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……Como un ente espiritual

creado por Dios, no.


Pero la presencia del Bien,
Indica La Redención del error.

Dirección General Espiritual


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Prólogo

La Asociación Escuela Científica Basilio – Culto a Dios – Confesión Religiosa de


los Discípulos de Jesús, presenta este libro con la finalidad de transmitir contenidos
doctrinarios basados en los conocimientos espirituales que elaboró Jesús de Nazareth
y que continúa trayendo a Su Amada Humanidad.

Así como a través del tiempo siempre hubo corrientes de pensamiento que
sostuvieron que la vida humana no tenía sentido, que solo había que vivirla sin
pensar en el porvenir, que no había que decidir o elegir las acciones, sino que todo
estaba permitido, que nada se debía rechazar, también, aunque de distintas maneras,
hermanas religiones han tratado de orientar al ser humano por ejemplo acerca de
asumir con respeto esta vida humana, de creer en la existencia de Dios, de reconocer
la presencia del Bien o del error, de tratar de comprender que es sufrimiento y el
destino, de tener la esperanza en otra vida de dicha… Lo hicieron con los
conocimientos que tuvieron y acorde a culturas disímiles.

Ante esta problemática de la existencia humana. La Escuela también ha


elaborado un conocimiento espiritual, con un método científico propio que permite
tener una fe religiosa sin dogmas. Por ese motivo, este texto presentado en cinco
capítulos, incluye explicaciones acerca de la vida espiritual que tiene origen en Dios,
Creador de los espíritus, en La Eternidad. También, analizamos que es El Bien y
porque apareció el error, la formación de la materia e incorporamos la temática del
destino y la reparación del ser humano.

Si entendemos que el conocimiento espiritual se asimila en forma permanente,


pues la doctrina se nutre con nuevas aclaraciones que siempre trae El Maestro, Jesús
de Nazaret, y que por ese motivo, sus hermanos de fe no estamos nunca “recibidos”,
sino que siempre tenemos algo más que aprender, también razonaremos que cada
relectura de nuestros textos nos puede parecer una primera lectura, pues
encontramos sentidos y conceptos que nos parecen nuevos, pero que siempre
estuvieron a nuestro alcance poder elaborar.

Este proceso de aprendizaje nos permitirá no solo ampliar nuestra capacidad de


reflexión y análisis sino además, afianzar nuestros conocimientos espirituales para
sustentar una fe religiosa que nos oriente a tener conductas acordes al respeto y la
comprensión; entonces también analizaremos que nos estamos preparando no solo
para la vida espiritual, futura, luego de nuestra desencarnación, sino también para
producir un adelanto espiritual y humano en este mundo humano que compartimos.

Hermano lector, es nuestro propósito que el conocimiento espiritual que brinda


este libro te ayude a ser una mejor persona, aunque ya seas una buena persona. No
esperes, para hacer el bien, a desencarnar. Por este motivo, analicemos como vivimos.

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Por alguna razón El Maestro nos enseña: Ámense como hermanos que son. Los
espíritus, desde la Eternidad, somos hermanos espirituales, hijos de Dios, nos hemos
conocido, nos amamos con nuestros atributos y también amamos a Dios, y ahora, los
que estamos en esta vida humana expresamos el amor mediante los sentimientos
humanos que dependen de nuestra experiencia de vida actual.

El conocimiento espiritual de la presencia del Bien y del error, no es solamente


fundamental para pensar en el mañana, sino también en el hoy, manteniendo la
memoria del ayer.

Dirección General Espiritual

Capítulo 1

Dios y el espíritu

Dios

El espíritu

Los Ordenamientos Espirituales

Dios
La Escuela Científica Basilio (1) aborda el tema de Dios y la Creación como un
contenido doctrinario fundamental que requiere ser comprendido en forma
adecuada, a pesar de la precariedad de las expresiones que empleamos para
referirnos a conceptos tan abstractos y elevados.

El lenguaje humano se ha usado para desarrollar el conocimiento del mundo y


estuvo relacionado, entre otras cosas, con la elaboración de los conceptos, situación
que nos distingue de los animales.

Con el lenguaje se pudieron hacer muchas cosas, como por ejemplo, comunicar
conocimientos del mundo y la experiencia personal e interactuar de una manera
particular.

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Cuando el ser humano conceptualizado, también creó y luego utilizo vocablos
para todo lo atinente a la problemática física, química, biológica, social, psicológica,
etc… en cada momento histórico. Con ese vocabulario, aunque absolutamente
limitado y/o ambiguo, también se ha tratado de definir a Dios.

(1) Luego, podemos referir solamente la palabra Escuela.

Pero si el lenguaje no es un sistema de comunicación perfecto, ni es el único, jamás


podrá alcanzar a definir la Pura naturaleza de Dios.

Por ejemplo, Jesús de Nazareth, El Maestro, no intentó siquiera definir a Dios en


palabras y sencillamente, habló del Creador. Lo hizo acorde a la idiosincrasia
cultural del ámbito en que encarnó y en el transcurso de su misión redentora, cuando
difundía la Idea Nueva en la Judea.

El Nazareno, en un esclarecedor mensaje espiritual, nos transmitió algunos


conceptos que sintetizamos:

Dios…, llamémosle Creador

En su Equidad, no hace diferencias y establece en la Creación, la estricta igualdad de


los espíritus, quienes pueden percibir la vibración espiritual del Creador a través de sus
atributos.

Para Él no hay seres puros o equivocados, para Él solamente hay hijos, como para
nosotros debe haber únicamente hermanos.

Entonces nos preguntamos: ¿Quién es Dios? ¿Puede ser percibido?

Ante esta pregunta siempre se han encontrado respuestas tales como: Es El


Creador… es la Causa Primera… Pero cuando se ha querido profundizar más, se
vaciló.

La Escuela aclara:

Dios es la única Energía o Esencia Creadora.

Dios es El Creador.

Dios es Uno y único

Dios es Inteligencia, Amor y Libertad Supremos.

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Dios es Causa Creadora de la existencia del espíritu.

Si pensamos que el alcance de una Inteligencia se mide por la magnitud de las


obras realizadas, entonces, nada se compara con la única y sublime obra realizada
por Dios, que es La Creación de los espíritus en perfección.(2)

2 Véase Basilio Pedro y otros, De la Creación a la Reencarnación, capítulo 1,


Buenos Aires, Asociación Escuela Científica Basilio, 2003.

Si tuviéramos que hablar acerca de la naturaleza de Dios diríamos que es;


Perfecto; Etéreo; Inmutable, Uno y Único; Ecuánime; Amor; Inteligencia y Libertad
Supremos.

Es perfecto: Dios es Perfección Absoluta.

Es Eterno: Dios no tiene origen, existió siempre, así como el Fluido Espiritual que es
la manifestación etérea de la Existencia de Dios, la más pura vibración espiritual,
expresión de Su Grandeza.

No hubo un antes de Dios, ni habrá un después de Dios.


Solamente podemos hablar de un antes y un después de la creación de los espíritus, origen
del tiempo material, momento en que se torno La Eternidad (3) en la primera dimensión
espiritual, en donde moran Dios y los espíritus.
3 Para ampliación de conceptos ver página 26.

Es Creador: Dios es causa creadora de los espíritus. Los creó en perfección pero
vibrando en perfectibilidad. Además cuando estos se desviaron, los Ordenamientos
Espirituales, generados por la propia dinámica de La Creación, posibilitaron: primero, la
formación de la materia y luego, la del universo material acorde a Ordenamientos
Naturales, para el logro de la evolución espiritual y el retorno de los espíritus al Creador.

Es Etéreo: No tiene forma humana, solo es energía Creadora, en la vibración


espiritual de Amor, Inteligencia y Libertad, considerados atributos de Dios, Su Esencia
Creadora.

Es Inmutable: La mutabilidad, o cambio, condiciona aquello que puede evolucionar


o no, es decir, que puede retroceder o perfeccionarse. Dios no está sujeto a dichos cambios
porque es la Perfección Absoluta.

Es Uno y Único: Solamente hay Un Creador. Además Su Esencia y Existencia son


únicas. Los espíritus tienen esencia otorgada por Dios, pero no creadora, y existencia, pero
no eterna sino infinita a partir de su origen en Dios.

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Es Ecuánime: Porque creó a todos los espíritus en una única oportunidad y con
idénticos atributos: Amor, Inteligencia y Libertad, aunque cada uno poseía su propia
identidad, ya que la diferencia de origen o de esencia hubiese marcado una desigualdad.

Es Amor, Inteligencia y Libertad Supremos:


Su Amor, Inteligencia y Libertad son Eternos y se proyectan hacia todos los espíritus,
Su Creación.

Para la condición espiritual del ser humano, Dios puede ser representado
mentalmente como un Gran Foco de Luz Espiritual, de Felicidad y de Energía
Etérea. Algo indescriptible que se ansía como la culminación de todas las
aspiraciones, como puerto de esperanza.

Dios puede ser percibido directamente por el espíritu cuando éste vibra en
armonía espiritual. En otros estados espirituales, requiere de la ayuda del Bien.

Para creer en Dios, basta percibir Su única obra: La Creación de los espíritus. Si
existimos, debe haber una Causa. Dudar de la existencia de Dios equivaldría a negar
que todo efecto procede de una Causa y sentar que la nada ha podido hacer algo.

¿Dios castiga? ¿Dios perdona?


¿Qué es el perdón?

Hace mucho tiempo que el ser humano cree que, cometida una falta, basta pedir
perdón para ser absuelto, y que así, sin ninguna reparación individual, Dios lo ha
perdonado.

De esta manera, surge la idea de que El Creador es un manto de piedad que


cubre las equivocaciones y las exime.

En la doctrina de la Escuela se explica que Dios, en su inmenso Amor, no castiga


ni perdona. Pero para regresar a Él, el espíritu debe volver al estado espiritual de
armonía de los atributos, y para ello ha de reparar sus errores.

El espíritu padece el sufrimiento


que su propia equivocación le causa.

El porque de su sufrimiento es una de las grandes incógnitas que subsiste en la


Humanidad. La mayoría de los seres toman al sufrimiento como un castigo, cuando,
en realidad, es el producto de la desviación del espíritu de su Causa: Dios.

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El perdón surge por una necesidad del
espíritu
encarnado que busca la paz interior.

Es la posibilidad de dejar de percibir un estado espiritual de desarmonía provocado


por el recuerdo permanente de la situación dolorosa vivida.

Cuando perdonamos podemos volver a recordar un hecho determinado, hasta


sentir dolor por lo acontecido, pero ello no perturba al espíritu. Se tiene paz interior
y se la trasmite e irradia a los seres humanos con los que se convive.

Perdonar, no exime a quién cometió el error de asumir la responsabilidad de sus


actos, aunque tenga el perdón del que sufrió el agravio.

Todo aquél que actúa, impulsado por su propia debilidad, en perjuicio de un


tercero, debe ineludiblemente, reparar, enmendar, o resarcir las consecuencias de su
erróneo accionar.

Por ello, la Escuela Científica Basilio orienta al ser humano a través de la


Enseñanza de la Redención Universal(4), para que tienda a mejorar su vida, evitando
ocasionar perjuicio a terceros, ya que no es suficiente el perdón del otro ser humano
para evolucionar.

(4) Luego, podremos utilizar La Enseñanza Espiritual.

Se hace necesario que quién se equivocó modifique la conducta, para no tener


que pedir perdón nuevamente por los mismos errores, pues ello evidencia el retroceso
espiritual al continuar persistiendo en las acciones equivocadas.

Es necesario, además, conocer que los actos inadecuado que haya concretado
una persona en su vida y que se originaron en la intencionalidad, propósito o
iniciativa del propio espíritu, se graban en el sistema Mente que todo ser humano
posee. Por ese motivo, suele ocurrir que el espíritu no quiera reconocer sus errores
pero aún así la conciencia moral le indica lo incorrecto de su proceder.

Además, todo espíritu acopia su experiencia en la memoria espiritual, situación


que le permite conocer en forma globalizada su accionar en el bien o en el error.

Así, lo grabado en la mente y lo acopiado por la unidad encarnada, le permite


contar con un bagaje de experiencia, debido a lo cuál, ante su desencarnación no
necesita ser “juzgado” en el plano etéreo.

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Le basta con tomar conciencia de su situación y estado espiritual individual de
adelanto, o retroceso espiritual, con la ayuda del Bien.

Dios no juzga ni condena y El Bien acude siempre en auxilio de las almas


arrepentidas que, buscan retornar al Creador.

El acercamiento de los espíritus de la Obra de la Redención(5) produce el efecto


de un bálsamo que calma la rebeldía del espíritu. Esta acción facilita el
reconocimiento de los errores cometidos, arrepentirse de haberlos realizado y desear
ser salvado, aunque se reconozca la necesidad de iniciar un proceso de reparación
para la paulatina evolución del espíritu hacia Dios.
(5) Luego, podemos emplear la frase: La Obra.

Cuando una persona ha acumulado el rencor y el odio y no acepta perdonar a


quienes le hicieron daño, no desea tampoco la ayuda que El Bien le ofrece en los
instantes de su desencarnación y muere en rebeldía, lo que le produce estar vinculado
al error.

Pero esta situación no es para siempre, habrá para él una nueva oportunidad
futura.

La Escuela sostiene, a través de la Enseñanza Espiritual, que no existe la


condena eterna para los espíritus y que la Salvación o Redención es para todos,
cuando logren reparar y evolucionar hacia el Creador.

EL ESPÍRITU

Es la unidad espiritual creada por Dios

El espíritu es la única obra de Dios.

Dios creó a todos los espíritus


otorgándoles existencia y la misma esencia,
en una única oportunidad,
en Perfección pero vibrando en Perfectibilidad
e Igualdad,
ya que tanto la diferencia de origen
como la de esencia
hubiera marcado una desigualdad(6).
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(6) Ver para ampliar conceptos, Basilio, Pedro y otros, Ciencia Espiritual, Capítulo 2 Doctrina de la
Creación, Asociación Escuela Científica Basilio, Buenos Aires, 2002 y del mismo autor, De la Creación a
la Reencarnación, Capítulo 1. La Única Obra de Dios, Asociación Escuela Científica Basilio, Buenos
Aires, 2003. También ediciones posteriores.

Les dio existencia porque el Fluido Espiritual es la composición vibratoria del


espíritu. De esa manera, el espíritu tiene existencia infinita, pero no eterna, porque su
origen es Dios.

Les dio esencia al dotarlos de la vibración espiritual de sus propios Atributos,


Amor, Inteligencia y Libertad, aunque la esencia de los espíritus no es la misma que
la Esencia Creadora de Dios. El espíritu tiene esencia, pero no creadora.
Los Atributos del espíritu, su esencia, son como un reflejo de los Atributos de Dios.

En la doctrina de la Escuela utilizamos la palabra atributos para explicar y


comprender la armonía espiritual. Sin embargo, no pensemos que ese vocablo (ni
ningún otro) tiene realidad en las dimensiones espirituales no humanas.

En la armonía espiritual, los espíritus


demuestran
los atributos de Creación.

La esencia vibratoria de cada espíritu le permite tener


una identidad propia y particular.

La igualdad de los espíritus es un hecho, porque todos tienen la misma


composición: Fluido espiritual y atributos, pero cada espíritu vibra de una manera
única y diferente a los demás, situación que le otorga una identidad espiritual
también única.

Los espíritus son iguales por Creación,


pero cada uno tiene su propia
identidad espiritual.

A modo de aclaración, la Luz Espiritual con que los seres humanos podemos
representar mentalmente a los espíritus del Bien, es el resultado de la interpretación
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que el sistema Mente efectúa de la vibración espiritual de los atributos acorde al
estado espiritual elevado en que esos espíritus se encuentran.

Como la composición de las unidades espirituales es totalmente etérea, su


presencia no es captada por ninguno de los sentidos físicos. A los espíritus del Bien
los podemos percibir y representar, mediante la mente, como una pequeña nube
brillante e irradiante.

Para lograr acercar el pensamiento humano a la realidad espiritual y si se quiere


comparar la composición de un espíritu con las medidas empleadas para efectuar los
cálculos de la vida humana, su representación mental sería la de un cuerpo que ocupa
un volumen aproximado de doscientos centímetros cúbicos y que puede adoptar
cualquier forma.

Aclaramos que es preferible evitar el uso de palabras tales como volumen, masa,
densidad, frecuencia, etc., que corresponden al orden del conocimiento de las ciencias
humanas, aunque se le agreguen el adjetivo “espirituales” para evitar confusiones en
la interpretación de la existencia etérea.

Como se ha dicho, los atributos del espíritu son; Amor, Inteligencia y Libertad.
Ellos le dan el conocimiento espiritual de su existencia y de su identidad única, libre,
inteligente y amorosa, que le permite reconocer a los otros espíritus como sus
hermanos y a Dios como Creador.

Dios es Causa Creadora de los espíritus.

Dios creó a los espíritus en perfección, pero vibrando en perfectibilidad.

La perfectibilidad es un estado espiritual


que podemos definir de felicidad.

También puede ser comprendida como


la dinámica del espíritu en su constante accionar dentro
de su pureza constitutiva,
expresada en la vibración armónica de los atributos,
a través de su intencionalidad y voluntad.

Por ese motivo, afirmamos que la existencia del espíritu en La Eternidad se


desarrolla de acuerdo con su pureza y su permanente perfectibilidad.
En consecuencia:

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La perfectibilidad no implica evolución
espiritual
tampoco significa tener mejores estados
espirituales
sino el mantener la dinámica de
vibración armónica de los atributos.

La evolución espiritual surge a partir de la desarmonía de los atributos, origen


del error.

Para los espíritus de Luz no hay mejores


estados espirituales que el propio y único
de la Creación.

Vibran en perfectibilidad cuando sus atributos


Se mantienen dinámicamente armonizados.

Nada más incongruente que aquellas ideas que sostienen que en la Eternidad
el espíritu se mantiene inerte, por el contrario la dinámica vibratoria continuada de
éste, determina un tiempo espiritual inalcanzable, aún para el pensamiento humano.

Antes de La Creación de los espíritus solo existía Dios en su proyección: el


Fluido Espiritual. El tiempo espiritual no se había originado, tampoco el espacio. Por
ese motivo hablamos de La Eternidad no como una dimensión espiritual, sino como
una realidad espiritual: la de Dios, sin tiempo o fuera del tiempo, en la Eternidad.

También hemos expresado que La Eternidad se constituyó en la primera


dimensión espiritual, pero a partir de la creación de los espíritus, que es también el
origen del tiempo, espacio y movimientos espirituales.

Hay un antes y un después


solamente a partir de La Creación

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Por estas interpretaciones, porque tenemos fe comprobada en que Dios creó a los
espíritus y no al universo ni tampoco a los seres humanos, es que en la doctrina de la
Escuela, el concepto de Eternidad contiene también el de tiempo espiritual.

En resumen:

El espíritu fue creado por Dios, en La Eternidad,


en un único momento, a partir del que se originó
el tiempo espiritual y se constituyó
La Eternidad como la primera
dimensión espiritual
en donde moraban Dios y los espíritus de Luz.

Los espíritus que nunca se alejaron del Creador, se denominan espíritus de Luz.

Todos ellos proyectaban vibraciones espirituales armoniosas hacia los que nos
alejamos de la Eternidad por nuestros estados espirituales alterados.

