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1. LA PALABRA
a. Funciones de la palabra
b. El lenguaje de la amistad.
"En este estar uno frente a otro, la magia de la presencia se asocia al misterio y la
eficacia de la palabra y carga de encanto la más mínima expresión. (Rahner).
"Dos cosas son necesarias en este mundo: la vida y la amistad; Dios ha creado al
hombre para que exista y viva; he aquí la vida. Pero para que el hombre no esté sólo, la
amistad. Entonces la amistad es también una exigencia de la vida... Si no tenemos
amigos, nada en este mundo nos parece amable." (San Agustín).
Nuestro Dios no es un Dios mudo como otros dioses o ídolos que "Tienen boca y
no hablan" (Salmo 115,5), Nuestro Dios "Dirige su Palabra a los hombres" (Salmo
147,17ss). Dios invisible, movido por su gran amor, habla a los hombres como amigos,
trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía. (Cf. D.V.2).
El hombre se convierte así en un oyente de la Palabra, pues lo que lo hace
plenamente persona es la participación en el diálogo en que recibe la palabra eficaz de
los otros (y del Gran Otro) que lo interpela para que dé una respuesta en que se
manifieste plenamente como persona.
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d. Dios habla e interpela
Quien no toma en serio las palabras de alguien que habla, no toma en serio a la
persona que habla.
2. LA REVELACIÓN
EL HECHO de que Dios nos ha hablado y se ha dado a conocer ofreciendo los velos
necesarios para que el hombre puede acceder a su misterio.
EL CONTENIDO de sus mensaje, es decir, lo que ha dicho, la cualidad de esos velos.
Características de la Revelación
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Histórica: El hombre es esencialmente un hombre histórico, por eso la
revelación de Dios al hombre acontece en la historia.
Por amor Dios se ha revelado y se ha caída, les prometió la salvación (cf. Gen. 3,15),
entregado al hombre. De este modo da una y les ofreció su alianza. (Catecismo Católico
respuesta definitiva y sobreabundante a las 68 - 70)
cuestiones que el hombre se plantea sobre el Dios se ha revelado plenamente
sentido y la finalidad de su vida. enviando a su propio Hijo, en quién ha
Dios se ha revelado al hombre establecido una alianza para siempre. El Hijo
comunicándole gradualmente su propio es la Palabra definitiva del Padre, de manera
Misterio mediante obras y palabras. que no habrá otra Revelación después de El.
Más allá del testimonio que da de si en (Catecismo Católico 73 cf. nros. 50 -67)
las cosas creadas, se manifestó a nuestros
primeros padres, les habló y, después de la
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Historia de la Salvación 4
. El hombre, como oyente de la Palabra, debe entrar en ese diálogo, debe dejarse
interpelar por Dios y debe responder.
4. LA BIBLIA
La Biblia no cayó del cielo ya terminada, ella surgió en la vida del Pueblo de
Dios. Surgió como fruto de la inspiración divina y del esfuerzo humano. Quienes la
escribieron fueron hombres y mujeres como nosotros. Ellos pusieron por escrito lo que
había en el corazón de su pueblo, y en su propio corazón con el solo interés de prestar
un servicio a sus hermanos en nombre de Dios.
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Eran personas que formaban parte de una comunidad, de un pueblo en
formación, donde la fe en Dios y la práctica de la justicia eran, o debían ser, el eje
central de la vida. (2Tim. 3,16).
Preocupados por animar esta fe y promover esta justicia, ellos hablaban y
buscaban razones para explicar e instruir a sus hermanos, para criticar los abusos, para
denunciar las desviaciones, para recordar lo caminado y señalar nuevos rumbos.
Algunos escribieron sus palabras al pueblo, otros no sabían escribir, sólo sabían hablar y
animar la fe con su testimonio.
La Biblia nació de la voluntad del pueblo por ser fiel a Dios y a si mismo, de la
preocupación por no olvidar su pasado. (cfr. 1Cor. 10,11).
La Biblia nació sin nombre y sin firma. Sólo más tarde el propio pueblo
descubrió allí dentro la expresión de la voluntad de Dios y la presencia real de su
Palabra Santa. Dios había estado trabajando e inspirando desde el comienzo con su
Espíritu. La luz que descubre el tesoro de la Biblia es la resurrección de Jesús.
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En la Biblia Dios no sólo nos habla con un lenguaje humano, sino que nos habla
por medio de hombres, que inspirados por el Espíritu Santo pusieron por escrito todo lo
que Dios quería. (D.V. 11). Este carisma de la inspiración hace de Dios autor principal
de la Sagrada Escritura, que no anula, sino que eleva al autor humano.
La Biblia no es un libro de historia, por tanto no hay que ir a buscar en ella datos
de la ciencia histórica, ni tampoco es un libro de geografía no de biología ni de física.
La verdad que hay que buscar en la Biblia es la verdad que Dios quiso consignar para la
salvación nuestra. Por eso podemos creer que todo lo que afirma la Biblia en cada una
de sus partes respecto de nuestra salvación es cierto y no tiene error.
Dios es el autor de la Sagrada Escritura. "Las verdades reveladas por Dios. que
se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por la acción del
Espíritu Santo".
"La Santa madre Iglesia, fiel a la base de este modo, obrando Dios en ellos y por
de los apóstoles, reconoce que todos los libros ellos, como verdaderos autores, pusieron por
del Antiguo y Nuevo Testamento, con todas sus escrito todo y sólo lo que Dios quería.
partes, son sagrados y canónicos, en cuanto Como todo lo que afirman los
que, escritos por la inspiración del Espíritu hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el
Santo, tienen a Dios por autor, y, como tales, Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados
han sido confiados a la Iglesia. enseñan sólidamente y sin error la verdad que
En la composición de los libros Dios quiso consignar por escrito para
sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, salvación nuestra." (D.V. 11).
que usaban de todas sus facultades y talentos;
Este texto es clave para saber qué debo ir a buscar a la Biblia y no desconcertarnos
cuando encontremos en el texto sagrado imperfecciones, lagunas y límites científicos (Ej.: Gen.
4,7; Lev. 11,19). Si se investiga aún más se encontrarán desajustes históricos (Gen. 26: Los
filisteos no están en Palestina en tiempos de Isaac), o geográficos (Mc. 7,31), algunos pasajes
legendarios y, a primera vista, folklóricos (Gen. 6, 1-4), y hasta una moral poco edificante
(Gén. 19, 30 - 38).
Así como la Palabra Eterna, por el misterio de la Encarnación se hace en todo semejante
a nosotros, menos en el pecado, así la palabra de Dios, por el misterio de la Inspiración, se hace
en todo semejante al lenguaje humano, menos en el error.
(Vaticano I).
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6.- LA INTERPRETACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURA
Ya hemos dicho que "La Palabra de Dios, expresada en lenguas humanas, se hace semejante
al lenguaje humano, como la Palabra del eterno Padre, asumiendo nuestra débil condición humana, se
hizo semejante a los hombres". (D.V. 11)
Por eso, el lenguaje y las expresiones que encontramos en la Biblia pertenecen a hombres
concretos que pertenecieron a un tiempo y a una cultura determinada, con sus modos y características
propias. A estas personas no les fue fácil recopilar los datos y escribir los libros. (Cf. 2Mac. 2,26ss: Lc.
1,1-4).
