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RESUMEN DE PSICOPATOLOGIA 1.

UNIDAD 1 – introducción a la psicopatología –

“LA BIOMEDICALIZACION DE LOS MALESTARES EN LAS INFANCIAS ACTUALES”-


GABRIELA DUEÑAs
La patologización y medicalización de la infancia es un fenómeno en incremento, que constituye
una suerte de “violencia simbólica” sobre niños y adolescentes. Sin embargo, tampoco se
pretende cuestionar a la psiquiatría en la administración de psicofármacos cuando los mismos
son necesarios, dado que han contribuido a la calidad de vida de muchas personas que atraviesa
por sufrimientos psíquicos.
Lo que si es necesario cuestionar de la medicalización es una tendencia que se produce y que
está apoyada en concepciones biologicistas e innatistas, que avanza con intenciones
hegemonizantes sobre toda la población de todas las edades; reduciendo para ello de manera
injustificada problemáticas sociofamiliares y escolares a la idea de que se tratan de deficiencias o
trastornos neurocognitivos genéticos, y para estos la solución que se propone se limita a
tratamientos médicos, centrados en la administración de drogas psicoactivas, que son
complementadas por un “adiestramiento conductual”, sin tener en cuenta que en estos tiempos
tempranos de la niñez los sujetos están en pleno proceso de constitución subjetiva.
Al apelar entonces a los términos “patologización” y “medicalización”, lo hacemos como un
fenómeno éticamente reprochable, debido al abuso de ciertos recursos propios de la medicina
que son usados para intentar resolver rápidamente problemáticas de otro orden, apoyándose en
discursos provenientes de cierto lugar de la ciencia, que operan disociando lo afectivo de lo
cognitivo, recortando así variables significativas que intervienen en su producción, como las
ligadas a la historia o lo contextual, de modo que estas prácticas vulneran no solo la salud de la
persona, sino sus derechos en general.
Eduardo Menéndez (1987, 2004) define la medicalización como: “las practicas, las ideologías y
saberes manejados no solo por los médicos, sino también por los conjuntos que actúan dichas
prácticas, las cuales refieren a una extensión cada vez más acentuada de sus funciones curativas
y preventivas, ligadas a funciones de control y normalización”.
Esto se torna más grave cuando vemos que este tipo de políticas medical izado ras son
impulsadas por ciertos sectores del mercado, mas específicamente de la industria farmacéutica,
quienes timan como objeto al sector más vulnerable de la población: los niños y adolescentes,
cuyo psiquismo está en pleno proceso de construcción, y dependiendo de estos procesos van a
depender sus funciones cognitivas y su identidad, que los comprometen a futuro.
Hay que tener presente también que participan de este fenómeno distintos “actores sociales”,
cuyo poder es de carácter relacional, Foucault (1974) lo define como: “una acción sobre una
acción, o sobre el campo posible de una acción”.
Para esto es importante analizar y problematizar la “pasividad” de los enfermos y su familia, así
como también la participación de la escolarización, el Estado, los medios de difusión, la
distribución de las sustancias y los laboratorios medicinales.
Por lo tanto, es importante advertir que no solo los médicos imponen sus saberes y poder en los
procesos de medicalización, sino que hay un conjunto de actores en un contexto socio histórico
particular que facilitan y legitiman la expansión de la medicalización.

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Desde que el Manual de estadísticas descriptiva de Trastornos Mentales (DSM) se convirtió en la
referencia científica para clasificar las problemáticas psíquicas, los profesionales del campo de la
salud mental han quedado sometidos a su doble imperativo biológico y de seguridad, de modo
que su objetivo principal ha sido orientarse solo a detectar y perseguir anomalías psíquicas.
Por otro lado, históricamente hablando, la patologización y medicalización de las infancias y
adolescencias en nuestro país comenzó a mediados de los 90´, impactando en sectores de la
población de altos recursos económicos, afectando a niños de clase media y alta. Hoy, en
cambio, esta tendencia ha alcanzado de manera generalizada a “todos” sin distinción de clase
social, a través de recursos legales.
Un nuevo termino por lo tanto utilizado es el de la “biomedicalizacion”, al que se apela para
explicar un nuevo giro, dado en estos procesos de una “medicalización de la sociedad”, Celia
Iriart define como: “la internalización de la necesidad de autocontrol y vigilancia por parte de los
mismos individuos”. Quienes se han apropiado de este discurso, desarrollaron un “estado de
alerta” ante indicios que puedan derivar en patología, de modo que se encuentran al servicio de
padres y maestros, ya que requieren de la intervención médica para autodiagnosticarse y
diagnosticar a sus hijos y alumnos.
Clarke (2010) afirma que este proceso de transformación de las medicalizaciones en
biomedicalizacion fue posible por la confluencia de diferentes aspectos. Las farmacéuticas
expandieron el mercado desarrollando nuevos mecanismos comunicacionales para que el
problema se internalice como un trastorno subdiagnosticado y que puede ser controlado por
fármacos. Para esto la industria paso de un modelo centrado en la educación de los profesionales
de la salud quienes prescribían sus productos, a otro dirigido a los consumidores.
Así, la disponibilidad, accesibilidad a medicamentos y el acceso a información de trastornos
mentales, crean nuevas subjetividades, identificaciones y biosocioabilidades.
Aquellos niños y jóvenes que presentan modos de ser y estar diferentes a las exceptivas
normativas de una sociedad que tiene patrones de lo “normal”, aparecen signados por el
fantasma del “fracaso escolar” y excluidos de lo social y lo económico. Se inicia entonces un
proceso, a partir de la estigmatización, potencia las dificultades para tomar conciencia de las
posibilidades que supone la niñez, y por consiguiente a las estrategias a las que se pudiera apelar
para promover un desarrollo más completo de la misma, simplificándose así la vida psíquica
infantil.
Así, ciertos modos de comprensión de un problema quedan relegados a un plano secundario que
habilita el pasaje de la descripción de “síntomas” a la determinación de “patologías”.
De este modo, el predominio del modelo biológico-genético-medico en el cual la medicación es la
solución a un déficit orgánico opera como obturador de toda relación e interrogación que permita
“escuchar” al niño. Por esta razón consideramos que este tipo de intervenciones constituyen
operaciones desubjetivantes. Lo cual no afecta solo a los niños, sino también a los profesionales
que capturados por estos discursos medicaliza dores, ejercen estas prácticas que puede
calificarse de “tecnocráticas” en la medida en que les restan posibilidades de entender los
problemas, a los cuales solo responden de manera “protocolizada”, según el DSM, que considera
lo biológico como invariable punto de partida, pues se lo entiende como centro emisor causal, sin
estimar la posibilidad de la dirección inversa o recíproca. En relación con esto, el psicoanálisis,
desde el modelo de las Series complementarias, propuesto por Freud en 1917, tiene la ventaja de
proponer la descentralización y una sobre determinación en cuanto a la producción de patología,
en la medida en que la primera de las series se refiere a lo biológico, que se va suplementando
con lo proveniente del medio y las experiencias subjetivas.
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Marila Terzagui señala que el factor ambiental puede tener fuerte efecto en el metabolismo
cerebral, por lo que hay que tener en cuenta el concepto de neuroplasticidad neuronal, además
de la noción epigenética.
Por otra parte, los niños y adolescentes están siendo objeto de la patologización y medicalización,
que tiene efectos seductores, debido a que determinadas drogas psicoactivas son
complementadas de “programas multidisciplinarios de adiestramiento conductual” para el medio
escolar y familiar. Sin embargo, estas intervenciones constituyen acciones de efecto sintomático,
ya que no modifican nada en el fondo y tienen a su vez efectos secundarios, induciendo a
“adicciones”.
Por lo que la solución debiera de ser “escuchar” al niño o adolescente para entenderlo y así
atenderlo, respaldándonos en una nueva legislación que los reivindique como sujetos de derecho.
Derechos de niños y adolescentes que los adultos debieran garantizar.
Las organizaciones neuróticas del niño.
1. Problemas generales.
Las neurosis infantiles presentan particularidades que le son propias y que solo pueden ser
comprendidas dentro de la evolutiva del niño. Tal es asi, que en la mayoría de los casos, el
síntoma parece proceder directamente de un conflicto o compromiso pasajero, modificable,
aparece como una defensa en un momento necesario, pero lábil.
Fases del concepto de neurosis infantil:
 Desconocimiento de la neurosis
 Freud profundiza en la neurosis del niño revelando la importancia de la organización infantil
en la génesis de la neurosis,
 Reducción excesiva de la noción de neurosis infantil, a pesar de haberse constituido en un
núcleo de la psicología psicoanalítica.
AMBIGUIEDADES DE LA NOCION DE NEUROSIS INFANTIL.
 Freud, postula que las neurosis infantiles son episodios regulares del desarrollo y que el
niño no puede completar su evolución sin pasar por una fase más o menos acentuada de
neurosis. Esta no es excepción, es regla.
 Para Melanie Klein, es la forma de elaborar las angustias psicópatas precoces. cabe
aclarar que no todos los niños son psicóticos, puesto a que se puede tener elementos
psicóticos sin serlo, asi como se pueden tener elementos neuróticos sin tener una
estructura neurótica,
 Anna Freud, propone que un trastorno no puede calificarse como neurosis hasta que el
conflicto patógeno haya sido interiorizado totalmente.
 Lebovivi y Brausweing proponen que la neurosis infantil es más hibrida y compleja que la
del adulto, y que la existencia de un síntoma en el niño, no conduce a un diagnóstico, ya
que la formula neurótica del niño posee un carácter extensivo que puede pasar tanto de
una forma fóbica como a una obsesiva que conlleva a un cambio de registro de síntomas.
 Smirnoff, propone que la neurosis infantil tiene doble sentido: 1. Es un trastorno funcional
reactivo del comportamiento, es decir, una simple manifestación de intolerancia frente a las

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condiciones del medio. 2. Es un estado mórbido que aparece sobre una organización
neurótica subyacente que no comporta el carácter estructurado de una neurosis.
DE LO ANTERIOR, LA MEJOR FORMA DE ABORDAR LA NEUROSIS ES SIGUIENDO LO
DICHO POR FREUD.
ETIPATOLOGIA.
La mayoría de los autores insisten sobre la influencia del entorno.
Según A. Freud, la madre puede influir, desviar, y determinar el desarrollo, sin embargo, no posee
el poder para provocar una neurosis o una psicosis. Según dicho autor, y siguiendo a la
patogenia, lo que caracteriza al estado neurótico es El uso inmoderado de los mecanismos de
defensa:
 Rechazo excesivo del ello y el yo, al punto de parecer extraños entre si
 Negación
 Uso excesivo de la proyección
 Fragmentación de la personalidad.
 Evasión total del mundo real y sus exigencias.
,Winniott, admite que la herencia y el entorno desempeñan un papel fundamental en la formación
de neurosis.
Lebovici y Braunswing señalan que los síntomas neuróticos del niño pueden comprenderse desde
el cuadro patológico familia. Como si esta estuviese ordenada por el equilibro neurótico de la
familia.
EVOLUCION DE LA NEUROSIS INFANTIL.
Todos los psicoanalistas concuerdan que no es el síntoma lo que hace la neurosis sino el tipo
particular de organización de la personalidad. En el desarrollo del niño, algunos síntomas son
movibles pero pueden convertirse en organizaciones fijas y parasitarias que trasformen y
desfiguren el desarrollo. Según M. Klein, algunas de estas pueden ser defensas contra angustias
depresivas y paranoides.
Es complicado establecer un diagnóstico y un pronóstico en el niño, puesto a que debe evaluarse
el periodo evolutivo en el que se encuentra y como es en función de los padres. Esto se debe a
que un simple signo puede llegar a ser una reproducción de la actitud de la madre.
El valor del signo neurótico en el niño solo puede entenderse teniendo en cuenta su historia, sus
capacidades, su labilidad y la familia que este tenga.
Distintos autores, se han preguntado si la neurosis infantil, continúa en la adultez o si existe un
modelo particular que permita prever la neurosis en los adultos. Rutter, concluyo que
verdaderamente existe una continuidad entra la neurosis infantil y la adulta pero que esta solo
aparece en una minoría de los casos, dicho autor, también distinguió tres tipos de neurosis
infantiles siguiendo la personalidad de los pacientes adultos, a saber:
 Neurosis infantil media: se encuentra en personas que están bien adaptadas a la vida y
son neuróticos modificables.

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 Esquizoides o bordeline: en este caso, los traumatismos acumulados impiden que el niño
internalice las experiencias lo que conduce a una neurosis infantil potencial estructurada.
En la adultez, poseen un buen pronóstico aunque exigen grandes esfuerzos.
 En este último tipo, el yo del niño, mediante su omnipotencia, domina los traumatismos de
la primera infancia de forma prematura y precoz, creando una organización false de sí
mismo, que tendrá como consecuencia una organización de vida rígida. Refiere a las
neurosis obsesivas.
TRATAMIENTO DE LA NEUROSIS.
Los tratamientos ensayados son de tipo psicoanalíticos y propuestos por A. Freud y Melanie
Klein. Y demás terapias que aceptan tener su origen en las autoras anteriormente mencionadas.
La terapéutica según las diversas técnicas de des condicionamiento es utilizada en la actualidad
en las neurosis con niños: terapéutica de la inhibición recíproca, inhibición condicionada, práctica
negativa, terapéutica por aversión y condicionamiento de evitación, terapéutica por
condicionamiento positivo y hasta medicalización del niño
PREVENCION DE LA NEUROSIS.
El psicoanálisis aplicado a nuevos métodos podría prevenir la aparición de la neurosis, para ello,
es necesario tener en cuenta lo propuesto por Anna Freud, quien distinguió la existencia de dos
periodos:
 Periodo optimista: todo el desarrollo neurótico del niño es causación y responsabilidad de
la actuación de los padres (mala educación, abuso de poder, prohibición de las
manifestaciones sexuales y amenazas de castración) por lo que se esperaba que
cambiando estas actitudes, se abolieran los síntomas y la neurosis infantil.
 Periodo pesimista: se reconocía que la neurosis, tenía origen en diversos factores
( factores internos y cuantitativos de carácter innato e insaciable que conducían al lactante
a frustraciones dolorosas y situaciones cruciales que se convirtieron en puntos de fijación
patógenos, como por ejemplo, una fase edifica)
POR ESO ES IMPORTANTE VALORAR EL SINTOMA DEL NIÑO EN RELACION A SU
BIOGRAFIA.
2. LA ANSIEDAD EN EL NIÑO
La ansiedad forma parte de la existencia humana y se caracteriza por el sentimiento de peligro
inminente con actitud de espera, que provoca un trastorno más o menos profundo. No es igual al
miedo ni a la angustia.
1. Ontogénesis de la angustia.
La angustia esta como prefigurada en el organismo, numerosos autores considerar que la misma
debe tener el mismo origen que el miedo y que ambas coexisten, dándose a conocer con las
primeras manifestaciones instintivas admitiendo la existencia de un “pre-yo biológico”
Rank, desarrollo una hipótesis natal de la angustia: propone que el nacimiento es la primera
situación peligrosa experimentada, y que esta crea un choque tanto físico como biológico, dicho
acontecimiento crearía un reservorio de angustia y toda angustia ulterior tendría como fuente la
angustia del nacimiento.

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Freud, critica esta postura realizando dos objeciones: 1. Según Rank, al momento del nacimiento
el niño recibiría impresiones sensoriales y visuales definidas, que con su repetición evocarían el
recuerdo del trauma primitivo, lo que para Freud, es inconcebible puesto a que el niño solo
conserva del nacimiento sensaciones táctiles y cenestésicas. 2. Rank considera que el nacimiento
genera un reservorio de angustia que podría ser utilizado en situaciones ulteriores al desarrollo,
esto para Freud, si bien es cierto y relevante, la angustia producida por el nacimiento, no puede
ser considerada más allá de lo biológico y considerando la separación del niño de su madre.
Spitz, distingue tres estadios en el desarrollo de la angustia durante el primer año.
1. Estado de tensión fisiológica que se manifiestan en respuesta a las percepciones de
desequilibrio interior.
2. Aparición de la reacción al miedo, dirigidas a un objeto del entorno. De tal formar que si se
le presentan al niño, este tendrá reacción de huida.
3. Aparición entre los 6 y 8 meses de un amigo extraño” que genera en el niño fenómenos de
angustia.
Volví propone que la angustia, es una reacción primaria ocasionada por la ruptura de la unión del
niño con su madre.
Zlotowich, a través de sus investigaciones caracterizo dos dimensiones de la angustia del niño:
 Angustia de espera: pertenece a la esfera familiar y las amenazas que no constituyen
peligros evidentes.
 Fobias: se sitúan en un mundo externo a lo familiar y por lo tanto son temibles.
2. MANIFESTACIONES DE LA ANGUSTIA EN EL NIÑO:
Cuando las necesidades del niño no se satisfacen, este reacción con un estado de inquietud
expectante.
J. Anthony, propone que los niños ansiosos muestran modelos de comportamiento que poseen
grandes cargas de ansiedad, sensibilidad al estrés, y fuertes reacciones frente a estímulos
internos y externos.
Trastornos relacionados con la angustia:
 Reacciones episódicas: crisis de ansiedad de corta duración que se presentan ante
situaciones de enfermedad del niño, su persistencia a menudo depende del entorno. La
misma, solo es generada en ciertas personalidades.
 Reacciones de angustias agudas: crisis que le ocurren al niño varias veces al día, ataques
de pánico intensos, que duran varios minutos e incluso hasta media hs. Producida en niños
que viven en un ambiente de inseguridad, sin iniciativa ni originalidad. Ocurre en el
momento que el niño siente una privación que le impide la satisfacción de sus deseos o
necesidades, puede ser episódica u organizarse hasta evolucionar en una estructura
neurótica.
 Fondo de angustia crónica: presente en niños expectantes que poseen una actitud
defensiva, y que frecuentemente tienen manifestaciones somáticas. Estos fenómenos
pueden ser pasajeros o evolucionar de formas variadas estructurando en la mayoría de las
veces, una fobia.

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 Hipocondría: caracterizado por “quejas de mal funcionamiento corporal”, esta actitud,
responde principalmente a la identificación con los padres o parientes enfermos. Otro
factor que la ocasiona, es la ausencia de figuras paternas, por lo que es a través de este
trastorno que logran captar la atención, aceptación y aprobación de mayores en la familia.
Este trastorno, solo puede ser comprendido en relación a la historia familiar, es un
síndrome en el que la angustia y los mecanismos de defensa SON UTILIZASOS PARA
LUCHAR CONTRA LA DESPERSONALIZACION.
Desde el punto de vista de la patogenia, el problema más importante es el dominio de la angustia.
Según Freud, lo que es importante en el niño, no es el tipo de angustia que experimentan, ni si
esta está presente o no, sino la capacidad del yo para dominarla. Los niños en los que se puede
prever una mejor evolución psicológica son los que hacen frente de manera activa a las mismas
situaciones de peligro gracias a los recursos del YO.
3. FOBIAS EN EL NIÑO
Las fobias en el niño, están ligadas al temor injustificado y no razonable ante objetos, seres o
situaciones del cual el sujeto reconoce lo ilógico, pero le dominan repetidamente y que tienen
como consecuencia una inhibición en el campo de la acción y en el de la representación. Según
Freud, toda fobia es la neurosis normal del niño.
El síntoma fóbico, es un mecanismo de defensa que provoca un desplazamiento de la angustia
para conseguir su apaciguamiento sobre un objeto fóbico exterior a él.
ASPECTOS CLINICOS DE LAS FOBIAS.
1. DIVERSIDAD DEL OBJETO FOBOGENO: las manifestaciones fóbicas y los temores
fóbicos pueden ser dirigidos hacia los objetos, personas o situaciones peligrosas. Estos se
modifican cuando el niño adquiere una aptitud creciente para discriminar, pudiendo
expresarse cada vez menos las formas de peligro imaginario
Factores a tener en cuenta para delimitar el carácter patológico del miedo.
 Importancia del miedo respecto a los peligros reales existentes.
 Relación entre el miedo y una experiencia exterior traumatizante
 Focalización de la angustia aterrorizada del niño cada vez que se encuentra frente a
ese objeto o sit.
A su vez, es necesario considerar la organización del yo y los mecanismos de defensa para dar
cuenta de los estados de miedo como patológico.
2. CRONOLOGIA EN LA APARICION DE LAS FOBIAS.
 Freud, acepta la hipótesis de la memoria ancestral que influiría en la elección de objeto
fotógeno.
 A Freud, reconoce que hay disposiciones innatas para la exploración de angustias
 Despert, señala que los niños muy pequeños tienen miedo de ser devorados aunque no
saben por quién ni cómo. Mallet, señala que esto, es un temor por lo extraño que fue
desencadenado en la angustia del 8vo mes.
 Anthony, determino los miedos según estadios de desarrollo.

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1. Temor del lactante, generado entre los 5 y 9 meses, (miedo a personas, cosas o situaciones
no familiares).
2. Temor a los animales, se da entre los 2 y los 3 años.
3. Miedo a los animales que comen y muerden. Lo poseen los niños preescolares.
4. Los miedos van siendo formulados en función de un peligro lejano o imaginario. Se produce
con el crecimiento.
5. Finalmente, hacia la adolescencia, los miedos tienen relación con las inseguridades y la
asimetría física.
3. COMPORTAMIENTO DEL NIÑO FOBICO.
Cuando se encuentra en frente del objeto fóbico, suele utilizar mecanismos de evitación que más
o menos limitan su campo de acción, si no lo tolera, acciona la huida de pánico, en donde se
crece la tensión. En sus juegos, el niño a través de “súper poderes” tiende a eliminar el objeto
fóbico y se coloca en situaciones donde se vuelve el vencedor.
4. MECANISMOS DE LA ORGANIZACIÓN FOBICA.
 FREUD: Los contenidos de la angustia, por ejemplo, ser mordido por el lobo, son las
desfiguraciones del miedo a ser castrado por el padre. Tal es asi, que el temor
ansioso en las zoofobias, es el temor a la castración. Es la angustia la que produce
la represión y no al revés como se creía, además, esta nunca nace de la libido
reprimida.
 M. Klein, la fobia es más que un temor a la castración, la fobia, es una modificación de la
angustia propia de los estadios más precoces del desarrollo.
 Anna Freud: la fobia, solo existe porque ante todo la persona posee mecanismos innatos
que permiten conocer las angustias arcaicas.
 Behavioristas: los estímulos fóbicos se desarrollan, cuando están asociados en el tiempo
o en el espacio con un estado o con una situación que causa miedo.
Existen estrechas relaciones entre las fobias y la angustia. Pero, no siempre hay una relación
directa entre el miedo y el condicionamiento, en algunos casos, el desplazamiento es la única
salida del individuo frente algunos conflictos internos. En ambos casos, no pueden ser
comprendidos fuera del dominio del miedo y la organización de la personalidad.
B. Evolución y tratamiento.
Hay que saber que las fobias pueden proceder de la aparición de una neurosis obsesiva t que
pueden ser igualmente el primer signo de una psicosis infantil. Freud, admite que en la fobia el
analista podría tener un papel claramente activo. Natch, postula que cuando el enfermo
manifiesta sin temor sus impulsos libidinales en una relación trasferencial positiva, el analista
puede pedirle al enfermo que venza su recelo.
No creemos que en el tratamiento de las fobias haya que escogeré entre una terapéutica
psicoanalítica y la terapéutica por el método de aprendizaje. Cada caso merece un estudio
particular y la elección debe ser hecha según la organización de la personalidad fóbica.
IV. LAS OBSESIONES.

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En la noción de obsesión encontramos la idea de estar asediado y en la noción de compulsión la
idea de apremio, ambas son comprendidas en cuanto al yo. Como uno limitado en la expresión de
su pensamiento o en sus actos.
K Jasper, considera que las representaciones obsesivas, solo se encontraría en individuos
diferenciados y no se vería en niños. Del mismo modo, la mayoría de los autores concuerda que
el síndrome obsesivo, no aparece antes de la pubertad, y que rara vez aparece en los niños.
Sin embargo, la realidad es que la neurosis obsesiva se manifiesta más temprano que muchos
trastornos mentales, y aparecen por lo general a los diez años de edad.
1. SEMIOLOGIA OBSESIVA COMPULSIVA.
La semiología obsesiva compulsiva en el niño no se debe únicamente responder a una simple
descripción sintomática desligada de su contexto, porque tal manifestación, puede tener
consideraciones en el momento evolutivo del niño, como normativo o anormalidad. Su presencia
puede ser formativa y su ausencia detonar una anomalía evolutiva.
Las ritualizacion compulsivas, son inherentes al desarrollo normal del niño. Estos, normalmente
se encuentran presentes en la alimentación y la limpieza, estos hábitos impuestos por los niños
son mayormente tolerados por las madres ansiosas y perfeccionistas. Los rituales de los niños,
empiezan desde edades muy tempranos, y cuando los padres son muy tolerantes, estos ritos no
son muy duraderos y cuando por el contrario, los padres no son tolerantes, los niños reaccionas
con exigencias cada vez mayores.
Estos rituales infantiles, vuelven en el periodo de latencia, y es aquí donde pueden devenir en el
síndrome obsesivo tal como es descrito en el adulto y con sus diversos aspectos clínicos.
Tipos: 1. Obsesiones ideáticas: centradas sobre la locura de la duda, se caracteriza por preguntas
que llevan a temas específicos, metafísicos y religiosos. 2. Obsesiones fóbicas: fobias, a objetos,
personas, lugares, etc. 3. Obsesiones impulsivas: temor a cometer un acto absurdo, pronunciar
palabras profanadoras, robar o agredir.
La sintomatología obsesiva puede a lo largo de la evolución, entrar en el cuadro de otras
organizaciones sindromaticas o incluso ser un mecanismo defensivo contra la psicosis. Ante la
presencia de un fenómeno obsesivo, se debe pensar en una base depresiva de la personalidad.
En dicha sintomatológica, se pueden reconocer diversos aspectos psicopatológicos, como una
psicosis depresiva, esquizofrénica, una depresión neurótica o una psicosis de defensa obsesiva
2. PATOGENIA.
La patogenia psicodinámica, ha sido abordada por Lebovici y diatkine, quienes, en sus estudios
de las manifestaciones de tipo obsesivo en el niño, se preocupan de la forma de organización
interna y de su valor en relación a la cronología de su aparición en el ambiente del cuadro
familiar. Tal es asi que ciertas manifestaciones que aparecen al primer año pueden ser pasajeras
o bien estructurarse y condicionarse de manera patología si e que el niño tiene una madre
ansiosa t perfeccionista.
La aparición de manifestaciones obsesivos compulsivas preedipicas, han sido puestas en relación
con un desarrollo precoz del yo. Factor importante en la predisposición a la N.O propiamente
dicha, El nucleo obsesivo es el resultado de una regresión de estructuras de la libido con puntos
de fijación pre genital y emergencia de impulsos, deseos y fantasmas sexuales agresivos, unidos
a la angustia y la culpabilidad, movilizando reacciones de defensa por parte del yo bajo
influencias del super yo.

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3. EVOLUCION DE LAS OBSESIONES INFANTILES.
En el niño no existe una relación directa entre los rituales precoces y la organización obsesiva.
Sandler, indica que el síntoma neurótico obsesivo puede ser transitorio, muchos niños presentan
síntomas similares a los de la neurosis obsesivas, esto tiene lugar durante la fase anal.
Anna Freud, ha demostrado la existencia de diferentes formas del comienzo de la neurosis
obsesiva, estas son de tipo variable, pero desaparecen casi sin dejar huella cuando las pulsiones
del yo adheridas a ellas son superadas. De todas formas, estas manifestaciones constituyen la
amenaza de patología.
En la mayoría de los casos, los niños que presentan características tales como la desobediencia,
llegan a la pubertad con grandes ansiedad, dudas, y con una constante lucha contra las fantasías
masturbatorias obsesivas que pueden devenir en manifestaciones fóbicas y consecuentemente
en la construcción y repetición de rituales obsesivos para la evitación de aquellos acontecimientos
que le generan pánico.
Los diagnósticos de una neurosis obsesiva infantil, pueden constituir, la base de la evolución
psicótica de un adulto.
V. HISTERIA EN EL NIÑO.
A. GENERALIDADES: LÍMITES Y DEFINICION DE LA NOCION DE HISTERIA.
El termino histeria, es impreciso, sin embargo, podemos decir que la misma, es el lenguaje del
inconsciente que se expresa por y en el cuerpo, en la medida que este es visible o presente para
los demás. El síntoma histérico, se expresa como monologo de expresión impasible, pero, abre
un dialogo empatrizante con el otro. Dicho síntoma, solo puede ser comprendido en su contexto.
En la infancia, la histeria, suele pasar inadvertido y su diagnóstico no es frecuente.
B. ESTUDIO CLINICO.
1. FRECUENCIA. EDAD. SEXO: Las frecuencias, son extremadamente variables y dependen del
medio pediátrico o psiquiátrico.
Los autores, concuerdan que la histeria no aparece antes de la edad de 4 años.
Vaugalade, distingue diferentes formas: 1. manifestaciones menores, lábiles, reductibles,
frecuentes, hasta los 7-8 que consituyen una “verdadera histeria psicológica”. 2. Manifestaciones
mejor organizadas, más duraderas que aparecen antes de los 10 años que constituyen la histeria
propiamente dicha.
(Frecuentemente aparece en niñas de entre 5 y 10 años)
2. HERENCIA Y FACTORES SOCIOCULTURALES: La herencia es discutida, y los factores
socioculturales deben ser estudiados para entender en que cuadro se desarrolla la histeria.
3. FACTORES DESENCADENANTES. La emoción, no interviene en la génesis de la histeria, sin
embargo, debe analizarse en qué punto, o en qué forma ha sido frenada la energía emocional y
como la pulsión ha sido somatizada de una forma más o menos localizada.
Por otro lado, la manifestación, si desempeña un papel seguro, sin embargo, se trata de una
identificación compleja o una toma que bien podría traerle al sujeto un beneficio secundario.
C. FORMAS CLINICAS.
1- MANIFESTACIONES SOMATICAS DURADERAS:

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 Trastornos motores: parálisis flácidas, síndromes paralíticos, movimientos
anormales, etc.
 Trastornos sensitivos y sensoriales: se presenta en forma de quejas, el nerviosismo
es sentido a nivel de las extremidades, que llevan a ciertos niños a la ingesta de
medicamentos.
 Trastornos somato viscerales: pueden manifestarse en forma de afonías ( dificultar
para emitir palabras), el tic del ladrido ( generalmente presentada en histerias
colectivas)
 Otros trastornos: dolores abdominales, cefaleas y diversos trastornos del sueño.
2. ACCIDENTES EPISODICOS.
El accidente más frecuente, es la crisis histérica, la cual se manifiesta de forma muy variada, a
veces bajo la forma de crisis generalizadas con posturas en opistódomos, otras veces bajo la
forma de crisis de gesticulaciones con movimientos desordenados, gritos, crisis de llanto y
actividades auto agresivas y otras veces bajo la forma de simples caídas.
D. ETIOPATOGENIA
1. EL TERRENO NEUROFISIOLÓGICO:
Krasnogorski considera que uno de los rasgos más típicos de la histeria es la inestabilidad al igual
que las oscilaciones extremas de los efectos condicionados; señala igualmente la reactividad
paradójica caracterizada por el hecho de que estímulos intensos producen débiles reflejos
condicionados, mientras que los estímulos débiles provocan efectos intensos. Este autor distingue
dos tipos de niños histéricos: el primero se caracteriza por la debilidad no solamente de la
actividad cortical, sino también de la actividad subcortical, y el segundo por un contraste entre la
debilidad funcional de la corteza cerebral y una intensa actividad subcortical.
Le lord, estudiando los condicionamientos E. E. G., sonido-luz en 10 histéricos adolescentes y
jóvenes adultos, muestra que, a la inversa de los sujetos obsesivos, los histéricos se condicionan
mal y desarrollan procesos de inhibición.

2. LA PERSONALIDAD Y EL MEDIO FAMILIAR:


Rasgos de personalidad propios del niño histérico: la sugestionabilidad, que forma parte de la
definición misma de ptialismo de Babinski; la extinción imaginativa con regresión de la acción al
sueño; la expansividad teatral, con un deseo de hacerse admirar. Se describe, por otra parte, la
extremada sensibilidad, su insatisfacción, sus reacciones exageradas frente a las menores
frustraciones, el carácter superficial de sus relaciones, las oscilaciones no motivadas del humor,
las dificultades para establecer lazos emocionales normales con sus padres o bien rasgos de
carácter reactivo bajo la forma de configuración agresiva masculina en las muchachas y
configuración positiva femenina en los muchachos. Entre otros trastornos, N. L. Rock, señala la
falta de relaciones con niños de su edad, falta de confianza, negación de la enfermedad, una
ausencia de ansiedad y una dependencia exagerada.
Todos insisten sobre la importancia del medio familiar. Según la descripción de Rock, las madres
son extremadamente sobreprotectoras y ansiosas, pero tienden a negar los síntomas de sus
hijos, y los padres no interfieren en esta sobreprotección de la madre, pero tampoco la apoyan.

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La descripción de una familia no basta para explicar la reacción de conversión; aparece en un
momento de la evolución del ambiente familiar y surge para responder a los deseos no
manifestados de los padres, encontrando el niño satisfacción en la expresión de los síntomas. La
conversión, constituyen la resolución de sus propios conflictos y en respuesta a los conflictos
familiares.

3. FONDO Y MECANISMO DE LAS MANIFESTACIONES HISTÉRICAS:


1° Formas de reacciones psíquicas primitivas y emocionales: para Kretschmer, la histeria es
una forma de reacción psíquica. Los síntomas histéricos se manifiestan a partir de reacciones
preformadas del psiquismo instintivo profundo y se acercan a los dos tipos instintivos de
comportamiento que se encuentra en el animal: la tempestad motora, que es una reacción
instintiva de rechazo contra agentes externos desfavorables, y el reflejo de inmovilización, que
tiene parentesco con los fenómenos catalépticos e hipnóticos. Hay un tercer grupo de
manifestaciones histéricas que tienen un menor interés biológico general; el enfermo, en este
caso, utiliza elementos circunstanciales, como la conversión de síntomas de una enfermedad en
vías de curación. Según esta teoría, no se puede hablar del carácter histérico; la predisposición a
reacciones histéricas encuentra sus raíces en los mecanismos instintivos. Los caracteres
histéricos aparecen como formaciones secundarias, de sobrecompensaciones en el sentido de
Adler, buscando ocultar los defectos parciales. Lo que caracteriza a la histeria, según Hesnard, es
la expresión de las aspiraciones más triviales bajo una forma más o menos impresionante. La
histeria consiste en la expresión misma, pero la expresión no es más que la exteriorización de la
emoción.
2° Simulación y mitomanía: a partir de los trabajos de Babinski, algunos de sus seguidores
llegaron a negar la histeria; siendo la histeria un engaño y una simulación, bastaba en efecto
negar su realidad.
La escuela Dupré no considera la histeria como una simple simulación, sino como un engaño
inconsciente y materializado en los diversos aspectos pantomímicos. La sugestibilidad debe estar
así relacionada con la patología de la imaginación porque la histeria es la mitomanía de los
síntomas. Según esta teoría, la histeria aparece en una constitución mitomaniaca, pero a
diferencia del mitómano que “fabula con su espíritu”, el histérico “fabula con su cuerpo”
3° Teorías psicodinámicas: el sujeto se explica por medio de su cuerpo porque, en la
imposibilidad de escapar de ello el histérico encuentra en el soma una vía sin salida, vía sobre la
cual se detiene y se fija, relegando así las complicaciones que es incapaz de resolver. El síntoma
es un apaciguamiento, el sujeto encuentra en él una complacencia, pero es al mismo tiempo un
grito de alarma reclamando una salida.
Star, distingue criterios psicopatológicos sobre lo que debe fundarse el diagnostico de histeria en
el niño:
- Los síntomas actuales, es decir, las manifestaciones de conversión somática, las
fobias y las perturbaciones del nivel de consciencia.
- El contenido de los conflictos emocionales y de los fantasmas, que se coloca
desde el punto de vista de la agresividad o de la libido.
- La relación objetal: acentuación del conflicto edipiano y las identificaciones
típicamente perturbadas.

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- El desarrollo psicosexual, caracterizando en el niño como un renunciamiento
total bajo el dominio del miedo.
- La configuración del yo con el carácter invertido, la erotización de todas las
relaciones no sexuales, la dramatización y la teatralización.

4. PROBLEMAS QUE IMPLICA LA ELECCIÓN DEL SÍNTOMA:


Un problema interesante es de la persistencia del componente somático o de los mecanismos de
su repetición. Se trata de lo que se ha llamado “habito histérico”, del cual, según Kretschmer, los
mecanismos son los siguientes:
- Una reacción instintiva determinada, una actitud motriz determinada y un
síntoma patológico cualquiera que tiene como consecuencia la creación de un
aparato
- Este aparato se utiliza con el fin de determinar una independencia frente a la
voluntad.
- El funcionamiento de este aparato circunstancial llega a ser cada vez más fácil,
simple y automático.
- Por motivo de la facilidad, el aparato acaba por emanciparse de la voluntad y, en
último término se opone a la voluntad
E. EVOLUCIÓN Y TRATAMIENTO
Según Rock cuanto más precozmente se establezcan el diagnóstico más fácil será impedir una
incapacidad física permanente y una psicopatología grave. Los principales aspectos a tener en
cuenta en el tratamiento de las reacciones de conversión en la infancia son: mínimo número de
exámenes complementarios evitar centrarse exclusivamente en el síntoma, suprimir los más
rápidamente posible el síntoma, y proseguir la asistencia posterior al mismo y a la familia.
Las terapéuticas son extremadamente variadas y deben ser escogidas en relación con el síntoma
y a la personalidad del sujeto que lo padece.

“LO INFANTIL EN LA ESTRUCTURA” (CAP. 9) MILLER Y OTROS (MARIO


GOLDEMBERG)

En Freud el niño aparece como una víctima del accidente sexual y el trauma es una perturbación
que se produce como una respuesta defensiva del psiquismo, separando las representaciones del
afecto. Tomando el trauma sexual como perturbador en los primeros escritos freudianos de la
histeria, que va a mantener vigencia aunque luego Freud abandone esta teoría del trauma,
modificando el trauma por síntomas.
Luego en los tres ensayos Freud pasa de un trauma accidental a la pulsión como una fuerza
constante y el niño es un “perverso polimorfo” cuando introduce la sexualidad infantil. Será a partir
de ella que se formara la especie humana como algo biológico y psíquico del cual emergerán
síntomas.

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El niño como perverso polimorfo será una figura teórica que se verá reflejada en el caso Juanito,
que es un niño con síntomas fóbicos, que luego lacan tomara dicha fobia como un paradigma del
síntoma.
En Freud habrá una discrepancia entre el niño teórico de la interpretación de los sueños que es
un ser puro de realización de deseos, con el niño como perverso polimorfo y Juanito que son
sujetos del inconsciente. Y es así que en un primer momento el síntoma es una formación
sustitutiva del trauma que indica al síntoma como un retorno a lo reprimido y el fracaso de dicha
defensa.
En la conferencia 23 ya se tiene conceptualizada la pulsión y se tiene una fijación
metapsicológica, produciendo una tensión entre lo contingente y necesario, que es la sexualidad
infantil la matriz de toda formación de síntomas, modos de goce fijados en las experiencias
infantiles, ya que el síntoma condensa un sentido y es una manera de gozar.
Por lo tanto las experiencias sexuales infantiles traen consigo una marca contingente en el nucleo
del síntoma a la castración, la seducción y la escena primaria, y la pulsión como exigencia del
trabajo del aparato psíquico.
En más allá del principio de placer, Freud presenta un niño auto creado que juega y hace foco en
la partida de la madre, el fort da, dando este una constitución del sujeto, que enlaza lo simbólico a
los significantes, respondiendo a un agujero de la ausencia materna. Este juego demuestra un
aparato psíquico regido por la ganancia de un placer de otra índole (placer- displacer). Entonces
el trauma accidental de los comienzos, en este texto es un estructural y un solidario de la pulsión
de muerte. .
En inhibición, síntoma y angustia Freud retoma el desamparo o desvalijamiento inicial como
primer momento lógico de la constitución subjetiva y el niño es un inerme ante la invasión
económica de estímulos, donde la perdida de objetos marcada por la angustia de castración,
constituyen y dan respuesta a la inhibición, síntoma y angustia, siendo responsables de la
insoldable decisión del ser y de su respuesta a lo real.
La formulación de lacan es la pasión neurótica de tratar lo imposible por necesario y permitiendo
en un análisis mostrar que la contingencia es la que constituye el goce de cada cual y que eso no
se inscribe ni se representa en el Otro, sino que implica para el sujeto una operación de asunción
de su singularidad de goce, el salto que es la identificación al síntoma.

 LAURENT LA BATALLA DEL AUTISMO “ LA CRISIS DE LA ZONA DSM”

En la actualidad el sistema de salud posee numerosos problemas que se dan en el exceso de


prescripciones de psicótropos que atribuye la medicina general y la falta de conocimientos
psiquiátricos.
En 2012 se realizó un congreso con más de 10 mil convocados para tratar la temática sobre la
reorganización del campo clínico bajo las influencias del DSM 5 que estaba próximo a publicarse.
El futuro se vería afectado por este manual sobre las posiciones que estructuren el campo clínico
y reorganicen las prioridades. La primera de ellas es la categoría de riesgo de la psicosis
atenuada, que se trataba de definir el riesgo de desarrollar una psicosis más grave en sujetos que
padecen de alucinaciones leves o ideales delirantes, de ser hipermedicados y corran el riesgo de
contraer efectos adversos y someterlos a una clasificación.

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No se debe creer que todas las categorías vayan a ser abandonadas, ya que fueron propuestas
por biopsiquiatras fundamentalistas y consideran que las patologías es probable controlar por
medicación.
En efecto no es muy tranquilizador que haya sido necesario prever el futuro del DSM 5 para
precisar que la tristeza y los síntomas de un duelo se lleguen a reducir a una categoría de
depresión sin serlo necesariamente. Y en el caso del autismo, el comité del DSM 5 tomo la
sedición de hacer una reducción drástica como TEA.
Los callejones sin salida del neuromulticulturalismo: el conjunto de psiquiatras en el congreso se
ha visto atravesado por la tensión entre extensión y concentración. En cuanto a los
neurocientífico, libres de los problemas clínicos y centrados en las variaciones neurológicas que
afectan a los sujetos autistas se desembrazan en cuestiones de límites y determinan que los
criterios conductuales del autismo, se los define por un comportamiento particular y diferente que
no se los define por una enfermedad.
La comunicad autista es entonces explícitamente comparada con la de los esclavos de las
plantaciones, ya que los estudios cognitivos concluyeron hace mucho tiempo que había una
supremacía en el occidente y que debían amoldarse a la vida común. Mottron no es un amante
del psicoanálisis y no desperdicia ninguna oportunidad para hacerlo saber y objeta al tratamiento
psicoanalista como algo no estandarizado que los sujetos najo una etiqueta deberían seguir. Pero
dejando de lado la objeción en canoro a no tomar en cuenta la singularidad, el neurocomunitarism
se topa con un callejón sin salida y su voluntad de extenderse a partir de rasgos de
comportamiento que supuestamente pertenecen a un mismo disfuncionamiento neurológico no
especificado, disuelve su propio objeto.
Todos enfermos, ¿de quién es la culpa?: la revista “l a Recherche” científica denuncia la voluntad
de agrandar incesantemente el territorio de la enfermedad mental que se encuentra en acción del
DSM 5 y muestra los límites de las pseudo ciencias fuera del DSM y concluye que se fabrican
supuestas enfermedades que darna origen a nuevos medicamentos propuestos por la industria,
Frente a esta denuncia de inflación inherente a la zona DSM Lajaoux defendió y defenestro a esta
publicación explicando que es un conflicto de intereses que se planteó la revista para una
audiencia y hacer creer una “estafa” que no es cierta.
Manipulación de las masas categoriales: esta nocividad se distingue en particular en la
intercesión con el campo jurídico, que en efecto el DSM no es un sistema clasificatorio como
cualquier otro, ya que condiciona el modo en que las compañías de seguros se Tienen que hacer
cargo de los tratamientos.
Todo trastorno incluido para formar un trastorno tiene una importancia particular, como en los
trastornos sexuales. No solo los trastornos incluidos que han quedado estancados en este espiral
inflacionista, sino que hay definiciones y explicación de la aplicación mecánica.
La zona DSMM considera que debe gestionar el campo de la salud mental de acuerdo a un
sistema que propone clasificaciones en forma de hipótesis, las cuales incorporan un estado de
conocimientos reconocidos por conceso en el momento en que se las formulo. De hecho, el DSM
como instrumento que es de gestión de las poblaciones no puede lavarse las manos ante
consecuencias de su autoritarismo clasificatorio que avanza enmascarado de falsa ciencia.
Ahora bien recordemos que el diagnostico tiene valor legal para dar acceso o no a las ayudas de
programas especiales según cada necesidad, como ser en el autismo.

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 LOS USOS DEL DIAGNÓSTICO. LA NECESIDAD DEL DIAGNÓSTICO EN
PSICOANÁLISIS

La idea del diagnóstico va a implicar una organización entre fenómenos en clases y a partir de
esas clases se va a planificar un tratamiento, es decir que se va a tratar de dar un ordenamiento
de la experiencia en base de los fenómenos de la experiencia que permiten ser clasificados y
después hacer cálculos que se puedan orientar a la acción del tratamiento. La clínica es lo que se
presenta en la experiencia y su ordenamiento permite intervenir en la experiencia, lo cual implica
la elaboración de un saber qué arma una nosografía. Entonces esto implica conocer cada clase y
como cada clase está constituida a partir de condiciones, de la naturaleza de los fenómenos y de
sus causas.
Por lo tanto el diagnóstico consiste en identificar al sujeto con una clase y hacerlo entrar en una
categoría. De esta manera se va a conocer al sujeto como ejemplar de esa categoría universal y
se nos va a escapar su singularidad. Entonces se puede decir que las clasificaciones están del
lado del discurso del amo, que justamente es un discurso que supone la alienación del sujeto en
un significante.
El discurso del amo es un discurso que va a representar al sujeto por un significante, o sea que el
discurso del amo va a clasificar, Identificar y representar a los sujetos para otros significantes. Es
así que Lacan escribe el sujeto barrado para marcar que si bien se puede estar representado por
significantes, el sujeto escapa, y escapa porque si el sujeto está dividido por los significantes su
ser no consiste en ninguno y el sujeto es falta en ser, por eso se lo plantea dividido al no alcanzar
a quedar representado por ningún significante. El discurso del amo es justamente el discurso que
representa el sujeto en estas condiciones y es por ello que cuando se clasifica a un sujeto como
histérico, obsesivo o psicótico, en categorías psicoanalíticas, queda a la vez dentro de una clase
y en ese punto se nos escapa el sujeto.
El discurso del amo produce siempre categorías y las va cambiando, por ejemplo las distintas
categorías de los diferentes DSM, que se van extendiendo y multiplicando cada vez más y se
tiende a categorizar. Desde luego que esto tiene una utilidad y permite ordenar las poblaciones,
establecer lo que es normal y lo que nos aleja de la normalidad, establecer salud y enfermedad,
hacer cálculos sociales y políticos, y planificaciones de salud con sus respectivas prevenciones.
Si bien diríamos que el discurso amo permite ordenar a los sujetos en muchos sentidos Y a partir
de ellos es posible.
Planteado de este modo el diagnóstico es proveniente del discurso del amo y es lógico
preguntarse si es pertinente el diagnóstico en psicoanálisis, ya que el discurso analítico es el
revés del discurso del amo. Para comprometerse a la experiencia analítica, es necesario pasar
del discurso del amo a un discurso analítico, es decir que el sujeto no se va a venir a realizar por
medio de una etiqueta y es necesario dejarlas de lado para poder poner en cuestión las
identificaciones, y no en calidad de ejemplar de una categoría de la población que se hace un
análisis.
La experiencia analítica va apuntar a explicitar el deseo del sujeto en su singularidad y ese deseo
no se encamina a los ideales comunes de todo el mundo, ya que el deseo es singular y tiene que
ver con la historia singular de cada uno y los significantes particulares de cada sujeto. La causa
del deseo no es calculable ni programable y tampoco en términos de goce se puede hacer una
etiqueta. Por qué análisis apunta revelar el ser de goce del sujeto que depende de una fijación de
goce ocurrida en un encuentro traumático singular para cada uno. (Goce común entre anoréxicos,
bulímicos y alcalices. Goce identificatorio).