Podríamos decir que en esa primera dimensión espiritual, La Eternidad, no hay


diferencias de estados espirituales entre los espíritus. Por ese motivo, todos los
espíritus de luz proyectan sus vibraciones espirituales con el mismo grado de Virtud
o disposición única para accionar acorde a la Pureza espiritual.

No existe ningún espíritu de Luz que pueda


proyectar hacia los que están desarmonizados,
solamente una parte de su Virtud, como por
ejemplo, vibrar de una manera parcial como para
estimular solo La Fe o La Esperanza de los
humanos, porque ello representaría un
desequilibrio de sus atributos.

No puede separar la proyección e intencionalidad de su Virtud, porque es un


espíritu Puro, sin experiencia propia del error que le permitiera discriminar los
estados espirituales de desorden de los seres humanos que necesitan estimular, por
ejemplo su esperanza, ante las adversidades de la vida de encarnado.

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Entonces, proyectan vibraciones espirituales armoniosas, pero que, de acuerdo
al estado espiritual de quienes los pueden recibir, pueden ser decodificadas de
diferente manera.

Por ese motivo:

Los seres humanos podemos sentir La Fe,


La Esperanza, La Caridad, La Piedad, El Perdón,
y muchas virtudes humanas más, cuya asistencia
es fundamental para sostener el bien en la
humanidad.

Todas esas virtudes y muchas más, son las formas en que el ser humano puede
representar e identificar, mediante el sistema mente, las vibraciones espirituales
armoniosas que corresponden a La Virtud del espíritu de Luz.

¿Cómo es posible que si todos los espíritus de Luz proyecten sus virtuosas
vibraciones espirituales unificadas, sin hacer diferencias, nosotros, los seres humanos
las podemos distinguir en forma diferenciada?

Lo que ocurre es que los seres humanos no podemos plasmar las vibraciones
espirituales de los espíritus de Luz, con total expresión, por nuestros estados
espirituales de desarmonía.

El proceso espiritual orientado por El Bien, mediante el cual podemos sentir sus
virtudes, es el siguiente:

 Los espíritus de Luz proyectan sus virtuosas vibraciones espirituales hacia


quienes nos desviamos, con la única intencionalidad de ayudarnos a superar
nuestros estados espirituales de desequilibrio, pues ellos no pueden plasmar el
error.

 Nosotros, los seres humanos en general, no podemos plasmar esas elevadas y


virtuosas vibraciones espirituales por nuestros estados espirituales de
desarmonía.

 Entonces ¿Quiénes las perciben? Las vibraciones espirituales que proyectan los
espíritus de Luz son percibidas por los espíritus que se encuentran en los
siguientes niveles espirituales del Bien, acorde a sus estados espirituales. Por

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ejemplo perciben los espíritus que están ya purificados. Es como un “alimento”
espiritual. Ayuda a mantener o a generar la propia energía espiritual.

 Además, los espíritus purificados, que tienen la experiencia de la vida humana,


retransmiten la energía espiritual de esas vibraciones espirituales a los que aún
no se purificaron. Esa retransmisión implica poder adecuarlas al grado de
posibilidad de percepción de los que aún tienen que superar desequilibrios
espirituales.

 A su vez, como en una escala de adecuaciones, los espíritus que no se


purificaron ayudan a generar la energía espiritual a los que están en diferentes
niveles espirituales de evolución espiritual.

 Así, las vibraciones etéreas, se van ajustando para que todos los espíritus en el
plano etéreo, las puedan llegar a percibir y así, generar la propia energía
espiritual.

 En esa línea de proyecciones y para que también los seres humanos podamos
percibirlas, interviene el espíritu Guía Personal, que tiene un rol fundamental
en esa tarea.

 El Guía Personal percibe las vibraciones etéreas de los espíritus que están en su
nivel espiritual inmediato de mayor evolución espiritual. Las acomoda, ajusta o
adecua a nuestro estado espiritual, las retransmite de manera tal que podamos
percibirlas acorde a nuestra propia vibración espiritual. Es decir, es como que
atenúa las elevadas vibraciones etéreas, para ajustarlas a nuestra capacidad de
percepción. De otra manera, no podríamos plasmarlas.

 Además, nuestro sistema Mente, solo puede representar las imágenes que
corresponden a las situaciones de la vida humana, en base a lo que va
grabando. No puede tampoco plasmar vibraciones espirituales que no
corresponden a lo ya grabado en él.

 Entonces cuando efectuábamos una descripción espiritual, representábamos en


nuestra mente como una estrella (La Fe), como un arco iris (La Esperanza) y
como una alborada (La Caridad).

Tenemos que tener en cuenta que, en otras culturas o religiones, podrían


representarse de diferente manera, acorde al código convenido en ellas.

A su vez, cada ser humano, puede representar las distintas virtudes del
espíritu, con diferentes representaciones mentales, no convencionales, es decir,
que dependen de su propia percepción y decodificación mental.

Todo ello es posible, porque el espíritu Guía Personal nos asiste atenuando,
adecuando las virtuosas vibraciones etéreas a nuestro propio estado espiritual.
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 Cabe aclarar que, para La Piedad o La Caridad, no teníamos
representaciones mentales, con que podrían ser reconocidas, buscábamos la
indicación del Maestro. Sin embargo, la Dirección General Espiritual no
recibía ninguna. Ahora podemos comprender por que Jesús no las
autorizaba.

Es que El Maestro, a medida que sus discípulos nos vayamos preparando


para recibir nuevos conocimientos espirituales, los va transmitiendo.

Tal vez, en poco tiempo más, en razón de nuestro adelanto espiritual,


nuestras mentes tengan la suficiente ductilidad para poder decodificar las
vibraciones espirituales del Bien, de una manera más desligada de las
representaciones mentales de fenómenos naturales u objetos materiales.

De esta manera, se podrán ir formando imágenes mentales diáfanas y


generales que acompañen los elevados sentimientos de paz espiritual que
propicien nuestra comprensión y así generar las energías espirituales para
aplicar las virtudes humanas que El Bien nos inspira.

También, reflexionemos que hoy la Escuela Científica Basilio tiene símbolos,


porque son necesarios. No nos podemos valer sin esos tutores, muletas que,
con el tiempo, se irán dejando.

¿Qué percibirá Venerable María cuando nosotros miramos La Cruz y le


pedimos su ayuda y protección?
Esa Cruz es donde asesinaron a su hijo…

En ocasiones, en las familias en donde hoy más debilidad espiritual, los seres
humanos se rodean de mayor cantidad de símbolos, en la creencia de que
esos objetos pueden modificar o evitar situaciones diversas.
Pensemos: los objetos materiales no traen ni mala ni buena suerte.

En resumen:

No hay un solo espíritu de Luz al cual podamos


llamar La Fe, La Esperanza, etc…
tampoco hay un solo grupo de espíritus de Luz
que las proyecten.

Son todos los espíritus de Luz que


proyectan sus Virtudes,
que los seres humanos decodificamos con
distintos nombres y representaciones,
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con la ayuda de nuestro Guía Espiritual personal.

Continuando con la explicación de los espíritus de Luz, en el estado espiritual


primigenio de Luz Espiritual, se encuentran espíritus primigenio de Luz Espiritual,
se encuentran espíritus que podamos identificar como Jesús de Nazareth, María de
Jericó y José de Nazareth. (7) a quienes de denominamos Los Redentores por la
magna misión realizada desde el alejamiento de los espíritus del Creador, que
continuaron cuando encarnaron y que, desde el plano etéreo siguen realizando.

A los espíritus que encarnaron, que cumplieron con la misión solicitada de


encauzar a los seres humanos hacia el Bien y que soslayaron todos los obstáculos con
abnegación y esfuerzo, los llamamos Venerables. Entre ellos encontramos a Jesús,
María, José y también a quienes fueron Los Fundadores de la Escuela: Blanca,
Eugenio y Basilio Portal.

En consecuencia, podemos expresar respecto a Los Redentores, por ejemplo,


Venerable Redentora María de Jericó, Venerable por la misión humana y Redentora
por acompañar al Maestro desde los inicios del error para rescatar a los espíritus
desarmonizados.

Denominamos espíritus de la Obra de la Redención a Los Redentores y espíritus


Venerables, pero también a aquellos que colaboran en la Redención humana pues
realizaron reconocidos esfuerzos para concretar el desarraigo del error en todas sus
expresiones. Por ejemplo: Magdalena, Juana de Arco, y muchos otros cuyas labores
fueron fundamentalmente para posibilitar el adelanto espiritual, aunque la historia
no los haya señalado.

También se nombran como espíritus de La Obra a los que por su temple


establecieron bases de confraternidad, progreso y amor durante su encarnación, que
continúan bregando en el espacio para la recuperación de los espíritus
desarmonizados, son los que llamamos Guías Espirituales, por ser esa la tarea que
desempeñan. Distinguimos los espíritus Guías Espirituales de Escuelas de nuestra
Institución, y los Guías Espirituales personales de los seres humanos.

Respecto al Maestro, cuando se dirigía a Dios no tenía intermediarios. Sin


embargo, Jesús también requirió de la presencia de un Guía Espiritual Personal.

Necesitaba que un espíritu con experiencia humana la acompañara en este tránsito


material, para comprender el error de este mundo y convivir en él con total toma de
conciencia de esa realidad tan diferente a la de las dimensiones de Luz Espiritual.

De otra manera, Jesús, por su estado etéreo de armonía espiritual, no podría haber
plasmado el error, sino tan solo por lo que podría percibir y grabar en su sistema
mente proveniente de sus sentidos físicos. En cambio, a un espíritu que estuvo
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vibrando en el error, con experiencia de encarnaciones o no, le es posible plasmarlo y
convivir en la desarmonía espiritual.

El Guía Espiritual personal de Jesús no podía ser un espíritu que aún tuviera que
reparar, tenía que ser un espíritu con Luz Espiritual o sea, Purificado, pero que
tuviera ya la experiencia de haber pasado por este mundo.

De este Guía, Jesús recibió consuelo y percibió la magnitud del error en las acciones
humanas, sobretodo en los primeros años de la encarnación del Redentor y hasta que
Él mismo adquiera su propia experiencia humana.

Los términos empleados tales como Redentor, Venerable, de La Obra y otros,


existen solo en el vocabulario humano, no así en los planos espirituales, donde los
espíritus se identifican solamente por su modo particular y único de vibrar.

En tal sentido, podemos afirmar, que la Luz Espiritual es una expresión humana
para designar la representación de la mente cuando capta las vibraciones espirituales
de los espíritus del Bien. Pero, en si misma, no tiene existencia en los planos
espirituales. Allí solamente hay vibraciones espirituales, no hay mente en las distintas
dimensiones y niveles etéreos que puedan decodificar esas vibraciones con formas
correspondientes a nuestro mundo.

Cabe destacar que a los espíritus que han reparado todos sus errores los
denominamos Purificados o espíritus con Luz Espiritual.

A continuación ofrecemos una síntesis de las distintas denominaciones que en la


doctrina de Escuela empleamos para designar al Bien, según los distintos estados
espirituales.

1) Espíritus de Luz o espíritus Puros: Son los que conservaron su pureza o


armonía espiritual. Están en La Eternidad, una dimensión espiritual donde no
hay diferentes niveles porque todos tienen el mismo estado espiritual de
felicidad. Por ejemplo, son los que proyectan La Virtud de sus vibraciones
espirituales hacia los que estamos encarnados y que percibimos como La Fe o
La Esperanza.

En este estado están los espíritus Redentores: Son espíritus de Luz que
iniciaron su misión redentora en el plano etéreo y que luego, encarnaron
voluntariamente para adquirir la experiencia humana necesaria para
ayudarnos a retornar al Creador. Ellos son María, José y Jesús.

Cuando decimos El Redentor (en singular), nos referimos a Jesús de Nazareth,


porque Él tuvo la misión de elaborar La Idea Nueva. Jesús es El Redentor de
todos los espíritus que dejamos de vibrar en la armonía espiritual de los
atributos.

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Ellos están en una dimensión espiritual diferente a la Eternidad no por tener
estados espirituales distintos a los otros, sino por contar con la experiencia de
haber encarnado para cumplir la misión Redentora y porque aguardan a que
todos los espíritus nos purifiquemos para retornar juntos a La Eternidad.

Sin embargo pueden ingresar a La Eternidad porque sus estados espirituales


de pureza les permiten interactuar en esa dimensión espiritual en donde moran
Dios y los espíritus de Luz.

3) Espíritus con Luz Espiritual o Purificados: Son los que han reparado todos
sus errores y recuperaron la armonía espiritual de sus atributos. Están en una
dimensión espiritual diferente en donde tampoco hay niveles espirituales. Las
partículas espirituales purificadas están bajo la conducción de estos espíritus,
las que participan, por ejemplo, en el Fluido Espiritual con partículas
purificadas.

4) Espíritus que tienen (o lograron) Luz Espiritual.


Son los que están participando en forma activa de un proceso evolutivo
espiritual de reparación, orientados por los espíritus de Luz y con Luz
Espiritual. Como sus estados espirituales son diferentes, existen en una
dimensión espiritual que tiene niveles espiritual distintos, pero dentro del Bien.
Podemos nombrar por ejemplo, a los espíritus que colaboran en la Obra de la
Redención, como Los Guías Espirituales Personales.

5) Espíritus arrepentidos: Son los que, luego de reconocer su error, aceptaron


el bien y se encuentran en el inicio de su proceso de reparación, a fin de lograr
el adelanto espiritual. Están orientados por los espíritus que tienen Luz
Espiritual. Por lo tanto están en esa dimensión espiritual, en distintos niveles
según sus estados espirituales.

Como ejemplo podemos dar a los espíritus que logran ser liberados de los
grupos espirituales en el error y que, arrepentidos inician su proceso de
reparación. Algunos encarnan y otros no.

6) Partículas Espirituales: Las que cumpliendo con su ciclo evolutivo


espiritual, accionan bajo las orientaciones de espíritu que tienen Luz
Espiritual, realizando tareas que acrecientan su adelanto espiritual y les
posibilita la integración de la unidad espiritual fraccionada. Por ejemplo, son
las que encarnan sucesivamente en el plano material o integran los
componentes etéreos de los seres vivos como el pericuerpo, o son dirigentes
espirituales de células, órganos, etc.

18
Representación mental de un espíritu de Luz Espiritual o con Luz Espiritual
(Purificado)

Representación mental de un espíritu en el error

Los Ordenamientos Espirituales

Los Ordenamientos Espirituales (8) se generaron en forma simultánea a la


creación de los espíritus, como la única dinámica que les permita mantener el
estado espiritual de felicidad.

(8) Es una frase que hemos actualizado, antes los hemos llamado Leyes de Dios o Etérea, Leyes de la
Creación.

19
Recordamos que Dios creó a las unidades espirituales vibrando en la armonía
de los atributos, lo que da como resultado un estado espiritual que los seres
humanos denominamos felicidad.

En la doctrina de la Escuela, Los Ordenamientos Espirituales también


pueden llamarse:

 Ordenamientos de La Creación
 Ordenamientos del Creador
 Dinámica de La Creación
 Lineamientos o Normas de La Creación
 Lineamientos Espirituales

Si comprendemos que la única obra de Dios es la creación de los espíritus,


también entenderemos que los Ordenamientos Espirituales no fueron creados
por Dios, sino que representan la dinámica de esa Creación.

El espíritu reconoce los Ordenamientos Espirituales mediante sus atributos,


en particular la inteligencia. Cuando la unidad espiritual vibra en armonía
espiritual toma conciencia exacta de la Dinámica de la Creación.

Los primeros Ordenamientos de La Creación fueron:

 La Dinámica Espiritual de la Igualdad y


 La Dinámica Espiritual de la Perfectibilidad

La Dinámica Espiritual de la Igualdad hace referencia a la igualdad en que


fueron creados los espíritus, como se ha explicado.

La Dinámica Espiritual de la Perfectibilidad, indica la perfección con que el


espíritu fue creado pero que, como no permanece estático, continúa vibrando en la
armonía de los atributos, o sea, en perfectibilidad. Por lo tanto, mantiene su estado
etéreo de pureza.

Capítulo 2

El Error

La desviación de los espíritus


20
Primera envoltura espiritual

Segunda envoltura espiritual

Formación de la materia

Los Ordenamientos Espirituales

El universo espiritual y el universo (material)

El Fluido Espiritual Universal

La desviación de los espíritus

En la Eternidad, la vibración espiritual en la armonía de los atributos es una


constante para los espíritus. A su vez, con La Creación de éstos, se generaron los
Ordenamientos Espirituales.

Por ese motivo, Dios jamás hubiera intentado modificar esa dinámica
creadora de armonía espiritual, ni siquiera para limitar la posibilidad de que el
espíritu pudiera alterar su propio estado espiritual de felicidad. En consecuencia,
los espíritus podían accionar en libre albedrío, acorde al atributo Libertad.

Así, el espíritu tenía la libertad para generar su propia dinámica, pero nunca
ésta sería superior a la Dinámica Creadora. Toda diferencia vibratoria marcaría
un desequilibrio espiritual que haría perder la Pureza original.

Los espíritus tenían todo lo necesario para existir acorde a un estado


espiritual de permanente felicidad.

En esa libre existencia,


algunos espíritus violaron los
Ordenamientos Espirituales de La Creación.
Pues comenzaron accionar de una manera distinta a la de origen.

Esto provocó un desasosiego inicial, que no fue superado.

Al dejar de vibrar en la armonía espiritual


21
de los atributos,
los espíritus modificaron su estado etéreo,
originaron un primer desequilibrio espiritual
que se fue acrecentando, y que en la doctrina
de la Escuela denominamos:

el error.

Esta situación de primer desequilibrio espiritual los diferenció de los espíritus


que se habían mantenido vibrando en armonía espiritual.

A los espíritus que dejaron de vibrar en la


armonía espiritual, los llamamos equivocados
y formaron grupos espirituales en el error.

El error no existe por si mismo, ya que no fue


creado. Al conjunto de todos los espíritus
que vibran en desarmonía espiritual
los designamos como:

el error

Tampoco existe El Bien por si mismo,


sino que existen espíritus que vibran
en armonía espiritual o están en proceso
de evolución espiritual.
Al conjunto de todos ellos los llamamos:

El Bien

22
El error está en cada espíritu que dejo de vibrar en armonía espiritual e indica
su estado espiritual de perturbación.

Aquellos espíritus que persistieron en mantenerse en ese desorden, se separaron


de La Eternidad, se agruparon y generaron la dimensión espiritual de los espíritus en
el error(1).

(1) Por actualización, este vocablo se utiliza en reemplazo de <<espacio en el error>>.

Este alejamiento de los espíritus equivocados implica que ellos mismos se


separaron de la Eternidad.

Por lo tanto:

Lo que provoca la separación


del espíritu desarmonizado de La Eternidad,
en su propia evolución que conlleva
una cierta intencionalidad equivocada.

Podemos interpretar que los propios espíritus equivocados se aislaron, se


separaron, porque no podían convivir donde estaba la Luz Espiritual, la vibración
armónica de los atributos del espíritu.

A partir de este instante, los espíritus que no alteraron la vibración espiritual de


armonía intentaron ayudar a los otros, pues no se mantuvieron indiferentes al
sufrimiento de los que se habían alejado de La Eternidad.

Algunos espíritus de Luz solicitaron a Dios iniciar el proceso que nosotros


denominamos de La Redención.

Los espíritus que en la doctrina conocemos como Los Redentores, antes de


encarnar fueron los primeros que cumplieron la tarea solicitado a Dios de guiar
embajadas de espíritus de Luz, para rescatar a los espíritus que habían alterado su
estado espiritual.

