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Friedrich Solomon Perls,

Un buscador.

Lic. Romina Coria Singla

Fritz Perls nació el 8 de julio de 1893 en un gueto judío en


los alrededores de Berlín. Su padre Nathan Perls y su madre
Amalia Rund, tuvieron dos hijas, Else y Grete, y un tercer
hijo, Fritz. Nathan era fraccionador de vinos, viajante de
comercio y masón, pasaba mucho tiempo fuera de su casa,
siempre tuvo muy mala relación con su único hijo varón, al
que agredía y humillaba. Amalia era judía practicante,
proveniente de la pequeña burguesía, influenció decisivamente
en la vida de su hijo transmitiéndole su pasión por la ópera
y el teatro. Tal es así que esta afición por el teatro lo
acompañaría a Fritz toda su vida hasta acabar constituyendo
uno de los ingredientes básicos de su enfoque terapéutico.

Fritz fue un alumno brillante, aunque no tenía un buen


comportamiento en la escuela donde la actitud básica de los
profesores era la disciplina y el antisemitismo. Fue
expulsado a sus 13 años tras fracasar en el segundo intento
de hacer el séptimo grado. Luego, entró como aprendiz de un
comerciante de muebles al que le hacía muchas bromas y lo
terminó despidiendo. A sus 14 años retomó sus estudios en un
centro liberal, el Askanischer Gymnasium, donde encontró un
plantel de profesores humanistas que lo apoyaron en su
necesidad de independencia y en su primer foco de interés: el
teatro. Uno de los encuentros más significativos de su
adolescencia se produjo con el director teatral Max
Reinhardt, junto con quien tomó clases. 

En 1914 el estallido de la guerra encontró a Fritz estudiando


medicina luego de haber terminado su bachillerato. El examen
médico lo declaró no apto para servir en el desastre
terrestre, tenía corazón pequeño y presentaba dificultades en
las actividades que requerían esfuerzo físico. Sin embargo,
pese a su afección cardíaca, en 1915, en plena guerra y a sus
22 años, Perls decidió anotarse como voluntario en la Cruz
Roja, sirvió durante un tiempo al frente belga y, al año
siguiente, fue transferido como ayudante médico en un
batallón de zarpadores. Conoció los horrores de la guerra, el
espanto y las atrocidades de la lucha en las trincheras,
experiencia dolorosa que quedó registrada en él como una de
las peores de su vida. Terminada la guerra, Fritz volvió a la
casa de su padre y madre, retomó sus estudios y el teatro,
encontró que su hermana Grete se había casado y que su padre
estaba cada vez más aislado. 

En 1920 se graduó como médico en Berlín y comenzó a trabajar


como neuropsiquiatra. La situación económica era insostenible
debido a la inflación alemana en época de posguerra, Fritz
recuperó el ánimo cuando apareció un carnicero que viajaba
desde las afueras de Berlín para acudir a su consulta. En
aquellos tiempos, Perls mantuvo conexión con la izquierda
política y la bohemia artística e intelectual. Se relacionaba
con representantes del movimiento de la Bauhaus, le llegaron
aires del pensamiento de Kierkegaard, Nietzsche y
Shopenhauer, de las nuevas filosofías fenomenológica y
existencial. Se sintió atraído e influenciado por el filósofo
alemán Solomon Friedlander quien, en su obra principal
Indiferencia Creativa, sostuvo la existencia de un punto cero
en todo evento, como un punto de equilibrio a partir del cual
se extendían a un lado y otro los respectivos opuestos o
polaridades, además Friedlander llamó a estar atentos al
centro para adquirir la capacidad creativa de apreciar la
realidad de una manera más completa.