Por eso la Iglesia con sabiduría nos indica:
Dios habla en la Escritura por medio de escritor y también las expresiones que entonces
hombres y con lenguaje humano; por lo tanto, el solían emplear más en la conversación cotidiana.
intérprete de la Escritura, para conocer lo que Dios La Escritura se ha de leer e interpretar con
quiso comunicarnos, debe estudiar con atención lo el mismo Espíritu con que fue escrita: por tanto, para
que los autores querían decir y Dios quería dar a descubrir el verdadero sentido del texto sagrado hay
conocer con dichas palabras. que tener en cuenta con no menor cuidado el
Para descubrir la intención del autor, hay contenido y la unidad de toda la Escritura, la
que tener en cuenta, entre otras cosas, los géneros Tradición viva de toda la Iglesia, la analogía de la fe.
literarios. Pues la verdad se presenta y se enuncia de A los exégetas toca aplicar estas normas en su
modo diverso en obras de diversa índole histórica, trabajo para ir penetrando y exponiendo el sentido de
en libros proféticos o poéticos, o en otros géneros la Sagrada Escritura, de modo que con dicho estudio
literarios. El intérprete indagará lo que el autor pueda madurar el juicio de la Iglesia. Todo lo dicho
intenta decir y dice, según su tiempo y cultura, por sobre la interpretación de la Escritura queda
medio de los géneros literarios propios de su época. sometido al juicio definitivo de la Iglesia, quien
Para comprender exactamente lo que el autor quiere recibió de Dios el encargo y el oficio de conservar e
afirmar en sus escritos, hay que tener muy en cuenta interpretar la palabra de Dios. (D.V. 12)
los modos de pensar, de expresarse, de narrar que se
usaban en tiempo del
Las Biblias que nosotros manejamos son traducciones al castellano. Toda traducción
implica necesariamente cierta alteración de lo escrito por el autor. Se perderá siempre algo del
sentido que el escritor puso en sus palabras y entrará en el texto algo del mundo cultural del
traductor. Ejemplos:
* Hay palabras que no tienen su equivalente en castellano: _urf = acechar hasta poner el pie
encima. (Gen 3,15).
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* Palabras cuyo equivalente castellano no tiene el mismo sentido: "Nefesh" = alma; para
nosotros alma designa algo así como una parte de nosotros que prescinde del cuerpo. Para el judío es
todo el hombre en cuanto animado por el soplo vital de Dios. (Gen 2,7; Salmo 6,7).
* Palabras que pueden significar varias cosas a la vez: "Basar" = carne-comida, músculos, el
cuerpo entero, toda la humanidad, todos los vivientes, etc. (cf. Gen 2,21+).
* Palabras cuyo juego sonoro tiene en el idioma original un sentido especial: "shequed" =
vigilante, atento, almendro (cf. Jer. 1,11-12). Ver también Is. 5,1-7: El amado esperaba "mishpat"
(=justicia) y e aquí que hay "mispah" (=derramamiento de sangre); esperaba "sedaqâ" (=rectitud) y hay
"se'aqâ" (= gritos de oprimidos). El juego de palabras no aparece en la traducción.
Al enfrenarnos con los textos bíblicos descubrimos que hay modos, maneras
esquemáticas, que se utilizan para expresar contenidos semejantes, por ej. encontramos
esquemas de anuncios, de vocación, de súplicas penitenciales, de cartas, etc., etc..
Un autor elige el género literario de acuerdo a la materia que quiere tratar y al efecto
que pretende conseguir.
No obstante hay que señalar que cada obra literaria tiene un carácter único e irrepetible,
la determinación del género literario es el primer paso, nos sitúa frente a la intención del autor y
nos da ciertas pautas importantes para la comprensión del texto. Después es necesario detenerse
en la obra misma, examinar sus características individuales, investigar su originalidad.
Podríamos afirmar que el descubrir el género literario es la primera etapa del análisis literario
del texto.
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HISTORIA DE LA SALVACIÓN
1.- HISTORIA: Afirmaciones básicas.
Nuestra atención va más allá de la historia descrita para preocuparse de la historia vivida.
Buscamos los acontecimientos del pasado en cuanto han dejado sus huellas en la vida del hombre.
* El término al cual Dios conduce la historia es la salvación (Bien universal y definitivo que
habría de satisfacer todas las exigencias de todos, para siempre.)
"El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena
Noticia". (Mc. 1,15).
Esto inaugura un ya pero todavía no (Col. 3,3-4), por eso, la actitud fundamental de la
comunidad cristiana consiste en servirse de este tiempo presente (Col 4,5) en espera del fin. (Ap. 22,14-
20).
La salvación, bien completo y definitivo del hombre, consiste en la participación de la vida de
Cristo, es decir en la participación de la vida de hijos de Dios.
Por eso nuestra historia es un desafío para recibir aquí y ahora la salvación. Nuestro análisis de
la historia de la salvación se tiene que convertir entonces en una mirada al pasado para interpretar el
presente y lanzarnos al futuro.
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La Sagrada Escritura enseña que el hombre fue creado a "imagen y semejanza de Dios" (Gen 1;
Sab. 2,23), capaz de conocer y amar a su creador, constituido por El como señor sobre todas las
creaturas para que las gobernase e hiciera uso de ellas (Salmo 8). Y los creó varón y mujer, es decir,
comunidad. El hombre es por naturaleza un ser social.
Pero el hombre abusó de su libertad desde el mismo comienzo de la historia, alzándose contra
Dios y pretendiendo conseguir su fin fuera de El (Rom. 1,21-25). Esto, que nos dice la revelación, lo
confirma la experiencia, ya que cuando el hombre examina su corazón descubre que también está
inclinado al mal y sumergido en una multitud de males que no pueden proceder de su creador que es
bueno. Al revelarse contra su origen, trastocó su debida ordenación al fin último y el programa trazado
para sus relaciones consigo mismo, con los demás hombres y con toda la creación.
Vamos a tratar de trazar una línea conductora desde los orígenes hasta Cristo. Tengamos en cuenta que
la historia bíblica es una historia sagrada, en el sentido auténtico de la expresión: no es un relato
maravilloso y divertido, sino el desenvolvimiento de un drama solemne dentro de la historia humana.
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ABRAHAM ABRE EL CICLO DE LOS PATRIARCAS: PROMESA Y DIALOGO
Hacia el año 1750 ac. encontramos en Asia el asentamiento de dos grandes imperios: el
amorreo, en la Mesopotamia asiática, e el egipcio en las riberas de Nilo. Varios clanes nómadas emigran
entre estas dos regiones a lo largo de toda la Media Luna fértil.
La elección de Abraham inicia un tiempo de diálogo de Dios con el hombre que alcanzará su
punto culminante en la encarnación de la Palabra de Dios. Para ese diálogo Dios necesita elementos
humanos como la cultura, la escritura, etc. . Los amorreos, los egipcios y algunos otros pueblos eran
altamente civilizados, pero su politeísmo era tan abigarrado que hubiera sido difícil hacer eclosionar la
idea de un Dios único. El clan de los patriarcas estaba un una situación privilegiada: eran adictos al Dios
de la Tribu o familia, un dios menos atado a una cultura o un país y por ende, más universalizable.
La vocación de Abraham está narrada en Gen. 12. El llamado, o más bien dicho la elección,
incluye una doble promesa: tierra y descendencia. Se vislumbra el tema de la alianza que cuajará en
Gen. 15,18; también incluye un ministerio: Abraham debe servir a Dios haciendo que la Bendición
llegue a todas las naciones.
El pueblo de Abraham se sitúa frente a los otros pueblos como el Pueblo elegido. La promesa,
orientada hacia el futuro, supone ya la salvación. Dios demuestra a Abraham que para él no hay nada
imposible y le exige una respuesta de fe. Desde Abraham surge una tensión entre la promesa y su
realización; estas tensiones salpicarán toda la historia de la salvación; ni siquiera Cristo suspende este
proceso.