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El camino de un análisis va ubicar el sujeto no en relación a sus ideales, sino relación a su
singularidad. El psicoanálisis pone reparos a cualquier idea de salud como un ideal porque nunca
va a existir una armonía entre el cuerpo el alma y el medio, psicoanálisis plantea que no hay
armonía entre los sexos y el lenguaje, que esto es lo que hace que no encajen. Por eso Lacan
habla del malentendido de los sexos y " no hay relación sexual", que también quiere decir que no
todo encaja en Cómo se simboliza las relaciones entre los sexos, Y esto es lo que hace al hombre
un animal enfermo del lenguaje y de un no saber sobre el sexo generalizable para todos.
En Psicoanálisis el síntoma es la verdad del hombre, ya que no hay ningún sujeto sin síntomas y
éste es muy distinto a la concepción de síntoma para la psiquiatría o medicina, ya que aquí es
considerado como algo patológico que se debe eliminar. Si tomamos el camino de Freud el
síntoma es una verdad reprimida a interpretar y una satisfacción pulsional paradojal En dónde va
a representar por un lado la verdad del deseo del sujeto que siempre va a tener en juego un
deseo reprimido que hay que descifrar, y por otro lado el síntoma es una fijación de goce que se
repite.
El síntoma para Lacan es como un nudo susceptible de articulaciones al inconsciente y un mundo
donde el sujeto vista la verdad de su deseo y goce singular. Por lo tanto no se trata de eliminar el
síntoma, Por qué es estructural en tanto la estructura de vida del sujeto, estructura del goce y su
deseo. Lo que pretende del síntoma es volverlo funcional o un saber hacer con él, ya que
contiene un incurable que no se trata de eliminar.
No debemos olvidar las preguntas de que si es pertinente el diagnóstico en psicoanálisis y para
que se diagnostica. Desde un punto de vista clínico es necesario y pertinente el diagnóstico, pero
a su vez es necesario que diferenciamos la clínica del psicoanálisis, en la clínica que se nos
plantea la pregunta del diagnóstico, sobre todo en los primeros encuentros con el sujeto para
indicarnos de qué se trata y cómo lo ubicamos Allí. Se debe reconocer frente a qué estructuras
está y de acuerdo a ellos y sabremos si el análisis lo va a poder ayudar o no, pero una vez
comenzado un análisis se trata de ir al singular y tenemos que atravesar esa perspectiva clínica.
(Freud consideraba que el dispositivo analítico no era abordable para las Psicosis y Lacan sí).
Lacan habla de un tratamiento posible para la psicosis y propone distintas coordenadas para el
mismo, En dónde se puede ubicar la necesidad de un diagnóstico en los encuentros preliminares
con el paciente, Qué será un diagnóstico previo o preliminar para que luego se puedan comandar
leyes, a partir de las cuales se puede diferenciar los tipos de síntomas y estructuras, en una
modalidad de entablar la transferencia, que no es la misma para cada estructura. Estas leyes a su
vez nos van a permitir hacer un cálculo estimado, sobre cómo sostener la relación transferencial y
como intervenir en cada una de ellas.
Existen diferentes tipos de síntomas, con formas particulares de responder al goce y al deseo.
Más allá de estos, está el síntoma como forma singular de tratamiento del goce, que es la
dimensión singular que se va a desplegar a partir de la entrada en el análisis, lo que va a implicar
centrar el síntoma en transferencia a partir de la interpretación del analista.
A modo de conclusión la idea del uso el diagnóstico en psicoanálisis, será para hablar de dos
diagnósticos diferentes. Uno es el que sería el preliminar, que dará un nombre del otro y que dará
entrada para ubicarnos en una estructura y tipos clínicos. Y el segundo es un nombre propio que
se va haciendo el propio sujeto en su análisis, con la construcción de sus síntomas singulares, y
será fuera del otro.

 LOS USOS DEL DIAGNÓSTICO ¿QUÉ ES UN DIAGNOSTICO?

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¿Qué es un diagnóstico? La etiología de la palabra viene de diagnosis, qué tiene dos acepciones,
la primera es "distinción, discernimiento"; la segunda "juicio o decisión", Lo que implica un acto
Más allá del conocimiento. Arendt lo define el juicio, como la Facultad de pensar lo particular y
articularlo con lo general.
En psicoanálisis distinguimos el diagnóstico inicial, clínico, qué es un juicio cognitivo de ubicar los
signos de un sujeto singular en el universal teórico. Se trata allí de ubicar dentro de las
clasificaciones generales, las estructuras de: neurosis, perversión y psicosis, qué es un imposible
de saber, una hiancia qué impide apresar ese sujeto singular en el saber universal. Lo que lo
convierte en indiagnósticable y escapa a toda generalización. El diagnóstico clínico lo que trata de
hacer es entrar el síntoma en un tipo, pero el sentido de ese síntoma y lo singular del goce va a
permanecer inclasificable. El diagnóstico propiamente analítico concierne en hacerlo funcional al
síntoma como solución singular, se construye durante el análisis por el propio sujeto con la
interpretación del analista y esto tiene que ver con un juicio estético, teniendo en cuenta la
singularidad de cada uno.
Para el diagnóstico propiamente analítico Lacan invita a pensar el diagnóstico en psicoanálisis
como " el arte de juzgar un caso sin regla y sin clase ya establecida". Es decir un juicio estético
ligado al arte; el arte y la artesanía tiene que ver con el singular y no con la clase en general. Y
para hacer estos dos diagnósticos se requiere de tiempo, experiencia y de reflexión.
Lacan propone el tiempo de las entrevistas preliminares, como el tiempo de la elaboración del
juicio de conocimiento para tomar la decisión del análisis. Teniendo en cuenta los tiempos lógicos
y subjetivos del sujeto. Su intervención va a implicar un juicio y una decisión, para que los efectos
de la intervención nos permiten verificar nuestra hipótesis diagnóstica. Lo cual no es sencillo,
debido a la forma en que el síntoma se presenta y nuestro juicio debe advertir dichas
intervenciones para verificarlo en sus efectos. En el control, se va a controlar este acto y verificar
la eficacia, a partir de los efectos. (Caso de la paciente con fobia a las palomas, y que la
intervención equivoca provocó una serie de pesadillas y angustias desbordantes).
Cazenave marca la tendencia cuantificadora de la ciencia en la evaluación diagnóstica de un
modo automático y maquinal. En donde se elimina el diagnóstico como acto y se diagnostica a
partir de dispositivos. El uso del diagnóstico en psiquiatría y psicoanálisis.
En la clínica psiquiátrica el diagnóstico está del lado del juicio cognoscente, qué consiste en hacer
entrar al caso singular en una especie general. En la clínica psicoanalítica se lo utiliza pero de un
modo diferente.
Para la psiquiatría el síntoma es un signo patológico eliminar, mientras que para el psicoanálisis
se considera una respuesta estructural que tiene una vertiente funcional y disfuncional, qué se
debe tratar y no Eliminar. La psiquiatría aspira a un sujeto asintomático. Mientras que el
psicoanálisis plantea un saber hacer con el síntoma.
El discurso psiquiátrico es el Otro el que determina lo que no marcha según las pautas de
normalidad y patología. Es decir un heterodiagnóstico. Para psicoanálisis el síntoma es aquello
que el sujeto considera síntoma, con lo cual no todos podrán tratarse ya que no todos son
subjetivados. Y será que en los dichos del sujeto se va a ubicar el síntoma Y qué es lo que no
marcha en él, Aunque ignoré la causa. Es importante tener esto en cuenta en la clínica con niños
porque siempre son los padres que traen al niño y lo que para ellos es un síntoma. Por lo tanto
hay un síntoma ubicado para los padres e interpretable que pueda tener su interpretación del
síntoma en el niño, lo cual no es el síntoma del niño y sea a través de lo que plantea el niño Qué
es lo que no marcha para él. Muchas veces en el discurso del niño, en el juego y en el hacer,

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sintomatiza un goce o rasgo, Pero para qué síntomas y se hace falta una pérdida del goce para
que se comience incomodar y así el síntoma se convierta en una no satisfacción pulsional directa.
Es importante diferenciar lo que le pertenece al otro y lo que le pertenece al niño. Y saber
diferenciar el síntoma observado y visible, del síntoma subjetivado.
Para psicoanálisis es el sujeto el que construye su diagnóstico, cuando responde a la
interpretación del analista y pasa a la palabra su imposible de soportar. Y será en la puesta en
palabras por la intervención del analista, que el síntoma se ponga en forma como tal, Jack el
analista va a sancionar que Escucha y dar forma al síntoma o no.
Toda la construcción del síntoma se hacen transferencias ya sea para una neurosis o psicosis,
serán por diferentes vías pero habrá una construcción, Qué es la puesta en palabras del síntoma
qué va a constituir su envoltura formal.
Cazenave retoma diciendo que el diagnóstico clínico en psicoanálisis es un momento
estructuralista en que recibimos al sujeto y lo referimos a los tipos de síntomas y su existencia de
la estructura. Pero el diagnóstico que se efectúa en el transcurso del Análisis se va a referir al
momento en que alojamos la singularidad del sujeto sin compararlo con nadie. En donde las
estructuras no se deshacen al final de un análisis pero caen como nominaciones del otro y es así
que el camino del Análisis no va a identificar al sujeto con las clases sino que lo ubicará a partir
de sus rasgos singulares Cuál es la forma en que el síntoma funciona, goza y desea.
Lacan introduce el discurso analítico en el discurso psiquiátrico produciendo una subversión. En
donde el interjuego entre lo singular y lo general va a ser el interjuego entre lo real y simbólico,
donde se podrán anudar pero nunca subsumirse el uno al otro.
Las categorías diagnósticas.
Para efectuar un diagnóstico clasificatorio Tenemos que tener una teoría clínica y una nosografía,
es decir una teoría acerca del síntoma y saber a qué se llama síntomas para identificar sus
distintos tipos.
Freud utilizo las categorías de la psiquiatría clásica para construir una teoría psicoanalítica de esa
nosografía. La psiquiatría clásica comenzó elaborando sus cuadros a partir de fenómenos
observables y lo que se consideró patológico, para delimitar la causalidad que dé cuenta de los
fenómenos patológicos, a partir de una causalidad orgánica o psíquica. Va a ser a partir de la
causalidad que se arribará a una estructura que dará cuenta mecanismos operaciones que
organizan los fenómenos como cuadros clínicos. Es allí donde la psiquiatría clásica y Freud
aportan al movimiento la causalidad psíquica, con la teoría del inconsciente que intervienen
mecanismos psíquicos de las formaciones del síntoma. La casa de las clases a las estructuras
clínicas partiendo de una estructura del sujeto determinado por su estructura del lenguaje. Y de
acuerdo a cómo el sujeto habita el lenguaje se hallará simbolizado o forcluido en el significante
del nombre del padre.
La introducción de la causa va a depender de las categorías de la descripción objetiva y la
estructura va a agregar Al conjunto una articulación de elementos diferenciados o funciones que
entran en su relación. Subversión que introduces psicoanálisis, es que se introducen la
subversión de la dimensión subjetiva del sujeto. Lo que para Lacan es primero la estructura del
lenguaje va a constituir al sujeto, y luego pasar a la estructura del discurso en dónde va a incluir el
objeto a, como vos y que produce el lenguaje. En donde el sujeto común efecto de la cadena
significante para girar a los elementos y al objeto a como producto, obteniendo 4 discursos. El
discurso del amo, discurso histérico, el discurso analítico y el discurso universitario.

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Lacan va a introducir que las estructuras clínicas van a hablar de los tipos clínicos, Qué son los
tipos de síntomas dentro de las mismas y piensa con los nudos lo singular del sujeto.
Plantea que el síntoma neurótico está constituido por el mecanismo de retorno de lo reprimido y
es algo que está firmado en lo simbólico y que retorna.
Barezzito me la psicosis Freud habla de un retorno pero no de lo reprimido, sino de un retorno del
significante en lo real y se produce la forclusión. Lo que retome la psicosis es el retorno en lo real
que son las alucinaciones y el delirio, qué implica que el sujeto lo ubica como proveniente desde
afuera y no desde el interior suyo.
Lacan rescata lo que denominó las estructuras subjetivas freudianas y da cuenta de sus
mecanismos a partir de la estructura del lenguaje. La estructura es desplazada lenguaje lo que
permite sacar al fenómeno del registro perceptivo. Por eso la estructura del lenguaje está en el
fenómeno mismo y los fenómenos de formaciones del inconsciente son ubicados en el discurso
de los sujetos, como signos del mecanismo estructural que los determina. Los fenómenos de los
trastornos del lenguaje en la psicosis van a dar cuenta de una Forclusión esta estructura psicótica
es reconocible diagnosticable a partir del fenómeno elemental.
En lo referente los cuadros clínicos de la psiquiatría clásica y el psicoanálisis Lacaniano se
introducen por un lado una máxima reducción al ordenarlo sólo en tres estructuras subjetivas y
plantea que hay tipos de síntomas que dan lugar a tipos clínicos, el síntoma es una invención
singular de cada sujeto y es por ello que no hay un saber general del tipo clínico porque se aplica
a la singularidad de cada sujeto.
El psicoanálisis se apoya de los cuadros clínicos psiquiátricos para leerlos desde la estructura
que constituye el sujeto parlante y así hizo un aporte de la causalidad psíquica de los cuadros de
la psiquiatría clásica en modo subversivo. Ubicando el saber en el sujeto que habla de su
sufrimiento.
Actualmente el panorama de la psiquiatría es diferente porque hay un empuje desde la neurología
y las neurociencias, que con el discurso biológico de los neurotransmisores dictan las nuevas
normas de lo patológico y reintegran la enfermedad mental a la ciencia con la consiguiente
forclusión del sujeto. Es por ello que en los últimos tres DSM, Únicamente se hace la causalidad
biológica presente.
La reducción clasificatoria que se propone al sólo clasificar las enfermedades en el ámbito de lo
observable sintomático en el momento de la evaluación y no teniendo en cuenta la diacronía de la
enfermedad ni la etiopatogenia o causalidad, es que hacen desaparecer y borrar la estructura
como categoría y sólo toman en cuenta los momentos diacrónicos dentro de la misma.
La terapéutica del DSM es medicamentosa que opera sobre el fenómeno y es útil pero se agota al
tratar de acomodar al sujeto a la nueva Norma y es lo que el psicoanálisis se llama el discurso
pedagógico de tratar de normalizar al sujeto.
El desarrollo la estructura son dos ejes para pensar la infancia que no solamente se da en la
psiquiatría sino también en el psicoanálisis y la psicología. La canción y con una corriente
estructuralista que plantea que la estructura del lenguaje es exterior al individuo humano y se
constituye como sujeto al ingresar en ella. En cambio los evolutivos suponen que el niño tiene a
madurar y desarrollar la estructura que trae y es por ello que los problemas de la infancia
consisten en detenciones del desarrollo y problemas de maduración. Diego Ramos LG estructural
y reducimos las patologías de la infancia únicamente a trastornos del desarrollo no tenemos en
cuenta en la dirección de la cura de lo particular con su construcción sintomática del sujeto ni su
modo de habitar el lenguaje. Por lo que la manera en que se estructura la hipótesis diagnóstica va
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a determinar una lógica de intervención con tratamiento clínico. Lacan plantea que se debe tener
en cuenta los tiempos constituyentes y la entrada del sujeto en las operaciones de alienación y
separación, pero también diferenciar el modo en que va entrando a la estructura del lenguaje, por
lo que se debe acompañar a esta construcción y tener en cuenta las estructuras y los distintos
tipos clínicos.
Debemos destacar que en la infancia los tipos clínicos no se presentan de la misma forma que en
los adultos, debido a que el niño recién está entrando en el lenguaje y se van a presentar grandes
diferencias.
La ética de los diagnósticos.
Hacer un diagnóstico implica una ética que no es sólo de juicio de saber, sino de una acción
humana en donde se relacionan los fines para determinar una rectitud.
La ética psicoanalítica no va en dirección de eliminar el síntoma sino de hacerlo funcional y
práctico para el sujeto. La ética psicoanalítica no va en dirección de eliminar el síntoma sino de
hacerlo funcional y práctico para el sujeto. Lo que apunta a dejar caer las clasificaciones para ir a
lo singular de cada uno y evaluar la posibilidad de trabajo o no con el inconsciente y su posibilidad
de subjetivar el síntoma. Para ello también se debe tener en cuenta que el sujeto este en una
posición frente a la verdad de lo que le ocurre y si es que se hace responsable frente a ello. Hay
que estar advertido que estructuralmente el diagnóstico es una injuria porque es ponerle un
nombre a alguien desde afuera y reducirlo/objetualizarlo. Por eso que psicoanálisis apunta al
nombre que el sujeto ASUME y se le constituye.
Lacan dice que la elección de la estructura y su mensualidad de decisión Del ser, en donde no
podemos determinar cuándo y en qué momento o cómo se hizo la elección, porque la estructura
se van dando de acuerdo a las respuestas que el sujeto da en los encuentros contingentes con el
psicoanalista el cual puede modificar una respuesta de goce dada y hacer modificar es estructura.
No debemos olvidar que la Constitución subjetiva se va a dar en la familia y el niño va a traer
también respuestas conclusivas que no se van a poder cambiar.

Unidad II – Infancia en la clínica psicoanalítica.

Diferentes discursos sobre el niño. Sus particularidades.


CLASE °1. PUNTO ° 1. EL SIGNIFICANTE NIÑO EN LOS DISCURSOS: HISTÓRICO,
JURÍDICO, SOCIAL (CAZENAVE, 1999).
El significante niño en los discursos: histórico, jurídico, social- Liliana Cazenave
El significante niño en el discurso
Para Lacan “la estructura” en singular, es la del lenguaje, y este tiene la condición de la
estructura. Así el ser solo está determinado por el lenguaje.
La estructura para Lacan es conceptualizada en la medida que va precisando los registros
Simbólico, Imaginario y Real. En un primer momento la estructura es Simbólica, siendo esta la
que simboliza el ser del hombre constituyéndolo en sujeto. Lacan diferencia el lenguaje de la
palabra, luego precisa la cadena de significante. El sujeto es el efecto de la cadena significante, la
libido se ubica en el terreno de lo imaginario y lo real aparece como un término excluido.
S1-----S2
El objeto (a) como producto de la estructura en relación a lo real y al goce, lo real va a ubicarse
dentro de la estructura misma
21
Por ello define a la estructura como estructura del discurso. Lacan afirma que la vertiente de
significación, son los efectos de palabra, las significaciones que constituyen la realidad humana y
por otro lado, la vertiente del goce que se introduce con la entrada del significante en el viviente.
El lenguaje irrumpe una pérdida de goce; este vacío de goce instituye el objeto de deseo como
perdido, en tanto no hay objeto que colme el goce. Este vacío de goce es lo real como imposible
de simbolizar por el lenguaje. Todo discurso se instala supliendo la imposibilidad de escribir la
relación de un sexo con el otro. La estructura es definida por:
El significante es considerado en sus efectos, la representación del sujeto, el goce tramitado en la
cadena significante. El discurso tiene por tanto efectos de significación y por otro es un modo de
tratamiento de goce.
Lacan plantea que es el discurso el que constituye la realidad humana.
El (a) es el goce que se recupera en el discurso. La doble barra // representa la castración, que
implica que la apropiación del goce esta obstaculizada al sujeto. El goce perdido funciona en falta
como causa del deseo. El goce excluido es el goce todo.
Un niño es un significante que no tiene ninguna realidad ms que articulado a otros en un discurso.
Lo que es un niño dependerá del lugar que ocupe en un discurso en tanto este es el que regula y
determina los lugares y lazos entre los sujetos y el goce.
La familia es la institución discusiva básica y primera que regula y organiza los lazos de las
personas. La familia es lo social, en tanto es el lugar del Otro de la lengua.
Los lugares que determina la institución familiar son los de la madre, padre e hijo esto tiene
relación con hombre, mujer y niño.
El lugar de la infancia en la familia es diferente en las distintas culturas y va cambiando con el
transcurso de la historia.
Las mujeres y los niños en el discurso histórico
Existe un ligamen de los itinerarios de los niños con el de las mujeres; esto se debe a que ambos
soportan lugar homólogo en la estructura del lugar de objeto. Ambos sostienen una posición de
pasividad y el lugar de soporte de objeto a causa del deseo. Las mujeres del deseo de los
hombres y los niños del deseo de los padres.
Lacan precisa la vida de la maternidad como una salida subjetiva de la mujer diferente de la
posición femenina que ubica a la mujer en el lugar de causa, en relación al objeto. Dos caminos
se presentan para la mujer con respecto al goce = el de la mujer y el de la madre.
En la antigüedad greco-romana la institución familiar se instalaba en un sistema de propiedad
hereditaria. La familia tenía por fin conservar los patrimonios y la herencia quedaba determinada
por el linaje. Las mujeres y los niños eran objeto de intercambio; las mujeres tenían estatuto
subjetivo solo como madres-esposas, pero en otros casos como putas. Las madres-esposas
estaban del lado fálico excluido del lugar de la posición femenina en relación al objeto causa y en
relación al goce femenino, quedando las prostitutas en el lugar de goce sexual y excluidas del
estatuto subjetivo. Los hijos reconocidos tenían como estatuto subjetivo, existencia simbólica y
jurídica. Si eran rechazados, se reducían a objetos de desecho.
Para el cristianismo hombres, mujeres y niños son Hijos de Dios y están en igualdad subjetiva.
Dios media y regula las relaciones entre ellos. La religión cristiana cumple la función del padre
simbólico ubicando a la mujer y al niño como sujetos al ligarlos al falo. Sin embargo, el discurso

22
cristiano pretende subsumir la mujer a la madre y eliminar a la mujer del lugar del objeto causa
del deseo.
En la edad media la dama es el objeto causa del deseo y objeto de amor idealizado e inaccesible.
Hasta el Siglo XII la terminología para designar al niño es imprecisa; infante significa “el que no
habla”. Otro termino para designarlo es puttus, muchachito y luego adquiere putta el sentido de
ramera. De ser soportes de objetos de uso e intercambio, las mujeres y los niños pasan, por un
viraje discursivo a otra posición.
El gusto por el niño desnudo del Renacimiento y la mujer son seres que se los contempla y
abraza con placer.
Estructuralmente la producción del niño como objeto causa implica la maternidad como función
social de la mujer. Así la familia moderna se constituye por el amor conyugal y el deber de amor
hacia el niño, al punto de hacer a la infancia una obsesión del pensamiento contemporáneo.
La infancia moderna y posmoderna
La modernidad tiene una versión romántica del niño. Además se caracteriza por el tema de la
libertad que se centra como derecho propio de todo hombre y el mito del progreso abierto por la
ciencia.
La posmodernidad representa una caída de los ideales de la modernidad al comprobarse las
consecuencias del discurso de la ciencia y del capitalismo sobre el sujeto y los lazos sociales.
Lacan plantea el Amo moderno, el cual representa una desviación, perversión del discurso del
Amo, ya que fracasa en su función de refrenar el goce. En tanto el saber de la ciencia es un saber
sin Amo, y el goce se ordena por estos objetos.
La modernidad invento la infancia definiendo una niñez ruda e indefensa a la vez, con necesidad
de ser educada y enseñada en dos instituciones: la familia y la escuela. La modernidad estableció
tiempos y territorios de la infancia en donde había un espacio separado del niño del de los
adultos y sometido a diferentes filtros.
En la posmodernidad, estos filtros han sido dominados por todo el apartaje producido por la
tecnociencia para el tratamiento y producción de imágenes utilizadas para la comunicación que
entra invasivamente al hogar.
El adelanto de la pubertad y el desdibujamiento de la latencia puede pensarse como una
consecuencia de diversos aspectos entre ellos la familia es desplazada por la ciencia.
La familia monoparental se constituye por el lugar de consolidación que lo ocupa el hijo. Esto no
ocurre sin la declinación de la imago paterna
El cuestionamiento a la autoridad anuncia la caída de los mitos de la modernidad, teniendo la
percepción que ya no hay garantías.
La figura del padre como aquel significante que se hace responsable de su goce ha declinado a
causa de la ciencia.
Hoy se presenta el niño como objeto de mercado, la infantilización del adulto trae aparejado la
adulterizacion del niño, esto trae aparejado también la falta de tiempo de los padres para
compartir con sus hijos y en las familias monoparentales se fuerza a los niños a deslegar
rápidamente a instituciones, y a responsabilizarlos muy pronto.

23
CLASE °2. PUNTO °2. EL NIÑO EN EL DISCURSO ANALÍTICO. A) EL NIÑO FREUDIANO: LA
INFANCIA COMO LUGAR ESTRUCTURAL DEL ORIGEN. LA SEXUALIDAD INFANTIL; EL
NIÑO, PERVERSO POLIMORFO. EL COMPLEJO DE CASTRACIÓN. LA NEUROSIS INFANTIL
(CAZENAVE, 1999).
Freud introduce el concepto de sexualidad infantil yendo en contra de los cánones de la época.
Esta está conceptualizada como la sexualidad perversa polimorfa infantil. El caracterizar a la
sexualidad como perversa significa que está desviada de su fin específico: la reproducción,
debido a que (la sexualidad infantil) se desarrolla antes de establecerse la función genital, a
saber, en la fase fálica. Como no se establece dicha función genital, la satisfacción es autoerótica
con pulsiones parciales, esto nos lleva a lo polimorfo de la variación de objetos parciales. Por otro
lado, lo perverso polimorfo refiera a una primacía del pene, es decir, no hay diferenciación de
sexos ni castración de la madre, atribuyéndole a ella también un pene.
Es entonces en el punto de la perversión polimorfa que Freud vincula lo infantil con lo
femenino, ambos estarían predispuestos a la perversión polimorfa, lo cual responde a una
exigencia estructural, la cual se va a ver en la explicación del trauma infantil. Diferenciemos
entonces la perversión en cuanto estructura de la posición perversa.
Para explicar la posición perversa, pongamos como base que la posición del niño y la posición
femenina (ambas) están en la posición de objeto, estar en posición de objeto significa identificarse
con el objeto para dividir al Otro, esto es lo que se considera como una posición perversa.
Desglosemos: El niño representa el falo para la madre, el falo es el significante del deseo (permite
significar anteriores experiencias perdidas, es el significante de la falta), entonces, el niño se pone
en posición de objeto de deseo, es decir, de objeto a, causando así el deseo de la madre que
tiene como efecto colateral el dividirla, el hacerla no toda. Marquemos que el niño se inscribe en
la función fálica por el deseo de la madre, ella consciente que él sea falo, de ahí la primacía del
falo, con el objetivo de ser deseado, de rellenar el vacio o la falta de la madre, es decir, ponerse
en lugar de objeto a.
Ahora volvamos a la infancia como lugar estructural de origen abordando el trauma infantil. Freud
concibe el trauma como una temprana vivencia a la que el sujeto no tiene capacidad de
responder, está desamparado, es decir, concibe al trauma infantil como vivencia de
desamparo. Para Freud la infancia es vista como traumática pues hay un requerimiento pulsional
que debe ser reprimido pues es tan grande que el sujeto queda en desamparo, y como sabemos,
el motor de la represión es la angustia. En este sentido se ve al desamparo como estructurante
del psiquismo. Hablamos de un desamparo físico que le impide al bebé satisfacer sus
necesidades básicas, esto lo lleva a desarrollar la comunicación a partir del grito. La ausencia de
la madre es traumática pues representa la falta del Otro, entonces hay una hiancia (hueco, grieta)
donde se sitúa la experiencia del deseo del Otro (la madre desea algo más que solo al hijo) y el
deseo del propio sujeto.
Es lo traumático lo que lleva a ese punto de la estructura más allá de la cadena significante,
donde falta un significante, donde falta la madre. Entonces, el complejo de Castración freudiano
es la estructura en la que todo sujeto se confronta con una falta que no tiene anulación.
La estructuración del psiquismo por lo traumático es fuente de formación de síntoma, el síntoma
es un indicio y sustituto de una satisfacción pulsional reprimida, se deniega una moción pulsional
reprimiéndola con la ayuda de la angustia, siendo el síntoma una satisfacción sustitutiva, o una
formación de compromiso en que se deja feliz al Yo y al Ello (Inhibición, síntoma y angustia). El
trauma ocasiona una compulsión a la repetición en el intento de procesar el trauma, hay un goce
que retorna y empuja al aparato a dar respuestas: los síntomas, que constituyen la neurosis

24
infantil, la cual a su vez constituye el abrochamiento de la estructura. Eso fue en términos
freudianos; Lacan lo dice así: La castración es pérdida del goce sexual que hace surgir la
repetición del goce y la búsqueda de goce en lo que hay de mengua de goce (como falta goce,
buscas más).
Retomemos para finalizar la vinculación infantil femenino: El trauma tiene que ver con lo femenino
en tanto el trauma es castración, en el punto en que representa ese lugar vacío de significante por
el que el Otro sexo es forcluído (ausente) y no hay relación sexual.
Lugar del diagnóstico: diferencial vs clasificación; trastorno vs síntoma: déficit vs solución
sintomática.
CAPÍTULO 9: LO INFANTIL EN LA ESTRUCTURA. MILLER Y OTROS (MARIO
GOLDEMBERG)
En Freud, el niño aparece como una víctima del accidente sexual, y el trauma es una perturbación
que se produce como una respuesta defensiva del psiquismo, separando las representaciones del
afecto. Tomando el trauma sexual como perturbador en los primeros escritos freudianos de la
histeria, que va a mantener vigencia, aunque luego Freud abandone esta teoría del trauma,
modificando el trauma por síntomas.
Luego en los tres ensayos Freud pasa de un trauma accidental a la pulsión como una fuerza
constante y el niño es un “perverso polimorfo” cuando introduce la sexualidad infantil. Será a partir
de ella que se formara la especie humana como algo biológico y psíquico del cual emergerán
síntomas.
El niño como perverso polimorfo será una figura teórica que se verá reflejada en el caso Juanito,
que es un niño con síntomas fóbicos, que luego Lacan tomará dicha fobia como un paradigma del
síntoma.
En Freud habrá una discrepancia entre el niño teórico de la interpretación de los sueños que es
un ser puro de realización de deseos, con el niño como perverso polimorfo y Juanito que son
sujetos del inconsciente. Y es así que en un primer momento el síntoma es una formación
sustitutiva del trauma que indica al síntoma como un retorno a lo reprimido y el fracaso de dicha
defensa.
En la conferencia 23 ya se tiene conceptualizada la pulsión y se tiene una fijación
metapsicológica, produciendo una tensión entre lo contingente y necesario, que es la sexualidad
infantil la matriz de toda formación de síntomas, modos de goce fijados en las experiencias
infantiles, ya que el síntoma condensa un sentido y es una manera de gozar.
Por lo tanto, las experiencias sexuales infantiles traen consigo una marca contingente en el
núcleo del síntoma a la castración, la seducción y la escena primaria, y la pulsión como exigencia
del trabajo del aparato psíquico.
En más allá del principio de placer, Freud presenta un niño auto creado que juega y hace foco en
la partida de la madre, el fort da, dando este una constitución del sujeto, que enlaza lo simbólico a
los significantes, respondiendo a un agujero de la ausencia materna. Este juego demuestra un
aparato psíquico regido por la ganancia de un placer de otra índole (placer- displacer). Entonces
el trauma accidental de los comienzos, en este texto es un estructural y un solidario de la pulsión
de muerte.
En inhibición, síntoma y angustia Freud retoma el desamparo o desvalijamiento inicial como
primer momento lógico de la constitución subjetiva y el niño es un inerme ante la invasión
económica de estímulos, donde la perdida de objetos marcada por la angustia de castración,
25
constituyen y dan respuesta a la inhibición, síntoma y angustia, siendo responsables de la
insoldable decisión del ser y de su respuesta a lo real.
La formulación de lacan es la pasión neurótica de tratar lo imposible por necesario y permitiendo
en un análisis mostrar que la contingencia es la que constituye el goce de cada cual y que eso no
se inscribe ni se representa en el Otro, sino que implica para el sujeto una operación de asunción
de su singularidad de goce, el salto que es la identificación al síntoma.
La noción de trauma. 1er experiencia de satisfacción.
CONFERENCIA N° 18. LA FIJACIÓN AL TRAUMA, LO INCONSCIENTE (FREUD, 1916-1917).
a) Carácter económico de la fijación.
Freud formula dos conclusiones derivadas de dos análisis que presentó en la conferencia
anterior:
1. Las dos pacientes dan la impresión de estar fijadas a un fragmento determinado de su
pasado. Están metidas ahí, dentro de su enfermedad. En los análisis de esos casos
Freud discierne que, dentro de los síntomas de la enfermedad, se han quedado
rezagados en cierto periodo de su pasado.
La analogía de estas fijaciones con las neurosis traumáticas nos enseña el camino hacia una
concepción económica de los procesos anímicos, es decir, la expresión “traumática” tiene el
sentido económico. Una vivencia es traumática cuando se produce un exceso en la intensidad de
un estímulo en un breve lapso en la vida anímica, lo cual causa que su tramitación por las vías
habituales fracase, resultando trastornos duraderos para la economía energética.
b) Explicar la analogía que establece entre la causación de la neurosis y las
neurosis traumáticas y su diferenciación.
En la primera conclusión, a saber, que las dos pacientes están fijadas, realiza una analogía con
las neurosis traumáticas. Estas últimas, en el fondo, no son lo mismo que las neurosis
espontaneas; aunque tienen una concordancia plena, a saber, las neurosis traumáticas dan
claros indicios de que tienen en su base una fijación al (momento del) accidente traumático. Estos
enfermos repiten regularmente en sus sueños la situación traumática como si no hubiesen podido
acabar con ella.
La fijación y la neurosis traumática tienen una vivencia con exceso en la intensidad de un
estímulo que tiene que ser tramitado por otras vías; pero no todas las fijaciones son traumáticas,
es decir, tenemos ciertas diferenciaciones.
- Algo tan común y tan a menudo superable como el enamoramiento de una niña a su
padre no puede ser designado como traumático (pero si como fijación), pues (lo
traumático) perdería su contenido.
- Existen ciertas fijaciones eróticas que al principio parecen pasajeras e inocuas, y solo
varios años más tarde vuelven a salir a luz en los síntomas de la neurosis obsesiva.
Se concluye que toda neurosis contiene una fijación, pero no toda fijación lleva a una neurosis, ni
coincide con ella, ni se produce a raíz de ella.
c) ¿A qué se refiere Freud con el sentido de los síntomas?
Freud aborda este sentido de los síntomas en la segunda conclusión de los dos análisis:

26
2. que el nexo entre la acción obsesiva y el recuerdo de la vida íntima (“comunicado” a
Freud por su primera paciente) permanecía oculto para la paciente, es decir, la paciente
“no sabía” que el propósito de la acción obsesiva estaba anudado a la vivencia primera.
Freud, pudo hacer que la paciente, bajo la influencia del trabajo de la cura, descubriera este nexo
y pudiera comunicarlo. Pero todavía la paciente seguía sin saber nada acerca del propósito que
tenía tal acción, el propósito es el de corregir un fragmento penoso del pasado.
El nexo, el propósito, proporciona el sentido de la acción obsesiva, sentido que era desconocido
mientras ejecutaba la acción. Esto quiere decir que en las pacientes habían actuado procesos
anímicos que dieron como efecto la acción obsesiva, a causa de la vivencia. Cuando menciona
que es un sentido desconocido, habla de la existencia de procesos anímicos inconscientes. Lo
inconsciente, es para Freud, algo “no real” del cual surgen efectos tan realmente palpables como
una acción obsesiva (pág. 254).
Las acciones obsesivas son los síntomas de la neurosis obsesiva. Los síntomas de la neurosis
obsesiva son representaciones e impulsos que emergen de “no se sabe de dónde”. En estos
síntomas, está “nítidamente” dada la referencia a una comarca particular de la vida anímica, a
una comarca separada de las otras.
El sentido de los síntomas es por regla general inconsciente, además, existe una relación de
subrogación entre esta condición inconsciente y la posibilidad de existencia de los síntomas, o
sea, no puede haber síntoma si el sentido no es Icc. En retrospectiva, los procesos Icc que
contienen el sentido del síntoma, tan pronto como los procesos Icc devienen conscientes, el
síntoma tiene que desaparecer. Este es, para Freud, un camino de acceso a la terapia, una vía
para hacer desaparecer los síntomas.
d) ¿Cómo explica la formación de síntomas?
Freud menciona que las representaciones y los impulsos obsesivos (o sea, los síntomas) no son
inconscientes, pues no habrían devenido síntomas si no hubiesen irrumpido hasta la consciencia.
Pero las precondiciones psíquicas, y el nexo entre el síntoma y la vivencia, si son inconscientes.
Este conjunto de circunstancias, “comprobado en estos dos casos”, se da en los síntomas de
todas las afecciones neuróticas: el sentido de los síntomas es desconocido para el enfermo,
síntomas que son retoños de procesos inconscientes que pueden hacerse conscientes bajo
condiciones favorables.
La formación de síntoma es un sustituto de algo diverso, que está interceptado. Pasa que ciertos
procesos anímicos no se pudieron desplegar normalmente hacia la consciencia, y a cambio de
esta interrupción de procesos, perturbados de algún modo, forzados a permanecer inconscientes,
ha surgido el síntoma. Ha ocurrido algo así como una permutación.
INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS (FREUD, 1900)
Los sueños son entendidos como un proceso somático exteriorizado a través de ciertos síntomas
psíquicos. Freud nos remonta a un recorrido por la tradición popular, la cual se propone explicar
el significado de los sueños. En este mundo popular se ubicaron, según narra Freud, dos
métodos de interpretación:
1. Interpretación simbólica de todo el contenido onírico. Sustituimos todo el contenido
del sueño por otro más comprensible y análogo.
2. Método del descifrado. Nos cuenta que trata de la traducción de cada uno de los
fragmentos significativos del sueño, en otro significado conocido
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Afirma que el sueño posee significación y que existe la posibilidad de una: “metodología científica
para interpretarlo”. La creencia de Freud de la posibilidad de interpretación y desciframiento no se
limita al sueño, sino también se extiende a cualquier producción del inconsciente. Esta
metodología de interpretación es la asociación del sueño en unidades significativas. Lo logrará
tratando al mismo sueño como un síntoma, ergo, se le aplica el mismo método de
interpretación, es decir, sacó de la psicoterapia el procedimiento para la “resolución de los
sueños” (Freud, 1900-1, pág. 619).
A la hora de realizar la interpretación, propone que se debe tomar fragmentos singulares del
contenido representativo del sueño, los cuales serán presentados progresivamente al paciente
pidiendo como devolución una ocurrencia que pueda ser el pensamiento o representación
subyacente de ese fragmento. Con la colaboración de este material obtenido, es factible realizar
interpretaciones de ideas patológicas y de formaciones oníricas, indica Freud, porque este estado
psíquico provocó un adormecimiento en la distribución de energía psíquica; entonces emergen
representaciones involuntarias deliberadamente bajo formas de imágenes visuales y acústicas.
Mecanismos de elaboración onírica:
 Contenido manifiesto. El sueño tal y como aparece en la memoria del soñante. El suceso
que el sujeto vive en el sueño.
 Contenido latente. El material correspondiente hallado en el análisis, el significado
verdadero del sueño.
 Trabajo del sueño. Mecanismo de elaboración onírica que permite el paso del contenido
latente al contenido manifiesto.
 Trabajo de análisis. Mecanismo que permite el paso del contenido manifiesto al latente.
Proceso primario. Es la elaboración onírica primaria, consta de:
 Condensación. La condensación es el proceso que permite que una idea cargue el
peso emotivo de varias representaciones mentales.
 Desplazamiento. Proceso por el cual la intensidad psíquica se traspasa de un
pensamiento a otro. El sueño siempre es un cumplimiento de un deseo. Esto está al
servicio de la defensa, desplaza la intensidad psíquica de pensamientos importantes
a otros menos importantes.
 Dramatización. Los sueños son formulados en imágenes. La dramatización consiste
en sustituir aquellos pensamientos oníricos esenciales o fragmentos singulares,
debelados como complejos de pensamientos y recuerdos, y que mantienen entre sí
una serie de relaciones lógicas; en imágenes.
 Simbolismo. Es el uso de una representación culturalmente aceptada para
representar algo.
Proceso secundario. Es la elaboración onírica secundaria: Es un proceso casi consciente de
evocación de la vivencia onírica. Lo caracteriza como una crítica dentro del sueño, que no se
dirige al contenido onírico, sino que se presenta como parte misma del material onírico, usada
convenientemente. Podemos localizar este proceso cuando nos encontramos con una parte del
sueño que no sigue el correlato onírico, esto es, no parece encajar dentro de la telaraña
estructurada de asociaciones del sueño. Un ejemplo que propone Freud, es cuando, en el mismo
sueño, decimos “Esto no es más que un sueño” (Freud, 1900-1; 485). Sucede aquí, según postula

28
Freud, que esta es una exteriorización de nuestro proceso de censura psíquica que ha actuado
con retraso.
Psicología de los Procesos Oníricos (Capítulo 7).
Metapsicología. Simón postula la existencia de procesos inconscientes que motivan la conducta
humana, considerando 3 puntos de vistas:
- Tópico. Pensar un aparato psíquico organizado en sistemas.
- Dinámico. Pensar el psiquismo bajo el modelo del conflicto; las tendencias dentro
del aparato psíquico funcionan en conflicto, expuestos todo el tiempo a cambios. Un
psiquismo en movimiento. El inconsciente está todo el tiempo tratando “aflorar” pero es
inhibido por la defensa.
- Económico. Pensar al psiquismo en términos de energía, que debe organizarse,
tiende a buscar cuál fue el destino del afecto. Esta dimensión le permite a Freud introducir
el cuerpo en los debates, dado que la energía proviene del cuerpo; es una base de la
concepción de pulsión.
Sueño. El contenido del sueño está sobre-determinado, es decir, todo lo que se dice en el sueño
está compuesto de dichos que verídicamente fueron pronunciados en vida, pero fueron enlazados
en función de sucesos importantes para el sujeto (pág. 505). Con esto, Freud reconoce el sueño
como un producto con sentido insertado en la trama psíquica, es decir, el sueño. Además,
siempre aparece en función de un cumplimiento de deseo, según esto, el sueño no fue olvidado
porque mostró al niño otra vez con vida.
Olvido (pág. 512). Desfiguramos el sueño en el intento de reproducirlo, la censura somete ciertos
pensamientos oníricos y los elabora de forma que son desfigurados para que puedan aparecer en
el sueño. Pero, en el olvido hay un propósito hostil generado por la resistencia. Cuando en una
interpretación, aparezca un fragmento que, hasta ese momento, fue olvidado u omitido del sueño,
se la debe tomar como la más importante, porque según Freud, lleva más directamente a la
solución del sueño, y esa es la razón por que fue olvidada (sometida a resistencia).
Resumiendo: el sueño es un acto psíquico de pleno derecho, su fuerza impulsora es un deseo por
cumplir; el que sea irreconocible como deseo, se deben a la influencia de la censura psíquica. Un
pensamiento, por lo común un pensamiento deseado, es objetivado en el sueño, es figurado
como escena, es vivenciado.
Instancias psíquicas. Existe un carácter que separa a los dos tipos de acontecer psíquico: uno
es la figuración como situación presente, el otro es la transposición del pensamiento a imágenes
visuales y dichos. Esto significa que el sueño tiene un carácter de transformación de
pensamientos desiderativos (deseos) en imágenes. Las representaciones en el sueño no se
piensan, sino emergen en imágenes con la sensación de vivencias.
El aparato psíquico está compuesto por instancias o sistema con ordenamiento temporal. Esos
sistemas tienen una dirección, es decir, parten de estímulos (internos o externos) y terminan en
inervaciones, es decir, tenemos el polo receptivo y el polo motor. Lo que percibe el sistema P, no
se conserva en el mismo sistema, ergo, carece de memoria. El sistema siguiente llamado
memoria genera huellas mnémicas al trasponer la excitación del sistema P en huellas
permanentes, es decir, la memoria es un sistema que registra las unidades de huellas mnémicas.
El mecanismo de asociación enlaza las percepciones del sistema P con las huellas mnémicas por
simultaneidad y semejanza.

