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TRABAJO INDEPENDIENTE 1

UNIDAD 1
ENURESIS Y ENCOPRESIS

Sobre la Enuresis y la Encopresis se han hecho diversas investigaciones para


contribuir a su definición, fenomenología, causalidad o tipificación. Lo cierto es que
ambas poseen múltiples factores que hacen de esto algo más que complicado. La
enuresis consiste en evacuaciones de orina, la mayoría de las veces,
“involuntarias”, en lugares y/u horarios no establecidos. La encopresis por el
contrario, consiste en la evacuación de popo, bajo las mismas condiciones. Está
definición es propia, ya que considero que inclinarme a cualquiera de las
definiciones que aparecen en la lectura resultaría contrario a lo que pretendo
exponer.

Los trastornos de la eliminación en la clínica psicológica, después de


descartar cualquier indicio de alteración orgánica o incluso confirmarlo, suelen
verse desde perspectivas únicamente conductuales; ¿Cómo hacer que el niño
deje de hacerse pipi?, en lugar de comenzar preguntándose ¿Por qué el niño se
hace pipi?, ¿qué está pasando a su alrededor?, etc. partiendo de estas cuestiones
lograra tenerse un panorama más amplio. Es totalmente claro que el niño con este
padecimiento se ve limitado en muchas áreas importantes de su vida y la
autoestima es la primera en salir lastimada.

Considerando todo lo que implica la clínica psicológica, a mi juicio, no


debería limitarse a la rigurosidad de una teoría o al encasillamiento de cualquier
trastorno en una definición; es cierto que las clasificaciones de los trastornos o
enfermedades resultan ser benéficos para el reconocimiento de las mismas, pero
por otro lado, una clasificación limita el tratamiento puesto que se ven
enfermedades y no niños enfermos.
Bibliografía

Encopresis. Barcelona. Universidad Autónoma de Barcelona – Colegio oficial de


psicólogos de Cataluña. Recuperado de:
http://www.paidopsiquiatria.cat/files/encopresis_0.pdf

Feria, M. (2010). Guía clínica para el manejo del trastorno de la eliminación.


México: Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón De la Fuente Muñiz.
Recuperado de:
http://www.inprf-cd.gob.mx/guiasclinicas/manejo_trastornos.pdf

Jiménez H.,M. (1995). Psicopatología infantil. España: Aljibe

Luque, M. (s/f). Manejo de la enuresis nocturna monosintomática primaria en


pediatría. Recuperado de: http://www.spapex.es/pdf/enuresis.pdf

Rodríguez Fdez, (2008). Diagnóstico y tratamiento de la enuresis nocturna.


España: Asociación Española de Pediatría. Recuperado de:
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/10_3.pdf
TRABAJO INDEPENDIENTE 2
UNIDAD 2
ANGUSTIA Y ANSIEDAD

Todas las personas a lo largo de nuestra vida hemos sentido miedo más de una
vez y sabemos, por experiencia, que esta sensación no es nada agradable; por
esta razón ha sido definida por varias posturas como “negativa”; pero todas esas
experiencias desagradables nos han servido como aprendizaje para evitar ciertas
situaciones o saber cómo actuar ante ellas.

Cuando una persona es “incapaz” de controlar emociones como la ansiedad


o el miedo en situaciones que no ameritan estas reacciones, puede llegar a
aislarse de muchos lugares, incluso personas, pues los percibe ahora como
amenazantes. En este momento ésta “sintomatología” puede considerarse grave,
pues afecta áreas significativas de la vida del sujeto y según el DSV se cumpliría
el criterio de malestar clínicamente significativo.

En este sentido, una parte clave del tratamiento sería concientizar a las
personas que rodean al sujeto, que de cierta forma resultan también afectadas,
sobre la complejidad del padecimiento. Las emociones, todas, son muy complejas
de definir o describir siempre que se intenta hacer el sentimiento objetivo para que
a los que estamos explicando puedan entendernos; el miedo, la ansiedad, la
angustia son sensaciones que no se excluyen de ese principio es por esto que
para las personas presas de estos estados, resulta de lo más complicado tratar de
entender su propio miedo, ansiedad y/o angustia.