Con 32 años, Perls continuó viviendo con su familia de


origen, estaba en pareja con Lucy, había viajado a Estados
Unidos para expandir sus conocimientos pero había vuelto
rápido y decepcionado. Eran momentos de inseguridad, de
complicaciones emocionales y recurrió al Psicoanálisis en
búsqueda de apoyo. En 1926 inició su análisis con Karen
Horney (psicoanalista culturalista) quedó fascinado con ella
y con el psicoanálisis. Así es como empezó a leer a Freud con
el contrapeso que suponía el talante de Horney, quien, junto
con Sullivan y Fromm, se ubicaban como precursores de la
psicología humanista. En ese contexto, Fritz  se planteó la
posibilidad de convertirse en analista. Sin embargo, se
trasladó a Frankfurt y empezó a trabajar como asistente de
Kurt Goldstein, integrante de la Escuela de la Psicología de
la Gestalt, quien investigaba sobre la percepción en
pacientes con lesiones cerebrales producto de percepción.

En la casa de Goldstein, Fritz conoció a Lore Posner


(conocida como Laura Perls)una joven de 21 años (12 más joven
que él) que estaba iniciándose en los conceptos de la Escuela
de la Gestalt y comenzaron una relación. Su analista de ese
momento, Clara Happel, lo alentó para que empezara a trabajar
como psicoanalista. Con la intención de continuar con su
entrenamiento psicoanalítico, viajó a Viena, donde recibió a
sus primeros pacientes, supervisó con Helen Deutsch y
Hirschman. Además, tomó una ayudantía en un hospital junto
con Wagner-Jauregg y Paul Schilder. Antes de cumplirse su año
en Viena, en 1928, decidió volver a Berlín, se estableció
como psicoanalista y comenzó un nuevo análisis con Eugem
Harnick. 

Por esos momentos, Lore le propuso que se casaran. Según lo


cuenta en su autobiografía, Perls  no estaba convencido en
querer casarse, cuando lo habló con Harnick, éste le dijo que
no le estaba permitido tomar ninguna decisión importante
durante tu análisis y que si se casaba terminaría su
análisis.

El 28 de agosto de 1929, Fritz se casó con Lore e inició su


cuarto análisis con  Wilhelm Reich por recomendación de
Horney. Con Reich se sintió comprendido y lo admiró
profundamente, su descubrimiento sobre la armadura muscular,
fue un paso importante que evidenció la noción freudiana
abstracta de las resistencias, a la vez que aprendió que
ahora el terapeuta se ponía en contacto con el paciente en el
presente y el cuerpo recobraba así sus derechos. 

Al año siguiente nació Renate, su primera hija. Continuó


trabajando bajo la supervisión de Otto Fenichel.

Fritz alternaba su trabajo y su análisis con su vida de


casado con Lore, de quien también se nutrió dada la conexión
entre ésta y la Escuela de la Psicología de la Gestalt. Junto
con Goldstein aprendió los principios de su escuela: el
funcionamiento del organismo como totalidad y la idea de la
personalidad como totalidad en relación con el ambiente. Este
enfoque holístico entraba en contradicción con la perspectiva
individualista y causalista del psicoanálisis. Goldstein
había arribado a la conclusión de que la tendencia básica del
organismo era la actualización de su sí mismo. Este conjunto
de ideas se asemejaban a los pensamientos de Horney y se
distanciaban de la doctrina psicoanalítica. Lore lo fue
ayudando a asimilar los nuevos conceptos acercándole lecturas
de la Psicología de la Gestalt. 

La década del 30 marcó el ascenso de Hitler al poder, Perls


militó en las filas antifascistas, dio clases en una escuela
para obreros y se vio obligado a escapar a Holanda mientras
su familia se quedó en el sur de Alemania. Meses más tarde,
la familia se reunió en Amsterdam, esas fueron épocas de
penurias económicas y la situación se empeoró con un aborto
espontáneo de Lore. 

Fritz se las ingenió para supervisar con Karl Landauer


aunque, consciente del creciente nazismo, tomó conciencia de
la necesidad de huir y aceptó el ofrecimiento de Ernest Jones
para ir a trabajar como analista en Johannesburgo en 1934,
donde fueron muy bien acogidos y fundaron, junto con Lore, el
Instituto Sudafricano de Psicoanálisis. 

En 1935 nació su hijo Steve y la aventura de Sudáfrica se


extendió por 13 años, fueron momentos de prosperidad que
marcaron un fuerte contraste con  la época anterior. 