La posibilidad de que los espíritus en el error recuperen la armonía espiritual


fue un hecho porque los primigenios Ordenamientos Espirituales se expresaron
luego, en lo que conocemos como Ordenamientos Espirituales de La Evolución
Espiritual y de La Reparación.

23
Mediante los Ordenamientos Espirituales
que cada espíritu podía reconocer por sus
atributos y el fraternal acercamiento de lo
espíritus de Luz una inconmensurable cantidad
de espíritus en el error, tomaron conciencia de su
desviación, pudieron arrepentirse, e ingresar a
niveles del Bien para comenzar a reparar y así
evolucionar espiritualmente,
en un proceso de retorno a Dios.

Para que cada espíritu pudiera recobrar el equilibrio espiritual, necesitaba


tomar conciencia de los Ordenamientos Espirituales. Ello podía realizarse con
absoluto discernimiento cuando el espíritu vibra en armonía de sus atributos. Sin
embargo, cuando se produce un desequilibrio, esta claridad de discernimiento parece
que se obnubila y es necesario un gran esfuerzo para lograrlo. Por eso es tan
importante la ayuda del Bien.

Con el amparo de las embajadas espirituales del Bien, algunos espíritus en el


error pudieron retornar al equilibrio espiritual, pero otros no aceptaron esas
presencias espirituales con elevadas intencionalidades, rebelándose.

Esos espíritus que no se arrepintieron tornaron su estado espiritual en suma


rebeldía y fue definitivamente muy dificultoso que accedieran al acercamiento del
Bien.

Primera envoltura espiritual

Entonces, los espíritus de Luz vieron limitada la posibilidad de desplazamiento a


esos lugares, por el gran rechazo hacia sus presencias. Las misiones espirituales no
eran suficientes ante tanto desorden espiritual.

Mediante sus atributos, tomaron conciencia de que la única forma de ayudar a


los desviados era movilizándose, enérgicamente, hacia toda la dimensión espiritual en
el error.

Agrupados, unidos por la intencionalidad común, y acercándose a los espíritus


en el error, lograron rodearlos, envolverlos, como abrazándolos amorosamente por
completo. Desde esa senda de Fluido Espiritual planificaron cómo continuar la ayuda
espiritual.

24
El error por sí mismo se había apartado del
Bien, pero el Bien se acercaba el error.

Mediante el sistema mente se pudo representar que la dimensión de los


espíritus en el error se había constituido diferenciada de La Eternidad, de
la forma en que se detalla(2):
(2) Ver Basilio, Pedro y otros, De la Creación a la Reencarnación, Capítulo 2 El Universo Espiritual,
Buenos Aires, Asociación Escuela Científica Basilio, 2003. También ediciones posteriores.

 La dimensión de los espíritus en el error inicial, se había constituido


diferenciada de La Eternidad, por la desigualdad entre los estados
espirituales de los espíritus tanto de Luz Espiritual como de los
desviados.

 Esa dimensión espiritual se establece con presencias espirituales que


están vibrando en un estado espiritual que hace que por si solas no
pueden ingresar a las dimensiones en donde están vibrando espíritus
en armonía espiritual.

 Por ese motivo, El Bien necesitó movilizarse mediante el Fluido


Espiritual Eternidad para llegar al error, pues los espíritus
desarmonizados no podían acercarse al Bien.

 En tareas de descripción espiritual realizadas en la Escuela,


percibimos mediante el sistema Mente, que El Fluido Espiritual se
desplazaba desde La Eternidad y comenzaba a penetrar en la
dimensión de los espíritus en el error.

 Ese Fluido Espiritual Eternidad era como un sendero de Luz


Espiritual(3) desde donde accionaban los espíritus de Luz que se a
acercaban al error, como para abrazarlos, ayudarlos, proyectando
sus elevadas vibraciones espirituales hacia los desviados.

(3) Esta frase ha sido actualizada, antes decíamos <<Franja o Banda de Fluido Espiritual>>

 Era la primera envoltura o “abrazo” de Luz Espiritual abierto por El


Bien, que unía amorosamente la Eternidad y el Error.

25
En síntesis:

Cuando la ayuda espiritual que brindaban los espíritus de Luz en forma de


embajadas espirituales fue rechazada por el gran caos en que se encontraban los
equivocados, los espíritus de Luz se movilizaron enérgicamente hacia toda la
dimensión en el error pero de otra manera a las anteriores misiones espirituales.

Entonces, los espíritus de Luz, agrupados ya acercándose a los equivocados,


generando un sendero de Fluido Espiritual mediante el que se desplazaban, lograron
rodearlos, envolverlos, como “abrazándolos” amorosamente, por completo.

Ese sendero de Fluido Espiritual


o envoltura espiritual
une al error con el Bien.

Por lo tanto:

Para El Bien no constituye una separación,


aunque lo sea para el error.

La diferencia de estados espirituales constituyó dimensiones espirituales


diferentes: La Eternidad y el error, porque los espíritus desviados se apartaron por si
mismo del espacio de Luz Espiritual, agrupándose en rebeldía.

Como los espíritus en el error se alejaron del Bien, entonces, los espíritus de Luz,
por AMOR, mediante su planificación Inteligente y en Libertad, fueron los que se
acercaron al error, para ayudarlos.

Finalizado este breve resumen, y continuando con la situación espiritual


descripta, algunos espíritus en el error que agravaron su desequilibrio y sufrimiento
espirituales, impusieron a otras unidades espirituales, también equivocadas, las
tendencias erróneas de su accionar, a las que sometían proyectando hacia ellas
vibraciones espirituales con una intencionalidad sumamente violenta.

Así, por la diferencia de intencionalidad manifestada en la vibración espiritual


desarmónica, respecto a otros espíritus, comenzaron a encaramarse como si fueran
dirigentes o líderes espirituales en el error.

Además, por el deseo desenfrenado hacia lo que los seres humanos podemos
denominar poder y dominación, pero que en el plano etéreo en el error no tiene esa
26
expresión porque no existe el lenguaje humano sino solo hay estados espirituales de
desarmonía, se formaron grupos espirituales antagónicos(4).

4 Por actualización utilizamos: grupos espirituales en el error antes decíamos <<categorías espirituales>>.

Dichos grupos espirituales en el error, intentaron dominarse uno a otros. Por ese
motivo, se establecieron algo semejante a lo que el ser humano conoce como grandes
luchas, pero eran espirituales porque no había cuerpos enfrentándose, sino tan solo
irrefutables vibraciones espirituales.

Muchos espíritus, llevados a la confrontación por sus dirigentes espirituales, se


fraccionaban en partículas espirituales(5) y, pese a ello, continuaban existiendo, con
sufrimiento inenarrable.

(5) Este tema será abordado más detalladamente en el capítulo 3.

La partícula espiritual resultante del


fraccionamiento de los espíritus
continúa existiendo porque Dios otorgó
a los espíritus, al crearlos, existencia infinita.

También puede conformar nuevamente la unidad espiritual, pero sólo cuando


cada una de las fracciones correspondientes a un espíritu realice el proceso de
evolución espiritual, hasta purificarse. Como tiende a retornar a la unidad espiritual,
su existencia como partícula etérea, es finita.

Los espíritus en el error modificaron el estado espiritual primigenio de felicidad


por el de sufrimiento que conlleva todas las tendencias erróneas posibles de
desarrollar en una existencia exclusivamente etérea.

Algunos experimentaron la intencionalidad de hacer padecer a los demás


espíritus, y tuvieron inclinación equivocada de sentir satisfacción por percibir la
experiencia atroz del fraccionamiento espiritual de otros.

Aclaración:

Actualmente los distintos grupos espirituales en el error se encuentran


vinculados por pactos entre si. Además ya no conservan su inicial idiosincrasia(6).

(6) Este tema será abordado con mayor amplitud en el capítulo 4.

A los equivocados dirigentes espirituales les es más útil que los espíritus
sometidos a sus decisiones conserven su integridad, ya que los grupos espirituales se
27
encuentran disminuidos porque muchos de sus componentes inician su proceso de
reparación, bajo la orientación del Bien. Por ese motivo, decimos que estos grupos
espirituales se modifican gradualmente y ya no mantienen sus tendencias iniciales.

El pacto mencionado es una estrategia empleada por los espíritus equivocados y


evita las luchas espirituales, que impiden se produzca entre ellos el fraccionamiento
espiritual.

Por lo tanto:

En la actualidad, yo no se produce
el fraccionamiento de los espíritus.

El fraccionamiento de los espíritus ocurrió en una sola oportunidad y eso dio


base para la formación de la estructura del cosmos.

Luego de la formación de la materia, ya no hubo más fraccionamiento espiritual.

No volvería a suceder el fraccionamiento de los espíritus porque ya han tenido la


comprobación o experiencia (aún los espíritus en el error) del sufrimiento que han
soportado los que se fraccionaron y del gran esfuerzo que tuvo y tiene que efectuar
cada partícula espiritual para volver a la unidad, mediante la tarea depuradora.

Sin embargo, podría ocurrir que el espíritu, como unidad, se desvíe otra vez. No
está exento, porque tiene Libertad, pero es muy difícil que suceda, porque el espíritu
purificado o el que tiene Luz espiritual ya posee la experiencia del sufrimiento que
ocasiona el error y se han sumado a la tarea de Redención que guía Jesús de
Nazareth.

Segunda envoltura espiritual

En los párrafos anteriores de este capítulo hemos explicado que los grupos
etéreos en el error en forma violentísima chocaban entre si una y otra vez, y
producían el fraccionamiento de una indeterminada cantidad de espíritus y
partículas etéreas que vibraban en forma inarmónica y cada vez más desordenada.

El sufrimiento que provoca al espíritu el fraccionamiento espiritual podría


compararse a la experiencia de tener que experimentar que el cuerpo humano se
desmembrara y soportar vivir con el organismo mutilado.

28
Ante sufrimiento tan atroz que parecía agravarse cada vez más, algunos
espíritus que no se habían fraccionado pero que seguramente llegarían a esa
situación, reconocieron que solo aceptando la ayuda del Bien, podrían dejar de
padecer tanto y lograr evolucionar. Estas unidades espirituales eran seguidas por
muchísimas más partículas espirituales.

Con este cambio vibratorio espiritual de los espíritus que intentaban salir de esa
conmoción espiritual, El Bien pudo acercarse a ellos, dado que no podía imponer la
ayuda, de la siguiente forma:

 Las propias vibraciones espirituales de esos espíritus equivocados se habían


diferenciado de los que se mantenían en rebeldía extrema. Por ese motivo, los
espíritus de Luz, para acercarse a ellos y penetrar dentro de la dimensión
espiritual de los espíritus en el error, desde la primera senda de Fluido
Espiritual, abrieron otra y lograron contenerlos. Se hacía evidente el amparo
del Bien a los que se habían arrepentido y aceptaban sus presencias
espirituales.

 Esta segunda senda o envoltura de Fluido Espiritual, como un abrazo


espiritual, era similar a la primera y parecía una prolongación de ella. Logró
conformar una dimensión más circunscripta y particularmente limitada en
relación a la anterior.

 Así, se delimitó otra dimensión llamada del Universo (material), donde tendría
lugar la formación de la materia y luego la del Cosmos.

Aclaración:

La dimensión espiritual de los espíritus en el error fue formada por la


vibración espiritual desordenada de éstos, a partir de su desviación.

Sin embargo, ahora no presenta las mismas características que al inicio.

En la actualidad, ya no hay dos sendas de Fluido Espiritual que penetran en


dicha dimensión, sino que éstas se han multiplicado de tal forma que pareciera
que se abrieron muchísimos caminos de Fluido Espiritual por donde El Bien se
acerca a los espíritus que aún vibran en el error.

Por lo tanto, las representaciones que hacemos acerca de la formación de las


primeras dimensiones espirituales sólo manifiestan lo ocurrido en un pasado
remoto.

29
Representación mental de la primera y segunda
Envoltura Espiritual del Bien

Formación de la materia

Para comprender el significado que en la doctrina de la Escuela damos al tema


de la formación de la materia(7), tenemos que conocer que las palabras “materia” y
“material” las utilizamos, en general para indicar lo contrario de “espíritu” y
“espiritual” respectivamente.

(7) Véase Basilio, Pedro y otros, De la Creación a la Reencarnación, Capítulo 3 Primera Forma de
Encarnación, Buenos Aires, Asociación Escuela Científica Basilio, 2003. También ediciones posteriores.

Además, tenemos que relacionarlo con la formación del cosmos o universo, a


partir de las partículas de materia sub- subatómicas.

Continuando con el tema iniciado en el bloque anterior, titulado “Segunda


envoltura Espiritual”, la formación de la materia ocurrió en una única oportunidad
en la dimensión denominada del Universo (material), que en la representación mental
corresponde al ámbito de la segunda envoltura espiritual. (8)

(8) Idem Nota Nº 7

Respecto a las partículas espirituales que intervienen en la formación de la


materia, ésta se efectuó según los Ordenamientos Espirituales de la Evolución y de la
Reparación(9) pero en esa dimensión primero espiritual que transmutaba a material,
se manifestaron los Ordenamientos Naturales.
30
(9) Véase más adelante en este capítulo.

Allí, unidades y partículas espirituales vibraban en un estado de desorden


caótico que produjo un cambio en la dinámica de la vibración espiritual por la
energía que iban desarrollando, y el inicio de un proceso que tendería a su
estabilización.

Se producía como una gran expansión en donde unidades y partículas etéreas,


generaron una poderosa energía que se iba diferenciando de la etérea.

Las fracciones espirituales chocaban entre sí, pero sin fraccionarse, e iban como
si fueran vertiginosos remolinos, que a su vez las ordenaba y estabilizaba. (No
confundir estas estructuras que semejaban remolinos por su forma y dinámica y que
dieron formación a la materia, con los que luego, siguiendo un proceso natural
constituyeron, por ejemplo, los planetas.)

Representación mental de la formación de la materia.

Este cambio de dinámica, en un momento


y lugar determinado, dio inicio al tiempo,
espacio y movimiento materiales.

En estas condiciones de estabilidad,


las partículas etéreas lograron unirse aunque
correspondían a distintos espíritus y conformaron las primeras estructuras
sub – subatómicas.
31
Podemos decir que la unión de fracciones etéreas mediante la manifestación de
Los Ordenamientos Naturales, posibilitó la formación de la materia.

Tal unión se producía como si fuera una cohesión y no un amasamiento. En


dicha cohesión hay espacios de Fluido Espiritual a través de los que actúan
incipientes fuerzas físicas.

Debemos aclarar que no es posible expresar en palabras todo lo que la mente


representa. Como así tampoco la mente puede representar la realidad espiritual
porque no hay ningún código humano que lo posibilite con exactitud.

Únicamente las partículas espirituales


intervinieron en la formación de la materia.

Los espíritus que se hallaban en ese espacio estaban expectantes de la posibilidad


de continuar su proceso de evolución espiritual, que El Bien esta dirigiendo (10).

(10) Véase Basilio, Pedro y otros, De la Creación a la Reencarnación Capítulo 4 Camino Evolutivo de las
Partículas Espirituales, Planeta Tierra Pag. 92, Buenos Aires, Asociación Escuela Científica Basilio,
2003.
También ediciones posteriores.

A modo de ampliación transcribimos una síntesis de algunos párrafos del libro


De la Creación a la Reencarnación ya citado:

Refiriéndonos a las fracciones etéreas, el paso de la existencia totalmente


espiritual a la formación de la materia, también es denominado, en la doctrina,
transmutación(11) . Con la salvedad de que las partículas espirituales que formaron
la materia no se han convertido en “otra cosa”, ni perdieron su esencia; sino que
solamente han cambiado su forma de vibrar y continúan manteniendo la proporción
de sus atributos.

(11) Según el diccionario, Transmutación: Acción y efecto de transmutar.


Transmutar: convertir en otra cosa.

De lo antedicho se concluye que:

Las partículas espirituales que intervinieron


en la formación de la materia,
están en diferente condición espiritual.

32
Esta diferente condición espiritual es estudiada en la Escuela, dándose el
nombre de doctrina de la Encarnación, debido a que explica la dinámica de un
Ordenamiento Espiritual llamado: Encarnación y Reencarnación.

La primera forma de encarnación


fue la de las partículas espirituales cuando
formaron estructuras de materia

Esas partículas espirituales están encarnadas en la conformación de la


materia y, por lo tanto, están sujetas a las Leyes de la Naturaleza.

A pesar de no haber perdido la parte proporcional de los atributos del espíritu,


la cohesión espiritual en que se encuentran les impide accionar en forma individual y
lo hacen siguiendo siempre los ordenamientos de la física, la química o la biología,
por ejemplo.

Por lo tanto, respecto de la formación de la materia, a partir de ese momento, ya


no se puede hablar de partículas espirituales, actuando individualmente, porque han
transmutado.

Por ese motivo, la materia puede ser captada por instrumentos o aparatos que
estudian su estructura atómica y molecular. Hay que recordar que tanto las unidades
como las partículas espirituales no pueden ser detectadas por ningún dispositivo
material.

Tales fracciones etéreas encarnadas en la conformación de la materia, no pueden


cambiar o modificar las Leyes Naturales a las que están supeditadas como
estructuras materiales. Dicho de otra manera, el accionar de las partículas etéreas
encarnadas no es cuestión de su “voluntad”.

Por último, todas las partículas espirituales que formaron la materia no tienen
funciones de animación o conducción de estructuras vivas, como se analizará en el
capítulo siguiente.

Prosiguiendo, así como en el Capítulo1 hemos mencionado que de acuerdo a los


distintos estados etéreos de los espíritus, hay dimensiones espirituales en el Bien,
también en el error hay estados espirituales diferentes que generan dimensiones con
niveles espirituales.

Por ejemplo, actualmente hay:

33
 Espíritus que no tienen experiencia de vida humana, porque nunca
encarnaron. Se mantienen todos en una vibración espiritual de suma
alteración. Generan una dimensión espiritual en el error, con niveles
espirituales acordes a su intencionalidad equivocada.

 Espíritus que tienen experiencia de vida humana, porque encarnaron. Pueden


tener estados espirituales diferentes. Por esta última razón, generan una
dimensión espiritual con niveles espirituales distintos, acorde a las tendencias
equivocadas que sustentan.

Los Ordenamientos Espirituales

El espíritu puede reconocer los


Ordenamientos Espirituales
mediante el atributo Inteligencia.

También toma conciencia de la dinámica de La Creación, un accionar que da


como resultado la armonía espiritual y la felicidad, en una permanente perfectibilidad.

Esta experiencia común de Creación, integra la memoria primigenia del espíritu


de Luz, pero luego sigue grabando las experiencias de su historia individual. Lo
acopiado implica un conocimiento espiritual que permite discernir, decidir, accionar
con inteligencia.

Cuando se produce el desequilibrio de los atributos en algunos espíritus, los


Ordenamientos Espirituales se manifiestan, para ellos, de la única manera posible:
permitir el retorno a la vibración espiritual de armonía.

Por medio del Ordenamiento Espiritual de la Igualdad, el espíritu desviado pudo


tener el conocimiento y la toma de conciencia para reconocer los Ordenamientos
Espirituales de la Creación. Según el estado espiritual, se tiene mayor o menor
discernimiento para lograrlo.

