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2021
INTRODUCCION AL METODO
TEOLOGICO
Unidad 1
¿Qué es la Teología?
1 Doble acepción de la palabra Teología.
2
1.1 Teología en sentido subjetivo.
Dios se conoce a sí mismo.
Por tanto, Dios se revela, y el hombre al abrirse a esa revelación, cree. Esto
es la fe. La teología supone la revelación y la fe.
1
Francisco, Lumen Fidei, n. 34 ; Cf. Buenaventura, Breviloquium, Prol.: Opera
Omnia, V, Quaracchi 1891, p. 201; In I Sent., proem., q. 1, resp.: Opera Omnia, I,
Quaracchi 1891, p. 7; Tomás de Aquino, S. Th. I, q. 1.
3
La Teología como ciencia es obra del creyente, que se sirve de su razón para
comprender mejor lo que ya posee por la fe. La Teología es la fe vivida por
un espíritu que piensa, y que ha sido científicamente elaborada por él.
Ciencia que se interroga sobre la razón de la fe2.
2
Benedicto XVI Fe, razón, universidad. Ratisbona 12-09-2006
3
Francisco, Lumen Fidei, n. 36
4
“Hablar de Dios como sujeto es decir también que no se reduce a un objeto
—ni siquiera al objeto mental depurado que un teólogo puede concebir—.
Sujeto, Dios es una persona a la que se conoce y ama (porque se ha dado a
conocer y a amar), a la que se invoca y se encuentra en la oración. Cuando
Tomás asegura que la Teología es principalmente especulativa, quiere decir
que en primer lugar es contemplativa; las dos palabras son prácticamente
sinónimas en él. Por ello —no tardaremos en verlo presente en su vida—
búsqueda, estudio y reflexión sobre Dios pueden acompañarse de la
oración, encontrar en la oración el principio de su acabamiento. A los
cristianos orientales les gusta decir que la teología es doxología; Tomás
aportaría algunas precisiones, pero no rechazaría esta intención: la alegría
del Amigo contemplado culmina en el canto.” 4 La teología “ha de hacerse
de rodillas.”
4
Jean Pierre Torrel, Iniciación a Tomás de Aquino, su persona y su obra. 2002
5
Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Donum Veritatis, Sobre la
Vocación Eclesial del Teólogo. n. 1
5
humano. En sus fuentes la teología es también sobrenatural. Esto en tres
aspectos:
La Revelación.
Dios se manifiesta.
“Movido por un amor sin medida, Dios ha querido acercarse al hombre que
busca su propia identidad y caminar con él (cf. Lc 24, 15). Lo ha liberado de
las insidias del «padre de la mentira» (cf. Jn 8, 44) y lo ha introducido en su
intimidad para que encuentre allí, sobreabundantemente, su verdad plena y
su verdadera libertad. Este designio de amor concebido por el « Padre de la
luz » (St 1, 17; cf. 1 P 2, 9; 1 Jn 1, 5), realizado por el Hijo vencedor de la
muerte (cf. Jn 8, 36), se actualiza incesantemente por el Espíritu que
conduce « hacia la verdad plena » (Jn 16, 13).”7
7
“Señor, yo me adhiero a ti”
La fe.
El hombre cree: responde a la revelación divina.
8
Comisión Teológica Internacional. El sentido de la fe en la vida de la
Iglesia. 2014 nn. 8 – 12)
10
“8. A través del Nuevo Testamento, la fe es la respuesta
fundamental y decisiva de los seres humanos al Evangelio. (…) La
comprensión de la fe en el Nuevo Testamento tiene sus raíces en el
Antiguo Testamento, y especialmente en la fe de Abraham, que fue
una absoluta confianza en las promesas de Dios (Gen 15,6; Rom
4,11.17). Esta fe es una respuesta libre a la proclamación de la
palabra de Dios, y como tal, es el don del Espíritu Santo para ser
recibida por aquellos que creen en la verdad (cf. 1 Cor 12,3). La
"obediencia de la fe" (Rom 1,5) resulta de la gracia de Dios que libera
a los seres humanos y los hace miembros de la Iglesia (Gal 5,1.13).
11
Antiguo y el Nuevo Testamento muestra claramente que la forma y el
contenido de la fe van de la mano.