Dios deja claro que se siente agradecido de la fe de Abraham (Gn 15,6) y por su obediencia
(Gen. 22,26) más que por el cumplimiento de cualquier práctica religiosa (Rom 4,3.19-22). Por su fe
Abraham pasa a ser una persona que cuenta a los ojos de Dios y es tomado en cuenta cuando Él toma
sus decisiones (Gen 19,17-33). La fe de Abraham indica el camino que, en adelante, se impondrá a
todos los hombres para recibir la promesa de Dios (Rom 4,20), La alianza con Abraham es confirmada a
sus descendientes (Gen 28,10; 32,23; 49,28); pero dicha alianza sigue siendo un favor de Dios y que se
trasmite, no a todos sus hijos por derecho de familia, sino a los que Dios designa (Gen. 21,12; 25,23).
Abraham, Isaac y Jacob con sus doce hijos, más la historia de José, completan el ciclo de los
patriarcas.
El punto inicial de esta segunda etapa es una situación de opresión. El acontecimiento fundante
tiene bases sociales y políticas: Gen. 1; 5,6ss.
Los hebreos, oprimidos por la esclavitud, se creen olvidados por el Dios de la promesa; es
la tensión más dramática entre la promesa y su realización, pero hay en esto una profunda lección,
propia de la pedagogía divina: Dios lleva a la exaltación y a la libertad a través del dolor y concede el
don prometido tras la respuesta humana de la fe. (Ex. 3,7).
Desde esta experiencia, Dios será definido como "El Libertador"; y su nombre YAVE (Yo soy
o estoy), es interpretado como "Yo soy el que estoy contigo" (Ex. 3,12): el pueblo conoce al Dios de la
presencia salvífica.
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Historia de la Salvación 12
Para esta experiencia salvífica, Dios suscita un caudillo o mesías salvador y se cristalizará en
una Pascua: paso de Dios que crea una nueva situación, pues hace nuevas todas las cosas (primavera,
ázimos), alejando el mal de su pueblo (aspersión de las casas con la sangre de un animal Ex. 12).
Yhwh pacta una alianza con el pueblo liberado (Ex. 19-20).Esta alianza establece vínculos
jurídicos y espirituales. La Torá (Ley), que es la actualización de la alianza, quiere orientar al pueblo
para que transite el camino de la fidelidad y la práctica de la justicia.
LA TRAVESÍA: El viaje por el desierto se caracteriza por las murmuraciones del pueblo
contra Yhwh o su enviado: Num. 11,1ss; 12,1ss; 14,2ss.27ss; Dt. 1,26ss. Por eso Yhwh acusa al pueblo
de desconfianza y evasión a pesar de los recientes sucesos salvíficos que debían provocar una entrega
total, obediente y amorosa (Cf. Num. 14,1).
Dios quiere educar a Israel en la madurez humana y religiosa, conduciéndolo hacia adelante. El
bien está en el futuro, no en el regreso. La decisión presente en vista de la meta supone la capacidad
humana de asumir el riesgo. La fe -como riesgo y como esperanza- es un acto adulto.
La Biblia quiere presentarnos al Dios salvador en perpetuo diálogo con el hombre; con un
hombre que se descubre en sus verdaderas dimensiones por los altibajos de fe y de falta de confianza en
Dios. El esquema "salvación - fe - alianza - infidelidad" describe certeramente las vicisitudes
espirituales de Israel.
La época de los jueces es heroica y crítica a la vez. Israel lucha por su unidad pero aquí juega
un papel fundamental la fidelidad del pueblo. Llama la atención en el libro de los jueces la constante
repetición del mismo ciclo en cuatro fases:
La monarquía: Israel inaugura, a fines del siglo XI aC. una nueva etapa de su historia.
Rodeado de enemigos y enfrentados a una nueva situación social, necesita un gobierno más estable y
organizado que el sistema de confederación de tribus.
Después de Samuel, el último de los jueces, se instaura la monarquía inaugurada por Saúl. Pero
será David el arquetipo de este régimen.
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David, el Rey pasto, conquista Jerusalén en la colina de Sión y la erige capital y símbolo de la
presencia salvífica de Dios. (2 Sam. 7). El punto culminante de la historia de David es cuando el piadoso
rey proyecta erigir una casa a Yhwh para que no continúe en las condiciones del desierto. Es Dios quien
inaugura una nueva promesa que constituye como el germen del mesianismo: Dios asegura la salvación
por medio de la descendencia de David (casa).
EL CISMA:
La amenaza de los sirios y arameos decidió al rey Omri erigir la capital del reino del norte en
que, si bien estaba más resguardada de los ataques arameos, quedaba más expuesta a las influencias
fenicias. La alianza política con Fenicia para luchar contra los arameos y el matrimonio de Ajab, hijo de
Omri, con Jesabel, rey de Tiro y sacerdote de los sidonios, trae aparejado un sincretismo religioso: se
combina el culto a Yhwh y el culto a Baal, Dios de la fertilidad. Aquí juega un gran papel la actividad
profética, comenzando por Elías, que pone a Israel frente a la opción: " Yhwh o Baal" (IRe. 18), y su
sucesor Eliseo.
Amós y Oseas, denuncian el resquebrajamiento político, moral y religioso, vaticinando la
catástrofe, en ese marco aparece por primera vez el tema del "Día de Yhwh " (Am. 5,18) que designa la
visita salvadora de Yhwh para los buenos y punitiva para los infieles. El asirio Salmanasar V pone fin al
drama cuando en el año 722 aC- incendia Samaría y los israelitas son deportados a las provincias
asirias. Algunos logran huir al sur y encuentras amparo por el piadoso Ezequías.
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La experiencia del reino del norte es una lección para los sureños de Judá con su capital en
Jerusalén. (Importante actividad del Proto-Isaías), quienes profundizan el tema de la alianza que se
cristaliza en la reforma religiosa de Josías. (año 630 aC.).
La reforma religiosa de Josías estuvo estimulada por la palabra de Sofonías y Jeremías.
Sofonías fustiga a Judá y a Jerusalén por los pecados de los grandes: Príncipes, sacerdotes, falsos
profetas, etc., ya que han olvidado los favores de Yhwh (Sof. 1,7-11; 3,1-8). Anuncia el castigo usando,
como Amós, la imagen del "día de Yhwh " (1,8; 2,2ss; 3,8). También trabaja el tema de la salvación
anunciada a los humildes de la tierra, esos "Pobres de Yhwh ", que lo buscan, que aman la justicia. Son
el "Resto fiel ", los que esperan en Dios porque necesitan de Él. (2, 1-3; 3,9-13).
Jeremías comienza su predicación cinco años antes de la reforma de Josías (Jer. 2,1-3,5; 3,19-
4,4); entre los años de la reforma y de la muerte del rey pronuncia los oráculos de la salvación (3,6-13;
30,1-31) que forman el "libro de la consolación": el profeta presiente un nuevo éxodo en que las tribus
del norte también volverían a la tierra.
El sucesor de Josías, su hijo Joaquim, admite los cultos idolátricos y rompe la alianza. Jeremías
critica las construcciones fastuosas hechas sin justicia social (22,1-19). La alianza dinástica no puede
subsistir. El pueblo se escuda en una falsa seguridad supersticiosamente ligada al templo. Jeremías
vaticina la ruina de la casa de Yhwh (22,1-9).
El rey Nabucodonosor, después de someter los reinos de Siria y de Arabia, se apresta para
asaltar a Jerusalén. Conquista la ciudad el 16 de marzo del 597 aC., sus elites fueron deportadas a
Babilonia, un mes después la ciudad es incendiada.