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Existen dos instancias psíquicas: la instancia criticadora que somete a critica a la instancia
criticada, y como consecuencia esta última se vuelve inconsciente, mientras que la primera está
más ligada a la consciencia. Luego, Freud propone sustituir las instancias por sistemas. El ahora
sistema está situado en el extremo motor, que también lo llama preconsciente para indicar que
sus procesos de excitación pueden ser conscientes si cumplen algunos requisitos. Al sistema
ahora se le llama inconsciente, porque no tiene acceso a la consciencia de no ser por vía
preconsciente, sufriendo modificaciones.
El sistema ICC es el punto de partida para la formación del sueño. Durante el día, la censura evita
que pensamientos oníricos ICC pasen a ser CC; en la noche, se abren las compuertas a la CC.
Para que haya un sueño tiene que estar ligado el ICC con el PCC. En otras palabras, la fuerza
impulsora viene del deseo inconsciente que debe ser ligada a un pensamiento preconsciente para
poder pasar a la consciencia.
Regresión. La excitación en el sueño toma un camino de reflujo, va desde el Icc hacia el sistema
sensorial y de ahí al sistema P. Al guardar las huellas mnémicas en la memoria estas perdieron
cualidad sensorial, pero cuando soñamos podemos volver a la cualidad sensible de la
representación. Como el polo motor está desactivado en el sueño, la energía psíquica se traslada
completa al sistema P. Freud, propone que , durante el día, una suerte de corriente continua viaja
desde el sistema P hasta el sistema M; y esta corriente cesa durante la noche, entonces ya no
hay impedimento alguno a una contracorriente de excitación. Las regresiones son pensamientos
sofocados e inconscientes, mudados en imágenes visuales sensoriales. Es un efecto del cese de
la resistencia que se opone a la penetración del pensamiento onírico en la consciencia por la vía
normal.
En palabras de la profesora Solange (2016), la regresión es el mecanismo básico de formación
de sueños, pero el sueño también es regresivo en otro termino, porque permite una represión a la
condición temprana del soñante, una reanimación de su infancia.
Podemos describir 3 modos de regresión:
• Tópica. Inversa al sistema P, es decir, lo que se explicó aquí.
• Temporal. Regresión a formaciones psíquicas más antiguas, es decir, a cuando
éramos más niños.
• Formal. Cuando modos de expresión y de figuración primitivos (procesos primarios)
sustituyen a los actuales y habituales.
Modelo de la primera experiencia de satisfacción.
La primera vivencia de satisfacción ocurre la primera vez que se logra una descarga de un
estímulo displacentero, lo cual va a dejar una huella. Es un modo de pensar el origen del deseo.
El bebé, debido a su carácter de prematuración, es incapaz por sí mismo de producir el camino
específico para aligerar la tensión endógena producida por la necesidad biológica, es decir, es
inerme. Necesita de un otro auxiliador que realice la acción específica, produciendo la
cancelación del estímulo displacentero. Ese otro auxiliador que cubre las necesidades del niño,
además le da un plus: el amor, las caricias, un nombre, etc. Cuando ese otro posibilita la
descarga deja en ese niño una huella placentera, la primera vivencia de satisfacción. En lo
sucesivo la satisfacción queda unida a la imagen del objeto que ha procurado la satisfacción, así
como la imagen motriz del movimiento reflejo que permitió la descarga.
Cuando la necesidad interna vuelve a aparecer (por ejemplo, el hambre), la huella de displacer
que se generó en un primer momento es embestida de un afecto placentero, que es el recuerdo
30
de la satisfacción primaria; esto es llamado tensión placentera. Entonces, la imagen del objeto
(que produjo la satisfacción) es recatetizada, esta reactivación produce algo una alucinación, en
la que el bebé recuerda la intervención del otro auxiliador haciendo posible la descarga de la
necesidad, esto genera placer. Si entonces se desencadena el acto reflejo, inevitablemente se
producirá la decepción, pues esta alucinación o tensión placentera es momentánea, ya que no
hace que el displacer o la necesidad disminuya, por eso esta es la primera decepción.
El conjunto de la experiencia de satisfacción real y satisfacción alucinatoria constituye el
fundamento del deseo.
Lo que se busca de aquí en adelante es recuperar esa experiencia primera que genero placer, es
una marca que tiende el aparato psíquico, aunque dicha experiencia nunca se encuentre, por esto
se piensa a la primera vivencia de satisfacción como el origen del deseo. El aparato psíquico se
constituye a partir de esta primera experiencia de satisfacción, con esa huella porta la tensión del
deseante, siempre estará la tensión del deseo, es decir, ya existe un placer en el desear.
¿CUÁNDO COMIENZA LA VIDA DE UN NIÑO? – CLEMENCIA BARALDI (TEXTO DE
EVOLUTIVA I).
Cuando el niño siente una tensión por necesidad (hambre, frio, sed, sueño), la exterioriza
mediante un grito, esto es una insignia un significante. Sucede que esta tensión, esta necesitad,
es un estímulo endógeno displacentero. Este grito es interpretado por la madre, que le otorga una
respuesta la cual producirá la distensión, es decir, una disminución del estímulo que involucra
algo placentero. La interpretación por parte de la madre, del grito, convierte al susodicho en un
llamado, que sería otra insignia significante. Con esta respuesta interpretada, se produce la
primera vivencia de satisfacción, pues el estímulo fue resuelto y apareció el placer. Esta es una
forma de pensar el origen del deseo.
Ahora bien, cuando ese Otro posibilita la descarga de la necesitad/displacer/tensión, deja en ese
niño una huella placentera, la primera vivencia de satisfacción, pero cuando la tensión, el hambre
vuelve a aparecer, el niño ya no podrá nunca más recobrar la misma satisfacción que vivió por
primera vez, aquí se instaura el sujeto dividido, el sujeto de la falta por la castración del
significante, según sentenciaría Lacan.
Series complementarias. Apress coup
“LECCIONES INTRODUCTORIAS AL PSICOANÁLISIS”. CONFERENCIA 23: VÍAS DE
FORMACIÓN DE SÍNTOMAS.
Síntoma. Engendrado como un retoño del cumplimiento del deseo libidinoso inconsciente,
desfigurado de manera múltiple. Al investir regresivamente a las fijaciones, la libido sortea la
represión y consigue una descarga de libido, en la que claro, deben respetarse condiciones
(condensación y desplazamiento).
Ubicación de las fijaciones. La libido encuentra las fijaciones en las prácticas y vivencias de la
sexualidad infantil, en los afanes parciales abandonados y en los objetos resignados de la niñez.
Unas vivencias contingentes de la infancia pueden dejar fijaciones de libido. Las disposiciones
constitucionales son la secuela que dejaron las vivencias de nuestros antepasados.
Fijación libidinal del adulto. Se descompone en dos factores:
- Disposición heredada | Constitución sexual | Vivenciar prehistorio.
- Predisposición adquirida en la primera infancia | Vivenciar infantil.

31
Cuadrito:

Causación Predisposición Vivenciar accidental


de la = por fijación + (traumático) del

Disposició Vivenciar
n infantil

La primera serie complementaria es la constitución sexual hereditaria. La segunda es el vivenciar


infantil. La libido de los neuróticos está ligada a sus vivencias sexuales infantiles. En el síntoma,
la libido ha vuelto a las fijaciones regresivamente después que fue expulsada de sus posiciones
más tardías. Estas vivencias infantiles no tuvieron en su momento importancia alguna, solo
cobraron importancia regresivamente. En otras palabras, la investidura libidinal de las vivencias
infantiles es reforzada por la regresión de la libido.
Las neurosis de los niños son muy frecuentes, en la mayoría de los casos se presentan en forma
de histeria de angustia. Pero, sería inconcebible que la libido represase con tanta regularidad si
un hubiese nada que la atraiga, esta atracción es causada por la fijación.
Concepto de Fijación: es la inmovilización de un determinado monto de energía libidinosa en
algún punto de la vía del desarrollo.
Además, existe una relación de complementareidad de la causación del síntoma, entre las
vivencias infantiles y las tardías, es decir, tenemos dos extremos: inhibición del desarrollo y la
regresión.
Concepto de síntoma: creación de un sustituto para la satisfacción frustrada por medio de una
regresión de la libido a épocas anteriores, esto causa el retroceso a estadios anteriores del
desarrollo en la elección de objeto o en la organización.
El neurótico está ligado a algún punto de su pasado, punto en que su libido no echaba de menos
la satisfacción. El síntoma repite de algún modo la modalidad de satisfacción de su temprana
infancia, desfigurada por la censura que nace del conflicto, volcada a una sensación de
sufrimiento y mezclada con elementos que provienen de la ocasión (tardía) que llevó a contraer la
enfermedad. Es irreconocible para la persona, la siente como sufrimiento y por eso se queja de
este síntoma.
Los síntomas son irreconocibles para el sujeto porque no se perciben como satisfacción,
prescinden del objeto y resignan el vínculo con la realidad exterior. Este último punto se debe a
que reemplazan una modificación del mundo exterior por una modificación del cuerpo, una acción
por una adaptación. El síntoma figura algo como cumplido, pero por medio de condensación esa
satisfacción puede comprimirse en una sensación única, por medio de un desplazamiento
extremo puede circunscribirse a un pequeño detalle de todo el complejo libidinoso.
“Lecciones Introductorias al Psicoanálisis”. Conferencia 23: Vías de Formación de
Síntomas.
Perjuicio. Conllevan un displacer, ergo, se gasta energía de dos maneras:
- Al formarse
- Al luchar contra ellos.
Consecuencias del síntoma: empobrecimiento de la persona en cuanto a energía anímica
disponible.
32
Síntomas neuróticos: resultado de un conflicto que se libra (y se resuelve) en torno a una nueva
modalidad de satisfacción pulsional. Esta nueva es: las dos fuerzas que se habían enemistado
vuelven a coincidir en el síntoma, reconciliándose gracias al compromiso de la formación de
síntoma.
Dos partes en el conflicto: La libido insatisfecha, que es rechazada por la realidad, tiene que
buscar otros caminos para su satisfacción.
Regresión. Si, a pesar de que la libido (insatisfecha) está dispuesta a aceptar otro objeto en lugar
del denegado, a la realidad no le importa, entonces (la libido) necesita emprender un camino de
regresión, mediante el cual aspira a satisfacerse dentro de organizaciones ya superadas u
objetos ya resignados
Conflicto. Es necesario para que se forme la neurosis que el Yo esté en desacuerdo con estas
regresiones.
Fijaciones. Como la realidad-yo está armando quilombo, la libido se ve obligada a escapar a otro
lado, a donde encuentre un drenaje para su investidura energética, regida por el principio de
placer, esto es, hacia las fijaciones que han sido dejadas en la vía del desarrollo de ese sujeto. El
yo, anteriormente, se había protegido de estas fijaciones mediante represiones (es decir, las
fijaciones son pulsiones reprimidas).
Sustraerse del Yo. Este es el efecto de que la libido (insatisfecha) invista estas posiciones
reprimidas (fijaciones), la libido se aparta (sustrae) del yo y de sus leyes.
Sistema Icc. La libido transfiere ahora su energía en calidad de investidura (descarga de energía,
catetiza) a las representaciones del sist. Icc, ergo, estas representaciones están sometidas a los
procesos del sist. Icc, en particular condensación y desplazamiento.
Semejanza con el Sueño. Con la catetización de la libido a representaciones del sist. Icc, se
establecen constelaciones semejantes a la formación del sueño: el sueño genuino (latente) es el
cumplimiento de una fantasía inconsciente de deseo, pero este entra en una transacción con un
fragmento de actividad Prcc, este fragmento ejerce censura, lo que permite la formación de un
sueño manifiesto en calidad de compromiso. Del mismo modo, la subrogación de la libido en el
sist. Icc tiene que contar con el Yo-Prcc, entonces, la contradicción del yo persigue a la libido en
calidad de contrainvestidura, lo que la obliga a escoger una expresión que pueda convertirse en
expresión del yo.

Inhibición, Síntoma y Angustia en la infancia.


INHIBICION, SINTOMA Y ANGUSTIA
I
Inhibición: no significa necesariamente algo patológico. Son restricciones de las funciones del yo,
bien como medida de precaucion, bien a consecuencia de un empobrecimiento de energia
Síntoma: es signo de un proceso patológico. No puede ser ya descrito como un proceso que
ocurra dentro o actue sobre el yo.
Clasificación o tipos de inhibiciones:

33
a- Inhibiciones especificas: encontramos las causas de estas en una intensa erotización de
los órganos que en tales funciones intervienen. La función yoica de un órgano queda
alterada cuando se produce este aumento.
*El yo renuncia a estas funciones para no tener que llevar a cabo una nueva represión, para evitar
un nuevo conflicto con el ello.
* encontramos otro tipo de inhibiciones de autocastigo muy frecuentes en las actividades
profesionales. Aquí el yo no debe hacer determinadas cosas porque habrían de traerle consigo
provecho y éxito, lo cual ha sido prohibido por el superyó.
b- Inhiciiones generales: aquí el yo se encuentra absorbido por una labor psíquica de particular
gravedad, tal como un duelo, gran supresión afectiva, o la tarea de mantener sumergidas
fantasias sexuales que quieren emerger continuamente. Se empobrece la energía de la que este
(el yo) puede disponer y se ve obligado a restringir su gasto en muchos lugares.

II
Síntoma: es un signo y un sustitutivo de una expectativa de satisfacción de un instinto, un
resultado del proceso de la represión. La represión parte del yo, que a veces por mandato
delsuperyo rehusa agregarse a una carga instintiva iniciada en el ello. Por medio de la represión
logra el yo impedirle que la idea, vehiculo del impulso prohibido, alcance a ser CC
Por la represión, la liberación del instinto aparece como displacentera en lugar de placentera
(transformación de los afectos). El yo puede ejercer mucha influencia sobre el ello. Cuando el yo
lucha contra el instinto del ello, da una 'señal' de displacer para alcanzar su propósito con la
ayuda del principio del placer, instancia casi omnipotente. ¿De dónde saca el yo la energía para
dar esta señal de displacer? La saca de la representación a reprimir y la convierte en displacer
(angustia). El afecto reprimido es transformado en angustia, y así el yo resulta ser la sede de la
angustia. No se crea aquí nueva energía: se toma la energía de lo reprimido y se la convierte en
angustia.
El síntoma surge del impulso instintivo obstruído por la represión. Cuando gracias a la señal de
displacer o angustia logra el yo su propósito de dominar al impulso, no logramos saber nada
sobre la represión: sólo cuando ésta fracasa podemos comprender algo de ella. El impulso
instintivo encuentra un sustituto de su satisfacción en el síntoma, el cual no es placentero y sí es
obsesivo. Esta sustitución impide la descarga por medio de la motilidad: el síntoma no se
transforma en acción. Por tanto el yo opera bajo la influencia de la realidad exterior excluyendo de
esta realidad el éxito del proceso sustitutivo.
III
La represión nos revela a la vez la fuerza y la debilidad del yo.
La lucha no termina con la formación del síntoma, y suele seguir con una lucha contra el síntoma
mismo. En efecto, el yo busca suprimir el síntoma por ser algo extraño y aislado en la vida
anímica, y busca además integrarlo a ella. Esto se ve especialmente en los síntomas histéricos,
donde es posible discriminar por un lado el impulso y por el otro el castigo.
IV
El ejemplo concreto es el caso Juanito, quien se niega a salir a la calle por temor a los caballos.
¿Dónde está aquí el síntoma?, ¿en la angustia?, ¿en la restricción a moverse libremente?, ¿en el
caballo como objeto elegido?; ¿dónde está la satisfacción que Juanito se prohíbe?
34
Vemos que se trata de un miedo muy concreto: el temor a que lo muerda un caballo. El análisis
de Juanito revela un conflicto de ambivalencia: odia y ama al mismo tiempo a su padre. Su fobia
debe ser una tentativa de resolución de dicho conflicto, el cual en este caso no se resuelve al
triunfar una de las dos tendencias. Juanito reprime el impulso hostil hacia su padre, pues antes
había visto cómo se hería un caballo y un compañerito que lo montaba al caerse juntos,
asaltándose entonces el deseo de que a su padre le pasara lo mismo.
En esta fobia la angustia no es el síntoma. Si Juanito, enamorado de su madre, mostrara miedo al
padre, esto no significaría ni una neurosis ni una fobia, simplemente una expresión de sus
sentimientos. Lo que hace de esta reacción una neurosis es simplemente la sustitución del padre
por el caballo. Este desplazamiento es lo que constituye el síntoma, que permite resolver la
ambivalencia. Lo resuelve desplazando uno de los dos impulsos de Juanito sobre el caballo u
objeto sustituto. Podríamos aquí preguntarnos ¿si Juanito deriva el impulsos hostil hacia el
caballo, porqué no lo agrede en lugar de tenerle miedo? Si Juanito lo hubiera directamente
agredido, la represión no habría modificado en absoluto el carácter agresivo del impulso instintivo,
sino sólo su objeto. Esto nos lleva a pensar que en Juanito ha ocurrido algo más.
La representación de ser devorado por el padre (mordido por el caballo), es un antiquísima
representación típica infantil, lo que a su vez es la expresión de un impulso amoroso pasivo: ser
amado por el padre, en el sentido genital, aunque se exprese en la fase de transición de lo oral a
lo sádico (regresión). Pero esto, ¿se trata sólo de una sustitución de la representación por una
regresión a imágenes primordiales (ser devorado por el padre) o de un rebajamiento regresivo
real de lo genital a lo oral y sádico? No es fácil decidirlo. El caso del hombre de los lobos parece
confirmar la segunda alternativa, pues dio muestras de impulsos sádicos y neurosis obsesiva.
Por lo tanto, el yo no utiliza sólo la represión: también recurre a una regresión y, una vez instalada
ésta, puede luego seguir una represión.
Los casos de Juanito y del hombre de los lobos sugieren otras reflexiones. En ambos casos el
impulso hostil hacia el padre queda reprimido por su transformación en lo contrario: en vez de
agredir al padre, éste (lobo o caballo) agrede al sujeto. Pero también se ha reprimido el impulso
amoroso pasivo, y también el impulso amoroso hacia la madre. O sea aquí se reprimieron varios
impulsos, no uno solo, y además hubo una regresión a fases anteriores. En ambos casos
encontramos también el miedo a la castración: por este miedo abandona Juanito la agresión
contra su padre (y el miedo a la mordedura es el miedo a la mordedura de sus genitales). En el
hombre de los lobos, la castración se aprecia en sus sueños. En suma: en ambos casos es el
miedo a la castración el motivo de la represión. Las ideas angustiosas de ser mordido por el
caballo o devorado por el lobo son sustitutivos deformados de la idea de ser castrado por el
padre. El miedo angustioso a la castración es una angustia real, miedo a un peligro juzgado como
verdadero. La angustia causa aquí entonces la represión y no, como antes habíamos dicho
(Freud alude aquí a su primera teoría sobre la angustia) que la represión cause la angustia, o sea
que la represión transforme el impulso instintivo en angustia.
La angustia, concluímos, no nace nunca de la libido reprimida. Sin embargo en casos como el
coitus interruptus o la abstinencia forzada se produce angustia a expensas de la energía del
impulso instintivo desviado. Podemos explicar esto pensando que el yo sospecha peligros cuando
hay un coitus interruptus, ante los cuales reacciona con angustia, pero esta hipótesis no conduce
a nada. Los análisis de las fobias anteriores parecen hacer más sólida la hipótesis de que la
angustia produce la represión.
V

35
La existencia de neurosis sin angustia (por ejemplo la histeria de conversión), nos obliga a reveer
nuevamente las relaciones que habíamos establecido antes entre síntoma y angustia. Lo que
hemos estudiado hasta ahora fueron las fobias, las cuales al ser tan afines a las histerias de
conversión, las podemos llamar 'histerias de angustia'.
Los síntomas de la histeria de conversión (parálisis motoras, contracturas, dolores, etc) sustituyen
a una descarga normal de la excitación: implican una descarga perturbada. El camino para dicha
descarga sustitutiva guarda relación con la situación primitiva donde ocurrió la represión, por
ejemplo, existió realmente el dolor que ahora aparece como síntoma, hubo percepciones reales
donde ahora aparecen alucinaciones, etc. Los síntomas pueden ser indiferentes (por ejemplo en
la parálisis) o displacenteros (alucinaciones), pero nada de esto nos ayuda a ver la formación del
síntoma, por lo cual veremos que sucede en la neurosis obsesiva.
En ella encontramos síntomas primitivos que son prohibitivos, punitivos, defensivos, pero poco a
poco el yo va produciendo síntomas donde se integran la prohibición y la satisfacción. En los
casos más simples el síntoma tiene dos momentos: ejecutar cierto mandamiento y luego suprimir
lo hecho en el momento anterior. Analizando todo esto notamos dos cosas: en la neurosis
obsesiva hay una lucha constante contra lo reprimido que luego poco a poco va cediendo, y
segundo, el yo y el superyo son importantes para la formación del síntoma.
Tanto en la histeria como en la neurosis obsesiva la situación inicial es el Edipo, pero en la última,
por factores constitucionales (debilidad de la organización genital de la libido) hay una regresión a
la fase sádico-anal. Quizá la razón tampoco sea constitucional sino temporal (el yo empezó con
sus resistencias al comienzo de la fase fálica). Metapsicológicamente, la regresión podemos
explicarla como una 'disociación de los instintos', como una separación de los componentes
eróticos que, al comienzo de la fase genital, se habían agregado a la carga psíquica destructora
de la fase sádica. La regresión es el primer triunfo del yo en su lucha defensiva. En la neurosis
obsesiva se ve con claridad que se trata de una defensa contra el complejo de castración.
Represión, regresión y exageración de rasgos de carácter son defensas típicas de la neurosis
obsesiva. En la histeria faltan o son más débiles las terceras.
En la neurosis obsesiva el superyo es muy severo, y no puede sustraerse a la regresión ni a la
disociación de los instintos.
Durante la latencia, la tarea principal parece ser la defensa contra la tentación masturbatoria. Esta
lucha genera luego síntomas del tipo de los ceremoniales. Vemos aquí también una sublimación
de los componentes erótico-anales.
En la pubertad vuelven a despertarse los impulsos agresivos de la época temprana, que son en
realidad impulsos eróticos que tuvieron una regresión. El yo lucha contra los impulsos agresivos
sin sospechar que está luchando contra los impulsos eróticos. El superyo actúa en la represión de
la sexualidad, adoptando ésta sobretodo formas más repulsivas: la repulsión se hace más
intolerable por efecto de un único factor: la regresión de la libido.
La represión no destruyó el contenido del impulso agresivo pero sí su afecto: la agresión no es
experimentada como un impulso sino como una mera idea. El yo aparece muy influenciado por el
superyo, y puede sentirse culpable. La culpabilidad puede también no sentirse en la neurosis
obsesiva, manifestándose por síntomas de autocastigo (que significan también impulsos
instintivos masoquistas).
La neurosis obsesiva tiende a procurar cada vez mayor amplitud a la satisfacción sustitutiva, a
costa del renunciamiento. El yo se ve impulsado a buscar la satisfacción en los síntomas, lo cual

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puede paralizar totalmente la voluntad del yo puesto que en cada decisión encontrará, por ambos
lados, impulsos igualmente enérgicos.
VI
Durante esta lucha podemos observar dos actividades del yo dedicadas a la formación de
síntomas, y que prueban que la represión tropieza con dificultades. Las dos técnicas son: 'borrar
lo sucedido' y el 'aislamiento'. Borrar lo sucedido busca borrar mediante un símbolo motor, un
suceso anterior: ritos, supersticiones, y ceremoniales. Aquí los síntomas tienen dos tiempos: el
primer acto es preventivo, evita que algo suceda o se repita y tiene un carácter racional; el
segundo acto borra el primero y tiene carácter mágico. En la neurosis obsesiva, aquello que no ha
sucedido como el sujeto hubiera deseado es borrado por medio de su repetición en forma distinta,
acumulándose toda una serie de motivos para continuar indefinidamente esas repeticiones.
Aislamientodespués de un suceso desagradable o un acto propio importante para la neurosis,
es interpolada una pausa, donde nada debe suceder, ni percibirse ni hacerse. A diferencia de la
histeria, donde se puede olvidar una impresión traumática, aquí no se puede olvidar pero,
mediante el aislamiento, interrumpir los lazos asociativos. El aislamiento se refuerza con actos
motores de intención mágica. Normalmente se usa también el aislamiento, por ejemplo, en la
concentración. El tabú al contacto físico es típico en la neurosis obsesiva, porque allí se agudizan
las ambivalencias (amor y agresión hacia el objeto amado): aquí es donde el aislamiento es más
fuerte.
En las fobias, histerias de conversión y neurosis obsesivas, el origen lo constituye el complejo de
Edipo, y el miedo a la castración es el motor de la resistencia del yo, pero sólo en las fobias ese
miedo se exterioriza y se confiesa.
VII
En las zoofobias infantiles vistas, el yo tiene que actuar contra una carga de objeto libidinosa del
ello por comprender que, el aceptarla, traería consigo el peligro de la castración.
Queda por ver en el caso Juanito (Edipo positivo) si la defensa del yo va contra el impulso
amoroso hacia la madre o el impulso agresivo contra el padre. Sólo el primero de ellos es
puramente erótico. En Juanito el impulso amoroso parece haber sido totalmente reprimido,
emergiendo sólo el impulso agresivo en el síntoma. En el caso del hombre de los lobos, el
impulso reprimido que aparece en el síntoma es el impulso erótico (actitud femenina con respecto
al padre: Edipo negativo). A partir de todo esto Freud nota un defecto en su teoría de los instintos.
Y la solución la encuentra en un hecho conocido: los impulsos instintivos pueden estar
fusionados, al reprimir el impulso amoroso, al mismo tiempo se puede estar reprimiendo el
impulso agresivo. En Juanito por ejemplo, el impulso agresivo es también reprimido.
Relación con la angustia: Cuando el advierte el peligro de castración, da la señal de angustia e
inhibe la amenaza del ello. Por la fobia el miedo a la castración recibe un objeto distinto y una
expresión disfrazada (ser mordido por el caballo o ser devorado por el lobo, en vez de ser
castrado por el padre). Esta sustitución tiene la ventaja de eliminar la ambivalencia, y además la
ventaja de permitir al yo desarrollar angustia, ya que de un padre ausente no puede temerse la
castración, pero al mismo tiempo el padre no puede ser suprimido: teniéndole miedo al caballo
puede controlar la angustia, simplemente evitándolo. En rigor no se sustituye aquí un peligro
interior por uno exterior, sino uno exterior (castración) por otro exterior (mordedura). La única
diferencia entre esta angustia y la angustia real (o sea la normal ante situaciones peligrosas
objetivas) es que la primera tiene un contenido inconciente, que sólo deformado o disfrazado
alcanza la conciencia
37
Si hasta ahora veníamos viendo la angustia como una señal de peligro, ahora la vemos como una
reacción frente a una pérdida (castración).
VIII
La angustia se nos presenta como algo que sentimos y que es displacentero. Además implica un
acto de descarga (motora, que afecta los órganos respiratorios y el corazón), y la percepción de
dicha descarga. Descarga y percepción diferencian ya la angustia del dolor y la tristeza. La
angustia se basa en un incremento de la excitación (que produce displacer) y su descarga (que
decrece el displacer). Esto es una explicación fisiológica, pero una explicación más psicológica
muestra que la angustia proviene de actualizar una situación prototípica: el trauma de nacimiento.
O sea, explicaríamos la angustia por un factor histérico.
Concluiremos hasta aquí que las fobias infantiles no remiten al acto del nacimiento. Se puede
comprobar que el niño siente angustia en tres casos: cuando está solo, cuando está en la
oscuridad, y cuando está en presencia de extraños (caras no familiares). Estos tres casos se
reducen a una sola condición: el niño advierte la falta de la persona amada o ansiada. La angustia
es reacción ante esta falta, y nos recuerda el miedo a la castración, que también implica la
separación de un objeto y aún la angustia más primitiva del nacimiento, proveniente de la
separación de la muerte.
Con la experiencia de que un objeto exterior (por ejemplo el pecho) puede poner término a una
situación peligrosa que recuerda la del nacimiento, se desplaza el contenido del peligro de una
situación económica (inundación masiva de excitaciones) a una situación de pérdida de un objeto.
El peligro es ahora la ausencia de la madre, y el niño reacciona con angustia antes que se
produzca la temida situación económica. En la fase fálica la angustia aparece ante la separación
posible de los genitales. El ser despojado de los mismos equivale a una nueva separación de la
madre (pues su posesión es garantía de una unión sexual con ella), lo que retrotrae al niño a una
tensión de necesidad similar a la experimentada en el nacimiento.
La angustia tiene distinta connotación según el periodo considerado: surge al principio ante el
peligro de la impotencia psíquica en la época de la carencia de madurez del yo; el peligro de la
pérdida del objeto en la falta de independencia de los primeros años infantiles; el peligro de
castración en la fase fálica; y el miedo al superyo durante el periodo de latencia. Sin embargo,
todas estas situaciones siempre subsisten y se puede volver a ellas.
Así como en las fobias y neurosis obsesivas (más típicas del varón) la angustia es angustia ante
la amenaza de castración, así en la histeria (más típica de la mujer) la angustia es angustia ante
la pérdida del objeto de amor.
IX
relación entre formación de síntomas y angustia.
Al respecto hay dos opiniones: 1) la angustia misma ya es un síntoma neurótico, y 2) el síntoma
está para eludir la angustia. Freud apoya esta segunda opinión, y la ejemplifica mostrando por
ejemplo que si impedimos al obsesivo lavarse las manos siente angustia, lo que prueba que el
síntoma tapaba la angustia, El síntoma protege de la angustia y de la situación de peligro que la
había generado. La situación de peligro es interna (aunque se pueda proyectar en el exterior). ya
que está en el mismo impulso instintivo. El yo, para hacer a éste inofensivo, lo desvía de su fin.
Así como hay un distinto peligro en cada etapa de la vida, lo mismo pasa con el dolor: la niña
siente dolor cuando pierde la muñeca, y el adulto cuando pierde un ser querido; también en el
dolor puede haber regresos al mundo infantil (en el caso de las neurosis).
38
X
La angustia es incuestionablemente una reacción frente al peligro. Pero no siempre un peligro
genera angustia. En el origen de las neurosis debemos encontrar tres factores: biológico (la larga
indefensión del bebé que aumenta los peligros del mundo exterior), filogénico (la evolución sexual
humana es distinta a la de otras especies próximas, porque por ejemplo sufre interrupciones
durante el periodo de latencia, donde los impulsos instintivos son experimentados como
peligrosos), y un tercer factor psicológico: el yo debe defenderse contra ciertos impulsos
instintivos por él considerados peligrosos, pero esta defensa no es tan exitosa como cuando se
trata de peligros externos, por lo cual debe formar síntomas.
XI
APENDICE
A. Modificación de opiniones anteriores
Resistencia y contracarga.- La defensa contra el instinto exige un esfuerzo permanente: la
resistencia. Esta implica una contracarga, es decir una reacción del yo opuesta al impulso (poe
ejemplo pureza o escrupulosidad en la neurosis obsesiva). En las neurosis obsesivas estas
contracargas afectan los rasgos de carácter, pero en la histeria mas bien se circunscriben a
relaciones muy especiales (ternura hacia el objeto odiado, etc). En la histeria el impulso es
combatido eludiendo la situación externa, también peligrosa. Esto además lo vemos en las fobias,
donde la contracarga es exterior y no interior, como en las neurosis obsesivas.
Aún cuando el yo haya logrado vencer la resistencia, debe aún luchar contra la obsesión de
repetición y la atracción de los prototipos inconcientes sobre el proceso instintivo reprimido. Esto
último se llama resistencia de lo inconciente.
Profundizando el análisis, encontramos cinco tipos de resistencia, tres de las cuales provienen del
yo, y las otras del ello y del superyo. Las resistencias del yo son la resistencia de la represión (de
la que hablamos antes), la resistencia de la transferencia (en relación a la situación analítica), y la
resistencia derivada del beneficio de la enfermedad (incorporación del síntoma al yo). La
resistencia del ello es lo que antes hemos llamado resistencia de lo inconciente. Y la resistencia
del superyo, la más invencible, parece provenir de la conciencia de culpabilidad o necesidad de
castigo.
Angustia por la transformación de la libido.- Nuestra teoría anterior veía en el yo la única sede de
la angustia, pero ahora debemos pensar también en una angustia del instinto del ello. Esta
angustia aparece cada vez que hay una situación de peligro análoga a la del trauma de
nacimiento. La angustia del yo también puede aparecer: es cuando el yo adquiere poder sobre
esta angustia sirviéndose de ella como aviso ante el peligro y como medio para provocar la
intervención del mecanismo placer-displacer. La angustia del ello es involuntaria y automática, y
aparece en situaciones análogas a la del nacimiento, pero la angustia del yo (el otro origen de la
angustia) funciona como aviso para eludir tan peligrosa situación. La primera angustia se ha
transformado en la segunda.
Represión y defensa.- La represión es sólo uno de los métodos de defensa del yo, la cual por
nuestras nuevas investigaciones ha resultado ser quizá la más importante de las defensas.
B. Complemento al tema de la angustia
La angustia se caracteriza por su imprecisión y su carencia de objeto definido. Esto la diferencia
del miedo, donde hay un objeto identificable. La angustia real es ante un peligro conocido, y la
angustia neurótica se da ante un peligro desconocido, emanado de un instinto.
39
En el peligro conocido o real hay un aspecto afectivo (angustia) y uno protector (nos
defendemos). Quizá el peligro instintivo también tenga estos dos componentes. La angustia
puede llegar a paralizar la acción protectora.
A veces el peligro es conocido y real, pero sentimos una angustia desproporcionada frente a él:
aquí se mezclan la angustia real y la neurótica.
El peligro proviene de nuestra impotencia, si no no tendríamos miedo: impotencia material en el
peligro real, impotencia psíquica en el peligro instintivo. Estas impotencias se basan en
experiencias anteriores realmente vividas. En síntesis: la situación peligrosa es la situación de
impotencia, reconocida, recordada y esperada. La angustia es la reacción primitiva a la
impotencia en el trauma, reacción que es luego reproducida, como señal de socorro, en la
situación peligrosa. El yo, que ha sufrido pasivamente el trauma ahora lo repite en forma mitigada
para poder controlarlo.
Entre peligro real exterior y peligro interno instintivo hay una íntima conexión: el peligro real, para
ser tal, debe tener alguna significación para el yo, o sea debe haberse hecho interno. Y al revés:
un peligro interno instintivo puede desembocar en un peligro externo (la satisfacción del instinto
traería como consecuencia un peligro desde el exterior).
C. Angustia, dolor y tristeza
Angustia es reacción de peligro ante la pérdida del objeto, pero esto también es tristeza y también
dolor. Entonces, ¿cuándo la separación del objeto produce angustia, cuándo tristeza, y cuándo
dolor?
La primera condición de la angustia es la pérdida de la percepción del objeto, que es equiparada
con la pérdida misma. Más tarde comprende que el objeto puede estar, pero estar enfadado con
él, y aquí aparece una condición más permanente de la angustia: la falta de cariño. La situación
traumática de la ausencia de la madre no es la misma que la situación traumática del nacimiento
(en esta última sólo hay angustia). En la primera hay un anhelo porque la madre vuelva: de esto
dependerá la reacción de dolor. Es dolor es la reacción ante la pérdida verdadera del objeto, pero
la angustia es la reacción al peligro que tal pérdida trae consigo. La tristeza surge una vez
producida la pérdida, y surge bajo la influencia del examen de la realidad que impone la
separación del objeto, puesto que este ya no existe. La tristeza lleva a cabo la separación.

Angustia: reacción del individuo cada vez que se encuentra en una situación traumatica, es decir,
sometido a una afluencia de excitaciones, de origen externo o interno, que es incapaz de
controlar. La angustia automática se opone, en la opinión de Freud, a la señal de angustia
La expresión angustia automática se comprende comparándola con el concepto de señal de
angustia. En ambos casos, como fenómeno automatico y como señal de alarma, la angustia debe
considerarse como producto del estado de desamparo psíquico del lactante, que evidentemente
constituye la contrapartida de su estado de desamparo biológico.
La angustia automática es una respuesta espontanea del organismo frente a esta situación
traumatica o a su reproducción. Por “situación traumatica” debe entenderse un aflujo no
controlable de excitaciones demasiado numerosas e intensas: esta idea es muy antigua en Freud;
la encontramos en sus primeros escritos acerca de la angustia, en los que la define como el
resultado de una tensión libidinal acumulada y no descargada. El termino “angustia automática”

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se refiere a un tipo de reacción; no prejuzga el origen interno o externo de las excitaciones
traumatizantes.
Angustia ante un peligro real: angustia ante un peligro exterior que contituye para el individuo una
amenaza real.
Síntoma: expresión de un cumplimiento de deseo y la realización de un fantasma inconsciente
que sirve al cumplimiento de ese deseo.

La categoría de trastorno. Su diferencia con el síntoma.


Apuntes Clases.
El concepto de patología nos lleva a pensar algo de qué es la salud y la enfermedad. Lo que
podemos pensar como los paradigmas de salud y enfermedad, hay algo de la enfermedad que se
liga con algo del padecimiento, con algo del sufrimiento, que nos hace pensar en (1) un
desequilibrio, o la ruptura de un equilibrio (si se lo piensa en oposición a la salud), (2) una
disfunción, en oposición a un correcto funcionamiento que tenía o era esperable, y (3) una
alteración, en relación a algo que se modifica en relación a la norma.
Algo de todos estos conceptos bordean el criterio de patología o de psicopatología, pero nos
encontramos frente a los discursos médicos, que son discursos necesarios porque miran desde
distintos parámetros algo de lo saludable, algo de la adaptación a la realidad o una desadaptación
a la realidad.
Pero más allá de este discurso, también podemos empezar a pensar en un sujeto que, desde
Freud, se separa un poco de lo normal y lo anormal, lo saludable o no saludable ligado al criterio
de realidad, y desde el inicio de sus textos trabaja la noción de conflicto. En retrospectiva,
podemos pensar al sujeto desde la noción del conflicto, debido a que la lógica binaria no nos
alcanza para dar cuenta de la subjetividad, del aparato psíquico. Esta noción de conflicto nos
empuja a una lógica que no es de bueno-malo; todo-nada; nos saca de una lógica binaria, y nos
lleva a una lógica paradojal. Una paradoja es algo que parece contradictorio a la opinión general
o sentido común, pero que no conlleva a una contradicción lógica.
No nos alcanza con la lógica binaria porque todo el tiempo se trabaja con contradicciones en el
sujeto, contradicciones internas que no se permiten pensar en lógica binaria bueno-malo. La
lógica paradojal propone que, en apariencia, existe una contradicción, y es por eso necesario
abrir otras variables de análisis para poder pensar cual es la coherencia que sostiene ese
sistema. En este sentido, el incluir diferentes respuestas, incluir diferentes variables, podría sacar
al sistema de esta aparente contradicción.
A pesar de que, si se habla de cierta patología en psicoanálisis, Freud hablaba de patología y
Lacan hablaba de cosas que no operaban, como en la psicosis no opera el nombre del padre,
todo era para poder pensar en cómo funciona el psiquismo. Se estudia lo psíquico, ese aparato
psíquico que se constituye y que de alguna manera condiciona a nuestra conducta. Al hablar de
conductas, se entra en una perspectiva de modificación de conductas y de solución de problemas
externos, entonces corremos el eje de lo que es la psiquis.
Para entender cómo funciona el psiquismo, desde Freud, hay que meterse en su idea de
conflicto, plantea conflictos pulsionales, entre instancias psíquicas, y conflicto económico. Es
decir, los puntos de vista tópico, dinámico y económico del aparato psíquico nos lleva a pensar
una psiquis que no viene dado, que se va constituyendo, que se constituye a partir del encuentro
del niño con un mundo que le permite armar su estructura. En retrospectiva, pensamos en la
41
constitución psíquica desde una división del aparato psíquico en 3 puntos de vista (lógico,
dinámico y económico), que nos permite introducirnos en la noción de conflicto.
Pensar en el conflicto nos lleva a pensar en el elemento fundamental con el que trabaja el
psicoanálisis: el síntoma. Las dos nociones básicas de la psiquiatría clásica hasta la psiquiatría
actual son síndrome y síntoma. Para la psiquiatría clásica, síndrome y síntoma tienen que ver
con la manera de describir los cuadros psicopatológicos de las enfermedades. El síndrome está
compuesto por un conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una
enfermedad. La psiquiatría clásica buscaba la repetición de ciertos síntomas para lograr hacer la
descripción de un cuadro que se presenta con las mismas características en un determinado
momento. Siempre está la idea de ese conjunto de síntomas como una alteración del organismo.
Pero la psiquiatría clásica no solo buscaba la descripción sino también la etiología de un cuadro,
es decir, la causa. No solo pensaba una causa en el organismo, sino también ligado a lo psíquico.
Esto nos lleva de vuelta a pensar el tema de la contradicción en términos de tensión, una tensión
que permite pensar en movimiento.
El gran salto del psicoanálisis es plantear que la estructura del lenguaje permite localizar la
realidad, a partir de esto, propone que no hay una relación natural, sino una relación
convencional, si se quiere.
El trastorno es un cambio o alteración que se produce en la esencia o en las características que
conforman una cosa o el desarrollo de un proceso. Algo que está trastornado está muy ligado a la
noción de déficit. La idea de déficit implica que hay un todo normal, bueno, funcional, equilibrado,
no sufriente, alguien pleno de salud, y un déficit en eso. El problema del déficit en lo infantil es
que estamos en procesos de desarrollo, es muy fácil pensar que cuando algo no se constituye de
una determinada manera, falta.
“LECCIONES INTRODUCTORIAS AL PSICOANÁLISIS” CONFERENCIA 17: EL SENTIDO DE
LOS SÍNTOMAS.)
En las conferencia 17, incluidas en "Introducción al Psicoanálisis" (1916-1918), Freud muestra
porqué la teoría psicoanalítica afirma que los síntomas obsesivos, en contraposición a la
psiquiatría clásica, tienen un sentido que es preciso encontrar a través de su interpretación.
El sentido de los síntomas neuróticos fue descubierto por Josef Breuer; lo hizo mediante el
estudio y la curación de un caso de histeria en 1880, aunque fue Pierre Janet que aportó de
manera independiente la misma demostración y le corresponde la prioridad de publicación, pues
Breuer dio a conocer su observación junto a Freud en 1895, unos años después de haberla
realizado.
Los síntomas neuróticos tienen al igual que las como las operaciones fallidas y los sueños, un
sentido su nexo con la vida de las personas que los exhiben. A diferencia de la histeria, la
neurosis obsesiva tiene síntomas netamente psíquicos, y no orgánicos o somáticos.
El neurótico obsesivo presenta estos síntomas básicos:
 se ocupa de pensamiento que no le interesa, tiene una idea o representación fija,
generalmente absurda y experimenta impulsos extraños a él.
 realiza ciertos actos contra su voluntad y desprovistos de placer, actos que son huidas
de tentaciones que incluso pueden llegar a ser hasta de matar, que el enfermo no sólo
los desmiente como ajenos, sino que huye de ellos, horrorizado y se protege de
ejecutarlos mediante prohibiciones y restricciones de su libertad, ejecutando en

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realidad cosas inofensivas, mediante repeticiones ceremoniosas de actividades
cotidiana.
 el enfermo no puede suprimir la obsesión, pero sí puede desplazarla.
La explicación que da la psiquiatría sobre los obsesivos es simplemente que se trata de
individuos "degenerados".
Freud cita entonces dos ejemplos clínicos de síntomas obsesivos, para ilustrar cómo es posible
llegar a encontrar sus sentidos.
CASO 1: Una paciente de 30 años tenía un acto obsesivo que repetía una y otra vez: corría hacia
una habitación, se ponía frente a una mesa, donde había una gran mancha roja, llamaba a la
mucama delante de esa mancha y le daba una orden cualquiera o a veces ninguna y luego la
despedía.
Consultada de qué sentido tiene eso, ella dijo no saberlo, aunque después contó un hecho
ocurrido hacía más de 10 años atrás donde en su noche de bodas su marido, impotente, hizo
varias tentativas yendo desde otra pieza a la habitación de casados y después echó tinta roja en
la cama, para tener que avergonzarse ante la mucama cuando esta haga la cama.
Entonces se había identificado con la conducta de su marido, pues cama y mesa, juntas significan
matrimonio.
Ella fue repitiendo y 'perfeccionando' la escena para rectificar la penosa experiencia real y el
sentido del acto obsesivo resultó que expresaba un deseo: el marido no tiene que avergonzarse
ante nadie, pues no es impotente.
La señora vivía separada de su marido, en duda de un divorcio vía judicial. Al rehabilitar a su
marido, además, se obligaba a serle fiel y resistir otras tentaciones. De paso, también nadie
sospechaba la causa real de la separación. En este caso, la interpretación del síntoma fue hallado
por ella misma, sin intromisión ni guía del analista, y no apareció por un recuerdo de una vivencia
infantil, sino de una de una de la madurez
CASO 2: Se trata de una bella e inteligente joven de 19 años, hija única, tenía una ceremonia
antes de acostarse que llegaba a durar entre una y dos horas. Paraba de funcionar al reloj
grande, sacaba de la pieza su pequeño reloj de pulsera, así como floreros y jarrones que
pudieran caerse, o sea todo aquello que hiciera ruido y no la dejase dormir.
A su vez, paradójicamente, se aseguraba de tener la puerta entreabierta. Además colocaba las
almohadas de determinado modo, ajustándolas al milímetro, de modo que la almohada más
grande no tocara el respaldo de la cama y que la chica se apoyara sobre la otra solo formando un
rombo, en la que ella apoyaría su cabeza en diagonal al rombo.
El trabajo analítico en este caso fue mas dificultoso, pues negaba mucha de las propuestas de
interpretación y de los señalamientos, por lo que hubo que replantear el trabajo varias veces.
Ella entonces alejaba los relojes pues su pulsación estaba vinculada con la pulsación de su
clítoris, es decir con su excitación. El reloj en este caso juega el papel de referencia a la
regularidad de la menstruación.
La posible caída de jarrones la relacionaba con la hemorragia de la primera relación sexual, ya
que una vez se había sangrado cuando se le cayó uno de esos objetos cuando era niña,
sangrándole un dedo, entonces temía por sangrar como por no sangrar en la primera relación
sexual.

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La otra ceremonia, la colocación de la posición de almohadas se debe a que ella buscaba separar
al padre de la madre.
Esto lo había hecho en forma mas evidente antes, cuando simulaba angustias en la noche hasta
evitar que los padres cerrasen la puerta, después cuando se agarro insomnio, directamente
impuso dormir en la cama matrimonial entre ambos.
Cuando esto ya incomodaba, consiguió mediante simulación consciente, trocar el lugar con la
madre.
Esto llevo a esta ceremonia, donde la almohada grande era la madre, que debía separarse del
respaldo de la cama (el padre) para evitar que tengan otro hijo, eventual competidor.
Las almohadas a su vez tenían que colocarse formando un rombo y la cabeza de ella coincidir
exactamente con su diagonal mayor.
Esto se debe que se le asimila al rombo con el dibujo de los genitales femeninos abiertos. Ella
misma hacía entonces el papel de hombre, el padre, y con su cabeza sustituía al miembro viril.
Freud concluye que esta muchacha ha caído en un vínculo erótico con el padre, cuyos comienzos
se remontan a su primera infancia, por lo cual se muestra tan inamistosa hacia su madre y que el
análisis de este síntoma nos ha remitido de nuevo a la vida sexual de la enferma.
Estos casos muestran según Freud que los síntomas, al igual que los actos fallidos y los sueños,
poseen un sentido y que guarda relación con la vida íntima del enfermo y con una situación del
pasado.
Tal es una de las características de sus teorías, va de lo particular a lo general.
En las neurosis podemos entonces encontrar: a) síntomas típicos, que encuentran su sentido en
casos semejantes, con la diferencia individual de cada uno, con tendencia a repetir acciones
fastidiosas como ser la manía por la limpieza o tener por ejemplo miedo a estar solos, a veces
contradictorios entre si; b) síntomas individuales, propios de cada paciente, derivados de
situaciones pretéritas y vivencias únicas y personales.
El déficit y su diferencia con la solución sintomática.
Apuntes de clases.
El trastorno es un cambio o alteración que se produce en la esencia o en las características que
conforman una cosa o el desarrollo de un proceso. Algo que está trastornado está muy ligado a la
noción de déficit. La idea de déficit implica que hay un todo normal, bueno, funcional, equilibrado,
no sufriente, alguien pleno de salud, y un déficit en eso. El problema del déficit en lo infantil es
que estamos en procesos de desarrollo, es muy fácil pensar que cuando algo no se constituye
de una determinada manera, falta.