12
Eucaristía, tiene de esencial para la vida de la comunidad cristiana
primitiva (cf. Hechos 2:42). La oración tiene lugar tanto en público (1
Cor 14) y en privado (Mt 6,5). Para Jesús, la oración del Señor (6,9-13
Mt, Lc 11,1-4) expresa la esencia de la fe. Se trata de "un resumen de
todo el Evangelio. " Es significativo que el lenguaje que utiliza es el
"nosotros" y "nuestro".
iii ) La fe da el conocimiento. Aquellos que creen, son capaces de
reconocer la verdad de Dios (Fil 3,10 ss.). Tal conocimiento se basa en
una reflexión sobre la experiencia de Dios, basada en la revelación y
compartido en la comunidad de los creyentes. (Sal 111,10 cf. Pr 1,7,
9,10, 11,27 Mt, Lc 10,22).
iv ) La fe conduce a la confesión ( marturia ). Inspirado por el Espíritu
Santo, los creyentes saben en quien han depositado su confianza (cf.
2 Tim 1:12), y que son capaces de dar cuenta de la esperanza que hay
en ellos (cf. 1 P 3, 15), a través de la proclamación profética y
apostólica del Evangelio (cf. Rm 10,9 ss.). Lo hacen en su propio
nombre, pero lo hacen desde dentro de la comunión de los
creyentes.
13
el hermano o hermana es, de hecho, el criterio del amor de Dios (1 Jn
4:20).”
14
Tal como hemos afirmado, el primer sentido que tiene la palabra
“Teología”: Es el conocimiento que Dios tiene de sí mismo en su Verbo, en
quien lo conoce todo, y que comunica a los hombres por medio de la
revelación. El medio por el que Dios se vuelve accesible al conocimiento
humano es la revelación que nos da sobre sí mismo. El hombre se adhiere a
Dios y a la verdad que nos revela mediante la fe. Y al creer siente la
exigencia de comprender lo que cree, así nace la teología. El objetivo
central del presente curso es examinar la naturaleza de la teología y el
método que le es propio. No sin olvidar otros caminos de acceso al misterio
de Dios como lo son la teología natural, el conocimiento místico y
finalmente la visión beatífica.
En efecto, puede distinguirse cinco modos o medios de acceso por los que
el espíritu humano puede llegar a conocer a Dios:
15
Primero, el que se obtiene por reflexión sobre el mundo creado, es la
Teología natural o Teodicea.
Segundo, el que es fruto de la fe por la que el hombre acepta, acoge y
responde a la revelación.
Tercero, la que procede de la profundización racional de la Palabra de
Dios a los hombres, es la Teología del homo viator o Teología
propiamente dicha.
Cuarto, el conocimiento de Dios que él concede a algunos creyentes por
la vía mística. Es un modo muy especial de conocimiento.
Y finalmente (quinto) el que se deriva de la visión misma de Dios, es la
Teología de la patria, o conocimiento de los elegidos, de los
bienaventurados. Es conocer a Dios tal cual es.
16
Otro medio a través del cual el hombre puede acceder al conocimiento del
misterio de Dios es la vía mística; camino que Dios concede a algunas almas
privilegiadas. La teología es una de las vías en la búsqueda del conocimiento
de Dios. Comparte esta búsqueda con la vía mística o contemplativa. La
teología recorre su camino hacia Dios, y hacia la comprensión del mundo
desde Dios, de modo racional y discursivo. En la vía mística se procede, en
cambio, de manera intuitiva y mediante la visión que proporciona una
cierta unión directa con Dios. Esta vía contemplativa no depende tanto
como la teológica del esfuerzo humano, sino que es fruto muy directo de la
gracia y el favor divinos. Estas dos vías de acceso a Dios no se deben oponer
ni separar de modo absoluto. Existe entre ambas una cierta relación, que en
ocasiones ha llegado a ser muy estrecha. (Morales p.26)
RESUMEN:
9
Para profundizar en la vía mística del conocimiento de Dios, ver: Jacques Maritain,
Los grados del saber.
18
19
2 Teología en sentido estricto.
Por otra parte, se puede decir también que la Teología es la ciencia del
objeto de fe, o sea la ciencia de lo que es revelado por Dios y creído por el
hombre; y en esto difiere por completo de las demás ciencias, pues
mientras que las ciencias naturales se apoyan en los datos de la experiencia,
la Teología se basa en los datos de la revelación que han sido acogidos por
la fe.