El año 597 había traído a Judá el mayor de los desastres. "Nunca creyeron los reyes de la tierra,
ni cuantos habitan el mundo, que entraría el enemigo por las puertas de Jerusalén" (Lam 4,12) el
corazón de los desterrados suspira por Jerusalén, los planes de Dios siguen una trayectoria
desconcertante, pero son interpretados por las palabras de los profetas.
El destierro se convierte para el pueblo de Dios en una rica experiencia de fe, por eso busca sus
raíces, vuelve a sus orígenes y hace una profunda reflexión sobre la historia de la salvación (Tradición
Sacerdotal) y concibe la vuelta a la tierra como un nuevo éxodo.
El exilio no destruyó a Israel. Por el contrario, fue el principio de una nueva vida. Israel se
concentró en la reflexión sobre sus valores más auténticos. El sufrimiento ha sido positivo, la culpa está
pagada. Así se abre el mensaje del Deuteroisaías (40,1ss). El poema del siervo sufriente (52,13) puede
ser una personificación de Israel oprimido por el exilio, cuyo padecimiento se hace vicario para todo
Israel.
Las profecías que anticipaban el gozo de la liberación se cumplen en el año 538 ac.. Ciro es
ahora servidor de Yhwh (Is. 45,1-4), Babilonia cae en manos de los persas. Un decreto del emperador
permite el retorno de los judíos a Palestina.
EL ISRAEL ESPIRITUAL
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Historia de la Salvación 15
La repatriación de Israel y la restauración del templo abren una nueva etapa de la historia donde
cabe destacar la misión del gobernador Nehemías y del sacerdote-escriba Esdras, en cuanto a la
organización del culto y a la literatura religiosa.
Sin ventajas políticas ni económicas, vasallo de un poder lejano y extraño, Israel se concentra en
las realidades espirituales. No es ya una gloriosa dinastía la que apuntala las esperanzas del pueblo. Judá
es un pequeño punto en el inmenso mapa del imperio persa. Los tributos pagados agotan la economía
del país. La única realidad significativa es el templo. La dinastía es substituida, en el orden ideológico
por el sacerdocio (Salmo 110). Israel se define como "Asamblea Santa" a la que son convocados todos
los elegidos de Yhwh. Esta "Iglesia " Judía sabe también valorar su pequeñez: no puede gloriarse sino
en Dios. Los "Pobres de Yhwh " forman el auténtico Israel de Dios (Salmos 9 y 10). Zacarías señala el
advenimiento del Rey de la paz con el léxico de la pobreza. (Zac. 9,9).
Esta época es también la de mayor esplendor en la literatura: se compaginan las tradiciones que
dan origen al pentateuco, o la Torah, que es la carta magna de Israel. Se plasma un gran avance
teológico con la literatura sapiencial, se recopilan los salmos, etc.
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Historia de la Salvación 16
La historia universal cambia bruscamente de polo hacia fines del siglo IV ac., no es ya oriente,
sino occidente el que domina el escenario político. Alejandro Magno conquista el Asia menor. Sin
herederos, los capitanes “Diádocos”, se dividen el Imperio.
Judea bajo los Lágidas: Ligados a Egipto y el despliegue cultural de Alejandría, es un período pacífico.
Bajo el reinado de Tolomeo II, se tradujo la Biblia al griego.
Los Seléucidas del norte conquistaron Judea, reduciendo el imperio de los lágidas, las cosas se
complicaron para los judíos. Recordamos de este período la persecución religiosa y cultural de Antíoco
IV Epifanes para imponer el helenismo en Palestina. Se instala un gimnasio en Jerusalén, se introducen
las costumbres y el idioma griego. Despoja a Jerusalén en una masacre y convierte al templo en un
lujurioso santuario dedicado a Júpiter Olímpico (2Mac. 6,1-11). Desata una feroz persecución contra los
fieles a la Alianza de Moisés. Los judíos sufren la experiencia del martirio (2Mac. 6 y 7), esta
experiencia hace que Israel proyecte la fe en el cumplimiento de la promesa más allá de la muerte,
generando la fe en la resurrección.
Otra respuesta es la de la corriente Apocalíptica de que es representante Daniel. Esta literatura
intenta mostrar que el plan de Dios se realiza en la historia, aunque para descubrirlo hay que llegar a un
nivel profundo de reflexión. Esta historia se narra acudiendo a la simbología. En la expectativa
escatológica, se perfila un personaje revestido de Dios que será el rey-sacerdote ideal (Dan. 7,12).
EL MUNDO GRECOROMANO:
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Historia de la Salvación 17
A la muerte de Alejandra Salomé, en el 67 a.C. sus dos hijos: Hircano II y Aristóbulo II luchan
entre sí por el poder, Hircano gobierna por tres meses y es vencido por su hermano. Derrotado Huye y
pide ayuda a Pompeyo, capitán romano que ya había conquistado Damasco. Pompeyo ayuda a Hircano,
toma Jerusalén en el año 63, (¿Destrucción del templo?) lleva prisionero a Roma a Aristóbulo. Hircano II
queda como sumo sacerdote.
En la época siguiente los gobernantes contaron con el apoyo político de los saduceos, partido
religioso formado por las familias aristocráticas de Palestina. Pero el pueblo les retiró poco a poco su
apoyo. El partido de los fariseos y los escribas, estrictos observantes de la ley, no vacilan en incitar al
pueblo a la violencia y en provocar la guerra civil..
Bajo la tutela romana el pueblo judío es respetado, se le garantiza la libertad de culto, puede vivir
según sus propias leyes y queda sujeto a su propio tribunal: el Sanhedrín. Se permite la reconstrucción de
las murallas de Jerusalén. El país no paga tributos a Roma y se retiran las guarniciones militares romanas.
Estos beneficios fueron obtenidos por el Idumeo Antípater (ministro de Hircano). Este último, amigo del
general romano Julio César, consigue que se le nombre ciudadano romano y que se le de el cargo de
administrador de Judea. En el año 47 logra que sus dos hijos sean nombrados tetrarcas o gobernadores:
Fasael, tetrarca de Judea y Herodes, tetrarca de Galilea.
Intrigado y con verdaderos arranques de demencia hizo asesinar a su esposa Marianne y a sus
dos hijos. Su vida fue una sucesión de crímenes.
Casi al fin de su gobierno tuvo noticias de que un hijo de David le sucedería en el trono. Atacado
por la enfermedad de la que iba a morir y amargado por la profecía que se iba a cumplir ordenó la
matanza de los niños en Belén, la ciudad de David (Mt. 2,16).. Murió en el año 4 totalmente paranoico
temiendo ser asesinado y obsesionado por los fantasmas de las personas que había mandado matar.
Le sucedieron en el gobierno Arquelao como etnarca de Judea, Herodes Antipas como tetrarca
de Galilea y Perea y Filipo II sobre el resto del reino. De éstos el Evangelio nos nombra a Herodes
Antipas que ordenó la ejecución de Juan Bautista y que tuvo ante sí a Jesús para juzgarlo, según encargo
de Pilatos.
EL RÉGIMEN PROCURATORIAL
El régimen de los procuradores fue instaurado en Judea y en Samaría después de una sedición de
Judea y de la destitución de Arquelao en el año 6 . Judea y Galilea son una provincia procuratorial con
sede en Cesarea. El funcionario imperial tenía el título de procurador; su autonomía era absoluta. En
ocasiones de fiesta se trasladaba a Jerusalén y se alojaba en el antiguo palacio real o el la fortaleza
Antonia, anexa al templo, donde estaba la guardia romana. El procurador disponía de una guarnición
militar de unos tres mil hombres, pero la población judía estaba exenta del servicio militar.