UNIDAD 3: LA CONSTITUCION DEL NIÑO


Miller: desarrollo y estructura en la dirección de la cura
1° oposición: desarrollo vs historia
Lacan demuestra que, en el campo del lenguaje, el desarrollo cede su lugar a la historia. Esto
quiere decir que en el campo del lenguaje no se trata de un proceso objetivo, de una simple
maduración.

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Oponer desarrollo e historia no es decir que no hay nada de maduración del organismo, si la hay
pero el proceso incluye un Sujeto, que da sentido a lo ocurrido. Asi el mismo hecho objetivo,
puede tener sentidos distintos según los sujetos, de manera que no hay una maduración igual y
lineal para todos. Lo distinto está en esta donación de sentido, en una cierta independencia del
significante y el sdo.
La referencia esencial para la oposición desarrollo e historia la encontramos en Abraham y en
Lacan. Abraham hablara del desarrollo de la libido haciendo referencia a que esta transcurre por
una cronología, se entiende que alude a cierta maduración de la libido que pasara por distintos
momentos; Freud trataba de obtener datos fechados y Lacan muestra que lo más importantes es
el aprés coup.
2° oposición: desarrollo y estructura
Dice lacan que el aprendizaje supuesto del lenguaje no pasa de lo más simple a lo mas complejo
sino que el niño tiene manejo anticipado de estructuras gramaticales muy complejas del lenguaje
(en el estadio del espejo vimos como el niño se anticipa mentalmente a pesar de su pre
maduración biológica, una suerte de despego de lo biológico, indeterminación). De tal forma que
la oposicion de las dos vertientes del grafo de lacan- como saben, funciona con el apres coup-, la
vertiente horizontal es el desarrollo mismo y va hacia el punto de la estructura que es el punto de
cruz con la otra vertiente. Es decir que a poco los elementos se ponen en su lugar, no de un solo
golpe, pero ya el sistema estructural los organiza por anticipación
El desarrollo se relaciona con la diacronía, es decir los cambios cronológicos esperables,
mientras que la estructura es el eje vertical, la sincronía, en donde adquiere sentido el desarrollo,
en el punto de anudamiento (apress coup).
Con respecto al espacio se distingue:
- espacio métrico: donde hay distancia que se puede medir.
- espacio topológico: definido por el hecho de que la distancia no cuenta. Se presenta como una
geometría extensible que no contempla la distancia.
Con respecto al tiempo se distingue:
-tiempo cronológico: es como el espacio métrico, se puede medir.
- tiempo lógico: refiere a la estructura, da cuenta de la forma, el momento, etc, no se puede
deducir, es decir, eso tiene una INDETERMINACION. Pertenece a la dimensión significante de la
estructura.
Dice Miller que el hecho de que la perspectiva estructuralista se separe del punto de vista del
desarrollo, no significa que no tome en cuenta el factor tiempo(cronología). Y el hecho de que los
elementos estén solidarios en la estructura, no impide que el encuentro del sujeto con esos
elementos tenga una variable, contingencia o por lo menos una indeterminación en este
encuentro. Por ejemplo, sabemos que el encuentro del sujeto con la sexualidad, será un mal
encuentro; hay algo de estructural en eso, pero no sabemos la forma ni el momento en el que
ocurrirá.
Desarrollo Estructura
Espacio métrico Espacio topológico
Cronología (lineal) Tiempo lógico (organizaciones que
permiten un punto de sentido;
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ubicación del ste, relación entres stes
y elementos de la
Cronología, articulación entre los
stes.). Implica apress coup para ello
Procesos diacrónicos Procesos sincrónicos
*Apress coup (significación
retroactiva de stes, sentido)
*La estructura no conoce de tiempo.
El inconsciente no conoce de tiempo
Vertiente horizontal Vertiente vertical (es el punto de cruz
con la otra vertiente. Es decir que
poco a poco los elementos se ponen
en juego en su lugar no de un solo
golpe, pero ya el sistema estructural
los organiza por anticipación. Es en
función de lo será que los elementos
figuran.

- Momentos estructurantes del


psiquismo del niño: 1) estadio del
espejo y 2) complejo de Edipo

En este texto define al niño como el sujeto cuya libido no se ha desplazado de los objetos
primarios (me pareció importante)

Los tiempos lógicos. Clase 7 de Cazenave el tiempo lógico en Lacan. Los tiempos de
subjetivación (ver comprender concluir) (en el cronograma aparece un texto de soler, pero no esta
y encontré este que habla sobre eso)
El tiempo del sujeto se inscribe en las leyes del lenguaje, lo que implica que la historización que
hace en un análisis no sigue un curso lineal, el presente resignifica el pasado y el pasado opera
bajo los efectos del presente.
El Nagtraglich freudiano o apres-coup, es el tiempo retroactivo de la cadena significante, tiempo
de la repetición inconsciente. Es el tiempo que constituye el trauma, trauma que se presenta
como agujero de significación. La elaboración del trauma implica el armado de un nuevo sentido.
El apres coup freudiano no agota el tiempo subjetivo, ya que se refiere al tiempo de la cadena
significante inconsciente; es necesario tener en cuenta otra dimensión que se refiere al objeto (a),
un tiempo que tiene que ver con el goce y es el que permite que el sujeto se separe de la cadena
significante.
Lacan retoma la tesis freudiana sobre el tiempo y el incs introduciendo el concepto de tiempo
lógico para pensar el posicionamiento del sujeto en la estructura. El sujeto se constituye a partir
de las operaciones de alienación y separación, a través de las cuales va tomando posición en la

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estructura. Estas operaciones se despliegan en una serie de tiempos, en cada uno de los cuales
emerge un sujeto diferente.
El tiempo lógico como concepto puede aplicarse no solamente a los tiempos de subjetivación en
la constitución del sujeto, sino también al tiempo en la cura, que marca como el sujeto va
cambiando de posición en ella.
Los tiempos corresponden a tres modos de subjetivación, tres modos de sujeto.
Para explicar los mismos, se presenta un ejemplo de los tres prisioneros, en donde el director de
la cárcel les ofrece la libertad a uno de ellos, al que pueda pasar con una prueba. La prueba
consistía en que habían cinco discos, tres blancos y dos negros. Se les colocaba a cada uno, uno
de estos discos en los hombros, fuera del alcance de la mirada, tenían que adivinar que disco
tenian en el hombro, contemplando el que los otros tenían, sin poder comunicarse entre ellos y
dando una fundamentación lógica.
Tenemos en principio un sujeto de hecho, por el solo hecho de ser hablado, un sujeto al que le
cuelgan un significante en la espalda, un sujeto objeto del significante que entra en el lenguaje. El
“quien soy” es introducido por el otro.
Podemos pensar las posibilidades (que disco puede tener en el hombro) como los significantes
que determinan al sujeto y la imposibilidad como aquel punto de la estructura donde falta el
significante, lo imposible de simbolizar, lo real como imposible.
En las elecciones que hace el sujeto en los momentos de su constitución, el Otro tiene un papel
fundamental. El sujeto no puede alcanzar una certeza sobre su ser si los padres que cumplen la
función de Otro no hacen las elecciones correspondientes. La orientación o extravío del niño en
cuanto a lo que es, depende de las condiciones que haya puesto el Otro. Pero también, el sujeto
ha de efectuar su decisión más allá del Otro.
TRES MOMENTOS
1) tiempo de VER: el sujeto A ve a B y C que discos tienen colgados cada uno en su espalda. Si
el sujeto acepta intenta resolver el problema, en el solo instante de ver a sus compañeros entrara
en el primer tiempo de resolución del problema, pues se le hace evidente que una posibilidad
queda excluida.
Podemos ubicar en el instante de ver, la entrada o el rechazo del sujeto al entrar en la alienación
significante. Si el sujeto elige entrar en la alienación arribara en un instante a la evidencia de una
exclusión lógica que se adquiere en base a los datos del problema. La exclusión lógica se instala
sobre la imposibilidad y recorta un hueco que establece el intervalo de la cadena significante
donde se recorta el objeto (a) como excluido de la cadena. Esta exclusión lógica que se establece
con la entrada a la alienación es una primera inscripción de la castración.
El sujeto que emerge al entrar en la alienación es un sujeto impersonal, en una imposibilidad,
pero no responde en forma personal a la pregunta ¿Quién soy?
Pero puede ocurrir que el sujeto elija no entrar en el juego y rechazar la cadena significante que
viene del otro. La evidencia de la exclusión lógica no se producirá y el intervalo significante no se
inscribirá. Estamos ante la psicosis y la forclusión del significante del Nombre del Padre. Nos
encontramos frente al holofrase, significante desencadenado, que no representa al sujeto y no
separe el goce.
2) tiempo de COMPRENDER: pasada la evidencia primera de la exclusión de una posibilidad, el
sujeto pasa al tiempo de comprender, en el que intentará resolver en cuál de las otras dos
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posibilidades podrá ubicarse para responder a la pregunta ¿Quién soy? Que ahora puede ser
formulada. Para contestarlo tendrá que suponerse negro o blanco. Por eso podemos llamar al
sujeto que emerge sujeto de suposición.
El sujeto infiere a partir de los significantes dados, cual es el significante faltante, el que no puede
ver y tiene que deducir. El sujeto parte en su inferencia de suponerse lo que no ve “supongamos
que soy negro”
3) tiempo de CONCLUIR: si en el tiempo de comprender el sujeto arribo a una inferencia lógica,
esta no le alcanza para concluir; es necesario un acto que verifique. Si el sujeto no se apura, ya
no podrá saber quién es. Ese tiempo donde el sujeto ya no puede saber, es el tiempo de la
angustia; la angustia se presentifica en la confrontación del sujeto frente al deseo del Otro.
Entonces surge la prisa de actuar, la angustia conduce a la prisa de efectuar el acto para arribar a
una certidumbre que se alcanza sin el Otro, más allá del Otro de la cadena significante. Este acto
no tiene sujeto representado ya que la representación del sujeto es efecto de la cadena
significante y el acto concierne al objeto. El acto produce un sujeto separado de la cadena, un
sujeto personal que ahora puede afirmar “soy blanco”.
Lacan dice que el sujeto concluye con un “aserto”, que quiere decir enunciación en la que se
afirma o niega algo. Implica más que una inferencia lógica, implica que el sujeto asiente su
condición, su posición de blanco, implica una certeza subjetiva. Esta aserción va más allá del
saber, se sostiene en el saber y en la falta en saber, imposible de saber S (A barrado), donde se
sitúa el (a).
Este momento de conclusión implica un tiempo que concierne al objeto (a) en donde el sujeto se
separa de la cadena.
LA ELECCION DE LA ESTRUCTURA
Lacan plantea que a cada momento del tiempo lógico corresponde un acto, una elección, elección
que no es del sujeto sino del goce.
En el instante de ver el sujeto acepta o no entrar en la alienación significante. Este consentimiento
tiene que ver con una pérdida de goce a la que es necesario consentir para entrar en el discurso.
Si el sujeto concluye en el instante de ver, eligiendo rechazar la perdida de goce que implica la
identificación primordial que recorta el objeto y abre el intervalo significante, se ubicara en la
psicosis.
Si el sujeto acepta entrar en la alienación, podrá abrir paso al tiempo de comprender con la
posibilidad de instalarse en las estructuras perversa neurótica.
El infantil puede estar detenido en algunos de estos tiempos, sin haber concluido. Las razones de
esta detención hay que buscarlas tanto del lado del Otro como del sujeto, ya que las elecciones
del sujeto están condicionadas por el Otro (los padres y quienes cumplan su función).
Habrá que diferenciar en cada caso si se trata de una detención o de una conclusión en la
estructura.
Muchas veces en la clínica con niños, se trata de una intervención que opere una pérdida de goce
para relanzar la operación de la estructura.
EL TIEMPO LOGICO EN LA CURA

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El análisis como puesta en acto de la realidad del inconsciente, pone en acto estas operaciones
constitutivas, dando la posibilidad de arribar a otra conclusión que no implique al síntoma como
sufrimiento.
Ver ejemplo del caso M (pag 50)
Freud: la sexualidad infantil.
La sexualidad infantil
El descuido de lo infantil: la pulsión sexual en la infancia posee el carecer de una ley y existe un
saber sexual antes de la pubertad y una práctica sexual infantil temprana en niños pequeños.
Amnesia infantil: cubre los primeros años de vida hasta los 6 u 8 años. Convierte la infancia de
cada individuo en un tiempo anterior y le oculta los comienzos de su propia vida sexual, esto
propicia que no se le de valor a la infancia en el desarrollo de la vida sexual. Freud la compara
con la amnesia histérica, dado que las impresiones olvidadas dejaron las huelas mas profundas
en la vida anímica, las que son determinantes para todo desarrollo posterior.
1) Periodo de latencia sexual de la infancia y sus rupturas: el neonato trae consigo gérmenes
de mociones sexuales que siguen desarrollándose durante cierto lapso, recién hacia los 3 ò 4
años su sexualidad se expresa de manera observable.
Formación reactiva y sublimación: durante el periodo de latencia la energía de las pulsiones
sexuales infantiles es desviada de sus metas hacia otros fines, nuevas metas. Mecanismo del
proceso de sublimación: las mociones sexuales son inaplicables dado que las funciones de
reproducción no están desarrolladas, de ser así solo provocarían sensaciones de displacer, por
eso constituyen diques psíquicos (asco, vergüenza y moral) para la eficaz sofocación de ese
displacer. Mediante la sublimación es que se adquieren los logros culturales.
Rupturas del periodo de latencia : en la pubertad se produce el estallido de la pulsión sexual
2) Las exteriorizaciones de la sexualidad infantil:
El chupeteo: contacto de succión de la boca repetido rítmicamente que no tiene por fin la
nutrición., Una parte de los propios labios, la lengua, un lugar de la piel que este al alcance son
tomados como objeto para ejecutar la acción de mamar junto a una pulsión de presión que lleva a
un adormecimiento. Separa lo genital de lo sexual.
Autoerotismo: el carácter mas llamativo de las practicas sexuales infantiles se que se satisface en
el cuerpo propio, es autoerótica, donde la acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de
un placer ya vivenciado y ahora recordado (de mamar el pecho materno o de sus subrogados). La
boca del niño se comporta como zona erógena, asociada originariamente a la satisfacción de
alimentarse. Vemos que el quehacer sexual se apuntala en las funciones de conservación de la
vida y mas tarde se independizan de ella.
Características de las exteriorizaciones sexuales infantiles: a) nacer apuntalándose en una de las
funciones importantes para la vida, b) no reconocer objeto sexual, o sea ser autoerótica c) su
meta sexual esta bajo el imperio de una zona erógena.
3) La meta sexual de la sexualidad infantil:
Características de las zonas erógenas: es un sector de la piel o de mucosa en el que
estimulaciones de cierta clase provocan una sensación placentera de determinada cualidad.
Cualquier sector del cuerpo puede ser dotado de la excitabilidad de los genitales y elevarse a la
condición de zona erógena. En las neurosis la represión afecta sobre todo a las zonas genitales,
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las que prestan su estimulabilidad a las restantes zonas erógenas. Las zonas erógenas e
histerógenas exhiben los mismos caracteres.
Meta sexual infantil: la meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir la satisfacción
mediante la estimulación apropiada de la zona erógena que se ha escogido producto de un
vivenciar anterior. La necesidad de repetir la satisfacción se trasluce por a) un peculiar
sentimiento de tensión que posee el carácter de displacer b) una sensación de estimulo o de
picazón condicionada centralmente y proyectada a la zona erógena periférica. La meta sexual
procuraría sustituir la sensación de estimulo proyectada sobre la zona erógena, por aquel
estimulo externo que la cancela al provocar la sensación de satisfacción. Por lo que se observa
que para cancelar un estimulo se requiere de un segundo estimulo aplicado al mismo lugar.
4) Las exteriorizaciones sexuales masturbatorias:
Activación de la zona anal: es apta para proporcionar apuntalamiento de la sexualidad en otras
funciones corporales. Los niños sacan partido de la estimulación erógena de la zona anal
reteniendo las heces hasta que ello les provoca fuertes contracciones musculares que al pasar
por el ano producen estímulos sobre la mucosa. El contenido de los intestinos es tratado como
parte de su propio cuerpo y representa el primer “regalo” mediante el cual expresan obediencia o
desafío hacia el medio. Luego cobra el significado de “hijo” en el marco de la teoría de la cloaca
en las teorías sexuales infantiles. En niños mayores se da una acción masturbatoria anal genuina
por condicionamiento central o periférico.
Activación de las zonas genitales: la zona relacionada con la micción (glande y clítoris) tanto en
niñas como varones están relacionadas con las partes sexuales reales y su activación dará
comienzo a la posterior vida sexual normal. Debido a las estimulaciones producto del cuidado
corporal estas zonas serán estimuladas placenteramente y se despertará en el lactante la
necesidad de repetición. Es mediante el onanismo del lactante (todos los quehaceres autoeróticos
al servicio de la satisfacción sexual) que se establece el primado de esta zona erógena para la
actividad sexual.
Se distinguen 3 fases de la masturbación infantil: a) periodo de lactancia b) florecimiento de la
práctica sexual (hacia los 4 años) c) onanismo de la pubertad, es el único que suele tenerse en
cuenta.
Segunda fase de la masturbación infantil: el onanismo del lactante parece desaparecer tras un
breve lapso. Alrededor de los 4 años la pulsión sexual suele despertar nuevamente en la zona
genital y durar un lapso. Es durante esta segunda activación donde se producen las mas huellas
mas profundas (inconscientes) en la memoria de la persona, donde se determina su carácter si
permanece sana o se desarrolla la sintomatología de la neurosis si enferma luego de la pubertad
olvidando este periodo sexual y desplazando los recuerdos conscientes vinculando esto con la
amnesia infantil. Por medio del psicoanálisis se logra hacer consciente lo olvidado.
Retorno de la masturbación de la lactancia: el aparato sexual aun no desarrollado se hace
presente por medio del aparato urinario, la enuresis nocturna corresponde a poluciones. No se
requiere de la seducción para despertar la vida sexual del niño y ese despertar se puede producir
tbm por causas internas (mis tesis… cae la VSP como factor relevante en la constitución del
síntoma y prepondera la fantasía, invención de recuerdos?????)
Disposición perversa polimorfa: bajo la influencia de la seducción el niño puede convertirse en un
perverso polimorfo y practicar todas las transgresiones posibles, las que no tropiezan con
resistencias porque aun no se han erigido la formación de diques anímicos contra los excesos
sexuales: vergüenza, asco y moral.
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Pulsiones parciales: la vida sexual infantil muestra componentes que desde el comienzo
envuelven a otras personas en calidad de objetos sexuales. De esta índole son las pulsiones de
ver, de exhibir y la crueldad. Aparecen independizadas de las zonas erógenas y mas tarde entran
en estrecha relación con lo genital. Al carecer de vergüenza el niño muestra su cuerpo desnudo
(en especial los genitales) y tiene curiosidad por ver los genitales de otras personas. La
capacidad de compadecerse y la inhibición en virtud de la cual la pulsión de apoderamiento se
detiene ante el dolor del otro se desarrollan más adelante. La ausencia de compasión establece
un enlace peligroso entre las pulsiones crueles y las erógenas y es por esto que debe evitarse el
castigo corporal.
5) la Investigación sexual infantil
Trieb : La pulsión de saber: entre los 3 y 5 años se inicia la actividad que responde a la pulsión de
saber o de investigar. Su acción corresponde a una manera sublimada de apoderamiento y
trabaja con la energía de la pulsión de ver. Pulsión de saber ligada a la pulsión sexual infantil. Hay
un punto de anudamiento entre la sexualidad y el saber y esto se plasma en el campo de
las teorías sexuales infantiles
Freud afirma que son teorías falsas pero que contienen un fragmento de verdad. Apunta a la
pregunta por el origen de los niños se inventan teorías. Es una pregunta sobre su propia
existencia “¿De dónde vienen los niños?” El enigma de la esfinge: lo que pone en marcha la
actividad investigativa del niño son fines prácticos, quiere saber de donde vienen los niños y
supone que todos los seres poseen un genital como el suyo.
- Teoría de la cloaca: son concebidos por la boca y paridos por el ano. Anuda algo del orden de la
satisfacción pulsional del comer con la satisfacción pulsional de la zona erógena anal. Esta teoría
va de la mano de que no existe diferencia entre hombres y mujeres (es solidaria con la ausencia
de los sexos) Teorías del nacimiento: ante la pregunta de donde vienen los niños el niño supone
que los hijos se conciben por haber comido algo determinado y se los da a luz por el intestino,
como la materia fecal (teoría de la cloaca)
- Teoría de la concepción sádica del coito : el niño inscribe la escena sexual que ve a partir de su
propia constitución pulsional (función de apoderamiento: dominación muscular) en el sadismo el
masculino es activo y el femenino es pasivo. Concepción sádica del comercio sexual: si los niños
son espectadores del comercio sexual entre adultos concibe el acto sexual como una especie de
maltrato o sojuzgamiento en el sentido sádico. Los niños se preguntan que es estar casados y
buscan las respuestas en las funciones de micción y defecación (ir juntos al baño, verse la cola).
- Premisa universal del pene (PUP): el enigma por la diferencia de los sexos también involucra
una pregunta por la propia existencia. La diferencia de los sexos desmentida en el punto en que
hay algunos a los que les falta el pene. PUP: todos tenemos pene, a las mujeres ya les crecerá.
La madre tiene pene, ella provee todo lo que el niño necesita. Al mismo tiempo que se quiere
saber también esta el deseo de no saber que esta premisa no es universal (apego a la idea de
castración) Entonces aparece otro modo de inscribir la idea del sexo entre los que tienen y los
que no tienen: fálico (masculino) es opuesto a castrado (femenino). Esta diferencia de los sexos
no es una cuestión biológica, sino que es un proceso psíquico.
Complejo de castración y envidia del pene:  El niño cree firmemente en la universalidad del
pene pero debido al complejo de castración abandona esta creencia (al comprobar que la mujer
no tiene pene supone que ha sido castrada). El efecto de esta «amenaza de castración» es, como
corresponde a la alta valoración del órgano amenazado, extraordinariamente profundo y
duradero. Todos estos hechos no contradicen, ciertamente, la teoría sexual infantil de que la

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mujer posee, como el hombre, un pene (el clítoris). La niña muestra un vivo interés por los
genitales masculinos y es presa de la envidia del pene al punto de desear ser un varón.
El típico fracaso de la investigación sexual : las teorías sexuales infantiles son producto de la
constitución sexual del niño y dan prueba de la gran comprensión sobre los procesos sexuales.
Ignora dos elementos: el papel del semen fecundante y la existencia de la abertura sexual
femenina.
6) Fases de desarrollo de la organización sexual.
Características de la vida sexual infantil. A) Autoerótica: el objeto se encuentra en el propio
cuerpo B) Las pulsiones parciales aspiran a conseguir placer cada una por su cuenta sin conexión
entre si.
Al llegar a la vida sexual adulta la consecución del placer se ha puesto al servicio de la
reproducción, y las pulsiones parciales - bajo el primado de una única zona erógena – han
formado una organización sólida para el logro de la meta sexual en un objeto ajeno.
Organizaciones pregenitales: son aquellas organizaciones de la vida sexual en que las zonas
genitales todavía no han alcanzado su papel hegemónico. A) Canibálica u oral: la actividad sexual
no se ha independizado de la nutrición y la meta sexual consiste en la incorporación del objeto
(mas adelante se corresponderá con la identificación). El chupeteo es la resignación del objeto
ajeno a cambio de uno situado en el cuerpo propio. B) Sádico-anal: ya se desplegó la división en
opuestos, no masculino y femenino sino activo y pasivo. La actividad es producida por la pulsión
de apoderamiento a través de la musculatura y como órgano de la meta sexual pasiva se
constituye la mucosa erógena del intestino. En esta fase son pesquisables la polaridad sexual y el
objeto ajeno. Aun falta la organización y subordinación a la función de reproducción.
Ambivalencia: esta forma de organización sexual puede conservarse a lo largo de toda la vida y
atraer hacia si buena parte de la práctica sexual. Predomina el sadismo y la zona anal en papel
de cloaca. Los pares de opuestos pulsionales están plasmados en un grado aprox. igual.
Para completar el cuadro de la vida sexual infantil Freud agrega que en la niñez ya se elige el
objeto como la que se supone se realiza característicamente en la pubertad, siendo este el
máximo acercamiento posible durante la infancia a la conformación definitiva de la vida sexual
luego de la pubertad.
La unificación de las pulsiones parciales y su subordinación a los genitales al servicio de la
reproducción es la última fase por la que atraviesa la organización sexual.
Freud agrega en 1924 una tercera fase genital donde muestra un objeto sexual y las aspiraciones
que se tienen sobre ese objeto y se diferencia en un punto esencial de la organización definitiva
de la madurez genésica: solo reconoce el órgano sexual masculino, es la fase fálica. (la vagina es
genital y el falo es sexual, la mujer lesbiana va al ginecólogo)
Los dos tiempos de la elección de objeto: el primer tiempo se da en la infancia (entre los 2 y 5
años) para luego detenerse o retroceder y se caracteriza por la meta infantil de sus metas
sexuales. La segunda etapa sobreviene en la pubertad y determina la conformación definitiva de
la vida sexual. Los resultados de la elección infantil del objeto son inaplicables para la pubertad.
Las metas sexuales se han atemperado y solo pueden figurar en lo que se llama la corriente
tierna de la vida sexual. La elección del objeto de la pubertad tiene que renunciar a los objetos
infantiles y empezar de nuevo como corriente sensual La no confluencia de las dos corrientes
hace que no se puedan unificar todos los anhelos en un objeto (siendo esta uno de los ideales de
la vida sexual).
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7) Fuentes de la sexualidad infantil:
a) como calco de una satisfacción vivenciada a raíz de otros procesos orgánicos. b) por una
apropiada estimulación periférica de las zonas erógenas c) como expresión de pulsiones (pulsión
de ver y pulsión a la crueldad)
Excitaciones mecánicas: excitación sexual mediante sacudidas mecánicas del cuerpo (juegos de
movimiento pasivo, hamacados o arrojados al aire), paseos en tren y la sensación de movimiento)
Actividad muscular: la actividad muscular constituye para el niño una necesidad de cuya
satisfacción extrae un placer extraordinario. El placer provocado por las sensaciones de
movimiento pasivo es de naturaleza sexual o genera excitación sexual. La inclinación a trabarse
en lucha con determinada persona mediante la musculatura (más adelante en disputas por la
palabra) son buenos signos de que se ha elegido como objeto a esa persona. El enlace infantil
entre juegos violentos y excitación sexual es codeterminante de la orientación preferencial que
imprimirán más tarde a su pulsión sexual.
Procesos afectivos: los procesos afectivos más intensos, aun las excitaciones terroríficas,
desbordan sobre la sexualidad. Muchos afectos displacenteros (el miedo, l angustia y el espanto)
se vinculan a la sexualidad, así como las sensaciones de dolor provocan efecto erógeno
constituyendo las raíces de la pulsión sadomasoquista.
Trabajo intelectual: la atención en una tarea intelectual, el esfuerzo mental, tienen por
consecuencia una excitación sexual en personas jóvenes o maduras, de aquí derivan las
perturbaciones nerviosas de “un exceso de trabajo” mental.
Rasgos generales: Varios son los reaseguros que ponen en marcha los procesos excitatorios
sexuales, sobre todo las excitaciones de las superficies sensibles (piel y órganos de los sentidos)
y las estimulaciones de las zonas erógenas. La cualidad y la intensidad del estimulo es decisivo.
La excitación sexual se genera como efecto colateral de una serie de procesos internos, para lo
cual basta que la intensidad rebase cierto limite.
Las pulsiones parciales de la sexualidad derivan de las fuentes internas de excitación sexual o se
compone de aportes a esas fuentes y de las zonas erógenas.
Diversas constituciones sexuales : no en todos los individuos existe la misma intensidad de la
fuente de excitación sexual.
Vías de influencia reciprocas: todas las vías de conexión que llegan hasta la sexualidad desde
otras funciones tienen que poderse transitar tbm en la dirección inversa (los labios cumplen dos
funciones: satisfacción sexual y nutrición. Se ve perturbada la nutrición cuando son perturbadas
las funciones erógenas de la misma)
Cap. III Las metamorfosis de la pubertad
5) el hallazgo del objeto: durante la pubertad se afirma el primado de las zonas genitales (el
miembro erecto remite a la nueva meta sexual: la penetración). Desde lo psíquico se consuma el
hallazgo del objeto.
Cuando la satisfacción sexual estaba dada por la nutrición, la pulsión sexual tenía un objeto fuera
del cuerpo propio: el pecho materno. Lo perdió mas tarde cuando el niño pudo formar la
representación global de la persona a quien pertenecía ese órgano que le dispensaba
satisfacción y la pulsión sexual pasa a ser autoerótica. El mamar del pecho materno se constituye
en el paradigma de amor y el hallazgo del objeto de la pubertad es un reencuentro. El

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psicoanálisis marca 2 caminos para el encuentro del objeto: a) por apuntalamiento de los modelos
de la temprana infancia b) el narcisista, que busca el propio yo y lo encuentra en otros.
Objeto sexual del periodo de lactancia: el niño aprende a amar a los que satisfacen sus
necesidades y le prodigan cuidados. Estos primeros cuidados maternales son para el niño una
continua fuente de excitación y de satisfacción sexual a partir de las zonas erogenas (lo acaricia,
lo besa, lo mece y lo toma como un objeto sexual de pleno derecho)
Angustia infantil: la angustia en los niños es la expresión de su añoranza por la persona amada.
Los niños con pulsión sexual hipertrofiada por mimos excesivos padecen angustia, tan pronto
como no pueden satisfacer su libido la mudan en angustia.
La barrera del incesto: cuando la ternura de los padres sobre el niño evita la anticipación del
despertar de la pulsión sexual y lo hace en la pubertad cuando ya están dadas las condiciones
físicas, la pulsión logra el cometido de conducir a ese niño hacia la madurez y hasta la elección
del objeto sexual. Lo mas inmediato seria que eligiese a aquellas personas a las que ama pero se
ha erigido ante el la barrera del incesto.(Tótem y Tabú)
La elección de objeto se efectúa primariamente en la esfera de la representación, y la vida sexual
del joven se despliega en el espacio de las fantasías no destinadas a ejecutarse, por lo que la
moción sexual del niño es hacia sus progenitores diferenciada por la atracción hacia el sexo
opuesto. Junto con esto se consuma uno de los logros más importantes pero mas dolorosos de la
pubertad: el desasimiento respecto de la autoridad de los progenitores.
Efectos posteriores de la elección infantil de objeto:  la elección del objeto tiene apuntalamiento en
el modelo de los progenitores y todo lo que hace serie con ellos.
Prevención de la inversión: el gran poder que previene una inversión permanente del objeto
sexual es sin duda la atracción reciproca de los caracteres sexuales opuestos a pesar de las
apasionadas amistades de los adolescentes con los de su mismo sexo.

Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica de los sexos.


Cuando estudiamos las primeras conformaciones psíquicas que la vida sexual adopta en el niño,
siempre tomamos el sexo masculino, suponiendo que en la niña las cosas debían ser análogas.
La situación del complejo de Edipo es en el varón la primera etapa que se puede reconocer con
seguridad. El niño en esta fase retiene el mismo objeto (la madre) y percibe al padre como un
molesto rival. Pero la comprensión es dificultada porque el niño varón está dispuesto en doble
sentido, activo y pasivo, de acuerdo con la disposición sexual: el varón quiere sustituir también a
la madre como objeto amoroso del padre, hecho que calificamos de actitud femenina.
En cuanto a la prehistoria del complejo de Edipo en el varón, estamos muy lejos de una claridad.
Sabemos que dicho periodo incluye una identificación de índole cariñosa con el padre y libre de
toda matriz de rivalidad con respecto a la madre. Otro elemento es la estimulación masturbatoria
de los genitales, cuya supresión mas o menos violenta por parte de las otras personas pone en
actividad el complejo de castración. Suponemos que dicha masturbación está vinculada al
complejo de Edipo y que equivale a la descarga de sus excitaciones sexuales. No es seguro si la
masturbación tiene este carácter o si aparece espontáneamente como activación de un órgano
corporal conectándose luego con el complejo de Edipo. Otra cuestión es el papel desempeñado
por la enuresis y por la supresión de ese hábito mediante las intervenciones educativas. Nos
inclinaremos a decir que la enuresis (incontinencia urinaria) persistente seria una consecuencia
de la masturbación y de que su supresión sería considerada por el niño como un amenaza de
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castración. Finalmente, los atisbos del coito paterno establecen en muy temprana edad la primera
excitación sexual y sus efectos pueden convertirse en punto de partida de todo desarrollo sexual
del niño. Así, aun, la prehistoria del complejo de Edipo en el varón plantea todas estas cuestiones
inexplicables.
El complejo de Edipo de la niña: en ambos casos (varón y mujer) la madre fue el objeto original.
¿Cómo llega la niña a abandonarla y a adoptar en su lugar al padre como objeto?
El complejo de Edipo aquí tiene una larga prehistoria, la niña advierte el pene de un hermano o
compañero de juego, lo reconoce al punto como símil superior al suyo pequeño y desde ese
momento cae víctima de la envidia fálica.
Contraste en la conducta de ambos sexos: cuando el varón descubre por primera vez la región
genital de la niña, comienza por mostrarse indeciso y poco interesado o busca escusas. Solo mas
tarde aparece una amenaza de castración. Distinta es la reacción de la niña, al instante adopta su
juicio, lo ha visto, sabe que no lo tiene y quiere tenerlo.
A partir de este punto arranca el denominado complejo de masculinidad de la mujer, que puede
llegar a dificultar su desarrollo regular de feminidad si no logra superarlo. Puede tener la
esperanza de tener alguna vez un pene o bien puede ponerse en juego cierto proceso de
denegación (renunciamiento). Así la niña se rehúsa al proceso de castración y actúa como si
tuviera un pene y como si fuese un hombre.
Las consecuencias psíquicas de la envidia fálica son muy diversas. Primero se siente inferior y
después comienza a compartir el desprecio del hombre por un sexo que es defectuoso. Aun
después de que la envidia fálica ha abandonado su objeto, persiste en el rasgo característico de
los celos. (Cuando la niña pega al niño por celos, probablemente el niño que allí es pegado-
acariciado, en el fondo sea el propio clítoris).
Una tercera consecuencia parece radicar en el relajamiento de los lazos cariñosos con el objeto
materno (la falta de pene es culpa de la madre que la hecho al mundo tan insuficientemente
dotada).
Otro efecto importante de la envidia fálica es que la mujer tolera la masturbación peor que el
hombre, lucha mas contra ella, es mas ajena a su naturaleza. Aparece una intensa corriente
afectiva contraria a la masturbación. Debido a la ofensa narcisista ligada a la envidia fálica, la niña
se hace la idea de que no puede competir con el varón y que, por tanto, sería mejor renunciar a
toda equiparación con este. De tal manera la diferencia sexual anatómica fuerza a la niña a
apartarse de la masculinidad y de la masturbación masculina, dirigiéndola al desarrollo de la
feminidad.
Renuncia a su deseo de pene, poniendo en su lugar el deseo de un niño, y con este propósito
toma al padre como objeto amoroso, la madre se convierte en objeto de sus celos. Si tal
vinculación con el padre llega a fracasar más tarde, puede ceder la plaza a una identificación con
el mismo, retornando así la niña a su complejo de masculinidad.
En la niña el complejo de Edipo es una formación secundaria: lo preceden y lo preparan las
repercusiones del complejo de castración. Mientras el complejo de Edipo del varón se aniquila en
el complejo de castración, el de la niña es posibilitado e iniciado por el complejo de castración
inhibe y restringe la masculinidad, estimula la feminidad. La diferencia equivale entre una
castración realizada y una mera amenaza de castración.
Lección XXXIII- La feminidad.

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Se suele hacer la diferenciación masculino o femenino con total seguridad, pero lo que hace la
masculinidad o feminidad es un carácter desconocido que la anatomía no puede aprehender.
La psicología se basa en la tesis de la bisexualidad, es decir, que un ser humano sea macho o
hembra, se conduce masculinamente en tal punto y femeninamente en otro, compartiendo
funciones activas y pasivas.
En este texto se pretende investigar como de la disposición bisexual infantil surge la mujer.
La comparación con lo que sucede en el niño nos muestra que la evolución que transforma a la
niña en mujer es mucho más complicada.
Las fases más tempranas de la evolución de la libido parecen ser comunes a ambos sexos, pero
con la entrada en la fase fálica, existen algunas diferencias. Esta fase se caracteriza en el niño
por el hecho de que el infantil sabe ya extraer de su pequeño pene sensaciones placenteras; lo
mismo hace la niña con su clítoris y la vagina es aún ignorada, pero no con carácter de
permanencia, ya que el viraje hacia la feminidad se caracteriza por el pasaje del clítoris a la
vagina y con ella su significación.
La segunda tarea hace referencia al cambio de objeto. En el niño el primer objeto amoroso es la
madre y sigue siéndolo en la formación del complejo de Edipo. En la niña también el primer objeto
amoroso es la madre, ya que se desarrollan sobre la base de la satisfacción de las necesidades
vitales y los cuidados. Pero en la situación del Edipo el objeto amoroso de la niña es el padre. Es
decir que en el curso del tiempo la niña debe cambiar de zona erógena y de objeto, mientras que
el niño conserva los suyos.
Surge la interrogación de cómo se desarrollan tales cambios en la niña y particularmente como
pasa de la vinculación con la madre al padre, como pasa de su fase masculina a su fase
femenina.
Para esto es importante tener en cuenta como es la vinculación con la madre, anterior al complejo
de Edipo. Como esta vinculación se extiende a través de las tres fases de la sexualidad infantil,
toma también los caracteres de ellas y se manifiestan con deseos orales, sádicos anales y fálicos,
todos ambivalentes (cariñosos y hostiles agresivos).
El apartamiento de la madre se desarrolla bajo el signo de la hostilidad, la vinculación con la
madre se resuelve en odio. El cual puede hacerse muy evidente y perdurar a través de toda la
vida, o puede ser supercompensado.
De los reproches que la sujeto dirige a su madre, el que mas se remonta es el de haberla criado
poco tiempo con sus pechos, otra acusación surge cuando aparece un nuevo bebe.
A su vez, los deseos sexuales infantiles, distintos en cada fase de la libido, y que en su mayor
parte no pueden ser satisfechos (la madre prohíbe el jugueteo con sus genitales) constituyen una
fuente de hostilidad hacia la misma.
Sin embargo, todos estos factores (las decepciones, los celos, la seducción seguida de la
prohibición) se dan tambien en la relacion del niño con la madre y no son suficientes para
apartarlo de ella.
Hallamos un factor especifico en la niña, el complejo de castración. La niña hace responsable a la
madre de su carencia de pene y no le perdona tal desventaja.
Este complejo no es el mismo en el niño. En el niño se forma despues de la visión de genitales
femeninos que le revelan que el miembro apreciado no es inseparable del cuerpo, como el
suponía y recuerda las amenazas de prohibición; queda asi bajo el influjo del miedo a la
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castración que termina con el complejo de Edipo, y surge como heredero del mismo un riguroso
super yo.
En la niña tambien es iniciado el complejo de castración por la visión de genitales masculinos, ella
advierte enseguida la diferencia y su significación. Se siente en una situación de inferioridad y
manifiesta con gran frecuencia que "quisiera tener una cosita asi" y sucumbe a la envidia del
pene, que dejara huellas perdurables en su evolución. El que la niña reconozca su carencia de
pene, no quiere decir que lo acepte, y aun en tiempos en que lo acepta, el analisis puede
demostrar que el deseo de tenerlo perdura en lo inconsciente.
Del descubrimiento de la castración de la niña parten tres caminos de la evolución:
1. Inhibición sexual o neurosis
2. Complejo de masculinidad
3. Feminidad normal.
El contenido esencial del primero es que la niña deja que la influencia de la envidia del pene le
eche a perder el goce de la sexualidad fálica. Ofendida en su amor propio por la comparación con
el niño mejor dotado, renuncia a la satisfacción masturbadora del clítoris, rechaza su amor a la
madre y con ello reprime parte de sus impulsos sexuales. Con el abondo de la masturbación, la
sujeto renuncia a la actividad, dando lugar a la pasividad y el viraje hacia el padre. Luego durante
la evolución allana el camino hacia la feminidad.
El deseo con el que la niña se dirige al padre, es originalmente el de conseguir de él, el pene que
la madre le a negado; pero la situación femenina se constituye luego cuando el deseo de tener un
pene es relevado por el de tener un niño, sustituyendo al pene. Con esto entra la niña al complejo
de Edipo.
El segundo camino tiene que ver con el complejo de masculinidad, donde la niña se niega a
admitir la realidad y exagera su masculinidad. Mantiene su actividad clitoriana y busca un refugio
en una identificación con la madre fálica o con el padre, que puede conducir luego a una posible
homosexualidad.
Algunas peculiaridades psíquicas de la feminidad madura son:
 Elevado monto de narcisismo, el cual influye en la elección de objeto de manera que para
la mujer es mas importante la necesidad de ser amada que de amar.
 La importancia que le da a su físico se relaciona con la acción de la envidia del pene, ya
que considera sus atractivos como una compensación posterior de su inferioridad sexual
original.
 Las condiciones de elección de objeto quedan frecuentemente encubiertas conforme al tipo
de vinculación con el padre y el tipo de padre.
La identificación de la mujer con su madre muestra dos estratos: uno, anterior al complejo de
Edipo, que reposa sobre la vinculación amorosa con la madre y la toma por modelo y otra,
posterior, basado en el complejo de Edipo, que quiere apartar a la madre y sustituirla al lado del
padre. Ninguna queda suficientemente superada, influyendo en su posterior evolución, pero la
fase de vinculación amorosa es la decisiva para el futuro de la mujer, en las cualidades de su
función sexual y social.
Según un tipo especial de elección de objeto en el hombre (1910)

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En este texto postula una serie de condiciones de la vida erótica de los enfermos neuróticos y de
la vida erótica normal.
Condiciones eróticas de los enfermos neuróticos:
4. Llamada "tercero perjudicado": consiste en que el sujeto no elegirá jamás como objeto
amoroso a una mujer que se halle libre (soltera). Su elección recaerá, por el contrario, en
una mujer que se encuentre con otro hombre. Esta condición muestra, a veces, que una
mujer que antes era indiferente o incluso odiada por el hombre, pasa a constituirse en
objeto de su amor cuando la misma entabla una relacion amorosa con otro hombre.
Facilita la satisfacción de impulsos rivales y hostiles contra el hombre que se roba la mujer
amada.
5. Llamada "amor a la prostituta": consiste en que la mujer casta e intachable no ejerce nunca
sobre el hombre atracción amorosa. Quedando reservado este privilegio para aquellas que
puedan poner en duda su fidelidad y pureza. Esto provoca los celos que parecen constituir
una necesidad para que el amor alcance su máxima intensidad y la mujer adquiera pleno
valor.
Los apartados que siguen no se refieren ya a las condiciones exigidas al objeto erótico, sino a la
conducta del amante con el mismo.
6. En la vida erótica normal, el valor de la mujer es determinado por su integridad sexual, y
disminuye su acercamiento a la prostituta.
7. Tendencia a salvar a la mujer elegida. El sujeto tiene la convicción de ser necesario para
su amada, que sin el perdería todo apoyo moral; la salva no abandonándola, pase lo que
pase.
Todos estos caracteres, tanto de la vida erótica de los neuróticos, como de los normales, tienen
su origen en una sola fuente: se derivan de la fijación infantil del cariño a la persona de la madre y
constituyen uno de los desenlaces de tal fijación.
La vida erótica normal muestra pocos rasgos de tal fijación, ya que la libido del sujeto se a
desligado pronto de la madre. Por lo contrario, en la vida erótica de la neurosis, la libido a
continuado aun ligada a la madre despues de la pubertad.
En la primera condición "tercero perjudicado", es evidente que para el niño, el tercero perjudicado
es el padre mismo,
La segunda condición no parece derivarse del complejo materno, ya que el pensamiento
consciente del adulto, es el de una madre intachable con pureza moral, hay una antítesis "madre"
"prostituta". Pero en el inconsciente estos dos elementos suelen confundirse y nos conduce al
periodo en el que el niño tiene conocimiento sobre las relaciones sexuales de los adultos.
La tendencia a redimir o salvar a la mujer se deriva de impulsos cariñosos y al deseo de
corresponder a sus padres ya que estos les "debe su vida".
LA DISOLUCION DEL COMPLEJO DE EDIPO (1924)
El complejo de Edipo se designa como el fenómeno central del temprano periodo infantil, luego
ocurre la disolución, sucumbe la represión al hablar de las causas de su fin, el análisis parece
atribuirlo a las decepciones dolorosas sufridas por el sujeto, por la falta de satisfacción esperada
acaba por apartar al infantil enamorado de su inclinación sin esperanza. Otra hipótesis dirá que
tiene que desaparecer porque ha llegado el tiempo de su disolución. Aunque el complejo de Edipo
es vivido individualmente por la mayoría de los seres humanos, es un fenómeno determinado por
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la herencia y habrá de desaparecer conforme a una trayectoria predeterminada, al iniciarse la
fase siguiente del desarrollo.
Hemos observado que el desarrollo sexual del niño avanza hasta una fase en la que los genitales
se han adjudicado ya el papel directivo, pero este genital es tan solo el masculino, el pene; el
genital femenino permanecerá desconocido. Esta fase fálica que es la del complejo de Edipo, no
continúa desarrollándose hasta constituir una organización genital definitiva, sino que desaparece
y es sustituida por el periodo de latencia. Cuando el sujeto infantil de sexo masculino ha
concentrado su interés sobre sus genitales, lo revela con manejos manuales y no tarda en
advertir que los mayores no están conformes con esa conducta acompañada de la amenaza de
privarle de aquella parte tan estimada de su cuerpo. Esta amenaza de castración parte casi
siempre de alguna mujer que rodea al niño. En algunos casos llevan a cabo una atenuación
simbólica enunciando la mutilación de la mano “pecadora”. En otras ocasiones es amenazado con
la castración por mojar la cama por las noches.
La organización genital fálica del niño sucumbe a esta amenaza de castración, no
inmediatamente, y con otras influencias, pues el niño no presta al principio a la amenaza
obediencia alguna. Hay dos clases de experiencias que no son ahorradas a ningún niño y por las
cuales estaría preparado a la pérdida de partes estimadas de su cuerpo: la pérdida temporal y
luego definitiva del pecho materno y la expulsión diariamente necesaria del contenido intestinal.
Solo después de una nueva amenaza el niño comienza a contar con la posibilidad de una
castración. Se rompe la incredulidad del niño en su descubrimiento de los genitales femeninos, se
le presenta la ocasión de contemplar la región genital de una niña y convencerse de la falta de
aquel órgano en un ser tan semejante a él, y se le hace posible representar la pérdida de su
propio pene y la amenaza de castración surte efectos.
La vida sexual del niño no se reduce a la masturbación, aparece también en su actitud con
respecto a sus padres determinada por el complejo de Edipo que ofrece al niño dos posibilidades
de satisfacción, una activa y otra pasiva y a las que la posibilidad de castración puso fin. Ambas
traían consigo la pérdida del pene: una masculina como castigo, otra femenina como premisa. Si
la satisfacción amorosa basada en el complejo de Edipo ha de costar la pérdida del pene surgirá
un conflicto entre el interés narcisista por esta parte del cuerpo y la carga libidinosa de los objetos
parentales, en el que vence el primer poder y el Yo del niño se aparta del complejo de Edipo, las
cargas del objeto quedan abandonados y sustituidas por identificaciones. La autoridad del padre/s
introyectada en el Yo constituye en él nódulo del Súper-yo, las tendencias libidinosas
correspondientes al complejo quedan en parte desexualizadas y sublimadas y en parte inhibidas
en cuanto a su fin y transformadas en tendencias sentimentales. Con este proceso empieza el
periodo de latencia que interrumpe la evolución sexual del niño. Este proceso es más que una
represión y equivale, cuando se desarrolla perfectamente, a una destrucción y una desaparición
del complejo, si el Yo no ha alcanzado realmente más que una represión del complejo, este
continuara subsistiendo, inconsciente, en el Ello y manifestara su acción patógena.
También el sexo femenino desarrolla un complejo de Edipo, un Súper-yo y un periodo de latencia.
Pueden serle atribuidos un complejo de castración y una organización fálica, pero no los mismos
que en el niño; la diferencia morfológica ha de manifestarse en el desarrollo psíquico. El clítoris se
comporta al principio como un pene pero cuando tiene la ocasión de compararlo con un pene,
encuentra pequeño el suyo y siente como una desventaja y motivo de inferioridad. Durante algún
tiempo cree que crecerá, iniciándose el complejo de masculinidad de la mujer. Ella supone que
perdió el pene por una castración. El complejo va más allá de la sustitución de la madre y la
actitud femenina con respecto a padre, la renuncia al pene es soportada con una compensación,
la niña pasa de la idea del pene a la idea del niño: desea recibir un hijo de su padre. Los dos

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deseos (de tener un pene y tener un hijo) perduran en lo inconsciente y prepara a la niña para su
ulterior papel sexual.
Es indudable que las relaciones temporales- causales descritas entre el complejo, la intimidación
sexual, la formación del Súper-yo y la entrada en el periodo de latencia son de naturaleza típica,
pero no única.
La Novela Familiar del Neurótico (1908)
Primer estadio: asexual
En el individuo que crece, su desasimiento de la autoridad parental es una de las operaciones
más necesarias, pero también más dolorosas, del desarrollo. Es absolutamente necesario que se
cumpla, y es lícito suponer que todo hombre devenido normal lo ha llevado a cabo en cierta
medida.
Para el niño pequeño, los padres son al comienzo la única autoridad y la fuente de toda creencia.
Y quieren llegar a parecerse a ellos.
Pequeños sucesos en la vida del niño, que le provocan un talante descontento, le dan ocasión
para iniciar la crítica a sus padres y para valorizar en esta toma de partido contra ellos la noticia
adquirida de que otros padres son preferibles en muchos aspectos. Por la psicología de las
neurosis sabemos que en esto cooperan, entre otras, las más intensas mociones de una rivalidad
sexual.
La sensación de que no le son correspondidas en plenitud sus inclinaciones propias se ventila
luego en la idea, a menudo recordada conscientemente desde la primera infancia, de que uno es
hijo bastardo o adoptivo.
El varoncito presenta inclinación a mociones hostiles mucho más hacia su padre que hacia su
madre, y se inclina con mayor intensidad a emanciparse de aquel que de esta.
Es enteramente característica de la neurosis, como también de todo talento superior, una
particularísima actividad fantaseadora, que se revela primero en los juegos infantiles y luego, más
o menos desde la época de la pre pubertad, se apodera del tema de las relaciones familiares.
Que sirven al cumplimiento de deseos, a la rectificación de la vida, y conocen dos metas
principales: la erótica y la de la ambición (tras la cual, empero, las más de las veces se esconde
la erótica).
La fantasía del niño se ocupa en la tarea de librarse de los menospreciados padres y sustituirlos
por otros, en general unos de posición social más elevada. A este estadio se llega en una época
en que el niño no tiene aún noticia de las condiciones sexuales del nacimiento.
Segundo estadio: sexual
Luego viene a sumarse la noticia sobre las condiciones sexuales diversas de padre y madre; si el
niño llega a aprehender que «El padre es siempre incierto », mientras que la madre es «certísima
», la novela familiar experimenta una curiosa limitación, a saber: se conforma con enaltecer al
padre, no poniendo ya en duda la descendencia de la madre, considerada inmodificable. Este
segundo estadio (sexual) de U novela familiar tiene por portador, además, un segundo motivo que
faltaba en el primer estadio (asexual). Con la noticia sobre los procesos sexuales nace una
inclinación a pintarse situaciones y vínculos eróticos en que entra como fuerza pulsional el placer
de poner a la madre, que es asunto de la suprema curiosidad sexual, en la situación de infidelidad
escondida y secretos enredos amorosos.