20
Si nos preguntásemos entonces, ¿en qué consiste la tarea del teólogo?
¿Cómo se hace teología? Habría que responder que el teólogo se esfuerza,
por medio de la reflexión, en llegar a una inteligencia más profunda de los
misterios que ya ha aceptado por su fe; pero lo que para un simple fiel es
objeto de asentimiento, para el teólogo se convierte en objeto de reflexión,
y lo que el simple fiel afirma como verdadero, el teólogo lo considera como
objeto de inteligibilidad.
La Teología como ciencia es obra del creyente, que se sirve de su razón para
comprender mejor lo que ya posee por la fe. La Teología es la fe vivida por
un espíritu que piensa, y que ha sido científicamente elaborada por él. La
Teología es la fe “en estado de ciencia”; con San Anselmo podríamos
definirla como fides quaerens intellectum, lo que significa: la fe aplicada a
la inteligencia de su propio objeto; por ello la Teología demuestra fidelidad
a su misión cuando no solamente se pone a recoger los datos de la fe, sino
cuando procura comprenderlos y penetrar en ellos cada vez más. “Fides
quaerens intellectum: buscar la inteligencia es acto interior al creer.”
(Benedicto XVI Audiencia General 21 – 11 - 2012)
21
Pero deseo comprender de algún modo esa verdad que creo y que mi
corazón ama. No busco comprender para creer, esto es, no busco
comprender de antemano, por la razón, lo que haya de creer después, sino
que creo primero, para esforzarme luego en comprender. Porque creo una
cosa: si no empiezo por creer, no comprenderé jamás” (Proslogion 1: PL
158,227).
22
reflexión de tipo filosófico sobre una materia calificada como revelada que
la puede hacer incluso un no creyente? O por el contrario, ¿es necesaria la
fe para hacer teología; cómo interviene en ella? Siguiendo a San Anselmo
vemos claro como a la raíz de la comprensión del misterio de Dios está la fe.
La fe favorece, empuja, suscita la reflexión racional sobre Dios.
San Agustín, expresando esta mutua relación entre fe y razón hace ver
cómo además del impulso a la comprensión que nace de la fe, también esa
mayor comprensión alimenta la misma fe: "creo para comprender y
comprendo para creer mejor".(serm. 43,7,9) (Cf. Cat Igl Cat 158)
“La teología puede definirse como la ciencia en la que la razón del creyente,
guiada por la fe teologal, se esfuerza en comprender mejor los misterios
revelados en sí mismos y en sus consecuencias para la existencia humana.
23
La teología es entonces desarrollo de la dimensión intelectual del acto de
fe. La fe es algo muy sencillo, pero es también muy rica en aspectos. La fe se
profesa en el Credo, se celebra en la liturgia de los Sacramentos, se vive en
la existencia cristiana. Y se piensa en la teología. Por eso, ésta es fe
reflexiva, fe que piensa, comprende, pregunta y busca.” (Morales)
24
RESUMEN.
TEOLOGIA : INTELIGIBILIDAD DE LA FE
: FIDES QUAERENS INTELLECTUM
LA FE TRATA COMPRENDER. (S. Anselmo)
: CREO PRIMERO, PARA ESFORZARME LUEGO EN
COMPRENDER. (S. Anselmo)
: CREO PARA COMPRENDER Y COMPRENDO PARA
CREER MEJOR (S. Agustín)
25
2 Teología en sentido estricto.
Por otra parte, se puede decir también que la Teología es la ciencia del
objeto de fe, o sea la ciencia de lo que es revelado por Dios y creído por el
hombre; y en esto difiere por completo de las demás ciencias, pues
mientras que las ciencias naturales se apoyan en los datos de la experiencia,
la Teología se basa en los datos de la revelación que han sido acogidos por
la fe.
26
Si nos preguntásemos entonces, ¿en qué consiste la tarea del teólogo?
¿Cómo se hace teología? Habría que responder que el teólogo se esfuerza,
por medio de la reflexión, en llegar a una inteligencia más profunda de los
misterios que ya ha aceptado por su fe; pero lo que para un simple fiel es
objeto de asentimiento, para el teólogo se convierte en objeto de reflexión,
y lo que el simple fiel afirma como verdadero, el teólogo lo considera como
objeto de inteligibilidad.