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Historia de la Salvación 18
El ejercicio de la justicia estaba confiado al Sanedrín que tenía la autoridad para pronunciar todas
las penas, incluso la capital. Pero la sentencia no era ejecutoria hasta después de haber sido ratificada por
el representante de Roma que tenía el Ius Gladii (Jn 18,31).
La recaudación de impuestos y contribuciones destinados al tesoro imperial estaba confiada a
funcionarios romanos muchos de los cuales pertenecía a la población indígena. Los derechos de peaje y
de aduana estaban privatizados: la administración romana los arrendaba a particulares por una suma fija y
su recaudación era llevada a cabo por los publicanos. Estos agentes del fisco eran aborrecidos por los
judíos.
En cuanto al ejercicio del culto y la práctica religiosa Roma no había hecho ninguna
modificación y hasta la respetaban escrupulosamente.
Los procuradores fueron: Coponio: que sucedió al gobernador interino Quirino quien recibió la
orden de proceder al censo de la provincia. Luego le sucedió Marco Ambíbulo (9-12), Valerio Grato (15-
26) que depuso a los sumos sacerdotes y nombró a José Caifás que permaneció en sus funciones hasta el
año 36; Poncio Pilatos (26-36) fue el procurador más tirano: recurrió al tesoro Sagrado para recaudar la
suma necesaria para un acueducto destinado a abastecer la ciudad santa; esto dio lugar a una violenta
manifestación popular. En el año 29 los peregrinos de Galilea fueron pasados a cuchillo por los soldados
en el templo (Lc. 13, 1-2). Pilatos perdió el cargo en el año 36 por haber dado muerte a samaritanos
convocados en el monte Garizim por un pseudomesías. Con sus sucesores Marcelo (36-37) y Marulo (37-
41) no mejoró la situación de los judíos. Luego le sucedió Cumano (48-52, Antonio Félix (52-60), Porcio
Festo (60-62), Albino (62-64) a cuya llegada el sanhedrín ejecutó a Santiago, Jefe de los cristianos; la
anarquía era caótica y llegó al colmo con el último procurador: Gesio Floro (64-66). Nerón, a comienzos
del 67 ordenó a Vespaciano sofocar la insurrección de los Celotas. El el año 70 Tito hizo avanzar sus
tropas hacia Jerusalén y asedió la ciudad.
En tiempos de Jesús, los judíos no vivían agrupados solamente en el suelo de Palestina; muchos
de ellos se hallaban dispersos entre las naciones paganas. En Palestina estaban la mayor parte de ellos
(alrededor de 1.000.000), es en Judea donde la raza judía había conservado toda su pureza. Los judíos de
la diáspora debían de 5 a 6 millones. De las colonias más célebres sobresale la de Alejandría (500000
habitantes), pero también hay otras importantes en Mesopotamia, Egipto y Siria.
Si bien los judíos no tenían unidad geográfica tenían unidad étnica, religiosa y moral.
El credo religioso era para los judíos de la dispersión el mismo que para los palestinenses. La
lengua podía diferir. Todos los judíos tenían el corazón en Jerusalén y contribuían con sus ofrendas a los
gastos del culto celebrados en el templo. Todos defendían los intereses materiales y espirituales de su
nación cuando se veían amenazados. El judío de la dispersión podía ser ciudadano de la ciudad donde se
encontrara, pero no dejaba de ser, por sobre todo, judío auténtico como su hermano de Palestina.1
Estaban adheridos a la religión judía los paganos que habían aceptado la circuncisión. Estaban
obligados a guardar todas las obligaciones legales y festivas, pero no eran considerados plenamente
judíos. se los denominaba PROSÉLITOS.
LA RELIGIÓN
1
Cf. ROBERT - FEUILLET. Introducción a la Biblia. T. II pg. 57
18
Historia de la Salvación 19
El vínculo de unidad era le fe en un Dios y en el templo de Jerusalén, lugar donde habita Yavé y
donde se le debe rendir culto y ofrecer los sacrificios por todo el pueblo judío. También había culto en las
sinagogas y actos de piedad individual. Los elementos de su teología figuraban en la Ley y los Profetas.
La fe monoteísta
El Pueblo de Dios
Apoyados en la Alianza del Sinaí y en la ley, Israel se consideraba el Pueblo de Dios, elegido
entre todos los pueblos. Los mandamientos son el signo de la alianza.
La vida futura
La idea de salvación después de la muerte, del mismo modo que la convicción de la existencia de
un Dios único, es progresiva:
Al principio se creía que el justo, el que cumplía la ley era bendecido con felicidad y larga vida.
Pero éste, junto con el impío iban a parar al SHEOL, un lugar donde no se ve a Dios, es oscuridad, es
letargo, sin conciencia plena (Eclo. 17,27ss).
Frente a la experiencia de que al bueno no siempre le va bien y a los malos no siempre le va mal,
este principio entra en crisis (Job. 42,1-6). Pero para la resolución del conflicto habrá que esperar la época
de Daniel y de los macabeos (Dn. 12,2; 2Mac. 12,43-46).
En la época de Jesús este aspecto no estaba presente en todos los creyentes, sobre todo lo que
hace la idea de resurrección (Mt. 22,23-33; Hech. 4,1-2; 23,6-8).
Mesianismo y escatología
2
Idem. pg. 58
19
Historia de la Salvación 20
- Farisaica: tienen una expectativa mesiánica en la línea más profética que hablará con las
palabras de Dios, es decir las palabras de la ley (Dt. 18,18)
- Zelótica: Esperaban un libertador político, revolucionario y violento, al estilo de los jueces.
- Real: La expectativa del rey davídico futuro (2Sam. 7; Salmo 2) está muy unida al tema del
Siervo de Yavé de Is. 61,1. (Apocalipsis de Baruc).
La llegada del Mesías instauraría los tiempos mesiánicos. Señales aterradoras anunciarán la
próxima llegada del Mesías. La era de la felicidad mesiánica comenzará para los justos: será una
verdadera edad de oro en una tierra renovada.
La Ley y la Tradición
La ley era la voluntad de Dios. Es perfecta y hay que cumplirla (Eclo 24,22), su estudio era una
obligación para los judíos mayores y estaba considerado por encima de las oraciones y de las obras de
misericordia (Sal. 19 y 119).
La Torah necesitaba explicación (Targum), adaptación a cada circunstancia histórica. Era
necesario un comentario homilético (midrasim) que en un principio realizaron los sacerdotes y luego lo
harán también los doctores de la ley o escribas . Por eso en torno a la ley se desarrolló una tradición oral
que algunas personas (los fariseos) consideraban de igual valor.
La Torah oral se suponía que se remontaba a Moisés, que la trasmitió a Josué y este a los
ancianos, los ancianos a los profetas y así continua la cadena ininterrumpida hasta Hilel y Sammay,
contemporáneos de Jesús. Esta tradición que rodea la ley es como su cerca protectora.
En la época de Jesús la Torah se había hecho imposible de cumplir (tenía 613 preceptos) y se la
consideraba más importante que el hombre mismo. Jesús reprocho estos excesos 8Mt. 23,4; Mt. 22,34-
40).
La piedad
Los judíos daban un tinte piadoso a toda su vida: el lazo vivo entre el hombre y Dios se
expresaba, aparte de las ceremonias litúrgicas del templo y del culto público, en la oración personal y en
los actos de santificación
El judío debía orar tres veces al día: a la mañana, al mediodía y a la tarde. El shema (escucha),
era una profesión de fe y una oración. También se rezaban 18 bendiciones que traducían la adoración, la
humildad y la esperanza del alma judía.
Los salmos, que se usaban sobre todo en la liturgia, también podían ser recitados en forma
personal.