En 1936 Fritz tuvo algunas complicaciones cardíacas y ataques


de angina dolorosos. Junto con esto, y con poco más de 40
años, Perls había conseguido una posición destacada,
prestigio, familia y dinero. Sin embargo, ese mismo año es
clave en su vida en tanto que presentó un trabajo sobre
resistencias orales en el Congreso Internacional de
Psicoanálisis en Checoslovaquia que fue recibido con
desaprobación aún cuando él pensaba que sería un gran aporte
al Psicoanálisis. Si bien es cierto que las consideraciones
de Fritz sobre la resistencia no resultaron un estallido
revolucionario, ni Reich se mostró interesado, sus
derivaciones fueron subversivas y pasado un tiempo captaron
la atención de algunos psicoanalistas. Perls viajó a Viena
para tener un encuentro con Freud, el cual resultó breve y
Freud se mostró distante. En los últimos años de Perls, éste
refirió que aquel contacto cara a cara con Freud le había
quedado como situación inconclusa, dado que no pudo tener un
verdadero encuentro con él. Fritz se quedó 3 meses en Europa,
comprobó cuán ficticia era la seguridad que creía haber
conquistado y se dio cuenta de lo poco que extrañaba a su
familia, la relación con Lore se había interrumpido con el
nacimiento de su último hijo. Volvió a Sudáfrica cambiado,
distante con su familia y abocado a su trabajo.

En 1942 publicó su primera obra “Ego, hambre y agresión”, en


la cual Lore tuvo una gran participación; sin embargo, no
figuró como coautora. Ese libro significó un intento de Fritz
por sintetizar ideas, sentirse coherente consigo mismo y dar
a conocer su propia postura. Perls encontró un punto de
apoyo, una raíz que a esa altura aún seguía tamizada por la
preocupación por dar justificaciones intelectuales y
científicas. Ese mismo año decidió alistarse como psiquiatra
en el ejército sudafricano donde pasó 4 años, hecho que
implicó un progresivo alejamiento de su esposa e hijos/as.

En 1946 viajó a los Estados Unidos, estudió sus posibilidades


de éxito en ese país mientras tanto, Lore y sus hijos/as
esperaban en Johannesburgo. Karen Horney ayudó a Fritz a
instalarse en Nueva York; Erich Fromm y Clara Thompson lo
contactaron con el Instituto Allanson White. Frecuentó
ambientes contraculturales y se interesó por contactar a Paul
Goodman, había leído un artículo suyo sobre Reich y los
neofreudianos, Goodman era uno de sus posibles amigos y
aliados en su nueva patria en adopción. Uno de sus primeros
pacientes fue Isidore From, quien había realizado estudios en
Fenomenología. Por aquella época, Perls estaba en la búsqueda
de enriquecer su terapia con una dimensión filosófica que le
diera fuerza teórica.

En 1947 Lore y sus hijos/as se mudaron a Estados Unidos y se


reunieron con Fritz, quien integró a su esposa al grupo de
psicoterapeutas refugiados en Manhattan y le cedió sus
pacientes más pobres. Lore era una mujer independiente,
culta, además de haber estudiado psicológica y psicoanálisis,
había aprendido sobre Heidegger, Husserl, sabía griego,
latín, conocía de literatura, música y era bailarina, además
de ejercer su rol de madre.

En 1950 Fritz constituyó el “grupo de los siete” junto con


Lore Posner, Paul Goodman, Paul Weisz, Elliot Shapiro,
Sylvester Eastman e Isadore From. Tiempo más tarde, se
incluyeron Ralph Hefferline y Jim Simkin. Hefferline era
paciente de Fritz y Goodman de Lore. Ralph se transformó
además en un co investigador que fue aplicando los nuevos
desarrollos y la extensa serie de ejercicios de Perls con sus
alumnos en Columbia. De esa manera se fue constituyendo la
parte práctica del nuevo libro de Perls “Gestalt Therapy”.
Paul se transformó en un colaborador y editor de la parte
teórica de ese libro.