La Teología como ciencia es obra del creyente, que se sirve de su razón para
comprender mejor lo que ya posee por la fe. La Teología es la fe vivida por
un espíritu que piensa, y que ha sido científicamente elaborada por él. La
Teología es la fe “en estado de ciencia”; con San Anselmo podríamos
definirla como fides quaerens intellectum, lo que significa: la fe aplicada a
la inteligencia de su propio objeto; por ello la Teología demuestra fidelidad
a su misión cuando no solamente se pone a recoger los datos de la fe, sino
cuando procura comprenderlos y penetrar en ellos cada vez más. “Fides
quaerens intellectum: buscar la inteligencia es acto interior al creer.”
(Benedicto XVI Audiencia General 21 – 11 - 2012)
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Pero deseo comprender de algún modo esa verdad que creo y que mi
corazón ama. No busco comprender para creer, esto es, no busco
comprender de antemano, por la razón, lo que haya de creer después, sino
que creo primero, para esforzarme luego en comprender. Porque creo una
cosa: si no empiezo por creer, no comprenderé jamás” (Proslogion 1: PL
158,227).
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reflexión de tipo filosófico sobre una materia calificada como revelada que
la puede hacer incluso un no creyente? O por el contrario, ¿es necesaria la
fe para hacer teología; cómo interviene en ella? Siguiendo a San Anselmo
vemos claro como a la raíz de la comprensión del misterio de Dios está la fe.
La fe favorece, empuja, suscita la reflexión racional sobre Dios.
San Agustín, expresando esta mutua relación entre fe y razón hace ver
cómo además del impulso a la comprensión que nace de la fe, también esa
mayor comprensión alimenta la misma fe: "creo para comprender y
comprendo para creer mejor". (serm. 43,7,9) (Cf. Cat Igl Cat 158)
“La teología puede definirse como la ciencia en la que la razón del creyente,
guiada por la fe teologal, se esfuerza en comprender mejor los misterios
revelados en sí mismos y en sus consecuencias para la existencia humana.
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La teología es entonces desarrollo de la dimensión intelectual del acto de
fe. La fe es algo muy sencillo, pero es también muy rica en aspectos. La fe se
profesa en el Credo, se celebra en la liturgia de los Sacramentos, se vive en
la existencia cristiana. Y se piensa en la teología. Por eso, ésta es fe
reflexiva, fe que piensa, comprende, pregunta y busca.” (Morales)
30
RESUMEN.
TEOLOGIA es INTELIGIBILIDAD DE LA FE
Fides quaerens intellectum
LA FE TRATA COMPRENDER. (S. Anselmo)
CREO PRIMERO, PARA ESFORZARME LUEGO EN
COMPRENDER. (S. Anselmo)
CREO PARA COMPRENDER Y COMPRENDO PARA CREER
MEJOR (S. Agustín)
31
imperfectos frente a su insondable grandeza (cf. Ef 3, 19), sin embargo
invita a nuestra razón — don de Dios otorgado para captar la verdad — a
entrar en su luz, capacitándola así para comprender en cierta medida lo que
ha creído.10
10
C D F Instrucción Donum Veritatis n 6
11
En este sentido Benedicto XVI: “La fe cristiana ¿es también para nosotros ahora
una esperanza que transforma y sostiene nuestra vida? ¿Es para nosotros «
performativa », un mensaje que plasma de modo nuevo la vida misma, o es ya sólo
32
Palabra de Dios tiene una riqueza inagotable que estimula indefinidamente
al espíritu y al corazón.
La razón humana, por su parte, se sirve de todas las leyes del razonamiento
y de la técnica humana, con todas las exigencias de la ciencia;
concretamente en materia de método, de sistematización y de unidad.
RESUMEN:
* LA FE BUSCA LA INTELIGENCIA. LA FE IMPULSA A LA RAZÓN HACIA
LA COMPRENSIÓN DEL MISTERIO.
* LA INTELIGENCIA TEOLÓGICA SE APOYA EN LA FE. LA FE ILUMINA
LA RAZÓN.