La Dinámica Espiritual de la Perfectibilidad, se expreso en forma inmediata al


desequilibrio de los espíritus, como:

 Ordenamiento Espiritual de la Evolución, y


 Ordenamiento Espiritual de la Reparación

34
Estas últimas dejarán de expresarse como necesidad del espíritu cuando todos
retornen a la Eternidad.

La Dinámica Espiritual de la Evolución señala, al espíritu en el error, la


necesidad de efectuar un cambio en su accionar equivocado que le facilita retornar a
la vibración espiritual armónica de los atributos. Ello solamente puede ser el
resultado de una toma de conciencia del hecho de haberse equivocado y la necesidad
insoslayable de retornar a Dios.

Este proceso evolutivo esta vinculado a otro, que se conoce como Dinámica
Espiritual de la Reparación, que comienza con el reconocimiento y arrepentimiento
de los errores cometidos, y que impulsa al espíritu a realizar acciones de bien.

En cuanto a las partículas espirituales, ellas también pueden participar en estos


procesos evolutivos y de reparación y, aunque no cuentan con un pleno
discernimiento, necesitan volver a formar nuevamente la unidad espiritual que se
fraccionó y por ese motivo cumplen todas las acciones necesarias para lograr ese
objetivo.

En este sentido, es importante destacar que para las partículas espirituales la


reparación no implica una toma de decisiones acerca de cómo realizarla, porque no le
es posible decidir formas de actuar.

La reparación de las partículas espirituales se efectúa solamente por los errores


que tomo la unidad espiritual hasta el instante del fraccionamiento espiritual, tras lo
que no es responsable de sus acciones.

Esta ausencia de responsabilidad se da porque las partículas espirituales en el


error responden a la conducción del espíritu en diferentes estados espirituales de
desequilibrio.

Por ese motivo, la responsabilidad es siempre de la unidad espiritual que las


dirige.

Cuando alguno de estos espíritus se arrepiente, pasa a iniciar su proceso de


evolución y reparación espirituales, pero lo hace acompañado de todas las partículas
espirituales que tenía bajo su dominio.

Podemos comprender, entonces, la importancia de la liberación espiritual de las


unidades espirituales que se encuentran integrando los grupos espirituales en el
error. También se puede entender la profunda connotación espiritual que tienen las
tareas espirituales que se desarrollan en nuestra Institución para que esa liberación
espiritual se profundice.

35
El universo espiritual y
el universo (material)
El Fluido Espiritual Universal
 En la doctrina de la Escuela, utilizamos la palabra universo espiritual para
referirnos a todas las dimensiones y niveles espirituales distintos a la
Eternidad, a la que se excluye de esta denominación.
Comprende la dimensión de los espíritus en el error y la de los espíritus
en el Bien, que ya se han explicado.

 El universo material o simplemente universo, comprende la dimensión que


hemos señalado para la formación de la materia.

A partir de esta diferenciación en la forma en que nos expresamos en la Escuela,


pero que en la realidad espiritual solo hay diferentes estados(12) y condiciones(13)
espirituales, es importante señalar, respecto al Fluido Espiritual, lo siguiente:
(12) Estados espirituales respecto a la armonía o niveles de desarmonía del espíritu, en el Bien o en el
error.
(13) Condición espiritual de encarnado, reencarnado, desencarnado o del que nunca encarnó.

 El Fluido Espiritual es uno solo, le damos distintos nombres acorde al lugar


donde se proyecta o lo que contiene.

 Al Fluido Espiritual que se proyecta en la Eternidad lo denominamos:

Fluido Espiritual Eternidad.

 Al Fluido Espiritual que se extiende en toda otra dimensión espiritual


y también en la material y humana, lo nombramos como:

Fluido Espiritual Universal.

Ejemplos:

El Fluido Espiritual Universal se proyecta:

 antes de la formación de la materia: en el universo espiritual (recordar que no


incluye la Eternidad) y,

 a partir de la formación de la materia: también en el universo o cosmos.

Capítulo 3

36
La Partícula Espiritual

La partícula espiritual

Adelanto espiritual

La Partícula Espiritual

Como hemos ezpresado en el Capítulo 2, las partículas espirituales son el


resultado de las violentas luchas espirituales entre los distintos y antagónicos
grupos etéreos en el error.

Representaba una conformación etérea, no creada por Dios sino consecuencia


extrema del desequilibrio espiritual que tornó inestable la conformación
primigenia del espíritu.

Representación mental de un espíritu fraccionado


en partículas espirituales

Atrás un espíritu en el error antes de fraccionarse, delante, el mismo espíritu


fraccionado en partículas espirituales.

¿Por qué se fracciona el espíritu?

37
Cuando los espíritus intervenían en esas luchas espirituales, proyectaban entre si
violentas espirituales que impactaban sobre sus inestables e inarmónicas
estructuras(1)

(1) Ver para ampliar conceptos Basilio, Pedro y otros. De la Creación a la Reencarnación, Capítulo 2 El
Universo Espiritual, Buenos Aires, Asociación Escuela Científica Basilio, 2003. También ediciones
posteriores.

A esos impactos espirituales los llamamos choques espirituales.

Como estos espíritus vibraban de una manera discordante, y existía una


marcada preponderancia de alguno de los atributos sobre los otros, éstos no lograban
sostener el equilibrio de sus estructuras que se tornaron inestables por falta de
interrelación armónica, a pesar de la enorme energía espiritual que proyectaban.

En el espíritu equivocado, la desarmonía de los atributos torna inestable su


propia estructura etérea.

Si a este desequilibrio le sumamos que por su esencia, existencia, y a la


particular forma individual de vibrar, los espíritus son entes espirituales
impenetrables, esos choques espirituales lograron quebrar la estructura del espíritu
como unidad espiritual.

Se fraccionaron los espíritus que eran enviados por los dirigentes espirituales al
enfrentamiento espiritual.

Sin embargo, los líderes de cada grupo espiritual, no participaron en forma


directa en los enfrentamientos. Por ese motivo, nunca llegaron a percibir en sí mismo
los impactos de los choques etéreos y fueron los que no se fraccionaron.

En resumen, transcribimos una síntesis del libro De la Creación a la


Reencarnación, pag. 48:

A modo de conclusión general se puede afirmar que:

1. La partícula espiritual se formó porque cada ente etéreo que intervino en las
disputas o luchas espirituales y que era enviado por sus dirigentes, proyectó
intensas vibraciones espirituales.

2. Estas violentas vibraciones espirituales fueron no tan solo percibidas por


algunos espíritus, sino también respondidas hacia otros y cada vez en forma
más efervescente y desordenada.

3. El impacto de tan potentes vibraciones espirituales se produjo sobre las


inestables estructuras de esos espíritus en el error.

38
4. Como resultado, se fragmentó la conformación etérea de esos espíritus y
perdieron la conformación de unidades espirituales.

5. Cada parte o fragmento de espíritu, resultado del fraccionamiento etéreo se


denomina en la doctrina de la Escuela:

partícula espiritual.

Cada partícula espiritual tiene parte de la composición espiritual que tenía el


espíritu que se fraccionó:

 Fluido Espiritual
y
 atributos: Amor, Inteligencia y Libertad.

Estos es porque los atributos actúan siempre interrelacionados, aunque en


menor o mayor proporción; y a que por su esencia y vida etérea infinita otorgada
por Dios, el espíritu no puede dejar de existir.

El fraccionamiento espiritual representa un gran sufrimiento para las


partículas espirituales al tener que existir y accionar con los atributos
proporcionalmente disminuidos y ver limitadas todas sus capacidades, como el
discernimiento, la toma de conciencia, de decisión y el ejercicio de su libre
albedrío, por citar solo algunas.

Para comprender la caótica situación en que estaban involucradas unidades y


partículas espirituales, se ha de imaginar que a cada violenta proyección de
vibraciones etéreas emitidas entre ellos, la respuesta recibida era de similar o
mayor intensidad de destrucción.

Este caos se retroalimentaba en tal magnitud que, en un determinado


momento, casi la mayoría de los espíritus equivocados se hallaban fraccionados.

Además, las partículas espirituales continuaban como lanzadas a una lucha


devastadora y sin freno, fraccionándose una y otra vez, casi como si no pudieran
responder siquiera a los que los habían sumido inicialmente en esa situación de
atroz sufrimiento espiritual.

Al fraccionarse un espíritu, no siempre quedaban todas las partículas


espirituales de una misma unidad espiritual, en el mismo grupo espiritual en el
error.

Podía suceder que las fracciones espirituales estuvieran diseminadas en


distintos grupos espirituales, bajo la conducción de diferentes espíritus lideres en
determinadas tendencias erróneas.
39
A su vez, podían ser llevadas a la lucha por esos espíritus que lideraban los
enfrentamientos espirituales entre grupos disímiles.

Esto significaba la posibilidad de que el fraccionamiento espiritual continuara


de tal modo, que las partículas espirituales se fraccionaran en partes
inimaginables, aún perteneciendo a un mismo espíritu.

Por ese motivo, la posibilidad de ser ayudadas por El Bien, se hacía cada vez
más dificultoso porque se tenían que arrepentir diferentes grupos espirituales
para que, tal vez, algunas partículas tuvieran la posibilidad de evolucionar para
volver a la unidad espiritual.

De acuerdo a la Dinámica de la Creación, cuando un espíritu se fracciona,


cada una de las partes puede unirse para conformar nuevamente la unidad etérea
de origen, si se dan determinadas condiciones, según se detalla:

 Las partículas espirituales deben haber iniciado un proceso evolutivo


conducido por el Bien.

 Solo es posible la unión, si corresponden a la misma unidad espiritual que


se fraccionó.

 Esta unión sucede exclusivamente cuando todas las partículas etéreas han
alcanzado la purificación espiritual, o sea que han logrado su completa
evolución espiritual y, por consiguiente un estado etéreo de armonía
espiritual en la vibración de los atributos.

 El reconocimiento entre fracciones(2) espirituales correspondientes al


mismo espíritu se efectúa, porque cada parte conlleva la identidad en el
modo de vibrar propio, de la unidad espiritual de origen.

(2) Se utiliza la frase fracción espiritual o etérea, como sinónimo de partícula espiritual.

Aclaración

Actualmente, como se ha dicho en el capítulo anterior, estas agrupaciones


espirituales se han vinculado entre si por pactos que evitan la colisión de los
espíritus e impide el fraccionamiento espiritual.

Continuando con el tema, las partículas espirituales necesitaron de la


encarnación y reencarnación para lograr acceder nuevamente a la unidad
espiritual.

40
Recordemos que los espíritus encarnan en un cuerpo biológico que
corresponde a la especie humana y que jamás podría encarnar en una especie
animal o de otro reino.

Entonces, salvo en el ser humano, en todos los reinos de la vida encarnan con
la tarea de animar a ese ser vivo, siempre una partícula espiritual directriz.

La partícula espiritual puede encarnar en cualquiera de los reinos de la


naturaleza y con distintas funciones, según sea su estado espiritual:

 Algunas como se ha dicho intervienen en la formación de la materia, pero


posteriormente otras fueron encarnando en la conformación de las
estructuras físicas, químicas y biológicas que se fueron desarrollando en el
universo.

 Con la aparición de la vida, otras, encarnaron como partículas espirituales


directrices y dirigentes de estructuras vivas, en los cinco reinos de la vida(3).

Llamamos partículas espirituales directrices a las que animan a todo ser


vivo, por ejemplo a un animal, y partícula espiritual dirigente a la que tiene la
función de animar solo a una parte de un ser vivo, por ejemplo, a una célula, a
un órgano, etc.

(2) Ver para ampliar conceptos Basilio, Pedro y otros, De la Creación a la Desencarnación, Capitulo 4
Camino Evolutivo de las Partículas Espirituales, Buenos Aires, Asociación Escuela Científica Basilio,
2003. También ediciones posteriores.

Continuando, podemos ampliar lo aclarado en el capítulo anterior cuando


nos referimos a la condición espiritual del espíritu.

La condición espiritual de las partículas espirituales puede ser:

 Encarnada
 Reencarnada
 Integrada (en los componentes etéreos)
 No haber encarnado
 Desencarnada

Cuando algunas partículas espirituales alcanzan el grado de evolución


necesario para integrar la mente de un ser reencarnado, puede decirse que han
pasado la última etapa de su evolución espiritual, orientadas por El Bien.

Sin embargo no es imprescindible para purificarse integrar una mente


humana.

41
En el plano material, la primera manifestación de encarnación de las
partículas espirituales se realiza en el reino mineral.

El reino mineral es la base del planeta Tierra y de todos los planetas, estrellas
y galaxias. Tuvo origen en el proceso que hemos mencionado como formación de
la materia y del universo.(4)

Esta formación se realizó de acuerdo a los Ordenamientos de la Naturaleza,


conocidos en general como leyes de la física, química, biología, genética, etc.

(4) Para ampliar conceptos Basilio, Pedro y otros, De la Creación a la Desencarnación, Buenos Aires,
Asociación Escuela Científica Basilio, 2003. También ediciones posteriores.

Dichas leyes son las que permiten ordenar, hacer funcionar y evolucionar
todo el cosmos.

Las partículas subatómicas forman los átomos. A su vez, los átomos están en
continuo movimiento, y en el transcurso del tiempo de acuerdo con las presiones y
temperaturas, cambian las cantidades de protones, neutrones y electrones y por
ende sus propiedades físico-químicas.

Los átomos se agrupan formando moléculas, las que a su vez, combinadas,


constituyen los distintos materiales que pueden observarse en el llamado reino
mineral.

Nada es estático, el Universo se expande y el tiempo nos demuestra que hasta


las rocas se han transformado.

A partir del funcionamiento de las Leyes Naturales, es posible el recambio de


partículas espirituales en la conformación de la materia.

Por lo tanto, tampoco es estática la dinámica espiritual que sustenta la


existencia física – química.

En los reinos de la vida hay una partícula espiritual dirigente que anima a
cada ser vivo.

Por ejemplo, en los vegetales, se encuentra encarnada en la raíz, esta


partícula espiritual no se recambia. La planta nace, crece y muere, recién entonces
desencarna la partícula espiritual. Se podrán mutilar las partes exteriores del
vegetal, arrancando las flores, los frutos, pero mientras la partícula espiritual siga
dando vida a la raíz, ésta prolifera.

Todos los seres vivos poseen pericuerpo.

42
En el reino animal, los cuerpos se forman en un todo de acuerdo a sus
respectivos códigos genéticos. La partícula espiritual dirigente está unida por el
vínculo de Fluido Espiritual al sistema nervioso que dispone la especie.

Por lo tanto, hay un conglomerado de partículas espirituales, que si bien no


constituyen una mente como tienen los seres humanos, podemos decir que es un simil
de una mente humana, porque tiene una funcionalidad semejante, pero consta de una
menor cantidad de partículas espirituales para integrarla, acorde al grado de
complejidad del sistema nervioso al que está vinculado el conglomerado etéreo.

En cuanto al ser humano, el cuerpo biológico se forma acorde a las leyes


genéticas.

El espíritu aporta las partículas espirituales que encarnarán como dirigentes


espirituales de todas las células, órganos, aparatos y sistemas. Además, elabora los
componentes etéreos con las partículas espirituales de mayor evolución espiritual
posible, en relación a su propio estado espiritual.

Otorgan vida a cada una de las células del mismo, a través de un filamento
espiritual que las une al núcleo celular.

Representación gráfica de una célula


y su partícula espiritual dirigente

Encarnan también, como partículas espirituales dirigentes de órganos vitales:


hígado, corazón, páncreas, riñones, etc.

43
Representación gráfica de una célula
y su partícula espiritual dirigente

La partícula espiritual dirigente de célula está comunicada por medio de otro


filamento de fluido espiritual, con la partícula espiritual dirigente de órgano. Ésta
última se encuentra unida al pericuerpo.

Con referencia a las partículas espirituales que dieron vida espiritual al cuerpo
de Jesús de Nazareth o formaron los componentes etéreos (pericuerpo, sistema Mente
y vínculo de Fluido Espiritual) sabemos que aunque próximas a su purificación, aún
no lo habían logrado, tampoco las que conformaban su mente. No eran purificadas
porque sería una desigualdad, que marcaría un privilegio por sobre los otros
espíritus encarnados y además una injusticia sobre las partículas espirituales que ya
están purificadas, imponiéndoles una tarea ya cumplida.

Continuando, las partículas espirituales que integran en forma permanente el


pericuerpo y las que conforman el vínculo de Fluido Espiritual y el sistema mente, no
son reemplazadas por otras, a fin de que no se pierda a experiencia lograda.

Acompañan a la unidad espiritual, desde el comienzo de la encarnación hasta su


desencarnación. El motivo por el cual no se recambian es que, por ejemplo las del
sistema Mente, tienen la tarea de grabar todas las experiencias del reencarnado, y si
se reemplazan, las partículas etéreas que se incorporan no contarían con ese bagaje
de información.

Además, en estos componentes etéreos, las partículas espirituales no están


encarnadas, porque su función no es la de la animación o conducción de estructuras
biológicas, ni tampoco la de conformarlas según las leyes naturales como las de la
genética, sino la de integración de estructuras exclusivamente espirituales.

44
Todas las partículas espirituales, que van a acompañar al espíritu encarnado,
necesitan un grado de evolución espiritual y experiencia acorde a la alta
especialización que va a desarrollar.

Adelanto espiritual

No siempre la mayor complejidad de las estructuras biológicas, que marca un


progreso en la escala evolutiva hacia organismos más especializados, indica que las
partículas espirituales dirigentes que animan cada uno de esos seres vivos sean más
evolucionados que las de especies más simples en su organización.

Como ejemplo podemos dar el caso de la partícula espiritual dirigente que


anima a una víbora, comparándola en términos de evolución espiritual con la de una
ameba o una mariposa. ¿Quién podría asegurar que la partícula espiritual de la
víbora por el sólo hecho de ser un organismo más especializado sea más evolucionada
que la de un organismo unicelular como la ameba?

La evolución espiritual de la partícula espiritual reencarnada ya sea, por


ejemplo, como directriz espiritual de un ser vivo o como dirigente espiritual de
alguna de las estructuras, no puede considerarse o establecerse tomando en cuenta un
solo parámetro, como sería la complejidad de las estructuras a las cuales anima,
integra o conforma, sino otros varios.p 87

Un factor fundamental que podemos menciona y que está relacionado con la


evolución espiritual, es la experiencia de las partículas espirituales, lograda en las
sucesivas reencarnaciones.

Una partícula espiritual pudo haber encarnado y reencarnado, por ejemplo:

 En los distintos reinos de la naturaleza, desde el mineral hasta llegar al animal


o el ser humano, como por ejemplo las que conforman las estructuras de
materia como los átomos, o

 simplemente en forma sucesiva en un mismo ser vivo, como por ejemplo en un


mismo órgano, o aparato, o

 siempre en una misma especie, como partícula espiritual directriz


sucesivamente de seres vivos como los perros, etc.

También, pudo haber integrado los componentes etéreos:

 El vínculo o filamento de Fluido Espiritual, o

 El pericuerpo, o

45
 El sistema Mente o simil de mente (en algunos animales superiores).

Es condición imprescindible a las partículas espirituales, en general, para


reencarnar en estructuras más complejas, contar con suficiente experiencia.

Sabemos que las que integran la mente de los seres humanos no están
reencarnadas, sino integradas, son las más adelantadas, no solo por su evolución
espiritual sino por la experiencia adquirida en sucesivas reencarnaciones y, luego
de cumplir con esa tarea, logran la purificación.