Gestalt Therapy se publicó en 1951. La perspectiva del libro


dejó en un lugar central la experiencia presente del
paciente, como así también la importancia de la relación real
entre el terapeuta y el paciente. El libro empezó siendo un
manuscrito de Perls, que se fue desarrollando y elaborando
con los aportes de Paul y Ralph. Tenían un objetivo común que
era ampliar los límites y la aplicación de la psicoterapia.
En 1952 Perls fundó, junto con su esposa, el Gestalt
Institute of New York y al año siguiente otro en Cleveland.
Fritz delegó la dirección de ambos institutos a Lore y a sus
colaboradores mientras que él realizó viajes por todo el
país, sobre todo por la Costa Oeste, haciendo demostraciones
de la Terapia Gestáltica. De esa manera se fue delimitando
una brecha entre la Gestalt de la Costa Este, liderada por
Lore y representada por el New York Insitute así como el de
Cleveland, y la Gestalt de la Costa Oeste, liderada por
Fritz. La principal discrepancia entre las dos corrientes es
que los/las integrantes de la Costa Este atienden a la
interacción del organismo con el ambiente, es decir objeto de
estudio es la relación que cocrean la persona y su entorno.
Por su parte, los/las integrantes de la Costa Oeste estudian
la persona, se centran en el organismo en sí mismo.

En 1956 se Fritz alejó de Lore, aunque nunca se separó de


ella legalmente. Fritz de 63 años se estableció en Miami,
tenía dolencias cardíacas y un profundo desaliento. Al año
siguiente, conoció a Marty Fromm, junto con quien tuvo una
relación que duró 2 años, en la que se sintió reanimado y
continuó viajando con la intención de difundir el enfoque
gestáltico.

1962 significó un año de viaje por el mundo, en Japón recibió


durante 2 meses la enseñanza Zen en un monasterio de Kioto y
en Israel realizó un trabajo sistemático sobre sí mismo bajo
los efectos del LSD.

En 1964 se instaló en Esalen, un Centro de Potencial Humano,


en el Big Sur, California, fundado en 1962 por Michael
Murphy, heredero de la finca balneario, y Dick Price, ambos
discípulos de Alan Watts. Fritz residió allí y realizó
demostraciones de la Terapia Gestáltica durante 5 años. En
esos tiempos le fue llegando el reconocimiento y la fama, sus
talleres se empezaron a filmar y en 1966 construyó su propio
hogar: la casa de la media luna.

En 1968 dejó Esalen y delegó la Gestalt a sus discípulos Dick


Rice, Claudio Naranjo, Bob Hall y Jack Downing. Al año
siguiente publicó “Gestalt Therapy Verbatim” (Sueños y
existencia) y poco después su autobiografía “Dentro y fuera
del tarro de la basura”.
En 1969 creó el Instituto Gestáltico de Lago Cowichan, Isla
de Vancouver, al que llamó Kibbutz Gestáltico. Allí
concurrieron varios discípulos.

En 1970 ingresó en el Weiss Memorial Hospital de Chicago


estaba muy enfermo. Lore lo visitó y murió de un ataque
cardíaco el 14 de marzo tras ser operado. La autopsia reveló
cáncer de páncreas. 

Bibliografía

 DE CASSO, Pedro. Gestalt, terapia de autenticidad.


Editorial Kairós. 2da. Edición. Barcelona. 2006.
 PERLS, Frederick. Hefferline, Ralph. Goodman, Paul.
Terapia Gestáltica: Excitación y crecimiento de la
personalidad humana. Los libros del CTP. 3ra. Edición.
Madrid.2006.
 PERLS, Frederick. Dentro y fuera del tarro de la basura.
Editorial Cuatro vientos. 14va. Edición. Santiago de
Chile. 2008.
 STOEHR, Taylor. Aquí, Ahora y lo que viene. Paul Goodman
y la psicoterapia gestalt e tiempos de crisis mundial.
Editorial Cuatro vientos. 3ra. Edición. Santiago de
Chile, 2007.

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