La razón humana, por su parte, se sirve de todas las leyes del razonamiento
y de la técnica humana, con todas las exigencias de la ciencia;
concretamente en materia de método, de sistematización y de unidad.
RESUMEN:
* LA FE BUSCA LA INTELIGENCIA. LA FE IMPULSA A LA RAZÓN HACIA
LA COMPRENSIÓN DEL MISTERIO.
36
* LA INTELIGENCIA TEOLÓGICA SE APOYA EN LA FE. LA FE ILUMINA
LA RAZÓN.
Por otra parte, se puede decir también que la Teología es la ciencia del
objeto de fe, o sea la ciencia de lo que es revelado por Dios y creído por el
hombre; y en esto difiere por completo de las demás ciencias, pues
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mientras que las ciencias naturales se apoyan en los datos de la experiencia,
la Teología se basa en los datos de la revelación que han sido acogidos por
la fe.
La Teología como ciencia es obra del creyente, que se sirve de su razón para
comprender mejor lo que ya posee por la fe. La Teología es la fe vivida por
un espíritu que piensa, y que ha sido científicamente elaborada por él. La
Teología es la fe “en estado de ciencia”; con San Anselmo podríamos
definirla como fides quaerens intellectum, lo que significa: la fe aplicada a
la inteligencia de su propio objeto; por ello la Teología demuestra fidelidad
a su misión cuando no solamente se pone a recoger los datos de la fe, sino
cuando procura comprenderlos y penetrar en ellos cada vez más. “Fides
quaerens intellectum: buscar la inteligencia es acto interior al creer.”
(Benedicto XVI Audiencia General 21 – 11 - 2012)
38
Acerca del conocimiento teológico propiamente dicho se expresaba así San
Anselmo de Cantorbery (1033-1109): “Señor, yo no pretendo penetrar en
tu profundidad, ¿cómo iba a comparar mi inteligencia con tu misterio?
Pero deseo comprender de algún modo esa verdad que creo y que mi
corazón ama. No busco comprender para creer, esto es, no busco
comprender de antemano, por la razón, lo que haya de creer después, sino
que creo primero, para esforzarme luego en comprender. Porque creo una
cosa: si no empiezo por creer, no comprenderé jamás” (Proslogion 1: PL
158,227).
39
A partir de lo dicho nos hacemos el siguiente planteamiento: ¿En qué
consiste pues la tarea del teólogo? ¿Qué hace quien se dedica al estudio
de la teología? El trabajo del teólogo, ¿es obra pura de la razón? ¿es una
reflexión de tipo filosófico sobre una materia calificada como revelada que
la puede hacer incluso un no creyente? O por el contrario, ¿es necesaria la
fe para hacer teología; cómo interviene en ella? Siguiendo a San Anselmo
vemos claro como a la raíz de la comprensión del misterio de Dios está la fe.
La fe favorece, empuja, suscita la reflexión racional sobre Dios.
San Agustín, expresando esta mutua relación entre fe y razón hace ver
cómo además del impulso a la comprensión que nace de la fe, también esa
mayor comprensión alimenta la misma fe: "creo para comprender y
comprendo para creer mejor". (serm. 43,7,9) (Cf. Cat Igl Cat 158)
“La teología puede definirse como la ciencia en la que la razón del creyente,
guiada por la fe teologal, se esfuerza en comprender mejor los misterios
revelados en sí mismos y en sus consecuencias para la existencia humana.
40
credas, crede ut intelligas» (has de entender para creer y has de creer para
entender) [2]. Y otros autores posteriores, San Anselmo entre ellos, dicen:
«si no creéis no entenderéis».
41
RESUMEN.
TEOLOGIA es INTELIGIBILIDAD DE LA FE
Fides quaerens intellectum
LA FE TRATA COMPRENDER. (S. Anselmo)
CREO PRIMERO, PARA ESFORZARME LUEGO EN
COMPRENDER. (S. Anselmo)
CREO PARA COMPRENDER Y COMPRENDO PARA CREER
MEJOR (S. Agustín)
42
imperfectos frente a su insondable grandeza (cf. Ef 3, 19), sin embargo
invita a nuestra razón — don de Dios otorgado para captar la verdad — a
entrar en su luz, capacitándola así para comprender en cierta medida lo que
ha creído.18
18
C D F Instrucción Donum Veritatis n 6
19
En este sentido Benedicto XVI: “La fe cristiana ¿es también para nosotros ahora
una esperanza que transforma y sostiene nuestra vida? ¿Es para nosotros «
performativa », un mensaje que plasma de modo nuevo la vida misma, o es ya sólo
43
Palabra de Dios tiene una riqueza inagotable que estimula indefinidamente
al espíritu y al corazón.