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Por lo demás, el motivo de la venganza y la represalia, situado antes en el primer plano, también
se muestra aquí. Es que son las más de las veces estos niños neuróticos los que han sido
castigados por sus padres a raíz del desarraigo de malas costumbres sexuales, de lo cual se
vengan mediante tales fantasías.
Una notable variante de esta novela familiar consiste en reclamar el héroe fantaseador para sí
mismo la legitimidad, a la vez que así elimina por ilegítimos a sus otros hermanos.
La sustitución de ambos progenitores o del padre solo por unas personas más grandiosas,
descubre que estos nuevos y más nobles padres están íntegramente dotados con rasgos que
provienen de recuerdos reales de los padres inferiores verdaderos, de suerte que el niño en
verdad no elimina al padre, sino que lo enaltece.
Y aun el íntegro afán de sustituir al padre verdadero por uno más noble no es sino expresión de la
añoranza del niño por la edad dichosa y perdida en que su padre le parecía el hombre más noble
y poderoso, y su madre la mujer más bella y amorosa. Entonces, se extraña del padre a quien
ahora conoce y regresa a aquel en quien creyó durante su primera infancia; así, la fantasía no es
en verdad sino la expresión del lamento por la desaparición de esa dichosa edad
La Identificación (1921)
Es la más temprana exteriorización de una ligazón afectiva con otra persona.
Freud distingue tres modos de identificación (apunte de la última clase, dictado por la profe Marta)
:
1) Identificación primaria o preedípica: como forma arcaica del lazo afectivo con el objeto, o sea
una relación pre-edípica ambivalente.
2) Identificación regresiva por la elección de objeto abandonado: como sustitución regresiva de
una relación objetal abandonada (mediante la introyección del objeto en el yo).
3) Identificación histérica sin objeto: cuando no existe catexis sexual del otro, el individuo se
puede identificar con éste si tienen un elemento en común (por ejemplo: el deseo de ser amado).
1) Desempeña un papel en la prehistoria del complejo de Edipo. El varoncito manifiesta un
particular interés hacia su padre; querría crecer y ser como él, hacer sus veces en todos los
terrenos. Digamos, simplemente: toma al padre como su ideal. Esta conducta nada tiene que ver
con una actitud pasiva o femenina hacia el padre (y hacia el varón en general); al contrario, es
masculina por excelencia. Se concilia muy bien con el complejo de Edipo, al que contribuye a
preparar.
Contemporáneamente a esta identificación con el padre, y quizás antes, el varoncito emprende
una cabal investidura de objeto de la madre según el tipo del apuntalamiento
Muestra entonces dos lazos psicológicamente diversos: con la madre, una directa investidura
sexual de objeto; con el padre, una identificación que lo toma por modelo.
El pequeño nota que el padre le significa un estorbo junto a la madre; su identificación con él
cobra entonces una tonalidad hostil, y pasa a ser idéntica al deseo de sustituir tal padre también
junto a la madre. Se comporta como un retoño, de la primera fase, oral, de la organización
libidinal, en la que el objeto anhelado y apreciado se incorpora por devoración y así se aniquila
como tal.
Más tarde es fácil perder de vista el destino de esta identificación con el padre.. Puede ocurrir
después que el complejo de Edipo experimente una inversión, que se tome por objeto al padre en
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una actitud femenina, un objeto del cual las pulsiones sexuales directas esperan su satisfacción;
en tal caso, la identificación con el padre se convierte en la precursora de la ligazón de objeto que
recae sobre él. Lo mismo vale para la niña, con las correspondientes sustituciones
Es fácil expresar en una fórmula el distingo entre una identificación de este tipo con el padre y
una elección de objeto que recaiga sobre él. En el primer caso el padre es lo que uno querría ser;
en el segundo, lo que uno querría tener. La diferencia depende, entonces, de que la ligazón
recaiga en el sujeto o en el objeto del yo. La primera ligazón ya es posible, por tanto, antes de
toda elección sexual de objeto.
La identificación aspira a configurar el yo propio a semejanza del otro, tomado como «modelo».
Dilucidemos la identificación en unos nexos más complejos, en el caso de una formación
neurótica de síntoma
2) La identificación puede ser la misma que la del complejo de Edipo, que implica una voluntad
hostil de sustituir a la madre, y el síntoma expresa el amor de objeto por el padre; realiza la
sustitución de la madre bajo el influjo de la conciencia de culpa: «Has querido ser tu madre, ahora
lo eres al menos en el sufrimiento». He ahí el mecanismo completo de la formación histérica de
síntoma. O bien el síntoma puede ser el mismo que el de la persona amada (Dora), por ejemplo,
imitaba la tos de su padre.
La identificación remplaza a la elección de objeto; la elección de objeto ha regresado hasta la
identificación.
Sucede a menudo que la elección de objeto vuelva a la identificación, o sea, que el yo tome sobre
sí las propiedades del objeto. Es digno de notarse que en estas identificaciones el yo copia
{Kopieren} en un caso a la persona no amada, y en el otro a la persona amada. Y tampoco puede
dejar de llamarnos la atención que, en los dos, la identificación es parcial, limitada en grado sumo,
pues toma prestado un único rasgo de la persona objeto.
3) Hay un tercer caso de formación de síntoma, particularmente frecuente e importante, en que la
identificación prescinde por completo de la relación de objeto con la persona copiada.
La empatía nace sólo de la identificación.
Uno de los «yo» ha percibido en el otro una importante analogía en un punto luego crea una
identificación en este punto, e influida por la situación patógena esta identificación se desplaza al
síntoma que el primer «yo» ha producido. La identificación por el síntoma pasa a ser así el indicio
de un punto de coincidencia entre los dos «yo», que debe mantenerse reprimido.
Podemos sintetizar del siguiente modo lo que hemos aprendido de estas tres fuentes:
en primer lugar, la identificación es la forma más originaria de ligazón afectiva con un objeto;
 en segundo lugar, pasa a sustituir a una ligazón libidinosa de objeto por la vía regresiva,
mediante introyección del objeto en el yo, por así decir; y,
 en tercer lugar, puede nacer a raíz de cualquier comunidad (creo que se refiere a punto en
común) que llegue a percibirse en una persona que no es objeto de las pulsiones sexuales.
Mientras más significativa sea esa comunidad, tanto más exitosa podrá ser la identificación
parcial y, así, corresponder al comienzo de una nueva ligazón.
La génesis de la homosexualidad masculina es, en una gran serie de casos, la siguiente: El joven
ha estado fijado a s u madre, en el sentido del complejo de Edipo, durante un tiempo y con una
intensidad inusualmente grande. Por fin, al completarse el proceso de la pubertad, llega el
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momento de permutar a la madre por otro objeto sexual. Sobreviene entonces una vuelta
repentina; el joven no abandona a su madre, sino que se identifica con ella; se trasmuda en ella y
ahora busca objetos que puedan sustituirle al yo de él, a quienes él pueda amar y cuidar como lo
experimentó de su madre.
El análisis de la melancolía afección que cuenta entre sus ocasionamientos más llamativos la
pérdida real o afectiva del objeto amado, nos ha proporcionado otro ejemplo de esa introyección
del objeto.
Rasgo principal de estos casos es la cruel denigración de sí del yo, unida a una implacable
autocrítica y unos amargos autorreproches. Por los análisis se ha podido averiguar que esta
apreciación y estos reproches en el fondo se aplican al objeto y constituyen la venganza del yo
sobre él. Como he dicho en otro lugar, la sombra del objeto ha caído sobre el yo. La introyección
del objeto es aquí de una evidencia innegable.
Nos muestran al yo dividido, descompuesto en dos fragmentos, uno de los cuales arroja su furia
sobre el otro. Este otro fragmento es el alterado por introyección, que incluye al objeto perdido.
Intro al narcisismo
Introducción al Narcisismo". 1914
Nacke: el individuo toma como objeto sexual su propio cuerpo y lo contempla con agrado, lo
acaricia, lo besa hasta llegar a una completa sasifacción. El narcisimo consitutye una perversión
desde este punto de vista.
También en la evolución sexual regular del individuo se dan ciertas localizaciones narcisistas de
la libido. En este sentido el narcicisimo no sería ya una perversión sino el complemento libidinoso
del egoísmo del instinto de conservación, egoísmo que atribuimos en cierta medida a todo ser
vivo. Narcisismo primario normal.
Parafrénicos, esquizofrénicos por Breuer. Muestran dos características principales: el delirio de
grandeza y la falta de todo interés por el mundo exterior. También el histérico o el obsesivo
pierden su relación con la realidad, sin embargo no han roto su relación erótica con las personas
y las cosas. La conservan en su fantasía, han sustituido los objetos reales por otros imaginarios o
los han mezclado con ellos y por otro lado han renunciado a realizar los actos motores necesarios
para la consecución de sus fines, a este estado solamente podemos denominar introversión de la
libido.
El parafrénico en cambio parece haber retirado realmente su libido de las personas y cosas del
mundo exterior sin haberlas sustituido por otras en su fantasía, si hallamos un caso en el que se
de esta sustitución es siempre de carácter secundario y corresponde a una tentativa de curación
que quiere volver a llevar la libido al objeto.
El destino de la libido retraíada de los objetos es la megalomanía, que se ha consituido a costa de
la libido objetal. La libido sustraída del mundo exterior ha sido aportada al yo surgiendo el
narcisismo. Pero la megalomanía no es algo nuevo sino la intensificación y concreción de un
estado que ya venía existiendo:
La vida anímica de los pueblos primitivos: encontramos ciertos rasgos que si se presentaran
aislados habrían de ser atribuidos a la megalomanía, como una hiperestimación del poder de sus
deseos y actos mentales, la omnipotencia de las ideas, una fe en la fuerza mágica de las palabras
y una técnica contra el mundo exterior, la magia.

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En el niño: vemos una actitud análoga. El sujeto posee una carga libidinosa primitiva del yo de la
cual parte a cargar los objetos, pero que en el fondo continúa subsistiendo.
Hay entonces una oposición entre la libido del yo y la libido objetal: cuando mayor es la primera
tanto más pobre es la segunda. La libido objetal alcanza su máximo desarrollo en el amor, el cual
se nos presenta como una disolución de la propia personalidad en favor de la carga del objeto y
tiene su antítesis en la fantasía paranoiza del fin del mundo. En un principio estas dos energías se
encuentran estrechamente unidas, solo la carga de objetos hace posible distinguir una energía
sexual, la libido, de una energía de los instintos del yo.
Para que sea posible el narcisismo el yo tiene que ser desarrollado, en cambio los intintos
autoeróticos son primordiales. Para consituir el narcisismo ha de venir a agregarse al
autoerotismo algún otro elemento, un nuevo acto psíquico.
La división de la libido en una libido propia del yo y otra que inviste a los objetos es la
prolongación inevitable de una primera hipótesis que dividió a los instintos en instintos del yo e
instintos sexuales.
La introversión de la libido sexual conduce a una carga libidinosa del yo, la cual produce
probablemente la pérdida del contacto con la realidad.
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Influencia de la enfermedad orgánica sobre la distribución de la libido: el individuo aquejado de un


dolor u malestar orgánico cesa de interesarse por el mundo exterior en cuanto no tiene relación
con su dolencia. También retira de sus objetos eróticos el interés libidinoso cesando así de amar
mientras sufre. El enfermo retrae a su yo sus cargas de libido para destacarlas de nuevo hacia la
curación. La libido y el interés del yo tienen aquí un destinto común y vuelven a hacerse
indiferenciables.
El sueño: significa tambiñen una retracción narcisista de las posiciones de la libido a la propia
persona, o más exactamente sobre el deseo único y exclusivo de dormir.
La hipocondría: se manifiesta como la enfermedad orgánica en sensaciones somáticas penosas o
dolorosas y coincide también en la distribución de la libido. Retrae su interés y su libido del mundo
exterior y concentra ambos en el órgano que le preocupa. Se diferencia con la enfermedad
orgánica ya que es esta las sensaciones dolorosas tienen su fundamente en alteraciones
comprobables.
Erogeneidad: facultad de una parte del cuerpo de enviar a la vida anímica estímulos sexualmente
excitantes, las zonas erógenas pueden representar a los genitales y comportarse como ellos.
Podemos considerar a la erogeneidad como una cualidad general de todos los órganos pudiendo
hablar entonces de la intensificación o la disminución de la misma en determinada parte del
cuerpo. Paralelamente podría tener efecto una alteración de la carga de libido en el yo. Tales
serían los factores básicos de la hipocondría susceptibles de ejercer sobre la distribución de la
libido la msima influencia que la enfermedad material de los órganos.
Este estancamiento de la libido en el yo produce displacer por cierta función específica de esa
magnitud absoluta. Por eso la vida anímica se ve forzada a traspasar las fronteras del narcisismo
e investir de libido a objetos exteriores. Dicha necesidad surge cuando la carga libidinosa del yo
sobrepasa cierta medida.

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Como la parafrenia trae consigo la mayoría de las veces un desligamiento solo parcial de la libido
de sus objetos podrían distinguirse tres grupos de fenómenos:
• Los que quedan en un estado de normalidad o de neurosis (fenómenos residuales).
• Los del proceso patológico (el desligamiento de la libido de sus objetos, la megalomanía, la
perturbación afectiva, la hipocondría y todo tipo de regresión).
• Los de la restitución, que nuevamente ligan a la libido a los objetos, bien a manera de
histeria , como la parafrenia propiamente dicha; o a la de una neurosis obsesiva como la
paranoia.
La vida erótica humana consitutye el tercer acceso al estudio del narcisismo. El sujeto mayor
toma sus objetos sexuales de sus experiencias de satisfacción. Las primeras satisfacciones
sexuales autoeróticas son vividas en relación con las funciones vitales destinadas a la
conservación. Los instintos sexuales se apoyan al principio en la satisfacción de los instintos del
yo y solo luego se hacen independientes a ellos. Las personas a las que ha estado encomendada
la alimentación, el cuidado, y la protección del niño son sus primeros objetos sexuales, osea la
madre o sus subrogados. Junto a este tipo de elección de objeto, llamado tipo de apoyo o
anaclítico, hay un segundo tipo.
Muchas personas, y especialmente en las cuales el desarrollo de la libido ha sufrido alguna
perturbación, como los perversos y los homosexuales, no eligen su ulterior objeto erótico
conforme a la imagen de la madre sino conforme a la de su propia persona. Demuestran
buscarse a sí mismos como objeto erótico realizando así su elección de objeto conforme a un tipo
narcisista.
El individuo tiene dos objetos sexuales: él mismo y la mujer nutriz, así el narcisismo primario del
ser humano se manifestará luego en su elección de objeto.
El amor completo al objeto, conforme al tipo de apoyo, es característico del hombre. Muestra
aquella hiperestimación sexual que corresponde a la transferencia del mismo sobre el objeto
sexual. Esta hiperestimación sexual permite la génesis del estado de enamoramiento, por lo tanto
hay un empobrecimiento de la libido del yo en favor del objeto.
En la mujer hay una intensificación del narcisismo primitivo que resulta desfavorable a la
estructuración de un amor objetal regular y acompañado de hiperestimación sexual. Sobre todo
en las mujeres bellas nace una complaciencia de la sujeto por sí misma que la compensa de las
restricciones puestas por la sociedad a su elección de objeto. Tales mujeres solo se aman, en
realidad, a sí mismas y con la misma intensidad con la que el hombre las ama. No necesitan amar
sino ser amadas y aceptan al hombre que llena esa condición. Resultan extremadamente
atractivas para los hombres ya que el narcisismo de una persona ejerce gran atractivo sobre
aquellas otras que han renunciado plenamente al suyo y se encuentran pretendiendo el amor del
objeto. Sin embargo existen mujeres que aman conforme al tipo masculino y desarrollan también
la hiperestimación sexual correspondiente.
También para las mujeres narcisistas existe un camino que las lleva al amor objetal con toda su
plenitud. En el hijo al que dan la vida se les presenta una parte de su propio cuerpo como un
objeto exterior, al que pueden consagrar un pleno amor objetal, sin abandonar por ello su
narcisismo.
Se ama:
1º Conforme al tipo narcisista:

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• Lo que uno es (a sí mismo)
• Lo que uno fue
• Lo que uno quisiera ser
• A la persona que fue una parte de uno mismo
2º Conforme al tipo de apoyo (o anaclítico):
• A la mujer nutriz
• Al hombre protector
Considerando la actitud de los padres cariñosos con respecto a sus hijos, hemos de ver en ella
una reviviscencia y una reproducción del propio narcisismo abandonado antes. La
hiperestimación domina esta relación de afecto. Se atribuyen al niño todas las perfecciones y se
niegan u olvidan todos sus defectos. Existe también la tendencia a suspender para el niño todas
las conquistas culturales y a renovar para él privilegios renunciados hace mucho tiempo. La
enfermedad, la muerte, la renuncia al placer y la limitación de la propia voluntad han de
desaparecer para él, y las leyes de la naturaleza así como las de la sociedad, deberán detenerse
ante su persona (His Magesty the Baby). Deberá realizar los deseos incumplidos de sus
progenitores, la inmortalidad del yo conquista su afirmación refugiándose en el niño. El amor
parental no es más que una resurrección del narcisismo de sus padres que se transforma en
amor objetal.
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Perturbaciones a las que está expuesto el narcisismo primitivo del niño: El complejo de
castración, miedo a la pérdida del pene en el niño y envidia del pene en la niña.
En la observación del adulto normal vemos muy mitigada su antigua megalomanía y muy
desvanecidos los caracteres infantiles de su narcisismo infantil. Las tendencias instintivas
libidinosas sucumben a una represión patógena cuando entran en conflicto con las
representaciones éticas y culturales del individuo. La represión parte del yo y dentro del mismo de
la propia autoestimación del yo. El sujeto ha construido en sí un ideal, con el cual compara su yo
actual, la formación de un ideal sería por parte del yo, la condición de la represión.
A este ideal se consagra el amor ególatra de que en la niñez era objeto el yo verdadero. El
narcisismo aparece desplazado sobre este nuevo yo ideal, adornado como el infantil, con todas
sus perfecciones. El hombre así no quiere renunciar a la perfección de su niñez y ya que no pudo
mantenerla ante las enseñanzas recibidas y el despertar de su propio juicio, intenta conquistarla
bajo la forma del yo ideal. Aquello que proyecta ante sí como su ideal es la sustitución del perdido
narcisismo de su niñez en el cual era él mismo su propio ideal.
La sublimación es un proceso que se relaciona con la libido objetal y consiste en que el instinto se
orienta sobre un fin diferente y muy alejado de la satisfacción sexual, lo más importante de él es
el apartamiento de lo sexual. La idealización es un proceso que tiene efecto en el objeto
engrandeciéndolo y elevándolo psíquicamente, sin transformar su naturaleza. La idealización
puede producirse tanto en el terreno de la libido del yo como en el de la libido objetal. Así la
hiperestimación del objeto es una idealización del mismo.

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El yo ideal exige esta sublimación pero no puede imponerla, la sublimación continúa siendo un
proceso distinto, cuyo estímulo puede o no partir del ideal pero cuya ejecución permanece
totalmente independiente de tal estímulo.
La producción de un ideal eleva las exigencias del yo y favorece más que nada a la represión. En
cambio la sublimación representa un medio de cumplir tales exigencias sin recurrir a la represión.
Hay una instancia psíquica especial encargada de velar por la satisfacción narcisista en el yo
ideal y que en el cumplimiento de su función vigila de continuo al yo actual y lo compara con el
ideal. Le damos el nombre de conciencia moral.
El reconocimiento de esta instancia nos facilita la comprensión del delirio de autorreferencia en
las enfermedades paranoicas. Los enfermos se lamentan entonces de que todos sus
pensamientos son descubiertos por los demás y observados y espiados sus actos todos. De la
actuación de esta instancia les informan voces misteriosas. En todos nosotros y dentro de la vida
normal, existe realmente tal poder que observa, advierte y critica todas nuestras intenciones. El
delirio de ser observado representa a este poder en forma regresiva.
El estímulo para la formación del yo ideal, cuya vigilancia está encomendada a la conciencia, tuvo
su punto de partida en la influencia crítica ejercida, de viva voz por los padres a los cuales se
agregan luego los educadores, los profesores y toda la multitud innumerable de las personas del
medio social.
En la enfermedad, la rebeldía contra la instancia censora proviene ajena al deseo del sujeto de
desligarse de todas estas influencias, comenzado por la parental, y ajena al retiro de ellas de la
libido homosexual. Su conciencia se le opone entonces en una manera regresiva, como una
acción hostil orientada hacia él desde el exterior. Las lamentaciones de los paranoicos
demuestran también que la autocrítica de la conciencia coincide con la autoobservación en la cual
se basa.
En primer lugar la autoestimación nos parece ser una expresión de la magnitud del yo. Todo lo
que una persona posee o logra, cada residuo de la primitiva onmipotencia confirmado por su
experiencia, ayuda a incrementar la autoestimación.
En la autoestimación hay una íntima relación con la libido narcisista: la autoestimación aparece
intensificada en las parafrenias y debilitada en las neurosis de transferencia, y en la vida erótica el
no ser amado disminuye la autoestimación y el serlo la incrementa (el ser amado constituye el fin
y la satisfacción en la elección narcisista de objeto).
La dependencia al objeto amado es causa de disminución de este sentimiento. El que ama pierde
una parte de su narcisismo y solo puede compensarla siendo amado. En todas estas relaciones
permanece enlazada la autoestimación con la participación narcisista en el amor.
La percepción de la impotencia, de la imposibilidad de amar, a causa de perturbaciones físicas o
anímicas, disminuye extraordinariamente la autoestimación. Es esta una de las causas del
sentimiento de inferioridad del sujeto en las neurosis de transferencia. Pero la fuente principal de
este sentimiento es el empobrecimiento del yo.
La evolución del yo consiste en un alejamiento del narcisismo primario y crea una intensa
tendencia a conquistarlo de nuevo. Este alejamiento sucede por medio del desplazamientode la
libido sobre un yo ideal impuesto desde el exterior, y la satisfacción es proporcionada por el
cumplimiento de este ideal.

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Una parte de la autoestima es primaria: el residuo del narcisismo infantil, otra procede de la
onmipotencia confirmada por la experiencia (del cumplimiento del ideal) y una tercera procede de
la satisfacción de la libido objetal.
En los casos en los que no ha llegado a desarrollarse tal ideal la tendencia sexual de que se trate
entra a formar parte de la personalidad del sujeto en forma de perversión.
El enamoramiento consiste en una afluencia de la libido del yo al objeto. Tiene el poder de
levantar represiones y volver a instituir perversiones. Exalta el objeto sexual a la categoría de
ideal sexual. Cuando la satisfacción narcisista tropieza con obstáculos reales puede ser utilizado
el ideal sexual como satisfacción sustitutiva. Se ama entonces conforme al tipo de elección del
objeto narcisista: es amado aquello que posee la perfección que le falta al yo para llegar a ser el
ideal. Es la curación por el amor, pero crea una invalidante dependencia a la persona amada.
El ideal del yo tiene, además de su parte individual, su parte social: es también el ideal común de
una familia, de una clase o de una nación. Además de libido narcisista atrae a sí gran magnitud
de libido homosexual que ha retornado al yo. La insatisfacción provocada por el incumplimiento
de este ideal deja eventualmente en libertad un acopio de la libido homosexual que se convierte
en conciencia de la culpa (angustia social). Este sentimiento de culpabilidad fue, originariamente,
miedo al castigo de los padres o más exactamente a perder el amor de los mismos. Más tarde los
padres quedan sustituidos por un indefinido número de compañeros. La frecuente causación de la
paranoia por una modificación del yo, esto es por la frustración de satisfacción en el campo del
ideal del yo, se nos hace así comprensible.

LAS PULSIONES Y SUS DESTINOS (FREUD, 1915).


Fisiología. Extrae el esquema de reflejo, que propone una acción hacia un fin: apartar el área
afectada por un estímulo, de ese estímulo mismo. En este sentido ve a la pulsión como un tipo de
estímulo para lo psíquico, señalando que existen otros estímulos para lo psíquico que no son las
pulsiones.
Lo que insinúa es que tenemos un estímulo pulsional endógeno, o sea proviene de estímulos
internos y no externos, por lo que operan y se eliminan de manera diferente a los exógenos. La
pulsión no es una fuerza de choque momentáneo sino una fuerza constante, y como es interna,
no se puede huir, se debe satisfacer.
Biología. Utiliza el concepto de tendencia, que propone que se tiende a estar alejado de todo
estímulo que cause tensión. Propone que este debe ser sacrificado pues a veces se debe
modificar el mundo exterior para satisfacer una pulsión. Entonces, el aparato psíquico sometido al
principio de placer entra en un estado de ambivalencia.
Vida anímica. Con esto entendemos que la pulsión es un concepto fronterizo entre lo anímico y
lo somático, en otras palabras, es un representante psíquico en los estímulos físicos que
provienen del interior del cuerpo y alcanzan el aparato psíquico. A partir de esto se incorpora al
cuerpo en el aparato psíquico.
Tipos o grupos pulsionales.
 Pulsiones Yóicas o de Autoconservación. Dirigidas a preservar la vida del organismo.
Son un factor motor, cuya energía está al servicio del yo en conflicto defensivo. Son
necesidades que están relacionadas a las funciones corporales que preservan la
propia vida, como el hambre.

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 Pulsiones Sexuales. Están dirigidas a preservar el plasma de la especie. Buscan
primero el placer del órgano y luego se unen al fin de la reproducción. Es justo por
esto que el niño es perverso-polimorfo, pues en un principio la sexualidad no va al fin
de la reproducción
Cabe aclarar que las pulsiones autoeróticas primero se apuntalan en pulsiones Yóicas, luego se
va a diferenciar el placer por satisfacer la necesidad de hambre del placer por satisfacer la
necesidad de chupar (o sea, la yóica de la sexual, respectivamente).
Destinos de las pulsiones.
 Trastorno hacia lo contrario. Pasan dos procesos: (1) el paso de una pulsión de la
actividad a la pasividad, que Freud ejemplifica con el sadismo-masoquismo y el ver-
exhibirse y (2) el trastorno de contenido, que lo explica con la antítesis amor-odio. (1)
tiene que ver con una traslación de una meta activa a una meta pasiva (de martirizar
a ser martirizado; de ver a exhibirse). Con esto explica que, la etapa previa a la
pulsión con meta activa pertenece al narcisismo; el paso a la meta activa es una
formación narcisista donde la pulsión activa colabora para dejar de ser narcisista,
para eliminar el objeto narcisista. Pero, en el paso a la pulsión con meta pasiva se da
un retorno al objeto narcisista, con la modificación de que: el Yo es permutado con un
Otro, uno ajeno. Menciona que el yo fue activo en cuanto a reacción ante estímulos
pulsionales y pasó a ser pasivo en cuanto recepción de estímulos exteriores. En (2),
amor y odio se presentan dirigidos simultáneamente al mismo objeto, pero existe una
ambivalencia de afecto. Pero ahora, pareciera que amar no es susceptible a una sola
oposición o antítesis, sino que existen 3 oposiciones, una por cada porro: a) amar-
odiar b) amar-ser amado c) amar y odiar-indiferencia. De acuerdo a esto, Freud
considera que la vida anímica está gobernada por 3 polaridades: sujeto-objeto;
placer-displacer; activo-pasivo; aunque ninguna de estas tres debe confundirse.
 Vuelta hacia la persona propia. Podemos observarlo si pensamos al masoquismo como
vuelto hacia el yo. Esto es, en lo esencial se cambia el objeto de satisfacción, pero la meta
de satisfacción sigue intacta. Freud argumenta que la pulsión no tiene como meta infligir
dolor, no se propone esto; cuando se pasa del sadismo al masoquismo aparece en el
propio dolor el goce, ergo, no se goza del dolor sino de la excitación sexual que lo
acompaña.
 Represión. La inhibición pulsional. La etiología se basa en que mociones pulsionales
ambivalentes posee (carácter placentero y displacentero a la vez) son intolerables para el
yo, entonces, la represión se efectúa a partir de que una carga displacentera es más
potente que su contraparte placentera.
 Sublimación. Cambia y redirección las metas de pulsiones sexuales hacia otras metas
más socialmente adecuadas. Este destino surge recién en el periodo de latencia. Sucede
que las pulsiones comienzan a tener algo de displacer, como resultado: aparición de
fuerzas anímicas contrarias, entonces se despliegan diques psíquicos que se encargan de
sofocar estas pulsiones y promover las aceptadas socialmente.
Narcisismo es la capacidad del niño, en sus inicios, de satisfacer sus pulsiones en sí mismo. Se
refiere a que el mundo exterior, en esta época, no significa nada para el niño, ergo, no hay
satisfacción allí.

69
. EL YO Y EL ELLO
1- Lo consciente y lo inconsciente
 ¿Que es la conciencia?
El psicoanálisis ve a la conciencia tan solo como una cualidad de lo psíquico, que puede sumarse
a otras o faltar en absoluto. Es un término descriptivo que se basa en la percepción más
inmediata y segura, un estado eminentemente transitorio.
Una representación consciente en un momento dado no lo es ya en el momento inmediatamente
posterior, aunque pueda volver a serlo, bajo condiciones dadas. Podemos decir entonces que
esta representación es latente, capaz de conciencia.
La conciencia es la superficie del aparato anímico, de donde proceden todas las percepciones
tanto del exterior (percepciones sensoriales), como del interior (sensaciones y sentimientos).
Es la encargada de dominar el acceso de la motilidad y ejercer durante la noche la censura
onírica.
 ¿Que es lo inconsciente?
Son aquellos procesos o representaciones anímicas de gran energía, que, sin llegar a ser
conscientes, pueden provocar en la vida anímica las más diversas consecuencias. El estado en
que estas representaciones se hallan es el que conocemos con el nombre de represión
 Clasificación o tipos de inconsciente:
Se nos presentan dos clases de inconsciente
a- Lo inconsciente latente: capaz de conciencia. Solo es inconsciente en un sentido
descriptivo y no en un sentido dinámico; se lo denomina pre consciente
b- Lo inconsciente reprimido: incapaz de inconsciencia. A este le reservamos el nombre de
inconsciente.
En otras palabras, en el sentido descriptivo hay dos clases de inconsciente, y solo uno en el
sentido dinámico.
Durante el análisis observamos que el enfermo tropieza con dificultades, sus asociaciones cesan
en absoluto en cuanto han de aproximarse a lo reprimido, se halla bajo el dominio de una
resistencia. Dichas resistencias parten del yo, provocando en él sensaciones displacientes.
De esta forma comprobamos que en el yo también hay algo ICC. La existencia de un yo
coherente (núcleo del yo) y un yo reprimido (resistencia).
Llegamos a la conclusión de que lo ICC no coincide necesariamente con lo reprimido. Todo lo
reprimido es inconsciente, pero no todo lo ICC es reprimido... también una parte del yo, cuya
amplitud nos es imposible fijar, puede ser ICC, y lo es seguramente. Y este ICC del yo no es
latente en el sentido de lo PREC; pues si lo fuera no podría ser activado sin hacerse CC, y su
atracción a la CC no opondría tan grandes dificultades. Viéndonos así obligados a admitir un
tercer ICC: el ICC no reprimido.
2- El yo y el ello
 ¿Como una representación ICC se vuelve CC?

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La verdadera diferencia entre una idea ICC y una PREC consiste en que el material de la primera
permanece oculto, mientras que la segunda se muestra enlazada con representaciones verbales.
Estas representaciones son restos mnémicos y proceden principalmente de percepciones
acústicas.
Aquí está la condición necesaria para que este proceso se lleve a cabo: solo puede hacerse CC
lo que ya fue alguna vez una percepción CC. Algo ICC se vuelve CC por su enlace con
representaciones verbales (palabras). Estas representaciones son resto mnémicos que fueron
alguna vez percepciones CC.
o Percepción: la carga que se extiende desde la huella mnémica hacia el sistema P.

o Alucinación: la carga se traslada al polo perceptual.

YO
Es ante todo un ser corpóreo, y no solo un ser superficial. Si queremos encontrarle una analogía
anatómica, habremos de identificarlo con el homúnculo cerebral de los anatómicos, que se halla
cabeza abajo sobre la corteza cerebral, tiene los pies hacia arriba, mira hacia atrás y ostenta, a la
izquierda, la zona de la palabra.
Es una parte del ello modificada por la influencia del mundo exterior. Solo se limita a ocupar una
parte de su superficie y tampoco se halla separado del, pues interactúa con él en su parte inferior.
Se esfuerza en transmitir al ello dicha influencia del mundo exterior, y sustituye en el principio del
placer por el principio de realidad.
Es la unidad narcisista.
De este yo parte la represión. Genera resistencia (lo que se opone al contacto con lo reprimido).
De estas resistencias nada sabe el sujeto, entonces hay una parte del yo que tiene que ver con lo
ICC.
Tiene que ver con la razón.
Desde el punto de vista tópico, el yo se encuentra en una relación de dependencia, tanto respecto
a las reivindicaciones del ello como a los imperativos del superyó y a las exigencias de la
realidad. Aunque se presenta como mediador, encargado de los intereses de la totalidad de la
persona, su autonomía es puramente relativa.
Desde el punto de vista dinámico, el yo representa evidentemente, en el conflicto neurótico, el
polo defensivo de la personalidad, pone en marcha una serie de de mecanismos de defensa,
motivados por la percepción de un afecto displacentero (señal de angustia).
Desde el punto de vista económico, el yo aparece como un factor de ligazón de los procesos
psíquicos; pero, en las operaciones defensivas, las tentativas de ligar la energía pulsional se
contaminan de los caracteres que definen el proceso primario: adquieren un matiz compulsivo,
repetitivo.
ELLO
Al nacer, el individuo es un ello psíquico, desconocido. Este se opone al yo, ya que contiene las
pasiones y se rige por el principio del placer.
Es el polo pulsionar o lugar de las pulsiones
En la superficie del ello aparece el yo por acción del mundo exterior.

71
El ello solo es placer
El ello tiene que ver con la pasión.
Desde el punto de vista económico es el reservorio primario de la energía psíquica, de un punto
de vista dinámico el ello entra en conflicto con el yo y el superyó que, desde el punto de vista
genético, constituyen diferenciaciones de aquel.
Funciones del yo
- Regir los accesos a la motilidad
- Establece el orden temporal de los procesos psíquicos y los somete al examen de la
realidad
- Consigue un aplazamiento de las descargas motoras
- Se halla en una situación semejante a la de un monarca constitucional, sin cuya sanción no
puede legislarse nada, pero que reflexionara mucho antes de oponer su veto a una
propuesta del parlamento.
- Intenta dominar al ello, sustrae libido de él y transforma sus cargas de objeto en
estructuras yoicas
- Con ayuda del superyó, extrae del ello la experiencia histórica en él acumulada.
3. El yo y el superyó (ideal del yo)
Génesis del superyó: Freud toma el caso de la melancolía, ya que en esta se produce un
mecanismo análogo al de la formación del superyó. Una reconstrucción en el yo del objeto
perdido, la sustitución de una carga de objeto por una identificación.
Cuando el ello abandona el objeto, surge frecuentemente en su lugar, una modificación en el yo,
una reconstrucción del objeto en el mismo.
Esta modificación del yo es un medio de dominar al ello y de hacer más profundas sus relaciones
con él. Cuando el yo toma los rasgos del objeto se ofrece al ello intentando compensar la pérdida,
diciendo de alguna manera: “puedes amarme, pues yo soy parecido al objeto perdido”.
Las primeras identificaciones, las más importantes, con la figura paterna, son las que finalmente
dan formación al ideal del yo (superyó).
SUPERYO
Surge del yo. Es una fase especial del yo, una diferencia dentro del mismo y se opone a su
contenido restante. Presenta una conexión menos firme con la conciencia.
Es el residuo de las primeras elecciones de objeto del ello. Tiene que ver con la primera y más
importante identificación del individuo, con el padre, perteneciente al primer periodo sexual.
Debido a esto conserva un carácter de padre y reina severamente sobre el yo como conciencia
moral, o quizá como sentimiento ICC de culpabilidad.
Es el heredero del complejo de Edipo. El abogado del mundo exterior, o sea, del ello y se opone
al yo, el verdadero representante del mundo exterior o de la realidad.
Su relación con el yo no se limita solo a la advertencia “así, como el padre, debes ser”, sino que
comprende también una prohibición “así, como el padre, no debes ser”, pues hay algo que le esta
exclusivamente reservado.
72
Su función es comparable a la de un juez o sensor con respecto al yo. Freud considera la
conciencia moral, la autoobservacion, la formación de ideales, como funciones del superyó.
4. Las dos clases de pulsiones
Freud empieza este capítulo declarando que con la división del ser anímico en el yo, ello y
superyó, se propone sostener y continuar la teoría de las pulsiones que inicio en “Mas allá del
principio del placer”, es decir, la oposición entre el Eros (que integra las pulsiones sexuales, las
sublimadas y las de conservación), y la pulsión de muerte (que tiene en el sadismo su
representante). Insiste en que la vida es un combate entre ambas tendencias que se enlazan,
mezclan y alían entre sí, consiguiendo en el mejor de los casos la derivación hacia el exterior de
los impulsos destructores por medio del sistema muscular y del componente sádico de las
pulsiones sexuales, y pone como ejemplo de la disociación que puede producirse entre ambas,
con la consecuente aparición de la pulsión de muerte, a la neurosis obsesiva.
Se propone entonces, orientar su estudio hacia las relaciones entre el yo, el ello y el superyó, por
un lado, y las dos clases de pulsiones por el otro, así como a la situación del principio del placer
con respecto a todos ellos.
La antítesis de las dos clases de pulsiones puede ser sustituida por la polarización del amor y el
odio, que bajo diversas condiciones dan la impresión de transformarse fácilmente uno en otro.
Por otra parte, también se le impone una modificación en la teoría del narcisismo, ya que si al
principio toda la libido se halla acumulada en el ello, el cual emplea una parte en cargas eróticas
de objeto, y una vez que el yo crece y se fortalece se apodera de esta libido objetal para aparecer
ante el ello como objeto, la conclusión es que este narcisismo del yo es un narcisismo secundario.
De estas pulsiones, una tiene que ver con la creación, la otra con la destrucción.
3- Las servidumbres del yo (o patologías del superyó)
Del mismo modo que el niño se hallaba sometido a sus padres y obligado a obedecerlos, se
somete el yo al imperativo categórico de su superyó.
El superyó se encuentra próximo al ello, y puede arrogarse para con el yo la representación del
mismo. Penetra profundamente en el ello, y, en cambio, se halla más alejado que el yo de la
conciencia.
Para el estudio de estas relaciones se tienen en cuenta determinados hechos clínicos
 Reacción terapéutica negativa: mecanismo por el que muchos analizantes reaccionan
durante la cura en sentido inverso a como sería lógico esperar. Cada una de las soluciones
parciales que habría de traer consigo un alivio o una desaparición temporal de los
síntomas, por lo contrario, provoca en estos sujetos una intensificación de la enfermedad, y
durante el tratamiento empeoran en vez de mejorar, ya que la cura es considerada un
peligro.
Esto tiene un factor moral, un sentimiento de culpabilidad, que halla su satisfacción en la
enfermedad y no quiere renunciar al castigo que la misma significa.
En dos afecciones es intensamente CC el sentimiento de culpabilidad. El ideal del yo muestra
entonces una particular severidad y hace al yo objeto de sus iras, a veces extraordinariamente
crueles
1- Neurosis obsesiva: es extraordinariamente intenso el sentimiento de culpabilidad, sin que
por parte del yo exista nada que justifique tal sentimiento. El yo del enfermo se rebela
73
contra la supuesta culpabilidad y pide auxilio al médico para rechazar dicho sentimiento. El
análisis nos revela luego que el superyó es influido por procesos que permanecen ocultos
al yo
2- Melancolía: se experimenta aun con más intensidad la impresión de que el superyó ha
atraído así la conciencia. Pero aquí no se atreve el yo a iniciar protesta alguna. Se
reconoce culpable y se somete al castigo. Esta diferencia resulta comprensible. En la
neurosis obsesiva se trataba de impulsos repulsivos que permanecían exteriores al yo. En
cambio, la melancolía nos muestra que el objeto sobre el cual recaen las iras del superyó
ha sido acogido en el yo.
Hay otros casos en los que el sentimiento de culpabilidad permanece ICC
3- Histeria: el yo histérico se defiende contra la percepción penosa que le amenaza por parte
de la crítica de su superyó, en la misma forma que emplea acostumbradamente para
defenderse contra una carga de objeto transportable, o sea por medio de la represión.
Depende del yo que el sentimiento de culpabilidad permanezca ICC. Sabemos que en
general el yo lleva a cabo las represiones en provecho y al servicio del superyó; pero en el
caso presente lo que hace es servirse de esta misma arma contra su riguroso señor.
En la neurosis obsesiva predominan los fenómenos de la formación de reacciones. En la histeria
no consigue el yo sino mantener a distancia el material al cual se refiere el sentimiento de
culpabilidad.
4- Un caso especial de criminales: el incremento de estos sentimientos de culpabilidad
pueden llegar a hacer del individuo un criminal. De hecho, en muchos criminales, sobre
todo en los jóvenes, hemos descubierto un sentimiento de culpabilidad, que existía incluso
antes que se cometa el delito. Por lo tanto esto no era la consecuencia, sino el motivo que
llevaba a la ejecución de tal acto; como si el sujeto sintiera un alivio al poder enlazar dicho
sentimiento ICC de culpabilidad con algo real y actual.
Freud señala que el ello es totalmente amoral, el yo se esfuerza por ser moral, y el superyó puede
ser hipermoral y hacerse entonces tan cruel como el ello.
El introduce entonces una nueva hipótesis: la de que el ideal del yo extrae su imperativo riguroso
y cruel de la pulsión de muerte segregada tras la disociación de las pulsiones que conlleva la
identificación con el padre.
Por otra parte, se nos muestra el yo como una pobre cosa sometida a tres distintas servidumbres
y amenazada por tres diversos peligros, del mundo exterior, de la libido del yo y del rigor del
superyó.
En calidad de instancia fronteriza, quiere el yo constituirse en mediador entre el mundo exterior y
el ello, intentando adaptar el ello al mundo exterior y alcanzar en este los deseos del ello por
medio de su actividad muscular. Se ofrece al ello como objeto de su libido, a la cual procura
atraer sobre si. Para el ello no es solo un auxiliar, sino un sumiso servidor que aspira a lograr el
amor de su dueño.
El yo no se conduce imparcialmente con respecto a las dos clases de instintos. Mediante su labor
de identificación y sublimación auxilia a los instintos de muerte del ello en el sojuzgamiento de la
libido, pero al obrar así se expone al peligro de ser tomado como objeto de tales instintos y
sucumbir victima de ellos. Ahora bien, para poder prestar tal auxilio ha tenido que colmarse de
libido, constituyéndose así en representante del eros, y aspira entonces a vivir y a ser amado.