Bibliografía:
Méndez, F. (2013). Miedos y temores en la infancia. Ayudar a los niños a
superarlos. España: Ediciones Pirámide.
Sassaroli, S. y Lorenzini, R. (2000). Miedos y fobias: Causas, características y
terapias. España: Paidós Ibérica

TRABAJO INDEPENDIENTE 3
UNIDAD 3

DEPRESIÓN INFANTIL, INHIBICIÓN-TIMIDEZ Y AISLAMIENTO SOCIAL/INQUIETUD MOTRIZ

La depresión infantil es un término muy común en clínica, además de que


alrededor suyo existe gran controversia sobre su validez como diagnóstico, puesto
que la complejidad de las características infantiles resulta ser un reto para éste y
muchos otros diagnósticos; sobre todo si las consideraciones para su estudio
parten de las mismas rúbricas utilizadas para los adultos. Es aquí donde la
pregunta de si ¿la depresión infantil existe? resulta ser crucial para el tratamiento
de la diversidad sintomática en la infancia. Distintas posturas han formado parte
de esta discusión, una de ellas, y de donde parte la formulación de la pregunta
anterior, es el psicoanálisis que considera que el niño no posee la madurez
psicodinámica para experimentar una depresión. Por otra parte se considera que
la depresión infantil existe, pero no de la misma manera que la concebimos en los
adultos, es decir, la sintomatología de este “trastorno” es expresada de formas
distintas, incluso contrarias, a lo que podría esperarse. Se discute incluso, a la
depresión infantil, como parte del desarrollo.

Por mi parte, considero que la depresión infantil es un término


indudablemente multifactorial, y que si bien es importante aclarar y delimitar sus
características, debemos recordar también que la diversidad y subjetividad de
cada persona es un factor de gran importancia a considerar en el seguimiento
clínico; por lo tanto todo profesional deberá comprometerse con el tratamiento y
emplear la importancia de la observación clínica para reconocer y ligar aspectos o
síntomas que puedan pertenecer a una patología significativa, no con el fin de
clasificar, sino de una mejor comprensión y tratamiento del caso.

Bibliografía
Jiménez H.,M. (1995). Psicopatología infantil. España: Aljibe

Palacios, F. & Dufour, R. (2003). Diagnóstico estructural en el niño. España:


Herder
TRABAJO INDEPENDIENTE 4
UNIDAD 4

ATENCIÓN PSICOLÓGICA Y PSICOPEDAGÓGICA EN EL ÁMBITO ESCOLAR Y FAMILIAR

Existen hoy en día múltiples formas para el tratamiento de los miedos y fobias en
la infancia, desde tratamiento farmacológico hasta economía de fichas, por poner
un ejemplo. Lo cierto es que cualquier tratamiento es válido, siempre y cuando
considere los siguientes aspectos: primero que todo, deberá estar orientado a
mejorar la calidad de vida del sujeto tratado; las causas, cambios y
transformaciones del “problema”, un buen diagnóstico servirá de mucho para
identificar estos aspectos; la personalización de la propuesta terapéutica,
considerando la individualidad del sujeto; reconocer las múltiples modalidades de
abordaje y “saber” elegir la más adecuada (individual, familiar, escolar, etc.); y
sobre todo una actitud profesional y regida por el primer atributo mencionado, para
este último punto, si bien es indispensable tener una formación profesional
adecuada, es también necesario estar comprometido con el ésta formación.

Ahora bien, es importante tener un sustento o inclinación teórica dentro de


la clínica pero es también importante, tomando en cuenta la subjetividad de
paciente y profesional, formarse un “estilo” propio, recordando que no existen
“recetarios” dentro del que hacer del psicólogo clínico.

Bibliografía

Shaffer, D. y Walick, B. (2003). Las múltiples caras de la depresión


infantil.España:Ars Médica

Méndez, F. (2013). Miedos y temores en la infancia. Ayudar a los niños a


superarlos. España: Ediciones Pirámide.
Palacios, F. y Dufour Roland (2003). Diagnóstico estructural en el niño. España:
Herder.

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