La razón humana, por su parte, se sirve de todas las leyes del razonamiento
y de la técnica humana, con todas las exigencias de la ciencia;
concretamente en materia de método, de sistematización y de unidad.
RESUMEN:
* LA FE BUSCA LA INTELIGENCIA. LA FE IMPULSA A LA RAZÓN HACIA
LA COMPRENSIÓN DEL MISTERIO.
* LA INTELIGENCIA TEOLÓGICA SE APOYA EN LA FE. LA FE ILUMINA
LA RAZÓN.
“La teología supone la unión de la razón y la fe, como hemos visto más
arriba. Ambas son necesarias para que haya actividad teológica. Razón y fe
actúan conjuntamente. … La teología, como fe pensada, es la aplicación de
la fe a los misterios cristianos con el fin de contemplarlos, comprender lo
más posible la doctrina que contienen, y exponerlos de manera ordenada.
La razón actúa guiada por la fe y como bañada en el elemento espiritual que
la fe proporciona. «Gracias a la asistencia del Espíritu Santo, la inteligencia
tanto de las realidades como de las palabras del depósito de la fe puede
crecer en la vida de la Iglesia» [6]. La teología ayuda precisamente a ese
crecimiento. Exige, por lo tanto, que la fe y la razón actúen al unísono, sin
que ninguna de ellas invada el campo legítimo de la otra, es decir, con
equilibrio y armonía recíprocos. Si la fe ahogase el ejercicio de la razón se
45
produciría lo que se llama fideísmo, que supone creer sin una base racional
o histórica suficiente. Si la razón usurpa el terreno de la fe, estamos en
presencia del racionalismo, que es una de las enfermedades serias que
pueden afectar a la teología.” (Morales)
“Hace falta en primer lugar una actitud filosófica que acepte la existencia de
la Verdad y la capacidad de la razón humana para conocerla y expresarla en
el lenguaje. Es decir, debe admitirse que los aspectos religiosos de la
existencia y las doctrinas de la fe (los misterios cristianos) son susceptibles
de verdadero conocimiento, y no son captados únicamente por el
sentimiento y las emociones.
46
Ha de ser además una filosofía realista, es decir, que afirme el mundo como
algo real, y no como producto mental de la razón. Una filosofía idealista,
que no considere el mundo de los hombres y de las cosas como
independientes de la mente humana no sería adecuada para el trabajo
teológico.
Debe afirmar también de modo preciso la relación que existe entre Dios y el
mundo. Sostendrá el origen de todas las cosas a partir de una acción libre
de Dios (Creación), así como la distinción absoluta entre el Creador y sus
criaturas. Concebirá finalmente al ser humano –hombre y mujer– como
unidad de lo espiritual y lo somático, es decir, como alma encarnada o
cuerpo animado.
Estos principios filosóficos son las bases elementales de una filosofía que
pueda entrar en relación fecunda con las creencias cristianas, y permita un
equilibrio entre la razón y la fe. La Encíclica Fides et Ratio (septiembre 1998)
invita a considerar la filosofía como una búsqueda de la Verdad, lo cual hace
posibles el entendimiento y la colaboración con la teología.” (José Morales)
47
sino más bien porque hay demasiada.” (Benedicto XVI Audiencia General
21/11/2012)
22
Ratzinger. Introducción al Cristianismo. Véase también: Benedicto XVI Discurso.
“Fe, razón y universidad. Recuerdos y reflexiones”. Encuentro con el mundo de la
cultura. Regensburg-Ratisbona 12.09.2006
48
3: El objeto de la Teología.
La Teología no habla más que del Dios vivo y personal que ha creado
al mundo, que ha librado a su pueblo de la esclavitud de Egipto y ha
establecido con Él la alianza, que amó a los hombres hasta el punto
de entregar por ellos a su Hijo, y al que la Iglesia en los Salmos no
deja de invocar como el Dios de la salvación (23, 37, 87); o en las
oraciones de la misa como el Dios que es y será para siempre. El Dios
del que habla la Teología no es un concepto abstracto ni un Dios
mudo, sino el Dios vivo cuya palabra y cuyos gestos llenan los dos
Testamentos.