Sin embargo ¿es lógico pensar que para purificarse todas las partículas
espirituales deben pasar a integrarse a una mente humana? ¿No pueden
purificarse también, reparando y evolucionando en cualquiera de los reinos de la
naturaleza?

Dice la Conferencia(5) Nº 47, La Creación, con respecto a las partículas


espirituales que encarnan:

<<Casi todas las partículas que corresponden al organismo humana han sido
ya encarnadas y muchas de ellas en cuerpos orgánicamente establecidos.
Dentro de éste tienen firme evolución, y sucesivamente si primero pertenecían
al sistema muscular, después pasaron a constituir los órganos internos, siendo casi
seguro que en sus últimas encarnaciones como partícula, algunas integran el
cerebro, que es la parte de la materia que está más adelantada.>>

(5) La colección de Conferencias no está vigente y su contenido la Dirección General Espiritual lo ha


incorporado a diferentes textos institucionales actualizados.

Nota:

Observemos aquí, que las partículas pueden reencarnar dentro de una misma
especie, como la humana, en un mismo organismo, integrándose en cada
reencarnación sucesivamente a diversas estructuras cada vez más complejas, (ej.
muscular a órganos internos, como el cerebro), teniendo una firme evolución, sin
necesidad de reencarnar en otro cuerpo humano o en otra especie.

Esto se debe no sólo a la evolución espiritual que va logrando tras cada


reencarnación sino también a la experiencia adquirida en ella y que se hace
necesaria para cumplir con la tarea que le corresponde dentro del mismo
organismo.

Tanto las partículas que reencarnan en la conformación de la materia como


las que son directrices o dirigentes espirituales, a medida que van evolucionando
también van adquiriendo mayor experiencia.

Sin embargo evolución y experiencias espirituales no significan lo mismo.

46
Se puede tener experiencia en el error, sin significar esto, haber logrado
evolución espiritual.

Estas dos últimas consideraciones respecto a la evolución espiritual y a la


experiencia, son válidas tanto para la partícula espiritual cuanto para la unidad.

No obstante la partícula espiritual, a pesar de carecer de voluntad para


decidir como lo hace el espíritu, de que manera asumir para lograr la evolución
espiritual, repara en la tarea asignada por El Bien en cada reencarnación y
consigue evolucionar.

La única circunstancia por la que la partícula espiritual no lograría


evolucionar en alguna de sus reencarnaciones es si fuera captada por algún grupo
espiritual en el error.

Por ejemplo, como hemos dicho, las partículas espirituales que encarnan y
reencarnan en las situaciones nombradas, lo hacen orientadas por espíritus de la
Obra. Ellas no pueden auto conducirse, sino que dependen siempre de unidades
espirituales.

Entonces, cuando están preparadas para la encarnación en el cuerpo


humano, la unidad espiritual encarnada, que se ha comprometido en un proceso
de evolución espiritual con El Bien, las tiene a su cargo.

Sin embargo, si esta unidad espiritual pierde la protección del Bien, se desliga
de su Guía Espiritual personal y se compromete pero con el error, puede a su
desencarnación intentar llevar consigo a algunas partículas espirituales, a las que
puede considerar como de su pertenencia.

Esto ocurriría en circunstancias extremas y cuando se somete a tales


partículas a violentas experiencias espirituales, como puede ser la situación de
cremación del cuerpo humano o inmolación, y solo si el espíritu que ha
desencarnado ha perdido su equilibrio espiritual y se ha vinculado a un grupo
espiritual en el error.

Prosiguiendo, el aceptar que algunas partículas espirituales a medida que


evolucionan y adquieren experiencia pueden ir encarnando en estructuras cada
vez más complejas, inclusive en diferentes especies, por la propia necesidad que
representa la aparición de estas últimas que culmina con la existencia del ser
humano, no entra en contradicción con el ejemplo dado anteriormente de la
ameba y de la víbora.

No lo es porque esas partículas espirituales dirigentes pertenecen a distintas


especies. A su vez cada especie tiene su propia línea evolutiva espiritual, pudiendo
haber algunas partículas de semejante estado evolutivo en cada una de las
especies. Las diferencia no su evolución espiritual sino la experiencia individual.

47
¿Qué queremos explicar cuando decimos que cada especie tiene su propia
línea evolutiva espiritual?

Recordemos que las partículas espirituales pueden encarnar y reencarnar en


dos posibles situaciones:

- Conformando la estructura de la materia, desde lo inorgánico hasta lo


orgánico. Ej.: átomos, moléculas, etc.

- Animando estructuras pues representan el principio vital. Son las


llamadas:

partículas espirituales dirigentes subordinadas – de células;

partículas espirituales dirigentes principales – de órganos, aparatos o


sistemas;

partículas espirituales directrices – de un ser vivo (ej. individuo o


organismo vegetal o animal). Al conjunto de individuos con determinadas
características semejantes se denomina especie.

Las partículas espirituales que encarnan y reencarnan en la misma especie,


conformando o animando estructuras, adquieren un adelanto espiritual por:

Evolución espiritual: lograda por el cumplimiento de su tarea específica.

Experiencia: en cada reencarnación graban en su memoria espiritual la


resultante de su labor, las percepciones vinculadas a ella, lo que les permite
integrarse sucesivamente, si es necesario, a estructuras cada vez más complejas
que requieren una cierta especialización espiritual.

Hay un orden tan perfecto que rige su accionar que solo puede explicarse
conociendo la existencia de los Ordenamientos de la Naturaleza y de los
Espirituales.

Cada partícula espiritual encarna y reencarna de acuerdo a su adelanto


espiritual, en la estructura que le corresponde dentro de una especie, y de un
mismo individuo hasta conseguir el máximo adelanto posible para esa época.

Las condiciones naturales también se modifican en esa especie en lo que se


denomina evolución biológica. Así, vuelven a reencarnar en diferentes épocas y
dentro de esa misma especie. Esto representa un adelanto en los dos planos: el
material y el espiritual.

Por todo lo expresado y por lo que más adelante se amplía, es que podemos
afirmar que cada especie tiene su propia línea evolutiva espiritual, paralela a la
evolución biológica, interactuando ambas permanentemente.
48
Si aceptamos que cada especie tiene su propia ciclo evolutivo espiritual, en
base a la encarnación y reencarnación de partículas espirituales, podemos
entender que hay partículas espirituales con similar estado evolutivo en cada una
de las diferentes especies biológicas, a causa de sus sucesivas reencarnaciones
dentro de la misma especie.

Una partícula espiritual pudo haber reencarnado varias veces en la


conformación espiritual de un organismo unicelular como es la ameba o ser una
partícula espiritual directriz y tener comparativamente la misma evolución
espiritual que otra partícula espiritual que también reencarnó, pero por ejemplo,
en alguna de las células u órganos de un caballo u otro animal.

¿Qué las diferencia?

Simplemente la experiencia individual grabada en su memoria espiritual,


facultad del atributo inteligencia, que como partículas espirituales tienen por
poseer los mismos atributos que el espíritu, solamente que en la parte que le
corresponde como tal.

La experiencia de sus reencarnaciones les permite lograr una percepción


espiritual cada vez más especializada, imprescindible para la comunicación
espiritual que se realiza en cada estructura biológica más compleja a la que se
integran.

La interrelación de los Ordenamientos Espiritual con los de la Naturaleza es


tan profunda que no podemos ni siquiera imaginar el orden que existe en cada
reencarnación manifestándolo simplemente como que a través del Orden de la
Creación se ha podido delinear tanta precisión y equidad.

Continúa la Conferencia:

“(…) Algunos cuerpos humanos, hoy en muy raras ocasiones tuvieron que
soportar la difícil prueba de tener en su composición partículas que encarnaban para
desempeñar esa tarea por primera vez.

(…) Cuando esto sucede es muy fácil que el espíritu encarnado también sea la
primera vez que toma materia y tengo las mismas condiciones que esas partículas.

(…) Su encarnación se debe o al estado anormal que se produce en ciertas


regiones o a que ese espíritu, en un lugar apartado y dentro del grupo espiritual en el
error, ha reconocido el bien y quiere encarnar para reparar sus faltas. Estos pedidos
que, libre y voluntariamente realizan estos espíritus, son escuchados dentro del
Orden de la Creación, que les permite a veces encarnar milenios antes que el grupo
espiritual que integraban les llegue el plazo o el adelanto necesario para que puedan
hacerlo.”

49
Resumiendo:

No necesariamente debe ser más evolucionada una partícula espiritual que


está encarnada en un organismo complejo que aquella que lo hace en uno más
simple.

Imprescindiblemente debe tener la experiencia adecuada.

Cada partícula espiritual puede encarnar o reencarnar sucesivamente en una


misma especie del reino vegetal o animal o, hasta en un mismo organismo.

Podemos encontrar partículas espirituales directrices, dirigentes o las


encarnadas que conforman la materia con un mismo grado de evolución en cada
organismo de distintas especies.

Experiencia + Evolución espiritual (1) =

Adelanto espiritual ------- Bien

Experiencia + Involución espiritual (2) =

Retroceso ------- error

1) En el espíritu, la evolución espiritual implica: toma de conciencia de los


Ordenamientos Espirituales, accionar en libre albedrío + toma de decisión
correcta.

2) En la partícula, son muy pocas las situaciones en los que se puede producir
involución espiritual.
Como el ejemplo ya citado, por efectos de la cremación.

Ampliaremos un poco más estos Conceptos con lo extraído de la Conferencia Nº


56. Las Partículas:

(…) << La rapidez y continuidad de las encarnaciones y desencarnaciones, está


relacionada directamente con el adelanto y progreso de la Humanidad. Muchas de
ellas, en una sola época, encarnan varias veces en determinado cuerpo animal o
vegetal, para prosperar y después poder hacerlo en otra no solo por su
perfeccionamiento, sino porque la anterior debido a la evolución tiende a
desaparecer.
Esto representa un real adelanto en los órdenes natural y espiritual, facilitándoles a
ellas el camino para reintegrarse a la unidad.>>

Nota:

50
En este párrafo comprobamos que el adelanto espiritual (evolución +
experiencia) de las partículas espirituales, al encarnar sucesivamente en un mismo
organismo, acompaña también un cambio en el orden natural de las especies, para
luego continuar encarnando.

Es decir, no es imprescindible en todos los casos que encarne en diferentes


especies para lograr su adelanto espiritual y, también beneficia el hacerlo varias
veces en la misma.

Seguimos con la temática del capítulo, algunas partículas espirituales


cumplen su tarea son lo que la ciencia define como principio inteligente de las
células, pero que en realidad, la inteligencia es patrimonio de las partículas
espirituales dirigentes encarnadas en cada una de ellas.

Cabe aclarar que la encarnación y desencarnación de las partículas


espirituales está regulada de manera sistemática por el Ordenamiento Espiritual
de la Evolución, que en forma inteligente El Bien planifica y conduce.

Las partículas espirituales intervienen en todos los procesos de vida que


conocemos, y aún de aquellos, temporalmente desconocidos, pero existentes.

Como ya se ha aclarado, la partícula espiritual que se ha purificado ya no


encarna. Cumplirá misiones dirigida por El Bien hasta que logren purificarse el
resto de las partículas del mismo espíritu. Solo así se integrarán, conformando
nuevamente la unidad espiritual purificada.

Colaboran con El Bien en distintas misiones. Por ejemplo, componen el


Fluido Espiritual con partículas purificadas, y participan, por ejemplo, en la
practica que se desarrolla en la Escuela, de sostener la energía espiritual a las
partículas dirigentes espirituales dirigentes de las células encarnadas.

Es importante aclarar que el tema de las partículas espirituales no se ha


agotado y que este capítulo es solo una muy breve síntesis de algunos aspectos
significativos, pero que se amplían en otros textos institucionales, como cuando se
Aborde Las Enfermedades.

Capítulo 4

Los Grupos Espirituales

Grupos espirituales en el error


51
Grupos espirituales en el error
sin experiencia de vida humana

Grupos espirituales en el error


con experiencia de vida humana

Grupos espirituales en el error

Iniciamos este capítulo con una aclaración que hace al uso de nuestro
vocabulario institucional. Llamaremos:

 Grupos espirituales en el error, sin experiencia de vida humana a los grupos


espirituales que antes llamábamos Categorías espirituales.

En estos grupos espirituales están los espíritus que nunca encarnaron.


Algunos, no encarnarán jamás. Otros, son los que encarnan en este mundo
humano por primera vez.

Están en dimensiones espirituales en el error más “alejados” de nuestra


realidad humana, sin embargo, sostienen, con sus violentas vibraciones
espirituales a otros grupos espirituales que ya están en proceso de modificación
espiritual, que antes llamábamos fuerzas de choque o magias y que a partir de esta
publicación llamaremos:

 grupos espirituales en el error, con experiencia de vida humana.

En estos grupos espirituales hay espíritus que ya han encarnado, por lo tanto,
tienen la experiencia de la vida humana. En el proceso de la encarnación y
reencarnación, se pueden dar distintas situaciones por ejemplo:

 Cuando un espíritu decide integrarse por primera vez al proceso evolutivo de


la encarnación, como dijimos antes, se desprende de los grupos espirituales en el
error sin experiencia humana (antes categorías espirituales)

 Pero luego, si cuando desencarna su estado espiritual lo vincula nuevamente al


error, es decir, no pudo ser orientado por El Bien, ni por su Guía Espiritual
personal, ya no vuelve al grupo inicial, sino que pasa a integrar los grupos
espirituales en el error con experiencia de vida humana (antes fuerzas de choque
o magia)

52
 Sin embargo puede decidir, nuevamente encarnar. Su propósito puede ser el de
evolucionar o no (los menos)

-Cuando reencarna con fines destructivos, decimos que son “satélites” de


los grupos espirituales en el error, con experiencia humana.

-Cuando reencarna, orientado por El Bien, decimos que está en un proceso


evolutivo espiritual, razón por la que también esos grupos espirituales pueden
ser liberados espiritualmente. Liberarlos, en este caso, es facilitar su proceso
evolutivo. Liberar, según el diccionario, significa libertar, poner en libertad
que, a su vez significa estado de una persona que no está prisionera o no
depende de otra.
Podemos entender, entonces, que El Bien propicia que el espíritu en el error
modifique su estado espiritual para no seguir dependiendo de sus propias
debilidades que lo relacionan con los grupos espirituales en el error.

 Por otra parte, cuando desencarna, si su estado espiritual lo vincula al Bien, ya


no retorna a los grupos espirituales en el error, sino que pasa a integrarse a los
distintos niveles espirituales que están orientados por El Bien.

Por lo tanto, si decide volver a reencarnar, ya no viene de los grupos


espirituales en el error, sino de los distintos niveles espirituales de espíritus que
están en proceso de evolución espiritual, orientados por El Bien, pero todavía no
son espíritus del Bien.

En consecuencia no es adecuado expresar que todos los espíritus que reencarnan,


vienen del error.

Grupos espirituales en el error


sin experiencia de vida humana
El universo es una dimensión material limitada, circunscripta, reducida,
dentro de la dimensión espiritual de los espíritus en el error.

En este espacio mayor delimitado por la primera senda de Fluido Espiritual,


antes de la formación de la materia, comenzaron a perfilarse, de manera incipientes
grandes grupos espirituales.

Ellos aglutinaron a los espíritus que se desviaron de Dios, por tendencias afines
hacia diversas debilidades del espíritu desarmonizado.

Antes dábamos distintos nombres a estos grupos espirituales con colores que los
representaban, por ejemplo, categoría espiritual negra, etc.

53
Sin embargo, hemos analizado que los colores con que representábamos, están
relacionados con nuestra cultura humana y que su interpretación podía ser diferente
acorde a las diferentes maneras que tenemos los humanos de interpretarlos.

Por lo tanto, podemos afirmar que los colores o la oscuridad espiritual son
expresiones humanas para designar la representación de la mente cuando capta las
vibraciones espirituales de los espíritus en el error. Pero, los colores no tienen
existencia en los planos espirituales.

Como hemos dicho en el primer capítulo, allí solamente hay vibraciones


espirituales, no hay mente en las distintas dimensiones y niveles etéreos que puedan
decodificar esas vibraciones con formas correspondientes a nuestro mundo.

En consecuencia consideramos que es más adecuado hablar de tendencias


erróneas que de colores.
Por ejemplo:

 Tendencia espiritual hacia la dominación de otros espíritus en el error.

 Tendencia espiritual hacia la satisfacción de percibir el fraccionamiento


espiritual de otros espíritus. Así, creían alcanzar la felicidad, al experimentar el
morboso placer de hacer sufrir. Incluye la tendencia a provocar
confrontaciones espirituales.

 Tendencia espiritual de aquellos espíritus que al considerarse superiores a sus


hermanos, se erigieron en “pequeños dioses”.
Creyéndose mas inteligentes que El Creador, intentaron generar una
dimensión espiritual que superara a La Eternidad.

Estimaron la situación de perfección de origen como posibilidad de


superioridad, ignorando La Igualdad de la Creación.

 Tendencia espiritual de los que se caracterizaron por cercenar la libertad de los


espíritus que nucleaban para ejercer el dominio y erigirse en conductores
espirituales. Simulando proteger, imponían esclavitud.

Hubo muchos grupos espirituales con diferentes tendencias equivocadas que


luego fueron absorbidos por otros.

En un mismo grupo espiritual se podían suscitar más de una tendencia, lo que


ocasionaba las luchas fratricidas para imponerlas.

Sin embargo, en la actualidad, ya no se produce el fraccionamiento espiritual,


según se ha dicho, por los pactos entre los diversos grupos espirituales.

54
Estos grupos espirituales en el error existen en dimensiones espirituales que,
por los estados espirituales de sus integrantes, se mantienen en ámbitos muy
remotos respecto del universo.

Los espíritus que los componen están en una situación espiritual de tal
desarmonía, que deben lograr una modificación evolutiva para poder acercarse y
así encarnar por primera vez. Algunas unidades espirituales tal vez no encarnarán
jamás.

Sin embargo, en determinadas circunstancias algunos grupos espirituales en


el error sin experiencia (1) de vida humana, logran acercarse al mundo humano, a
pesar de no estar dadas las condiciones para hacerlo por la intensa rebeldía y
atraso espiritual de sus integrantes.

(1) Modificación de vocabulario, por actualización. Antes decíamos fuerzas espirituales incontroladas,
por ejemplo.

La tendencia que sostienen tiene vínculo directo con los que extienden las
adicciones en el mundo y con los grupos espirituales en el interior del planeta.

Este hecho se produce por un desorden espiritual en el ser humano que


promueve, con sus acciones nefastas un desorden de la naturaleza, por ejemplo,
por medio de la contaminación, la destrucción de la capa de ozono y otras
conductas humanas que perjudican al planeta.

Los grupos espirituales mencionados se acercan al mundo ante la percepción


de intensas vibraciones espirituales inarmónicas producidas por el grave desorden
en la conducta de los seres reencarnados, y acompañan también, en forma etérea,
muchas veces, terribles catástrofes naturales como terremotos y maremotos.

Estos fenómenos geofísicos tienen lugar en determinadas zonas del planeta


que presentan una estructura material en el interior de la corteza terrestre,
proclive a esa manifestación. Por lo tanto no son los grupos espirituales los que la
provocan.

Decimos que acompañan los fenómenos geofísicos


de los terremotos y maremotos,
pero no los pueden provocar porque lo espiritual
no puede modificar los Ordenamientos Naturales,
sin excepción.