74
El yo es la verdadera residencia de la angustia. Amenaza por tres distintos peligros desarrolla el
yo el reflejo de fuga, retirando su carga propia de la percepción amenazadora o del proceso
desarrollado en el ello considerado peligroso y emitiéndola en calidad de angustia. Esta reacción
primitiva es sustituida luego por el establecimiento de cargas de protección (mecanismos de las
fobias). El yo sigue, simplemente, las advertencias del principio del placer. En cambio, si
podemos determinar qué es lo que se oculta detrás de la angustia del yo ante el superyó, o sea
ante la conciencia moral. Aquel ser superior que luego llego a ser el ideal del yo amenazo un día
al sujeto con la castración, y este miedo a la castración es probablemente el nódulo en torno del
cual cristaliza luego el miedo a la conciencia moral.
El ello se encuentra bajo el dominio de la pulsión de muerte, mudo, pero poderoso, y quiere
obtener la paz acallando, conforme a las indicaciones del principio del placer, al eros perturbador.
Pero con esta hipótesis tememos estimar muy por bajo la misión del eros.
Schejtman, identificación de la epidemia
INTRODUCCION
Tomando como eje la noción de identificación, se distinguirá la posición histérica de la posición
anoréxica. No se plantea a la anorexia como una estructura subjetiva, comparable con la neurosis
o psicosis o perversión, sino que se la diferencia de los fenómenos que corresponden a la
histeria. Podría plantearse incluso la posibilidad de la “suspensión” de la histeria, cuando aparece
algún síntoma anoréxico.
LAS 6 IDENTIFICACIONES DE “PSICOLOGIA DE LAS MASAS Y ANALISIS DEL YO”
Freud en este texto distingue con claridad tres fuentes de identificación:
1- la identificación es la forma mas originaria de ligazón afectiva con un objeto.
2- pasa a sustituir una ligazón libidinosa de objeto por la via regresiva, mediante la introyección
del objeto en el yo.
3- puede nacer a raíz de cualquier comunidad que llegue a percibirse en una persona que no es
objeto de las pulsiones sexuales.
Si se examina detenidamente este capitulo, se pueden ver 6 formas de identificación:
1- identificación primaria.
2- identificación con un rasgo del objeto odiado.
3- identificación con un rasgo del objeto amado.
4- identificación con un rasgo común con alguien que no es objeto libidinal (identificación
histérica).
5- identificación de tipo de homosexualidad masculina.
6- identificación melancólica.
En relación a la identificación primaria, Freud afirma que es una identificación con el primer lazo
afectivo, con el padre. Propone que es una forma “canibalística”, se trataría de un “comerse al
padre”. Es estructural como la represión.
Las identificaciones secundarias, son aquellas formadoras de síntomas y distingue tres clases:

75
En las primeras dos formas (2 y 3) se trata de identificaciones soportadas por un lazo libidinal
previo, identificaciones con un rasgo del objeto odiado o amado, Lacan llamara a este rasgo
“rasgo unitario”.
Un tercer tipo de identificación formadora de síntoma, es la identificación que prescinde por
completo de la relación de objeto con la persona copiada (4), se produce independientemente del
lazo libidinal. La identificación no se soporta del mismo, sino del querer o poder posicionarse en la
misma situación en que se encuentra ese objeto de identificación. En este nivel ubicaríamos la
primera versión de la epidemia. Para Freud esta es una identificación que produce síntomas, pero
toma al síntoma como instrumento, es una identificación histérica, en la cual no se trata de
identificarse “con” ese rasgo, sino “por” ese rasgo. Esta identificación es utilizada por Freud para
explicar también la formación de la masa. Una masa es una multitud de individuos que han
puesto un objeto en el lugar de ideal del yo y se han identificado entre si.
En quinto lugar, tenemos una identificación propia de cierto tipo de homosexualidad masculina, es
regresiva pero no parcial. Y la sexta forma de identificación, la melancolía, en donde la sombra
del objeto cae sobre el yo.
LA IDENTIFICACION PRIMARIA EN LACAN
Mientras que Freud insistió en que la identificación primaria es con el padre, Lacan sostiene que
es con la madre, por lo que podemos sostener que es “con los progenitores”.
Lacan sostiene que la identificación primaria comporta el trauma del aprendizaje de la lengua que
le llega del Otro y lo constituye como sujeto, es una identificación simbólica.
LA IDENTIFICACION DE LA MASA
Lacan en relación a esto habla sobre el estadio del espejo, como una identificación imaginaria,
sostenida en lo simbólico.
El yo se constituye sobre la base de una identificación con la imagen del semejante, el yo desde
el comienzo es otro.
El yo se constituye a partir de la imagen especular del semejante, pero tal identificación no sería
posible sin el soporte simbólico del ideal del yo que ratifique al niño que esa imagen le
corresponde (el niño al verse en el espejo, voltea la mirada hacia un tercero).
Deben diferenciarse tres términos:
 Ideal del yo: es la instancia simbólica que regula y sostiene la identificación imaginaria.
 El yo ideal: es la imagen amable (posible de ser amada) imaginaria, ofrecida al yo desde el
lugar simbólico para que con ella se identifique.
 Yo: se constituye a partir de la imagen semejante, del otro con minúscula, del yo ideal.
Se relaciona con la identificación en masa ya que tanto el yo como la masa se producen por una
identificación especular. Se encuentra la pareja imaginaria del yo con el semejante (yo ideal) y el
sostén simbólico que lo hace posible (ideal del yo).
LA IDENTIFICACION EN LA MELANCOLIA
En la melancolia en el lugar del objeto perdido, queda una identificacion regresiva, hay una
regresion al narcisismo; se retira la libido de las relaciones con los objetos y vuelve al yo.

76
Lacan agrega la caida del lazo con el Otro, postula a la melancolia como una posicion fuera de
discurso. El objeto no es un objeto narcisista, la identificacion en este caso es con el resto, el
desecho, la basura.
LA IDENTIFICACION HISTERICA
La identificación histérica concierne al deseo. Lacan sostiene “el deseo de la histérica no es el
deseo de un objeto sino deseo de un deseo, esfuerzo por mantenerse frente a ese punto donde
ella convoca a su deseo, el punto donde se encuentra el deseo del Otro”.
LA ANOREXIA MAS ALLA DE LA HISTERIA
En el caso de la anorexia, el síntoma no se produce en el nivel de la identificación de deseo a
deseo, sino en el nivel de la imagen. En este sentido es claro que lo que se llama síntoma en la
anorexia comporta más un trastorno perceptivo que alimenticio.
El síntoma en la anorexia actual es la imagen. La anorexia se separa de la identificación de la
masa ya que la localización del objeto no se lleva al lugar del ideal sino al del superyó.
Freud: la negación.
El contenido de una imagen o pensamiento reprimido, pueden abrirse paso a la consciencia, bajo
la condición de ser negados (no supone una aceptación de lo reprimido, pero si un enlace con el).
En este texto se desarrolla la función del juicio, se habla de dos decisiones:
1- atribuir o negar una cualidad a una cosa: el yo primitivo regido por el principio de placer, quiere
introyectar todo lo bueno y expulsar de si todo lo malo.
2- conceder o negar a una imagen la existencia en la realidad: si algo existe en el yo como
imagen puede ser también hallado en la realidad.
lo importante no es solo que una cosa sea buena, sino también, que exista en la realidad, en el
mundo externo.
El juicio es la evolución adecuada del proceso primitivo por el cual el yo incorporaba cosas en su
interior o las expulsaba fuera de si, de acuerdo al principio de placer. Su polarización
corresponder a las dos pulsiones:
-Eros: introyecta, afirmación de lo bueno.
-Tanatos: expulsión, negación de lo malo.
El “no” no proviene del inconsciente, por lo tanto, aquellos que el sujeto rechaza en las
explicaciones recibidas durante un análisis, es el verdadero sentido de una nueva representación
obsesiva.
Lacan: El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal como se nos revela
en la experiencia psicoanalítica. Escritos I.
El niño de 6 meses difiere del chimpancé de la misma edad porque el primero asume
jubilosamente su reflejo en el espejo como su propia imagen, mientras que el segundo
comprende que es algo ilusorio y pierde interés en ella.
Este acto rebota en seguida en el niño con una serie de gestos en los que experimenta
lúdicamente la relación de los movimientos de la imagen con la realidad, con su propio cuerpo, y
con las personas y objetos que se encuentran junto a él.

77
El estadio del espejo describe la formación del yo a través del proceso de la identificación
(transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen). El yo es el resultado de
identificarse con la propia imagen especualar. (identificación primaria)
A los 6 meses él bebe todavía carece de coordinación motriz, pero su sistema visual es
relativamente avanzado, lo que significa que puede reconocerse en el espejo. La forma total del
cuerpo le es dada como una Gestalt, la cual genera una sensación de contraste con la falta de
coordinación experimentada (la completud amenaza al sujeto con la fragmentación), surgiendo
una tensión agresiva entre el sujeto y la imagen.
Para resolver esta tensión agresiva, el sujeto se identifica con la imagen jubilosamente, lo que
conduce a una sensación imaginaria de dominio, formando también al yo ideal como una totalidad
futura y sostiene al yo en la anticipación. (esto se relaciona con la libido narcisista como función
alienante del yo)
El estadio del espejo demuestra que el yo es el producto del desconocimiento e indica el sitio
donde el sujeto se aliena de sí mismo (se identifica con un “otro” semejante), representa la
introducción del sujeto en el orden imaginario.
El orden simbólico también está presente en la figura del adulto quien representa al Otro;
inmediatamente después de haber asumido jubilosamente su imagen como propia, el niño vuelve
la mirada hacia al adulto para que este le verifique que es suya, el yo catectiza la imagen a través
de la mirada y las palabras de la madre.
En el momento en el que termina el estadio del espejo (18 meses) se inaugura, por la
identificación con la imago del semejante, la dialéctica que liga al yo (je) con situaciones
socialmente elaboradas. Es este momento el que hace volcarse todo el saber humano en la
mediatización por el deseo del otro.
Se accede al complejo de Edipo.
CONCEPTOS DEL DICCIONARIO DE DYLAN EVAN (pueden servir)
Identificación: es la transformación que se produce en el sujeto cuando asume a una imagen.
Asumir una imagen es reconocerse en ella y apropiársela. Lacan distingue la identificación
imaginaria de la identificación simbólica: la identificación primaria es el mecanismo por el cual se
crea el yo en el estadio del espejo y da origen al yo ideal, es lo que estructura al sujeto como un
rival de si mismo y por lo tanto involucra agresividad y alienación. La identificación simbólica es la
identificación con el padre (con el significante) en la etapa final del complejo de Edipo, que da
origen a la formación del ideal del yo.
Imagen especular: se refiere al reflejo del propio cuerpo en el espejo, a la imagen de uno mismo
que es simultáneamente uno mismo y otro. No hace referencia solamente a un espejo sino
también cuando el bebe ve su conducta reflejada en los gestos imitativos de un adulto o de otro
niño, la otra persona funciona como imagen especular.
Imago: incluye tanto la representación visual como los sentimientos que la misma representa. Son
ilusiones de totalidad que introducen una agresividad subyacente. El primer efecto de la imago
que aparece en el ser humano es un efecto de alienación subjetiva.

Cazenave clase 8: operaciones de causación del sujeto.

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El ser parlante cuando nace se encuentra sujeto a significantes impuestos, hay una dependencia
primera del sujeto al Otro, hay un discurso que lo precede, algo ya deseado. Y es en el encuentro
con este deseo, con el Otro, que el ser parlante devendrá un sujeto humano.
Pero lo real no responde de un solo golpe el encuentro con el Otro, el sujeto hará todo un camino.
Miller ah ubicado al niño con este matema:

Muestra el camino de la posición de objeto con la que entra el niño a la estructura a la posición de
sujeto barrado.
Hay ciertas operaciones que deberán concretarse para que el efecto sujeto se produzca.
Siguiendo la lógica de la metáfora paterna podríamos decir que la operación que debe
concretarse es la de la metáfora del goce en el significante. Como dice Freud " donde eso era el
sujeto debe advenir"
En el lugar del goce advendrá un sujeto del significante, esto se produce a partir de las
operaciones lógicas de causación (momentos de subjetivación):
Freud: juicio de atribución y juicio de existencia
En su artículo sobre la negación, plantea a la misma como principio del juicio, abre el camino para
pensar la existencia basada en una inexistencia, el sujeto constituido a partir de un vacío.
El sujeto se halla dividido entre su representación significante y su ser de falta, allí donde se
representa por el significante es donde desaparece. Ese sujeto que adviene en el lugar del vacío
de goce, se funda sobre la inexistencia de ese goce y su ser es un ser de falta.
Juicio de atribución: atribuir o negar una cualidad. Constituirá las representaciones primeras. El
yo primitivo regido por el principio de placer quiere incorporar todo lo bueno y expulsar de si todo
lo malo. Lo que se incorpora constituirá la representación, la "Bejahung" de un significante S1 que
va a marcar a un sujeto. (identificación primaria). Lo que expulsa, lo que queda fuera de si es lo
real como imposible, el goce imposible (Lacan). Se ve entonces que la expulsión constituye lo real
como perdido. La primera experiencia de satisfacción es una metáfora de este goce perdido. Lo
que queda expulsado no es algo que alguna vez tuve y lo perdí, es nada, es un agujero que me
construye y que pasa a ser la Cosa perdida.
Juicio de existencia: cae sobre las representaciones osea sobre los significantes. Se trata de
saber si lo representado en el yo puede hallarse en la realidad (principio de realidad). La
existencia se juega no con el objeto real sino sobre la representación, existencia simbólica. El
juicio de existencia es una operación significante.
Es la inscripción en el lugar del Otro, a ese S1 de la identificación se le agrega el Otro S2.
La huella de la escena primera es una huella sin sentido, no es traumática. Esta huella se unirá a
un S2 que es el deseo de ser satisfecho por el padre, y es allí donde se adquiere el
convencimiento de la existencia de la castración que para el sujeto antes no existía si no tenía
representación en lo simbólico.
Lacan: lógica de Alienación- Separación
Alienación: hay una afirmación, una primera marca, que se funda en la expulsión, es lo que
Lacan ah llamado alienación. El sujeto cae sobre la marca del S1, a partir de allí hay un déficit del
ser. Ha tenido que elegir entre el ser y el sentido, al elegir por el sentido que recibe del Otro el
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sujeto queda mortificado por el significante. Lacan dice que hay una desaparición del sujeto del
Inconsciente, cada vez que quedamos representados por un significante con sentido S2.
Se ve entonces la división del sujeto: aparece por un lado con sentido y por otro lado desaparece
bajo ese mismo sentido.

Separación: el sujeto se separa de la cadena y concluye con una posición respecto del goce. En
la separación se trata del Otro como deseante, se trata de la relación del sujeto con el intervalo
que hay entre el S1 y el S2. El niño hasta ahora ha sido marcado por los significantes del Otro,
cuando se encuentra con la falta del Otro, se encuentra como deseo del otro. Dice Lacan "en la
separación, el sujeto viene a encontrar en el deseo del Otro la equivalencia de lo que él es como
sujeto del Inconsciente".

Ante el deseo del otro que implica su falta, el niño responde allí, con su propia falta, con su
perdida. Se ubica como el primer objeto a ser perdido.
Hay entonces dos caras de la separación, la separación del sujeto de la cadena y la caída del
objeto que pasa al lugar de la causa en la estructura.
La operación de separación es también la condición para tener un lugar en el Otro en su punto de
falta. El fin de estas operaciones es la institución del fantasma, el sujeto concluye con una versión
del objeto a, con un traje particular de goce.
Lacan: seminario V las formaciones del inconsciente (la Forclusión del Nombre del padre y
Metáfora paterna)
La forclusión del Nombre del Padre
1)
Bateson (represéntate de la escuela sistémica) sostiene que la génesis del trastorno psicótico se
establece en la relación entre la madre y el niño. Introduce desde el principio la noción de
comunicación, no solamente como un contacto o relación sino también como significación. Lo que
designa como elemento discordante de esta relación es el hecho de que la comunicación se
80
presenta en doble sentido, en doble relación. En el mensaje en el que el niño ah descifrado el
comportamiento de su madre hay dos elementos, se trata de algo que concierne al Otro y el
sujeto lo recibe de forma que, si responde a uno, sabe que se encontrara acorralado en otro
punto. (si respondo a la declaración de amor de mi madre, provoco su retirada, y si no le
respondo, la pierdo). Hay dos mensajes simultáneos, doble significación en la misma emisión.
El mensaje es constituyente para el sujeto. La cuestión que se plantea en relación a la psicosis es
la de saber que ocurre con el proceso de la comunicación cuando no llega a ser constituyente
para el sujeto.
Esta concepción ignora lo que el SIGNIFICANTE tiene de constituyente en la significación.
Debe existir así algo mas en el origen de este déficit y es la falta del significante que da autoridad
a la ley. Aquí llamamos ley a lo que se articula en el nivel del significante; y es lo que se llama el
Nombre del Padre, es decir, el padre simbólico, este representa al Otro y promulga la ley.
El padre que promulga la ley es el padre muerto, es decir, el símbolo del padre, el Nombre del
Padre, es un significante fundamental que da significación a la cadena (se da en el Edipo)
En una cadena de significantes, algo puede faltar.
2)
El chiste es el reverso de un lapsus y la experiencia muestra que muchos chistes nacen de esta
forma.
El chiste provoca una satisfacción cuando hay continuidad entre la intención del mensaje y la
llegada del mensaje al Otro, pero esto nunca sucede porque lo propio del significante es que es
discontinuo.
El deseo cruza la línea significante y en su entrecruzamiento se encuentra con el Otro, el Otro
como sede del código (punto A); el deseo llega como significado distinto de lo que era al
comienzo.
¿Qué nos aporta la técnica del chiste en la experiencia? El chiste consiste en que algo ocurre en
el Otro que simboliza la condición necesaria para toda satisfacción. El chiste como tal se
desarrolla en la dimensión de la metáfora, más allá del significante, en tanto que con él se busca
significar algo y a pesar de todo siempre significa otra cosa. Es justamente en esto donde se
encuentra satisfacción, cuando el Otro reconoce aquella otra dimensión que el sujeto no puede
significar.
El Otro admite un mensaje como fracasado, y en este mismo fracaso reconoce la dimensión más
allá donde se sitúa el verdadero deseo, aquello que debido al significante no llega a ser
significado.
Aquí la dimensión del Otro se amplía, ya no es solo la sede del código, sino que interviene como
sujeto admitiendo un mensaje en el código, está en el nivel de quien constituye la ley como tal, es
el significante que instaura la legitimidad de la ley o del código.
Nos dirigimos al Otro mediante una invocación (tu), este tú, es el significante de la llamada del
Otro, llamada necesaria para que el deseo y la demanda sean satisfechos. (un psicótico puede
funcionar cuando no es llamado a una función, imitando a otro)
Toda satisfacción de la demanda depende del Otro, quedara pendiente de lo que sucede en este
vaivén que va del mensaje al código y del código al mensaje, que permite que el mensaje sea

81
autentificado por el Otro en el código. Si el Nombre del Padre está ausente, este vaivén es
imposible, deja un hueco o vacío, esto es lo que precipita al sujeto en la psicosis.
El Otro para que pueda ejercer plenamente su función de Otro, debe tener también mas allá de él,
otro capaz de dar fundamento a la ley. Lo esencial es que el sujeto por el procedimiento quesea,
haya adquirido la dimensión del Nombre del Padre.
3) distinción entre Nombre del Padre y padre real.
El Nombre del Padre puede faltar y el padre real no debe estar tan presente para no faltar.
Un nombre no es nunca un significante como los otros. Es importante tenerlo, pero esto no quiere
decir que, por tenerlo, se acceda a él o a la satisfacción del deseo, hay que saber servirse de él.
Hay palabras reales que se producen alrededor del sujeto, en su infancia, pero la esencia de la
metáfora paterna consiste en el triángulo siguiente:

Tenemos por otra parte este esquema: sujeto- yo- otro (imagen especular)- Otro

Todo lo que se realiza en S depende de los significantes que se colocan en A (Otro). El A es el


lugar del significante esencial. Tres de estos cuatro puntos cardinales vienen dados por los tres
términos subjetivos del complejo de Edipo, en cuanto significantes (ideal del yo, super yo y
realidad).
El cuatro termino es S, esta fuera del triángulo Edípico y depende de lo que suceda en ese juego.
Según el Diccionario de Dylan Evans este esquema tiene la finalidad de mostrar que la relación
simbólica (entre el Otro (A) y el Sujeto (S)) está siempre bloqueada en cierta medida por el eje
imaginario (entre el yo (a) y la imagen especular (a´)). El esquema ilustra entonces la oposición
entre lo imaginario y lo simbólico. Tiene importancia ya que el analista no interviene nunca sobre
el eje imaginario, sino en el registro simbólico.

82
Hay una transformación de la triada: el sujeto no obtiene nada a cambio y va a representarse en
algo que se opone a los significantes del Edipo, esto es la relación del yo y la imagen especular.
El otro punto como tercero entre la madre y el niño, es el falo, donde se ve el efecto de la
metáfora paterna, tomara su lugar para las formaciones del inconsciente. Ocupa un lugar de
objeto al cual se identifica imaginariamente el sujeto
La metáfora paterna
1) Recorrido histórico del complejo de Edipo
Se distinguen tres polos históricos:
En el primero se trataba de saber si el complejo de Edipo se encontraba no solo en el neurótico,
sino también en el normal, ya que el mismo tiene una función de normalización. Así por una parte
se podría decir que lo que provoca la neurosis es un accidente en el Edipo, pero también se
podría plantear la pregunta ¿hay neurosis sin Edipo? La experiencia demuestra que sí, la noción
de la neurosis sin Edipo es correlativa a lo que se llamó el super yo materno.
El segundo polo surgió acerca de la pregunta sobre el tiempo preedipico. Freud daba a entender
que lo que sucedía antes del Edipo tenía también su importancia. Estas etapas preedipicas eran
relacionadas con la perversión y la psicosis.
El tercer polo hace referencia a la relación entre el Complejo de Edipo y la genitalizacion (no son
lo mismo). El complejo de Edipo tiene una función normativa en la asunción del sexo. Por otra
parte, la función propiamente genital es objeto de una maduración de orden orgánico. Hay por un
lado un crecimiento que acarrea una evolución y por otro el Edipo que permite al sujeto la
asunción de su propio sexo (virilidad o feminización) vinculado con la función del ideal del yo.
Todo gira alrededor de tres polos: el Edipo en relación con el super yo (prohibición), en relación
con la realidad (función normativa) y en relación con el ideal del yo (la genitalidad cuando se
asume se convierte en elemento del ideal del yo)
2) ¿Cómo tiene que ser un padre para que se desarrolle el Complejo de Edipo?
El Edipo puede constituirse también cuando el padre no está presente, la ausencia o presencia, el
carácter benéfico o maléfico del padre, no es relevante.
El padre existe incluso sin estar, hablar de su carencia en la familia no es hablar de su carencia
en el complejo; se habla de función paterna como aquello que la madre desea mas allá del niño.

83
Se confunden dos cosas: el padre normal (cualidades del mismo, bueno, malo, estructura) del
padre normativo (función del padre). Por supuesto que un padre no normal puede ser muy
desnormativizante.
3) El papel del padre
El padre interviene en diversos planos. De entrada, prohíbe la madre. Este es el fundamento, el
principio del complejo de Edipo, ahí es donde el padre está vinculado con la ley primordial de la
interdicción del incesto, bajo amenaza de castración.
La relación entre el niño y el padre está gobernada por el temor de la castración, dentro de una
relación agresiva. Esta agresión parte del niño (proyecta imaginariamente intenciones agresivas)
porque su objeto privilegiado, la madre, le está prohibido y dirigido al padre.
Así la forma en que la neurosis encarna la amenaza de castración está vinculada con la agresión
imaginaria.
El Edipo invertido nunca está ausente, ya que existe un componente de amor hacia el padre, lo
que permite luego la identificación y la solución terminal del Edipo. No ocurre asi si la neurosis
estalla, por la misma via, la del amor, puede producirse la posición de inversión y en lugar de una
identificación, el sujeto busca hacerse amar por el padre, lo que da forma a una posible
homosexualidad inconsciente.
¿Qué prohíbe el padre?
El padre le prohíbe al niño pequeño hacer uso de su pene en el momento en el que empieza a
experimentar satisfacciones con el mismo, se trata de la prohibición de una pulsión real. Pero la
experiencia demuestra que la madre también lo hace, como en el caso juanito. Por lo que el
padre como prohibidor de una pulsión real, no es tan esencial.
Veamos la siguiente tabla:
Agente Objeto
Padre real Castración imaginario
Madre simbólica Frustración (falta imaginaria Real
de un objeto real)
Padre imaginario Privación (falta en lo real de Simbólico
un objeto imaginario o
simbólico)

La amenaza de castración se trata de la intervención real del padre o de la madre con respecto a
una amenaza imaginaria.
El padre prohíbe la madre, en cuanto objeto, es suya no del niño. En este plano se establece una
etapa, tanto en el niño como en la niña, de rivalidad agresiva con el padre. El padre FRUSTA al
niño de su madre. Aquí es el padre simbólico el que interviene en una frustración imaginaria de un
objeto real, la madre.
Finalmente, el nivel de la privación, en donde el padre se hace preferible sobre la madre y se
establece una identificación con el mismo
¿Qué es el padre?

84
En lo referido al Complejo de Edipo el padre no es un objeto real ni un objeto ideal, el padre es el
padre simbólico, es una metáfora.
Una metáfora es un significante que viene en lugar de otro significante; el padre es un significante
que sustituye al primer significante, el significante materno; el padre ocupa el lugar de la madre a
nivel inconsciente.
Padre . Madre
--------------------
Madre . x

RELACION ENTRE METAFORA Y FORCLUSION (de mis apuntes)


Lacan sostiene que el complejo de Edipo tiene la estructura de una metáfora, en la cual la función
del Nombre del Padre es primordial.
La metáfora paterna es la sustitución de un significante por otro significante que debe articularse
en la cadena para que advenga el sujeto (el ser hablante). Este significante es el NDP, diferente
al padre en cuanto función, permite la simbolización y la significación del uno uniano (Deseo de la
madre); una significación fálica que va a dar lugar a una castración donde el niño pasa de ser un
“objeto a” objeto del deseo de la madre a un S (barrado), sujeto divido por el lenguaje.
Si el Nombre del Padre es forcluido (rechazado como si nunca hubiera existido), no puede haber
metáfora y por lo tanto ninguna significación fálica, deja un agujero en el orden simbólico (no hay
una inscripción en lo simbólico, retornando este significante en lo real con otros significantes
como ser la formación de delirios o alucinaciones), dando lugar al desarrollo de una estructura
psicótica; el psicótico queda a disposición del Otro, como objeto del deseo del Otro y no como
sujeto.
Cabe destacar que la función del Nombre del Padre esta mediada por el discurso de la madre, y
si esta no lo reconoce como tal, será forcluido.
La psicosis se desencadena cuando algo del Nombre del Padre reaparece en lo real.
El psicótico no está atravesado por la ley, pero esta encarnado en la ley, se agarra de la
dimensión imaginaria y se caracteriza por una metonimia constante de significantes, sin un punto
de almohadillado.

UNIDAD 4.

LOS TRES TIEMPOS DEL EDIPO J. LACAN:

Primer tiempo: Lo que el niño busca, en cuanto deseo de deseo, es poder satisfacer el deseo de
su madre, es decir, tobe or not to be el objeto del deseo de la madre. Así, introduce se demanda
aquí, en A,

85
y su fruto, el resultado, aparecerá aquí en A´, el que corresponde a lo que es ego, y enfrente éste,
que es si otro, aquello con lo que se identifica, eso otro que tratará de ser, a saber, el objeto
satisfactorio para la madre. Tan pronto empiece a meneársele algo en la parte baja de su vientre,
se lo empezará a mostrar a su madre, por aquello de saber si soy capaz de algo, con las
decepciones resultantes. Esto es lo que busca, y lo que encuentra cuando la madre es
interrogada por la demanda del niño. Ella también, por su parte, persigue su propio deseo, y en
algún lugar por aquí se sitúan sus constituyentes.
En el primer tiempo y en la primera etapa, se trata, pues, de esto – el sujeto se identifica en
espejo con lo que es el objeto del deseo de la madre. Es la etapa fálica primitiva, cuando la
metáfora paterna actúa en sí, al estar la primacía del falo ya instaurada en el mundo por la
existencia del símbolo del discurso y de la ley. Pero el niño, por su parte, solo capta el resultado.
Para gustarle a la madre, si me permiten ustedes ir deprisa y usar palabras gráficas, basta y es
suficiente ser el falo. En esta etapa muchas cosas se detienen y se fijan en un sentido
determinado. De acuerdo con la forma más o menos satisfactoria en que se realiza el mensaje en
M, pueden encontrar su fundamento un cierto número de trastornos y perturbaciones, entre los
cuales están aquellas identificaciones que hemos calificado de perversas.
Segundo tiempo. Les he dicho que en el plano imaginario, el padre interviene realmente como
privador de la madre, y esto significa que la demanda dirigida al Otro, si obtiene el relevo
conveniente, es remitida a un tribunal superior, si puedo expresarme así.
En efecto, eso con lo que el sujeto interroga al Otro, al recorrerlo todo entero, encuentra siempre
en él, en algún lado, al Otro del Otro, a saber, su propia ley. En este nivel se produce lo que hace
que al niño le vuelva, pura y simplemente, la ley del padre concebida imaginariamente por el
sujeto como privadora para la madre. Es el estadio, digamos nodal y negativo por el cual lo que
desprende al sujeto de su identificación lo liga, al mismo tiempo, con la primera aparición de la ley
con este hecho - la madre es dependiente de un objeto que ya no es simplemente el objeto de su
deseo, sino un objeto que el Otro tiene o no tiene.
El estrecho vínculo de esta remisión de la madre a una ley no es la suya sino la de Otro, junto con
el hecho de que el objeto de su deseo es soberanamente poseído en la realidad por aquel mismo
Otro cuya ley ella remite, da la clave de la relación del Edipo. Aquello que constituye su carácter
decisivo se ha de aislar como relación con el padre, sino con la palabra del padre.
Aquí es importante que el niño se dé cuenta de que no es súbdito de la madre como objeto de
deseo, lógica que lo adentra en la interdicción de la prohibición del incesto.
En el caso de Juanito a pesar de que su padre era un ejemplo a seguir era inoperante a nivel
simbólico, su madre sin embargo es interdictora, desempeña el papel de castrador que podíamos
86
ver atribuido al padre en el plano real, lo cual n le impide, en el terreno práctico, admitirlo en su
intimidad, y no solo permitirle desempeñar la función de su objeto imaginario sino incluso
estimularlo para que lo haga.
La tercera etapa es tan importante como la segunda, pues de ella depende la salida del complejo
de Edipo. El falo, el padre ha demostrado que lo daba sólo en la medida en que es portador, o
supporter, si me permiten, de la ley. De él depende la posesión o no por parte del sujeto materno
de dicho falo. Si la etapa del segundo tiempo ha sido atravesada, ahora es preciso en el tercer
tiempo, que lo que el padre ha prometido lo sostenga. Puede dar o negar, porque lo tiene, pero el
hecho de que é lo tiene, el falo, ha de dar alguna prueba. Interviene en el tercer tiempo como el
que tiene el falo y no como el que lo es, y por eso puede producirse el giro que reinstaura a
instancia del falo como objeto deseado por la madre, y no ya solamente como objeto del que el
padre puede privar.
El padre todo poderoso es el que priva. Éste es el segundo tiempo. En este estadio se detenían
los análisis del complejo de Edipo cuando se pensaba que todos los estragos del complejo de
Edipo dependían de la omnipotencia del padre. Sólo se pensaba en este segundo tiempo, pero no
se destacaba que la castración ejercida era la privación de la madre y no del niño.
En el tercer tiempo es esto – el padre puede darle a la madre lo que ella desea, y puede dárselo
porque lo tiene. Aquí interviene, por lo tanto, el hecho de la potencia en el sentido genital de la
palabra - digamos que el padre es un padre potente, por eso la relación de la madre con el padre
vuelve al plano real.
Así, la identificación que puede producirse con la instancia paterna se ha realizado en estos tres
tiempos.
En primer lugar, la instancia paterna se introduce bajo una forma velada, o todavía no se ha
manifestado. Ello no impide que el padre exista en la materialidad mundana, quiero decir ene l
mundo, debido a que en éste reina la ley del símbolo. Por eso la cuestión del falo ya está
planteada en algún lugar en la madre, donde el niño ha de encontrarla.
En segundo lugar, el padre se afirma en su presencia privadora, en tanto que es quien soporta la
ley, y esto ya no se produce de una forma velada sino de una forma mediada por la madre, que
es quien lo establece como quien dicta la ley (impera en el reino imaginario del niño).
En tercer lugar, el padre se revela en tanto que él tiene. Es la salida del complejo de Edipo. Dicha
salida es favorable si la identificación con el padre se produce en este tercer tiempo, en el que
interviene como quien lo tiene. Esta identificación se llama Ideal del yo. Se inscribe en el triángulo
simbólico en el polo donde está el niño, mientras que en el polo materno empieza a constituirse
todo lo que luego será realidad, y del lado del padre es donde empieza a constituirse todo lo que
luego será superyó.
R

87
I S
En el tercer tiempo, pues, el padre interviene como real y potente. Este tiempo viene tras la
privación, o la castración, que afecta a la madre, a la madre imaginada, por el sujeto, en su
posición imaginaria, la de ella, de dependencia. Si el padre es interiorizado en el sujeto como
Ideal del yo y, entonces, no lo olvidemos, el complejo de Edipo declina, es en la medida en que el
padre interviene como quien, él si lo tiene.
Esto significa, téngalo en cuenta, en cuanto viril, un hombre es siempre más o menos su propia
metáfora. Incluso es esto lo que proyecta sobre el término de virilidad aquella sombra de ridículo
que igualmente se ha de constatar.1
Lacan logra desarrollar explícitamente y con mejorías la estructura del complejo de Edipo,
operación que determinará un “-a ssujet-” en un “sujeto” (ser biológico a ser hablante), en dónde
el complejo de castración es un punto nodal donde se priva a la madre y no al niño y el declive del
complejo se efectuará vía metafórica, es decir, el significante Nombre-del-padre sustituirá al
significante Madre que re significará la posición con respecto al falo, ecuación lógica interdictora
de la ley del Otro, conocida también como la prohibición del incesto, el cual divide en tres
tiempos: .
RE RESUMEN :
Primer tiempo:
 Lo que el niño busca, en cuanto deseo de deseo, es poder satisfacer el deseo de su
madre, es decir, tobe or not to be el objeto del deseo de la madre.
 El sujeto se identifica en espejo con lo que es el objeto del deseo de la madre.
 Es la etapa fálica primitiva, cuando la metáfora paterna actúa en sí, al estar la primacía del
falo ya instaurada en el mundo por la existencia del símbolo del discurso y de la ley.
 Para gustarle a la madre basta y es suficiente ser el falo.
Segundo tiempo:
 En el plano imaginario, el padre interviene realmente como privador de la madre, y esto
significa que la demanda dirigida al Otro, si obtiene el relevo conveniente, es remitida a un
tribunal superior.
 En este nivel se produce lo que hace que al niño le vuelva, pura y simplemente, la ley del
padre concebida imaginariamente por el sujeto como privadora para la madre.
 Es el estadio, digamos nodal y negativo por el cual lo que desprende al sujeto de su
identificación lo liga, al mismo tiempo, con la primera aparición de la ley con este hecho - la
madre es dependiente de un objeto que ya no es simplemente el objeto de su deseo, sino
un objeto que el Otro tiene o no tiene.
 Da la clave de la relación del Edipo. Aquello que constituye su carácter decisivo se ha de
aislar como relación con el padre, sino con la palabra del padre.
 El padre todo poderoso es el que priva.
 La castración ejercida es la privación de la madre como objeto de deseo.
Tercer tiempo.
1

88
 El padre puede darle a la madre lo que ella desea, y puede dárselo porque lo tiene. Aquí
interviene, por lo tanto, el hecho de la potencia en el sentido genital de la palabra -
digamos que el padre es un padre potente, por eso la relación de la madre con el padre
vuelve al plano real.
 En el tercer tiempo, pues, el padre interviene como real y potente. Este tiempo viene tras la
privación, o la castración, que afecta a la madre, a la madre imaginada, por el sujeto, en su
posición imaginaria, la de ella, de dependencia.
 Si el padre es interiorizado en el sujeto como Ideal del yo y, entonces, no lo olvidemos, el
complejo de Edipo declina, es en la medida en que el padre interviene como quien, él si lo
tiene.
Esto significa, en cuanto viril, un hombre es siempre más o menos su propia metáfora. Incluso es
esto lo que proyecta sobre el término de virilidad aquella sombra de ridículo que igualmente se ha
de constatar.2
El niño así logrará reasignar su objeto de deseo, en este caso la madre, por sublimación para
que de ella resulte la identificación en donde su deseo queda latente para posteriormente surtir
efecto en la etapa de la pubertad, en otras palabras: ¿Qué quiere decir esto? No quiere decir que
el niño vaya a tomar posesión de todos sus poderes sexuales y a ejercerlos... Muy al contrario, no
los ejerce en absoluto, y se puede decir que aparentemente está despojado del ejercicio de las
funciones que habían empezado a despertarse. Sin embargo, si lo que Freud articuló tiene
sentido, el niño tiene en reserva todos los títulos para usarlos en un futuro. El papel que
desempeña aquí la metáfora paterna es ciertamente el que podíamos esperar de una metáfora –
conduce a la institución de algo perteneciente a la categoría del significante, está ahí en reserva y
su significación se desarrollará más tarde. El niño tiene todos los títulos para ser hombre, y lo que
más tarde se le pueda discutir en el momento de la pubertad, se deberá a algo que no haya
cumplido del todo con la identificación metafórica con la imagen del padre, si está se ha
constituido a través de esos tres tiempos. Esto significa, que, en cuanto viril, un hombre es
siempre más o menos su propia metáfora. Incluso esto es lo que proyecta sobre el término de
virilidad aquella sombra de ridículo que igualmente se ha de constatar…Tengan en cuenta
también que la salida del complejo de Edipo es, como todo el mundo lo sabe, distinta en la mujer.
Para ella, en efecto, esta tercera etapa, como lo destaca Freud es mucho más simple. Ella no ha
de enfrentarse con esa identificación, ni ha de conservar ese título de virilidad. Sabe dónde está
eso y sabe dónde ha ir a buscarlo, al padre, y se dirige hacia quien lo tiene.” 3

El resultado de esto puede variar, según Lacan, todo depende de cómo se posicione, el niño(a),
con respecto al falo.

CAZENAVE. CLASE 9. PUNTO 3.

LOS TRES TIEMPOS DEL EDIPO. ANA CELIA NEMARIC.

Prosiguiendo con los tiempos de efectuación de la estructura, nos dedicaremos, en esta


oportunidad, al estudio de los tiempos lógicos del Edipo, según lo propone Lacan en su seminario
“las formaciones del inconsciente”
2

3
Lacan, J. Seminario 5: Las formaciones del inconsciente, Paidós, México. Clase X “Los tres tiempos del Edipo” 22 de enero de
1958, pág. 201
89
Por qué hablar de tiempos en el Edipo? Porque la estructura no se produce de un golpe, sino que
la metáfora paterna, que es el propio del Edipo, necesita para su escritura, tiempo y tiempos.
Cada uno de ellos, es diferente y pone al sujeto bajo diferentes coordenadas estructurales. El
artificio que hará exitoso este proceso es el NOMBRE DEL PADRE. Aquellos a los que llamamos
padre y madre sostienen funciones necesarias que deberán estar aunadas al consentimiento del
niño para que estas operaciones planteadas sean efectivas. El resultado de las mismas será la
inscripción del sujeto en la estructura t su sexuacion.
Como consecuencia del tránsito por estos tiempos el sujeto podrá disponer de un deseo, de un
síntoma, en tanto este es l estructura, ponerse en relación al amor y asumir su goce sexual.
Que función cumple el Edipo? NORMATIVIZA EN TANTO CAE SOBRE LOS DESOS
INCESTUOSOS PRIMORIDALES, SIENDO OLVIDADOS Y REPRIMIDOS. Y en sus puntos de
fracaso, se situaran las estructuras: neurótica, perversa y psicosis.
El resorte del Edipo es la metáfora paterna que concierne a la función simbólica del padre siendo
el operador por excelencia. Lacan homologa metáfora y castración en tanto ambas acotan el
goce.
Que es el padre en el Edipo? Tenemos en principio al padre simbólico, el nombre-del-Padre, que
es un puro significante que funda al sujeto y a su deseo. Por estructura el nombre—del-padre
esta vacío, pero se le escapa algo, tiene un punto de inconsistencia, en tanto lo simbólico no
puede subsumir todo lo real. Se trata pues, de lo imposible lógico como tope a lo simbólico que
lacan desgana PADRE REAL (que lacan aclara siempre que no es necesariamente el padre de la
realidad) que es situado como agente de la castración, como un operador estructural situado más
allá del Edipo. Lacan, lo sitúa como aquel que en un acto sostiene la ley articulada a un deseo y
no lo es, y que al representar la ley queda como padre muerto, es decir como mero símbolo. Se
trata de una enunciación eminentemente simbólica que el sujeto subjetivizara como castración. Lo
esencial del PARE REAL es esa prohibición de goce que introduce al sujeto en la castración, y su
único modo de articulación concierne al PADRE IMAGINARIO en tanto es un recurso estructural
del sujeto, el fantasma. Es la manera como el neurótico se refiere a él. Por lo que el deslizamiento
a imaginar al padre de la realidad como el privador, responde a ese imposible de la posición del
padre real.
Puede constituirse un Edipo sin la presencia del padre? Si, puede constituirse perfectamente es
más nocivo cuando el padre es demasiado amable que terrorífico. Recordemos nuevamente a
Juanito. El nombre-del-padre debe ser sostenido en un orden simbólico y no como cualquier cosa,
algo que responda a esa función definida como NP que tenga una posición normal en la familia.
A quien le concierne en principio sostenerla? Al Otro primordial en su decir, que se sitúa en la
función madre. Además, dice lacan, si se trata de una mujer, importa que ella, por la vía
significante, refiera ese hijo a alguien, que ahí deseo a un hombre.
Miller, enfatiza que la madre es lo suficientemente buena… a condición de que los cuidados que
prodiga al niño no la disuadan de desear como mujer. O sea, no basta con la función del padre.
Todavía es preciso que la madre encuentre el significante de su deseo en el cuerpo de un
hombre, lo cual exige que el padre sea también un hombre.
En este sentido, importa para asegurar el advenimiento del viviente a la estructura que el niño sea
metáfora del amor de una mujer por un hombre y uno su falo metonímico.
Que es la metáfora paterna? La sustitución del deseo de la madre por la ley del padre. Por este
sesgo, lacan articula directamente al complejo de Edipo con la castración.

90
El artífice de las operaciones metafóricas en el psiquismo humano es el nombre—del-padre que
funda la falta y la hiancia entre un S1 y un S2. La metáfora paterna está compuesta por cuatro
términos y en su operación, el significante atraviesa la barra de la represión produciendo una
nueva significación. Dicha significación fálica, está en relación a algo indecible que es esa “x”

Lacan, al proponer los tiempos del Edipo, habla de la emergencia de un primer significante opaco
y caprichosos que proviene del Otro primordial y responde al deseo de la madre, x.
Este significante, al que se identifica primigeniamente el viviente, introduce el acotamiento de un
goce, pero es particular ya que no es susceptible de imaginarizarse, produciendo angustia en
tanto no sabe que desea, cuál es su sentido. Sobre él ha de caer el NP, ya que la metáfora debe
funcionar en sus cuatro términos y el DM debe quedar barrado.
Si esto no opera así, el viviente quedara en relación a ese deseo, por lo que no es lo mismo que
DM este en relación a la x, que en relación al Nombre-del-padre Deseo de la madre sobre x, solo.
Se ubicaría como un deseo singular, un vacío enmarcado sin Otro, que no es falta instalada por el
NP. Sería un deseo en el que no opera la lógica falo-castración, es la falta que se articula a
aquello de que nunca se sabrá que le falta a una mujer.
Esta ley, caprichosa y angustiante para el niño, se articula en un punto opaco, una x. que no dice
que quiere y que en estos términos podemos leerla como goce, como superyó, que Lacan
designa como emergencia del deseo del Otro, que puede satisfacerse con ese hijo, estragándolo.
Lacan define a ese deseo (en los seminarios 4 y 5) como real, como insatisfecho, buscando
devorar, como estragante y como boca de cocodrilo.
Entonces, cuando no opera la metáfora paterna completa, nos sitúa en el terreno de la psicosis,
donde el niño no se confronto con el Otro en falta sino con su goce, donde él no es ubicado como
objeto causa de deseo sino como, tomado en el goce del Otro, capturando en el fantasma
inconsciente materno, en un goce sin límite porque ha quedado forcluido el significante de la ley y
su deseo estragado, por lo que no habrá sujeto.
TIEMPO PRIMERO:
Cuando lacan estableció los tiempos de la efectuación metafórica, consideraba al falo cumpliendo
dos funciones: ser el falo, tener el falo. La mujer en relación a la metáfora paterna, al NP, queda
afecta por la falta en ser. Lacan, lo dice claramente si la mujer no estuviera castrada no desearía
al niño, ubicándolo como suplencia, como tapón de aquello de lo que ella esta privada. Es decir,
el deseo del niño denuncia la castración del Otro. Entonces el niño al ubicarse en el –? De la
madre posibilita la falta, él se identifica imaginariamente a ser el falo de la madre, siendo esta la
simbolización y la identificación más primitiva para él y por el lado de ella, como su falo absoluto.
Que es el falo imaginario= se trata de la investidura de un objeto como un todo narcisistico y
satisfactorio como ‘que permite por una parte la inscripción del cuerpo y la imagen y cuya función
será siempre colmar una falta. Para la función materna el deseo es deseo de falo y es lo único
que interesa, pero requiere que opere el vector de NP que es lo que garantiza que el niño quede
referido a la función simbólica y no al goce de la madre. Dicho de otra manera, el NP prohíbe un
goce real del niño al tachar el DM.