«No podemos –dice Santo Tomás de Aquino– saber de Dios qué cosa
es. No obstante, para saber lo que en la doctrina teológica se afirma
de Dios, empleamos sus obras, bien sean de naturaleza o de gracia»
[18]. Que la teología es ciencia de Dios significa principalmente que
todo se trata en ella desde el punto de vista divino [19] y que «la
afirmación cristiana no parte del hombre, ni siquiera del mundo, para
50
hablar de Dios como Demiurgo o Axioma eterno, sino que parte de
Dios, del Dios vivo absolutamente trascendente y libre» [20].
23
C D F Donum Veritatis n 8
51
Si la teología sigue fiel al movimiento de la revelación y procura
alcanzar a Dios allí donde Dios se manifiesta, o sea en la historia de la
salvación que culmina en Jesucristo, no puede haber divorcio entre
Teología y Economía de la Salvación. Una Teología atenta a la historia
de la salvación no se opone a una Teología centrada en Dios; y al
revés, una Teología del Dios vivo no puede elaborarse
independientemente de la historia de la salvación. La Teología
reconoce que Dios es trascendente a la historia de la salvación, y que
la vida Trinitaria se basta a sí misma; pero reconoce al mismo tiempo
que no sabemos nada de esa vida íntima de Dios si no es a través de
la economía de la salvación.
53
«Cristo se ha unido a todo hombre» (n. 13) y explica por qué «todos
los caminos de la Iglesia conducen al hombre» (n. 14).
RESUMEN:
OBJETO DE LA TEOLOGIA:
54
4: La Teología: ciencia y sabiduría
Hoy nadie pone en duda que la Teología sea una ciencia, porque
cuenta con su propio objeto, su método, su unidad y su
sistematización, pero en la Edad Media la respuesta no era tan
evidente. Duns Scoto, teólogo irlandés, opinaba que para que el
concepto de ciencia pudiera ser aplicado a la Teología, tenía que
sufrir tal mutación que casi nada quedaría de su significado primitivo,
y otros veían en la Teología una especie de término medio entre la
ciencia y la fe.
55
experiencias reales, ya que los misterios cristianos no son objeto de
experiencia o de evidencia, sino de testimonio y de fe.
57
En la perspectiva de la ciencia moderna, parece legítimo clasificar a la
Teología entre las ciencias de tipo positivo, ya que como se ha dicho,
es la ciencia del Dato Revelado que se apoya en él y se refiere a él
continuamente; pero esta clasificación sería a condición de que no se
considerara la función propiamente reflexiva de la Teología como una
función de segunda importancia, porque en ese caso quedaría
disminuida la inteligencia de la fe dentro de esta ciencia.
58
mismo. Las ve así intuitivamente, de una única mirada y en un único
instante. En nosotros, la religación causal no es solamente
conocimiento in principiis, sino proceso demostrativo y discursivo, ex
principiis: emplea un razonamiento. Tratándose de la Sacra doctrina,
este esquema epistemológico es aplicable así: 1. La enseñanza
cristiana cobra razón de ciencia cuando se esfuerza en construir
racionalmente lo revelado de tal manera que determinadas verdades
se presentan religadas a otra como a sus raíces reales. Y por tanto en
una situación de consecuencia por referencia a un principio: que las
verdades-conclusiones y las verdades –principios sean, una y otras
reveladas (por ejemplo en san Pablo 1 Cor 15, 12-18) o que las
verdades –conclusiones sean adquiridas, más allá de lo revelado
formal, por una elaboración de su “virtual”. En el segundo caso
estamos ante conclusiones teológicas propiamente dichas.
60
eternas y temporales, las espirituales y carnales, porque Cristo es el
alfa y la omega, el fin de la historia humana, el punto en el que los
anhelos de la historia y de la civilización convergen, el centro del
género humano, el gozo de todos los corazones y la plenitud de todos
sus deseos.
61
nos abrimos a los verdaderos valores de la existencia.” (Benedicto XVI
Audiencia General 21 – 11 – 2012)
RESUMEN:
63