¿Quién es el Espíritu Santo?

Tradicionalmente se ha dicho que los dones del Espíritu Santo son 7:

1. Sabiduría: Saber discernir.
Él es una de la tres personas de la Trinidad divina. Es decir, es uno de los 2. Inteligencia: Tener un pensamiento crítico.
tres que construye la realidad de Dios.
3. Consejo: Saber escuchar.
Dios es amor, es el amor en plenitud. Pero no es un amor solitario, a la 4. Fortaleza: No darse por vencidos
manera del que se ama sólo a sí mismo (eso es egoísmo), sino que es 5. Ciencia: Encontrar en la creación a Dios.
comunidad de amor y en esa comunidad de tres hay un despliegue de
6. Piedad: Respeto y caridad.
amor tal que los tres quedan unidos de tal manera que forman una
unidad. 7. Temor de Dios: Saber que Dios está contigo.

¿Cómo sabemos esto? Porque así se ha manifestado Dios a lo largo de la

historia:

Desde antiguo nuestros padres en la fe, (el pueblo judío, del cual también
formaba parte Jesús), experimentaron a Dios en su vida y esa experiencia
nos la dejaron plasmada en la Biblia. En ella podemos ver que Dios se fue
revelando progresivamente a lo largo de historia, es decir, también ellos
poco a poco fueron esclareciendo su imagen de Dios a través de las
experiencias que como pueblo fueron viviendo.

Leamos el texto de Ex 3,1-15 para poder descubrir esto

Para el pueblo de Israel, (y por lo tanto para Jesús también, porque

pertenecía a ese pueblo), Dios se revela como un Dios personal, que tiene
un nombre, Yahvéh, con el que se presenta a los suyos y que actúa de
cierta forma, tal como actuaría un buen Padre y un buen Rey.

Y ese Dios siempre se comunicaba con su pueblo a través de dos

mediaciones, que tenían la capacidad de hacerlo presente en medio de
los suyos: su Palabra, donde comunicaba su proyecto de vida y su
Espíritu, que ayudaba a comprender y asimilar en la vida lo que Dios
comunicaba.

En Jesús esta realidad se hace presente en su máxima expresión.

Tantos los dones como los frutos apuntan a una misma cosa: la
construcción de la comunidad.