doctor le sonrío complacido, podría ser un hombre joven, pero
sabía lo que hacía —Este gatito tiene sangre de alfas— aseveró al
escuchar el latido fuerte y claro del bebé —Esta decidido a nacer.4
—¿Eso es bueno?— pregunto Taehyung algo aprensivo.
—Claro que si— explicó mientras le quitaba el pantalón al paciente —
Eso hará más fácil el trabajo de parto. Este niño solo necesita que su
Omma empuje un poco.42
Jungkook se sintió cómodo, el doctor le había quitado el pantalón y
le habría de piernas, desviando la mirada a su pareja, buscó su
aprobación —Es necesario, amor— le aclaró Taehyung mientras le
colocaba una manta sobre la cadera. No era como que no hubiera
estado desnudo antes, era un cambio formas después de todo, pero
no estaba acostumbrado hacer manoseado por nadie más que su
pareja.
Luna llegó con una pequeña cunita de plástico, mantas calientes,
además una sonrisa radiante. Esa visión y la mano su pareja sobre la
suya, le dijo sin palabras que todo iba bien. —¿Qué tengo que
hacer?— podría ser casi un cachorro, pero estaba decidido a tener el
bebé en sus brazos antes de que llegara el día siguiente.
—Esa es la actitud— felicito el doctor —Todavía te falta algo de
dilatación, el canal de parto se formará, eso es lo que te está
doliendo tanto, cuanto esté listo todo será cuesta abajo.
Los minutos fueron pasando hasta formar una hora, Taehyung
secaba las gotas de sudor que mojaban la carita palida del gatito
mientras le daba ánimo —Pronto, amor— susurro contra la piel
húmeda de Jungkook —El doctor dice que en cualquier momento
podrás comenzar a pujar para que el niño nazca.4
El gatito con un leve movimiento de cabeza, se sentía tan cansado, el
dolor sólo se incrementaba. El canal de parto se formaba, la magia
que le había dado el don de engendrar también le daba una manera
de parir, pero era tanto en el doloroso como para una mujer el
dilatarse.23
El doctor estaba sentado al pie de la cama, teniendo la vista fija en
un punto entre las piernas del paciente. Jungkook dio un respingón
al sentir el látex de los guantes del doctor —Casi estamos listos—
hablo ignorando la incomodidad del chico —Es hora de que
demuestres sé que estás hecho, muchacho.1
Taehyung no sabía si estaba en la cima del cielo en lo profundo del
infierno. El amor de su vida estaba sobre la cama, gimiendo mientras
practicamente se partía en dos, el cabello rubio se pegaba a las
mejillas pálidas y los cansados ojos avellanas se habían empatado
con lágrimas no derramadas.
—¡Ahora!— grito el doctor.13
Jungkook comenzó a pujar, podía sentir como el niño pasa por el
canal de parto tratando de salir de su cuerpo. La criatura tenía la
terquedad de su padre, de eso el gatito estaba seguro.
—Tu puedes, amor— jadeo el alfa al sentir el férreo apretón de su
mano por la del parturiento —Estoy seguro que me darás un
hermoso hijo.18
El grito de Jungkook se escuchó por todo el complejo, o eso pensó
su pareja. Justo cuando el grito s extinguió, el llanto de un bebé
comenzó.
La sonrisa del doctoró al envolver al furioso bultito era de absoluta
satisfacción —Son padres de una hermosa niña— anunció colocando
al pequeño cachorro sobre el pecho de su Omma.72
Jungkook abrazo a la criatura, lágrimas gruesas de alegría mojaron
sus mejillas. Estaba tan feliz que no sabía cómo su cuerpo podía
resistirlo. La pequeña bebé dejo de llorar, la naricilla se restregaba
sobre la piel de su Omma asegurándose que este era quien tuvo
tantos meses en su vientre. El joven gatito estaba tan en su propio
mundo que ni siquiera sintió cuando su cuerpo expulso el capullo, ni
cuando Luna termino de limpiándolo y vestirlo. Fueron los brazos
fuertes de su pareja los que le recordaron que la niña tenía un Appa.3
—Es una niña— le dijo a su compañero. No sabía qué pensaría el alfa
de eso.
—Si, lo sé— le dio un beso tierno a la boquita palida —Lo que me
preocupa es a cuantos hijos de puta tendrá que despellejar por
mirarla demasiado— apenas termino de hablar el padre, el tierno
cuerpito rosa vibro mostrando su forma animal. Una hermosa gatita
montes de ojos verdes, que miraba el mundo nuevo que se abría
ante ella.116
Fin.

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