55
Son los seres humanos quienes producen en el mundo, sin la debida toma de
conciencia, desórdenes de la naturaleza, de tal gravedad que asombran por las
consecuencias de muerte y destrucción.

El desorden de los seres humanos que actúan de este modo, se proyecta mediante
vibraciones espirituales inarmónicas hacia el error, propiciando, el acercamiento de
estos grupos espirituales de gran atraso espiritual.

Grupos espirituales en el error


con experiencia de vida humana

Todos los grupos espirituales en el error sin experiencia de vida humana, se


comunican con otros grupos espirituales integrados por espíritus que se
desprendieron de los primeros grupos mencionados, para encarnar por primera vez
y no lograron la evolución espiritual necesaria para que los pudiera vincular al Bien.

Estos grupos espirituales con experiencia de la vida humana se mantienen en


comunicación espiritual con los que no tienen experiencia, por las tendencias
semejantes y el tenor de sus vibraciones espirituales.

A su vez, se relacionan directa o indirectamente, con los encarnados del mundo


cuando se dan situaciones de perturbación espiritual que les haga posible esta
comunicación. Su acercamiento incrementa la debilidad de los seres humanos al
desviarse éstos, de la senda que los conduciría hacia su Redención.

Estos espíritus en el error utilizan el atributo Inteligencia como expresión de


astucia y son terminantes en su accionar, tornándose difícil oponérseles, pues se
apoyan en las debilidades de los seres humanos.

Cuando realizan una acción colectiva en grupos humanos, influyen a través del
sistema Mente de las personas, para hacer llegar vibraciones espirituales que
proyectan una intencionalidad determinada, a fin de someterlos a sus designios.

Hay múltiples tendencias espirituales, pero todas ellas están relacionadas con la
experiencia que adquirieron los integrantes de los grupos espirituales durante su vida
humana.
Por ejemplo:

 Tendencia espiritual hacia la dominación fanática que apoyaron a creencias e


ideologías no amparadas por El Bien, con el fin de someter a los pueblos.

Los grupos espirituales que la sustentan tuvieron directa relación con la


denominada “bestia apocalíptica” (2) grupo de espíritus que se ubicó en el
interior del planeta Tierra, cuando se produjo la formación de la materia y del
56
universo, para mantener el nexo de comunicación con los seres que allí
encarnarían. Así planeaban destruir cualquier posibilidad de Redención.

(2) Véase Basilio, Pedro y otros, De la Creación a la Desencarnación, Capítulo 4 Camino Evolutivo
de las Partículas Espirituales, Planeta Tierra, pág. 92, Buenos Aires, Asociación Escuela Científica
Basilio, 2003. También ediciones posteriores.

Sin embargo, infinidad de espíritus reencarnan y evolucionan, pese a la acción


de este grupo espiritual, que se muestra irreductible por la negación que sostiene a
reconocer los Ordenamientos Espirituales.

Este grupo espiritual se unió, durante siglos, con el grupo espiritual en el error
con experiencia humana que se relacionaba con los que no la tenían, pero que
contaba con su misma inclinación hacia la dominación.

No obstante, la labor espiritual realizada por los cofundadores de la Escuela,


con los primeros discípulos de Jesús, permitió que se interrumpiera ese nexo de
comunicación.

Como consecuencia, los seres humanos liberados de tal perturbación espiritual y


con la ayuda del Bien, pudieron generar su propia energía espiritual y encauzar el
proceso el proceso evolutivo de la Humanidad.

Esta tendencia espiritual es la que sostienen algunos dirigentes religiosos que


desvirtuaron los Ordenamientos de Dios, imponiendo el temor y el fanatismo, jueces
venales que no aplicaron justicia a sus fallos, abogados que defendieron la falsedad,
seres humanos que aplican la hipocresía, la avaricia y el egoísmo, entre otras cosas.

 La tendencia espiritual que propicia la práctica de adicciones en las


diversas modalidades posibles.

Estos grupos espirituales tienen gran ascendiente entre las unidades


espirituales encarnadas porque su acercamiento acentúa en los seres humanos la
realización, en forma compulsiva, de las más variadas y novedosas adicciones.

Se apoyan en las posibles debilidades de un ser humano, y proyectan hacia él


intensas vibraciones espirituales que afectan no tan solo al espíritu sino también a
los componentes espirituales: Vínculo de Fluido Espiritual, sistema Mente y
Pericuerpo.

Restan energía espiritual a la unidad encarnada, para que se vea


imposibilitado de rechazar tales tendencias sugeridas.

Cuando accionan sobre la niñez aprovechan su indefensión para que sufran


la experiencia dolorosa del abuso deshonesto o violación, cuando no, la muerte a

57
manos del victimario que percibía las nefastas vibraciones espirituales del error,
sumado a su propia debilidad, razón por la que es responsable.

Propicia prácticas sexuales aberrantes, incita a la drogadicción, al juego


compulsivo, al alcoholismo, a la explotación de la niñez, a la tortura, violadores,
etc.

 Tendencia espiritual hacia la confusión acerca de la realidad de la existencia


del espíritu con el fin de dominar por medio de la ignorancia espiritual del ser
humano.

Esta tendencia se manifestó en las mancias en el pasado, involucrando a


magos, nigromantes, sibilas, pitonisas, interpretes de señales observables en las
vísceras de animales sacrificados a los dioses, etc.

En el presente resurgieron con nuevas formas, adaptadas a la modernidad


como los que promueven la adivinación, superdotados, además de curanderos, y
otros que utilizan el engaño como modo de estafar a sus víctimas.

Estas prácticas, recompuestas para ser aceptadas sin temor, buscan


satisfacer las inquietudes espirituales de los seres humanos, ofreciéndoles una
inmediata respuesta mágica, envuelta en una nebulosa de esoterismo.

Estas tendencias ocupan espacios en los medios masivos de comunicación,


sembrando confusión e ignorancia espiritual.

No reconocen la existencia del espíritu y la realidad de la mente, pese a


valerse de esos conocimientos en sus practicas, y las tergiversan al servicio del
error.

 La tendencia espiritual hacia la dominación en los órdenes social y político.

Se caracteriza por el cercenamiento de la libertad del espíritu reencarnado al


que se busca captar con promesas de ideales que difícilmente lleven a cabo sus
dirigentes materiales.

Patrocinan a los gobernantes que engañan y coartan la libertad de sus


comunidades, propiciando la rebeldía de los afectados por la aplicación de
sistemas dirigentes injustos que impiden el progreso y adelanto de los pueblos.

En síntesis:

Podría definirse que los grupos espirituales en el error sin


experiencia de vida humana son las agrupaciones iniciales que siguen

58
proyectando vibraciones espirituales hacia los que tienen experiencia y
que sostienen las mismas tendencias equivocadas.

La diferencia entre ambos grupos es que los iniciales no pueden plasmar las
alternativas de la vida humana y las diferentes formas en que el error puede
manifestarse en ella.

Por ese motivo, los grupos espirituales sin experiencia humana no pueden
accionar directamente sobre el plano material, pero utiliza a los que tienen
experiencia y responden a sus debilidades, par proyectar sus tendencias hacia el
ser humano.

Por su parte, los grupos espirituales en el error con experiencia de vida


humana son el conjunto de espíritus en el error que realizan una acción
perturbadora sobre el ser humano proclive a las prácticas de las mismas
imperfecciones que ellos sustentan.

Cada grupo espiritual con experiencia de vida humana mantiene un nexo con
el grupo espiritual respectivo sin experiencia, donde tuvo su origen el error.

Los seres que no logran un nivel de reparación adecuado para ingresar al


Bien, vuelven a integrar los grupos espirituales con experiencia de vida humana,
donde deben aportarles las experiencias que acumulan en cada reencarnación,
produciéndose así una permanente actualización en la practica de las debilidades
específicas.

Por ese motivo, en la actualidad los grupos espirituales no se encuentran


perfectamente definidos en unas u otras tendencias, evidenciándose una
reacomodación general.

Hay grupos espirituales que sustentan más de una tendencia, así como los
humanos tienen más de una debilidad.

Las tendencias de los grupos espirituales en el error siempre tratan de


entorpecer el propósito de evolución espiritual de los que se encuentran en la
etapa material.

Aclaración espiritual

En la Escuela, no es posible solicitar el arrepentimiento de un grupo


espiritual sin experiencia de vida humana, sino que corresponde liberar con
elevación espiritual y en conexión con El Bien, para que deje de perturbar a los
seres reencarnados el grupo espiritual de los que ya han encarnado.

Cada espíritu encarnado procedió de un grupo espiritual sin experiencia de


vida humana del que se desprendió para encarnar por primera vez.
59
Sin embargo, si no logró evolucionar espiritualmente en razón de las
diferentes tendencias equivocadas que pudo haber practicado en las distintas
vidas humanas, puede estar relacionado con otros grupos espirituales además de
los iniciales y así estar comprometido con más de una debilidad.

Por ese motivo, el espíritu reencarnado logra modificar los grupos


espirituales sin experiencia de vida humana cuando se arrepiente de practicar
dichas tendencias y comienza a reparar sus propios errores. Al hacerlo mejora su
estado espiritual. La vibración espiritual de los atributos se va tornando cada vez
más armónica y logra relacionarse con El Bien.

Los espíritus encarnados que se encuentran en un proceso de evolución


espiritual, amparados por El Bien, por su Guía Espiritual personal, ya no están
vinculados con esos grupos espirituales o lo hacen en menor medida, porque están
tratando de superar sus tendencias equivocadas.

Idea gráfica de los distintos


grupos espirituales en el error
en relación con el universo y el planeta Tierra

El espíritu intuye, acciona y se comunica a través de sus vibraciones


espirituales, porque estas constituyen su lenguaje y acción.

El espíritu reencarna, a fin de reparar la totalidad o parte de sus tendencias


erróneas y lograr adquirir la experiencia humana que le permita superar el error
que hay primero en si mismo y luego colaborar para que los otros también tengan
la energía espiritual para lograrlo.

60
En general, al producirse la desencarnación (3), el espíritu que ha logrado el
adelanto espiritual necesario, adquiere noción inmediata de su estado espiritual, a
través de las experiencias grabadas en su atributo inteligencia. En algunos casos,
lo vislumbra antes de desencarnar.

Esto, unido a los sentidos materiales le permiten tomar conciencia de su


situación, amparado por su Guía Espiritual personal y algunos espíritus del Bien
como los que fueron tal vez sus familiares más directos, que se acercan para
orientarlo espiritualmente.

Estos espíritus no retornan a los grupos espirituales en el error, sino que


pasan a ser orientados por los espíritus de la Obra, para continuar su proceso
evolutivo espiritual. Algunos deciden reencarnar, pero otros no.

Luego, cuando logra el adelanto espiritual necesario da comienzo a la tarea


de orientar a los que aún persisten en el error. Se obtiene así un doble beneficio, el
espíritu deja de integrar los grupos espirituales e inmediatamente pasa a cumplir
las acciones que El Bien le sugiere.

Ese espíritu irá logrando el equilibrio en la vibración espiritual de sus


atributos, hasta la purificación.

Sin embargo, los que durante su encarnación no han superado las


debilidades, acrecentando sus errores, se vinculan con los grupos espirituales en el
error acorde a las mutuas tendencias sustentadas.

Una vez allí, el sufrimiento se produce por el deseo de hacer realidad lo que
anhelaba cuando encarnado; en la imposibilidad de concretarlo e insistiendo en
pretender hallar satisfacción en sus debilidades, trata de ubicar a un reencarnado
que resulte proclive a practicar sus inclinaciones. Si en la vida material fue afecto
al juego, influye sobre el reencarnado para arrastrarlo hacia esa debilidad, y
procura obtener, con ello, una vibración espiritual que lo satisfaga.

El espíritu en el plano espiritual, no experimenta las sensaciones de la


materia. Por eso los grupos espirituales del error trazan planes de gran
envergadura, sin percibir ningún cansancio. Elaboran planes que requieren,
tomando como parámetro el tiempo material, de siglos para su realización.

De esta manera, el asedio hacia los encarnados puede llevar un tiempo


espiritual inimaginable, hasta que consiguen lograr o no el objetivo propuesto. Por
ejemplo, al acercarse un grupo espiritual que quiere influir sobre un encarnado
para que adquiera el hábito de la bebida, comienzan intuyendo en su mente el
deseo de beber, apoyándose, tal vez, en alguna tendencia propia de ese espíritu. Le
facilitan luego, las oportunidades necesarias para adquirir la bebida, dinero, y
amistades con la misma inclinación.

61
La ciencia espiritual permite conocer y comprobar la forma en que actúa el
grupo espiritual en el error para lograr que el ser humano practique las
tendencias por ellos experimentadas.

Es posible que lo arrastre al desvarío, a inclinarlo hacia desórdenes que le


acarrean enfermedades físicas y a estados de degradación moral y espiritual.

Los objetivos que persigue el grupo espiritual en el error son: alejarlo del
cumplimiento de su reparación y percibir las vibraciones espirituales relacionadas
con las sensaciones que produce, en este ejemplo, el hábito de beber. Al no
experimentar la satisfacción de un cuerpo humano, porque el espíritu carece de
ella, el grupo espiritual busca otras víctimas, con el desacertado propósito de
sosegar sus inclinaciones.

El procedimiento seguido por el grupo espiritual en el error correspondiente


a este ejemplo, se repite en el arraigo de tantas otras debilidades practicadas por
la humanidad.

El asedio descripto puede alcanzar a todos los reencarnados, de acuerdo al


estado espiritual de los mismos.

Este tema referido a los grupos espirituales también será ampliado en otros
textos institucionales, además de la bibliografía ya referida como nota al pie en
este libro.

Capítulos 5

El Destino y La Reparación

¿Qué es la Reparación?

¿Qué es el Destino y en qué


se diferencia de la reparación?

¿Qué es la Reparación?

62
Sobre sufrimiento, destino y reparación, muchas teorías se han escrito. Tanto
la filosofía como las distintas religiones han desarrollado toda una concepción
sobre el tema, analizando las diferentes alternativas desfavorables por las que
atraviesa el ser humano.

Por otra parte, resulta inexplicable el sufrimiento de quién ha hecho bien en


su vida y recoge dificultades; así como tener que sobrellevar las disminuciones
físicas con las que nacen algunos seres, las que los inhiben en su vida de relación
durante todo su pasaje terrenal. Ellos, sin haber tenido siquiera la oportunidad de
hacer el Bien soportan los inconvenientes de una o varias malformaciones físicas.

Algunos señalan a Dios como responsable de una situación que, en su


ignorancia espiritual no pueden explicar.
Expresan a veces con resignación o rebeldía: Dios lo quiso así. Es el destino. Qué
injusto es Dios.

La Escuela Científica Basilio, a través de la Enseñanza Espiritual que elaboró


y sigue transmitiendo Jesús de Nazareth, explica al respecto lo siguiente:

La reparación es un Ordenamiento Espiritual que se manifestó luego de la


desviación de los espíritus, funciona como un proceso depurador para todos los
espíritus que nos alejamos del Creador.

No implica sufrimiento, permite el retorno a la vibración espiritual de


perfectibilidad primigenia y respeta el libre albedrío de los espíritus, dándoles la
posibilidad de encarnar o reencarnar o cumplir este proceso en el plano etéreo.
Las partículas espirituales también participan de este proceso evolutivo,
orientadas por el Bien.

El sufrimiento se estableció desde el momento en que los espíritus dejaron de


vibrar en armonía con sus atributos de creación.

La reparación conlleva la necesidad de desprenderse de los grupos


espirituales en el error y vencer las propias debilidades, experimentando en cada
etapa que se va superando una mayor evolución y bienestar espirituales que se
acrecienta gradualmente hasta llegar a la felicidad, cuando la recuperación se ha
cumplido.

Para hacer el bien hace falta intención de amor y capacidad de entrega.

Un espíritu que recién se predispone a reparar no puede vislumbrar con


claridad, debido a su estado espiritual aún perturbado, lo que implica ese proceso
depurador, solo quiere dejar de sufrir, porque el accionar dentro de la practica
del error le produce experiencias de sufrimiento, miedo, sometimiento, rebeldía,
pactos y alianzas. En este estado es muy difícil que el espíritu realice una toma de
conciencia acerca del modo de practicar el bien; solo desea sentirse bien.

63
Cuando comienza con esfuerzo a realizar acciones de bien es cuando va
clarificando con comprensión el sufrimiento propio y el ajeno; manifiesta el sentir
fraterno hacia su hermano, por las experiencias obtenidas en ese proceso de
depuración.

Durante este proceso y, en forma paulatina, el espíritu asume un mayor


compromiso con El Bien, según mejore su estado espiritual. Este compromiso
prevalece aún finalizada su reparación. Entonces su tarea espiritual se transforma
en misión.

Cuando La Redención se haya cumplido solo habrá acciones a realizar como


dinámica del proceso de perfectibilidad.

Con la reparación retomamos es estado vibratorio primigenio de armonía


espiritual.

¿Porqué la reparación no implica sufrimiento?

Porque no proviene de un Creador omnipotente que determine o imponga la


forma de reparar.

Dios no castiga ni siquiera juzga a sus hijos, siempre deja abierta la


posibilidad de enmienda. No existen las penas eternas porque la salvación es una
realidad de todos los espíritus y partículas en el error, a través del proceso de
Redención guiado por Jesús de Nazareth, El Redentor.

La imagen del Creador no se corresponde con aquella a la cual los


reencarnados están acostumbrados, de un Dios que impone un destino aciago para
unos y de bienestar para otros.

Las diferencias en el modo de reparar son consecuencia del accionar erróneo


del espíritu en otras vidas o en el nivel etéreo, o de situaciones posibles en toda
vida humana.
Por ello la doctrina de La Escuela explica y hace comprensibles esas
diferencias que parecieran una desigualdad, pero que no lo son.

El Bien orienta al espíritu que va a reencarnar decidir el modo de reparar,


utilizando su libre albedrío.

La Enseñanza Espiritual profundiza, investiga, devela lo oculto, lo mítico, lo


misterioso, con el propósito de que el ser humano comprenda las causas de tener
una reparación.

64
El conocimiento del sentido final
de la reparación,
que es facilitar el proceso evolutivo del espíritu,
le permite a éste afrontar su reparación
con mayor comprensión
y menor sufrimiento.

¿Qué es el destino y
en que se diferencia de la reparación?

Cuando el espíritu encarna por primera vez, no tiene experiencia de vida


humana. Por lo tanto, asume su reparación y acepta la orientación del Bien acerca de
ciertas posibles alternativas, como por ejemplo el tener un sexo determinado en su
próxima vida humana.

El propio espíritu se destina la tarea de reparar


para buscar su evolución espiritual.

En consecuencia, decimos que ese espíritu encarna con un destino, como parte
de su reparación, porque no tiene experiencias que le permitan decidir ciertas
cuestiones humanas.

En otras reencarnaciones, como ya tiene experiencia humana, puede decidir las


alternativas posibles y continúa con su proceso de reparación.

Entonces, por destino entendemos aquellos condicionamientos de la vida


humana que el espíritu acepta orientado por El Bien, cuando encarna por primera
vez, y le es muy difícil modificar.

Esos mismos condicionamientos, que explicamos mas abajo, estarán en otras


reencarnaciones, pero como ya contará con experiencia humana, podrá efectuar una
toma de decisión respecto a ellos.