Había bendiciones especiales para los alimentos y las bebidas. También practicaban el ayuno y la
mortificación. Los fariseos ayunaban dos veces por semana, los discípulos de Juan el Bautista se
adaptaron a esta costumbre.
Otra forma de piedad eran las obras de misericordia: hospitalidad, cuidado de huérfanos, rescate
de prisioneros, asistencia de necesitados, ayuda a los afligidos, etc. Todos estaban obligados a imitar la
misericordia de Dios que "da vestido a Adán y entierra a Moisés" (Así enseñaban los rabinos que
comenzaba y terminaba la Torah). "El mundo reposa sobre tres cosas: la Torah, el culto y el ejercicio de
la caridad"3.
La piedad comunitaria
3
SIMEÓN EL JUSTO . Misna, Abot 1,2. Siglo III
20
Historia de la Salvación 21
categorías de sacrificios. El Sumo Sacerdote, Jefe de la jerarquía sacerdotal y suprema autoridad
religiosa, era también jefe del Sanhedrín.
El sábado era el día de Dios, que comenzaba con la puesta de sol del viernes. Se prohibía todo
trabajo material. El templo tenía una liturgia especial para ese día.
Las sinagogas eran como oratorios fuera del templo de Jerusalén. Se originaron para el culto
durante la cautividad. Al frente de ella estaba un anciano elegido en la comunidad. Como no podía
hacerse sacrificios fuera del templo de Jerusalén, Los ancianos, o algún varón que se ofreciera
comentaban el Texto Sagrado o dirigían las oraciones. También se podía invitar algún escriba o maestro.
El culto sinagogal será lo que persista después de la destrucción del templo.
El sanedrín
Los escribas
Se dedicaban a la reflexión moral y religiosa y al estudio del derecho tradicional. Tenían escuelas
y sus discípulos podían ser sacerdotes o laicos. Eran los guías espirituales de la comunidad judía (Cf. Mt.
23,2-3).
Había distintas tendencias según la interpretación de la Torah y su aplicación a los casos
concretos. Conocemos las escuelas de HILEL y SAMMAY. El primero era más compasivo (lo llamaban
"el bueno"), era más blando en sus interpretaciones de la ley y centraba sus reflexiones en el hombre. El
otro era más celoso en el estrictísimo cumplimiento de la Ley.
Si bien la mayoría de los escribas pertenecía al grupo de los fariseos, no era condición ser fariseo
para ser escriba; incluso algunos de ellos pertenecían al grupo de los saduceos.
El celo por custodiar la Torah (poner una cerca -misna- en torno a ella), los hacía caer en el
legalismo y ritualismo.( Cf. Mt. 23,13).
En las proximidades de la era cristiana el mundo judío estaba bastante convulsionado, por eso
presenta una fisonomía bastante compleja. Las fuentes de información que poseemos han de tomarse con
cuidado porque algunas veces, tomando partido, nos ofrecen una relectura de ella. Las fuentes que
tenemos son los escritos de Flavio Josefo, la literatura rabínica de inspiración farisea y los escritos del
Nuevo Testamento.
21
Historia de la Salvación 22
Los Fariseos
Los saduceos
El origen de esta verdadera secta religiosa data también de épocas de Juan Hircano hacia el 130
a.C. Fueron colaboradores de los partidos políticos de turno y tuvieron mucha injerencia en la vida
política ya que sus representantes pertenecían a familias de pontífices o del mundo seglar pudiente . El
origen del nombre quizá derive de Sadoq, antepasado de linaje de los sacerdotes. Su historia termina con
la ruina de Jerusalén, puesto que fueron arrasados por los romanos.
Eran los dueños del templo y jefes del personal cultual, muy conocedores de los ceremoniales
litúrgicos. La Torah era la única regla moral que admitían y en la interpretación de los preceptos muchas
veces se vieron enfrentados con los fariseos.
Aparecían como conservadores intransigentes y rechazaban los desarrollos doctrinales, por eso
se negaban a creer en la resurrección personal y en la existencia de ángeles y demonios. Sus ideas eran las
de los antiguos sabios de Israel tal como las encontramos en los libros de los Proverbios y el Eclesiastés.
En materia de derecho criminal aplicaban rigurosamente la ley del talión, mientras que los fariseos tenían
en cuenta las mitigaciones autorizadas por la tradición.
Si bien representaban una actitud moral más retrógrada, hubo entre ellos hombres íntegros y
fieles a su vocación. Es sabido que en tiempos de la insurrección varios de ellos se dejaron degollar
delante del altar de los sacrificios antes que suspender el servicio litúrgico, sellando así con su sangre al
fidelidad al templo.
Los Esenios
Es un misterioso grupo que ofrece varias lagunas para su descripción, muchas de las
afirmaciones de los manuales, e incluso las que aquí hacemos pueden ser variadas puesto que se montan
sobre hipótesis que la ciencia histórica está tratando de confirmar aún.
22
Historia de la Salvación 23
El nombre de esta secta no aparece en los escritos del N.T. ni en las fuentes rabínicas. Sin
embargo nos llegan testimonios de Plinio, Filón y Flavio Josefo, de unas congregaciones (que hasta hace
poco tiempo se pensó de fariseos) que tenían despensas, hábitos y dinero en común. Josefo atestigua que
vivían la continencia y que "se comprometen con juramentos terribles" a practicar la piedad para con
Dios y a practicar la justicia. Tenían un tribunal interno y los transgresores eran expulsados de las
comunidades.
Tenían todas las características de una comunidad monástica y algunos les atribuyen influencias
pitagóricas.
Eran sumamente observantes de la ley, se puede decir que era el fariseísmo llevado al grado
extremo. También son estrictos en cuanto a la pureza ritual, ellos se consideran Los verdaderos hijos de
Sadoq, los hijos de la luz, los venidos de Damasco, los convertidos del pecado. Practicaban el celibato, y
aunque se casaban, practicaban la continencia.
Muchos relacionan el surgimiento de esta comunidad con la sublevación macabea: el deseo de la
pureza religiosa no llevaría sólo a la defensa con las armas, sino también al surgimiento de grupos de
estricta observancia. Por los conflictos con sus hermanos durante la dominación asmonea se habrían
refugiado en Qumram, la orilla noroeste del mar muerto.
Ciertos documentos prodigan la expresión "ir a Damasco". Así surge la cuestión de si los esenios
perseguidos no habrían debido resolverse a buscar un destierro más lejano, yendo hasta la región
damascena.. Pero esta expresión podría también ser una fórmula alegórica sugerida por 1Re. 19,13-15, o
por Amós 5,27 para designar simbólicamente la región misma de Qumram.4
Los samaritanos
Se originaron en el año 6 de nuestra era cuando Quirino ordenó un censo y el pueblo de Israel se
rehusó. Judas Gamala encabezó la reacción.
Este grupo tiene semejanzas con los fariseos en cuanto a las creencias, pero se separan de ellos
porque los consideran simpatizantes del gobierno. Se separaron de éstos y adoptaron una actitud violenta
frente a la opresión.
Querían hacer presente el reino de Dios, expresado en la libertad y la justicia del pueblo y la
nación. Jesús fue juzgado, condenado y ejecutado como zelote, quizá por contar con algunos de ellos
entre sus discípulos (Lc 6,15; Mc 3,18), quizás también por sus críticas en contra del templo y de las
autoridades religiosas. Durante los primeros años, la Iglesia también fue confundida con este grupo
revolucionario (He 5,34-39; 21,37-38).