91
Para la supervivencia de este es necesario algo más: que el deseo de la madre como deseo del
Otro coloque al niño como objeto causa de deseo, cobrando así un valor singular. El niño. Por su
parte quedara en relación al falo buscando el deseo de deseo de la madre, quedando así librado
de todas las capturas fantasmaticas maternas.
En este primer tiempo, la metáfora obra en sí, a lo que la madre se remita en su discurso: puede
ser una referencia abstracta, ya que el falo esta instaurado en el mundo, está en el lenguaje, es
decir, en lo simbólico y en la ley. El falo es el significante de la falta y eso se colma con palabras
del Otro primordial, con su imaginario. Ella le dirá mi bebe, mi preciosos o mi porquería, pero lo
investirá con sus palabras. Por la vía de la alienación, el niño/a quedara en relación al significante
y a lo simbólico que crea la estructura. Que el niño se ubique en este primer tiempo descara la
psicosis, ya que se ubica en relación al NP, aunque no da garantías de una posición neurótica en
la estructura. Asimismo, si opera el NP, el niño tendrá la oportunidad de poner en relación dos
significantes, un s con otros, produciendo por vía de hiancia la significación que siempre es fálica,
instituyéndose el Otro como barrado, incompleto. Este es el motor esencial de la constitución
subjetiva. Pero aun cuando es necesaria, no es suficiente, ya que este primer tiempo introduce el
significante y por esta vía su operación primaria de castración, no ordena los sexos y hará falta
una nueva operación sobre esa significación fálica.
TIEMPO SEGUNDO.
Este tiempo segundo es instantáneo, transitorio pero nodal nos dice Lacan. Asume su carácter
negativo pues tiene lugar -? (castración imaginaria) privación fálica, sustracción de goce,
interviniendo el padre real como agente privador.
Se pone en juego el más allá de la madre, en tanto toma el discurso del Padre. En este momento
el padre aparece mediado en el discurso de la madre, haciendo sentir su interdicción sobre el
objeto fálico de la madre, y prohibiendo el goce incestuoso del niño, remitiéndolo así, en esta
nueva vuelta a la falta en lo simbólico. Se trata del tiempo de la privación, ese en que el niño es
desalojado, destituido de la posición ideal de objeto del deseo de la madre. El padre va a
intervenir efectivamente sobre el discurso de la madre diciendo un NO que se transmite como
interdicción tanto para ella como para su niño. Se trata por una parte de, no te acostaras con tu
madre y por otra, no te reintegraras a tu producto o como dice Miller, La fórmula bien conocida,
Del Nombre-Del-padre es barra con el deseo de la madre, se puede leer como: tu madre no será
toda para ti.
Es por la vía de esta interdicción del padre en tanto Otro, que impide que el niño devenga puro
objeto del deseo de la madre.
El nombre del padre funcionara ahora como separador del niño y la madre permitiendo del lado
del niño la subjetivación y la inscripción simbólica del falo (?), firma de la estructura, dando lugar
a que desde su lugar de sujeto acceda a su propio deseo, por ende la relación a su sexo y una
manera de ordenar su goce abrochando así su estructura. La castración que prohíbe la madre
para ambos sexos, permite que para el caso del varón que acceda a otras mujeres y la mujer se
dirija al padre.
Este tiempo inherente a la castración esta en correlación al duelo que deberán hacer tanto el niño
como la niña de su posición imaginaria e incestuosa. Pero privado de ese lugar tiene la
posibilidad de pasar al tercer tiempo con una nueva oferta identificatoria de carácter simbólica.
TIEMPO TERCERO.
Este tiempo marca la salida del Edipo. El padre portador de la ley también es portador de dar ese
falo en tanto lo tiene y no lo es, y el hecho de tenerlo marca el ser deseado por la madre como
92
mujer. El niño varón imagina que el padre puede darlo porque lo tiene, es un padre potente, y
ahora ese significante que producía rivalidad, odio, se subjetiviza en su función donadora
estableciéndose la deuda simbólica. Renuncia a serlo para por vía de la impostura, tenerlo. Así
mismo, la identificación al I(A), a los rasgos simbólicos y culturales, dan un lugar al ser por el lado
del yo y marcan la declinación del Edipo. Un cambio de posición permite por esta vía
identificatoria responder a ¿Qué quiere el otro?
La niña, sigue un camino diferente, ella por decepción, se dirige amorosamente a aquel que
cumple la función paterna pues descubre que es el quien lo porta deslizándose ese falo de lo
imaginario a lo real. Ella renuncia a tenerlo como pertenencia pero puede hacer mascarada de ser
el falo habiéndose subjetivado solo tenerlo por equivalencias, niños, es decir, ella es no-toda en la
función fálica pues ella esta privada de un elemento simbólico en lo real, en tanto el significante
de la femineidad no está inscripto en la estructura. Ella buscara un sustituto del padre para
obtener su un niño o permanecerá esperando de otras maneras el falo, permaneciendo en
relación a un padre imaginario idealizado. La demanda de amor desempeña en la sexualidad
femenina un papel central, en tanto no-toda aspira a Uno todo por esta vía.

PSICOANALISIS CON NIÑOS. CENTRO PEQUEÑO HANS. APARTADO :


“ESTRUTURA Y ESTRUCTURAS CLINICAS”

MARIA DIHARCE Y EDUARDO CANONICO.

Comenzaremos diciendo que cuando lacan habla de la estructura, en singular, habla del lenguaje.
Para el, estructura quiere decir lenguaje. Por otro lado, lacan, se apartara del estructuralismo en
dos puntos. Uno de ellos implica que la idea de estructura conlleva la de totalidad, la posibilidad
del todo. Frente a esto ubicara el problema de la falta como elemento esencial. Dándole a la
castracion freudiana sus coordenadas estructurales.
El otro punto se dirige a la muerte del sujeto, ya que el estructuralismo exlcuye la relación del
sujeto con la palabra. Sabemos que Lacan responderá con la formalización del sujeto del
incosnciente freudiano, que requerirá de una topología y una lógica particulares. Entonces, en
esta estructura regida por la lógica del significante deberá insertarse en el viviente para que
podamos hablar del sujeto. Solo es posible hablar de sujeto, a partir de su inserción en la cadena
significante.
Entonces, si reconocemos una estructura (lenguaje), los avatares en el proceso de alienación-
separacion determinaran diferentes destinos para el sujeto, distintos posicionamientos que
llamaremos estructuras clínicas.
Pasemos ahora a considerar las estructuras clínicas. Encontramos sobre todo, dos maneras de
entenderlas:
1. Como un reordenamiento lacaniano de aquello que aparece en Freud de modo un poco
disperso. Tenemos entonces tres categorías:
- Neurosis
- Psicosis
- Perversión
Opuestas en tanto estructuras no hay pasaje entre ellas.
Cada elemento observable solo tiene valor por su articulación con otros elementos de la
estructura.

93
2. Otra forma de pensar las estructuras clínicas como diferentes modos de respuesta a la
cuestión del deseo del Otro. Laurent, lo plantea como las significaciones que el niño viene
a dar a este problema del deseo de la madre
3. Estas significaciones o respuestas posibles son tres: falo.sintoma. objeto en el fantasma
de la madre. Tres posiciones que nos remiten a estructuras clínicas distintas: ubicado
como falo, en la perversión, como síntoma de la pareja parental nos remite a la neurosis y
estamos en la psicosis si la captura es como objeto en el fantasma materno.
ESTRUCTURA PSICOTICA.
La posición del niño es quedar capturado, como a, en relación al fantasma materno, sin
mediación del significante del NP, saturando el deseo materno.
En la relación dual M-H, forclusion significante del NP, es revelada como falla en lo simbolico.
Ausencia de dicha función, agujero en la significación fálica, dialéctica en la estructura psicótica.
La metáfora paterna, en su ausencia, no separa a la madre de la fascinación de encontrar la
verdad de su objeto en su hijo.
Inserto en el lenguaje, pero fuera del discurso, el significante no representa a un sujeto para otro
significante. Falta de intervalo.
NEUROSIS.
Nos interesa, pensarla por oposición a la neurosis del adulto.
La neurosis infantil no es la neurosis desplegada como tal, en el adulto. Si la primera implica una
elección con respecto al deseo. La segunda comprende una elección con respecto al goce,
articulado en el fantasma. Si pensamos la neurosis infantil como un momento estructural, es
necesario el pasaje por la castracion, donde se despliega una pregunta por el deseo de la madre.
La neurosis como tal se articula como una interrogación por el goce de la mujer.
La respuesta fálica al enigma del deseo del Otro, será la salida de la infancia. Pero la nueva
dimencion del goce que se abre en la pubertad abrirá la pregunta por el mas alla (mas alla del
falo, lo que se supone la plena vigencia de la función fálica)

EL LUGAR DEL NIÑO EN LA ESTRUCTURA.

BLANCA MUSACHI

EL NIÑO EN EL PSICOANALISIS.
En primer termino podesmo decir que el niño es un significante que aparece ocupando siempre
un lugar relevante en las consideraciones de Lacan, tanto en sus escritos como en los
seminarios. Del recorrido que hemos podido hacer de los Escritos, se puede concluir que el
significante niño se indica el lugar de las primeras elecciones identificatorias del sujeto para su
constitución. Para lacan, en el niño pequeño, aun antes del uso de la palabra, se puede afirmar la
dimensión de una experiencia subjetiva. Hay una experiencia subjetiva en relación al lenguaje y
no hay realidad predispuesta.
Podemos decir que hay un lugar del niño en la estructura que varia según cual sea esa
estructura. Si se trata de la estructura del discurso del amo que le da poder a ciertos S1 para
dirigir el deseo de los sujetos, el niño allí es hoy un objeto privilegiado para el empuje al consumo.
94
Si se trata de la estructura del discurso que es su envés, el discurso del analista, el niño allí debe
poder poner en juego su singularidad de sujeto, su responsabilidad en relación a un deseo, y todo
esto será posible si el analista que trata niños no se extravia buscando justificar un psicoanálisis
especial, especifico para niños, ya sea que estos hablen poco, sean casos graves o difíciles.
TENDALZ DE QUE SUFREN LOS NIÑOS. CAP 2.

ONS. TODO LO QUE NECESITA SABER SOBRE PSICOANALISIS. CAP 7.

- La Histeria:
La palabra histeria deriva del griego “matriz”, se trata de una neurosis cuya originalidad reside en
que los conflictos psíquicos se expresan en síntomas corporales paroxísticos, sin que estos
tengas una correlación neurológica que los justifique a nivel médico. Freud descubre por la vía de
la palabra el carácter simbólico de estos síntomas, enlazados con experiencias de la vida sexual
infantil. Que permaneces inaccesibles a la conciencia. La lógica moderna y la lingüística le
permitirán a lacan abrir nuevos surcos en la letra de Freud al conceptualizar la histeria como
discurso.
Freud, hace hipótesis, escucha, descifra, y asi obtiene también diagnóstico, tratamiento y
demostración del inconsciente. En efecto, la sexualidad, negada o evitada o friccionada, llama a
la interpretación, que en el nuevo lazo trasferencial con el medico hace surgir la trama de
representaciones que bordearon la situación traumática.
La invención de lacan, consiste en hacer pasar la estructura freudiana de la histeria al discurso de
la histérica. En ese discurso hay una apelación al amo, que puede ser todo aquel que profiera un
significante rector asociado a un saber. Las declinaciones del amo en la época actual y la
primacía ya no de este discurso sino del capitalista, dan lugar a cambios profundos en la
sintomatología histérica.
NEUROSIS OBSESIVA.
Freud dice que la neurosis obsesiva se manifiesta como un dialecto del lenguaje histérico que
agita los cuerpos, el obsesivo revuelve sus pensamientos, cárceles de una sexualidad
mortificada. La histérica responde con aversión a una seducción súbita, intrusión sexual en la vida
del sujeto, mientras que el obsesivo tiene en esa irrupción un rol activo, experimenta placer y
debe rechazarlo. En cuyo caso se verifica la complejidad de las relaciones afectivas,
ambivalencia, oposición activo pasivo o masculino femenino y el antagonismo odio-amor. En la
duda y la dilación espera lo imposible: que el pensamiento resuelva los enigmas del sexo y de la
existencia.
Mientras la histérica vive eternamente en el nivel del Otro cuyo deseo necesita y este es su centro
de gravedad, el obsesivo apunta al deseo como tal, no deseo de una cosa sino el deseo en su
condición absoluta, deseo imposible de satisfacer que esta más allá de la demanda. El niño que
devendrá en obsesivo tiene ideas fijas. Fijeza intolerable para los otros por su carácter de
condición absoluta, que implica la destrucción del Otro, pues le pide su ser. Paga esto con toda
clase de impedimentos, inhibiciones, temores, dudas, interdicciones, fantasmas tan finos que aun
si logran alguna realización, está siempre será decepcionante.
La manera en que los neuróticos obsesivos intentan detener el tiempo es la de permanecer en la
duda, ya que una decisión siempre implica una perdida, y es esta la que quiere evitarse. Tal
escamoteo entraña mirar la vida como desde un palco, rechazando estar en el escenario del
devenir.

95
Freud, descubre que el obsesivo tiene una relación ambivalente con su padre: lo ama, pero le
desea la muerte. Tal ambivalencia complica sus actos y sus decisiones ya que hubiera su vida:
desear equivale a matar y para no realizar tal acto, se detiene. Asi, la ambivalencia socava una
vida caracterizada por la duda permanente y la postergación del acto. Lacan, va mas allá, al
sostener que no se trata solo del padre, sino del Otro como lugar de referencia fundamental al
que el obsesivo sostiene y del cual no se desprende; de ahí la eterna postergación, de ahí la
dificultad con el tiempo porque la hora le pertenece al Otro. También su maraña y el obsesivo
trasforma su propio deseo en una demanda del Otro, que puede estar representado en diversos
personajes.
PSICOSIS.
Freud diferencia a la psicosis de la neurosis en términos de una perdida de la realidad que se
sitúa de manera distinta en ambos casos. Ante las frustraciones de la vida, el neurótico se aísla y
se refugia en la fantasía que es su realidad psíquica y asi mantiene una división posible entre el
exterior y el interior. El psicótico no tiene esta posibilidad y al no haber recinto interior, está preso
de un afuera fantasma tico que vive como real. De ahí la manera en que se define clásicamente la
psicosis… como la enfermedad caracterizada por la pérdida del contacto con la realidad.
Lacan profundiza notablemente en estos mecanismos: si la realidad para el psicótico constituye
un problema, no es por un déficit sino por la falta de un significante que ordene y le dé una
significación que permita el lazo social.
La realidad que se le aparece al psicótico es una realidad que le causa perplejidad y
desconcierto, porque falta esa significación que, aunque relativa, hace que el neurótico pueda
descansar en ella. En este sentido, el psicótico estaría más atado a la realidad como realidad
desnuda, desértica, la cual lleva a Freud a hablar de una vivencia de fin de mundo. Sobre ese
vacío a semántico, se montara luego el delirio como un intento por producir un sentido.
Tal agujero en la significación hace que lacan hable de la carencia de aquel significante que la
brinda y al que denomina significante del nombre del padre, forcluido entonces en la psicosis y
presente en la neurosis. Este significante es el que sustenta nuestra creencia en un sentido
común y en determinados pilares sobre los que se asienta nuestra existencia.
PARANOIA:
Es un término elaborado por la psiquiatría clásica que ha perdido valor en la psiquiatría moderna,
a tal punto que asistimos a su evaporación como diagnóstico y a su reducción a una forma
adjetivada: paranoide. El hecho fundamental de la paranoia es la manera singular de interpretar y
el psicoanálisis ha profundizado en esta forma de percibir en los hechos un significado personal
dirigido al sujeto. Para Freud, el mecanismo de proyección en la paranoia implica una forma de
interpretación que desconfía no solo del entorno, sino de la propias formaciones del inconsciente,
de manera que se rechazan t se mantienen fuera del yo.
La paranoia se caracteriza por un delirio sistematizado y persecutorio, el predominio de la
interpretación y la ausencia de deterioro intelectual.
MELANCOLIA:
De la melancolía se habla desde hace mucho tiempo. Podríamos decir que este nombre
acompaña a toda la civilización occidental. Felicidad de estar triste, dice Víctor Hugo.
Freud, aísla los rasgos sintomáticos que más se imponen: la depresión, la inhibición, los
autorreproches, el insomnio, el rechazo a la comida. La melancolía da lugar a la profundización y
creación de conceptos en psicoanálisis que exceden el marco de esta afeccion.
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El melancólico sostiene que todo es vanidad, sus reproches cuestionan su valía. Y Freud se
pregunta si acaso tuvo que enfermarse para llegar a tanta verdad. Esto se debe a que los velos,
los semblantes, los sentidos que le damos a la vida son necesarios para vivir, es necesario acallar
verdades para existir, mientras que aquí es todo ello lo que se derriba. Y la muerte, el sin sentido
y la caída cobran una dimensión absoluta.
Dice Freud, que en la melancolía la sombra del objeto cae sobre el yo. El estatuto de tal objeto ha
constituido un problema para el psicoanálisis.
MANIA.
El psicoanálisis piensa la manía en relación con la melancolía, pares opuestos pero íntimamente
vinculados. Si la melancolía nos habla de una adherencia patológica al pasado, en la que la
sombra del objeto perdido captura al yo al punto de impedirle la vida, la manía es definida por
Freud como el triunfo del yo sobre el objeto, libre ya de cualquier sujeción. El desapego lleva al
extremo de un desenfreno de tal magnitud que el cuadro se compara con los estados de euforia
producidos por sustancias toxicas. Lacan la define en términos de perdida de aquello que para el
sujeto funciona en su existencia en términos de anclaje. Asi mismo, lacan refiere a la manía en
términos de un rechazo al inconsciente y esto quiere decir que en la excitación maniaca el sujeto
no quiere saber nada de las condiciones significantes a las que está amarrado, que solo se
pueden restablecer si reconsidera su historia y sus marcas.

CASO JUANITO- FREUD.

Freud orienta el tratamiento, el que lleva el tratamiento es el padre de Juanito, en donde Freud
encuentra la conjunción de interés tierno e interés científico, los cuales logran, grandes
resultados.
Un análisis de un neurótico adulto llega siempre a supuestos sobre su sexualidad infantil, pues,
se intenta mostrar aquellas mociones pulsionales y formaciones de deseos que, en el adulto, se
encuentras reforzadas o deformadas.
Este texto es la confirmación de sus teorizaciones en tres ensayos (1905) e interpretación de los
sueños (1900). Interpreta como va atravesando el niño por el Edipo y el complejo de castración y
como se condensan y desplazan ideas y afectos para formar la fobia.
Tiene un gran interés por lo que él llama hace-pipí (el genital masculino), el cual:
1. Es ineludible en la crianza (como al bañarlo).
2. Lo convierte en investigador, mira a un león y a una locomotora botando agua, y a ambos
les busca el hace-pipí
3. Es la primera forma de distinguir animado de inanimado, entonces, adjudica hace-pipí a
todo lo que tiene vida.
Existe lo que Adler denomina entrelazamiento pulsional, que sería el placer enlazado entre el
miembro propio y el mirar, por eso la curiosidad sexual de mirar el hace-pipí de las otras personas
y que lo miren. En cuando al ser mirado, se ve en su sueño de que sus amigas lo ayuden a orinar
muestra, el deseo pulsional no reprimido de que lo miren. En cuanto al mirar, se ve en la
necesidad de comparar genitales con los padres, atribuyendo así a los seres vivos grandes los
genitales más grandes.
Nacimiento de su hermana, Hanna, es el gran acontecimiento, sucede cuando tenía 3 años y
medio. Juanito asocia inmediatamente el gemir del parto con la cigüeña, pero en realidad al entrar

97
al cuarto hace observaciones que lo hacen desconfiar del cuento de la cigüeña. Por medio año se
muestra un hermano celoso, luego se vuelve un hermano consciente de su superioridad. Poco
después nota que: el hace-pipí de Hanna es muy chico, cuando crezca se hará más grande, esta
es una forma de negar su visión de falta de pene. El nacimiento de la hermanita tiene los
siguientes efectos (pág. 93):
1. Se modifican los vínculos con sus padres
2. Se modifican los pensamientos sobre el genital masculino.
3. Vuelven a él recuerdos de sus primeras vivencias de satisfacción.
Todo esto se desarrolla posteriormente con una masculinidad de tinte polígamo
Complejo de Edipo. Todo comienza en Gmunden, donde Juanito intenta que la madre lo tenga
en su cama, estaba varias veces solo con ella, debido a que el padre no podía pasar todas las
vacaciones allá. Deseó entonces que ojalá su padre partiera de viaje, seguido hubo otro viaje
accidental, y se anudó la angustia de ser mordido por un caballo blanco. Luego en Viena, esta
fantasía de que el padre viajara se extendió hasta que deseara que el padre estuviera muerto,
entonces, la angustia ante el padre surgida del deseo de muerte, constituye el máximo obstáculo
del análisis.
Inicio del Complejo de Castración. Desde antes de los 3 años mostró interés en el “hace-pipí”.
Este interés lo llevaba a estimularlo y tocarlo, esto es, el inicio del quehacer sexual autoerótico
mas corriente y normal (pág. 88). Un buen día, medio año antes del nacimiento de su hermana,
su madre lo encuentra y le dice que si no lo dejaba iba a llamar al doctor para que se lo corte. Aún
no adquiere el complejo aquí, es la primera parte, pero es el comienzo de la angustia.
Intentos por seducir a la madre.
1. A los 4 ½ años, su madre lo baña y entalca, cuidando de no tocar su pene, a lo que Juanito
le dice: ¿por qué no pasas el dedo por ahí?, la madre le responde: porque es una porquería, y
Juanito dice: pero gusta.
2. Un alago de Juanito a sus genitales.
Angustia. (cap2)
Por diferentes motivos: por la añoranza de la madre, por la prohibición onanista, por la oposición
del padre y por el nacimiento de su hermana. Lo que tenemos es una histeria de angustia, la
libido desprendida del material patógeno por la represión se libera como angustia. Esto lo lleva a
plantear que las histerias de angustia son las más frecuentes entre las psiconeurosis, además,
son las neurosis de la época infantil.
Añoranza reprimida. Un tipo de angustia es la acrecentada ternura hacia la madre lo que
súbitamente se vuelca en angustia. A los 4 ¾ años tuvo un sueño de angustia, cuyo contenido era
el que la madre había partido, es decir, el perder a la madre (pág. 23), luego de esto solía ir a la
cama con un latente muy sentimental, lloraba y no se le podía separar de la madre. Es un sueño
de castigo y represión, pues, soñando sobre ternuras con su madre, todo placer se muda en
angustia, entonces la representación se muda en lo contrario, a saber, que la madre se va. Esto
significa que la represión ha obtenido la victoria sobre el mecanismo del sueño. El hecho es un
vuelco de la excitación sexual en angustia.
Otro análisis de Freud propone que este tipo de angustia corresponde a una añoranza reprimida,
es una añoranza por volver a los tiempos en Gmunden donde disponía de la madre a tiempo
completa sin el padre que se opusiera. Pero esta ya no es una añoranza que pueda ser
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satisfecha, la angustia va a permanecer en esta añoranza reprimida, aunque la añoranza sea
satisfecha, pues la libido es retenida en la represión. La represión comienza cuando Juanito se da
cuenta que era incorrecto ocuparse tan intensamente del hace-pipí, aún del propio.
Fantasía onanista. «Me he pasado el dedo un poquitito por el hace-pipí. Entonces he visto a
mami toda desnuda en camisa, y ella ha dejado ver el hace-pipí. Le he mostrado a Grete," a mi
Grete, lo que hace mamá, y le he mostrado mi hace-pipí. Entonces he sacado rápido la mano del
hace-pipí». Ante mi objeción de que sólo puede decir «en camisa» o «toda desnuda», Hans dice:
«Ella, estaba en camisa, pero la camisa era tan corta que le he visto el hace-pipí». Aquí se puede
ver dos cosas:
1. La reprimenda de la madre ocasionó un intenso efecto en él.
2. Al comienzo no acepta que las mujeres no tienen hace-pipí.
Mordedura de caballos. Al principio, la angustia no tiene objeto, pero resiste la prueba y ahora
necesita hallar un objeto, lo encuentra y se exterioriza cuando Juanito comunica: “tuve miedo de
que un caballo me mordiera”, cuando llora en un pase por un parque. Este miedo inicia cuando se
da con la vivencia en Gmund en que un padre le dice a una chica que no toque al caballo porque
lo mordería, y se hace miedo cuando lo asocia con la advertencia onanista de la madre.
El objeto elegido es el caballo, el miedo se muda más y más en la compulsión a mirarlos, los
mira y tiene más miedo, luego de enfermarse, la fobia se refuerza. Es verdad, según Freud, que
siente angustia ante los animales grandes porque ellos lo fuerzan a considerar su gran hace-pipí,
pero en rigor no se puede decir que a su vez tenga miedo del hace-pipí grande. Cuando dice: «el
hace-pipí crece conmigo cuando yo me hago grande» Freud infiere que Hans comparaba de
continuo, y ha quedado muy insatisfecho con el tamaño de su propio hace-pipí. Los animales
grandes le recuerdan ese déficit, y por esta razón le resultan desagradables. Pero parece
probable que toda esa ilación de pensamiento no le pueda devenir conciente con claridad, por lo
cual esa sensación penosa se le muda en angustia; así, su angustia presente se edifica tanto
sobre el placer de antaño como sobre el displacer actual. Juanito dice al padre: pensé que como
eres tan grande tendrías un hace pipí como el de un caballo.
En suma, todos los caballos serán el padre, que le castigará por sus deseos incestuosos.
Angustia de Castración. Cuando vive la amenaza de castración, no tiene efecto, responde que
hará pipí por la cola, es entonces con la comparación que adquiere vigencia, con efecto
retardado, sintiendo ahora angustia de ser despojado de su pene (pág. 31). Es el esclarecimiento
de que las mujeres no tienen pene (pág. 28) el que despierta el complejo de castración, Juanito
aquí responde con la fantasía de protección y defensa, donde la madre le enseñaba su hace-pipí,
mostrando que realmente estaba bajo el efecto retardado de la amenaza de castración de la
madre, es decir, protección ante la amenaza y la inminente posibilidad de pérdida del genital.
Fantasía de las Jirafas. Esto ocurre luego de haber dominado parcialmente el complejo de
castración, entonces es capaz de comunicar sus deseos hacia la madre, lo hace mediante esta
fantasía: en la noche, dos jirafas están en su cuarto, una grande y una arrugada, Juanito le quita
la jirafa arrugada a la jirafa grande y la grande comienza a gritar, cuando deja de gritar, él se
puede sentar en la jirafa arrugada. se interpreta que la jirafa grande es el padre (o su genital) y la
jirafa arrugada la madre o sus genitales. Sucede que es el padre el que grita y reclama de que
Juanito esté con su madre, y que cuando el padre se calle, el podrá sentarse (que significa tomar
posesión) en la madre. Otro aspecto de la fantasía es que se encuentra anudada a una sensación
de triunfo sobre su padre, pues, él se queda con la jirafa arrugada . Luego Freud, le comunica a

99
Juanito que le tiene miedo al padre, con esta aclaración, vence la resistencia, la perturbación
sigue en marcha descendente.
Fantasías de delito. Estas son la continuación de la fantasía de las jirafas que pertenecen a la
fantasía de tomar posesión de la madre, lo que vislumbra que está prohibido ponerse en posesión
de la madre, chocando así con la barrera del incesto. Son fantasías simbólicas del coito, y la
complicidad en ellas atribuida al padre no es nada indiferente
1. Fantasía de prohibición. Quiere entrar con su padre a ver los carneros, pero estaba
cerrado, con una cuerda solamente, Juanito quiere entrar, pero el padre le dice que el guardia se
los va a llevar. La fantasía es que Juanito dice que estaban junto a los carneros y se colaron por
debajo de la cuerda, le dijeron al guardia y los atrapó.
2. Fantasía de la ventanilla. Juanito dice: he viajado contigo (con su papá) de nuevo en el
ferrocarril, rompimos una ventanilla y el guardia nos llevó.
Caballos – Primera mejoría. Un buen dia que padre e hijo fueron al consultorio de Freud, este,
revela a Juanito que él le tenía miedo a su padre. El padre le pregunta a Juanito porqué
piensaeesto, él le dice que le pegó . Este miedo al padre, que se exterioriza en la fobia a los
caballos, es una exteriorización de la necesidad de recibir un castigo. Freud, propone que su
interpretación le dio la posibilidad a Juanito de presentar sus producciones inconscientes y
mejorar en su fobia (pág. 37).
Días después, Juanito da a entender que en él luchan el amor al padre con la hostilidad hacia él,
este juego de fuerzas necesariamente, plantea Freud, lleva a la angustia (pág. 38).
Fobias.
Ante la existencia de la neurosis de angustia, no le queda otra alternativa que bloquear las
ocasiones en las que puede aparecer esta angustia mediante unos recursos psíquicos en forma
de inhibición, estas son las construcciones protectoras que nos aparecen como fobias, que son la
esencia de la enfermedad (pág. 95).
Inequívocamente, sentencia Freud, la fobia es la represión de dos componentes del quehacer
sexual (pág. 89):
1. Pulsión.
2. Represión por la reprimenda.
Además, tomemos como punto de partida los deseos sexuales y el nacimiento de Hanna,
acontecimiento que trajo algunas consecuencias, a saber:
• Separación de la madre (porque atiende a Hanna)
• Huellas mnémicas de las primeras experiencias placenteras
• Duda sobre la procedencia de los bebes
La neurosis surgió directamente enlazada a este suceso accidental de la caída del caballo, y
conservó la huella del mismo en la elevación del caballo a la categoría de objeto de la angustia.
Pero este accidente carece en sí de energía traumática, pues esta se obtiene del conjunto entre
el accidente de Federico, el accidente de los caballos y el paso al padre, dejando abierto el
camino para el retorno de lo reprimido.
La angustia no valía originalmente para todos los caballos, sino que fue transportada a estos en
otros momentos fijándose en aquellos que resultaron apropiados para ciertas transferencias, al
100
parecer, todos con respecto, en última instancia, al padre. El momento en el que estalla la fobia a
los caballos es con la caída del caballo (con su carruaje) que presencia. La fobia representa una
limitación de movimiento, movimiento hacia la madre, representándose en un caballo que era un
ejemplo de movimiento, saltando, etc. La fobia al caballo impide a Juanito salir de casa y facilita
su permanencia al lado de la madre. En este punto se impone, pues, victoriosamente el amor a la
madre.
En suma, en este caso de fobia, la angustia se explicaba por la represión de las tendencias
agresivas, aunque no es en todos los casos
Fantasía del mecánico o fontanero. "Yo estoy en la bañera, entonces viene el mecánico y la
destornilla, Entonces toma un gran taladro y me lo mete en la panza". Según el padre, la fantasía
refleja el hecho de que Hans está en la cama con su mamá, y luego viene el papá y lo desaloja
con su gran genital. Esta es una elaboración, deformada por la angustia, de una fantasía de
concepción..
Fantasías del Instalador – Final del complejo de Castración. Básicamente fantasea que viene un
instalador y con unas tenazas le quita el trasero y el hace-pipí y le pone unos más grandes, “como
los de papi”, con esto, dice Freud, la expectativa penosa da vuelta hacia una dicha

MILLER. CONFERENCIAS PORTEÑAS TOMO 2.

INTRODUCCIÓN A LA LÓGICA DE LA CURA DE JUANITO

La mitad del seminario 4 elabora la cura de Juanito y esa elaboración se hace desde una
perspectiva lógica. Una lógica de goma, elástica, flexible, al modo de una topología, para
acompañar las producciones fantasmaticas de Juanito y formalizar las distintas etapas de su
investigación.
Que significa la lógica de la cura? Para elaborar mas este significante es preciso como siempre,
oponerlo. La lógica de la cura, dice algo distinto de estructura del discurso. Propongo que
pensemos la oposición, la articulación de la lógica de la cura y de la estructura del discurso.
Estructura del discurso: en resumen es una formula que utilizamos en nuestro trabajo, es una
manera de escribir la estructura del discurso analítico. La primera forma de estructura del discurso
propuesta por lacan esta en el esquema L.
En la estructura, trasformación es permutación, hablar de permutación es la tentativa, la forma de
dinamizar la estructura, y cierta solución estructural de la articulación del uno y de lo múltiple, los
lugares son fijos y con la permutación de los términos obtenemos variantes.
1) La primera forma estructura del discurso propuesta por Lacan está en el Esquema L, que
constituye una formalización sincrónica analítica (que podría llamarse estatica,
permanente)
2) .2) En contraste, en el seminario 4, lacan trabaja una formalización diacrónica, formalizar lo
que va pasando, lo transitorio de lo dicho y no solamente formalizar la estructura;
La tentativa de Lacan de formalizar no solo una estructura estatica, sino también formalizar
etapas de la historia clínica de un caso Es decir que la nocion central que trabaja lacan es la de
estructura con transformaciones, estructura si, pero con transformaciones→ Estructura
permutativa. Estas permutaciones nos hacen salir del discurso analítico y permiten ubicar otros
discursos. Es necesario articular el hecho de que algo permanece constante y a la vez algo
cambia. Lo que permanece constante son los lugares, relaciones y relaciones entre lugares ,en la
101
estructura, transformación es permutación, hablar de permutación es la tentativa de dinamizar la
estructura y cierta solución estructural del uno y de lo multiple
En el esquema L usado en el seminario 4, se ve una tentativa formalizar el cambio de posición
subjetiva desde lo clínico, el esquema es dinámico; permite formalizar la historia clínica a partir de
transformaciones permutativas (cambio de posición subjetiva) sobre el esquema L. El esquema L
se limita a 4 terminos y hay una circularidad, podemos continuar girando los términos sobre los
lugares y la circularidad es infinita, no hay un proncipio para parar en una estructura asi
permutativa. El seminario de la carta robada constituye una estructura con permutaciones de lo
mas y de lo menos: un funcionamiento circular en el que no hay ninguna razón para parar,
precisamente lo presenta para ilustrar lo infinito de la repetición. Y de una repetición
indestructible.

Como pensar la lógica de la cura con transformaciones?


Referir la lógica de la cura a una estructura con transformaciones, que es muy distinta de lo que
sería referir la lógica de la cura a una deducción lineal. En una estructura con transformaciones
es necesario una demostración por el absurdo, o sea por un “y no hay”, no se trata de una
demostración positiva.
En “la instancia de la letra” lacan dice que “Juanito desarrolla bajo una forma mitica , todas las
permutaciones posibles de un numero limitado de significantes”. Y que lo que se obtiene es la
solución del imposible, es decir, que la cura concebida a partir de la lógica de la cura es el tipo de
demostración por el absurdo, o sea que se concluye por un “no hay”, es decir , un “no es el caso
planteado en la hipótesis”; será esta la orientación fundamental de lacan desde su estudio de la
cura de Juanito.
El problema en la lógica de la cura sigue siendo la REPETICION. ¿en que medida la cura permite
acabar con la repetición? Como se acaba con el hecho de que el inconsciente repita? Lacan
esbozo una lógica de la cura y se puede decir que es el único esbozo de lógica de la cura
propiamente dicha que hubo en el: 1) la metáfora paterna-la fórmula de la MP en “una cuestión
preliminar”- que es el resultado de lacan sobre el caso Juanito 2)el caso del presidente Schreber,
donde obtiene toda su formalización del caso Juanito … Tambien utiliza el esquema L de
estructura del discurso para convertirlo al estatuto de estructura clínica. Cuando lacan convierte
su esquema L en esquema R , pasa de un esquema de estructura del discurso a un esquema de
estructura clínica.
Si se debiera resumir la lógica de la cura que presenta lacan con el grafo del deseo, seria con
esta formula: la cura es. Fundamentalmente, la transformación del termino A en termino Ⱥ, o
también el pasaje de lo imaginario a lo simbolico. Y es asi como se puede resumir la lógica de la
cura de Juanito, como un proceso de simbolización. Se trata de un proceso de simbolizacion un
elemento esencial: del FALO. Se podría, por lo tanto, resumir la cura de Juanito como: del falo
imaginario al falo simbolico y ubicar el motor de la enfermedad misma de Juanito, o de su
síntoma, en la aparición del falo como real ya sea en 1)su goce fálico 2) ya sea en la aparición de
la hermanita. (Que son los dos elementos desestabilizadores de su posicion.). Se podría decir,
según Miller, que la formula de la lógica de la cura es asimismo: del falo imaginario al falo
simbolico
Juanito, una cura por excelencia. (la lógica de la cura como idéntica a la metáfora paterna)
En Juanito hay un síntoma fóbico que desaparece. Una resolución curativa

102
En este caso, la lógica de la cura se confunde con la elaboración de la metáfora paterna, es decir
que en este caso, la lógica de la cura es idéntica a la metáfora paterna. Y se trata, en esta cura,
para que se cure el síntoma fóbico, de que el dominio simbólico del significante “padre” sustituya
al dominio imaginario de la madre. Para lacan ,en el caso Juanito, la metáfora paterna no se
constituye de manera plena sino de manera oblicua, desviada (metáfora paterna desviada).Lacan
dice que el síntoma fóbico tiene el papel del NP, y es solo un tiempo para entender, para llegar a
formular que el NP es más que un síntoma. Si un síntoma puede ser utilizado como el NP, quizás
el NP no es más que un síntoma. El NP y el sintoma y el sintoma deben tener algo que ver si uno
puede reemplazar al otro. Si el NP es un sintoma, es un sintoma que se debe calificar de alguna
manera para distinguirlo, es un sintoma normal, pero no impide que pueda ser patológico. La
posicion de lacan en ese seminario es que lacan elabora un Nombrecito-del-Padre.
El imperio de la madre
Pasemos al tema de la madre, que no es lógica propiamente dicho, pero que constituye el
personaje central del seminario 4. El seminario 4 del inicio al final es una teoría de la madre.
Asi lacan presenta el DM ( Deseo de la madre ≠ al deseo en la demanda). El DM refiere al deseo
de la madre como mujer, es decir a la madre como sujeto correlativo de una falta (castración
femenina), no la falta de ser sino la falta de un objeto. A propósito lacan elaboraba 3 modos de
falta: privación, frustración y castración.
Dice Miller que la finalidad del seminario 4 es mostrar lo determinante que es para un sujeto la
relacion de la mujer con su falta : Sf ◊ (-ꝕ). La cuestión fundamental que trabaja lacan en este
seminario, es como el niño se inscribe en esa relacion: Sñ◊ [Sf◊(- ꝕ)].Lacan dice existe una
frustración del niño respecto a la madre. Pero también acentua la frustración de la madre como
mujer.
Según lacan (capitulo11 del seminario 4: El falo y la madre insaciable) la madre lacaniana
responde a la formula quaerens quem devoret, que quiere decir que busca a quien devorar; y
lacan lo retoma después como el cocodrilo, el sujeto con las fauces abiertas. De modo que el
elemento central es la decoración, la relación oral con la madre como la devoracion, a la vez
devorar a la madre y ser devorado por ella. Asi en todo lo que hay en el el complejo de los
caballos, el elemento que le parece a Lacan merecer un matema, es MORDEDURA (m). Este
esta también presente en todo lo que concierne al casco del caballo; y Lacan muestra que la
palabra “pinza” (parte de adelante del casco del caballo) es a la vez el casco. Entonces tal como
lacan ubica la cuestión infantil, es como saciar el deseo de la madre con respecto a su falta
Dice Miller que la transformación que a el le parece central de ese seminario es la de la
MORDEDURA DE LA MADRE en el desmontaje de la bañera. Dice Lacan que en un momento la
bañera es desmontada, es casi lo que encarana el pasaje de lo imaginario a lo simbolico. Dice
lacan que “no es lo mismo morder a la madre, tener miedo de su mordedura que encarna el
caballo o desmontar a la madre, de tal manera que ella entre en el sistema como un elemento
movilizado equivalente a los otros”
El punto mas avanzado que ha logrado obtener Juanito es – hay que admitir esa formula asi- la
transformación de la mordedura en desmontaje de la bañera. La madre de potencia opaca,
amenazante, que se va, que va y viene, y que con ella se va toda la casa ( es el miedo de
Juanito), ese irse amenazante de la madre, se transforma en el desmontaje de un aparato que no
es toda la casa, que es esa bañera que le da un lugar a el-porque. Como lo nota el niño, en una
bañera que el quiere su culo se puede encajar exactamente.