El espíritu acepta el destino


de buscar su evolución espiritual,
acorde a su proceso de reparación.
65
Cuando el espíritu encarna por primera vez,
tiene un destino como parte de su reparación.

En las sucesivas reencarnaciones,


continúa su proceso de reparación,
pero ya no tiene destino porque decide por
sí mismo ciertas alternativas de la vida humana.

También la reparación puede ser cumplida sin encarnar, lo que indica además,
una toma de decisión por parte del espíritu.

La Escuela Científica Basilio explica que tanto en el caso de que el espíritu


encarne por primera vez con una reparación y un destino aceptado por el espíritu, o
que reencarne para continuar con el proceso de reparación, ambas pueden implicar:

 Sexo
 Raza o etnia
 Disminución física

Sexo: los conocimientos de la ciencia humana nos indican que el sexo es heredado.
Un determinado par de cromosomas fija nuestro sexo.

Recordemos que cada célula de un organismo superior está formado por el


citoplasma, que contiene numerosas estructuras pequeñas. Este material
citoplasmático envuelve un cuerpo prominente denominado núcleo. Cada núcleo
tiene cierto número de cromosomas.

Cromosoma es el nombre que recibe una diminuta estructura formada por


ácidos nucleicos y proteínas presente en todas las células vegetales y animales.
Varían en forma y tamaño y por lo general se presentan en parejas.

El cromosoma contiene el ácido nucleico, ADN, que se divide en pequeñas


unidades llamadas bases químicas, las que forman los genes. Éstos determinan las
características hereditarias de la célula u organismo.

Las células de los individuos de una especie determinada suelen tener un


número fijo de cromosomas. El ser humano tiene 23 pares de cromosomas.

66
En estos organismos, las células reproductoras tienen por lo general solo la
mitad de los cromosomas presentes en las corporales o somáticas. Durante la
fecundación, el espermatozoide y el óvulo se unen y reconstruyen en el nuevo
organismo la disposición por partes de cromosomas; la mitad de estos
cromosomas procede del padre, y la otra mitad de la madre.

El sexo está determinado por la acción de una pareja de cromosomas.

Una mujer tiene 23 pares de cromosomas, XX, y los componentes de cada par
son muy similares. Sin embargo, un varón tiene 22 pares iguales de cromosomas,
XX, y uno con dos cromosomas diferentes en tamaño y estructura, XY.

Hay 22 pares de cromosomas semejantes en mujeres y hombres. El resto de


los cromosomas se denominan cromosomas sexuales, en ambos sexos.

En las mujeres los dos cromosomas sexuales idénticos se llaman cromosomas


X. En el hombre, uno de los cromosomas sexuales es también un cromosoma X,
pero el otro, más pequeño, recibe el nombre de cromosoma Y. Cuando se forman
los gametos, cada óvulo producido por la mujer contiene un cromosoma X, pero el
espermatozoide generado por el hombre puede contener un cromosoma X o uno
Y.

La unión de un óvulo, que siempre contiene un cromosoma X, con


un espermatozoide que también contiene un cromosoma X, origina un
cigoto con dos X: un descendiente femenino.

La unión de un óvulo y un espermatozoide con un cromosoma Y,


da lugar a un descendiente masculino. (Así queda determinado el sexo)

Todas las células que componen un ser humano derivan de las


divisiones sucesivas de esa única célula, el cigoto, que se forma a partir
de la unión de un óvulo y un espermatozoide.

Venerable Eugenio Portal (Cofundador de la Escuela) dejó escrito en forma


explícita que “el hombre como la mujer son iguales a los ojos de Dios y de Jesús”.
Por este motivo, la Escuela admite que las tareas espirituales sean conducidas
indistintamente por el hombre o la mujer.

Si bien el sexo es una circunstancia de la vida material, hombre y


mujer son espíritus iguales ante Dios.

Encarnan y reencarnan con un determinado sexo, no por castigo del Creador,


sino porque éste a través de los Ordenamientos Espirituales ofrece al espíritu esa
alternativa, la más favorable para concretar su reparación en una vida humana.

67
Entendemos que el destino es
una forma inicial
de comenzar el proceso de reparación.

El espíritu no tiene sexo. Pertenecer a un sexo u otro no implica superioridad.


Como ejemplo podemos dar a los Redentores.

Siendo ellos espíritus de Luz encarnaron voluntariamente para cumplir una


misión, y con diferente sexo. Venerable María continúo dirigiendo el
Ordenamiento Espiritual de La Procreación y Venerable José el de la Evolución,
siendo Jesús de Nazareth, Guía Espiritual de la Enseñanza Espiritual y El
Redentor.

El ser hombre o el ser mujer implica cumplir roles diferentes en la sociedad.

La mujer, por su condición de tal, deberá plantearse en algún momento de su


vida la posibilidad de ser madre. En general gestar vida, cuidar y orientar al niño
que nacerá en una familia y en muchas circunstancias también, junto a su
compañero, ayudar al sostenimiento de la economía familiar.

Aclaración:

El Ordenamiento Espiritual de la Encarnación y Reencarnación funciona


interrelacionado con el Ordenamiento Espiritual de la Reparación.

Ambos, están sustentados en la labor de los espíritus de la Obra, que orientan


a los espíritus en proceso previo a la encarnación o reencarnación. Les sugieren
aceptar o decidir tener un sexo determinado como factor más propicio para
facilitar su reparación y evolución espirituales.

Con la ayuda del Bien, el espíritu que aceptó encarnar o reencarnar, toma
conciencia de los errores cometidos, utilizando el atributo inteligencia. Reconoce
su compromiso espiritual a través de una facultad del mismo atributo: la memoria
espiritual, que contiene la experiencia de su accionar globalizado. Así ocurre
porque El Bien no se impone sino que propone en libertad.

Como hemos visto en los párrafos anteriores, el sexo es heredado. Depende de


la unión de los gametos (óvulos y espermatozoides) y los cromosomas de éstos.

Las Leyes de la Naturaleza rigen el funcionamiento de todos los procesos de


la vida materiales. Por lo tanto, es espíritu (sin materia) no puede, por si y por su
68
misma condición etérea alterar ni cambiar ninguna de las Leyes Naturales
conocidas o por conocer involucradas en lo que englobamos como Química,
Biología, Física, etc. No puede accionar directamente sobre la materia.

Una vez que el espíritu acepta o decide tener determinado sexo, procede a
buscar un embrión que le permita cumplir con su reparación.

Recordemos que las partículas espirituales dirigentes principales de las


células germinales humanas, óvulo y espermatozoide, por su alto grado de
especialización, al unirse o formarse el huevo o cigoto, a causa de la fecundación,
emiten vibraciones espirituales hacia el plano espiritual, buscando el acercamiento
de un ente espiritual, ya que se inicia el proceso biológico de formación de un ser
humano.

Esto se produce porque el espíritu necesita de la base material de un embrión


para encarnar y se va a acercar a la espera del octavo día para unirse a él; y el
embrión requiere de la conducción del espíritu para concretar las distintas etapas
evolutivas de su desarrollo espiritual.

Este proceso del embrión es conducido, mientras tanto por las partículas
espirituales dirigentes principales de ambos gametos, debido a su experiencia
espiritual, provenientes del padre y la madre, que aportan cada uno la mitad de la
carga genética que conlleva el embrión; luego se irá produciendo la encarnación,
en los núcleos de otras células, de partículas espirituales dirigentes subordinadas a
las principales, a medida que se reproduzcan las células del embrión.

Al principio, estas nuevas partículas espirituales subordinadas provendrán del


pericuerpo de la madre, porque su cuerpo contiene al embrión, siendo dicho
pericuerpo el portador del Fluido Espiritual Vital donde se almacenan aquellas
partículas espirituales que luego encarnarán como dirigentes de las células del
organismo humano.

También es el pericuerpo de la madre gestante el que ejerce la función de


escudo protector que previene la penetración espiritual del error, hacia ella y el
futuro hijo.

Luego que el espíritu se haga cargo del proceso espiritual, aproximadamente


al octavo día de la fecundación, será él, el responsable del aporte de nuevas
partículas espirituales dirigentes que tendrán un periodo de adaptación, antes de
encarnar en ese embrión, en el pericuerpo de la gestante. (No mencionamos aquí
los casos especiales de fecundación o reproducción que requieren explicaciones
complementarias.)

El espíritu que ha aceptado o buscado un embrión, también lo ha hecho


respecto a los padres y la familia (lo aclararemos en el ítem siguiente).

69
Iniciando o continuando su proceso de reparación,
se unirá al embrión a través de un Vínculo
de Fluido Espiritual, al octavo día aproximadamente
de la fecundación, a condición excluyente
que ese embrión se haya podido implantar
en el útero materno.

Entretanto permanece expectante del proceso material, proyectando


vibraciones espirituales de sostenimiento hacia ese principio de vida. Si por
cualquier motivo dicho proceso se viera truncado el espíritu se aleja
definitivamente y el embrión no logrará concretar su vida espiritual.

En el caso de implantarse el embrión en el útero,


aproximadamente al octavo día de la fecundación,
el espíritu se une a él, encarna, e inmediatamente
conforma los componentes etéreos:
el sistema Mente, el Vínculo de Fluido Espiritual
y el Pericuerpo.

Las partículas espirituales con las cuales se conforman los componentes


etéreos, son afines a la idiosincrasia del espíritu encarnado, y se encuentran en
estado evolutivo, orientadas por El Bien. Las más adelantadas conforman la
mente.

Las que van encarnando por medio de filamentos de Fluido Espiritual


como partículas espirituales dirigentes de células, órganos, aparatos y sistemas
del cuerpo biológico también pertenecen a grupos espirituales que,
arrepentidos, están orientados por El Bien. El espíritu busca que sean afines a
él.

También le es asignado por El Bien un Guía Espiritual personal que


refuerza las decisiones que toma el espíritu, cuando están bien orientadas; no se
impone; por lo tanto apoya a la buena distribución de las partículas espirituales
que la unidad directriz realiza.

Las partículas espirituales que van a animar las diferentes estructuras del
cuerpo biológico como así también las que integran los componentes etéreos, ya
70
tienen experiencia en anteriores reencarnaciones, son partículas con
experiencia en cada una de las tareas a cumplir y con un estado evolutivo
adecuado.

A través de los alimentos que ingiere la madre y otros elementos que ésta
provee, como el oxígeno, el embrión y luego el feto, van desarrollándose. Con
esos elementos también ingresan a él, y encarnan, en la conformación del
pequeño cuerpo, partículas espirituales del Fluido Espiritual Universal. De la
buena alimentación materna dependerá la buena salud del niño por nacer y el
desarrollo normal de su cuerpo, así como el equilibrio en la composición
espiritual del mismo.

Conclusión:

El espíritu que decide encarnar o reencarnar busca la base material de un


embrión que le permita cumplir con su reparación.

Ya indicamos que el sexo es considerado una alternativa de la reparación


para el conocimiento espiritual.

Unido ya a ese embrión, el espíritu encarnado por propia decisión y


orientado por El Bien, aporta las partículas espirituales necesarias para los
componentes espirituales y dirigentes principales (órganos) y subordinadas
(células), de acuerdo a su estado espiritual.

A su vez la madre, permite la gestación de ese cuerpo biológico acorde a las


Leyes Naturales, proveyendo los elementos necesarios a través de la
alimentación, etc. Por medio de los cuales se produce un recambio etéreo de las
partículas espirituales que están conformando el cuerpo humano del ser por
nacer, mediante el aporte de partículas espirituales también del Fluido
Espiritual Universal.

Aclaración:

El concepto que conlleva la palabra sexo esta vinculado a determinantes


de índole biológicos. En este libro no se aborda la temática relacionada con el
género que remite a factores psicológicos y sociales, en principio.

Raza o etnia: Aportamos algunos conceptos que, desde la óptica humana se


refieren al tema. La idea de raza que tienen los seres humanos es más una
construcción social, que una realidad biológica.

Raza es un término que se utiliza para clasificar a la humanidad de


acuerdo con características superficiales físicas y de herencia común.

Todas las razas pertenecen a una única especie biológica. Homo Sapiens, y
solo muestran pequeñas variaciones genéticas, Homo Sapiens, y solo muestran
pequeñas variaciones genéticas.
71
El término raza es polémico por la aplicación de ciertas nociones de
superioridad que lleva asociadas. La raza constituía la justificación para el
sistema de apartheid en Sudáfrica y para el comercio de esclavos, y se ha
utilizado como justificación para someter a grupos sociales a persecuciones.

Como concepto biológico, la raza era más evidente cuando las diferencias
se referían a los rasgos morfológicos como la pigmentación de la piel, el cabello,
la forma de la nariz y la estructura corporal. La clasificación de las razas
dependía de una combinación de factores geográficos, ecológicos y
morfológicos.

La aparición del análisis genético demostró que las variantes genéticas


eran diferentes a tales delimitaciones y permitían a las razas entremezclarse a
través de formas intermedias.

El flujo genético entre las poblaciones humanas hace que las fronteras
raciales sean más o menos confusas.

Los estudios acerca de los tipos de sangre o grupos sanguíneos humanos,


han aclarado algunas confusiones con respecto a la raza. En otras épocas las
donaciones de sangre sólo eran discriminadas por raza, negra y blanca. Hoy se
sabe que lo que interesa no es la raza del dador sino sus características
individuales.

La clasificación de las razas no puede estar basada en un único rasgo, ni


siquiera como el color de la piel, tan visible.

Para algunos investigadores, ante la dificultad al intentar clasificar las


razas, expresa que la especie humana carece de razas. Sin embargo para otros
existen poblaciones identificables.

Una de las ramas importantes de la antropología física la constituye el


estudio de los pueblos contemporáneos y de sus diferentes rasgos biológicos.
Gran parte de los estudios y discusiones de antaño se centraron en la
identificación, el número y las características de las razas principales.

A medida que se fueron desarrollando técnicas más perfectas para medir


el color de la piel y los ojos, la textura del cabello, el tipo sanguíneo, la forma
craneal y demás variables, la clasificación de las razas se fue complicando poco
a poco.

Los teóricos modernos sostienen que cualquier idea sobre las denominadas
razas puras o arquetipos ancestrales son engañosas y erróneas. Todos los seres
humanos actuales son Homo sapiens sapiens y descienden de los mismo
orígenes universales y complejos.

72
Los rasgos genéticos siempre han variado con la geografía según la
respuesta biológica de su adaptación al entorno, pero en cada región la herencia
genética produce una gama de variedades, tipos y combinaciones intermedias.

Por lo tanto, la asimilación de las personas a categorías según posibles


razas es más un planteamiento social y político que biológico. Los calificativos
asiático, negro, hispánico o blanco obedecen a definiciones sociales que
conllevan una gran mezcla de cualidades genéticas con características
culturales.

El racismo es un prejuicio basado en la raza. Se asume una actitud o


creencia que las personas de otras razas son inferiores, lo que implica un
tratamiento desigual hacia un grupo de población en base únicamente a sus
diferentes rasgos físicos o pautas de conducta.

Generalmente, se utiliza la palabra <<etnias>> como un sinónimo del


término “raza”. Sin embargo, hay una diferencia entre ambos vocablos, en
razón de que el término etnia implica factores más amplios como los culturales
que abarcan la nacionalidad, la religión, el lenguaje, tradiciones, etc. y también
factores biológicos.

Particularmente, la palabra “raza” implica los factores morfológicos


distintivos como la estatura, el color de piel, rasgos faciales, etc. Por lo tanto, es
un concepto que está vinculado con el de etnia..

Aclaración:

Para la doctrina de la Escuela, la raza, al igual que el sexo ya mencionado,


implican una alternativa de la reparación, la oportunidad más propicia para el
espíritu que va a encarnar o reencarnar.

No repetiremos la secuencia ya mencionada al hablar de sexo, pero


debemos aclarar que la unidad espiritual acepta o elije también cumplir su
reparación, buscando un embrión que satisfaga su decisión de encarnar de
acuerdo a lo que globalizamos con el concepto de raza.

Es espíritu en las diferentes dimensiones y niveles espirituales en donde


permanece, vibra en forma permanente, se comunica pero además no está solo.
Se agrupa de acuerdo a su estado espiritual, dentro de los diferentes niveles del
Bien o del error.

Por ese motivo, acepta la encarnación o reencarnación, como medio para


evolucionar, se acercan a él los espíritus de la Obra de la Redención, que
colaboran para que logre tomar conciencia de las ventajas de encarnar en una
familia, contexto social, religioso y cultural determinado, con las características
propias de una raza o etnia, acordes a su experiencia espiritual o, si la tuvo, la
73
de anteriores reencarnaciones y los errores cometidos, inclusive en el plano
espiritual.

El espíritu por encarnar al aceptar su destino personal, o decidir encarnar


en una raza o etnia, también acepta el desarrollo colectivo de los pueblos.

Por ese motivo puede asumir, con comprensión, muchos aspectos de los
que conocemos como discriminación o injusticias de la sociedad en la que se
convive. A pesar de ello, la evolución tanto espiritual como humana permiten
que se realicen las transformaciones necesarias para entender que todos los
espíritus somos hijos de Dios, el sentido de la igualdad y que ser diferentes, en
uno u otro aspecto no significa en absoluto ser superiores ni inferiores.

Disminución física: Como en los conceptos anteriores, transcribimos


algunas nociones del conocimiento humanos.

Las anomalías congénitas, también llamadas enfermedades congénitas son


todo fenómeno o enfermedad estructural o funcional presente en el momento
del nacimiento.

No debe confundirse con el término hereditario pues existen afecciones


congénitas que no son hereditarias y, a la inversa, existen alteraciones
hereditarias que se manifiestan mucho después del nacimiento.

El desarrollo embrionario y fetal puede ser alterado por diversos factores


externos como radiaciones, calor, sustancias químicas, infecciones y
enfermedades maternas. Estos agentes externos se llaman teratógenos (del
griego teratos, “monstruo” y genes, “nacimiento”). Las anomalías congénitas
también pueden ser causadas por una alteración genética del feto, o por la
acción conjunta de un agente teratógeno y una alteración genética.

Algunas anomalías genéticas presentan síntomas evidentes ya en el


momento del nacimiento. Pueden ser causadas por mutaciones de un gen, de
varios genes, (herencia poligénica), o por alteraciones cromosómicas complejas.
Muchas enfermedades se heredan de modo recesivo: ninguno de los padres
padece la enfermedad pero ambos son portadores del gen causante de ella.

Alrededor de un 10% de las anomalías congénitas están causadas por


factores externos. Se demostraron los efectos de la radiación por la gran
incidencia de malformaciones en los hijos de las japonesas embarazadas
expuestas a las bombas atómicas de 1945, así como en las gestantes sometidas a
radioterapia. El riesgo para el feto es menor en las radiografías utilizadas para
la elaboración de diagnósticos, no obstante, los radiólogos recomiendan realizar
solo las necesarias durante el embarazo.

Se creía que la placenta (órgano de unión del feto a la madre) era


una barrera protectora frente a sustancias químicas presentes en la
74
sangre materna. Este concepto condujo a finales de la década de los
cincuenta al nacimiento de muchos niños con focomelia (miembros
ausentes de forma total o parcial) debido a la utilización del sedante
talidomida. Otros teratógenos conocidos son el alcohol, los
anticonvulsivos, los quimioterapéuticos antineoplásicos (drogas
oncológicas), la cocaína, el ácido retinoico (tratamiento para el acné),
y algunos antibióticos: En 1955 se descubrió en Japón una epidemia
de parálisis cerebral debida a que las embarazadas consumían
pescado contaminado con el producto industrial metilmercurio.