4
Idem. pg.96
5
Idem. pg. 97
23
Historia de la Salvación 24
Los Herodianos
Era la tendencia política opuesta a los zelotes (Mc 3,6). Partidarios de Herodes y amigos de los
romanos, buscaron el apoyo de los fariseos para influir en el pueblo a fin de conciliarlos con la política
procuratorial. Los sentimientos comunes se manifestaron en el sanedrín por el temor a la doctrina de
Jesús (Cf. Jn 11,48).
La ley oral:
El concepto de ley oral constituye el concepto clave del judaísmo rabínico, que es la tradición
oral dada por Dios a Moisés de la que ya hablamos más arriba. A diferencia de la ley escrita, que por su
misma naturaleza era inmutable, la Ley oral constituye un organismo que crece y se transforma según las
exigencias históricas.
La función del rabino es: el establecimiento de normas legales y su derivación de las Escrituras,
la enseñanza y la administración de la justicia. Estas tres funciones derivan de su conocimiento de la
Torah escrita y de la Ley oral de la que eran tanto intérpretes como depositarios. Son los sucesores de los
antiguos escribas y doctores de la ley.
La Sinagoga era el lugar habitual de la lectura y explicación de la ley, allí se recibía también la
bendición sacerdotal y se hacía la predicación sobre la ley.
El Bet din
Era el tribunal rabínico, una asamblea de sabios legalistas que definían los principios de
halákicos que debían gobernar la vida del pueblo. Es una institución que comenzó a funcionar de hecho
en Yabné y llegó a conseguir el reconocimiento del gobierno romano. Es el heredero de las funciones del
antiguo Sanedrín.
El Bet midrás
Es una institución donde los rabinos investigan y enseñan la ley oral. En estas escuelas los
alumnos compartían en todo la vida del maestro: lo servían y acompañaban, pes aprendían de sus
palabras y de su ejemplo los elementos más complejos de halaká y de aggadá. A la muerte del maestro
los discípulos se añadían al grupo de otro rabino o continuaban junto al discípulo más notable.
El pueblo de Dios ha recorrido ya una larga historia, cada etapa señala una reflexión más honda en la
esperanza salvífica. Israel se mueve en un presente polarizado por dos actitudes: una nostalgia por el
pasado y una esperanza en el futuro salvador. Las esperanzas se dirigen hacia adelante. Los tiempos
mesiánicos comienzan a llenarse. El dominio asmoneo pone fin a las cruentas persecuciones helenísticas
y Roma va proyectando su sombra en oriente. Se han gestado varias corrientes:
24
Historia de la Salvación 25
JESUCRISTO
CENTRO Y CULMEN DE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
PLEGARIA EUCARÍSTICA IV
25
Historia de la Salvación 26
No es difícil imaginarse cuál sería la gran noticia personal para un ciego o para un esclavo
encarcelado. Jesús, el protagonista de los evangelios es presentado así:
TESTIGOS OCULARES:
Algunos acompañaron a Jesús durante toda su vida pública, otros en algunas ocasiones o
durante algún tiempo. En todo caso, ellos "vieron y oyeron" lo que Jesús hacía y decía. Y cuando Jesús
se fue, después de haber sido testigos de su resurrección, se lanzaron a decir a todo el mundo lo que
ellos habían visto y oído.
PREDICADORES:
Así que de testigos oculares pasan a ser predicadores inmediatamente. Y lo hacen en cualquier
sitio. Se contagia el entusiasmo y la necesidad de predicar y de ser testigos de las buenas noticias sobre
Jesús de Nazareth. El autor del Libro de los Hechos de los apóstoles anota con gozo: "El mensaje del
Señor cundía y se propagaba" (Hch. 12,24).
Y nacen las primeras comunidades de creyentes. Se reúnen para oír la Palabra del Señor y para
repartir el pan.
PRIMEROS ESCRITOS:
Crecen las primeras comunidades y crecen los catequistas y los misioneros. Aparecen
necesariamente los primeros escritos en que se recogen algunos dichos y hechos de Jesús, al servicio de
los catequistas y misioneros y para la propia comunidad.
LOS EVANGELISTAS:
En un tercer lugar aparecen los evangelios. Algunos miembros de las comunidades se deciden a
escribir todo aquello "por su orden", como decía San Lucas (Lc. 1,1s). Investigaron todo
cuidadosamente : lo que decían los testigos oculares, los predicadores y los que habían intentado
componer un relato de los dichos y hechos.
26
Historia de la Salvación 27
Los evangelistas no intentan una biografía; no quisieron reconstruir la vida de Jesús paso a paso,
ni en el tiempo y en el espacio. Tampoco intentan una historia, aunque cuenten hechos históricos. Su
composición se rige por otros criterios: Intentan sobre todo una catequesis sobre Jesucristo. Un anuncio
de su persona, que lo llena todo. Una proclamación de alguien y algo que nos compromete a todos, que
no permite una lectura neutral, sino que nos invita a una nueva vida. un pregón de una Palabra Viva que
quiere ser acogida como fuente de vida. El proceso podría seguirse en los siguientes pasos:
Selección: Los evangelistas no ponen todo lo que hizo y dijo Jesús. Escogen aquello que
responde más a su visión personal de Jesús y, sobre todo, lo que interesa más a los destinatarios de su
evangelio.
Explicación: Cada uno amplia y explica más algunos temas y otros menos, según los problemas
de cada comunidad.
Reducción: Abrevian lo que es necesario para entender el conjunto pero tiene escaso interés
para sus lectores. A veces suprimen algunas cosas por esa misma razón. Aunque todo ello lo hacen sin
perder nunca la conexión íntima con los hechos y dichos de Jesús y con intención declarada de proponer
una doctrina de salvación.
De aquí que los evangelios tengan a veces diferencias notables en la narración de algunos
hechos de la vida de Jesús. Aunque al mismo tiempo coincidan en muchísimas cosas y en muchísimas
ocasiones.
Este es un problema de orden literario que afecta sobre todo a los tres evangelios llamados
sinópticos (= visión de conjunto, simultánea), es decir, Marcos , Mateo y Lucas.
No hay, hasta ahora, resultados definitivos que puedan explicar todos los problemas, pero
podemos anotar algunas conclusiones sencillas y prácticas de los que han estudiado estas cuestiones:
Escrito para cristianos venidos del paganismo, con escasos conocimientos del judaísmo. No
sigue un esquema cronológico, sino que prefiere articular el evangelio sobre unos cuantos hechos
significativos.
27
Historia de la Salvación 28
Jesús es presentado como el Mesías e Hijo de Dios, va desvelando muy lentamente su misterio
y va aclarando, al mismo tiempo, las actitudes de los que esperaban un mesías triunfal y un salvador
político.
Está redactado para cristianos que vienen del judaísmo y que no siguen las tradiciones de los
fariseos; el evangelista se encarga de dejar claras las diferencias con ellos, mientras que enseña a seguir
el camino del único Maestro.
a.- Jesús es el Mesías anunciado desde el principio de las Escrituras Santas de Israel. Con citas
abundantes del Antiguo Testamento mostrará las coincidencias entre el anuncio y promesas de la
Escritura y la realidad de la persona de Jesús. Pero los suyos no le comprenden, lo rechazan y lo llevan a
la cruz por blasfemo.
b.- Jesús funda un nuevo Israel, una nueva comunidad, la Iglesia de Pedro, a la que pasan las
promesas y el encargo de anunciar la salvación a todos los pueblos.
Este es un evangelio más cercano a nuestra mentalidad occidental, escrito para cristianos de
cultura griega, que viven su fe en un mundo pagano. No se olvida de contar con detalle todo cuanto
pueda animarlos con la seguridad de haber sido llamados también al gran banquete del Reino de los
Cielos.