103
Asi el seminario 4 es un seminario sobre la sexualidad femenina: para lacan la cuestión esencial
del psicoanálisis con niños es la sexualidad femenina. No se trata de la mujer en relación con su
goce, se trata de la mujer en relacion con su falo; es decir con el ste falo que hace de ella un ser
en falta
Este seminario es también sobre el niño en la medida en que éste es una solución a esa falta
femenina. Dice Freud que el niño es el sustituto del falo que falta. Lacan se refiere a la
equivalencia formulada por Freud: niño= falo. El niño entonces no es mas que una sustitución, un
sustituto no suficiente; El niño como sustituto de la falta fálica: Ñ/ - ꝕ. De tal manera que la
cuestión es saber como el niño descubre que no es suficiente para colmar el agujero, como
descubre que el partenaire de la madre como mujer es su falta, es decir, la falta del falo. Es esto
lo que ordena la investigación de Lacan, se pregunta como puede el niño descubrir la relación de
la madre con el falo y con su propia falta
Lacan habla de la doble madre en Juanito. Asi la desviación de la metáfora paterna en Juanito,
que en lugar de acceder de manera plena al NP, desdobla a la madre entre su madre y la madre
del padre (MM); la abuela que es el lugar de autoridad, que dicta la ley al padre, dado que cada
domingo el padre y Juanito la van a visitar; y Lacan en ese rasgo ubica la fuerza, la autoridad
Dice miller que existe la doble madre en Juanito. Esa doble madre, la formula de la metáfora
paterna desviada. O sea, cuando no hay una forclusion propiamente dicha del NP, pero cuando la
transimision del NP parece no pasar por el padre real (en el sentido de real que Lacan utiliza en
esta época). La doble madre no responde a un delirio del niño, sino a una invención que le
permite obtener como una derivación femenina del NP. En el caso de Juanito, lo que Lacan no
duda en llamar una carencia del padre real. Y en Juanito una constante llamada al NP, una
constante llamada a tener un padre terrible que este padre suave que apenas le ha dicho algo se
lo va a contar a Freud. Podemos decir que encontramos la doble madre cada vez se realiza la
metáfora paterna con los elementos femeninos de la historia del sujeto. Juanito, según Lacan, no
sale del dominio del imperio de la madre, se trata de la potencia de la madre, que una vez Lacan
califica de amo: el amo–madre; y es lo que permanece en su teoría como madre real; es decir
que hay una madre insaciable, pero también todopoderosa
Teniendo en cuenta el estadio del espejo, hasta aquí veo que en Juanito hay un triunfo de la
imagen (en cuanto le dio un ser); pero a su vez representa se encuentra bajo una amenza del
caballo, de la cual se defiende bastante bien (paranoia)
Lacan dice que cuando la madre no responde, se transforma en real, es decir en potencia. De tal
manera que hay como un quiasma entre la satisfacción y la madre: 1) cuando la satisfacción es
real, la madre es simbólica, y 2) cuando la madre se vuelve real, la satisfacción se vuelve
simbólica. La satisfacción simbólica es la exigencia de amor. La exigencia de amor es la
exigencia simbólica. La exigencia del signo amor se puede conservar en toda su intensidad en un
sujeto. Esto da cuenta que la madre no solamente es amo, es amor. Con respecto a esto Lacan
sitúa la satisfacción real, cuando se obtiene, como un sustituto de la satisfacción simbólica;
satisfacción real/ satisfacción simbólica. Entonces toda frustración de la satisfacción simbólica,
toda frustración de amor en el niño se compensa por una satisfacción real (pero que es un
remedio para salir del paso), es un recurso, un mal menor.
La tesis de Lacan es que esa satisfacción real es una sustitución, una compensación de la
frustración de amor; y la intensidad de la satisfacción real se debe a que es un sustituto de la
satisfacción simbólica. Por el hecho de que la satisfacción llega en sustitución de la satisfacción
simbólica se erotizan las actividades del ser, y la oralidad por ejemplo no es solamente el comer
por la vida, sino que la oralidad se erotiza en cuanto la satisfacción oral llega como

104
compensación de la satisfacción simbólica. Y esto es decir que la pulsión no es pura necesidad.
Lacan dice en este seminario que la pulsión parece consecuencia de la exigencia de amor, que
es la manera de decir que ya el lugar del Otro, lo simbólico, está presente en la pulsión. También
que cuando aparece lo pulsional, tiene siempre su función con respecto al desarrollo de una
relación simbólica.
La inspiración de la metáfora paterna consiste en que la única manera en que la madre puede
evitar al niño consecuencias patológicas, es elevando al Np
UNIDAD 5: PSICOSIS - PARANOIA Y ESQUIZOFRENIA – AUTISMO
LACAN: DOS NOTAS SOBRE EL NIÑO
En la concepción de Lacan, el síntoma del niño está en posición de responder a lo que hay de
sintomático en la estructura familiar. El síntoma se define en este contexto como representante de
la verdad. El síntoma puede representar la verdad de la pareja familiar, este es el caso más
complejo. Se reduce cuando el síntoma compete a la subjetividad de la madre, en donde el niño
está involucrado como correlativo de un fantasma.
Cuando la distancia entre la identificación con el ideal del yo y la parte tomada del deseo de la
madre no tiene mediación (cuando no funciona el Nombre del Padre), el niño queda expuesto a
todas las capturas fantasmáticas. Se convierte en el “objeto” de la madre y su única función es
entonces revelar la verdad de este objeto.
El niño realiza la presencia del objeto a en el fantasma. Satura de este modo la falta del deseo de
la madre, sea cual sea la estructura de este deseo: neurótico, perverso o psicótico.
El niño aliena en el todo acceso posible de la madre a su propia verdad, dándole cuerpo,
existencia e incluso la exigencia de ser protegido.
En su relación dual con la madre, el niño le da, aquello que le falta al sujeto masculino: el objeto
mismo de su existencia, apareciendo en lo real.
La función de residuo que sostiene la familia conyugal, es la de una constitución subjetiva, que
implica la relación con un deseo que no sea anónimo.
Las funciones del padre y de la madre se juzgan según una tal necesidad. La de la madre: en
tanto sus cuidados están signados por un interés particularizado, así sea por la vía de sus propias
carencias (deseo). La del padre, en tanto que su nombre es el vector de una encarnación de la
Ley en el deseo.
CAZENAVE, CLASE 4: PRINCIPALES REFERENCIAS AL ESTATUTO DEL NIÑO EN LA
ENSEÑANZA DE LACAN: el estatuto subjetivo del niño. Su posición en la estructura como
objeto en el fantasma materno, como falo y como sin toma de la pareja parental.
Lo que es un niño para la madre depende del lugar en que es colocado el niño en las
coordenadas fantasmáticas de la madre, es decir, en relación a su deseo de falo y en relación a la
causa de su deseo.
Pero ¿Qué es la madre para el niño? Esto va a estar ordenado por el propio fantasma del niño, y
esta fantasma se ha articulado con lo que se ha trasmitido, es decir, con aquello que se inscribe
en el niño (aceptación o rechazo de lo que viene del Otro).
C. Soler en su artículo “la cosa materna en el inconsciente del niño” plantea que no se trata de
una transmisión de los síntomas ni de las estructuras de los padres a los hijos, es decir, no hay

105
una causalidad familiar. Hay ciertas condiciones que inciden en el síntoma y fantasma del niño en
forma azarosa, no completamente determinista.
Algo de la madre se trasmite al sujeto, pero ¿Qué? Y ¿Cómo? ¿Qué del fantasma de la madre se
trasmite al niño? ¿Qué fue para ese niño su madre?
En “Dos notas sobre el niño” Lacan nos plantea que la familia conyugal tiene una función de
transmisión ¿Qué trasmite? El FALO como significante del deseo y del goce (lo que no puede
hacerse sin la marca de la castración).
¿Cuál es la vía de esta transmisión? lo que se trasmite de la madre y el padre a los hijos es por
vía del DESEO y no la del amor. Lacan hace una crítica al maternaje propuesto para el
tratamiento de la psicosis, que supone como causa de la misma un déficit de la función materna,
concebida como centrada en los cuidados y el amor.
El deseo tiene efectos de estructura porque implica un goce perdido y también un goce posible de
recuperar. El deseo implica FALTA, es esta vía de la falta por la que se trasmite el falo.
En el seminario IV Lacan plantea tres categorías de la falta de objeto:
 La castración: es una falta simbólica de un objeto imaginario (el falo imaginario)
 La privación materna: es una falta real de un objeto simbólico (falo simbólico)
 La frustración: es una falta imaginaria de un objeto real, que deviene don de amor.
La posibilidad de asumir el sexo, está dada por la subjetivación de la falta simbólica de la
castración. La castración separa el goce fálico del cuerpo del niño para ubicarlo fuera del cuerpo,
permitiendo así la simbolización del órgano y el acceso a la virilidad. Si no ocurre la barradura de
la castración sobre el niño, este permanece todo falo materno.
A la madre siempre se le reprocha por su falta, por su falta de amor, por su falta de falo. Estos
reproches responden mas allá de las faltas o defectos de la misma, responden a una razón de
estructura: la función materna es una función de decepción porque trasmite la falta.
La madre se presenta de entrada como una potencia porque tiene poder de respuesta en tres
niveles:
 El de las necesidades: debe cuidar, pero también privar.
 El del amor: siempre decepciona porque no hay Otro que pueda dar toda su falta a otro
para siempre.
 El del deseo: la madre ubica la falta.
En “Dos notas sobre el niño” leemos la función residual de la familia y la función de la madre (que
instaura el deseo) y la del padre (encarnación de la ley en ese deseo). La vía de transmisión es
entonces la de un deseo encarnado, el de la madre, deseo que es necesario que no sea anónimo,
lo que implica que está referido al Nombre del Padre, ley de ese deseo.
¿Cómo se manifiesta para el niño el deseo de la madre? En la falta materna. Se trata de como
capta el niño el deseo y goce de la madre, se trata de buscar en la madre, la mujer ¿Qué mujer
fue para ese niño esa madre? ¿Qué quiere la mujer que tengo por madre?
La madre/mujer está dividida con respecto al deseo y al goce. Su deseo se divide entre tener el
falo en el niño y ser el falo para un hombre. El goce se divide entre el goce fálico y Otro goce más
allá del falo.
106
La falta materna la encuentra el niño en la medida en que su madre posee esta división.
El deseo de la madre y el objeto que sujeta a ese deseo es interpretado por el niño a partir de los
dichos de la madre y también de la verdad que se escapa a estos dichos (la verdad no puede ser
dicha toda). Este vacío el niño lo puebla con sus propios fantasmas, de ahí que la condición
materna no es causa completa de lo que se inscribe en el niño.
Es necesario que el deseo materno este simbolizado por el falo simbólico, significante del deseo;
pero que también este deseo se articule al órgano de goce, falo real. El falo real como significante
de goce promueve una mujer con cuerpo para el goce y libera al niño de quedar en el lugar de
cuerpo para el goce materno. Esto implica la función del padre real.
Vamos a considerar tres posiciones del sujeto en la estructura tomadas a partir de la
interpretación que el niño da al deseo y goce materno y el lugar que él ocupa en los mismos:
1) El niño como SINTOMA de la pareja parental: la metáfora fálica se trasmite, la castración a
operado (el falo simbólico como significante del deseo y del goce de la madre), la madre se
presenta dividida y el objeto de su deseo está referido al padre.
Sin embargo, esta operación nunca es sin tropiezos, por una razón de estructura. La asunción del
sexo es por vía del significante del sexo, el falo; pero solo disponemos de un significante para
representar al sexo, el Otro sexo, el femenino no tiene representación en el inconsciente (por eso
se dice que no hay relación sexual. El inconsciente pone en este agujero del significante, una
interpretación vía el síntoma (que se articula con el falo) y el fantasma (proporciona una versión
del objeto).
Así la relación de una pareja es sintomática, pues siempre hay una hiancia, un agujero. El
síntoma es lo que se coloca allí, supliendo ese agujero.
En “Dos notas sobre el niño” Lacan dice que el síntoma del niño se encuentra en el lugar de lo
que hay de sintomático en la estructura familiar.
¿Qué es lo sintomático en la estructura familiar? Podemos leer lo sintomático en el sentido
estructural como modo de articular la relación con el Otro sexo. Por otro lado, lo sintomático de la
pareja puede deberse a los impasses entre las versiones de uno y de otro, ya que, si bien hay
encuentro, nunca hay complementariedad, hay malentendidos y desencuentros.
El síntoma del niño es su propia interpretación de la relación de la pareja, la que se inscribe en el
inconsciente: “no hay relación sexual”.
El síntoma se define como representante de la verdad de lo que es la pareja. Que el síntoma
represente, quiere decir que este hecho de significantes, el síntoma es una metáfora que está en
el lugar donde hay agujero de representación.
2) El niño como FALO: el objeto causa del deseo de la madre queda referido al niño; el niño se
identifica con el objeto y satura el deseo fálico materno. La madre no se presenta dividida para el
niño, ya que no se pone en juego como mujer con su deseo al hombre. Es una madre que
sacrifica el ser por el tener el falo, haciéndose toda madre dedicada al hijo, apropiándose del falo
que le falta. Pero para estar en esta posición, el sujeto tiene que consentir a ello, diferente es
cuando hace un síntoma para salir de esta posición, como en el caso Juanito.
3) el niño como OBJETO DEL FANTASMA DE LA MADRE: el niño se ubica fuera de todo lazo
con el falo, queda como real dando cuerpo al objeto del deseo materno.
Como decíamos el síntoma del niño proviene de significantes del discurso familiar y soporta una
verdad; significantes a los que el sujeto acepta alienarse y donde se aloja un goce que es
107
necesario elaborar. Pasar de un significante a otro que lo sustituya es la forma en que el análisis
va haciendo que se ceda algo de goce.
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS SOBRE EL NIÑO EN EL DISCURSO ANALITICO
"PEQUEÑO HANS"
CLASE 4: LA ELECCION DE ESTRUCTURA EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA.
NEUROSIS-PSICOSIS-AUTISMO
Diagnosticar es hacer entrar el caso singular en una especie general. Ubicamos la necesidad de
Establecer un diagnóstico en el inicio de un análisis en las entrevistas preliminares, con el
propósito de indicar si quién nos consulta puede beneficiarse con un tratamiento psicoanalítico y
De qué manera. Hay Entonces desde el inicio una tensión entre la necesidad de Establecer un
diagnóstico y o indiagnósticable en cada ser hablante, es decir, lo que lo hace absolutamente
singular.
El psicoanálisis es una terapéutica, pero con Lacan decimos que no es como las demás, o que la
cura es por añadidura. Porque si bien el psicoanálisis apunta a operar sobre un goce excesivo
que produce sufrimiento esto Tiene efectos terapéuticos orientación no es la del consuelo o la del
Consejo, sino que se trata de que el sujeto se implique en el modo en que responde, da
respuestas al destino que constituye su inconsciente, cómo se sitúa respecto de su verdad y de
su goce: Cuestiones que tiende a desconocer en mayor o menor medida.
Lo que trae a la consulta a u niño o a un joven es lo que no marcha, lo sintomático para los
padres o para la escuela o eventualmente para el médico. Es la presencia del analista, su
escucha, lo que implica que se dé lugar a que surja la demanda analítica, la oportunidad de que
se constituya un síntoma en el análisis por el camino de la transferencia e interpretación. Es decir,
el síntoma analítico por lo general no está de entrada, es lo que se constituye en el espacio
analítico.
De lo que se trata en un análisis, lo tratable en el análisis requiere de los dichos del sujeto, de su
palabra-por eso decimos que el niño es un sujeto de pleno derecho, cuando decimos “dichos” nos
referimos a hechos de discurso como lo son los juegos o los dibujos o aun y muy precisamente
aquellos detalles que en el depósito analítico pueden de algún modo señalar aquello que podría
entrar en el discurso.
Si bien las entrevistas preliminares san una orientación a las intervenciones del analista es en los
distintos tiempos de un análisis que se ponen a prueba las hipótesis o conjeturas diagnosticas.
Sin embargo, dichas hipótesis inciden en las intervenciones del analista, en la dirección de la
cura.
Lo INDIAGNOSTICABLE de cada sujeto, precisamente es su MODO DE GOCE SINGULAR.
NIÑO, es una nominación Cronológica que implica un tiempo lineal, un tiempo de desarrollo. Para
la orientación lacaniana el desarrollo esta perturbado, incidido por el LENGUAJE, interceptado por
la estructura del lenguaje cuyo tiempo no es lineal y cuyo efecto es ser hablante, lo que un
significante representa para otro y la relación con el cuerpo, es decir, el GOCE.
La estructura que precede al ser habante es lo que Lacan llama LALENGUA (todo junto), el
enjambre significante. La estructura como real implica partir del TRAUMATISMO DE LA LENGUA
partir del agujero que produce el lenguaje e introduce la perdida de goce en el viviente y plantea
un imposible: NO HAY RELACION SEXUAL (No hay correspondencia y armonía entre el goce
masculino y el femenino).

108
La transmisión del TRAUMATISMO DE LALENGUA, que es EL ENCUENTRO DE LAS
PALABRAS CON EL CUERPO, es introducida por la madre, por la FUNCION MATERNA, en la
forma singular en que le habla, lo que lleva la marca del modo en que ha sido deseado ese niño.
Pero la lengua ha de inscribirse, habrá de corporizarse como señala Miller.
- NEUROSIS: si el emisor, los padres transmiten, y el niño como receptor consiente, HABRA
INSCRIPCION DE LA MARCA EN LO SIMBOLICO., extracción de goce y erogeneizacion
del cuerpo. El lenguaje impacta en el cuerpo y el Sujeto se apropia SIMBOLIZANDOLO. El
impacto introduce el STE 1 y a la vez una pérdida de goce. ¿Qué es el STE 1?: Es el UNO
UNIANO, es decir, EL DESEO DE LA MADRE (DM).
- PSICOSIS: Por el contrario, fracasa la transmisión del malentendido entre los goces, y el
niño consiente a este fracaso, LO UE SE INSCRIBE ES LA MARCA DE UN RECHAZO, y
sus RETORNOS serán en lo REAL, entendiendo a lo real como lo NO SIMBOLIZADO.
¿DE QUE SE TRATA LA ELECCION DE LA ESTRUCTURA?: el sujeto es indeterminado, es
decir, no surge de lo posible que lo precede, no surge solo de los deseos y de los significantes
que lo anteceden, sino que surge de un encuentro singular con un imposible, con el agujero en la
estructura. Esto implica una INSONDABLE DECISION DEL SER, Podríamos decir que hay una
elección, una toma de posición temprano en la estructura. Sin embargo esto solo puede
verificarse a posteriori de la conmoción de la pubertad y en el curso de la experiencia analítica.
MILLER, definía la OPERACIÓN EN EL NIÑO, como un trayecto desde la posición como “objeto”,
“objeto a” a la de SUJETO DIVIDIDO.
Cuando hablamos de la POSICION DEL SUJETO EN LA ESTRUCTURA CLINICA nos referimos
a un ANUDAMIENTO que puede ser o no por la vía del NOMBRE DEL PADRE (NP):
- NEUROSIS: El NP es una función, una función encarnada que anuda la estructura como
Real, Simbólico e Imaginario. Función que siempre es fallida pero que produce una
castración de goce, represión y retornos de los reprimido en términos freudianos, dijimos
que hay inscripción de la marca de lo simbólico.
- PSICOSIS: La FORCLUSION del NP, es una falta en lo simbólico, una exclusión de la
función del NP revela que no se ha metaforizado, no se ha sustituido el DESEO DE LA
MADRE. Esto se revela claramente cuando el Ste retorna en lo real (no simbolizado), es el
desencadenamiento o el desanudamiento en la psicosis con los fenómenos tales como
trastornos del lenguaje, alucinaciones, delirios etc.
En resumen, volviendo al TRAUMATISMO DE LALENGUA, este es el encuentro de la palabra
con el cuerpo. Y ese traumatismo constitutivo produce una pérdida de goce que coloca al goce
fuera del cuerpo, pero a su vez introduce el goce en la lengua. EL TRAUMAISMO DE LALENGUA
PRODUCE EL Uno Uniano. El sujeto tiene que ubicarse allá, entrar en el discurso para lograr
APREHENDERSE, es decir para tomar la palabra porque ese significante aislado al entrar en el
discurso (cadena significante), es un significante aliado que se traduce y así hay una posibilidad
de ordenamiento de goce. El pasaje de ese traumatismo a la entrada del discurso es lo que le
permite al sujeto tomar lugar en la palabra y que su goce se ordene.
LAS COORDENADAS DE LA PARANOIA EN LA INFANCIA:
TRAUMA: ES EL ENCUENTRO DE LAS PALABRAS CON EL CUERPO. El trauma introduce al
viviente en lo simbólico produciendo una pérdida de goce, y se introduce un GOCE POR EL
LENGUAJE, EL GOCE PULSIONAL DEL a. el trauma es un significante que marca el cuerpo, y
que introduce el goce de LALENGUA, un significante en su puro sin sentido que vamos a llamar
109
SIGNIFICANTE UNO UNIANO, un significante solo que no está articulado con ningún otro
significante. (Esta solo porque todavía no se articula con otros significantes, es decir, para que se
articule con otros debe inscribirse en el cuerpo, corporizarse, y ser sustituido, metaforizado por el
NP).
El sujeto marcado por el traumatismo de la lengua, tendrá que entrar en el lenguaje y tomar la
palabra. El traumatismo de la lengua hace del organismo un cuerpo de sujeto que goza alrededor
del objeto a estructurando las pulsiones.
LA ENTRADA EN EL LENGUAJE VA SUPONER LA ARTICULACION DE LA CADENA
SIGNIFICANTE, ES DECIR, QUE ESTE UNO UNIANO SOLO DEL TRAUMA SEA SUSTITUIDO
POR LA DENA SIGNIFICANTE.
El sujeto marcado por el traumatismo de la lengua tendrá luego que entrar en el lenguaje para
representarse y tomar la palabra y no solo ser hablado (esto le otorga un lugar al sujeto, un lugar
diferencial). La entrada en el lenguaje le permite la representación del sujeto y el ordenamiento
del goce. Este significante traumático habrá de ser articulado, traducido, operación que implica el
ENCADENAMIENTO a otros significantes que permitirán la representación del sujeto y la
construcción del trayecto de la pulsión.
LACAN: Conceptualiza el DISCURSO y LA METAFORA PATERNA.
- DISCRUSO: es el armazón significante mínimo por el que se constituye el sujeto. Lacan lo
teoriza primero con la metáfora paterna que instala al sujeto en el discurso. Luego hace
una SEGUNDA TEORIZACON. (Ver más abajo)
- LA METAFORA PATERNA: Comprende dos operaciones:
1º. Simbolización del DESEO DE LA MADRE, que consiste e la simbolización del Goce de la
Madre real, que deviene en simbólica.
2º. Significación del DESEO DE LA MADRE por el NOMBRE DEL PADRE. Se trata de dos
significantes, se necesitan los dos significantes para instalar una cadena y representar al sujeto,
que resulta de lo que representa un significante para otro significante. El resultado de la Metáfora
Paterna es la REPRESENTACION DEL SUJETO.
El sujeto queda representado en el discurso por la significación fálica, y a su vez la función fálica
es función de castración y ordena el goce fuera del cuerpo. Esas dos operaciones dan cuenta de
la INSTALACION DE LA SIMBOLIZACION, es decir, de la represión por las vías de la articulación
significante: METAFORA Y METONIMIA. Hay una traducción de lo traumático, de este
significante UNIANO, que se encontraba desvinculado de la cadena. Traducirlo quiere decir
SUSTITUIRLO.
Como postula Freud, lo traumático constituye el ombligo del inconsciente, ese punto irrecuperable
de la represión primaria.
SEGUNDA TEORIZACION DEL DISCURSO: Lacan, agrega a la cadena significante que
representa al sujeto, LA PRODUCCION DEL PLUS DE GOZAR., que es este a del trauma pero
ya trabajado dentro de la estructura del discurso. El pasaje de ese traumatismo de la lengua al
discurso implica una TRADUCCION. Es decir, ese S1 del traumatismo de la lengua que es un
PURO SINSENTIDO (porque no se articula con otros significantes,) se va articulando al
sustituirse por el significante AMO que es el NOMBRE DEL PADRE. El significante Amo
TRADUCE EL SIGNIFICANTE TRAUMATICO QUE VA A QUEDAR REPRIMIDO
PRIMORDIALMENTE.

110
Lo que llamamos traducción consiste en la sustitución del S1 UNO UNIANO (DM), traumático, por
el STE AMO, S1 DEL NOMBRE DEL PADRE. En esta operación no todo es traducible, del S1a
del trauma y el goce fijado, lo que resta como no traducible constituye en corazón palpitante del
SINTOMA que retornara de lo reprimido en los desencadenamientos sintomáticos.
El DISCURSO produce la representación del sujeto y también la regulación del goce pulsional. El
trayecto pulsional que implica la articulación de los destinos de la pulsión es posibilitado por el
discurso.
EL SINTOMA EN LA NEUROSIS: es lo que retorna de ese significante traumático y su goce por
las vías de los sentidos inconscientes cara simbólica del síntoma, y por la satisfacción pulsional,
cara real del síntoma.
EL SINTOMA EN LA PSICOSIS no está articulado al inconscientemente, hay un problema de
traducción, de simbolización.
EL FUERA DEL DISCURSO DEL PSICOTICO: [Aquí se habla del NP y sus FUNCIONES]
El psicótico esta FUERA DEL DISCURSO, la forclusión en la psicosis implica que en el armazón
significante mínimo (ósea, el discurso) para que se constituya el sujeto falta un significante, EL
NOMBRE DEL PADRE.
El NP que más adelante pasa a ser el S1 AMO, que comanda el discurso es el articulador entre el
UNO UNIANO y el DISCURSO. Es el que permite su traducción a lo simbólico, lo que es
traducible, permite la articulación al discurso inconsciente... El NP es el articulador de la
traducción de lo traumático, si falla este articulador no hay traducción por esa vía.
En tanto que el NP esta forcluido el síntoma psicótico es el significante en lo real, esta SIN
TRADUCCIONSIMBOLICA, es decir, NO ENTRA EN EL DISCURSO. El síntoma se presenta
fundamentalmente del lado del goce y todo el problema es como tratar ese goce.
La FORCLUSION DEL NP es el mecanismo específico de la psicosis pero puede también
extenderse a otros significantes o elementos de la estructura. La forclusion puede afectar también
al DESEO DE LA MADRE como en la ESQUIZOFRENIA.
LAS COORDENADAS DE LA FORCLUSION EN LA PARANOIA:
Desde la perspectiva de la metáfora paterna el paranoico inscribe la primera simbolización del
Otro primordial, la madre (siempre que se habla de la madre, es quien cumple la FUNCION
MATERNA y no la madre biológica específicamente). O sea que si tomamos la metáfora paterna
el paranoico dispone de la primera simbolización que es la del Otro primordial, la simbolización de
la madre.
La madre real deviene el significante que escribimos DESEO DE LA MADRE por medio de la
simbolización de su ausencia. Esta simbolización perite al sujeto entrar en la alienación y
mantenerse en esta, en relación con el campo del Otro, que en la paranoia es otro absoluto y
delirante.
En la clina con niños es notable la diferencia en términos elabóratelos y de lazo entre aquellos
que disponen del lenguaje y por lo tanto pueden armar ficciones y aquellos que no entrar en la
alienación o lo hacen parcialmente.
La CONSTITUCION DEL DESEO DE LA MADRE implica por un lado su puesta en función por el
Ideal, que también es simbólico. El DM se vinculación el Ideal, es decir LA MADRE DESEA
ALNIÑO EN RELACION A UN IDEAL. En la paranoia se dispone también del Ideal porque la

111
función del DESEO DE LA MADRE implica dirigir al niño a una demanda que transporta un deseo
que nombra al niño con el Ideal y lo extrae del anonimato.
El NIÑO PARANOICO dispone del Ideal con que es nombrado por el DM y esto le da posibilidad
de un cierto armado de espejo y de identificación, que por supuesto serán muy fijas porque
crecen en la mediación simbólica del NP.
¿Qué falta en la PARANOIA?: Lo que falta es la OPERACIÓN SEGUNDA DE LA METAFORA
PATERNA, por la cual se le da significado a ese deseo simbolizado DM por el NP.
EL DM queda como un enigma (vacío de significación) porque falta el NP para significarlo. (Un
significante en cuanto tal no significa nada, se necesita de otro significante que lo signifique).
Consecuentemente faltara también el FALO que es el significado del DESEO DE LA MADRE que
permite la representación del sujeto.
En la PARANOIA falla el PADRE DE LA LEY, falta la función de la ley paterna ue regula el DM y
ordene el Ideal.
La presencia del NP en el Otro permite la significación fálica que representa al sujeto en el
discurso y pone en juego la función fálica que ordena el goce fuera del cuero.
A las carencias en la psicosis las escribimos así:
- Pº, que leemos P SUB CERO, para la carencia del NP en el Otro
- PHIº, que leemos FI SUB CERO, para la carencia del Falo simbólico.
La consecuencia del HIº es que el sujeto no dispone de la significación fálica para representarse
en lo simbólico como dividido, es decir como sujeto tachado, aun cuando puede estar nombrado
por el Ideal. La fijeza y la rigidez en sus identificaciones.
La otra consecuencia de PHIº es el RETORNO DEL GOCE A LA IMAGEN ESPECULAR POR LA
AUSENCIA DE LA FUNCION DE CASTRACION. En Freud: reintroyeccion de la libido al yo en la
paranoia.
¿Cómo SE PRESENTA EL SIGNIFICANTE EN LO REAL EN LA PARANOIA?: En el síntoma
psicótico el significante traumático retorna pero sin simbolización.
- En la PARANOIA retorna en el campo del Otro, en el nivel de la cadena significante, lo que
trae como consecuencia que el significante y goce no estén separados. El significante en lo
real es un S1 solo, cargado de goce y al interrumpir en la cadena digamos que la rompe, la
pone en disyunción produciendo la llamada cadena rota.
FENOMENOS ELEMENTALES (Lacan): todos estos son fenómenos elementales que se
pueden aislar en un desencadenamiento psicótico (aquí los trata específicamente en la
paranoia):
- Experiencia enigmática: vacio de significación
- Perplejidad
- Alucinación e intuiciones delirantes ( a veces, ver: El trabajo del delirio)
Lacan nos habla de la EXPERIENCIA ENIGMATICA del psicótico en donde ubica los fenómenos
que ponen de manifiesto la RUPTURA DE SIGNIFICACION. Esta experiencia se despliega en
dos momentos:

112
- En primer lugar, ante la irrupción del significante en lo real el sujeto se encuentra en la
imposibilidad de responder ¿Qué significa esto? Se confronta con un VACIO DE
SIGNIFICACION, con una experiencia de sinsentido. La forclusion del NP da cuenta de
este vacío de significación, pues el NP cumple la función de punto de capitoneado que
cierra la significación.
- En un segundo momento adviene algo que no es vacio y que es CERTIDUMBRE de que
eso significa, aunque no sepa que. Se trata de la significación enigmática que el sujeto le
atribuye al significante en lo real.
El psicótico tiene la certidumbre de que eso significa. La certidumbre es un efecto inherente a la
estructura significante, no es una convicción en la que hay una dignificación en juego, sino que se
trata de una significación de significación, un enigma, que la psicótica toma a su cargo.
Clasesà Esta certidumbre también hace referencia a la INVACION IMAGINARIA. Por ejemplo un
hombre que afirma “Yo soy militar”, eso arma su ser, es una referencia rígida de sí mismo. Si le
retiran el uniforme no sabe cómo actuar (se “desarma”) porque el uniforme de militar arma su ser.
Es un fenómeno secundario del desencadenamiento que tiene que ver con que aparezcan otros
como significadores, que aparezca la MALIGNIDAD (alguien me va hacer algo, otro perseguidor)
y la CERTEZA (de que alguien le quiere hacer algo).
En la experiencia enigmática hay un vacio de significación, el sujeto no puede responder a una
determinada función.
La EXPERIENCIA ENIGMATICA puede estar acompañada de ALUCINACIONES E
INTUICIONES DELIRANTES. En el seminario 3 de Lacan, postula que el PSICOTICO sabe que
los demás no escuchan las voces que el escucha en las alucinaciones, sin embargo, tiene la
CERTEZA de que estas conciernen, es esto o que le da peso al significante surgido en lo real.
la certidumbre de la experiencia enigmática NO EXPLUYE LA PERPLEJIDAD, puesto que la
significación de significación no designa otra cosa que una significación presente pero
indeterminada que es propiamente la definición misma del enigma.
La PERPLEJIDAD es un fenómeno clínico que también está en la Neurosis. Hay una ruptura con
los elementos significantes y un no saber desde donde responder.
El desencadenamiento del significante es correlativo a una deslocalización del goce, el goce cesa
de estar regulado en torno al objeto fuera del cuerpo. El paranoico imputa este goce invasor al
Otro, le atribuye al Otro un goce enigmático también, porque en principio no le puede dar sentido,
en el que el otro quiere gozar del como objeto.
EL TRABAJO DEL DELIRIO:
Maleval en su libro LA LOGICA DEL DELIRIO plantea que con el objetivo de escapar de la
angustia de la experiencia enigmática (vacio de significación) el sujeto puede tomar distintas
estrategias:
- Pasaje al acto sacrificial tanto suicida como homicida.
- Aceptar que la sin razón pasara y la conformidad de la razón renacerá, esto será la base
para despegar el enigma en un DELIRIO. Otra posibilidad es que el sujeto se niegue a
hacerlo.
En los NIÑOS PARANOICOS es muy frecuente el pasaje al acto, golpear-golpearse, destruir
objetos, sobre todo cuanto más pequeños son ya que no se han instalado aun en la palabra.

113
¿Qué ES EL DELIRIO?
EL DELIRIO Es un intento de resolver el enigma. Lo hace mediante la movilización del
significante para enmascarar el agujero que se abrió en lo simbólico y ordenar el goce
deslocalizado.
El delirio es el agregado de un S2 que otorga una significación al enigma, restituyendo la cadena.
E
El síntoma del delirio trata el retorno de lo real en el campo del Otro por la mediación de una
significación que responde a la significación enigmática del significante en lo real. Frente al vacio
de significación del significante en lo real el delirio proporciona una significación delirante que
restituye la cadena.
La estabilización del delirio es lo que Lacan llama METAFORA DELIRANTE. Se arma un
fantasma con el que se estabiliza, por ejemplo en el caso Schreber: ser la mujer de Dios.
Hay que situar el delirio entre goce y ciframiento. Por un lado en el delirio responde a la invasión
de goce con la proliferación de significaciones que expanden el delirio sin estabilizar el goce. Por
otro lado, en su faz estabilizante el delirio permite el acotamiento del goce. Esto se logra en la
metáfora delirante, cuando se logran fijar una serie de significaciones.
El delirio es una INVECION DEL SUJETO que acota el goce cuando esas significaciones logran
morder en el goce permite que el goce ceda- que las significaciones operen sobre el goce es una
tarea de escritura porque es la tarea que fija goce, es la traducción de la letra que acota el delirio.
Cuando esto se logra el síntoma del delirio se vuelve funcional, es una escritura que traduce.
En el tratamiento no se trata de delirar con el psicótico, sino de encontrar los puntos que acotan
goce, que son puntos de escritura.
ESQUIZOFRENIA Y DIAGNOSTICO:
La esquizofrenia es un campo vecino a la paranoia que en la clínica puede cruzarse con ella, es
decir, el cuadro clínico de la paranoia muchas veces se complica con rasgos esquizofrénicos o
evoluciona hacia la esquizofrenia.
Tanto Freud como lacan consideran esencial pensar la diferenciación de los cuadros, y tampoco
los consideran simétricos. El cuadro clínico paranoico, que esta fuera del discurso en el
desencadenamiento, logra una posibilidad en su evolución de estabilización en un discurso de
con la metáfora delirante. La esquizofrenia es un cuadro que evoluciona hacia lo demencial
clínicamente.
LACAN considera a la esquizofrenia DEBILIDAD. La esquizofrenia tiene una particularidad
DEBILIDAD DE INSERTARSE EN EL DISCURSO.
LACAN también nos habla del DICHO ESQUIZOFRENICO porque el sujeto seria dicho por un
dicho del Otro, es decir, si pensamos que en todo sujeto se parte de que eso habla de el para
luego aprehenderse en eso que habla de es, diríamos que el esquizofrénico queda en el ESO
HABLA DE EL con dificultad para aprehenderse ahí.
LOS PUNTOS A TENER EN CUENTA PARA DIFERENCIAR LA PSICOSIS Y LA
ESQUIZOFRENIA SON:

114
Punto forclusivo ¿Hay Inscripción de Lugar de retorno
(¿Qué se Narcisismo? NOMINACION
forcluye?)
PARANOIA NOMBRE DEL Hay Narcisismo. Deseo de la Otro
PADRE madre
Se produce el
Estadio del
Espejo que perite
una consitucion
de la imagen del
YO.
Sin embargo, es
un NCS
INESTABLE
ESUIZOFRENIA NOMBRE DEL No hay Anonimato Cuerpo
PADRE Y narcisismo à
DESEO DE LA AUTOEROTISM
MADRE O

- PUNTO FORCLUSIVO EN LA PARNOIA Y PUNTO FORCLUSIVO EN LA


ESQUIZOFRENIA:
PARANOIA:
El PARANOICO inscribe la primera simbolización del Otro primordial, la madre (quien cumple la
FUNCION MATERNA). Osea que, en la paranoia tenemos la simbolización del DESEO DE LA
MADRE y la operación del DESEO DE LA MADRE, es decir, la madre transmite un deseo y
nombra con el ideal al sujeto al dirigirse a él con la demanda. Esta operación del deseo de la
madre en la paranoia extrae del ANONIMATO al sujeto (en la esquizofrenia el sujeto sigue en el
anonimato). Si bien hay forclusion del NP hay un nombre en el deseo de la madre en relación a la
cual desea al niño y el sujeto paranoico tiene la posibilidad de nombrarse por el Ideal.
Lo que falla en la paranoia es la función del padre la ley, o sea, la madre puede dar lugar en su
discurso al NP como una promoción de la ley, pero la relación del padre con esa ley falla. Hay un
déficit en la función del padre en ocupar el lugar de excepción, en al menos uno que dice no a la
función fálica.
En la paranoia tenemos el Ideal pero este Ideal no ordena al sujeto por la ley. Entonces, el
DELIRIO PARANOICO intenta restituir el orden.
ESQUIZOFRENIA:
En la esquizofrenia el NP está ausente en el discurso de la madre, o sea la madre no introduce al
padre en su discurso y esto es independientemente de la posición paterna. O sea que el deseo de
la madre no nomina como tal. (Recordar los tiempos del Edipo desde Lacan)
El deseo de la madre en la esquizofrenia no nomina, no nomina a niño con e ideal, es un DESEO
ANONIMO. Anónimo porque no refiere al NP y también porque no se dirige al niño nombrándolo.
En el sem 10, Lacan nos dice que el esquizofrénico es subjetivado por la madre como un “a”,
como un puro real. Dice que la madre puede tomar al niño como sea, como un pedazo de carne,
115
como algo que se encuentra para ella no como algo que del niño se espera, es decir,
FALICIZADO, ubicado en relación a un significante ideal.
En la esquizofrenia la madre no puede ubicar allí un sujeto a nombrar, más bien se trata de algo
en su dimensión real, que la puede molestar, la puede dejar indiferente pero o se ubica allí la
dimensión de nombrar. El sujeto puede ser dicho por un dicho del Otro pero no nombrado por un
deseo, el deseo de la madre no lo nombra.
En este punto el esquizofrénico se encuentra ante el enjambre significante que constituye
LALENGUA sin que pueda aislar un significante que lo nombre. Esto es una perturbación en la
constitución del ideal, se encuentra frente a todo el conjunto de significantes pero no hay ninguno
que pueda representarlo. Esto determina que el sujeto este marcado por un útil fenómeno de
distracción, es decir,, por una IDENTIFICACION MULTIPLE.
Tenemos una identificación que NO ANCLA. El esquizofrénico permanece más acá de la
alienación, en el enjambre, en la dispersión de significantes. No hay para él un significante que lo
represente para otro significante, ósea que, se encuentra más cercano a lo real que en la
paranoia. No solamente no puede anclar en una identificación sino que ningún sentido se fija
como propio.
La característica de la esquizofrenia es la de un IMAGINARIO INCONSISTENTE que se puede
manifestar en una METONIMIA INFINITA DE SIGNIFICACIONES sin que el sujeto puedo anclar
allí, sin ninguna significación que le concierna.
- HAY NARCISISMO?
PARANOIA:
En la paranoia el hecho que el sujeto disponga del ideal le permite obtener su imagen en el
espejo, es decir, que esta sostenido por el ideal para poder verse en el espejo. O sea que, en la
paranoia HAY CONSITUCION DEL NARCISISMO, es un NARCISISMO INESTABLE porque le
falta la significación fálica que sostiene la imagen, por eso muchas veces se dan los fenómenos
del doble.
En la paranoia tenemos un imaginario construido, sostenido por ese ideal y hay posibilidad de
unificar la imagen y de que el goce pueda ubicarse en la imagen, que eso es narcisismo.
En la paranoia tenemos un IMAGINARIO EXPANDIDO.
ESQUIZOFRENIA:
En la esquizofrenia tenemos UN imaginario inconsistente. Hay una perturbación en la constitución
de lo imaginario, y diríamos desde la perspectiva freudiana en la esquizofrenia hay una regresión
al AUTOEROTISMO (mientras que en la paranoia una regresión al NCS).
En la esquizofrenia no puede lograrse el movimiento de la libido que posibilita salir del
autoerotismo hacia el narcisismo, no se logra una libidinizacion de la imagen unificada del cuerpo.
EL LENGUAJE del esquizofrénico tiene dificultades, para tomar la palabra, aprehender la palabra,
tomarla desde una nominación, o sea que muy frecuentemente puede haber mutismo en la
esquizofrenia. Y por otro lado, cuando no entra puede estar en una METONIMIA PURA.
En relación al GOCE, esta dificultad impide que el goce se metabolice, es decir, que el trayecto
de la pulsión se constituya. Tenemos una DETENCION DE LO PULSIONAL EN SU PUNTO DE
PARTIDA.

116
Las palabras son tratadas como cosas, es decir, las palabras no representan, quedan desligadas
de su significación, de su referente, han perdido calidad significante y son tratadas como cosas en
materia sonora y visual.
- LUGAR DE RETORNO
PARANOIA:
En la paranoia el goce se ubicaba en el lugar del Otro, porque el sujeto podía entrar en la
alienación y el goce se podía ubicar en el campo del Otro.
El significante en lo real, en la paranoia emerge en el campo del Otro que es el campo de la
cadena significante y emerge rompiendo la cadena.
El paranoico se encuentra de repente con mensajes interrumpidos, con un vacío de significación y
ese vacío constituye la experiencia enigmática a la cual el sujeto le da después una interpretación
mediante el DELIRIO.
En la paranoia hay una presencia de este significante en lo real que irrumpe y rompe la cadena y
el delirio es un intento de reconstruir esa cadena, de poder darle una significación a ese vacío de
significación.
ESQUIZOFRENIA:
El significante en lo real emerge en el CUERPO. El retorno del goce se da en el cuerpo. Los
fenómenos elementales propios de la esquizofrenia son fenómenos en el cuerpo. Puede ser la
sensación de que los ojos se tuercen, o que las manos se pueden ir.
Este significante en lo real cargado de goce invade el cuerpo, por eso se ubica el retorno de goce
en el cuerpo.
¿Quiere decir que el goce nunca se fue del cuerpo del esquizofrénico? NO, que el esquizofrénico
se mantenga más acá de la alienación no implica que en el esquizofrénico la incidencia primera
del traumatismo de la lengua no separe el goce del cuerpo, esto ocurre en TODO ser humano, el
traumatismo de lalengua es una operación universal, también en la esquizofrenia.
Pero en tanto que habíamos ubicado que la lengua introduce también otro goce, queda el resto
de goce que retorna:
- En la neurosis retorna en el discurso.
- En la paranoia en el Otro
- Y en la esquizofrenia en el cuerpo.
En la esquizofrenia se produce la NO OPERACION DE LA FUNCION FALICA, de la castración,
que hace que el goce retorne en el cuerpo como CARNE, y no en el cuerpo como lugar del Otro
En la esquizofrenia el goce permanece asexual, asexuado, y esto se manifiesta como el goce del
objeto a aislado. El esquizofrénico goza del a aislado, no extraído del cuerpo sin perderlo.
Según LACAN el lenguaje no logra ubicar en el cuerpo en la esquizofrenia. E lenguaje no opera
como castración. La libido es una laminilla que se instala en el cuerpo y cubre los objetos,
diríamos que en la esquizofrenia la libido no va más allá del cuerpo, ni más allá de la imagen del
cuerpo, ni va más allá de esta ni a ningún lugar.
El goce típico de la esquizofrenia es el GOCE HIPOCONDRÍA: en el cuerpo esquizofrénico las
palabras se traducen en una sensación en el cuerpo pero no es el cuerpo simbolizado, y a esto
117
Freud lo llama lenguaje de órgano en donde también tenemos un lenguaje en donde todo lo
simbólico es real, sin metáfora.
El hipocondriaco goza de todo el cuerpo sin poder ubicar nada en el campo del Otro.
En la esquizofrenia lo que tenemos es una regresión tópica al ESTADIO DEL ESPEJO, escena
del estallido de la imagen en donde se automatizan las palabras, as palabras pasan a ser tratadas
como cosas. Lo que quiere decir que al omento del desencadenamiento el esquizofrénico no
puede alcanzar el sentido de las frases porque cada palabra cobra sentido en sí misma y pasa a
ser el problema mismo de quien nombra, eso lo vamos a ubicar en cada caso.
En la paranoia en donde se arma un sentido cerrado que es la certeza, que es alcanzar la
significación fija mientras que en la esquizofrenia esta la imposibilidad del cierre de la significación
al momento del desencadenamiento.
DESDE FREUD Y LACAN:
AUTOEROTISMO: pulsiones aisladas y fragmentación
[Aquí se encuentra la ESQUIZOFRENIA]
 1ER TIEMPO DEL COMPLEJO DE EDIPO.
 ESTADIO DEL ESPEJO
NARCISISMO: Constitución del YO.
DESEO DE LA MADRE: Simbolización primaria, permite el armado de un borde del YO.
 2DO TIEMPO DEL COMPLEJO DE EDIPO
 DM/NP
COMPLEJO DE EDIPO (DESDE FREUD)
 3ER TIEMPO DEL COMPLEJO DE EDIPO:
 SALIDA DEL COMPLEJO DE EDIPO
LOS USOS DEL DIAGNOSTICO EN LA PRACTICA CON NIÑOS Y ADOLESCENTES. CLASE
7: AUTISMO Y DIAGNOSTICO
El autismo fue diagnosticado por Kanner en los años 40, pero desde el punto de vista del
psicoanálisis el autismo estaba en un momento ubicado del lado de la esquizofrenia. Los trabajos
de Maleval y Eric Laurent sirvieron para diferéncialo de la esquizofrenia.
Para empezar, es importante tener en cuenta y retomar el choque que hay entre la lengua y el
cuerpo, a partir de una contingencia; en ese encuentro se produce un empalme entre la
satisfacción y el significante. Este acontecimiento es traumático y contingente (porque nunca
sabemos con qué significante se va a abrochar).
Este acontecimiento traumático deja una HUELLA, y esta debe poder borrarse para que el sujeto
marque un rasgo singular en su lugar.
¿Por qué debe poder ser borrada? Porque si uno estuviera viviendo un trauma todo el tiempo,
este trauma no podría ser elaborado ni tramitado; esta tramitación se logra mediante el pasaje a
lo simbólico.

118
En el caso de los AUTISTAS esta huella NO SE BORRA NUCA. Estos sujetos no logran borrar la
huella que deja marca, entonces no pueden contarse como Uno en el campo del Otro (campo del
significante); no pueden inscribir el acontecimiento por lo que es como si estuvieran siempre
sumergidos en el.
En el caso de la NEUROSIS, se cava un agujero y se instala una AUSENCIA, en el AUTISMO
hay pura PRESENCIA, no esta el agujero (esto ya no pertenece al registro de lo simbólico, sino a
lo real. El peso que tiene de real el Otro, se vuelve intrusivo, aterrador y no parte nunca, no hay
simbolización del Otro.)
Eric Laurent propone que hay una FORCLUSION DEL AGUJERO.
En la neurosis se desarrolla lo que es el FORT DA, que sería la alternancia entre dos significantes
(simboliza la ausencia y presencia de la madre); en el autismo hay UN SOLO SIGNIFCANTE
(S1), hay pura repetición del Uno.
Estela Solano llamo a estos niños los niños del Uno solo; son sujetos en los que hay una
dificultad a consentir la entrada en el lenguaje, hay un rechazo a la alienación en el lenguaje, un
rechazo a los significantes del Otro.
En el Fort Da hay una simbolización de la ausencia y una producción del OBJETO a, que es el
objeto con que el sujeto se las va a arreglar para tener algo de lo que le resta de goce. El sujeto
puede tolerar que el Otro falta.
En el niño autista no se ha extraído el objeto, el objeto autista esta incluido en lo que seria un
extraño borde del cuerpo. Digo extraño borde porque el autista no logra construirse un cuerpo (no
hay producción de la imagen en el espejo) con lo cual hay ahí algo del borde que falla. En estos
casos el objeto a no es un condensador de goce, el goce es intratable por lo simbólico (como en
la neurosis), el autista trata su goce mediante la hiperquinesia, en su agitación, con sus gritos.
Eric Laurent caracteriza DOS TIPOS DE OBJETO en el autista:
 El objeto que viene a suplir los limites del cuerpo protegiéndolo de la angustia de intrusión.
Este objeto que lo protege le sirve de horma, le da forma.
 El objeto que se le impone no como protección sino como algo insoportable.
Laurent sostiene que si la marca del acontecimiento no se borra, el trauma esta siempre ahí, el
S1 no se liga al saber inconsciente, no se encadena, es un SIN SENTIDO QUE SE REPITE y se
repite. Entonces no estamos en el orden de los significantes (S1 y S2), estamos en el orden del
LALALENGUAJE y no del lenguaje, el sujeto no puede nombrar el mundo, se maneja
directamente con la cifra, esto se relaciona con la repetición estereotipada de todas sus
actividades.
Si con el lalalenguaje el autista NO PUEDE TRATAR LOS EQUIVOCOS, esta se transforma en
un RUIDO INSOPORTABLE; imagínense algo que no quiere decir nada, que no tiene sentido, es
un murmullo constante. Es un ruido del orden de lo real.
Maleval sostiene que el objeto voz no puede enlazarse con el sentido (nosotros escuchamos el
sentido por sobre el ruido). En el sujeto autista los ruidos están muy presentes.
Esta también la FALTA DE SIGNIFICACION FALICA, que daría medida al espacio, con lo cual el
objeto se hace presente mucho mas cerca. (pone el ejemplo de un niño que no soportaba el ruido
de un avión, sin darse cuenta que el mismo estaba lejos).

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LA PULSION del autista es REAL, NO HIZO EL CIRCUITO PULSIONAL que es pasar por el
Otro. Este circuito es el que hace el BORDE. Al no haber este circuito, no hay borde y no hay
cuerpo. Sería un cuerpo cuyos agujeros están tapados, rellenados y no faltaría nada. Mientras
que no tiene cuerpo y por lo tanto imagen, tiene su capsula o una burbuja solida que le permite
defenderse de las manifestaciones del Otro.
Laurent lo llama NEO BORDE, es sobre este neo borde que retorna el goce en el sujeto autista.
Es asi como se distingue la PSICOSIS del AUTISMO como dos MODOS DISTINTOS DE
RETORNO DEL GOCE:
En la PARANOIA el goce retorna en el Otro.
En la ESQUIZOFRENIA el goce retorna en el cuerpo
En el AUTISMO el goce retorna en ese límite, en el neo borde.
ANALISIS PROPUESTO: se propone un analista traumático, Laurent lo llamo LA CLINICA DEL
CIRCUITO; la cuestión es poder desplazar el borde de la capsula, que se afloje, que se desplace.
Si no hay circuito de la demanda, se trata de la construcción de un circuito metonímico, esta
construcción implica intentar extraer algo y a la vez incluir algo (nuevos objetos y juegos) que
intente producir un acontecimiento de cuerpo. Esto no se produce sin el cuerpo del analista. Esta
no es una clínica del desciframiento, es una clínica por fuera del sentido, estamos en el campo
del S1 solo, se trata de armar cadena, producir ausencia, inscribir un rodeo, que permita salir del
encierro.
Se trata también de que el analista sea un doble, diferente al reconocimiento especular, un doble
con la función de prestarle un cuerpo.
El análisis es una oportunidad para poder franquear una barrera que los separa de los otros,
permitiéndoles calmar a ese Otro que se les presenta tan feroz y hacer que la vida se torne más
vivible

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