Diferentes infecciones padecidas por una gestante pueden


lesionar al feto. La más típica, la rubeóla, puede producir retraso
mental, ceguera y/o sordera en el recién nacido. La vacunación de
niñas y adolescentes evita que se produzca la infección durante los
embarazos futuros de esas mujeres. También hay otras infecciones
que pueden dañar al feto si se producen durante la gestación como el
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la varicela y la
toxoplasmosis.

Hoy en día no se conoce la causa de las dos terceras partes de las


anomalías genéticas. Se piensa que algunas malformaciones cardíacas
y de la columna vertebral son poligénicas, es decir, producidas por la
presencia simultánea de varios genes anómalos. Otras anomalías
congénitas parecen ser multifactoriales, esto es, producidas por genes
anormales que interactúan con agentes ambiéntales perjudiciales.

Algunas malformaciones se producen con más frecuencia en


padres de edades avanzadas; por ejemplo, el riesgo de que nazca un
niño con síndrome de Down se incrementa con la edad de los padres.
El síndrome de Down, antes llamado mongolismo, es una
malformación causada por una alteración del cromosoma 21 que se
acompaña de retraso mental moderado o grave.

La anomalía cromosómica causante de la mayoría de los casos de


síndrome de Down es la trisomía del 21, presencia de tres copias de
este cromosoma. Por lo tanto, las pacientes presentan 47 cromosomas
en vez de 46 (cifra normal del genoma humano) en todas sus células.
Esta anomalía es consecuencia de la fertilización de un óvulo
patológico de 24 cromosomas por un espermatozoide normal de 23
cromosomas.

75
Las anomalías genéticas, en medicina, son enfermedades
producidas como consecuencia de anomalías hereditarias de la
estructura genética.

Algunas alteraciones genéticas se manifiestan desde el


nacimiento, mientras que otras se desarrollan durante la infancia o
edad adulta.

Además de una causa congénita, algunos de estos procesos se ven


afectados por influencias ambientales como la dieta o el estilo de vida.
Los cambios genéticos que no son heredados (mutaciones somáticas)
pueden causar o contribuir a alteraciones como el cáncer. Algunas
alteraciones genéticas pueden beneficiarse de la terapia génica, que
existe gracias a la ingeniería genética.

Otras alteraciones genéticas son consecuencia de una mutación


en un solo gen. Esto puede alterar algún proceso metabólico o del
desarrollo y producir una enfermedad. Un ejemplo es el daltonismo.
Otros ejemplos de alteración de un solo gen son la distrofia muscular
de Duchenne, la hipercolesterolemia familiar (aumento del nivel de
colesterol), la hemofilia A, la talasemia, etc.

Aclaración:

La disminución física, desde el conocimiento espiritual es una


alternativa posible del proceso de reparación, en determinadas
ocasiones.

Como en los casos anteriores, el espíritu, orientado por El Bien,


acepta o decide esa alternativa y por ese motivo opta por el embrión
que, como hemos visto es portador de una alteración que dará como
resultado la manifestación de una anomalía en el niño/a por nacer.

Cuando el ente directriz se une al embrión, aproximadamente al


octavo día de la fecundación, lo hace habiendo tomado ya conciencia
de su reparación en esa materia, aún en gestación y lo acepta.

En base a ello aporta las partículas espirituales dirigentes


principales y subordinadas necesarias, acorde a la estructura
biológica en formación. Se entiende que, tanto la cantidad de esas
partículas espirituales como el estado espiritual de algunas de ellas
son diferentes a las que corresponden a estructuras biológicas sin las
anomalías citadas.
76
Algunas partículas espirituales dirigentes de las células no serán
necesarias ya que la deficiencia, según los casos, efectuará también la
cantidad normal de células que componen las diferentes estructuras
del cuerpo humano. El espíritu, ente inteligente, y El Bien solo
dispondrán las que correspondan a los fines de facilitar el desarrollo
espiritual de ese embrión, luego feto y futuro niño/a.

Solo representan destino, entendido como parte de la reparación


las anomalías que tengan origen exclusivamente en el embrión al
momento en que el espíritu se une al mismo, cuando encarna por
primera vez.

Por lo tanto, toda acción posterior, por descuido, accidente,


factores externos, etc., no representan destino.

Si son causa de malformaciones o anomalías y el espíritu las


acepta se podrá evidenciar un estado espiritual armónica y pacífico
en la unidad espiritual. No obstante si se rebela ante esa situación,
puede causarle enorme sufrimiento al no aceptar su encarnación o
reencarnación en un cuerpo biológico con esas deficiencias.

Una vez que el espíritu encarna o reencarna, los integrantes de


los grupos espirituales en el error con experiencia de vida humana, lo
presionarán constantemente a través de la mente, a fin de impedir
que evolucione porque si así fuera, perderían un practicante del error
que, como súbdito o dirigente, respondía a los planes del grupo
espiritual.

Esto explica las dificultades que deben afrontar los seres


humanos durante su pasaje terrenal, además de los accidentes de toda
índole que son la resultante del desenvolvimiento de la unidad
espiritual en el medio material.

Si en su tránsito por el mundo humano el ser no ha podido


apartarse de la práctica del error y acrecienta el mismo, El Bien no lo
condena pero deberá reparar para evolucionar.

Al desencarnar irá a integrar los grupos espirituales afines a su


tendencia errónea. Sin embargo, si reconoce el estado espiritual en
que se encuentra y el cúmulo de desaciertos, a través de la experiencia
grabada en su inteligencia, y decide aceptar la ayuda del Bien, podrá
liberarse de la dominación del error.
77
Comenzará una nueva encarnación o reparará en el plano
espiritual, según el grado de responsabilidad que haya asumido, y la
decisión del propio espíritu.

Transcurrido un lapso de aproximadamente 200 a 400 años,


periodo durante el cual trabajará guiado por El Bien, ambos de
común acuerdo con el espíritu y según la tarea a cumplir, las
variables del periodo, el ente etéreo vuelve a reencarnar para superar
las tendencias sustentadas en anteriores reencarnaciones.

El conocimiento de la reencarnación se remota al siglo V antes


que Jesús de Nazareth encarnara para dar cumplimiento a su Misión
Redentora.

Pitágoras, filósofo y matemático griego (-580 a -496 a. J.)


sustentó una teoría místico – religiosa que denominó, Metempsicosis o
transmigración de las almas y que hoy, superada, se conoce en la
Escuela como Ordenamiento Espiritual de la Encarnación y
Reencarnación.

Pitágoras encarnó 500 años antes de Jesús, en Grecia, natural de


Samos.

Sostenía que los espíritus encarnaban para saldar deudas de


anteriores reencarnaciones, causa de enfrentamiento constante del
hombre con su destino.
El único error de esta concepción trascendente fue el afirmar que aquellos
que degradaban su moral, reencarnaban en especies del reino animal, pues al
observar la inteligencia de los animales supuso la presencia en ellos de una unidad
reencarnada, dado que no conocía el fraccionamiento de los espíritus ni la
encarnación de las partículas espirituales para evolucionar y conformar de
nuevo la unidad; conocimiento éste que llegó siglos después canalizado por la
Enseñanza que transmite Jesús de Nazareth a través de la Institución.

78
Los sufrimientos inherentes a la vida material –accidentes, enfermedades,
pérdidas de seres queridos, hambre, miseria, guerra, movimientos telúricos,
cambios climáticos, injusticias y desencuentros- no están prefijados, ni están
destinados.
79
Muchas veces ante tanta adversidad, el ser en su desconocimiento decide
morir por su propia decisión.

Sin embargo, la Enseñanza que transmite El Maestro nos permite


reflexionar que ésa no es la solución, ya que aquél que interrumpe
voluntariamente su encarnación, continúa existiendo como espíritu y tendrá
que armonizarse en el plano espiritual o reencarnando nuevamente. Solo se
purificará cuando consiga extinguir por completo el error en si mismo.

El estado espiritual determinado por la desarmonía de los atributos, se


refleja en la vibración espiritual que emite cada espíritu.

Desde la conformación del embrión, una envoltura de Fluido Espiritual lo


rodea, llamada Pericuerpo.

El pericuerpo no reproduce los rasgos físicos, como ojos, boca u orejas,


sino que adopta la forma general del cuerpo biológico acorde a las diversas etapas
de una vida humana hasta la desencarnación del espíritu.

Es un escudo protector del espíritu, de los otros componentes etéreos, sistema


mente, Vínculo de Fluido Espiritual; protege también, a las partículas espirituales
principales y subordinadas de las estructuras biológicas del cuerpo humano, y los
contiene a todos dentro de sí.

Es el que en primer lugar, recibe las vibraciones espirituales provenientes de


los grupos espirituales en el error o de los mismos, seres humanos en los lugares de
trabajo, familia, etc; le sigue la mente a través del Vínculo de Fluido Espiritual.

El pericuerpo previene la sutil infiltración espiritual que intenta perturbar la


energía espiritual, por ejemplo, de las partículas espirituales dirigentes de células
u órganos.

Esta alteración del funcionamiento espiritual es relativa exclusivamente a la


tarea que cumplen en la conducción espiritual. Sin embargo, no se afecta el estado
espiritual de dichas partículas porque son muy evolucionadas.

La energía espiritual puede decaer y alterar el funcionamiento espiritual del


órgano que conducen las partículas espirituales dirigentes.

También puede ocurrir que esa energía espiritual del pericuerpo se “agote”,
es decir ese Fluido Espiritual Vital que compone el pericuerpo no abastece a la
propia unidad espiritual encarnada.

Por ejemplo, cuando el ser humano está atravesando el proceso físico


espiritual de la desencarnación, hay una menor cantidad de partículas espirituales
en el Fluido Espiritual Vital, porque en tales circunstancias ya no son necesarias.

Cuando el espíritu encarnado abandona su cuerpo por ejemplo en el sueño,


desmayo, estados de coma, administración de sustancias anestésicas, etc., el
80
pericuerpo continúa rodeando a la materia y el espíritu se mantiene vinculado por
el Vínculo de Fluido Espiritual.

Durante el sueño (o descanso de la materia) la unidad espiritual acciona


espiritualmente en el Bien o en el error.
Contribuye al aprovisionamiento de partículas espirituales para que cumplan
distintas funciones en el pericuerpo y en la composición espiritual del cuerpo.

En estas situaciones, la mente se mantiene en una función equidistante, alejada


pero no mucho del cerebro, pero unida por medio del Vínculo de Fluido Espiritual
y puede alertar al espíritu ante cualquier peligro que se cierna sobre el cuerpo
biológico, o ante ataques etéreos, en cuyo caso el espíritu retorna a su materia,
volviendo a la vida consciente (o vigilia)

Muchas veces el reencarnado se rebela por el color de su piel,


reniega de su sexo, o no acepta con comprensión el haber nacido con
una discapacidad cuando es motivada por la acción de terceros. Si es
parte de su destino o lo ha elegido como reparación, en cambio,
acepta la malformación antes de reencarnar sin rebelarse.

La ignorancia espiritual impide al ser humano, reconocer la


encarnación con las determinaciones citadas como un proceso
espiritual más para evolucionar. Así, en algunos países se sustentan
enfrentamientos raciales, como un distintivo repudiable y degradante
donde la fraternidad no es valorada sino menospreciada y se fomenta
la superioridad o inferioridad de los seres, según el color de piel.

81
Los grupos espirituales en el error que poseen una dinámica
distinta a la de los reencarnados, no descansa, y sus intentos de
interferir en la evolución espiritual y sobre todo en la reencarnación
de unidades y partículas espirituales es permanente. Por ejemplo,
propician el desarrollo de las enfermedades de transmisión sexual, las
adicciones, las guerras, la contaminación del planeta, al abandono de
la niñez, explotación y corrupción de niños y jóvenes, violación,
instigación al suicidio individual o en grupos sectarios, al colectivo,
manipulaciones genéticas, etc.

Jesús de Nazareth encarnó libre y voluntariamente para que su


misión despertara el amor en los seres que accionaban presionados por un cerrado
materialismo y para hacer conocer los Ordenamientos del Creador. Por su
condición de encarnado estuvo sujeto a las vicisitudes propias de la convivencia
material: agravios, injusticias, decepciones, satisfacciones, incomprensión, injurias
y calumnias.

Su existencia en el mundo material fue interrumpida alrededor de los 40 años,


por decisión de los seres humanos de esa época que lo condenaron a la pena capital
de morir en La Cruz.

El tormento infligido por los guardias, y el posterior martirio de la


crucifixión, evidenciaron que el error avasalla, impone, castiga, coarta la libertad
y agrava la responsabilidad de quién lo lleva a cabo.

El penoso martirio, que le produjo la desencarnación, por la acción del poder


de la época, no estaba destinado y tampoco puede considerarse reparación; su
estado espiritual, por ser espíritu de Luz, lo apartaba de estar comprendido por el
Ordenamiento Espiritual de la Reparación.

Surge entonces, la convicción inmediata de que es necesario


tomar conciencia, ubicarse dentro de los dictado de la razón, deponer
el egoísmo en aras d la fraternidad, desarraigar la vanidad, y
establecer con humildad la igualdad de nuestros derechos y deberes.

Solo así es posible cumplir con el destino o la reparación y


evolucionar. Los espíritus de la Obra siempre se encuentran
dispuestos a guiarnos y ayudarnos; solo es necesario que el ser
humano se predisponga y acepte el Bien, debiendo renunciar a los
intereses y egoísmos que han establecido el sufrimiento por milenios.

En la Edad Media, trataban de adivinar el destino localizando


estigmas, anormalidades de la piel, deformaciones del cuerpo. La

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presencia de ellas revelaba que el ser estaba signado por un destino
fatal, en un muchos casos lo condenaban a muerte.

En el Cercano Oriente, las tribus primitivas quemaban huesos


para el oráculo, pertenecientes a seres que habían muerto en forma
natural o accidental. De acuerdo con las espirales que dibujaba el
humo y la cantidad de cenizas, pronosticaban el destino.

Los caldeos, y luego los chinos, se especializaron en la


quiromancia, a través de la observación e interpretación de las rayas
y montículos de la mano pretendían conocer el destino.

La investigación del destino, a través de la astrología, fue por


milenios una práctica secreta de Oriente. Tuvo origen en Caldea de
allí se propagó a Egipto, Grecia, y Roma.

Los árabes la extendieron a distintos países durante la Edad


Media. De ese modo, los astrólogos obtuvieron permanencia oficial en
las cortes europeas. Suponían que la posición de los astros en el
momento de nacer establecía el destino de ese ser para toda la vida.

Antiguamente, era creencia generalizada la que consideraba que


el Hado desataba su furia, castigando sin piedad por medio de
pavorosos cataclismos que terminaban con continentes enteros. Según
Platón, los habitantes de la Atlántida se pervirtieron de tal modo que
los dioses decidieron castigarlos, haciéndolos víctimas de un
terremoto que sepultó la isla en el océano.

Hubo dos ciudades de la antigua Palestina, Sodoma y Gomorra,


que, según se cree, fueron destruidas por el fuego celestial a causa de
la depravación de sus habitantes. Ese lugar lo ocuparía hoy el Mar
Muerto.

Actualmente, el desconocimiento de la Ciencia Espiritual


propicia el oportunismo de aquellos que prometen milagros a cambio
de fama o intereses económicos. Se erigen en superdotados, capaces
de prever el destino.

Estos seres pretenden otorgar beneficios, superar enfermedades,


y hasta desatar venganza contra otros reencarnados, según la

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voluntad del cliente, son patrocinadas por los grupos espirituales en el
error, que responden a una tendencia que, finalmente los esclavizará.

REPARAR: significa corregirse, enmendar equivocaciones,


evolucionar.

DESTINO: forma parte del proceso de reparación, en los


espíritus que encarnan por primera vez.

REPARACIÓN: no es sinónimo de sufrimiento.

SUFRIMIENTO: es consecuencia de la falta de armonía del


espíritu que produce ausencia de comprensión de comprensión.

SUFRIR: no siempre demuestra evolucionar, y menos cuando


esto se elabora planificando dicho sufrimiento.

CASTIGARSE: no significa nada más que dolor, si se realiza


sobre nuestro cuerpo y SUFRIMIENTO cuando afecta al espíritu.

Quienes por confusión espiritual, creen “agradar” a Dios y para


ello buscan castigar su cuerpo con abstinencia – flagelaciones o
“promesas” que involucran ciertos “sacrificios” físicos que producen
“dolores y sufrimientos” deberían razonar si es eso lo que espera Dios
de sus hijos, ya que estos “sacrificios” no serán jamás los que les
permitirán percibir el Amor de Dios. (El Creador no castiga sus
hijos).

Es probable que existan quienes prefieren llevar a cabo este tipo


de “penitencias” voluntarias, buscando el “perdón de Dios”, pero que
no sean capaces de esforzarse para comprender a sus familiares y
amigos perdonándolos.

Los seres humanos que soportan “sufrimientos”, que no son


destinados o aceptados previamente a la encarnación, por ejemplo,
parálisis infantil por falta de vacunación, pueden no aceptar sus
atrofias musculares y parálisis transformándose en individuos
desarmonizados y en permanente estado de rebeldía.

Existen mayorías que reparan, evolucionan y a veces


experimentan dolores físicos, pero se alivian y decrece su sufrimiento
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debido quizás a la fe religiosa que practican, la cuál les ofrece
esperanza y consuelo.

La Reparación es un Ordenamiento Espiritual que facilita al


espíritu desarmonizado el reconocimiento y arrepentimiento de los
errores cometidos. Asimismo le permite desvincularse de los grupos
espirituales en el error a los que estaba vinculado y con la ayuda de
los espíritus de la Obra de la Redención, ingresar al Bien para
comenzar a realizar tareas espirituales que promuevan su evolución
espiritual.

Cuando, mediante la reparación logre en el transcurso del


tiempo espiritual, con esfuerzo y energía espiritual volver a vibrar en
armonía espiritual, habrá extinguido el error en si mismo, se
purificará retornando al estado espiritual primigenio de felicidad,
para volver a vincularse a Dios.

Epílogo

Luego de la lectura de los capítulos de este libro, cada hermano


podrá reflexionar si está en condiciones de responder, entre otras
cosas, las siguientes preguntas:

Si conocemos la presencia del Bien y el error ¿en qué situación


espiritual y humana estaré yo? El sentido de la vida humana ¿es tener
que sufrir para llegar a Dios? ¿Podemos reparar sin dolo? ¿Estamos
en condiciones de establecer la diferencia entre dolor y sufrimiento, y
entre sufrimiento y reparación?

Necesitamos de las enseñanzas de Jesús de Nazareth, El Maestro,


para conceptualizar la realidad espiritual, pues una mente sin
conocimientos espirituales, difícilmente pueda representar con
claridad, la dinámica de la Creación. Así, con el amparo del Bien,
cada uno de nosotros puede construir su propia representación
mental que se ira modificando a medida que nos propongamos
profundizar y actualizar lo que hemos aprendido, e incorporar
nuevos conceptos.

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Que este conocimiento espiritual estimule tu fe comprobada y que ella
permita el amparo del Bien.
Habrá otros libros, con diferentes temas, o con los mismos, pero
dados desde otra perspectiva, por eso, a modo de conclusión,
recordamos el lema de La Escuela:

Hacia Dios por La Verdad y La Justicia.

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