Anuncia la Buena Noticia de Jesús que "sube" a Jerusalén para confirmar su misión con su
Muerte y Resurrección. Para algunos es tan importante esta referencia, este "ir hacia" ese final, que
creen que todos los primeros capítulos no son sino un gran prólogo al "Libro de la Muerte y
Resurrección de Jesús".
- Renacer del agua y del Espíritu y ser así el Nuevo Pueblo de Dios.
- Tener vida, es decir, reconocer al Padre y a su enviado.
- Ser Luz, apartándose de las tinieblas.
- Ser testigos de la "Hora de Jesús", de su glorificación, que llega, paradójicamente, en su
muerte y resurrección.
GUIA DE LECTURA
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Historia de la Salvación 29
- El Espíritu Santo capacita a los discípulos para la Continuar, con su testimonio, la misión de Jesús
(1,1-2,12).
El el primer género literario en que se vuelca la literatura cristiana, que nace con San
Pablo en su ITesalonicenses, hacia eláño 50 y va a ser la forma usual en que los cristiaños se
expresarán hasta el año 70.
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Historia de la Salvación 30
Cartas PAULINAS:
Auténticas: Romanos, I y IICor, Gal., Filip., 1Tes. Filemón.
Cartas Pseudónimas: (Contienen doctrina paulina reflexionada quizá por algún
discípulo fiel de Pablo. Unos sostienen con fundamentos que son cartas autógrafas de Pablo,
otros con fundamento prueban que no es su mano, sino su doctrina lo que en ellas se encuentra):
Efesios, Colocenses, IITesalonicences, Timoteo y Tito.
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Historia de la Salvación 31
¡Feliz
el que lee y oye
las palabras de esta profecía,
y tenga en cuenta
lo que está escrito en ella!
(Ap. 1,3 // 22,7)
Para los cristianos, Dios es uno sólo, Padre de todos, por eso, en nombre de la fe, los cristianos
deben vivir como hermanos. Colocaban sus bienes en común (Hech. 2,44-45: 4,32.34). Decían que
todos eran iguales (Gál. 3,28; 1Cor. 12,13; Col. 3,11). Condenaban a los ricos que explotaban a los
trabajadores (Sant. 5,1-6). No querían apoyar el sistema injusto del imperio romano (18,4).
Por tanto no era una lucha sólo de palabras, ni una discusión sobre los dioses allá en el cielo. Se
trataba también de una organización de vida que amenazaba el sistema del imperio.
Unos treinta años después de la muerte de Jesús, el emperador Nerón decretó la primera gran
persecución. Fue en julio del año 64.
Después de Nerón la paz volvió, pero no por mucho tiempo. El imperio no podía permitir que
las comunidades cristianas crecieran y se expandieran. Por eso, alrededor del año 90, el imperio decretó
una nueva persecución: esta vez más violenta y organizada. ¡DOMICIANO! torturaba a los cristianos
para que abandonaran la fe!.
Así, con la llegada del fin del siglo primero, parecía haber llegado también el fin de los
cristianos. Todo el poder del mundo se volvía contra ellos. Muchos abandonaban la fe. Es en medio de
este conflicto que se escribió el Apocalipsis.
Juan escribió el apocalipsis para las pequeñas comunidades esparcidas por el imperio romano,
sobre todo en Asia Menor (1,4-11). ¿Cuál era la situación de esas comunidades?
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Historia de la Salvación 32
Era un pueblo perseguido (1,9). El propio Juan, en el momento de escribir el Apocalipsis, estaba
preso a causa de su fe. La persecución era violenta (12,13.17; 13,7). Había prisiones (2,10), y muchos ya
habían sido martirizados (2,13; 6,9-11; 7,13-14; 16,6; 17,6). Era muy difícil sustentar la fe (2,3-4).
El control de la policía era total: nadie podía escapar de su vigilancia (13,16). Quien no apoyaba
el régimen del imperio no podía comprar ni vender nada (3,17). La propaganda era enorme (13,13) y se
infiltraban en las comunidades (2,14.20). ¡El emperador era presentado como si fuera un nuevo Jesús!
Incluso decían que era un resucitado (13,3.12.14). La tierra entera lo adoraba como si fuese un dios y
apoyaba su régimen (3,4.12.14).
El pueblo de las comunidades tenía además otras dificultades. Había un cansancio natural,
después de tantos años de caminata (2,2). Había una disminución del primer fervor (2,4). Había falsos
líderes que se presentaban como apóstoles y no lo eran (2,2). Habían doctrinas erradas que traían
confusión (2,6.15); las persecuciones por parte de los judíos (2,9; 3,9); el problema de las otras
religiones que se mezclan con la fe en Jesús (2,14-15. 20). Algunas comunidades estaban muriendo
(3,1). Otras, más débiles, continuaban firmes en la fe (3,8). En general, la gente era pobre, hasta
indigente (2,9). Las comunidades más ricas se acomodaban, engañadas por su riqueza (3,16-17). No
eran ni frías ni calientes (3,15).
El apocalipsis es, antes que todo, un mensaje de apoyo y de esperanza para un pueblo en crisis,
amenazado en su fe a causa de cambios y de las persecuciones. El apocalipsis quiere obligar al pueblo a
encontrarse, nuevamente, con Dios, consigo mismo y con su misión. Quiere animarlos a no desistir en la
lucha y a armarlos mejor para el combate.
¡Por eso, cualquier interpretación del Apocalipsis hecha para infundir miedo en el pueblo, o
para aumentar en él el desánimo, debe ser considerada como herrada y falsa!.
La crisis de fe tenía dos causas. La causa externa eran los acontecimientos de la persecución y
de los cambios en la sociedad. La causa interna era la falta de visión del propio pueblo perseguido. Por
eso, para el pueblo, Jesús parecía ausente. Dios parecía haber perdido el control de la situación. Los
opresores parecían ser los dueños de la historia. Muchos preguntaban :"¿Será que vale la pena seguir
participando de la comunidad?".
El Apocalipsis enfrenta el problema revelando el otro lado de los acontecimientos, el lado
escondido. El ilumina los hechos con la luz de la fe y descubre:
32
Historia de la Salvación 33
Este es el otro lado de los acontecimientos, el lado escondido, que sólo la fe entrevé. Son "Las
cosas que deben ocurrir en breve! (1,1). ¡Deben suceder!. Nadie va a poder impedir la realización del
plan de Dios. ¡Dios es más fuerte!.
2.- La Buena Nueva que surge de los acontecimientos, cuando son leídos a la luz de la fe.
Quitando el velo, Juan hace aparecer a los ojos del pueblo la Buena Nueva que estaba ahí,
dentro de los acontecimientos, y que el pueblo no vislumbraba. La Buena Nueva es ésta:
¡Dios es el Señor de la Historia! El entregó todo su poder a Jesús. Ahora, Jesús conduce a su
Pueblo a la victoria final. Nadie, por más fuerte que sea, consigue cambiar el rumbo del plan de Dios.
¡Los opresores del pueblo van a ser derrotados y condenados, todos!. ¡La resurrección de Jesús es la
prueba que garantiza todo esto!.
Por medio de este anuncio fuerte y vigoroso, el Apocalipsis desequilibra el peso de la balanza
de la vida. Debilita la carga de la persecución que pesaba de un lado. Fortalece el peso de la fe del otro
lado. Y el pueblo se equilibra de nuevo en la vida. Ahora, ya no es la persecución que debilita la fe, sino
que es la fe renovada y esclarecida que debilita el poder de los poderosos. El rostro de Dios aparece en
la vida. El pueblo agradece, explora en cánticos de alegría y se dispone a resistir. Entona desde ya, el
"Canto Nuevo" de la victoria, como Myriam, hermana de Moisés, después de la travesía del Mar Rojo
(Ex. 15,20-21).
33